DESCUBRIR EL PASADO PARA SANAR EL PRESENTE
Carmen de Sayve / Ana Coudurier
VEA LA PRESENTACIÍON DE ESTE LIBRO EN MÉXICO EN ESTE ENLACE
INTRODUCCION
Desde hace varios años, se ha desarrollado en Carmen la facultad psíquica que le permite escuchar a entidades que se encuentran en otros planos dimensionales. Debido a esa facultad, puede canalizar a Maestros que se acercan a la humanidad para dar instrucción y ayudarla en su evolución. Ha escrito y publicado ya varios libros con estos mensajes.
Al terminar su último libro, Una puerta hacia la Luz, Carmen acude a la Terapia de Regresión a Vidas Pasadas (T.V.P.) con Ana. En una sesión, canaliza un mensaje de los Maestros espirituales, en el cual se les hace saber que se espera escriban un libro juntas, con base en el interesante y extenso material de regresiones que Ana posee y las enseñanzas recibidas por Carmen.
Ana se dedicó a la práctica clínica, dando terapia psicoanalítica, hasta el día en que llegó a la conclusión de que a esa técnica le faltaba algo. Ese cuestionamiento, además de su anhelo por encontrar respuestas a problemas existenciales más profundos, la llevó a la búsqueda espiritual. Después de experimentar diversas técnicas de sanación, decidió formarse con la maestra hindú Rashna Imhasly en el método de la T.V.P., el cual le proporcionó lo que le faltaba: el elemento espiritual. Esta técnica lleva a la persona a una sanación profunda, porque va al verdadero origen de las heridas de su alma. Con ella, Ana ha obtenido resultados asombrosos en la sanación de síntomas que, en muchas ocasiones, las terapias tradicionales no han logrado desaparecer.
Descubrir el pasado para sanar el presente es la manera como podríamos describir esta experiencia terapeútica que nos lleva, a lo largo de nuestras diversas vidas pasadas, a liberar y a entender el porqué de nuestros patrones emocionales, como miedos, fobias, angustias, culpas y aún, gustos e inclinaciones del presente. Desde luego, todo esto está basado en la ley del karma o ley de causa y efecto y en la teoría de la reencarnación, la cual sustenta que vivimos varias vidas, en cada una de las cuales se nos ofrecen oportunidades para evolucionar y así regresar a nuestro origen.
Aunque muchos escépticos, que no creen en la reencarnación, no vean en estas experiencias pruebas de que ésta exista, el resultado final, que es lo importante, consiste en la liberación del transtorno emocional que aqueja al paciente en su vida actual.
Nuestra intención en la presente obra es abrir al público la opción de conocer más sobre este proceso, sin por eso pretender dar aquí todas las respuestas, ni tener toda la verdad. Se exponen en ella diferentes casos de regresiones a vidas pasadas que ilustran los distintos patrones de comportamiento humano y su repetición en las diversas vidas, además de las sanaciones correspondientes. Esto nos proporciona un vislumbre de lo que puede ser el proceso de la evolución de la conciencia durante el recorrido del ser humano por la experiencia tridimensional. La reencarnación es algo sumamente complejo, imposible de comprender en la actualidad en todas sus implicaciones; por lo que este material sólo nos ofrece un atisbo de lo que puede ser.
Ha sido la voluntad de cada uno de los seres humanos internarse en el mundo del olvido de su verdadero Ser y, al hacerlo, se ha expresado de muy distintas maneras, hasta agotar todas las opciones que ofrece la tercera dimensión. Durante esta travesía se ha perdido y ha actuado en contra de la armonía universal, pero los efectos inarmónicos que ello provoca le hacen poco a poco comprender que es parte de un Todo y que el amor, que es unión, es su esencia.
En las siguientes páginas se ofrecen varios casos de regresiones a vidas pasadas y las hipótesis que se presentan no pretenden constituirse en dogmas irrefutables; muy por el contrario, son más bien intentos de explicar el tan complejo proceso de reencarnación.
Nuestro trabajo ha sido dirigido y dictado en su mayor parte desde otros planos de conciencia y, por lo tanto, los textos fueron elaborados a partir de las múltiples lecciones recibidas de los Maestros. Las comunicaciones que aparecen en "negritas", son transcripciones textuales de esas lecciones, tal y como fueron recibidas.
Queremos hacer hincapié en que Carmen es únicamente un instrumento; un canal al servicio de Maestros espirituales abocados a la tarea de despertar nuestra conciencia como seres humanos en evolución y, por lo mismo, es probable que al recibir sus comunicaciones, se filtre algo de su propio subconsciente. El psíquico, al ser intermediario entre dos realidades distintas, puede tener errores en la recepción e interpretación de lo que recibe. Por esto, pedimos al lector que lleve estos conceptos a su corazón y haga uso del discernimiento, para que al discriminar esta información mediante su intuición, forme su propia verdad.
