LAS TRES OLEADAS DE VOLUNTARIOS por Dolores Cannon

 



LAS TRES OLEADAS DE VOLUNTARIOS PARA UNA NUEVA TIERRA ¿ERES TÚ UNO DE ELLOS?

Dolores Cannon

 

 

PRIMERA PARTE. LOS VOLUNTARIOS.

 

INTRODUCCIÓN.

Desde que comencé mi aventura en el mundo de lo desconocido hace ya cuarenta años he venido considerándome a mí misma la reportera e investigadora del «conocimiento perdido». En realidad soy una hipnoterapeuta especializada en la terapia de regresión y en el rastreo de las causas de los problemas de los pacientes en vidas pasadas, más que en las presentes. Desarrollé mi propia técnica hipnótica, que permite una curación instantánea, conforme mi trabajo iba creciendo y expandiéndose, y ahora me dedico a enseñar esta técnica por todo el mundo. Los resultados han sido asombrosos. Al principio, cuando sentí por primera vez la necesidad de enseñar este método, no sabía si sería posible. Solo uno mismo comprende cómo funciona aquello que ha creado. Y, no obstante, ¿sería capaz de enseñárselo a otras personas de una forma comprensible? Ese era mi dilema.

Pero sabía que no lo resolvería si no lo intentaba. Hay demasiadas personas, incluyendo a algunos de mis pacientes, que tienen tanto miedo a fallar que jamás lo intentan. Comencé a enseñar esta técnica en 2002, y hoy en día se ha extendido a lo largo y ancho de este mundo. Y tengo que decir, para mi satisfacción, que los resultados obtenidos por mis alumnos son tan milagrosos como los míos. Algunos incluso ponen en práctica nuevas formas de aplicación que a mí jamás se me habrían ocurrido. ¡Qué mayor gratificación para un profesor que la de ver cómo sus alumnos van incluso más allá y exploran caminos conocidos! Mi método no es como esas técnicas de hipnosis trasnochadas que insisten en que el hipnoterapeuta lo haga todo tal y como está escrito; que no se desvíe ni una coma del guión. Yo prefiero que mis aprendices comprendan qué es lo que están haciendo, de modo que puedan pensar por sí mismos. Son libres de experimentar siempre que no dañen de alguna forma al paciente. Y lo que he descubierto es que se trata de un método extremadamente flexible.

Es algo vivo, que evoluciona. Todavía hoy, después de todos estos años, llego a veces a casa y le digo a mi hija Julia: «¡Adivina de qué me acabo de enterar!». «Ellos» me han dicho muchas veces que no hay más limitación que la que tú te impongas. Todo es posible. El único límite es tu propia imaginación.

Creo que lo que detiene a muchos hipnoterapeutas es el miedo a lo desconocido. Temen probar algo nuevo, pensar por sí mismos. El elemento fundamental que hace de esta técnica algo diferente es que yo trabajo en el nivel más profundo del trance: el nivel sonambulístico. La mayoría de las técnicas hipnóticas mantienen al cliente en unos niveles de trance más superficiales, en los que la mente consciente puede crear interferencias.

Cuando llevas a una persona al nivel más profundo es posible comunicarse directamente con la fuente de poder y curación más grande que quepa imaginar. Yo he encontrado la forma de contactar con la Fuente de todo conocimiento. Es de ahí de donde procede la información que relato, y es esa parte la que produce la curación instantánea. Es algo increíblemente amoroso e indulgente. Yo lo llamo el Subconsciente porque cuando empecé no sabía qué nombre darle. Cuando me piden que lo defina siempre digo que podría llamársele el Uno Mismo más elevado, la Conciencia Suprema o el Alma Universal. Es tan grande y tan enorme que tiene respuestas para todo. «Ellos» dicen que no les importa cómo les llame, porque de todos modos no tienen nombre. Algunos de mis estudiantes me han sugerido que lo llame la «Supraconciencia» mejor que el «Subconsciente». No sé si eso sería más efectivo o no. Yo solo sé que lo que hago funciona, así que como dice el dicho: «Si no se ha roto, ¿para qué cambiarlo?». De ahora en adelante, con el propósito de abreviar, en este libro lo llamaré simplemente «subconsciente».

Tropecé con «ellos» de forma esporádica y sutil durante los primeros años, cuando comencé a trabajar; por aquel entonces yo no sabía con quién estaba hablando. Me llevó unos cuantos años darme cuenta de qué era lo que había descubierto. Entonces inicié todo el proceso de descubrimiento del método que me permitiera llamarlos en cada una de las sesiones. Este paso demostró ser una pieza fundamental de mi trabajo. La gente me decía: «¿Te das cuenta de que estás obrando milagros?». Y yo contestaba: «¡Pero si yo no he hecho nada! ¡Son ello!l Yo no soy más que la herramienta, son ellos los que lo hacen todo». Esta parte magnífica y maravillosa lo sabe todo acerca de todo el mundo. Y se preocupa profundamente por todas y cada una de las personas. No hay secretos, «ellos» te conocen mejor que tú mismo. Así que cuando viene un cliente a verme, yo sé que captará todo aquello que necesite comprender; cualquier cosa que el Subconsciente crea conveniente que él entienda. Yo nunca sé qué va a ocurrir, así que no puedo ni controlar ni manipular la sesión. Pero llevo tanto tiempo trabajando con «ellos» que en líneas generales sé qué tipo de respuesta van a dar, porque en realidad son siempre las mismas, y sin embargo nunca es la contestación lógica que yo esperaría. «Ellos» tienen su propia lógica. Así que siempre le confieso al cliente que no sé qué sacaremos en claro de la sesión. Cada vez es diferente, pero nunca se trata de algo que el paciente no sea capaz de manejar. Jamás sé si la respuesta estará relacionada con problemas kármicos o con cualquier otra cosa. Aunque últimamente parece que se centran más en esa «otra cosa», y por eso formulé la hipótesis de las tres oleadas de voluntarios. Yo soy la primera en admitir que esta perspectiva de la transformación planetaria resulta alucinante y sobrecogedora.

Además llevo veinticinco años investigando avistamientos de ovnis y casos sospechosos de abducción. He hablado de muchos de ellos en mis libros, principalmente en Los custodios, y he encontrado una gran cantidad de información y de respuestas a preguntas que han resultado esquivas para otros investigadores. Los extraterrestres han sido generosos y me han proporcionado la respuesta a cualquier pregunta que pudiera imaginar. Creía que no había nada más que explorar en ese campo, y sin embargo «ellos» me han vuelto a sorprender una y otra vez. Durante los últimos años he comenzado a vislumbrar la compleja historia que se oculta tras los avistamientos, los exámenes anatómicos, etc. Creía haber resuelto por fin el enigma de su relación con la raza humana, pero durante una sesión celebrada en 2009 finalmente hallé lo que considero la «pieza perdida» de todo el rompecabezas que constituyen los ovnis. Se encendió la «luz» proverbial, y las piezas comenzaron a encajar. Enseguida me di cuenta de que había tenido todas esas piezas en mis manos desde el principio. Estaban dispersas a lo largo de mis trabajos, especialmente en Los custodios y en la serie Él universo complejo. Son «ellos» los que han acudido a mí a través de muchos de los miles de pacientes con los que he celebrado sesiones de terapia de regresión. Yo he ido hilvanando parte de la historia, y creía tener una panorámica completa. Y sin embargo ahora, de repente, descubro que hay todavía más y que lo había tenido todo delante de mis narices desde el principio. Es probable que no conozca todavía la historia completa. Estoy convencida de que aún me aguardan sorpresas, pero por fin ha llegado el momento de levantar el velo. Ese velo se ha ido haciendo cada día más fino a lo largo de los años, cosa que yo he ido notando en mi práctica terapéutica.

Hay cada día más gente consciente de que la vida mundana que atraviesa servilmente no es la razón por la que vino a la Tierra. Sesión tras sesión van llegando las respuestas: «¡Es hora de despertar!», «¡Tienes una misión que cumplir!», «¡Ya es hora de empezar!», «¡Deja ya de perder el tiempo!», «¡Se te acaba el tiempo para llevar a cabo lo que has venido a hacer a la Tierra!».

A lo largo de los cuarenta años que llevo trabajando en la terapia de regresión a vidas pasadas, el esquema ha sido siempre el mismo. Por supuesto, siempre había una excepción a la regla, y yo escribía sobre eso. Pero, por lo general, el paciente volvía justo a la vida pasada que explicaba los problemas que tenía en la presente. Ya se tratara de dificultades en las relaciones, de problemas asociados al trabajo o de temas de salud, la respuesta por lo general podía rastrearse hasta una vida pasada en concreto o hasta una serie de vidas de patrón similar en las que repetían el mismo karma con las mismas personas. Yo sabía que la respuesta consistía en romper el círculo, y que eso podía conseguirse haciendo que el subconsciente les mostrara la conexión; solo entonces eran capaces de curarse y de cerrar el ciclo. Sin embargo, a lo largo de los últimos años el esquema de trabajo empezó a cambiar, y de pronto comencé a enfrentarme continuamente a un tipo de paciente distinto.

Debo insistir en que, desde un punto de vista puramente superficial, no había nada de extraño en ninguna de esas personas. Eran seres humanos perfectamente normales, que vivían sus vidas igual que los demás. Y venían a mí en busca de ayuda para resolver sus problemas. Pero las respuestas que se les presentaron durante las sesiones eran lo último que sus mentes conscientes podían imaginar. Parece ser que los humanos somos verdaderamente polifacéticos. Vemos nuestra vida a través de una única perspectiva, e ignoramos el resto de capas que subyacen justo bajo la superficie. Capas desconocidas para nuestras mentes conscientes que, sin embargo, ejercen una gran influencia en nuestras vidas. Somos mucho más de lo que podríamos imaginar. Y es ahí donde yace el espejismo. Creemos que nos conocemos, pero ¿es cierto?

 

Capítulo 1. El descubrimiento de las tres oleadas

 

Mi trabajo en el campo de la hipnosis me ha llevado a hacer viajes inimaginables a través del tiempo y del espacio para explorar la historia del pasado y las posibilidades del futuro. Al principio, cuando empecé mis investigaciones con la terapia de regresión a vidas pasadas, creí que me encontraría solo con personas que recordarían sus vidas anteriores en la Tierra porque, naturalmente, eso era lo único que sabíamos al respecto. Pero mi sistema de creencias se ha ido ampliando y extendiendo a lo largo de estos cuarenta años. Conforme progresaba mi trabajo iba recopilando gran cantidad de información sobre los comienzos de la vida en la Tierra. Se me dijo que había llegado la hora de presentarme esos conocimientos. Nos movemos hacia un mundo nuevo, una nueva dimensión en la que será posible aplicar ese saber, que resultará muy valioso.

A lo largo de las sesiones he oído muchas veces que todo está compuesto de energía; la forma y configuración la determinan únicamente la frecuencia y la vibración. La energía jamás muere; solo cambia. Se me dijo que la Tierra estaba cambiando su vibración y frecuencia y preparando el advenimiento de una nueva dimensión. Existen innumerables dimensiones a nuestro alrededor, y todo el tiempo. Pero no podemos verlas porque sus vibraciones están aceleradas y son invisibles a nuestros ojos. Para nosotros es muy importante saber más acerca de este cambio a una nueva dimensión, porque nos ha pillado justo en medio y pronto llegará su culminación.

La Tierra es una escuela a la que nosotros asistimos para aprender ciertas lecciones, pero no es la única. Tú mismo has vivido en otros planetas y en otras dimensiones. Has hecho muchas, muchas cosas que ni siquiera puedes imaginar. Muchas de las personas con las que he trabajado durante los últimos años han regresado a vidas pasadas en las que eran seres de luz en un estado de dicha. No tenían ninguna razón para ingresar en la densidad y negatividad de la Tierra; simplemente se presentaron voluntarios para venir a ayudar a la humanidad y al planeta en este momento concreto. Yo me he encontrado con lo que considero tres oleadas de estas almas nuevas, que están viviendo en la Tierra. Han venido en este momento porque la mayoría de las personas que llevan viviendo aquí una vida tras otra se han quedado atascadas en un karma y son incapaces de avanzar. Han perdido de vista el objetivo de su vida en la Tierra.

Al comienzo de mi trabajo, y también en mis primeros libros, yo creía que era imposible que una persona experimentara su primera vida en el planeta Tierra en nuestros días. Creía que tenía que tratarse de un proceso gradual; que había que atravesar diversas formas de vida antes de convertirse en humano: aire, rocas, tierra, plantas, animales, espíritus naturales y por fin hombres o mujeres. Creía que cuando un alma decidía que estaba preparada para afrontar una vida como humano, lo haría en una sociedad primitiva, de modo que el ajuste fuera lento y progresivo. Jamás pensé que se la dejaría caer sin más en nuestra frenética sociedad moderna, con toda su energía caótica; que eso sin duda sería excesivo para un alma nueva en evolución.

Pero entonces, en 1986, escribí el libro Guardianes del jardín, sobre un alma bondadosa que vivía su primera vida en la Tierra. Esta alma había vivido siempre vidas en otros planetas y en otras dimensiones. No obstante, en nuestras primeras sesiones, me describió lo que aparentemente eran unas cuantas vidas transcurridas en la Tierra. Así que me pregunté qué estaba pasando. O bien la reencarnación era un hecho cierto, o bien era falso. Y entonces se me reveló la primera explicación de la teoría de la «imprimación». La gente que ha vivido incontables vidas en la Tierra tiene los recuerdos de estas experiencias en su banco de memoria subconsciente.

Estos recuerdos enterrados, desconocidos por completo para la mente consciente del individuo, son esenciales para ayudarlos a encontrar su camino a través del caos que significa vivir como humano. Sin este tipo de respaldo no serían capaces de funcionar. El bebé recién nacido parece llegar fresco y sin relación con nada hasta el momento en que sus padres y la sociedad se lo enseñan todo. Pero eso está lejos de ser cierto. Los así llamados «bebés» son en realidad almas muy viejas con cientos de viajes a lo largo de este escenario tan complicado al que llamamos «vida», lo cual les proporciona datos que utilizan como referencia (inconscientemente) para saber cómo vivir como humanos. Pero las almas nuevas en la Tierra no tienen este respaldo, y por tanto estarían totalmente perdidas, de no ser por un concepto muy ingenioso desarrollado en el espíritu llamado «imprimación».

Cuando un alma está en el lado de los espíritus, se le muestra el tipo de vida en el que entraría a continuación, y ella proyecta un plan sobre cómo espera poder llevarla a cabo. Incluso acuerda con otras almas de qué manera trabajar un karma cualquiera. Si el alma no tiene una experiencia de vida en la Tierra sobre la que respaldarse, se la lleva al Registro. Muchos, muchos de mis clientes me han descrito este Registro del mismo modo. Es el lugar en el que se guardan todos los conocimientos, todo lo que se sabe y se sabrá por siempre jamás. En este lugar además se encuentra el Registro Akásico, que es el archivo de todas las vidas que se han vivido desde la creación. Tras muchos debates y consejos por parte del Bibliotecario del Registro, el alma elige las vidas que desea le sean impresas sobre el esquema de su alma. Se ha comparado esto con capas o películas. Pero es más bien como ir a la biblioteca a investigar y servirse de los incontables volúmenes o libros para encontrar la información adecuada. Estas imprimaciones se convierten en una parte esencial de los recuerdos del alma nueva. Yo pregunté cómo distinguir, cuando estuviera trabajando con un paciente, si esos recuerdos que se presentan en la regresión son «reales» o solo imprimaciones. Me dijeron que no podría captar la diferencia porque todo, no solo los recuerdos, sino también las emociones y todo lo que constituye una vida, estaría a su vez impreso. Ellos me dijeron que como todo ello no sería sino una referencia para que el alma la utilizara, en realidad daba lo mismo. Y ya que a menudo se utilizan como imprimación las vidas de personas famosas, este hecho explica el criticismo de los escépticos sobre la existencia de la reencarnación, ya que muchas personas afirman haber sido el mismo personaje importante. La teoría de la imprimación rebate este argumento. Yo les pregunté: «¿Significa eso que la reencarnación no existe, ya que cualquiera puede imprimirse una vida en lugar de vivir la experiencia real?». Y ellos me contestaron que no, porque para que exista ese material o esos recuerdos que grabar, primero tienen que vivirse esas vidas.

Esto es perfectamente lógico; se trata de un método desarrollado para que las almas puras e inocentes puedan adaptarse a un mundo caótico y extraño.

Sería imposible venir a la Tierra sin ningún tipo de preparación; un alma tierna no tendría nada a lo que aferrarse, y sería incapaz de seguir adelante.

Tras mi primera experiencia con Phil, el joven de Guardianes del jardín, comencé a tropezar con estas almas nuevas con más frecuencia. Describí estos casos en la serie El universo complejo. Así que lo que yo había creído un suceso extraño se convertía de pronto en algo habitual. Estas almas se habían ocultado tras las huellas de las imprimaciones de otras vidas, y esto era lo que se presentaba a otros hipnotizadores e investigadores (sobre todo a aquellos que solo trabajan con niveles superficiales del trance). Y como las huellas o imprimaciones se eligen con un objetivo concreto para utilizarlas durante una vida, la «supuesta» vida pasada podrá responder a ciertas preguntas, pero no a la más importante. El subconsciente, en su infinita sabiduría, le proporcionará al paciente solo lo que este sea capaz de asimilar. Y lo mismo se puede decir del hipnotizador, si es que está en sus «primeros pasos» por el campo de lo desconocido; no se le revelarán respuestas complejas. A mí no se me dio esta información hasta que no estuve lista para ampliar mis horizontes. Hasta hace muy poco yo seguía creyendo que estas almas puras e inocentes, «primerizas», constituían un hecho aislado. Sin embargo ahora se están convirtiendo en la norma. El subconsciente ya no se molesta más en ocultarlas.

Muchas veces el cliente no es capaz de encontrar una vida pasada por mucho que yo experimente con diversas variaciones de mi técnica. Entonces, cuando contacto con el subconsciente para aclararlo, le pregunto siempre por qué no hemos sido capaces de encontrar nada. A veces me contesta: «Podría haberle mostrado algo, pero se trataría solo de “imprimaciones”». Y luego continúa contándole de dónde procede y cuál es su propósito en el planeta Tierra en esta ocasión.

Ha habido incluso algunos casos en los que el Subconsciente me ha dicho que esa persona ha rechazado las imprimaciones justo antes de entrar en el cuerpo del bebé. Y eso ha provocado una vida caótica sin ningún plan o propósito.

Así que parece que «ellos» sí saben realmente lo que están haciendo. Somos nosotros, los humanos, los que no comprendemos o somos incapaces de comprender.

Para entender íntegramente la teoría (y la «pieza perdida») que estoy a punto de proponer es necesario volver atrás, hasta el principio; hasta la «siembra» de la raza humana.

 

CÓMO COMENZÓ LA VIDA EN LA TIERRA.

 

Para comprender por qué han llegado a la Tierra estas tres oleadas de voluntarios tenemos que volver al principio: a los comienzos de la vida en nuestro mundo. Sé que es una información controvertida, pero tras escucharla úna y otra vez a lo largo de miles de regresiones siento que no podemos seguir haciendo caso omiso.

Hace eones no había vida en la Tierra. Había muchos volcanes y la atmósfera estaba cargada de amoníaco. El planeta tenía que cambiar para que comenzara la vida. En mis investigaciones he descubierto que hay consejos que crean las reglas y regulaciones para crear la vida por todo el universo.

Hay consejos sobre el sistema solar, consejos sobre la galaxia y consejos sobre el universo. Es un sistema muy ordenado. Estos seres superiores navegan por el universo buscando planetas aptos para la vida. Ellos dicen que cuando un planeta alcanza el punto a partir del cual puede sustentar vida, se trata de una ocasión trascendental en la historia de ese planeta. Y es entonces cuando se le concede su Constitución Vital.

En ese momento se les encomienda a varios grupos de extraterrestres o de seres superiores la tarea de ir allí y comenzar la vida en ese planeta. A estos seres se les llama los Arcaicos o los Antiguos. Llevan haciendo este trabajo desde el principio de los tiempos. Esto no significa en absoluto que Dios no tenga nada que ver; Él forma parte de la historia. Estos seres llevan primero organismos unicelulares para conseguir que se dividan y formen organismos pluricelulares. Qué organismos en concreto se formen en cada planeta depende de las condiciones de dicho planeta. Después de sembrar un planeta, vuelven de vez en cuando a lo largo de los eones para comprobar cómo van esas células. A menudo las células no sobreviven, y se encuentran con el planeta vacío otra vez. Estos seres me dijeron: «No tienes ni idea de lo frágil que es la vida».

Así que en algún momento de la eternidad sembraron la Tierra, y después de un tiempo comenzaron a formarse las plantas, porque las plantas son necesarias antes de introducir a los animales. Conforme la vida comenzaba a desarrollarse, volvieron una y otra vez para ver cómo iba y para cuidarla.

Formaron los océanos y limpiaron el aire, de modo que pudieran evolucionar diversas formas de vida. Hasta que en algún momento esos seres superiores comenzaron a crear a un ser inteligente. Esto ha ocurrido en todos los planetas; es la forma en que se crea la vida.

En mis libros yo he llamado a estos seres los «guardianes del jardín», porque nosotros somos el jardín; somos sus hijos. Lo cierto es que para crear seres inteligentes ellos tienen que coger a un animal con un cerebro lo suficientemente grande como para tener capacidad de aprender y que a su vez tenga manos para poder producir herramientas. Esta es la razón por la que eligieron a los simios. Hay gente que no está de acuerdo con este punto, pero la verdad es que nosotros somos genéticamente compatibles con los simios en un noventa y ocho por ciento. Tú puedes donar sangre a un simio y este sobrevivirá; así de cerca estamos, genéticamente hablando. Pero, aun así, crear seres humanos requiere de manipulaciones genéticas y de mezclas con otras células y genes traídos de otras partes del universo. Ellos dicen que jamás encontraremos el eslabón perdido; simplemente porque no existe.

Nuestra evolución se saltó unas cuantas generaciones. No ocurre solo por casualidad.

A lo largo del tiempo, cada vez que hacía falta concederle algo a la humanidad, estos seres venían a vivir con los humanos para otorgárselo.

Todas las culturas del mundo tienen leyendas acerca de una «cultura superior benefactora». Los indios tienen a la mujer maíz, que les enseñó a plantar. Hay leyendas acerca de seres que nos enseñaron a dominar el fuego y a desarrollar la agricultura. En todas las leyendas del mundo estos seres proceden del cielo o del otro lado del mar. Son los maestros, y viven todo el tiempo que desean.

Son los seres que han descendido hasta nosotros como leyendas de dioses y de diosas. Aún hoy sigue sucediendo, pero ya no pueden vivir entre nosotros; resultarían demasiado llamativos. Así que cuando quieren otorgarnos ideas nuevas para acelerar la evolución, ahora lo que hacen es ponerlas en la atmósfera. Aquel que la recoja será su inventor. No les importa quién la descubra, siempre y cuando lo haga en nuestra línea temporal. Todos hemos oído hablar de personas distintas trabajando en la misma idea al mismo tiempo. Un ejemplo de esto es la energía libre que están desarrollando muchas personas en todo el mundo y de la cual he oído hablar en mis viajes.

 

EL JARDÍN PERDIDO DEL EDÉN.

 

Cuando se creó el primer ser inteligente sobre la Tierra, el consejo decidió otorgarnos la libertad para ver qué hacíamos con ella. Hay planetas en los que no hay libertad. La directriz de Star Trek de no interferir es muy, muy real.

Forma parte de las directrices del consejo: ellos no pueden interferir en el desarrollo de una especie inteligente. Pueden ayudar enseñándonos y dándonos conocimientos, pero no interferir. Yo les pregunté si no podía considerarse una interferencia el hecho de que vinieran y nos dieran lo que necesitábamos en cada momento para nuestra evolución (el fuego, la agricultura). Pero ellos me dijeron: «No, ese es un regalo que os dimos para ayudaros en el siguiente estadio de vuestra evolución. Qué hagáis vosotros con él es asunto de vuestra voluntad». En muchas ocasiones hemos cogido ese regalo y lo hemos utilizado para hacer algo negativo o destructivo, cosa que no era su intención. «¿Y no podíais entonces volver y decirles que no lo estaban utilizando de la forma correcta?», pregunté yo. Y ellos contestaron:

«No, eso sería interferir. Nosotros os lo dimos. Lo que vosotros hagáis con él depende de vuestra voluntad. Nosotros solo podemos esperar y abrir la boca admirados ante las complejidades de los humanos, pero no interferir». La única excepción a esta regla se produciría en el momento en el que llegáramos a un estadio de la evolución en el que pudiéramos destruir el mundo. Esto no podrían permitirlo porque produciría una reverberación a lo largo de las galaxias y perturbaría a demasiados planetas, e incluso a la vida en otras dimensiones. ¡Quién habría pensado que un planeta pequeño y deliberadamente aislado en esta parte de nuestro sistema solar pudiera tener tanto impacto! Sin embargo ellos insistieron en que los resultados llegarían muy lejos y serían desastrosos.

Se suponía que seríamos una especie perfecta que jamás caería enferma y que podría vivir todo el tiempo que quisiera. Se suponía que la Tierra sería como el jardín del Edén: un lugar perfecto. Pero ocurrió algo inesperado que cambió todo el plan. Justo cuando la vida comenzaba a desarrollarse a la perfección, cayó un meteorito sobre la Tierra que trajo bacterias que, a su

vez, provocaron las enfermedades. Así fue como la enfermedad se introdujo por primera vez en la Tierra. Al ocurrir esto los seres que controlaban la evolución de la Tierra volvieron al consejo. Preguntaron qué hacer una vez que el experimento perfecto se había echado a perder. Se produjo una gran consternación. El dilema consistía en decidir si destruirlo todo y comenzar de nuevo otra vez, o permitir que la vida continuara su desarrollo. El consejo decidió permitir que siguiera adelante y que evolucionara, porque se había invertido mucho tiempo y esfuerzo. Lo permitieron a pesar de saber que, a causa de la enfermedad, la vida en la Tierra jamás volvería a ser tan perfecta como se había planeado en un principio.

Estos seres superiores siguieron observando nuestra evolución a distancia, pero en 1945 ocurrió algo que les llamó verdaderamente la atención: la explosión de una bomba atómica al final de la Segunda Guerra Mundial. Se suponía que en ese estadio de nuestra evolución no teníamos que tener energía atómica. Ellos sabían que no seríamos capaces de controlarla, que la usaríamos para destruir.

Cuando se introdujo la energía atómica en nuestra línea temporal se suponía que la utilizaríamos correctamente. Yo les dije que la estábamos utilizando bien, para producir electricidad y cosas así. Ellos me explicaron que al haber sido fabricada por primera vez como arma conllevaría ya para siempre un aura negativa, y que jamás tendría el enorme beneficio que se suponía debía tener. Acabábamos de salir de la terrible Segunda Guerra Mundial, así que ellos sabían que nunca seríamos capaces de controlar algo tan poderoso como la energía atómica. Sencillamente era la naturaleza humana, y estaban extremadamente preocupados por que pudiera llevarnos a la destrucción total. Durante el desarrollo de la bomba atómica los científicos no sabían realmente con qué estaban experimentando.

Era un elemento desconocido. Les dijeron que era concebible que prendiéramos fuego a todos los átomos de hidrógeno de la atmósfera y que provocáramos una explosión masiva que destruiría nuestro mundo. Pero los científicos hicieron caso omiso de la advertencia y siguieron experimentando con curiosidad. Todo esto lo cuento en mi libro Un alma recuerda Hiroshima, en el que estuve años investigando acerca del desarrollo de la bomba. También al final de la guerra hubo mucha desconfianza entre los países, lo cual provocó la acumulación de reservas nucleares. Así que la preocupación de los seres superiores tenía un buen fundamento. No sabíamos con qué estábamos jugando. Se trata de un período extremadamente peligroso e inestable.

Fue durante esa época, al final de los años cuarenta y principios de los cincuenta, cuando comenzaron a hacerse públicos los avistamientos de ovnis.

Los seres superiores volvieron al consejo y preguntaron qué hacer, ya que les está vedado interferir en la libre voluntad de la humanidad. Fue entonces cuando al consejo se le ocurrió lo que yo considero un plan brillante.

Pensaron: «No podemos interferir desde fuera, pero ¿y si les ayudamos desde dentro?». Pedir voluntarios para introducirlos en el planeta y ayudar no se considera interferir. Y fue así como se propagó por todo el universo la petición de almas voluntarias para venir a la Tierra a ayudar.

La gente de la Tierra ha quedado atrapada en el ciclo de la reencarnación, en la rueda del karma, durante cientos y cientos de vidas; vuelven para repetir los mismos errores una y otra vez. Se suponía que teníamos que evolucionar, pero no es así. Esta es la razón principal por la que vinieron Jesús y los otros grandes profetas de la Tierra: para enseñar a la gente cómo salir de la rueda del karma, para ayudar a la humanidad a evolucionar. Pero todavía seguimos cometiendo los mismos errores una y otra vez: produciendo guerras y mucha violencia. Así que la gente de la Tierra no iba a poder salvar la Tierra. ¿Cómo ayudar a la Tierra, si sus habitantes no podían ayudarse siquiera a sí mismos?

Necesitábamos almas puras que no estuvieran presas en la rueda del karma, que no hubieran estado en la Tierra jamás.

Durante los últimos cinco años de trabajo he estado encontrándome cada vez más con almas que procedían directamente de Dios y que jamás habían habitado ningún tipo de cuerpo físico. He visto a gente volver a lo que era: extraterrestres que vivían en naves espaciales o en otros planetas, o seres de luz de otras dimensiones que no necesitan cuerpo. Los voluntarios vienen con una vaina o cubierta por encima de sus almas para evitar acumular karma, porque una vez el karma se acumula hay que volver a nacer una y otra vez.

Ahora mismo hay decenas de miles de estas almas nuevas por todo el mundo, y los seres superiores les han dicho que no tienen que preocuparse por el hecho de que nosotros podamos destruir la Tierra. Dicen que finalmente hemos logrado el equilibrio. Vamos a ser capaces de salvar el mundo.

Las más puras e inocentes de todas son aquellas almas que provienen directamente de la Fuente o Dios. Entonces yo quise saber qué era Dios. Me dijeron que nuestro concepto de Dios no es más que una idea minúscula de lo que Él es en realidad. No podemos ni siquiera empezar a formarnos un concepto de lo que es. Todos lo describen de la misma manera: Él no es un hombre; en todo caso sería una mujer, porque las mujeres son la fuerza creadora. Pero Dios no es ni un hombre ni una mujer. Es una Fuente enorme, la Fuente de toda energía, y lo describen como un Fuego o una Luz inmensas.

Algunos llaman a Dios el Gran Sol Central, una enorme Fuente de energía, y sin embargo está repleta de amor, de un amor total. Un cliente me describió esa Fuente como «el corazón del Sol, el corazón de Dios». Cuando los seres puros que proceden directamente de Dios vuelven a la Fuente durante una sesión, ya no quieren marcharse de allí. Es el origen de todos nosotros; al principio éramos uno con esa Fuente. Las almas que han venido directamente de Dios dicen que no hay separación; que todo es uno. Yo les pregunté: «Y si lo amabas tanto, ¿por qué te marchaste de allí?». Todos responden lo mismo: «Oí la llamada. La Tierra tenía problemas. ¿Quién quiere ir a ayudar?». Lo mismo dicen incluso los que habían sido extraterrestres. Sus recuerdos se borraron cuando se encarnaron en un cuerpo como el nuestro. Entonces yo pregunté: «¿Y no sería más fácil si todos recordáramos por qué hemos venido?». Pero ellos dicen que si supiéramos las respuestas ya no sería una prueba.

 

LAS TRES OLEADAS.

 

Así que el objetivo de las tres oleadas es doble. Uno: transformar la energía de la Tierra para evitar la catástrofe. Y dos: ayudar a incrementar la energía de la gente de modo que puedan ascender con la Tierra a la siguiente dimensión. A lo largo de las sesiones celebradas con unos cuantos cientos de pacientes fui capaz de hacer una estimación aproximada de la edad de las personas de las tres oleadas. Todos ellos decían lo mismo acerca de sus vidas presentes, y todos regresaron a la misma situación durante las sesiones. Así que comencé a clasificarlas de acuerdo con su edad en la vida presente.

 

La primera.

La primera oleada de almas, de cuarenta y bastantes a sesenta y pocos años de edad en la actualidad (es decir, todos posteriores a la caída de la bomba a finales de los años cuarenta), es la que tuvo más dificultades para amoldarse. A los seres de esta oleada no les gusta la violencia y la fealdad que encuentran en este mundo, y quieren volver a «casa» a pesar de que no tienen ni idea, conscientemente, de dónde puede estar. Las emociones les perturban e incluso paralizan, sobre todo las fuertes como la ira y el odio. No pueden soportar estar cerca de personas que las expresan abiertamente. Esto les afecta drásticamente; es como si esas emociones fueran extrañas para ellos.

Están acostumbrados a la paz y el amor, porque esas eran las emociones que experimentaban en el lugar del que proceden. A pesar de que todos parecían gozar de una buena vida, de una familia cariñosa y de un buen trabajo, muchos de ellos habían intentado suicidarse. No parecía haber una razón lógica para ello, y sin embargo eran tan infelices que no querían estar aquí.

 

La segunda.

La segunda oleada tiene ahora veintitantos o treinta y pocos años. Sus vidas transcurren con mucha más facilidad. En general se centran en ayudar a otras personas y en no crear karma, y habitualmente pasan desapercibidos. Se les ha descrito como antenas, faros, generadores y canales de energía. Se introdujeron en la Tierra con una energía única que afecta profundamente a los demás. No tienen que hacer nada. Basta simplemente con estar aquí. Me han dicho que solo con pasear por un centro comercial o por un supermercado entre la multitud sus energías afectan a todas aquellas personas que entran en contacto con ellos. Así de fuerte es aunque, por supuesto, ellos no se dan cuenta conscientemente. La paradoja es que aunque se supone que su energía afecta a todas las personas que están a su alrededor, ellos en realidad no se encuentran cómodos entre la gente. Así que muchos de ellos se quedan recluidos en casa para evitar mezclarse con la gente; incluso trabajan desde casa. De modo que frustran su cometido. Muchas de las personas de la primera y la segunda oleadas no quieren tener hijos. Se dan cuenta inconscientemente de que los niños crean karma, y no quieren que nada los ate aquí. No quieren más que hacer su trabajo y salir de aquí. Muchos de ellos no se casan a menos que tengan la suerte de encontrar a otra persona como ellos.

 

La tercera.

La tercera oleada es de niños nuevos, muchos de los cuales son ahora adolescentes. Han llegado con todos los conocimientos necesarios a un nivel inconsciente. Actualmente se está alterando el ADN de todas las personas de la Tierra con el fin de ajustarlo a las nuevas vibraciones y frecuencias. Pero el ADN de estos niños nuevos ya está alterado, por lo que están preparados para proceder sin apenas problemas. Por supuesto, las escuelas malinterpretan a estos niños, y es triste, pero los están medicando. Un informe médico reciente acaba de anunciar que cien millones de niños han sido erróneamente diagnosticados con el TDAH (trastorno por déficit de atención con hiper actividad) y medicados con Ritalin y otros productos. A estos niños no les pasa nada. Simplemente están más avanzados y funcionan con una frecuencia distinta. Son tan inteligentes que enseguida se aburren en el colegio. Según me han dicho hay que proponerles retos para despertar su interés. A este grupo se le ha llamado «la esperanza del mundo».

Algunos de estos niños tienen solo nueve o diez años y ya se han graduado en el instituto. Han formado organizaciones, y lo que es más sorprendente, estas organizaciones se dedican a ayudar al resto de niños del mundo.

En una ocasión les pregunté por qué la primera oleada había sido la que había tenido más dificultades. «Ellos» me dijeron que alguien tenía que ser el pionero, llevar la bandera y enseñar el camino. Ellos marcaron el camino de modo que fuera más fácil seguirlo para los demás.

En los últimos años, de 2008 a 2010, me han entrevistado en el famoso programa de radio «De costa a costa» unas cuantas veces. También he participado en el Proyecto Camelot y en otros programas populares de Internet. De hecho hace ya casi seis años que tengo mi propio programa de radio en BBSradio.com, que llega a todo el mundo. La cantidad de emails y de correo ordinario que recibo después de cada uno de estos programas es increíble. Me inundan el despacho. Además mis libros se han traducido a más de veinte lenguas. La correspondencia llega de todo el mundo, y siempre es igual. Se sienten agradecidos por la información. Todos creían ser los únicos en el mundo con ese sentimiento de no querer estar aquí; de no comprender la violencia del mundo; de querer volver a «casa»; de fantasear seriamente con la idea del suicidio como vía de escape. Saber que no están locos, que no están solos, les ha ayudado tremendamente; comprender que forman parte de esos voluntarios que han venido a ayudar a la Tierra en un momento de crisis. Sencillamente, no estaban preparados para la repercusión que este hecho tendría sobre sus almas delicadas.

Entre esas cartas hay también dispersas unas cuantas almas que son más mayores (que nacieron en los años treinta y los cuarenta), y que llegaron aquí antes del desastre de finales de los años cuarenta y principios de los cincuenta. En sus cartas dicen que son mayores, y sin embargo comparten todos los síntomas de la primera oleada. Es posible que algunos fueran enviados como pioneros antes de la insurgencia masiva de finales de los años cuarenta. Yo siempre he creído en la teoría de que a una guerra o a una catástrofe en la que muere mucha gente suele seguir un incremento de los nacimientos como forma en que la naturaleza reemplaza y reajusta la población. Y esta segunda teoría también podría explicar las explosiones de natalidad. Muchas de ellas están compuestas de voluntarios.

Todas las cartas dicen lo mismo; me agradecen que les dé una explicación que para ellos tiene sentido. Algunos incluso han venido a verme después de estas charlas, llorando y diciendo: «Gracias, ahora comprendo». Aunque la violencia y la vibración de la Tierra sigue sin gustarles, al menos ahora saben que tienen una misión, y están decididos a llevarla a cabo. Y eso ha cambiado radicalmente sus vidas.

Quiero transcribir uno de esos correos que recibí en 2010 tras un programa en mi radio. «Quiero darte las gracias por hablar acerca de las “tres oleadas”, porque creo que yo soy una de esas almas de la primera oleada. Nací en 1961.

Mi hermano, mucho más joven, es de la segunda oleada, según creo. Nació en 1980. Ambos hemos hablado de esto muchas veces, y estamos de acuerdo en que somos extraterrestres y no procedemos de la Tierra. En una ocasión tuve una visión radical de la sesión en la que de hecho se planearon las tres oleadas de voluntarios, sesión que tuvo lugar justo antes de que me encarnara. Todo estaba muy detallado y era muy interesante. Quizá te interese saber que en realidad ese plan ya se había puesto en marcha una vez, pero falló porque el número de voluntarios no fue suficiente. Fue entonces cuando “nosotros” decidimos abrir las compuertas y dejar que el río de almas elevadas inundara la faz de la Tierra. ¡Y creo que esta vez el plan va a funcionar!».

 

Capítulo 2 Una primeriza.

 

Tal y como he dicho, a lo largo de los años he descubierto a muchas almas nuevas y puras que vienen a la Tierra en el momento presente con un proyecto distinto de aquel en el que quedan atrapadas otras, que siguen en la rueda del karma durante innumerables vidas. Como no han acumulado ningún karma, son libres para llevar a cabo su verdadera misión. El problema principal es el olvido o el proceso de amnesia que les afecta cuando vienen a la Tierra. «Ellos» me han dicho que el nuestro es el único planeta del universo que se olvida de su conexión con Dios. Así que tenemos que ir dando traspiés por esta vida con un velo delante de los ojos hasta que volvemos a descubrirlo. Las otras civilizaciones recuerdan su conexión, sus acuerdos y sus planes. Nos admiran mucho por aceptar el reto de olvidar y de creer que estamos solos en el universo. Y por tener que redescubrirlo todo otra vez por nuestros propios medios.

Creo que sería mucho más fácil si nosotros pudiéramos venir a la Tierra con pleno conocimiento de nuestra misión y tareas, pero los poderes del ser no están de acuerdo. Ellos dicen que es mejor que se nos borre la memoria por completo, porque de esa forma nos permiten redescubrirnos a nosotros mismos, además de nuestra misión. Dicen que si supiéramos las respuestas ya no sería una prueba. Así que incluso aquellos que llegan aquí por los motivos e intenciones más puros se ven obligados a seguir las mismas reglas que el resto. Tienen que olvidar por qué han venido y de dónde proceden.

Solo les queda un anhelo profundo y secreto, un sentimiento difuso de que hay algo más que no logran captar. De que les falta algo. Tienen que volver a reencontrarse a sí mismos, e ir dando tumbos por la vida exactamente igual que los demás, hasta que la luz y los recuerdos comienzan a filtrarse a través del velo. Y es ahí donde interviene el proceso de hipnosis, que les ayuda a traer los recuerdos a la conciencia. Ya es hora de recordar, de apartar el velo y redescubrir nuestras razones para venir a este planeta problemático en este preciso momento de la historia.

Aquellos a los que clasifico como la segunda oleada parecen más observadores que partícipes del proyecto. Están aquí para facilitar unos cambios de los cuales no tienen un conocimiento consciente, ni en los cuales participan tampoco de manera consciente. Están destinados a ser canales de energía. Han venido solo para estar aquí. No tienen que hacer nada. Pero esto a veces les resulta irritante. En la lista de preguntas que traen para formularme durante la sesión está siempre la que yo llamo la «eterna pregunta»: «¿Cuál es mi propósito?, ¿por qué estoy aquí?, ¿qué se supone que debo hacer?, ¿voy por buen camino?». Todas las personas que vienen a verme quieren saber lo mismo. Los pocos que no llevan esta pregunta en la lista me dicen: «Ah, eso no necesito preguntártelo. Sé qué es lo que se supone que debo hacer». Pero esto no es en absoluto habitual. La mayoría de ellos siguen todavía buscando, conscientes de que hay algo que se les escapa. En general, cuando trato a aquellos a los que he clasificado como de la segunda oleada, el subconsciente les revela que no tienen que hacer nada. Cumplen su misión simplemente estando aquí. Tras una sesión, uno de mis clientes se enfadó.

«¡Pero es que yo quiero hacer algo!». No se dan cuenta de que cumplen su misión solo con estar aquí.

Hay muchos casos de primerizos en mis otros libros. Una sección entera del

Libro tercero de la serie El universo complejo está dedicada a aquellos que desenterraron los recuerdos de su llegada a la Tierra directamente desde el Dios Fuente. En este libro narro partes de sesiones recientes, celebradas entre 2009 y 2010, que ilustran lo complejo de este proceso de decisión que les trajo a la Tierra.

 

MARIE.

En mi técnica hipnótica utilizo el método de dejar que el paciente baje flotando de una nube hasta la vida pasada correspondiente. He descubierto que es un método con una eficacia del noventa y ocho por ciento, así que lo uso a menudo. Cuando Marie llegó al trance profundo no quería bajar de la nube. En su lugar prefería ascender. Siempre que me ocurre esto con un paciente le permito hacer lo que quiera. Nunca sé adonde me va a llevar.

Conforme ascendía, Marie llegó a un espacio negro rodeado de muchas estrellas. «Veo lo pequeña que soy, y lo grande que es todo esto». Parecía estar planeando, suspendida en mitad del espacio. «Lo veo todo a mi alrededor, y me siento como si formara parte de este todo. Me gustaría acercarme a las estrellas. Acercarme a la estrella más próxima, a ver si puedo atisbar qué hay dentro».

Dolores: ¿En qué dirección quieres ir?

M: La estrella ha venido a mí. No tengo que ir hacia ella. Está justo ahí. Asomo la cabeza a través de ella y supongo que lo que veo es lo que hay dentro. Son como gases. Como vapores. Nada está quieto. Es todo vapor, gas y colores. Como agua iridiscente; como una mancha de aceite sobre el agua. Ya no estoy en un cielo negro. Estoy en colores. Son como relámpagos de luz.

Dolores: Así que esa estrella no es como tú pensabas que sería.

M: No, yo creía que esas estrellas grandes me cegarían, pero no.

Dolores: ¿Quieres mirar a ver si tiene una superficie?

M: Me siento a gusto tal y como es, porque me rodea y me incluye a mí. Yo simplemente floto entre los gases. Muevo la cabeza alrededor y puedo verlo todo, incluso lo que hay detrás de mí. Voy a ver si puedo averiguar cómo es por fuera,  ahora solo veo el interior.

Dolores: ¿Entonces no tiene una superficie sólida?

M: No. Me encuentro perfectamente aquí. Soy parte de ella. (Se ríe). No me siento extraña a ella. Ella me acepta como parte suya. No me rechaza. Soy parte de esta estrella, y mi presencia en ella no interrumpe nada. Sigue moviéndose, y yo solo soy parte de ella. No tiene estructura. Ni forma.

Dolores: ¿Sientes que tienes un cuerpo?, ¿cómo es la sensación?

M: Me siento abarcada. Me siento como si ella me susurrara por todo el cuerpo. Es muy agradable, muy satisfactorio, muy mullido,  soy parte de los vapores. Me siento suspendida. Siento que estoy suspendida, así que ¿se tiene cuerpo cuando se está suspendida? Bueno, sencillamente estás colgando; Todo está a mi alrededor.

Dolores: ¿Te sientes sola?

M: Estoy completamente sola. Bueno, no me siento sola porque estoy con ella. No me siento sola.

Dolores: Me refería a que no hay nadie más.

M: No, no hay nadie más que yo. Nadie en absoluto. Ni siquiera la idea de personas. Estoy en el cosmos. Me siento una con él. No me siento separada de él. Si tratara de salir flotando para verlo por fuera puede que me sintiera separada de él, no lo sé. Dolores: ¿Quieres hacer alguna cosa más?

 

Yo trataba de hacerla avanzar.

 

M: No, no necesito nada más que estar aquí. (Risas). No quiero ir a ninguna otra parte. (Risas).

 

Esto podía prolongarse, así que le indiqué que se desplazara más adelante en el tiempo, hasta el momento en el que decidió salir de allí para ir a otro lugar. En cuanto se lo dije, ella dejó de estar en el espacio. Se vio a sí misma en lo alto de un acantilado. Había un saledizo, un pedazo de terreno que sobresalía por encima de un abismo enorme.

M: Veo lo que hay ahí abajo. Son como montones de hormigas pequeñitas. (Risas). Puede que sean personas. Pero son diminutas. Veo puntos pequeños que podrían ser árboles. También podrían ser coches. O personas. Se mueven, así que es como si los viera desde muy lejos. Creo que es posible que esté sobre lo alto de una montaña,  sí. Pero no me da miedo. Estoy por encima de todo. Probablemente sean personas. Lo primero que se me ocurrió es que eran hormigas,  hormigas pequeñas. Están muy lejos.

Dolores: Trata de ser consciente de tu cuerpo. ¿Cómo sientes tu cuerpo?

M: No siento que tenga cuerpo.

Dolores: ¿Quieres quedarte ahí, o prefieres marcharte?

M: Me gustaría quedarme aquí un poco más en vez de bajar la montaña.

(Risas). Siento algo así como si estuviera en los cielos, como si la tierra no fuera más que una capa muy fina y yo estuviera por encima de todo. Es como si todo estuviera a mi alrededor. Me siento como si estuviera en el cielo, en vez de sobre esta roca en la que me apoyo. Creo que si quisiera podría salir volando de aquí.

Dolores: No hay restricciones. Ni responsabilidades. Solo una libertad total. (Sí).

 

Decidí volver a llevármela, así que le dije que abandonara ese lugar y fuera a otro. Esta vez nos esperaba otra sorpresa. Ella seguía sin tener un cuerpo físico.

 

M: Es como una roca desnuda. No hay hierba. Ni flores. Solo pura roca.

Estoy dentro del granito. La roca tiene colores. Hay gris y negro, pero no veo más colores. Me sorprende.

Dolores: ¿Qué se siente al formar parte de una roca?

M: Es el mismo sentimiento de ser abarcada, como si todo estuviera a mi alrededor. Y sin embargo soy libre. Puedo ponerme de pie y marcharme cuando quiera.

Dolores: Suena como si pudieras formar parte de cualquier cosa.

M: Sí. No me siento rechazada. Todo me acepta, todo me apoya y me acuna. Soy sencillamente una parte integrante.

Dolores: Parece como si pudieras elegir la forma que quieres experimentar. (Sí). Eso es interesante. ¿Sientes que aprendes algo cuando te conviertes en todos esos objetos diferentes?

M: Me siento parte de todo, y para mí solo el hecho de ser aceptada, amada, de formar parte, supone un gran apoyo. No hay separación ni diferencia entre una cosa y otra. No hay separación. Ni distancia, solo un sentimiento claro y nítido de ser abarcada. Cuando formo parte de algo, aprendo a sentirme una con ello en lugar de estar separada.

Dolores: ¿Crees que algún día entrarás en un cuerpo físico?

M: No, a menos que tú me lo digas. (Risas). Estar en un cuerpo es muy limitante. (Risas). Ahora me siento rodeada, pero si me metiera en un cuerpo sería como enterrarme; no podría seguir fluyendo con todo.

 

Tardé bastante tiempo en llevarla de un sitio a otro. Trataba de encontrar una vida que pudiéramos analizar. Pero en lugar de eso ella se encontraba siempre formando parte de algo sólido: de una roca, un árbol, una flor. O bien se veía a sí misma volando de un lugar a otro, como el observador invisible. Le gustaba contemplar a la gente en el parque, a los animales y a los insectos.

Adoraba la libertad de ir y venir adonde quisiera, sin responsabilidades.

Decía que estaba de visita en cada sitio al que iba, y que realmente aquella no era su «casa». Yo sabía que al final ella había entrado en un cuerpo físico, porque era la persona con la que yo estaba hablando; era la persona que estaba tumbada en la cama. Por un momento creí que por fin habíamos dado en el clavo, pero una vez más solo era el observador que miraba a la gente.

«No sé qué se siente estando en un cuerpo. Ni siquiera siento que mi cuerpo esté aquí. (Risas). Pero debo de pesar algo porque estoy sobre una roca sólida. Aunque sobre la hierba me siento más como en casa». Se sentía como una parte del todo, y el hecho de concentrarse en sí misma la confundía.

Estaba a punto de llevarla a otro lugar cuando de repente apareció otro ser a su lado. Ella se sentía cómoda con él, así que se me ocurrió hacerle unas cuantas preguntas a ver si podía arrojar algo de luz sobre lo que estaba sucediendo.

Muy a menudo, cuando aparece de pronto un ente como este, se trata del guía o del ángel guardián del paciente. Pueden tomar la forma que deseen, pero por lo general no tienen un aspecto amenazador. Por eso pensé que de momento podíamos seguir por esta línea de pensamiento, en lugar de llamar al subconsciente. Algunas veces estos entes pueden darnos unas cuantas respuestas.

Dolores: Dile esto: Hemos estado vagando por muchas vidas en las que Marie no tenía ningún cuerpo físico. ¿Ha tenido Marie otras vidas?

Marie decidió contestar ella misma en lugar de dejar que lo hiciera él, pero me dio respuestas muy importantes.

M: Creo que durante la mayor parte de mi vida he estado más en el espacio que en un cuerpo. Casi se me hace extraño ser «yo misma» y no estar mezclada con todo lo demás. Estoy acostumbrada a una libertad total,  a volar libremente. No entiendo cómo es posible que haya pasado de no ser nada y sentir todo el espacio a mi alrededor, a sentirme sola, metida en un cuerpo, y teniendo que ir de un lugar a otro.

Dolores: ¿Ha sido esta tu primera vez en un cuerpo humano? ¿Qué dice él?

M: Que podía ser lo que quisiera. (Las dos nos reímos). Él dice que tengo que salir del cielo, sentirme sólida y sentir el suelo bajo mis pies. Sentir la tierra. Yo la verdad es que no sé cómo se siente eso. Solo sé sentirme parte de los vapores y parte de algo sólido. Bajar al suelo; tocar el suelo y sentir que estoy sobre algo. Quedarme quieta y tocar el suelo con las manos; tocar los árboles.

Dolores: ¿Quieres decir que ella puede coger cosas y sentirlas, y saber que tiene un cuerpo de verdad? ¿Te refieres a eso ?

M: Sí, supongo. Tengo que sentarme, tumbarme y sentir el suelo sustentándome. Pero no quiero que eso me limite y me haga sentirme encerrada, porque de la otra forma me sentía como si fuera «una» con todo, como si me fundiera con ello. Ahora que me siento sólida siento también que estoy separada. Ya no formo parte del resto. Quizá sea por eso por lo que quiero ser sólida. Es bueno no estar siempre flotando como un balón de helio, que no hace más que subir y subir. Me gustaría tener algo así como un vínculo con alguien a quien pudiera atarme y sentirme enlazada con algo, de modo que pudiera quedarme ya siempre aquí sobre el suelo, en lugar de tratar de descubrir qué hay «ahí arriba». Y verlo como algo bueno, no cómo algo limitante. Algo que es lo contrario de estar flotando, pero que es tan bueno como estar flotando. Es solo que es tan cómodo flotar, en lugar de estar ahí de pie. Libertad,  quizá demasiada. Flotar, te hace sentirte libre.

 

Le sugerí que hiciera ambas cosas. Podía flotar libremente por la noche, cuando durmiera, y permanecer sobre el suelo durante el día. De esa forma no perdía esa parte. Marie tenía un problema físico serio, y esa era una de las razones principales para celebrar la sesión. Había desarrollado un eczema que cubría casi todo su cuerpo, lo cual le producía un terrible malestar y una irritación y sensación de abrasión constantes. Se rascaba tanto que llegaba incluso a sangrar. Los médicos no podían sino procurarle un alivio temporal. Entonces decidí llamar al subconsciente. El guía nos había ayudado, pero a mí me daba la sensación de que tenía sus límites en cuanto a las preguntas a las que podía responder.

 

Dolores: ¿Es cierto que Marie ha vivido muchas vidas solo como formas y partes de cosas? (Sí). ¿Es esta su primera vida en un cuerpo físico?

M: Sí. Acepta el cuerpo. Acepta este cuerpo. Te servirá bien.

El eczema no era sino un intento de demostrarle a Marie que tenía un cuerpo físico. Era la forma más clara de llamarle la atención sobre su cuerpo, de modo que ella pudiera convencerse de que lo tenía y comprender que tenía que aceptarlo. Nos centramos en intentar eliminar los síntomas, tratando de hacerla comprender que tenía que vivir aquí y que para ello necesitaba el cuerpo. Marie había dejado de ser el observador no físico para pasar a ser una participante activa.

M: Sé que estoy enraizada. Mi propio peso me sujeta al suelo. Estoy enraizada. Quiero experimentar lo que se siente sobre el suelo en lugar de estar en el aire todo el tiempo. (Risas). Ver qué se siente estando en un cuerpo,  no flotando siempre en el éter puro. No hace falta que nada me haga sentir humana. Soy humana. No estoy dispersa.

Este es uno de los problemas principales a los que se enfrentan los primerizos. Jamás antes han estado en un cuerpo físico, de modo que se sienten muy limitados y confinados. Suelen desarrollar problemas físicos, debidos a menudo a su propio intento inconsciente de destruir su cuerpo a través de diversas dolencias, porque no quieren estar aquí. Lo principal que tienen que comprender es que se presentaron voluntarios para venir en este momento tan importante de la historia de la Tierra, y que tienen que quedarse para llevar a cabo su tarea, su misión. No hay atajos, a menos que prefieran arriesgarse a volver al otro lado con un fracaso en las manos.

Cuando Marie se dirigió en primer lugar a aquella preciosa estrella gaseosa yo creí que estaba en otro planeta, pero ni ella ni la estrella tenían forma. Por eso creo que se trata de otra descripción diferente de la vuelta a la Fuente. Por lo general la describen como una luz brillante o como un gran sol, pero en cualquier caso siempre tiene colores preciosos. Siempre produce la sensación de un amor absoluto, y todos allí son tan felices que nadie quiere marcharse.

Cuando por fin comienzan el viaje, es habitual que experimenten primero formas de vida simples como rocas o plantas. Todos prefieren estas formas, porque con ellas la vida es corta y de ese modo se puede ir y venir mucho más deprisa. No obstante, adquirir estas formas significa comenzar a comprender lo que se siente con una vida, por mucho que les desagrade perder la sensación de libertad.

 

LA VIBRACIÓN.

 

Hope fue otro caso similar. Se presentó voluntaria para hacer una demostración en mi clase en Perth, Australia. Pero no lo hizo por simple curiosidad; tenía problemas físicos. Tenía leucemia y necesitaba ayuda tan desesperadamente que estaba dispuesta a permitir que el aula entera de estudiantes fuera testigo de la regresión. Ni siquiera esperó a que yo terminara la inducción. Nada más empezar, se puso a describir algo muy poco habitual. Le recordaba a las montañas del Tíbet, cubiertas de nieve. Dijo que era un lugar bello, aislado, sereno y en paz, majestuoso e imponente. El aire crujía y estaba absolutamente limpio y sin contaminación. Entonces comenzó a describir algo por completo inesperado en el aire. Por supuesto, yo estoy tan acostumbrada a lo inesperado que sencillamente seguí haciéndole preguntas. «El aire está compuesto como de cristales vivos que se han desarrollado en trocitos pequeños. Están por todas partes, pero en el aire, no en el suelo. Están en el aire. Los respiro». Mi primer pensamiento fue que era imposible respirar cristales. «Ah, pero es que son diminutos, como partículas minúsculas. Es un lugar muy bello, como de otra dimensión. Yo estoy tan en lo alto que puedo ver las cosas, manifestarlas y proyectarlas sobre la Tierra. Es fácil. Es a lo que me dedico. Estoy unida a todo, pero no puedo hablar con la gente para manifestar nada de esto. ¿Comprendes lo que quiero decir? Hay que aprender ciertas cosas. En realidad es una intromisión.

Bueno, lo cierto es que aquí no hay nadie. En lugar de gente,  hay energía.

Jamás podrías creerlo».

 

Dolores: ¿Así que no hay gente a tu alrededor?

H: Están en la Tierra. No creo que yo sea una persona. Soy esa vibración. De hecho, ahora que lo dices, hay muchos seres. ¿Estaba pensando en personas?

No son personas. Son mis colegas. Están hechos de protones diminutos.

Dolores: Así que realmente no tienes forma. Solo te mueves, ¿correcto?

H: Sí, aunque, pensándolo bien, manifiesto. Manifiesto situaciones para que se produzcan en la Tierra. Todos lo hacemos. Es lo que hacemos.

Dolores: ¿Has dicho que ese era tu trabajo?

H: Sí, pero tengo que bajar. He decidido bajar y ser uno de esos humanos, porque nosotros nos manifestamos. Todos lo hacemos,  todas las vibraciones. Somos muchos. Entonces bajamos porque vosotros lo creáis, lo producís, lo ancláis. Nosotros lo anclamos a la Tierra.

Dolores: Y tus colegas, ¿van a bajar también?

H: Esa es vuestra decisión. Vuestra elección. Tienes que tener a alguien para mantener la energía aquí, ¿sabes? Para bajar algo de la vibración. Yo soy uno

de ellos.

Dolores: ¿Y por qué has decidido bajar, si eras tan feliz allí?

H: Me viene a la mente la palabra «deber». Porque todo el mundo interpreta su papel. Todos lo hacemos. Estoy bajando, ¿vale?

Dolores: Hazlo si quieres, aunque me parece que en realidad preferirías no bajar, ¿me equivoco?

H: Me has interpretado bien.

Dolores: Mostrabas la emoción de que realmente no deseabas bajar.

H: No es una cuestión de querer. Es cuestión de lo que hay que hacer.

Dolores: ¿Hay alguien que te diga lo que tienes que hacer?

H: Nadie me obliga. No funciona así. Esto no es una escuela, con profesores. Nos encontramos, sabemos, decidimos. Simplemente ocurre, bajamos.

Dolores: Dime qué sucedió cuando decidiste bajar.

H: Bueno, la Tierra es muy, muy diferente. ¿Dónde está el amor? (Malestar). No lo encuentro. ¡Es todo tan denso! No podemos respirar cristales.

Dolores: No, en la Tierra no hay cristales, ¿verdad?

H: No, está todo engullido. Es duro,  y la gente es,  Te diré una cosa, ¿quieres oírla? Aquí abajo, donde estoy, no creen en las vibraciones. (Las dos nos echamos a reír). Si hablas de las vibraciones te rajan el cuerpo de arriba abajo, así,  de parte a parte. No hables de las vibraciones. (Hope se lleva un dedo a los labios con el gesto de hacer callar). ¿Sabes lo que le hacen a la gente aquí? (Se echa a llorar). La parten en dos. No se dan cuenta de lo que cuesta crear un cuerpo físico. Lo destruyen sin más, y no tienen conexión con la vibración. Tengo que encontrar un lugar en el que se conecten.

Según parecía, en la época en la que Hope decidió bajar a la Tierra había muchos prejuicios contra las personas diferentes.

Como alma pura e inocente, ella no se daba cuenta del peligro que significaba contarle a la gente de dónde provenía.

H: No sabía que pasaría algo así. Nos reunimos en secreto, en grupos pequeños. Si nos encuentran a todas aquí,  (Hope hace una mueca) es terrible.

A lo largo de toda la sesión Hope utilizaba mucho las manos para gesticular, pero la mujer que transcribía la conversación no tomaba nota de ello porque no podía verlo. Ojalá hubiera tenido una cámara de vídeo. Los movimientos de las manos parecían indicar algún tipo de tortura. Parecía rebanar su cuerpo por delante, cortarse el cuello. También rasgarlo en dos. Durante la sesión fue como si Hope no quisiera mostrarse muy explícita acerca de lo que le había ocurrido mientas ocupaba un cuerpo. Pero yo notaba por sus movimientos y sus emociones que había sido torturada y asesinada por sus creencias. Según parecía, el subconsciente había creído más conveniente que ella contara la historia sin entrar en detalles. Era un gesto muy amable por su parte. Apenas puedo imaginar cómo había afectado todo ese drama a un alma delicada y pura que llegaba por primera vez a la Tierra y cuyo único propósito era ayudar a la gente. Sin duda tenía que haber sido una enorme sorpresa para un alma recién llegada directamente de un lugar divino y lleno de amor no egoísta. Del lugar de las vibraciones.

Dolores: Cuando bajas, ¿estás en un cuerpo físico?

H: ¡Ah!, sí, tenemos que hacerlo así. Aquí abajo hay que tener un cuerpo. Y ellos les hacen cosas a los cuerpos. Y el cuerpo es denso, pesado como el plomo.

Dolores: No es agradable, pero tú decidiste entrar en un cuerpo para poder llevar a cabo tu tarea, ¿no es así?

H: Sí, por un momento lo había olvidado. Era para hablarle a la geñte de la vibración. Verás, te lo voy a contar. Es porque la pobre gente de la Tierra ha sido separada de ella. ¡Aquí todo es tan denso, y está tan repleto de miedo!

Nuestra tarea consiste en disipar el miedo para volver a conectarlos realmente con la vibración. Es de donde proceden. Pero las posibilidades varían, porque la vibración puede bajar aquí para hacerse manifiesta. Pero no es tan fácil como yo creía. Porque yo no he tenido limitaciones, claro que no. Las vibraciones susurran al viento. Susurran por todas partes, pero ellos no lo saben, ¿a que no? Así que la cuestión es: ¿cómo lo hacemos?, ¿cómo llevo a cabo lo que he venido a hacer?, ¿cómo? Estoy buscando la respuesta. A veces pienso: ¿para qué? Es inútil.

Dolores: Pero tú sabes que no todos son así. Hay algunas personas que sí escuchan.

H: No es a ellos a quienes tengo que enfrentarme. Ellos también proceden de la vibración. También trabajan. Son esos otros, y son tantos; los que han olvidado de dónde proceden. Su conexión, su poder, su belleza. Es todo tan pesado que te olvidas.

Dolores: ¿Hay alguna forma de hacerles recordar?

H: Para eso es para lo que estoy aquí. Estoy buscando el modo. Creo que he fallado. Voy a llamar a más vibraciones. Llamar a más vibraciones para crear energía. Ahora está sucediendo,  hay más luz. Y más recuerdos.

Dolores: ¿Qué quieres decir con eso de que hay más recuerdos?

H: Han llamado a más para que bajen.

Dolores: ¿Y qué me dices de los que ya estaban en la Tierra? ¿Son capaces de llevar a cabo su tarea?

H: Aquí están vibrando como personas.

Dolores: ¿Quieres decir que todos ellos se han olvidado?

H: Creo que más bien soy yo. Soy yo la que ha olvidado. Esperaba que no fuera así, pero sí, definitivamente soy yo, porque ahora veo que hay muchos más; muchos que están llevando a cabo su tarea. Muchos han olvidado.

Muchos otros no. Yo soy uno de ellos y creo que ni siquiera he llegado a arañar la superficie. No he tenido éxito.

Dolores: Pero tú sabías que cuando entraras en un cuerpo físico las cosas serían diferentes.

H: Para algunas personas no,  para mí sí.

Dolores: Cuando entras en un cuerpo físico comienzas a vivir la vida de una persona física.

H: Eso parece. Para mi desgracia.

Dolores: ¿Crees que hay alguna forma de devolverle los recuerdos a este cuerpo a través del cual estamos hablando?

H: Ese es mi más ferviente deseo.

Dolores: ¿Te das cuenta de que estás hablando a través de un cuerpo físico?

H: Sí, y sufre mucho.

Dolores: ¿Por qué sufre el cuerpo?

H: Sufrimiento,  todo es sufrimiento por el hecho de haber olvidado la tarea que vine a realizar. Un sufrimiento completo.

 

El subconsciente dijo que el sufrimiento se debía a que Hope no estaba haciendo la tarea que había venido a hacer. La había olvidado, y eso era lo que causaba sufrimiento a su cuerpo. Hablé con él acerca de la posibilidad de devolverle el equilibrio y la armonía al cuerpo, de modo que por fin pudiera realizar su tarea. Le dije: «Hope no es consciente de que ha detenido el proceso».

H: ¡Ah, pero es bastante inteligente! Tiene una idea bastante clara. Está a punto de comprender.

También había mucho miedo originado en sus vidas pasadas, en las que había sido torturada brutalmente.

H: Hay capas, capas y más capas de vidas de ridículo, sufrimiento y humillación.

Dolores: ¿Por qué eligió Hope tener vidas de sufrimiento y humillación?

H: Por la causa. Ha olvidado cómo utilizar la energía, que se ha perdido en este planeta. Creo que ella permite que otros la detengan.

Dolores: ¿Quiénes son esos otros a los que ella permite que la detengan?

H: Creo que la Iglesia, este Dios, y todo lo que ha ido amontonándose encima de ella. Tiene muchas cosas amontonadas encima que la detienen. Están los libros. Sencillamente son libros con conocimientos erróneos. Solo son palabras.

Dolores: Podemos desecharlos. Ella ya no los necesita.

 

Trabajé mucho, tratando de hacerla visualizar esos libros y esas capas para después desecharlo todo. Le indiqué además unas cuantas veces que tenía que recuperar la confianza, porque en esta vida ya no iba a ocurrirle nada cuando hablara abiertamente de sus creencias. Todo eso había sucedido en vidas pasadas que nada tenían que ver con la presente. El subconsciente estuvo de acuerdo conmigo, y creo que hicimos grandes progresos.

 

H: Ella está un poco confusa, porque cuando trabajaba únicamente como espíritu tenía todo lo que podía necesitar. Estaba sola, y era feliz de estarlo, de vivir como vibración. Pero ahora, como persona, también está sola. Permanece sola. Y estaría mucho mejor colaborando con un grupo, de modo que pudiera tener apoyos. Está acostumbrada a ser una vibración solitaria, a vivir en un glorioso aislamiento. Si pudieras convencerla de que en la Tierra las cosas no funcionan así, de que uno no puede aislarse a sí mismo y sobrevivir. No nos gusta criticar, pero se trata de un fallo, si es que se me permite usar esa palabra. Hope tiene que ser una persona sociable, pero en lugar de ello se oculta y se aísla. En un grupo no estaría sola.

 

Entonces le hice la «eterna» pregunta: ¿cuál era el propósito de Hope?, ¿qué era lo que ellos querían que hiciera?

H: Si confiara en sí misma, en su trabajo y en su tiempo a solas, y no se preocupara tanto por los demás,  Ella está tratando de ser normal. Pero es un error, un completo error. Jamás será normal. Tú quieres avanzar, y la mayoría de las personas de esta sala tampoco son normales.

Dolores: ¿Eres consciente de que hay otras personas en esta sala, en mi clase? (Ah, sí). ¿Y muchos de ellos no son lo que tú consideras normales?

H: Nadie de aquí es normal entre los humanos. No pretendo ofender. Lo considero el mayor honor. Ella necesita apoyo. Como en los viejos tiempos. Ese es su problema. Ella ha abandonado la Iglesia, pero la Iglesia te proporciona un grupo. Ella no tiene grupo.

 

A lo largo de la sesión, cada vez que ella hablaba de la «vibración», yo lo interpretaba simplemente como otra manera de referirse a la forma espiritual y a su aspecto en ese otro mundo.

 

A continuación nos centramos en los problemas físicos de Hope: leucemia y tumores en la garganta.

 

H: Ella no quiere estar aquí. «¿Para qué?», se dice a sí misma en secreto.

Dolores: ¿Decidió ella que no quería estar aquí?

H: No, no, no. Ella vio lo que estaba ocurriendo y comenzó a sufrir, pero en el fondo, por debajo de todo eso, la vibración no estaba vibrando. ¿Comprendes lo que quiero decir? (Sí). Ella de hecho está aquí. Y cuando recuerde las vibraciones, creo que volverá a querer estar aquí.

 

Los problemas físicos procedían del hecho de no querer estar aquí. Se sentía desilusionada por su empleo y por la elección de su carrera. Quería ayudar a la gente, pero pensaba que no lo estaba haciendo bien. Además se había entregado de tal modo a su marido que no estaba viviendo su propia vida.

 

«Está viviendo la vida de otra persona». Se suponía que tenía que vivir su propia vida. A su marido no le habría parecido mal. Cuando por fin estuvimos de acuerdo, el subconsciente solucionó con rapidez el problema físico, la leucemia. Hizo un gesto rápido por encima de su cuerpo, como si estuviera

desechando algo, y anunció: «Ya está».

H: Era un pensamiento venenoso.

Dolores: ¿Pero por qué lo ha desarrollado en las glándulas linfáticas?

H: Odiaba su situación.

Dolores: Estaba destruyendo su propio cuerpo al crear tantos glóbulos blancos.

H: Sí. ¿Dónde está la alegría?, ¿dónde? No es justo.

 

Yo hice hincapié en que por fin podía llevar alegría a su cuerpo. Y el subconsciente volvió a decir que no tenía que seguir sola por mucho tiempo. No debía trabajar sola. Me he dado cuenta de que muchas de las personas de la segunda oleada de voluntarios no quieren estar con los demás. Prefieren trabajar y vivir aisladas. Pero ahí está la paradoja. Se supone que tienen que ayudar a los demás, extendiendo su energía, pero a la mayor parte de ellos no les gusta la gente. Así que prefieren estar solos, y por eso mismo fallan en su propósito.

Hope comenzó a toser y entonces yo pregunté por su garganta. Tenía un tumor. Ellos dijeron que eso se debía a que ella estaba repleta de miedo, y que ese miedo se había instalado allí. Miedo a expresarse por el recuerdo inconsciente de lo que le había sucedido al hablar abiertamente en otras vidas. El subconsciente dijo que el tumor estaba duro como un hueso, y que llevaba ahí tanto tiempo que se había calcificado. Tras estudiarlo, lo partió por la mitad como si fuera una nuez.

H: La nuez se ha roto por la mitad. Se está desvaneciendo. Ahora se puede decir la verdad sin problemas. Ella ya no tendrá miedo. (Ya se había ocupado de las glándulas linfáticas, de la leucemia; había desaparecido).

Dolores: Cuando vuelva al médico y le hagan las pruebas, ¿notará la diferencia?

H: Sí, pero ¿podrá ella Contarle la razón? Al principio le costará trabajo.

Dolores: Pero el médico notará que hay algo diferente.

H: Dirá que a veces se produce la «remisión espontánea». Algún día será ella la que le ofrezca la curación a él.

Dolores: ¿Has terminado con el cuerpo de Hope?

H: Sí, ya está. Conforme se mueva y decida qué dirección tomar, su cuerpo se moverá y decidirá con ella. Nosotros le hemos dado la información. Tiene libertad. Ahora ella tiene que creer. Le gustará la vibración. Su voz adoptará un timbre y un ritmo que nos gustará a todos. Ella necesita querer estar aquí. Y ahora querrá.

Dolores: Tú sabes que por lo general soy yo la que tiene que pedirte que te presentes, pero esta vez has estado aquí todo el tiempo, ¿verdad? (Risas).

H: ¿Es que no tenía que estar aquí?

Dolores: No, no, ha sido perfecto. Tú sabías qué necesitaban los estudiantes que hay aquí. A veces puedes venir de forma espontánea, cuando surja una ocasión importante.

H: Pero eso depende de con quién estés trabajando.

Dolores: Entonces ella no necesitaba revivir todas esas vidas pasadas tan dolorosas, ¿no es eso? No habría servido de nada. Bastaba con saber que era eso lo que le estaba causando los problemas.

H: Sí. Puede que descubras que estas sesiones avanzan cada vez más deprisa, porque el tiempo tal y como lo conocemos está cambiando.

Dolores: ¿Entonces las sesiones van a avanzar más deprisa y llegaremos antes al meollo de la cuestión?

H: Podría ser. En algunas sesiones, sí.

Dolores: Siempre depende de la persona. (Sí).

H: Este trabajo es muy importante. Y también tener la intención de que la vibración lleve el cielo a la Tierra. Y qué bello es saber, cuando te vas a la cama por la noche, que con tu trabajo has llevado algo de la vibración,  del cielo a la Tierra. Nosotros te preguntamos: «¿Qué mayor satisfacción en el trabajo que esa?». Por cada persona a la que curas, la Tierra se ilumina. Te damos las gracias por tu trabajo. Te mandamos vibraciones. Te lo agradecemos, y honramos por ello.

 

Creo que en este caso al hablar de la vibración se refería o bien a la Fuente Dios, o bien a su lado espiritual, sobre todo cuando decía que respiraba cristales. De un modo u otro se refería al punto del que habían partido las almas que estaban realizando su primer viaje a la Tierra. Vienen con las mejores intenciones, pero en cuanto llegan aquí se encuentran con que no es tan fácil como creían.

 

Capítulo 3. Un ser energético.

 

La principal razón de louise para venir a celebrar una sesión conmigo era descubrir la causa de su miedo a la pérdida, un miedo que parecía haberla perseguido a lo largo de toda su vida. Parecía estar buscando constantemente a su gente. Quería saber cómo localizarlos y cómo conectar con ellos, fueran quienes fueran. Mantenía relaciones muy activas con grupos metafísicos, enseñaba y había aprendido mucho. Y sin embargo sentía un vacío en su vida que trataba de llenar. La sensación de vacío, de infelicidad y de pérdida, no tenía explicación lógica alguna. Por supuesto, tanto ella como yo esperábamos encontrar las respuestas en algún hecho ocurrido en una vida pasada. Pero el subconsciente tenía otros planes. Hay que tener en cuenta que el subconsciente tiene una lógica completamente ajena a la nuestra, porque su perspectiva es más amplia.

Nada más salir de la nube, Louise vio un paisaje extraño. El terreno consistía en picos escarpados, unos muy altos y otros más bajos. Todo el terreno era así, y no había nada más. «Son de color marrón clarito con chispas de brillo, como cristales. Son todos muy dentados y puntiagudos». Yo le pregunté cómo era posible que alguien se moviera y caminara por semejante superficie. Ella dijo que no estaba de pie sino volando, flotando y mirando para abajo. «Son picos demasiado escarpados. Todo es demasiado escarpado.

Es como si los cristales fueran picos dentro de otros picos, y tienen la misma forma quedos picos escarpados. Son largos, brillantes y puntiagudos. Los hay muy pequeños e inconexos, y otros más grandes. Y hay muchos reflejos de luz rebotando por todas partes. Algunos picos son tan altos que casi están en las nubes».

Le pedí que tratara de ser consciente de su cuerpo, que mirara a ver cómo se percibía a sí misma. «Supongo que tengo que tener un cuerpo, pero no quiero ponerme de pie sobre estos picos tan puntiagudos. Noto sensaciones. Noto puntos cálidos y puntos fríos, y noto la brisa y sé que veo. Ahora estoy mirando con atención a ver qué hay entre los picos y los cristales. Si miro de cerca veo que la superficie no es estática,  que hay cosas que se mueven. Son como trozos de nubes, pero no son ni blancos ni grises, y brillan mucho más que las nubes. Y cuando se mueven es como si se deslizaran por el espacio y fueran cambiando de forma. Pero no son nubes. Cuando aterricé aquí por primera vez creía que estaba vacío, pero ahora veo que no. Son casi como manchas que brillan. No tienen una forma definida, y pueden rodar por entre las cosas o también flotar. Son como manchas; algunas son pequeñas y otras grandes, pero todas están inconexas, y no tienen una forma definida. Son como una nube, aunque las nubes son más dispersas».

 

Dolores: ¿Son esas las únicas formas de vida que detectas?

L: No. La verdad es que hay cosas pequeñas e inconexas que reptan por las paredes. Hay movimiento por todas partes.

Dolores: ¿Crees que esas manchas son seres que sienten, capaces de saber cosas?

L: Sí, saben cosas. Tienen como el recuerdo del interior de una pompa de jabón. Excepto porque todas tienen formas y tamaños distintos,  y están integradas.

Dolores: Bueno, ¿y qué me dices de ti? ¿Crees que tienes el mismo aspecto que ellas?

L: (Risas). Eso es lo que me estaba preguntando. Desde luego puedo flotar, y sin duda cambio de posición. No tengo ninguna sensación de qué aspecto tengo. Siento las cosas como frío o calor. Puedo cambiar de forma,  cambiar de tamaño con la mayor facilidad, como si nada. Esas otras flotan alrededor, trepan. Algunas están tan cerca de la superficie que casi están encima. No sé si soy una de ellas o no.

Dolores: Puedes descubrirlo. La información está ahí. ¿Eres como las otras? (No). ¿En qué sentido eres diferente?

L: Es como una forma de vida más simple,  es una transición. No es como tener un cuerpo. Ni tampoco es luz pura. Yo acabo de llegar aquí, no soy

exactamente como ellas. (Una revelación repentina). ¡Tengo una misión! Esto es como un lugar de descanso, un lugar de paso. Voy de vuelta a casa,  y esto es solo un lugar de descanso.

Dolores: ¿Tú estás más evolucionada y ellas son más simples? (Sí). ¿Y crees que vas de vuelta a casa? (Sí). ¿Qué quieres decir?

L: (Susurros). Es donde vivo.

Dolores: ¿Has estado en otro sitio? (Sí). Cuéntamelo. ¿Dónde estabas?

L: En la Tierra. No voy a volver allí. Por eso estoy en este lugar de descanso antes de volver a casa a purificarme. Misión cumplida en la Tierra.

Dolores: ¿Te alegras de haberte marchado?

L: No, echo de menos la belleza, pero no quiero volver allí. Echo de menos mi casa. Mi hogar,  donde no hay nada escarpado. Nada duro. Todos sabemos. Todos amamos. Echo de menos mi casa, pero estar aquí también me parece bien. Este es solo un lugar de paso. No sé exactamente por qué he parado aquí, excepto para satisfacer mi curiosidad. No sabía que hubiera sitios como este. Ya sabes que en la Tierra los llaman «amebas». Solo que algunas son diminutas y otras grandes, y son inteligentes. Pueden fusionarse unas con otras. Pueden cambiar de forma. Crecer. Quizá sea por eso por lo que me gustaba tanto el agua en la Tierra.

Dolores: Pero es bueno no ser nada durante una temporada, ¿verdad?

L: Sí. Definitivamente es agradable.

Decidí condensar el tiempo y seguir más adelante, al momento en el que ella llegaba a casa. Le pregunté cómo era. «Es realmente bello y soleado, y hay muchas cosas azules, verdes y doradas».

Dolores: ¿Objetos, o solo colores?

L: Bueno, los objetos son colores. Todo se puede tocar y sentir, así que no hay diferencia. Es sólido, aunque también se puede atravesar, pero tiene todo tipo de espacios. Se puede construir una nave que viaje muy lejos y que esté hecha de una luz particular. Y si tenemos recuerdos de donde hemos estado podemos hacer cosas bellas; podemos crear.

Dolores: ¿Tienes que tener recuerdos para poder crear algo? (Sí).

Louise estaba maravillada ante lo que estaba viendo y asombrada por las cosas magníficas que se creaban. Suspiró profundamente. «¡Aquí se está tan a salvo, y es tan bello! Lo echo de menos». Se echó a llorar.

Dolores: Tero viniste a la Tierra por una razón, ¿no?

L: Queríamos venir, y todas nosotras fuimos a ese lugar tan, tan bello.

Queríamos que ellos supieran lo que nosotras sabemos, y que sintieran lo que nosotras sentimos.

Dolores: Pero tú sabes que la gente que viene a la Tierra se olvida, ¿no? L: Algunas se olvidan. Otras no.

Dolores: ¿Es más fácil cuando se olvidan?

L: No, es más difícil porque el mundo las engulle. Ellas sufren, pero las engullen. No, es más fácil recordar. Y si son lo suficientemente valientes como para contárselo a la gente,  pero a muchas les da miedo. Algunas saben que nadie las va a creer, y otras sencillamente se olvidan. Pero allí es todo tan bello, y además vamos a la Tierra y disfrutamos de esos otros lugares, y así luego podemos crear recuerdos y somos más creativas, y por eso podemos ayudar más a los demás.

Dolores: ¿Entonces tienes que ir y experimentar lo físico para tener recuerdos? (Sí). ¿Y sin eso no podríais crear? ¿Es eso lo que quieres decir?

L: Nosotras podemos crear. Eso es lo que somos. Somos creadoras de la luz, y sin embargo también podemos enriquecernos mucho del planeta como un todo. ¿Ves?, aquí hay una conexión por todas partes. No es como la gente cree. En la Tierra la gente lo acepta, pero hay diferentes planetas, que no son iguales. En ellos todo el mundo sabe lo fácil que es enviar mensajes. Es fácil conectar. Es fácil seguir adelante. Viajar. Es fácil.

Dolores: Porque ellos no se han olvidado de lo que tienen que hacer. (Sí). ¿Pero no forma eso parte de la prueba, el hecho de olvidarse cuando vienes a la Tierra?

L: No. En realidad creo que cuanto más elevemos su conciencia en la Tierra, más lograrán recordar. Eso es lo que todas nosotras queremos que hagan. De modo que se traten mejor unos a otros, para que no tengan que sufrir al aprender la lección. No es necesario. Siempre ha sido así, pero no tiene por qué ser así.

Dolores: Es más fácil recordar sencillamente, sin sufrimiento. ¿Es eso lo que quieres decir? (Sí). Pero los humanos no escuchan, ¿verdad?

L: No, no siempre.

Dolores: ¿Sabes que estás hablando por medio de un cuerpo que vive ahora mismo como Louise?

L: Sí. Pero esta es mi casa en esta vida.

Dolores: Me estaba preguntando si todo esto sería antes de que ella entrara en el cuerpo de Louise.

L: Es antes y al mismo tiempo después.

Dolores: ¿Entonces, cuando ella termine aquí, volverá al mismo lugar? (Sí). Pero si era tan feliz allí y todo era tan bello, ¿por qué decidió volver como Louise?

L: Antes de Louise era una voluntaria para ir a la Tierra.

Dolores: Así que ella ha vuelto una y otra vez.

L: Sí, pero Louise es la última. Eso lo sé. Porque después de Louise todo habrá terminado, y ella podrá volver a casa, igual que yo estoy en casa.

Dolores: ¿Así que crees que para entonces ella habrá terminado de aprender todas las lecciones?

L: En la Tierra, sí,  pero no todas las lecciones.

Dolores: ¿Sabía ella cuando vino que iba a ser la última vez? (Sí). Ha sido difícil, ¿verdad? (Sí). ¿Creó ella esas dificultades por alguna razón?

L: Quería ser lo más completa posible.

Dolores: ¿Qué quieres decir?

L: Cuando salimos de este lugar de luz y abandonamos esta galaxia, como la llamamos nosotros, para ir a otras civilizaciones, como si dijéramos, nos llevamos parte de su karma. Y entonces completamos todo nuestro karma humano de este viaje.

Dolores: Así que Louise ha estado en otros sitios aparte de la Tierra, ¿y dices que se lleva el karma de otros sitios?

L: El karma que Louise está completando procede simplemente de su vida humana.

Dolores: ¿Entonces ya ha llegado el momento de cerrar ese capítulo? (Sí). Ella ha aprendido todo lo que tenía que aprender en esas vidas.

L: No solo aprender, sino también contribuir. Porque la razón del viaje era contribuir.

Dolores: ¿En qué se supone que tenía que contribuir?

L: Tenía que enseñar a la gente a pensar,  enseñarla a amar,  a cuidarse los unos de los otros,  a tener fe,  a crear la paz,  a sobreponerse a la enfermedad,  a estar conectado con la naturaleza,  enseñarles que la esencia de la desesperación es la falta de conexión,  enseñarles que pueden vivir unos con otros en armonía,  que la guerra es algo que puede terminar con la vida.

Dolores: Todo eso son cosas muy bonitas, pero cuando vienes a la Tierra todo se hace muy duro, ¿no?

L: Exacto. Pero hay muchos de los otros. ¿Sabes?, algunos nos olvidamos, pero otros no son como nosotros. Son nuevos. Sencillamente están aprendiendo. A diferentes niveles. Hay diferentes cosas en las que contribuir,  diferentes lecciones que aprender. Y además otros son de otras áreas,  algunos han tenido más vidas humanas. Y de hecho hay también otros que han venido de otras galaxias.

Dolores: ¿ Y hay otros que han venido una y otra vez? (Sí). ¿Son esos los que están más atascados en la rueda del karma?

L: Sí. Y por eso vienen otros de «fuera» para ayudar. Mucha gente quiere que la ayuden, pero se encajonan a sí mismos. Saben que quieren que les ayuden; es solo que se quedan atascados en su punto de vista. Se quedan tan atascados dentro de sus limitaciones de ese momento del tiempo y de sus cuerpos que creen que no hay nada más. Quieren conseguir ayuda sin hacer nada diferente. Creen que eso es todo lo que hay; ese cuerpo, esa comida, ese lugar o esa vista. Louise se atasca a veces. Tiene otras vidas que también recuerda. Esta vez ha venido a recordar quién era y qué puede hacer. Lo está haciendo bien, pero no tan bien como ella quisiera.

 

Parecía que algunos de los voluntarios eran realmente almas viejas que también habían decidido venir a ayudar. Y también parecían resultarles nuevas las vibraciones de la Tierra, y esto les causaba problemas. Una de las cosas fundamentales que los distinguían de los primerizos era que ellos tenían más experiencia. Y no obstante Louise reconocía que todos tenían que trabajar juntos para ayudar a aquellos que se habían quedado atascados en la Tierra.

 

Capítulo 4. El observador se hace carne.

 

Elegimos a paula para la demostración de una de mis clases de hipnosis en Arkansas. Yo nunca sé cómo van a salir estas sesiones, porque el paciente está en una «jaula de oro», como si dijéramos, y todo el mundo le observa.

Esto puede provocarles inseguridad y ponerlos nerviosos, y puede afectar a los resultados. Mi trabajo consiste siempre en asegurarme de que están relajados, de modo que entren en trance sin la sensación de estar expuestos públicamente. La demostración se hace siempre el último día de clase, y para entonces la mayoría de los estudiantes se conocen unos a otros. Así que ya no tienen esa sensación de tener que hacer algo en público, delante de un grupo de extraños. Les admiro por aprovechar esta oportunidad porque respeto su sensación de vulnerabilidad. Siempre es una aventura, porque nadie sabe qué saldrá de todo ello. Pero de algún modo al final siempre sale bien. Supongo que porque «ellos» lo controlan todo.

Paula no esperó a que terminara la inducción. Estaba ya en otra vida cuando le pedí que encontrara un lugar bello y sereno. Nada más comenzar a describirlo supe que no era el típico lugar bonito. Ella vio un océano y una cúpula de cristal en la playa. Lo llamó su «casa», y en cuanto entró, la cúpula se abrió. Las paredes eran tan límpidas que se podía ver a través de ellas. Le pedí que me contara lo que había dentro de la cúpula de cristal. «Todo está en el centro. Se enrosca formando círculos. Todo sale del centro, formando una espiral hacia fuera de la cúpula, hacia el centro donde estoy yo. Aunque el centro de la cúpula es el centro de todo. Es de donde proviene la energía».

Dolores: ¿La energía se focaliza allí, en el centro de la sala? (Sí). ¿De dónde proviene la energía?

P: ¡De dentro! Simplemente se genera. Está viva.

Paula dijo que vivía sola en ese lugar. Cuando le pregunté por su cuerpo, dijo que no veía ningún cuerpo. Se percibía a sí misma como luz.

No tenía necesidad de consumir nada en ese cuerpo de luz, así que dijo que sencillamente existía en ese lugar. No había más seres alrededor.

Dolores: Tú generas esa energía, pero ¿qué haces con ella?

P: Ir a todas partes. Puedo dar la vuelta al planeta.

Dolores: Entonces no estás confinada en ese lugar. (Así es). ¿Sales de esa cúpula de cristal?

P: Sí, salgo. Puedo salir. Puedo rodearlo. Parece que simplemente estoy aquí.

Dolores: ¿Eres feliz allí?

P: Estoy sola. No hay nadie más.

Paula no recordaba cómo llegó allí la primera vez, pero sabía que tenía que quedarse mucho tiempo. «Yo lo creé».

Dolores: ¿Y cómo fuiste capaz de crearlo?

P: No lo recuerdo. No veo nada.

Parecía que no íbamos a llegar a ninguna parte, así que decidí llevármela de allí. Aunque en un lugar como ese no existiera el tiempo, yo tenía que seguir adelante para ver si llegaba el momento en el que ella no estuviera sola allí. Cuando le dije que se moviera, ella no pudo ver nada. Todo estaba en blanco.

Así que tuve que llevarla a un momento en el que ya no estuviera en ese lugar. Nuevamente, cuando le pedí que me dijera qué veía, Paula comenzó a describir un escenario caótico. «Luchas,  guerra,  caballos, espadas y mucha pelea». Ella no formaba parte de la escena, solo observaba la guerra.

«Caballos,  mucha gente a caballo,  luchas,  guerra,  lanzas, espadas y luchas terribles. Yo los observo».

Dolores: ¿Qué te parece todo eso?

P: No puedo soportarlo. Lo observo. Prefiero observar porque no quiero que me hieran. No puedo detenerlo. (Comenzó a llorar). ¡Hay tanto sufrimiento!

Ella seguía llorando porque se sentía incapaz de hacer nada. Yo le aseguré que no pasaba nada por el hecho de albergar ese sentimiento. Y la llevé más adelante para ver qué había ocurrido. Y entonces, por primera vez en esa sesión, Paula se encontró a sí misma en un cuerpo físico. «Voy caminando,  calor,  hace calor,  es el desierto».

Dolores: ¿Por qué has entrado en un cuerpo físico?

P: Para aprender. Tengo que dejar de ser el observador.

Dolores: ¿Te ha dicho alguien que hagas el cambio?

P: Fue elección mía. Tenía que aprender. Así que ahora voy caminando por el desierto. Solo estoy tratando de buscar un lugar donde descansar.

Paula tenía la sensación de que llevaba en ese desierto mucho tiempo. Una vez más sentía que no tenía hogar. Sencillamente estaba buscando un sitio en el que descansar. Estaba muy cansada. «Llevo mucho tiempo andando,  Creo que voy a morir. No creo que lo consiga. Estoy débil y cansada».

Condensé el tiempo y le pregunté: «¿Encuentras un sitio donde descansar?».

Se vio a sí misma caminando por las calles de una ciudad en la que había mucha gente. Vio que era un hombre, y mientras caminaba por las calles alguien lo agarró y lo subió a un caballo. Entonces comprendió que tenía problemas. «Soy un rebelde. Me han subido a un caballo. Me llevan lejos. Me llevan a toda prisa. Creo que voy otra vez al desierto. Salimos de la ciudad. Estamos saliendo,  otra vez no,  Él me lleva a las dunas. Estoy inconsciente. Él me ha pegado en la cabeza».

Dolores: ¿Qué pasa después de que él te lleve al desierto? (Pausa). Puedes verlo como un observador si quieres.

P: Parece que ya no veo nada más. Creo que puede que esté muerto. Creo que quizá él me haya matado al pegarme en la cabeza. Mi cuerpo ya había muerto cuando estaba en el caballo. No veo nada.

Dolores: ¿Por qué te ha sacado él de la ciudad?

P: No quería que estuviera allí.

Paula no encontraba más respuestas, pero yo sabía que una vez fuera del cuerpo las dos podríamos entender qué había pasado. «Podemos encontrar las respuestas a todo esto porque ahora, fuera lo que fuera lo que ocurriera, ya ha ocurrido. Ya estás al otro lado».

P: Me alegro de estar fuera del cuerpo.

Dolores: Pero has dicho que entraste en el cuerpo para aprender. ¿Crees que has aprendido algo?

P: Ha sido tan corto. Todo fue corto. Cuando era el observador todo era más largo. Esto es corto.

Dolores: ¿Qué quieres hacer ahora?

P: Quiero descansar. Ha sido traumático.

Yo sabía que no tenía mucho tiempo para explorar porque se trataba de una demostración para la clase, así que le hice abandonar esa escena y llamé al subconsciente. Le pregunté por qué había elegido esas dos vidas para que Paula las viera. «La primera, en la que era

la energía y el observador; aquella en la que vivía en una cúpula de cristal y generaba energía».

P: Era simple.

Dolores: No era humana, ¿verdad? (No). ¿Por qué querías que ella conociera esa vida ?

P: Para conectarla con la unicidad. Ese fue su comienzo.

Dolores: Pero ella estaba sola en esa vida.

P: Sí. Era serena. Queríamos que recordara que ella es uno con todo. Queríamos que recordara que jamás se está solo.

Dolores: ¿Y por qué es importante que ella lo supiera?

P: Simple,  es simple. Porque todos somos lo mismo. Ella cree que es especial. Todos somos lo mismo. Todos somos especiales. A veces ella lo olvida.

Dolores: Ella ha pasado momentos malos en esta vida, ¿verdad? (¡Oh, sí!). Pero ha sobrevivido.

P: Sí, ha sobrevivido.

Dolores: ¿Por qué le han pasado esas cosas?

P: Ella quería ir allí. Eligió todas esas vidas para aprender. Como todos.

Dolores: ¿Incluso aunque la vida sea difícil?

P: Sí, pero es solo una ilusión.

Dolores: Luego le mostraste la vida en la que estaba en el desierto. Entonces sí que estaba en un cuerpo humano. (Sí). ¿Por qué le has mostrado esa vida?

P: Para enseñarle lo mala que puede llegar a ser la vida. Sola, con hambre, calor,  todo. Todos los peores extremos que un cuerpo tiene que soportar.

Dolores: ¿Por qué querías que supiera eso?

P: Para que ahora pueda ver las cosas buenas que tiene.

Dolores: Pero la maltrataron cuando era un niño, ¿no?

P: Sí,  pero no fue tan terrible como ella cree.

Dolores: Luego tuvo un mal matrimonio. (Sí). ¿Qué aprendió ella de eso?

P: Humildad y paciencia.

Entonces nos centramos en las quejas de Paula por problemas físicos. El subconsciente comenzó la curación. Dijo que estaba utilizando luz líquida. «Fluye de la Fuente». Ella había tenido problemas en la región lumbar y la habían operado.

P: Sí. Tiene las vértebras soldadas.

Dolores: ¿Qué lo produjo?

P: La culpabilidad. La culpabilidad por otras vidas. No es importante. No te aferres al pasado. Ya no está.

Entonces ellos le separaron las vértebras y volvieron a curarla, utilizando más luz líquida. «¡Es bello!». La curación física apartaba de ella también la culpa.

«Ella tiene que dejarlo pasar. Soltarlo». Luego ellos le hicieron pequeños ajustes en los riñones, el hígado y el páncreas. Dijeron que la causa eran las preocupaciones. Yo pregunté: «¿Y por qué está ella preocupada?».

P: No lo sé. Es tonta. El cuerpo humano es un milagro. No hay que dañarlo.

Mensaje final: Simplemente confía y cree en ti misma.

 

Así que muchos de estos voluntarios han sido observadores por todo el universo durante innumerables vidas. ¿No es de lo más natural que sigan siendo observadores en un momento tan importante de la historia de la Tierra?

 

Capítulo 5.  El protector.

 

RICHARD ERA UN HOMBRE MAYOR, ya retirado tras una carrera profesional de éxito. Había nacido en 1948, lo cual significaba que pertenecía a la primera oleada. Se consideraba a sí mismo un solitario, y no tenía familia. Tampoco tenía problemas, y parecía contento con su vida. Resulta estimulante tratar a alguien relativamente feliz cuando te pasas la vida trabajando con personas que se enfrentan a problemas tremendos o a enfermedades graves. Pero, por supuesto, siempre queda la «eterna pregunta»: ¿cuál era el propósito de su vida, y cómo llevarlo a cabo?

Nada más salir de la nube, Richard vio dos imágenes o escenarios que se bifurcaban. No sabía por cuál decidirse. Por un lado veía un dinosaurio verdoso de cuello largo, de pie bajo la copa de un árbol, comiendo hojas tranquilamente. Por el otro veía una pirámide en la distancia. «El dinosaurio está comiendo hojas a un lado de la imagen, y la pirámide rodeada de arena está al otro. Yo estoy simplemente sentado aquí, mirándolos. Lo veo tan claro como el día».

Decidió centrarse en la pirámide, así que echó a caminar hacia allí. Era una pirámide muy grande, con la parte superior muy puntiaguda. Tenía un detalle que la hacía diferente de cualquier otra pirámide, más interesante: un anillo muy brillante en la parte superior. Brillaba en todas las direcciones, tanto como el mismo sol. Era como un faro, excepto porque la luz no giraba sino que permanecía estable, y era de un blanco amarillento.

Yo quise entonces que Richard fuera consciente de su cuerpo, y él vio que era un hombre joven con sandalias de piel y algo parecido a una toga que le llegaba solo hasta las rodillas. Lo extraño era que Richard vio que tenía el cabello muy largo y gris, lo cual no parecía lógico para alguien tan joven.

Vivía solo en una casa de piedra gris muy pequeña junto a la pirámide. Le pregunté si tenía alguna relación con ella.

 

R: Es como si, por alguna razón, la luz de la pirámide me mantuviera a salvo. Sale de la parte superior de la pirámide y lo ve todo. Allá donde llega su brillo, todo está a salvo. Al menos eso es lo que siento. Soy feliz de hacer mi trabajo. Voy cantando y tarareando.

Dolores: ¿Por qué has dicho que es como si la luz estuviera observando?

R: Supongo que porque soy consciente de ello. Soy consciente incluso cuando el sol se esconde. La luz sigue ahí. No es el sol. Hay un sol en el cielo, pero la pirámide sigue ahí, observando todo el terreno,  no solo a mí. La luz simplemente sale en nuestra dirección. Estoy a salvo. Definitivamente, estoy a salvo. Sí, siento que no hay problemas. Soy feliz, y mi vida es feliz, o al menos estoy eufórico, sí.

 

Le pregunté si había estado alguna vez dentro de la pirámide, y entonces él quiso averiguar si había alguna entrada. «Sí, hay escalones que suben por un lado. Y cuando subo veo que hay una puerta justo debajo de la enorme esfera de luz». Richard entró en una sala oscura en la que no había nada más que un cristal rosado refulgente, flotando en medio del espacio vacío. Lo cogió con una mano y lo sostuvo. «Los rayos de luz brillan alrededor de toda mi mano,  si la cierro la luz sale por entre los dedos. No lo había visto antes, pero aun así sé que es seguro sostenerlo». Yo me pregunté si aquel cristal tenía algún propósito, y entonces a él se le ocurrió que si lo sostenía y le hacía una pregunta, el cristal respondería.

 

Dolores: Eso es interesante. ¿Crees que tiene alguna conexión con la luz grande de lo alto de la pirámide?

R: Sin duda están conectadas. Sí, de alguna forma están en armonía la una con la otra. Es como si un hilo de plata o algo que no se puede ver las enlazara.

Dolores: Bueno, entonces vamos a hacerle preguntas sobre la pirámide. Quizá ella tenga respuestas a propósito de este lugar.

 

Comencé a hacer preguntas para que la piedra las respondiera. Richard las iba repitiendo y después iba dando las respuestas que oía. En muchas ocasiones esas contestaciones no tenían ningún sentido para él. Haré un resumen de esas respuestas.

 

R: La pirámide la construyeron los Antiguos de otro mundo. El propósito de la luz exterior sobre lo alto es la protección. La luz lo protege todo. En el espacio hay cosas que podrían venir y dañar al planeta si no estuviera protegido. No sé qué tipo de cosas. Pero necesitamos protección. El cristal simplemente dice: «Protejo este lugar el uno del otro». Fueron los Antiguos los que colocaron la luz en lo alto de la pirámide. Ellos vinieron aquí, construyeron la pirámide y se marcharon en algún tipo de nave espacial. La pirámide consiste simplemente en un bloque sólido, a excepción de la sala pequeña en la que está el cristal rosa flotante, refulgente, y la bola enorme de la cima. La luz brilla como un faro, y sin embargo no da vueltas.