El material que Ana ha obtenido durante su práctica terapéutica, representa una valiosa herramienta que ayuda a entender nuestros procesos en el devenir de la experiencia del mundo físico. El psiquismo de Carmen ha servido para complementar este material con enseñanzas de Maestros de planos superiores, que ya han pasado por la experiencia humana, las cuales nos acercan a una mayor comprensión de las causas que provocan los efectos que se viven en la actualidad.
Estos conceptos podrían explicar el porqué de tanto sufrimiento de la humanidad, las diferencias de destino y las aparentes injusticias que se presentan en la vida. El que nos demos cuenta de que todo tiene una razón de ser y que cada uno ha escogido y aceptado sus circustancias actuales con el fin de aprender y evolucionar, nos proporciona una gran paz y aceptación.
La certeza de que Dios es amor, que ha sido nuestra decisión incursionar en el mundo dual para experimentar la oscuridad y después redescubrir nuestro verdadero Ser, son algunas de las premisas que se plantean en este libro y que, junto con otras, pretenden acercarnos a conocimientos más profundos.
INDICE
INTRODUCCION
CAPITULO I - TERAPIA DE REGRESION A VIDAS PASADAS
CAPITULO II - LA NUEVA CONCIENCIA
CAPITULO III - REENCARNACION Y KARMA
CAPITULO IV - ABANDONO
CAPITULO V - VICTIMA - VICTIMARIO
CAPITULO VI - DESORDENES ACTUALES ORIGINADOS EN VIDAS PASADAS
CAPITULO VII - LAZOS KARMICOS
CAPITULO VIII - EXPERIENCIAS SOBRENATURALES QUE SE PRESENTAN DURANTE LA T.V.P.
CAPITULO IX - ARQUETIPOS - ATLANTIDA - ANGELES REBELDES
CAPITULO X - VIVENCIAS EN EL BARDO - VIDAS DE LUZ, DE DESCANSO Y LECCIONES DEL SER SUPERIOR
EPILOGO
SOBRE LA AUTORA
A mi esposo Claude, con mi amor y agradecimiento por su inagotable paciencia y apoyo incondicional. - Carmen de Sayve
A Santiago y Andrea, mis hijos, por su apoyo y amor incondicional. - Ana Coudurier
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CAPITULO I
TERAPIA DE REGRESION A VIDAS PASADAS
Qué interesante sería escribir la
historia de las experiencias en esta
vida de un hombre que se suicidó en
su vida anterior; cómo tropieza ahora
con las mismas exigencias que se le
habían presentado anteriormente,
hasta que llega a comprender que debe
satisfacerlas...Los hechos de una
vida previa, encausan la vida presente.
León Tolstoi
La terapia de regresión a vidas pasadas (T.V.P) es una terapia del alma porque la libera de la carga emocional asociada a un acontecimiento del pasado. La huella que quedó impresa en el cuerpo emocional por esa vivencia, condiciona el comportamiento del sujeto en su vida actual. Como el alma no está regida por el espacio-tiempo, las impresiones pasadas están vigentes y por eso es posible acceder a ellas.
La experiencia de regresión a otras vidas se obtiene de manera espontánea o provocada mediante diversas técnicas. Se puede presentar durante la meditación y los sueños o al encontrarse en un lugar que despierte esa memoria. Así mismo, se provoca esta experiencia por medio de la hipnosis profunda o ligera, la hiperventilación y la inducción, entre otros métodos.
El acceso a otras vidas se logra mediante un estado expandido de conciencia. Consideramos que no se trata de un estado alterado de conciencia, como muchos autores sugieren, ya que ésta no se altera sino simplemente amplía su campo de acción.
Cuando se realiza una regresión con fines terapéuticos, se lleva al paciente a un estado de relajación profunda que favorece el descenso de la frecuencia de las ondas cerebrales hasta producir ondas alpha y theta. A medida que esto sucede, la frecuencia vibratoria del individuo se eleva, el campo de la conciencia se expande y abarca otros planos dimensionales, sin que éste pierda contacto con el aquí y el ahora; a excepción de la hipnosis profunda en la que se llega al estado delta y se pierde la conciencia de la realidad física. Al sintonizarse con el mundo espiritual, la persona tiene acceso a los registros akashicos de sus vidas pasadas y a los mensajes y enseñanzas de los Maestros y guías espirituales.
Es importante señalar que el terapeuta es únicamente un facilitador que acompaña y guía a la persona en su experiencia, pero sin interferir en ésta, pues el trabajo es exclusivo del paciente con su Ser Superior. Hay que hacer hincapié en que no es necesario creer en la reencarnación para que esta terapia sea exitosa, pues en realidad no importa qué fuimos, sino que el sufrimiento que nuestras heridas nos ocasionan, desaparezca.