Simplemente emite luz en todas las direcciones. No se trata de una luz que se pueda ver necesariamente. Es como una energía que se emite en todas direcciones. Hay otra pirámide que sirve al mismo propósito, pero está muy, muy lejos. Y parece que entre ambas pirámides no hay más que rocas y arena. Nada más.

Dolores: ¿Está en la Tierra?

R: Al principio creí que sí, pero ahora ya no lo creo porque el cielo es como violáceo. No es como un cielo cualquiera que hubiera visto antes. Ahora comprendo que yo soy el guardián de este lugar. Parece que él y yo somos uno. Yo lo mantengo en funcionamiento, sea ello lo que sea. Lo observo para asegurarme de que la luz sigue encendida, pero no veo ningún tablero de mandos ni nada parecido. Supongo que me comunico mentalmente con él,  sí.

Dolores: Entonces, ¿eres feliz?

R: Muy feliz, sí. Siento que mi cuerpo es joven, pero también que llevo aquí mucho tiempo,  es una contradicción, pero es lo que me parece. Soy feliz aquí solo.

 

Llevé a Richard más adelante en el tiempo, hasta un día importante. «Hay una nave espacial con forma de cigarrillo que planea sobre la pirámide, pero es amistosa e incluso forma parte de ella; no se trata de nada importante. Me alegro de verla porque deja caer suministros, pero es lo habitual. Es solo que no se la ve muy a menudo. Está sencillamente planeando, dejando caer cosas.

No necesita aterrizar. Deja caer los suministros flotando y los coloca en su lugar. Sea lo que sea, me alegro de estar solo aquí. La nave sencillamente pasa por aquí, me trae suministros y me pregunta qué hago. Eso es todo. No se trata de nada espectacular.

Dolores: ¿Entonces no hace falta que subas a bordo y contactes con ellos?

R: No, no me veo a mí mismo poniéndome en contacto con nadie de dentro.

Dolores: Pero sí es un día importante porque es una breve ruptura de la rutina.

R; Cierto. Pero no me pongo triste porque se vaya. La veo venir y estoy feliz, pero cuando se va sigo feliz. ¡Soy una persona feliz en este mundo! (Asombrado). Estoy sano. Sonrío ampliamente, me lo paso bien. Disfruto.

 

Cada vez que me llevaba a Richard a otra escena, pasaba siempre lo mismo. Todo parecía felizmente monótono. «Este es un lugar muy feliz. No necesito a nadie en absoluto. Suena extraño, pero no necesito a nadie».

Es cierto que parecía que todos los días eran iguales, pero supongo que eso no importaba porque él era feliz en su soledad. Pensé que no íbamos a averiguar nada más, así que me llevé a Richard más adelante, al último día de su vida, y le pregunté qué pasaba.

 

De repente un rayo de luz enorme sale del cielo y me atrapa. Me lleva a alguna parte, y ya está. He muerto. El rayo ha salido del cielo, no de una nave espacial. Procede del cielo, pero yo estoy listo. No es que haya sido una sorpresa. Porque yo tengo los brazos estirados, y lo veo, y veo rayos que salen y me recogen. Me marcho, pero no sé adonde. Ahora vamos a ver.

 Dolores:  Así que se llevan el cuerpo físico, ¿no?

R:¿Sabes qué? Que no. Ahora que lo dices, lo que queda del cuerpo físico está ahí, tirado en el suelo.

Dolores: ¿Le pasaba algo al cuerpo?

R: Debe de haber envejecido mucho, porque está lleno de arrugas. Debe de haber vivido mucho tiempo. ¡Vaya,  qué interesante!

Dolores:  Veamos adonde te llevan a ti.

R: Estoy en esta sala, con el consejo de los ancianos.

Era evidente que se había pasado al lado espiritual y se había presentado ante el consejo para una evaluación de su vida. He tratado este tema de la vida después de la muerte con más detalle en otros libros.

R: Estoy de pie delante de esta gente, que está sentada. En realidad no puedo distinguir las caras. Ellos me hacen preguntas. «Bueno, ¿'te lo has pasado bien?». Y yo contesto: «Sí, muy bien». «Has hecho un buen trabajo». «Ya es hora de que descanses». Todos me sonríen y me dicen: «Volverás a hacerlo,  la próxima vez será algo parecido».

Dolores: ¿Y qué te parece a ti todo eso?

R: Tengo una sonrisa enorme en los labios. Estoy feliz, como siempre. ¡Vaya, sí que es aburrido estar siempre feliz! (Risas). Somos amigos,  somos viejos amigos. Estoy hablando, y me alegro de verlos. Por alguna razón llevo una túnica roja oscura. Resulta interesante. Yo llevo una túnica roja y ellos llevan túnicas blancas, pero no sé lo que significa.

Dolores: Pregúntales qué significa.

R: Lo primero que contestan es: «Has terminado ese nivel y ahora vas a pasar a otro». Sea lo que sea lo que eso signifique.

Dolores: ¿Cuánto tiempo tienes que descansar antes de volver a marcharte?

R: Lo primero que me dicen es veinte años; sean lo que sean los años.

Dolores: Pregúntales si cuando vuelvas será a tu vida que se conoce como Richard, o si habrá otras vidas en medio.

R: ¡No, es a esa! Será a la vida en la que tú estás ahora.

Dolores: ¿Es esta la primera vez que Richard viene al planeta Tierra?

R: Dicen que sí,  Sí, lo és.

Dolores: ¿Nunca antes habías estado en la Tierra?

R: Definitivamente no,  no, tú nunca has estado allí.

Dolores: ¿Venir a la Tierra no le producirá algún tipo de shock a su sistema?

R: Dicen que no porque tú sabes estar solo y manejar las energías. ¿Entonces por qué voy allí? «Vas allí para proteger. Ellos no lo sabrán, pero la gente a tu alrededor estará protegida. Allá donde vayas los protegerás de algún modo».

Dolores: ¿Igual que hiciste en tu otra vida en la pirámide? Allí las cosas estaban protegidas.

R: ¡Ah! (Reconocimiento),  puede ser. «Tu presencia es sanadora. Tú simplemente darás una vuelta por allí, y allá donde vayas la gente se beneficiará de tu presencia. No serán conscientes de ello, pero sí lo sabrán inconscientemente. Sentirán algo». Con Richard estarán a salvo. Él protegerá a la gente, pero no de la forma que él cree; la forma en que se protege normalmente. Ir a proteger a la gente,  estando allí, simplemente. La presencia protegerá a la gente de formas que ellos no comprenden. Y él tampoco será consciente de lo que hace.

Dolores: Las energías de la Tierra son muy diferentes, ¿verdad?

R: Sí, pero irás al campo a construir algo sobre lo que todavía no sabes nada.

Más adelante se te hará saber. Todavía no es momento de que lo sepas. Será algo grandioso; no necesariamente grande, pero sí que servirá para ayudar a proteger al planeta. Será algún tipo de fuerza energética que ayudará a la protección; energías superiores de algún tipo. Aunque las energías del planeta no sean necesariamente buenas, tú estarás bien. Podrás manejarlas. No se tratará de algo que seas incapaz de manejar.

Dolores: ¿Así que puedes vivir en la Tierra con esas energías sin acumular karma?

R: ¡Por supuesto! «Sí, vivirás en el planeta sin karma». ¡Guau! Eso es interesante.

Dolores: No queremos decírselo a él si no ha llegado el momento, pero ¿es ese su propósito?

R: Su primer propósito es experimentar el planeta Tierra viviendo entre sus gentes, pero el propósito principal es construir algo después. Eso es lo más importante; algo que dirija y ayude al planeta. «Estarás solo. Disfruta de tu soledad. Disfruta de la soledad esta vez».

Dolores: ¿Es esa una de las razones por las que Richard ha vivido solo durante casi toda su vida?

R: Sí, porque él ha estado solo durante muchas vidas. A él le gusta estar solo. Está acostumbrado. Hace falta que otra gente haga lo que él está haciendo. Pero todavía no es el momento oportuno en el mundo para que todos nosotros vayamos a hacer lo que hace él. Para estar ahí,  disfrutando simplemente de estar ahí. No es como ir a cuidar de ese otro planeta. Hacer tu papel,  disfrutando de ti mismo. Habrá algún tipo de red para el bien de la humanidad. Él dice que todavía hay mucha gente que va para quedarse estancada en su surco. Dice: «Tú ahora estás muy por encima de eso. Tú lo sabes porque ves que no lo consiguen, pero no puedes preocuparte por ellos. Tienes un propósito superior, que te será revelado en otro momento».

 

Richard quería hacer una pregunta relacionada con unos sueños con ovnis que se habían repetido a lo largo de su vida. «Están ahí para enseñarle sus raíces. Para recordarle siempre que él viene de fuera. Él no es de la Tierra.

Necesitamos a gente como él para ayudar a este planeta. Es un lugar duro, pero sirve como terreno de prueba para muchas cosas. Sus vibraciones son bajas, pero es lo que habéis hecho de él. Tú lo sabes. No hace falta que te lo digamos. Tú estás por encima. Te necesitamos aquí en este momento por una razón de la que te enterarás más adelante. En cinco años él sabrá por qué está aquí y qué se supone que tiene que hacer. En ese momento las cosas cambiarán». (Esta sesión se celebró en diciembre de 2009).

Le pregunté acerca del año 2012. «El 2012,  la gente pierde demasiado el tiempo preocupándose por el año 2012. Tienen que trabajar sobre sus vidas.

Ellos me dicen que la gente necesita purificarse a sí misma. Todo irá a peor porque las vibraciones están aumentando, y la gente no aumenta sus vibraciones,  les será cada vez más duro, así que habrá cada vez más gente que “se marche”. No saben cómo manejar la energía. No será necesariamente en 2012. Esa no es más que una fecha como otra cualquiera, pero será pronto.

Sencillamente alguien señaló esa fecha, y da la casualidad de que las cosas van a culminar, como si dijéramos, alrededor de esa fecha».

 

Dolores: ¿Sabrá la gente lo que ha ocurrido?

R: Sí. Ahora no podemos decírtelo, pero cuando ocurra todo el mundo lo verá muy claramente.

Dolores: Me han dicho que algunos no lo conseguirán. ¿No podrán adaptarse a la nueva energía?

R: Sí, muchos no lo conseguirán. Pero no importa.

Dolores: ¿Trabajará Richard con la nueva Tierra?

R: Sí.

Dolores: ¿Yyo?, ¿seguiré aquí, trabajando también con la nueva Tierra?

R: Sí, sí, tú también.

Dolores: Hay una pregunta que me hace mucha gente: «La gente, sencillamente,

¿desaparecerá?».

R: No, no desaparecerá sencillamente. No de la forma en que tú piensas que desaparecerá,  pero, una vez más, tendrás que esperar para verlo. Aunque a veces sea frustrante, porque tú quieres que sucedan las cosas ya, las cosas no pueden suceder todavía. Primero hace falta que ocurran otras cosas. Les pregunto: «¿Es que se va a producir algún tipo de desastre?». Todo lo que podemos decirte es que en ese momento los océanos y el agua fluirán más por todo el planeta. No tiene nada que ver con el calentamiento global.

Dolores: ¿No tiene nada que ver con el hecho de que se derritan los polos?

R: No, posiblemente caerá un meteorito grande o algo así. Pero ahora mismo hay problemas con el agua, sí.

Dolores: ¿Será entonces cuando se marche mucha gente?

R: Sí, sin duda. La gente se dividirá en dos clases. Unos querrán quedarse aquí y enfrentarse al cambio, y los otros querrán marcharse y no serán capaces de manejar las vibraciones. Al principio será difícil para la gente que quiera quedarse, pero ellos prefieren esa dureza. Pueden manejarla. Estarán listos para ella.

Dolores: Así que al principio será difícil.

R: Lo será solo porque la mayoría de la gente no está preparada. Los pillará por sorpresa.

Dolores: Y nuestro trabajo es tratar de ayudar a la gente a comprender lo que está pasando.

R: Sí. Ninguna persona puede ayudar a otra si él mismo tiene demasiados problemas. No pueden hacer lo mejor para el píaneta si ni siquiera pueden hacer lo que es bueno para ellos mismos. Tienen que aprender a dejar pasar las cosas. Se aferran demasiado a cosas que no tienen sentido siquiera para ellos. Se están volviendo locos. No piensan. No dejan pasar. Tienen que permitir las cosas; no forzarlas, sino escuchar. Necesitan meditar más. El silencio. La gente tiene que permanecer en silencio mucho más. Tienen que estar solos y en silencio. Hay demasiada gente con miedo a estar sola. Demasiada gente que no comprende. Eso es lo que está destruyendo la Tierra. Las vibraciones,  tienen un efecto venenoso. Uno de los efectos son las vibraciones altas, y el otro es que la gente no quiere pasar a una vibración más alta, y eso es lo que va a producir el cambio. Es como los imanes,  los opuestos.

 

Después de que Richard despertara volví a encender la grabadora para tomar nota de lo que él recordaba.

 

R: Me explicaron que las vibraciones son cada vez más rápidas. Eso está produciendo una fuerza, un tipo de fuerza diferente, y o bien vas con ella y haces tus vibraciones más rápidas, o te estancas. Y la mayoría de la gente de la Tierra se está negando a elevar sus vibraciones, lo cual significa que hay dos fuerzas que son cada vez más fuertes, y que se oponen la una a la otra si no vibran juntas. Se están separando cada vez más y algún día, pronto, provocará que le suceda algo al planeta.

Dolores: ¿ Como dos imanes?

R: Dos imanes, en lugar de dos opuestos que se atraen,  opuestos que en este caso se repelen fuertemente; se repelerán y producirán algo negativo, o positivo, dependiendo de qué lado esté cada uno.

 

Según parece la primera y la segunda oleadas de voluntarios tienen otras tareas que hacer, aparte de estar sencillamente aquí. Sus energías pueden utilizarse para otros propósitos. Algunos de ellos, como en este caso, están aquí para proteger con sus energías a todo aquel que entre en contacto con ellos. A pesar de que nadie es consciente de lo que está sucediendo, saber que están aquí produce una sensación de bienestar.

 

Capítulo 6. Una voluntaria hastiada.

 

Sally tenía una larga lista de problemas acerca de los cuales quería indagar durante la sesión. Estaba atrapada en un matrimonio sin amor con un hombre que quería controlarla, y necesitaba desesperadamente deshacerse de él. Este esquema había regido toda su vida, porque también había tenido una madre muy controladora. Naturalmente, a mí no me sorprendió que todo esto hubiera tenido una repercusión en su cuerpo; tenía muchos problemas físicos que también teníamos que tratar en la sesión. Ella quería ante todo curar a la gente utilizando los sonidos, y se había metido en deudas con el propósito de fundar un centro de sanación holístico. Sin embargo el negocio no estaba funcionando, y estaba preocupada por el dinero.

 

Al salir de la nube, Sally tuvo una visión extraña: «Una metrópolis,  una ciudad dentro de otra ciudad,  con una cúpula encima. Como si fuera la tapa de cristal de una tarta. Hay edificios altos y bajos. Una ciudad con una burbuja que la cubre. Yo la miro desde fuera de la burbuja».

Dolores: ¿Ves a gente, ves vehículos, o solo edificios?

S: Solo edificios,  no hay riadie fuera. Todo el mundo está den tro. Nadie sale fuera de la cúpula.

Dolores: ¿Qué hay fuera de la cúpula?, ¿lo ves?

S: Es casi como si la atmósfera la rodeara. Como mirar fuera de un planeta. Al estar fuera, mirando hacia dentro,  es casi como el cielo nocturno, con las estrellas. Aquí, fuera de esta ciudad de cristal, es como si estuvieras viendo la Vía Láctea. Casi como la Ciudad Esmeralda del Mago de Oz.

Dolores: ¿Es que la ciudad está flotando ahí fuera, o qué?

S: Sí, eso es. Está ahí fuera, en el espacio.

Dolores: Eso es interesante. ¿Quieres entrar dentro de la cúpula para ver cómo es la ciudad por dentro?

S: Desde luego. Estoy buscando,  me pregunto cómo entra y sale la gente. Es como una cúpula retráctil que se abre. Viajas a través de este portal,  Se abre y se cierra. Se abre cuando decides salir fuera de este mundo. Ahora estoy en una sala grande. Oigo risas. Hay una mesa. Hay seres de energía alrededor de la mesa. He llegado al consejo. Hay doce sillas; es un consejo, dicen que el «consejo de las luces».

Dolores: ¿Es ese su aspecto, de luces?

S: Sí. Cada uno tiene una luz de un color diferente.

Dolores: Parece muy bonito. Trata de ser consciente de tu cuerpo,  ¿qué aspecto tienes?

S: No tengo cuerpo. Soy una bola de energía.

Dolores: ¿Eres de algún color?

S: Soy de color lavanda. Con rojo en la parte de abajo, que se va difuminando hacia el lavanda,  casi como una llama. Ellos son más altos. Sus estructuras parecen diferentes. Están sentados alrededor de la mesa. Están utilizando palabras: «La chispa de la creación, donde empezó el experimento». Donde se proyectan los planes de vida y se conciben las trayectorias de los viajes. Es de donde provengo. Hay una chispa,  la chispa de Dios, para crear un plan para esta vida. De lecciones,  de acuerdos.

Dolores: ¿Es ahí donde se decide todo?

S: Eso es lo que dicen.

Dolores: ¿Te refieres al lugar en el que comenzaron todas tus vidas, o solo la vida

presente?

S: Es donde se crean todas las vidas. Todos los viajes,  todas las leyendas. Estoy tratando de comprender,  con claridad.

Dolores: Entonces, ¿qué te dicen ahora?

S: Me mandan lejos, me sueltan. Me sueltan,  me dejan marchar. No hay,  de repente todo está oscuro. Estoy de vuelta en la atmósfera. (Confusa).

Dolores: ¿Te han dado instrucciones?

S: Yo no he oído nada.

Dolores: ¿Te han dicho simplemente que es hora de que te marcharas? (Sí). ¿Y qué te parece eso?

S: No muy bien,  no estoy segura,  estoy confusa,  en realidad no quiero aceptar el encargo,  no quiero ir adonde quieren que vaya. Creía que había terminado. Creía que ya estaba completa.

Dolores: ¿Has vivido otras vidas y otras lecciones antes?

S: Sí, muchas. Estoy hastiada. Me había retirado. (Risas). No que ría volver a la densidad,  a la pesantez,  a través del tiempo.

Dolores: ¿Cretas que habías terminado, pero te han dicho que tenían otro

encargo?

S: Fui yo la que eligió seguir en la excitación,  el despertar,  los experimentos, pero estoy cansada,  tan cansada,  no quería volver,  no estoy segura de que la energía vaya a soportar el viaje,  no me he recuperado del

todo,  no he tenido tiempo de regenerarme.

Dolores: ¿Es eso lo que ocurre por lo general, que tienes tiempo de recuperarte?

S: Sí, es lo que ocurre normalmente. La densidad,  las lecciones.

Es duro,  fueron muy duras,  tuve que luchar únicamente con,  estaba lista para ir a casa a recuperarme,  a rejuvenecer. A fluir de vuelta a la Fuente, para descansar. Iba a comenzar un viaje de descanso,  Y entonces desperté en los experimentos que iban a suceder. Sería capaz de venir esta vez. Yo quería estar aquí. Quería ver y experimentar el cambio, ayudar, pero mi ser estaba muy cansado.

Dolores: ¿Entonces fue elección tuya? í

S: Fue una decisión que no me alegré de tomar, dicen ellos. (Las dos nos reímos). Ellos me preguntaron si estaba lista para la prueba de la transición una última vez. Yo podría descansar una vez el despertar, el cambio, el experimento, hubiera tenido éxito. Entonces sería el momento de relajarme.

Dolores: Pero si te hubieras quedado descansando te lo habrías perdido todo, ¿verdad? \

S: Parte de mí ansia ese descanso. Pero otra parte no sabe cómo moverse fuera de la densidad. ¡La energía es tan baja en el ser físico! Trata de subir hacia arriba,  la fuerza vital,  se debilita!

Dolores: Sí, pero has dicho: «Una vez que el experimento haya tenido éxito». ¿Qué has querido decir con eso?

S: Que la Tierra ya está en camino, moviéndose hacia su siguien te dimensión,  hacia su siguiente vida.

Dolores: Porque la Tierra también está viva.

S: Sí. Ella iba a hacer algo que no se ha hecho en muchos, muchos eones, o incluso nunca en el camino de la Fuente. Es un hito histórico para todos los seres; para que todos los seres sean testigos.

Dolores: Así que cuando te dijeron eso estuviste de acuerdo en venir, a ¿no? i S: Así es. Quería formar parte de ello. Ser un guía,  un ayudante. Podía elegir adonde ir para comenzar una vida nueva,  crear un mundo nuevo,  para crear a imagen del Creador. Energía de luces,  energía,  energía nueva. O volver a casa.

Dolores: ¿Y cuál crees tú que habría sido la mejor elección?

S: La creatividad. Mi alma anhela la creatividad. Crear cosas nuevas y formas nuevas de hacer las cosas sin densidad,  más ligeras, más rápidas,  portales,  viajar,  más portales. Quería ser testigo de esa creación nueva. j

Dolores: ¿Así que elegiste venir a esta vida ahora? (Sí). ¿Estamos ha blando de la vida de Sally? (Sí). Ellos tienen fe en ti, porque de otro modo no te habrían enviado.

S: Pero ella ya no tiene fe en sí misma.

Dolores: ¿Eligió ella la familia con la que iba a vivir? (La madre controladora).

S: Sí. Eran las lecciones del corazón, la libertad de elección; eso es lo que ella ha venido a superar. Era un último obstáculo para seguir avanzando.

Dolores: ¿Tiene ella relaciones kármicas con la familia?

S: Ella eligió el nombre. La vibración era un deber. Es algo que ella eligió en su interior,  el nombre a elegir,  (Yo he cambiado el nombre para salvaguardar el anonimato). Conlleva un patrón de vibración numérico, la conecta con su estructura celular. Entonces, cuando se pronuncia el nombre, siente esta nueva vida, esta energía nueva.

Dolores: ¿Así que los nombres que elige la gente son importantes?

S: Sí. Tú resides dentro de tu estructura celular. Es parte del patrón. Parte del código. Parte del despertar y del proceso. Ella eligió ese cuerpo, e insistió en que se le diera ese nombre. La madre no lo sabía. No fue elección de la madre. Fue un prerrequisito, si se le puede llamar así, para nombrar a esa alma en esa encarnación.

Dolores: He oído que los efectos astrológicos también tienen algo que ver, ¿es cierto?

S: Sí, y mucho. Ella nació concretamente en el mes 12 de 1959 como portal, como entrada con una activación de la energía que fluye. Su cumpleaños es una entrada.

Dolores: ¿Qué quieres decir con eso de que es una entrada?

S: Es un camino para el viaje de las almas y de la consciencia; una puerta abierta que activa la estructura celular de nuestro mismo ser. A aquellos que entran en contacto con ella se les ofrece esta activación para guiarlos a través del solsticio, para guiarlos a través de los eclipses. Y para despertar la luz de su ADN; una luz que se ha activado en el interior de ella en las últimas semanas. Ella ha sentido este cambio en el interior de su cuerpo, en la habilidad para dirigir la luz a su través y anclarse al núcleo. Comenzó en los últimos cuatro meses. Y si ella continúa anclando y tirando del núcleo de luz, se hará más fuerte para aquellos que estén a su alrededor.

Dolores: ¿Entonces eso está afectando a otros seres simplemente por estar a su lado?

S: Sí, a través del portal que ella crea; ella es el portal, la expansión. Es un portal sanador para otros. Para apoyarlos en sus viajes.

Dolores: ¿En ese sentido ella es simbólicamente un portal? ¿Es eso lo que quieres

decir? (Sí). ¿Y los demás tienen que venir a ella para sanarse?

S: Antes o después ellos se acercarán, conforme ella se haga más fuerte como residencia. Será como una atracción en la medida en que ella lo ancle al núcleo.

Dolores: Pero tú sabes que Sally tiene muchos problemas, ¿verdad?

S: No ha mantenido bien su ser físico. Ella lucha consigo misma. Es un miedo que ella ha venido a superar, a ayudar a otros a superarlo también, y que la detiene. El miedo, la expansión,  el miedo a no ser querida.

Dolores: Ella ha dicho que de niña experimentó el miedo. ¿Por qué ha venido con ese sentimiento de miedo?

S: Al pasar por la puerta el miedo se le pegó porque antes de dejarnos ella no estaba segura de poder hacerlo. No estaba segura de tener las herramientas antes de dejarnos. Las emociones, la familia, el plan; era demasiado. Ella entró como camino de empatia clara y abiertamente. Era abrumador. Pero la densidad la afectó más de lo que ella creía que la afectaría.

Dolores: Como camino de empatia, ¿quiere decir que ella comprende los sentimientos de otras personas?

S: Sí. Era abrumador. Eso la cerró; impidió que siguiera adelante durante mucho tiempo. Ella tenía miedo de la energía que la rodeaba. No comprendía, y llegó sin comprender. Estaba cerrada a la Fuente, y se cerró a sí misma para la Fuente. Quería volver a casa inmediatamente. Nos pidió volver a casa.

Dolores: Se olvidó de su acuerdo, ¿verdad?

S: Sí.

Dolores: ¿Qué le dijiste tú cuando quiso volver a casa?

S: Que había tiempo. Que estábamos aquí. Que no estaba sola. Que estaba bien equipada y tenía talento. Que tenía la oportunidad de crecer y expandirse más allá de lo que la (diente puede comprender y llevar a cabo. Que el camino del alna era ser un recordatorio de la Fuente, ser los ojos, ser los oídos de la Fuente, ser el mismo corazón latiendo. Para retransmitir la energía de vuelta a este consejo, para ser el testigo.

Dolores: Pero ella no ha podido estar a la altura del encargo, ¿verdad?

S: Está paralizada por el miedo y la inseguridad. Es su percepción. Las viejas canciones que escucha. Se reproducen en su mente una y otra vez. Tiene miedo de no haber comprendido. Es un obstáculo que tiene que superar.

Dolores: ¿Esos miedos provienen de otra vida, o de la vida presente?

S: Es el patrón de su propia alma, desde el mismo comienzo de la chispa de Dios. De alguna manera ella ha logrado derrotar ese miedo. Esta era la oportunidad para seguir adelante más rápidamente, conforme las cosas avanzan y cambian, evolucionan,  girando con un gran salto.

Dolores: Así que cuando llegó por primera vez, cuando dejó la Fuente por primera vez, ¿ella tenía miedo de no poder hacerlo?

S: No. Ella volvió al alma completa otra vez en esta vida para fundir todo lo que hay en su interior, para llevar a casa todos los aspectos, para completar los tres años siguientes y volver al alma única.

Dolores: ¿Qué quieres decir con eso de los tres años siguientes?

S: Todavía le queda una ventana de tiempo. Ella lo completará; debe llevar esos aspectos a casa. Es parte del contrato. Parte de lo que vino a hacer en esta vida es volver al uno, al alma completa.

 

En la serie El universo complejo expliqué que somos parte de un alma más grande, un Alma Superior o, como dicen ellos, un «alma completa». Ese es nuestro verdadero ser, pero es demasiado grande para entrar en un cuerpo. Se ha dicho que si toda la energía de una persona intentara entrar en un cuerpo físico, ese cuerpo se destruiría. Sería demasiado.

Así que el alma es como un diamante con muchas facetas. Con el fin de aprender lo máximo posible en la menor cantidad de tiempo posible, el alma completa envía esquirlas, astillas o aspectos de sí misma para experimentar tanto como sea posible. Esto se relaciona con el concepto del tiempo simultáneo, porque realmente estamos viviendo todas nuestras vidas pasadas, presentes y futuras al mismo tiempo. Esto se hace para que el alma consiga tanto conocimiento como sea posible a través de las experiencias por las que atraviesan los diversos aspectos. Cuando se logre finalmente la nueva Tierra, todos nuestros aspectos individuales serán llamados de vuelta y se reunificarán en el alma completa.

Dolores: ¿Y ella cuenta con tres años para hacerlo?

S: Así es. Esa es su verdad.

La sesión se celebró en diciembre de 2009.

Dolores: ¿Ysi ella permite que gane el miedo?

S: Entonces volverá a casa con nosotros. No habrá razón para su existencia aquí.

Dolores: ¿Ysi escucha y hace lo que se supone que tiene que hacer?

S: Tendrá su recompensa; irá a la esencia y viajará a través del tiempo y el espacio. Ella estaba destinada a volver al ser eterno y a crear planetas, vida nueva y sistemas nuevos.

Dolores: ¿Estará ella aquí en el momento en el que la nueva Tierra dé el salto, como has dicho tú?

S: No si no completa su misión. Si la completa entonces será tes tigo de ello y ayudará. Ahora mismo ella tiene mucha resistencia. Su marido no viajará a la nueva Tierra a menos que elija aprender la lección que tiene delante.

Dolores: Me han dicho que si la gente se sigue aferrando al karnta, entonces no irán.

S: No viajarán. Se quedarán en la densidad para aprender sus lecciones. No viajarán a la luz nueva, a la consciencia nueva. Ella tiene que ser la dualidad del puente hacia el mundo nuevo para pasar del uno al otro; para tener un pie en cada mundo. Pero todavía no ha conseguido poner un pie en el otro mundo. Permanece en la densidad. Esta vibración es abrumadora en días y tiempos. Hay un cambio más en la consciencia que tiene que tener lugar antes de que se manifiesten las destrezas que ella trae consigo, las herramientas que ella lleva consigo. La humanidad tiene que desenvolverse una vez más para poder llevar adelante esa información, esos cambios, esa vibración que se necesita para hacer avanzar la civilización al siguiente estadio. Hay muchas piezas que poner en marcha todavía. Muchas decisiones todavía que tomar. Muchos no las han tomado. Muchos tienen miedo de dar un paso hacia esas señales guía.

Dolores: ¿Entonces no es este el final que estamos esperando, al que ellos se refieren cuando hablan de la nueva Tierra?

S: El experimento está hecho. No está viajando tan deprisa como se predijo. Hay guías que han llegado a esta Tierra para apoyar este proceso que, no obstante, casi se ha detenido con un chirrido para este espacio en el tiempo en el que estamos hablando. Hay en marcha una reevaluación de muchas dimensiones; una reevaluación acerca de cómo conseguir que la espiral avance tal y como había comenzado. Se ha parado. Se ha parado mientras la observábamos. Está en un lugar de espera. Muchos están a la espera.

Dolores: ¿Qué ha provocado que se detenga?

S: Es el manto del miedo que resuena a través de ella. La energía simplemente se filtra en un núcleo. Muchos, muchos han elegido sucumbir a la vibración que ha ralentizado los acontecimientos de lo que había sido puesto en marcha. Es temporal.

Hemos enviado a muchos para hacer agujeros a través de la atmósfera del miedo, de modo que la humanidad sea capaz de respirar otra vez. Para permitir que la energía se venza hacia delante conforme ellos se mueven en el universo. Hay entidades y seres con formas humanas que tienen la habilidad de hacer agujeros en este punto muerto alrededor de la Tierra, y esos seres están comenzando a eliminar el miedo y a abrir el portal del espacio para viajar a través de él una vez más.

Dolores: ¿Cuál es ese cambio más que tiene que tener lugar i S: Hay que reducir la burbuja de densidad del miedo. Hay que

retirarla para que ella pueda traer el conocimiento y expandirlo, para que estas entidades basadas en el miedo comprendan y lo incorporen en sus seres.

Ella debe liberar el miedo que hay dentro de su propio ser. Ella es la primera que debe mover esta energía.

Entonces decidí centrarme en el cuerpo físico. Ellos dijeron: «Es muy disfuncional para la tarea que tiene que hacer aquí». Ella se quejaba de ser demasiado susceptible a los químicos, de problemas con el riñón y el corazón, y de un tumor fibroso.

Dolores: ¿Por qué ha tomado esa forma?

S: Ella no ha escuchado los mensajes que le ha enviado su cuerpo. Ha hecho lo que hacen muchos: ha cogido toda la tensión y las preocupaciones y las ha metido en su interior; las ha hecho parte de sí misma.

En lugar de soltarlas ha acumulado el miedo, y ese miedo ha comenzado a crecer en todas sus estructuras celulares como un freno y a formar una obstrucción. Y entonces han comenzado a crecer, apoyándose unas en otras, y han formado el goteo más lento que hayamos visto jamás en el interior de este ser físico. Ella todavía no ha aprendido a dejar pasar aquello con lo que carga. Está almacenado en su interior. Hay que soltarlo. Eso se puede hacer en una sesión, abriendo la corriente y llevándose los restos del bloqueo, tal y como nosotros lo vemos. Nosotros permitiremos la apertura de la corriente en su estructura celular. Pero ella tiene que pedir su sanación; tiene que pedirla como algo que ella ha elegido, porque su miedo es qué pasará si está sana. Si no está en forma físicamente, entonces no puede realizar su tarea. El miedo la sujeta. Así que debe soltar ese miedo a estar sana, debe elegir y querer estar sana. Es el miedo a qué será de su vida si se cura. Porque entonces ella tendrá que llevar cosas a cabo y avanzar en su vida.

 

Entonces yo pedí algún tipo de visualización que ayudara a Sally a soltar ese miedo y a comenzar la curación.

 

S: La corriente comienza en los dominios celestiales de la observación, conforme el río cristalino atraviesa el comienzo del tiempo y el espacio, y fluye a través del chakra de la coronilla para abrirse a través del tercer ojo por toda la cara,  hasta el tercer chakra,  hasta el centro del corazón,  a través del torso, en las caderas y más abajo, mientras la corriente fluye por cada lado de cada pierna,  hasta el centro, en el corazón de la madre, en la corriente divina de la apertura.

Dolores: ¿Es ese el río de la energía

S: Lo es.

Dolores: Es energía sanadora.

S: Está cargada cristalinamente.

Dolores: Es muy, muy poderosa. ¿Estás curando las partes por las que se mueve la energía?

S: La corriente permite que el oxígeno se mueva por las células. Devuelve la vida a los pulmones,  ella no respira. (Respiración profunda).

Dolores: ¿Y el  corazón? ¿No estaba Sally preocupada por él?

S: Esa es la energía que ella debe mover, la del corazón dolorido. Habrá suficiente para apoyar el trabajo que ella continuará. La corriente comenzará a abrirse lentamente, pero ella tiene que terminar la curación en esa zona. Eso tiene que repararlo ella. Porque es ella la que cerró la puerta en un comienzo. Tiene que abrirla. Le ofreceremos el río de la vida a través de su ser para que ella trabaje con su cuerpo y se aproveche de ese río, y para que se expanda y lo utilice libremente; pero ella tiene que elegir el río. Tiene que elegir la energía de luz. Tiene que ofrecerla por todos los órganos y tiene que moverla hasta el ser de energía que despierta su humanidad. Tiene que ver la corriente como todas las cosas que están vivas. Tiene que verlo como el elixir de la vida. Tiene que ver el movimiento al salir de lo alto. Procede de la Fuente y llega a través de ella. Tiene que sentir la ligereza, la energía curativa que conlleva un regalo en sí misma. Esa es la única forma en que el cuerpo se abrirá y lo aceptará.

Dolores: ¿Cuándo quieres que ella visualice esto?

S: Justo antes de irse a dormir, porque toda curación tiene lugar en el cuerpo de noche.

Dolores: Porque entonces la mente consciente no puede interferir.

S: No puede.

Dolores: ¿Asíque quieres que ella visualice este río de energía,  esta energía cristalina que fluye del chakra de la coronilla y va descendiendo a través de otros cbakras?

S: Hasta el centro.

Dolores: ¿Y quieres que haga esto todas las noches cuando se vaya a dormir?

S: Sí. No cuando está en crisis, y tampoco cuando todo está en esta do de caos. Tiene que hacerse de noche, en silencio y en paz. El cuerpo no se cura en el caos. El cuerpo solo se cura en paz. Entonces ella tendrá la habilidad de transferir a otros esa energía tal y como fluye en ella. La energía fluirá de sus manos hasta la coronilla de los otros, y en ese momento la corriente de energía comenzará a fluir también por ellos.

Esta es una técnica de sanación muy valiosa y efectiva que puede practicar cualquiera. Yo la utilizo en algunos de mis talleres porque es muy fácil de visualizar. Este río cristalino dé energía es muy poderoso.

Le pregunté por el hígado, con el cual había estado teniendo problemas. «Es como una esponja sucia, es necesario limpiarlo. Este elixir, esta fuerza vital, le otorgará la energía para ir limpiándolo lentamente, conforme comience a soltar la ira que ha acumulado en él. Hemos encendido la chispa. Hemos prendido la luz de la curación en cada órgano. Ella no debe permitir que la luz se extinga. La curación ha comenzado, y ella debe continuarla».

Dolores: Pero ella tiene que hacerlo por si sola.

S: Es su elección.

Dolores: Tú has dicho que ella retiene ira además de miedo. ¿De dónde procede esa ira?

S: Ella sabe que tiene que avanzar hacia un lugar diferente. Está enfadada porque todavía no está allí. Ella conoce su misión a nivel del alma, y es consciente de ella con más frecuencia de la que cree. Ella sabe que este no es el mundo en el que tiene que vivir en este momento. Por eso se enfada, se siente frustrada y tiene miedo. Ella sabe que este no es el mundo en el que tenía que entrar. Ha estado en el mundo del cielo sobre la Tierra. Sabe que no es aquí donde tendría que estar, y por eso se enfada mucho consigo misma. Y eso la envuelve en un círculo negativo que tiene que romper; romper el círculo de la dualidad y mostrárselo a los demás, servir de ejemplo.

Dolores: Tiene que trabajar mucho consigo misma.

S: Así es. Ella ha sido lo que nosotros llamamos un «espíritu en punto muerto». Ella comprende este concepto, pero no lo incorpora a su vida diaria. Se le da muy bien decirles a los otros cómo hacerlo, pero no lo hace ella misma.

Dolores: Vosotros estáis ahí para ayudar, pero ella tendrá que hacerlo sola.

S: Debe. Es su lección.

Entonces le pregunté por el tumor fibroso que Sally creía tener en el útero. Muchas cosas estaban mal en su cuerpo físico.

S: Ella nos ha pedido que se lo quitemos en varias ocasiones, y nosotros le hemos enseñado cómo entrar en la estructura celular de la mitocondria para cambiar la estructura celular del fibroma. Ella lo ha hecho bastantes veces, pero no se da cuenta de que ella misma es ese callejón sin salida. Tiene que creer que ella puede cambiar el ADN de su cuerpo; que puede cambiar la estructura de ese fibroma. Nosotros estamos aquí para ayudarla y para darle las herramientas. Es otra de las cosas que tiene que intentar hacer todos los días. Internarse en su estructura celular,  hablar con ella,  comprenderla y soltarlo.

Dolores: ¿Cuál fue la causa de eso?

S: El dolor y el sufrimiento de su traición a sí misma, que ha es tado llevando en el vientre. La traición que siente por parte de su familia. Se remonta a muchos linajes de su vida. Su creatividad como alma se ha extinguido. Es algo que ensombrece su creatividad y que crece en exceso, y se ha expandido y ha bloqueado su habilidad para estar en el femenino divino.

 

Esa era otra de las cosas que el subconsciente quería que Sally trabajara sobre sí misma.

Yo lo he visto curar instantáneamente muchas cosas innumerables veces, pero en algunos casos parece que es el paciente el que tiene que trabajar sobre sí mismo. Entonces, cuando el paciente comprende el proceso que conlleva, es capaz de ponerlo en práctica con otros más fácilmente.

 

S: Ella tiene que empezar por reducir el tamaño del fibroma para completar y abrir la corriente en su creatividad. Nosotros hemos comenzado la curación por ella. Pero no la terminaremos. Es su viaje. Es la lección que tiene que aprender. Le llevará tres meses curar su cuerpo por completo, siempre que se centre en ello y practique a diario. Tiene que salirle del corazón, de la verdad.

Dolores: Y creer que es posible.

S: Y saber que tiene la capacidad de hacer esos cambios en su interior. Para ella, esto supondría el catalizador que la haría comprender que esta es la forma de hacer cambios en su vida. Si no ve que esto puede llevarlo a cabo, entonces tampoco se creerá capaz de hacer esos otros cambios. Ella ha vivido en el miedo, y esto ha impedido que atraviese la puerta. Se acerca a menudo a la puerta, pero ahora mismo no puede traspasarla. Debe entrar, solo que no tiene la energía o la fuerza para hacerlo; eso es lo que se dice a sí misma. Conforme vaya ganando confianza y utilizando esta técnica de curación, se dará cuenta de que su cuerpo está ganando en fuerza y en luz; confiará en su saber; ella sabe que los medicamentos no son necesarios, porque ella misma tiene en su interior la luz de la curación. Todo el mundo la tiene. Ella lo sabe. Eso es lo que ella tiene que enseñar a los demás.

Conforme ella haga la transición, será capaz de mantener su cuerpo con la luz en vez de con los medicamentos. Será una transición del tiempo. La luz alimentará sus células. Su cuerpo está cambiando de una base de plantas herbáceas a la luz como ser cristalino, y la luz alimentará a ese ser cristalino.

Nosotros estamos siempre con ella, pero ella no se abre a nosotros. Ella tiene que comenzar a sentirnos realmente, y tiene que saber que con nuestro apoyo se guiará, y que abriremos todas las puertas que ella percibe como cerradas. Estos miedos han paralizado su centro de curación.

Dolores: Ella tiene que tomar una decisión importante.

S: Debe decidir. Es una decisión que la carcome día a día, y su campo de energía puede permanecer o abandonarla según vague por este terreno de incertidumbre. Es la densidad que tira y pesa sobre su ser físico. Es como si su ser físico estuviera sofocado por no hacer esta elección.

Dolores: Pero si decíde lo contrario no será capaz de permanecer en la Tierra, ¿no es eso?

S: Exacto. Su viaje terminará. No hará falta que siga aquí. No se quedará en la densidad con los otros. Volverá a la Fuente. No tendrá sentido que siga adelante. Su tarea ya no estará aquí. Tiene una ventana de tres años para tomar esta decisión y moverse en el interior de su campo. Este es un momento crucial. Tiene que apartarse del bloqueo. No cambiará de opinión, y nosotros se lo hemos dicho. Ella nos oye y lo sabe. Nosotros le ofrecemos esta oportunidad con todo nuestro amor y con todo nuestro apoyo desde lo más hondo de nuestro ser.

 

Dolores: ¿Qué era esa ciudad cubierta con una cúpula que ella veía?

S: Es su casa. Ellos la llaman la Atlántida. Pero no tiene la forma de la Atlántida que vosotros conocéis. Está en una nueva dimensión. Alberga vida nueva. Esas almas siguieron adelante y fueron elevadas y transferidas a una nueva dimensión en el tiempo y el espacio, y ella ha ido a esa dimensión en el espacio, pero no a la vida que tuvo allí.

Dolores: ¿Entonces no era importante para ella explorar esa vida en ese tiempo?

S: Para ella era importante volver al consejo, porque solo la ver dad del consejo será capaz de alcanzarla, de recordarle que la hemos enviado aquí para llevar a cabo una misión importante que nosotros sabemos que podrá ejecutar, y que ejecutará. Y ella tiene que escuchar estas palabras: que puede realizarla, y que la realizará. Está escrito y se ha dicho, y así es. Ella debe escucharlo, sentirlo y serlo, y entonces le resultará fácil la elección de moverse al espacio que se ha creado para ella.

 

Creo que para la primera y la segunda oleadas de voluntarios es importante comprender que sus propios miedos y su sentimiento de no querer estar en la Tierra pueden crear bloqueos poderosos que impidan su avance. Muchos dicen sencillamente que no quieren estar aquí. Es demasiado difícil, y prefieren marcharse sin más. Pero si de verdad quieren volver a «casa», será mejor que empiecen a comprender y a trabajar esos sentimientos. De otro modo se quedarán bloqueados aquí y no cumplirán sus nobles acuerdos.

 

Capítulo 7. Ir a vera los niños.

 

PODRÍA LLENAR LIBROS Y LIBROS CON INFORMES acerca de regresiones a vidas pasadas «normales». En las miles de sesiones de terapia que he guiado, jamás he encontrado a nadie que no haya sido capaz de volver al pasado y encontrar otra vida. Mis pacientes me han hablado durante años de vidas transcurridas en la Tierra con todo tipo de formas imaginables y en todo tipo de ambientes imaginables. Yo simplemente dejo que el subconsciente los lleve al tiempo y lugar más apropiados para cada uno. Nunca sé dónde estará ese lugar; mi trabajo consiste únicamente en hacer preguntas y poner de relieve su relevancia para sus problemas del presente. Hoy en día muchos pacientes vienen a celebrar sesiones en las que vuelven a esas vidas pasadas, pero ahora estoy convencida de que esas personas necesitan todavía trabajar un karma y de que esa es la razón por la que se les muestran esas conexiones.

No obstante, de los ejemplos relatados en este libro se deduce obviamente que muchas almas han venido aquí para llevar a cabo un papel en concreto.

La mayoría de ellos no habían vivido antes en la Tierra, a la que encuentran confusa e incómoda; para ellos es un lugar extraño en el que vivir. Es a esos a los que llamo «primerizos». Otros, sin embargo, vienen con tareas asignadas que únicamente sus talentos, perfeccionados en otros tiempos y lugares, pueden desarrollar. Hemos visto a algunos que han venido a enseñar, protectores de aquellos que están aquí solo para influir con su presencia y energía, de las cuales no son conscientes. En este capítulo encontraremos a otro ser único con un talento específico que los poderes creen que será de ayuda en este momento.

Laura llegó frente a una pirámide de tamaño medio y se quedó perpleja, preguntándose qué hacía allí. Descubrió que era un hombre joven y fuerte, con una especie de falda corta y sandalias de cuero atadas con tiras por las piernas. Luego vio que llevaba un colgante de metal grande alrededor del cuello. Tenía algo así como un sol grabado, con rayos que salían en todas las direcciones. «No parece que sea una joya. Forma parte de lo que se supone que tengo que llevar. Me parece que lo llevo siempre. Tiene un propósito».

Conforme le hacía preguntas, ese propósito quedó claro. «Es una puerta estelar. Me ayuda a ir a sitios. Me quedo mirando el colgante, y es un portal que me lleva a sitios». En ese momento estaba de pie en el interior de la pirámide, tratando de recordar cómo activar el colgante. «Es extraño que no haya nadie más por aquí. Todavía sigo tratando de recordar. El colgante parece estar conectado con la pirámide. Antes sabía cómo usarlo, pero la verdad es que ahora no me acuerdo muy bien».

Le pedí que se viera a sí mismo usándolo, ya que de ese modo recordaría.

 

L: He descubierto que sujeto el colgante en lo alto, de cara al centro de la pirámide,  tengo que alinearlo con el centro de la cúspide. Lo sujeto en horizontal. Hasta lo alto de la cúspide,  sí, así es como lo hago,  la energía, sí. Ahora veo la luz descender desde la pirámide e incidir en mi dedo pulgar.

Y sé que es así como puedo ir adonde quiero. No sé adonde ir, pero sí sé cómo.

Dolores: ¿Te han enseñado cómo hacerlo?

L: Bueno, simplemente lo sé,  pero ahora mismo estoy confuso.

Porque aquí no hay nadie, y yo estoy acostumbrado a estar rodeado de gente. Todos aprendíamos juntos. Éramos un grupo. Estábamos en clase. Pero supongo que este viaje es solo mío,  que tengo que estar solo. Creo que tengo que aprender acerca de mis poderes y de mí mismo.

Dolores: ¿Qué aprendías cuando estabais todos juntos?

L: Cosas acerca de las estrellas,  sobre la vastedad del mundo,  símbolos,  Me parece que tengo que enseñar a otros, pero no siento que sepa lo suficiente como para hacerlo.

Dolores: El hecho de que ahora estés en la pirámide, ¿significa que ya has completado todas tus clases?

L: Supongo. Debo comenzar mi viaje. Me parece que tengo que poner a prueba mis poderes,  mi habilidad para hacer lo que me han enseñado.

Dolores: ¿Adonde crees que tendrías que ir para probar tus poderes?

L: Creo que sencillamente voy a dejar que el colgante decida adonde ir. La luz desciende desde la cúspide de la pirámide. Y activa el colgante, pero me parece que tengo que tener un destino en la mente para que me lleve allí.

Dolores: ¿Qué has decidido?

L: Sería estupendo visitar toda la galaxia. Estupendo.

Dolores: Hay mucho que visitar, ¿no?

L: Sí, sin duda.

Dolores: ¿Y con qué propósito lo harías?

L: Es como ir a ver a los niños, a ver si todo va bien. A diferentes sitios,

igual que iría un profesor a ver a sus alumnos, para comprobar que todos están bien.

Dolores: ¿Crees que es esa tu misión?

L: No lo sé. Pero me siento feliz de poder hacerlo, así que no me cuesta trabajo.

Dolores: ¿Crees que es más importante ir a ver cómo están los niños, mejor que ir a ver a los adultos?

L: Sí, pero supongo que veo a todos los humanos como a niños. Tienes razón.

Esa debe de ser mi tarea.

Dolores: Eso está bien. ¿Tienes que hacerle un informe a alguien acerca de lo que ves?

L: Creo que no, pero puede que esté simplemente de vacaciones. Puede que solo vaya a ver qué hay ahí fuera.

Dolores: ¿Dónde estaba la clase?, ¿qué aspecto tenía?

L: Fuera,  la gente se sentaba con las piernas cruzadas en el suelo, y era divertido,  la clase es toda de chicos, y todos llevamos falda. No hay mujeres. Hay un profesor. Un profesor radiante,  muy avanzado. Nosotros sentimos mucho respeto por él.

Dolores: ¿Es el profesor que te enseñaba cosas de las estrellas y todo lo demás? (Sí). ¿Es quien te enseñó a utilizar el colgante?

L: Eso creo. Pero no estoy realmente seguro. De todos modos el colgante ha formado parte siempre de mi vida. Es como si hubiera nacido sabiendo cómo usarlo.

Dolores: ¿Y una de las cosas sobre las que aprendías era sobre las estrellas?

L: Son importantes. Para poder ir y venir en momentos concretos. Hay que asegurarse de que se conocen los tiempos. Hay grietas, y esas grietas pueden ser peligrosas a la hora de viajar, a menos que lo hagas en el momento apropiado. Nos están enseñando cómo viajar. (Le ha costado explicarse).

Dolores: Pregúntale a alguien de por allí por qué sería peligroso viajar en determinados momentos.

L: Se lo estoy preguntando al profesor. El lo sabe. Pero no consi gue llegar a mí. El es demasiado sabio, y yo sé demasiado poco.

Dolores: Pídele que te lo explique con un lenguaje sencillo, porque puede que sea importante que lo sepas.

L: (Susurrándole al profesor). Dice que hay portales, y las ga laxias necesitan alinearse a sí mismas de una determinada manera, en un determinado momento, para poder deslizarte sencillamente por la dimensión.

Si no lo hago así puedo perderme. Puedo llegar a otra dimensión, y entonces me perdería y no tendría la misma clase o la misma,  Estaría fuera de mi tiempo, dice. En eso consisten las grietas, según me está contando.

Dolores: ¿No podrías volver? (No). Eso no sería bueno. ¿Puede contarte él cómo evitarlo?

L: Se supone que tenemos que aprendernos las estrellas y los alineamientos y saber cuándo ir y cuándo volver. Dice que es como cruzar un río; tienes que ir con los rápidos. De otro modo te perderías enseguida y no podrías volver.

Dolores: Eso tiene sentido, pero ¿tú sabes dónde están los portales?

L: Estoy aprendiendo. Estoy aprendiendo. Por eso es por lo que vamos a clase. Pero no hay niñas. ¿Por qué no hay niñas? ¿Por qué no hay niñas en nuestra clase? (Pausa). Demasiado arriesgado,  es demasiado arriesgado. No hay mujeres suficientes. No podemos prescindir de ellas. Es necesario que ellas tengan más bebés. No son prescindibles. Nosotros en cambio sí. Hay más hombres que mujeres, y las mujeres son necesarias para procrear.

Dolores: Así que Son los hombres los que tienen que aprender a viajar en el tiempo. (Sí). ¿Por qué quieren ellos que aprendas a viajar en el tiempo?

L: ¡Ah!, porque tenemos que ir a ver cómo están los niños. A asegurarnos de que todos están bien,  a ver cómo crecen.

Dolores: Los niños son importantes, ¿verdad?

L: Sí. Pero cuando hablan de «niños», no importa la edad que tengan. Llaman niños a los que están aprendiendo,  a los humanos.. . a los que aprenden.

Dolores: Siguen siendo simplemente niños. (Sí). ¿Tienes que asegurarte de que están bien porque ellos son el futuro?

L: Sí, eso es. Esa es mi tarea. Y luego tengo que informar al profesor. Voy a verlos y se lo cuento, porque él es quien nos prepara para ir.

Dolores: ¿Sabes tú qué hace él después con esa información?

L: No, todavía no. El es muy sabio. A veces lo miras y solo ves luz blanca.

Dolores: ¿Puedes preguntarle qué hace él con la información?

L: Traza gráficos. Él tiene muchos, muchos gráficos, que traza con la información. Hay más gente aparte de mí que viaja hasta allí y le trae la información con la que hace los gráficos.

Dolores: ¿Tenéis todos tareas distintas, o vais todos a ver cómo están los niños?

L: Ese es mi trabajo, comprobar cómo están los niños. No sé qué hacen los demás, pero también van allí. Ellos saben lo importante que es ir allí en el momento adecuado.

Dolores: ¿Quiere eso decir que en realidad no tienes un cuerpo físico cuando vas a esos lugares?

L: No me siento físico cuando viajo. Me siento como si abarcara todo el lugar. Puedo ver. Da miedo.

Dolores: Así que no tienes que tomar un cuerpo físico. (No). Cuando te viste a ti mismo junto a la pirámide, ¿lo que viste era un cuerpo físico? (Sí)..¿Y por qué necesitas tener uno en ese tiempo?

L: Para aprender.

Dolores: Entonces puede que haya momentos en los que tienes que tener un cuerpo, ¿tiene eso sentido?

L: Sí. Allí todos tenemos cuerpos.

Dolores: Pero cuando sales fuera y buscas información, no tienes cuerpo físico.

L: Puede que sea demasiado problemático tomar uno.

Dolores: Eso tiene sentido. ¿Y viajas con el colgante? (Sí). ¿Te dicen adonde tienes que ir?

L: Deberían, pero no les oigo decírmelo. Tú piensas y sabes,  por implantes, quizá. El conocimiento está ahí. Pero el conocimiento sobre los planetas no está ahí. Tienen que enseñárnoslo. Él nos lo enseña con un puntero, señalándonos las estrellas. Son muy sabios.

Dolores: ¿Has tenido que venir alguna vez al planeta Tierra? ¿Sabes cuál es?

L: Es posible, pero no lo creo.

Dolores: ¿Asíque tu planeta natal es otro?

L: No sé dónde está. Sin duda tiene un suelo firme y mucho relieve, pero no sé dónde está.

Decidí llevarlo más adelante, hasta un día importante, y él llegó al día de su graduación. Todos habían terminado de aprender sus lecciones, así que había llegado el momento de marcharse.

L: Estamos todos de pie en la sala, y cada uno de nosotros,  él nos toca en la frente a cada uno de nosotros. Nos dice que tenemos un tercer ojo, y que ahora tenemos que irnos.

Dolores: ¿Ir adonde, y para hacer qué?

L: No lo sé. Quizá para hacer más trabajos. Ya no hace falta que estemos todos juntos. El grupo ha terminado. Tengo que irme y tratar de compartir el conocimiento.

Dolores: ¿Con quién vas a compartirlo?

L: Con gente, campesinos, pastores,

Dolores: ¿Podrán ellos entender lo que intentes enseñarles?

L: Un poco,  Yo me quedo,  Parecen todos tan apegados a la tierra. Creen que tienen que permanecer con sus ovejas. Y no tienen que hacerlo. Pueden ir a cualquier parte. Pero ellos no lo creen.

Dolores: ¿Comprendes que tu misión es enseñarles?

L: No sé cuál es mi misión. Estoy confuso y no fundo una familia. Simplemente deambulo.

Parecía como si hubiera llegado a un callejón sin salida. Probablemente fuera eso lo que haría el resto de su vida. Y estaba bien porque en apariencia había encontrado su camino. Así que lo llevé más adelante, al último día de su vida.

«¿Qué ocurre?, ¿qué ves?».

L: Estoy en la pradera, en el campo, y me ataca un gato enorme. Pero he tenido una larga vida. Sigo solo, y no me importa que este gato,  Ha estado bien. Estoy en paz.

Lo llevé al momento en el que todo había terminado para que pudiera ver su vida entera desde una perspectiva diferente y más amplia. Le pregunté qué había aprendido de esa vida.

L: Me siento feliz solo de pensar en ello.

Dolores: ¿Por qué te hace feliz?

L: Es difícil de expresar con palabras,  es solo energía. La energía es luz. Sencillamente he aprendido a creer. Podemos hacer con nuestra mente cualquier cosa en la que nos empeñemos. No hay nada imposible.

 

Entonces llamé al subconsciente. «¿Por qué has elegido esta vida para que la viera Laura?».

 

L: Para que ella sepa que tiene poderes. Puede aprender a utilizarlos.

Dolores: Jamás perdemos las cosas que hemos aprendido, ¿verdad?

L: No, pero las enterramos.

Dolores: ¿Pero será capaz de utilizarlas ahora, en esta vida?

L: Algunas, sí. Puede utilizarlas para llegar a sitios. Para ir a sitios.

Dolores: ¿Te refieres a viajar con la mente?

L: Con el cuerpo. Ella tiene que ir a ver a los niños.

Dolores: ¿Y cómo quieres que lo haga?

L: Reuniéndolos. Poniéndolos a todos juntos. Enseñándoles.

Dolores: ¿Cómo quieres que los reúna?

L: Llamándolos. Ellos la oirán. Llamándolos a todos. Reuniendo a los niños.

Dolores: Estoy pensando que la mayoría de los niños tienen padres, familia. No puedes salir fuera y reunirlos a todos, ¿no crees? L: Los niños son grandes.

No son pequeños. Son adultos.

Dolores: Ah, eso es diferente.

 

Le pedí al subconsciente que le diera un consejo acerca de lo que iba a hacer.

 

L: Veo una montaña abriéndose por la mitad. La gente tiene que prepararse. Cambios,  sus vidas van a cambiar. Necesitan tiempo para prepararse. La Madre Tierra está cambiando. Ellos tienen que cambiar con la Madre Tierra. Tienen que saber. Los niños se hacen viejos y mueren sin haber crecido siquiera. Su hábitat va a cambiar. Ellos necesitan cambiar. Veo sucederse muchos cambios en la Tierra delante de mí; como un volcán, una avalancha de tierra y cosas que van a cambiar la faz de la Tierra.

Dolores: ¿Qué quieres que haga Laura?, ¿cuál es su tarea?

L: Ayudarles a prepararse para cambiar, para adaptarse. Ella no sabe cómo.

Dolores: No a un nivel consciente. (No). ¿Vas a darle los conocimientos que necesita? (Sí). ¿Vas a ayudarla a recordar los conocimientos y las habilidades que tenía antes?

L: Sí. Lo recordará todo cuando lo necesite. Tiene que compartirlo. Los niños no saben.

 

Una de las preguntas de Laura tenía que ver con el accidente del jet privado que cambió su vida. Quería saber por qué había ocurrido. Ella había sido una promotora de éxito y se había hecho muy rica. Su carrera era el foco principal de su vida; había decidido no tener hijos. No había pensado más que en el dinero y el éxito hasta el día del accidente, en el que estuvo a punto de morir y debido al cual pasó mucho tiempo en el hospital, recuperándose. «Ella iba por el camino equivocado. Jamás habría escuchado. Es cabezota». El accidente cambió su vida en muchos sentidos. Inmediatamente después sintió un deseo irresistible de tener hijos, y se quedó embarazada al primer intento. Tenía dos niñas que se llevaban solo un año.

L: Las niñas estaban esperando para venir. De hecho se suponía que ya tenían que estar aquí.

Dolores: Sí, pero ella estaba tan ocupada con su negocio que no tenía tiempo para tenerlas.

L: Las niñas iban a ser desviadas a otra familia. Pero ellos dijeron: «No, esperaremos». (Laura se echa a llorar).

Dolores: Pero el accidente volvió su vida del revés, y ahora ya va por el buen camino, ¿no?

L: No del todo.

Dolores: ¿Qué más quieres que haga para llegar al camino correcto?

L: Solo ser consciente de que los niños van a necesitar su ayuda.

Dolores: ¿Así que quieres darle mensajes sobre lo que se supone que tiene que hacer ahora?

L: Sí, pero todavía no está escrito. Las cosas cambian muy deprisa.

Dolores: ¿Y por eso es por lo que no quieres decírselo todavía?

L: Sí, no creo que esté decidido.

Dolores: Así que solo quieres que sea paciente y espere a que se lo digas.

L: Ser paciente es algo que no va con ella. No tiene ninguna paciencia.

(Risas). Solo quiero que esté preparada,  Su profesor siempre ha seguido sus pasos. Él está aquí para prepararla, así que no tiene nada que temer.

Dolores: Todo el mundo tiene una tarea que hacer y, como has dicho tú, el tiempo corre muy deprisa. Me han hablado de la nueva Tierra y de las cosas que van a cambiar. ¿Tienen relación? (Sí). ¿Hay que estar preparado para ir a la nueva Tierra o qué?

L: Quizá algunos vayan a una sala de espera. Algunos irán a una sala de espera mientras las cosas vuelven a crearse.

Dolores: ¿Algunos no irán directamente porque todavía no les ha llegado la hora?

L: Sí, porque aún no han terminado sus preparativos.

Dolores: Me han dicho que las frecuencias y las vibraciones tienen que ser las correctas, porque de otro modo no se puede ir. ¿Es eso lo que quieres decir?

L: Los preparativos son diferentes lugares,  hay que terminarlos e ir a las localizaciones correctas.

Dolores: ¿Así que muchos de ellos irán a las salas de espera? ¿Eso será después de dejar sus cuerpos físicos o antes?

L: Se llevarán sus cuerpos físicos.

Dolores: Entonces irán a esos sitios cuando comiencen a producirse los desastres en la Tierra. (Sí). Con el fin de que estén listos para ir adonde se supone que tienen que ir después?

L: Sí, pero todo ocurrirá muy deprisa.

Dolores: Así que ella tiene que ayudar a la gente a prepararse.

L: Sí, a los niños,  tiene que salvar a los niños.

Mensaje antes de la partida: Sueña con ello y hazlo. Presta atención a tus sueños.

Dolores: Es así como os comunicáis, ¿verdad?

L: Sí. Solo con amor y con cariño.

 

Laura era, por tanto, otra primeriza que no conocía conscientemente su misión en la Tierra. Esa misión se relacionaba con algo que ella había estado haciendo por todo el universo: ir a comprobar cómo están los niños, los pequeños; ir a ver cómo les va. Y ayudarles a ver qué necesitan para los tiempos venideros. Así que tenía una misión concreta, pero casi se desvía de ella por completo a causa de su preocupación por el trabajo en la empresa.

Lograr su atención y llevarla por el buen camino implicó un accidente de avión que casi le cuesta la vida. Tal y como dicen ellos, el tiempo es corto y a veces tienen que tomar medidas drásticas para conseguir que la gente encuentre su camino.

 

Capítulo 8. El exilio.

 

La queja principal de Doris era que dudaba y no sabía qué dirección tomar en su vida. Había participado ya en unos cuantos negocios de éxito, y estaba pensando en fundar un centro metafísico. Sentía que tenía muchos talentos y habilidades, pero quería consejo acerca de cómo sacarles partido.

Cuando comenzó la sesión, Doris lo pasó mal tratando de ver algo e identificar el lugar en el que se encontraba. No veía más que oscuridad, y sentía que había mucho espacio a su alrededor. Tras muchas preguntas comenzó a notar algo; como si estuviera en un lugar grande y frío. Entonces notó que le dolían los brazos y que no podía moverlos. «Creo que los tengo atados. No estoy segura. No puedo moverme». Le sugerí varias veces que se calmara para que dejara de sentirse incómoda. El resto del cuerpo, de cintura para abajo, lo tenía entumecido. «Siento como si estuviera confinada. No puedo moverme».

Por fin pudimos comenzar, pero ella seguía siendo incapaz de darme mucha información. Así que la llevé hacia atrás, hasta el momento anterior a encontrarse prisionera en ese lugar, para ver si descubríamos qué había ocurrido y qué la había llevado a ese estado.

Do: Yo sabía algo. Sabía demasiado. Por eso me apartaron. Podía contar cosas. Pero me da la sensación de que fue en otro tiempo. Como en la Edad Media, pero no era la Edad Media. Veo a gente con batas negras largas, pero no son personas.

Dolores: ¿Qué son?

Doris: No lo sé. Van de negro. Hacen daño a la gente. En la plaza. Y la gente no está haciendo lo que supuestamente tiene que hacer,  Los controlan con algo. Les obligan a hacer algo. Les obligan a mantenerse apartados. Yo ayudo a la gente. Pero se supone que no tengo que ayudarlos. La gente no lo sabe.

Dolores: ¿Eres hombre o mujer?

Doris: Ninguno de los dos. No soy ninguno de los dos. Simplemente soy. No sé qué soy, pero no soy como la gente. Soy como «ellos», pero no quiero ser como ellos. No quiero hacer daño a la gente.

Dolores: ¿Puedes ver el aspecto que tiene tu cuerpo?

Doris: Es muy largo,  alto. Es como un lápiz largo. Voy de negro como ellos.

Dolores: ¿Por qué hacen daño a la gente?

Doris: No están haciendo lo que supuestamente tienen que hacer. Quieren controlarlos. Quieren ponerlos a trabajar.

Dolores: ¿Hace mucho tiempo que estás ahí con esa gente?

Doris: Sí, llevo aquí mucho tiempo. Son mis amigos,  me refiero a la gente. He estado ayudándolos. Les he estado enseñando. (Ríe sarcásticamente). He estado enseñándoles, y ahora les hacen daño porque yo les enseñé, y saben demasiado.

Dolores: ¿Qué les enseñabas?

Doris: A cosechar y a vivir.

Dolores: No veo que eso sea malo. Son cosas buenas.

Doris: Eso creía yo. Creía que lo que tenía que hacer era ir allí a enseñarles.

Dolores: ¿Y los de negro han estado allí todo el tiempo?

Doris: No, solo han venido a ver qué está ocurriendo. Yo llevo aquí mucho tiempo.

Dolores: ¿Te dijo alguien que fueras allí a ayudar?

Doris: Simplemente tenía que venir. No sé por qué. Es mi trabajo; ayudar a la gente.

P: ¿La gente era diferente cuando llegaste allí por primera vez?

Doris: Sí. Eran brutos,  muy brutos. No sabían cómo alimentarse bien a sí mismos. Comían bayas, cortezas y bichos. No sabían cultivar nada. Yo tenía que venir a ayudarlos a evolucionar. Creía que estaba haciendo lo que tenía que hacer. Pero vinieron ellos y me dijeron que les estaba enseñando demasiado. Que estaban creciendo muy deprisa. Que no tenían que aprender tan deprisa. Que no era bueno,  pero era inevitable que aprendieran.

 

Al llegar a ese lugar por primera vez, Doris se puso la bata negra para ocultar su verdadera apariencia. De hecho tenía un cuerpo similar al de un saltamontes largo verde. En su planeta de origen todo el mundo tenía ese mismo aspecto. Tenía que ocultarlo porque no era como la gente, y Doris sabía que podía asustarlos. Dijo que nadie le ordenó que fuera allí. «Ese era mi trabajo. Yo siempre he hecho esto. Ayudar a la gente».

 

Dolores: ¿Así que fuiste a otros sitios antes que a este?

Doris: Sí, pero en este sitio las cosas han ido mal. Dicen que porque trabajábamos demasiado y demasiado deprisa. Yo les enseñaba, y ellos aprendían y parecían comprender. Les hablé de la tierra, del agua, de los árboles y de las plantas. Les conté cómo encontrar alimento, y les enseñé a guardar los recuerdos. Pero supuestamente no tenía que enseñarles a guardar los recuerdos. Era correcto que les enseñara cosas sobre los alimentos, pero no tenía que enseñarles nada absolutamente sobre guardar los recuerdos. Lo que pasa es que es importante que guarden los recuerdos para saber cómo seguirle la pista al tiempo, a las estaciones, y saber cómo son las cosas en el mundo. Necesitaban saber cómo guardar el recuerdo de las estaciones,  para saber cuándo plantar. Tenían que saber guardarlo y hacerlo. Probablemente no habrían podido seguir adelante sin saberlo. ¿Cómo iban a plantar, si no?

¿Cómo iban a saberlo? Necesitaban guardar la pista de lo que son.

Dolores: ¿Les enseñaste a construir casas y cosas de esas?

Doris: Sí, y ellos aprendieron. Aprendieron cómo usar la madera y los árboles. Aprendieron cómo vivir dentro. Aprendieron a vivir juntos como un grupo en lugar de cada uno por su lado, de modo que la vida fue más fácil,  Pero entonces llegaron los otros y dijeron que lo estaba haciendo mal. No tenían que saber tantas cosas. Era demasiado pronto.

Dolores: Pero eso tú no lo sabías. Tú creías que lo estabas haciendo bien, ¿no? (Sí). ¿Y has dicho que entonces les hicieron daño?

Doris: Sí. Los de negro comenzaron las guerras, y entonces la gente empezó a hacerse daño los unos a los otros. Así se olvidarían. No seguirían adelante.

Dolores: ¿Entonces las guerras eran para evitar que progresaran? (Sí). ¿Para que olvidaran lo que tú les habías enseñado?

Doris: Sí. La vida era demasiado fácil. Aprendían demasiado. Estaban creciendo. Ellos tenían miedo de que siguieran adelante tal y como estaban haciendo, porque sería demasiado pronto.

Dolores: ¿Por qué era eso un problema?

Doris: No lo sé. Yo no comprendo por qué eso es un problema. Pero ellos sencillamente dijeron que era así.

Dolores: ¿ Y ahora qué ves?

Doris: Veo luz, espacio y estrellas. He vuelto al espacio y a casa.

Dolores: ¿Qué ocurría cuando te sentiste maniatada y confinada?

Doris: Me estaban metiendo en algún sitio. Me llevaban lejos. Fuera del espacio. Yo estaba metida en algún sitio, y no podía moverme. Me alejaron de la gente. Me preocupaba demasiado por ellos,  Luego me soltaron. Estoy en un vehículo en el espacio, y veo las estrellas. ¡Es precioso! Pero no puedo volver.

Dolores: ¿Te gustaría volver?

Doris: No lo sé,  tengo miedo. Han herido a mucha gente, pero no quiero volver.

 

EXILIO.

 

Dolores: ¿Cómo se siente tu cuerpo ahora?

Doris: Libre,  me siento libre.

No había nadie en el vehículo que transportaba a Doris. Estaba sola. «Es tranquilo». Lo único que podía ver era el espacio y las estrellas. No tenía ni idea de adonde iba. Así que me la llevé más adelante, al momento en el que se detuvo en alguna parte, y de nuevo le pregunté qué veía.

Doris: No lo sé. Sea donde sea donde esté, me siento pesada. No sé dónde estoy.

Parece una especie de tierra baldía. No hay gran cosa aquí. No hay árboles.

No es bonito. El aire parece pesado. Dolores: ¿Entonces han programado el vehículo para llevarte allí? (Sí). ¿Cómo es tu cuerpo ahora?

Doris: Es una sensación muy extraña. Mis pies, mis piernas y mis manos son muy finos. Muy, muy finos. No tengo dedos ni en las manos ni en los pies.

Son planos. Siento que mi cuerpo es redondo. Es más grande. Es alto y redondo. Ya no llevo la bata para ocultarlo, así que veo que es un cuerpo de saltamontes, pero estoy de pie.

Dolores: ¿Cómo es tu cara?

Doris: Tengo los ojos grandes,  muy grandes,  Eh, no necesito llevar la bata negra porque aquí no hay nadie. Solo yo. Hay algunos agujeros en las rocas por los que puedo entrar y salir. No hay nada que hacer.

Dolores: ¿Tienes que comer?

Doris: Creo que tomo lo que necesito del aire,  Es un lugar muy pesado. No creo que pueda quedarme aquí mucho tiempo.

Dolores: ¿Qué vas a hacer?

Doris: Tendré que quedarme aquí.

Dolores: ¿No tienes forma de marcharte?

Doris: No. Me han exiliado. Me han mandado aquí para que no pueda seguir interfiriendo más. No puedo marcharme. Tengo que quedarme aquí.

Dolores: Si echas la vista atrás, a la primera vez que fuiste a ver a esa gente,  ¿cómo llegaste allí?

Doris: Sencillamente elegí ir. Estaba observándolos y necesitaban ayuda, así que me presenté voluntaria. Dije que yo iría y los ayudaría. Llevábamos mucho tiempo observándolos. Nosotros vamos de lugar en lugar.

Dolores: Los otros observaban lo que tú estabas haciendo, ¿no?

Doris: Sí, eso ha tenido que ser, supongo, pero no interfirieron en lo que yo estaba haciendo. Solo querían ver qué estaba haciendo. Fui voluntaria.

Dolores: Vero ahora te han mandado a ese lugar desértico en el que no hay nada,

¿no?

Doris: Sí. No hay nada. Me gustaba el otro mundo. ¡Era tan bonito! Voy a quedarme aquí. No sé qué otra cosa hacer. Si el ser que era Doris no requería de alimento y no tenía quizá tampoco una forma de morir, entonces esto podía durar una extraordinaria cantidad de tiempo. Por eso decidí llevármela más adelante, a otro escenario, para averiguar qué había ocurrido. De repente ella soltó un profundo suspiro de alivio. «¡Ah! No tengo cuerpo. He muerto. Ya no tengo que quedarme aquí.

Puedo marcharme».

Dolores: ¿Qué ha ocurrido?

Doris: Sentí algo y luego, simplemente, me fui. Me fui,  Estuve allí mucho tiempo.

Dolores: ¿No viste a nadie más?

Doris: No. Era muy pesado, aunque era bonito. Los planetas, observé los planetas. Observé las estrellas. Era bello, como una orquesta. ¡Ah, era tan bello!

Dolores: Mandarte allí fue como un castigo, ¿no?

Doris: Pero en realidad no lo fue. Al final fue bello.

Dolores: Entonces, ¿decidiste sencillamente marcharte?

Doris: No lo sé. Fue como si me abriera y me marchara. Sencillamente me fui.

Dolores: ¿Cómo eres ahora?

Doris: Soy como las estrellas y la luz. Como estrellas diminutas.

Dolores: ¿Y qué te parece esa vida?

Doris: Es como vivir dos vidas en una.

Dolores: ¿Has aprendido algo de esa experiencia?

Doris: Las cosas no son siempre lo que parecen. Mucho bien puede ser malo y mucho mal puede ser bueno. No importa. Al final es todo lo mismo. (Risas).

Dolores: Pero cuando estás en medio es difícil distinguirlo. ¿Adonde vas a ir ahora?

Doris: No lo sé. Estoy bien. Me siento muy brillante.

 

No veía a nadie a su alrededor a quien pudiera preguntarle adonde dirigirse. Así que la hice avanzar hacia delante para ver dónde había acabado.

 

Doris: Voy hacia la luz. Todos vamos hacia la luz.

Dolores: ¿Y es a otros?

Doris: Sí. Todos nosotros somos cosas brillantes. Todos vamos a la luz.

Dolores: ¿Cómo es la luz?

Doris: ¡Es inmensa! ¡Es bella! Es muy caliente.

Dolores: ¿Sabes qué es esa luz?

Doris: Lo es todo. ¡Ah, es maravilloso! Ahora estoy en casa. La luz lo es todo.

Es todo.

Dolores: Así que es bueno estar de vuelta en casa.

Doris: Maravilloso. Pero dicen que no, que no voy a quedarme aquí mucho tiempo. Tengo que volver a salir,  Lo sé, sencillamente. Lo noto, sí. No voy a estar aquí mucho tiempo.

Dolores: Pero vas a disfrutarlo mientras puedas.

Doris: Sí. Es lo que tengo que hacer. Pero también tengo otras cosas que hacer,

No lo sé. Tengo que aprender algo.

Dolores: ¿Se trata de algo que no puedes aprender allí?

Doris: Aquí está todo. No se puede aprender cuando todo está aquí.

Dolores: ¿Entonces tienes que aprender algo diferente?

Doris: Sí. Siempre hay algo más que aprender.

 

La llevé más adelante, al momento en que decidió volver a marcharse para ir a otro lugar. Sabíamos que se había marchado porque de repente estaba en el cuerpo físico de Doris.

 

Dolores: ¿Te ha dicho alguien lo que tienes que hacer?

Doris: No. Simplemente lo sé. Es la hora. Puedo sentirlo. Algo está ocurriendo.

Me muevo.

Dolores: ¿Te alejas de la luz?

Doris: Sí, ya no estoy en la luz. Soy como un cometa, viajando lanzada entre las estrellas. ¡Así es como me siento! Me alejo muy deprisa y saltan chispas como cometas. Es mtfy bello,  Es como estar colgando de una polea y que alguien tire de ti, pero no sabes quién. Y vas en una dirección, pero no sabes cómo. Simplemente vas, pero no hay nadie. Es como si fueras por un camino y no pudieras salirte de él; no puedes ir en ninguna otra dirección.

Dolores: Pero tú sabes que todo va a salir bien, ¿no?

Doris: Sí, siempre sale bien.

Dolores: Así que te mueves por el espacio y las estrellas son muy, muy bellas.

Doris: Eso es lo mejor de todo.

La llevé hacia delante, al momento en el que se detenía, y le pregunté qué veía.

Doris: No lo sé. Nunca antes había estado aquí. Es como estar ardiendo. Como estar en medio de las llamas, pero no está caliente. El cielo es todo de colores diferentes. Como estar de pie en una llama. Tienes todos los colores a tu alrededor. Te sientes bien. Simplemente es diferente. No pesa. No hace calor.

Dolores: ¿Hay otros seres alrededor?

Doris: Sí, hay gente, pero ellos no me ven. Parecen diferentes. Parecen viejos y arrugados, pero están hechos de piedra,  No, de piedra no. Son grandes y voluminosos. No me ven.

Dolores: Vamos a ir hacia delante, a ver si descubrimos qué se supone que estás

haciendo allí.

Doris: Ellos tienen allí ciudades. Necesitan ayuda. Voy a ayudarlos. Al principio no podían verme. He tenido que cambiar. He tenido que hacerme más como ellos para que puedan verme. Es una vibración. Eso es lo que es. Pero esa era una vibración diferente. He tenido que estudiarlos para poder cambiar mi forma, porque tengo que ayudarlos. Tienen problemas. Algo con el planeta, que no va bien. Si no cambian algo que están haciendo, van a morir. Le están haciendo algo al planeta.

Dolores: ¿ Y qué vas a hacer tú para ayudarlos?

Doris: Tengo que enseñarles algo. Tengo que descubrir qué están haciendo y enseñarles a hacer otra cosa. Es parte de mi tarea: descubrir qué hacen y qué necesitan.

 

La llevé más adelante para averiguar de qué se trataba.

 

Doris: Algo relacionado con el centro del planeta; están llegando muy cerca del centro del planeta, y eso cambiará la forma en que el planeta órbita,  Hacen trabajos de minería, cavan. Eso va a cambiar algo en el planeta. Afectará a todo. Tienen que parar. Tienen que comprender que no necesitan hacerlo.

Tengo que tener cuidado, porque no sé si van a escucharme. No quiero perder otro planeta. Tengo que tener cuidado.

Entonces la llevé lejos de ese escenario y le pregunté a esa entidad si sabía que estaba hablando a través de un cuerpo físico.

Dijo que sí lo sabía, que «lo sentía».

Dolores: Un cuerpo físico llamado Doris. (Sí). ¿Por qué has decidido entrar enun cuerpo físico después de haber ayudado a toda esa gente de otros

planetas?

Doris: Yo siempre tengo que parecerme a todos los demás. No se puede hacer nada si no te pareces a los demás.

Dolores: ¿Así que tu tarea ha sido siempre ir de un sitio a otro? (Sí). Cuando terminas en un sitio, ¿vas a otro? (Sí). ¿Te dijo alguien que vinieras a la

Tierra?

Doris: Sí, me dijeron que ellos necesitaban mi ayuda. Ese es mi trabajo.

Dolores: ¿Así que esta vez has tenido que entrar en un cuerpo físico? (Sí). ¿Por qué han creído ellos que esta vez tenías que convertirte en humano?

Doris: La última vez no funcionó.

Dolores: ¿Crees que ahora que eres humana funcionará? (Sí). ¿Y cómo te hace sentirte eso?

Doris: Hago lo que tengo que hacer. Es el mejor modo de trabajar. Ahora hay un montón de gente. Hay mucha más gente. Muchos de los Observadores están aquí.

Dolores: ¿Quieres decir que van a venir muchos más?

Doris: Sí, y que hay ya muchos aquí. Trabajan juntos.

Dolores: ¿Y la última vez no?

Doris: Entonces era solo uno. Muchos de nosotros vinimos a este planeta.

Dolores: ¿Por qué esta vez han decidido venir todos?

Doris: Es un momento importante. Es importante para todos,  no solo para el planeta. Es importante para todos los planetas. Tiene relación con la vibración. Se trata de la vibración de planeta a planeta. Viaja a través del espacio y el tiempo, y cambia.

Dolores: ¿Y tú has venido a ayudar con la vibración?

Doris: Sí. Estoy aquí para ayudar con el planeta.

Dolores: ¿Crees que podrás ayudar mejor teniendo una forma física?

Doris: Esta vez era la única forma.

Dolores: Pero tú sabes que cuando vienes aquí te olvidas, ¿verdad?

Doris: Sí, fue duro. No comprendía.

Dolores: ¿Es esta la primera vez que entras en un cuerpo físico?

Doris: Fui un saltamontes.

Dolores: Eso es cierto. ¿Qué te parece eso de venir a la Tierra a aprender

lecciones?

Doris: Es duro.

Dolores: ¿Tienes algún tipo de restricción mientras estás en un cuerpo físico?

Doris: No quiero interferir en la vida humana.

Dolores: ¿Qué consideras tú que es interferir?

Doris: A veces trato de contárselo a la gente, pero no entienden.

Entonces decidí llamar al subconsciente para conseguir más respuestas, sobre todo en relación con los asuntos personales de Doris. Pero antes quería saber por qué le había mostrado esa vida.

Doris: Ella tiene que saber que es quien cree que es.

Dolores: Es un espíritu muy fuerte, ¿verdad? (Sí). Este espíritu tiene muchas habilidades. (Sí). ¿Entonces no ha tenido antes ninguna vida en la Tierra

como humana?

Doris: Unas pocas, pero no muchas.

Dolores: He oído hablar de otros espíritus como este que han venido voluntarios

a la Tierra. Están haciendo un gran trabajo, ¿verdad? (Sí). ¿Y este tipo de espíritus no acumulan karma?

Doris: No,  Pueden. Pero no tienen por qué.

Dolores: ¿Por qué ha elegido ella esta vez una vida tan difícil?

Doris: Para ayudar. Para aprender cómo ayudar y comprender, de modo que no vuelva a hacer lo que hizo antes.

Dolores: ¿A qué te refieres?

Doris: A ayudar más de lo que hacía falta.

Dolores: ¿Te refieres a que ayudó demasiado?

Doris: Sí,  fue más allá.

Dolores: En esta vida ella ha tenido muchos problemas en su infancia, mientras crecía.

Doris: Sí,  para que ella comprendiera qué es ser humano.

Dolores: Ser humano con todos los fallos, con todos los problemas. (Sí).

De esa forma no juzga, ¿verdad?

Doris: No, no juzga.

 

Doris siempre había tenido habilidades psíquicas y podía hacer muchas cosas. Sabía cosas que otras personas no comprendían. Podía ver cosas en las personas. Y quería saber por qué tenía esa habilidad.

 

Doris: Nosotros la ayudamos a saber por qué está aquí. Se le permitió tener esas habilidades para que no lo olvidara.

Dolores: ¿Y por qué está ella aquí?

Doris: Para cambiar,  para llevar a cabo un cambio,  para salvar al planeta.

Dolores: Pero ella no es más que una persona. ¿O es que acaso es el poder  combinado de todos los otros que han venido aquí?

Doris: Como ser parte de una red. Ella es uno de ellos,  sujeta la luz, y la gente con la que habla lo nota. No lo comprenden; piensan que ella es diferente. Y lo es. Ella habla con la gente. Planta una semilla, y luego es la semilla la que tiene que crecer. Ella siempre ha hecho esta tarea. Solo que ahora no lo entiende.

Dolores: ¿Todos los espíritus especiales son parte de esa red?

Doris: Sí. Están salvando el planeta. Está funcionando,  Ella tiene que enseñar.

Otras vidas,  otros planetas. Enseñar acerca del universo y de las estrellas.

Hay otra vida.

 

Capítulo 9. Un ser del consejo.

 

Durante mis sesiones me encuentro constantemente con pacientes que están en contacto con consejos o que forman parte de uno de ellos. He descubierto que hay muchos tipos de consejos. Los hay sobre el sistema solar, la galaxia, el universo, etc. Hay reglas y normas fijas que ayudan a mantener todo en orden, en funcionamiento. Nada se deja al azar. También hay consejos en el lado espiritual que tienen otro tipo de tareas, como guardar la memoria de aquellos que viven en la Tierra. Todos estos consejos parecen tener un gran interés por la acumulación de conocimientos e información. Me alegro de que haya alguien preocupado por estas cosas, porque de otro modo creo que sería un gran caos.

 

Nada más salir de la nube, Susan estaba de pie en las cálidas aguas de un océano. Estaba cerca de la orilla, porque veía escalones bajando y entrando en el agua. Por el otro lado los escalones subían hasta un templo. Ella vio a tres mujeres de pie, a la derecha de los escalones. Luego aparecieron otras tres más por el otro lado, que le dieron la bienvenida.

 

S: Llevan vestidos sencillos, hechos de luces de colores. Las que

están en la parte más profunda de los escalones se mojan hasta las rodillas y los muslos,  Me están presentando a mí. Creo que tengo que decirles algo para poder entrar. No todo el mundo puede entrar aquí. Están pronunciando palabras.

Dolores: ¿Sabes qué es lo que tienes que decir para que te dejen subir? S: Estoy familiarizada con la orden. En cierto sentido me estaban esperando. Pero no son de mi orden.

Dolores: ¿Qué quieres decir con eso de la «orden»?

S: Me refiero a un grupo de individuos dedicados a lo mismo.

 

Susan comenzó a hacer movimientos intrincados con las manos. Le pregunté para qué lo hacía. «Es una señal para el intercambio de energía».

 

Dolores: ¿Es parte de lo que tienes que hacer para que te reconozcan? S: Ellas me aceptan por lo que soy. Son conscientes de mi llegada.

Dolores: ¿Sabían que venías? (Sí), ¿De dónde vienes?

Susan siguió gesticulando con las manos y señaló hacia arriba. «¿Qué señalas?».

S: (Sorpresa). ¡Vaya! (Risas). Es una base estelar.

Dolores: ¿Ellas la conocen? (Sí). ¿Cómo has llegado allí?

Susan se sorprendía de sus propias respuestas, y contestaba a mis preguntas con incredulidad y sentido del humor. «He llegado a través de un portal en el agua. Es alucinante,  Ellas sabían que venía».

Dolores: Esa orden a la que perteneces, ¿está en la base estelar?

S: Es intergaláctica,  Tengo que adaptarme a los requerimientos de la superficie, aceptando una forma física para poder tomar parte en la cultura general de este tiempo. Parezco una mujer vestida como ellas.

Dolores: ¿Cuál es tu forma normal, cuando estás en el otro lugar?

S: Luz. Soy un cuerpo de luz.

Dolores: ¿Ylas otras que están en el lugar dél que tú procedes, son igual que tú?

S: Exacto. Totalmente. Hemos venido a ayudar.

Dolores: Así que cuando entras en un sitio como este, ¿tienes que adoptar la apariencia de la gente del lugar?

S: En este momento lo soy. De otro modo produciría mucha con fusión.

Dolores: ¿Así que ahora te aceptan y te dan la bienvenida?

S: Las estrellas y los astrónomos me anunciaron. Era en una fe cha fija.

Dolores: ¿Sabían que venía alguien?

S: Ellas de vez en cuando forman una delegación para el inter cambio de información.

Dolores: ¿Han hecho esto más veces antes?

S: Sí, muchas veces. Pero yo vengo solo de vez en cuando.

Dolores: Has dicho para el intercambio. ¿Qué tipo de intercambio?

S: Intercambio de información,  para reunir el apoyo que tenemos que utilizar en esta ocasión en relación con la gran preocupación.

Dolores: ¿Y cuál es esa gran preocupación? ¿Es que alguien está utilizando mal la información?

S: Las tendencias están ahí, y las semillas de la codicia están empezando a crecer. Somos conscientes de ello. Esta gente utiliza su influencia.

Tenemos esperanzas de que las cosas cambien en este momento, antes de que broten las semillas de la codicia.

Dolores: ¿Has traído antes información que crees que ha sido mal utilizada?

S: En diferentes momentos.

Dolores: Cuando viniste antes, ¿se la diste a todo el mundo? (No). ¿A quién se la diste entonces?, ¿a este grupo o a otro grupo?

S: A otro grupo. Esta no es la primera vez que se produce un desastre en este planeta.

Dolores: ¿Qué produjo el desastre en las otras ocasiones?

S: La manipulación de la materia. La manipulación de la Ley Natural y de la materia para el beneficio humano.

Dolores: ¿Por los seres que vivían allí en esas ocasiones?

S: Sí. Tú conoces la historia,  Una de las veces la Tierra estaba cubierta de hielo.

Dolores: ¿Y eso era para detener lo que estaban haciendo?

S: Para empezar otra vez.

Dolores:  Siempre empieza todo otra vez, ¿verdad?

 

Esto me lo habían contado muchas veces. Lo he relatado en mis otros libros. Ha habido muchas civilizaciones en el pasado lejano de la Tierra que han alcanzado un gran nivel de perfección, y finalmente se han derrumbado por la codicia de poder inherente a la raza humana.

Dolores: ¿Cómo se destruyó en otras ocasiones, aparte de por el hielo? S: Con grandes explosiones. En este sistema solar falta un planeta. Explotó.

 

Se refería al planeta que había entre Marte y Júpiter, y que explotó creando el cinturón de asteroides. También he escrito sobre esto en mis otros libros.

 

Dolores: He oído hablar de él. Produjo mucho caos, ¿no es cierto?

S: No se debe jugar con la Ley Natural.

Dolores: ¿Entonces alguien jugó con la Ley Natural? (Sí). ¿Cómo afectó a laTierra la explosión de ese planeta?

S: Produjo una gran destrucción y llovió fuego del cielo.

Dolores: ¿Así que fueron momentos del pasado en los que se destruyeron civilizaciones? (Sí). Pero ahora has venido a ver a esta gente, y has dicho que iba a ocurrir algo diferente, ¿no?

S: Estamos preocupados por las semillas de pensamiento codicio so que circulan por las mentes de la gente.

Dolores: Pero no de esta gente, ¿no?

S: Esta vez no. Hemos venido aquí a dar consejos e información.

Dolores: ¿Crees que te escucharán?

S: Tenemos grandes esperanzas de que así sea.

 

Susan dijo que iba a subir al templo a reunirse con la gente de allí. Así que la llevé más adelante, al momento en el que ya entraba en el templo, y le pregunto:. «¿Te reúnes con mucha gente?».

S: Solo con la delegación de bienvenida que han enviado. Mi padre es el sacerdote que preside este templo. Él tiene influencia sobre los otros.

Dolores: ¿Cuál es el consejo que le vas a dar a este grupo?

S: Que cesen los experimentos con la Ley Natural.

Dolores: ¿Qué experimentos están haciendo contra la Ley Natural?

S: Manipulación genética,  manipulación genética.

Dolores: ¿Por qué hacen eso?

S: Porque pueden. Son poderosos.

Dolores: ¿Cómo hacen esa manipulación genética?

S: No estoy segura de poder compartir esa información.

Dolores: ¿Crees que yo no debo saberlo?

S: No se trata de ti.

Dolores: ¿Qué ocurrirá si siguen haciéndolo?

S: La destrucción.

Dolores: ¿No son conscientes de ello?

S: No. Empiezan a dividirse. Hasta ahora se han gobernado a sí mismos, pero hay cierta tensión política y escuelas de pensamiento distintas que han tratado de mantenerse en el camino de la luz.

Dolores: Me pregunto si vosotros podéis entrar y evitar que sigan haciéndolo.

S: Eso iría contra la Ley Natural. Solo podemos aconsejar.

Dolores: Y si no os escuchan, ¿no se puede hacer nada?

S: No podemos hacer nada.

Dolores: ¿Dices que has visto esto otras veces?

S: Muchas veces, en muchos mundos.

Dolores: Entonces, si no escuchan, tendrán que volver a empezar, ¿no? ¿Comenzarán el ciclo otra vez? (Sí). Pero esta vez tú esperas que escuchen.

S: Tenemos grandes esperanzas.

Ella tenía que proporcionarle la información al sacerdote, y luego él tenía que ir a hablar con la gente que estaba haciendo mal las cosas. Ella no iba a quedarse allí, pero sí que volvería cuando la necesitaran.

Dolores: ¿Podrás ver lo que están haciendo?

S: Sí. Todos somos conscientes.

Dolores: Con ese «todos», ¿te refieres al grupo del que procedes?

S: Al consejo. Son ellos los que observan.

Dolores: Ese consejo, ¿está al otro lado del portal? (Sí). ¿Pero no están

autorizados a intervenir? (No).

La llevé hacia delante para ver qué había ocurrido.

Dolores: ¿Fue el sacerdote a hablar con los otros? (Sí). ¿Le escucharon?

S: Durante un tiempo,  han pasado más de 962 años, y ellos mismos han vuelto a destruirlo otra vez.

Dolores: ¿Qué ocurrió?

S: Estalló. Las semillas de la codicia habían crecido. Habían ma nipulado la Ley Natural hasta el punto de producir una gran destrucción que acabó con ellos mismos otra vez. (Llorando).

Dolores: ¿Qué fue lo que viste tú? Podías verlo como observador, a pesar de su dureza.

S: Es como olas de energía que reverberan alrededor del planeta. Explota,  escombros, fuego, agua.

Dolores: ¿Qué produjo esa ola?

S: Los rayos de energía se volvieron sobre sí mismos.

Dolores: ¿Sabían ellos que podía suceder? (Sí). ¿Y aun así, continuaron de todos modos?

S: Se trata del control. Nosotros solo podemos aconsejar.

Dolores: ¿Qué ves cuando lo miras?

S: Ruinas,  una completa ruina. Es muy triste,  humo, carne quemada, fuego.

Dolores: ¿Hubo supervivientes?

S: Sí,  unos pocos.

Dolores: ¿Puedes ver qué sucede con ellos?

S: Se están reagrupando y reconstruyéndolo todo. Se reagrupan.

Dolores: ¿Crees que han aprendido algo de todo esto?

S: Eso espero. ¡Vaya! No puedo hacer nada. Volvemos otra vez.

Al consejo. Al gran consejo.

Dolores: ¿De vuelta a través del portal?

S: Sí. De hecho es una puerta estelar.

Dolores: ¿La usas para ir y venir?

S: Exacto. 14932-11

Dolores: ¿Qué significa eso?

S: Es el nombre de la puerta estelar.

Dolores: Parece un número muy largo, así que debe haber muchas. ¿Es correcto? (Sí). ¿Para qué se usa ese número?

S: Para identificarla.

Dolores: ¿Entonces puedes ir y venir? (Sí). ¿Y los seres humanos también pueden atravesar ese portal?

S: Sí. Si están en su cuerpo de luz, entonces tienen esa capacidad.

Dolores: ¿No pueden atravesarlo con el cuerpo físico?

S: No. En este momento no. Los humanos tienen que salir del cuerpo para encontrar estos portales, así que no son fáciles de localizar.

Dolores: ¿Cómo es el lugar en el que se celebran los grandes consejos?

S: Es precioso. (Suspiros). Somos gente de luz. Veo muchos cuerpos de luz y energía, y huelen de maravilla.

Dolores: ¿Qué es lo que produce el olor?

S: La luz. La tierra apesta.

Dolores: ¿Qué haces cuando estás en el consejo?

S: Hacemos planes para ayudar allí donde nos necesitan, porque estamos aquí para aconsejar y apoyar.

Dolores: ¿Así que lo que más os preocupa es la Tierra?

S: La Tierra ha sido asignada a este sector.

Dolores: ¿Es eso lo que hacéis la mayor parte del tiempo?

S: Enseñamos. La gente nos necesita en el plano astral. Somos capaces de enseñarles cosas a los humanos que ellos deberían saber y que les haría mucho bien a sus vidas.

Dolores: ¿Entonces no hace falta que bajes físicamente como has hecho antes?

S: Solo en determinadas circunstancias, cuando es necesario intervenir.

Dolores: ¿Así que enseñas a la gente cuando está en el plano astral? ¿Te refieres a cuando viajan fuera del cuerpo por la noche, o qué?

S: Sí. El alma humana es capaz de estar en muchos lugares y muchos tiempos. Es entonces cuando podemos prestarles la mayor ayuda. Podemos ayudarlos pero, una vez más, no podemos interferir en su libertad.

Así es el gobierno de la Ley Natural. Dolores: ¿Y si ellos te buscan no estás interfiriendo en su libertad?

S: Exacto.

Dolores: El cuerpo es muy restrictivo, ¿verdad? (Sí). He oído que esto sucede muchas veces de noche, cuando la gente está durmiendo.

S: O cuando llegan a estados a los que tú les ayudas a llegar. Hemos estado observándoos y ayudándoos durante mucho tiempo desde el plano astral. Sois maravillosos, estudiantes aplicados.

Dolores: Sé que a mí me han ayudado mucho. No podría haberlo hecho sola. Hay muchos lugares extraños que quieres que conozcamos, ¿verdad?

S: Sin duda.

Dolores: Pero el físico es el último de ellos, ¿cierto?

S: Pero es necesario para aprender.

 

Me confirmaron que habían tenido contacto con seres humanos de noche, mientras dormían, y en otros tipos de estados alterados de la conciencia, y me dijeron que podían proporcionarles mucha información. Decidí que ya era hora de ir más adelante, así que les pregunté si sabían que me estaban hablando a mí a través del cuerpo físico conocido como Susan. Dijeron que eran conscientes de ello.

 

Dolores: Tú sabes que cuando celebro estas sesiones vamos a volver a vidas pasadas, ¿verdad?

S: Es tu receta para curar. Es lo que has acordado con tu equipo para facilitar la curación física. Nosotros lo consideramos una receta. Los ingredientes son buenos.

Dolores: Pero ella no ha regresado a una vida pasada, o al menos no ha regresado a la típica vida con un cuerpo físico. (Risas).

S: No. No hacía falta. Algunas personas lo necesitan, pero ella no,  Tú sabes que esto a ella no le va a gustar. (Risas).

Dolores: ¿Por qué no?

S: Ella no quiere creer en las estrellas.

Dolores: ¿Por qué no? Yo sé que son reales.

S: Es responsabilidad tuya. No le va a gustar. (Risas sonoras). Si le dices que es un ángel, entonces te dirá que de acuerdo.

Dolores: Así que si le digo que es un ángel todo irá bien, pero si le digo que es un ser de luz, no. (Risas).

S: Exacto.

Dolores: Ella podría considerarte un ángel con otra forma.

S: Eso estaría bien.

Dolores: Cuando comenzamos la sesión parecía que ella eras tú. ¿Es que eres un aspecto de ella o qué?

S: Sí. ¡Pero tú ya lo sabes! (Bromeando).

Dolores: Lo sé, pero ahora estamos tratando de ayudarla a ella. Algunas de estas cosas requieren de cierta adaptación.

S: Llevamos ya un rato trabajando en ello. (Sonriendo todavía). Ella está preparada, de otro modo nada de esto habría sucedido.

Dolores: ¿Le dijiste tú que viniera a verme a mi despacho?

S: Desde luego.

Dolores: Ella estaba sorprendida porque decía que jamás antes había oído hablar  de mí.

S: ¡Mira que somos listos! (Riéndose).

Dolores: Mi hija te llama mi Relaciones Públicas.

S: Me alegro de servir de ayuda.

Dolores: He descubierto que has hecho esto a menudo. Pero esta sesión va a ser distinta de lo que ella espera; algo muy diferente a su forma de pensar; ¿no?*

S: ¡Ah, desde luego! Sin embargo nosotros hemos notado que ahora ella está preparada; no obstante pasará por un período de ajuste. Hemos dispuesto el apoyo necesario para que ella pueda escuchar y asimilar su parte.

Dolores: No queremos cargar a nadie con un peso que no pueda asimilar.

S: Te lo sabes muy bien. (Risas otra vez). Llevamos observándote mucho tiempo. Ella está lista para escucharte porque en cierto sentido siente cierta afinidad contigo, y será capaz de comprender y transmitirte cómo se siente. Y tú serás capaz de ayudarla y de nutrirla a lo largo de todo el viaje.

Esa es tu tarea aquí. Ella prefiere creer que no es lo valiosa que estaba programada para creer en los primeros años. Para ella, descubrir que el consejo la aprueba y que ese es su origen es,  simplemente no va a creerlo.

No va a creerlo.

Dolores: ¿Y cómo va a explicar ahora que tú estés hablando con ella?

S: Lo oirá en la voz. Ya hemos manipulado su voz. Ella lo sabe, pero oirá la autoridad en la voz.

Dolores: Así que ha llegado la hora de que sepa que es más grande de lo que ella cree. ¿Es eso lo que quieres decir?

S: Exacto. Con una sonrisa no se lleva a nadie a ninguna parte, y tú sabes que todos tenemos que facilitar la llegada de la nueva Tierra y ayudar a la gente a adaptarse a ella. Ese es nuestro propósito principal aquí. Las cosas están cambiando. La gente necesita a alguien que los ayude a adaptarse a la dimensión de los cambios. La gente como tú y como ella sois ahora muy necesarios. Hay que ayudar a la gente a adaptarse, y facilitar el ajuste a la nueva Tierra.

Dolores: Eso es lo que me han dicho. Que las cosas están cambiando muy deprisa, y que vosotros no queréis que se vuelva a destruir todo.

S: No puede volver a suceder otra vez. Tú lo sabes. No puede suceder, y no sucederá.

Dolores: ¡Cuesta tanto tiempo rehacerlo todo una y otra vez! ¿Es por eso por lo que estáis creando la nueva Tierra?

S: Tú sabes que estás a salvo. Ella sabe que está a salvo.

Dolores: También sabemos que no todo el mundo irá a la nueva Tierra. Eso es lo que me han dicho.

S: Y así es. Tú ves la brecha. Ves la división. Tú comprendes.

Dolores: Lo intento. Es complicado.

S: Es muy complicado. Por eso necesitamos recetas fáciles para la gente.

Dolores: Tenéis que empezar por pasos pequeños, de bebé. ¿Por qué le has enseñado esa destrucción al principio?

S: Ella tiene memoria celular de ese tiempo y de ese lugar en su cuerpo,  Tú lo llamarías vidas paralelas. Y no, ella no fue parte integrante,

directa, de la destrucción. Está codificado en sus células al haber sido testigo de la destrucción.

Dolores: ¿Por qué querías que supiera eso?

S: Ella subestima el poder de las herramientas que le han sido otorgadas para que las comparta con el planeta Tierra en este tiempo. El tiempo del gran despertar,  el tiempo de la Tierra nueva,  ser parte integrante de la Tierra. Ella lo subestima. Nosotros queríamos que ella viera lo valioso que es compartir la luz. Ella subestima su poder. Extender la luz en este tiempo es algo crítico.

Dolores: Pero ella está haciendo mucho bien, ¿no?

S: Sí, lo está haciendo, y estamos muy orgullosos de ella. Pero, aun así, sigue siendo a pequeña escala. Es difícil llevarla a una escala mayor mientras no crea en ella misma.

Dolores: ¿Queréis que llegue a una escala mayor?

S: No mientras ella no esté cómoda haciéndolo, en su cuerpo físico.

 

Susan llevaba mucho tiempo oyendo hablar a seres, pero ella creía que se trataba de sus ángeles. En realidad era el consejo. Ellos rieron y añadieron: «No le va a gustar nada. Díselo con suavidad, ¿vale?».

 

S: Su acuerdo consiste en conectar a la gente con la Fuente de luz. Ella solo oye a la parte que conecta. (Risas). Y eso está bien.

 

Susan había tenido muchos problemas físicos. «Fueron codazos. Codazos fuertes. Solo son necesarios cuando falla todo lo demás, y lamentamos mucho haberla castigado de ese modo». El subconsciente revisó rápidamente su cuerpo y arregló todas las quejas de Susan. «El miedo es una ilusión de este mundo; no es nada más».

 

Capítulo 10. La destrucción de un planeta.

 

Fui por primera vez a Sudáfrica en 2009. Fue Cathy quien nos invitó a ir a Johannesburgo y preparó las clases. Decidí elegirla a ella para la demostración en el último día de clase. La gente de Johannesburgo no ha tenido mucho contacto con la metafísica, así que estaban todos ansiosos por aprender. Tenían libros, pero no muchos conferenciantes ni profesores. Todo lo concerniente a las clases era nuevo para ellos, porque estaban en el nivel más básico de la comprensión. Y a eso me limité cuando les di las clases.

Resultaba estimulante encontrar tanta admiración y entusiasmo entre la gente.

Todo marchó sobre ruedas. Les enseñé lo básico en relación con mi método de curación por medio de la hipnosis y la regresión a vidas pasadas. Y eso era lo que esperábamos ver en la demostración: la vuelta a una vida pasada normal, para revivirla. Dado que estaban en un nivel de iniciación tan básico, eso era lo máximo que podían entender. Así que cuando comenzamos la sesión y las cosas dieron un giro completo, todos se quedaron atónitos. Para mí era lo normal, pero se introducían ideas de las que ellos no habían oído hablar. Las caras de asombro resultaron evidentes. No dejaban de mirarme para ver cómo reaccionaba yo, porque aquello no tenía ninguna relación con lo que les había enseñado. Yo era plenamente consciente de que las sesiones no se limitaban ya estrictamente a explorar vidas pasadas, sino que nos aventurábamos en lo desconocido, sobre todo con el tema de las tres oleadas de voluntarios. Creo que eso los sorprendió, y por eso no puse fin a la sesión sino que continué como si no ocurriera nada fuera de lo habitual.

Por supuesto, para mí sí era habitual. Traté de hacer gestos que les infundieran confianza durante la sesión. Yo sabía que podría explicárselo todo más tarde. No había tenido oportunidad de hablar de nada de esto antes de la demostración, pero supuse que «ellos» pensaban que mis alumnos estaban preparados, aunque estuviéramos en la otra punta del mundo.

Nada más comenzar la sesión, Cathy se sintió muy a gusto en la nube. No tenía ganas de abandonarla. Se puso sentimental y se echó a llorar. Yo no tenía ninguna pista que me indicara por qué la estaba afectando de esa manera, porque ella ni siquiera había visto nada hasta ese momento. Y sin embargo una emoción así es siempre indicio de que he encontrado algo importante o, en su caso, de que iba a ocurrir algo importante. La emoción no puede fingirse, y posteriormente el paciente ni siquiera la encuentra razonable. «¿Por qué me he puesto a llorar? No tiene sentido. ¿Por qué me ha afectado tanto?».

Yo sabía que tenía que sacarla de la nube, así que le pregunté: «Si pudieras ir a alguna parte, ¿adonde querrías que te llevara la nube?».

 

C: ¡Quiero subir! (Suspiro profundo). Quiero irme a casa.

Dolores: ¿Para experimentar durante un rato lo que se siente en casa? Puedes hacer lo que quieras. ¿En qué dirección quieres ir?

C: Al norte,  Veo estrellas. ¡Son preciosas! Son brillantes y giran. Ahora veo una tierra rosa. Es del color de las rosas. Está lejos. ¡Es ahí donde vivo! Me estoy acercando. Veo mucho viento,  muchas nubes alejándose. Las nubes son de un color rosa claro. Y hay luces,  que vienen de las estrellas.

Dolores: ¿Quieres ir hacia la superficie para bajar? (No). ¿Por qué no?

C: Porque ya no queda nada. Solo queda polvo. Se terminó.

 

Cathy comenzó a llorar en voz alta. Los estudiantes me miraron muy confusos.

 

Dolores: ¿Ha ocurrido algo allí?

C: No lo sé. No queda vida de ningún tipo. Solo bolas de polvo y aire caliente. No puedo acercarme más. No me deja. Es demasiado peligroso.

Cathy no podía explicar por qué era demasiado peligroso, pero tuvo que mantenerse a cierta distancia de seguridad mientras flotaba. No podía ver más que nubes y polvo. No había signos de vida, edificios ni vegetación. Solo un planeta baldío. Eso la puso terriblemente triste. «No puedo volver. Lo hemos perdido todo. Todo el mundo se ha ido. No hay nadie. Todo está perdido».

 

Cathy dijo que ella no estaba allí cuando ocurrió lo que fuera que hubiera sucedido, pero sí sabía que una vez aquel lugar había prosperado, lleno de vida. Y sabía que había vivido allí durante un corto espacio de tiempo. Como no podía conseguir más información, decidí llevarla hacia atrás en el tiempo, hasta antes de que sucediera la catástrofe y llegaran los malos tiempos, para ver qué había pasado. Ella estaba ansiosa por volver atrás, y llegamos muy deprisa. «Veo niños. Están jugando en el agua. Hay mucha agua».

 

Dolores: ¿Sigue siendo de color rosa?

C: No. Es blanco. Y el suelo es verde. Los niños están jugando. Están bailando.

 

Dijo que los niños parecían humanos. Cuando le pedí que mirara para abajo, a sí misma, y me dijera qué aspecto tenía su cuerpo, ella dijo que no podía ver su cuerpo. Le pregunté si podía sentir su cuerpo. «Sí. Me siento en calma,  Veo una ciudad,  una ciudad blanca. Es alta, con paredes de mármol gris y pasillos, y se oyen muchas risas. La ciudad brilla. Siempre hay muchas luces».

 

Dolores: ¿ Viviste allí antes?

C: Creo que vine de visita. No era mi casa, pero viví aquí.

Dolores: ¿Por qué fuiste allí de visita?

C: Para enseñar. Para enseñarles amor y felicidad a los niños.

Dolores: ¿Te dijeron que fueras allí?

C: Sí. Es bello. Gente sencilla, pero buena.

Ella había viajado a muchos sitios hacia los que se había sentido atraída con el propósito de enseñar; iba donde la necesitaban.

Dolores: ¿Es eso lo que te gusta hacer?

C: No lo sé,  (Suspiro),  ya no. (Comenzó a llorar). Porque hace daño.

Dolores: ¿Hace daño porque el planeta se destruyó, o por qué?

C: Sí, por lo que sucedió. Entonces, cuando me marché, no supe qué les había ocurrido.

Ella habría sabido intuitivamente que algo iba a suceder, pero la gente no. Así que se marchó mucho antes de que ocurriera el desastre. Ella seguía sin saber exactamente qué lo había provocado. «Voy a enseñar allí donde me necesitan».

Dolores: ¿Qué haces cuando no te necesitan? Podemos intentar verlo. (Pausa). ¿Hay algo más que hagas entonces?

C: No. Solo espero a que me necesiten.

Dolores: ¿Dónde esperas? Tú puedes verlo.

C: Es difícil de explicar.

Dolores: Explícanoslo como mejor puedas.

C: Es una paz completa. Es suave.

 

Dolores: ¿Tiene algún aspecto físico en concreto?

C: No. Es casi como movimiento,  como una canción.

Dolores: Parece bonito. ¿Hay alguien más contigo> o estás sola?

C: No estoy sola, pero aquí no hay nadie físico. Y sin embargo siempre noto que hay otros a mi alrededor.

Dolores: ¿Entonces te gusta ese sitio?

C: A veces. A veces también necesitas alejarte y ver cosas. Es un

lugar en el que espero hasta que tenga que irme a enseñar y a ayudar a otros. Luego vuelvo aquí.

Dolores: ¿Has vivido alguna vez en un cuerpo físico?

C: No puedo recordarlo. Esto es todo lo que recuerdo, este lugar de paz y de belleza puras.

Dolores: Eso está muy bien. Eres una persona muy cariñosa. Tienes que estar llena de amor para enseñar a amar. Eso es maravilloso. ¿Eres consciente de que en el momento presente estás hablando a través de un cuerpo físico? (Sí). ¿Por qué has decidido entrar en un cuerpo físico, si era todo tan bello allí?

C: No lo sé. (Risas).

Dolores: ¿Quieres descubrirlo? (Ella se ríe). Podemos descubrirlo. Eso ayudaría, ¿no crees? (Sí).

 

La llevé entonces al punto en el que se decidió, al momento de abandonar aquel lugar. «¿Qué ocurre?».

 

C: Era el momento. He tenido que hacer preparativos. Mi trabajo no estaba terminado. Tenía que enseñar más cosas.

Dolores: ¿Hay alguien hablándote?

C: Todos estamos hablando. Estamos decidiendo qué es lo mejor.

Dolores: ¿Qué estáis decidiendo?

C: Decidimos quién va a hacerlo.

Dolores: ¿Los otros también quieren ir? (No). (Las dos nos reímos). ¿ Y por qué no quieren ir?

C: Porque es grande. El desafío es grande. No sienten que ir allí sea bueno. Para ellos.

Dolores: ¿Hay alguna razón?

C: Porque no se los necesita. (Se echa a llorar otra vez).

Dolores: ¿Pero a ti sí?

C: ¡Oh, sí!

Dolores: ¿Qué es lo que sientes que necesitan que hagas?

C: Cambiar cosas,  poco a poco,  cambiarlo,  para ayudar a la gente a recordar que todo va bien.

Dolores: ¿Qué es lo que han olvidado?

C: A sí mismos. Han olvidado quiénes son,  quiénes son realmente. Cuando entran en lo físico se olvidan.

Dolores: ¿Quiénes son realmente?

C: Eso es lo que ellos tienen que aprender. Creen que son una cosa que no son.

Dolores: ¿Así que vas a ayudarlos a recordar?

C: Eso es parte de lo que tengo que hacer, sí.

Dolores: ¿Cuál es la otra parte?

C: Ayudar a cambiar las cosas,  La corriente. Como una corriente,  cambiar la corriente.

Dolores: ¿La corriente de qué?

C: De todo. No va en la buena dirección.

Dolores: ¿Qué ha provocado que no vaya en la buena dirección?

C: El olvido,  olvidar eLamor,  olvidar el amor y olvidarse de jugar.

Dolores: Así que cuando la gente comenzó a olvidar, ¿eso provocó que la corriente fuera en la dirección incorrecta? (Sí). Si la corriente continuara en la dirección incorrecta, ¿qué ocurriría?

C: Ellos morirían. Sus almas. (Sollozando).

Dolores: ¿Entonces tú vas a responsabilizarte de ir allí y marcar la diferencia?

C: Es pequeña,  una diferencia pequeña.

Dolores: Pero es una gran decisión. (Sí). Hace falta mucho coraje para hacerlo.

C: Hace falta estupidez.

Dolores: ¿Crees que podrás marcar la diferencia?

C: No lo sé,  Entrar en un cuerpo físico no es lo que yo pensaba.

Dolores: Pero esos otros seres con los que estás, ¿no quieren arriesgarse? (No).

¿Asíque sientes que estás sola en esto?

C: No. Sé que no lo estoy.

Dolores: ¿Eres consciente de que hay otros que te ayudan? (Sí). ¿Son personas a las que Cathy conoce? (No). Pero a lo mejor ellos tampoco saben lo que están haciendo.

C: Están aprendiendo.

Dolores: ¿Pero dices que echas de menos tu casa?

C: Sí. Allí era realmente feliz; es parte del asunto.

Decidí llamar al subconsciente y conseguir las respuestas a las preguntas de Cathy. Le

pregunté por qué había elegido mostrarle a Cathy precisamente esa escena. «Buscábamos vidas pasadas, ¿no?». (Sí). «¿Hay alguna razón para que no regresara a ninguna de ellas?».

C: Ella no puede recordarlas. No hace falta que las recuerde.

Dolores: Parece como si ella tuviera una forma espiritual y hubiera estado viajando de un lugar a otro. (Sí). ¿Haciendo el bien?

C: Eso intenta.

Dolores: ¿Así que vino a la Tierra a llevar a cabo otra misión? (Sí). ¡Era eso lo que tú querías que supiera?

C: Ella lo sabe.

Dolores: Pero no conscientemente. (No). ¿Crees que es importante que lo sepa?

C: Es importante,  sí.

Dolores: ¿Y eso explicará muchas de las cosas que están ocurriendo en su vida?

C: Sí. Por eso es por lo que la guiamos hacia ti.

Dolores: ¿Es ella uno de los voluntarios de los que he estado hablando antes?

C: Ellos son diferentes.

Dolores: ¿Cómo?, ¿en qué son diferentes?

C: Porque ella no hace esto habitualmente. Tuvimos que pedírselo.

 

Le hice la eterna pregunta: ¿cuál es su propósito?, ¿qué se supone que tiene que hacer en esta vida? «¿Quieres contárselo?».

 

C: En realidad no. (Risas). Porque es enorme. Ella va por el buen camino. Lo sabrá cuando llegue el momento.

Dolores: ¿Así que ahora mismo ella no está lista para saberlo todo? (No). Tiene que ser algo muy importante.

C: No te lo puedo decir. (Risas).

 

Como el subconsciente no quería revelárnoslo todo, volví a centrarme en los objetivos físicos de Cathy. Ella había estado trabajando en una empresa grande, pero al final se había desilusionado y se había marchado. «Estaba tratando de ser un ser humano. Quería encajar. Quería hacer lo mejor para este planeta, y creyó que allí podría hacerlo bien. Porque allí había mucha gente». Cathy había caído muy enferma mientras trabajaba en esa empresa. Esa fue una de las razones por las que tuvo que abandonar. Ellos dijeron que la causa era que ella no era feliz allí. Les pregunté por su cuerpo físico y les pedí que le hicieran un escáner. Pero ellos se me habían adelantado y ya estaban trabajando con el cuerpo. Los médicos creían que le pasaba algo en la sangre.

Le diagnosticaron una anemia severa, que era lo que le hacía sentirse débil y desmayarse de vez en cuando.

 

C: Ya estamos trabajando en ello. Ella lo nota. Puede sentirlo.

Dolores: ¿Qué le pasa en la sangre?

C: Nada importante. Era simplemente la corriente. Ella había detenido la corriente.

Dolores: Ella ha estado hablando de la corriente, pero yo creía que se refería a la corriente del mundo. ¿Se ha enganchado a ella?

C: Todo forma parte. Es todo lo mismo.

Dolores: Los médicos dijeron que era algo serio.

C: Lo era. Pero ella escuchó. Se marchó de esa empresa.

Dolores: ¿Qué le estáis haciendo ahora a su sangre?

C: La estoy recargando de energía.

Dolores: ¿Cómo la recargas?

C: Simplemente lo hago. Se encontrará mejor,  mucho mejor. Hemos estado haciéndolo desde que estamos hablando. Deja que los médicos sigan haciéndose preguntas,  Sí.

 

Los médicos habían dicho también que algo andaba mal en el hígado. «Ellos» dijeron que era parte del mismo problema con la corriente, y que eso era lo que había provocado que la sangre fuera mal, que se envenenara.

 

Dolores: ¿Lo habéis corregido?

C: Dame un minuto. Todavía necesitamos un minuto.

 

Entonces se centraron en la espalda. Cathy tenía dolores de espalda porque le estaba costando trabajo dejar pasar los problemas. Ella quería seguir conectada. «Es como si tuviera un pie dentro y otro fuera». Corrigieron el problema. «Solo hay que corregir la corriente; alejarla de lo que era para llevarla a lo que es ahora,  Vamos a seguir vigilándola, pero podemos corregirlo. Es solo que queremos hacerlo en varios pasos». Todos los otros problemas físicos, en el cuello y en lás piernas, estaban conectados a esa causa inicial. Ellos siguieron trabajando con ella después de la sesión.

Cathy quería saber qué acuerdos o qué karma había contraído con la gente en su vida, pero no podía tener ninguno porque jamás antes había estado en la Tierra. «Ella ha tenido maestros que la han enseñado a vivir. Fueron sus padres los que la introdujeron. La enseñaron». Durante su infancia y juventud ella había albergado mucha ira y violencia. Cathy quería saber de dónde procedía. «Del desastre. De ese planeta,  de esa pérdida».

 

Dolores: ¿Qué le ocurrió a ese planeta?

C: Se rindieron.

Dolores: Ella ha dicho que no estaba allí cuando ocurrió. Se destruyó todo.

C: No, ellos se la llevaron. No le habría gustado estar allí para verlo. Fue muy triste.

Dolores: ¿Qué provocó la destrucción?

C: Ellos mismos,  Es difícil de explicar porque allí todo era muy diferente, pero la intención era que abandonaran la lucha para hacer el bien,  para amar. Ellos olvidaron lo que tenían que hacer.

Dolores: De modo que todo se destruyó.

C: Sí. Lo eligieron.

Dolores: ¿Es esa la razón por la que ella ha venido aquí ahora?

C: Porque la gente está eligiendo matarse a sí misma, sí.

Dolores: ¿Y no queréis que vuelva a suceder?

C: Nos gustaría darles una oportunidad. Lo estamos intentando.

Dolores: ¿No queréis que vuelva a repetirse?

C: No nos gusta perder. (Risas).

Dolores: Ella no quiere volver a pasar por esto. Tiene una tarea muy importante

que hacer, para la que se ha presentado voluntaria.

C: Nosotros se lo pedimos. Ella accedió al final. Ella comprendía qué significaba. Estamos muy orgullosos de que ella haya aceptado el reto. Pero sabíamos que lo haría. Ella hace muchas cosas por nosotros.

 

Otra de las cuestiones que había planteado Cathy era a propósito de las visitas nocturnas que tanto la habían asustado durante su infancia.

C: Porque ella vive en las dos realidades. Con un pie en una y otro en la otra. Le cuesta soltar los problemas, pero tiene una conexión con la Fuente.

Dolores: ¿Y por qué lo percibía con miedo?

C: Porque era aterrador. Era tremendo. Enfrentarse a la negatividad y,  ¿cómo explicarlo?  No al mal, sino al no comprender. Ella lo percibía como algo físico. Era una energía física. Sentía la energía. Era una persona, pero no lo que ella creía que era. Procedía del mundo espiritual.

Dolores: Pero a veces todavía recibe esas visitas.

C: Porque ella puede ver a través, puede ver la siguiente realidad.

Dolores: ¿A través de un velo? (Sí). ¿Y no debería tener miedo?

C: No, pero nosotros comprendemos que lo tenga. La próxima vez lo comprenderá.

Dolores: Cuando comprendes las cosas ya no te dan miedo.

C: Exacto. Así es.

Dolores: Tenemos una pregunta más. Ella dice que de pequeña sentía que podía volar. ¿Es eso cierto, o era solo su imaginación?

C: Bueno, todos podemos volar. Todos.

Dolores: ¿Y por qué no lo sabemos?

C: Porque se nos olvida.

Dolores: (Risas). ¿Nos sentimos atados a la Tierra?

C: Creemos que estamos atados,  De niña ella sabía que podía volar, así que voló.

Dolores: ¿Quieres decir que, si comenzáramos a recordar todavía podríamos hacerlo?

C: Sí,  si aprendierais a jugar. Necesitamos jugar. Solo jugar,  sentir alegría, amor y aceptación. Os ponéis demasiado serios. Tenéis que devolverle la alegría a la vida porque vuestras almas se mueren sin ella. No es tan terrible. Solo lo parece. Jugar, divertirse. Entonces es cuando cambia la corriente,  Recuerda cómo era volar.

Dolores: (Risas). Me imagino a todo el mundo volando.

C: Eso ocurre.

Dolores: Quizá haya llegado la hora.

C: Eso espero. Lo espero realmente.

Dolores: ¿Entonces tú quieres que recordemos de dónde procedemos, cómo era aquello y por qué estamos aquí?

C: Eso es lo que tú tienes que descubrir. No es mi tarea. Hacerte consciente.

Dolores: ¿Y nosotros también podemos marcar la diferencia?

C: ¡Oh, sí! Todo el mundo tiene su camino.

Dolores: ¿O si no el mundo morirá como aquel otro planeta?

C: O algo peor, quizá. No queremos eso.

Yo iba a cerrar la sesión cuando el subconsciente me preguntó de repente: «¿Hay algo más que quieras saber?». Esta pregunta siempre me coge por sorpresa, porque mi preocupación principal es mi paciente. Así que pregunté, sin pensar: «Algo que quiera saber,  ¿por qué he tenido que venir a Sudáfrica? Es la primera vez. ¿Para qué me necesitaban?».

C: Por el equilibrio.

 

No explicaron más esta afirmación, así que yo solo pude especular. Quizá quisiera decir que allí necesitaban mi energía para equilibrar esa parte del mundo. Ellos me han dicho muchas veces que cada vez que nos desplazamos a algún sitio dejamos allí parte de nuestra energía y ejercemos una influencia mayor de la que imaginamos.

Después de la comida pasé mucho tiempo intentando explicarles a mis alumnos lo que había sucedido durante la sesión. Lo hice lo mejor que pude, dada su comprensión tan limitada. También fue difícil explicárselo a Cathy, porque ella no se acordaba de nada de lo que había dicho.

 

Este ha sido otro ejemplo de lo que yo llamo la «segunda oleada». Cathy aquí era un observador y también un profesor, dispuesto a ayudar a su gente a recordar. En este caso «ellos» le pidieron que viniera en lugar de presentarse ella voluntaria, y ella lo hizo aunque se mostrara reacia al principio.

Inmediatamente después de la sesión ocurrió otra cosa poco habitual. Hacía calor en Sudáfrica en aquella época del año, y no era frecuente que lloviera.

Sin embargo, de repente se desató una tormenta fortísima sobre el edificio en el que estábamos. El viento sopló con fuerza, acompañado de lluvia y de truenos. Dijeron que no era en absoluto habitual, que jamás ocurría en esa época del año. Al volver a la casa en la que me alojaba le pregunté al hermano de Cathy, James, por este suceso. Dijo que en esa parte de la ciudad no se había producido ninguna tormenta. Parecía que la tormenta se había localizado únicamente sobre el edificio y la calle donde se desarrollaron las clases. ¿Tenía algo que ver con la energía generada por las entidades con las que habíamos estado hablando, con el subconsciente?

Ya en algunas de mis clases se habían producido fenómenos meteorológicos poco frecuentes. Por ejemplo en el desierto de Dubái, donde de pronto se levantó una tormenta de arena alrededor del edificio en el que estábamos. En Arkansas, durante unas Conferencias sobre la Transformación, también se produjo de repente una alerta de tornado. Vieron el tornado directamente encima del centro de convenciones. Quizá uno de los fenómenos inexplicables más extraños fue el que ocurrió en Sydney, Australia, en noviembre de 2010, mientras daba clase. Se trataba de una clase muy grande llena a rebosar, con más de sesenta estudiantes. Yo estaba haciendo la entrevista previa a la sesión de demostración en el último día de clase. De repente la sala se convirtió en un completo caos: una tromba de agua, una verdadera cascada, brotó del techo y cayó directamente sobre algunos de los estudiantes, sentados ante sus mesas. El agua salía de las rendijas localizadas entre el techo y las luces. Los estudiantes gritaron y se pusieron de pie de un salto, calados. Alguien cogió una papelera grande y la dejó sobre una de las mesas para recoger el agua, que no dejaba de caer. Reinaba la confusión. Otro estudiante salió a buscar a los encargados del edificio. Yo al principio creí que se trataba de lluvia, aunque no tenía mucho sentido porque estábamos en la tercera planta de un edificio de cinco pisos y fuera hacía sol.

 

La explicación más evidente era que se había roto alguna cañería del techo. El diluvio continuó al menos durante cinco minutos. Primero decreció y luego volvió a arreciar. Yo lo encontré de lo más divertido, así que al final, entre risas, exclamé: «¡Bueno, chicos, vuestro punto de vista ha quedado ya bastante claro! ¡Ya podéis parar!». No estaba segura, pero sospechaba que se trataba de nuestros amigos los gremlins, haciendo de las suyas. Cuando llegaron los encargados de mantenimiento del edificio se quedaron allí de pie, boquiabiertos, contemplando la cascada y el cubo medio lleno. No hacían más que decir: «Nunca antes había ocurrido algo así. Por el techo no pasa ninguna tubería.

No hay nada que haya podido provocar esto». Luego, mientras la cascada iba cediendo hasta convertirse en un chorrito, me preguntaron si quería que lo limpiaran. Les dije que lo dejaran así porque era el último día de clase y no quería más retrasos. Los estudiantes se apresuraron a secar las sillas y las mesas. Meses después, en otra sesión, les pregunté a «ellos» acerca de este incidente. Me dijeron que había al menos tres escépticos, y que habían pensado que esa sería una buena forma de convencerlos de que yo trabajo con hechos poco habituales en mis sesiones.

Han ocurrido muchos otros fenómenos inexplicables en las salas en las que doy las clases, así como en mi despacho durante sesiones celebradas en privado. Yo no creo que se trate de accidentes o de una coincidencia. Puede que sean fruto de la energía combinada de los estudiantes y de «ellos», o simplemente de la del subconsciente. Pero no es más que otra muestra de nuestro poder; de un poder que ni siquiera sabemos que tenemos. Pero pensad en todo lo que podríamos hacer si supiéramos utilizar toda esa energía. ¿Salvar al mundo?

¡O quizá incluso volar!

 

Capítulo 11. Otro planeta destruido.

 

Terry, era otra paciente que trataba de descubrir quiénes eran ellos. Siempre se había sentido como una extraña en este planeta, pero intentaba definir su identidad. Otro caso más de una persona que sentía que no pertenecía a esta tierra y que tenía dificultades para adaptarse.

Celebramos la sesión en la casa de invitados donde me albergué, en Santa Fe, Nuevo México. Yo había ido allí a dar una clase en el Northwestern New México College, en el campus de El Rito. Y de paso estuve viendo a varios pacientes allí.

Al salir de la nube Terry se encontró a sí misma en un «espacio vacío».

Vacilaba a la hora de describirlo. «No lo reconozco. Está abierto. Es un espacio muy grande. Parece como si antes hubiera habido aquí algo, pero ahora ya no queda nada. Como si lo hubieran destruido. Es desolador. Y no parece que quede vida tampoco. El terreno está como chamuscado. Tengo la sensación de que antes había vegetación, quizá árboles de algún tipo. Puede que edificios. Queda la huella, pero no queda ni rastro de ellos. Nada. Es extraño. Siento como,  una pérdida. Y me siento muy sola aquí. Siento como,  si todos se hubieran marchado».

Le pedí que tratara de ser consciente de su cuerpo. Llevaba una prenda lisa y sin costuras que le recordaba al ante, pero por capas. Su cuerpo parecía muy luminoso y delgado, sin mucha sustancia. Cuando se miró las manos descubrió que eran más largas de lo que esperaba y que los dedos tenían una forma extraña. Cuando le pregunté por la cabeza y la cara ella me dijo que llevaba una capucha ajustada. Su rostro tenía «rasgos suaves, era ovalado. La boca muy pequeña y la nariz diminuta.

Ojos también pequeños, pero muy abiertos. Con forma más bien horizontal, como rendijas». Estaba sorprendida de no tener dificultades para respirar la atmósfera de aquel lugar desolado.

T: Siento que he estado aquí antes. Es un lugar que yo conocía. Me parece haber oído que ocurrió algo.

Dolores: Y cuando tú lo conocías, ¿no era así?

T: No. Entonces estaba entero. Con mucha gente, mucha actividad. Era un lugar repleto. Pero yo no vi lo que sucedió. Y es triste. Se cuentan muchas historias diferentes. Pero creo que se trata de algún tipo de,  autodestrucción casi completa. Algunos han dicho que lo destruyeron fuerzas exteriores, pero creo que no es verdad. Creo que fue algo que no pudo evitarse. Bueno, probablemente sí podría haberse evitado, pero ellos no sabían cómo.

Dolores: ¿Crees que era tu casa?

T: Sí, lo creo. Pero me parece que hace mucho tiempo que no estaba aquí.

Parece como si pudiera sentir a los otros, a la gente que conocía, como si no hubieran logrado marcharse. Como si ellos también hubieran sido destruidos o se hubieran perdido.

Dolores: Entonces algunos lograron marcharse.

T: Sí. No sé por qué me fui yo, pero así fue. Y dio la casualidad de que yo no estaba cuando sucedió.

Terry dijo que no había necesitado ningún transporte para ir allí.

Simplemente lo había pensado e instantáneamente había aparecido allí.

Dolores: ¿Dónde estabas cuando pensaste en ir allí? Vamos a ese otro lugar. Cuando decidiste que querías ir a verlo, ¿dónde estabas?

T: En el espacio. Pero no en un planeta. Simplemente ahí fuera.

Como parte del todo.

Dolores: ¿Qué quieres decir ?

T: Es solo,  un espacio.

Dolores: ¿Ninguna nave, ni nada físico? (No). Bueno, ¿y cómo puedes existir ahí fuera?

T: No hace falta gran cosa.

Dolores: ¿Qué quieres decir? Porque parece que tienes un cuerpo físico, ¿no?

T: No lo tengo cuando estoy aquí fuera. Cuando estoy aquí, en el espacio, no hay cuerpos físicos. Me siento como un punto de luz. En cuanto quise volver a marcharme, el cuerpo sencillamente desapareció. Ya no lo necesitaba.

 

Terry se estaba viendo como realmente era cuando decía que se sentía como un punto de luz. Todos nosotros éramos solo chispas de luz al principio, cuando fuimos creados, para ser enviados después a aprender y tener experiencias. Todos nosotros somos verdaderamente un eterno punto de luz cuando nos desnudamos del cuerpo y de los rasgos físicos de los que nos rodeamos para llevar una vida.

 

Dolores: ¿Has dicho que te fuiste de ese planeta antes de que ocurriera el desastre? (Sí). ¿Puedes ver ese momento? ¿Tenías cuerpo físico entonces?

T: Parece que sí. Y estoy en algún tipo de nave.

Dolores: ¿Hay otros contigo?

T: Hay mucha gente. La nave es pequeña.

Dolores: Cuando te marchaste, ¿sabías que iba a ocurrir algo?

T: No estaba segura. No me marché porque fuera a suceder algo.

Pero se sentía que algo podía ocurrir.

Dolores: ¿Hubo otros que se marcharon en el mismo momento?

T: Sí. Pero, una vez más, no se fueron porque sintieran que algo iba a ocurrir.

La gente viene y va.

Dolores: ¿Cuál era tu trabajo?

T: Algo que implicaba viajar en esta nave. Me fui volando lejos para mucho tiempo, pero desde luego pensábamos volver. Ir y volver.

Dolores: Dime qué ocurrió en ese viaje, cuando te marchaste. ¿Adonde ibais?

T: Parece que nos íbamos muy lejos del planeta. Creo que estábamos observando otros planetas. O a otros seres. Quizá. Y nos llevaban fuera de,  incluso del universo.

Dolores: ¿ Y cuál era tu trabajo ahí fuera?

T: Solo mirar. Observar. Recoger información. Ver qué más ocurría en otras áreas.

Dolores: ¿Es eso lo que hace tu gente?

T: Creo que es parte de lo que hacemos. Me parece que nuestro trabajo es explorar, y luego llevar la información de vuelta. Y después trabajar con otros con esa información. Y volver a salir otra vez.

Dolores: ¿Te gusta ese tipo de trabajo?

T: Sí. Es interesante.

Dolores: ¿Así que estabas a bordo de una nave pequeña o de otra más grande cuando dices que estabas ya muy lejos?

T: Sí, en una pequeña.

Dolores: Entonces no recuerdas haber tenido relación con esa gente.

T: No. Solo a distancia. Pero aun a distancia podemos saber mucho de lo que está ocurriendo.

Yo trataba de ir más adelante en la historia para descubrir algo más de lo ocurrido, así que la llevé a un día importante, en el que ocurría algo.

T: (Confusión). Estamos viendo un planeta de algún tipo, pero es muy poco habitual,  Es como una naranja líquida. Y no deja de cambiar de forma.

Dolores: ¿Es por eso por lo que dices que es poco habitual?

T: Sí. Jamás antes nos habíamos topado con nada exactamente igual. No creo que esté habitado, pero estamos tratando de imaginar por qué ocurre esto o a qué propósito sirve. Porque no tiene una forma fija. Y de hecho parece que podría provocar perturbaciones,  (Confusión),  perturbaciones que afectarían a todo a su alrededor. Creo que está causando algunos problemas en otros planetas,  Hasta los planetas que no tienen habitantes parecen tener algún propósito. Parece que este está descontrolado. La manera en que cambia de forma constantemente provoca perturbaciones.

Dolores: Fluctuaciones. (Sí). ¿Tenéis que hacer algo al respecto?

T: Se supone que más que nada tenemos que observar, pero aquí hay como una sensación de alarma. Tenemos que volver y darle esta información a los que están al mando. Tengo la sensación de que és algo urgente. Y hay otra sensación diferente. Como si esto estuviera afectando de alguna manera a nuestro planeta.

Dolores: ¿A pesar de estar lejos?

T: A pesar de ello. Lo sé. Sí. Está provocando una gran perturbación.

Dolores: ¿Por todo el universo, o qué?

T: Sí. A veces de forma sutil y a veces a gran escala. No comprendo cómo, pero siento que es urgente. Podría suponer un peligro para nuestro mundo y para otros,  Volvemos. Aquí ya no podemos hacer nada, no hay más información que recoger. Es hora de volver y dar esa información.

Dolores: Muy bien. Vamos a adelantarnos en el tiempo hasta el momento en elque entregas esa información. ¿Cómo es ese lugar?

T: Tiene unas estructuras que son difíciles de describir. Las hemos construido nosotros. No son formas naturales, pero lo parecen. Y dentro hay mucho espacio. Es un edificio, pero parece como si saliera de la tierra.

Dolores: ¿Dónde está?

T: Este es el planeta, mi planeta. He venido a entregar la información. Los que están al mando están en este edificio. Están preocupados. Y van a mandar a otros, a un equipo científico, a averiguar qué está pasando en ese planeta. Ellos tienen otras formas de hacer pruebas, de recoger información. Nosotros somos los encargados de la exploración. Y ahora enviarán a otras personas con otras herramientas.

Dolores: ¿No vuelves tú con ellos?

T: No. De momento nosotros vamos a quedarnos aquí. Pero nunca nos quedamos mucho tiempo. Enseguida nos asignan otra misión.

 

La llevé a otro día importante, y tras una larga pausa ella respondió lentamente y con tristeza.

 

T: Estoy otra vez en una nave. Hay otra persona del equipo en la nave. Hemos tenido noticias de nuestro planeta. Y es poco preciso, pero hemos oído que ha habido una destrucción. Y,. (Dificultades para verbalizar), y no sabemos qué hacer.

Dolores: ¿Crees que la ha causado el planeta que viste?

T: (Suspiro enorme). De momento no lo sabemos. Parece que,  que es lo primero que se nos ha ocurrido. Y no sabemos qué hacer. No sabemos dónde ir. Estamos como flotando. Es como si estuviéramos perdidos aquí fuera. Nuestra misión no ha dado resultado. No sabemos dónde ir. Nunca nos han dicho qué hacer si ocurría algo así. Y yo sé que hay otros ahí fuera, pero no estamos cerca de ellos.

Dolores: ¿No tienes manera de ponerte en contacto con ellos?

T: Parece que no. Aunque alguien ha conseguido alcanzarnos.

Dolores: Y os ha mandado un mensaje.

T: Sí. Pero no parece que nosotros vayamos a alcanzar a nadie.

Dolores: Bueno, quizá esos otros tampoco sepan qué hacer.

T: No, probablemente no.

Dolores: ¿Cuántos sois en esa nave?

T: Solo nosotros dos.

Dolores: ¿Tenéis que comer o consumir algún tipo de alimento?

T: Parece que no.

Dolores: ¿Crees que podréis sobrevivir ahí fuera un tiempo?

T: Sí. Eso no nos preocupa. Es que,  no sabemos adonde ir. Ni qué hacer exactamente.

Dolores: Bueno, vamos más adelante en el tiempo. Podemos hacerlo muy fácil. Vamos hacia delante y veremos qué ocurre. ¿Adónde vais? (Pausa). ¿Qué habéis decidido hacer?

T: Hemos decidido explorar y ver si hay algún otro sitio donde aterrizar. Nos gustaría encontrar a los nuestros, si fuera posible.

 

La grabadora comenzó entonces a emitir un zumbido electrónico que enmascaró en parte las palabras. No se oyó nada durante la sesión, sino solo en la grabación, durante la transcripción. Es un fenómeno que ocurre a veces, y yo creo que se debe a la energía que se genera en la sesión. También a veces la grabación se acelera y suena como si hubiera una ardilla royendo algo, o se hace tan lenta que las voces suenan muy profundas, como si se arrastraran las palabras. Pero jamás se debe a un fallo mecánico de la grabadora.

 

Dolores: ¿Entonces qué vais a hacer?

T: Tenemos la experiencia de esta exploración, y tenemos mapas. No tenemos un plan exactamente, pero sentimos que debemos volver. Vamos a seguir explorando, pero esta vez,  para nosotros.

 

Parece que en su exploración volvieron al planeta que habíamos visto al principio de la sesión, y se lo encontraron destrozado y sin vida alguna.

Dolores: Bueno, vamos más adelante en el tiempo. ¿Encontráis al final algún sitio al que ir? (Pausa larga). ¿Lo encontráis, de modo que podáis dejar de explorar y quedaros a salvo en algún sitio?

T: (Pausa). No parece probable. Parece que,  En lugar de eso vamos a cambiar de forma.

El zumbido electrónico se paró tan de repente como había empezado.

Dolores: ¿En serio? ¿Qué quieres decir?

T: (Confusa). No sé cómo, pero somos capaces de,  dejar esta forma en la nave. Y quedarnos simplemente en el espacio.

Dolores: ¿Es entonces cuando te conviertes en un punto de luz?

T: Eso parece.

Dolores: ¿Por qué habéis decidido hacer eso?

T: Debe ser que sabemos que podemos. Y sin nuestro planeta parece como si nuestro cuerpo no tuviera ya mucho sentido.

Dolores: ¿No creíais que fuerais a encontrar otro lugar?

T: En realidad tampoco queríamos encontrarlo. Queríamos ver si lo encontrábamos, pero tampoco es que fuera tan importante entonces. O tan necesario. No podíamos volver. Y en otro planeta nos habríamos sentido solos, a pesar de estar los dos juntos.

Dolores: ¿Así que habéis decidido hacer eso juntos? (Sí). ¿Es una forma de morir? ¿Comprendes ese concepto?

T: (Gran suspiro). Eso creo. Sí. Ha sido por nuestra voluntad, pero sí.

Dolores: Porque yo me estaba preguntando si vuestros cuerpos podían morir.

T: Bueno, sencillamente ya no los necesitamos. No es que estén destrozados. Es solo que ya no van a servir más a ningún propósito.

Dolores: Podríais haber seguido viajando y viajando, pero tú no le encuentras sentido a eso, ¿verdad?

T: No. No veo para qué. Aunque el objetivo hubiera sido encontrar otra casa nueva, no habría sido lo mismo en ninguna otra casa. O eso creemos. Y eso es triste, en cierto sentido.

 

El zumbido volvió justo al llegar al final de la cinta y al darle la vuelta.

 

Dolores: ¿Qué vais a hacer ahora?

T: Me siento bien. Siento que es como una especie de continuación. Hay observación.

Dolores: Seguís explorando.

T: No tanto explorando como agarrándonos,  Quiero decir, es algo como un estabilizador.

Dolores: ¿Hay alguien o algo que vaya a deciros lo que tenéis que hacer?

T: Creo que, sencillamente, lo sé, pero no creo que me lo hayan enseñado tampoco. (Pausa). Es más como el punto estacionario de luz, en cierto sentido, más que estar dando vueltas como hasta ahora. Y de esta forma hay como cierta ayuda, como si nos proporcionara un nivel más grande. Es un punto de luz diminuto, pero lo siento como si fuera muy grande. Y parece muy sólido, en cierto sentido; estabilizador. Es como un punto estabilizador en el universo que ayudara a las cosas a funcionar de la forma en que tienen que funcionar.

Dolores: ¿Vais a estar ahí fuera mucho tiempo, estabilizando simplemente las cosas?

T: Sí. Estabilizándolas, atendiéndolas donde tienen que estar. Para que las cosas no se salgan de su curso.

Dolores: ¿Te refieres a planetas,  o a cosas del universo?

T: Bueno, es nuevo.

Dolores: ¿Alguna vez sientes el deseo de dejar de ser eso y tener un cuerpo físico?

T: Me parece poco probable. Me gusta esto.

Dolores: ¿Sigues necesitando instrucciones sobre qué hacer?

T: Tengo las instrucciones iniciales, las preliminares. (Pausa). Y ahora mismo no tengo mucho más. Pero me da la sensación de que sabría qué tengo que hacer si es que tuviera que hacer algo diferente de lo que estoy haciendo. Podría cambiar, pero siempre será hacer lo que haga falta.

Dolores: ¿Pero eres consciente de que me estás hablando a través de un cuerpo físico?

T: Creo que lo sé. Lo sé y no lo sé. (Risas). Soy consciente de ese cuerpo ahí tumbado.

Dolores: Sí, es el cuerpo a través del cual estás hablando. (Sí). Pero también estás ahí fuera, estabilizando las cosas. (Exacto). Porque no quiero que te hagas un lío o te confundas.

T: Podría ocurrir.

Dolores: Bueno, vamos un poco más adelante, al momento en el que decides entrar en este cuerpo físico por primera vez. ¿Qué ocurrió cuando decidiste entrar en un cuerpo físico?

T: ¿En este? (Sí). Bueno,  no estoy segura de que fuera idea mía.

Dolores: Me preguntaba si tenías instrucciones.

T: Sí. Fueron necesarias. Había algo que tenía que hacer; algo que tenía que hacer en un cuerpo. Yo estaba cómoda donde estaba, pero es como si tuviera que cambiar algo. Y además tenía que vivir experiencias que no podía aprender como un punto de luz.

Dolores: ¿Pero entonces te dieron instrucciones para hacer esto?

T: Sí. No fue idea mía, porque yo estaba muy feliz.

Dolores: Tú ya has estado en el mundo físico. (Sí). ¿Pero habías tenido un cuerpo

 físico en el planeta Tierra? Porque es donde estamos hablando ahora mismo.

T: Exacto. (Pausa). No lo sé,  me siento bien. Estoy tratando de volver la vista atrás,  Ellos me dijeron que viniera. Fueron ellos. Había algo que hacer,  y tengo la sensación de que yo también tenía algo que hacer. Algo acerca de experimentar la densidad. Y aprender a manejarme en la densidad. Es una sensación muy distinta.

Dolores: ¿Es distinto de otro planeta?

T: Sí. Aunque tuviéramos forma, era todo más ligero. Funcionaba de manera diferente.

Dolores: ¿Crees que va a resultarte fácil experimentar este cuerpo?

T: No parece. Estoy dispuesta a ir. Y sé que es lo correcto, pero no puedo decir que esté deseando ir. Me resulta extraño.

Dolores: Ahí fuera tienes mucha libertad.

T: Sí. Y lo de explorar era divertido.

Dolores: Pero tiene que haber una razón, porque de otro modo no te lo habrían pedido. (Sí). Debe ser importante.

T: Eso dijeron.

Dolores: ¿Tienes que hacer algún tipo de preparación antes de venir?

T: Me parece que he visto muchas imágenes. Estoy en algún sitio en el que me enseñan imágenes de la vida en el planeta, y van muy deprisa. Mucha información, muy deprisa.

Dolores: ¿Sobre cosas que vas a necesitar saber?

T: Sí. Sobre cómo funcionan las cosas aquí.

Dolores: Sería duro venir aquí sin ninguna información, ¿no?

T: Sí. Estoy en preparación. Es casi como una clase. Y es divertido aprender. Lo que aprendemos es divertido.

 

Era evidente que estaba describiendo el proceso de imprimación, que describo en detalle en otros libros. Por lo general esto se hace con espíritus que no han estado antes en la Tierra, con el objeto de prepararlos. Así que era evidente que ella era una primeriza.

 

Dolores: Así que sabes cómo va a ser la vida en él lugar al que vas.

T: Y parece muy distinta,  pero tampoco,  tan mala. (Risas). No tan dura como lo fue al principio.

Dolores: ¿Cómo te sentiste la primera vez que entraste en un cuerpo?

T: (Pausa). No fue,  duro. Es una sensación incómoda. Es como que no estoy segura de esto. Es algo muy diferente. Es.,  difícil ajustarse.

Dolores: Eso lo comprendo. Bueno, era por eso por lo que te hacía esas preguntas, porque estoy hablando con un cuerpo físico: con una mujer que tiene preguntas. Como por ejemplo por qué se siente diferente a los demás, viviendo con un cuerpo en la Tierra. ¿Por qué crees que se le ha mostrado esta vida pasada en la que era un explorador y el planeta estaba destruido?

 

El zumbido había continuado por esta cara de la cinta, y en este momento se hacía más fuerte y apenas permitía oír las voces.

 

T: (Suspiro grande). Ella tenía que conocer sus otras existencias fuera de este planeta.

Dolores: ¿Conocer el lugar del que procede? (Sí). ¿Y por qué es importante que ella las conozca?

T: Porque las anhela.

Dolores: Pero ya no hay vida en ese planeta, ¿no?

T: No. Pero ella tiene que saber que la hubo. Y que es de allí de donde procede. Ella preferiría estar allí, si pudiera.

Dolores: Pero por supuesto eso es imposible, ¿no? (Sí). Y también podría haberse quedado en el espacio explorando, ¿no?

T: Eso le habría gustado. Pero era necesario que experimentara esta vida. En este momento hay cosas que ella puede aportar a la Tierra.

Dolores: ¿Sabes qué es lo que ella tendría que estar haciendo en esta vida?

T: Sí. Hay que extender el trabajo de curación de formas nuevas. Pero ella va por el buen camino.

Dolores: Ella tiene una pregunta. Lleva haciéndosela toda su vida. Terry siente que no sabe quién es. Trataba de descubrirse a sí misma. Ha estado inventándose papeles durante mucho tiempo, porque no sabía quién era. (Sí). ¿Podrías explicarme por qué se siente así?

T: Bueno, resulta divertido aunque no lo haya sido tanto para ella.

 

Terry no sabía cómo vivir esta vida en la Tierra. Ha estado poniéndose una careta detrás de otra, por decirlo de alguna forma, pero ninguna le sentaba bien. Y se estaba perdiendo. Es difícil, pero ahora por fin está comenzando a presentir quién es. Y esa es la dirección en la que tiene que seguir. Aunque casi se pierde por completo por el camino.

Dolores: Porque ella no sabía quién era.

T: Exacto. Y eso la estaba debilitando.

Dolores: ¿Pero fuiste capaz de ayudarla a comprender?

T: Sí. Le mandamos a la gente a la que queríamos que conociera para que trabajara con ella y la ayudara.

Dolores: De modo que pudiera anclarse más al cuerpo físico, ¿no?

T: Y alterarse más. Recordar más quién es en realidad, y encontrar la manera de manifestarlo físicamente.

Dolores: Por eso casi se pierde, porque no estaba segura de quién era y qué

estaba haciendo aquí, ¿verdad?

T: Exacto. Estaba confusa. La ayudamos porque ella quería que la ayudáramos. Y es bueno para ella. Haremos lo que podamos para ayudarla a seguir por este camino. Ella necesita estar aquí. ¡Le guste o no!

Dolores: Pero podrá amoldarse, ¿verdad? (Sí). ¿La ayudaréis a encontrar su identidad, a adaptarse? (Sí). Eso es muy importante. Pero hay otra cosa que la preocupa: desde que entró en este cuerpo ha tenido problemas físicos. (Sí). ¿Por qué?

T: Principalmente debido a la adaptación. El amoldamiento al cuerpo no es fácil. Y había momentos en los que ella no estaba segura de que fuera a quedarse aquí. Fue introducida en un ambiente poco puro, muy contaminado. Entre eso y la adaptación al cuerpo nuevo, los comienzos no le han resultado fáciles. Además, el hecho de no saber quién era también le ha añadido tensión física.

Dolores: Sí, eso lo comprendo. Otros como tú me han dicho que a veces la energía es tan distinta que hay que ajustarla cuando se entra en un cuerpo físico por primera vez.

T: Sí. Hemos hecho algunos ajustes. Las circunstancias fueron muy difíciles; los padres, el nacimiento. Y no hemos podido hacer más.

Dolores: ¿Por qué fue tan difícil?

T: Los padres eran otro tipo de seres, mucho más densos. Eran los seres que tenían que ser, pero no formaban una combinación muy buena de la energía con ella. Sin embargo era lo que se necesitaba. No obstante, eso hizo que a ella le fuera más difícil ajustarse. A pesar de que lo intentó.

Dolores: Pero ella ha tenido problemas físicos toda la vida. Ya es hora de que eso desaparezca, ¿no?

T: Sí, para que pueda llevar a cabo su tarea. Y encaminarse en la dirección que tiene que ir. También ha necesitado ciertos ajustes durante un tiempo en el pasado. Eso era lo que le causaba los dolores de cabeza y la fatiga. Por un lado eran los ajustes que estábamos haciendo nosotros, y por el otro, a través de su desarrollo espiritual para el tipo de tarea que tenía que hacer, los ajustes que estaba haciendo ella por su cuenta. Y ahora vemos que tiene que superar todo eso. Ella ha asumido muchas cosas. Además de que todavía no se había adaptado por completo a este planeta. Pero la estamos ayudando a adaptarse en lo que está haciendo ahora. El cuerpo reacciona. Y ella puede seguir haciendo progresos de otra forma, sin la dureza que le impone el cuerpo. Ya es hora.

El subconsciente procedió entonces a hacerle un escáner corporal, a observar su cuerpo para ver en qué tenía que trabajar.

T: Le ocurre algo en el cerebro que es difícil de explicar, pero. falta una conexión. Tenemos que reconectar. Básicamente necesita un ajuste.

Dolores: ¿Podéis hacerlo?

T: Sí, lo estamos haciendo. Esto debería ayudar. Y estamos soltando parte de la presión de la cabeza. Hay un montón de estrés en el sistema que tenemos que aliviar. Y por todo el cuerpo.

Dolores: ¿Qué más cosas ves que necesiten atención?

T: La glándula suprarrenal, los riñones, el hígado. La mayoría de los órganos tienen toxinas. Han trabajado en exceso. Así que vamos a restaurar la salud en ellos. La ayudaremos a restaurar las fuerzas que va a necesitar para que funcionen todos juntos, de modo que ella pueda hacer lo que tiene que hacer. Terry se despierta con dolores de cabeza y luego le cuesta volver a dormirse. Así que esto la ayudará con ese problema. Estamos reconstruyendo los órganos. No puede seguir sintiendo esa fatiga.

Dolores: Puede que la sintiera porque no quería estar en este cuerpo.

T: Sí, en parte sí. Ha sido un poco complicado. No dejaba de buscar una salida de vez en cuando. Lo encontraba abrumador. Pero tampoco la hemos visto nunca realmente enferma, porque es más fuerte de lo que ella cree. Y tiene algo que hacer aquí que es importante. No ha llegado todavía el momento de marcharse. Ella lo sabe. Pero jamás habría salido a flote por sí misma. Ahora la vida será una experiencia más agradable para ella. Estamos haciendo circular luz por todo su sistema para regenerarlo. Se estaba poniendo casi imposible para ella.

Dolores: ¿Habéis terminado ya?

T: Sí, ya hemos terminado.

En este punto la interferencia paró repentinamente y ya no volvió en toda la sesión.

Dolores: ¿El cuerpo entero? ¿Habéis repasado el cuerpo entero?

T: Sí. Y continuaremos. Pero ya está comenzado. Ahora ya hay mucha más luz en su cuerpo. Y más fuerza.

 

Mensaje final: Nosotros siempre estamos aquí. Estamos aquí para ayudarla.

Ella puede llamarnos cuando quiera. Contará con nuestra ayuda en muchos niveles.

Dolores: Cuando quiera llamaros, ¿cómo debe dirigirse a vosotros?

T: Solo tiene que pensar en nosotros. Pensar en el Todo.

Dolores: Pensar en el Todo y llamarlo cuando quiera hablar con vosotros. Es fantástico. ¿Es esto todo lo que queréis decirle antes de marcharos?

T: Sí. Y que confíe plenamente en lo que nosotros le hemos hecho hoy.

 

Capítulo 12. Más destrucción.

 

Ellen, dudó un momento antes de salir de la nube y luego anunció que no quería bajar, sino ir hacia arriba. Yo le dije que podía ir adonde quisiera. Reía sofocada, mientras se alejaba flotando de la Tierra. Tras volar por el espacio, de pronto, inesperadamente, comenzó a flotar bajo tierra hasta salir por una cueva. El terreno estaba formado por una arena roja, y el horizonte era plano.

 

E: Es de un marrón rojizo., casi rojo. Primero me recordó a Sedona, pero no es Sedona. Sin embargo viene a ser del mismo color. Solo hay rocas y arena.

No hay vegetación. Estoy a la entrada de la cueva, mirando hacia fuera. Hay una caída muy fuerte. He salido flotando de la cueva y he llegado a esta brecha. Fuera hay mucha más luz, así que me cuesta ajustar la vista.

Yo quería que ella se mirara el cuerpo, pero su mente consciente trataba continuamente de interferir, diciéndole que era imposible que viera lo que estaba viendo. Ella respondía mientras yo le hacía preguntas. «Como rechonchos,  pies rechonchos. (Risas). No sé cómo describirlos. No veo que lleve zapatos. La tierra aquí está caliente. Estoy de pie en la arena, y la verdad es que no le encuentro mucho sentido. No me siento como una humana.

Tengo la piel bronceada, pero no del color que se le pone a la gente cuando se broncea,  es como beis o algo parecido, no sé,  es un cuerpo pequeño y extraño. Me siento como si yo misma lo estuviera construyendo.

Es una cosa extraña, beis, blandita, rechoncha». Le pregunté si llevaba algo de ropa encima. «Es como si no necesitara ropa, porque no me siento desnuda».

 

Dolores: ¿Sientes que es un cuerpo masculino o femenino?

E: Ninguna de las dos cosas, o más bien masculino,  no me siento femenina.

Dolores: ¿Y cómo sientes tu rostro?

E: Es una especie de cabeza muy grande con ojos grandes. (Risas). Como si llevara unas gafas enormes. No veo que tenga pelo por ninguna parte.

Dolores: ¿Llevas algo?

E: Llevo una especie de instrumento, pero no estoy seguro de para qué sirve.

Dolores: ¿Qué forma tiene el instrumento? Puede que podamos deducirlo si nos lo describes.

E: Largo y cilindrico, y tiene algo para sujetarlo,  como un arma, pero no es un arma,  Creo que es para hacer pruebas con la tierra. Como si hubiera venido aquí para hacer unas cuantas pruebas con la tierra. Creo que sirve para guardar muestras de tierra. Tendrá unos sesenta centímetros de largo.

Dolores: Ah, entonces no es pequeño.

E: Bueno, puede que no sea tan grande. Puede que me parezca grande porque yo soy pequeño.

Dolores: ¿Y cómo haces las pruebas con ese instrumento?

E: Ah, simplemente cavo un poco aquí y allá, y luego le hago la prueba con algo de la atmósfera para ver si sigue contaminado. Dolores: ¿Entonces le haces la prueba a la atmósfera además de a la tierra?

E: Parece que algo de la atmósfera le afecta a la tierra. Estoy comprobando si está limpia o si todavía sigue alterada. Aquí ya no queda nada. (Comienza a llorar).

Dolores: ¿Por qué te pones así?

E: No estábamos acostumbrados a estar en una cueva. Solíamos estar en la superficie, pero ocurrió algo.

Dolores: ¿Los otros están contigo?

E: Están ahí abajo. Yo he salido solo a hacer la prueba. Vivimos mucho más abajo. Por eso es por lo que estaba flotando al salir de la cueva,  Todo ha desaparecido.

Dolores: ¿Qué estás buscando en la tierra?

E: Radiación. Compruebo si los niveles son seguros. Y están algo mejor porque podemos subir. Está mejor que antes. Llevamos ahí abajo mucho tiempo.

Dolores: Cuando vivíais en la superficie, ¿cómo era?

E: Muy parecido a la Tierra. Había plantas, vegetación, agua y gente; todo lo que te encuentras en una civilización. Es extraño, porque lo que me parece que había entonces,  es como si trasladara aquí vina Tierra feliz. Pero de eso hace mucho tiempo, y el cuerpo que tengo ahora no se parece al que tenía entonces,  No veo cómo era este sitio entonces. Es más la sensación de que ya no está.

Dolores: ¿Estabas tú allí cuando ocurrió?

E: Es como si el ser que comprueba el estado de la tierra no fuera el ser que estuvo aquí cuando había una ciudad. Es confuso. Creo que fue mucho antes de que él saliera a tomar muestras. Es como si él se encontrara con este sitio después. Parece que el grupo de ahí abajo vive en la cueva porque puede.

Pero llegaron después de los otros, que se fueron tras lo ocurrido. Y están indagando acerca de ello. Ellos saben lo que ocurrió y querían venir a estudiar el planeta después de la destrucción. Vinieron a ver si podría albergar vida otra vez.

Dolores: ¿Entonces tú y los otros vinisteis de otro sitio? (Sí). ¿Te dijo alguien qué causó la destrucción?

E: Parece que fue una explosión nuclear o algún tipo de catástrofe grande; pero no veo qué fue exactamente. Se suponía que nosotros teníamos que vigilarlos (muestra disgusto), y estábamos muy preocupados, pero ellos murieron. Hubo una guerra y ellos no tenían forma de defenderse. Les atacaron.

Dolores: Y eso te pone triste. (Sí). ¿Y dices que muchos otros vinieron contigo?

E: No estoy seguro de cuántos hay ahí abajo, pero bastan para hacer el trabajo que hay que hacer.

Dolores: Vamos a ver cómo es el lugar del que procedes. El lugar en el que

estabas antes de venir aquí. ¿Qué aspecto tenía?

E: Vine en una nave. En la nave no parecía que hubiera mucha gente. Era pequeña. Yo estoy solo en un área. Hay pantallas, paneles, luces y ese tipo de cosas. Estamos en el espacio,  No estoy seguro de dónde vengo antes de la nave.

Dolores: ¿Te dijo alguien que vinieras a este lugar?

E: Es como si no nos hubieran permitido intervenir.

Dolores: Y de todos modos aterrizaste en este lugar cuando ya había sido destruido, ¿no? (Sí). ¿Pero sabías que no podías vivir en la superficie por la radiación?

E: Por algo acerca de su toxicidad, pero de todos modos hay una grieta natural en la que podemos vivir en lugar de construir algo fuera.

Dolores: ¿Pero sabías que no podías estar en la superficie?

E: No es muy agradable. Es mejor ir bajo tierra. Ahí fuera la luz es muy brillante y hace mucho calor. La cueva es una formación natural en la que podemos vivir. Es como si el laboratorio estuviera ya preparado. Hemos traído nuestros instrumentos para hacer lo que tenemos que hacer.

Dolores: ¿Sois muchos ahí abajo?

E: No demasiados. Es difícil de saber,  quizá seis, o doce. Pero creo que puede que algunos se hayan marchado a otras partes a hacer otras cosas.

Dolores: ¿Tenéis que comer?

E: No veo nada a mi alrededor, así que supongo que no. Tampoco parece que necesitemos dormir.

Dolores: Así que podéis estar ahí mucho tiempo. Pero tu trabajo es subir a la superficie y comprobar el estado de la tierra, ¿no?

E: Sí, eso es lo que estaba haciendo. Es extraño. Es como si los cuerpos que tenemos ahora se acomodaran al ambiente. Solo que es más agradable tener un refugio. Creo que además así se notará menos que estamos aquí.

Dolores: Pero has dicho que te ponía triste ver lo que ha ocurrido.

E: A me pone triste. No sé si él se entristece. Parece que sí, pero yo no conozco sus emociones.

La llevé hacia más adelante, hasta un día importante. «Estamos abajo, en nuestro laboratorio. Nos preparamos para marcharnos. Hemos recogido muestras ».

Dolores: ¿Ha cambiado la atmósfera?

E: Parece que ha mejorado, pero nos vamos. Está como estaba, y,  eso es todo. Sigue siendo solo roca y arena. No es un sitio donde pueda haber vida. La tierra es algo menos radiactiva en comparación, pero no se puede decir que sea un sitio en el que pueda crecer algo.

Dolores: ¿Entonces crees que vuestro trabajo ha terminado?

E: Sí. Nos dejamos mucho equipo aquí. Por si volvemos después y lo necesitamos. Es muy improbable que alguien lo encuentre.

Dolores: ¿Adonde vais ahora?

E: Hay una reunión. Estamos en la nave, pero estamos hablando con otros que no están en la nave.

Dolores: ¿Sobre qué es la reunión?

E: Es importante que nos aseguremos de que esto no vuelve a ocurrir. Se ha perdido mucha investigación. Según nuestros análisis, no es posible ni reaprovisionar, ni volver a dejar crecer nada en este planeta. No es posible traer vida en un lapso de tiempo aceptable, así que debe evitarse en el futuro. Se ha destruido todo.

Dolores: ¿Así que lo vais a abandonar?

E: Este planeta en concreto ha sido destruido. Pero hay otros sitios en los que no queremos que ocurra esto.

Dolores: ¿Y cómo te sientes al respecto?

E: Como si hubiéramos fallado.

Una vez más lo llevé a otro día importante. «Me han ofrecido la oportunidad de ir a la Tierra».

Dolores: ¿Cómo es que te han ofrecido esa oportunidad?

E: Me presenté voluntario.

Dolores: ¿Pidieron voluntarios? (Sí). ¿Dónde estabas tú cuando ocurrió?

E: Estoy en una nave. Mi superior, mi líder, dijo que hacía falta que la gente fuera allí para evitar que esto volviera a ocurrir.

Dolores: ¿Tienen miedo de que pueda ocurrir lo mismo en la Tierra? (Sí). ¿Y tú quieres ir?

E: Sí. Me parece que me va a dar mucho miedo. Yo no comprendo muy bien el miedo, pero después de haber visto esa destrucción de primera mano creo que me va a dar miedo.

Dolores: ¿Hay otros en la nave que quieran ir y se hayan presentado voluntarios?

E: Sí, sí. Queremos marcar la diferencia. Nuestra tripulación va a ir. Algunos se quedarán en la nave. Otros irán. Los que se queden en la nave les proporcionarán apoyo a los que vayan. Nos ayudarán a recordar porque es difícil recordar cuando estás ahí abajo.

Dolores: ¿Qué le ocurre al cuerpo cuando abandonas la nave?

E: Tengo que ser como una persona de la Tierra.

Dolores: Estaba pensando en el cuerpo en el que estás ahora,  ¿se queda en la nave, se muere o qué?

E: Es casi como si fuera un traje o un vehículo. Es útil. No había en él ningún placer ni nada de lo que los humanos llaman una vida normal. Es solo para ir y hacer el trabajo. Cambiamos mucho de cuerpo.

Dolores: ¿Quieres decir que en realidad no era un cuerpo sólido?

E: Era sólido, pero es casi como si estuviera hecho de un material sintético. Aunque también es biológico.

Dolores: Entonces, cuando abandonas el cuerpo, ¿qué le ocurre?

E: Bueno, no se muere. No estaba vivo. Es un traje biológico que funciona.

Dolores: ¿Se deteriora cada vez que lo abandonas?

E: No creo. Pero no estoy seguro. Quizá lo usen otros para su trabajo.

Dolores: Vas a ir voluntario a la Tierra para este proyecto,  ¿te dan instrucciones?

E: Recordar. Nos cuentan que nos enfrentaremos a muchos desafíos y a muchas cosas que no comprendemos y,  simplemente que recordemos y seamos felices. Ser feliz es muy importante.

Dolores: ¿Crees que te será fácil ser feliz una vez llegues a la Tierra?

E: No. Allí hay mucha infelicidad. Hay muchos seres tristes y nosotros no queremos que estén tristes. Pero es un concepto vago porque no estamos del

todo seguros de qué quiere decir.

Dolores: ¿Entonces no tienes que hacer ningún trabajo en concreto?

E: Permanecer vivo. Vigilar las cosas.

Dolores: Has dicho que se te presentarán muchos desafíos.

E: Cosas a las cuales nunca nos hemos enfrentado.

Dolores: ¿Y aun así sigues queriendo ir?

E: Bueno, es emocionante. (Risas). Es mucho más emocionante que ir a tomar muestras,  La gente allí ha olvidado ciertas cosas y se enseñan mal los unos a los otros. Y nosotros queremos ayudarlos para que no se destruyan a sí mismos. Tenemos que ayudarlos a recordar.

Dolores: Cuando vayas a la Tierra a hacer ese trabajo, ¿tomarás un cuerpo?

E: Sí. Voy a ser una niña. (Se ríe, juguetona).

Dolores: ¿Has tenido elección?

E: Sí. Creo que sí, pero es extraño.

Dolores: ¿Qué tiene de extraño?

E: Lo elegí porque no son los seres dominantes del planeta. Quería saber qué se sentía al no pertenecer a la clase superior,  bueno, no superior, pero sí no dominante, a la menos favorecida. Vemos que las mujeres tienen muchos problemas. Los hombres también,  pero las mujeres pueden tener bebés. Y las mujeres ayudarán a cambiar las cosas porque son las que tienen los bebés. Serán de especial ayuda a la hora de disuadir de la guerra y de la destrucción. Si creas una vida no quieres destruirla.

Dolores: Pero cuando entres en un bebé, ¿te acordarás de por qué viniste?

E: Al principio, pero cuando llegue allí no quedará nadie de mi tripulación conmigo. O si están no los recordaré, y no sabré distinguirlos. Es muy confuso.

Dolores: Creo que eres muy valiente presentándote para venir solo, sin nadie quete ayude.

E: Habrá personas a nuestro alrededor para ayudarnos, pero es duro,  no lo sé.

Dolores: Pero no estarás con ninguno de los tuyos, con tu gente.

E: Bueno, todos somos más o menos lo mismo, estemos donde estemos, aunque con cuerpos diferentes. Hay gente en las naves que puede comunicarse con nosotros. Pueden comunicarse con todo el mundo, solo que no todos escuchan.

Dolores: ¿La otra gente no escucha?

E: No tanto. No están seguros de qué es. Les asusta.

Dolores: Si pueden comunicarse contigo cuando estás en un cuerpo humano, eso quiere decir que no estás solo realmente, ¿no?

E: No, pero al estar en la realidad física te sientes separado. No me gusta,  eso de estar separado no me gusta.

Dolores: ¿Cómo van a comunicarse contigo mientras estés en un cuerpo?

E: Harán cambios para elevar las vibraciones. Es como subir un nivel en el cuerpo. Como llevar una nueva programación. De alguna forma el que tú lo hagas ayuda a otros a hacerlo.

Dolores: ¿Subir en la programación?

E: Es como si cambias una parte o incluso muchas partes; todo empieza a cambiar todavía más aunque,  es difícil de explicar.

Dolores: ¿Le hacen eso al cuerpo físico antes de que tú entres en él?

E: Puede que un poco, pero se hará más después.

Dolores: ¿Entonces será como un proceso en marcha?

E: Sí. Ellos dicen que olvidarás por un momento. No todo el mundo, pero sí algunos. Dependiendo del ambiente en el que entres.

Dolores: ¿Entonces subir de nivel y reprogramarse es algo importante para no perderse?

E: Ellos dicen que nunca te pierdes. Aunque de alguna manera la parte humana de la mente lucha con la parte no humana de la mente. Uno quiere relajarse y dejar las cosas estar, y el otro está completamente confundido y,  ocurren muchas cosas. Me hace no querer comprenderlo todo al mismo tiempo. Me hace no querer sentir cosas. Creo que la parte que está confusa es la humana. Esa parte ni siquiera se da cuenta de que hay algo más. Es realmente extraño. Es como ser dos personas en un solo cuerpo.

Dolores: ¿Te dicen cuándo vas a recordar todo esto cuando estés en el otro cuerpo?

E: Al final. Ellen sabe algo ahora mismo. Se preocupa mucho por eso.

Dolores: ¿Hay algo que se suponga que tienes que hacer cuando entres en el cuerpo? Has dicho que venías a ayudar.

E: Ayudas simplemente estando ahí,  viviendo una vida.

Dolores: ¿Estando vivo simplemente? (Sí). ¿No tienes que salir y hacer cosas?

E: Aprendes cosas y experimentas cosas viviendo una vida. Y la información se transmite a la nave. Ellos la analizan y hacen correcciones.

Dolores: ¿Cómo transmites la información a la nave?

E: Siendo,  viviendo,  ellos pueden leerlo todo.

Dolores: Bueno, ¿sabes que ahora estás hablando a través de un cuerpo físico? (Sí). Y que este cuerpo está confuso. (Sí). Ella no comprende por qué está aquí.

E: Lo está complicando más de lo que es. No deja de pensar que tiene que ir y hacer algo físicamente.

Dolores: Cree que tiene que cambiar el mundo ella sola.

E: Eso es porque lleva mucho tiempo creyendo que está sola, y tanto peso la hace sentirse así.

Dolores: Ella ha dicho que quería ser de utilidad, que quería ayudar.

E: Y lo es. En el fondo ella sabe que sí lo es, pero piensa que no es suficiente.

Dolores: Ha intentado abandonar el planeta, ¿verdad? (Ha tratado de suicidarse).

E: Ella creía estar sola, y no estaba segura de en qué consistía esta vida. No comprendía el sufrimiento.

Dolores: Le han ocurrido algunas cosas negativas en esta vida, ¿verdad?

E: Sí. Quería que aquí solo hubiera amor. (Risas). Pero no comprendía que marcaba la diferencia solo con estar aquí. Creo que ella pensaba que todo sería mucho más rápido. Quería volver y no tener que seguir enfrentándose a la vida. Parecía como si las cosas no fueran a cambiar, pero ella sabe que son diferentes.

Dolores: Si hubiera salido del cuerpo deprisa no habría hecho su trabajo, ¿no?

E: No, ni habría visto el final desde donde está ahora. Habría querido volver inmediatamente a la Tierra. (Risas).

Dolores: Porque ella dijo: «No he cumplido mi contrato». (Risas).

E: No, pero no deja de tener su belleza.

Dolores: ¿Crees que ahora que comprende lo que tiene que hacer le será más fácil?

E: Eso creo. Ella lleva mucho tiempo tratando de solucionarlo. Buscaba un proyecto más grande, pero el asunto es que ella forma parte de un proyecto más grande. No necesita buscar nada más.

Dolores: Me han dicho que cuando vienen voluntarios solo para vivir su energía afecta a mucha gente.

E: Sí, y eso es lo que la asusta a ella. Ella no comprende estas emociones, sobre todo las negativas. No le gusta sentirlas, porque ella misma se ha sentido mal con respecto a otros seres, y eso la asusta. Vino aquí para ayudar trayendo amor, pero cuando se siente mal cree que está extendiendo su falta de amor.

Dolores: ¿Entonces se supone que tiene que amar a esas personas que la han tratado mal?

E: Y las ama.

Dolores: Eso es importante porque no queremos que ella acumule karma. (No).  No queremos que se quede atascada aquí.

E: No, y tiene miedo de estar atascada ya.

 

Una de las preguntas de Ellen era a propósito de unos símbolos geométricos poco habituales que ella misma había estado dibujando. Quería saber de dónde procedían. Yo me he encontrado a menudo con esos símbolos y con la obsesión de muchos de mis clientes por dibujarlos, así que creo conocer las respuestas, pero siempre prefiero preguntar a ver qué tiene que decir el subconsciente.

Siempre es bueno verificar.

 

E: Los símbolos forman parte de la mejora del ADN.

Dolores: ¿Entonces no tienen nada que ver con lo que está sucediendo en la  nave?

E: En cierto modo sí, porque ese es uno de los lugares a los que se transmite la información, sobre todo desde su continente o cuerpo físico. Pero no estoy seguro de que puedan traducirse. Creo que lo que está escribiendo es una fusión de símbolos que ella ha visto fuera del mundo con símbolos antiguos de este mundo. No pueden hacer ningún mal. Son poderosos en cierto sentido y son positivos, pero ella no debe forzarse a recordarlos. Llegarán cuando sea apropiado. Ella tiene que aprender más de este mundo y de sus energías.

Dolores: ¿Pero entonces otra parte de sí misma sí comprende lo que significan estos símbolos?

E: En cierto nivel, sí. Por eso se interesa por ellos. Ella antes tenía miedo de que fueran algo negativo, pero ya no lo tiene. Simplemente no sabe de dónde vienen. Esos símbolos le hablan a la parte más inteligente de su mente, que no suele salir a la superficie. (Risas). No tiene que preocuparse por interpretarlos. Se encontrará con otras personas que tendrán símbolos también, y hablarán de ello.

Ellen había tenido algunas experiencias negativas con hombres en su vida, así que quería saber si habría alguna persona positiva en el futuro. El subconsciente dijo que estaba a punto de conocer a alguien, pero no quiso entrar en detalles para no estropear la sorpresa. Encontraba el asunto muy divertido, así que yo deduje que la aguardaba una buena sorpresa. Además ella estaba preocupada por su hijo.

Dolores: Tengo entendido que para vosotros no es habitual tener niños una vez que entráis en un cuerpo humano.

E: Ella quería tener esa experiencia. Le daba miedo tenerla. Aunque lo permitió y quería que ocurriera, se decidió que no estaba preparada. Ella no se había adaptado. Todavía sigue trabajando en ello. Y cada vez está mejor.

Él también es como nosotros.

Dolores: ¿Es por eso por lo que son compatibles? (Sí). ¿Pero ella no estaba destinada a tener la experiencia de criarlo?

E: Iba a ser algo diferente. Para él no habría sido la experiencia completa de estar en la Tierra, o mejor dicho lo sería, y así él podría comprender.

Dolores: ¿Y por eso es por lo que tuvieron que criarlo sus abuelos?

E: Sí, durante un tiempo. Pero las cosas cambian.

Dolores: Ella quería saber si conseguiría la custodia. ¿Tú qué crees?

E: Puede que en el futuro no sea un problema. Las cosas están cambiando. La custodia puede no ser un problema. Todo depende de la línea de tiempo y de cuándo hagamos el cambio.

En la nueva Tierra no supondrá un problema. Él por ahora está bien.

Dolores: ¿Entonces no será un problema porque algunas personas no van a avanzar con el cambio?

E: En absoluto.

Dolores: Pero el hijo sí avanzará porque él también es uno de los voluntarios. (Sí). Probablemente esa es la única razón por la que ella ha podido tener un hijo con este tipo de alma.

E: Sí. Él era importante porque la mantuvo en marcha cuando ella ya no quería seguir adelante.

 

Ellen tenía muchas preguntas acerca de cosas poco habituales que le habían ocurrido en la infancia, pero el subconsciente dijo que no quería tratar esos temas. Era mejor que ella lo olvidara. No necesitaba seguir explorando el pasado. Eran solo cosas que la entristecían, cosas por las que ya no tenía que preocuparse.

Ella era consciente de ello, pero seguía insistiendo. Y tenía que seguir adelante. «Esa parte de su vida es casi como otra vida. Fue un gran entrenamiento,  fueron muchas experiencias en la Tierra. Tratar de comprender a los seres de aquí. Pero esa parte de su vida no la despertó.

Cuando digo “despertó” me refiero a que no era consciente de lo que estaba haciendo aquí. Son sus experiencias de la consciencia. Ella ha ayudado a mucha gente a la que jamás ha conocido. Y también otras personas como ella la han ayudado a ella a recordar. No se trata de un contacto físico. Se trata de la frecuencia y de las situaciones difíciles que atraviesan las almas, y eso abre caminos para otros. Sobre todo sus luchas, cuando consiguen superarlas; es como abrir una puerta para otras personas. Ella eligió venir a ayudar con las adicciones. Ese es uno de los temas más importantes. Superarlas es un desafío, y hacerlo ayuda a otros a superarlas también».

Le pregunté por su cuerpo físico. «Ella se cuida bastante bien. Hubo un tiempo en que no fue así. Lo forzó hasta el límite. Casi lo destroza».

Mensaje de partida: Nosotros estamos tratando de calmarla. A ella la entristece que nos vayamos, pero en realidad no nos vamos. (Risas). No queremos que se preocupe. Siempre cuidaremos de ella.

 

En mis otros libros hay dispersos casos similares de gente que ha estado presente en el momento en el que se destruía un planeta. O bien eran testigos del suceso en la misma superficie o en una nave, o bien volvían al planeta a ver los resultados. Se trata siempre de una experiencia muy conmovedora para todos ellos. Tiene un efecto a largo plazo que se nota en la vida presente, aunque a un nivel inconsciente. Muchos de ellos hablan de un profundo sentir miento de tristeza que les resulta sobrecogedor y que, sin embargo, no se fundamenta en nada sólido. Algunos incluso me cuentan que sentían una tristeza muy profunda en su infancia. Y dicen que su familia no recuerda haberlos visto sonreír o sentirse felices.

Otros hablan de un miedo irracional que los persigue durante toda su vida y que paraliza sus vidas. Naturalmente este tipo de emociones soterradas causan problemas en sus vidas presentes. Esto explica también su ansia por presentarse como voluntarios para venir a la Tierra en este momento tan crítico de la historia. Han visto la destrucción de primera mano, y no quieren que vuelva a suceder en otro planeta. Así que cuando sus superiores les dijeron que la Tierra estaba inmersa en problemas, ellos estaban entre los primeros en levantar la mano para ser voluntarios. Y sin embargo no se daban cuenta de las dificultades que se les presentarían al borrárseles la memoria nada más entrar. Darse cuenta después de que tienen un trabajo importante que hacer ayuda, por mucho que esa tarea no sea espectacular. Su energía es de una importancia tremenda, pues es necesaria para poder realizar los cambios. ¡Lo único que tienen que hacer es estar aquí!

 

Capítulo 13. La vida como árbol, y Lemuria.

 

MARIAN CRIABA CABALLOS EN SU RANCHO. Llevaba muchos años casada y no tenía hijos. No hablaba de problemas en concreto, pero sí quería saber cuál era su propósito en esta vida. A los clientes que vienen a verme por simple curiosidad les digo siempre que sacarán de la sesión más de lo que esperan.

Este fue de hecho el caso. Yo siempre tengo que esperar lo inesperado.

En lugar de salir de la nube, Marian salió fuera, lejos, al espacio exterior.

Veía la Tierra como una bella esfera de color azul verdoso, rodeada de estrellas. De pronto, mientras flotaba, se dio cuenta de que había una especie de nave espacial «aparcada» ahí fuera. Cuando le pregunté adonde quería ir o qué quería hacer, contestó: «Quiero irme a vivir a esa nave. Me gusta la idea de estar en una nave en lugar de en la Tierra. Poder flotar alrededor de las galaxias, ir a distintos planetas. En realidad no quiero volver a la Tierra». Le pregunté si quería explorar la nave más de cerca. «Creo que sé cómo es. Me parece que ya he vivido ahí y que he estado en la Tierra una temporada por alguna razón. Pero estoy deseando volver a casa. La nave me llevará a casa».

 

Le dije que podía hacer lo que quisiera, y ella dijo que quería subir a la nave.

 

Dolores: Muy bien. ¿Cómo vas a subir a la nave?

M: Creo que basta sencillamente con proyectarme a mí misma dentro. Puedo pensar en mí a bordo. (Risa de sorpresa). Acabo

de llegar a la cubierta de hologramas en donde,  entro en un bosque de secuoyas. Los árboles son preciosos y el sol se pone en el océano, pero en realidad estoy en la cubierta de hologramas. Es precioso. Esos árboles son mi familia.

Dolores: ¿Por qué piensas eso?

M: Porque estuve viviendo en uno de esos árboles una vez durante mucho, mucho tiempo. Creo que sencillamente decidí que quería ser un árbol grande y experimentar qué se siente siendo un árbol gigante. Fui un árbol recién nacido y fui creciendo, y los árboles grandes que me rodeaban eran mis padres, mis tíos y mis tías; todos éramos una familia. Comencé siendo una semilla y crecí hasta hacerme una plántula, y luego seguí creciendo y creciendo. Y todos absorbíamos la energía sanadora del sol magnífico. Y luego me salieron hojas que alimentaron al planeta. ¡Y éramos todos tan felices allí! (Con mucho sentimiento).

Dolores: Debiste de vivir mucho tiempo como árbol grande.

M: Sí, miles y miles de años. El árbol no murió, yo simplemente lo abandoné.

Dolores: Experimentaste todo lo que pudiste. (Sí). ¿Cómo era ser un árbol?

M: (Suspiro profundo). ¡Ah,  maravilloso! Tenía todas las ardillas y los pájaros. Era como si yo fuera una consciencia y ellos vivieran conmigo. Y yo los amaba y los alimentaba, y ellos me amaban a mí.

Dolores: ¿Pero entonces llegó el momento en el que ya no podías aprender nada más como árbol?

M: Fue como si me lo dijeran,  No sé quién me lo dijo, pero me dijeron que volviera a la nave para mi siguiente misión.

Dolores: ¿Es allí donde recibes tu siguiente misión, en la nave? (Sí). ¿Así que ahora mismo estás viendo todo eso otra vez en la cubierta de hologramas

solo para recordar?

M: Sí. Necesito que me recuerden por qué sigo tan conectada a los árboles.

Por qué los pinto, por qué ellos me hablan.

Dolores: ¿Entonces es así como funciona? ¿Aprendes todo lo que puedes de una experiencia y después te vas a tener otra? (Sí). ¿Yqué vas a hacer ahora?

M: Voy a volver a proyectarme sobre la Tierra, en lo que parece Lemuria, donde ahora está Hawái.

Dolores: ¿No vuelves a casa?

M: No. Me han enviado a otra misión. Me han enviado a Lemuria. Hace mucho, mucho tiempo que no vuelvo a casa. (Se pone triste).

Dolores: ¿Dónde está tu casa?, ¿lo sabes?

M: (Llorando en voz baja, luego casi en susurros). Creo que está en el Sol. Es muy brillante. ¡Está tan lleno de amor! (Sentimental). Nadie tiene cuerpo, somos simplemente seres de luz. Hay muchísimos amor. (Comienza a llorar otra vez).

 

Así es como han descrito a Dios muchos de mis clientes, como la Fuente de la cual procedemos todos originalmente. A menudo se la compara con la luz brillante del Sol, y a veces se la llama el «Gran Sol Central». Siempre se la describe como un lugar con un amor increíble.

 

Dolores: ¿Entonces tuviste que abandonar tu hogar una vez?

M: Sí, tuve que abandonarlo. Me lo dijeron. Me dijeron que era mi trabajo, pero que podría volver. Que tenía que irme y extender un poco de luz.

(Llorando).

Dolores: ¿Fuiste a muchos sitios?

M: Sí. (Suspiro). He estado en todas partes. (Llorando todavía, en voz baja).

Dolores: ¿Solo en la Tierra, o experimentaste también otras cosas?

M: La mayoría de las veces en la Tierra. Creo que pensaba que la Tierra sería lo mejor.

Dolores: Así que ahora estás deseando volver a casa, pero supongo que no puedes

ir hasta que no termines tu trabajo, ¿no?

M: Creo que pronto podré ir a casa. Creo que podré ir a casa después de esta vida, cuando termine con Marian. Me parece que me lo he ganado.

Dolores: ¿Has aprendido todo lo que tenías que aprender?

M: Sí. De todas formas creo que iré a casa en un vehículo, como en un Merkaba, con muchas luces y colores. Es como mi pequeña nave particular.

 

En el Antiguo Testamento, el término «Merkaba» se refería a uno de los carros refulgentes que vieron algunos profetas, en especial Ezequiel.

Actualmente parece que se refiere a un ovni, descrito del mejor modo posible con las palabras de aquel período.

Yo quería descubrir más cosas acerca de algo que Marian había mencionado: Lemuria. Se supone que Lemuria era un continente perdido, localizado en el océano Pacífico. Se cree que tuvo el mismo destino que la Atlántida, en el océano Atlántico. Solo que parece que Lemuria era más antigua.

M: Mmm,  La tierra de Mu. Se suponía que yo era una especie de curandero, aunque era hombre. Un poco como las kahunas de hoy en día, pero más bien como una especie de chamán del pueblo. Poníamos energía en las rocas.

 

Las kahunas son las sacerdotisas sagradas de las islas de Hawái de hoy en día. Le pedí a Marian que se visualizara a sí misma poniendo energía en las rocas.

 

M: Yo vivía en el pueblo. Era precioso, estaba junto al mar, y teníamos esas enormes rocas como monolitos. ¡En realidad son rocas gigantes! Nosotros no las pusimos allí, las pusieron las naves. Pero yo iba allí y ponía energía en ellas. (Pausa). Sencillamente ponía las manos en las rocas y les infundía energía. Tocaba las rocas. Y me concentraba con mucha fuerza en la energía,

que entraba en la roca. Y se quedaba ahí. Luego la gente que estaba enferma iba a las rocas y extraía la energía, y todos mejoraban.

Dolores: De modo que la energía se quedaba en las rocas para utilizarla después.

M: Sí. Sigue allí. A pesar de que ahora las rocas están bajo el agua.

Dolores: ¿Y dices que fueron otros los que pusieron las rocas allí? (Sí). ¿Cómo ocurrió?

M: Las movían con sus naves, por el aire.

Dolores: ¿Desde otros sitos?

M: Sí, desde otros sitios, porque pesaban mucho. Las llevaban flotando; ellos las traían,  flotando por el aire. Era realmente algo digno de contemplar.

Dolores: Fuiste un privilegiado al poder contemplarlo. ¿Cómo era?

M: (Risas). A mí me parecía normal porque estaba acostumbrado a verlo.

Pero no se le permitía verlo a todo el mundo. Por lo general lo hacían a primera hora de la mañana, antes de que la gente se levantara. Parecía como si una nave como un disco enorme fuera haciendo el sonido de un silbido llevando una de esas rocas enormes que tenían la forma de un cigarrillo muy largo. Y, luego, las posaban sobre la tierra.

Dolores: ¿Las dejaban encima de la tierra?

M: No. Cavaban un hoyo y las plantaban allí. Y luego a veces tallaban la roca con la forma de un rostro. Pero ese no era mi trabajo. El mío era poner la energía sanadora en las rocas.

Dolores: ¿Y por qué esos seres ponían esas rocas allí?

M: Creo que querían demostrarnos lo que eran capaces de hacer, y además querían ayudarnos. De alguna forma era un mecanismo de aprendizaje, porque también nos enseñaban a mover cosas con nuestra mente. Nosotros también podíamos hacerlo, solo que las rocas que movíamos eran más pequeñas. Bueno, algunos de nosotros, no todos. Tenías que creer de verdad, pero muy en serio, que nosotros éramos como ellos.

Dolores: ¿ Crees que tú no habrías podido mover una de esas rocas grandes con la mente?

M: No, pero sí que habría podido con la ayuda de otros; con unos veinte o treinta más.

Dolores: ¿Concentrándoos todos? (Sí). ¿Y ellos querían demostraros que era posible? (Sí). Pero, por supuesto, ellos lo hacían con una nave, ¿no es así?

M: No, lo hacían con las mentes, aunque desde la nave.

En ese momento la cinta comenzó a acelerarse, y desde ahí hasta el final fue cada vez peor Se aceleró tanto que las voces sonaban a mordiscos de ardilla y fue difícil transcribirla. Yo me pregunté si tenía algo que ver con lo que se estaba relatando: poner energía en los objetos.

Dolores: Yo creía que quizá fuera la nave la que ponía la energía.

M: Bueno, la nave y esos seres de la nave eran como un solo ser. Lo hacían todo a través del magnetismo. Así que se concentraban en el magnetismo.

Dolores: ¿Entonces podían funcionar como una sola mente? (Sí). Y eran capaces de mover esas cosas. (¡Sí!). ¿Te dijeron ellos que pusieras energía en las rocas?

M: No con palabras,  porque ellos no hablaban con palabras. Hablaban con bloques de pensamiento, así que me enviaron esos bloques de pensamiento. Y me gustó mucho que yo pudiera hacer eso.

Dolores: ¿ Viste alguna vez a esos seres? (Sí). ¿Entonces no siempre estaban en la nave?

M: ¡Ah, no! Algunos de ellos salían a veces. Pero asustaban a la gente. Aunque no eran más que seres de luz. Eran como esferas. Podían tomar cualquier forma, pero la mayor parte del tiempo eran simplemente esferas de luz que emanaban un montón de colores preciosos. ¡Y daban miedo, porque emanaban tanto amor y tanta sabiduría! Y podían adoptar una forma que venía a ser como la humana, pero en realidad eran luz. Seres de luz. De hecho no tenían ni brazos ni piernas. Eran altos, luminiscentes, como diamantes líquidos de luz.

Dolores: Suena precioso.

M: Procedían del Sol.

Dolores: ¿Eso te lo dijeron ellos?

M: Creo que sencillamente lo sabía porque es de donde procedo yo. Y ellos venían a comprobar cómo estaba yo, porque todos éramos del mismo sitio.

Dolores: ¿Tienes el recuerdo de proceder del Sol?

M: Más o menos. Recuerdo caer en el cuerpo de un bebé y pensar: ¡Oh, no! Y sentirme realmente pesado y denso.

 

Le pregunté qué aspecto tenían él y los otros del pueblo. Él era muy alto, con el cabello negro largo y espeso y la piel morena bronceada. Llevaba plumas, piedras y rocas alrededor del cuello y de la cabeza. Y llevaba algo parecido a una falda. Las mujeres del pueblo eran muy guapas, con el pelo largo y ondulado. Su aspecto era muy parecido al de las indias o hawaianas actuales.

 

Dolores: ¿Te entrenaron para ser chamán?

M: Creo que nací chamán. Mis padres, mi madre era una curandera. Ahora ya se han ido. Murieron, pero yo terminé lo que hacían ellos. Cuando hacía otras cosas, como por ejemplo cazar, la gente venía y me hablaba. Y yo les hablaba y daba rocas para que las sujetaran.

Dolores: ¿Por qué les dabas rocas?

M: Porque las rocas podían cambiar su frecuencia vibracional. Es una cuestión física. La roca les haría sentir diferentes, mejor. Y ellos lo creían. Así que, como lo creían, conseguían sentirse mejor.

Dolores: ¿Eran piedras o rocas vulgares y corrientes?

M: No, básicamente eran piedras ligeramente coloreadas que encontrábamos en la playa: piedras semipreciosas y cantos rodados. Yo ponía la energía sanadora en ellas.

Dolores: Igual que hacías con las rocas gigantes. (Sí). Así que se las dabas a la gente, y eso les hacía sentirse bien. (Sí). Pero también es cierto que te dijeron, a través de la mente, que pusieras energía en las rocas grandes, ¿no?

M: Sí, porque eso haría que la Tierra se sintiera mejor. Era para las dos cosas: para la gente y para la Tierra.

Dolores: Las rocas grandes, ¿las disponían siguiendo un diseño o algún tipo de formación?

M: Como una antena. Pero es una formación que parece una línea recta.

Dolores: ¿Qué quieres decir con eso de una antena?

M: Que enviaban frecuencias al sistema solar. Para permitir que todos los seres del sistema solar supieran lo bella que era la Tierra.

Dolores: ¿Esos seres vivían contigo, o estaban siempre en la nave?

M: Iban a todas partes. Simplemente vinieron a ver cómo estaba. Ellos van a todas partes. A otros planetas. Pueden hacerlo con mucha rapidez. Era como si salieran y entraran. En cambio yo tenía que pensar en ellos o llamarlos, y entonces aparecían. Son mi familia. Pero yo no los llamaba a menos que realmente necesitara algo.

Dolores: ¿Por qué dices que son «familia»?

M: Porque proceden del Sol.

Estaban todos conectados, exactamente igual que cuando ella era un árbol y estaba conectada con toda la naturaleza; sencillamente, porque todo procede del Sol. Él había tenido una verdadera familia una vez, pero todos habían muerto. No obstante quedaban muchos seres pequeños en el pueblo, y todo el mundo era feliz viviendo juntos allí. Cuidaban los unos de los otros. Había muy poca enfermedad, más que nada accidentes, porque él curaba a la gente.

No parecía que quedara mucho que explorar acerca de este tema, así que me lo llevé más adelante, hasta un día importante, y le pregunté qué veía.

M: Toda la isla ha desaparecido. Una gran inundación. Nosotros nos hundimos; toda la isla se hundió. Pero no estábamos realmente muertos; solo estábamos cubiertos de agua.

Dolores: ¿Fue de repente?

M: Sí, de repente. Una mañana, como un tsunami.

Dolores: ¿Os avisó alguien de lo que iba a suceder?

M: No, pero no importa.

Le pregunté si los seres trataron de avisarles, pero él dijo que entonces no estaban allí. De todos modos probablemente tampoco podrían haber hecho gran cosa. Ocurrió tan de repente que toda la isla quedó cubierta.

M: Murió mucha gente. Aunque, por supuesto, nadie se muere en realidad. Simplemente flotan hacia otro lugar. Sin embargo daba miedo, claro. Era una isla enorme. Murieron miles y miles de personas; cientos de miles, a las que nosotros ni siquiera conocíamos. Fue como si se hundiera un continente.

Dolores: ¿Un continente, más que una isla?

M: Un continente grande. Nosotros estábamos justo en la orilla de lo que creíamos que era nuestra isla. Pero no sabíamos lo grande que era porque nunca llegamos muy lejos. Pero cuando salimos de nuestros cuerpos y miramos hacia abajo, vimos lo grande que era Lemuria; era del tamaño de un continente grande. Nosotros éramos simplemente un grupo más de personas en uno de los extremos. Permanecíamos allí porque era seguro. Desde allí pude ver que todo el continente se hundía; sencillamente quedó bajo el agua.

Fue como si se abriera una grieta enorme en la Tierra, como un terremoto. Eso fue en realidad: un terremoto enorme. El suelo del océano simplemente se abrió y succionó el continente entero. Se lo tragó. Y toda el agua de alrededor lo cubrió. El océano Pacífico es muy grande.

Dolores: Me pregunto si esos seres podrían haber hecho algo de haber estado allí.

M: Yo creo que estaban observando y que quizá se llevaron a alguien en sus naves. Pero eso era todo lo que podían hacer.

Dolores: Supongo que no podían hacer nada para evitarlo.

M: No, fue la Madre Tierra la que lo hizo. Se estaba calibrando a sí misma. Hubo una perturbación al otro lado del planeta que fue lo que provocó el ajuste.

Dolores: ¿Qué ves  ahora?

M: Olas enormes de actividad solar viajando hasta la Tierra. Un ajuste. No sé lo que significa, como no sea que lo necesite algún grupo para nivelar el balance de la red del planeta que ellos mismos han desequilibrado. Y eso es lo que provoca los terremotos y las olas de las mareas.

Dolores: ¿Cómo fue el ajuste al otro lado del mundo?

M: Creo que fue otro experimento. Hicieron un experimento para tratar de ajustar algo, pero les salió el tiro por la culata.

Dolores: Tú puedes saber muchas cosas desde la perspectiva en la que te encuentras. ¿Quiénes eran los que hacían el experimento?

M: No eran de la Tierra, eran de otro sistema. No sé quiénes eran. No podía verlos. Pero de alguna manera era un grupo mental, aunque no del Sol. Nuestro grupo jamás habría,. nuestro grupo amaba al planeta Tierra, porque procedía del Sol. Así que ayudábamos a nutrir al planeta Tierra y todas sus formas de vida. Nosotros ayudábamos; y no solo nosotros, todos ayudábamos a hacer de la Tierra el paraíso exuberante de vegetación que es. Nuestro grupo sigue amando a este planeta.

Dolores: ¿Podrías averiguar algo más acerca del experimento?

M: Creo que sencillamente sentían curiosidad por saber qué ocurriría si enredaban las redes. Fue solo para observar, como experimento. (Suspiro). No puedo pronunciarme en cuanto al lugar del que procedían.

Dolores: No importa, pero ¿tenían permiso para hacer eso?

M: Estaban en la dimensión de la libre voluntad, y nadie los detuvo. No tenían respeto por las formas de vida que se verían afectadas. Simplemente observaron con frialdad, pero sin malicia. Algo así como: «Eh, vamos a ver qué pasa si hacemos este experimento».

Dolores: ¿Sabes qué pensaron después de lo ocurrido, si es que vieron la destrucción?

M: No tenían remordimientos humanos. No tenían el código genético necesario para sentir compasión o remordimiento. Sencillamente se marcharon y buscaron otro lugar donde experimentar. O volvieron a su propia dimensión para entregar el informe.

Dolores: Si miras hacia abajo, hacia la Tierra, ¿crees que le costará un tiempo volver a la normalidad?

M: ¡Oh!, sí, cientos de miles de años. Es como si el planeta necesitara descansar, echarse una siesta y curarse. Y dejar que el poder sanador del Sol lo cure.

Dolores: Pero no todos los humanos murieron, ¿no?

M: Algunos sobrevivieron, y a otros los trajeron después. Los seres vinieron a ayudar a cambiar el ADN para permitir que,  fue también un experimento, pero distinto del de plantar semillas. El consejo de los Nueve se encargó de ayudar a repoblar la Tierra.

Dolores: ¿Por qué tenían que cambiar el ADN?

M: Porque el ADN tenía solo dos hebras, y el de los lemurianos, doce.

Dolores: ¿Y eso  supone alguna diferencia?

M: Sí. Ellos son capaces de ser uno con la naturaleza, y están todos conectados a la mente universal.

Dolores: ¿Y por eso eran capaces de utilizar la energía?

M: Sí, porque tienen poderes.

Dolores: ¿Y eso se debe al ADN?

M: En parte. Nosotros procedemos del Sol.

Dolores: Me estaba preguntando qué es lo que hace tan especial al ADN de doce

hebras.

M: Tiene volumen en sí mismo, es vasto, interdimensional; es el poder del Creador. Todos ellos destilan amor,  solo para el bien.

Dolores: Después de que todo se destruyera, de que la gente muriera y  decidieran repoblar el planeta, ¿por que no dejaron que todos tuviéramos las doce hebras?

M: El consejo de los Nueve pensó que así sería mejor porque nos habían dado demasiado y demasiado deprisa. Nosotros no estábamos preparados, así que fue como una forma de ralentizar la evolución.

Dolores: ¿ Creyeron que era mejor volver atrás?

M: Sí. Es extraño, porque los hombres de las cavernas, los neandertales y los hombres antiguos posteriores a Lemuria, solo tenían dos hebras. Y sus cerebros no eran, eran como animales.. Llegaron ellos y mezclaron el ADN. Y entonces se hizo muy complejo, pero para entonces habíamos vuelto a los primeros estadios, y luego se marcharon.

Dolores: ¿Pero ellos creyeron que era mejor volver atrás y que la gente comenzara de nuevo otra vez? (Sí). Perdieron todos sus poderes, ¿no? (Sí). ¿Crees que esa fue una buena idea?

M: Yo no soy quién para juzgar. Yo solo observaba.

Dolores: Pero tú conocías el plan, si es que se trataba de volver a las dos hebras, ¿no? ¿Y se suponía que después debía evolucionar?

M: Ahora está cambiando.

Dolores: ¿Cómo está cambiando?

M: No sé cómo explicarlo, aparte de decir que «simplemente está sucediendo». Dejar que sufra una metamorfosis para que sea lo que puede llegar a ser, lo que debe ser, lo que ha sido, forma parte del plan; es para ayudarnos a todos a llegar a una nueva frecuencia. No todo el mundo puede hacerlo. No todos conseguirán las doce hebras.

Dolores: Pero eso llevará tiempo, ¿no?

M: Ya hace tiempo que está en marcha.

Dolores: ¿Te refieres a la reestructuración del ADN?

M: Sí, se está produciendo. Y ahora es más rápido.

Dolores: ¿Por qué es ahora más rápido?

M: Por la aceleración, . porque la red se ha alineado,  se reparan los daños.

Dolores: ¿Entonces ahora permiten otra vez cambiar el ADN? (Sí). ¿Y cómo va a  darse cuenta de ello la gente de nuestro mundo, hoy en día?

M: Bueno, algunas personas no se darán cuenta, pero aquellos que sean conscientes se sentirán conectados con el «Todo» que es. Sus sentidos se agudizarán. Se harán más ligeros, más transparentes.

Dolores: ¿Y la gente a su alrededor se dará cuenta?

M: Algunos. Otros seguirán caminando como muertos vivientes.

Dolores: Estaba pensando que si se hacen más transparentes eso debería notarse.

M: Sencillamente, se harán invisibles.

Dolores: (Esto ha sido una sorpresa). ¿Al final?

M: Sí. Pero seguirán ahí. Es como cambiar los canales de la televisión.

Dolores: Pero si se hacen invisibles entonces la gente a su alrededor no los verá, ¿no? (Exacto). ¿Dónde estarán?

M: En otro canal diferente.

Dolores: ¿En otra dimensión? (Sí). ¿Serán conscientes de ello? (Sí). ¿Sabrán que algo ha ocurrido? (¡Oh, sí!). ¿Y el resto de la gente no? (No). ¿Esta mutación del ADN afectará a las habilidades psíquicas?

M: Sí. La gente será mucho más telepática. No harán falta las palabras; se comunicarán a través del corazón y del pensamiento, por bloques. No habrá forma de mentir ni de engañar. No hará falta.

Dolores: Todo el mundo sabrá.

M: Sí, y eso es bueno.

Dolores: Lo es. ¿Pero por qué está sucediendo esto ahora?, ¿por qué permiten que vuelva ahora?

M: Ha llegado el momento. Tiene que ocurrir. Ha llegado el momento de que Gaia (la Madre Tierra) se gradúe y se lleve consigo a sus mejores estudiantes. Y de que deje atrás la destrucción, la corrupción, la negatividad y la oscuridad. Es como si se estuviera dividiendo en dos, como si se estuviera metamorfoseando en dos., una nueva Tierra,  un nuevo Jerusalén, y no habrá ningún holocausto nuclear. Todo esto forma parte del gran diseño de la gran luz del cielo, el consejo de los Nueve.

Dolores: ¿Y los que vengan estarán conectados a las doce hebras de ADN, o qué?

M: Sí, los que vayan lo estarán, pero algunos se quedarán para ayudar a los que se queden atrás, porque tendrán mucho miedo. Algunos se quedarán y se sacrificarán porque se producirá mucho pánico. Es muy triste.

Dolores: Y aquellos que se queden atrás,  ¿no tendrán alterado el ADN?

M: No, ellos no lo permitirían. Yo no se cómo funciona; solo sé que hay líderes que no están dispuestos a relajarse.

Dolores: ¿Entonces se trata de una elección personal? (Sí). Bien, lo ves todo desde donde estás. ¿Has dicho que Lemuria estaba donde está ahora Hawái? (Sí). ¿Y eso  es todo lo que queda del continente?

M: Sí, eso y parte de Japón y Singapur. Era un continente enorme. La Baja península de California era parte de la costa. Era enorme.

Dolores: ¿Queda todavía alguna parte más?

M: Sí, pero no conozco los nombres de las islas.

Dolores: ¿Son islas del Pacífico?

M: Sí. Llegaba hasta Japón. Era muy grande.

Dolores: Entonces suena como si ocupara todo el océano Pacífico, ¿no?

M: Eso creo.

Dolores: Hemos oído hablar mucho de la Atlántida. ¿Eso fue después de Lemuria? (Sí). ¿Hubo supervivientes del desastre de Lemuria?

M: Sí, algunos volaron al comienzo. Los mejores. Creo que fueron elevados por el aire por unos hermanos del espacio hasta donde se desarrollaría después la Atlántida.

Dolores: ¿Para comenzar una nueva civilización en esa parte del mundo? (Sí). Nosotros actualmente no sabemos nada de eso.

M: Mucha gente sí lo sabe.

Dolores: Bueno, conocen la Atlántida, pero no saben gran cosa de Lemuria. (Así es). Y no saben nada del ADN. Pero bueno, todo esto forma parte de mi trabajo: conseguir información. (Sí). Y finalmente te dijeron que vivieras en el cuerpo de Marian, ¿no es así? (Sí). ¿Por qué decidiste volver y entraren un cuerpo humano precisamente en nuestro tiempo?

M: Vine para formar parte del cambio.

 

En toda esta parte el ser estaba contestando tan bien a las preguntas que no me pareció necesario llamar al subconsciente. El ser estuvo de acuerdo, así que pasé a hacerle las preguntas relativas a Marian. Por supuesto, lo primero siempre es lo que yo llamo la «eterna pregunta»: ¿cuál es su propósito en la vida?, ¿por qué está ella aquí?, ¿qué se supone que tiene que hacer?

 

M: Ella es solo un ser de luz procedente del Sol que ha venido a elevar las vibraciones, a ayudar a purificar el agua y a ayudar a elevar las vibraciones de modo que todo el mundo se sienta mejor.

Dolores: Parece como si ella hubiera vivido muchas vidas en el planeta Tierra. ¿Es eso cierto?

M: Ha vivido quinientas vidas o más.

Dolores: ¿Solo en la Tierra? (Sí). No creí que pudieran ser tantas.

M: Ella tiene mucha experiencia, pero algunas vidas fueron muy rápidas., solo experimentó los nacimientos y las muertes. Además tampoco son realmente tantas, si consideras los millones de años transcurridos.

Dolores: Sí, pero ¿por qué vino a la Tierra a experimentar todas esas cosas?

M: (Risas). Porque a ella le encanta correr de acá para allá y recordar de dónde viene. Adora los arrebatos de amor y de generosidad, y le encanta recibir. Adora este planeta. Simplemente quiere divertirse. No le gusta que las cosas se pongan excesivamente complicadas. Se pone muy triste cuando la gente está triste a su alrededor. Puede leer las mentes.

Una de las preguntas de Marian era si tenía que pagar algún karma. Porque, si era así, quería deshacerse de él. Ellos contestaron: «Ella ya ha hecho bastante. Le ha llevado mucho tiempo». En esencia Marian estaba viviendo una vida perfecta, una vida de descanso: hacía lo que quería y no tenía problemas físicos. Irradiaba luz a todas las cosas, las personas, los animales y la tierra. Parecía como si perteneciera a la segunda oleada: la de los observadores que están aquí para generar y extender energía positiva a los demás. Y estaba llevando a cabo su tarea muy bien.

Le pregunté por los problemas que ella había experimentado en sus primeros años de vida, cuando estaba creciendo. «Ella siempre ha estado protegida. Ha sido como un catalizador para que otros pudieran solucionar sus karmas. Y eso la ha ayudado a ella también, pero en general ella ha sido siempre un catalizador que ha servido para que la gente aprendiera qué es el amor».

Antes de llegar al final de la sesión se me ocurrieron unas cuantas preguntas más: «Esas rocas de Lemuria, las que dejaron allí, cargadas de energía,

¿existen todavía, o están en el fondo del mar?».

M: Algunas de ellas están todavía en la isla de Hawái. Pero están ocultas.

Enterradas en lava.

Dolores: Allí hay mucha lava. (Sí). Entonces esa isla tiene todavía mucha energía

 de las rocas, ¿no? (¡Sí, oh, sí!).

 

Capítulo 14 El consejo.

 

NADA MÁS SALIR DE LA NUBE, CAROL se sintió muy confusa. «Sien to que no estoy en el lugar en el que debería. Me parece que esta no es la vida en la Tierra que estaba buscando. Me siento como si estuviera en otra dimensión. Veo el universo. Las estrellas y las galaxias. Creo que las nubes son vehículos de algún tipo. Me llevan por un agujero. Acabo de salir del agujero, y la nube es más bien como una bola de luz. Veo muchas cosas,. galaxias. Estoy tratando de llegar a cierto sitio. Voy a un sistema en el que he vivido mucho más tiempo que aquí. Hay muchas estrellas y muchos sistemas solares, y me parece que me voy a casa con mis amigos. Ellos me echan de menos».

Dolores: ¿Te has sentido atraída hacia cierto lugar de ese sistema?

C: Sí. El sistema ha aparecido ahí delante. Ahora estoy en uno de los planetas,  Hay un edificio muy grande. Y mucha gente caminando por los alrededores, ocupada haciendo cosas. El edificio es una especie de cuartel general. Estoy entrando.

Dolores: ¿Por qué crees que es un cuartel general?

C: Mi despacho está aquí. Acabo de entrar con mucha energía, y algunas personas se han dado cuenta. Paso mucho tiempo aquí. Dolores: ¿Quieres entrar en tu despacho? (Sí). Dime cómo es.

C: Está en el último piso y es todo de cristal. Veo montañas distantes y fuentes de agua por toda la ciudad.

Dolores: ¿Qué hay en tu despacho?

C: No hay gran cosa. Es grande y espacioso. El ordenador está en el escritorio. Toda la mesa es una base de datos. La superficie de la mesa es la pantalla.

 

Le pedí que fuera consciente de su cuerpo. Parecía humano, aunque de alguna forma era diferente. No se sentía ni hombre ni mujer. «Ninguna de las dos cosas. Las dos». Llevaba pantalones, una camisa y una chaqueta suelta.

Cuando le pregunté si se sentía joven o vieja, ella dijo: «Me siento muy vieja y muy joven,  sin edad. No tengo edad. Soy como un humano que no se identifica ni como hombre ni como mujer, ni como joven ni como viejo. Es una sociedad humana muy avanzada».

Además de que el ordenador ocupara toda la mesa, había también otras cosas extrañas en su despacho. «Hay un'cristal colgando. Son ventanas y pantallas con las bases de datos. Se activan cuando las señalo».

 

Dolores: ¿Entonces no se trata simplemente del cristal de la ventana, para mirar hacia fuera?

C: Exacto. No es el cristal de una simple ventana. Son más bien paneles de cristal. Cuando los señalo se activan, y las cosas se mueven conforme busco datos. Cada uno hace una cosa diferente.

Dolores: ¿Cuál es tu trabajo en ese despacho?

C: Soy el director de algo. Soy parte del consejo.

Dolores: ¿Y es por eso por lo que tienes que tener una base de datos?

C: Sí, porque monitorizamos los sistemas.

Dolores: ¿Otros sistemas, aparte del tuyo?

C: Sí. Hay otros edificios en otros planetas que son parte de esta red. Se trata de gobiernos benevolentes. Es el mismo edificio en los distintos planetas. (Se echa a llorar). ¡Echo de menos este lugar! Mis amigos están aquí. Toda mi familia está aquí, en este sistema,  Me he quedado atascada en este proyecto de la Tierra.

Dolores: ¿A qué te refieres con eso del «proyecto déla Tierra»?

C: Nosotros formamos parte de los investigadores que experimentan con el proyecto de la Tierra. Somos los que lo dirigimos. Somos parte de un grupo de especies, muchas especies, pero no somos los únicos. Somos parte del experimento humano de la Tierra; proponemos desafíos y observamos la realización de los proyectos y el progreso del proceso.

Dolores: ¿Estás allí desde el comienzo? (Sí). De eso hace mucho, ¿no? (Sí). Pero has dicho que supervisabas muchos sistemas diferentes.

C: Hay muchos otros experimentos diferentes en otros planetas del universo.

El de la Tierra no es el único. Hay otros que también se han complicado.

Dolores: ¿El de la Tierra es uno de los que más se han complicado?

C: No la Tierra, sino la especie humana, que se ha salido de su curso.

Dolores: ¿Y eso ha ocurrido en todas partes?

C: No. Algunos han evolucionado muy bien.

Dolores: ¿Qué fue lo que provocó que las cosas se complicaran en la Tierra?

C: La interferencia.

Dolores: ¿Puedes decirnos en qué consistió esa interferencia?

C: Lo estoy mirando precisamente ahora,  en la base de datos,  Estoy comprobando la historia. Fue la introducción de algún tipo de bacteria biológica lo que complicó el ADN, pero nosotros decidimos seguir adelante a ver qué pasaba. En mi libro, “Guardianes del jardín”, Felipe había contado la misma historia acerca de un meteorito que había caído en la Tierra en los primeros años de su desarrollo. Ese meteorito transportaba una bacteria desconocida en el planeta que introdujo la enfermedad. Todo acabó echando a perder el gran experimento de crear a un ser humano perfecto en la Tierra. Carol tenía razón al decir que el consejo estaba muy triste por el hecho de que se hubiera arruinado el experimento. Tenían que tomar una decisión, pero sabían que jamás sería la especie perfecta que pretendían. Se decidió dejar que el experimento continuara debido al enorme esfuerzo y tiempo invertidos.

Este hecho explica también el que los extraterrestres sigan haciendo algunos experimentos. Intentan devolver a la raza humana al plan original, en el que los individuos jamás se pondrían enfermos y solo morirían cuando estén preparados.

Dolores: ¿Quieres decir que el meteorito echó a perder el plan original?

C: Sí, pero nosotros creemos que nunca ocurre nada por accidente. Dolores: Me han dicho que la forma del cuerpo humano es la más funcional. ¿Es por eso por lo que se utiliza en muchos lugares?

C: Sí, es una combinación de muchas especies. Están los reptilianos, los siliconianos. Hay muchas especies que han contribuido a la consciencia del vehículo humano.

Dolores: Si estuviste aquí desde el comienzo es que tienes muchos años, ¿no?

C: Nosotros no estamos en el tiempo. No estamos en el mismo tipo de tiempo.

Dolores: En la Tierra nos parece que el desarrollo desde la célula hasta el cuerpo Humano, tal y como es ahora, ha llevado una gran cantidad de tiempo. Pero vosotros no reconocéis el tiempo, ¿no?

C: Las cosas simplemente se manifiestan. Nacen tal y como son pensadas.

Dolores: Pero aparentemente tú eras feliz allí, en el consejo, ¿no? (Sí). ¿Por qué decidiste marcharte?

C: Decidí que quería experimentarlo desde dentro en lugar de simplemente observarlo. Sabía que sería duro, y muchos me aconsejaron vivamente que no lo hiciera. Me necesitaban aquí. Necesitaban que estuviera disponible. Pero yo decidí marcharme porque pensé que podía arreglar las cosas desde dentro. Soy un Maestro.

Dolores: Si es cierto que eres un Maestro entonces podrás llevar a cabo cualquier tarea.

C: Sí, pero las cosas no salieron como debían.

Dolores: Parece que eres cabezota, si es que viniste aquí a pesar de los consejos de tus amigos.

C: Sí, esa es una de mis cualidades. Porque soy un inventor, y para poder inventar y crear tienes que conocer y ver tu creación desde todos los ángulos. Soy un Creador.

Dolores: ¿Y dices que ayudaste a crear la vida en la Tierra desde el comienzo?

C: Sí, pero solo ayudé. Éramos un equipo grande.

Dolores: ¿Y luego decidiste venir y experimentarlo?

C: Sí, para hacerme pequeño. Para estar en el microcosmos.

Dolores: ¿Tuviste que empezar desde ahí? Estoy tratando de entender lo que quieres decir.

C: Bueno, el microcosmos está en el nivel más pequeño del ser; comienza a nivel molecular con los protocolos. Antes de crearse las formas.

Dolores: ¿Entonces tuviste que empezar por ese nivel para venir a la Tierra?

C: No, no tuve que hacerlo. Yo hice lo que quería. Otras personas sí ven la necesidad de hacerlo así, pero yo no.

Dolores: ¿Entonces esta es la primera forma en la que entraste?, ¿el nivel del microcosmos?

C: La partícula, la consciencia de la partícula. Es más pequeña que un electrón,. más pequeña que el núcleo, más pequeña que algo, es diminuta. No hay palabras en este lenguaje para expresarlo.

Dolores: ¿Y qué ibas a experimentar en ese nivel?

C: La energía, solo la energía. Es terriblemente emocionante ser así de pequeño.

Dolores: ¿Tendrás que atravesar un proceso muy largo antes de volver aquí?

C: Puedo volver cuando quiera.

Dolores: Querías empezar siendo energía pura, pero ¿a qué tipo de forma ibas a

trasladarte después?

C: Las probé todas; fui un árbol, un electrón, una partícula, una onda de luz, un núcleo, una estrella, un planeta, un océano, agua, un animal, un reptil, un humano, luego yo, una roca, un canto rodado; he sido muchas cosas.

Dolores: ¿Aprendiste algo cuando fuiste todas esas formas diferentes?

C: No, no había nada que aprender,  solo ser. No se trata de lecciones. Se trata de experiencias. Solo experiencias.

Dolores: Pero no tenías por qué venir. Fue decisión tuya, ¿no?

C: Sí, y tuve que presionar para conseguirlo. Ellos trataron de impedírmelo y me dijeron: «Sigue adelante».

Dolores: ¿Yno trataron de detenerte?

C: No. Siempre se hace honor a la libre voluntad.

Dolores: ¿Así que entonces viviste todas esas formas y por último decidiste entrar en un cuerpo humano?

C: Sí, y fui humano durante un tiempo, pero luego dejé de ser humano,  en aquel tiempo ser humano era algo muy crudo.

Dolores: ¿Experimentaste muchas clases de vida diferentes cuando fuiste humano?

C: Sí, cada uno tenía su vida. Las experimenté todas. Quería descubrir qué era lo que estaba mal. ¿Qué es lo que falla en el cableado? ¿Cómo interfiere la bacteria, y cómo repararlo?

Dolores: ¿Te refieres a cómo reparar el daño?

C: El daño alteró la dirección hacia otro tipo distinto de evolución. Dada esa situación, solo se podía reparar desde dentro. No se podía reparar desde la posición de un observador.

Dolores: ¿Y por eso es por lo que quisiste experimentar distintos tipos de vidas?

C: Sí. Tenía que revisarlo todo.

Dolores: Algunas vidas eran tanto negativas como positivas, ¿verdad?

C: Sí, pero la negatividad es una ilusión. Ambas cosas son construcciones mentales, tanto lo negativo como lo positivo. La negatividad es un catalizador para el cambio.

Dolores: Pero tú sabes quedos humanos consideran todo lo negativo como malo.

C: Deberían cambiarle el nombre y llamarlo catalizador de la evolución.

Estos catalizadores de la evolución nos son dados a propósito. Las cosas que parecen negativas,  nos son dadas a propósito.

Dolores: Pero tú llevas mucho tiempo haciendo esto en términos humanos, supongo.

C: He ido y vuelto muchas veces. Pero no he estado aquí todo el tiempo. Aunque sí, hace mucho tiempo que nos enfrentamos a esto, antes incluso del proyecto humano en la Tierra. Ha habido más experimentos humanos antes de las glaciaciones de la Tierra. Había seis,  este es el sexto,  de muchos experimentos.

Dolores: ¿Qué quieres decir? Explícame cómo fueron esos seis experimentos.

C: Han transcurrido cientos de miles de años sin ningún tipo de vida sobre la superficie de la Tierra. Y en medio de todos esos años se han abierto pequeñas ventanas a las formas de vida complejas que nosotros siempre hemos utilizado.

Dolores: Eso es exactamente lo que me estaba preguntando, qué son esas seis fases.

C: No son fases,  son solo experimentos. Seis ventanas en el tiempo en las cuales era posible que hubiera una forma de vida compleja y humana en la Tierra. Momentos en los que podían existir las plantas, los animales y los hombres. En las dos primeras ocasiones no hubo humanos. Hubo solo otras especies. Y no necesariamente formas de vida que tú puedas reconocer en este espacio y en este tiempo. Los humanos son el experimento más reciente con las combinaciones; un experimento que solo se ha hecho después de haber experimentado con muchas otras formas de vida. Los humanos fueron quizá la mejor idea.

Dolores: ¿Los humanos tal y como son ahora? (No). ¿Esa fue la sexta fase?

C: No, no hubo fases. Solamente experimentos. Ese fue el sexto experimento aquí, pero la forma de vida humana estuvo presente en los últimos cuatro experimentos. Nosotros hemos experimentado con humanos en muchas galaxias. De hecho los humanos son la invención más reciente; las otras especies son mucho más antiguas. Sin embargo los humanos tienen fallos, a pesar de que estamos descubriendo una consciencia capaz de albergar más consciencia. Queremos encontrar un vehículo físico que pueda retener y guiar la consciencia. Todavía no hemos perfeccionado esta idea del vehículo físico en ninguna forma concreta, pero tenemos toda la eternidad para descubrirlo.

Dolores: ¿Para intentar perfeccionarla?

C: No para llegar a la perfección,  sino para experimentar. En cuanto alcanzas la perfección deja de ser perfecto, porque enseguida quieres intentar algo diferente, mejor.

Dolores: (Risas). Pero algunas de las especies que estaban en la Tierra, como por ejemplo la humana, no sobrevivieron ni siguieron adelante, ¿no?

C: Exacto. Borrón y cuenta nueva. A empezar otra vez.

Dolores: ¿No funcionaba como se suponía que tenía que funcionar?

C: No hay ningún «suponer» o «no suponer». A veces lo dejamos estar hasta que parece que deja de ser constructivo. Otras la involución pone en peligro otros experimentos, y entonces tenemos que detenerla.

Dolores: Se trata de un proyecto muy largo, ¿no es así?

C: Es un proyecto universal. Y además hay otros universos.

Dolores: ¿Y todos ellos influyen los unos en los otros, de modo que tenéis que controlarlos todos?

C: Sí, y también hay que tener cuidado de que no se contagien unos con otros. Porque estropearían el progreso de los otros. Cuando los humanos evolucionan tecnológicamente dentro de un experimento humano esa evolución tecnológica puede interferir en otros experimentos, y hay que contenerla dentro de sus límites de algún modo.

Dolores: ¿Hay más seres como tú que hayan venido a la Tierra?

C: Muchos, en este tiempo en concreto.

Dolores: Pero ellos también podrían haberse quedado allí, ¿no? (Sí). ¿ Vinieron todos voluntariamente?

C: Sí, no se obliga a nadie.

Dolores: He hablado con muchos tipos diferentes de voluntarios que decidieron venir en este momento de la evolución. ¿Cuál es tu tarea mientras permanezcas aquí?

C: Cambiar el cableado desde dentro.

Dolores: ¿El de todos los humanos, o solo el de unos pocos?

C: Solo el de algunos; el de aquellos que enseñarán a otros a cambiarse el cableado a sí mismos. Hemos venido aquí a enseñar. Cada persona debe transformar su propio cableado,  alterar,  el sistema neurológico que está dañado. De modo que la alteración del cableado neurológico solo la puede llevar a cabo cada uno de los individuos de cada forma de vida, y nadie puede cambiarla por él. Esto es un experimento, y esta vez estamos asistiendo a este experimento para dirigirlo en una determinada dirección. Después lo abandonaremos.

Dolores: ¿Por qué necesitan los humanos alterar el cableado?

C: Para contener más consciencia.

Dolores: ¿Entonces no es para contener más conocimientos?

C: No. Me explico: técnicamente, lo que falta es la evolución del corazón y de la compasión. Los humanos ya han hecho grandes avances tecnológicos antes, pero sin que evolucione su corazón, con un gran desequilibrio del corazón. Y ha sido desastroso. Así que ahora estamos aquí para hacer evolucionar el corazón de modo que quede equilibrado con el conocimiento.

Dolores: ¿Y por qué los humanos tienen que tener más consciencia?

C: Para ejercer el poder con benevolencia, porque el fallo de los humanos es el mal uso del poder. El daño biológico que provocó la bacteria al sistema neurológico ocurrió al comienzo del experimento, antes de que el hombre se hubiera formado por completo.

Dolores: ¿Entonces la idea es detener esa negatividad con el cableado nuevo?

C: O redirigir la forma en que se utiliza esa negatividad, porque toda esa negatividad también es necesaria. Lo positivo no puede existir sin lo negativo; no hay uno sin el otro. Luz y oscuridad forman parte ambas del tapiz que configura la imagen. Es necesario aprender a utilizarlas ambas de forma sabia, porque también de lo positivo puede hacerse un mal uso.

Dolores: Conozco a muchos voluntarios que han querido venir aquí y entrar en una forma humana SQIO para ayudar. Pero parece que tú tienes una misión diferente.

C: No hemos venido aquí a salvar a la raza humana. Hemos venido a ver adonde puede llevar todo esto.

Dolores: ¿Y es por eso por lo que elegiste el cuerpo de Carol?

C: Sí, y también es por eso por lo que elegí alterar el cableado que estaba peor. Porque es la única forma de mostrarles a los demás cómo alterar un cableado profundamente dañado a nivel biológico.

Dolores: ¿Entraste en su cuerpo cuando era un bebé?

C: Nací en ese cuerpo.

Dolores: ¿Has tenido otras vidas como humano?

C: Sí, todas son mis vidas. Yo soy yo. Es el mismo yo el que ha vivido todas esas vidas.

Dolores: Así que el propósito de Carol es que tú alteres su cableado para que ella le enseñe a hacerlo a otros, ¿no?

C: Sí, que se lo enseñe a los que quieran escucharla.

Dolores: Tú sabes que ella tiene una escuela de metafísica donde intenta enseñar

a otros, ¿verdad?

C: Sí, yo soy uno de los creadores de esa escuela. Hay mil personas implicadas en la creación de esa escuela. Yo soy el cerebro, digámoslo así, de esa operación.

Dolores: ¿Entonces fuiste tú quien le dio la idea de fundar esa escuela?

C: No, la idea fue del grupo. Es una idea con la que ella ha nacido,  una idea que pusimos en su mente. Era su destino.

Dolores: Y es una buena idea. Ella está ayudando a mucha gente. (Sí). Pero ahora mismo tiene problemas con la escuela.

C: Se identifica demasiado con las condiciones humanas.

Dolores: Ella se siente como desorientada, y no está llegando a tanta gente como debería.

C: Eso es cierto. No está llegando a tanta gente como debería. Pero lo único que tiene que hacer es relajarse y dejar que todo fluya. Hay demasiadas condiciones humanas implicadas en todo ello.

Dolores: ¿Puedes darle alguna idea de cómo atraer a más estudiantes?

C: Estamos en ello. Nosotros somos lo que ella llama todos «en uno».

Dolores: Ella lo está haciendo por Internet. Supongo que tú sabes lo que es.

C: Sí. Es una versión elemental de lo que tenemos nosotros. Internet es el nacimiento del acceso a la información consciente masivamente y para todos. Es el primer paso, pero lo pararemos si el corazón no se equilibra en esta especie.

Dolores: ¿Cómo vais a parar el experimento?

C: Tenemos la capacidad de destruir el cosmos. Lo único que hay que hacer es redirigir las fuerzas cósmicas. Si continúan los avances tecnológicos sin el corazón, llegará la destrucción.

Dolores: Pero eso significa que todo el mundo se destruirá.

C: No, nada se destruye.

Dolores: Entonces se destruirá todo el experimento.

C: El experimento continuará, pero comenzará otra vez por el principio. Nada se destruye nunca. Solo se convierte en energía que puede volver a utilizarse y rediseñarse de forma que no se mate a nadie. La destrucción no es real.

Dolores: ¿Pero volver a comenzar todo el experimento desde el principio no sería como admitir la derrota?

C: No, es admitir que va en la dirección incorrecta,  que debe tomar otra dirección. Tenemos mucha confianza en que irá en la dirección correcta para aquellos de nosotros que estamos aquí. Porque estamos impulsando el experimento desde dentro en lugar de como lo hacíamos antes, desde fuera. Estamos impulsándolo desde dentro, no desde fuera. Porque tiene que ser una expansión desde el interior de la forma. Es cierto que vemos que el redireccionamiento no es todavía completo. Hay todavía muchos humanos que escuchan esa, falsa dirección.

Dolores: ¿Tiene todo esto algo que ver con la nueva Tierra que se está formando?

C: Solo hay una Tierra, que será transformada. O no.

Dolores: He oído muchas cosas. He oído hablar del cambio de las vibraciones.

C: Habrá otras dimensiones en la Tierra. Habrá más de una,  muchas más. Habrá más de dos. Habrá muchas versiones de la Tierra.

Dolores: ¿Pero seguirá habiendo negatividad en una de esas versiones?

C: Sí, e incluso habrá una realidad más oscura de lo que tú puedas imaginar. Habrá versiones infernales de la Tierra, porque estamos probando el vehículo humano para ver hasta dónde puede llegar.

Dolores: Me han dicho que las personas negativas rio podrán acceder a las versiones superiores de la Tierra. ¿Es cierto?

C: Se quedarán en la versión en la que encajen. Aquellos que no puedan igualar ciertas vibraciones, morirán. Estamos limpiando la especie de los especímenes defectuosos. Aquellos que elijan desde su propio interior conseguirán el pase para «entrar».

Dolores: (Risas). Así que eso forma parte de tu trabajo; preparar a la gente para que comprenda que está sucediendo algo, ¿no?

C: Todo el mundo sabe que está sucediendo algo. Hay muchas ofertas con estilos muy diferentes. La de ella es una de esas ofertas de un estilo diferente. Hay otras que tienen otros estilos.

Dolores: ¿Qué quieres decir con eso de los distintos estilos?

C: Distintos modos de despertar. El objetivo es uno, pero las formas son muchas.

Dolores: ¿No hay «una sola forma», la que tiene que ser?

C: Hay solo la forma en que tiene que ser. El corazón humano debe evolucionar e ir hacia delante, porque nosotros hemos  permitido que el experimento humano vaya de la mano de los avances tecnológicos en el estado presente sin que evolucione el corazón. Y hemos permitido que esto llegue muy, muy lejos,  hemos dejado que llegara demasiado lejos, solo para ver qué pasaba. Y ya hemos visto lo que pasa,. no hace falta repetirlo. Ahora es: o una dirección nueva, o ninguna dirección.

Dolores: ¿Y qué es lo que visteis que iba a suceder?

C: La Guerra de las Estrellas. Es un hecho cierto. Ocurrió en una galaxia muy lejana.

Dolores: Entonces, si los hombres siguen haciendo lo que están haciendo, ¿podrían destruir la Tierra ellos mismos?

C: Podrían destruir sistemas enteros. Y podrían destruir otros experimentos que no queremos que toquen.

Dolores: ¿Y por eso es por lo que estáis observándolos, para que no sigan en esa dirección?

C: Para contener un experimento descontrolado.

Dolores: Los humanos no saben nada de esto, y por eso hacen cosas estúpidas.

C: Ella quería ver qué vida estaba conectada con la suya del presente, y es la mía: soy yo.

Dolores: Tú eres la persona de otro planeta que se presentó voluntaria para bajar aquí y vivir en esta locura de mundo.

C: No bajé. Llegué volando. (Yo me río).

 

Entonces llamé al subconsciente y le pregunté por qué había elegido precisamente esa vida para que ella la viera.

 

C: Para que ella comprenda que es un alma grupal. No se trata simplemente de un ser. Ella ve un aspecto de un planeta, pero hay un grupo de muchos planetas del que ella forma parte.

Dolores: Te refieres al otro ser que está en lo que llamáis el «consejo». (Sí). ¿Y ella es parte de ese consejo?

C: , Sí, el consejo es un solo ser.

Dolores: ¿Y por qué querías que supiera precisamente eso?

C: Para que comprenda de dónde procede realmente la escuela. Ella sospecha que hay una energía grupal detrás de esa escuela. Eso lo sabe, pero no quiere pensar que es tan grande porque no quiere pensar en ella misma como en alguien «especial». En cierto modo no quiere que se le suba a la cabeza.

 

Entonces le pregunté por sus problemas físicos, en especial por la glándula tiroides, para la cual estaba tomando una medicina. Su estado era grave. El subconsciente dijo que la causa era el miedo. «La ira, la ira es también otra causa,  una ira increíble. El problema está más conectado con la ira que con el miedo».

 

Dolores: ¿De dónde procede esa ira?

C: Ella ha llevado una vida muy agitada.

Dolores: Pero ella dice que ha hecho las paces con las cosas que le han ocurrido  en la vida.

C: Y las ha hecho en muchos sentidos. Su mente las ha dejado pasar. Su corazón ha perdonado. Pero el cuerpo no las ha soltado. Es una cuestión de memoria celular. Y además hubo un deseo de suicidio. Aunque fue un deseo inconsciente.

 

Los médicos le habían dicho a Carol que moriría si no tomaba la medicación. Pedí al subconsciente que se pusiera a trabajar con la glándula tiroides y luego le pregunté qué estaba haciendo. «Relajarla. Solo relajarla para hacerla sentirse a gusto como ser humano, a gusto con el hecho de quedarse aquí otros cuarenta o cincuenta años». El subconsciente también dijo que su escuela se expandiría y que llegaría al mundo entero. «Todavía no has visto nada. Ella lleva aquí ya cuarenta años. Eso es mucho tiempo para un ser no oriundo de la Tierra».

 

Mensaje de partida: No tengas miedo de brillar con tu propia luz. No tengas miedo de ser poderoso. No tengas miedo de ser más especial que otros. Ella tiene miedo de ser más especial que otras personas. Pero ella no es eso. Ella tiene mucho miedo al ego, porque el ego es la ruina de los mejores; por eso tiene más miedo al ego que a cualquier otra cosa. Ella ha visto a muchos egos destrozar un trabajo bien hecho, y no quiere que su ego destroce su labor. Por eso se mantiene en una posición de inferioridad; para combatir al ego. Pero la guiaremos en la forma de manejar el ego conforme los logros vayan aumentando; la guiaremos para que lo maneje bien.

 

Según parece hay incluso almas maestras que se han presentado voluntarias para venir aquí, a pesar de haber sido advertidas en contra. Se ha dicho muchas veces que hasta un avatar puede perderse y quedarse atascado en el lodo y el fango de la Tierra.

 

SEGUNDA PARTE. EXTRATERRESTRES Y SERES DE LUZ.

 

Capítulo 15. Más voluntarios.

 

PUEDE QUE PAREZCA UN POCO EXTRAÑO mezclar a los extraterrestres y los ovnis con las tres oleadas de voluntarios y la llegada de un cambio dimensional a la nueva Tierra, pero de hecho todo encaja perfectamente. Y esto se debe a que desde el principio el tema de los alienígenas y los extraterrestres se ha recubierto con una capa de miedo y desconfianza. La mayoría de los investigadores solo buscan, y por lo tanto solo descubren, lo que perciben como el mal y el horror. Pero todo ello no se basa más que en sus sistemas de creencias: ellos mismos crean lo que más temen. Jamás se les ha ocurrido pensar en el concepto que he descubierto yo: que nosotros somos ellos, y ellos son nosotros. Estos seres nos crearon, así que no tienen ningún interés en hacer daño a sus hijos. Debido a la libertad de la voluntad y a la ley de no interferencia, solo pueden observarnos y sacudir la cabeza ante la estupidez y el comportamiento infantil de sus hijos. Otros investigadores que usan la hipnosis mantienen por lo general a sus clientes en un estado de trance ligero en lugar de llevarlos al estado profundo que utilizo yo. En el estado de trance ligero la persona está atrapada en sus sentimientos y reina el miedo. Los extraterrestres son muy conscientes del efecto que producen en los humanos, ya sea por su mera presencia o por sus actos, y prefieren que la persona no recuerde el encuentro. Están aquí con un propósito concreto que los humanos, cuyas memorias han sido borradas al renacer en un cuerpo físico, no comprenderían.

 

Muchos humanos no deben recordar su conexión hasta que llegue el momento; hasta que sus misiones hayan alcanzado el estadio pertinente en el que serán capaces de comprender. Si esos recuerdos se hacen conscientes demasiado pronto, entonces puede ponerse en peligro el experimento. «Ellos» dicen que la situación ideal es aquella en la que la persona no se entera jamás de lo que está sucediendo; es decir, de que tienen encuentros. No quieren causar trastornos en las vidas de las personas. Pero la química del cerebro cambia debido a los aditivos de las comidas, a la polución de la atmósfera o a las drogas, ya sean recreativas o medicinales, si es que la persona está enganchada a alguna de ellas o al alcohol. Y esto da lugar a que los recuerdos de los encuentros, ya se trate de encuentros reales o solo de sueños, se vean de una forma distorsionada. Las emociones tiñen estos encuentros, de modo que la persona percibe que ha ocurrido algo horrible porque está más allá del ámbito de la comprensión de su mente consciente. Por eso es mejor que los extraterrestres borren el recuerdo. El miedo es la emoción más fuerte del ser humano.

 

Un ser humano que no comprende algo siente miedo, y esa emoción naturalmente distorsiona el recuerdo. Con el método que yo utilizo se aparta la mente consciente de la persona, de modo que puedo comunicarme con el subconsciente, que es la parte que tiene todos los conocimientos. Y entonces podemos averiguar la verdadera historia o, al menos, toda aquella parte de la historia que el subconsciente considera apropiado que conozcamos. El subconsciente sabe en qué punto del viaje se encuentran tanto la persona como su tarea, y sabe mucho acerca de qué es capaz o no de manejar. Ellos jamás le proporcionan a la persona más información de la que puede asimilar, y yo tengo que respetar ese límite cuando celebramos una sesión. Si el subconsciente dice que no puede darnos más información o que todavía no ha llegado la hora de revelar cierto asunto, entonces yo lo respeto. Hay que tratar al subconsciente siempre con el máximo respeto, y yo he entablado una relación de trabajo práctica y cómoda con esa parte de la mente del cliente. Por eso es por lo que puedo obtener una información que otros investigadores ni siquiera se atreverían a buscar.

 

La razón por la que el tema de los extraterrestres encaja con el de las tres oleadas es porque a menudo los voluntarios proceden de otras dimensiones, de otros planetas o simplemente de una nave espacial. Como he dicho antes, los voluntarios son almas puras y sin mácula que vienen a la Tierra en este momento para ayudarnos a realizar la transición a la nueva Tierra. La mayoría de ellos no han vivido nunca antes en un cuerpo humano y no están atrapados en la rueda del karma. En la serie El universo complejo descubrí que muchos de ellos provenían directamente de Dios o la Fuente, y que jamás habían vivido en ningún tipo de cuerpo. Todos ellos han sido uno con la Fuente, pero no han sido enviados a este largo viaje de la experimentación y el aprendizaje de lecciones para expandir el conocimiento de la Fuente. Ellos eran felices en aquel ambiente de amor completo, y solo accedieron a venir para ayudar a la Tierra. En la serie El universo complejo, muchos de ellos hablan de encuentros mantenidos en el lado espiritual o en otras localizaciones diversas. En estos encuentros se les dijo que la Tierra tenía problemas y que necesitaba ayuda del exterior. Pidieron voluntarios, y muchos de ellos aceptaron el desafío. Uno de ellos dijo: «Cometí la estupidez de levantar la mano y decir que iría». Al hablar de «estupidez» lo que quería decir era que no comprendía del todo las dificultades con las que iba a encontrarse. Estas almas amables solo quieren ayudar por puro amor. Pero al llegar aquí comprenden por qué dicen que la Tierra es el planeta que más desafíos plantea al universo. En este libro hemos descubierto también que algunos de ellos eran espíritus o energías que viajaban y exploraban, y que jamás habían sentido la necesidad de hacerse físicos. Resulta obvio por qué estas almas experimentan problemas a la hora de amoldarse a un ambiente extraño y tan hostil. Se las considera valientes y se las admira enormemente por acceder a llevar a cabo una tarea tan desalentadora.

 

Ahora vamos a explorar los casos que he encontrado de personas que han vivido en naves espaciales o en otros planetas y dimensiones y que jamás han sentido de hecho el deseo de explorar la Tierra. En mi libro “Los custodios, o los guardianes” escribí acerca de los veinticinco años que llevo investigando los casos habituales de ovnis y de inducción. En ese libro creí haber encontrado la respuesta a cualquier pregunta que pudiera hacerse acerca de estos fenómenos. Pero estaba equivocada; todavía queda mucho por descubrir. Al escribir aquel libro yo aún no era consciente de su relación con los voluntarios y de sus dificultades para desempeñar su rol en la Tierra.

Visto desde esta perspectiva, los extraterrestres no son invasores sino protectores. Solo están protegiendo y vigilando a los suyos. Aunque este tipo de voluntarios no son conscientes de ello, jamás están solos. Los seres a los que dejan atrás velan por ellos y los vigilan para asegurarse de que están a salvo y se adaptan bien a este ambiente tan extraño para ellos que es la Tierra.

 

He encontrado algunos casos de los que ya he informado en la serie El universo complejo, pero por aquel entonces yo no conocía la historia completa. Relataré estos casos en este libro conforme se desenvuelva la historia.

TIEMPO PERDIDO.

 

Mi trabajo con la hipnosis estaba dando muchas vueltas y giros y proseguía en una dirección distinta de la prevista en el momento inicial, así que ¿por qué tuvo que sorprenderme que el trabajo relativo a los ovnis y los extraterrestres diera un giro también? En el pasado yo había investigado episodios de tiempo perdido e incidentes de tiempo condensado. Escribí acerca de ellos en Los custodios. Sin embargo siempre había sido capaz de dejarlo todo bien atado con seres físicos en naves espaciales. De alguna forma esto para mí lo hacía todo más comprensible, porque podía mantener el problema dentro de un perímetro en el que nuestra mente consciente se sabe manejar. No obstante, ahora mi trabajo va en una dirección en la que se enlazan muchos acontecimientos con seres y vehículos no físicos. La mente subconsciente lo reconoce como algo natural, e incluso la mente consciente de la persona jamás habría considerado semejante concepto tan extraño.

Verdaderamente estábamos abriendo nuestras mentes, y todo mi trabajo se veía afectado. Yo tenía que cambiar mi forma de ver las cosas por completo.

 

Una de las doce sesiones que celebré en Laughlin, Nevada, justo después del ataque del 11 de septiembre de 2001, fue con Jackie. Naturalmente, como se trataba de una conferencia acerca de los ovnis, conocí a mucha gente que quería comprobar si había tenido experiencias de este tipo. Jackie era una de ellas. Durante el transcurso de la conferencia yo había dirigido los encuentros de «abducidos» todas las mañanas con la ayuda de Barbara Lamb. Jackie quería investigar un incidente de tiempo perdido que la preocupaba. Ella y su amiga Elaine habían salido de viaje en coche en dirección a Sedona, Arizona, a las tres de la madrugada. Es un viaje en el que normalmente se tarda cuatro horas, así que deberían haber llegado alrededor de las siete de la mañana.

Pero llegaron varias horas más tarde (unas dos horas de tiempo perdido), y se encontraron de pronto en una autopista extraña justo a la entrada de Sedona.

 

Yo quería asegurarme de que no habían parado sencillamente en la cuneta para echarse una siesta debido a lo temprano de la hora, pero ella estaba segura de que no había sido así. A esas horas de la madrugada debía haber poco tráfico, y esa era precisamente la razón por la cual habían partido tan temprano. No parecía haber ninguna explicación lógica para el retraso. Así que la sesión se centró principalmente en este hecho. Resultó de mucha ayuda el que ella recordara el día y la hora exactos del incidente. Lo tenía todo apuntado en su diario.

 

Otro asunto que quería explorar era la idea de que le habían puesto un implante en la cavidad nasal. Jackie me mostró una serie de radiografías que el médico le había hecho cuando fue a hacerse un chequeo en busca de dicho implante. En una de ellas había un punto blanco diminuto en la parte alta de la cavidad nasal. Meses después se hizo un segundo conjunto de placas en las que ya no se veía nada. Jackie aseguraba que en el intervalo entre unas y otras había expulsado algo por la nariz, pero como no sabía qué era simplemente lo tiró.

Quería descubrir si había tenido algo en la nariz y si era posible que tuviera otros implantes en el cuerpo. Exploré primero el episodio del tiempo perdido. Nada más entrar en trance la llevé a su casa a primeras horas de la madrugada del día 1 de julio de 1993.

 

Dolores: Es por la mañana, muy pronto, y te estás preparando para salir de viaje. Estás regresando a casa en esa mañana en que te preparas para marcharte. Ahora es muy pronto, es la madrugada del 1 de julio de 1993. ¿Qué estás haciendo?, ¿qué ves?

 J: He apagado las luces. Justo salgo por la puerta.

Dolores: ¿Tienes ya todo lo que te vas a llevar? (Sí). ¿En qué coche vais a ir?

J: En mi Ford.

Dolores: ¿Vas a conducir tú, o Elaine?

J: Yo conduzco. Es muy pronto, las tres y cinco. Fuera está todo oscuro todavía, y Elaine y yo estamos en el coche. Me gusta mi música. Me ayuda a pasar el tiempo.

Dolores: ¿Cuánto tiempo vais a tardar en llegar a Sedona?

J: Unas cuatro horas. He hecho este viaje muchas veces. Pero estamos hablando de la posibilidad de coger otra carretera nueva; hay que subir veintisiete kilómetros y luego recto desde Lynn’s (?) Park hasta Sedona. Por una carretera de montaña. Es menos viaje. Nunca hemos ido por allí.

 

Para empezar habíamos encontrado ya algo de lo que ella no era consciente. Jackie iba a coger una autopista diferente de la que recordaba de siempre.

 

Dolores: ¿Por esa carretera el camino es más corto?

J: No, más largo.

Dolores: ¿Por qué has decidido ir por otro camino?

J: Por la cita. Me comprometí a estar allí. Para encontrarme con esa gente.

Dolores: ¿Ellos van a estar en esa autopista?

J: Sí. Por este camino será más fácil verlos. Yo sabía subconscientemente que ellos estarían allí. Pero no conscientemente.

Dolores: ¿Qué quieres decir con eso de la cita? ¿Es que habéis arreglado el encuentro?

J: Con mi gente. (Con tristeza). Los echo de menos.

 

Le estaba afectando mucho, y se echó a llorar. Traté de que recuperara la confianza para poder seguir hablando de ello. Pero ella siguió llorando mientras contestaba.

 

J: Ellos son totalmente,  luz. Están hechos de luz. (Sorbiendo las lágrimas). ¡Los echo tanto de menos! (Afectada). Este lugar es extraño.

Dolores: ¿Esas personas a las que conoces no son de aquí?

J: (Suspiro grande). No.

Dolores: ¿Cuándo concertaste la cita para encontrarte con ellos?

J: Me dijeron adonde tenía que ir mientras dormía. (Sorbiéndose

los mocos). Sería en algún lugar de esa carretera. Yo no sabía dónde exactamente, pero tenía que darme prisa. Tenía que estar allí a una hora determinada.

Dolores: ¿Y es por eso por lo que querías salir tan pronto por la mañana? (Sí).

Tero has dicho que tú los conocías. ¿De qué los conoces?

J: De la luz. (Sigue sorbiéndose los mocos). (Afectada). Son de la luz. Son luz. La energía de la luz.

Dolores: ¿Y cómo es que los conoces?

J: (Emotiva). ¡Yo soy ellos! (Enfáticamente). ¡Soy ellos!

Traté de descubrir de qué estaba hablando sin guiarla por mi parte.

Dolores: ¿Entonces has estado comunicándote con ellos mientras estabas aquí, en la Tierra?

J: Continuamente, pero no siempre les comprendo. A veces se me olvida quién soy. (Emotiva). Una forma concentrada de luz. Es la máxima concentración de luz azul. ¡Yo soy ellos!

Dolores: Tú eres ellos. Bueno, vamos a adelantarnos en el tiempo hasta el momento en el que llegas al lugar donde se supone que vais a encontraros. ¿Te costó mucho llegar allí?

J: Hay que echarle gasolina al coche. Tengo que parar para re postar. ¡Me siento bien! Me siento viva, despierta. Nerviosa y llena de energía. Pero cuando paramos para echar gasolina me entra mucho sueño. Me quedo dormida en un minuto. Para cuando doy la vuelta al coche para dejar que conduzca Elaine, no puedo siquiera mantener los ojos abiertos.

Dolores: Bueno, es que es de madrugada.

J: Pero esto es diferente. No ha sido dormir. Ella conduce. Lleva mos puestos los cinturones. Desvío la vista para mirar a qué velocidad vamos. Y eso es lo último que veo: vamos a 120 kilómetros por hora. Pienso que llegaremos allí en veinte minutos.

Dolores: ¿No hay tráfico?

J: Bueno, he visto pasar a un coche en dirección contraria, la autopista está dividida en dos sentidos.

Dolores: ¿Y qué pasó entonces? Porque tu subconsciente lo sabe. Puedes decirte

a ti misma lo que pasó.

J: Nos paramos. Aparcamos en la cuneta. Es de tierra. Hay vallas a lo largo. Y una granja o algo así. Bajo la ventanilla. Está muy oscuro.

Dolores: ¿Ella aparca en la cuneta?, ¿ni siquiera te pregunta por qué?

J: No. Está sonriendo. Yo miraba a la derecha. Había algo,  con forma de cúpula plateada, como un tanque de agua. Pero no era un tanque de agua. Dos «personas» se acercan a mi puerta. Una a la de ella. Y echamos a caminar.

Dolores: ¿Qué aspecto tienen esas personas?

J: Son grises.

Dolores: ¿Has salido del coche?

J: Sí. Elaine está bien. Camina en silencio.

Dolores: ¿Adonde os llevan?

): Estamos en esta nave,  en esta sala.

Según parecía la cúpula plateada era de hecho una nave espacial.

Dolores: Estáis en una sala. ¿Qué ocurre entonces?

J: Estos robots,  los grises,  me enseñan. Siento que las voces provienen de ellos, que soy un emisario. (Casi llorando). Que me tienen que dejar otra vez. No quiero volver. (Emotiva). Volveré, pero preferiría quedarme aquí con ellos. De verdad que quiero quedarme con ellos. Soy un segmento de luz. Segmento de luz. Yo soy un segmento,  Volver.

Dolores: ¿Qué quieres decir con eso de que eres un segmento?

J: Dividirme y separarme de ellos otra vez para volver a la Tie rra. Tengo que volver abajo. Quiero quedarme con ellos. (Emotiva). ¡Están tan llenos de amor! Y toda molécula espacial es luz. (Llorando). No sé si podré hacer lo que ellos quieren que haga.

Dolores: ¿Qué quieren que hagas?

J: Expandir la luz. Extender la luz. Volver y aumentar la fuente Dios, extendiendo la luz. (Sorbiéndose los mocos).

Dolores: ¿Te han dicho cómo tienes que hacerlo?

J: Dicen que yo sé cómo.

 

Se me ocurrió entonces la idea de que esto era similar a los pequeños seres de luz de la historia de Bartholomew, del Libro primero de “El universo complejo”, que vinieron a la Tierra a extender la luz.

 

Dolores: ¿Son ellos los que te lo dicen, o es que hay más seres en la sala?

Jackie estaba en lo cierto al llamarlos «robots», porque son máquinas biológicas creadas que solo hacen lo que se les dice o aquello para lo que están programadas. Así que yo sabía que por lo general ellos no piensan por sí mismos. Solo hacen las tareas más rutinarias. Por eso me pregunté de dónde sacaban las instrucciones que le estaban dando a Jackie.

J: Es más bien como un teléfono. Están hablando con alguien que está muy lejos.

Dolores: ¿Y telo repiten a ti?

J: Ellos son el teléfono. Están transmitiendo. Ellos tienen el men saje. Y además también son de la luz. Esto es tan maravilloso,  ¡pero cuando vuelvo me siento tan fragmentada! (Sigue sollozando).

Dolores: ¿Por qué te han traído a esta nave a estas horas de la madrugada?

J: Yo necesitaba un,  aparato. Es un aparato. Me han puesto el aparato en el cerebro.

Dolores: ¿Cómo lo han hecho?

J: Con una extensión mental. Entró por la cavidad nasal derecha.

Dolores: ¿Y esa  extensión te la insertaron en el cerebro?

J: Cerca del cerebro. Para que pueda seguir pensando con ellos. Mientras viva, ellos proyectarán conceptos en mí. Para ayudarme a vivir. Para ayudarme a enseñar. Esos conceptos aparecerán en mi mente como imágenes. Son palabras, pero son como imágenes.

Dolores: ¿Y eso te ayudará a saber qué tienes que decir y enseñar?

J: Sí, pero me parece que a veces no me sirve de ayuda.

Dolores: ¿Por qué?

J: Porque estoy intentando enseñar a los tontos. (Risas).

Dolores: (Risas). Bueno, ¿te molesta que te hayan puesto eso en la cabeza? J:

¡Ah, no! Sé que lo necesito. Es mi. tarjeta telefónica.

Dolores: Para que puedas comunicarte con ellos. Así que no se trata de control mental ni nada de eso, ¿no?

J: Ah, no, porque yo soy ellos. Yo soy ellos.

Dolores: Y es sencillamente su forma de llamarte por teléfono cuando tienen que mandarte información, ¡no?

J: Sí, para ayudarme. Para evitar que me haga daño. Para que pueda saber. Para avisarme cuando pueda hacerme daño.

Dolores: ¿Recogen ellos también información?

J: Sí, ¡oh, sí! Todos aquellos con los que hablo. Todos los concep tos. Todas las ideas, los valores, las experiencias. A ellos les ayuda a crecer también. Nos ayuda a crecer.

Dolores: ¿Qué hacen ellos con la información?

J: La construyen como,  ¿cristales? Se construye en la fuente Dios. Se añaden. Para completar el objetivo. Se añaden a la fuente Dios. Se añaden al conocimiento y a la luz. Para crear el objetivo. El objetivo de Dios. Él tiene que tener un objetivo.

Dolores: ¿Y es esa la única forma de conseguir información?

J: No, tienen muchas formas, muchos segmentos como yo que les mandan información. Si yo no realizara mi tarea la haría otro.

 

Quizá sea esa una de las razones por las que me encuentro con tanta gente que me cuenta las mismas cosas. ¿Acaso me estoy encontrando con más de esos segmentos destinados a realizar una tarea en la Tierra? Si es así, entonces parece que están repartidos por todo el mundo. Quizá sea ese su propósito, de modo que puedan recoger información de muchos sitios diferentes.

 

Dolores: ¿Pero es esta la única forma en que pueden conseguir información, con esas cosas pequeñas que te ponen en la cabeza?

J: No, hay otra forma, pero no todo está conectado. Y si pensamos algo, todos lo saben al mismo tiempo. Conocimientos de la existencia, telegrafiados de uno a otro y así sucesivamente. Y toda la luz sabe la misma cosa al mismo tiempo. Pero esta es una forma más física de relacionarse conmigo cuando estoy en la Tierra.

Dolores: ¿Habías tenido eso en la cabeza antes alguna vez?

J: Sí, antes de esta vida. Pero esta vez no.

Dolores: Me refiero a cuando eras joven. (Sí). ¿Entonces por qué te han puesto otro?

J: A veces el cuerpo lo absorbe. Y otras veces sencillamente hay que actualizarlo para que pueda recoger toda la información que necesitan.

Dolores: ASÍ que esto puede ocurrir también de niño, y luego quizá de vez en cuando, cuando haya que reemplazarlo, ¿no?

J: Me ocurrió cuando tenía siete años. Estaba muy sola. Y ellos hicieron que dejara de sentirme sola. Me hicieron saber que no estaba sola.

(Triste). Todavía me siento sola. Esta Tierra es un lugar extraño. Cuesta trabajo hablar con la gente. Era difícil hablar con la gente. Ahora es más fácil.

Dolores: Bueno, ¿te hicieron algo más esa mañana mientras estabas allí?

J: (Sigue emotiva). Me dijeron que dejara de quedarme atascada, pero voy a hacer lo que tengo que hacer. La otra vez todo fue mucho más completo. Cuando era una luz azul, un bloque de luz azul en el otro sitio. Un todo un bloque de luz azul.

 

Traté de comprender lo que me decía.

 

J: Cuando estaba con ellos. Todo estaba siempre completo cuando estaba con ellos. El tiempo no existe. Cuando era un bloque, un bloque sólido de luz azul, fue cuando fui más feliz.

 

A juzgar por mi pregunta, aparentemente yo no había entendido lo que me decía.

 

Dolores: ¿Eso fue cuando eras más joven?

J: Si de lo que hablamos es de tu tiempo imaginario, contado en años, sería hace unos 500.000 años. Entonces era feliz. (Risas). Una luz azul, sólida y confortable.

Dolores: ¿ Y qué pasó entonces? ¿Tuviste que dejar esa luz?

J: Sí, para ayudar con el objetivo. Cuando venimos aquí lo aumentamos con nuestras obras. En serio lo hacemos. Si hacemos malas obras entonces es que no estamos viajando en la luz. Y creamos energía por nuestras obras para ayudar a la fuente Dios a aumentar la fuente Dios. Es un bloque de luz que originalmente iba a crear universos nuevos y mejores cada vez. Jamás termina ni jamás empieza. Pero a veces en los planetas físicos te quedas frío y en tinieblas. Pesado y oscuro. Y solitario.

Dolores: ¿Qué era ese bloque grande de luz azul?

J: ¡Dios! Era la fuente Dios. Todos nosotros somos energía concentrada a nuestra manera. En esa vida en particular yo era lo más parecido que he visto jamás a Dios desde la primera vez que, ¿me marché? (No sabía muy bien cómo expresarlo con palabras). Desde la primera vez que brillé como una chispa, mientras me alejaba de la fuente Dios. A veces se reduce cuando estás en la oscuridad. Te sientes separado y solo. Muy solo. Pero yo sé que no lo estoy. Es solo que a veces me gustaría que fuera más fácil.

Dolores: ¿Te presentaste voluntaria para separarte y bajar a lo físico?

J: Sí. Era mi responsabilidad. Lo más difícil de aprender es la responsabilidad. Somos responsables de nuestra propia chispa, de nuestra forma de aumentar la fuente Dios. Y a veces es difícil de entender porque yo sé que tengo que hacerlo; me refiero a ayudar. Pero a veces me canso mucho.

Dolores: ¿En tu vida presente como Jackie, quieres decir, o te refieres a todos los viajes?

J: A todos ellos.

Dolores: ¿Por qué te cansas?

J: Porque no va lo suficientemente deprisa.

 

Eso ya lo había oído antes; que las cosas van muy lentas en nuestra dimensión de la Tierra. En la otra dimensión, y especialmente en el lado del espíritu, los pensamientos se materializan al instante. Todo es mucho más rápido. Nuestra dimensión lenta y densa resulta frustrante para los seres de energía, que están acostumbrados a crear de inmediato.

 

J: Hubo un tiempo en el que las cosas eran lentas también en otros planetas y en otros sitios.

Dolores: ¿Eran diferentes?

J: Jamás estaba demasiado oscuro.

Dolores: ¿Pero todo eran lecciones?, ¿es por eso por lo que tenías que ir a esos sitios?

J: Sí, nosotros sabemos que siempre son lecciones. Este planeta en particular no está saliendo como debería porque muchos de nosotros nos permitimos cansarnos y vamos arrastrando los pies a la hora de hacer lo que tenemos que hacer. Tenemos que mantenernos en el camino vertical. Las cosas materiales no importan. No son la realidad. No son la Realidad, con R mayúscula. La Realidad con R mayúscula es lo que cuenta. La Vida, con V mayúscula, es lo que cuenta. Y esta no es la Vida con V mayúscula. Así que, a veces, estoy resentida por estar aquí, pero es necesario para aumentar la Fuente, esa energía, ese cristal para crear.

Dolores: Eso es lo que Jackie quería comprender, por qué le estaban ocurriendo todas esas cosas. Comprender su propósito la haría sentirse mejor.

J: Comprendo el propósito. Lo que no comprendo es por qué fallo y me canso.

Dolores: Bueno, ya que estás en ello, ¿lleva Jackie algún otro implante en el cuerpo?

J: Sí, hay uno en un dedo de la mano izquierda.

Dolores: ¿Para qué es?

J: Quería decir «para la salud», pero me están diciendo que es para la sangre. Mi sangre no tiene el oxígeno suficiente porque la Tierra es un lugar muy pesado. Y mi cuerpo no fabrica el suficiente,  no hay suficiente oxígeno en mi sangre. Fabrica más glóbiilos blancos porque el equilibrio no es el correcto. Me imagino rayos, como rayos láser, recogidos en mi cuerpo a través de esta cosa. ¡Esta chica es tan pequeña!

Dolores: ¿Esa cosa está equilibrando el oxígeno en tu sangre?

J: Sí, pero no sé cómo. No lo comprendo. (Revelación). ¿La luz es un,  impulsor? Les da una patadita en el culo a las moléculas. (Risas). Lo necesito. Necesito estar fuerte durante otros veinte años. Muy fuerte.

Dolores: ¿Otros veinte años? Así que esa cosa ayuda al cuerpo a mantenerse en equilibrio y armonía. ¿Tiene ella algún otro implante que deba conocer?

J: Detrás de la oreja izquierda.

Dolores: ¿Y cuál es la función de ese?

J: Comunicación. He tenido varios implantes detrás de la oreja. Uno cuando tenía siete años, que estaba más arriba. Y otro recientemente.

Dolores: El que te pusieron cuando tenías siete años, ¿qué función tenía?

J: Era para hacerme escuchar lo que estaba oyendo,  sobre la fe. Para ayudarme a oír, para esclarecer en mi cerebro los patrones de la verdad de lo que estaba oyendo. Y para filtrar y clasificar qué era verdad y qué no.

Dolores: ¿Es el implante que lleva Jackie en el área nasal el que ella vio en la placa de rayos X?

J: Ese lo tenía en la nariz.

Dolores: ¿Pero cuál era el propósito de ese implante?

J: Era para la comunicación. Para cuando ellos quieren saber algo o ver algo. Ellos ven y oyen todo lo que hago. Y cuando quieren decirme algo, lo ponen en mi cerebro. Y yo a veces lo veo como imágenes y otras veces como palabras. El que se vio en la placa de rayos X es un aparato para la comunicación.

 

Todas las personas a las que he preguntado por sus implantes mientras están en trance me han contado exactamente esto mismo. He relatado algunos de estos casos en “Los custodios”. El extraterrestre dijo que era muy importante que nosotros comprendiéramos cuál es la función de los implantes. Los implantes siempre han tenido una connotación negativa, y algunos investigadores los extirpan. El propósito de los implantes colocados en la cavidad nasal es siempre el mismo, según me cuentan: son aparatos para la comunicación que recogen la información que los sujetos reciben en su cerebro. Esta información se vuelca directamente en ordenadores en los que se almacena toda la historia de nuestra civilización y de la Tierra. Algunos implantes son monitores para localizar al sujeto y protegerlo en caso necesario. Otros son similares a píldoras que liberan el medicamento progresivamente o a aparatos que dispensan la medicación en el cuerpo para ayudarlo con cualquier enfermedad o mal funcionamiento. Yo he descubierto que estos implantes son muy positivos. Jamás he encontrado ninguno que tuviera un efecto negativo. Lo único negativo es el relato que hacen aquellos que no conocen la historia completa.

 

Dolores: ¿Entonces es diferente del que te pusieron en el cerebro?

J: No, es ese. Está cerca del cerebro. Los de los oídos también están cerca del cerebro. Uno me lo pusieron cuando tenía siete años, y otro, del que yo tuve noticia, allá por el año 95. El del año 93 está en la aleta de la nariz.

Dolores: ¿Y es ese el que se veía en la placa de rayos X?

J: Sí, el del 93. Ese me lo pusieron durante un viaje a Sedona.

Dolores: ¿Y por qué no sale ya en las placas de rayos X?

J: En el año 96 tuve un lapso de tiempo perdido, también a pri mera hora de la mañana. Y entonces vinieron. Estaba suelto. Y yo pensé que venían o bien para sacármelo, o bien para ajustármelo. Pero al día siguiente se salió. Supongo que vinieron a soltarlo.

Dolores: ¿Por qué lo soltaron para que se cayera solo?

J: Porque yo sabía lo que estaban haciendo, y no funciona tan bien cuando yo lo sé.

Dolores: ¿Es el que encontró Jackie cuando lo expulsó, el que parecía un cuadrado pequeñito verde?

J: Sí. (Risas). Cuando un niño aprende a montar en bicicleta con la asistencia de las dos ruedinas, se hace dependiente de esas ruedinas hasta que alguien se las quita. El implante que le quitaron era como esas ruedinas. ¡Dios, ahora voy yo sola! No me había dado cuenta de que estuviera haciéndolo sola. (Esto ha sido una sorpresa y una revelación). Estoy sola.

Dolores: Pero si se lo quitaron, ¿cómo se comunican ahora con Jackie?

J: Por los cristales. Los cristales. El sistema telegráfico que he mencionado y que es el más activo. Comenzaba ya a ser más efectivo. ¿Quién necesita ya los ruedines? Tenía comunicación sin ellos.

Dolores: Eso significa que Jackie no está sola, que sigue conectada. Solo que no a través de un objeto físico.

J: Ellos debían enseñarme a ser más no-física. Más espiritual.

Enseñarme con el espíritu. Para enseñar a la gente a morir con el espíritu. (Emotiva).

Dolores: Eso es muy importante, ¿verdad? Y es el trabajo que está haciendo Jackie ahora. Una contribución muy valiosa. Ellos la ayudan a saber qué decirle a esa gente.

Jackie estaba trabajando como ayudante de enfermera en una residencia de la tercera edad, y estaba en contacto constante con personas mayores y con personas postradas en cama.

J: Sigo sin estar segura.

Dolores: Bueno, es el comienzo. Como dicen ellos, a Jackie le quedan por lo menos otros veinte años. En ese tiempo pueden ocurrir muchas cosas. Pero Jackie tenía más preguntas. Ella quería saber cómo borrar el karma. Para borrar los malos sentimientos hacia su familia y hacia la gente que no la comprendía.

 

Jackie había tenido problemas con su familia en esta vida. Se había producido un malentendido a propósito de lo que ella estaba haciendo en metafísica. Esto les ocurre a menudo a las personas que cambian la dirección de su vida, en especial si se oponen al sistema de creencias de su familia. Muchos matrimonios se rompen cuando una de las dos personas de la pareja comienza a crecer en otra dirección. A menudo es necesaria mucha comprensión y mucho amor para que ambos puedan explorar sus nuevos intereses recién encontrados.

 

J: La familia a la que perdí,  es una familia poco numerosa. Pero simboliza a la gran familia a la que he perdido. Estar aquí me hace sentirme sola. Forma parte del experimento. Porque necesito saber que puedo seguir adelante sin los ruedines, sin ellos, y seguir sin embargo cerca de ellos. Como mi familia de luz. La familia del lugar de la luz.

Dolores: ¿Es a esa familia a la que realmente ella echa de menos, a la familia de la luz?

J: Esta familia a la que he perdido aquí es solo un ejemplo peque ño. Me estaban diciendo que se llevaban mis ruedines para enseñarme la responsabilidad. Que soy responsable, y que no necesito apoyarme ya en nada ni nadie. (Llorando y sorbiéndose los mocos).

Dolores: Y ella tiene el sistema telefónico con el que puede conectar con su familia grande.

J: Es más bien como un telégrafo. (Risas).

Dolores: Pero Jackie está haciendo un trabajo muy importante con la gente enferma y moribunda. ¿Es eso lo que se supone que tiene que seguir haciendo el resto de su vida? ¿Podéis decírselo?

J: Yo lo sé. Necesito ser responsable y dejar de llorar. ¡Hazlo! ¡Simplemente hazlo! Explícale el objetivo a la gente. Explícale la habilidad de Dios para dar nacimiento a universos nuevos y más grandes. Tengo que enseñarles eso a los tontos.

Dolores: ¿Jackie lo tendrá lo suficientemente claro como para enseñarlo? Porque hay que comprenderlo para poder explicarlo.

J: Esa es una mala pregunta. Ponía en positivo. Ella sabrá. Cla ramente. Tiene que estar en positivo. De ahora en adelante ponlo todp en positivo. Pero entonces es cuando tengo problemas. Porque cuando afirmo las cosas en positivo, la gente que no comprende se resiente. Creen que es una orden.

Dolores: Pero siempre habrá gente que se resienta debido al nivel en el que está.

J: La información vendrá de la gente de la luz. Almas graduadas.

Se separarán de los que están abajo. Ellos ya comprenden. Hay poco tiempo. Los alumnos son los iluminados. Ellos viajaban en la luz; están empezando a volver para ayudar a otros. Esos son los alumnos.

Dolores: Te refieres a los graduados, a los que ya han terminado el curso. ¿Es eso lo que quieres decir?

J: Bueno, incluso los graduados son neófitos, pero los que están abajo no lo saben. Si un gatito nace en una habitación con rayas, solo verá rayas durante el resto de su vida. No puede ver nada horizontal. ¡Eso es un hecho! Y la mente es igual. Así que no puedes enseñar a alguien que no puede comprender.

Dolores: Jackie también sentía curiosidad por saber si había tenido vidas pasadas en las que enseñara.

J: Sí. Ella ha tenido muchas vidas que se remontan al antiguo Egipto, donde trató de enseñar lecciones aceleradas. Pero ella sentía que enseñaba a tontos.

Dolores: (Risas). Sí, la gente no comprende.

J: Pocos comprenden. Son tontos.

Dolores: ¿Y se supone que ella ahora tiene que enseñar los mismos principios?

J: Negro contra la luz. Estrellas contra la luz. Negativo contra positivo. Simplemente tengo que hacerlo. Tengo que hacerlo.

 

Me resulta sorprendente la cantidad de veces que «les» oigo decir que el propósito de mi cliente es extender la luz, la información y la comprensión. Muchas veces esta idea es completamente extraña para el patrón de pensamiento consciente del propio cliente. Y aunque están de acuerdo en que es una buena idea, no saben cómo hacerlo ni cómo empezar. Tal vez fuera a eso a lo que se refería Jackie al hablar de los implantes que se comunicaban con ella. Quizá ellos le digan lo que tiene que decir y lo que tiene que hacer. De esa forma parecería algo natural, como un instinto o un impulso. (¿Cuántas veces he oído esto mismo?

 

Son personas que saben exactamente lo que tienen que hacer cuando están en una situación desesperada). Jackie quería saber algo acerca de un extrañó incidente que le ocurrió cuando se miró las manos y vio que las tenía muy, muy rojas. «¿Qué me estaba sucediendo?».

 

J: La curación es también un regalo para la gente. Y mi trabajo es venir a curar. Lo hago con las manos, con el corazón. Mis manos estaban del color del corazón. De un rojo profundo. No las tenía calientes, pero sí llenas de energía. Energía que ayuda a curar a esta gente moribunda. (Risas).

 

Suena divertido. Curar a gente moribunda.

 

Dolores: No suena divertido. Les estás ayudando a cruzar al otro lado con amor, en lugar de miedo.

J: Sí. Son bellos. Noventa y dos y noventa y seis años, y son bellos. No puedes ni imaginar lo bellos que son.

Dolores: ¿Y el  rojo de tus manos era para ayudar?

J: Para ayudar a conducir la energía hacia ellos cuando los toco. Toco sus frentes, los cojo de las manos. Y para conducirla dentro de ellos igual que la electricidad en una máquina. Y para convertir la electricidad en energía con la que trabajar en sus cuerpos. Así que en ese momento, cuando vi mis manos ponerse rojas, era para decirme que ese era el camino correcto. Sí.

 

Lo siguiente se tomó de una transcripción mucho más larga en la que nos encontramos con varias vidas pasadas.

 

Valerie era una enfermera titulada con muchos años de experiencia en hospitales. Además estaba en el grupo de abducidos que se reunían todas las mañanas durante ía Conferencia de ovnis de Laughlin en 2001. Sospechaba que había tenido un contacto con los extraterrestres, pero no tenía intención de explorar ningún incidente en particular. Transcribo la parte en la que yo le hago a su subconsciente las preguntas que ella desea aclarar.

 

Dolores: Una de las cosas acerca de las cuales Valerie siente curiosidad es que ella cree que en esta vida presente ha tenido contacto con lo que nosotros llamamos extraterrestres. ¿Es eso cierto?

V: Ella tiene que darse cuenta de que la red de la vida está muy entrelazada. Hay muchas, muchas especies distintas de entidades en el universo. Y ella se ha encarnado en esas especies distintas muchas veces. Era parte de su senda de aprendizaje. Las diferentes especies aprenden unas de otras. Por supuesto, hay muchos niveles para describir lo que está ocurriendo con los extraterrestres. Los propósitos son muchos en los diversos niveles, pero fue un acuerdo. En un nivel, uno de los propósitos era que ella tuviera estas experiencias a una edad muy temprana.

Porque para ella sería de gran ayuda saber con certeza, sin la menor duda, que la vida es algo más que lo que se le presenta sencillamente ante la vista.

Porque eso la ayudaría a hacerse las grandes preguntas, como por ejemplo: «¿Por qué estoy aquí?», «¿Cómo puedo llevar una vida mejor?» o «¿Cómo puedo enseñar a los demás a llevar una vida mejor?». Y de no haber sido por esas visitas tempranas quizá ella no se hubiera hecho jamás estas preguntas.

Estas preguntas la ayudan a recordar quién es. Fue algo así como un despertar temprano. Aquellos que oyen esta llamada al despertar muy, muy temprano en su vidas, de niños, son los bendecidos. Son los que cuentan con una ventaja porque a menudo es difícil recordar quiénes somos y cuál es nuestro propósito. Si ni siquiera cuentas con el estímulo para elevarte por encima de los que te rodean, que solo se preocupan del aquí y el ahora, ¿qué será de ti?

Dolores: Ella también quiere saber algo acerca de esos bebés con los que sueña. ¿Ha estado embarazada de ellos?

V: Así es.

Dolores: Ella quiere entender eso.

V: Es algo que mucha gente tiene dificultades para entender. Pero es esencial en este estadio de la historia de la Tierra que haya una continuación de los genes. No simplemente una continuación, sino una modificación del ADN.

Vosotros los llamáis «genes». Habrá momentos en el futuro de la Tierra en los que hará falta este material, lo mismo que harán falta estos seres que son en parte humanos y en parte lo que tú llamas extraterrestres. Hará falta tener estas razas combinadas porque en el futuro habrá momentos en los que será necesario tener algunas cualidades de los dos. Y ella ha accedido a esto. Y es muy consciente a un nivel profundo de sus implicaciones. Ella ha contribuido libremente y por su voluntad a este proyecto.

Dolores: Ella se preguntaba qué había sido de estos niños.

V: Están a salvo. Son felices,  a su manera. Pero si tuviera que conocer todas las circunstancias de su existencia en este preciso momento, su mente consciente probablemente la convencería de que esa no es la forma correcta de vivir. Y de que es imposible que sean felices. Así que baste con decir que en este momento están a salvo y son felices. Ella puede descansar tranquila sabiéndolo. No necesita conocer los detalles de sus vidas porque su mente consciente la convencería de que ese no es el tipo de vida que debe tener un niño o un adulto.

Dolores: Es algo diferente de la vida que ella conoce.

V: Es muy diferente. Es por completo extraña a la vida que ella conoce. Pero también es la elección de esos niños, de esas almas. Fue elección suya llevar a cabo esta tarea, entrar en esas vidas, exactamente igual que fue elección de Valerie entrar en la vida que lleva ahora. Es la elección de ellos, su karma. Están haciendo lo que eligieron hacer. Y van a hacerlo bien.

Dolores: Ella también quería saber si alguna vez verá a esos niños o podrá visitarlos.

V: No, no los verá. Ellos pactaron que sería ella quien les diera la vida. Y que cuando necesitaran los «cuidados de una madre», como tú los llamas, serían otras mujeres que eligieron ser madres de más de un niño quienes se los procuraran. Ellas pueden hacerlo, y de hecho disfrutan haciéndolo. Ella sentía que no tenía la capacidad para pasar de una situación a la otra y viceversa. Así son las cosas.

Dolores: Entonces no tiene de qué preocuparse. Todo va bien.

V: Todo va bien.

Dolores: Muy bien. Pero ella tiene más preguntas. A veces se despierta con marcas en forma de triángulo en el cuerpo. ¿De dónde salen?

V: Hay muchas cosas acerca de las cuales nosotros tenemos que aprender, y una de ellas es cómo integrar, cómo adaptar los cuerpos a otros ambientes. Y

lo probamos con gente. Los subimos a naves espaciales y les hacemos la prueba para ver cómo reaccionan a cosas distintas en su vida. Se trata en su mayoría de cosas que están en su ambiente. Ya sea la comida que comen, las bebidas que beben, los medicamentos o lo que ellos llaman los

«suplementos». La polución del aire y de la comida. Hacemos pruebas con todas estas cosas. Tenemos nuestro instrumental. Medimos todas estas cosas.

Y a veces nuestro instrumental deja marcas en el cuerpo. Estas marcas no tienen ningún efecto a largo plazo. No les hacen daño en ningún sentido. Al revés; en muchos casos deshacemos los daños que vemos en los cuerpos.

Aprendemos mucho con estas pruebas. Con ellas podemos ver también qué hace falta para librarse de esas cosas «malas» que les ocurren en el cuerpo, e incluso librarse de sustancias tóxicas. Y eso es bueno.

Dolores: Entonces no tiene de qué preocuparse. Es simplemente que resulta muy curioso que la gente se despierte con esas marcas.

Muchas personas me han dicho que se despiertan a veces con estas marcas extrañas en el cuerpo, pero en todos los casos recibimos siempre la misma respuesta: que las causan máquinas e instrumentos diversos que se utilizan a bordo de las naves. Yo sabía que no se trataba de algo negativo, pero me alegré de haber podido verificarlo. La gente se asusta mucho de aquello que no comprende.

 

Durante otra sesión, con un cliente diferente, salió a relucir otra cosa extraña. Una de las preguntas de este cliente nuevo era si había mantenido alguna relación con los extraterrestres. Existe la teoría de que si una persona ha tenido contacto con ellos entonces a veces se ve algo en su piel, aunque solo es visible bajo luces fluorescentes. Algunos investigadores utilizan esto como prueba del contacto de una determinada persona con los extraterrestres. Mi cliente quería saber algo acerca de esto porque veía cosas impresas en su piel a la luz de los fluorescentes.

 

Dolores: ¿Qué provoca esas marcas?, ¿de dónde proceden?

M: Ella es una chica muy ocupada. Los extraterrestres la mantienen muy ocupada de noche, cuando ella cree que está durmiendo. ¡Pero no lo está! Está ocupada. Está trabajando con otros. Esta chica no descansa jamás.

Dolores: ¿Qué provoca esas marcas visibles solo con luz fluorescente?

M: Las provoca su contacto con otros seres. Cuando la tocan, le dejan esas marcas. Son como oleosas; la piel se le queda pegadiza toda alrededor. Y tú la conoces, es una chica curiosa y tiene luces fluorescentes. Así que se ve las marcas. Están ahí por su relación con ellos, por su trabajo con ellos. Es solo algo que ocurre durante el contacto. Cuando tocan las cosas de alguna forma se pegan.

Dolores: ¿Pero no dañan el cuerpo de ninguna forma?

M: No, no. No pasa nada.

Dolores: Hay algunas investigadores que dicen que eso es malo.

M: ¿Sabes?, hay muchos viajes muy poderosos. Y cada vez que ella cree ver esas marcas, entonces es que ha hecho uno de esos viajes. Ella cree que duerme, pero no duerme.

Dolores: ¿Cuál es su trabajo con ellos?

M: Ayuda a la gente a no sentir miedo. Ella está aprendiendo muchas cosas que utilizará más adelante. Tiene que aprenderlas para poder enseñarlas después. La gente siente realmente mucho miedo. Y gracias a que ella ha viajado allí y ha hecho lo que ha hecho, sabe que todo irá bien. Ella ha tenido muchas experiencias de esas, y sabe que todo va bien. Esa es una de sus tareas; se le da muy bien. Así que ella está ayudando en ese sentido, y está aprendiendo muchas cosas distintas. Y eso es bueno. Ella quiere recordar. De noche suceden muchas cosas, y hay muchas cosas en el cielo.

Dolores: ¿Sigue ella todavía haciendo esto, o ha terminado ya esta parte de su trabajo?

M: No, todavía sigue, y todavía va a seguir. De hecho va a suceder más a menudo. Ella lo sabrá, pero no será la única en saberlo. Pero no importa, todo irá bien. Ella es una trabajadora excelente.

Así que los investigadores tienen razón: las marcas se ven bajo las luces fluorescentes. Y ello es prueba de que la persona ha tenido un contacto con seres extraterrestres. De modo que es un punto interesante para aquellos que necesitan una prueba, pero esas marcas no dañan a la persona de ninguna forma. Sigue sin haber nada negativo en ello.

 

Capítulo 16. La familia.

 

ESTA SESIÓN TUVO LUGAR A PRINCIPIOS DE 2002, antes de que yo descubriera la teoría de las tres oleadas. Es evidente por mis preguntas que estaba pensando más en extraterrestres que en el concepto de las oleadas. Victoria era una profesora de instituto que tenía mucho contacto con gente joven. La llevé a una vida anterior muy traumática en la que ella había sido asesinada junto con otras muchas personas por tratar de extender la información y los conocimientos metafísicos. Tras morir en aquella vida, ella ascendió y se mezcló con otros en el interior de una luz muy bella. Ella quería permanecer allí porque aquella paz era maravillosa, pero tenía que volver para intentar una vez más extender el conocimiento en el momento presente.

 

Victoria no era feliz aquí en la Tierra. Echaba de menos a su «otra» familia.

 

Se sentía separada de la luz, del lado espiritual; se trataba de una tristeza que ella no se podía explicar. Sin embargo, intentaba ayudar a la gente extendiendo el amor entre sus alumnos y en los salones de actos del instituto donde daba clases. Trataba de proyectarles amor, y pensaba que los estaba ayudando. Ellos podían sentir ese amor, y eso la ayudaba a ella porque sabía que estaba haciendo algo positivo, aunque solo fuera a un nivel subliminal. Por supuesto su mente consciente no sabía nada de esto; solo sabía que se sentía muy frustrada.

 

V: Veo a chicos que necesitan amor y trato de extenderlo. Y puede que ellos no lo sepan, pero yo se lo envío. Esto supone una diferencia en sus vidas, aunque ellos no comprendan cómo ni dónde. Veo a gente en todas partes y les mando amor. Y tengo que seguir mandando este amor y compartiéndolo.

No hay mucha gente como yo a mi alrededor. Echo de menos estar con gente como yo. Con alguien con quien pueda fundir mi espíritu y ser uno. Cuando estaba allí todos éramos un solo espíritu, pero tuvimos que separarnos.

Tuvimos que bajar aquí y extender la luz a nuestro alrededor. Ahora las cosas están mal. Y tenemos que hacer todo lo que podamos para marcar la diferencia. Tenemos que extender el amor lo más deprisa que podamos. E intentar que la gente comprenda que tiene que amar. Es lo único que tiene que hacer: amar. Si aprendieran a abrir sus corazones podrían cambiar el mundo antes de que fuera demasiado tarde.

Dolores: Pero siempre ha habido negatividad.

V: Ya, lo sé, pero ahora hay sitios en los cuales es abrumador. Y tenemos que intentar cambiar esos sitios. Por eso es por lo que nos hemos esparcido: porque por alguna parte hay que empezar. Y luego hay otra gente que está extendiendo también la luz, solo que ni siquiera lo sabe. Simplemente lo hacen.

 

Victoria me dijo entonces que la gente que estaba inmersa en esta tarea tan especial estaba protegida. Cuando le pregunté quién los protegía, ella respondió: «Ellos. (Risas). Ellos son yo. Yo soy ellos. Ellos están siempre ahí, conmigo. Antes todos estábamos ahí, juntos. Pero volvimos a bajar aquí. Juntos otra vez».

 

Dolores: ¿Quieres decir que sois todos parte del mismo grupo?

V: Sí. Hay otros que no están conmigo, pero los que están conmigo ahora son los que han estado siempre conmigo.

Dolores: Suena como si estuvieras hablando de extraterrestres.

V: No me gusta ese nombre. No me gusta en absoluto. Yo los llamo amigos. Ellos mismos, nosotros. Y nosotros somos ellos desde hace muchos, muchos años. Ellos estaban aquí, pero ya no, se marcharon. Pero volvemos y tratamos de ayudar y de hacer todo lo que podemos.

Dolores: ¿Están ellos en un cuerpo físico?

V: Algunos están aquí en un cuerpo físico. Como yo y otros que andan por aquí o por allá y que están dispersos por todo el mundo. Yo le estaba preguntando por los que venían a ayudar, por los protectores. Pero ella aparentemente creía que me refería a aquellos que habían sido enviados aquí a realizar una tarea.

Dolores: Bien, pero me refiero a aquellos que simplemente nos dan información.

V: Esos son mis amigos.

Dolores: ¿Tienen cuerpo físico, en alguna parte?

V: Ah, sí, pero no en la Tierra. Solo unos pocos de nosotros tenemos cuerpo físico aquí en la Tierra.

Dolores: ¿Desde dónde nos hablan entonces?

V: Yo los siento justamente aquí, pero sé que tú no puedes verlos.

Dolores: No, no puedo.

V: Bueno, pues están. Justo aquí.

Dolores: ¿Aquí, en esta sala, entonces?

V: Sí. Están aquí conmigo. Yo los llamé y sabía que iban a venir.

Dolores: Yo estaba pensando más bien en extraterrestres a bordo de una nave o algo así.

V: Bueno, ellos viajan en su dimensión. Pero están aquí conmigo ahora en esta dimensión. Son mi familia. Y estamos aquí para cumplir una misión, porque tenemos una tarea que hacer. Como ahora, que el trabajo lo requiere, y es importante, y por eso estamos aquí. Yo los he llamado.

Dolores: Para que puedan darnos la información.

V: Yo sabía que era importante que estas cosas salieran a relucir. (La voz cambia). Ella todavía no sabe la verdad, pero ya llegará el día. Y ella sabe en lo más profundo de su ser cuál es su misión, pero todavía no va,a enfrentarse a ella. Todavía está preparándose.

 

Victoria quería preguntar además por una experiencia extraña que había tenido y que creía que podía estar relacionada con los extraterrestres. Yo aproveché la oportunidad para preguntar acerca de esta experiencia.

Dolores: Ella quiere saber algo acerca del incidente que ocurrió en el verano de 1995, cuando de pronto el cielo se iluminó y vio a tres seres.

V: Ella no lo recuerda todo, pero sí sabe todo lo que ocurrió. Conoce la verdad acerca de ese incidente.

Dolores: Pues parece ser que quiere saberlo conscientemente.

V: Sí, creo que puede que debamos empezar ya a dejarla ver estas cosas con la consciencia. Creo que ya es hora.

Dolores: ¿Es seguro para ella saberlo ahora?

V: ¡Oh, sí! Son amigos. Son sus seres queridos, su familia.

Dolores: Sí, pero no queremos hacer nada que trastorne su vida.

V: No. Está preparada. Lleva mucho tiempo preparada. Estará bien. Ella es uno de ellos, así que,  no, creo que ha llegado la hora porque se nos acaba el tiempo. Porque creo que ya es hora.

Dolores: ¿Entonces eso que le ocurrió fue de hecho real? ¿Eran sus contactos?

V: Algunos eran sus contactos y otros no, pero eso no importa porque es algo que le ocurre a ella todo el tiempo. Le pasa siempre porque hay muchas cosas que hacer. Ida y vuelta, ida y vuelta.

Dolores: No querría sacar a relucir nada que pudiera hacerle daño de alguna

forma.

V: No, claro. Y ellos lo aprecian porque tú cuidas a las personas. Lo aprecian de verdad porque cada cual tiene su tarea. Todos tienen cosas entre manos ahora. Están tratando de ayudar y aprecian lo que haces tú.

Dolores: ¿Entonces puedes contarle qué le sucedió aquella noche?

V: Sí. Oí un zumbido, me levanté y miré para afuera. Fui al baño y volví a la cama. E inmediatamente después me levanté otra vez de la cama, alargué el brazo y lo cogí a él. Y sencillamente me fui con ellos.

Dolores: ¿Con los tres seres?

V: Bueno, vamos a ver, ¿eran tres? (Pausa). Creo que aquella noche eran cuatro.

Dolores: ¿Qué aspecto tenían?

V: Bueno, eso no fueron ellos. Esos eran solo ayudantes que vinieron. Vinieron solo para escoltarme. Yo estaba muy feliz de verlos, porque sabía adonde iría entonces. Ellos les ayudan porque tienen que llegar a demasiadas personas. He descubierto que este es otro tema muy común. Hay unos seres más pequeños que son los que escoltan siempre a la persona a la nave. Es como si necesitaran tener a uno de estos seres a cada lado para poder subir a la nave.

 

Según parece no pueden subir solos. Pueden romper las moléculas de su cuerpo para atravesar paredes o techos ellos solos, pero necesitan una escolta para subir a bordo de la nave. En mi libro Los custodios ellos cuentan que ocurren dos procesos separados.

 

Dolores: Dices que te fuiste con ellos. ¿Adonde te llevaron?

V: Fuimos por allí, sí. (Señala a la izquierda). Era allí donde estaba la luz. Subimos. Más arriba, y más arriba, y más arriba. Y entonces llegamos a esa zona grande. Entramos. Nos sentamos y,  era una clase o algo así. Y había algo que parecía una pantalla grande. Hablábamos de lo que había que hacer. ¿Cuánto falta por hacer? Tenemos que terminarlo, sí. Sí, lo sé, tenemos que terminar esto. Estoy de acuerdo, estoy de acuerdo. Tiene que hacerse, tiene que hacerse ya. Sí, estoy de acuerdo contigo, sí. Sí, estoy de acuerdo. Sí, mi hermano. Sí, estoy lista.

 

Era evidente que hablaba con alguien de esa clase. Yo he descrito esa clase en Los custodios. Muchos de los sujetos a los que he tratado la han visto, y parece que está en una de las naves nodrizas más grandes.

 

Dolores: ¿Te dieron más instrucciones o qué?

V: Sí, hablamos de lo siguiente que había que hacer. Hicimos planes. Yo hago cosas también de noche. Tengo sitios a los que ir y cosas que hacer. Y asuntos de los que ocuparme. Y esto es como un punto de encuentro en el que digo qué voy a hacer esa noche. Y por eso salgo de aquí y voy allá y,  ¿adonde fui? Sí, aquella noche tenía algo especial que hacer.

 

La mayoría de la gente no se da cuenta de que todo el mundo sale de su cuerpo todas las noches. El cuerpo se siente cansado y tiene que dormir, pero tu verdadero yo, tu espíritu, jamás se cansa. Yo me aburriría terriblemente si tuviera que estar esperando a que el cuerpo se despertara para poder continuar con mi vida. Así que cuando piensás que estás durmiendo, la parte más real de ti se marcha adonde quiere ir y tiene todo tipo de aventuras. Volar por todo el mundo, volver al lado espiritual a buscar más instrucciones, explorar otros planetas. Muchas personas realizan tareas importantes de noche cuando creen que están dormidas. No hay que preocuparse por el hecho de que uno pueda perderse, porque siempre estamos conectados con el «cordón plateado», que no se parte hasta el momento de la muerte del cuerpo físico.

Cuando por la mañana llega el momento de regresar al cuerpo para despertarse, el cordón vuelve a enrollarse de modo que puedas volver a tu vida sin percatarte de las aventuras que tu parte real ha experimentado.

 

Dolores: ¿Es tu cuerpo físico o tu cuerpo espiritual el que hace esas cosas?

V: No, eso no fue mi cuerpo físico. Y sí, esta es mi dimensión natural. Es donde estoy normalmente. Dejé mi cuerpo allí. Pero estoy aquí, y le estoy dando instrucciones a otra persona allá. Estoy allá haciendo algún tipo de tarea especial. Porque se trataba de algo especial esa noche, ahora me acuerdo. Tenía que hacer algo especial y luego volver. Los seres ayudantes me escoltaron de vuelta desde allí. No sé por qué. ¿Por qué tenían que ayudarme? Ah, sí sé por qué. Porque tenían que ayudarme con la transición, a salir de mi cuerpo. Eso es. Tenían que ayudarme a salir y a volver porque yo me he aclimatado a este cuerpo, y es difícil entrar y salir todas las veces que me hace falta.

Dolores: Sí, la gente dice que el cuerpo es pesado y limitante.

V: ¡Buag!, es engorroso. Sí, este pobre cuerpo,  Es un regalo maravilloso, no me malinterpretes, pero es limitante. ¡Es tan diferente! Es un confinamiento, pero cuidaremos de él porque ella tiene todavía mucho que hacer.

Dolores: ¿Y Victoria no se acuerda de nada de esto porque es mejor que sea así?

V: (Risas). Nosotros le permitimos que se acordara solo de lo que necesitaba acordarse en ese momento. Le hemos estado dando pistas aquí y allá, pero ahora está preparada. Ella ha estado atando cabos aquí y allá. Ahora ella está preparada y de hecho ya sabe. Lo sabía antes de venir a verte. Ella ya sabe la verdad. Me entristece mucho oír cómo son los humanos a veces. Pero hay que amarlos. Hay que amarlos. Creo que al principio ella se sintió un poco intimidada por los seres que la escoltaban. Pero ahora está preparada. Me parece que ahora voy a dejarla ver más. Aquello fue solo para ir abriéndonos paso.

Dolores: Pero hacedlo con suavidad; no queremos que se sienta abrumada.

V: Así lo haremos. No vamos a provocar un shock al sistema. Ella estará bien. De hecho ella nos ha vislumbrado ya brevemente. No lo ha registrado todo a nivel consciente, pero sí está en el subconsciente y, por supuesto, todos sabemos muy bien qué ocurre después.

Dolores: Sé que los seres pequeños que ayudan no son negativos, pero asustan a

la gente al primer vistazo.

V: Sí, benditos corazoncitos. Yo también lo siento mucho por ellos a veces. Tienen mala fama.

Dolores: Eso es lo que le he dicho siempre a la gente, que tienen mala reputación.

V: Están programados para hacer lo que hacen, y a veces la gente no se muestra muy amable, tú ya me entiendes.

Dolores: En mi trabajo yo trato siempre de decirle a la gente que esos seres no son negativos. No hay nada negativo en todo esto.

V: (Risas). En realidad son unos chicos estupendos. Cuanto más los miras, más te gustan.

Dolores: A mí me parecen muy monos. Tienen un aspecto muy triste. Pero a mí no me importa.

V: (Risas). ¡Pobrecillos!

Dolores: ¿Tienes algo más que decirle a Victoria antes de cerrar la sesión?

V: (Con voz grave y brusca, pero baja). No, tengo que irme.

 

Capítulo 17. Otro encuentro.

 

HE TENIDO UN NÚMERO INCONTABLE de clientes que no querían explorar sus vidas pasadas sino encontrar la explicación de un extraño incidente en su vida presente que desafiaba a la lógica, o al menos a su comprensión. Los perseguían el recuerdo y la sensación de que había ocurrido algo, y no podían olvidarlo. Durante los veinticinco años que llevo trabajando en estos casos muchos de ellos resultaron ser la típica experiencia de abducción por parte de un extraterrestre a su ovni. Relato algunos de ellos en mi libro Los custodios.

Sin embargo, a lo largo de los años he comprobado que cada día más y más de estos casos no se corresponden con el típico encuentro «normal» con los extraterrestres, sino que revelan que ha ocurrido algo completamente diferente. He mencionado de pasada algunos de estos casos en la serie El universo complejo, creyendo que se trataba de incidentes aislados. Pero ahora veo que se están convirtiendo en la norma, que nos alejamos cada día más de esos casos típicos. Por supuesto, ocurre algo semejante en todo mi trabajo. No deja de crecer, de desarrollarse y de expandirse. Justo cuando creo que ya lo he resuelto y lo comprendo todo, me encuentro con un concepto nuevo que obliga a mi investigación a tomar otro rumbo nuevo y desconocido.

Una de las cosas que Janet quería explorar durante la sesión tenía que ver con un extraño recuerdo de avistamiento y de tiempo perdido en 1974. La hice regresar al día y a la hora en que sospechaba que había tenido lugar el acontecimiento. Ella entró en la escena conduciendo su coche por una autopista a última hora de la noche, a las once. Sus dos hijos iban en el asiento de atrás, y ella iba conduciendo sin ningún rumbo ni destino fijo en la mente. Se había enfadado mucho con su marido y necesitaba salir de casa.

«No quería verlo. Necesitaba salir de allí. El me había engañado. Yo confiaba en él». La autopista estaba casi desierta; solo pasaba algún coche de vez en cuando. Estaba todo demasiado oscuro como para ver nada más. Entonces, de pronto, algo llamó su atención. «Hay una luz. No sé qué es. Es realmente extraña. Jamás antes había visto algo así». En ese momento se echó a temblar. «Tengo frío». La expresión de su rostro me reveló que estaba viendo algo que la perturbaba. La animé a hablarme de ello.

 

J: Ahora esa luz se está elevando. Se eleva en el cielo. Tengo frío.

Es un platillo. Está girando. Girando. Viene hacia nosotros. Conduzco lo más rápidamente que puedo. No puedo ir más deprisa. Este coche es una chatarra.

Viene hacia nosotros, y vuela realmente bajo. Es imposible escapar. Voy con los niños. Viene por la derecha. Viene hacia nosotros, así que me voy por la izquierda. Voy hacia el sur, pero no consigo correr lo suficiente. Es la única salida que me queda. Viene hacia nosotros. (Comienza a alterarse). ¡Tengo miedo! No sé qué va a ocurrir. Se me han apagado las luces. Y ya no suena la música. Está encima del coche. El motor se para. Sigue girando. Las luces giran. El motor se ha parado. No puedo moverme. Los niños están dormidos. Los han dormido ellos.

Dolores: ¿Quiénes son ellos?

J: Los de la nave.

Dolores: ¿Cómo lo sabes?

J: Sencillamente lo sé. Los han dormido porque no quieren que se asusten. Tengo muchísimo frío. No sé qué me está pasando ahora. Voy flotando hacia arriba. Estoy en la luz.

Dolores: ¿De dónde procede la luz?

J: De la nave. Se supone que no tengo que acordarme de esto.

Dolores: ¿Pero no pasa nada si te acuerdas ahora?

J: Nada, no.

Dolores: Porque no quiero hacer algo que ellos no quieran que haga.

Creo que ellos lo saben, ¿no?

J: Lo saben.

Yo podía hablar y actuar así porque llevo mucho tiempo trabajando con ellos, y creo que ellos me reconocen y confían en mí. Yo sabía que no había nada de que asustarse. Simplemente quería información, exactamente igual que Janet. Así que «les» dejaría que me contasen lo que pudiesen.

Dolores: ¿Por qué no puedes acordarte de todo?

J: Sería demasiado.

Dolores: Eso lo comprendo. Solo queremos darle a Janet la información que ella sea capaz de asimilar esta vez. (Sí). Muy bien. ¿Salió Janet del coche?

J: No. Se elevó por encima de él. A través del techo.

Dolores: ¿Cómo hicisteis eso?

J: El cuerpo de luz.

Dolores: ¿No el cuerpo físico?

J: No. Ya es hora de que lo sepa. El cuerpo físico permanece en el coche. El cuerpo de luz está con ellos. Viene con nosotros.

Dolores: ¿Adónde lo llevasteis?

J: A la nave.

Ellos me dijeron que no era la primera vez que ocurría esto. De niña la habían abducido físicamente muchas veces, aunque no quisieron entrar en más detalles. Dijeron que en realidad no era importante.

Dolores: ¿Por qué os llevasteis el cuerpo físico en esas ocasiones?

J: Para monitorizarla. Para ella no resulta nada fácil estar aquí. Tiene demasiados traumas. Pero ahora ya es hora de comenzar. Hora de iniciar el proceso. Ya es hora de que recuerde. Para que pueda comenzar su verdadero trabajo.

Dolores: ¿Qué ocurrió en esas ocasiones en las que os la llevasteis de niña?

J: Ajustes. En su mente y en su cuerpo. Así ella era capaz de comprender mejor. De aceptar.

 

Janet no recordaba conscientemente nada de esto porque de ese modo le era más fácil estar aquí en la Tierra. Sin embargo ella había accedido a venir a la Tierra. «Ella quería estar aquí».

 

Dolores: ¿Ha vivido Janet muchas vidas en la Tierra?

J: No, no. No, ella al comienzo trabajaba con la consciencia. La consciencia, la creación de consciencia. Plantar semillas y,

Dolores: ¿Puedes explicarle a Janet qué quieres decir con eso de la consciencia?

J: Plantar semillas, plantar semillas originales de la consciencia en este planeta. Al comienzo, y luego otra vez en diferentes momentos importantes de la Tierra. Cuando ocurren los cambios más importantes.

 

Cambios importantes.

 

Dolores: ¿Qué quieres decir con eso de «cambios importantes»?

J: La Atlántida. Duró mucho tiempo, fue un tiempo bueno. Egipto.

Dolores: ¿Por qué tenía ella que venir aquí justo en esos momentos?

J: A ella le gusta venir en esos momentos. Cuando hay cambios en la filosofía. Momentos importantes que suponen un giro para el planeta en diferentes direcciones.

Dolores: Así que ella no tiene ninguna razón para venir aquí a vivir una vida normal y corriente, ¿es eso lo que quieres decir?

J: Sí, no tiene ninguna razón, no.

Dolores: Solo cuando ocurre algo importante, ¿no? (Sí). ¿Entonces ella puede elegir cuándo quiere venir?

J: Sí. Hubo momentos en los que quiso venir, pero no salió bien.

Dolores: ¿Hay alguien que le aconseje o que le diga cuándo tiene que venir y cuándo no ?

J: (Risas). Ella es cabezota. Muy cabezota. (Risas). Sí. Muchos. Hay un grupo. (Risas).

Dolores: ¿ Un grupo de seres físicos?

J: Ah, no. Ella trabaja para la federación. Eso es la consciencia. Esa es su especialidad.

Dolores: ¿Puedes explicarle qué quieres decir con eso de la federación?

J: Sí. Mundos. Muchos mundos. Crear vida nueva. Mundos nuevos.

Dolores: ¿Es a eso a lo que ella se ha estado dedicando? (Sí). ¿Y de vez en cuando viene a la Tierra, cuando llega el momento apropiado? (Sí). ¿Y dónde está ella el resto del tiempo?

J: Haciendo otras cosas. Buscando nuevos lugares donde crear. Muchos lugares. Muchos lugares.

Dolores: ¿Así que cuando no está en un cuerpo trabaja con todos vosotros?

J: Tus conceptos son limitados.

Dolores: Por eso es por lo que intentamos aprender.

J: Aprenderemos. Tus conceptos son limitados. Todos son el momento ahora. Puedes estar en muchos sitios, haciendo muchas cosas, todas ellas al mismo tiempo. Así que hacer preguntas lineales,  ¿Ella está aquí o allá? Ella está en todas partes. Así que sí. Ella no está justo aquí, pero está en todas partes. No está en tu espacio lineal.

Dolores: Estoy empezando a comprender esos conceptos, pero para una mente humana todavía resultan difíciles. (Sí). Así que ella está destinada aquí y al mismo tiempo también está allí. ¿Es eso lo que quieres decir?

J: (Risas). Sí. Ella está observando la pantalla. O sea, lo que hace en la Tierra.

Dolores: ¿Puede verse a sí misma haciendo cosas en la Tierra? (Sí). ¿ Y qué piensa cuando lo ve?

J: Le gusta. (Risas).

Dolores: No sé si la palabra correcta es «ser», pero ¿qué tipo de ser es ella cuando está allí?

J: Parece humana, una mujer pequeña. Hay otras manifestaciones, pero es esa, sí. Hay muchas. Más de las que imaginas. Imagínate todo lo que alcance tu mente, y luego más y más y más allá. Todas las formas en que Dios puede experimentarse a sí mismo, eso es lo que hay.

Dolores: Pero, como humanos, nosotros no somos conscientes de esto.

J: Ella a veces sí. A veces. De vez en cuando ella conecta. No siempre.

Dolores: Por regla general nosotros no somos conscientes de otras partes de nosotros mismos.

J: No, ninguno de vosotros lo es. No, no. Pero descubrirás que irás siendo cada vez más y más consciente de tus otros «tus». Comenzaréis a integraros más en lo que realmente sois. Los otros tus.

Dolores: ¿Y no será eso muy confuso para el ser humano?

J: Para el ser humano que eres hoy en día, sí. Pero estáis integrándoos cada vez más y más en lo que sois en sentido global. Conoces tu infancia, tu adolescencia, tus otras vidas, tus otras experiencias, tus otras posibilidades.

Dolores: Pero estoy pensando que, dada la forma en que funciona la mente humana, eso va a ser muy confuso. ¿Cómo vamos a saber de otras partes de nosotros mismos?

J: Eso es lo que está haciendo ella ahora. (Risas). Por eso está confusa. Está operando en niveles multidimensionales, consciente de sus otras ellas de las que posiblemente no sea consciente. Pero sí es consciente.

Ella no se acuerda de nada (risas), porque está haciendo todas estas cosas en diferentes niveles. Así que ella está en muchos lugares distintos, conectando con diferentes niveles de su existencia, y todo al mismo tiempo.

Dolores: ¿Tiene ella alguna sensación física cuando ocurren todas estas cosas?

J: A veces sí.

Dolores: ¿Y qué es lo que siente exactamente a nivel físico? Lo pregunto para que

ella pueda identificarlo después.

J: Espera, nosotros lo vamos a interpretar por ti. Tú ya te has encontrado con otros casos en los que ellos, de pronto, no recuerdan. Eso que acaban de grabar en su memoria de repente ya no está. (Risas). De pronto, lo grabado en la memoria se ha ido. Tú sabes a qué me refiero.

Dolores: ¿Te refieres a lo que nosotros llamamos la memoria a corto plazo? (Sí, sí). ¿Y qué es lo que ocurre entonces?

J: Estáis operando en otras dimensiones y en otros niveles. Muchos de vosotros lo estáis experimentando. Hoy en día ya no podéis retener muchas cosas. Cosas pequeñas. Necesitáis experimentar más equilibrio.

Hablé de esto también en Los custodios; por ejemplo ir a una habitación a por algo, y después, al llegar, no recordar a por qué ibas. Luego, después de unos momentos de confusión, a veces te vuelve rápidamente la memoria con un «¡ah, sí!». Ellos dicen que en ese momento te has ido a otra dimensión y

has vuelto. ¡Así de rápido!

Dolores: Volvamos a la noche en que su cuerpo de luz se elevó. ¿Qué ocurrió?

J: Era el momento de que recordara. Era la primera vez que se separaba de su marido; la primera vez que se aventuraba a marcharse lejos. Por primera vez trataba de superar su obsesión con él. Le daba miedo irse para siempre. Era el momento perfecto. Había llegado la hora de que recordara que hay algo más. Por eso tuvo una reunión esa noche. Y ese fue el comienzo.

Dolores: Lo era para ella, pero no para los niños.

J: Los niños tienen sus propias experiencias. Su hijo, sin duda. Su hija tenía miedo, pero también es mucho más poderosa de lo que ella misma cree. Aquella noche fue por Janet. Fue uná llamada para despertarla. Ella creía que su vida se había terminado. Y no era así. Tenemos que intervenir en su vida periódicamente, porque ella está destrozada. Es el problema por no haber tenido muchas vidas en la Tierra.

Dolores: ¿ Y dices que las otras veces os la habíais llevado para hacerle ajustes

físicos?

J: Unos físicos, otros emocionales.

Dolores:¿Hay alguna razón para hacerlo?

J: Ella está al borde del abismo con la experiencia física. ¿Incluso de niña?

Sí. De niña estaba destrozada. Sentía una soledad tremenda y sufrió abusos. Hubo que hacer ajustes para mantener un equilibrio suficiente que le permitiera seguir funcionando a nivel físico.

Dolores: Janet cree que se ha estado comunicando con los extraterrestres, pero yo

he descubierto que nuestra comprensión de los extraterrestres es muy

limitada. ¿Podrías explicarme con quién se ha estado comunicando

mientras hacía su trabajo?

J:  Ella está trabajando con muchas razas distintas y a muchos niveles diferentes. Todos ellos trabajan juntos. Algunos no son más que un rayo de luz. Otros cumplen vuestros requisitos de extraterrestres y tienen cuerpos físicos de un tipo diferente. Y luego hay otros que son simplemente conocimiento. Algunos son solo luz.

Otros lo son todo.

Dolores:  Y yo he hablado más o menos con todos.

J: Exacto. ¿Lo ves?

Dolores: Creo que la gente no está acostumbrada a pensar en los seres

multidimensionales. Pensamos en extraterrestres y en naves espaciales, en

cosas físicas.

J:¿Qué es un ser multidimensional? Multidimensional es aquel ser que es consciente de todas sus vidas al mismo tiempo: pasado, presente y futuro. Un ser puede ser muchos seres al mismo tiempo. Eso es lo que sois todos vosotros. Solo que no sois conscientes de vuestra multidimensionalidad. Tú eres consciente solo de ti.

Dolores: Porque sería demasiado para nosotros si tuviéramos que ser conscientes

de todo.

J: En este momento. Podréis en un futuro. Ahora eso solo significa que un ser puede ser muchas cosas. Vamos a ver si eres capaz de imaginar,  deja que te diga una cosa: ¿podrías tener muchas, muchas vidas ahí fuera, todas ellas interactuando con el tú que existe ahora?, ¿podrías?

Dolores: Pero no somos conscientes los unos de los otros.

J: No, todavía no.

Dolores: Durante las sesiones, al llegar a este estado, cada vez hay más y más gente que me dice (o vosotros me decís) que las vidas pasadas ya no son importantes, que no importa recordar quién se era.

J: Bueno, la influencia de otras vidas ahora ya no es tan importante. Va disminuyendo. La gente va saliendo del sueño. De la ilusión. Fuera de su influencia, para adentrarse más en la familia cósmica.

Dolores: ¿Qué quieres decir con eso de «salir del sueño»?

J: Salir de la ilusión de la separación. De la ilusión de vivir en una burbuja biológica solo en tu planeta, y nada más. Esas influencias ya no son tan importantes. Vuestro ADN se está abriendo. Vuestro ARN se está abriendo.

Dolores: Nosotros estamos acostumbrados a pensar que las vidas pasadas tienen

influencia sobre la vida presente.

J: Eso es cierto en una construcción lineal, pero vosotros ya no estáis operando en la construcción lineal en la que operabais antes. Os estáis moviendo a otra dimensión, lo cual significa que la influencia de la construcción lineal ya no será tan fuerte.

Dolores: Todavía tengo clientes con los que tengo que trabajar a ese nivel.

J: Sí. Y si siguen operando en esa función lineal, seguirás teniéndolos. Sencillamente todavía no han cambiado. No pasa nada.

Dolores: Siguen donde se supone que tienen que seguir.

J: Exacto. No todo el mundo tiene que serlo todo en el mismo lugar. ¿Qué sería de la variedad? No sería tan divertido.

Dolores: Eso es cierto. Por eso es por lo que tengo que trabajar con cada uno de

ellos en el punto concreto donde están.

J: Exacto.

Dolores: También me han dicho que el karma es distinto ahora. ¿Es eso cierto?

J: Absolutamente. En este punto, en esta coyuntura, el karma es una elección. Un paso hacia dentro, un paso hacia fuera. Los hay que todavía siguen eligiendo entrar en el karma.

Dolores: ¿Eligen estancarse?

J: Absolutamente. Echa un vistazo a tu planeta.

Dolores: Eso es lo que me han contado, pero es como dejarse atrapar.

J: Es exactamente eso. Si lo eligen, se quedan atrapados.

Dolores: ¿Qué le ocurrió a Janet en 1996? Ella dice que se vio a sí misma morir. Tuvo una infección que se le extendió por todo el cuerpo. Se vio a sí misma desplomarse en el suelo. Supongo que ella estaba fuera de su cuerpo. ¿Qué ocurrió en esa ocasión?

J: Ella murió.

Dolores: (Esto sí que ha sido una sorpresa). ¿A causa de la infección, o qué?

J: Sí. Ella perdió la esperanza. No era capaz de ver su papel en la Tierra. Ella ama demasiado profundamente, y eso puede ser dañino. Así que le hicimos ajustes. Arreglamos cosas. Pero al hacerlo, eso tuvo un impacto sobre su memoria consciente. Y perdió mucha de su memoria consciente.

Dolores: ¿De verdad murió realmente ese día? (Sí). ¿Pero volvió inmediatamente al cuerpo después de hacerle los ajustes?

J: No, inmediatamente no. La consciencia no volvió al cuerpo por completo hasta casi treinta y seis meses después.

Dolores: Yo creía que si el cuerpo fallecía ella tenía que volver para poder mantenerlo con vida.

J: Cuidamos de ella. Pero ella no podía volver,  Bueno, te lo vamos a explicar de esta forma: había lo suficiente de ella en el cuerpo como para mantenerlo en funcionamiento a un nivel muy bajo. Sin embargo, durante todo ese tiempo, solo tuvo lugar una pequeña integración o, si prefieres decirlo así, más parte de ella entró en el cuerpo, una parte superior de ella, más parte de la totalidad que es ella. ¿Tiene esto algún sentido para ti? Ella no era consciente de ello, aunque a cierto nivel tenía algún entendimiento, pero en realidad no. Espera, espera, sí. A ella no le estaba permitido experimentar el fenómeno de la luz blanca que experimentan los humanos. Ese recuerdo se liberó. De otra manera ella no habría vuelto.

 

He tenido otros casos en los que la persona había sufrido una experiencia cercana a la muerte, y volvieron o bien sin recordar nada, o bien recordando solo parte de lo ocurrido. Lo describen como una experiencia muy bella, muy serena y perfecta a nivel espiritual, y dicen que de haberlo recordado absolutamente todo jamás habrían querido volver a esta vida caótica.

 

Dolores: En otras palabras, el cuerpo puede mantenerse vivo a pesar de no tener

el alma o el espíritu en él, ¿no es eso?

J: Se produjo un vínculo con su alma. Un vínculo fuerte con su alma que la mantuvo allí, caliente. Pero el vínculo con su alma no era lo suficientemente fuerte a causa del sufrimiento que ella había experimentado. No me refiero solo al sufrimiento físico de la enfermedad, sino al sufrimiento emocional. Porque, una vez más, ella es diferente en el sentido de que tiene dificultades para estar aquí. El sufrimiento del alma es muy profundo. Entonces se produjo un proceso de inervación durante esos treinta y seis meses, basado en el vínculo con el alma; un proceso que no logró devolverle al cuerpo más de la persona que ella es. Durante ese tiempo ella no era capaz de funcionar como el ser humano que había sido antes. ¿Comprendes?

 

En realidad yo no comprendía, pero dejé que siguiera explicándose lo mejor que pudiera.

 

J: Pero incluso durante ese período de dos años, una vez más, para que todo esto pudiera tener lugar, tenía que ocurrir un proceso que sucede cuando ella tiene conflictos procedentes del estado consciente con las otras cosas que están sucediendo en los estados multidimensionales. Se produce cuando es difícil para ella integrarlo todo y, por lo tanto, tiene defectos de personalidad que ella ve y a los que llama «defectos».

 

En El universo complejo, Libro segundo, había otros dos casos en los que la persona en esencia fallecía y la mayor parte de su alma se ausentaba del cuerpo durante un largo período de tiempo. En ambos casos transcurrió un lapso importante de tiempo antes de que las almas volvieran y el cuerpo pudiera volver a funcionar otra vez con normalidad. Las personas lo describían como la sensación de caminar sonámbulos o de vivir dentro de un sueño. Tenían dificultades para relacionarse con su entorno físico. Y las personas que estaban a su alrededor se daban cuenta sin lugar a dudas de que estaba sucediendo algo que no era normal.

 

J: Te diremos esto: algunos de vosotros, cuando os encontráis en el estado de sueño, estáis mucho más involucrados en toda la orquestación de este planeta de lo que tú puedas imaginar en este momento. Luego están los que llevan información específica a la forma. También podríamos decirte que los hay que llevan adelante la verdad. Llevan la verdad adelante sin intereses ocultos, sin distorsión. Y por lo tanto aquellos de vosotros que os unís, que sois de la misma clase, de la misma naturaleza, os conocéis más los unos a los otros de lo que tú crees.

 

Mensaje antes de partir: Nos gustaría decirle a Janet que tenga mucha fe y confianza en lo que está haciendo; que siga adelante con el mismo nivel de compromiso; que todo lo que necesite le llegará en el momento exacto en el que lo necesite. Y nos gustaría decirte lo mismo a ti. Os queremos mucho a aquellos de vosotros que actuáis como puente en ese planeta. Lo cual no quiere decir que no queramos a los demás. Nos gustaría decirte que le estás haciendo un gran servicio a este planeta. Y que hay muchos seres que te aman y te aprecian. Permanece firme y clara en tus intenciones. No puedes fallar.

 

OTRO CASO.

 

Tengo otro caso relacionado con los extraterrestres en el que una mujer había estado viendo luces brillantes y quería averiguar algo acerca de ellas. A ella le encantaba estar cerca del mar, y sobre todo le gustaba nadar con los delfines. Estuvo viviendo en Hawái una temporada, y eso era lo que hacía. Ahora vive en California, también cerca del mar.

«Ellos» dijeron que los extraterrestres estaban en contacto con ella, pero que ella no se daba cuenta porque se le aparecían con la forma de un delfín.

Cuando nadaban juntos, ellos le hacían muchas cosas de las que ella no se daba cuenta. Una de esas cosas era sin duda la renovación de los implantes.

Yo les dije que había oído decir que los implantes no eran negativos, que están en el cuerpo por alguna razón. Y ellos dijeron que sí, que tenían un propósito.

Y cuando ese propósito ya se ha cumplido, se los quitan. Ya no los necesitan más. Pero además los delfines le transmitían información. Así que mientras ella creía que estaba simplemente nadando con los delfines, de hecho ocurrían varias cosas. Se le aparecían de esa manera porque ella también era de la energía de los delfines, y ellos se sentían cómodos con ella. Ella procedía del planeta del agua, y muchas almas del grupo de los delfines eran originarias del planeta del agua. Ella tenía recuerdos de ese lugar, y por esa razón se sentía tan atraída por el agua. Recordar todo aquello la hacía sentirse muy bien. De modo que los extraterrestres se presentaron a sí mismos como delfines para que ella no se asustara y los aceptara, y de esa manera poder trabajar con ella. Una vez más, las cosas no son siempre lo que parecen.

 

Capítulo 18. Ajustes.

 

Janice era una trabajadora social felizmente casada y con tres hijos. Vino a mi despacho fundamentalmente para hacerme una pregunta: quería descubrir si había tenido o no una experiencia con los ovnis. Su único recuerdo era la extraña sensación de elevarse y atravesar el techo de su dormitorio. Aunque no podía recordar nada más, tenía la sensación de que le habían hecho algo en el cuerpo, y lo percibía como algo negativo. Creía que podía tener relación con los implantes. Ha circulado tanta información negativa en relación con los ovnis que la gente cree que los implantes son algo peligroso. Yo jamás les cuento a esas personas lo que he descubierto en mi trabajo, porque no quiero influir en ellas. Prefiero que ellos mismos descubran ese dato.

En las sesiones, cuando exploramos cosas que les han ocurrido a mis clientes en sus vidas presentes, yo jamás los llevo directamente al suceso en cuestión.

Siempre los llevo a la escena inmediatamente anterior, de forma que nos acercamos al hecho poco a poco, y entonces el paciente ya no se resiste. De otro modo tendrían miedo de volver a experimentar algo traumático, porque no lo recuerdan por completo y su mente ha creado miedo alrededor de ese hecho. Yo llamo a esto la «aproximación por la puerta de atrás». De esta forma podemos internarnos en la experiencia real sin que ellos se den cuenta de lo que estoy haciendo. El miedo es la emoción más intensa de todas las experiencias humanas. Así qué si ocurre algo que no comprenden del todo, ellos llevan su miedo consigo, el cual distorsiona y tiñe el recuerdo. He visto cómo ocurría esto muchas veces; la historia que cuentan en estado de hipnosis es distinta de la que cuentan guiándose solo por el recuerdo consciente. Y sin embargo la primera tiene mucho más sentido y puede manejarse sin miedo y sin distorsión. Mi objetivo principal es no interferir en sus vidas.

Una vez que Janice entró en trance la llevé de vuelta a ese día: el 24 de agosto de 1995, fecha que ella recordaba. La hice entrar en su dormitorio esa noche. Ella lo describió y dijo que estaba en la cama leyendo, lo cual era un hábito en ella. Oía a los niños en la planta de abajo. Después de un rato dejó la revista en el suelo junto a la cama, apagó la luz y se dispuso a dormir.

Entonces le pregunté si durmió de un tirón toda la noche. Ella contestó: «Hay una luz o algo. Hay algo que es diferente. ¿Qué es eso? Creo que hay una luz o algo junto a la ventana. No está claro realmente. No es algo que yo haya notado antes. Es como si parte de mí conociera esta historia, pero no está sucediendo tal y como yo la recordaba. ¡Ahora creo que la luz me está elevando! ¡Está debajo de mí, elevándome! Estoy tratando de averiguar qué está pasando. Me siento más ligera. Me levanta de la cama. Puedo mirar para abajo y ver el suelo junto a la cama, pero parece como si estuviera muy lejos.

¡Espera un momento! Me estoy elevando, o algo se está elevando. Miro para abajo y no siento que me esté elevando, pero las cosas no están tan cerca como antes. Me elevo hacia algún sitio. No sé adonde voy. Subo y subo,  más alto,  más alto. Mi casa está cada vez más lejos. (Incredulidad). No puede ser que esté volando yo sola por el espacio».

Dolores: ¿Estás sola?

J: Creo que puede que esté en una burbuja o algo así. Realmente no la siento. Es solo la sensación de algo a mi alrededor. Estoy dentro de esta cosa pequeña. Parece una burbuja o algo así.

Floto hacia arriba en ángulo, pero me estoy alejando de la casa.

I ): ¿Puedes ver bada dónde vas flotando?

J: Voy hacia la luz que hay allí. No siento mis pies ni nada. Sim plemente siento que estoy flotando.

Dolores: ¿Puedes ver adonde vas?

J: No. No veo. Creo que hay algo que se está fundiendo con no sotros; hay algo que se está abriendo. Es como si una rampa bajara y yo

subiera por esa rampa. Creo que es una nave espacial o algo así, pero no veo toda la nave. Es como si algo se abriera y bajara. Sigo sintiendo como si estuviera en una especie de burbuja. Me mantiene a salvo o me protege, y me transporta. Floto dentro de esta cosa.

Dolores: ¿Qué ocurre después?

J: Parece que cada vez es más brillante,  algo es cada vez más brillante. La iluminación dentro de este sitio en el que estoy entrando. Es como pasar de un espacio oscuro a uno más brillante.

Janice estaba confusa y tenía problemas para describir lo que estaba viendo.

 

Vio una sombra o una silueta de algo parecido a una persona, muy alta. Entonces se dio cuenta de que ya no estaba en la burbuja, porque estaba caminando. «¿Dónde estoy? ¿Adonde me lleváis? Es solo un vestíbulo. No es muy grande. No veo a nadie, pero los oigo decir que voy a ir a una sala con más personas. Acabo de vislumbrar algo. No parece humano. Ahora no los veo. ¿Dónde están? Hay actividad y hay distintas clases de formas. Me siento como si no estuviera en ninguna parte. He visto sombras o a otros seres de pasada, pero ahora,  es una especie de sala oscura y creo que fuera hay unas estrellas. Pero es de noche y hay cristales, como ventanas oscuras a los lados. Creo que hay algo que conduce esta cosa, sea lo que sea».

Le pregunté si había alguien por allí que pudiera responder a nuestras preguntas o explicarle lo que le estaba pasando. «Alguien me dice que se supone que yo no debo hacer preguntas. Le oigo decir: “No necesitas saber nada”. Hay algo demasiado vasto. Dicen algo, o la información es demasiado vasta,  más allá de toda comprensión,  ¿Qué es esto? Lo estoy oyendo en mi cabeza, pero no sé de dónde viene,  Algo acerca de ser un simple diente en una rueda dentada. Como que soy más importante que un simple diente, pero tengo que ser parte de algo; parte de algo más grande». La información comenzó a fluir lentamente y con interrupciones, poco a poco. «Veo un tipo de ser femenino. Oigo “protección”. Ella es protección. Es como protección para mi salud, mi equilibrio. Nuestra familia tiene un plan. Tiene algo que ver con la conciencia universal. Es parte del universo,  Estoy recibiendo información que no comprendo. Es para impulsar algo».

Dolores: ¿Algo que Janice no sabe conscientemente?

J: Oigo: “Sí, por supuesto”. Es un acrónimo. Como anagramas o algo así. Es una forma de organizar el pensamiento,  de pensar. Una fórmula matemática. Una forma de entrenar la mente de Janice para que capte la información. Es una apertura. Como un pasadizo. Se aclara, una fórmula.

 

Como una pirámide.

 

Le pedí que me lo explicara más claramente.

 

J: Hay algo muy vasto, un pasaje o una parte estrecha a través de la cual pasar la información para recogerla, el vehículo. No está claro.

Dolores: ¿Es esta la primera vez que le ocurre esto, en esta noche, o le ha

ocurrido antes?

Entonces la voz cambió, y yo supe que estábamos en contacto con algo que podía darnos más información, lo cual significaba que podíamos prescindir de la confusión de la mente consciente de Janice.

J: La información le ha estado llegando durante toda su vida.

Dolores: ¿Fue algo de lo sucedido aquella noche lo que ha impulsado esto?

J: Sus lecturas y su curiosidad, su forma de pedir información y su deseo de saber.

Dolores: ¿Eso fue lo que impulsó un tipo distinto de acontecimiento aquella noche?

J: La llevamos a la Fuente; fue un regalo.

Dolores: Ella lo recuerda de hecho como una experiencia física, ¿fue así?

J: Es que fue una experiencia física.

Dolores: ¿Ella fue con su cuerpo físico?

J: Sí, la llevamos con su cuerpo físico. Fue una experiencia molesta y al principio ella se alarmó. Había que romper el caparazón que la protegía. Forzar las cosas para llevarlo a cabo, romper las viejas formas de pensar. Pero fue como si ella hubiera estado preparada para salir del nido.

Dolores: ¿Entonces fue a un lugar físico real?

J: Era una nave. Ella ha ido a muchas naves.

Dolores: Ella piensa que aquella noche en la nave le hicieron algo en el cuerpo ,¿fue así?

J: Sí, entre otras cosas. Ella sabe que es la madre de muchos. Una parte necesaria de un plan más grande, que incluye muchas otras cosas. Hemos utilizado su material físico para ese plan más grande.

Dolores: Madre de muchos. ¿A qué te refieres con eso?

J: Sus partes físicas se están utilizando como parte de un plan mayor. Ella quiere ayudar. Está proporcionándonos un servicio. Ellos pueden ayudar a otras culturas, a otras civilizaciones. Estamos mezclando químicamente sus genes y su ADN, mejorándolo o ayudándolo de alguna forma,  como parte de un proyecto más amplio, al que ella ha accedido. Ella accedió a esto. Nosotros no lo habríamos hecho si ella no hubiera accedido.

Dolores: Eso es lo que he oído; que no lo hacéis sin permiso. ¿Es así?

J: Sí, es algo que se acuerda previamente.

Dolores: ¿Cuándo os dio ella su permiso?

J: En vidas anteriores, esto lleva ya tiempo en marcha. Esta no es la primera vida en la que ella está implicada en este proyecto.

Dolores: ¿Qué le ocurrió en las otras vidas?

J: Algo muy similar. Tomamos de ella lo que necesitamos, tal como acordamos. Ella está contribuyendo de este modo. Es como cuando donas sangre en una vida para ayudar. Ella nos da partes suyas que necesitamos para otros en el universo; para otras culturas, otras civilizaciones.

Dolores: ¿Por qué iban a necesitar otras culturas, otras civilizaciones y otros universos sus genes?

J: Algunos están muriendo. Otros se están curando. Otros están experimentando. Otros más están mejorando muchos de sus usos. Se trata de un proyecto tan vasto que es difícil de explicar. .. es grande.

Dolores: Pero ella accedió a ello en otras vidas. ¿Y sigue de acuerdo?

J: Sí, y en otras vidas ella ha formado parte de los científicos que están haciendo estas cosas. Ha estado en los dos lados del proyecto. Ha contribuido, ha participado y se ha visto involucrada en él a diferentes niveles.

Dolores: Así que en esta vida ella ha accedido a estar en este lado del proyecto.

J: Sí, así es.

Dolores: ¿Y por qué de pronto han comenzado a salir a relucir estos recuerdos?

J: Ella ha estado preguntando. Quiere saber por qué está aquí, en primer lugar. Era buen momento para despertarla hasta cierto punto.

Dolores: Porque cuando estás en el cuerpo físico no puedes saberlo todo, ¿no es eso? Sería demasiado complicado.

J: Sí. Y ella no lo sabe todo.

Dolores: Es mejor que esté apartada, o de otro modo no podría seguir viviendo en este mundo, ¿no es eso?

J: A veces ella no quiere seguir viviendo en este mundo. No se siente en absoluto feliz aquí.

Dolores: Pero ella tiene una buena vida; tiene un marido e hijos. Tiene su trabajo.

J: Parece que para ella no es suficiente. No la satisface. Sigue vi viendo y haciendo todo lo que tiene que hacer, pero busca otro sentido.

Dolores: ¿ Asi que por eso ahora ya le permitís saber algo más, para que pueda tener cierta información, para que encuentre alguna explicación?

J: Esto le hace sentir que es algo más de lo que es; le hace sentir que es parte de algo más grande. Ella forma parte de algo que no comprende, pero que a pesar de ello le proporciona cierto grado de importancia a sí misma.

Dolores: Hay mucha gente que se relaciona con este proyecto, ¿no? (Sí). Muchos de ellos piensan que está ocurriendo algo malo, algo negativo.

J: Igual que ella al principio.

Dolores: Pero ellos no saben realmente lo que está sucediendo.

J: La mayoría de ellos no. Algunos sí.

Dolores: Ella ha dicho que sentía que le habían puesto algo en la nariz. ¿Puedes  hablarle a ella de eso?

J: Se trata de algo para la comunicación,  algo para el equilibrio.

Esta herramienta tiene que ayudarla a ella tanto como a nosotros. Era para la comunicación y el equilibrio, y para atraer algo,  energía, también,  como un procesador. Como un microprocesador en un ordenador. Por eso es por lo que te oigo,  por el microprocesador. Creo que al ponérselo ellos están estudiando los sentimientos y las emociones.

Dolores: ¿Y por qué quieren estudiar los sentimientos y las emociones?

J: Tiene relación con el progreso humano. Se está acelerando. Algunas personas no tienen tanta tolerancia como otras para el microprocesador. Algunas personas son más sensibles a él, pero necesitamos comprender mejor lo que está ocurriendo.

 

Parecía que se referían al cambio que se avecina y al incremento de velocidad en las vibraciones y las frecuencias.

 

Dolores: ¿Cómo se está ajustando el cuerpo humano?

J: Es más que el cuerpo. Es mental y emocional. Aceptar los cambios y hacerse más sensible.

Dolores: Me han dicho que nos estamos haciendo más sensibles a las energías cambiantes. ¿Es a eso a lo que te refieres?

J: Sí, del mismo modo que muchos están cambiando, acelerando, y van hacia delante. Otros tienen más dificultades con esto, así que esta comunicación y este equilibrio es una forma de comprender cómo está afectando a los humanos desde una perspectiva diferente. Es un monitor, pero también es un invento y una especie de estabilizador para mejorar. Para el equilibrio de los humanos que están involucrados en el proyecto, así que contribuye y ayuda a él, todo al mismo tiempo. Contribuye al conocimiento y

también ayuda a las personas a ajustarse conforme ellos observan el progreso y lo equilibran,  Hay mucho que aprender de este progreso que implica a muchas, muchas civilizaciones que van por delante de los humanos. Pero el progreso no es constante. No es siempre igual para todos. Hay variables y asuntos que pueden surgir; por eso lo están monitorizando, y ayudan con el equilibrio y los ajustes. En algunos casos se necesita mucha ayuda.

 

Dolores: Porque habrá muchas variables incluso dentro de una civilización. Toda

la gente del mundo será diferente. ¿Es eso lo que quieres decir? (Sí). ¿Y estáis comprobando también que todo este cambio de vibraciones no dañe a la mente? ¿Forma eso parte del proceso de monitorización?

J: La mente es adulta,  pero en el proceso de expansión puede haber bloqueos, enredos. Y muchas de estas cosas tienen que ver con las emociones. Las experiencias de la vida de las personas, si han abusado de ellas, si han sido negativas, si han tenido carencias a nivel emocional, si eso los ha deformado,  No conozco las palabras.

 

Es frecuente que el subconsciente o el extraterrestre no encuentre las palabras adecuadas. Esto se debe principalmente a que ellos se comunican más a un nivel mental. Yo siempre les digo que traten de decirlo como mejor puedan.

 

J: Para algunas personas es duro esto de la expansión porque todo está envuelto de mucha emoción; todo su aprendizaje, sus miedos, y se trata de tantas cosas,

Dolores: ¿Habrá gente que sea incapaz de amoldarse debido a sus mentes y a sus

emociones?

J: Sí, y tú llevas ya tiempo viéndolo. Surge mucha ira y mucha violencia, y luego está la autodestrucción, el suicidio; es simplemente autodestructivo. Sí, algunos no seguirán adelante por este camino. No pueden amoldarse ni seguir adelante. Hay tantas cosas que los retienen, que los bloquean, que es como una jungla de cables. Parece que no hay claridad mental cuando todas tus emociones se retuercen alrededor de todo, irrumpiéndolo todo. Las emociones están provocando muchos problemas a muchas personas,  Todos están recibiendo energía en su sistema. Se trata del grado en el que pueden aceptarla, procesarla y expandirse con ella. Como un tubo o un túnel despejados; si el pasaje está claro, si no hay bloqueos en el sistema energético, entonces todo pasará más fluidamente y el pasaje será más grande. Pero si los hay, no podrá dejar pasar nada. Nosotros os ayudamos; esa ayuda existe, pero aun así todo depende de la persona.

Dolores: Así que es una cuestión individual. Cada cual reaccionará de un modo diferente.

J: Hasta cierto punto, sí.

 

Tras una pausa, pareció que la conexión se cortaba. No nos llegó más información. Le pedí que me diera un último mensaje antes de partir: «Lo que oigo es que viaje y que experimente. Echa a volar con tus propias alas y no tengas miedo. Explora, sé creativa, haz caso a tu intuición,  El resto ella ya lo sabe».

 

Capítulo 19. El voluntario extraterrestre.

 

Miriam creía haber tenido un encuentro con un ovni, pero no estaba segura de si era un recuerdo o un sueño. Esto era lo único que quería explorar durante la sesión. La llevé de vuelta al día en el que sospechaba que se había producido el encuentro y la hice entrar en su dormitorio aquella noche. Cuando le pregunté qué veía, ella vaciló y se mostró confusa. «No sé dónde estoy. No veo nada. Pero no me parece que sea mi casa».

 

Dolores: ¿Y qué te parece que es?

M: Me siento como si tuviera una enorme presión sobre el cuerpo. Una presión que va desde el diafragma hasta la barbilla. Es realmente pesado.

 

Le sugerí que eso no debía molestarla y que podía hablar de ello.

 

M: Siento como una presión en el abdomen, pero ahora está recorriendo todo mi cuerpo. Me pesa todo el cuerpo. Siento el peso en las manos y en el pecho. Casi quema. Pesa mucho. Es una sensación distinta y nada habitual, pero no veo nada.

 

Le dije que tratara de ser más consciente de la presión y que hablara de ella, y así entonces todo estaría más claro.

 

M: Creo que puede que esté dentro de un contenedor que está ejerciendo presión sobre mí. Me presiona de cintura para arriba, pero no para abajo. Pero no veo nada ni oigo nada.

Fuera lo que fuera, se trataba de algo sólido porque ella no podía ver qué había fuera de allí. «Me siento muy pesada. Pero parece que no logro comprender dónde estoy». Traté de llevarla hacia atrás, hasta antes de entrar en ese contenedor, pero ella seguía teniendo las mismas sensaciones.

Entonces pensé en llevármela hacia delante, hacia un momento en el que ya no estuviera metida en aquella cosa, fuera lo que fuera. De esa manera dejaría de tener esas sensaciones desagradables y podría ver dónde estaba.

Dolores: ¿Dónde estabas metida?

M: Parece una caja hecha de acero inoxidable. No es acero inoxidable, sino algún tipo de acero inoxidable comprimido. Como un contenedor, una caja de metal del tamaño de una cabina de audiometría, en la que te tumbas. Es una especie de cilindro, y yo estaba ahí tumbada y mi cuerpo de alguna manera se equilibraba. Es toda de metal,  No sé cómo me metí allí. (Confusión). Me parece que me equilibra el pecho. Siento como que tiene relación con una energía de naturaleza sanadora. Es una energía buena,  una energía sanadora.

No era muy cómodo. Era consciente de ello porque no había nada más que ver. No hacía daño. Y equilibraba la energía en mi cuerpo, la armonizaba. No tenía equilibrio, así de simple. Y no sé por qué, pero me estaban dando este tratamiento.

Dolores: Bueno, ya te enterarás de por qué. Te acordarás.

M: Yo quería. Ahora lo recuerdo. Estos seres pequeñitos sin ningún interés me estaban dando ese tratamiento. No son gente muy emotiva. Hacen las cosas sin más. Y no sé por qué estaba yo haciendo esto, pero mi cuerpo había perdido el equilibrio. Dolores: ¿ Ves ahora a esos seres pequeñitos?

M: Los veo, pero no se comunican conmigo. Parece que simplemente hacen su trabajo.

Pensé que se refería a los típicos seres «grises pequeñitos», que no son más que robots biológicos que hacen su trabajo sin sentir ninguna emoción o interés. Pero cuando ella trató de describirlos le costó mucho trabajo, porque no se parecían a nada que hubiera visto antes. Desde luego no sonaba en absoluto a los típicos extraterrestres de las películas o la literatura. Eran como un cruce entre la figura alta y delgada, con las características de un animal.

«No los veo claramente. Puede que no quiera verlos. Tienen un aspecto extraño. Jamás había visto algo así en mi vida; ni en libros ni en mis sueños. Pero no son humanos charlatanes, digámoslo así. Hacen lo que tienen que hacer, su trabajo. Parece más bien que simplemente están ahí, observando. Pero desde luego resultan curiosos. Me parece más bien que son como animales. Con la piel con pelos como los animales, casi del color de las ratas. No parece que tengan miedo. Es extraño».

 

Como aquellos seres la estaban perturbando, le pedí que dirigiera su atención a la sala. «La caja tiene un aspecto clínico, y frente a mí hay puertas como de armario. Y más allá de la caja,  no lo sé,  parece como una máquina grande. No tengo ni idea. Parece muy complejo,  La sala,  no se me da bien calcular las medidas, pero quizá mida,  unos doce por doce metros».

Dolores: ¿Cómo te metiste en ese contenedor? Pregúntales a ellos a ver si pueden decírtelo, si tú no te acuerdas. Diles simplemente que sientes curiosidad.

M: Según parece mi cuerpo sigue todavía en mi cama, y lo que metieron en el contenedor era lo que yo llamo mi cuerpo etéreo, que es el que mantiene al cuerpo físico. No necesitaban meter el cuerpo físico. Si ahora llevo este cuerpo etéreo y lo meto en el cuerpo físico, el físico se curará. Eso es lo que me han hecho.

Dolores: ¿En qué lugar estás? ¿Pueden ellos decírtelo?

M: Parece que está justo al lado de mi casa. (Confusión). Lo que dicen es que vigilan a las personas para mantener la salud de su cuerpo físico, que las traen aquí. Es como una clínica de reconocimiento, una clínica móvil o algo así. Si ven problemas en algunas de las personas a las que vigilan, los corrigen en esta pequeña clínica móvil de reconocimiento. Introducen ese equilibrio energético en el cuerpo físico, se lo hacen a ciertas personas. Es algo rutinario. Son personas a las que conocen o a las que vigilan, pero nosotros no sabemos que ellos nos vigilan. Yo no sabía que me vigilaban.

Dolores: ¿Y esa clínica está en el aire, en el suelo o dónde?

M: Está en el aire.

Dolores: Así que ellos son capaces de elevar tu cuerpo etéreo hasta allí. ¿Es esta la primera vez que te hacen esto?

M: Me lo han hecho antes. Me lo hicieron cuando estuve enferma. Tuve fiebre reumática y me trajeron. Yo era pequeña. Tenía seis años. Estaba enferma,  muy enferma.

Dolores: ¿Qué te hicieron entonces?

M: Me hicieron esto mismo. Me metieron en la caja. Me metieron en el cilindro y me equilibraron. Yo carecía de equilibrio. Erradicaron el problema.

Y luego pusieron esa energía otra vez en mi cuerpo. No se llevaron el cuerpo físico.

Dolores: Pueden arreglar el cuerpo físico sin llevárselo siquiera. Evitaron que enfermaras más. Eso es muy bueno. Cuidaron de ti.

M: Sí, supongo.

Dolores: ¿Por qué te vigilan?

M: (Atónita). ¡Ay, madre! Ahora dicen que yo era,  ¡ay, madre! ¡Dicen que yo era uno de ellos! (Incredulidad). Yo no sé nada de eso de ser uno de ellos. ¡Ay, madre! Son realmente extraños. Por aquí por la Tierra ahora no se les ve. Son muy extraños. No se les ve.

Dolores: ¿Tienen miedo de asustar a la gente?

M: Bueno, ¡desde luego que asustarían! (Sigue hablando como si nada). Yo antes los conocía, pero como ya no pueden venir, ¿cómo es que me he visto envuelta en todo esto? Yo no soy como «ellos», aunque lo fui. Lo fui durante un tiempo, así que por eso me vigilan. Me ayudan porque quieren ayudar en este planeta, y como no pueden, por eso me ayudan a mí.

Dolores: Si trataran de ayudar a la gente directamente, ¿los asustarían? M: ¡Ah, sin duda!

Dolores: Así que necesitan a humanos para hacer el trabajo, ¿no? (Sí). Pero has dicho que tú fuiste uno de ellos. ¿Quieres decir en otra vida?

M: Sí. Yo estuve allí durante muchas vidas. Estaba donde viven ellos,  en su planeta,  su casa,  su base. Me la están enseñando. Lo que veo es,  no tiene mucho color. Es como gris, como ellos. Pero son muy, muy benevolentes. Son muy amables. Y muy inteligentes. Son muy eficientes, muy organizados. Pero no sienten emociones y no tienen color. Tampoco hay muchos colores en el planeta; ni en las casas ni en la arquitectura. Los edificios parecen casi metálicos. Es una civilización, y los edificios están en ángulo en vez de ser circulares, rectangulares o cuadrados. Están todos como inclinados,  son altos, con cosas inclinadas encima. Nosotros no construimos así. He tenido muchas vidas aquí.

Dolores: ¿Eras feliz allí?

M: ¿Feliz? No estaba triste. ¿Era feliz? Estaba completamente a salvo, muy protegida.

Las respuestas tenían sentido porque ella había dicho que esos seres no parecían albergar emociones. Yo quería saber más acerca de los seres.

Parafrasearé sus respuestas. Puede que fueran criaturas sexuadas, porque Miriam vio a hombres y mujeres. No vio niños, pero puede que estuvieran en algún otro sitio. Tenían un sistema digestivo y comían algo parecido a una pasta que preparaban a partir de la luz y del sol, pero las comidas no eran encuentros para disfrutar todos juntos. Simplemente comían por comer, para mantenerse, porque la comida no era importante.

Dolores: Parece un buen lugar. ¿Por qué decidiste marcharte?

M: Quería correr aventuras. Era siempre lo mismo. Necesitaba marcharme.

Dolores: ¿Tuvo que morir tu cuerpo para que pudieras irte?

M: Prefiero utilizar la palabra «descorporarme». Descorporarme. No es nada más.

Dolores: ¿Y cómo supiste entonces adonde ir?

M: Allí había visto imágenes de este planeta Tierra. Había muchas opciones, ¡pero la Tierra es tan colorida, tan interesante y tan vibrante! Elegí la Tierra porque lo tenía todo: aventura, color, variedad, emociones.

Dolores: ¿Tuviste que pedir permiso para hacerlo?

M: Sí, pero todos estuvieron de acuerdo. Era algo perfectamente aceptable.

Dolores: ¿Cómo viniste a la Tierra? Cuéntame lo que ocurrió, el proceso.

M: Me deshice del cuerpo. El cuerpo se disolvió en el otro sitio, en este,  por alguna razón me recuerda a una « estación de espera ». Es como si fueras un actor en una película o en un escenario. Tienes que prepararte el guion. Tienes que preparar cómo va a ser el personaje. Tienes que asegurarte de que ese es el personaje que quieres, de que eso es lo que quieres hacer. Hay un tiempo de espera, y si sigues queriendo hacerlo, pasas al siguiente nivel. Si de verdad es eso lo que quieres, entonces pones a punto el personaje. ¿Dónde quieres vivir? ¿Qué quieres experimentar? ¿Qué quieres conseguir? Y sigues poniéndolo a punto hasta que la gente de la «sala de espera» decide, de acuerdo contigo, que es allí adonde vas a ir. Y entonces tienes que atravesar el nacimiento.

Dolores: ¿Cómo fue eso?

M: No lo sé. Yo decidí no entrar en el cuerpo hasta que el cuerpo estuviera preparado,  hasta que hubiera nacido.

Dolores: Esa es una buena idea.

M: Eso me pareció.

Dolores: ¿Y luego qué?

M: Estoy viendo un par de flashes de vidas,  vidas recientes,  es interesante.

Dolores: ¿Además de la vida de Miriam?

M: Sí. Vidas recientes, como una en Viena en donde era muy rica,  muy famosa,  de la alta sociedad. Estoy en algo así como una terraza, comiendo en un restaurante. Soy mujer. Tengo todo lo que pueda desear, pero odio mi vida.

Dolores: ¿Sí?, ¿y por qué?

M: Quiero aventuras. Tengo color. Tengo estilo. Pero quiero aventuras, y siempre tengo que estar peripuesta y recatada. Llevo sombreros y diez capas de ropa, y voy pavoneándome por ahí como si fuera el ser más glorioso de, ¡y lo detesto!

Dolores: (Risas). Para eso mejor no venir, ¿no?

M: Bueno, he vivido las emociones, el glamur y el estilo. No he tenido aventuras. Tenía que estar orientada al protocolo. Pero veo también flashes de otra vida. De allí fui a Boston para lanzarme a la aventura por todo el país en una vida nueva en el Oeste. Soy mujer otra vez, y no hay glamur, color, música, fama, fortuna ni dinero. ¡Es todo aventura!

Dolores: ¿El opuesto a la otra vida?

M: Rotundamente opuesto. Lleno de aventuras, ¡pero lo odio! Tengo dos hijos,  dos niños nacidos en la carretera. Salimos de viaje otra vez y mis hijos mueren (llorando). Vamos en una caravana. Es muy duro. Parece que no vamos a llegar nunca. ¡Tardamos años! Jamás llegamos a nuestro destino.

Vamos de camino hacia Oregón,  ¡es ridículo! Nos paramos con otra gente y nos quedamos allí a vivir. Es Wyoming. Y entonces yo digo: ¡No hay Dios! Voy a volver una vez más. He decidido volver una vez más para saber si hay Dios,  para conocer a Dios. No sé si esa es esta vez, pero el tiempo que estoy aquí ahora es para conocer a Dios.

Dolores: Entonces cada vez has venido por una razón diferente, ¿no?

M: Sí, pero me gusta este planeta más que el otro gris. Me gusta la Tierra.

Dolores: ¿Estás aquí por alguna razón en concreto?

M: He venido tantas veces a la Tierra que ya no conozco ningún otro sitio que quiera explorar. Así que ahora quiero conocer a Dios hasta el máximo punto posible en que se pueda conocer a Dios dentro de un cuerpo humano. Esto es lo más importante. No se trata ni de dónde sea yo originalmente, ni de ese planeta gris. El lugar del que soy realmente es aquel en el que sienta que conozco a Dios. Y quiero que la gente de la Tierra conozca ese lugar.

Dolores: ¿Cómo es ese lugar?

M: Veo colores. Siento la emoción de los colores. Veo que hay un amanecer. No es realmente un amanecer como el de cada mañana. Se cantan canciones. Toda la creación hace honor a la mañana. Y hay tal felicidad,  ¡oh, Dios, Dios! ¡Ese es mi hogar! ¡Ese es mi hogar!

Dolores: ¿Es un lugar físico?

M: Es un lugar físico, pero no densamente físico; y sin embargo es muy físico. Hay edificios, anfiteatros,  usan el cristal. El lugar físico es un planeta, pero no hay negatividad. No la conocemos. La negatividad no existe.

Dolores: Suena perfecto.

M: Es lo más perfecto que conozco.

Dolores: Pero has dicho que entraste en el cuerpo de Miriam. ¿Sabes con qué propósito lo hiciste? ¿Qué has venido a hacer aquí?

M: He venido a encontrar a Dios. Cuando vine a la Tierra y me hice libre, lo único que quería era ayudar a todo el mundo a ser libre. (Llorando). A saber qué se siente siendo libre. ¡Guau! Pero no sé cómo ayudar a la gente a ser libre.

Dolores: ¿Cómo definirías la libertad?

M: Libre de pecado,  libre de vergüenza,  libre de poder personal. .. solo libre. Eso es.

Dolores: ¿Quieres decir que la gente no lo es?

M: La gente no es libre. No, no son libres. Aprenden que son culpables desde el primer día. «¡Vergüenza te debería dar haber roto eso! ¡Vergüenza te debería dar no sacar un sobresaliente! ¡Vergüenza, la culpa es tuya, vete al infierno!». Nadie es libre.

Dolores: ¿Es por eso por lo que viniste? ¿Para marcar la diferencia?

M: Vine para ser libre y para ver si podía ayudar a alguien más a ser libre. Ah, sí, hubo un tiempo en Egipto, en esa escuela, en el que era libre. No sé qué ocurrió, pero era libre,  era un hombre negro,  tan libre. Yo sabía lo que era. (Gran suspiro). Así que aquí estamos otra vez,  libres.

 

No sabía adonde iba a llevarnos todo esto, pero pensé que debía volver otra vez a concentrarme en el propósito original de la sesión, que era descubrir más cosas acerca de esa experiencia en la nave espacial.

 

Dolores: Asi que de vez en cuando se llevaban tu cuerpo a esa nave para trabajar  en él, ¿no?

M. Si. No se si lo harán ahora o si seguirán haciéndolo en el futuro, pero así fue.

Dolores: Para mantenerlo con energía y en equilibrio.

M: Eso parece.

Dolores: Vigilan a aquellos que eran de los suyos y que decidieron hacer este viaje, ¿es eso lo que quieres decir?

M: Lo hacen porque en aquel lugar gris,  no sé cómo se llama, pero me refiero a ese lugar metálico gris; allí mi espíritu quería siempre más. Y sigo conectada a ese lugar. Esa gente tiene un aspecto verdaderamente extraño.

Dolores: Y ellos se sentían obligados a vigilarte.

M: Hay un lazo entre nosotros.

Dolores: Ellos cuidan de ti.

M: Eso es bueno.

Dolores: Muy bien. ¿Puedes hacerles más preguntas?

M: ¿A los grises raros? (Sí). Vale.

Dolores: Miriam se estaba preguntando si tiene implantes en el cuerpo. ¿Podéis contarle algo a propósito de ese tema? (Pausa). ¿Saben ellos a qué me refiero?

M: Lo saben,  están hablando de ello. Dicen que,  no sé quién es el que está hablando,  me están diciendo que sí tengo implantes.

Dolores: ¿En qué partes del cuerpo tiene implantes Miriam?

M: ¡Ay, madre! Parece que tengo muchos. ¡No sé si eso es posible! Algunos en las orejas. De esos no sabía nada. ¡Ah!, esos son para oír a través de mis oídos. Para oír lo que oigo yo. También me pusieron uno en la zona de la rodilla sobre el que siempre he sentido curiosidad. (Pausa). Toda mi vida he tenido muy sensible el tracto gastrointestinal. Esto tengo que investigarlo. Dicen que ese implante es para ayudarme con los problemas digestivos, a los que siempre he tenido una fuerte propensión. Tengo que mirar a ver si ese está en el meridiano del bazo-páncreas de la acupuntura.

Dolores: ¿Tiene alguna relación el implante de la rodilla con el tracto digestivo?

M: Es muy posible.

Dolores: Miriam cree que tiene uno en la frente. ¿Hay algo ahí?

M: Sí. La idea es que ella no puede ver todavía, así que está bloqueado. Si ella pudiera ver lo que ahora no puede ver, entonces no querría quedarse aquí. Ese implante le mostraría la conexión con la vastedad increíble del universo. ¡Ah, eso quiero verlo!

Dolores: ¿Ese está en la zona del tercer ojo? (Sí). ¿Conseguirá verlo con el tiempo? (Sí). ¿Entonces algún día se desbloqueará?

M: Se irá disolviendo gradualmente.

Dolores: Ella cree que tiene algo también en el brazo derecho. ¿Hay algo?

M: No se lo quitamos todo, pero lo que le quitamos está bien. Hay un transistor. Para mantener la actividad,  ella tiene una fuerte tendencia a la introversión y a pensarlo y guardárselo todo en su interior. Ese era un transistor para mantener el movimiento del cuerpo, para mantener la energía activada en el cuerpo, pero ahora ya no lo/ necesita. Le molestaba en muchas ocasiones, muchas veces le hacía daño. Y nosotros no queremos hacerle daño. Pero ahora ella ha terminado sus obligaciones y está libre de culpa; libre de la vergüenza, y tiene su propia energía. Ese transistor no interfería el funcionamiento del cuerpo. Pero ya no lo tiene.

Dolores: ¿Tiene algún otro implante más en el cuerpo que ella deba conocer?

M: No. Ella no debería preocuparse por ningún implante. Todos son beneficiosos.

Dolores: He oído que algunos son rastreadores. ¿Es eso cierto?

M: Sí, de ese modo podemos vigilarla. Ya no hace falta que vuelva a la nave. Podemos conseguir que se equilibre sin necesidad de que venga a la nave.

Dolores: Miriam tiene una pregunta que haceros, Quiere conocer su presión sanguínea.

M: Ella debería controlarse la presión sanguínea cuando está alta, a ver si es porque carga con la responsabilidad de los demás. Ella quiere arreglar el mundo, enderezar a todo el mundo, arreglar los problemas. Y asume ese karma temporal. Pero no debería cargar con ese peso. No es suyo. Debería observarse cuando tenga la presión alta, a ver qué carga ajena lleva.

Dolores: ¿Crees que se responsabiliza demasiado por sus clientes?

M: No tanto por los clientes, porque con ellos hay un equilibrio. Ella les presta un servicio. Y le pagan por ese servicio. (Miriam es enfermera en la consulta de un médico, pero también se dedica a la acupuntura). Se trata del equilibrio. Sin embargo sus amigos acuden a ella porque ella es libre, sabia, porque sabe cuidar de los demás. Y entonces ella se siente responsable, siente esa obligación hacia ellos, que no es suya. Y eso tampoco ayuda a la persona que vuelca todos sus problemas sobre ella.

Ella tiene que darse cuenta de que no es su responsabilidad. En realidad es muy simple. No es responsabilidad suya, pero ella la asume y trata de arreglar los asuntos de otras personas, y en esos momentos debería ser más objetiva y darse cuenta de que puede escuchar, pero no tiene que resolver los problemas de los demás. Bastaría con que observara; eso la ayudaría mucho. De lo que tiene que darse cuenta es de que puede dejar que la gente le cuente sus problemas, pero su tarea consiste en aprender a escuchar sin participar: es una posición difícil, pero tiene sus ventajas. Y si logra hacerlo, eso mejorará su viaje aquí. Ella tiene un solo deseo innato que es conocer a Dios, y mientras desarrolle su vida únicamente con este deseó avanzará en la dirección en la que ella quiere ir, que no es algo que se pueda aprender de un libro o en clase.

Solo su deseo de conocer a Dios expandirá su trabajo y la hará profundizar en él.

Dolores: Pero los médicos le están dando una medicación.

M: Solo tiene que observar, y cuando vea que su presión sanguínea se va estabilizando cada vez más y más, entonces podrá ir eliminando la medicación tóxica gradualmente.

Dolores: Sé que vosotros no aprobáis la medicación.

M: No. Preferimos evitarla. Las sustancias naturales son mejores, y de hecho ya están comenzando a ayudarla.

Miriam había hecho una lista de todos los sucesos poco habituales que le habían ocurrido en su vida, acerca de los cuales quería una respuesta. Uno de esos incidentes ocurrió de noche, cuando iba en el coche con su hermano y vieron tres ovnis. Ella se había asustado, y quería saber si había sido real o solo un sueño.

M: Ese fue un suceso real que ocurrió, como diríais vosotros, «fuera-del-cuerpo». No fue en la tercera dimensión. Fue un encuentro acordado «fuera-del-cuerpo».

Dolores: Pero su hermano también estaba presente.

M: Fue un encuentro acordado. Los dos estuvieron de acuerdo.

Dolores: Ellos creían que iban conduciendo, ¿no?

M: Iban conduciendo. Por eso es por lo que lo recuerdan. (Risas). Lo recuerdan como un coche. Recuerdan el vehículo como un automóvil. La verdad es que no tenían coche. Se encontraron astralmente para observar los ovnis. Pero no querían estar en esa área, así que inmediatamente volvieron los dos a sus cuerpos.

Dolores: Ella dice que se asustó.

M: No era un ovni negativo. Ella tuvo que marcharse y volver a su cuerpo, y se marchó rápidamente. Pero no tenía una correlación con los ovnis. Ella relaciona ambas cosas. Pero no se trata de una experiencia negativa.

 

Este es uno de los llamados «recuerdos pantalla» o «capa». Se producen cuando crees que ves una cosa de una determinada manera y en realidad es otra completamente diferente. Me doy cuenta ahora de que no se trata solo de ver, sino además de creer que estás haciendo una cosa cuando en realidad estás haciendo otra muy distinta. Ella creía que iba conduciendo un coche cuando en realidad estaba fuera-del-cuerpo. Los recuerdos pantalla los fabrican los extraterrestres con la ayuda de la mente subconsciente de la persona; sirven para presentarle a la memoria un recuerdo que no les asuste y en el que se sientan a salvo. Así que en estos casos «ver no es necesariamente creer».

Otro acontecimiento que ella quería poner en claro ocurrió cuando vivía en una granja en las montañas. De pronto alguna clase de energía se posó sobre toda la casa y la hizo temblar. El temblor ocurrió unas cuantas veces.

 

M: En ambas ocasiones ocurrieron otros sucesos de los que fue testigo otra persona. Con eso lo que queríamos era ampliar su mente para que no pensara que tenía que ver un vehículo de tres dimensiones para aceptar que hay un enorme abanico de maneras de,  (Miriam hace una pausa y sonríe). Los ovnis no son solo platillos volantes. Algunos vehículos son biológicos. Miden solo un metro y medio de alto, pero cuando entras se agrandan hasta llegar a los ocho kilómetros. Hay frecuencias en las que podría caber todo el planeta.

Dolores: ¿Se trata más bien de una frecuencia?, ¿no son sólidos?

M: No es un sólido de tres dimensiones. Es un vehículo de frecuencia.

Dolores: ¿Y fue eso lo que produjo la vibración y las sacudidas de la casa?

M: Sí. Seguro que ella se acuerda de haber visto vehículos de tres dimensiones detrás de la casa, en las montañas. Ella entró en casa porque eso la asustó. Pero luego volvió a salir porque se dio cuenta de que si querían contactar con ella, ¿de qué iba a servirle la casa? De todas maneras ellos se presentarían. Pero luego el vehículo se marchó. Sin embargo hay otros tipos de vehículos, y ella se ha encontrado dos veces con la fuerza y el poder de vehículos que no son visibles ni tienen tres dimensiones. Vosotros no podéis verlos, pero sí los sentís.

Mi trabajo me estaba demostrando cada día con más claridad que muchos de los encuentros y de las interacciones físicas con los extraterrestres no eran más que el resultado de la vigilancia de esos seres de su propia gente, de aquellas almas valientes que decidían venir a la Tierra. No se les abandona aquí, sino que se les cuida con esmero y con amor.

 

Capítulo 20. Cuidar de los suyos.

 

Judy era una terapeuta con muchos problemas de Salud de los que teníamos que ocuparnos en la sesión. También tenía un largo historial de problemas heredados de la infancia cuyo origen eran sus padres, debido a los cuales su vida estaba dominada por el miedo y su actitud era muy negativa. Yo sospechaba que todo eso podía ser la causa de sus problemas físicos./Pero no obstante la sesión tomó un rumbo diferente. Nada más entrar en trance Judy lo vio todo oscuro. Yo pensé que había entrado en otra vida pasada quizá de noche, cosa que ocurre muchas veces. Pero entonces ella dijo: «Estoy en un lugar oscuro. No es de noche, pero está oscuro. No quiero encender la luz. No quiero verlo. No quiero ver lo que hay ahí». Yo le aseguré que no tenía por qué ver nada que no quisiera. Y continué haciéndole preguntas para que la informa ción comenzara a fluir. «Es una habitación. Hay una luz ahí. Están haciendo algo, pero no quiero ir allí. No quiero verlo. Veo movimiento. Es como un rayo. Hay un espacio en la habitación en el que hay una luz. Brillante. Ese rayo,  no quiero abrir los ojos».

Dolores: No es necesario que lo veas si no quieres. Puedes percibirlo de otro modo. ¡En qué parte de la habitación estás tú?

J: En medio de la luz. La habitación está oscura y hay una luz en medio, y yo estoy tumbada en medio de la luz. La siento fría. Fría como el acero.

Dolores: Pero dices que notas que hay alguien más en la habitación, ¿no?

J: Están en la oscuridad, alrededor de la luz. No quiero verlos.

Me asustan.

Dolores: Está bien. Sabes que no estás sola. Yo estoy aquí contigo. Veremos solo lo que tú creas que estás preparada para ver. ¿Cuántos años tienes?

J: Cuatro.

Dolores: Entonces eres muy pequeña. No me extraña que no quieras verlo. ¿Cómo has llegado allí?

J: No lo sé. Estaba durmiendo y me he despertado. Me han asustado. Tienen unas manos muy extrañas. Tienen unas caras muy extrañas y no quiero mirarlos.

Dolores: Así que son diferentes de nosotros. No hace falta que los mires. Pero dime, ¿qué es lo que tienen de extrañas las manos?

J: Son largas, con los dedos curvos. Curvos. Me están tocando. No quiero que me toquen. Hay uno que no deja de ponerme la mano encima. Me toca la mano. No sé qué quiere, o si quiere algo.

Dolores: ¿Qué es lo que sientes cuando te toca la mano?

J: La tiene pegajosa. Tiene un tacto extraño. Una cabeza grande. Dedos largos.

Dolores: ¿Has intentado comunicarte con ellos, hacerles preguntas?

J: No. Ella quiere comunicarse conmigo. Ella quiere. La que me toca quiere hablar conmigo, pero a mí ella me da miedo. Quiere que hable con ella, pero yo no quiero hablar con ella.

Dolores: ¿Por qué la llamas «ella»?

J: No lo sé. Es chica. Siento que es chica.

En otras ocasiones, cuando me sucede esto mismo, por lo general consigo resultados pidiéndole al sujeto que haga preguntas y dejando que los seres

contesten.

Dolores: Bueno, tú sabes que puede que sea interesante hablar con ella. Quizá  puedas descubrir qué está pasando. Esa es una buena idea, ¿no crees? Porque entonces podríamos comprender. La verdad es que nosotros siempre tenemos miedo de las cosas que no comprendemos, que no conocemos. Pero tú crees que ella quiere hablar contigo, ¿no?

J: Eso creo. Ella sabe que tengo miedo. Creo que está tratando de decirme que no tenga miedo. Está tratando de hacerme sentirme cómoda o algo así, pero no confío en ella. Puede que solo quieran engañarme. (Susurro). Estoy confusa.

Dolores: Vamos a hacerle unas preguntas. Eso puede que ayude. Pregúntale a ella por qué estás tú aquí. Vamos a ver qué dice.

J: Dice que estoy enferma. Que están tratando de ayudarme.

Algo dentro de mí, que está roto.

Dolores: ¿Tú sabías que estabas enferma? (No). Pregúntale qué es lo que tienes roto.

J: Me ha puesto las manos en el estómago, pero no sé. En realidad ella no habla. No sé cómo explicarlo. Ella señala, y entonces yo sé lo que quiere decir. Está señalando la parte de la barriga.

Dolores: ¿Quieres que te cure, sea lo que sea?

J: Solo si no me hace daño.

Dolores: Dile entonces que puede curarte solo si no te hace daño. ¿Qué dice ahora?

J: Dice que no me va a hacer daño. Ahora vienen otros. Ella no va a irse, pero vienen otros a curarme.

Dolores: ¿Qué están haciendo?

J: Algo está bajando. No sé lo que es. Es algo que baja. De metal. Está encima de mi barriga. No siento nada.

Dolores: Entonces es que ella te ha dicho la verdad, ¿no?

J: Sí. No hace daño.

Dolores: ¿Qué sensación te produce?

J: Es como un líquido caliente.

Dolores: ¿Puedes hacerle unas preguntas a alguno de los otros? Puede que los otros sepan más.

J: Me parece que no voy a conseguir que ellos me hablen. Ella es la única que habla conmigo.

Dolores: ¿Es porque los otros están muy ocupados?

J: Puede. No lo sé. Pero ella es buena. No es mala.

Dolores: ¿ Van a hacerte alguna cosa más?

J: Me parece que me van a abrir, pero no lo sé. Una raja en la barriga hasta abajo, pero no entiendo bien. No siento nada, pero me han abierto, me han hecho una raja. Es como si estuvieran abriéndome algo.

Dolores: Pregúntale qué están haciendo para que puedas comprender.

J: Solo oigo: «Estamos reparando el mal funcionamiento». No sé lo que significa. «Reparando el mal funcionamiento».

Dolores: ¿Por qué te lo están haciendo?

J: Demasiado maltrato, demasiado sufrimiento. No lo sé, es lo que oigo. No sé lo que significa. «Demasiado maltrato, demasiado sufrimiento». No sé.

Dolores: ¿Por qué te lo hacen a ti?, ¿te conocen?

J: Asignada. ¿Asignada? Oigo «asignada». Monitorización.

Asignada, monitorización.

Dolores: Parece que son buena gente, si es que te están curando. ¿Van a llevarte

a casa después de curártelo todo? (Sí). Así que te cuidan. ¿Te monitorizan y saben cuándo algo está mal?

J: No es la primera vez.

Dolores: ¿Han tenido que curarte otras veces?

J: No sé si es la primera vez que me curan, pero no es la primera vez que estoy aquí. Me monitorizan, me observan.

Dolores: Pero entonces es bueno que te observen y te cuiden. ¿Cómo te llamas?

J: Eleanore.

Yo creía que estábamos siendo testigos de una escena de la infancia de Judy, a pesar de que ella no había mencionado en nuestra entrevista previa que hubiera sufrido malos tratos entonces. (Siempre hago una entrevista a todos mis clientes antes de la sesión con el fin de conocerlos mejor. Suele venir a durar unas dos horas o más). Sin embargo la sesión había dado un giro diferente. La pequeña de cuatro años no era Judy, sino una niña llamada Eleanore. Sin duda había una razón para que a Judy se le mostrara esta escena, así que seguí adelante. Eleanore dijo que vivía en una casa grande con su madre y su padre. Cuando le pregunté si eran buenos con ella, contestó: «A veces». Sentí que no podía entrar directamente en el tema y preguntarle por algo tan horrible como el abuso infantil, sobre todo si le había producido daños tan severos como para necesitar curación. Así que la llevé más adelante en el tiempo, hasta el momento en el que ellos terminaban la intervención, y entonces le pregunté qué más ocurrió. «¿Cómo te llevaron de vuelta a casa?».

J: Blanco. Veo luz. Un rayo. Ella ha venido conmigo en el rayo y me ha ayudado a meterme en la cama. Me duele un poco, pero no importa.

Le hice abandonar esa escena y la llevé más adelante, hasta un día importante, y entonces le pregunté qué veía.

J: Le digo adiós a mi gente. Esta es mi gente.

Dolores: ¿Te refieres a tu familia?

J: No, son mi gente. Yo soy su reina, o su princesa. Les digo adiós con la mano. Son cientos, miles. Estoy de pie en lo alto en algún sitio, y los miro a todos desde arriba. Tengo que marcharme una temporada.

Dolores: ¿Adonde tienes que ir?

J: ¿Una misión? Algo de ayudar a mi gente. Ayudará a muchos más. Les digo adiós con la mano. Son todos encantadores. No quiero marcharme, pero sé que debo hacerlo. Yo he elegido marcharme. (Se pone triste). ¡Los quiero tanto!

Dolores: ¿Sabes en qué consiste la misión?

J: Tengo que volver al lugar del origen a completar el ciclo.

Dolores: ¿El lugar del origen?, ¿qué quieres decir?

J: El lugar del que procedemos todos.

Dolores: ¿Sabes tú qué lugar es ese?

J: Es difícil, comparado con la vida que llevo aquí. Esta vida es feliz; es bella. Es difícil volver al origen.

Dolores: ¿Por qué es difícil?

J: Carencia. Limitación. Comprensión pobre. Una asignación difícil, pero que es necesario completar.

Dolores: ¿Has dicho que tenías que completar el ciclo? ¿Qué querías decir?

J: Sí, ciclos. Todo son ciclos. Hace falta completarlo para terminar el ciclo. Tengo que volver al origen. El origen es antiguo. Viejo. Energía vieja. Viejas lecciones. Es necesario invertir la consciencia para completarlo.

Faltan piezas en el ciclo. Tengo que volver atrás y llenar los huecos para completar el ciclo. Falta el origen de los ciclos. No se puede completar, alguien tiene que volver. Para entender, para comprender la información de la Fuente, se requiere que vuelva al origen y complete el ciclo.

Dolores: Pero has dicho que faltan piezas, ¿no?

J: Faltan componentes del ciclo que comenzó allí. Componen tes que se requieren para completar el viaje. Faltan elementos del todo.

Dolores: ¿Tienes que conseguir otra asignación para encontrar los elementos que faltan?

J: La asignación ya está hecha. Me voy ahora a cumplir la asignación.

Dolores: ¿Cuál es la asignación?

J: Volver a la Fuente. Mal funcionamiento. Volver al origen.

Dolores: ¿Cómo es el origen? ¿Qué aspecto tiene ese lugar?

J: Denso. Energía difícil. Muy vieja. Requiere reasimilación de la energía vieja. Viejos patrones. Formas de pensar antiguas. Baja vibración de la consciencia. Hay una sala con varias opciones disponibles para la asimilación, para rebajar las energías. Elegir una opción. Hay diversas opciones disponibles para completar el ciclo. Decisiones en grupo, implica decisiones en grupo. Mi elección del propósito primordial, primordial para mí y para el grupo que tiene que elegir.

Dolores: ¿Entonces ellos te ayudan? ¿Consultan contigo?

J: Consultan, sí. Consultan muchas, muchas elecciones; muchas, muchas opciones. Organizamos un plan. Las líneas de tiempo son importantes. Revisar las líneas de tiempo es importante. Organizarías. Hay que buscar temas concretos, revisar temas concretos. Hay varias líneas de tiempo que ofrecen una oportunidad para aquellos que van a completar el ciclo, una vez estén disponibles. La elección última es mía.

Dolores: ¿Y tú estás revisando todas las posibilidades?

J: De una sola vez, sí. Completar el ciclo requiere tiempo en esas dimensiones.

Dolores: ¿Sabes qué elementos faltan?

J: Afirmativo. Consciente de los elementos. Somos conscientes.

Sabemos adonde voy a ir.

Dolores: ¿Qué te parecen las posibilidades? ¿Crees que son fáciles o difíciles?

J: Eso es irrelevante para la asignación. Que sea difícil es irrelevante. Es necesario.

Dolores: ¿Entonces no siempre es fácil?

J: Afirmativo. La elección de abandonar la propia casa, a la pro pia gente; es difícil abandonar su compañía. Pero es necesario, se requiere de mí que aproveche la oportunidad de completar el ciclo. Hay muchas elecciones a la hora de completar el ciclo. Multitud, pero estamos estrechando la búsqueda hasta dar con aquella que lo complete con una sola experiencia en muchos niveles.

Dolores: Pues vamos a ver cuál es la elección al final. Habéis revisado todas las posibilidades. ¿Por cuál te has decidido por fin?

J: Humana.

Dolores: ¿Has estado en una forma humana antes?

J: Ha transcurrido mucho tiempo para los humanos desde que fui humana.

Dolores: ¿Así que ha transcurrido mucho tiempo entre una vida y otra? (Exacto). ¿Te parece recomendable volver a ser humana?

J: Es el camino más corto para lograr el objetivo. Las experiencias humanas son todas opciones para este viaje en particular. Hay muchas opciones, así que es importante elegir la correcta. La experiencia humana sirve a este propósito. Es la ruta más directa.

Una vez tomada la decisión la llevé al momento en el que por fin tenía un cuerpo humano y le pregunté cómo se sentía. Ella frunció el ceño.

J: Estrecha. Constreñida. Los ajustes son difíciles.

Dolores: ¿A qué te refieres con eso de los ajustes?

J: Es una forma difícil. Compartimentada. Acomodarse a las circunstancias es más difícil de lo que creía.

Dolores: ¿Estás en el cuerpo de un bebé?

J: De un niño. De un niño muy enfermo.

Dolores: ¿Qué le pasa?

J: Problemas sentimentales, incomodidad emocional. El ingreso es incómodo. El niño llora.

Dolores: Así que tienes problemas para ajustarte al cuerpo físico. Pero es algo necesario, ¿no?

J: Exacto.

Dolores: Has decidido hacer esto y ahora tienes que quedarte, ¿verdad? (Exacto). No puedes volver hasta encontrar los elementos que faltan, ¿no?

J: Completar el ciclo. Debo completar el ciclo.

Dolores: ¿Crees que va a ser una vida fácil o difícil?

J: Difícil para un humano.

A partir de este momento las respuestas fueron cada vez más lentas hasta que al final ni siquiera respondía. Entonces supe que se estaba identificando con el cuerpo físico en el que había entrado y que la parte en la que estaban los conocimientos se estaba difuminando en el fondo. Yo sabía que era el momento de llamar al subconsciente para obtener más respuestas.

Dolores: Nosotras creíamos que ella iba a ir a una vida pasada. ¿Qué era eso de la niña pequeña que vio, y qué le estaban haciendo esos seres?

J: Es el material correspondiente que ella necesita para compren der. Su sistema digestivo sufre desórdenes en la vida presente que surgieron en esa otra vida.

Dolores: ¿En la vida de Eleanore? (Sí). Pero ellos la curaron, ¿no?

J: Hasta cierto punto. Hubo otros daños adicionales creados en esa vida. Se la intentó curar, pero no lo consiguieron del todo. Eleanore sufrió un trauma terrible que afecta a esta vida. Solo vivió hasta la adolescencia. Muchos daños. Ella también ha sufrido abusos en esta vida y ha sido incapaz de asimilarlos adecuadamente. Las intervenciones no fueron del todo satisfactorias.

Dolores: Pero si Judy ya sufrió malos tratos antes, ¿por qué ha tenido que volver a experimentarlos otra vez en esta vida?

J: No puede completar su ciclo sin integrar por completo una comprensión de las raíces de las que surge este tema.

Dolores: ¿La primera vez no pudo completar todo lo que tenía que aprender? (Exacto). ¿Y por eso tiene que comenzarlo todo otra vez, desde el principio?

J: No totalmente desde el principio. Solo lo de ese ciclo. Parcial mente completo. No necesita volver a someterse a todas las lecciones. El área en la que trabajaba era la más vulnerable dentro del área de esa vida en particular.

Dolores: Y después, en la segunda parte, nos has mostrado el momento en el que

dejaba a su gente y tenía que tomar una decisión. ¿Es esa el alma que entró en la Judy del presente?

J: Exacto. Ese era su verdadero origen.

Dolores: ¿ Y entonces ella vio que había una parte que no estaba completa?

J: Eleanore no estaba completa. Así que el alma decidió volver para terminar el proceso.

Dolores: Pero la vida de Judy ha sido muy difícil. Ha tenido que superar muchos desafíos.

J: Exacto. Ha requerido de muchas intervenciones para completar la asignación.

Dolores: ¿Y ahora está preocupada porque tiene problemas físicos que según has dicho son el resultado de otra vida?

J: En parte es el resultado de la vida de Eleanore. Las intervenciones no fueron completamente satisfactorias. La asimilación de esta alma grupal para este ser humano ha sido difícil. La asignación es difícil. El cuerpo ha sufrido muchos daños.

Dolores: ¿Y todo eso es el fruto del abuso infantil?

J: Exacto. Forma parte de la asignación. Sería lo que completaría el ciclo. Proporciona consciencia; consciencia para muchos, para sobreponerse a estas condiciones. Se hicieron las elecciones de modo que interactuaran a muchos niveles al mismo tiempo.

Dolores: ¿Entonces ella tiene que devolverles un karma a las personas implicadas, a sus padres?

J: Algo de karma, pero no tanto como cualquiera podría pensar.

 

Ella, Judy, ha asumido mucho más de lo ocurrido de lo que de hecho se revela en la terminología del karma. Se ha hecho consciente en múltiples niveles, pero eso está provocando perturbaciones en su energía en esta forma.

Yo sabía que había llegado la hora de ocuparse de los problemas físicos que Judy estaba experimentando. Era la razón principal por la que celebrábamos la sesión. Yo quería que ella los dejara atrás, en el pasado al que pertenecían.

 

El subconsciente estuvo de acuerdo en que ya era hora de liberarlo. Judy tenía problemas con los riñones y la vejiga.

 

J: La operación de soltar la tensión de los riñones para asimilar la energía vieja está presentando problemas. Ella tiene que liberarse de la energía vieja. La energía vieja la retiene, por decirlo de alguna forma; bloquea su habilidad para seguir adelante. Ella tiene la capacidad de avanzar en el presente, digámoslo así, con un cuerpo del pasado. Falta la integración de los dos.

Dolores: ¿Y qué hay de los problemas de los pulmones?

J: Tristeza por abandonar a su familia. Pesar. Le está llevando demasiado tiempo integrarlo todo y completar el ciclo; más tiempo del que ella creía. Está triste. Echa de menos a su gente, a su familia. Hay mucha incomprensión. Las compensaciones abruman al cuerpo. Ella ha completado una gran parte, pero es consciente de la carencia. Hay una parte incompleta que ella desea terminar.

Entonces el subconsciente comenzó la reparación de los daños en las distintas partes del cuerpo de Judy. Para mí esta parte es siempre fascinante, y me gusta que me cuente lo que está haciendo. «Estoy retirando las energías. Asimilando». Yo conozco el poder del subconsciente y sé qué es capaz de lograr, pero de pronto se encontró con problemas. «Las oportunidades para retirarla son limitadas. Hay bloqueos. Daños. Estoy trabajando». Le pregunté si le parecía bien que siguiera haciéndole preguntas mientras él trabajaba, y él dijo que sí.

Dolores: ¿Habéis estado curándola toda su vida? (Sí). Lo digo porque ella se estaba preguntando si había establecido contacto con lo que nosotros llamamos los extraterrestres.

J: Sus asignaciones, todas ellas forman parte de la asignación. En esta asignación ella requiere de esta interacción con esa especie.

Dolores: Igual que Eleanore.

J: Exacto. Las interacciones forman parte de la asignación. Pero ella se beneficia de esa interacción en el mejor sentido. El miedo de Eleanore causó ciertos problemas, pero esas especies no estaban haciéndole daño.

 

Yo sabía que eso era verdad porque llevo veinticinco años trabajando en esto.

Jamás he encontrado a una sola persona a la que hayan hecho daño. Se trata simplemente de un malentendido al nivel de la percepción y de la reacción natural a algo desconocido.

 

J: Se corrigió el daño en ese momento, pero se ha vuelto a dañar una y otra vez. No se puede reparar todas las veces.

Dolores: ¿Ahora tampoco? Ella está dispuesta a soltar la tensión, a aflojar el bloqueo, a liberarse de esa vieja energía. ¿Puedes arreglarlo ahora?

J: Soltar. Todavía retiene miedo en el abdomen, miedo a las especies desconocidas.

Dolores: Entonces la ayudará mucho saber que esas especies solo quieren ayudarla.

J: Sí. La confusión procede de una consciencia pobre. Toda la asignación de esta localización requiere de interacciones. Las especies son benevolentes. La asignación utiliza a los humanos para sus propósitos. Es un acuerdo mutuo. Ella es incapaz de procesar esta información. Ellos aprenden de la especie humana. Están de acuerdo. A menudo se malinterpretan las apariencias. Hay un gran malentendido. Parte de su asignación es la compenetración entre especies.

 

El subconsciente siguió trabajando en el cuerpo de Judy, pero no dejaba de encontrar dificultades. «Hay una lesión en el área del estómago que es sobre la que estamos trabajando ahora. Tratamos de corregirla. Se trata de una energía vieja, de un tejido antiguo. Hay una conexión. Hay más de un área en este cuerpo. Este cuerpo tiene dificultades para sostenerse a sí mismo».

 

Dolores: Por eso es por lo que queremos repararlo, para que ella pueda hacer lo que tiene que hacer.

J: No es su momento. Ella no ha terminado su tarea. No aban donará. Su voluntad es fuerte.

Dolores: Ella tenía miedo; pensaba que quizá se estuviera muriendo.

J: Ella tiene mucho trabajo que hacer. Elegirá su muerte. Hay múltiples lecciones que aprender a través del cuerpo físico. Unas son de esta vida, otras no. Están interconectadas.

Dolores: Se han mezclado unas con otras.

J: Exacto. Confusión, sentimientos viejos. Trata de aclararlos. Hay confusión. Ella está confusa en cuanto a quién es. Se ve a sí misma como humana, pero también se ve a sí misma como de otra especie. Hubo un tiempo en el que ella era de la especie con la que está trabajando. Pero ella rechaza a su propia especie. Ella ha tendido el puente entre ambas especies.

Parte de su misión consiste en completar el ciclo. Tender un puente. Ella necesita ese puente entre las dos especies. Se está formando un puente energético. Estamos revisándolo. Hay una lesión en el quinto chakra, en su campo de energía. Repararla.

Dolores: Te estamos dando mucho sobre lo que trabajar.

J: Exacto. Estamos asimilando, ajustando. Retirando los bloqueos en múltiples niveles. Tendiendo un puente entre identidades.

Confusión, confusión dimensional. Ella es incapaz de asimilar por sí misma la enorme vastedad de comprensión. Está elevando la consciencia lo mejor que puede. Pero se requiere más. El cuerpo no está tan elevado como la consciencia; está creando dolor, incomodidad, desintegración. Es necesario integrar consciencia y cuerpo físico. La integración se intenta hacer de noche.

Ella no está asimilando correctamente. Demasiada información. El cuerpo no puede seguir el ritmo. El cuerpo no está asimilando correctamente. El cuerpo está funcionando mal. Ahora lo estamos ajustando. Nada de medicamentos ni de cirugía. Este es su último deseo. Está acordado. Nosotros estamos de acuerdo en que ella puede asimilarlo, y por eso estamos tramitando una petición a los altos niveles para que cree un camino para completar la asimilación. Seguimos corrigiendo. Esta es la matriz que falta. Realineamiento. Todos los patrones de las matrices se completarán hasta el realineamiento. Se integrará todo. Esto no requerirá esfuerzo. Eliminamos las lesiones. Ella debe elegir vivir.

 

Dolores: Creo que ella elegirá vivir en el momento en que deje de sentir malestar.

J: Exacto. Hemos completado los acuerdos. Se han completado las asignaciones. Las relaciones entre especies se han completado. Reparación de la matriz en progreso. Buscando niveles altos de autoridad para completar.

Dolores: ¿Os han concedido la petición?

J: Estamos esperando. (Pausa). Asignación completa. Hemos completado todo el trabajo en el cuerpo. Ahora se le permitirá dormir. Los niveles bajos de consciencia tienen autorización para permitir la curación completa de la forma física.

Dolores: Porque ella necesita dormir para que el cuerpo pueda rejuvenecerse a sí mismo de noche> ¿no?

J: Lo has comprendido. Se requería para elevar la consciencia, para integrarse. Integración completa. Se permitirá que sus niveles más bajos de consciencia sean capaces de dormir para regenerar el cuerpo y completar la tarea. Todo se completará, en términos humanos, en tres meses. No necesitará medicamentos. No sentirá dolor. Notará cierto malestar. Tres meses para completar la operación. Irá disminuyendo. Se calmará. Ella será consciente. Ella no sentirá dolor, el dolor irá rebajándose. Llegará al equilibrio. El malestar de su espina dorsal es de origen genético. Estamos ajustándolo, corrigiéndolo. Esto corregirá otras zonas del cuerpo físico y permitirá que el cuerpo vuelva a realinearse, y todos los sistemas de órganos funcionarán óptimamente. Los bloqueos de la columna vertebral han creado un mal funcionamiento en cada uno de los órganos afectados. Estamos ajustando esto. Ella se dará cuenta de que sus caderas se han equilibrado. Será capaz de cargar con su cuerpo.

 

Entonces el subconsciente anunció que había terminado. Por lo general, cuando trabajo con un sujeto, solo hay una zona o dos del cuerpo sobre las que concentrarse. En el caso de Judy el subconsciente tenía múltiples zonas sobre las que trabajar. Llevó más tiempo y requirió más dedicación y concentración.

 

Tras un rato, el subconsciente anunció: «Ya es hora de que ella viva». Entonces yo le pregunté, como hago siempre, si tenía algún mensaje para Judy antes de partir. «Te damos la bienvenida, quédate en paz. Eres una, te esperan. No tengas prisa. Muchos te honran por tus logros a la hora de completar lo que ha sido tu tarea. Lo has hecho con mucho coraje. Te honramos. Contacta con nosotros más a menudo. Hay otro nivel de consciencia. Ella es consciente de esto. Nos alegramos de que tú hayas servido de ayuda para ella».

Dolores: Yo ayudo a mucha gente con vuestra ayuda. No podría hacerlo sin vosotros.

 

Muchos de los clientes que han tenido una experiencia con ovnis se han encontrado con la extraterrestre que se mostró tan cariñosa y compasiva con la pequeña Eleanore. Siempre la describen de la misma manera: compasiva, cariñosa y con una energía femenina. Yo la llamo la «enfermera» porque siempre está tratando de tranquilizar al sujeto en cuestión en relación con los extraterrestres que trabajan sobre su cuerpo. A los seres grises pequeñitos o a quienes quiera que sean que estén trabajando con el cuerpo se los define como gente muy ocupada y concentrada en su tarea. La «enfermera» parece tener asignada la misión de atender a la persona y hacerla sentirse cómoda y a salvo. Todos ellos exhalan una energía bella y sanadora a pesar de que se los describe como muy feos y a menudo llenos de arrugas.

 

Este caso muestra también las dificultades con las que se encuentra un alma pura cuando entra en un cuerpo físico. De niña, como humana, Eleanore tenía mucho miedo de los seres que trabajaban con su cuerpo; era absolutamente inconsciente de que ella

 

era uno de ellos. Pero era imprescindible borrar ese recuerdo para poder vivir en este mundo sin volverse loca. Así que ella los veía como a extraterrestres, y la asustaban igual que a la mayoría de los seres humanos. Ella no comprendía que esos seres solo estaban cuidando y vigilando a uno de los suyos. Ellos jamás abandonan a un voluntario en este planeta extraño y hostil sin prestarle apoyo. Sin embargo ese miedo profundo se había transmitido a su vida presente como Judy, y le estaba provocando problemas físicos severos. Esos problemas físicos también los causaban los abusos que había sufrido en una vida anterior; abusos que habían dejado un residuo celular. De modo que la dolencia era un compuesto, y por lo tanto resultaba más difícil de aliviar. A pesar de que Judy no me lo había mencionado durante la entrevista, había padecido maltrato infantil también en esta vida. Pero yo sé que el subconsciente siempre lo saca a relucir si resulta conveniente. El subconsciente lo sabe todo sobre el sujeto. No hay secretos.

 

Capítulo 21. Un encuentro en la infancia.

 

DURANTE UNA CAMPAÑA DE CONFERENCIAS POR Carolina del Norte en la que me detuve en Raleigh, Greensboro y Charlotte, celebré una sesión de hipnosis en esta última ciudad en septiembre de 2002. Fui a Charlotte a hablar en un encuentro local sobre ovnis. Patricia era una rubia preciosa que parecía una modelo; sabía cómo arreglarse el pelo y maquillarse. Era a lo que se dedicaba para vivir, y ella misma constituía un buen ejemplo de su trabajo.

Hacía mucho tiempo que se interesaba por los ovnis, a pesar de estar convencida de que jamás había tenido ninguna experiencia con ellos. No recordaba más que un avistamiento allá por la década de los setenta. Se acordaba de que esa mañana había salido muy pronto de su apartamento para dirigirse al trabajo. Tras cerrar la puerta alzó la vista. Había una nave enorme con luces giratorias rojas y azules justo encima de su cabeza. Era preciosa. Se quedó mirándola un rato y luego se marchó. Le sorprendió que no hubiera nadie más por allí que la viera, porque era muy grande y se veía muy claramente. Desde entonces se había sentido fascinada por el avistamiento, aunque estaba convencida de que no le había ocurrido absolutamente nada más. Era este hecho lo que quería explorar durante la sesión. Quería regresar a aquel día para fijarse mejor en los detalles de la nave. Como siempre, yo la advertí de que a veces, cuando uno celebra este tipo de sesiones solo por pura curiosidad, puede que esté abriendo sin querer la caja de Pandora, que luego va a ser imposible cerrar. Mi primera prioridad es siempre la seguridad de mis clientes. Siempre les digo: «Si no se ha roto, no hay nada que arreglar».

Por lo general solo exploro experiencias paranormales o con ovnis cuando estos sucesos provocan problemas en la vida diaria de las personas. Si no es así y solo sienten curiosidad, entonces les digo que puede que averigüen más cosas de las que esperan. Pero es mejor dejar que ellos mismos tomen la decisión. Ella entendió lo que le dije pero insistió en celebrarla porque estaba convencida de que aquella mañana no había ocurrido nada. Se trató simplemente de un avistamiento de cerca de una nave espacial muy grande, o lo que fuera. Patricia no había sido capaz de olvidar la experiencia, y eso era lo que había avivado su interés por los ovnis.

 

Nada más entrar en el trance profundo yo la hice regresar a la mañana del avistamiento. Por lo general tengo que colarme en este tipo de sucesos por la puerta de atrás, como quien dice. Tengo que regresar a los instantes previos al suceso y dejar que el sujeto se introduzca en él progresivamente. Pero esta vez fue diferente. Patricia se internó de inmediato y sin vacilar. Yo acababa de ordenarle que saliera de la nube y entrara en su apartamento aquella mañana, pero ella estaba lista para poner manos a la obra. Solo le dije: «Ahora sales de tu apartamento».

Y entonces ella soltó de pronto: «¡Me están observando!». De inmediato se sintió muy afectada, y su voz delataba cierto miedo. «¡Me están observando!». Yo quise saber de quiénes estaba hablando.

P: Esos seres, me están observando.

Dolores: ¿Qué seres?

P: Me están observando. Me están diciendo que son dos, que están en la nave y que están justo encima de mí.

Dolores: ¿Ahora estás fuera, observándolo?

P: Sí, sí. Al recordarlo la primera vez creí que había visto luces rojas y azules, pero no. Es una nave. Parece como una pelota de cristal. Como una bola de Navidad de un árbol de Navidad. Se ve a su través.

Dolores: ¿Cómo de grande es la bola, comparada con la casa?

P: Algo más de metro y medio, quizá. No es muy grande; no sé si cabría un ser humano. Pero es transparente, y parece que tiene como una tapa encima, como uno de esos adornos navideños que se ponen en lo alto del árbol.

Parece como si reluciera, pero se ve a su través. Yo creía que tenía color, pero ahora no veo color. Es solo una bola transparente.

 

Según parecía su subconsciente había levantado una pantalla o una capa protectora en la memoria para que ella lo recordara de un modo diferente de

como era. He investigado muchos otros casos en los que hemos descubierto que la memoria consciente no recuerda el suceso real. El propósito de esto en general es proteger a la persona para no traumatizarla. Por eso recuerdan el suceso de un modo diferente a como ocurrió. Aunque por supuesto a veces esto provoca problemas que el subconsciente no habría podido adivinar, porque a menudo el acontecimiento se recuerda con miedo y como una experiencia negativa. Según parecía el subconsciente había decidido que ya era hora de que Patricia lo recordara, y por eso permitía que el recuerdo saliera a relucir en la memoria sin bloqueos. He descubierto también otros casos en los que el objeto avistado parecía más pequeño de lo que era en realidad; como si no fuese lo suficientemente grande para que cupieran unas cuantas personas. Pero luego, cuando los sujetos entran, descubren que las apariencias engañan. El interior es mucho más grande de lo previsto por el tamaño que se aprecia desde fuera. Es como si los extraterrestres pudieran manipular a su antojo el tamaño y el espacio, además del tiempo. He explorado otros casos similares en Los custodios. Otro aspecto interesante era que de pronto Patricia experimentaba una cierta sensación de miedo al ver el objeto, a pesar de que en su memoria consciente solo sentía curiosidad. Esto ocurre también mucho bajo los efectos de la hipnosis; salen a la luz otras emociones.

 

Dolores: ¿Has dicho que hay algo dentro?

P: Sí. Pero lo único que veo son ojos. Son como seres con ojos. Están arriba, en el cielo, y me están observando. No me van a hacer daño, solo me están observando.

Dolores: ¿Cómo sabes que te están observando?

P: Lo noto. Además, me lo han dicho.

Dolores: ¿Es esta la primera vez que los ves? (No).

 

Sin lugar a dudas, ese sí que no era un recuerdo consciente. Patricia había dicho que jamás había tenido ningún encuentro con los extraterrestres.

 

P: Yo tenía tres años. (Se nota que está afectada). Entraron por la ventana. (Llorando, horrorizada). ¡Entraron por la ventana! ¡Entraron por la ventana! ¡Tengo que despertarme!

 

Patricia hacía esfuerzos por abrir los ojos. Iba a salir del estado de trance. Yo sabía que finalmente la experiencia acabaría por ser positiva en lugar de negativa, así que traté de evitar que abriera los ojos. De haber salido del estado de trance en ese momento, ella se habría preocupado por esa experiencia y la habría percibido como algo negativo. Si era cierto que había vivido un fuerte trauma, yo sabía bien cómo manejarlo para verlo de otra manera. Y sabía que, de no hacerlo, ella acabaría con una gran frustración.

Así que le ordené que mantuviera los ojos cerrados. Ella seguía resistiéndose e insistía en despertar. Yo había decidido ya apartarla de esa escena y explorarla de otro modo cuando de pronto ella vio algo que me hizo detenerme. Su curiosidad comenzaba a sobrepasar al miedo, así que por fin dejó de resistirse.

 

P: ¡Espera un minuto! ¡Oh, Dios mío, espera un minuto!

Le dije que estaba a salvo, protegida; que si quería podía observar la escena como un simple observador.

Dolores: Jamás te dejarán recordar nada a menos que estés preparada. Estás perfectamente a salvo. Pero puedes recordar; si es que ha llegado la hora. Tu subconsciente solo te permitirá recordar lo que necesites saber ahora mismo. Cierra los ojos.

P: (Susurros). No creía que los tuviera abiertos.

Dolores: Ahora, si quieres, puedes observar como un observador objetivo. ¿Qué pasó cuando tenías tres años?

P: Entraron en mi habitación por la ventana. Reptaron por la ventana. Yo estoy tumbada en la cama. Y ellos entraron por la ventana.

Dolores: ¿La habitación está oscura?

P: Hay suficiente luz como para verlos. No tienen el aspecto que yo creía que tendrían. ¡No es posible que sean así! No tienen buen aspecto. ¡Ellos no,  no pueden ser como los estoy viendo!

Dolores: Cuéntame qué estás viendo.

P: Parece que tienen los ojos rojos. Y la cara muy arrugada. No tienen cuello. Están como encorvados hacia delante. Y,  no tienen buen aspecto.

Dolores: ¿Son muy grandes?

P: No, algo más de un metro sesenta y cinco.

Dolores: ¿De qué color son?

P: No consigo detectar el color. Pero es que tienen un aspecto muy extraño. Entre la boca y la nariz, lo tienen todo como arrugado y junto. Y tienen esos ojos enorme muy abiertos, no rasgados, sino enormes y muy abiertos. Entran en la habitación. Es como si vinieran a comprobar cómo estoy. Uno de ellos se acerca a la cama. Me hace algo en el camisón, me desabrocha el camisón. Es como un médico. Ha venido a comprobar cómo estoy. Quiere asegurarse de que todas las funciones de mi cuerpo se realizan correctamente. Tengo la escarlatina y él quiere asegurarse de que estoy bien.

Dolores: Así que estás enferma. (Sí). La escarlatina te hace sentirte mal,

¿verdad? (Sí).

Al despertar Patricia me dijo que su madre le había contado que de pequeña había tenido la escarlatina, pero ella no se acordaba de nada.

Dolores: Así que él simplemente está comprobando cómo está tu cuerpo. ¿Cómo lo hace?

P: Es como si me oprimiera el pecho. Y puede que las vibraciones o algo así hayan subido y que él sepa si estoy bien o no. Eso es todo lo que veo. Me pone la mano en el pecho.

Dolores: ¿Cuántos dedos tiene? ¿Puedes verlo?

P: Son gordos, y parece que tiene tres grandes y quizá un pulgar o algo así. Es una mano grande y fea, no como las nuestras. Pero de todos modos él también es grande y feo.

Dolores: Bueno, lo que nosotros consideramos feo.

P: Es feo, no cabe duda. Jamás había visto a nadie así.

Dolores: Pero te pone la mano en el pecho y te proporciona buenas vibraciones.

(Sí). ¿Te hace sentirte mejor?

P: Sí. Está como caliente. Él sabe que estoy bien.

Dolores: Entonces es muy amable, ¿no?

P: Sí. Al principio me había asustado. Creo que me está diciendo que va a volver a comprobar cómo estoy alguna otra vez. Luego se da la vuelta y se marcha por la ventana.

Dolores: ¿Y qué te parece eso de que venga otra vez a comprobar cómo estás?

P: No me ha hecho daño. Es feo. (Yo me río). Parece un duende viejo. Mi mami me lee cuentos de hadas, y él es igual que uno de los duendes.

Dolores: Esa es una forma interesante de describirlo.

Era evidente que Patricia no conocía a las diferentes clases de extraterrestres a pesar de su interés por el fenómeno de los ovnis. A lo largo de mi trabajo me he encontrado muchas veces con este tipo al que he dado en llamar los «enfermeros». Aunque ella lo describió como masculino, muchos otros clientes dicen que es de género femenino a pesar de no haber descrito jamás ningún órgano sexual. Yo los llamo los «enfermeros» porque da la sensación de que tienen más compasión que los típicos grises. Parecen más una criatura física real que los pequeños grises robóticos, y además creo que piensan por sí mismos en lugar de realizar una tarea de forma mecánica. Se los describe siempre como feos y arrugados, y sin embargo son muy amables. Aunque puede que en el caso de Patricia se trate de otra clase, porque los enfermeros rara vez proceden de hecho a curar.

En general mis clientes suelen tener mucho miedo cuando se encuentran sobre la camilla a bordo de la nave justo antes de proceder a su examen. No comprenden qué es lo que está sucediendo. En ese momento aparece la enfermera junto a la mesa de operaciones para calmarlos. Los clientes siempre tienen la sensación de que ella pretende tranquilizarlos y asegurarles que todo irá bien. En cambio los pequeños grises están todo el tiempo de un lado para otro, ocupados en una tarea mecánica que realizan metódicamente y sin mostrar ninguna emoción. La enfermera parece ser de un tipo distinto. Y aunque su aspecto asusta, su comportamiento es siempre amistoso.

Dolores: ¿Y ahora ya se ha ido?

P: Sí, pero siguen observándome. Creo que me han metido algo en el cuerpo.

Dolores: ¿Cuándo te lo han metido?

P: Cuando era más pequeña. Yo era una niña.

Dolores: Bueno, con tres años todavía eres una niña.

P: Bueno, pues cuando era más pequeña todavía. Ahora ya soy mayor.

Dolores: ¿Eres mayor con tres años? (Sí). ¿Y cuándo crees que te lo pusieron?

P: Creo que cuando nací. Me metieron algo en el cuerpo cuando nací.

Dolores: ¿En qué parte del cuerpo te lo pusieron?

P: A ver. (Pausa). Creo que tengo algo un poco más arriba de la glándula pituitaria. Como alrededor de la frente. Me lo pusieron ahí, como un chip o algo así. Es como de cristal, pero no creo que sea cristal. No sé lo que es. No sé si lo hizo ese hombre; puede que fuera uno de sus amigos. Yo los vi ponérmelo. Lo hicieron antes de que yo saltara dentro del cuerpo.

Dolores: ¿Te lo pusieron mientras tu cuerpo estaba todavía en la barriga de mamá?

P: Fue antes de que yo saltara dentro, antes de entrar en el cuerpo. Me pusieron algo ahí.

Dolores: ¿Y pudieron hacerlo a pesar de estar todavía dentro de mamá? P: Sí, me lo pusieron. (Risas). ¡Sí, me lo pusieron! Es algo con lo que he nacido. Es algo que dicen que llevaré durante el resto de mi vida para que así ellos sepan dónde estoy todo el tiempo. Un mecanismo de rastreo.

Dolores: ¿ Y qué te parece eso a ti?

P: No me hicieron daño. Me da la sensación de que son buenos. Han sido muy amables conmigo. Juegan conmigo cuando mamá no está. Salimos al jardín de atrás, donde no hay nadie. Mi hermana es mayor y se marchó y papá también se marchó, así que eran ellos los que jugaban conmigo. Siempre me decían que no se lo dijera a nadie.

Dolores: ¿Por qué no?

P: Porque la gente podría asustarse. A mí también me asustaban al principio, porque son feos. La gente podría asustarse,  bueno, a mí todavía me parecen feos, pero jugaban conmigo. Eran buenos.

 

Todo esto es muy similar a un caso sobre el que escribí en Los custodios de una mujer que de niña había tenido ciertas experiencias con un extraterrestre que aseguraba que era su verdadero padre. Entraba en su dormitorio y hablaba con ella, y luego le enseñaba a hacer levitar sus juguetes. Una vez incluso la llevó a bordo de una nave para enseñarle algunos de los animales que había recogido en otros planetas a lo largo de sus viajes. Él dejó de ir a visitarla y le borró la memoria cuando estos sucesos comenzaron a causarle problemas de joven. Ella no tuvo conocimiento de estas relaciones hasta encontrarse en estado de hipnosis. También he tenido casos en los que los adultos recuerdan durante el estado de hipnosis haber mantenido relaciones muy agradables en la infancia con los pequeños grises. En general se trataba de niños solitarios que disfrutaban tremendamente de toda esa atención.

Jamás, en ningún momento, he tenido conocimiento de incidentes negativos ocurridos en la infancia cuyo recuerdo se hubiera olvidado. Los extraterrestres parecen comprender que están tratando con niños, y se muestran muy amables y protectores. A pesar de que los recuerdos conscientes fueran borrados o tapados sospecho que esas personas notaban que les habían ocurrido cosas poco habituales en la infancia, pero no recordaban nada. A menudo el recuerdo es sustituido por una extraña sensación de anhelo que no pueden explicar.

 

Dolores: ¿Ya qué cosas jugabais?

P: Ellos me enseñaban cosas. Me sacaban al jardín de atrás y me enseñaban plantas y me explicaban cosas sobre ellas. Y luego cogían tierra y me contaban cosas sobre la tierra. Y de los árboles, y me explicaban por qué las cosas crecen aquí como crecen. Me explicaban el planeta de modo que yo pudiera entenderlo.

Dolores: ¿Lo encontrabas interesante?

P: Sí, y una vez me llevaron a una cueva.

Dolores: ¿Fuera del jardín?

P: Sí, me llevaron a una cueva. Nos lo pasamos bien. Me llevaron a varios sitios dentro de la cueva. Y cada uno de esos sitios iba a ser un hito distinto o un suceso importante en mi vida.

Dolores: ¿A qué te refieres con eso de los diferentes hitos?

P: A diferentes acontecimientos que podían ocurrirme en la vida. Me llevaron por todo ese camino por la cueva. Y me enseñaron

piedras o hitos pequeños e hitos grandes. Y cada vez que llegábamos a una piedra o un hito en la cueva eso significaba que cuando yo llegara a ese punto de mi vida, ellos iban a enseñarme más. Supongo que se referían a más cosas sobre mí misma, a lo que hago aquí o al trabajo de ellos aquí. Y también era como si ellos me ofrecieran todos esos sucesos de la cueva que iban a ocurrir en esos momentos de mi vida.

Dolores: Así que eran partes diferentes de una sola cueva.

P: Partes diferentes, y cada piedra, o cada cristal al que llegábamos,  no sé lo que eran; eran como piedras relucientes y lisas. Y había cosas dentro de la piedra que se movían y que te decían cosas distintas sobre el planeta y sobre mí misma en ese momento. Me llevaron por toda la cueva y me explicaron el proceso para que cuando llegara allí no me llevara un susto muy grande. Porque la tierra es un sitio diferente, y para mí es un shock. Y ellos querían que yo comprendiera las cosas. La cueva era solo para explicarme mi vida antes de que llegara a ese momento y así yo entendiera mejor lo que iba a pasar.

Dolores: ¿Entonces pueden enseñarte cosas que tú vas a hacer en el futuro? (Sí). ¿Pueden llevarte a ver qué vas a hacer en el año 2002? Porque todavía

falta mucho, ¿verdad?

P: Sí, falta mucho. Solo tengo tres años.

Dolores: Pregúntales a ver si pueden llevarte a esa época de tu vida. Para entonces serás muy mayor, ¿verdad?

P: Sí. Me veo caminando,  es una piedra muy grande. Parece como si tuviera facetas. Y cada faceta tiene relación con mi trabajo o con cosas que estoy haciendo. Me parece que estoy trabajando con mucha gente, pero la gente no se da cuenta realmente del modo en que les afecta mi presencia, no lo comprenden. Solo por mi presencia o por mi energía. Las cosas que me han hecho en el cuerpo afectan a esas personas. Puedo peinar a la gente, puedo hacer mis demostraciones. Puedo simplemente caminar entre la gente por un centro comercial e influir de una manera muy positiva sobre ellos. Porque ellos me han hecho cosas en el cuerpo, y esas energías salen y entran en la gente.

Dolores: ¿Qué te han hecho en el cuerpo para que ocurra eso?

P: Espera que pregunte. (Pausa). Me dicen que tiene algo que ver con el alma y también a un nivel molecular. Ellos han entrado en el nivel molecular y me han cambiado el cuerpo. Tú sabes que todo el mundo tiene energía en el cuerpo, como el aura. Y cuando la gente entra en mi aura, cambia. Y dicen que esto se hace a nivel molecular. Y también se hace a nivel del alma. Así que influyo sobre la gente, pero no solo mentalmente, sino también física, espiritual y emocionalmente. Y yo no era consciente de eso.

Dolores: ¿Tardaron un cierto período de tiempo en hacerte esos cambios en la estructura molecular?

P: Yo he venido aquí a hacer esto. Vine con las facetas en mi cuerpo para hacer esto. Las facetas del cristal al que estoy mirando son como las facetas de mi cuerpo. Es como si fueran diferentes puntos de energía en mi cuerpo. Suben y bajan por la columna vertebral. Y estas energías las puede utilizar el ordenador de la nave, y pueden hacer que ocurran cosas en mi cuerpo para influir sobre cosas del planeta y de la gente que está a mi alrededor. Todo lo controla una cosita pequeña que tienen ellos en la nave.

Dolores: Así que llegaste aquí así.

P: ¡Sí! Me hicieron ajustes para asegurarse de que estaba sintonizado correctamente, y luego se llevaron el aparato y lo pusieron a funcionar.

Siento como si de alguna manera lo hicieran funcionar por la columna vertebral o por la cabeza. Así es como hacen el alineamiento. Y se ha salido del alineamiento, y me he cansado mucho. Sí, he estado trabajando mucho, y se salió del alineamiento en el año 2002. En 2003 va un poco mejor. Me he cansado mucho, y se ha salido por completo del alineamiento. Y ellos saben que yo no puedo hacer nada al respecto. Veo estas pequeñas facetas diferentes en el cristal.

Son como las facetas de mi cuerpo, los puntos de energía de mi cuerpo. Los ajustan con lo que está en la nave. Hacen manifestarse la energía a su través como si fueran los puntos psíquicos de un cuerpo. Pero lo hacen sobre una estructura molecular que me afecta molecularmente y, por tanto, afecta molecularmente a otros. Ellos entran en contacto con mi aura de energía y la cambian. Puedo estar sentada en un centró comercial y entonces a la gente que se me acerca a unos tres metros le afecta mi energía. Y por eso es por lo que me lo pusieron así.

Dolores: Cuando hicieron esos ajustes, ¿tuvieron que llevarte físicamente a algún lugar?

P: Sí, pero yo no fui consciente. Me llevaron a bordo de la nave. Allí hay todo tipo de seres. Ahora veo a unos altos, flacos. No son tan feos como los del principio. Estos son delgados y tienen un aspecto diferente. Llevan cosas encima, como trajes o algo así.

Dolores: ¿Cómo has subido a la nave?

P: Me han traído. Han cambiado la estructura molecular de mi cuerpo y entonces se ha desmaterializado, y luego me han traído a bordo de la nave. No puedo entrar físicamente porque no podría atravesar las paredes.

(Risas).

 

Esto también me lo han contado muchas veces, y yo lo he relatado en mi libro Los custodios. Los extraterrestres son capaces de romper la estructura molecular de un cuerpo de modo que pueda pasar a través de cuerpos sólidos.

Es habitual que los sujetos atraviesen las paredes o el techo de sus dormitorios.

 

P: Sí, me han cambiado para que pueda atravesar las paredes.

Dolores: ¿Y eso  lo han hecho cuando estabas durmiendo?

P: Sí, pero otras veces me han sacado del coche. Porque cuando voy en coche estoy en un estado de consciencia diferente. Y otras veces estoy pensando en otra cosa y entonces vienen y me llevan. Ellos pueden trabajar con mi cuerpo mientras yo sigo conduciendo el coche.

Dolores: ¿Sin peligro de que tengas un accidente o algo así?

P: No, no, no. Es mi mente consciente la que está haciendo otra cosa, y ellos vienen y cambian mi cuerpo porque yo estoy enganchada al ordenador.

Dolores: Cuando te sacan de la cama, ¿se llevan tu cuerpo físico a bordo de la nave?

P: Tengo que preguntárselo. (Pausa larga). Lo único que entiendo es que me llevan físicamente. Yo vuelvo la vista hacia la cama y parece como si hubiera algo ahí, pero no soy yo. Es como si viera una concha, porque yo no estoy. Como si se quedara ahí un trozo de energía, pero yo no estoy en la cama.

Dolores: Pero te hacen eso y luego tú no te acuerdas de nada.

P: No, no, nunca antes me lo habían dicho.

Dolores: ¿Y ahora ya sí te lo pueden decir?

P: Ahora quieren que lo sepa. Yo antes no sabía nada de esto. Jamás me lo habían dicho. Nunca he tenido ninguna marca en el cuerpo.

Dolores: Pero ahora ya ha llegado la hora de que lo sepas. (Sí). Patricia quería conocer cuál es su propósito en la vida. ¿Qué es lo que va a hacer Patricia en esta época de su vida? En 2002. A partir de aquí, ¿qué debería hacer? ¿Pueden decírtelo?

P: Sí. Quieren que sea más comprensiva con otras personas. Y quieren que sepa que los terrícolas tienen limitaciones. Yo esperaba que la gente de la Tierra fuera más cariñosa y se preocuparan más los unos de los otros, en lugar de hacer guerras. Pero no son así. Y me siento frustrada porque ahora mismo yo sola no puedo cambiarlo. Ellos tienen leyes espirituales del universo o algo así. No sé lo que es, deja que les pregunte. (Pausa). Dicen que tienen un libro de símbolos y quieren que esos símbolos vengan al planeta porque cuando la gente ve los símbolos sus consciencias cambian. Son símbolos solo de paz, de luz y de amor. No hay cosas malas en los símbolos.

Y pueden cambiar las mentes de las personas para que dejen de pensar en asesinatos, odio y avaricia y no destrocen el planeta. Así solo pensarían en la luz, la paz y la armonía. Quieren que este planeta sea un planeta de luz, amor y cariño. Y quieren que yo escriba esos símbolos.

Quieren que escriba unas palabras en unos libros. Para decirle a la gente las cosas buenas que podrían hacer los unos por los otros. Pero mi vocabulario ahora mismo no es tan perfecto como para explicártelo exactamente. Todavía soy joven.

 

Patricia seguía viendo las cosas desde el punto de vista de una niña. Se me había olvidado. Tendría que pedirle que volviera a revisar este tema desde la perspectiva adulta de Patricia.

 

Dolores: Pregúntales si eso es lo que está ocurriendo en el año 2002. Mucha gente dice que ellos dibujan símbolos. ¿Es eso lo que ocurre?

 

Estoy trabajando en este proyecto con otros investigadores de todo el mundo. A todos nos están mandando símbolos y escrituras extrañas que esperamos poder descifrar con un ordenador. La similitud con este caso es asombrosa, y cada vez se está extendiendo más. También me han dicho que este es el propósito de los círculos en los cultivos. Solo con la simple observación de uno de esos símbolos de un círculo la mente consciente puede captar todo un bloque de información. No hace falta siquiera estar físicamente junto al círculo. Basta con ver el símbolo y la información se transfiere a la mente subconsciente. Los círculos son un lenguaje que se comprende a nivel subconsciente. No pretenden una comprensión por parte de la mente consciente. He tratado este tema en Los custodios de una forma más extensa.

Ellos me han dado ejemplos de la manera en que nuestra mente recibe esos bloques enteros de información con un solo símbolo, incluso en la vida diaria. Me dijeron que la información se inserta en el cerebro a nivel celular, y que esa información luego está disponible siempre que la necesitemos. Será algo espontáneo y nosotros ni siquiera sabremos de dónde procede la información.

 

P: Los símbolos son nuestro intento de comunicarnos con la humanidad. Los símbolos, como he dicho antes, están hechos de pura luz divina, paz y armonía. Y cuando la gente de la Tierra vea esos símbolos y los capte con la mente subconsciente, entonces comprenderá la belleza y la paz que nos rodea. Nosotros somos esa belleza, esa paz y esa luz, y queremos esto mismo para todo el mundo en el planeta. Albergamos mucho amor para los que están en el planeta.

Dolores: ¿Es por eso por lo que estáis comunicando esos símbolos a la gente?

P: ¡Sí, sí, sí! Hay personas en el planeta que conocen su significa do y que se adelantarán a los demás y darán a conocer estos conocimientos a todo el mundo, porque ahora mismo es muy importante. Estamos en 2002.

Dolores: ¿Pero entonces quieres decir que la gente no tiene que comprender los símbolos?, ¿basta con verlos?

P: Se introducen en la mente subconsciente. La mente subconsciente es toda ella puro conocimiento. La mente subconsciente procede de la fuente del Uno. El Uno tiene el conocimiento. Cuando vengan a este planeta y vuelvan a ver los símbolos, entonces recordarán. Es una comunicación de

algo que conocen a nivel del alma. No lo saben a nivel consciente. De modo que cuando lean esos símbolos conocerán su significado; y hay personas en este planeta que pueden interpretar esos símbolos para los demás. Y por eso es por lo que ellos hacen esto. No hace daño alguno, no hay nada de qué asustarse; es simplemente una comunicación a nivel del alma.

Dolores: Eso es lo que me han dicho, y yo así lo creo.

P: Yo estoy trabajando con ellos. Ellos me enviaron aquí. Yo no quería venir porque sabía que sería muy duro para mí. Sería duro físicamente, porque la atmósfera aquí es diferente y me cuesta respirar. Tengo problemas de sinusitis. Y eso a veces me produce dolores de estómago.

Dolores: ¿De dónde procedes, ya que dices que eres diferente?

P: Vengo de un planeta más gaseoso. No veo un planeta físico sólido, parece más bien un planeta gaseoso. Hay muchos gases, pero tenemos ciudades. Si tú pudieras verlo, no verías esas ciudades porque nosotros existimos en otra dimensión y en otro nivel. Si pudieras ver mi planeta, solo verías gases. No verías nuestras preciosas ciudades. Tenemos palacios y ciudades magníficas, y vivimos en una armonía perfecta.

Dolores: ¿Y qué tipo de cuerpos tenéis allí?

P: Son cuerpos de luz. En realidad tú puedes vernos porque tenemos una concha exterior que es visible. Es como una forma. Es como el hombre que entró por mi ventana. Él no es de los nuestros; solo trabaja para mi gente. Por eso tiene ese aspecto tan feo. Mi gente tiene un cuerpo y tú puedes ver ese cuerpo, pero por dentro no hay nada más que energía. No tenemos órganos ni sangre, y no comemos. Existimos a un nivel espiritual muy alto, en un plano espiritual muy alto. Y tenemos cuerpos de luz. Y por eso es por lo que podemos movernos por el espacio y la gente no nos ve.

Dolores: ¿Por qué te dijeron que vinieras a la Tierra si tú no querías venir?

P: No, yo no quería venir porque sabía que tendría que entrar en un lugar

muy denso. Aquí me siento muy densa y pesada. Y cuando me muevo con este cuerpo lo siento como un gran peso. Nuestra atmósfera no es como esta. No me gusta, y además a veces la gente es mala. De donde yo vengo la gente no es mala.

Dolores: ¿Entonces por qué tuviste que venir?

P: Ellos querían que yo viniera aquí a ayudar a cambiar el planeta. Me pusieron estas cosas en el cuerpo para que pudiera ayudar. Querían que viniera alguien para influir en las vidas diarias de la gente. Si yo hubiera sido una persona especial, si hubiera sido el presidente de los Estados Unidos, no habría podido influir sobre tanta gente como influyo ahora. Yo llego a la gente de la calle. El presidente de los Estados Unidos solo influye sobre un cierto número de personas en el planeta, los que están a su alrededor.

Dolores: ¿Quieres decir que está aislado de la gente normal?

P: Exacto. Ellos querían que yo influyera sobre la gente normal. Y por eso es por lo que me pusieron estas cosas en el cuerpo. Para que cuando esté rodeada de gente corriente llegue a las masas. Aunque yo nunca he creído que haya influido en las masas. Eso es lo que yo quería, pero me sentía frustrada porque me parecía que solo conseguía peinar a un par o tres de personas. O simplemente cuando voy al supermercado; todas esas pequeñas tareas insignificantes que tenemos que hacer aquí. Jamás sentí que estaba haciendo verdaderamente lo que yo quería hacer. Pero ellos me han dicho que no, que eso no es verdad. Y eso es por la energía de mi aura, que logra cambiar incluso a la gente que pasa simplemente a mi lado. Cambia a la gente con la que hablo. Si hablo por teléfono, las energías pueden transmitirse por el cable. Es así, ya está. Todos ellos han cambiado. Ellos jamás me lo habían dicho. Ellos jamás me cuentan nada. (Risas). No querían que yo lo supiera. Pero estoy muy contenta de que me lo hayan dicho ahora.

Porque yo realmente no quería venir aquí, porque me hace sentirme muy mal.

Siento el cuerpo pesado. Detesto estar en este cuerpo porque es denso.

Dolores: Y hay muchos otros que están sirviendo al mismo propósito que tú,  ¿verdad?

P: Sí, somos miles aquí. No todos son de mi planeta; puede haber otros que pertenezcan a otros dominios, a otras dimensiones. Esto es difícil de explicar,  es como un ascensor. Si subes en el ascensor, hay muchos niveles y muchos pisos distintos. Pues así es como están los distintos seres en este planeta. Como en un ascensor. Hay seres de muchos niveles diferentes, pero todos están aquí trabajando cada cual en su propio nivel para influir sobre el planeta. Es como si alguien estuviera en el piso décimo haciendo su trabajo, pero no es ni más grande ni mejor que

otra persona que está en el primer piso. Simplemente es diferente. Estas miles de almas de todos los rincones del cosmos han sido enviadas aquí para ayudar al planeta, porque a ellos les preocupa que el planeta esté muriéndose. La estructura genética ha cambiado y habríamos tenido que hacer estallar todo el experimento con un cataclismo. Pero como decidimos que no queríamos hacer eso, tenemos que cambiarlo. Y eso es lo que estamos haciendo aquí.

Dolores: Pero es muy duro para los que vienen aquí porque no están acostumbrados a la Tierra.

P: Sí, yo no quería venir. Es especialmente duro para la gente como yo porque nosotros ni siquiera teníamos bocas; no teníamos ni siquiera órganos que considerar. No teníamos que comer. Y podíamos ir a cualquier parte que quisiéramos, y ahora tengo que ir en coche. ¿No es una estupidez?

Tengo que ir en coche.

Dolores: Pero Patricia siente que hay seres que se han estado comunicando con ella en su mente.

P: Los seres que se han estado comunicando con ella desde la infancia somos nosotros. Nosotros somos su familia, la del planeta gaseoso con sus preciosas ciudades. Somos altos, delgados y tenemos unos ojos muy grandes. Esos somos nosotros. Ella es de los nuestros.

Dolores: Habéis dicho que ella es como una energía que reluce desde el interior.

P: Sí, así es, todos somos luz por dentro. Si otro ser nos mira, entonces nos manifestamos con ese cuerpo alto, delgado y reluciente de ojos grandes para que tenga un punto donde enfocar la vista. Nos hemos desarrollado a través de la evolución. En el origen no éramos así. Originalmente teníamos una boca muy pequeña. Al principio teníamos órganos, pero a lo largo de millones y millones de años nuestros cuerpos han ido cambiando, nuestro planeta ha ido cambiando. Ya no es un planeta físico. Ha pasado de ser físico, sólido, a ser gaseoso. Así que hemos atravesado millones de años de evolución espiritual. Y ahora somos solo seres de luz. Y

nuestro planeta también es de luz.

Dolores: ¿Entonces habéis estado comunicándoos con Patricia a lo largo de toda su vida para que ella no se sintiera sola f (Sí). Ella se lo estaba preguntando. Y quería saber si vosotros pertenecéis a alguna organización o consejo.

P: Pertenecemos a un consejo. Estoy viendo,  deja que mire,  ¿quieres que siga teniendo tres años de edad?

Dolores: Podemos ir más adelante, a la edad actual como adulta.

P: De acuerdo, así podré entender un poco mejor lo que me dicen.

Dolores: Vayamos al año 2002. En el año 2002 Patricia tiene ya más vocabulario y más entendimiento. Vamos a verlo desde esa perspectiva.

P: El consejo al que pertenecemos es un consejo espiritual. No es un cuerpo gubernamental, es un consejo espiritual. Nosotros seguimos las leyes del Uno. Estas leyes nos han llegado directamente de la Fuente. Nosotros somos guardianes de la Luz y del conocimiento del Uno. Y por eso es por lo que Patricia está aquí. Ella recibe la información directamente de la Fuente. Del conocimiento del Uno. Nosotros permitimos que este conocimiento nos penetre. Se trata de enseñanzas espirituales. Pero son algo más que enseñanzas. Se trata de la existencia. No se trata simplemente de ser buenos los unos con los otros, sino de ser uno mismo la luz, de ser Dios. Por eso está ella aquí, para enseñar a la gente a ser Dios.

Dolores: Ella también quería saber si hay algún otro tipo de seres comunicándose con ella, o solo estáis vosotros.

P: Tenemos a otros. Están aquí bajo nuestra dirección. Están haciendo experimentos con Patricia para determinar cómo reaccionan los humanos ante nosotros. No necesariamente ante nosotros, sino ante otros seres que nos están ayudando con los experimentos. Tenemos a los grises pequeñitos y también a algunos reptilianos. Tenemos a algunos seres que vosotros en vuestra mente encontraríais muy extraños, como pelotas sobre pelotas sobre pelotas. Como tres pelotas juntas caminando, pero se trata de un solo ser.

Tenemos a algunos seres realmente poco habituales, pero todos ellos trabajan con Patricia para determinar la reacción de los humanos ante nosotros o ante distintos tipos de seres. Ella ha visto a diferentes tipos de seres, pero no los recuerda porque podrían asustarla. Lo hemos intentado antes y la hemos asustado. Ahora hemos permitido presentarse a esta especie en particular; hemos dejado que se manifestara y ella se asustó. Por lo tanto, sabemos que si alguno de ellos aterrizara en una gran ciudad o algo así, la gente reaccionaría con miedo y puede incluso que utilizaran armas nucleares o represalias de algún tipo.

Dolores: Lo cual no sería bueno para nadie.

P: No, claro que no. Así que nos estamos sirviendo de ella para esto. Ella es consciente de ello a otro nivel.

Dolores: Miedo, ese es el lado humano de la gente.

P: Sí, pero tienen que aprender a crecer y a darse cuenta de que la apariencia física no tiene nada que ver con la espiritualidad del alma. Nosotros somos seres muy espirituales. Muy cariñosos, muy amables, pero ellos nos miran y sienten miedo. Y estamos tratando de trabajar con gente diferente en el planeta para elevarlos por encima de ese miedo. Nos acercamos a gente como Patricia y nos manifestamos tal y como somos. A veces se acuerdan, otras no. Es para conseguir que se acostumbren a mirarnos, para que cuando nos vean en persona no sientan miedo.

Dolores: Pero la gente, los humanos, solo ven el exterior.

P: Exacto, y tienen que darse cuenta de que hay un lado espiritual y de que es necesario juzgar a la gente por su esencia espiritual; acabarán dándose cuenta. Patricia tiene que aprender y acostumbrarse a que haya una comunicación con nosotros en el dominio de lo físico. Y a partir de ahí nos comunicaremos más que nada por el pensamiento. Por eso es por lo que ella nunca nos ha visto, porque no estaba preparada. Tenemos que conseguir que se acostumbre a los ruidos físicos. Por eso la despertamos en medio de la noche. Tiene que acostumbrarse a las manifestaciones espirituales que hacen ruido, porque nosotros tenemos que comunicarnos con ella en el futuro. Vamos a visitarla físicamente. Y ella tiene que ser capaz de asimilarlo.

Vamos a proporcionarle ciertas enseñanzas, y serán seres de distintos tipos los que vengan una y otra vez a darle información. Vendrán aquí físicamente.

Y entonces ella sí que se va a asustar de verdad. Va a sentir mucho, mucho miedo. No será capaz de controlarlo. Y por eso estamos haciendo estos experimentos con ella, para prepararla para el futuro de modo que pueda comunicarse directamente con nuestros seres. Tenemos muchas organizaciones diferentes. Muchos tipos distintos de seres. Yo no llamaría a eso organización. Son grupos de seres que se alían con un propósito. Por eso es por lo que lo llamo organización, con vuestro lenguaje. Pero en nuestro lenguaje se trata de un propósito divino. Las personas con las que ella se está comunicando ahora, su propia gente, tenemos un propósito divino que hemos recibido directamente de la Fuente. Pero cada uno de nosotros tiene distintas misiones. Y ella se comunicará con todos esos seres. Exactamente igual que tú trabajas con tu propio grupo de seres a través de la hipnoterapia. Eso crea cierta vibración de la energía que atrae a esas almas que trabajan en ese nivel en particular de energía o vibración.

Dolores: Patricia estaba preocupada por que pudiera estar atrayendo a otro tipo  de seres que fueran negativos.

P: Ninguno de ellos es negativo.

Dolores: Eso es lo que me han dicho.

P: No, pero es que ella no entendía porque no estaba preparada. Y nosotros no queríamos contarle demasiadas cosas antes de que estuviera preparada. Patricia ha tenido que enfrentarse a muchas cosas en la Tierra, pero era necesario que lo hiciera

para que pudiera hacerse fuerte. No solo fuerte espiritualmente, sino también física y mentalmente, de modo que cuando al final tenga que hacer nuestro trabajo sea capaz de manejar los asuntos de la Tierra con más facilidad. En cuanto comience a ser más hábil en el manejo de los asuntos de la Tierra, eso dejará de afectar a su trabajo espiritual. Y por eso es por lo que no hemos venido a verla antes.

Dolores: Alguna gente tiene la idea errónea de que hay muchos seres extraterrestres negativos. Pero a mí me han dicho que el consejo no permite que esos seres interfieran en la vida de la gente de la Tierra. ¿Es eso correcto?

P: Son seres a los que nosotros no consideramos muy desarrolla dos espiritualmente. Pero eso no significa que sean negativos. En el universo no hay negatividad. No hay positivo ni negativo. Está solo la belleza del Uno.

Lo que tenemos son seres que no han evolucionado espiritualmente como nos gustaría, pero nosotros no los llamaríamos negativos. Pongamos por caso, por ejemplo, los seres extraterrestres que están trabajando con vuestro gobierno.

Esos seres tienen su propia razón para estar aquí: sacar metales de la Tierra y diferentes elementos químicos y cosas que quieren utilizar. A veces sacan más de lo que le dicen al gobierno. Nosotros no lo aprobamos, pero les hemos permitido bajar aquí porque la vibración del planeta es más baja y ellos pueden entrar en esta vibración y comunicarse con los gobiernos. Esto no significa que sean negativos. Ellos están creciendo espiritualmente. Y nosotros les hemos permitido entrar. No están dañando al planeta porque han aprendido que ellos también tienen que dar. Y le dan tecnología al gobierno.

Así que se trata de un toma y daca. Nosotros no estamos de acuerdo, pero ellos no son negativos. Yo no conozco a ningún ser negativo que opere en este planeta.

 

Hablé de todo esto en mi libro Los custodios: hay seres que han estado viniendo a la Tierra durante los últimos mil años, y a los cuales se les permite recoger los metales y los minerales que necesitan.

Son materiales muy comunes en la Tierra, así que no dañan al planeta al llevárselos. Están bajo la estricta supervisión del consejo, que se asegura de que no hagan nada que no deban.

P: Algunos seres aquí en la Tierra piensan en términos de bueno y malo, y esa no es realmente la forma de ver las cosas. Habría que verlo todo en términos de avance espiritual. Y algunos de esos seres tampoco están tan avanzados espiritualmente como otros. Pero eso no significa que sean malos.

Dolores: Algunas personas cuentan que los extraterrestres les han hecho cosas negativas, y muchos investigadores están de acuerdo con ellos. Yo lo veo de otra forma, porque tengo información acerca de lo que está ocurriendo realmente. Y no lo encuentro negativo.

P: No, tú lo ves tal y como nosotros queremos que lo veas. Lo ves tal y como es realmente. Pero es difícil tratar de explicárselo a la gente de este planeta; sus conciencias ahora mismo no pueden aceptar que algunos de nosotros no seamos negativos, o que ciertos actos no sean negativos. Quizá lo acepten en un futuro. Tú debes insistir y mantenerte en tus pensamientos positivos acerca de nosotros, porque es la verdad y es lo que ellos tienen que saber acerca de nosotros.

Dolores: Es lo que trato de hacer en mis conferencias y en mis libros: presentarlo todo tal y como es. Una pregunta que he hecho muchas veces y ala cual me han respondido en parte tiene que ver con la experimentación con el ganado. Mucha gente lo percibe como algo negativo. ¿Podrías contarnos tú algo de esto?

P: Sí. Hay diferentes especies trabajando en la experimentación con el ganado. Aquí en los Estados Unidos utilizáis muchas,  hormonas, creo que es así como las llamáis; productos químicos que usáis con el ganado. Y algunas especies están examinando los efectos de esas hormonas sobre el ganado. Por lo tanto, lo que hacen es coger los órganos y las partes de la vaca que puedan haberse visto afectadas por las hormonas y examinar los resultados. Examinan los resultados adversos de esas hormonas sobre las vacas. Hay otro tipo de especie que está utilizando la sangre de esos animales. No solo la de las vacas, sino también la de las ovejas, los perros y los gatos. Están determinando la estructura molecular de la sangre. Y una vez más la gente cree que estas cosas que hacen estos seres son malas. No son malas; están examinando la sangre para determinar los efectos negativos de la polución de este planeta sobre las plantas y los animales. Con las plantas no notáis nada porque,  ¿qué es una planta? Pero cuando veis que experimentamos con vuestras mejores vacas, entonces lo queréis comprobar.

Dolores: Eso me parece lógico. Porque yo sé que vosotros estáis examinando muchas cosas. Yo tenía cierta información, pero no conocía la respuesta completa a la pregunta. Gracias por dármela.

 

Por fin una respuesta con sentido. Me habían dicho que ellos estaban muy preocupados por la polución de nuestro aire y por los conservantes y demás productos químicos que hemos estado añadiendo a la comida. Están preocupados por los efectos que puedan tener sobre la salud de nuestros cuerpos, y también por el hecho de que estos aditivos están provocando un incremento del cáncer. Esta es la razón que aducen para muchos de los experimentos llamados «abducciones». Los extraterrestres están comprobando los efectos de estos aditivos y de estos contaminantes sobre el cuerpo humano. Y comprobando también si esto está afectando a nuestra estructura genética. ¿Qué podría ser más natural que examinar además la comida que comemos en busca de contaminantes que puedan afectar a nuestros cuerpos? Alguien tiene que hacerlo. Porque desde luego nuestro gobierno no lo hace.

 

Dolores: Vuestra gente también me ha dicho que la dieta de la mayoría de los  humanos está cambiando. Yo sé que la mía ha cambiado.

P: Eso es porque las energías del planeta están cambiando. Si no cambiaras tu dieta, te pondrías muy enferma y podrías incluso morir. La comida que crece sobre el planeta está cambiando. Todo en este planeta está cambiando gradualmente. Y todo esto antes incluso de que nosotros iniciemos la gran explosión de luz que planeamos hacer en el futuro. Está cambiando. Tenemos que cambiarlo porque de no hacerlo moriríais debido a todos esos contaminantes. Tenéis que cambiar vuestra dieta porque vuestro cuerpo se ha hecho más sensible a los contaminantes a lo largo de los años y se está deteriorando. Las fuerzas divinas han iniciado este cambio a través de la genética para conseguir que los cuerpos de la gente sobrevivan. Nosotros queremos que vuestros cuerpos aguanten. Pero no están aguantando, se están deteriorando. Y esto ayudará a darle la vuelta a la situación.

Dolores: Eso fue lo que me dijeron; que nos estamos apartando de las comidas pesadas para pasar a un tipo de comidas más ligeras.

P: Exacto, porque los cuerpos del planeta cambian, se hacen menos densos. Y por supuesto esta menor densidad de los cuerpos exige comidas más ligeras. Tú sabes que las vacas son muy densas. Los pollos lo son algo menos. Son más ligeros. El pescado del mar es mejor. Las plantas vendrán al final, cuando vuestros cuerpos se hagan menos densos. Comeréis cada vez menos comidas densas. Es axiomático. Vuestra dieta cambiará y será para proteger vuestros cuerpos. Así que la constitución genética no se destruirá del todo.

Dolores: Por eso me pasa a mí también.

P: ¡Por supuesto! Porque tú vives aquí, ¿no?

Dolores: Si, así es. (Risas). Me han dicho que está ocurriendo en todo el mundo.

Me dijeron que conforme cambiábamos nuestra dieta pasaríamos a tomar más líquidos como la sopa o los batidos y nos alejaríamos de las comidas pesadas.

Estábamos llegando al final de la sesión, pero los seres tenían un mensaje final para Patricia: Quiero decirle que nosotros la queremos mucho y que estamos a su lado constantemente. Ella no tiene nada que temer. Nosotros siempre estaremos aquí para protegerla. No podemos aparecer físicamente por la forma misma de nuestro cuerpo; sería imposible, porque somos seres de luz. Bajar a la Tierra y aparecemos físicamente perturbaría las energías espirituales contenidas en nuestro ser. Y luego superar eso nos costaría mucho tiempo.

Así que simplemente no hacemos viajes físicos a este planeta. Pero sí contamos con seres dispuestos a visitarla físicamente, y ella se alegrará de saber que lo hacen precisamente porque ella nos lo pidió en el pasado. Ahora mismo ella no está preparada. Pero lo estará dentro de unos diez años, contados según el tiempo de la Tierra.

 

Capítulo 22. Otro observador.

 

Celebré la siguiente sesión a modo de demostración en mi clase de hipnosis en Hawái. Teresa practicaba la hipnosis y trabajaba como sanadora, pero quería saber si iba por el buen camino. Se sentía embargada por las dudas y la inseguridad. Había iniciado una especie de vida errante; iba de un lugar a otro para trabajar una temporada y luego se marchaba. No tenía una verdadera casa, pero eso no parecía importarle a pesar de admitir que muchas veces se sentía sola.

 

T: Me gusta estar sola, pero no llegas a conocer a la gente tan bien porque trabajas para ellos. Me quedo alrededor de dos meses, y luego me voy cuando mi trabajo ha terminado. Yo sé cuándo está hecho mi trabajo, o a lo mejor alguien me dice que ya no necesita celebrar más sesiones conmigo y entonces me marcho. Veo esta estrella ahora mismo. No dejo de ver esta estrella mientras me haces preguntas. A veces la estrella me habla. A veces simplemente lo sé. Cuando llega la hora de irme, me voy sin más. O alguien viene a buscarme y entonces me mudo para realizar el siguiente encargo.

Dolores: ¿Qué quieres decir con eso de que la estrella te habla?

T: Eso es lo gracioso. Yo no dejo de ver esta estrella. Sé que ella me dice cosas y yo la escucho.

Dolores: ¿Cómo te dice cosas?

T: Es este rayo dorado de luz que baja, y entonces sé cosas.

Dolores: ¿De dónde viene ese rayo de luz?

T: Del cielo, de noche. No sé si es un planeta o una estrella, pero está ahí fuera. Cuando baja, sencillamente sé cosas en mi cabeza. Por eso es por lo que no puedo estar encerrada en una casa. Fuera siento que estoy más cerca de ella,  fuera estoy más cerca de todo.

 

Podía seguir con estas respuestas un buen rato, así que la llevé más adelante, a un día importante. Nada más llegar me dijo que estaba mareada. «Ahora mismo todo está empezando a dar vueltas. Eso es lo que siento por todo el cuerpo. Como si estuviera dando vueltas y más vueltas sin parar». Traté de sugestionarla para que no sintiera esas sensaciones físicas. «Todo mi cuerpo está girando como si estuviera metida en una centrifugadora. Así es como me siento. No veo nada. Es como si todo fuera anaranjado y todo mi cuerpo girara y no pudiera dejar de girar. Está todo oscuro,  de un color anaranjado oscuro, de color naranja. Es como si estuviera dentro de algo que está girando. Sin duda estoy dentro de algo».

 

Dolores: ¿Quieres descubrir qué es? (Sí). Puedes averiguarlo.

T: Sé que puedo. Voy para atrás. Estoy como en una especie de nave. Estoy viendo la nave desde fuera. Es plana por abajo y tiene una especie de cúpula encima con un borde que sobresale; igual que un cuenco vuelto del revés y colocado encima. Debajo hay algo. Luces. Veo que no es demasiado grande.

Y,  yo sigo girando.

Dolores: ¿Gira toda la nave o solo el lugar en el que estás tú?

T: Creo que es la habitación en la que estoy yo. Ahora parece que va parando. La habitación está dentro de la nave. Hay un ser. No estoy sola, pero ellos no están en la misma habitación que yo.

Dolores: ¿Qué aspecto tienen?

T: En realidad no los veo. Simplemente noto sp presencia. Es un ser grande, alto. Quería decir «criatura», pero no es una criatura. No es un ser. Esto lo estoy viendo desde fuera. Estoy en dos sitios al mismo tiempo. Estoy en la habitación, y estoy fuera de la habitáción, mirando. Veo la parte superior. Es de un material como el cristal. Puedes ver lo que hay dentro, pero no es cristal.

Dolores: ¿Me estás hablando de la parte que es como una cúpula?

T: Sí. Veo los controles o algo así. Yo diría que son los controles. (Lo dice sonriendo). Sé que hay otros seres,  unos que son más pequeños. Tiene gracia, porque son tan diferentes. (Gran risotada). No son como yo me los habría imaginado. Son pequeños y de una especie de azul, y no tienen nada que ver con los que se ven en las películas. Son azules, y hay otro que es de otro color, como naranja.

Dolores: ¿Puedes ver sus caras?

T: No, los veo de espaldas. (Risas). De hecho yo soy uno de ellos. Todavía no me veo a mí misma, pero sé que soy uno de ellos. Aún no sé cuál. Me gustaría quitarme la máscara. Quitarme la máscara para poder ser quien soy, no la persona que ha entrado aquí. Eso no es lo que yo soy.

Dolores: ¿Entonces, cuando entraste ahí, tenías un aspecto diferente? (Sí). ¿Y por qué crees que estabas en esa habitación que giraba?

T: Para volver a ser quien soy. Los giros producen algo en tu estructura molecular. Cambian tus moléculas. No sé si es mi verdadera forma, pero te cambian a otra forma. Yo soy uno de los seres grandes.

Dolores: ¿Has terminado tu trabajo? ¿Es por eso por lo que estás ahí ahora?

T: No, no creo que haya terminado. Creo sencillamente que necesitaba volver y estar un tiempo en la nave. Ellos tenían que decirme cosas. Hay cosas que han cambiado y por alguna razón ellos no podían contactar conmigo. No podían decirme cosas, y por eso tenía que volver aquí a aprender más. Algo ha cambiado.

Dolores: ¿Así que entonces ellos querían restaurar la conexión ?

T: Sí. Creo que yo necesitaba volver con ellos otra vez. Yo lo necesitaba. Allí abajo me siento muy sola. Aquí ya no estoy sola.

Dolores: ¿Cuál es tu trabajo cuando estás allí?

T: Soy una especie de capitán o algo así.

Dolores: ¿Qué te ves hacer?

T: Ahora no estoy haciendo nada porque ya no estoy en el mismo molde. Pero puedo conducir la nave, viajar y hacer las cosas que me dicen que haga. Y me gusta.

Dolores: ¿Quién te dice qué tienes que hacer?

T: La persona con la que trabajo y para la que trabajo. Es de otro planeta. Yo estaba en la Tierra, pero no soy de la Tierra.

Dolores: ¿La Tierra es el único sitio al que vas?

T: No, he estado en otros sitios, pero ahora mismo estoy en la Tierra. Tengo un trabajo en la Tierra. Solo que se me había olvidado en qué consistía.

Dolores: ¿Cuál era el propósito de venir a la Tierra a hacer esas cosas?

T: Primero explorar y ver cómo era la gente, ver lo evolucionados que están y qué miedos tienen.

Dolores: ¿Y esa es la razón por la que no te mezclas realmente con la gente? (Sí). ¿Solo tienes que observar? (Sí). ¿Y qué haces con toda esa información conforme la vas acumulando?

T: Se la doy a los otros, y ellos lo solucionan. Y entonces nosotros hacemos otro viaje. He estado en muchos otros sitios aparte de la Tierra. Creo que es muy interesante.

Dolores: ¿Qué pensabas de la gente de la Tierra cuando la observabas?

T: Bueno, donde yo estaba no había tanta gente, pero simplemente sobrevivían. Viven, pero no viven bien. Todavía.

Dolores: ¿Y qué es lo próximo que harás?, ¿lo sabes?

T: No, todavía no me lo han dicho. Quizá vuelva a la Tierra. Sea lo que sea lo que decidan, a mí me parecerá bien. Pero espero que se muevan a otro tiempo.

Dolores: ¿A un período de tiempo diferente, o a un lugar diferente?

T: Ambas cosas. Ellos eligen.

La llevé más adelante, al momento en el que ya habían decidido volver a la Tierra. «¿Te han dicho adonde quieren que vayas y qué es lo que quieren que hagas?».

T: No, simplemente me han dejado aquí.

Dolores: Supongo que a ti te habría gustado decir algo al respecto, ¿no? (Las dos nos reímos).

T: No, no importa. Me han dejado aquí. Y luego me han dicho todo lo que tenía que saber.

Dolores: ¿Dónde te han dejado?

Teresa se vio a sí misma de pie al borde de un bosque. «¿Te han dicho qué es lo que tienes que hacer?».

T: No. Sencillamente lo sé. Lo sabré cuando lo vea a él, pero sigo siendo un observador. Soy solo un observador.

Dolores: ¿Es que se supone que no tienes que involucrarte demasiado con la gente?

T: No, no lo estoy. Solo soy un observador. Observo. No tengo un aspecto humano. No sé qué soy. Soy alto y delgado,  no sé si soy humano. Me siento como si estuviera en otro planeta. El bosque,  hay estructuras que son cúpulas y que me resultan familiares. Son de metal con tejados grandes en forma de cúpula. Y mi aspecto es diferente. Soy muy, muy pálido, delgado y diferente. Quizá sea una criatura de este lugar; pero ahora mismo no soy humano. Soy un observador Es un trabajo interesante. Simplemente miro y observo. Es un poco como el otro trabajo, pero es más bonito. Y más cálido.

 

Podía seguir así un buen rato, y yo también podría haber explorado esta vida extraterrestre. Pero en este punto de la sesión era el momento de llamar al subconsciente para obtener respuestas y una terapia. Además, se trataba de una demostración para una clase, y yo no tenía tanto tiempo como cuando se trata de una sesión particular. Le pregunté por qué razón le había mostrado a Teresa esa vida.

 

T: Para que ella pueda comprender mejor lo que ha visto y profundizar. Ella necesita comprender su pasado.

Dolores: ¿Ha sido ella siempre un observador?

T: No siempre.

Dolores: ¿Pero en esas vidas lo era?

T: Sí. Pero además ella tenía que saber cómo ayudar a la gente. Ver todas las facetas de la gente, profundizar.

Dolores: La gente tiene muchas facetas, ¿verdad? (Sí). Es complicada.

T: Mucho. Ella capta cosas bajo la superficie, pero no siempre comprende. Y duda de sí misma.

Dolores: ¿Por qué decidió convertirse en humana si tenía esas vidas como otros seres?

T: Para ir más deprisa en su evolución. Entonces ella era solo un observador. Pero puede ir mucho más rápido en un cuerpo humano. Ella decidió hacerlo, pero la mayoría lo olvida.

Dolores: ¿Es por eso por lo que querías recordarle por qué está aquí?

T: Sí, ella tiene mucho que hacer. Es una viajera. Va de un lugar a otro, pero se ha quedado en el mismo sitio mucho tiempo,  demasiado. Esta vez hemos elegido un lugar lejano para ella (Hawái). Para que se mueva por allí,  Se le había olvidado cuánto le gusta. Ahora tiene que hacer su trabajo, y cuanto antes mejor. Pero no deja de inventarse otras responsabilidades porque se le olvida.

Dolores: ¿Qué tiene que hacer cuando viaja?

T: Hablar con la gente, escuchar a la gente, ayudarles y hacer su trabajo. Ayudar a la gente a volver a sentirse bien otra vez,  a ser feliz otra vez, curar su dolor. La gente la reconocerá y se acercará a ella. Ella será capaz de ayudarlos. Hará preguntas y luego escuchará. Hacer preguntas es una forma de escuchar. Lo demás son solo vías de escape. La gente cuenta con ella aquí. Ocurrirán cosas nuevas. Ella las compartirá.

Dolores: Ella ha entendido que iba a estar aquí alrededor de trescientos años.

(Las dos nos reímos). ¿Qué te parece a ti?

T: Puede quedarse si así lo quiere.

Dolores: Tenemos control sobre el cuerpo humano, ¿verdad?

T: Sí, pero ella no lo sabía; no sabía que eso es cierto.

Dolores: He oído que podéis vivir todo lo que queráis porque tenéis control sobre el cuerpo. ¿Es cierto?

T: Sí, es cierto. «Estamos cambiando cosas en su interior,  su ADN. está cambiando».

Dolores: Eso le ocurre a mucha gente, ¿verdad?

T: Sí, así es.

Dolores: ¿Por qué está cambiando el ADN?

T: Porque todo está cambiando. El planeta está cambiando. Tu ADN está cambiando. Tiene que cambiar,  para retener energía, para retener la frecuencia.

Dolores: Pero hay gente incapaz de soportarlo, ¿no es así?

T: Sí, y tendrán que marcharse. Y serán felices marchándose. Saben que es eso lo que tienen que hacer. Es una buena cosa.

Dolores: Los que se quedan están ajustando sus frecuencias, y el ADN está cambiando para ajustarse.

T: Sí. Puedes notarlo a veces. Sientes cosas en la columna vertebral.

Dolores: ¿En qué sentido?

T: Simplemente giros. Este cuerpo lo está sintiendo ahora.

Dolores: Alguna gente diría que eso es solo el Kundalini.

T: No. No es el Kundalini. Es el ADN.

Dolores: ¿Significa eso que cuando las cosas están cambiando sentimos vibraciones en el cuerpo?

T: Sí, y a veces también dolores de cabeza, conforme las cosas se ajustan. Dolores de espalda,  de cabeza. Pero todo se les pasará. No son dolores crónicos.

Dolores: Y conforme nos vayamos ajustando más y más a las frecuencias, ¿esos dolores se irán?

T: Sí, se irán. La estamos recargando de energía. Ella ha estado bloqueada al cambio. Por eso es por lo que se sentía tan baja de energía. Muchas cosas en su interior están cambiando, y ahora cambiarán más con este cambio del ADN.

 

T: Ella ha discutido con nosotros sobre si venir a esta clase. Quería venir, pero por otro lado prefería no hacerlo.

Dolores: ¿Qué quieres decir? Explícate.

T: Me explicaré. Ella necesitaba conectar contigo, pero no ser simplemente uno de tus estudiantes. Ella necesitaba estar aquí contigo, escucharte y sentirte, porque eso ha cambiado su energía. Tu energía cambia a otras personas simplemente por estar a tu lado. No se trata solo de lo que enseñas. Es lo que tú haces.

Dolores: ¿Has dicho que ella no quería venir?

T: No. Ella quería venir, pero no sabía lo importante que era para ella venir. Era muy importante que hoy, en este momento y en este espacio, estuviera aquí contigo y con esta gente.

Dolores: ¿Crees que este grupo será capaz de hacer lo que les he enseñado?

T: Ah, sí,  no todos, pero la mayoría sí. Algunos no quieren hacerlo. Otros han venido solo para experimentar, pero algunos lo harán.

Dolores: Tenemos que intentar llegar a toda la gente que podamos.

T: Sí, así es.

Mensaje: Nosotros siempre cuidaremos de ella. La queremos, y siempre estaremos aquí para ella. Siempre estamos aquí para  todos. Solos, jamás.

 

Capítulo 23. La mejor estrategia para la Tierra.

 

Randy trabajaba en casa con el ordenador. Estaba muy inmerso en la metafísica y utilizaba esta investigación para buscar el sentido de su vida. Estaba casado y tenía hijos, y sin embargo se sentía frustrado porque tenía la sensación de que había algo que tenía que hacer para ayudar a la Tierra. Esta era la razón principal para celebrar la sesión: ayudarle a descubrir por qué estaba aquí.

 

Al salir de la nube Randy observó una escena extraña. Estaba en un lugar aislado y cubierto de nieve, y observaba dos naves espaciales que habían aterrizado sobre la nieve. «Están en un lugar realmente remoto de la Tierra.

Parece como si fuera uno de los polos,  el polo Norte». Una de las naves tenía una insignia en forma de diamante. Las dos parecían lo suficientemente grandes como para albergar a unas diez personas. Randy sintió que representaban a dos facciones distintas, aunque no sabía qué significaba eso.

Había gente alrededor de la nave. «Llevan equipos ligeros. No sé si es un uniforme, pero parece más bien una capa protectora. Parece más un traje espacial que ropa. Llevan todo el cuerpo cubierto, y llevan incluso casco. Van bien protegidos del frío». Parecía que él estaba simplemente observando la escena y que no participaba. Por lo tanto aquella gente no era consciente de su presencia.

R: Son como dos facciones diferentes. Parece que están llevando a cabo algún tipo de negociación.

Dolores: ¿Te refieres a dos países diferentes?

R: No, son como dos perspectivas o dos ideas opuestas. Tiene algo que ver con la Tierra. Las dos quieren que se produzca la evolución en la Tierra, y las dos contribuyen con ideas sobre la mejor forma de conseguirlo. Un grupo está a favor de la influencia directa, el otro prefiere una influencia indirecta.

Son las dos perspectivas diferentes. Las dos ideas: si una influencia directa o indirecta.

Dolores: Pero cada una de ellas tendrá un resultado, ¿no? (Sí). ¿Y dices que ambos grupos están de acuerdo sobre la evolución de la Tierra?

R: Exacto. Ese es el objetivo común.

Dolores: ¿Y qué entienden por evolución de la Tierra?

R: La evolución de la consciencia humana. Para sacarlos del círculo en el que están metidos. Así que un grupo quiere una solución radical,  pero eso de radical no implica un sentido negativo, sino una aproximación más directa, mientras que el otro preferiría un acercamiento más sutil.

Dolores: ¿Pero los dos están de acuerdo en que ya es hora de que la consciencia de la Tierra evolucione?

R: Sí. Y también están de acuerdo en que quieren trabajar juntos. No quieren ser dos facciones separadas. No quieren tener dos modelos opuestos. Esto forma parte de lo que están negociando. Solo están tratando de ver las dos perspectivas de modo que puedan llegar a una conclusión común.

Dolores: ¿Sabes si alguien les ha dicho que hagan esto?

R: No, parece que ellos están en el nivel más alto de la consciencia, en el cual pueden ver los pensamientos los unos de los otros.

Entonces le pregunté cómo percibía su cuerpo. Me preguntaba si él era uno de ellos. «Bueno, en este punto del tiempo yo soy solo pura consciencia. Solo observo».

Dolores: Como consciencia pura, ¿puedes captar sus pensamientos?

R: Exacto.

Dolores: ¿Han intentado ayudar antes a la gente de la Tierra?

R: Sí, ellos siempre están aquí.

Dolores: Entonces no es que haya llegado una facción nueva, ¿no? (No). Si siempre han estado aquí, ¿qué papel han estado jugando?

R: Influencias sutiles. Las mantienen en múltiples planos diferentes, pero solo en un sentido; solo con su presencia, con su frecuencia.

Dolores: ¿Qué han logrado con su presencia y su frecuencia?

R: Supongo que se podría decir que han traído luz. Ya veo la correlación.

 

Randy se emocionó conforme comenzaba a explicarse. Sentía deseos de llorar, pero trataba de controlarse.

 

Dolores: ¿Por qué te emocionas? (Randy seguía tratando de controlarse).

R: Es como si yo fuera un padre,  tratando de proporcionar salud y felicidad a mi alrededor. Se convierte en un sentido de la responsabilidad.

Dolores: ¿Y qué relación tiene eso con la razón por la que estás aquí?

R: Para que pudiera volver y ver a estos seres que están aquí. Ellos operan en múltiples dimensiones. En una dimensión tienen naves espaciales; tienen formas físicas que se manifiestan y la habilidad de influir sobre otros seres y sobre sus intenciones. Y operan en esa dimensión porque son capaces de influir con su mera presencia. Pero eso limita la cantidad de seres que pueden venir aquí e influir. Así que aunque no se involucran en nada su presencia es conocida, y en dimensiones más altas o en diferentes dimensiones la frecuencia de sus consciencias, sus intenciones, también ayudan a crear la protección alrededor de la Tierra. No es un envoltorio. Ellos siguen siendo una voluntad libre absoluta, un fluir libre, pero hay una energía que se suma.

Dolores: Influir sobre la consciencia sería como ir en contra de su libre voluntad,

¿no es eso?

R: Sí, pero no es lo que están haciendo. Solamente están proporcionando una frecuencia y una energía, y por eso es por lo que digo que es como una luz,

una luz sagrada.

Dolores: ¿Entonces sus intenciones son buenas?

R: Sí, completamente.

Dolores: Pero has dicho que hay otros seres que no tienen intenciones tan honorables.

R: Sí, en múltiples niveles diferentes. Es ahí donde está la fricción,  en las dos perspectivas distintas. Hay una facción que quiere influir más directamente, así que en un sentido amplio eso podría significar que están interfiriendo el trabajo del otro grupo. Eso es a un nivel, y puede que influyan produciendo cambios materiales en esta dimensión de la realidad,  cambios observables. Una facción piensa que sería más beneficioso, pero el otro grupo es más pasivo. Todavía no están seguros.

Dolores: ¿Entonces todavía está en juego en qué dirección debería ir la Tierra?

R: No se trata de en qué dirección deba ir la Tierra. Es más bien una cuestión de intervención o no intervención. Es la cuestión de volver a ser los padres. ¿Cuándo guías, o cómo guías, intervienes o no intervienes? Esa es la fina línea entre interferir e intervenir, o algo parecido. Sencillamente ellos no están seguros de si la intervención, su interferencia, o cualquier otra acción directa que el otro grupo está considerando, no vayan a tener consecuencias.

Dolores: ¿Hay alguien que les aconseje?

R: Parece que hay un colectivo.

Dolores: Parece que quieren que la Tierra evolucione; como si fuera algo que tiene que ocurrir.

R: Ah, sí. Sí, eso está claro.

Dolores: ¿Significa eso que ellos quieren que la Tierra evolucione hacia lo positivo y se aleje de lo negativo?

R: No estoy seguro de que ellos lo vean de ese modo. Creo que ellos lo ven como evolución hacia ser conscientes de su libre voluntad y de su libre elección. Así que supongo que el grupo que quiere la acción directa está un poco impaciente. (Risas). Esa es mi interpretación. Ellos creen que están tardando demasiado y que se pueden acelerar algunas de sus acciones. Pero una vez más el grupo que está más a favor de la observación y de la menor influencia directa respeta el nivel de consciencia aquí. Es un poco como la pescadilla que se muerde la cola; como si la consciencia no fuera consciente de su libre voluntad ni de que puede elegir, y por tanto es difícil avanzar. Así que ¿cómo podemos nosotros introducir la idea de que existe la libre voluntad sin afectar a esa libre voluntad? En otras palabras, si no evolucionan naturalmente hacia un estado de consciencia en el que reconozcan su libre voluntad, entonces potencialmente es como si no la tuvieran. Así que tiene que ocurrir en su consciencia colectiva a través de la evolución, o, como sugiere un grupo, sería más rápido por medio de la influencia. Y la influencia solo podría ser por la introducción de ideas, conceptos nuevos y sistemas de creencias. No tiene por qué ser necesariamente por contacto físico o interacción.

Dolores: ¿Entonces pueden introducir ideas nuevas en la consciencia colectiva de la raza humana?

R: Sí, pero eso ya está aquí. Se trata de conseguir que la gente lo vea. Cómo conseguir que la gente sea consciente de ello. Ahora mismo la gente solo se mira el ombligo. No ven otra cosa que su ombligo, y sin embargo tienen aquí mismo todo el conocimiento y los dones del universo. Pero no parece que lo sepan. A nivel consciente no tienen ninguna herramienta que les permita acceder a ese saber.

Dolores: Probablemente ni siquiera saben que existe.

R: Exacto. Hay otro aspecto de la intervención o lo que sea, y es cómo utilizar esa habilidad. Porque es una destreza. Bueno, en sí misma no es más que una idea. ¿Cómo consigues que amplíen sus consciencias?

Dolores: ¿Tienen alguna idea de cómo conseguir esto?

R: También en esto hay diferentes ideas dentro del grupo. El más directo sería dar a conocer su presencia, pero eso sería como producir un acontecimiento tremendo, positivo o negativo. La gente que está preparada lo reconocería fácilmente, pero la gente que no está preparada caería fácilmente en el miedo, la inseguridad y la duda, y correría en la dirección opuesta. Así que sería extremadamente beneficioso para algunos, pero potencialmente desastroso para otros. No desastroso en un sentido global, pero no ayudaría. Ese es uno de los temas planteados en este momento.

Dolores: ¿Y cuáles son los otros temas que hay planteados?

R: Contactar con unas pocas personas seleccionadas que están preparadas y trabajar con ellas hasta dar con una idea.

Dolores: ¿Se trataría de un contacto físico? (Sí). En cierto sentido eso no asustaría a la gente.

R: Exacto. Ese es el quid de la cuestión. Esa es una de las cuestiones que están sobre la mesa. Se trata de una situación realmente difícil. Tú te presentas ante ellos, les hablas de su potencial, y entonces ellos hablan con otros para conseguir hacer real ese potencial. Dejar que se intensifique. Entonces tú sabes que no estás interfiriendo en su libre voluntad, y el plan consistiría en que ese intento fuera cada vez mayor y pudiera introducir a más gente en esa idea. Así que quizá sea la persona que cura la que elabore estas ideas y las extienda a su alrededor, de modo que pueda infundir una consciencia humana basada en la evolución.

Dolores: De esa forma no se va en contra de la libre voluntad. (Correcto). El truco es conseguir que otra gente escuche.

R: Esa sería la tarea o la responsabilidad de los seres humanos. Y la cuestión sería que el impulso siguiera avanzando por inercia. Conseguir a una masa crítica, y que esa masa crítica pudiera ajustar las semillas de la consciencia colectiva.

Dolores: ¿Tienen pensado contactar con los gobiernos?

R: No. En ese sentido hay muchas otras ideas. Pero esa no parece ser la predominante. Se trataría más bien de individuos que están preparados.

Dolores: ¿Hay alguna idea más sobre la mesa?

R: La última de la que hablamos parece la más factible, la idea o la solución más probable, si es que vamos en esa dirección. Y la otra es la dirección más pasiva, en la que ellos ven que en cierto momento del tiempo se desarrollaría de forma natural, lo cual llevaría más tiempo.

Dolores: Bueno, si ellos contactan con esas personas, ¿qué tipo de información van a darles o van a compartir con ellas?

R: Creo que está basada en el individuo. No existe la habilidad de compartir los pensamientos, así que ellos saben qué cosas interesan a la gente con la que van a contactar o cuáles son sus inclinaciones,  «interesan» parece la palabra más adecuada. Y entonces trabajarían con esa persona, basándose en el campo de intereses de ese individuo. Para empezar habría un mensaje individual para cada persona.

Dolores: ¿Crees que esas personas serían capaces de aceptar que han tenido un contacto con un ser que definitivamente no es humano?

R: No cabe duda de que contactarían con personas que no tuvieran ese problema. Porque ellos pueden ver la mente de las personas.

Dolores: A lo largo de los últimos años la gente ha estado viendo naves espaciales

por el cielo; cada vez hay más gente que habla de contactos con los extraterrestres.

R: Me parece que se trata de un grupo diferente. Este grupo jamás ha sido visto. Es un grupo totalmente distinto. Es un grupo que no ha intervenido, que no ha interferido. Han sido siempre observadores. Siempre han estado presentes, simplemente. Pero en el futuro serán más directos. Ahora mismo no están haciendo nada.

Dolores: Estaba pensando en lo difícil que es su misión de ser observadores durante todo ese tiempo y de pronto cambiar. (Exacto). ¿Pero ellos creen que esta es la mejor idea?

R: Una facción de ellos, sí.

Dolores: ¿Y cómo se aparecerían a la gente?

R: De la forma en que fuera más fácil de aceptar para esa persona. Los seres a los que estoy viendo tienen múltiples potenciales simultáneos. Pueden estar en cualquier dimensión que se requiera, así que pueden tener una forma física o ser éter; por eso pueden influir sobre múltiples niveles de la realidad al mismo tiempo. Así que se aparecerían con la forma más aceptable.

Dolores: ¿Cuál es su aspecto normal?

R: Eso es lo más interesante. Son paralelas. Pueden ser etéreos o simplemente físicos, y pueden ser ambas cosas a la vez.

Dolores: ¿Entonces no tienen una manera física normal?

R: Sí,  no. Supongo que se podría decir que la forma con la frecuencia más baja es una proyección de su consciencia más alta, pero de alguna manera es totalmente simbiótica.

Dolores: Tú ahora estás viendo a esos seres con trajes para adaptarse al ambiente, y por eso pensé que dentro había algún tipo de forma física.

R: Eso es lo más interesante. Quizá esa forma sea solo para los contactos, porque sí, tienen una forma física. No estoy del todo seguro de cuál es la frecuencia de esa forma, pero parece además que es flexible. Están en la Tierra para celebrar este encuentro, que puede que sea solo en mi beneficio.

Dolores: ¿Y eso explica por qué estás tú en la Tierra?

R: ¿Si por eso estoy yo aquí? Veo el paralelismo entre sus intenciones y las mías. (Risas). Pero parece que yo estoy un poco más «dentro». Es para estar aquí, para estar vivo, para mantener la frecuencia, para abrazar el bien y dejar que sea accesible. Ya sea que la gente lo sepa o no. (De nuevo se pone sentimental). Y eso me retrotrae de nuevo a mi frustración sobre si intervenir o interferir o,  si ejercer una influencia más directa o no.

Dolores: ¿Y cuál crees tú que es tu tarea?

R: ¿Mi tarea en este estado de consciencia, o mi tarea en la forma humana?

Dolores: La que prefieras. Puedes hablarme de las dos.

R: Parece que es la de observar individualmente. Siento que es lo mismo tanto una como otra,  en ambos casos sería observar. Es difícil ser un observador desapasionado. Creo que parte del desafío consiste en ser el observador y solo el observador estando en esta perspectiva particular. A cierto nivel, sea lo que sea lo que se revele, estará bien. Siento que hay lo correcto y lo incorrecto, lo bueno y lo malo, la luz y la oscuridad, o una influencia negativa y otra mejor. Y elijo actuar, o marcar la diferencia, o intervenir, o interferir. Pero cuando opero a ese nivel, ¿soy la cura, o parte del problema? Y una vez más eso requeriría de otro nivel desde el que observarlo, así que supongo que no estoy seguro de cómo actuar.

D; ¿Qué papel se supone que debes desempeñar en este juego?

R: Veo si ejerzo influencia, y entonces solo estoy ejerciendo influencia desde el estado concreto de consciencia que mantengo en ese lugar en particular. Pero si no hago nada y solo observo, para mí parece que es un estado más natural. Por eso es por lo que me siento solo aquí. Todo esto constituía sin duda un rompecabezas, pero a pesar de que estábamos recibiendo información yo sabía que había mucho más por descubrir y que no seríamos capaces de hacerlo por este camino. Por eso le hice salir de escena y llamé al subconsciente. Le pregunté por qué le había enseñado esa escena a Randy cuando podría haberle mostrado cualquier otra (sobre todo, teniendo en cuenta que en la sesión estábamos tratando de volver a vidas pasadas).

R: Era la analogía más lógica.

Dolores: ¿Por qué querías que Randy la viera?

R: Para ponerlo en perspectiva. Me refiero a la razón de tener una forma física.

Dolores: Explícaselo a él. Esa es una de las cosas que él quería saber.

R: Hay múltiples niveles de realidad experimentando esta creación tan amplia. Y ahora mismo no veo que él tenga una tarea per se como forma física. Él tiene una voluntad libre y no sabe qué hacer con ella. Eso forma parte del aspecto más avanzado, porque ¿cuál es el siguiente nivel una vez reconoces que tienes una voluntad libre? ¿Qué haces con ella? En este sentido él está en una posición de liderazgo. Cuando lo descubra (risas), entonces aportará algo más a la evolución de la consciencia.

Dolores: ¿Podrías darle tú algunas pistas para que lo descubra?

R: Por eso nos estamos riendo, porque esa es nuestra verdadera lucha: intervenir versus interferir versus evolución.

 

Randy había dado muchas clases de metafísica y había explorado muchos caminos y modalidades diferentes. El subconsciente no creía que eso fuera importante.

«Lo más sencillo es simplemente expresar su libre voluntad. Lo único que tiene que hacer es expresarla. Es lo único que falta. No se requieren más conocimientos ni más intuiciones. Se trata simplemente de alcanzar ese punto de autoconsciencia. Así que supongo que es una cuestión de autoexploración, de tratar de averiguar qué hacer con esa libre voluntad.

Ahora que él comprende la libre voluntad, cree en ella y la ve, solo tiene que decidir cuáles son sus intenciones con respecto a la forma de expresar esa libre voluntad. Pero esto va a suceder por todo el planeta y a todo el mundo una vez comprendan la libre voluntad; todos se verán en la misma situación.

Así que tenemos libre voluntad, lo reconocemos. Podemos elegir esto o aquello, pero, una vez más, tienen que decidir cuáles son sus intenciones a la hora de manifestar esa realidad. Así que les basta con saber que tienen la habilidad de elegir la libre voluntad, o de elegir el bien o el mal, izquierda o derecha, arriba o abajo, y saber que tienen que manifestarla para poder tener esa experiencia,  para tener ese conocimiento,  para tener la sabiduría de evolucionar. Porque si solo vamos a fijarnos en el concepto, entonces no se trataría de la evolución en su forma más libre».

 

Dolores: ¿Entonces tiene que descubrirlo por sí mismo?

R: Sí, eso forma parte del proceso de descubrimiento, sí.

Dolores: ¿Está terminando él sus ciclos?

R: Sí, exacto.

Dolores: Entonces, si él ha terminado todos sus estudios, ¿debería ser esta su última vida en la Tierra?

R: En realidad no hay estudios. No hay ningún requerimiento. En esto no hay procesos tradicionales.

Dolores: Yo estaba pensando en algo similar a una escuela.

R: Bueno, no cabe duda de que hay algo que aprender en cualquier lugar y de que en todas partes tienes la oportunidad de tener una experiencia. La razón de estas experiencias es saber, experimentar la libre voluntad en sus múltiples niveles. Los seres que tradicionalmente se encarnan aquí también se están elevando hacia un nivel más alto de consciencia, pero su proceso de reencarnación va a sufrir un cambio drástico. Y parte de nuestra reencarnación en manifestaciones en múltiples niveles en paralelo consiste en ayudar en estos niveles en paralelo.

Dolores: ¿Cómo va a cambiar el modelo de reencarnación?

R: Hay sistemas de creencias que se dan en la dimensión de la realidad que se confeccionan también en los niveles de consciencia propios de dicha realidad, y que son auto limitantes. Y exactamente igual que en la Tierra, la evolución de la consciencia hasta hacerse consciente de algo más amplio también está influyendo en el siguiente nivel de consciencia.

Dolores: Pero todavía queda gente que tiene que seguir volviendo, o sea, reencarnándose, ¿no?

R: Sí y no, y posiblemente. La gente que cree que tiene que reencarnarse pero no está abierta a nuevas oportunidades puede continuar perpetuando esta realidad indefinidamente. Los seres que se permiten a sí mismos ser más receptivos a otras ideas y creencias tendrán una oportunidad de explorar otras opciones y de pasar a realidades diferentes.

Luego están los seres que llevan mucho tiempo esperando a que ocurra esto. Así que se puede decir que la gente, los seres que llevan tiempo esperando a que esto suceda, son algunos de los maestros que todavía existen en este planeta y que se han quedado aquí para ayudar, para ofrecer su apoyo, sus capacidades, sus conocimientos, su sabiduría y su influencia. Ellos saben que hay algo más y que pueden avanzar.

Dolores: ¿Entonces todo está cambiando

R: Todo absolutamente está cambiando.

Dolores: Randy dice que está buscando la verdad. ¿Pero qué es la verdad, exactamente?

R: La verdad, desde la perspectiva más amplia, lo es todo y es incomprensible. O bien tienes la visión más amplia, o bien te fijas en los detalles más pequeños. Así que la verdad, para responder a tu pregunta, es que no hay nada incongruente, sino solo los pensamientos de él, las creencias de él y las ideas de él. En otras palabras, que no hay falsedades. El ha hecho todo el trabajo. Tiene el conocimiento, la experiencia, la sabiduría. Él solo tiene que decidir qué hacer con todo ello. No hay limitaciones si él estructura sus intenciones. Él tiene un potencial ilimitado. Esto es lo que va a ocurrir en el plano de la Tierra. Su consciencia va a despertar a su potencial, y aun así no manifestará su valía académica,  su intelecto. Tiene que haber intención, inercia, motivación, dirección y una solidificación de ese conocimiento antes de que se haga real en esa realidad. Y muy pocos han sido capaces de hacerlo, y esa es parte de su tarea.

Dolores: Suena complicado.

R: (Risas). Es tan sencillo como apretar un interruptor.

Dolores: ¿Aprieta él el interruptor, o lo aprietas tú?

R: Él. Nosotros jamás hemos interferido. Pero digámoslo de otra forma. Mantengámoslo dentro de su contexto, como punto de referencia. Aquí está él, con su capacidad para crear cualquier cosa. Él tiene el sistema de creencias que le permitirá manifestar sus intenciones y deseos,  mantener sus intenciones y deseos. No hay conflicto entre sus sistemas de creencias y su capacidad para manifestar. El quid de la cuestión es que, aunque él cree que tiene esa capacidad, y la tiene, no la ha puesto en marcha. Por eso decimos que es un interruptor, pero un interruptor de intención. No es un interruptor en ningún otro sentido o término. Se trata simplemente de aceptarte a ti mismo tal y como percibes que eres. Pero no se trata de cualquier intención, como si en términos de una consciencia colectiva humana más amplia pudieras decir: «¿Quién quiero ser hoy?». Y tras definir esto, entonces se sigue la manifestación. Me está costando mucho trabajo explicar esto, pero cuando él llega al punto de fundirse en uno,  el punto de integrarse en sí mismo,  el punto en el que él ya no se ve a sí mismo como un aspecto separado,  Cuando él llega a ese punto, él sencillamente «Es». Y cuando él se convierta en ese punto, entonces él tendrá un impacto aquí, y por eso él tiene libre voluntad. Y no está predeterminada o predestinada, sino que cuando llega a ese punto él se demuestra a sí mismo. Nosotros estamos en el punto en el que él tiene que tomar la decisión de avanzar. Tiene que tomar la decisión de moldear su intención y definir su intención, y crear su propia realidad.

 

Capítulo 24. Un alienígena abducido por otro alienígena.

 

MICHAEL ERA UN HOMBRE DE NEGOCIOS joven que había emigrado de Rusia a los Estados Unidos. Aunque estaba casado, tenía hijos y era razonablemente feliz en su trabajo, sentía una gran inseguridad y mucho miedo. Sentía que estaba bloqueado y lo embargaba un sentimiento constante de soledad, de no pertenecer a ningún sitio. Estas eran las cuestiones sobre las que quería indagar en la sesión. Yo sabía que el subconsciente encontraría respuestas, pero desde luego en esta ocasión el camino fue de lo más extraño. ¡Hay que esperar siempre lo más inesperado!

 

Lo primero que vio Michael al entrar en escena fue la tierra roja y un cielo que no parecía tener el color más habitual. Luego miró a su alrededor y fue consciente de la existencia de edificios en la distancia, pero cuando observó más de cerca vio que se trataba de restos de edificios; como escombros o ruinas. No había árboles ni vegetación, solo la tierra de un marrón rojizo, desnuda, y las ruinas. No había señales de criaturas. «Tengo la sensación de que se ha producido una gran destrucción. No noto nada de miedo. No siento terror ni nada que se le parezca. Estoy de pie, solo en este lugar, y no comprendo por qué estoy aquí. Parece que hay algo así como escombros en el horizonte». Conforme se acercaba a las ruinas notó cierto olor a quemado en el ambiente, pero no vio fuego alguno. Había restos de unos cuantos edificios de piedra, caídos tras algún tipo de destrucción. Le pregunté si sentía alguna clase de conexión con aquel lugar. «No creo que sea un lugar en el que haya vivido, pero de alguna manera yo pertenecía a este lugar y he venido y he visto que ha desaparecido. Me siento triste en mi interior. No me veo a mí mismo aquí en el momento en que ocurrió». Se percibía a sí mismo como en un cuerpo femenino de forma básicamente humanoide, y llevaba algún tipo de prenda suelta.

 

Yo supuse que si tenía una conexión con aquel lugar, probablemente ella estaría en otra parte cuando ocurrió. Sabía que durante las sesiones podíamos movernos en cualquier dirección, así que la hice volver atrás para averiguar dónde estaba antes de llegar allí. «Ahora mismo estoy en el espacio exterior y estoy viendo delante de mí la curvatura del planeta. Veo las estrellas. Parece como una galaxia de algún lugar, pero el color del planeta es oscuro. Como el lado oscuro de la mañana, y el borde es brillante. Yo estoy en el lado oscuro de este planeta».

 

Dolores: ¿Es un planeta al que acabas de llegar, o lo conoces?

M: No lo sé, pero estoy en el espacio exterior.

Dolores: ¿ Vas viajando en una nave o algo así?

M: No sé cómo explicarlo. Hay una ventana, pero está,  suspendida. No es como un platillo volante. La ventana es semiesférica y está delante de mí, con una curvatura circular por la parte superior y recta por la inferior. Yo miro a través de ella. Y parece como si estuviera volando dentro de un vehículo o algo así.

Dolores: ¿Hay alguien más en ese vehículo contigo?

M: Me doy la vuelta. Parece que hay alguien. No veo la forma, pero parece que hay varios seres. No estoy sola. Parece que llevo una especie de uniforme plateado y tengo los brazos largos. Hace calor. Siento calor.

Dolores: ¿Cuál es tu tarea en esa nave? ¿Qué te ves haciendo?

M: Delante de mí hay una especie de sistema de navegación,  y algunas luces. Y parece que voy conduciendo porque el sistema de luces está delante de la ventana. Creo que yo voy maniobrando con este vehículo.

Dolores: ¿Tienes un bogar del que partieras con la nave?

M: Se me acaba de venir a la cabeza: Marte. (Risas). Es lo primero que se me ha ocurrido.

 

Le pedí que volviera más atrás, hasta el lugar que ella llamaba su casa, y me describiera cómo era. Ella dijo que seguía sintiendo calor, y yo le indiqué que

debía sentirse más fresquita y cómoda. «Parece que estoy dentro de un edificio de color rojizo. No veo ninguna ventana, y el suelo es de piedra.

Estoy tratando de salir de este lugar. El cielo no es de color azul, es más bien como gris. No veo ningún sol. No sé si es aquí donde estoy cuando no voy viajando, pero ya había visto antes este lugar en este planeta». Cuando i le pregunté si tenía que comer, ella dijo que no veía comida por ninguna parte.

La llevé más adelante, hacia un día importante, y le pregunté qué veía. «Me veo a mí misma mirando hacia un entorno mucho más ligero frente a lo que parece una nave espacial que está en posición vertical. El vehículo es de color plateado y está de pie sobre el terreno. Cuando miro a mi alrededor veo vegetación verde en la distancia».

 

Dolores: Entonces estás de pie delante de lo que parece una nave espacial. ¿Es la nave donde vives tú?

M: No. Estoy mirando esa nave con sorpresa.

Dolores: ¿Qué es lo que te sorprende?

M: Ver la nave. La miro con curiosidad.

Dolores: ¿Entonces no te resulta familiar? (No). Dime qué ocurre.

M: Veo una abertura en la nave en lo que parece una puerta que desciende, y parece que alguien está bajando. Es de una especie de verde, y tiene una cabeza grande y ojos grandes,  brazos finos,  y viene hacia mí.

Dolores: ¿Es diferente de tu gente?

M: Sí, diferente,  de menor estatura, y para mí es como un alienígena. Siento algo diferente,  siento miedo en mi interior, porque no lo comprendo.

 

Ella vio entonces un rayo de luz salir de la punta de aquella nave alta y dirigirse formando un ángulo perpendicular hacia su izquierda.

 

Dolores: ¿Cuál es el propósito de esa luz?, ¿lo sabes?

M: No sé el propósito, pero me temo que esto es algo que no comprendo. Y tengo miedo de que esto pueda tener,  ¿cómo decirlo?,  motivos negativos o algo que yo no comprendo. Siento el deseo de echar a correr, pero de pronto me veo levantándome del suelo y siento que estoy flotando en horizontal, con las piernas por delante, hacia la nave. Parece que algo tira de mí. Siento las energías tirando de mí hacia la nave, porque voy hacia ella. Ahora estoy dentro y no parece que sea muy grande, pero lo que veo son como compartimentos, como habitaciones,  es como una cubierta holográfica o algo así. Veo a otro ser que es diferente del primero. Con las piernas muy finas, los brazos muy finos, la cabeza más pequeña y un cuello plateado.

Dolores: ¿Y todos ellos son diferentes de tu gente?

M: Son diferentes, sí, pero ahora siento que no tengo nada que temer. Es como si ellos estuvieran tratando de calmarme. Es una sensación distinta.

Dolores: ¿Puedes preguntarles por qué te han llevado allí?

M: Creo que para experimentar. Les he preguntado por qué. «Por el ADN. Tiene que ver con tus patrones. Patrones. Tenemos que realinearlos». Estoy tratando de enterarme de algo más. Oigo que,  Es una reestructuración de los patrones. Estamos tratando de hacer una reestructuración de los patrones de ADN. ¿Por qué? Para mejorar su funcionalidad. ¿Qué clase de funcionalidad?

Habilidades mejores. Para abrir más fuentes. (Michael estaba hablando con ellos). ¿Fuentes de qué? Para manipular la energía. Para progresar en una nueva dirección,  Nueva dimensión, eso es lo que me viene a la mente.

Dolores: ¿Qué quieren que hagas tú, con esa energía, una vez lo hayan realineado todo, o te hayan cambiado el ADN?

M: Llevar la paz a la Tierra es lo que me viene a la mente. Paz a la Tierra.

Dolores: ¿Ellos quieren que tú vayas a la Tierra? (Sí). ¿Con esas habilidades que están ajustando? (Sí). ¿Por qué te han elegido?

M: Destrucción. ¿Yo estaba allí? Estoy tratando de descubrirlo. Tengo que utilizar la energía de una forma más productiva. No era bueno que yo estuviera allí durante la destrucción, ¿pero cuál fue la razón?

Dolores: ¿Pero ellos quieren que tú vayas a la Tierra con esas habilidades:? (Sí).

¿Ycómo van a hacerlo?

M: ¿Cómo? Reencarnación.

Dolores: ¿Quiere eso decir que tienes que morir en ese cuerpo? Solo estoy tratando de comprender.

M: De momento, tengo calor. Oigo palabras diferentes, pero no frases completas. Estoy tratando de dar sentido a las ráfagas de información.

Dolores: ¿Entonces esas nuevas habilidades tienen relación con la manipulación de la energía?

M: Estructurar la energía de una forma más productiva. Para conectar con otra gente,  para trascender las simples palabras y oigo «imaginación gráfica». Resulta un poco difícil conectar los puntos. (Risas). Yo solo oigo en mi mente cómo van a hacer esto. Me pregunto si estoy solo o si hay otros seres a los que van a mandar a la Tierra. Estoy oyendo,  como grupo.

Dolores: ¿Por qué te han elegido a ti?

M: Por las habilidades para conectar la energía. Enfoco mejor y me concentro.

Dolores: ¿Entonces son habilidades naturales que tú ya tenías?

M: Sí, pero quieren que estén más enfocadas. Tengo que usarlas cuando vaya a la Tierra.

Dolores: ¿Entonces su trabajo consiste en buscar seres con el fin de cambiarlos

para que puedan ir a la Tierra?

M: Sí. Ellos saben quién eres tú y dónde estás. Me refiero a un grupo de gente, y ellos sabrán quiénes son y dónde estarán.

Dolores: ¿Así que los buscan y les cambian el ADN para que puedan hacer esa

tarea?

M: Sí. Estoy tratando de preguntarles por los bancos de datos. Se trata de un almacén muy grande en la galaxia con gente con diferentes habilidades.

Dolores: ¿Va eso en contra de la libre voluntad de las personas?

M: Es solo donde está el grupo. Es muy confuso.

Dolores: Es natural, porque es algo con lo que no estás familiarizado, Pero entonces ellos quieren que tú lleves esas habilidades a la Tierra para usarlas, ¿no?

M: Eso parece.

 

Entonces pensé que podríamos averiguar más cosas contactando con el subconsciente de Michael. Así que le hice salir de esa vida y llamé al subconsciente. Le pregunté por qué había elegido esa circunstancia tan extraña para que la viera Michael.

 

M: Era importante.

Dolores: ¿Qué es lo que querías que supiera con relación a esa vida? M: Sobre sus habilidades. Cómo utilizarlas.

Dolores: En esa vida él era un tipo diferente de ser, ¿verdad?

M: Sí. Él tenía la habilidad de manipular la energía.

Dolores: El otro ser le alteró el ADN para reforzar esas habilidades. ¿Es eso cierto?

M: Sí, pero él empleó mal su energía. Esta vez tiene que aprender a utilizarla correctamente en beneficio de la gente. El mal uso de la energía era genérico, y tuvo consecuencias importantes.

Dolores: Así que ahora tiene que reparar el daño, ¿es eso lo que quieres decir?

M: Tiene que cambiar la forma de utilizar la energía para pasar a hacerlo de una forma más creativa.

Dolores: ¿Es eso lo que quieres que haga Michael? ¿Esa es la razón por la que le has enseñado esa vida?

M: Era un ejemplo.

Dolores: ¿Y se supone que ahora tiene que utilizar esas habilidades?

M: En cierta forma tiene que descodificar,  ¿descodificar qué? Los patrones de energía,

volver a patrones de energía. Algún tipo de patrones de energía. Practicar el enfoque. Enfocarse en la energía. Sistema de manipulación de energía.

 

Restaurar la paz. El universo y el equilibrio.

 

Durante la sesión se produjo una tormenta que dificultó la transcripción de la cinta.

M: Organizar a otras personas y promover vidas saludables. Él puede utilizar sus habilidades de organización para organizar a la gente y crear mayor impacto sobre la Tierra y las vidas de muchas personas. Es más poderoso.

Más increíble. Una organización en la que la gente pueda transformar colectivamente la energía de una forma positiva de modo que no haya ni negatividad, ni miedo, ni sufrimiento. Es una tarea tremenda. Él tiene que prepararse, pero le saldrá gradualmente. Un cuerpo dimensional y gente organizada irán a la nueva Tierra. Para extender la consciencia sobre esto, para transformar el cambio. Para ayudar a la gente a comprenderlo. Un uso mejor de la energía,  sobre un uso mejor de algunos campos magnéticos. El sonido es muy poderoso, un componente estructural. Él ayudará cuando se concentre y pida apoyo. Yo le proporcionaré todas las fuentes que necesite

para proceder a este propósito. Cuando él quiera, nosotros estaremos allí. Él lo sabe.

Aquella era una sesión especialmente confusa. Yo había esperado que el subconsciente

nos diera más información. Al parecer un alienígena también podía ser abducido y ser objeto de experimentación. Y todo ello con el mismo propósito. No parecía ser un fenómeno estrictamente humano ni terrícola.

Los extraterrestres también están siendo incluidos en el grupo de gente que es traída a la Tierra para ayudarla en este momento.

 

Capítulo 25. Un ser alienígena poco habitual.

 

Dorothy había venido nada menos que desde Australia para celebrar esta sesión. Era enfermera, trabajaba en una clínica de estética y nünca se había casado. Tenía muchas preguntas personales a propósito de la dirección que había tomado su vida, sobre todo acerca de encontrar a alguien con quien compartirla. También quería consejos sobre su carrera. En circunstancias normales la sesión habría sido rutinaria; habríamos hecho una regresión a vidas pasadas. Pero el subconsciente tenía otros planes que, sin lugar a dudas, no eran muy habituales.

 

Dorothy atravesó una luz azul y llegó a un trozo de luz blanca. Se sintió rodeada por esa luz.

«Ahora todo lo que veo es blanco. Siento que quiero tocarlo. Puedes sentirlo.

No se rasga en dos, pero puedo atravesarlo. Fluye. No es sólido. Ahora lo atravieso y veo luces diferentes en las paredes, como en un túnel. Las paredes están hechas de luz. Las paredes son luz». Conforme lo examinaba se dio cuenta de que la luz eran en realidad cristales que tenían su luz propia. «Voy por este túnel y siento que mis manos lo tocan, y se hace sólido y frío al tacto.

Toco cristales que son como luz trémula, y ahora ya solo es luz blanca. De hecho voy caminando por cristales porque hay cristales debajo de mí y tienen luces. El color procede del cristal,  es luz natural. La siento en mis pies y puedo tocarla con las manos». Había cristales por todas partes, de modo que se sentía rodeada por ellos y por su luz cambiante. A pesar de que caminaba sobre esos cristales no parecía incómoda.

Conforme seguía caminando las paredes del túnel se convirtieron en cristal transparente y ella pudo ver a través de ellas. Vio que estaba en el espacio, en algún tipo de nave, y miró hacia abajo, hacia el planeta parcialmente cubierto por las nubes. Flotó alrededor del planeta en la nave y se sorprendió ante su increíble belleza. Entonces fue consciente de su cuerpo, y sin duda no le pareció humano. «Mis manos,  no podrían llamárseles manos, pero yo las siento como mis manos porque toco con ellas. Veo unas cositas pequeñas y largas, pero no son dedos exactamente. Son como gelatina alrededor de las manos. No como los tentáculos de un pulpo, pero tienen debajo las ventosas que se adhieren igual que los pulpos. Son de un color azul oscuro con un poco de naranja en la parte superior. Creía que tenía pies pero son algo diferente. ¿Son tentáculos? Son extraños,  son realmente extraños. No dejan de cambiar».

Le pregunté entonces por el resto de su cuerpo. Parecía estar compuesto del mismo material. «Parece como una especie de plasma,  ¿una gelatina con forma? Es diferente. No es un cuerpo humano. Estoy tratando de tocarme la cara. La siento como una flor, con la textura de un pétalo. Es suave y sedosa como un pétalo, pero no distingo ni ojos ni boca. Y sin embargo soy capaz de respirar. Soy capaz de ver. Es muy difícil de describir. Es como un trozo de, parece como la textura de un huevo frito. Al moverse cambia de forma y crea estas cosas que son como tentáculos, y puede cambiar muy suavemente. Quizá sea más bien como un plasma. Muy diferente,  como una medusa.

 

Lo que contaba recordaba a la criatura de la serie de las películas de Terminator, que podía cambiar la forma de su cuerpo. Normalmente una descripción así habría sido cuando menos asombrosa, pero después de todos estos años explorando casos ya nada me parecía fuera de lo normal. Porque el traje que llevamos durante la aventura de la vida es solo eso: un traje. Lo importante es el alma que hay dentro.

 

Do: Sigo dentro de esta cosa de cristal que puedo tocar y que me permite ver el espacio exterior, pero esta cosa de cristal también me permite ver cualquier otro lugar.

Dolores: ¿Estás sola en ese sitio, o hay otros seres contigo?

Do: Yo creía que estaba sola, pero hay otros dos o tres seres conmigo.

Estamos mirando el planeta. Ellos toman notas.

Dolores: ¿Ellos se parecen a ti?

Do: No, son diferentes de mí,  diferentes especies,  seres diferentes.

Dolores: ¿Tú también tomas notas?

Do: Sí, pero no como si fuera humana. Todo se hace a través de la mente, así que entro en esta sala y ella extrae su cerebro. Cuando tocas el cristal y miras para afuera, la información pasa a través de ti hasta ese objeto, y entonces ese objeto guarda el recuerdo de lo que tú has visto.

Dolores: ¿Es como si lo absorbiera? (Sí). ¿Cómo es el objeto al que tú transfieres

la información?

Do: Es sólido y negro, y sin embargo es diminuto. Tiene como lucecitas que lo recorren. No está ni frío ni caliente, y yo me extiendo hacia él. Toco el cristal con una mano y con la otra, si es que pueden llamarse manos, voy hacia el otro extremo y toco el objeto. Y todo lo que he visto pasa a través de mí directamente a estas máquinas.

Dolores: Entonces es como una máquina pequeñita que está dentro de esa

habitación, ¿no?

Do: Sí. Es extraño, es una habitación porque me rodea. Veo a otros seres,

seres graciosos. Son más altos y son diferentes, y están tocando cosas que hay delante de ellos. Son seres muy extraños, y todos están muy ocupados. No me prestan atención. Cada cual hace su tarea, y supongo que yo hago la mía con esta cosa de cristal que tengo con diferentes colores. Yo los miro, pero ellos

siguen tomando notas.

Dolores: ¿Pero tú solo estás observando ese planeta?

Do: Observando, sí, observando la forma de este planeta. Se están formando nubes con algún tipo de gas; ese gas las crea. Estamos muy cerca del planeta, y la nave absorbe parte de ese gas, que la atraviesa. Y puedes ver adonde va porque es transparente. Queremos saber qué está pasando en este planeta. Ver de qué está hecho, y tomamos nota y muestras del gas. Pero lo ves atravesar la pared porque es transparente. Atraviesa pequeñas celdas al pasar por el cristal, y las celdas lo retienen ahí, y entonces se hace sólido y ya no lo vemos. Nuestra nave flota en el gas del planeta, y de alguna manera algo lo absorbe. Y entonces entra en esta sala y lo ves pasar a través una y otra vez, y luego entra dentro de algo y ya no lo ves. Se queda ahí dentro, pero no soy yo la que hace eso. Alguien lo está haciendo. Mi tarea es tocar con esta especie de manos, esta especie de tentáculos. La información entra dentro de muchas, muchas luces pequeñas que hay en mi cuerpo, y va a este instrumento que tocamos.

Dolores: ¿Es esa tu tarea, ir a los diferentes planetas, observar y absorber la información?

Do: Sí. La información es para ver qué hacemos con el planeta.

Dolores: ¿Crees que hay algo que debáis hacer con ese planeta al que estáis mirando?

Do: Sí, y tiene relación con otro planeta que vimos. Tiene relación con las luces. Tenemos información de que ese otro planeta que yo vi estaba lleno de luces diferentes. La gente, los seres, ya están allí. Y el gas es muy importante para los recursos del planeta. Así que nos mandan allí para ver si podemos usarlo. Este planeta es muy pequeño, pero ese otro es muy, muy grande: es una cosa gigante. Hemos estado allí y también hemos estado en ese planeta pequeño del cual vamos a utilizar los recursos. Pero no vamos a agotarlo.

Vamos a utilizar los recursos naturales para ayudar al planeta grande, pero no vamos a hacer daño a este planeta pequeño. El planeta que es nuestro hogar es enorme, y en cambio este es como un guisante.

Dolores: ¿Os han enviado también a investigar otros lugares?

Do: Sí. Porque estos planetas, sus recursos, . Queremos averiguar cómo utilizarlos en los planetas grandes. Este planeta pequeñito está bien. Está en buen estado, pero no tiene vida. Tiene muchos recursos que podemos utilizar en nuestro planeta. Este planeta pequeñito es del tamaño de un guisante y nuestro planeta es como una naranja.

Dolores: ¿Habéis tenido que viajar mucho para encontrar ese planeta pequeñito?

Do: No, no. Eso es lo más bello de todo. Consigues esta paz y te conectas a estas películas de luz, y ellas te llevan adonde quieres ir.

Dolores: ¿Entonces no tienes que ir en una nave o en algún tipo de embarcación?

Do: El sitio en el que estamos es una especie de burbuja, si es que se la puede llamar así, hecha de un cristal que puedes sentir, pero además puedes tocar esta luz.

Dolores: Entonces es un vehículo. (Sí, sí, sí). ¿Y no necesita combustible?

Do: No que yo sepa, pero sí tenemos que tocar esta placa de luz. Y esta placa de luz se mueve, y cuando llegamos adonde queremos, la detenemos. Es la luz, la placa de luz a la que nos conectamos y entonces avanzamos.

Dolores: ¿Os dice alguien adonde tenéis que ir?

Do: Eso está ya en la cápsula en la que vamos. El destino está ya configurado en ella y nosotros tenemos que conectarnos con las diferentes luces de colores. Todos sabíamos que iba a ser estupendo. Estamos simplemente tomando muestras y más tarde volveremos.

Dolores: ¿Has dicho que no ibais a agotarlo?

Do: No, no, no; jamás lo hacemos así. Nos aseguramos de que no vamos a dañar al planeta ni a ninguno de sus habitantes en absoluto. Los gases van a ser estupendos para nosotros. Hay ciertos compuestos que nos hacen falta y que podemos utilizar para crear todas las cosas en nuestro planeta.

Dolores: ¿Sabes tú qué compuestos son esos?

Do: Yo solo los veo por los colores, pero nosotros estamos buscando unos gases con una especie de amarillo. Y hemos visto que este planeta lo tiene, pero tenemos que limpiarlo para que se quede de ese color solo.

Dolores: ¿Qué vais a hacer ahora?, ¿vais a llevar esa información al planeta que es tu casa?

Do: Sí. Nosotros ya sabíamos dónde íbamos a encontrarlo. Solo queríamos asegurarnos de que estaríamos a salvo, de que todo iría bien y de que hay lo que necesitamos. Tomamos una muestra y la información y volvemos, y entonces todos contentos: todos conseguimos lo que necesitamos.

Dolores: ¿ Vais y volvéis rápidamente?

Do: Sí. Pero no vamos a volver por el mismo camino por el que hemos venido. Solo hay un camino para ir, pero luego volvemos por otro, como una especie de agujero de gusano, creo. Cuando estemos listos para marcharnos nos vamos por ese agujero de gusano que tiene corrientes de cosas o jirones de luz azul. Y vamos por él, y nos lleva a casa. Hay alguien que sabe cómo se hace eso.

Dolores: ¿Cómo es el camino de vuelta?

Do: Voy planeando por él. Estamos a punto de entrar. Planeamos. Estoy asombrada, siempre veo este planeta hecho de luz,  ráfagas largas de luz azul y blanca. Puedes ver el cielo de fondo. Es casi de color azul marino, y hay estrellas pequeñas lejanas. Y si miras para abajo, al planeta, está hecho simplemente de corrientes de luz que se mueven. Cuando entras en esta corriente de luz él te atrapa de forma natural. Nosotros simplemente indicamos adonde queremos ir y allá vamos. Hemos aterrizado en algún sitio.

Alzo la vista y veo el espacio, y no hay estrellas en el cielo, o apenas. Veo muchos tubos pequeñitos que te llevan en diferentes direcciones, pero no hay mucha gente alrededor. Es porque aquí es donde trabajamos. No es donde vive todo el mundo, así que solo están los que tienen que estar aquí por trabajo. Hay muchos tubos, y se pueden ver otros tubos con ventanas entrecruzadas que te llevan a todas partes.

Dolores: Así que allí es donde trabajáis, no donde vivís.

Do: Ahora me lleva y pasamos por muchos lugares y es como una montaña rusa. Yo estoy en esta especie de cuerpo de plasma como gelatina, y viajar así es divertido. Me he detenido y bajo, y mi plasma se estira él solo para formar brazos o piernas si quiero, o simplemente floto.

Dolores: ¿Adopta la forma que necesita?

Do: Sí. Me he detenido en una plataforma blanca. Es mi casa. Y está este humanoide, pero es distinto de mí. No es como yo. Me parece que es mi esposa. Esta es mi casa.

Dolores: ¿Qué aspecto tiene ese sitio?

Do: Está hecho de cristal y de metal blanco. Y tiene ventanas por las que puedes mirar. Y cuando miras para fuera ves un espacio en el que apenas hay estrellas. Utilizamos el cristal, como en las ventanas. Puedes mirar hacia fuera, y las paredes son una mezcla de metales y de cristal; tienes este material blanquecino, pero hay distintos tamaños. Entra, sale, rodea y es blanco. Y cuando lo tocas se encienden las luces. Tú sabes cuál tienes que tocar según el lugar al que quieras ir. Pero no caminas, flotas. Estoy hablándole a este ser. Y este ser está emocionado por lo que hemos descubierto. Se queda mirándome y los dos estamos flotando.

Dolores: ¿Tienes que comer comida en tu casa?

Do: En realidad no. Si quiero comer algo sé que basta con extenderme a mí mismo por la mano y tocar la luz. Presiono mis manos contra él y consigo lo que quiero.

Dolores: ¿Entonces tienes que consumir algo?

Do: Nada sólido. Son principalmente bolitas pequeñas de energía que flotan.

Tenemos tentáculos pequeños. Yo sé que esas lucecitas blancas están ahí, y cuando aprieto la mano contra la pared ellas entran en mi interior y entonces siento mucha energía.

 

Dorothy me explicó que su mujer era un tipo de ser distinto. Le pregunté si tenían procreación o duplicación en ese planeta, y él trató de explicármelo lo mejor posible. «Puedes, pero se hace desde otros lugares. ¿Cómo lo hacemos? Ah, sí. Es como si presionaras las manos contra esta cosa, y ella toma un pedacito de ti y puede tomar también un pedacito de ella. Y entonces se mezclan los dos juntos y sale algo distinto. Le estoy pidiendo a ella que me explique cómo podemos procrear, y la oigo decirme: “Ah, acabamos de hacer esto”. Y entonces vemos frente a nosotros cómo se crea este nuevo ser, que entra en otro sitio hasta que madura. Pero no nos quedamos con ellos. Ellos no se quedan con nosotros. Van a otro sitio, porque necesitan crecer. Y después de crecer se desarrollan. Ahora los vemos cuando ya son mayores.

Tienen que ir a un sitio especial para crecer». Ha sonado como si se tratara de algún tipo de laboratorio de manipulación genética que se lleva a cabo fuera del cuerpo. Probablemente se hace con células y genes.

Tenían que vivir en esos recintos por el trabajo que estaban realizando.

«Entramos en estas estaciones asignadas. Lo sabes de alguna manera cuando naces. Por eso es por lo que puedes hacer esto. Naces en esto». La gente normal podía vivir fuera de esos recintos, en la superficie. «Hay muchos tipos distintos de seres, distintas formas de vida. El planeta es así. Y todos viven en paz».

 

Dolores: ¿Y uno de los trabajos principales es ir a buscar cosas que el planeta necesita?

Do: Sí. Ese es mi trabajo. Es algo memorable. El de ella es diferente, y no tiene que salir tanto como yo. Ella se queda aquí y creo que se dedica a la investigación.

 

Como ella tenía un aspecto diferente, le dije que me lo describiera. «Ella tiene

una forma más humanoide. Tiene un cuello largo y una cabeza pequeña, y una especie de brazos pequeños. Pero no veo que tenga pies, quizá porque no camina».

Pensé que era el momento de ir hacia delante, hasta un día importante, y resultó que estaba ocurriendo algo caótico. «Algo ha ido muy mal. Hay mucha energía muy, muy mala, y todo el mundo siente pánico. Ocurre en la estación en la que yo trabajo y en el interior del planeta. ¡Una explosión!

Algo ha ocurrido. Hay una fuga. Veo la explosión. No puedo hacer nada al respecto. Estoy en medio de todo esto y lo único que puedo ver es la explosión. Me ciega los ojos. Es muy brillante. No sé de dónde ha salido».

Parecía que estaba aturdido, porque no hacía más que repetir: «¡Una explosión! ¡Ha explotado! El sitio en el que estoy. Ha explotado y todo ha salido volando por el espacio. La explosión ha sido grande.. . algo ha causado esta explosión y ha roto la estación en la que estamos, y todo ha salido volando por el espacio. Nadie,  ¡no ha sobrevivido nadie! Ha sido terrible».

Dolores: ¿Has dicho que era tan brillante que te cegaba?

Do: Sí. Yo la veía. Se ha producido a mediodía. Algo ha explotado una y otra vez y se ha hecho cada vez más grande. Lo ha destruido todo, y ha roto los cristales y ha salido todo volando. He podido ver la explosión. He podido verme a mí mismo tratando de no mirar, pero,  no ha quedado nada. Lo hemos perdido todo. No ha quedado nada de la estación después de la explosión. Allí ha muerto todo el mundo. Alguien no se ha dado cuenta de lo que estaba haciendo. Hubo una fuga que creó esta combustión y todo estalló, y nadie ha tenido tiempo de alejarse.

Así que, a pesar de su gran conocimiento y experiencia, también allí ocurrían accidentes. Dorothy estaba ya fuera de su cuerpo, pero aun así se veía afectado por la reverberación de la explosión. Lo empujaba hacia fuera y lo lanzaba despedido. «Me siento cansado. Todavía estoy viendo la masa de la explosión. Pero siento que necesito descansar. Necesito alejarme. Ha sido muy rápido. Yo estaba viendo lo que ocurría, pero ahora ya no me afecta».

 

Dolores: ¿En ese planeta la gente se ponía enferma y moría por lo general?

Do: Sí. Y también aquí, ahora con la explosión, oigo gritos y llantos. No hay nada que podamos hacer. Tienen que sellar las áreas y ver si hay más daños. Yo he muerto, pero siento que mi mujer está mirando lo que está ocurriendo. Pero ella no puede hacer nada porque han sellado el área. Ella sabe que yo he muerto en la explosión.

Dolores: ¿Pero la gente se ponía enferma alguna vez en ese planeta?

Do: En realidad no. Viven mucho tiempo.

Dolores: ¿Y es posible morir?

Do: Sí, sí. Tú puedes decidir cuándo morir. Pero esta vez no ha sido por elección mía. Ha sido un accidente. Pero en este planeta te puedes restaurar y volver a ser joven y saludable, o puedes simplemente dejarte ir en paz,  sin enfermedad. Tú decides si te dejas ir.

Dolores: ¿Entonces todo está relacionado con la mente?

Do: No se trata de la mente. Lo siento como mi esencia. (Gran bostezo). He visto la explosión y ahora la estoy viendo, y tengo mucho sueño. Voy vagando a algún sitio. Simplemente voy flotando. Formo parte de las cremosas nubes amarillas. Lo único que veo es esta masa amarilla de luz por la que voy. (Sigue bostezando). Voy a algún lugar a descansar.

 

Dorothy llegó por fin a un lugar de descanso; era lo más natural después de experimentar una muerte tan violenta e inesperada, pero a partir de entonces resultó muy difícil conseguir más información. Normalmente, cuando los espíritus entran en este lugar de descanso, se quedan allí todo el tiempo que necesitan, que suele ser mucho, antes de decidir marcharse o de que alguien les diga que tienen que volver a la rueda del karma. Así que dejé que Dorothy se alejara vagando de aquella escena y llamé al subconsciente. La primera pregunta que le hago yo siempre al subconsciente es por qué ha decidido mostrarle esa vida pasada en particular. El subconsciente siempre tiene sus razones.

 

Do: Para demostrarle que todo lo que ella creía posible es posible.

Dolores: Esa vida que hemos visto era muy extraña desde el punto de vista de un  humano, ¿no?

Do: No para ella. Ella parecía acostumbrada a esa vida. A saber de otros mundos. Es una información que ella es capaz de manejar.

Dolores: ¿Por qué querías que supiera eso?

Do: Para convencerla de que hay vida y de que ella ha vivido tal y como siempre se ha preguntado si había vivido. Y eso es posible, y es cierto, y ella proviene de,  ¡Ah, sí!, ella dice que «de las estrellas». Nosotros simplemente queríamos decirle: «Sí, tú tienes razón». Ella ha estado ahí arriba todo el tiempo.

Dolores: Ella dice que siempre le han interesado otros mundos. (Sí). ¿Es esa la razón? (Sí). ¿Ha vivido ella muchas vidas en otros mundos?

Do: Muchas,  muchas.

Dolores: En esta que hemos visto tenía un cuerpo muy extraño.

Do: No, era normal.

Dolores: Como Dorothy; ¿es esta la primera vez que vive en un cuerpo humano?

Do: No, no es su primera vez.

Dolores: Pero tú no nos has llevado a ninguna de esas otras vidas humanas.

Do: No hacía falta. No hacía falta. Esto era más importante. Ella ha tenido vidas en cuerpos humanos, pero no tantas como vidas en otros planetas. Ella no necesitaba saber nada acerca de los cuerpos humanos. Pero sí necesitaba saber acerca de su vida en ese planeta.

Dolores: Una de las preguntas de Dorothy es: ¿tiene algún karma que reparar?

Do: Está reparado,  reparado. Cada día es un día nuevo para ella. Solo necesita aprender un poco más acerca del amor. Mucho.

 

Entonces saqué a relucir la eterna cuestión acerca de la cual pregunta todo el mundo: su propósito en esta vida. Ella dudaba acerca de si seguir siendo enfermera, y quería consejo. «Ella tiene que aprender a confiar y a manifestarse. Por eso es por lo que le hemos mostrado esto, para despertarla. Ella sabe que ha sido algo distinto. Las vibraciones la ayudarán en este momento. Dile que se centre en las vibraciones. Irá por el buen camino. Vibraciones, sonidos,  ella necesita sonidos,  son muy importantes. Cuando oye sonidos, las vibraciones son mejores. No está trabajando lo suficiente con su música. Se olvida de ser feliz. De escuchar su música. Antes solía tener música en su vida, y ahora necesita tener más. Mucha, mucha música. El tipo de música que le hace mover el cuerpo; esa es la buena. Le hace bien a sus vibraciones. Ella no está haciendo esto».

 

Dolores: Ella dice, también, que huele perfumes y que le son muy importantes.

Do: Sus sentidos se sintonizarán con el olor del perfume. Eso es lo que necesita, perfumes. Por eso es por lo que pusimos perfumes, para que ella los usara. Es bueno para ella. Le despeja los sentidos. Eso es lo que necesita.

Necesita rodearse de más plantas perfumadas. Le despeja los senos. Tiene que centrarse en entrenar su mente. Le hemos mostrado cómo manifestarse y ella se ha asustado. No tiene por qué asustarse. Hacer esto está en su naturaleza. Será un estallido de conocimiento y consciencia, y ella se sentirá sintonizada. Será bueno para ella. Ella cree que no se lo merece, pero se merece eso y más. Nosotros podemos darle más. Solo hace falta que ella lo permita. Tiene que concentrarse todos los días,  todos los días hasta que se convierta en una segunda naturaleza para ella. Entonces podrá avanzar hacia los siguientes niveles de su estudio, porque su mente es lo suficientemente poderosa como para expandirse. Nosotros necesitamos que ella la deje resonar más. Necesitamos sus vibraciones. Es importante para nosotros. Ella tiene que escucharnos más y dejar que sus vibraciones se eleven. Cuanta más alta sea la vibración, más fácil le será escuchar el amor. Y para eso necesitamos que ella lleve perfume, que sea feliz y que oiga música.

 

Capítulo 26 El faro.

 

Nada más entrar en escena, Alice se vio a sí misma de pie, en la playa, contemplando el océano. Dirigía la vista hacia el precioso arcoíris del horizonte que entraba en el agua. Entonces se metió en el agua y comenzó a nadar hacia el arcoíris. «Nado con los colores, voy hacia los colores. Ahora estoy dentro de los colores. Amarillos, naranjas, rosas, blancos. Es bello.

Nado dentro de ellos. Estoy en el arcoíris». Alice suspiró profundamente.

«¡Es bello! Estoy rodeada de colores. Y ahora giro dentro de ellos, o ellos giran a mi alrededor. Me fundo con el color. ¡Es maravilloso! ¡Está cálido, y hay tanta paz! Estoy en una nueva vibración. Estoy en una energía cristalina».

 

Dolores: Cuéntame. ¿Qué quieres decir?

A: Energía cristalina. Es un saberlotodo. ¿Por qué estoy llorando?

Dolores: Porque es bello. ¿Por qué lo llamas energía cristalina?

A: (Suspiro profundo). Es una frecuencia. Te abarca. Es muy reconfortante. Es muy blanca con,  No puedo explicarlo. En realidad no tiene forma. Sencillamente tiene algo de color. No es una forma.

Dolores: Has dicho también que es un sabelotodo.

A: Es simplemente,  un lugar. Me siento rodeada de luz. Pero también capto la vibración. Así que hay una diferencia. Es difícil de explicar.

Dolores: Está bien. He oído hablar antes de ese lugar.

Parecía como si hubiéramos vuelto a la Fuente, que por lo general se describe como una bella y cómoda luz blanca. También la describen como repleta de múltiples colores pastel.

Dolores: Es un buen sitio. ¿Cómo te percibes a ti misma?

A: Me fundo. No fundirme, pero no tengo un cuerpo. Al entrar en el color be desaparecido dentro de él.

Dolores: ¿Así que en ese lugar no necesitas un cuerpo?

A: No. Ni lo querría tampoco. Cuando tu destino es la Tierra tienes que tener un cuerpo, y eso resulta muy frustrante. En esta otra vibración soy física. Tomo la forma de la vibración.

Dolores: ¿Quieres decir que tienes sentidos físicos,

de percepción?

A: Sí, porque todavía estoy aquí.

Dolores: ¿Estas sola, o sientes que hay otros contigo?

A: Aquí no hay nadie.

Dolores: ¿Solo tú y la vibración?

A: Tú estás aquí. O al menos puedo oírte.

Dolores: ¿Ese lugar te resulta familiar?

A: No es nuevo. Ahora me voy.

Dolores: ¿Adonde vas?

A: No lo sé. Me voy de aquí y voy a otro lugar. Estoy flotando. Paso a través, pero no es nada. Nada. Solamente paso. Aquí no hay nada. Ahora solo hay la energía de esta sala. Púrpura. Entra dentro. Hay una energía muy fuerte en tu sala, en esta sala. Es muy fuerte.

Dolores: ¿A dónde vas?

A: A mí no me preguntes. (Risas). No estoy segura. Ahora atravieso la energía. No hay nada aquí. Nada. Decidí llevarla a su casa de Las Vegas de modo que ella pudiera visualizar algo, y de ahí pasar luego a una vida pasada que nos conviniera. Alice se encontró a sí misma en la cama. Pero lo siguíente que vio fue una luz brillante que entraba por su ventana. Esto era de lo más inesperado porque ella no había mencionado la posibilidad de un encuentro con los extraterrestres.

«Hay una luz muy brillante. ¡Oh, Dios! Lanza destellos. Es enorme. Está fuera de la casa. ¡Es demasiado brillante! ¡Tira de mí hacia fuera! Ahora me hace daño en los ojos. Estamos subiendo,  ¡estamos subiendo! Ahora tira de mí hacia la luz. Pero eso es todo lo que hay fuera. Lanza destellos como si estuviera en mi tercer ojo. Me están metiendo algo en mi tercer ojo.

Consiguen la información a través de mi frente. Estoy en la luz, que se va filtrando en mi cabeza. Ahora puedo sentirla. (Susurro). ¡Dios! Deja que me concentre en esto. (Pausa). Adquiero sabiduría. Suena ridículo. (Pausa).

¡Guau! Adquiero la sabiduría del cristal. Entra en mi cabeza. Se filtra dentro.

Eso es lo que está ocurriendo. No sé dónde estoy. Está muy brillante. Apenas puedo permanecer de pie, ¡es tan brillante! No puedo abrir los ojos».

Dolores: Pero sientes como si la sabiduría estuviera entrando en tu cabeza. (Sí, sí, sí). ¿Sabes qué tipo de sabiduría?

A: Sí. De localización. Tengo que mantenerme en contacto. Es así como me comunico. ¡Oh, Dios! ¡Voy a llorar otra vez! (Se pone sentimental). Echo de menos el lugar del que provengo. Han venido a casa porque estaban tratando de comunicarse conmigo, porque, . Juro que esto es ridículo. ¡Yo soy de esa nave! Quiero volver. (Llora). ¡Echo de menos esa nave! Estoy conectada a ella. Me comunico a través de mi tercer ojo. (Entonces suspira profundamente y se produce una revelación repentina). ¡Oh, Dios! ¡Soy una vibración! Soy una vibración de algo que es tan enorme que,  tan enorme. Lo veo. Lo veo. Es increíble; es como una enorme luz intermitente. Estoy conectada a ella. ¡Oh, Dios! ¡Está tan lejos! La echo de menos.

Dolores: ¿Y cómo es que has llegado aquí si estabas tan lejos? ¿Puedes ver cómo ocurrió?

A: Sí, puedo. Voy volando por el espacio en un,  son un millón de trocitos pequeñitos,  lo veo. ¡Oh, Dios!, son un millón,  lanzados hacia fuera,  lanzados hacia fuera. Muy pequeños, pero muy brillantes.

Parecía que hablaba de la separación de la Fuente en el mismo comienzo, cuando estalló y todas las pequeñas chispas salieron volando. Chispas que finalmente se convirtieron en nuestras almas individuales.

Dolores: ¿Te dijo alguien que salieras volando de allí?

A: Sí, formaba parte del plan.

Dolores: ¿Tú conoces el plan?

A: Sí, lo conozco. Y no me gusta. Yo tenía que venir aquí. A sembrar,  Es ridículo. A sembrar la Tierra. (Pausa). Sabiduría del más allá. Compartir la sabiduría del más allá, a lo largo de los siglos. Y me refiero a lo largo de los siglos. (Pausa). Veo al hombre viejo, el hombre sabio. Yo estaba ciego. Yo era un hombre viejo y era pobre. Vine del más allá, vine del espacio, y ellos me metieron en este cuerpo horrible. Yo tenía mucha sabiduría, pero era pobre. Pero con mi cerebro yo lo veía todo a pesar de estar ciego. Así que tenía un cuerpo decrépito, pero lo sabía todo. Yo estaba muy distante. Era pobre. La gente pensaba que era un viejo ciego patético. Pero yo veía todo lo que estoy viendo ahora, y lo sentía todo. No me dieron un buen cuerpo cuando me enviaron aquí abajo, pero sí me dieron la sabiduría.

Dolores: ¿Pudiste compartirla con alguien entonces?

A: No. Ellos no escuchaban. Me tenían miedo por la forma de mis piernas y porque estaba ciego. Eso formaba parte del plan, pero a mí no me gustaba. Y

ahora tampoco me gusta. (Risas).

Dolores: ¿Sigues formando parte del plan?

A: Formo parte del plan. No me parece que sea un buen plan, a decir verdad.

Dolores: O sea que tú no eres quien elaboró el plan.

A: No, no soy yo.

Dolores: ¿Qué ocurrió después de eso?, ¿entraste en otros cuerpos? (Sí). ¿Pudiste compartir tu sabiduría en algún momento?

A: Sí. La comparto porque estoy en contacto constantemente con el espacio. Siempre estoy conectada. Y ellos vienen de visita y me devuelven allí.

Dolores: Cuando vienen de visita, ¿adonde vais?

A: Me voy con ellos. Voy en la nave. Voy en la nave, y me encanta.

Dolores: ¿Y es entonces cuando ellos se descargan más sabiduría?

A: Sí. Eso es. Me subo a la nave. Subo y entro, y ahora veo a los seres. Yo los quiero, ellos son mi gente.

Dolores: Al principio has dicho que era solamente una luz.

A: Ahora lo veo. Estoy en la nave. O puede que esté en un planeta. Ellos vienen a buscarme. Ellos pueden enviarte de vuelta a la luz. Ahora lo comprendo. Te lanzan con la luz y la vibración.

Dolores: ¿Así que vienen a buscarte de vez en cuando? (Sí). ¿Y qué hacen cuando vienen?

A: Me regeneran. Es maravilloso. Ahora me están curando. Tengo más energía. Tengo más telepatía. Ellos me ponen,  es como una recarga de energía.

Dolores: Y ellos llevan haciendo esto,

A: Desde siempre, sí. Desde siempre.

Dolores: ¿También durante tu vida como Alice?

A: Siempre. Necesito más. Está empezando a influir más en mí. Tienen que volver y hacerme más ajustes.

Dolores: ¿Qué es lo que está empezando a influir en ti?

A: Las nuevas dimensiones. Soy más multidimensional, y tengo que ser capaz de salir del cuerpo más rápidamente. Tengo que ser capaz de marcharme más rápidamente. Y tengo que ser capaz de transformarme en luz más rápidamente, y ellos tienen que hacer algo para, . Esto suena realmente estúpido,  es una locura. Pero tengo que ser capaz de transformarme en un nuevo tipo de energía de luz.

Dolores: ¿ Quieres decir para poder hacer las cosas que tienes que hacer ahora?

A: Sí. Tengo que ser capaz de responder porque ellos también tienen tecnología nueva.

Dolores: ¿Ellos también están creciendo?

A: Están creciendo, están creciendo mucho. Creo que tengo un mensaje para ti. Conozco el mensaje.

Este tipo de noticias siempre son una sorpresa, pero hay precedentes.

Dolores: ¿Tienes un mensaje para mí?

A: Ellos quieren que sepas que te están cambiando, que te están cambiando a ti. Y que tus energías son como nuestra energía. Quieren que sepas que tú serás capaz de,  tú también te vuelcas, yo lo llamo volcar. Que tú eres capaz ahora de volcarte dentro y fuera más rápidamente, y ellos están trabajando en ti. Y cada vez tienen más naves, y están alrededor de todo el planeta. Y

quieren que sepas que tú serás más rápida. Y que a ti también te llevan. Y

que,  (Suspiro profundo). Es increíble. Tú probablemente ya lo sabes, pero se está acelerando. Cada vez es más brillante, y sea lo que sea lo que ellos hagan aquí en la Tierra, ellos jamás lo van a alcanzar. Y están rodeando el planeta

con tanta luz y con tanta electricidad,  no es electricidad realmente, tal y como la conocen nuestros físicos de la Tierra. Pero la están rodeando porque esa cosa que está haciendo la Tierra será capaz de penetrar porque ellos están mucho más avanzados y van mucho más rápido. No hay nada que temer.

Lo que contaba me recordaba a las ráfagas de luz que los extraterrestres están enviando a la Tierra para compensar el daño que los humanos estamos haciendo al planeta. Esto lo expliqué en la serie El universo complejo, Libro segundo.

Dolores: ¿Hay alguna razón por la que esté ocurriendo todo esto?

A: Sí. La tecnología espacial y el espacio en la Tierra. Hay un gran cambio.

Estrellas diferentes. Es una protección, una capa. (Con firmeza). El gobierno jamás los tocará.

Dolores: Eso está bien, pero ¿qué quieres decir con eso de la capa alrededor de la Tierra?

A: Están poniendo una capa alrededor de las naves. Es una tecnología nueva.

Ya no serán capaces de llegar a ellos nunca más. Y todo porque tienen que hacerlo en una luz. Es una frecuencia de giro. Ellos tienen que hacerlo para poder sobrevivir. Seguirán siendo capaces de observarnos aquí. Tienen que ir y venir porque nos han dejado a muchos de nosotros aquí, y nuestra tarea aquí todavía no ha terminado. Y por eso tienen que protegernos, y también tienen que protegerse a sí mismos.

Dolores: ¿Y esa  es la razón por la que siguen en contacto con aquellos de vosotros que se han quedado aquí.

A: Sí. Yo no soy más que un canal. Lo único que hago es presentar la información sobre lo que está ocurriendo a mi alrededor. Me entero de muchas cosas. Las mando de vuelta. (Pausa). Hay un gran plan. Están empoderando a la gente. No se trata solo de mí, hay mucha gente. Lo hacen por medio de las vibraciones. Pero hay que estar en una zona despejada. Hay muchas interferencias. Por eso este sitio en el que estás es bueno. (Yo vivo en un lugar aislado en el campo, en lo alto de una montaña). Por ejemplo, yo tengo que abandonar Las Vegas. Allí hay muchas interferencias.

Dolores: Sí, allí hay mucha energía muy caótica.

A: Sí, son interferencias. Por eso están tratando de trasladarnos a nosotros a lugares más despejados, más limpios, no polucionados. Sin polución, sin interferencias. Tienen que mantener el contacto con nosotros porque, por alguna razón, nosotros les damos información. No veo cómo lo hacen.

Dolores: Deja que ellos te lo muestren.

A: (Pausa). ¿Qué quieren que haga yo? (Pausa). Nada. Creo que yo soy como un faro. Yo tampoco lo comprendo.

 

Ya he explicado en otras ocasiones que hay algunas personas que son simplemente como canales, antenas o, en este caso, faros. No tienen que hacer nada para ayudarlos con los cambios venideros. Basta simplemente con que estén. En ese sentido están ayudando inconscientemente, transmitiendo la información.

Dolores: ¿Qué quieren decir con eso de darles a ellos información?

A: (Susurro). ¿Qué me estás diciendo? (Pausa). Eso es ridículo.

¿Tengo que decírselo? No tiene ningún sentido.

Dolores: Sí, dímelo. Para mí sí tiene sentido.

A: (Suspiro profundo). Está bien. Yo soy un faro. Si en una cierta zona hay demasiados cables que se entrecruzan, yo puedo enviarles campos de energía.

(Alice movía las manos). Se la devuelvo cuando es seguro entrar. Ahora mismo puedo sentirlos. Es muy extraño porque ellos no pueden entrar si hay demasiado caos. Ellos están controlando la Tierra, y una parte de ella se va a destruir. Gran parte de ella se va a destruir. Y ellos nos siguen porque nosotros estamos conectados; nos siguen para llevarnos a los lugares más seguros (en voz baja, para sí misma: «Esto es insólito»), porque algunos sitios están totalmente enredados. El cableado está totalmente enredado. Y

por eso nos trasladan, para que podamos estar en grupo. Quieren que estemos juntos. Es una energía cristalina. Van a trasladar a la gente junta. Necesitan la energía cristalina. Es la forma en que están en contacto con la Tierra sin necesidad de aterrizar. Si nos tienen a nosotros no les hace falta aterrizar.

Nosotros no somos de la Tierra. Estamos conectados con ellos. Es más seguro para todo el mundo. Es más limpio.

Dolores: ¿Entonces no quieren que esté todo el mundo en el mismo sitio, pero sí que estén conectados?

A: Sí, quieren que estemos todos conectados. Siento cómo descienden estas intensas vibraciones cristalinas, y de momento estamos todos conectados directamente. ¡Es bello! Y nosotros tenemos algo dentro de nosotros mismos.

¿Por qué quieren que estemos por todas partes? Quieren que estemos dispersos por todas partes porque algunos lugares se destruirán. Y quieren tener un buen patrón de energías dispersas a través del cual puedan transmitir.

Quieren transmisores a los que puedan mantener conectados cuando comience la destrucción. Porque algunos lugares van a salir volando ellos solitos por los aires. ¡Por los aires!

Dolores: ¿Te refieres en sentido literal, o de forma natural?

A: En algunos lugares de forma natural, en otros no natural. En ciertas zonas habrá una destrucción sobrecogedora. Llegará la guerra, por supuesto. Desde luego, todos sabemos que habrá guerra. Pero si estamos dispersos por todas partes, eso les proporcionará a ellos un poco más de conocimiento de primera mano sobre lo que está ocurriendo en la Tierra. Además, somos muchos. Hay muchos.

Dolores: ¿Entonces podemos estar en contacto sin saber siquiera que lo estamos? Cuando Alice entró en esta vida, ¿entró en este plan?, ¿sabía que ella era parte de este plan?

A: Yo no quería formar parte de este plan. (Risas). Vi el panorama antes de entrar. Yo sabía que iba a sentir que para mí no era un buen plan, porque veía el panorama, y además ya lo había visto antes. Verdaderamente me gustaría retirarme. Yo soy una persona corriente. Me gusta permanecer sencillamente en una vibración. Y no me importa el caos. No me gustan ni el drama ni el caos.

Dolores: ¿Has dicho que esos otros seres están acumulando la información que nosotros les mandamos?

A: Así es.

Dolores: ¿Qué van a hacer con ella?

A: Quiero decirte la verdad. La están recopilando. Es como un programa de la radio. La estudian para las generaciones futu—

ras. Almacenan la historia. Planetas. La acumulan. Ahora los veo. (Risas). Son criaturas graciosas. Sí, son criaturas graciosas. Les han dicho que la almacenen.

Dolores: ¿Quién les da las instrucciones a ellos?

A: Déjame ver. (Pausa). Están programados. Todos estamos programados, parece ser. Sus instrucciones se las da la nave nodriza, la madre fuente. Hay una gran fuente que es como la madre de la invención. ¡Qué gracioso, la madre de la invención! (Risas). Es como si estuvieran siempre haciendo pruebas. Vale, no voy a inventármelo. ¿De verdad quieres que te diga lo que estoy viendo? (Sí). En esa nave hay unos grillos azules pequeños. Hay un despacho pequeñito. Es muy mono. Guardan las cosas y trabajan realmente duro. Tienen brazos largos. Son como las pequeñas abejas obreras, pero no son abejas. Y trabajan mucho. Son muy mecánicas cuando se trata de guardar, y una vez subes allí,  ¿Esa soy yo? Quizá. No lo sé. Estoy archivando, guardando cosas. Guardando cada cosa en su sitio. Cada cosa va a su sitio. Me gusta guardar cosas. Me gusta ese trabajo, era un buen trabajo.

¡Ah, se está acumulando! Es como una enciclopedia, si se le puede llamar así, a la que se pueden remitir. Quieren poder consultar. Es una guía de referencia para el futuro, por si en algún momento tienen a gente de la Tierra. Ellos lo que quieren es saber, por ejemplo: «Vale, ¿resulta agradable hablar con esta persona? Queremos poder remitirnos a una guía de referencia válida». Ellos saben adonde tienen que dirigirse exactamente para la consulta. Nosotros

ahora estamos integrando nuestras sociedades, y ellos quieren tener un registro, como el de un hospital. Quieren saber cómo asociarse. Y por eso es por lo que están poniendo faros en distintas localizaciones. Para así poder tener un registro, leer la historia pasada y seguir ese rastro. Dentro de setecientos años ellos podrán consultar el pasado. Eso es lo que viven ellos, setecientos años. Es a lo que dedican su vida. Quieren poder venir aquí y hacer su trabajo, y para nosotros son siete siglos, pero para ellos es el lapso de una vida. Tienen que consultar el material, archivarlo. Ellos no tienen opinión. Simplemente observan. Y archivan.

Dolores: ¿Has dicho también que hay una integración?

A: Es una integración de sociedades. Tenemos que integrarnos. Nos estamos convirtiendo en almas avanzadas. Ellos quieren hacernos avanzar. Yo soy un alma avanzada, tú eres un alma avanzada. Ellos quieren saber hasta dónde se puede llegar con un cuerpo humano con el objeto de hacernos avanzar hasta su nivel. Mientras esté aquí yo soy multidimensional. Sí, se supone que tengo que acumular esta odiosa energía decadente. (Risas). Sí, soy como una rata de laboratorio.

Dolores: ¿Debe Alice utilizar esa energía de alguna forma concreta, o solo debe acumularla y pasársela a otro?

A: Esa es la gran pregunta. Tengo la habilidad de compartirla con otros simplemente utilizando las manos. Tengo la habilidad de pasar mi energía a otros poniendo las manos en su frente. Puedo pasarla. No sé si eso es lo que tengo que hacer.

Dolores: ¿Qué dicen ellos?

A: Se supone que tengo que transmitir la sabiduría, sí, eso es cierto. Puedo transmitir esa sabiduría. Está en mí. La siento ahora mismo.

Dolores: Y tú ni siquiera te enterarías de dónde viene.

A: No, no me enteraría. Pero bueno, ahora ya sí. Trabajar con el tercer ojo. Es todo cuestión del tercer ojo.

Dolores: Pero tú has dicho que ellos quieren que yo continúe haciendo lo que estoy haciendo, ¿no?

A: Tú eres un faro. Por eso es por lo que tienes que ir a todas partes. (Risas).

Te envían a todas partes porque es imperativo.

Dolores: ¿Han dicho que van a regenerar el cuerpo de Alice?

A: A ti también te están regenerando. Te están regenerando porque tú tienes que seguir adelante en muchos sitios diferentes. Y cada vez que abandonas un lugar dejas parte de ti en ese lugar, y ellos pueden encontrarla. Ellos te quieren. Tienes que seguir adelante.

Dolores: Estoy tratando de transmitir la información.

A: Sí, tú la dejas allá por donde pasas y ellos la encuentran. La gente a la que estás enseñando, ellos la encuentran porque tú te dejas algo de ti.

Dolores: ¿Dices que están regenerando mi cuerpo?

A: Sí. Te están regenerando, y tú lo sabes. No quieren que te quedes anclada en la Tierra. Quieren que estés más con ellos. Quieren que seas más ligera.

Quieren que estés en la luz transparente.

Dolores: ¿Entonces van a cuidar de mi cuerpo para que pueda seguir haciendo estas cosas?

A: Eso es lo que quieren, que seas más ligera. Tú misma te convertirás en algo así como un cristal. Están rehaciendo todo tu cuerpo. Lo están rehaciendo todo en ti. También tu cerebro.

 

Esto mismo exactamente me lo habían dicho al comenzar mi trabajo. Antes incluso de que empezara a viajar, ellos ya me dijeron que iría a muchos países y que dejaría parte de mi energía allá donde fuera. Pero eso no me vaciaría y yo ni siquiera me daría cuenta. Y no obstante dejaría algo de mí misma en cada uno de esos sitios, y otros lo notarían. También me dijeron que mis libros transmitirían una energía que otros sentirían. Así que parece que ocurren muchas cosas sin que nuestra mente consciente tenga conocimiento.

 

Capítulo 27. El portal de entrada.

 

Durante la sesión pamela quería investigar un suceso que ella identificaba como una experiencia con ovnis. Recordaba haber visto lo que ella creía que era un ovni, pero no sabía si además había ocurrido algo. Yo la llevé de vuelta a esa noche. Al entrar en escena ella se vio conduciendo su coche hacia casa. Vio algo en el cielo, pero tuvo dificultades para describirlo. Al principio creyó que se trataba de una luz en lo alto de las colinas. Pero luego: «No, no es una luz. Es una nave que parece una luna enorme. Y yo sabía que en realidad no era la luna. Simplemente tiene la forma de una luna, o al menos fue así como se me apareció. Parece ser que yo me quedé en el coche, y recuerdo haber aparcado en la cuneta. Pero también sé que subí allí. Me vi a mí misma conduciendo. Me vi a mí misma camino a casa, pero al mismo tiempo sabía que estaba subiendo allí; que me habían abducido y había entrado en esa nave. Ni siquiera puedo explicar lo que veo».

Dolores: ¿Es como estar en dos sitios a la vez?

P: Sí, porque era consciente de estar en el coche e ir a casa, pero también era consciente de no estar en mi cuerpo. Y sin embargo sabía que mi cuerpo había vuelto a casa. Ahora veo largos,  yo los llamo «rayos», porque no sé lo que son. Es simplemente energía con puntas que salen. (Mueve las manos en horizontal, como si algo se cruzara). Son planos, pero es energía. No creo que sea metal. Creo que es por completo energía. Hay un núcleo y tiene un centro que parece oscuro. Y alrededor del centro está esa luz amarilla brillante, pero también se pueden ver rayos de luz que salen. Deben de provenir de algún lugar de aquí arriba, a mi izquierda. Es todo energía, solo energía. No tiene estructura. Todo parece funcionar al unísono, pero también ves que va en diferentes direcciones. Y ahora veo una rueda aquí arriba. (Encima de ella).

Arriba en lo alto, una rueda enorme. Y allí arriba, a mi izquierda, hay algo de lo que sale una luz brillante. Es una luz muy brillante. Es casi como si no pudieras mirarlo, porque es demasiado brillante. Parece,  iba a decir el «Sol», pero no estoy segura de lo que es.

Dolores: ¿Tiene algo que ver con la rueda?

P: No, ahora la rueda se ha ido. Solo queda la luz brillante. Estaba pensando en la nave, y es que resulta que es adonde me han traído; de vuelta aquí. Es aquí adonde pertenezco.

Dolores: ¿Por qué sientes eso?

P: Porque me siento cómoda. Es lo que soy, esa luz. Sea donde sea que esté ese lugar, donde quiera que exista, es mi hogar. Eso es lo que soy: esta luz.

Una luz que se proyecta; son casi como lanzas o proyecciones enormes que salen. No sé realmente en qué consiste, pero es muy brillante y muy cómodo, y tiene mucha energía. Hay muchos seres en ella, y todos son energía. Todos ellos son uno.

Dolores: ¿Sientes que has estado en ese lugar antes?

P: ¡Oh, sí! Me resulta tremendamente familiar. Reluce. No se me ocurre ni siquiera una analogía para describirlo. Pero está ahí.

Dolores: ¿Está dentro de la nave?

P: No. Ni siquiera sé cómo se relaciona la nave con esto. Pero una vez subí a la nave y vi esos rayos; parecía como si hubiera rayos que salieran hacia abajo, formando un ángulo, y luego había rayos que se alejaban de esta luz brillante, de esta casa. Es el hogar, y en él todo es paz y es increíble. Sencillamente lo ilumina todo. Hay mucha energía allí, y todo es uno. Tú solo te conviertes en un ser separado cuando abandonas este espacio. Pero en el cuerpo que está allí siento que todo es molecular. Como si pudieras sentir cada molécula de la que está formado. Y siento que hay una conexión entre los dos. No sé cómo están conectados.

Dolores: ¿Entre el cuerpo y ese lugar?

P: Y la luz. Es un aspecto de ella. Supongo que se podría decir que el cuerpo es una parte de ella.

Dolores: Pero tú has dicho que ya no era ninguna nave o embarcación.

P: Es otro lugar. La nave es el portal a través del cual llegas allí, como el punto de partida. Una vez llegas allí, entonces eres transportado aquí. Así que es casi como un triángulo; estás aquí, luego allí y después aquí arriba. Así es como está conectado.

Dolores: Primero tienes que ir al lugar que parece una luna.

P: Sí, ese es como el portal de entrada. Es lo que es. La nave, la embarcación, no es más que la entrada, un pasaje para llegar a este sitio. Este sitio es todo uno. Es un cuerpo completo de energía. Es un espacio en el que se entremezcla toda la energía. Y luego abandonamos este lugar para ir a experimentar cuerpos. De esta luz brillante y bella es de la que salen las esferas. Es brillante, radiante.

Dolores: Pero ahora tú estás viviendo en un cuerpo en la Tierra. ¿Por qué has vuelto allí esta noche mientras ibas conduciendo?

P: He ido solo de visita. (Se pone sentimental y su voz se quiebra).

Necesitaba volver para recordar cómo es mi hogar. Solo para recordar. Para saber que pertenezco a este lugar. Y no es nada más que energía. No hay estructura. Es simplemente el hogar. Cualquiera pensaría que debería recordar el nombre, pero es que no hay nombre físico para él. Lo único que puedo decirte es que en la Tierra dirían que es el «hogar». Es el hogar. Es un recuerdo precioso.

Dolores: ¿Es por eso por lo que te permitieron volver aquella noche?

P: Vuelvo allí a menudo. Solo que no me acuerdo.

Dolores: ¿Por qué entonces lo recordaste esa noche?

P: Supongo que porque estoy muy frustrada por lo que está ocurriendo en este planeta. Por toda esta tristeza y por las cosas que están sucediendo aquí. Y me siento impotente por no poder arreglarlo.

Dolores: La Tierra es todo un desafío, ¿verdad?

P: A veces es un lugar horrible.

Dolores: Has dicho que allí hay otros. ¿Puedes hablar con ellos?

P: Con ellos no hace falta hablar, porque una vez estás allí el Todo te abarca y todo el mundo sabe y comprende, así que es como una renovación. No hablas. Solo eres. Y sabes que eso está bien. Y que tienes que estar aquí para ayudar. Pero de vez en cuando tienes que volver solo para sentir. Porque cuando vienes aquí abajo a la Tierra te involucras en las cosas terrestres y sientes que tiran de ti en diferentes direcciones. Y necesitas volver a sentir ese todo otra vez. Necesitas volver a sentir el amor y la comodidad de la luz. Sencillamente necesitas volver a sentirlo.

Según parecía esos seres puros e inocentes que jamás habían estado en la Tierra y que habían sido llamados a venir aquí en tiempos de necesidad para la Tierra se sentían muy aislados. He visto muchos casos en que los seres de los ovnis interactúan cori alguien, y esa persona llora porque quiere irse con ellos. No quieren que se les abandone aquí. Se sienten muy cercanos a esos seres, más que a su familia de la Tierra. Pero por lo general esos seres les recuerdan: «Todavía no puedes volver. Recuerda que tienes una misión. No puedes marcharte hasta que no la termines. Pero, sobre, todo, recuerda que no estás solo». Así que es lógico que se les permita volver e ir de «visita» a casa en ciertos momentos para hacer de su vida en la Tierra algo más soportable, por mucho que luego no lo recuerden conscientemente, porque ese recuerdo consciente podría interferir en el «plan». Además, si lo recordaran todo, luegó no querrían quedarse aquí.

 

EL PORTAL DE ENTRADA.

 

La descripción de este hogar me recordaba mucho a la forma en la que la gente describe a la Fuente o Dios cuando vuelve de allí. ¿Quiere eso decir que los extraterrestres son capaces de ayudar a las personas a volver allí? Si durante una sesión ellos comprenden realmente que esa persona necesita ver el lugar del que procede, ellos pueden llevarla allí brevemente de visita.

Parece que hay muchas razones diferentes de esta experiencia que la gente llama abducción. Y cuando comprendes las verdaderas razones, ves que no se trata de un hecho negativo, sino que puede ser extremadamente gratificante. Se trata de saber que alguien los cuida y los quiere.

Dolores: Si ese lugar es tan bello y tú eras tan feliz allí, ¿por qué entraste en un cuerpo físico?

P: Porque estaba convencida de que podía marcar la diferencia.

Dolores: ¿Te dijo alguien que vinieras?

P: No. Eres tú quien elige venir. Y no se trata de que te canses de estar en el Todo, porque tú eres ese Todo. Pero vas y haces otras cosas. Ahora mismo veo todo un montón de cosas diferentes. No sé qué son estas otras cosas. Pero vas a distintos lugares, y yo vine a la Tierra porque necesitaban ayuda.

Dolores: ¿ Veías desde aquel lugar la Tierra y lo que estaba pasando?

P: No, no veía lo que estaba pasando.

Dolores: ¿Entonces cómo sabías que se necesitaba ayuda?

P: Simplemente lo sabía. Forma parte de lo que eres. Forma parte del conocimiento porque eres parte del Todo. Eres parte de todo lo que es. Eres esa luz. Simplemente lo sabes. Pero la Tierra no es un mal lugar para estar. Es solo que necesitas volver a casa de vez en cuando para saber que las cosas pueden ser serenas, bellas y pacíficas.

Dolores: ¿Cómo pensabas que ibas a marcar la diferencia?

P: No lo sé. Veo ese portal otra vez. Es esa luna, solo que ahora está cabeza abajo. Basta con que esté aquí. Con que rompa la frecuencia que hay aquí. Yo creía que mi frecuencia marcaría la diferencia. Muchos de nosotros lo creemos. Y ahora que lo veo, sí que es cierto que está marcando la diferencia. Se trata simplemente de esa frecuencia, de la energía, de la masa de energía, del todo, de que el nivel de este planeta Tierra estaba ,  ¿bloqueado? ¿Es esa la palabra correcta? Estaba bloqueado. No estaba cambiando. Y por eso, con los diferentes trocitos que entran por distintos sitios y que perforan esta energía que recorre este planeta, solo con eso se marca la diferencia.

Dolores: ¿Casi como si la energía del planeta estuviera estancada?, ¿te parece esa una palabra adecuada?

P: Sí, está estancada. Eso es lo que veo. Esas ráfagas de luz eran los rayos que entraban. Y los rayos que iban en otra dirección eran las energías que se alejaban. Me refiero a los rayos largos con puntas afiladas que salían justo antes de que yo viera mi «casa». Y una vez que salen despedidos de la luz ya no vuelven nunca más a parecer luz. Empiezan a aparecer con tonos tostados, o como si tuvieran como más sustancia en sí mismos. Esas eran las energías que se alejaban para ir a otros sitios, pero yo no sé adonde va cada uno de ellos. Algunos vinieron a la Tierra y penetrarían en el Todo, en la masa. Y harían agujeros y separarían la energía. Sí, eso es. Eso es lo que marca la diferencia. Había manojos de ellos alejándose en ese tiempo, pero yo no sé adonde fueron los demás. Algunos de nosotros vinimos aquí, pero todos van a lugares diferentes.

Dolores: ¿Y qué me dices de la energía de los seres que ya están aquí, sobre la Tierra?

P: Están estancados. Llevan tanto tiempo haciendo lo mismo que se han estancado. Sobre todo si llevan innumerables vidas viviendo en la Tierra y se han enredado en el karma. Como dicen ellos, «cargan con mucho equipaje y mucha basura». Tienen que soltarlo todo para poder comenzar de nuevo y marcar la diferencia. Y muchos, muchos de mis clientes son incapaces de liberarse de ese karma, que es lo que verdaderamente los ata aquí. Ellos preguntan: «¿Cómo voy a perdonarlo (a él o a ella)? No tienes ni idea de lo que me han hecho». Así que aparentemente, mientras sigan con esa actitud, están estancados y son incapaces de crear o participar en todos esos cambios tan necesarios.

P: Así que había que perforar lo que estaba ocurriendo para poder dispersar la energía. Y esa es la única forma de hacer cambios. Es como si tuvieras un montón grande de cosas; y es que es eso, un montón. Y si les envías rayos los disuelves. Y entonces la energía puede comenzar a ser diferente.

Dolores: Y eso fue lo que decidieron hacer.

P: Fue aquí adonde vine cuando abandoné la luz. Y otros muchos también.

Dolores: ¿Es esta la primera vez que entras en un cuerpo físico?

P: No, pero jamás antes me había visto a mí misma con este aspecto. Me veo a mí misma como sustancia. Más densa que la energía, pero no como el cuerpo en el que estoy viviendo ahora. Jamás me he visto a mí misma así. Me estoy viendo. (Pausa). No me veo físicamente. Me veo como sustancia. Me veo como una energía etérea y fina, no como una sustancia sólida. Es diferente del cuerpo de la Tierra.

Dolores: Pero también es diferente el lugar de donde procedes.

P: ¡Ah, sí! El lugar del que procedo es,  No puedo explicar el sentimiento de euforia que me produce, porque es maravilloso. Es luz, claridad y altitud. Todo el mundo es uno, o todo es uno. Toda la energía es uno, y todo es simbiótico. Supongo que ese sería el mejor modo de explicarlo. Y entonces, cuando empiezas a abandonarlo, sientes que ya no es todo tan cómodo, pero aun así te marchas. Todos nosotros podemos entrar en otros dominios y tomar otras formas. Y yo puedo ver formas, pero no son tan densas como las de la Tierra. No son tan densas.

Dolores: ¿Puedes ver cómo eran esos tipos de formas?

P: De hecho veo todo un desfile de formas; unas son altas y delgadas, otras

son finas y otras, dispersas. Parece como si las cosas estuvieran empezando a volver otra vez a su núcleo, a meterse en la bola. Y cuando ocurre eso la bola siempre está oscura. Se pone realmente densa y ya no puedes ver a través de ella.

Dolores: ¿Crees que tú estabas experimentando más o menos con diferentes formas y sustancias?

P: Todos lo hacemos. Vamos y experimentamos para ver cómo podemos vivir. Dónde podemos hacer el mayor bien. Dónde estamos más cómodos.

Dolores: ¿Y algunas de esas formas no te gustaron?

P: De hecho, cuando las miro, me parecen bien. Creo que la me jor de todas es aquella en la que no tienes una forma sólida, pero sin embargo tienes la suficiente forma como para moverte alrededor y volar, flotar. Pero de todos los lugares en los que he estado, me parece que el planeta Tierra es el más denso. Se trata simplemente de un lugar capaz de albergar muchas experiencias.

Dolores: Muchas lecciones. ¿Hay muchas cosas que aprender?

P: Sí. Solo que no comprendo por qué es necesario aprender todo esto. Quizá cuando vuelva le encuentre más sentido.

Dolores: ¿Entonces el cuerpo de Pamela es el primer cuerpo físico que tienes?

P: Me parece que este es el primer cuerpo físico que tengo de esta clase. Lo siento como algo diferente. Pero realmente no lo siento como algo bueno. Con los otros no tenía limitaciones. Podías moverte por todas partes libremente, pero con este cuerpo estás estancada. No es bueno estar estancada. Porque sabes que puedes hacer más.

Dolores: Pamela ha dicho que cuando era niña podía hacer levitar las cosas y moverlas por el espacio.

P: Sí, esos eran los momentos divertidos, cuando eres pequeña.

 

También podía atravesar directamente cosas que cualquiera consideraría sólidas. Pero ya no puede hacerlo. (Se pone sentimental). No sé qué ocurrió.

Por eso es por lo que no es divertido estar aquí, porque no puedes ser lo que eres. Tienes que hacer lo mismo que hacen todos los demás. No puedes hacer las cosas que tú sabes que puedes hacer. De niña ella sabía que podía hacer esas cosas. Y sigue sabiendo que puede hacerlas, pero ya no funciona. Ello se debe a sus creencias. Cuando sube allá arriba ya no está estancada porque la energía es diferente. Y puedes moverte a tu antojo, puedes ver y sentir.

Puedes hacer todas esas cosas que no puedes hacer cuando estás estancada en el cuerpo. Bajas aquí y empiezas a pensar que puedes hacer esto y lo otro. Y entonces comienzas a intentar marcar la diferencia, y ahí es donde está el problema. Por eso es por lo que tengo que volver a la luz, para poder acordarme de esto y que me lo recuerden.

Dolores: Así que tiene que darse cuenta de que no puede intentar cambiar a todo el mundo.

P: No, porque ella no ha venido para eso. No es esa su energía. Su energía es solo ser quien es. Allí todo es sencillamente perfecto. Ella lo sabe en el fondo de su ser. Se trata simplemente de que ella no pone en práctica lo que sabe. Y cuando sabes una cosa así y no haces más que intentar hacer otra cosa, entonces eso te desgarra. De ahí es de donde surgen todos los problemas físicos. Tratamos de negar el propósito por el que estamos aquí. Aquí abajo hay muchos de los nuestros. Y hay gente también de muchos otros lugares que está ayudando. Hay mucha gente.

Dolores: ¿Han venido todos con el mismo propósito?

P: No. Mucha gente,  aunque no son gente; muchas energías vinieron aquí para ver qué se siente. Ella vino a aprender. Supongo que cada uno de ellos tiene su razón. Yo no conozco sus energías. Pero me parece que todos han venido a ayudar, cada uno a su modo. Yo diría que sí, que eso es cierto.

Dolores: ¿Han venido todos del mismo lugar?

P: ¡Ah, no! Vienen de muchas partes.

Dolores: Así que no todos vienen de ese lugar de energía.

P: ¡Oh, no! No, ahora estoy viendo un lugar que parece una sus tancia reflectante. Y hay una luz verde azulada clara que sale de él. A veces parece como si tuviera un techo puntiagudo. Y en otros momentos parece que llega hasta el infinito. No sé qué lugar es ese. Está muy lejos. Siento esas energías. Y ahora estoy viendo otro lugar. ¡Ah, esté sitio no tiene buen aspecto porque está todo oscuro a su alrededor! Es un lugar oscuro, y sus energías no son realmente buenas. Pero las energías que vienen de esa sustancia reflectante vienen a ayudar.

Dolores: ¿Es la primera vez que esas energías de las que hablas entran en un cuerpo físico?

P: Déjame que lo compruebe. (Pausa). Algunas. Lo que estoy notando es que cuando estamos en el estado de energía sentimos que podemos ayudar, sea cual sea el lugar al que vayamos. Y todos nosotros elegimos separarnos en diversos momentos, ir a sitios distintos, porque sientes que tu energía puede ser valiosa para el lugar al que vas. Y la mayoría de las veces yo diría que lo es. Así que ahora comprendo que nosotros —y digo «nosotros» porque todos somos energía— vamos a muchos sitios distintos en los que pensamos que nuestra presencia puede ser edificante o que podemos experimentar algo que no hemos experimentado antes.

Dolores: Pero, por supuesto, cuando bajas aquí todo es diferente, ¿verdad?

P: Ah, sí, muy diferente. Es muy diferente.

Dolores: Eso se debe en general a que la gente ya no recuerda cuando entra en  un cuerpo físico.

P: Es casi como si fueras un recorte de lo que eras. Yo vuelvo a menudo. Acabo de darme cuenta de que tengo que volver a menudo. Y recuerdo querer volver y quedarme allí. No sé quiénes son los que me lo dicen, o quizá sea yo misma la que me digo que tengo que quedarme aquí. Sí, soy yo. No hay ellos. Tengo que quedarme y hacer lo que he venido a hacer.

Si yo pudiera romper con todo, hace mucho tiempo que me habría marchado de aquí. Me habría ido, pero no es de eso de lo que va la energía. Yo lo único que sé es que la energía no va de eso. Es solo que cada vez que vienes a la Tierra y te involucras en sus asuntos, sientes que no quieres estar aquí, que este lugar es feo y quieres marcharte. Pero no es tan fácil. Y eso es lo que veo ahora, que la energía que dejamos atrás es la que nos impide volver de inmediato, porque necesita experimentar eso, sentirlo.

Dolores: ¿Necesita experimentar?

P: Lo que capto ahora es que yo quería experimentar esto. Imagínatelo. Pero es lo que capto.

Dolores: Y no puedes volver hasta que no hayas terminado tu tarea. (Exacto). Pero muchas de las cosas que recuerda o siente Pamela tienen relación con los extraterrestres o las naves espaciales. Y lo que dices no parece que sea lo mismo.

P: Deja que me aclare. (Pausa). Ahora veo muchas naves. Ah, ¿sabes por qué? Porque así es como viajamos a veces. Esa es la nave en la que viajamos nosotros. Yo no. Digo «nosotros» porque estoy pensando en los que vinieron; pero nosotros no teníamos ninguna nave cuando vinimos a la Tierra. Bajamos sencillamente con nuestra forma de energía. Ahora veo a un niño pequeñito, chiquitín. ¿No es gracioso? Por un lado hay esta energía enorme que somos nosotros, y entonces nosotros bajamos y entramos en este bebé pequeño y diminuto. Parece increíble, porque ¿adonde ha ido el resto de la energía?

Dolores: ¿Tenías que tener permiso para entrar en un bebé?

P: De alguna manera todo se resolvió, y eso ahora mismo no lo veo.

Dolores: Lo digo porque estaba pensando que tiene que haber reglas y regulaciones.

P: Hay orientación. Todo es orientación. Ahora mismo no lo veo.

Dolores: Bueno, ¿y cuál es el propósito de viajar en la nave?

P: El propósito es ir a otros lugares a los que tienes que viajar con tu propio tipo de energía. Porque donde estamos, incluso cuando digo que veo la bola de luz brillante enorme y bella,

eso es una energía específica. Es la energía del hogar. Y cuando sales de viaje fuera de tu dominio necesitas una nave hecha con la misma energía en la que tú vives; la misma energía que tú eres.

También me dijeron que esa energía única tenía que estar contenida para no fundirse con otras energías que pasaran por allí. Me dijeron que esa era una forma de protección. Así que muchos de los seres que viajan en estos ovnis son seres de luz. Muchos de ellos tienen también la capacidad de alterar su forma para amoldarse al entorno en el que se encuentran.

Dolores: ¿Hace ella eso con su cuerpo físico?

P: No, no. Es solo otra parte de ella la que viaja. (Una revelación). Y eso es así porque ella está íntimamente conectada con esas otras partes. Por eso siente que esas otras partes hacen otras cosas, pero de todos modos no tiene la visión completa del asunto. Ahora veo parte de ella viajando en una nave hacia un sitio que tiene unos pilares muy, muy altos. Son cristales y seres de energía. Y no es el lugar del que ella procede, así que por eso tiene que viajar en su propia energía para llegar allí. No sé qué está haciendo allí. De hecho, ni siquiera es «ella».

Dolores: ¿Entonces es otra parte de ella? (Sí). ¿Quieres decir que cuando ella se separó de la luz hogar, del lugar que es el hogar, se hizo trocitos diferentes?

P: Sí, hay muchos pedacitos diferentes.

Dolores: ¿Y uno de esos pedacitos es Pamela?

P: Son todos el mismo trozo; como cuando los rayos se separan del todo. Ese rayo puede ir entonces a muchos lugares diversos de distintos dominios para tener experiencias diferentes. Pero de alguna manera no puedo conectar con todos ellos. Simplemente sé lo que ocurre. Ella ha llevado puesta una han? da en la cabeza. La siento como algo tirante alrededor de la cabeza. (Hace movimientos con las manos, mostrando algo alrededor de la frente). Esta banda sella esa conexión. Es una conexión que sirve para que ella no vaya a otros lugares. Supongo que no debe ir a ninguno de esos otros lugares. Es solo para saber que hay otros lugares en los que se trabaja, otros lugares con energías que trabajan. Se supone que saber que todo va bien es un consuelo; saber que todo está en perfecto orden; que todas las partes están colaborando juntas y haciendo lo que tienen que hacer, y que pronto volverán a estar juntas. Ese es el mensaje, y es consolador.

Dolores: Tú sabes cómo son los humanos. Si no entienden algo, o bien lo temen o bien lo sacan de sus casillas y lo hacen más grande de lo que es.

P: ¿Y sabes por qué? Por las limitaciones que hay aquí. Creo que una vez que estás fuera del cuerpo eres quien eres y estás completamente conectado. Es como un tazón grande de sopa. Puede que seas una zanahoria o una patata, pero sigues siendo sopa y estás completamente conectado. Pero luego, cuando te sacan del tazón y te ponen en distintos platos o localizaciones, entonces estás separado del resto. No comprendes el todo y estás confuso. Entonces ya nada tiene sentido. Pero una vez vuelves a casa o volvéis a estar todos juntos otra vez, entonces sabes que todo va bien y que todo es tal y como tiene que ser.

Dolores: Entonces, cuando ella se acuerda de todas esas ideas acerca de los extraterrestres y de los ovnis, ¿es que simplemente recupera esos recuerdos o esas otras partes de sí misma?

P: Sí, eso es exactamente lo que ocurre.

Dolores: Ella se preguntaba por los implantes. ¿Sabes tú si tiene alguno en el cuerpo?

P: Sí, tiene implantes. Tiene uno en la sien y otro en el hombro derecho.

Dolores: ¿Quién se los puso? ¿O cómo llegaron allí, digámoslo así?

P: De hecho ya los tenía cuando entró en el cuerpo, y son energía del lugar del que ella procede. Siempre han estado allí. Ella se ha preguntado por ellos últimamente, pero sabe que son buenos.

Dolores: Sé por mi trabajo que otros seres les ponen los implantes a la gente por motivos diversos.

P: No, yo no creo que sean otros seres; son del lugar del que procede ella.

Dolores: ¿Qué propósito tienen?

P: Es información a la que ella puede acudir. Eso la ayuda a localizar portales, y de esa forma puede volver a casa.

Dolores: Parecía como si se los hubieran metido cuando llegó aquí para que no se perdiera. ¿Sería esa una buena forma de expresarlo?

P: Sí, sería una buena forma de expresarlo.

Dolores: ¿Para que no se perdiera entre lo físico, y para permitirle encontrar los portales para volver a casa?

P: Exacto. Son realmente buenos. Y también son un recordatorio de quién es ella. Me han dicho que cuando te pica y notas que los tienes es porque estás teniendo un contacto mayor con tu hogar. No creo que ella se dé

cuenta de eso.

Dolores: Yo veo a diferentes tipos de gente. ¿Pertenece ella a otra clase distinta de aquellos con los que be trabajado yo?

P: No, creo que tú ya has trabajado con muchos de nosotros.

Dolores: Por supuesto, me dijeron que no los juntara.

P: Eso es cierto. Resultan más eficaces cada uno por su cuenta.

Cuando se juntan, eso solo refuerza su necesidad de volver. Y tienen que quedarse aquí.

Dolores: Me han dicho que la energía podía diluirse si se ponía a unos en contacto con otros.

P: Se diluiría, sí.

Dolores: También me dijeron que conocería a muchos tipos diferentes, pero nunca estoy segura. ¿Entonces esto es ese tipo de energía?

P: Es un tipo diferente de energía. Son todos tipos de energía distintos. Todos nosotros procedemos de lugares diferentes; retenemos cosas diferentes que rio son más que partes del todo. Yo nunca me había encontrado con ninguna otra parte de la parte de la que yo procedo. Me parece que tú sí. Pero no creo que esas energías que están en este planeta Tierra tengan que entrar en contacto las unas con las otras, porque son más fuertes por separado.

Dolores: Me contaron una analogía; me dijeron que eran como las olas de un océano.

P: Eso es cierto. Van por caminos diferentes.

Dolores: Pero en cuanto se juntan todas las olas entonces su poder se diluye.

P: Entonces todas van por el mismo camino.

Dolores: Y por eso es bueno que yo las conozca, aunque no debo ponerlas en contacto unas con otras. (No, exacto). A pesar de que se sientan solas.

P: Yo no me he sentido sola en el cuerpo de Pamela. Me siento muy fuerte estando sola. Tengo más fuerza sola que cuando estoy con los humanos, porque ellos parecen estar muy dispersos. Están tan involucrados en lo que está ocurriendo en su planeta que se olvidan de quiénes son. Y el cuerpo de Pamela, cuando está solo, tiene recuerdos y sensaciones muy fuertes. Pero cuando se junta con otros humanos y empieza a hacer las cosas que hacen los humanos, entonces se ve atraída en direcciones en las que ella no está cómoda. Y por eso le gusta estar sola.

Dolores: Pero cuando ella vio la luz por primera vez quería volver Por eso pensé que se sentía sola.

P: Fue un sentimiento de desesperación; la idea de que apenas puedes aguantar un minuto más sin volver a casa. Hay muchos seres procedentes de distintas partes del cosmos que vienen a ayudar y dispersan la energía que hay aquí. Y hace mucha falta.

 

Capítulo 28. Habla otro aspecto (¿más elevado?)

 

La sesión siguiente la celebré como demostración en mi clase del Northwest New México College de Santa Fe, Nuevo México. Este instituto es único porque ofrece un curso de cuatro años sobre todas las distintas fases de la medicina alternativa y la curación natural.

Jane era una mujer joven y guapa que se había hecho famosa por su trabajo como curandera psíquica. Había nacido con muchas habilidades innatas que había sabido mantener y utilizar. No las había arrinconado y olvidado, como ocurre a menudo con este tipo de niños. Ella quería ante todo información sobre sus comienzos. Esta es otra pregunta común: «¿De dónde provengo?».

Por supuesto la respuesta es siempre la misma. La gente cree que viene de un cierto planeta que es su hogar, pero ese es solo un paso en nuestro largo viaje.

Todos provenimos del mismo lugar en el momento de ser creados por Dios (o la Fuente), y todos somos enviados para tener experiencias en nuestros viajes.

Además Jane quería información sobre el camino a recorrer en su vida.

Al salir de la nube ella estaba subiendo en lugar de bajar al planeta Tierra. Se movía entre las estrellas, y eso la hizo ponerse muy sentimental. Decía que se sentía como si hubiera vuelto a casa, «teniendo en cuenta de dónde provengo». Dijo que había echado de menos ese lugar y que era bueno volver a estar allí. Quería ir hacia el norte, y al hacerlo se vio rodeada de cristales en el cielo.

Entonces comenzó a moverse muy deprisa por el espacio; estaba llegando al lugar que buscaba. Vio venir embarcaciones en la distancia. «Son pequeñas y redondas, en negro y en plateado. Vienen a darme la bienvenida. En realidad no son de donde yo,  solo vienen a saludar». De pronto sintió que una de esas naves la succionaba. Y después ocurrió un fenómeno extraño que yo ya he visto en otras ocasiones. Yo siempre estoy preparada para lo más inesperado, porque para mí es habitual. Sin embargo puede resultar increíble para los alumnos de una clase. Surgió una voz nueva, y pareció como si yo estuviera

en comunicación con algún tipo de entidad que fuera a bordo de la nave, en lugar de hablar con Jane. Cuando ocurre esto yo siempre sigo la corriente.

 

Dolores: ¿Qué ves ahora que estás dentro?

J: (Confusa). No comprendo tu lenguaje.

 

Le di instrucciones para que fuera capaz de comprenderme y comunicarse conmigo. «¿Puedes acceder a la parte del cerebro de Jane que comprende lo que estoy diciendo? Verdaderamente me gustaría mucho comunicarme contigo. ¿Te parece bien eso?». Estuvo de acuerdo. Yo le dije que sabía que él no utilizaba el lenguaje sino que por lo general se comunicaba mentalmente. Sin embargo ambos teníamos que utilizar las palabras para comunicarnos. «Quiero que estés cómodo para que podamos comunicarnos.

¿Puedes hacerlo?». Él estuvo de acuerdo, así que comencé a hacer preguntas.

Dolores: Estamos buscando información. ¿Te parece bien que tú nos hables de este lugar? (Sí). ¿Es una nave pequeña?

J: Sí. Es muy pequeña, porque no voy a estar mucho tiempo aquí.

Se usa solo para ir y volver. Por dentro parece como un avión pequeño, solo que no tiene asientos. Tiene una especie de cocina de metal pequeñita. No sé cómo explicarlo. Se puede decir que ahí me hago la comida, pero en realidad no comprendo bien esa cocina.

Dolores: Si es una cocina, ¿es que tienes que comer algo?

J: Yo no tengo que comer,  No sé cómo explicar esto. Los hu manos lo llaman comida, pero nosotros creamos minerales,  no, esa no es la palabra correcta. Nosotros sencillamente creamos cosas que nuestras estructuras utilizan como energía. No puedo explicarlo. Simplemente lo siento, pero me han pedido que,  hay gente que necesita conocer esta información porque tiene que trabajar con la energía.

Le pedí que me hiciera una descripción de su cuerpo. «No me parezco a nada,

que yo sepa. No puedo verme a mí mismo. Siento como una energía,  los humanos lo llaman una órbita. No obstante nosotros podemos metamorfosearnos y adquirir formas distintas, dependiendo de adonde viajemos».

Dolores: ¿Lo haces cuando quieres, o solo cuando las circunstancias,  ?

J: Solo cuando es necesario. Nosotros no abusamos de nuestras

habilidades.

Dolores: ¿Tuviste un cuerpo físico alguna vez?

J: Sí, estoy muy familiarizado con el cuerpo físico. Yo no lo comprendo bien, pero conozco ese sentimiento de cuando era niño y mi cuerpo se convertía en energía, y yo simplemente desaparecía.

Dolores: Así que entonces tuviste un cuerpo físico una vez.

J: Sí. He tenido muchas formas.

Dolores: ¿Es esa la habilidad de vuestra gente? (Sí). ¿Pueden comenzar como un cuerpo físico y luego cambiar? (Sí). ¡Ah, eso es maravilloso! Así que cuando ya no necesitas el cuerpo, ¿te conviertes en energía sin más? (Sí). Bueno, ¿y qué haces como energía?

J: Enseñar a la gente. Hacemos muchas cosas. Hay mucho que hacer en el universo, porque los seres humanos han enredado muchas cosas.

Dolores: (Risas). Te creo.

J: Así que cuando ellos proyectan su energía fuera, nosotros tenemos que realinear las estrellas y expulsar sus gases. Yo no comprendo qué es esta energía que ellos proyectan. Son energías ajenas que entran en el universo y lo polucionan todo. Es muy perturbador.

Dolores: ¿Proviene de los humanos? (Sí). ¿Estás cerca de la Tierra? (No).  ¿Entonces es que llega muy lejos? (Sí). ¿ Y qué es lo que están proyectando, que es tan negativo? (Jane se echa a llorar). Es duro enfrentarse a ello, ¿verdad? Tienes que limpiar todo el caos. Tienes un trabajo importante. ¿Por qué te emocionas?

J: Ah, es que no entiendo por qué los humanos no comprenden lo que nos están haciendo. Están empleando mal su alquimia en el planeta. Están creando componentes químicos que se extienden por los diferentes universos, y eso es algo que no comprenden.

Dolores: ¿No se dan cuenta de que lo que hacen sale de los límites de su propio mundo?

J: Exacto.

Dolores: ¿De que repercute fuera, y tiene efectos en tu mundo?

J: Yo no tengo un mundo. Yo sencillamente pertenezco al universo.

Dolores: Pero una vez perteneciste a un mundo, ¿verdad?

J: Sí,  (Llorando). Antes de que quedara destruido.

Dolores: Cuéntame qué pasó.

J: Yo vivía en el planeta de cristales. Y los gases eran tan fuertes que disolvieron el planeta, así que tuvimos que construir una embarcación para poder marcharnos a algún sitio.

Dolores: ¿Por qué se disolvió?

J: Fueron los gases del mundo humano. Eran demasiado fuertes y lo disolvieron.

Dolores: ¿Los gases acumulados durante un período de tiempo?

J: Sí. Los gases destruyen muchos planetas, así que también tenemos que ir a rescatar a la gente; a muchos seres de otros planetas. Recogemos a seres diferentes.

Dolores: ¿Entonces esos gases destruyeron muchos planetas?

J: Sí, y siguen destruyendo planetas, y nosotros seguimos intentando,

Dolores: ¿Quieres decir que esa energía está todavía esparciéndose?

J: Sí. Nosotros no dejamos de filtrarla y de tratar de arreglarla, pero ellos siguen haciendo cosas que perforan la capa de ozono y que salen y,  (Suspiro profundo). Es muy perturbador. Tienen que ocurrir muchas cosas.

Dolores: Entonces dices que te marchaste de tu planeta cuando se destruyó.

J: Habíamos construido una embarcación para poder marchar nos y seguir haciendo nuestro trabajo. Y entonces nos dimos cuenta de que ya no teníamos planeta.

Dolores: ¿Tenías un cuerpo físico entonces, mientras ibas en la embarcación?

J: El cuerpo tenía una estructura.

Dolores: ¿ Y qué ocurrió para que decidieras no seguir siendo físico?

J: No nos hacía falta. En cierto sentido fue una bendición que perdiéramos el planeta, porque ya estábamos evolucionando en una dirección en la cual ya no necesitábamos un hogar. Y tampoco necesitábamos una estructura física para mantener la forma de la energía.

Dolores: Habíais evolucionado y estabais más allá de eso. (Sí). Entonces, ¿cuándo te convertiste en este ser de energía, en la órbita que eres ahora?

J: Eso fue después.

Dolores: ¿Te dijo alguien que tenías que realizar esa tarea?

J: Se decidió en el consejo. Bueno, no es solo tarea mía. Muchos de nosotros hacemos este mismo trabajo.

Dolores: ¿Te reuniste con el consejo?

.1: Me parece que más bien ellos nos entregaron las instrucciones.

Nosotros no los vemos. Solo nos comunicamos con ellos energéticamente, y ellos permanecen a nuestro alrededor.

Dolores: ¿Entonces estuvisteis de acuerdo en salir por todo el universo y corregir esas cosas que estaban pasando? (Sí). ¿Qué ocurrió cuando encontraste la energía que procedía de la Tierra ¿cómo la identificaste?

J: Era muy densa, de baja frecuencia, y ni siquiera comprendo cómo consigue entrar en estas dimensiones. Es casi negra, del color del humo, serpentea y se escurre por todas partes, pero no nos ha vencido. Limpiarla es sencillo. Se trata simplemente de que es una lástima tener que perder el tiempo de esta forma cuando hay otras tareas que realizar.

Dolores: Me estaba preguntando cómo es que se ha alejado tanto de la Tierra y ha llegado a esas dimensiones.

J: Sí, sale fuera de nuestra galaxia. Va más allá y se introduce en otros universos. Está muy extendida, pero nosotros sabemos que no es eso lo que pretendían los humanos. Sin embargo verlo resulta perturbador.

Dolores: Ellos creen que se queda en la Tierra y que solo se están haciendo daño a sí mismos.

J: Sí. Hemos cerrado muchas de esas puertas, pero por desgracia los seres humanos siguen sintiendo que necesitan a ciertos maestros. Los seres humanos sienten la necesidad de aprenderlo todo por las malas, así que invitan a esas energías a enseñarles la lección por las malas.

Dolores: Bueno, es un planeta de lecciones.

J: Sí, eso es cierto.

Dolores: ¿Has dicho que era fácil limpiar las energías negativas?, ¿cómo lo hacéis?

J: No sé la palabra adecuada para explicarlo,  rodeamos esas energías con un cristal líquido muy poderoso que es un tipo de energía. Lo abarcamos por entero y entonces hacemos diversos cálculos. Tenemos que comprobar su frecuencia y calcular qué otra frecuencia sería lo suficientemente fuerte como para disolverla. Y entonces se disuelve y vuelve al estado de energía, pero como ya te he dicho todo esto lleva mucho tiempo. Hay otras tareas en el universo que resultan mucho más beneficiosas para la colectividad.

Dolores: ¿Qué colectividad?

J: La totalidad del universo y de los habitantes del universo. Hay muchas otras especies, y eso los humanos no lo comprenden. Pero a nosotros nos gustan los humanos. Ellos son parte de nosotros, y eso lo descubrirán cuando abandonen sus cuerpos. Si lo supieran, se comportarían de otra manera. Son encantadores. Tienen buenas intenciones y todos ellos albergan amor en sus corazones; nosotros solo queremos que amen de corazón. Porque si amaran de corazón, entonces no crearían ciertas cosas ni ocurrirían otras.

Dolores: Porque se trata del amor, ¿verdad? Eso es lo único que importa.

J: Exacto. El Creador nos ama. Los humanos solo captan un atisbo del infinito amor que el Creador siente por ellos.

Dolores: Pero yo creo que esa es en parte la razón por la que están en la Tierra, para descubrir ese tipo de cosas.

J: Eso es verdad. No ven cómo los saludan los árboles sacudiendo las ramas, cómo les guiñan el ojo y les dicen hola. Simplemente los talan.

Dolores: No se dan cuenta de que todo está vivo. Creen que las cosas están ahí para su propio beneficio.

J: Así es.

Dolores: Si no tuvieras que perder tanto tiempo poniendo orden en el caos, ¿qué te gustaría hacer?

J: Ah, hay muchos proyectos. Hay muchos planetas esperando nacer, pero saben que ahora no es seguro nacer. Y hay muchas otras especies deseando formar parte del proceso de desarrollo dentro de la colectividad .

Dolores: ¿Entonces eso sería algo que tú podrías hacer?

J: Sí. Crear planetas es muy fácil, solo que destruirlos es igual de fácil. O alterarlos para que formen otras galaxias o formaciones que puedan servir a la colectividad.

Dolores: He hablado con otra gente como tú que ha creado planetas. Formáis parte del grupo de colaboración del Creador, ¿verdad? (Sí). ¿Lo hacéis con  energía?

J: Sí. Pero es más que energía. Si los humanos pudieran compren der. .. lo que nosotros pensamos, sucede.

Dolores: Por eso es por lo que los pensamientos son tan poderosos, ¿verdad? (Sí).

Quizá sea por eso por lo que los humanos no han llegado a ese punto.

J: Los seres humanos tienen muchos recursos en sus cerebros. Y si utilizaran su pensamiento y sus intenciones de una forma diferente, serían capaces de crear una existencia mucho más pacífica. Cuando nosotros creamos el planeta, lo creamos como un oasis. Se suponía que ellos no tenían que sufrir. Alguien les enseñó a sufrir,  no fuimos nosotros. Pero todos ellos comparten la profunda sabiduría de que sus cerebros son muy poderosos.

Solo utilizan una pequeña parte de su cerebro; una parte diminuta como un cacahuete, pero sus cerebros son muy grandes. Y si accedieran a toda la energía de sus cerebros, el planeta sería un lugar muy diferente. Pero ellos saben de hecho lo que está ocurriendo. Lo notan. Están en una transición. El planeta Tierra no va a ser destruido. Me gustaría mucho que ellos no se centraran en esto, porque se concentran en la energía negativa y por eso mismo la crean.

Dolores: Los seres humanos crean aquello en lo que se concentran.

J: Así es.

Dolores: ¿Eres feliz haciendo lo que estás haciendo?

J: Sí, realmente me gusta mi trabajo. Y digo «trabajo» porque es así como lo llamarían los humanos.

Dolores: Sí, así es como lo llamaríamos. Pero tú simplemente vas de un lugar a otro haciendo lo que tienes que hacer. (Sí). Es maravilloso que eso te haga feliz. (Sí).

 

Había llegado la hora de conectar con Jane. «¿Eres consciente de que estás hablando a través de un ser humano?».

 

J: Es extraño lo que siento. Es gracioso. Hay cierta obstrucción aquí.

Dolores: Por eso es por lo que tienes que utilizar un lenguaje. (Sí). ¿Te molesta eso?

J: ¿Usar un cuerpo humano?

Dolores: Para comunicarte conmigo.

J: No. Es necesario.

Dolores: Me gustaría aclarar algo. Quiero saber si tú eres ella, parte de ella, o qué. ¿Cómo lo percibes tú?

J: Ella es parte de nosotros.

Dolores: ¿Ella forma parte de tu grupo ? (Sí). Habíale a ella de ese grupo. Ella está buscando respuestas.

J: Ella ya sabe las respuestas.

Dolores: Sí, pero no las sabe conscientemente. ¿Puedes aclarárselo de modo que ella pueda comprender?

J. Sí. Ella está aquí para enseñar a la gente a crear. Para enseñarles a utilizar las energías del lugar del que ella procede.

Dolores: ¿Las energías del lugar del que tú procedes? (Sí). Ella en realidad eres tú, ¿no es así? (Sí). Eso es lo que nos resulta complicado cuando tratamos de expresarlo con nuestro lenguaje.

J: Sí. Eso la pone a menudo en una situación muy poderosa y ventajosa. En su existencia humana ella se encuentra con frecuencia en situaciones que la colocan en lo que tú llamas un «perfil alto». Pero la gente no comprende que ella simplemente quiere enseñarles cómo crear.

Dolores: Si eras feliz haciendo tus tareas allí, ¿por qué decidiste convertirte en humano?

J: Era necesario.

Dolores: Pero es restrictivo, ¿verdad?

J: Sí, y eso a ella no le gusta.

Dolores: ¿Qué ocurrió la primera vez que tuviste que convertirte en humano?, ¿te dijeron que lo hicieras?

J. Sí. Es difícil de explicar porque ella jamás quiso ser humana. Pero siempre ha aceptado sus asignaciones.

Dolores: ¿Quieres decir que no se presentó voluntaria?

J: Exacto.

Dolores: Porque hay voluntarios, ¿no?

J: Sí. Hay muchos en la «lista de espera» para entrar en este pla neta ahora mismo, como dirían los humanos.

Dolores: Pero ella no se presentó voluntaria.

J: No, no le gustan los cuerpos.

Dolores: (Risas). ¿Entonces es que simplemente le dieron una asignación, o qué?

J: Muchos de nosotros, muchas partes del todo con el que tú estás hablando, existen actualmente en otras dimensiones; ella eligió estar en el planeta Tierra. Pero hay muchas otras divisiones de seres como nosotros por todas partes ahora mismo.

Dolores: Creo que yo lo entiendo mejor que la mayoría de la gente porque yo comprendo que nosotros tenemos muchas partes. (Sí). No somos simplemente una parte. (Exacto). Así que ella puede estar existiendo como humana y al mismo tiempo existiendo como tú.

J: Exacto, así es. Pero ella tiene mucho que hacer, y comprende que hay una visión más grande. Ella tiene que introducir las frecuencias y las enseñanzas necesarias para que los humanos enfoquen su energía. Y reenfocar sus actividades cerebrales para que sirvan más al Creador y al universo. Y una vez abandonen sus cuerpos, lo comprenderán.

Dolores: Ah, sí, entonces estará muy claro. (Sí). ¿Pero de todos modos ella decidió aceptar estas asignaciones y convertirse en humana?

J: Sí. Ella jamás lo discutió. Por eso le dimos estas asignaciones tan difíciles. A ella le gusta. Le gustan los desafíos.

Dolores: Pero no es fácil cuando eres humano y tienes estas habilidades tan diferentes (sus habilidades psíquicas), ¿no es eso cierto?

J: Sí. Ella ha hecho todo lo que ha podido para que la gente se sintiera cómoda a su alrededor antes de enseñarles lo que está ocurriendo realmente.

Dolores: Bueno, la persona a través de la cual estás hablando es Jane. (Sí). ¿Ha vivido otras vidas en la Tierra? (Sí). ¿Hay alguna de la que ella tenga que saber algo?

J: No, ahora mismo no es necesario.

Dolores: Asi que la persona en la que se está centrando en este momento es la  más importante, ¿es eso?

J: Cierto.

Dolores: ¿Cuáles su tarea esta vez?

J: Ella tiene que enseñar a la gente, y hay muchos sanadores que necesitan recordar quiénes son y cuáles son las frecuencias que están trayendo aquí, cuáles son sus energías, de modo que puedan realizar sus tareas con todo su potencial.

Dolores: Parece una tarea muy importante. (Sí). Ella ha dicho que recuerda que incluso de pequeña era capaz de hacer cosas muy extrañas.

J: Sí. Ella solía comunicarse con nosotros desde la cuna. Debido a su asignación, ella nunca ha necesitado tener el mismo nivel de olvido que otros humanos.

Dolores: Porque la mayoría de la gente no recuerda nada de cuando eran bebés.

J: Así es. La mayoría de la gente prefería no recordarlo. Esas al mas son muy bellas, solo que los humanos no las reconocen como tales, pero tienen que entrar sin recuerdos de modo que puedan ser útiles para la gente que puede estar haciendo un servicio a este planeta.

Dolores: Y sin embargo ella recuerda que era capaz de hacer estas cosas incluso siendo un bebé. (Si). Y su familia era muy comprensiva.

J: Si, estaba involucrada.

Dolores: Y sin embargo ella tuvo que dejar en suspenso estas habilidades, si me permites decirlo así. (Sí). Porque para vivir como humana, primero hay que adaptarse. (Sí). Ella quiere saber si sería posible devolverle esas habilidades ahora.

j: Sí, ya es hora. Ella sabe cómo utilizarlas, pero tenía que conte nerlas porque había muchas energías de las que los humanos llaman «grises»

en el sistema escolar en el que ella estaba trabajando. Y ella sabía que ellos podían ver lo que ella podía hacer. Así que tenía qué contener esas habilidades para proteger esa información. Se estaba protegiendo a sí misma, pero también estaba protegiendo la información.

Dolores: Así que en ese momento tuvo que convertirse en humana y difuminarse. (Sí).

 

Yo sabía que la parte con la que estaba hablando sería capaz de responder a las preguntas que Jane quería saber, así que no hacía falta llamar al subconsciente. Esa parte estuvo de acuerdo conmigo; yo ya estaba hablando con él. A veces es difícil darse cuenta de esto; ser capaz de distinguir la diferencia entre un guía, otra entidad y el subconsciente. El guía o la otra entidad pueden no tener acceso al tipo de información necesaria, y a menudo son ellos los primeros que lo admiten.

A veces me dicen que debería llamar al subconsciente porque ellos no pueden responder a ciertas preguntas. Todo revierte en el hecho de que, de alguna forma, todos somos uno. Todas las otras partes de nosotros mismos más el subconsciente son parte, todas ellas, de la Fuente. Al principio parece que se trata del típico extraterrestre o alienígena asignado a una nave pequeña. Luego empieza a sonar más bien como el Ser Creador, y por último él mismo se identifica con otra parte de Jane. Así que ese con el que hablaba era muchas cosas, exactamente igual que nosotros. Y por todo ello yo sabía que conseguiría la información que quería Jane sin tener que llamar al subconsciente.

 

Dolores: Podemos hablar sin más y compartir la información, ¿no?

J: Sí, y tú eres una conductora maravillosa de toda esta información en la Tierra, así que te damos las gracias por todo lo que haces.

Dolores: Yo siempre trabajo con vosotros.

J: Sí, así es.

Dolores: Conozco vuestro poder y lo respeto. Pero si ahora la dejáis que vuelva a tener esas habilidades, ¿será bueno para ella? ¿Será seguro?

J: Sí, nosotros crearemos los mecanismos protectores alrededor de ella para que pueda sacarlas. Hay muchos humanos en el planeta ahora mismo que están esperando esa información a través de ella. Ya ha llegado la hora.

Dolores: Yo soy muy protectora, y ninguno de nosotros quiere hacer nada que pueda hacerle daño o que interrumpa su vida. Al fin y al cabo, Jane tiene que vivir aquí.

J: Eso es cierto. Por eso es por lo que hemos reestructurado sus átomos.

Dolores: Háblame de ello.

J: Ahora retienen más carbono y son capaces de retener más hidrógeno, así que su campo de energía admite esa capacidad de expandirse y esa fortaleza de esta energía.

Dolores: ¿Por qué había que reestructurar sus células?

J: Puedes imaginarte la cantidad de frecuencia que llegaba a través de ella. (Sí). Así que no queríamos que su cuerpo físico se destruyera.

Dolores: Esto mismo me lo han dicho otras veces. Algunas energías son tan fuertes que pueden destruir los cuerpos físicos.

J: Eso es cierto, y les ha ocurrido a muchos humanos.

Dolores: Muchas veces, cuando algún tipo de ser como vosotros intenta entrar, el cuerpo del bebé no es capaz de retener toda esa energía. (Sí). Se produce un aborto o el bebé nace muerto. Eso es lo que he oído. (Sí). Entonces  tenéis que volver a intentarlo haciendo ajustes, ¿no?

J: El feto está bien. Es la madre la que no está cuidando la energía que rodea al feto.

Dolores: Es demasiado para la madre. (Sí). ¿Tuvisteis que hacer algo con Jane cuando nació?

J: Ah, sí. Jane no entró en el bombo hasta los seis meses porque ellos estaban trabajando con su anfitriona. El cuerpo de la madre. Así que no pudo entrar en el útero hasta seis meses después.

Dolores: ¿Así que, por decirlo de alguna manera, el bebé se desarrolló seis meses antes de que ella probara a entrar?

P: Sí. Ella estaba ocupada haciendo otras cosas. No sé cómo explicarlo, pero en esencia el yo superior de cada ser humano

activa su propia sabiduría sobre cómo crear su propio cuerpo. Y cómo estructurar al feto a un nivel celular, de modo que la energía pueda entrar.

Dolores: De todas formas muchas veces estáis tan ocupados que no queréis entrar hasta el último momento.

J: Sí, y eso fue lo que hizo Jane.

Dolores: ¿Te refieres al alma, al espíritu que va a entrar?

J: Exacto. No entran sin más.

Dolores: ¿Estructuran el feto para que sea como ellos quieren que sea?

J: Sí. El feto siempre se estructura igual, y entonces queda preparado; está preparado para el alma que va a llegar, y esa alma entra.

Dolores: ¿Entonces ellos no manipulan ni alteran al feto?

J: Bueno, sí lo hacen, pero la madre necesita crear el,  el alma necesita formarse. A veces las energías o las almas le dicen a la madre que van para allá, pero luego están ocupadas haciendo otras cosas y se olvidan de entrar en el cuerpo.

Dolores: ¿Eso ocurre?

J: Sí, y entonces el bebé nace sin alma en el cuerpo, y eso es por que otras cosas tienen prioridad,  nada más.

Dolores: ¿Cómo puede existir un bebé sin alma en el cuerpo?

J: Bueno, el cuerpo humano de la madre está diseñado para enviar toda la sangre y todo el oxígeno a las células para crearlo. Y por tanto la sabiduría del cuerpo humano se hace cargo de la tarea de formar un feto real o la estructura física pertinente para que el alma entre.

Dolores: El cuerpo es una entidad separada, ¿verdad?

J: Sí. Y es casi como una fábrica de producción. Una y otra vez el cuerpo sabe cómo crear el feto. Por eso el alma puede confiar en que todo irá bien si llega tarde, porque el trabajo ya está hecho.

Dolores: Por eso es por lo que le digo a la gente que el feto vive fuera de la madre, y que la fuerza vital de la madre es la que lo mantiene vivo. Para que de este modo el alma no tenga que entrar en el bebé hasta el momento de separarse de la madre.

J: Cierto. A veces el alma entra y comprueba cómo va todo, y es entonces cuando se sienten las patadas y todas esas cosas. Y luego vuelve a marcharse otra vez, y entonces la madre no siente las patadas porque el alma llega y se anuncia a sí misma, y ejerce parte de su propia imprimación, y luego vuelve a marcharse. Por supuesto, el alma puede estar en muchos sitios diferentes al mismo tiempo.

Dolores: Eso es lo que le digo a la gente. No tiene que permanecer en el cuerpo mientras no esté separado de la madre. (Sí). Pero luego tiene que estar ahí, o de otro modo el bebé no sobreviviría. (Sí). Pero tú has dicho que había que reestructurarlo todo para que Jane pudiera manejar esta energía. (Sí). Y además ella tiene los recuerdos de esas habilidades de cuando era niña. (Sí). ¿Y ahora va a ser capaz de manejarlas? (Sí). ¿Cómo vas a reactivarlas?

J: Entraremos esta noche en su sueño y se lo recordaremos. Le recordaremos cómo trabajar con ellas con seguridad y cómo mantenerse alrededor de otros seres humanos mientras las utiliza. Le recordaremos cómo se enseña y cómo se usa con seguridad. Es muy poderosa, ya lo sabes. Ella está preparada.

Dolores: ¿Qué habilidades le vas a devolver primero?

J: Bueno, lo que ella necesita verdaderamente es estar en muchos lugares al mismo tiempo. Así que eso será lo primero que maneje y luego enseñe.

Dolores: ¿Te refieres a la bilocalización de la que hablaba ella?

 

Esta era otra de las habilidades que ella recordaba haber tenido de pequeña. Podía mover su cuerpo físico instantáneamente de un lugar a otro simplemente con pensarlo.

 

J: Sí. Pero es más que eso. Ella viaja mucho al futuro, y de hecho ya está preparando su futuro. Eso se producirá con más frecuencia, y habrá muchos viajes a muchos países simultáneamente, en donde preparará las condiciones para cuando ella llegue para proporcionarles la información que necesitan.

Dolores: ¿Y la gente la verá como a un ser humano sólido?

J: Sí, sí, ella tomará diferentes formas.

Dolores: ¿Quieres decir que no viajará con la bilocalización como espíritu?

J: No,  bueno, a veces. Depende de adonde vaya y de hasta qué punto necesite difuminarse.

Dolores: ¿Entonces esa gente la verá como un ser humano físico? (Sí). En su cuerpo, como Jane, ¿será ella consciente de que hace todas estas cosas?

J: Sí. En realidad ya lo está haciendo. Solo que ahora no es consciente.

Dolores: Pero ahora ya puede saberlo, ¿no?

J: Sí. Ella siempre está ayudando a la gente.

 

Una de las preguntas de Jane era acerca de la sensación de que algo la visitaba de noche. Parece ser que se trataba de diferentes tipos de seres.

J: Ah, esa es una de sus muchas asignaciones. Teniendo en cuenta lo que ella hace en el universo, la gente tiene que ir a revisar con ella lo que está haciendo y enseñarle cómo va con sus respectivas asignaciones, y pedirle que participe o que les ayude en alguna área.

Dolores: Ella dice que a veces le molesta.

J: Sí, bueno, pero a ella le gusta estar ocupada.

Dolores: Jane dice que a veces ha notado que faltaban ajustes.

J: Sí. Abandonar el cuerpo resulta un reto para ella, por eso tenemos que estar siempre ajustándolo, para que cuando ella vuelva se acuerde de que está en un cuerpo. Y eso lo hacemos de noche.

Dolores: Si ella lo comprendiera todo sería más fácil. (Sí). ¿Qué otra habilidad queréis devolverle? ¿Queréis que las domine todas de una vez?

J: Las aprenderá todas simultáneamente. Hay mucho movimiento a su alrededor y ella tiene que aprender a mover las cosas fácilmente, porque así desperdiciará menos energía al tratar de mover las cosas a su alrededor. Ella puede moverlas antes de llegar.

Dolores: ¿Te refieres al poder de levitación que tenía de pequeña? (Sí). Explícame qué quieres decir.

J: Ahora veo una imagen de ella en su vehículo, y a veces hay obstáculos en la carretera o hay otros vehículos en el camino. O se producen situaciones en el camino por el que ella transita que la ralentizan o impiden que llegue adonde tiene que llegar. Y esos hay que eliminarlos.

Dolores: ¿Y entonces ella los verá y podrá eliminarlos? (Sí). Ese es un talento muy interesante.

J: Sí, lo es. A veces ella se olvida de que su coche no es una nave espacial. (Yo me río). Ella conduce deprisa. Tiene algunos proyectos grandes.

Hay algunos volcanes en lo que los humanos llaman la «zona de Hawái» que están a punto de erupcionar, pero todavía no es hora. Así que ella tendrá que trabajar con ellos para que vayan más lento. Ese tipo de movimientos.

Dolores: ¿En serio? ¿Esas son las asignaciones que le proporcionáis de noche?

(Sí). ¿ Y las lleva a cabo mientras duerme? (Sí). ¿De modo que así no tenga un recuerdo consciente?

J: Se acordará. En algún momento tenemos que permitirle des cansar.

Dolores: Sin duda. No queremos que se agote.

J: Exacto.

Dolores: Entonces, cuando lleve a cabo esas asignaciones, ¿se acordará? (Sí). Pero no tiene por qué contárselo a todo el mundo, ¿verdad?

J: Jamás encontraría las palabras adecuadas para describirlo.

 

Le hice unas cuantas preguntas más. Una de ellas era si Jane tenía que mudarse de Canadá.

 

J: Ella tiene que mudarse. Pero todavía no es el momento. Donde ella vive hay mucha energía muy fuerte que hay que disolver. Hay mucha energía tóxica en el ambiente de la ciudad. Mucha contaminación. Le recordaré cómo se disuelve y cómo filtrar el aire, pero ella sabe,  ella ve la aparición de esos productos químicos que se forman sobre la ciudad. Y ve a los grandes ángeles que sobrevuelan la ciudad cuando ella llega en coche.

Dolores: ¿Es esa una de sus tareas?

J: Sí. Allí hay mucha polución,  y mucha polución también en el agua.

Dolores: Así que tiene que hacer todo eso antes de abandonar Canadá. (Sí). Ella quería saber cuál sería el mejor lugar para ir,  el lugar ideal para ella.

J: Debería ir a Seattle. Allí la gente la entendería. En esa tierra hay todavía mucho trabajo de reparación que hacer. Hay partes que se preparan para hundirse. La energía las sobrepasa. Ella se mudará allí dentro de un año más o menos, contando en tiempo humano. Nosotros la enviaremos a las áreas de la costa. Allí hay mucho que hacer. Ella quiere contactar conscientemente con nosotros. Nosotros estamos preparando una serie de encuentros con ella en su cuarto de estar. Lo que ella quiere es vernos, porque nos echa de menos. Y su cerebro humano no entiende que nuestra estructura no tiene forma. Pero le gustará vernos, y por eso iremos de vez en cuando.

Elegiremos una forma con la que ella esté cómoda.

En el plano físico le hicimos un escáner corporal. «La química no está equilibrada. Las hormonas. El sistema endocrino se está restaurando ahora. Ha trabajado en exceso. Tenemos que conseguir que se ralentice. Hay tantos médicos mal informados que le han tratado la columna vertebral que tendremos que realinearla también. Esos médicos trabajaban con un tipo de cuerpo diferente al que están acostumbrados. Por eso ahora nosotros lo estamos ajustando, pero esto nos llevará días. Ella no debería permitir que nadie más trabaje con su cuerpo. Los otros sanadores no comprenden este cuerpo. Y además ella no se da cuenta de que está tomando las energías de otras personas. Jane tiene que protegerse el estómago. Tiene esas sensaciones aquí. (Ellos se ocupan de ellas). Hemos creado una barrera energética en el área del estómago para protegerla de las energías de las personas con las que ella trabaja».

Mensaje de partida: Estamos muy orgullosos de ella y sabemos que trabaja muy duro. Tiene una tarea importante que hacer, pero ella ama a todo el mundo. Estamos encantados con el trabajo que está haciendo.

Dolores: Íbamos a entrar en otras vidas pasadas, pero tú dices que no son importantes, ¿no?

J: No. Ella ha integrado toda su realidad multidimensional. Esta vida es la más importante.

Dolores: ¿Así que nos mostrasteis la órbita porque esa era una de sus principales energías? (Sí). Y no he tenido que pedirte que te presentaras. (No). Tú sabías qué íbamos a hacer, ¿verdad?

J: Exacto.

 

Capítulo 29. Asesinato de un maestro.

 

Loretta era masajista terapéutica cuya principal preocupación eran los innumerables recuerdos de experiencias con extraterrestres. Quería saber si eran solo sueños o habían sido reales. Hay que esperar siempre lo inesperado, y de hecho la sesión tomó otros derroteros muy interesantes. Loretta no perdió el tiempo. Nada más entrar en trance se dirigió inmediatamente a una enorme pirámide en Egipto. Vio una puerta enorme abierta en la pirámide y entró sin vacilar por aquel túnel oscuro. Pasó por delante de salas a las que sabía que no le estaba permitido entrar y siguió adelante. En respuesta a mi pregunta me dijo que era una mujer joven con el pelo negro y largo. Su voz parecía rota, como si estuviera triste y asustada. «Hay todo un sinfín de sentimientos. No tengo miedo. Es energía. La siento en el plexo solar. Creo que siento la energía de la pirámide,  Hay una escalera. Se supone que tengo que subir por ella y entrar en esa sala. Así que estoy en esta sala y aquí, delante de mí, hay dos estatuas grandes de dos gatos negros. Son los guardianes de la puerta. Parece que allí al fondo hay luz, pero junto a la puerta está todo negro. Quiero saber qué hay ahí. Hay una antorcha. Voy a cogerla y a mirar,  Bueno, hay otra puerta. Cojo la llave y abro la puerta. No veo una sala. Veo una luz púrpura por todas partes,  Quiero preguntar si esta luz trae un mensaje. Dice: “Sabiduría de los años”. Ella dice que eso es todo,  sabiduría de los años. Es una luz púrpura que he visto antes. La veo a menudo cuando viene; esta luz púrpura imparte la sabiduría de los años».

Dolores: ¿Cómo la imparte?

L: Sabiendo simplemente,  a veces sé respuestas. Sé cosas y no sé cómo las sé.

Dolores: ¿Le pides la información a esa luz?

L: No la pido. Viene. Yo nunca sé lo que me va a decir.

Dolores: ¿Yqué es lo que quiere que sepas hoy?

L: Viene del templo. (Incrédula). Viene de un templo,  esas son las palabras que me llegan, pero estoy en una pirámide. ¡Ah! Es un templo construido dentro de la pirámide.

Dolores: ¿Estás conectada de alguna manera con el templo?

Loretta acababa de enterarse de que la puerta protegida por los dos gatos negros se abría a un templo. La luz púrpura procedía de él. Vio que su tarea consistía en trabajar con los muertos.

L: Ahí hay una losa con un muerto encima, y yo voy a preparar el cuerpo.

Dolores: ¿Qué haces cuando preparas el cuerpo?

L: Escarabajos,  algo con los escarabajos. Meto escarabajos en el cuerpo.

Hay jarras, y en esas jarras hay diferentes plantas secas. Yo se las pongo al cuerpo cuando lo envuelvo.

Dolores: ¿Por qué haces todo eso?

L: Es un honor preparar los cuerpos para las tumbas.

Dolores: ¿Las tumbas están en el mismo sitio?

L: No. (Empieza a ponerse sentimental). Es como si yo preparara los cuerpos y ellos vinieran y se los llevaran.

Dolores: ¿Y por qué eso te hace ponerte sentimental?

L: Porque me parece terriblemente triste. No quiero hacer esto.

Dolores: ¿Por qué es triste?

L: Por algo que tiene relación con los escarabajos.

Dolores: Yo creía que estabas triste porque había muerto una persona.

L: No. Eso no es malo. Creo que los escarabajos se arrastran por todo el cuerpo para comérselo.

Dolores: ¿Están debajo de las vendas?

L: Sí. Eso debe formar parte del proceso. Ahora mismo veo,  están moviéndose por encima del cuerpo. No sé si están dentro del cuerpo.

Dolores: ¿Pero por qué te pone triste si forma parte del proceso?

L: Me hace llorar. Me pregunto si el cuerpo está muerto de verdad. ¿Me traerían a alguien que no estuviera muerto? Quizá me traigan a gente para que la envuelva y la entierre en una tumba cuando no están realmente muertos.

Mmm,

Dolores: ¿Puedes saber si están muertos solo con mirarlos?

L: No. Creo que es como un coma. Pueden estar en un estado parecido al coma y yo no lo sabría.

Dolores: ¿No respirarían? (No).

Loretta tuvo una intuición repentina que le resultó muy desagradable. «¿Y si eso,  Quizá no se trate de que yo arregle los cuerpos. ¿Puede que alguien me esté arreglando a mí, y yo esté sobre la mesa? Creo que es eso». De pronto se enfadó y se asustó mucho. Yo le aconsejé de inmediato que tratara de sentirse bien. Le dije que si quería sería capaz de observar la escena objetivamente, y que podría hablar de ello. «Me han envuelto a pesar de que todavía estoy viva,  (Atormentada),  y me han puesto los escarabajos encima. Me han metido en una tumba. ¡Pero no estaba muerta! (Llorando),  ¿Creían que estaba muerta?». Loretta comienza a respirar agitadamente.

 

Este tira y afloja adelante y atrás acerca de si ella era el observador o era el personaje principal es típico de la protección que ejerce el subconsciente para asegurarse de que no se le dan más recuerdos a la persona implicada de los que sea capaz de asimilar. Decidí llevármela hacia atrás, antes de que ocurriera todo esto. Era una forma de sacarla de aquella situación difícil y de descubrir cómo había llegado a ella. Ella comenzó a describirse a sí misma. «Me veo la cabeza por detrás y tengo el pelo negro y largo. Soy esa joven que he visto antes. Llevo algo dorado en el pelo. Me están diciendo: “Por el bien de la gente”. Mmm,  No tiene sentido. «Te enterraremos en una tumba por el bien de la gente”».

 

Dolores: ¿Por qué? ¿Cómo va a ayudar eso a la gente?

L: Parece ser que soy una mujer joven excesivamente franca, y esto les enseñará a las mujeres a no ser así. Dando ejemplo. Yo era demasiado directa. Trataba de enseñarles la forma en que vivo mi vida con mi ejemplo, así que van a hacer un ejemplo de mí. Veo la luz púrpura. Me veo de pie delante de un hombre y él me dice que quieren hacer un ejemplo de mí. Y ahora ya no me veo. Veo la luz púrpura.

Dolores: ¿Pero tú has dicho que les estabas enseñando con el ejemplo?

L: Sí, yo era un buen ejemplo. Este hombre no quería que yo enseñara nada. (Desafiante). Pero si estuviera enseñando algo malo, ¿cómo es que veo la luz púrpura? Veo cómo me arrastran. Dos hombres,  cada uno tira de un brazo, arrastro los pies. Me dan un golpe a un lado de la cabeza. Eso fue lo que me hicieron. Supongo que me han dejado inconsciente. ¡Entonces me llevan,

me ponen los escarabajos y la hierba seca, me envuelven y me meten en una caja\ Creen que estoy muerta. ¡Me han enterrado viva!

 

Todo esto era demasiado triste para ella, pero yo tenía que recordar que el subconsciente jamás le muestra a una persona nada que ella no pueda asumir. En muchos casos el subconsciente se ha negado a hablarle a mi cliente de la violencia o de las cosas más horribles de sus vidas pasadas, porque no quería perturbarlos. En este caso debía haber pensado que era importante para ella conocer esta información tan desagradable. La aparté de esa escena para que no tuviera que seguir sintiendo esa emoción. Pero yo seguía queriendo descubrir el motivo de ese castigo. ¿Qué había hecho para merecer una muerte tan drástica? «¿Eras maestra?».

L: Enseñaba magia. La magia es buena. Tenía que ver con los enormes gatos negros,  Veo lo que ocurrió en ese lugar. Había un círculo de mujeres en el templo con los dos gatos. Yo enseñaba en círculo y creo que es posible que les enseñara lo que la luz púrpura me enseñaba a mí.

Dolores: ¿Has dicho «la sabiduría de los años»?

L: Sí. A los hombres no les gustaba.

Dolores: ¿No querían que las mujeres supieran estas cosas? (Así es). ¿Por eso decidieron matarte?

L: Sí. Cuando haces estas cosas,  mira lo que te pasa.

Dolores: Querían asustar a las otras. (Sí). Bueno, ahora estás fuera de ese cuerpo y puedes ver toda esa vida entera desde otra perspectiva. Todas las vidas tienen un propósito. ¿Hay algo que aprendieras en esa vida?

L: Yo enseñaba lo que creía que era correcto y me metieron en una caja y la sellaron.

Dolores: ¿Entonces qué crees que has aprendido?

L: A luchar con más fuerza la próxima vez, quizá, por aquello en lo que creo.

Dolores: ¿A pesar de que te asesinaran por ello?

L: Se trata o bien de luchar con más fuerza por lo que creo, o bien de decir que has muerto por nada. No me gusta morir por nada. Pero tampoco comprendo por qué tiene que ser una pelea.

Dolores: ¿Crees que es eso lo que la vida trataba de enseñarte, que tienes que luchar por lo que crees?

L: Sí, porque ya han hecho lo peor que se puede hacer. Uno de mis dichos favoritos es: «¿Qué tengo que perder?».

 

Cuando intenté llevármela de esa escena para tratar de encontrar otra vida, Loretta se vio a sí misma volando por el espacio sin cuerpo. Solo sentía la sensación maravillosa de ser energía. Se trataba de un lugar apacible en el que se sentía alejada de todo. Yo intenté sin éxito llevarla a otro lugar. «No veo más que energía por todas partes. Va en burbujas. Burbujas púrpura,  púrpura oscuro, gris y naranja. Parece que estoy en un mundo de luz. Hay mucha energía. Sigo en este mundo de energía con estos colores que vienen hacia mí».

 

Dolores: ¿Tienes que utilizar esa energía de algún modo?

L: Me han dicho que sí. Que use esta energía,  esta luz coloreada. ¿Pero cómo voy a usar esta energía?,  ¿con mis ojos? ¿Cómo lo hago?,  ¿solo mirando y siendo? ¿Así de fácil? Sí, así de fácil. Yo proyecto la energía con los ojos. Me están enseñando a enfocar.

Dolores: ¿Adonde va cuando tú enfocas la vista?

L: A la persona con la que estoy trabajando. Yo trabajo con gente mayor. También con gente joven. Trabajo con gente en la calle.

Dolores: ¿Solo mirándolos?

 

Obviamente, Loretta pertenecía a la segunda oleada.

 

L: Sí. La gente viene a mí y me habla, pero no sabe por qué. Es para que yo los mire.

Dolores: Eso no requiere ningún esfuerzo, ¿verdad? (No). ¿Sabías que estabas haciendo esto?

L: Puede que lo pensara últimamente. Sé que hago muchas más cosas con los ojos, sobre todo con la gente mayor, porque mis ojos les llaman la atención y entonces me escuchan.

Dolores: ¿Es de Loretta de quien estamos hablando? (Sí). ¿Entonces has entrado en el cuerpo de Loretta? (Sí).

 

Entonces la voz cambió y alguien se identificó a sí mismo como una persona o algo procedqpte de una nave, nave que dijo que era de ella. Comenzaron a dirigir energía hacia el cuerpo de Loretta para curarla y hacerle más fácil concentrar la energía con la que ella trabajaría.

 

L: Ella mira a la gente y entonces todos se encuentran mejor, ya se trate de un asunto físico o mental. Ella trabaja con gente y ellos ni siquiera se enteran, pero se ponen mejor. Ella lleva tiempo haciendo esto, solo que no lo sabe.

Ahora es mejor que lo sepa, porque esta es su tarea. Seguirá viajando, conociendo a gente. Un poco como el viento. El viento toca a mucha gente. Y es muy fácil. No tiene por qué ser fuerte. Ella va adonde la envía su espíritu.

Ah, ahí hay algo más grande. Ella trabajará con otra luz. Esta otra luz es dorada y brillante. Abre a experiencias más amplias,  más anchas.

 

Le pedí más información acerca de la nave. «¿Por qué se interesa por Loretta?».

 

L: Dice: «Tú eres mi hija. Trabajarás con los ojos. Tú eres hija de la luz».

 

Cuando le pedí más información acerca de la nave, se estancó. Ella parecía tener miedo, y eso anulaba la comunicación. Así que llamé al subconsciente y le pregunté por qué había elegido la vida que acabábamos de ver.

 

L: No todos tienen que ser así. Hacer eso estuvo mal, y ella no tiene que volver a hacerlo otra vez. Ella cree que siempre la castigan por decir la verdad. (Entonces comenzó a hablar en primera persona, lo cual significaba que Loretta estaba tratando de interrumpir). Yo creo que fui castigada en muchas, muchas vidas, y quizá ahora no sé cómo aceptarlo en esta vida.

Traté de sugestionarla positivamente para que soltara todas esas cosas que le habían pasado en esa vida, de modo que ya no tuvieran importancia para ella.

Esto me llevó un tiempo, durante el cual estuve repitiéndole una y otra vez que soltara, hasta que ella exclamó: «Lo he visto. ¡He visto cómo se soltaba esa energía!».

Entonces volví a mi pregunta y puse de relieve que ella tenía que

permitir que el subconsciente me contestara.

Dolores: Ella recuerda un incidente que ocurrió hace años, cuando vivía en Edmond, Oklahoma, y vio a unos seres en su habitación. Ella quería saber qué le ocurrió esa noche. ¿Puedes contárselo?, ¿fue un suceso real?

L: Sí. Fue un amigo, que fue a buscarla. «He vuelto para llevarte a casa un rato».

Dolores: ¿Adonde la llevó?

L: A un planeta azul. Un planeta en el que había árboles y hierba, pero mirándolo desde el espacio exterior parecía azul. Y también había una ciudad. Ella la llama la Ciudad Dorada. La gente era feliz. Hicieron una fiesta para celebrar su vuelta a casa. Ella llevaba tiempo fuera.

Dolores: ¿Si era tan feliz, por qué abandonó ese lugar?

L: Supongo que para ayudar,  para presentarse voluntaria para ayudar al universo. Ella se presentó voluntaria para ser humana.

Dolores: i Cómo iba a presentarse voluntaria para ayudar ?

L: Siendo humana. Ayudando con su energía.

Dolores: Aquella noche, cuando comenzó la experiencia, ella vio algo que parecían triángulos.

L: Sí. ¡Triángulos blancos brillantes! Vuelve a la nave espacial. De vuelta justo a la nave espacial en un rayo de luz. Los triángulos están en el techo.

Son energía. Es la energía que se necesitaba para que ella atravesara el túnel,  a través de un agujero de gusano.

Dolores: ¿Para llevarla de vuelta a hacer una visita?

L: Sí, y estaban hechos de luz blanca. Los triángulos eran la fuente de energía. Y "además en sí mismos eran seres de luz. Eran seres de energía. Me llevaron de vuelta a la nave que proyectaba el rayo de luz sobre mi cabeza.

 

(Loretta comienza otra vez a intervenir). Yo no creo que esas naves sean buenas. Quieren trabajar conmigo. Recuerdo estar tumbada en una mesa realmente fría, sin ropa. Ellos estaban todos alrededor de la mesa.

 

Dolores: Pregúntales por qué estás ahí.

L: Estamos tratando de ayudarte. ¿Ayudarme a qué? (Les pregunta ella). Vosotros, chicos, tenéis que hablar conmigo. Ellos no conocen mi lengua. ¿Qué quieres decir con eso de que no conoces mi lengua? Te oigo. Ellos dicen que estaban tratando de ayudarme. Yo no creo que estén tratando de ayudarme. Me tenían tumbada, sujeta. Eso no es ayudarme. (Desafiante). ¿Por qué me están metiendo una sonda por la nariz hasta el cerebro? (Molesta). ¿Quieres que te lo haga yo a ti?

Dolores: Cuéntale a Loretta por qué está pasando eso. Explícaselo. Ella no te tendrá miedo si se lo explicas. A los humanos les gusta que les expliquen las cosas.

L: Retorciendo la pituitaria,  ¿retorciendo?

Dolores: ¿Por qué hay que retorcerla?

L: No es lo suficientemente grande,  más conocimiento.

Dolores: ¿Quieres que ella recupere parte de los conocimientos que tenía antes?

L: Sí. Ayudar a la gente.

 

Nos explicaron que no eran ellos los que le enviarían el conocimiento a Loretta. Procedería de otro sitio, pero la pituitaria tenía que ser lo suficientemente grande como para albergarlo. Entonces ella volvió a molestarse. «Me han insertado algo por la vagina. ¿Óvulos? ¿Quieres óvulos?».

 

Dolores: ¿Por qué queréis óvulos?

L: ¿Embrio,  salvar,  para ella? ¿Los están guardando para mí?

Dolores: ¿Por qué tenéis que guardarlos para Loretta?

L: Una vida diferente. El futuro,  la vida futura.

Dolores: ¿Por qué hay que guardarlos para esa vida futura?

L: La biología ahora es importante.

Dolores: ¿Qué quieres decir? ¿Es que ella no será capaz de producir sus propios óvulos en una vida futura?

L: No como estos.

Dolores: ¿Qué tienen de diferente?

L: Las cosas cambian,  mutan,  transmutan,  mutación.

Dolores: ¿Te refieres a lo que son ahora o a lo que serán, o qué?

L: Ahora,  las cosas son diferentes ahora. Los óvulos son diferentes ahora.

Dolores: ¿Están cambiando? (Sí). ¿Y tú quieres guardarlos?

L: Sí. Puede que no vuelvan a este estado.

Dolores: ¿Están cambiando para bien, o se están haciendo cada vez peor o qué?

L: Pero no,  solo diferente. Los utilizaremos más adelante.

Dolores: ¿Así que en el futuro no fabricará óvulos como este?

L: No, como este no.

Dolores: ¿Y qué está provocando el cambio de los óvulos?

L: La vibración.

Dolores: Sé que las vibraciones están cambiando el cuerpo. (Sí). ¿Y también están cambiando los óvulos?

L: Sí,  El ADN está cambiando.

Dolores: Pero ella ya no puede tener hijos. ¿Supone eso alguna diferencia?

L: Ella no va a tener hijos en esta vida.

Dolores: ¿Pero sus óvulos siguen siendo viables?

L: Deben serlo.

Dolores: ¿Y por eso os lleváis los óvulos y los guardáis? ¿Es eso lo que quieres decir? (Sí). ¿Para poder implantárselos en una vida futura? (Sí). ¿Y qué tendrán de malo los óvulos de esa vida futura?

L: No tendrán nada de malo,  solo que son diferentes. Este parece un momento especial para llevar vibraciones realmente altas. Eso hace cambiar las cosas,  hace que las cosas retengan su poder mejor.

Dolores: ¿Y en el futuro los óvulos no tendrán una vibración tan alta?

L: No para ella. Ella no producirá óvulos en el futuro.

Dolores: ¿Dejará todo el mundo de producir óvulos, o solo ella?

L: No sé qué decir, realmente. Ella no los producirá. Ella tiene que hacer algo diferente en el futuro, y los niños serán diferentes,

los procesos serán diferentes, no como ahora en la Tierra. Así que estamos guardando sus óvulos para trabajar con ellos más adelante dentro de este proceso nuevo.

Dolores: ¿Y el la entonces comprenderá?

L: Sí, ella comprenderá. Ella lo sabrá en ese tiempo.

Dolores: ¿Tendrá un cuerpo físico?

L: Probablemente no.

Dolores: ¿ Utilizaréis los óvulos para crear otros seres humanos?

L: Otros híbridos,  no humanos. Será un híbrido con una vibración muy alta.

¡Quizá en una Tierra nueva!

Dolores: Eso suena importante.

L: Sí. Hay un grupo dedicado a cosas como esta. Ella forma parte de él,  del grupo.

                  

Mensaje de partida: Ámate a ti misma. Ámate a ti misma. Nosotros te amamos.

 

Capítulo 30. Bombardeo de información.

 

Evelyn era una enfermera que trabajaba con pacientes moribundos. Albergaba una gran compasión y disfrutaba haciendo ese tipo de trabajo. Sin embargo quería averiguar algo acerca de un incidente sospechoso relacionado con un ovni. Recordaba a un ser que la había visitado de noche en su dormitorio, y eso era lo que quería explorar durante la sesión. También tenía recuerdos irracionales como el de ver a extraterrestres en una incubadora o tumbados, en animación suspendida. Nada más entrar en trance yo la llevé de vuelta a su casa en el día del supuesto incidente, justo antes de irse a la cama (con la técnica que yo llamo del acercamiento «por la puerta de atrás»). Evelyn describió su apartamento diminuto y dijo que a su garito y a su perrito les gustaba dormir con ella en la cama grande. «Al perro, un mestizo de cocker spaniel y poodle, lo sacamos del refugio, y el garito no tenía hogar. Ahora ya hace años que lo tengo. Los dos tienen una buena casa. Están malcriados». Esa noche Evelyn estaba inquieta y tenía problemas para conciliar el sueño, a pesar de haber pasado ya la medianoche. Entonces ocurrió algo que hizo de aquella noche algo diferente. «Una figura entra en casa por el techo. Estoy asombrada. Los animales la han visto, pero no pueden hacer nada». Le pedí que me hiciera una descripción, y entonces ella describió a dos seres. «Tienen brazos largos,  como los brazos humanos, llevan ropa,  trajes negros,  y camisas negras,  zapatos negros».

 

Dolores: Se confunden con la habitación oscura, ¿no crees? ¿Cómo son los rostros?

E: Casi humanos, pero no son humanos, tienen ojos negros redondos, como los humanos, pero más grandes. No sienten emociones. No hablan. No sonríen. No parecen enfadados. No tienen aspecto de nada en concreto,  solo un rostro,  pelo corto negro.

Dolores: ¿Qué ocurre?

E: Me tira del brazo,  del brazo derecho, pero me ha cogido por un mal sitio o algo así. Me hace daño. (Traté de sugestionarla para que no le molestara).

Es fuerte,  él es muy fuerte. Tira de mí por los dos brazos. El que está al otro lado es más cauteloso, supongo, pero el de la derecha,  me tira del brazo,  y además yo peso. Subimos y atravesamos el tejado.

Dolores: Deben ser muy fuertes si pueden hacer eso.

E: No hace falta que sean fuertes. No funciona así. Tiene algo que ver con la gravedad. Ellos saben cómo hacerlo.

Dolores: ¿Entonces subes hacia el techo?

E: No, ya estamos encima del tejado.

Dolores: ¿Qué has sentido cuando atravesabas el tejado?

E: Ha sido gracioso. Al atravesarlo te haces uno con el tejado. Puedes sentir de qué está hecho, y parecen como burbujas de aire o algo así. El techo se

convierte en algo diferente. Casi como una pintura, como si no existiera en realidad.

 

He relatado muchos casos similares en Los custodios. Al principio a la gente le resulta confuso descubrir que pueden atravesar el techo. El extraterrestre me explicó que hay que romper la estructura molecular de la persona para que concuerde con la estructura del objeto a atravesar. En cada uno de estos casos la persona va acompañada siempre por dos seres, uno a cada lado.

Parece como si fuera necesario para ayudarlos a pasar a través de objetos sólidos con el objetivo de dirigirse a la nave.

E: Eso me ha sorprendido. Sencillamente lo atravesamos. Ahora estoy fuera, mirando para abajo, hacia la casa. Ha sido todo muy rápido. Ni siquiera sé qué pensar.

 

Dolores: ¿Adonde vais?, ¿lo ves?

E: No,  hacia arriba, pero no veo a qué lugar. Va todo muy deprisa.

Dolores: ¿Qué es lo siguiente que ves?

E: Una sala. Está oscura. Tiene luz, pero sigue oscura. No tiene ventanas,  ni puertas.

Dolores: ¿Esos dos seres siguen contigo?

E: Sí. Están de pie justo detrás de mí. Estoy pensando que esto no está ocurriendo.

Dolores: ¿Qué quieres decir?

E: Esto es una nave. Es una nave espacial, y esos dos tipos que están detrás de mí no son humanos. Así que mi conclusión más lógica es que alguien quiere sacarme a dar una vuelta.

Dolores: ¿Cómo sabes que es una nave espacial?

E: ¿Que cómo lo sé? Simplemente lo sé.

Dolores: ¿Qué ocurre entonces?

E: Nada. Solo estamos aquí de pie, esperando.

 

No tenía modo de averiguar cuánto iba a durar eso, así que le hice condensar el tiempo de modo que pudiera ver qué era lo que estaban esperando. Entonces ella vio encenderse las luces de un pasillo largo, y a una criatura acercarse. «Esta criatura es muy, muy alta. Es muy agradable, aunque no recuerdo haber visto antes nada parecido. Tiene la cara en forma de pera,  no tiene pelo ni barbilla, pero es muy inteligente. Creo que es algún tipo de líder. Su piel es muy diferente de la nuestra. Es casi como si él fuera piel sólida, sin ropa, zapatos ni nada».

 

Dolores: ¿Qué quieres decir con eso de la piel sólida?

E: Que no tiene poros abiertos en la piel para respirar como los humanos. Pero es suave. Muy, muy suave,  delgado, con los dedos muy, muy largos.

Dolores: ¿Cuántos dedos tiene?

E: Cuatro, pero son casi todos de la misma longitud. Parece como si tuviera un pulgar, pero creo que no los tiene colocados exactamente del mismo modo que nosotros; los tiene más juntos unos de otros.

Dolores: ¿Tiene ojos, nariz y boca como nosotros?

E: Sí, pero no los utiliza. Realmente no tienen ninguna función. No utiliza la nariz para respirar. Ni la boca para comer o beber. Ni tampoco tiene dientes ni lengua. Están ahí para,  no sé, para decorar o algo así.

Dolores: ¿Qué me dices de sus ojos?

E: Son grandes, ovalados,  muy bonitos. Jamás antes había visto esos colores. Son iguales que los míos,  de un azul verdoso,  el mismo color que los míos. Pero él no necesita utilizar los ojos del mismo modo que nosotros. Él ve, pero lo hace todo en su mente. No los utiliza para leer o cualquiera de las funciones que le damos nosotros, y sin embargo son unos ojos tan sensibles,  y tan delicados.

 

Llegados a este punto Evelyn comenzó a toser. Tenía dificultades para parar. traté de sugestionarla para que se sintiera aliviada y pudiéramos continuar con la sesión sin distracciones.

 

E: Me está contando algo acerca de mis pulmones. Contaminados,  los tengo muy contaminados.

Dolores: ¿Puede él ver tus pulmones?

E: Sí. En la mente.

Dolores: ¿Puede ver el interior de tu cuerpo?

E: No le hace falta verme. Lo nota. Sencillamente él lo sabe todo.

Dolores: ¿Hay algo que él pueda hacer con respecto a tus pulmones, es a eso a lo que él se dedica?

E: Él hace muchas cosas. Lo hace todo. Él dice que todo nuestro ambiente está contaminado.

 

Evelyn seguía teniendo problemas con la tos, así que traté de sugestionarla otro poco más.

 

E: El dice que la polución ha llegado ya casi al punto de destrozar el medio ambiente, así que hay que limpiar el aire. El clima mismo,  él me ha enseñado que tienen que provocar vientos muy fuertes para llevarse toda esa polución.

Dolores: ¿Es posible hacer eso?

E: Cualquier cosa es posible, ¿sabes? Él trata de explicármelo con palabras que yo pueda entender. Me dice que si soplaran vientos fuertes sobre la superficie del planeta y dieran toda la vuelta a la Tierra en el sentido contrario a las agujas del reloj, con cierto tipo de elementos o energías en su interior, entonces se llevaría todo el veneno oscuro y gris. La polución no es solo el aire contaminado; también las emociones humanas negativas contaminan. Todo está conectado. Él me está enseñando que todo está mezclado,  que todo es uno.

Dolores: Pero si traen un viento fuerte que se lo lleve todo, ¿cómo afectará eso a la gente?

 

Llegados a este punto yo sabía que Evelyn había dejado de ser un mero observador que recibía las respuestas del ente. Como ocurre habitualmente, el ente tomó el control y comenzó a contestar directamente a mis preguntas. O puede que fuera el subconsciente, porque empezó a utilizar una terminología y una forma de hacer las frases con las que yo estaba familiarizada. En cualquier caso Evelyn fue expulsada de la conversación. Cuando ocurre esto yo consigo las respuestas directamente sin pasar por el filtro mental censor de la persona en cuestión.

 

E: No habría matado a la gente porque el viento se habría combinado con partículas de energía en su interior; serían como fuerzas energéticas construidas dentro del viento. Tendría cientos y cientos de partículas diferentes en su interior. Y no solo

habría limpiado el aire, sino que también habría despejado las vibraciones. Soplaría sobre el cuerpo humano como una ola de energía, limpiándolo a él y a todas las montañas, ríos y animales. Así que no es como un viento cualquiera. Tiene muchos cientos de componentes diferentes. Él dice que yo no lo entendería.

Dolores: ¿Entonces no se trata de un huracán o algo así?

E: Es un viento muy fuerte, pero también contiene energía. Sopla sobre todo el planeta.

Dolores: Nosotros siempre pensamos que los vientos fuertes son destructivos.

E: Se trata de una simulación en la que el viento soplaría en el sentido contrario a las agujas del reloj alrededor de todo el planeta; como si se tratara de un viento cualquiera, de una niebla dentro del viento. Es un viento fuerte, pero no tendría los efectos dañinos de un huracán. Es como una neblina de energía limpia y clara. Tendría mucha energía neutralizadora. Van a neutralizar las energías, las malas energías, el veneno, la miseria, las depresiones, el dinero,  ninguna de esas cosas seguirá importando. Cuando este viento sople por el planeta la gente olvidará las cosas ocurridas en el pasado. Amnesia, tendrán amnesia. Estas partículas limpiarán muchas cosas.

D; ¿Qué quieres decir con eso de que olvidaran las cosas del pasado?

E: Que todos podrán volver a comenzar.

Dolores: ¿Quieres decir que se olvidarán de cosas a las que se aferran?

E: No. Sea lo que sea lo que haya en sus vidas seguirán teniéndolo, pero verán las cosas de una manera muy diferente,  Tendrán una perspectiva diferente, un punto de vista diferente, una comprensión diferente, una consciencia diferente. Es la única manera de limpiar este planeta. Se ha hecho demasiado daño.

Dolores: ¿Crees que afectará a todo el mundo aquí?

E: Ah, sí,  a todo el planeta. Tiene que afectar a todo el planeta. No podemos hacer solo una mitad y dejar la otra mitad.

Dolores: Pero algunas personas están muy imbuidas de negatividad.

E: No importa. Se harán más fuertes. Les producirá amnesia de las cosas malas, y entonces tendrán que ponerse en marcha con las cosas buenas,  con toda la luz y el amor. Sobre todo pondrá fin al tiempo, y nosotros pasaremos página. Nada de preguntas acerca del pasado. Muchas personas esperan esto con ansiedad. Saben que algo está a punto de ocurrir.

Dolores: ¿Ellos saben que ha llegado la hora de dejar el pasado atrás?

E: Sí, y también ha llegado la hora de trabajar con la luz guía,  de trabajar con todo el universo.

Dolores: Al hacer esto, ¿van en contra de la libre voluntad de la gente?

E: No porque el tiempo no existe, así que solo ponemos punto final a este tiempo. Y ellos pueden seguir por donde lo habían dejado en el momento en el que lleguen a otro lugar. Simplemente lo posponen, si lo que quieres es atender al tiempo; simplemente lo posponen.

Dolores: Pero yo estaba pensando que la libre voluntad es muy importante. Creía que ellos no tenían permiso para interferir en la libre voluntad.

E: Comprendemos lo que estás diciendo, pero nos va a llevar algo más de tiempo explicártelo. Digámoslo así. Prioridades,  tú tienes prioridades. Nuestra prioridad es,  no, esa no es una buena explicación.  Nosotros somos uno. Somos Dios,  con Dios,  energía. Vosotros habéis estado jugando durante muchos millones de años. Estáis en vuestro parquecito y nosotros os observamos todo el tiempo mientras practicáis vuestros juegos. Pero estáis dañando el parque, y nosotros no queremos que este daño se extienda a otros que todavía están aprendiendo el proceso.

Dolores: ¿Con eso de los otros te refieres a otros planetas?

E: Otros planetas,  otros seres que todavía están, digámoslo así, apartados de la caja de arena donde se juega.

Dolores: ¿Es que no estamos todos en distintos estadios de aprendizaje?

E: Uno aprende lo que elige aprender, pero tú eso ya lo sabes. En realidad tú no tienes nada que aprender. Tú eres Dios. Tú eres el que todo-lo-sabe de toda luz. Nosotros somos todo luz.

Dolores: Pero tú subes que cuando llegamos a la Tierra olvidamos estas cosas.

E: Porque eliges jugar en tu parquecito con tu libre voluntad. Y puedes hacer lo que quieras, así que no se trata realmente de interferir porque no se puede interferir a Dios como uno. Es simplemente una elección. Tú juegas en tu parque de juegos y nosotros te observamos, solo que nosotros queremos asegurarnos de que el juego no se te va de las manos como a los críos. Se os está yendo de las manos, así que os hemos dejado jugar con el tiempo, y ahora sencillamente limpiamos el parque. Eso es todo. Simplemente posponemos las cosas.

Dolores: Así que cuando nos traslademos a ese tiempo nuevo, como tú dices, ¿le ocurrirá algo a la vieja Tierra? Hemos hablado de los vientos, pero ¿ocurrirá algo más?

E: Las aguas,  las aguas se alzarán,  los ejércitos se destrozarán, y los océanos se levantarán con olas enormes. No se trata solo de que los vientos limpien la superficie, sino que además ayudará también al planeta una vez lo haya recorrido no solo por la superficie, sino a todo el planeta por dentro y por fuera. Por dentro,  y por fuera.

Dolores: Yo sé que hay ciudades bajo el planeta, ¿no es verdad?

E: Sí,  también limpiaremos el parque allí,  en algunas de ellas. De todos modos hay que hacerlo. No todas esas ciudades son perfectas, y en algunas de ellas se juega incluso un juego más sucio que en la superficie. Así que las limpiaremos todas. Tú estás pensando que entonces todos tendrán que morir. Pero no significa eso. Es solo que estas vibraciones del viento lo barrerán todo por dentro y por fuera.

Dolores: Yo estaba pensando que el agua también limpia.

E: Ah, pero para limpiar la caja de la arena hace falta algo más que agua. Cada cosa en concreto de este planeta va a cambiar. Lamento no poder explicarte los detalles, pero cada cosa en concreto va a cambiar y a dejar de ser lo que tú esperas. Hoy en día nosotros tenemos el conocimiento que tenemos gracias a que jamás fuimos de hecho a jugar. No elegimos eso. Muchos lo hicieron, lo cual está bien; es lo que hacen ellos. Pero nosotros permanecimos en la luz. Elegimos no hacerlo en todos los tiempos humanos, pero eso no quiere decir que no sepamos qué está ocurriendo en tu planeta o en otros planetas. La vibración del planeta será más alta. Y aunque ellos no serán capaces de alcanzar la vibración que llevamos nosotros, a pesar de todo habrá un cambio significativo. Las frecuencias están cambiando. Como las frecuencias de las ondas de radio, energía de los cuerpos, energías.

Dolores: ¿ Conservaremos nuestros cuerpos físicos?

E: Muchos podrán conservarlos, por supuesto. Sí, pero con algunos cambios. Los cambios procederán de la luz, de los suministros de alimentos. La gente vivirá más en paz con el medio ambiente y con sus cuerpos. Comprenderán que el propósito de este cuerpo es servir al propósito del juego. Así que se les ordenará alinear este cuerpo para amoldarlo al juego al que estén jugando, sea cual sea. Serán más conscientes,  si es que es esa la palabra adecuada, más conscientes de su cuerpo, más conscientes de su mente, y estarán más alertas y despiertos para el juego.

Dolores: ¿Cómo cambiarán los cuerpos?

E: Serán más elásticos,  más vibratorios.

Dolores: ¿Seguiremos consumiendo comida?

E: Bueno, dejaréis de matar animales para coméroslos porque os sentará realmente mal comeros las vibraciones de una criatura; os pondréis muy, muy enfermos. Comeréis cosas más acuosas, y cuando cultivéis, no cultivaréis según la cantidad sino según la calidad del amor. Cuando plantéis árboles eso os proporcionará vibraciones más altas, y los frutos serán de una vibración más alta, así que ya no necesitaréis comer tanto.

Dolores: ¿No necesitaremos realmente comer?

E: En realidad no,  solo lo mínimo para sostener vuestra parte líquida. Contiene más líquido que sólido. Cualquier cosa que plantéis tendrá otras vibraciones. Las raíces de las plantas que enterréis en la tierra las plantaréis en una vibración más alta, porque vuestras manos y vuestros pensamientos, vuestra mente, tendrán una vibración mental más alta, así que al plantar todo

se alineará con esa vibración más alta.

 

Durante la entrevista previa Evelyn había mencionado que comer le producía náuseas. Esa era una de las preguntas que había planteado. Yo me pregunté si el motivo era este. «Ella eleva sus vibraciones demasiado deprisa. Es muy cabezota y ahora la comida le produce náuseas».

 

Dolores: ¿Por qué ocurre eso?

E: Ella quiere elevar sus vibraciones más deprisa, y por eso el cuerpo no se muestra sumiso con la información que ella conoce inconscientemente. Nosotros no comprendemos por qué. No conseguimos sincronizar su cuerpo adecuadamente. Por alguna razón no está cristalizando en su cuerpo. Hemos tenido problemas para cristalizar el cuerpo físico y llevarlo a la vibración más alta,  a la vibración original de Evelyn. Vemos sus pensamientos y que le gusta comer, lo cual significa dejar de hacer algo que va a echar de menos, pero tenemos que hacerlo más deprisa.

Dolores: Pero tú sabes que ella tiene que comer para mantenerse viva.

E: Ella se mantiene viva con los líquidos, y hay que purificar el cristal. Hay que cristalizar y purificar el cuerpo de sus venenos para conseguir elevarle las vibraciones. Hace falta un proceso más rápido. Cuanto más trabajamos con el cuerpo, más lo envenena la Tierra, así que es un paso adelante y dos pasos atrás,  uno adelante,  dos atrás,  por alguna razón no puede mantener ese ritmo. Hemos hecho muchos ajustes y muchas otras cosas con el cuerpo físico.

Dolores: ¿Quieres decir que por alguna razón ella se está resistiendo, o no es esa

la palabra adecuada?

E: Ella ha estado muy triste por el hecho de no saber qué hacer, y el nivel de resistencia,  la tristeza que supone no saberlo.

Dolores: ¿De dónde procede esa tristeza?

E: De la soledad en la Tierra. Muy, muy sola. Nosotros comprendemos que quiera volver a casa. Lo sabemos, y sabemos que eso la pone muy, muy triste,  la hace sentirse sola,  aislada,  la aísla.

Dolores: Ella no quiere que le hagan más daño. Le han hecho mucho daño.

E: ¿Ves?, el problema aquí es la mente. Es pensar. Su otra mente, con la que nosotros pensamos, su mente superior,  ella sabe lo que es. Sabe quién es,  sabe.

Dolores: Nosotros no sabemos esas cosas conscientemente. Ese es el asunto.

E: Nosotros no comprendemos por qué para hablar con vosotros hay que decirlo todo con palabras.

Dolores: Comprendo. (Risas). Yo trabajo mucho con vosotros. Lo hacemos de

una forma lenta.

E: Sí, pero es porque nosotros lo sabemos todo porque estamos sintonizados con el consejo, con el conocimiento de Dios, con la luz que te cegaría si tuvieras que decir esto. No te ciega. Es solo una expresión. Jamás antes me había gustado estar en este cuerpo. Yo no tenía dedos físicos, ¿sabes? Así que supongo que de alguna manera esa parte nosotros no la comprendemos. No comprendemos si tú provienes de casa, del lugar del que procedes, del que ella procede, ¿cómo es que tú no lo sabes? Ella lo sabe, pero no lo sabe. ¿Qué quiere decir eso? ¿Cómo puede saberlo y no saberlo al mismo tiempo? ¿Ves?, si tienes una venda o algo sobre los ojos, entonces te la quitas; puedes utilizar la expresión que quieras. ¿Vuestras mentes no están conectadas? Eso lo comprendemos, pero ¿por qué tienes que hacer todas esas preguntas cuando tú ya sabes quién eres, y lo que eres?

 

En esta parte Evelyn comenzó a divagar, pero como no tenía ninguna lógica he eliminado parte del discurso. Traté de mantener, sin embargo, lo que parecía el punto más importante.

 

E: Y con esto volvemos a su tristeza. Ella tiene que extraer toda la consciencia, extraerla porque se puede funcionar sin ella, lo creas o no. No, eso no es cierto porque ahora vemos que necesitas el lenguaje para hablar, para hacer cálculos matemáticos y para conducir un coche. (Risas).

Dolores: Porque necesitamos la consciencia para vivir en este planeta.

E: Sí, eso ahora lo entendemos. Nos enseñamos el uno al otro, ¿de acuerdo? Así que tenemos que sacarla un poco más de esa dimensión y permitirle comprender un poco más, permitirle ver un poco más de modo que su otra mente, su mente consciente,  se sienta cómoda y nos permita hacer intercambios con frecuencia, para conseguir vibraciones más altas.

Dolores: Pero aquella noche comenzamos con el examen físico, y ella cree que esa fue la primera vez que entró en la nave y te conoció. (Evelyn se ríe). Yo ya he trabajado contigo lo suficiente como para saber que, probablemente, no era la primera vez. (Los dos nos echamos a reír). ¿Por qué la llevasteis allí esa noche?

E: Para recordarle el incidente conscientemente. Por eso le permitimos recordar todos los detalles, para que a partir de ese momento sintiera curiosidad e hiciera más preguntas en lugar de seguir como si tal cosa.

Dolores: Entonces excitasteis su curiosidad. ¿Y qué más ocurrió?

E: Lo que ocurrió fue que le extirpamos, simbólicamente, la parte superior de la cabeza. En sentido figurado, no físicamente. Nosotros no rebanamos cabezas. (Risas).

Dolores: (Risas). Sí, lo sé.

E: Y le permitimos experimentar, por completo, la plenitud de la luz. Así que ella quiere describirlo todo con palabras. Bueno, nosotros no llevamos cincuenta millones de años describiéndolo todo con palabras. (Risas). Así que resulta difícil. No puedes expresarlo con palabras. No hay tiempo suficiente en el universo. Sencillamente, es un incordio.

Dolores: Lo sé. Me lo han dicho, muchas veces, que las palabras no son eficaces.

E: Nosotros ni siquiera tenemos palabras. Son molestas. Una noche ella recordará la luz.

Dolores: ¿Por qué quieres que recuerde eso?

E: ¿La luz? Es su origen. Siempre ha estado ahí. Simplemente estaba tapada. Queremos que lo recuerde y lo sepa todo,  todo el conocimiento, sin palabras. Por eso este es el tiempo perdido que ella no puede explicar, porque en el todo-lo-sé no hay tiempo. Queremos que lo recuerde todo y que no se preocupe, ni cuestione, otras cosas.

«¿Es cierto o no es cierto?». Simplemente es. No hay explicación. Dios es la luz, la energía. Aquel al que llamas Dios  es solo,  no hay palabras.

Dolores: ¿Crees que esos recuerdos la ayudarán en su vida?

E: Sí. Y entonces, conforme ella vaya llevando energía a su mente consciente, la extenderá también a su alrededor. ¿Ves?, esto forma parte del viento. Ese conocimiento y las partículas que ella extiende son parte del viento. No es como si un cuerpo fuera a estallar y a romperse en miles de pedazos. Esa energía, incluso aunque no se proyecte desde todo el cuerpo sino solo desde la mente, formará parte del viento. Pero para extender esto hay que tener un pleno conocimiento, que sale principalmente también de tu tercer ojo. Tú introduces esto, que yo ahora veo. ¿Sabes qué veo ahora?

(¿Qué?). Nada. No hay nada. No hay palabras, ni pensamientos, ni nada, y al mismo tiempo es todo. Una vez proyectes esto, este conocimiento, todo y nada formarán parte del viento.

Dolores: Y sin embargo tú existes en esa nave también como ser, ¿no es cierto?

E: ¿El de los ojos azules? No.

Dolores: No estoy segura de con quién estoy hablando.

E: Con el original de los ojos azules. Pero no soy un cuerpo. Soy una luz. La imagen que se ve es una proyección. Es como una película. Solo para que los ojos la vean,  para contar un cuento, pero no soy yo realmente, no. Es para que el ojo lo vea y lo recuerde,  como algo tangible. A los humanos hay que darles imágenes. De modo que ella pueda contar la historia de que «vio a un hombre alto». Porque si dijera que había visto la luz,  nadie sabría de qué está hablando.

Dolores: Yo sí, porque trabajo con esto.

E: Pero ellos no. Son impacientes. Ella tiene esta misma impaciencia. Ahora que le hemos mostrado el conocimiento ella espera que todo el mundo lo sepa, y eso está contribuyendo a ponerle otra carga en su espalda. Porque cada emoción negativa, cada impaciencia, cada frustración, todo ello constituirá otro obstáculo que, probablemente, nosotros podamos anular en este tiempo porque ella necesita conscientemente librarse de ello. Necesita que nosotros la alineemos,  Tú sabes que es triste,  ¿qué son las palabras? Cuanto más sabes, menos comprendes a los otros. Cuanto más comprendes algo que ni siquiera puedes expresar con palabras, menos paciencia tienes con los demás. ¿Cómo es que ellos no comprenden la luz cuando todos ellos proceden de ese origen? ¿Cómo han podido olvidarlo? ¿Cómo puedes ser tan? No quiero decir la palabra que ella usa. Empieza por «e»,  (Susurro: estúpido). ¿Cómo puedes no comprender? ¿Cómo puedes no saber y tener sencillamente algo en tu interior que desencadena cierta bondad y cierto amor puro incondicional? Ella no quiere a una persona completa,  a este ser de luz. Ella solo quiere una luz microscópica en todo el mundo, que sirva de desencadenante. Ella tiene la habilidad de provocar esto y, sin embargo, al mismo tiempo se hace daño porque no tiene paciencia, no comprende. Ellos no comprenden y, en cierto modo, a un nivel consciente, ella tampoco comprende. Así pues, ¿qué es mejor?, ¿saber menos, o saber más? ¿Cómo equilibramos esto con igualdad?

¿Cómo sabías que yo no tengo cuerpo?

Dolores: He hablado con seres como tú antes, seres que son luz. Y muchos de ellos proyectan una imagen que es más fácil de comprender para los humanos.

E: Ah, naturalmente. Y nosotros estamos familiarizados con gente que viene aquí a trabajar con la luz como persona. Simplemente es muy difícil explicar las cosas. Pero engañamos a la gente para darles una imagen del cuerpo, así que ahora tienes cientos de cuerpos. (Risas). ¿Confuso, eh? Esta sí que es una buena broma.

Dolores: La gente siempre piensa que tú eres negativo, pero yo sé que no va de eso.

E: Nosotros no entendemos qué es eso de lo negativo. (Risas). No podemos siquiera comprenderlo.

Dolores: Pero los que no comprenden dicen que sois negativos.

E: Eso es porque no ven la luz y tienen miedo. El miedo. Eso también lo vamos a borrar. O, al menos, a filtrarlo muy significativamente.

Dolores: Ella quería saber si podrá tener comunicación contigo más a menudo.

E: Sí, eso forma parte de su tristeza. ¿Sabes?. Nosotros siempre mantenemos el vínculo. No sé cómo explicar esto, pero tú sabes que todos nosotros tenemos el vínculo. Siempre ha estado ahí, desde el primer día, cuando ella vino a este planeta y a esta vida. Teníamos el vínculo ya desde el primer segundo antes del nacimiento. Así que probablemente le enseñaremos la luz más a menudo. Como ahora, que es tan brillante y tan radiante y que es el único lugar en el que ella encuentra paz. No la encuentra en sus actividades mundanas. Nada había logrado hacerla sentirse así; solo cuando conseguimos conectar completamente con la luz.

Dolores: Pero le han ocurrido tantas cosas negativas cuando era niña que, naturalmente, lo ha olvidado. Se hizo humana.

E: Sí, está muy ocupada. Muy ocupada con su vida. Muy ocupada porque nosotros tuvimos que despejar cierto ambiente a su alrededor. Tuvimos que extender parte de esa luz y provocarla, y entonces, como ahora, tú hablas de la libre voluntad. Algunos obedecieron, otros no. Y cada vez que ella atravesaba malos momentos no sabía que siempre había estado aquí, con nosotros. Nosotros la llevamos a casa. De esa forma ella pudo continuar avanzando y avanzando,  paso a paso, cada día. Por eso es por lo que no se produce la llamada «autodestrucción»; no existe sino en el cuerpo físico. No está permitido, pero ella estaba aquí con nosotros. Ella estaba en casa.

Dolores: ¿Y qué me dices de ese tono que oye ella en el oído, de vez en cuando?

E: Intentamos subir la vibración sintonizando los cuerpos. Estamos tratando de ajustarlo. No se trata de un chip físico, de un implante. Simplemente es. No sé cómo explicarlo. Por eso ella tiene que prestarle atención y saber cómo hacer más cambios.

Dolores: Cuando medita, Evelyn se proyecta a sí misma de vuelta en la nave, y a veces se ve en una incubadora. ¿Puedes contarle algo de eso?

E: Ese es su cuerpo físico. Nosotros no solo ayudamos con las partículas físicas, sino también con los átomos y la manifestación de la tercera dimensión pero, además, cada vez sintonizamos un poco más la vibración con las frecuencias. Es como un tubo de afinar.

Dolores: ¿Quieres decir que en ese momento estabais trabajando con el cuerpo físico de Evelyn?

E: Sí, el cuerpo físico también tiene que sintonizarse. El tubo es como un mecanismo de sintonización, pero no ayuda solo a curar el cuerpo. Al mismo tiempo vuelves a casa y pasas un rato con nosotros en la luz, fuera del cuerpo físico. Cuando sacas el alma, el cuerpo es multidimensional. No podemos ver a través de él, así que yo no diría que es multidimensional, pero sí holográfico. Imágenes, así que estas partículas, cuando proyectamos cierta luz dentro de las frecuencias, estas imágenes holográficas lo captan y se lo llevan, como si estuvieras sintonizando estas máquinas o algo así.

Dolores: Ella se despertó a tiempo de ver que estaba metida dentro de un contenedor, o algo parecido.

E: Eso es parte del conocimiento que le permitimos saber y ver. De manera que ella pudiera decir: «No estoy loca». Yo lo toqué. Lo vi, y el cuerpo está tumbado ahí dentro, y entonces, debido a la maquinaria, las luces y las cosas, hay hologramas. Pero al mismo tiempo ella es capaz de entrar en la luz y rejuvenecer por completo, de modo que cuando vuelva al planeta todo será diferente. Todo será perfecto. No habrá ocurrido nada. Todo será soportable. Todo será, sencillamente, diferente.

Dolores: Ella vio, además, a miles de personas en otros contenedores, así que supongo que eso significa que les está ocurriendo también a otras personas.

E: Miles,  millones. Ahora necesitamos a muchos de ellos para ayudar. Tenemos que regenerar o generar. No todos ellos son entidades como ella. También cogemos a otras entidades que pueden, o no, tener cuerpos físicos; nosotros no hacemos discriminaciones. Somos todos uno, y tratamos de sintonizar todos los cuerpos físicos posibles para que todos ellos lleven vibraciones más altas, sean capaces de sobrevivir, de expandirlo y de participar en ello.

Dolores: Pero no todo el mundo es capaz de hacer esto, ¿no?

E: No todo el mundo. Pero ahora se nos está dando bastante bien. Esto va a suponer una diferencia tremenda. Se trata de un asunto corporativo, tú ya lo sabes. Hay que cambiar las imágenes holográficas para ajustarlas al cuerpo humano en esta Tierra, porque otra cosa no se podría tolerar. Así que el cuerpo original, —pues ellos pueden tener cuerpos físicos—, está manteniendo frecuencias de vibración bajas extraídas de nosotros, pero lo suficientemente altas como para, esto es complicado, ¿verdad? (Sí). Pero de todos modos ellos tienen la habilidad de proyectar el cuerpo humano, o también de ensombrecerlo, igual que si pusieras una película encima de otra película. Nos llevamos este cuerpo a la incubadora de la nave, e imagínate el cuerpo físico como nada más que una imagen holográfica ocupada por la luz que hay dentro.

Dolores: Yo diría que una vez que se va la chispa de la vida, entonces el cuerpo se deteriora, ¿no?

E: No, porque es sobre las imágenes holográficas sobre las que nosotros estamos trabajando, porque eso es lo que ella utiliza en esta vida.

Dolores: Lo que quería decir es que lo que nosotros llamamos «muerte» ocurre cuando la chispa de la vida abandona el cuerpo, y entonces, el cuerpo se deteriora.

E: Las imágenes holográficas se deterioran, sí, porque la mente no retiene ya más los patrones de pensamiento.

 

He tenido otros casos, que relato en mis otros libros, en los que la persona vio su propio cuerpo alienígena, conservado y tendido en una especie de cilindro o contenedor. En algunos de estos casos ese otro cuerpo se mantiene vivo en cierta forma de animación suspendida, mientras el alma viaja a la Tierra para experimentar el cuerpo humano. Lo guardan así para que el alma pueda volver a la nave cuando acabe la vida temporal en la Tierra, y así continuar después su vida. He tenido muchos clientes que han observado esto, y se sienten identificados con el cuerpo que está en el cilindro.

 

El alma (o el extraterrestre) ha aceptado venir a ayudar a la Tierra en tiempos de necesidad, pero no quiere quedarse aquí. Lo que quiere realmente es continuar con su vida en la nave, porque ese es el punto hasta el que ha avanzado. Además la Tierra es un lugar de locos para vivir, y no desean quedarse. Y esa es otra razón más para que los protejan, de manera que no acumulen karma, porque el karma requeriría que permanecieran en el ciclo de la Tierra. Es muy valiente y demuestra mucho coraje por parte de las almas puras o avanzadas presentarse voluntarias para venir, porque es como exponerse a sí mismas a un peligro muy real: el de quedarse atrapadas aquí.

 

Esto explicaría por qué es necesario ajustar la energía del alma (y la energía de la madre) antes de que el alma pueda entrar. A veces, al principio, solo puede entrar una pequeña porción del alma, porque de otro modo sería demasiado para el cuerpo. Esto produce a menudo un aborto espontáneo del feto, porque la energía es demasiado fuerte. Conforme el niño crece, se permite que se vayan integrando más porciones del alma entera. Por eso se duerme y se controla el cuerpo del voluntario mientras se espera a que termine su misión. Se han visto cordones de plata conectando el alma con el cuerpo del cilindro. Yo sé que nosotros también tenemos un cordón que nos conecta con nuestro cuerpo físico, y que este cordón se corta al morir. Y como tenemos muchos cuerpos viviendo todos al mismo tiempo, (todas nuestras vidas simultáneas: pasado, presente y futuro), esto significaría que tenemos que tener múltiples cordones de plata conectando las esquirlas (los muchos cuerpos) al alma principal. En algunos de mis otros libros se ha visto esto como una fuente principal con algo que parecen tentáculos moviéndose en todas direcciones. Se pretende que el cuerpo extraterrestre en la nave siga vivo de modo que el alma pueda volver. En algunos casos se ha visto este soporte vital penetrando como tubos que parecen luces intermitentes (energía). También es una forma de pasar las habilidades del extraterrestre, en animación suspendida, a nuestro marco temporal.

 

Se ha observado a otros extraterrestres trabajando en sus naves espaciales, (y no en animación suspendida), mientras una esquirla, o parte de él, viaja a la Tierra como voluntario y vive una vida en un cuerpo humano. Este tipo de extraterrestres puede continuar con su vida y, en esencia, está en dos lugares al mismo tiempo. Esto concuerda con la idea de que nosotros vivimos muchas vidas simultáneamente. Y, sin embargo, ninguna parte es consciente de la otra.

 

Como ellos comprenden mucho mejor lo que está ocurriendo en este proceso, son conscientes de la parte de su alma que está viviendo en la Tierra, aunque su contrapartida terrestre no sea consciente de nada. Se pensaba que, en concreto, los humanos no debían ser conscientes porque los conceptos son difíciles de asimilar para una mente humana. Y, sin embargo, conforme el velo se va haciendo más fino, se van colando más conocimientos dentro, y hay más seres a los que se les permite echar un vistazo a lo que piensa el subconsciente, siempre que este crea que el sujeto es capaz de asumirlo. Se va complicando, ¿verdad?

 

Yo quería concentrarme en los problemas físicos de Evelyn. Las jaquecas habían sido un problema muy grande desde la infancia. A esta entidad le resultaba difícil entender y reducirlo todo a nuestros términos intelectuales, porque él lo veía todo como imágenes holográficas que de todos modos no eran reales. Tuve que explicarle que para Evelyn eran reales porque le

estaban causando problemas, y que por eso yo quería hacer todo lo posible para aliviarla. El ente tuvo que descender hasta lo más básico que yo pudiera entender para explicarme esto.

 

E: Es casi como intentar llenar esta botella que tú estás rellenando en exceso de energía y con material original. Reducirla de tamaño es de hecho muy complicado. ¿Comprendes lo que quiero decir con eso de reducir las energías? (Sí). La luz que tenemos, ¿por qué la reducimos tanto? Si la tomas así necesitas una tecnología mucho más potente; tiene que ser más potente para hacerla decrecer así. Tal y como nosotros lo vemos, creo que incrementarla sería mucho más fácil de aprender que reducirla.

Dolores: ¿Es eso también lo que provoca los problemas de presión?

E: Por supuesto, ahora mismo esa es la causa principal de las frecuencias. Tenemos que alinearla más para poder ayudarla con estos problemas. Tenemos que limpiar más el cuerpo y alinearlo más con las vibraciones altas. ¿Entiendes eso?

Dolores: ¿Puedes hacerlo mientras ella está a bordo dé la nave?

E: En eso consiste nuestro trabajo. Ahora mismo lo estoy examinando. Hay presión sanguínea en la parte izquierda del cerebro. Ahora mismo estoy mirando las imágenes holográficas. Tenemos que incrementar los patrones de vibración de todas las arterias y de todas las venas, en el corazón y en los demás órganos. Así es como vamos a hacerlo.

Dolores: Pero no le haréis daño, ¿verdad?

E: No, daño no. A veces, cuando equilibras las imágenes holográficas con las imágenes del interior de las imágenes holográficas, lo equilibramos todo junto perfectamente.

Dolores: ¿Y eso  le aliviará la presión?

E: Cuando pones demasiadas partículas cuánticas distintas juntas, tienes que alinearlas perfectamente para que no haya una elevación de la vibración aquí,  o una disminución allá. Tú sabes que yo hago gráficas y esas cosas, así que trabajaremos con las venas y las arterias en el corazón, y se trata de un cuerpo sano. Ella tiene mucha energía. Por eso es por lo que dice que no puede dormir.

Dolores: Eso me estaba preguntando yo precisamente.

E: Por eso es por lo que no puede dormir, porque cuando nosotros estamos haciendo esto, una hora de sueño equivale a muchas, muchas de las tuyas, ¿comprendes?

Dolores: Sí, y queremos llevar al cuerpo a un equilibrio.

E: Sí, y no solo llevarlo a un equilibrio, sino también elevarlo a una vibración más alta. Ellos hablaron entonces de la comida y le sugirieron que abandonara la comida sólida y se pasara a los líquidos. Yo le pregunté por la sopa, y ellos dijeron que la sopa estaba bien siempre que fueran sopas líquidas. «Sin tropezones de cosas sólidas. Que sea todo blando. Licúa todas las cosas sólidas de la sopa. Cuesta mucha menos energía digerirla». Yo puse de relieve que a menudo comemos en restaurantes y a veces no podemos evitar comer cosas sólidas.

E: Lo evitaréis en el futuro. Muchas cosas habrán cambiado para cuando ocurra todo esto. Ahora mismo es difícil, sí, pero cuando empieces a beber zumos hechos de cosas sólidas verás que pasan a través de tu sistema digestivo más fácilmente. Evitar cierto tipo de comidas no provoca ningún trabajo extra al hígado o a la vesícula biliar, porque el líquido es más fácil de mover sin presionar tanto los órganos. Nosotros dejamos que pasen limpia y suavemente, y entonces podemos utilizar en otras cosas la energía que ya no necesitamos para digerir.

Dolores: Pero ahora, de vez en cuando, podemos ingerir algo sólido.

E: Ah, sí, pero eso ocurrirá no solo en el futuro en esta vida de ahora, sino además dentro de cientos de años,  dentro de cincuenta años quizá,  eso es lo que ocurrirá.

 

Creo que se refería a que esa sería la forma normal de comer en un futuro lejano. «Ahora mismo se trata de que ella se acostumbre a licuar los sólidos para que así use menos energía. Nosotros no malgastamos energía haciendo la digestión». He tenido clientes que decían que cuando nacieron no querían que los amamantaran. Tenían que permanecer en el hospital con suero intravenoso hasta que comenzaran a succionar. El subconsciente decía que procedían de lugares en los que el cuerpo no requería alimento. Por supuesto, tenían que adaptarse para sobrevivir aquí.

 

Animé al subconsciente a continuar trabajando con los problemas físicos de Evelyn mientras ella meditaba o dormía, o mientras estaba en la incubadora. Le dije: «Ese es mi trabajo, tratar de ayudarla del mejor modo que pueda. Tú lo ves de un modo diferente, pero yo tengo que tratar de ayudar a la gente con sus problemas físicos mientras viven aquí y ahora».

 

E: Sí, y esa es una de las cosas más complicadas que se pueden hacer. Tu trabajo es más difícil que el mío.

Dolores: (Eso sí que ha sido una sorpresa). ¿Te parece?

E: Sí, porque tú tienes que hacerles comprender lo que ni siquiera pueden aprehender.

Dolores: Si, pero tú tienes tanto poder que parece que tendría que ser más fácil para ti.

E: No porque yo entiendo el proceso. Entiendo el programa, el hológrafo, los pensamientos; conozco el programa. Pero tú vives dentro del programa, así que de hecho, para ser realistas, tal y como dices tú, es más difícil para ti primero darte cuenta de que estás en el verdadero programa, y después romper con el programa e intentar que otros crean que están en un programa, ¿comprendes?

Dolores: Si. Me has dicho muchas veces que es solo una ilusión.

E: No tiene ningún tipo de existencia. Por eso es por lo que nos resulta tan gracioso.

Dolores: Es un juego. Una obra de teatro.

E: Sí, es una película. Ni siquiera es una película porque es demasiado simple.

Dolores: Pero tú sabes que es muy real cuando te ves involucrado en ella. Esa es la parte dura.

E: Así está diseñada. Está hecha así a propósito.

Dolores: Para que parezca real y viva.

E: Sí. Pero en cuanto la abandonas, te das cuenta de que estás en un programa. Sin embargo, mientras estás en él no puedes siquiera imaginar, no que haya otros programas, sino incluso que solo haya un programa, que es el programa de Dios. Todo juego tiene que parecer real para que los unos interactúen con los otros. ¿Conoces la palabra «interactuar»? (Sí). Y entonces lo que pasa es que tú vienes aquí. Y nosotros te miramos como seres de luz y decimos: «Ah, mira esos bebés. Mira cómo juegan. Son tan monos». (Nos reímos). Nosotros no comprendemos realmente vuestro dolor y vuestra agonía porque sabemos cómo funciona el programa. Pero también sabemos que es solo un programa, así que tenemos que vivir en este programa para darnos cuenta, exactamente igual que tú. Pero de todas maneras no hay nada que aprender si vuelves al origen de todo. Con el programa o sin él, solo hay uno. Yo lo diría de esta forma: te aburres tanto que creas un programa. ¿Sabes?, hay muchas maneras de explicarlo,  es solo por hacer algo.

Dolores: Por suerte estamos aprendiendo algo.

E: Porque el programa es un programa dentro de otro programa, ¿entiendes lo que digo? Un programa de aprendizaje por experiencia, pero tú comenzaste como original antes incluso de que hubiera programa, y mucho después de que se cierre el programa. Como prefieras verlo. El programa puede durar eternamente, pero sin embargo el comienzo y el final es solo el Uno.

Dolores: ¿Entonces lo diseñó la Fuente,  el Dios Fuente, o lo hicimos nosotros?

E: No hay Dios Fuente. Solo hay uno. Él es.

Dolores: iDiseñó Él este programa, o lo hicimos nosotros por nuestra cuenta?

E: De acuerdo, tenemos que volver a la Fuente original, ¿vale? Tú no puedes comprender que esta Fuente es uno. La estás rompiendo en individualidades. No sé si esta va a ser una buena explicación. En esta entidad que es una y que llamaremos tu Dios, hay miles de millones de patrones de pensamiento, juegos, matrices y todo tipo de cosas. Jamás ha estado separada de nada. Siempre fue una y siempre lo será. Esta es la mejor forma quizá de asimilarlo. Puedo tener cinco billones de cosas, pero aun así están en mi cabeza. ¿Comprendes ahora lo que quiero decir?, ¿resulta más fácil de comprender? Yo tengo una cabeza, pero tengo millones y millones de patrones de pensamiento en una sola cabeza. Puedo tener cosas buenas. Puedo tener muchas cosas. Puedo tener todo lo que quiera, pero sigue siendo una. Esa única cabeza jamás ha estallado en muchas cabezas. Ha sido siempre, así que,  jugamos en mi cabeza. ¿Te parece bien esta explicación? (Sí).

 

A mí sí que me daba vueltas la cabeza tratando de comprender el bombardeo de palabras y las analogías que me proponía esta entidad. Además sabía que había tenido a Evelyn en trance durante mucho más tiempo de lo normal, así que tenía que interrumpir la sesión y devolverla a la consciencia. Y soltar a esta entidad para que volviera adonde quiera que viviera.

 

E: ¿Sabías algo de esto?

Dolores: Mucha gente me habla de ello. La mayoría de las personas no lo comprenden, pero yo he escrito un libro acerca de ello y trato de extender todos estos conocimientos a la gente. Tú quieres que yo sepa todo esto para que pueda contárselo a otras personas, ¿no?

E: Sí, es muy importante extender la luz y las noticias. Tú tienes chispa.

Quiero decir que sabes lo que sabes cuando lo sabes. Eso es bueno.

Dolores: Bueno, todavía estoy aprendiendo.

E: ¿Ves?, ya lo sabes todo. Solo tienes que quitarte esas gafitas y ver la luz absoluta y entonces lo sabrás. Hacerles comprender es difícil, pero tú sabrás. Nosotros no podemos hacerles comprender lo que significa, pero ellos lo comprenderán cuando lo comprendas tú.

 

Mensaje de partida: No busques mi cuerpo. Puedo proyectarme como cualquier cosa. No busques imágenes o similitudes, mira la luz directamente donde está. Y de ahí es de donde vendrán todas las respuestas de todos los tiempos. En lugar de entretenerte buscando cambios o a entidades particulares, mira directamente a la luz y hallarás la respuesta. No ocupes tu lugar en la mesa para la cena. Es la forma humana de comprender y es la única forma de comunicarte, pero eso no es cierto. Yo puedo ocupar una imagen, cualquier color de ojos en cualquier nave, o cualquier imagen que pueda crear. No es consistente. Nosotros no tenemos cuerpo, así que tengo que proyectar algo. Por eso es por lo que me he fijado en los ojos. Miro en sus ojos y son azules. Así es más fácil para ella relacionarse.

 

Le dije al subconsciente que ya era hora de partir. Él dijo: «Yo diría “Que Dios sea contigo”, pero todos somos Dios y todos somos uno, así que siempre estamos juntos». Así que lo que comenzó como el típico caso de ovnis se alargó y dio tantos giros y vueltas que se convirtió en algo bien diferente. Parece que cuando una persona recuerda un incidente en realidad solo está recordando aquello que su mente consciente es capaz de manejar y asimilar. Y además esa versión limitada está distorsionada, así que es imposible saber qué es real y qué es solo una ilusión. Cuanto más ahondamos más allá de la consciencia y nos aventuramos en el subconsciente, más respuestas encontramos que nos dejan pasmados.

 

¿Pero es mejor por esta razón dejarlo pasar y aceptar solo un significado superficial?, ¿aceptar solo lo que nuestras mentes y la sociedad en general pueden asimilar? ¿No sería mejor investigar más a fondo y buscar explicaciones más complicadas que puedan revelarnos la verdad cuando nuestras mentes estén preparadas para aceptarla? Y como dicen «ellos», ¿de todos modos, qué es la verdad?

 

Capítulo 31. Los custodios de la red.

 

La sesión que celebré con Joan no tuvo nada que ver ni con los extraterrestres ni con los seres de luz, pero fue tan importante que he querido incluirla en este libro. Pero ¿dónde colocarla?

 

Se trata de la despedida de otro tipo de voluntarios que he descrito; el de un grupo que ha llegado a la Tierra en este tiempo con un propósito muy especial. Creo que otras personas se identificarán también con este grupo, a pesar de lo escaso de su número.

Probablemente haya muchos otros grupos de seres especiales que todavía tengo que descubrir. Una de las preguntas de Joan se refería a su fascinación por los cristales. Su interés era tan grande que tenía una tienda de venta de cristales. Quería saber de dónde procedía esta curiosidad tan apabullante.

 

Joan entró en una escena parecida a un desierto: mucha arena y nada de vegetación. Veía una pirámide muy grande y a muchos seres vestidos con una túnica sencilla, ocupados en sus quehaceres; carros y bueyes, etc. Entonces vio a un hombre con barba que destacaba del resto porque iba vestido de modo diferente: llevaba un caftán verde y el pelo negro cubierto con un pañuelo blanco. Cuando se miró a sí misma vio que ella también iba vestida de modo diferente: una túnica roja clarita y otra de seda de con flores. Era una mujer joven, de unos veintitantos años, con pelo largo negro y tez morena. Vio también que llevaba muchas joyas de oro: anillos, pulseras, collares y adornos. Le gustó la sensación de llevar oro encima.

El hombre echó a caminar hacia ella e, inesperadamente, Joan se emocionó y se puso a llorar. En parte por volver a verlo. «He echado mucho de menos este lugar».

Dolores: ¿Crees que vives en algún lugar de por allí?

J: Sí. Quería decir en el palacio. Está fuera, lejos, a la izquierda, y tiene escalones que suben: escalones grandes, muy grandes, que dan a una entrada con columnas. Creo que nací allí. Todo está hecho de piedra y es muy liso, fresco y cómodo para mí,  es espacioso. Parece que hay mujeres que se ocupan de que no me falte de nada, y además cuidan de mis hijos.

 

Le pregunté si se dedicaba a alguna cosa en particular la mayoría del tiempo, y entonces volvió a ponerse sentimental. «Tengo la sensación de que estoy recluida en un templo de sanación».

 

Dolores: ¿Y por qué eso te hace llorar?

J: Ah,  porque lamento mucho todo lo que se ha perdido.

Dolores: ¿Crees que se ha perdido? Pero ahora tú lo estás viendo y lo tienes todo ahí delante. ¿Dónde está el templo de sanación? ¿Está en el palacio?

J: Sí. Hay distintas pirámides de colores diferentes. Están muy cerca del palacio. Son pirámides de luz en donde yo he pasado mucho tiempo.

Dolores: ¿Y dices que cada una es de un color?

J: Sí, de diferentes frecuencias de luz.

Dolores: ¿ Cómo le dan color a una pirámide? Siento curiosidad por eso que tú llamas color.

J: Puedes utilizar los cristales para generar luces de diferentes frecuencias y,  bueno, eso es lo que hacemos.

Dolores: ¿Y eso hace que la pirámide sea de diferente color?

J: Sí. Depende de lo que se necesite en cada momento. Puedes ajustar las refracciones con cristales para generar distintas frecuencias de curación. Nosotros lo hacemos con la intención.

Dolores: ¿Tienes que entrar en la pirámide, o lo haces desde fuera?

J: Se hace desde fuera. Es difícil de explicar, porque en cierto sentido se hace de las dos maneras. Tú estás dentro de la pirámide, pero estás fuera de las pirámides de colores que están siendo creadas con las frecuencias.

Dolores: Estoy intentando comprender. ¿Estos colores de las pirámides están separados de la pirámide grande?

J: Las pirámides de colores son etéreas. Son energías etéreas que se generan a través de la manipulación de los cristales. Yo estoy en la esquina derecha inferior de la pirámide, sobre la plataforma plana de una sala espaciosa. Me siento como si estuviera al mando,  casi como se imagina uno los controles de un aeroplano, o los controles de una embarcación; controles electrónicos. Algo físico.

Dolores: ¿Mecánico?

J: Un poco, pero es diferente de eso. No es mecánico en ese sentido. Es más algo así como poner las manos encima y generar intenciones de ese tipo de nivel. Y comunicarse con los cristales para generar frecuencias etéreas que manifiesten la pirámide etérea.

Dolores: ¿Dónde están los cristales?

J: Algunos de los cristales son también etéreos. Y el suelo de este espacio es un cristal. Toda la sala es un cristal dentro de otro cristal. Los controles están a mano derecha en la esquina inferior, y el suelo de la sala es un enorme cristal. Es sobre este enorme suelo liso donde se generan las pirámides de cristal etéreas. Toda la sala es de cristal.

Dolores: Es como un espacio sagrado. (Sí). ¿Te ha enseñado alguien a hacer  esto?

J: Nací para hacer esto. Simplemente siempre lo supe. No tuvieron que enseñarme.

Dolores: Una vez generes las pirámides etéreas de colores y dejes claras tus intenciones, ¿qué harás con ellas?

J: Puedes sanar, crear o hacer crecer cualquier cosa. Puedes utilizarlas para curar cualquier cosa,  un planeta o formas de pensamiento o,

Dolores: ¿Y es ahí donde entra la intención?

J: Sí. Puedes utilizarla para crear lo que quieras. Podemos hacer crecer las plantas comestibles y mejorar las cosechas.

Dolores: ¿Y cómo lo haces para conseguir esas cosas?

J: Me parece que las cosas simplemente ocurren en su interior. Ahora mismo estoy viendo una pirámide coloreada de verde en la que se pueden hacer crecer las plantas comestibles. Quizá, si estuviéramos hablando de la vida en la Tierra, sintonizando los cristales con la Tierra para activar la frecuencia verde del crecimiento. Y configurando esto energéticamente en las áreas etéreas donde hay jardines o cualquier estructura de plantación.

Dolores: ¿De qué colores son las otras pirámides etéreas?

J: Ahora estoy viendo que probablemente se puedan curar los océanos con los rayos azules. Y cuando nos acercamos al principio me llamaron mucho la atención las pirámides amarilla y azul. Pero luego hablamos de las plantas, y entonces la verde se puso de relieve.

Dolores: ¿Para qué utilizarías la pirámide amarilla?

J: Para hacer oro. (Se echa a llorar).

Dolores: ¿Por qué te pone triste eso?

J: No estoy segura del porqué, pero es algo que siento muy hon do. Muy hondo. El dolor proviene de lo que se ha perdido.

Dolores: Tú ayudas mucho a la gente, ¿no?

J: Sí, pero la gente a la que veo es gente muy simple. Es casi como si fuéramos dos especies distintas viviendo aquí, en el mismo palacio. Por un lado nosotros tratamos con lo etéreo y con la manifestación, y por el otro ellos son tan simples que es casi como si nosotros fuéramos los dioses creadores.

Dolores: Ellos no serían capaces de comprender lo que tú haces, ¿no es eso?

J: Exacto, no podrían.

Dolores: ¿Tu familia era como los dioses creadores? (Sí). ¿Entonces qué estás haciendo tú ahí, entre gente tan simple? ¿Es que nadie te ha contado la historia de tus orígenes o de cómo llegaste allí?

J: Sí. Tengo la sensación de que es como las historias que oímos del Annunaki, que había llegado aquí desde otro sitio para trabajar con las energías de la Tierra y para crear.

Dolores: ¿Y para ayudar a la gente?

J: ¿Sabes?, me gustaría decir que sí, pero me da la sensación de que realmente no se trata tanto de estas personas tan simples. Creo que se trata más bien de ayudar a los dioses creadores.

Dolores: ¿Cuál es el trabajo de los dioses creadores?

J: Trabajar con el ADN del planeta,  de eso se trata.

Dolores: ¿De todo el planeta? (Sí ).

 

Hemos oído hablar del trabajo con el ADN del cuerpo humano en mis otros casos, porque ahora mismo ese ADN está siendo alterado. Pero jamás se me había ocurrido que se pudiera trabajar con el ADN de un planeta.

 

J: Me parece que nosotros no somos de aquí. Yo siempre he estado en el palacio. Debí nacer allí, pero mi padre no provenía de allí. Me pregunto de dónde sería mi madre. No sé qué es ella. Ella es como yo.

Dolores: ¿Te gusta el trabajo que haces con los cristales?, ¿te gusta crear energía?

J: Sí, y también trabajar con las frecuencias de la luz y con las frecuencias de las energías. Es importante hacer que se manifieste y crear. Se trata de crear redes y de crear una red de trabajo. Son las redes planetarias, la mente y el corazón, la pureza del corazón,  la integridad de la mente.

 

Me pareció que ya sabíamos bastante acerca de esta mujer misteriosa y de su trabajo. Así que me la llevé más adelante, hasta un día importante. Ella se echó a llorar y exclamó: «¡Las redes han desaparecido! ¡Las redes se están colapsando! Las redes etéreas se están colapsando y están creando destrucción, así que estas preciosas frecuencias de luz se están perdiendo. Las frecuencias de luz crean las redes, pero al colapsarse las redes destruyen las pirámides de cristal de las frecuencias de luz. Y tengo la sensación de que se van a agrietar; hay una grieta enorme. Es casi como si fuera hormigón, pero no es hormigón. Es como si el gris de la destrucción se tragara toda la tecnología y la creación etérea».

 

Dolores: ¿Ha ocurrido algo que haya provocado que las redes colapsen?

J: Parece que todo se debe a la grieta del manto de la Tierra, o esa es la sensación que me da. Noto un abismo profundo y una fisura. Hay una grieta. ¿Qué la ha causado? No lo sé. Algo ha debido de desequilibrarse. Algo se ha desequilibrado. Y eso ha provocado que colapsen las redes.

Dolores: ¿Entonces están todas conectadas? (Sí). ¿Ves qué es lo que se ha desequilibrado?, ¿lo ha provocado la gente o alguna otra cosa?

J: Bueno, he oído historias, pero ¿cuál es la verdad? Sin embargo tengo la sensación de que es por falta de pureza en la intención. Creo que fueron las frecuencias de la red, y ese tipo de cosas, las que provocaron el desequilibrio. No sé qué estarían haciendo ellos. No fue mi grupo.

Dolores: Porque vosotros tenéis intenciones puras, ¿verdad? (Sí). Así que entonces la causa no está donde estás tú, ¿no?

J: No, pero lo ha destruido todo.

Dolores: No me extraña que estés enfadada. ¿Hay algo que tu grupo pueda hacer al respecto? Lo digo porque tenéis poder mental, ¿no?

J: No podemos detenerlo. Tratamos simplemente de recuperar toda la tecnología que podemos. Tenemos que conseguir los cristales para recuperarlos luego.

Dolores: ¿Cómo vais a hacer eso?

J: Se hace en las líneas de tiempo. Sencillamente guardas los recuerdos en las líneas de tiempo de los cristales. Esa es la tecnología.

 Dolores: ¿Guardas los recuerdos en los cristales?

J: Los recuerdos y las frecuencias.

Dolores: ¿Y los cristales pueden recordar esas cosas?

J: Sí, los cristales lo saben todo, y así nosotros podemos entonces acceder a la información que guardamos en los cristales.

Dolores: ¿Entonces hacéis eso con la mente,  traer de vuelta la información que habíais guardado en los cristales?

J: Sí, con las frecuencias de luz, con la mente, con la intención. Podemos recuperar la información.

Dolores: ¿ Y esos cristales, en los que guardas la información, son muy grandes?

J: No, no me lo parece. Parecen como el típico cristal de cuarzo. Guardas la información. (Para sí misma). ¿Qué guardamos?  Se está descargando, toda la información. El uso del pensamiento de la tecnología del ordenador con todo ese conocimiento, todo lo que se transfería a las redes por,  tienen que haber sido nuestras mentes. Antes del colapso todas las frecuencias, toda la geometría, todos los patrones de la creación estaban guardados en ellos. Es como guardarlos en el ADN del cristal.

Dolores: Eso suena complicado, ¿pero dices que puedes acceder a ellos más adelante en el tiempo?

J: Sí, las líneas temporales están en los cristales.

Dolores: ¿Se trata de un cierto cristal en concreto?

J: No, no se trata de un solo cristal. Hay muchos, muchos cristales que guardan la información.

Dolores: En el futuro, cuando accedas a ella, ¿tendrás que encontrar cierto tipo concreto de cristal?

J: Puedo acceder a la información desde la mayoría de los cristales. ¿Sabes?, es un poco como ocurre ahora, que hay esos cristales que son como la gente corriente y luego están los cristales que son como yo; cristales que tienen más conocimientos.

Dolores: Entonces no todos ellos tienen este conocimiento. (No). Si sujetaras un cristal, ¿cómo sabrías si tiene información o no?

J: Puedo distinguir perfectamente si tiene información o no. Es algo que se siente. Todo está en la frecuencia en la que se mantienen. Está en las líneas temporales. Necesito tener acceso a la información para restaurar las redes en esta vida y en las vidas futuras. (Otra vez se estaba poniendo sentimental).

Dolores: ¿Y no es muy complicado restaurar las redes?

J: No, no es complicado. Se trata más bien de fundir tu ADN con el ADN del cristal, basta con acceder, tener la intención y despertar las claves. Una vez que accedes a él en el cristal, estás enlazada a él. Y entonces puedes activar las redes de la Tierra a través del cristal porque las venas del cristal recorren toda la Tierra. Y por eso si tocas una, la clave, las claves, los portales,  portal es una palabra, pero no es la correcta. Como son claves y guardan las frecuencias de la energía, si tú activas las claves, entonces las redes se realinearán y se re ensamblarán.

Dolores: Primero eran las redes en lo etéreo, ¿y esta vez tienen que ser redes en la Tierra?

J: Sí, tienen que ser redes en la Tierra; la Tierra es más etérea ahora.

Dolores: ¿Y has dicho que eran como portales?

J: Sí, pero la palabra «claves» es mejor que la palabra «portal». Es como abrir una cerradura. Hay diferentes lugares en la Tierra en donde las redes están cerradas. Los cristales tienen la información de cuál es la clave que abre las cerraduras de las redes.. Jamás había pensado en las palabras «cerradura de la red».

Dolores: Pero encaja, ¿no es así? (Sí, sí). Pero has dicho que algunas de ellas están cerradas en la Tierra. ¿Qué es lo que ha provocado que esas redes se cierren?

J: Tuvimos que cerrar esa información antes de que la gente se volviera demasiado destructiva. Tuvimos que retirar nuestra tecnología a causa de la falta de respeto por la vida. La única forma de pararlo era destruirlo.

Dolores: Esa tuvo que ser una decisión muy difícil. (Ella se pone sentimental y contesta: Sí). ¿Es porque teníais miedo de que la gente pudiera utilizarla de una forma incorrecta?

J: La estaban utilizando de una forma incorrecta. ¡Podrían haber destruido el universo! (Enfadada).

Dolores: ¿Qué ocurrió en el momento en el que decidisteis cerrar las redes?

J: Por eso es por lo que me di cuenta de que si no lo hubiéramos parado en la Tierra, habría colapsado el universo entero.

Dolores: ¿Todo él? (Sí). Explícame qué quieres decir.

J: Sencillamente habría sido una réplica completa en el microcosmos y luego en el macrocosmos, por este orden. Como extraer el diente de la llave. Habría sido un colapso; el olvido se lo habría tragado todo.

0: ¿Quieres decir porque el uno estaba construido sobre el otro? (Sí). ¿Así que esto lo ha provocado la gente al utilizarlo con intenciones erróneas y  sacarlo de su armonía? (Sí, sí). ¿Y entonces tuvisteis que destruir las redes de la Tierra. o cerrarlas o qué?

J: Tuvimos que destruir,  iba a decir la «Atlántida». Tuvimos que destruir el continente para poner fin al abuso.

Dolores: Yo creía que era por el ansia de poder, y que la gente había provocado esa destrucción sobre sí misma.

J: No. Tuvimos que pararlo porque se habría producido una réplica a lo largo de todo el espacio y el tiempo,  de todas las redes. Y tuvimos que colapsarlo para pararlo aquí.

Dolores: ¿Habría provocado un efecto dominó? ¿Habría llegado a la Tierra? (Sí). ¿La Tierra se habría colapsado?

J: Sí. Era algo pequeño comparado con lo que habría podido suceder en el cosmos.

Dolores: ¿Entonces habría reverberado fuera?

J: Sí. Se habría producido una réplica desde el microcosmos hasta el macrocosmos, y del macrocosmos al microcosmos,  en ambas direcciones. Lo habría destruido todo.

 

Dolores: ¿Y entonces fue cuando se decidió destruir el continente? (Sí). ¿Y pararlo en seco?

J: Sí, colapsar la red. Eso fue lo que hicimos. (Empieza a llorar en voz alta, muy afectada).

Dolores: Pero teníais que hacerlo. (Sí). Si no, habría sido mucho peor. (Sí). Y sin embargo no todo se perdió, porque tú has dicho que el conocimiento se guarda en los cristales. (Sí, sí). ¿Te destruiste a ti misma al destruir ese continente en esa línea de vida?, ¿qué fue de ti?

J: No, nosotros salimos del planeta. Nos marchamos simplemente con la intención.

Dolores: ¿No necesitasteis un vehículo o algo así?

J: No, no noto que hubiera ningún vehículo. Éramos simplemente consciencia.

Dolores: ¿Adonde fuisteis cuando abandonasteis el planeta?

J: De vuelta al Todo. No había otra opción.

Dolores: Bueno, desde esa posición puedes verlo todo sobre esa vida. ¿De dónde procedías cuando te dirigiste a la Atlántida? Ahora te has ganado ese gran conocimiento.

J: De otra dimensión del tiempo y del espacio. Elegimos la Tierra como el lugar perfecto al que ir.

Dolores: ¿Y cuál era vuestra intención original al venir a la Tierra?

J: Crear la curación, evolucionar la consciencia, expandir la luz y el amor, expandir la consciencia.

Dolores: Has dicho que la gente que había allí era bastante corriente.

J: Sí, lo era,  lo son.

Dolores: ¿Pretendíais expandir la consciencia?

J: Sí,  expandir la consciencia del Todo.

Dolores: Y la cosa estaba funcionando hasta que de pronto, de alguna manera, una interferencia cambió las cosas, ¿no? (Sí). ¿Descubriste alguna vez de dónde procedían las otras interferencias?

J: Hubo algún que otro engaño en el grupo. Había gente que tenía otros planes. Estaban allí para adquirir poder personal y sus exploraciones habían dado un giro sospechoso.

Dolores: ¿Qué estaban explorando?

J: La materia oscura,  el poder y la materia oscura. Es el opuesto a la luz. Provoca desequilibrio. Estaban utilizando la materia oscura.

Dolores: ¿Qué esperaban conseguir con la materia oscura?

J: Me da la sensación de que querían encontrar agujeros de gusano, o viajar. Pero es casi como si quisieran utilizar la materia oscura para crear su propio universo.

Dolores: ¿Podrían haberlo creado? (No). Pero ellos pensaban que sí. (Sí). Porque ellos no eran los seres creadores, ¿no? (No). ¿Utilizaban cristales en su exploración?

J: No me parece que usaran cristales,  no. Es exactamente al contrario. Es como si la luz se expandiera y lo oscuro se contrajera.

Utilizaban energía contraída. Encontraron la forma de usarla.

Dolores: ¿Tenían algún razonamiento lógico detrás, o simplemente querían ver qué podían hacer?

J: Contaban con su propio poder y avaricia, con su control, su manipulación y su distorsión. Pero me parece que la curiosidad mató al gato. O más bien el gato simplemente sentía curiosidad por saber qué era la muerte. Ellos son así.

Dolores: En realidad ellos no sabían lo que iba a pasar. (No,  no,). Pero se les podría haber escapado todo de las manos, ¿no?

J: Podría.

Dolores: Podrían haber destruido todo el universo. (Sí,). Porque no tuvieron éxito a la hora de crear el suyo propio. (No). Sencillamente crearon un poder que era un poder negativo. (Sí). ¿Y vosotros pudisteis equilibrarlo?

J: Sí, en el colapso de las redes.

Dolores: Y el conocimiento no se perdió. (Cierto). De este modo en el futuro se podrá acceder a ese conocimiento, ¿no?

 J: Sí, podemos acceder a él ahora.

Dolores: En eso es en lo que estaba pensando,  en este tiempo futuro del que estamos hablando ahora. A lo largo de los años he recibido mucha información sobre la destrucción de la Atlántida, pero esta historia no la había oído jamás.

J: Eso es porque no se la habíamos contado a nadie antes. Pero creemos que ya es hora de que se conozca. No debe volver a ocurrir.

 

¿Fue meramente una coincidencia que esta información saliera a la luz en 2010, al mismo tiempo que se acrecentaba la controversia sobre el Experimento de la Colisión? La similitud de la información resulta perturbadora. El Gran Colisionador de Hadrones (GCH) está localizado bajo tierra a las afueras de Ginebra, Suiza, y se ha descrito como uno de los proyectos científicos más profundos que se hayan podido concebir jamás. Lo construyó la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN), y es la herramienta científica más cara de la historia de la ciencia. Es la máquina más grande del mundo, y en ella los científicos experimentan con la antimateria, la «materia oscura» y la «energía oscura» del espacio. Se ha dicho que están intentando crear un agujero de gusano o incluso su propio universo. Es complicado, pero el colisionador dispara haces de protones o de iones de plomo en direcciones opuestas. ¡La colisión de ambos haces redobla la energía que se libera hasta un equivalente a cien mil veces el calor del núcleo del Sol! Los escépticos dicen que eso podría desatar una energía tremenda que nadie sería capaz de controlar. Los científicos contestan que solo están experimentando con una energía desconocida que ya existía en el cosmos. Mi investigación aduce: «En pocas palabras, el experimento del Gran Colisionador de Hadrones es un esfuerzo científico enorme para echar un vistazo al interior de la mente de Dios en el momento de la creación». A mí me suena al mismo tipo de experimento que estaban haciendo los científicos cuando descubrieron la energía atómica. Tampoco entonces tenían idea de con qué estaban jugando. También me recuerda a los experimentos HAARP que se realizaron en Alaska para controlar el clima lanzando haces a la atmósfera. (Encontraréis más información sobre estos experimentos en mis otros libros). Muchas veces, cuando me proporcionan información sobre la caída de la Atlántida, «ellos» me dicen: «Pero tú tienes que saberlo, porque tu civilización va exactamente por el mismo peligroso derrotero». Yo lo encuentro demasiado similar como para tratarse de una coincidencia y creo que nuestros científicos caminan por la cuerda floja sobre un foso de fuego.

Puede que desaten la misma peligrosa energía que colapso las redes y casi destruye todo el universo. Los experimentos del Colisionador están ahora a medio gas. No se espera que operen a plena potencia hasta 2014.

 

Dolores: ¿Tengo que llamar al subconsciente, o puedes seguir contestando tú a mis preguntas? Lo estás haciendo muy bien.

J: ¿Qué preguntas son esas? Vamos a ver. (Las dos nos reímos).

Dolores: Una de las cosas que Joan quiere saber es cómo puede extraer la información de los cristales. ¿Podría acceder a esa información que ella misma guardó allí?

J: Accede a ella todos los días.

 

Joan tenía una tienda de cristales, así que estaba constantemente rodeada de cristales de todos los tamaños y formas.

 

J: Ella no sabe lo que hace, pero existe un gran plan que hay que llevar a cabo. Consiste en comenzar a trabajar conscientemente con las redes para identificar y activar esos portales y los nódulos clave en las redes de energía, de modo que se re estimule su activación. Esto puede hacerse colocando cristales o trabajando con la intención.

Dolores: ¿Hay que colocar los cristales en un lugar determinado?

J: Sí, la gente lo ha hecho en esta vida en la Tierra; ha dado la vuelta y ha colocado los cristales. Veo realmente cómo dan la vuelta al planeta y reactivan la red de trabajo.

Dolores: ¿Tiene Joan que dar la vuelta alrededor del planeta viajando físicamente, o se puede hacer de otro modo?

J: Sí, eso es lo que hizo cuando viajó desde St. Croix hasta Alaska; reparar las redes y seguir las líneas.

Dolores: ¿Y qué quieres que haga ella ahora? ¿Seguirá trabajando con los cristales?

J: Sí. Tiene que utilizar los cristales de la Tierra, los cristales grandes, y reactivar las redes.

 

Sin duda a Joan le gustaría mucho hacerlo, pero como seres humanos necesitamos un proceso o instrucciones. Yo le pregunté si había algo en concreto que ellos quisieran que ella hiciera para desbloquear la información de los cristales.

 

J: Purificar la vasija de la Tierra,  beber mucha agua. Plantar el pie firmemente en la tierra y sujetar el cristal, y pedirle a otros que la ayuden. Al activar las redes los cristales actuarán como intermediarios entre las redes etéreas que se han establecido y las redes de la Tierra que estamos intentando reactivar. Así que sólo con sujetar los cristales mientras anclamos la tierra, la vasija humana se convertirá en el enlace entre la red etérea y las redes de la Tierra que estamos tratando de reparar.

Dolores: ¿Puede ella hacer esto sola, o sería mejor hacerlo con otras personas ?

J: Es mejor hacerlo entre muchas personas. Tres, seis, nueve,  cualquier factor de tres puede ser la clave para activar las redes,

triangulaciones de energías.

Dolores: ¿Operan con el tres?

J: Sí, para triangular. Dentro del ADN de ellos mismos en el pla neta. Tienen que hacer esto fuera del agua, pero cerca. Trabajarán con los otros en lo etéreo. Unos tienen que sujetar la red etérea en su lugar. Hay seres de consciencia y de luz.

Dolores: ¿Y su trabajo es mantener las redes de la Tierra?

J: Sí, son los custodios de las redes.

Dolores: Ese sería un buen nombre para ellos, los «custodios de la red»; los llamaremos así para pedirles ayuda.

J: Sí, para reparar las redes.

Dolores: ¿Y ellos pueden utilizar la energía del cuerpo humano y la energía del cristal?

J: Sí, y pueden triangularla con todos los diferentes puntos de la Tierra.

Dolores: De ese modo ella no tendrá que ir físicamente a esos lugares, ¿no?

J: No. Será una triangulación entre el equipo de la Tierra, el equipo de la red y el punto de activación. La clave de la red.

Dolores: ¿Saben sobre qué punto de activación se tienen que concentrar?

J: Sí. Será uno que se mostrará de forma evidente en sus consciencias. Simplemente lo sabrán. Les vendrá a la mente, a la consciencia. Podrían localizar diferentes sitios para trabajar con un mapa del mundo, y es evidente por los desastres naturales que se suceden, si lo que tratas es de dominar las zonas de los terremotos. Mira lo que está pasando ahora en el golfo.

 

Esta sesión se celebró a comienzos de mayo de 2010, cuando la fuga de petróleo del golfo de México era la noticia que dominaba en los periódicos.

 

J: Hay una discordancia de la energía. La discordancia máxima es indicativa de las claves que se necesitan para «retorcer», o alinear, o abrir. Los volcanes, los huracanes, la derrama actual de petróleo, los terremotos, la guerra,  todo eso son indicaciones.

Dolores: ¿Indicaciones de las perturbaciones de la red?

J: De la red, sí. Y también algunos de los volcanes, que no están equilibrados en la red. En realidad se trata de un equilibrio en la red.

Dolores: ¿Hay que devolverlo al equilibrio?

J: Sí, y eso es lo bueno. Se suelta energía.

Dolores: ¿Y estos seres de la red les darán el conocimiento?

J: Sí, los custodios saben porque tienen perspectiva.

Dolores: ¿Puede ella utilizar esta información sobre los cristales para curar?

J: Bueno, se trata de la curación de la Tierra, así que es utilizarla para la curación. Si devuelves el equilibrio al sistema, el resultado es la curación.

Dolores: ¿Entonces eso es más importante que trabajar en la curación individual?

J: Sí, sí. Trabajar con las redes de la Tierra y la energía de las redes. Es más importante curar el océano que curar a un individuo.

Dolores: Nos está llegando más información de que nos movemos hacia una nueva Tierra. ¿Concuerda eso con esta curación?

J: Es como si estuvieras preocupado por un niño. Nosotros curamos a la madre para que el niño esté bien. Curamos a la madre para que ella pueda dar a luz a la nueva Tierra. Para que pueda llegar a ser la nueva Tierra. Por eso es por lo que tenemos que curar a la vieja Tierra.

Dolores: Ella guardó la información en los cristales, así que debería ser capaz de recuperarla.

J: Sí, pero hay un tiempo para eso,  todo tiene su momento adecuado. Es como los pétalos de una flor que se abre; no puedes meterle prisas al capullo, o te cargarás la floración. Noto que todo está en el tiempo divino y que se desenvuelve como debe. Podemos restaurar las redes. Este es el primer paso,  para curar al planeta.

Dolores: Tú me dijiste antes que no quieres volver a destruir una civilización completa otra vez. Lleva mucho tiempo construirla.

J: Sí, y se pierden muchas cosas.

Dolores: También me dijiste que todas las personas o todas las civilizar dones tienen libre voluntad, y que vosotros no tenéis permiso para interferir en esa libre voluntad. Dijiste que no teníais permiso para interferir en el desarrollo de las civilizaciones debido a la libre voluntad.

J: Eso es cierto, sí.

Dolores: Pero la gente nos ha preguntado por qué se destruyó la Atlántida,  porque ¿acaso no tenían permiso para tener la libre voluntad de hacer esas cosas ? Creo que ya me has contestado.

J: Bien, sí. (Risas).

Dolores: Porque incluso la libre voluntad tiene sus límites.

J: Sí, porque si alguien no sabe lo que está haciendo,

Dolores: Como un niño jugando con fuego. (Sí). Has dicho antes que el único momento en el que podrías dar un paso adelante e intervenir sería aquel en el que nosotros fuéramos a destruir el mundo, porque eso produciría reverberaciones. (Sí, sí). Así que quizá tú me hayas dado la pieza que me faltaba para terminar la historia. Ahora todo tiene mucho más sentido y está más claro. Así que eso es muy importante. Tú también eres como un «observador». (Sí). ¿Y Joan era un observador cuando cuidaba del planeta?

J: Sí, lo era.

 

Cuando se creó nuestra vida humana en este planeta se decidió otorgarle este bello lugar a una criatura con inteligencia y libre voluntad. Para ver qué hacía con ambas. Hay muy pocos planetas en el universo a los que se haya concedido la libre voluntad. Algunos de ellos los he explorado en mis otros libros. Pero otra regla es la directiva prioritaria de la no intervención. A menudo se habla de esto en la serie Star Trek, pero no se trata de una ficción.

 

Se trata de algo muy real y que la gente del espacio sigue celosamente. Esto significa que ellos no tienen permiso para interferir en el desarrollo de la civilización. Ellos me han dicho que hay solo una excepción a esta regla, y es cuando la civilización está a punto de destruir todo el planeta. Entonces tienen permiso para dar un paso adelante y detenerlo, porque si fuéramos a hacer algo así, eso produciría una reverberación a lo largo de toda la galaxia. ¿Quién hubiera podido creer que un planeta tan pequeño como la Tierra podía tener ese tipo de influencia?

 

Somos un planeta pequeño, y estamos deliberadamente aislados y en cuarentena aquí, en nuestro pequeño rincón del sistema solar. Ellos nos tienen miedo, tienen miedo de lo que podemos hacer con nuestra violencia. Esta es la razón principal de que lleven tantos eones vigilándonos. Las reverberaciones podrían extenderse por todo el sistema solar, la galaxia e incluso a otras dimensiones, en las que podríamos estar interfiriendo, destruyendo civilizaciones desconocidas para nosotros. Las consecuencias serían terroríficas. Ahora sabemos que esta fue la razón por la que mandaron almas puras como voluntarios para ayudar a la Tierra en este tiempo, para evitar que ocurriera todo esto.

 

Yo ahora sé por mi trabajo que se han destruido muchas civilizaciones a lo largo del tiempo. «Ellos» me han dicho que en cada ocasión habían alcanzado la cumbre del conocimiento intelectual y que habían perfeccionado sus mentes hasta el punto de que podían hacer cosas maravillosas. Pero en cada caso, incluyendo la Atlántida, la gente había abusado de sus poderes y había comenzado a hacer cosas por avaricia y por ansia de poder más que por el mejoramiento de la gente. En el caso de la Atlántida sabemos que habían estado utilizando los cristales debido a su poder extremo. También iban en contra de las leyes de la naturaleza al utilizar la manipulación genética para combinar y crear seres medio hombres y medio animales. Sin lugar a dudas habían sobrepasado los límites. Pero, como dice mi hija Julia, aun así solo estaban ejercitando su libre voluntad. Para ella no tiene sentido que «ellos» destruyeran esa civilización. Ella dice que, «después de todo, una regla es una regla». Ella es muy estricta con respecto al hecho de obedecer las reglas, y sabe que se establecieron por alguna razón bien fundada. Así que los atlantes hicieron cosas que no debían hacer, pero no pusieron al planeta al borde de la destrucción. Cierto, los cristales son poderosos y no los utilizaban correctamente, pero ¿dónde está esa peligrosa amenaza que hizo que «ellos» decidieran llevarse por delante a la civilización entera? Esa es la pieza que faltaba y en la que yo no había pensado hasta que Joan la sacó a relucir. Pero ahora es algo evidente. Los atlantes habían llegado al mismo punto en el que nos encontramos nosotros en nuestro tiempo. Experimentaron con la materia oscura sin darse cuenta de que podía salirles el tiro por la culata y de que podían destruir todo el planeta. Y esa es la razón por la que «ellos» tuvieron que ir en contra de la directiva prioritaria. Pero esto se ha hecho tantas veces a lo largo de la historia de nuestra Tierra que ellos no quieren tener que volver a hacerlo otra vez. En cada una de esas ocasiones hubo que retirar las habilidades y rehacer la civilización desde un estadio primitivo, y se perdió mucho tiempo y tecnología mientras la humanidad volvía a escalar a la cumbre. Ellos no querían volver por el mismo camino en el tiempo presente.

Así que con la intención de evitar que pudiera volver a ocurrir, enviaron una llamada para captar voluntarios que vinieran a ayudar al planeta Tierra.

 

Dolores: ¿Ha vivido Joan otras vidas en la Tierra? (Esta era una de las preguntas de Joan).

J: Solo un puñado con forma física. La mayoría de sus vidas han sido en los dominios de la luz.

Dolores: Pero Joan no es la única que está haciendo esto, ¿verdad? (No). Sería demasiado trabajo para una sola persona.

J: He oído el número: somos diez mil. Distribuidos por todo el planeta.

Dolores: ¿Todos dedicados al mismo trabajo, restaurar las redes?

J: Sí,  con variaciones sutiles, pero todos con la misma intención. Todos nosotros sabemos por qué estamos aquí. Unos más conscientemente que otros. Quizá sea ese el quid de la cuestión: despertar a los otros.

Dolores: ¿Para que puedan curar a la Madre Tierra?

J: Sí. También tiene relación con el ADN. El ADN es como el puente de la vida, y despertar las claves es como despertar los paquetes en el ADN que han estado dormidos.

Dolores: ¿En el ADN humano?

J: El ADN humano,  es todo el ADN de todo. Es la escaleracósmica que accede a todo; que lo enlaza todo. Así que el ADN humano y el ADN planetario son una misma cosa.

Dolores: ¿Y entonces todo eso tiene que ser activado o alterado?

J: Para despertar los paquetes de ADN que estaban cerrados cuando colapsamos las redes.

Dolores: Así que cuando colapsasteis las redes, ¿también cerrasteis ciertas partes del ADN? (Sí, sí). ¿Por qué razón?

J: Sí, para ralentizarlo,  para que fuera más lento. Desactivar aquellas partes en las que el conocimiento estaba en el ADN. Ahora ya es tiempo de estimularlas.

Dolores: También me han dicho que están volviendo las habilidades psíquicas. (Sí). ¿Forma eso parte del despertar del ADN?

J: Sí,  acceso a los códigos de la vida.

Dolores: ¿Y cómo se está activando?

J: Con frecuencias de luz. Incrementando nuestras frecuencias de luz.

Dolores: ¿Dentro del cuerpo?

J: Sí. Viene de fuera a través de los rayos cósmicos que entran en nuestro sistema planetario. Estimula los paquetes de ADN que han yacido dormidos, así que nosotros activamos los códigos de luz.

Dolores: ¿Eso afecta a los humanos y al planeta?

J: Sí, al planeta y a toda la vida o luz.

Dolores: La luz es muy importante. Es el Todo real. Es todo lo que es. (Sí). ¿Y qué me dices de la gente negativa, de aquellos que no están en la luz? ¿Se va a activar también su ADN?

J: Me parece que ellos seguirán durmiendo. Es más bien como si ellos fueran almas que están dormidas. Así es como yo lo veo. Están durmiendo. Tengo una sensación como de «enrollarse dentro», como de dormir, acurrucarse en,  en un pliegue de la energía. Pero eso no significa que en algún otro momento concreto,  porque, ¿sabes?, estamos hablando de esto como un nodulo de tiempo ahora. En otros nódulos de tiempo llegará el momento en el que se despierten sus códigos. No es nada malo quedarse atrás. Antes o después se activarán los códigos de todo el mundo, pero tú sabes que todo va bien si no se despiertan. No es su tiempo. Una vez más se trata del tiempo,  de las líneas de tiempo. Son como semillas. No puedes tener a todas las semillas brotando a la vez. (Risas).

Dolores: ¿Qué quieres decir con eso de los «nódulos de tiempo»?

J: Un nódulo de tiempo es una energía de luz y espacio contenida. Existimos en nódulos de tiempo, y lo mismo la Tierra actual. Se podría decir que la Tierra en 2010 es un nódulo de tiempo.

Dolores: De acuerdo. Pero quiero aclarar ciertas cosas que he oído. Cuando nos traslademos a la nueva Tierra y abandonemos la vieja Tierra, ¿se convertirá finalmente en dos Tierras separadas?

J: No lo creo. Yo no noto que sea como una nueva Tierra. Lo que siento es simplemente una expansión, una dimensión o una expansión. Imagínate que tienes un punto. Si lo conectas con otro punto tienes una línea. Bueno, ¿ha desaparecido el primer punto al convertirse en una línea? Es lo mismo. Es solo que será un cambio dimensional. Las tres dimensiones seguirán existiendo, pero nosotros nos expandiremos más en las frecuencias de la luz.

Dolores: Así que es como dos Tierras separadas,  ¿con una de ellas en otra dimensión?

J: Separadas no. Ese punto ¿está separado de la línea? Así es como lo planteo yo. Ese punto sigue existiendo y sigue siendo ese punto. Pero la línea es otra cosa, igual que la Tierra será otra cosa. La vieja Tierra seguirá existiendo. La Tierra nueva existirá, pero será como en la analogía del punto y la línea.

Dolores: ¿En otra dimensión,  en otra frecuencia?

J: En otra frecuencia expandida,  una frecuencia de expansión.

Dolores: Así que la frecuencia de aquellos que son luz está cambiando el ADN, e irán con el otro, supongo.

J: Sí. Como si hubiera una existencia simultánea. Es solo un cambio dimensional.

Dolores: Eso es lo que a la gente le cuesta comprender. De todas maneras nosotros estamos existiendo en otras dimensiones.

J: Sí. Nosotros no tenemos nuestra consciencia, y nuestro ADN no ha despertado para ser consciente de ello.

Dolores: ¿Pero esta vez seremos conscientes? (Sí). ¿Seremos conscientes de nuestra vieja Tierra, aquella en la que la gente duerme?

J: Eso no será asunto nuestro.

Dolores: Entonces pasemos a otra cosa. (Sí). Cada vez que consigo un poco más de información las cosas se van aclarando, pero la verdad es que tengo a mucha gente haciéndome preguntas cuando doy conferencias acerca de esto. Tú me dijiste una vez que ni siquiera sabes realmente lo que va a ocurrir. (Risas).

J: No, no lo sabemos.

Dolores: Porque es la primera vez que ocurre. Eso es lo que me han dicho.

J: La primera vez que ocurre en la Tierra. (Risas). Muchos pla netas han atravesado cambios dimensionales.

Dolores: ¿Y eso  es porque la Tierra está viva y tiene que evolucionar? (Sí). ¿Pero es esta la primera vez que ocurre en esta parte del universo? (Sí).

 

Joan había estado experimentando con láseres, y pensaba que de alguna forma podía utilizarlos para curar.

 

J: Estoy viendo que las luces del láser se pueden utilizar para conectar los puntos de red; para conectar los puntos de red etéreos con las redes de la Tierra. Para eso es para lo que va á usar ella los láseres.

Dolores: Pero tú has dicho que eso sería para el futuro. (Sí). ¿Cómo quieres que use el láser?

J: Simplemente dirigiéndolo hacia afuera, hacia el cosmos, y triangulando los puntos definidos; triangulándolos utilizando la luz para anclar las redes etéreas dentro de la red de la Tierra.

Dolores: ¿Además de los cristales?

J: Sí, eso tiene que formar parte. La luz se ancla dentro del cristal.

 

Contestamos al resto de preguntas de Joan, y luego el subconsciente se ocupó de curar el cuerpo físico.

 

Mensaje de partida: No tengas miedo de fallar. Siempre habrá más oportunidades.

 

Así que ahora, después de tantos años trabajando en esto, he descubierto las tres oleadas de voluntarios que han venido a ayudar a la Tierra en estos tiempos tan esenciales y tan importantes. Durante la sesión descubrí además a otro grupo que había venido: a los diez mil custodios de la red. Están aquí con un propósito diferente, que es restaurar el daño infligido a las redes de la Tierra con la destrucción de la Atlántida. Para devolverlas al equilibrio.

 

También están aquí para descubrir y acceder al conocimiento oculto guardado en los cristales. Es un conocimiento muy valioso que ha estado esperando a este tiempo tan especial para volver a revelarse una vez más. ¡Usémoslo correctamente esta vez!

 

FIN DEL LIBRO.