La conciencia, el subconsciente y la conciencia superior son los tres niveles que intervienen en este trabajo. Los elementos reprimidos en el subconsciente son llevados por la conciencia superior o esencia divina al nivel consciente. Al reintegrar estos niveles, se da un paso importante para la reunificación del ser.
El método terapéutico aplicado en los casos que se relatan en esta obra, se apoya en la inducción y consta de cuatro sesiones consecutivas. Al iniciar la sesión, se tocan algunos puntos del cuerpo del paciente, de acuerdo con la técnica del masaje sacro-craneal, lo que favorece el estado de relajamiento profundo, necesario para llevar a cabo este trabajo. Esto facilita el contacto con el Ser Superior o esencia divina, quien mostrará las vidas en las que se haya originado el patrón emocional que se repite ahora. Al hacerlo consciente y liberar las emociones que lo mantienen vigente, el sujeto llega a la sanación buscada.
En la primera sesión se lleva al paciente al encuentro con su "niño interior", con el objeto de sanar las huellas negativas de la infancia, y una vez que el sujeto se ha armonizado, es posible establecer el puente entre el cuerpo emocional y el Ser Superior. A continuación se le solicita a la persona que invoque a su Ser Superior, el cual se manifiesta mediante algún símbolo que ésta puede identificar.
Cuando el paciente se sintoniza con su esencia divina o Ser Superior, le pede que lo lleve a la vida que le permita comprender y sanar la actual. Esta consigna tiene una razón de ser: identificar el origen del patrón incidente en el comportamiento actual del sujeto y sanar las emociones que lo conforman.
A los pocos minutos de que el individuo entra en regresión, le es posible reconocerse en alguno de los personajes que aparecen en la historia, aunque sea del sexo contrario al de esta vida, ya que hemos vivido las dos experiencias. En algunas ocasiones, el sujeto ve la trama a través de dicho personaje, por lo que le será difícil, en un principio, conocer su identidad; en otras, se reconocerá en alguien visto desde afuera, como si viera una película. Por esta razón, las historias que aparecen en esta obra, algunas veces, se relatan en primera persona y otras en tercera.
También se pueden hacer regresiones temáticas; el objetivo es limpiar un tema concreto, como es el vínculo con otra persona, la muerte de un ser querido, la relación con el dinero, problemas de esterilidad, fobias y otros.
Un patrón es la repetición compulsiva de una determinada actitud y puede presentarse en varias vidas. Esta actitud o rasgo de conducta es provocada por una huella emocional o samskara (palabra sánscrita que significa impresión pasada). Tanto la intensidad emocional como la intención y los pensamientos asociados a los sucesos por los que el alma ha atravesado durante su recorrido, quedan impresos en los cuerpos sutiles y son el contenido que se busca sanar en las historias que afloran durante la regresión. Inclusive, en algunos casos, aparece la memoria del dolor físico experimentado durante el acontecimiento o surgen memorias sensoriales, como olores y sabores. Todas estas impresiones son las que dan lugar al karma.
Como se mostrará a lo largo de este libro, existen diversos tipos de patrones, que en realidad son pruebas por las que el alma tiene que pasar para trascender y evolucionar en cada encarnación. Un patrón se supera cuando el alma logra la comprensión de la enseñanza que éste trae consigo y libera la carga emocional contenida. Por lo general, esta comprensión profunda o insight se obtiene cuando el individuo, a modo de compensación, vive lo opuesto; es decir, cuando experimenta la misma situación desde el lugar contrario, ejemplo: el victimario que en la vida actual vive el papel de víctima. Esto mientras no se haya llegado al nivel de conciencia que lleva al entendimiento de que la mejor manera de equilibrar desarmonías anteriores es mediante el amor, que es lo que se transgredió. Como postula la ley del karma: a toda acción corresponde una reacción; todo ser evolutivo está regido por ésta para alcanzar el equilibrio, la sabiduría y el descubrimiento de su naturaleza divina.
Con frecuencia, lo que no se ha aprendido durante mucho tiempo, se aprende durante la regresión, pues esta experiencia conmueve profundamente las estructuras de la persona, dando lugar a una comprensión integradora y más elevada.
El que se traigan a la conciencia los sucesos de una vida pasada con sus sensaciones, pensamientos y las correspondientes cargas emocionales, liberándolos a través del cuerpo mediante catarsis, da lugar a una nueva organización de la estructura psíquica. El alma necesita del cuerpo físico para eliminar y trasmutar las toxinas espirituales que la perturban.
Después, la persona simplemente actúa de manera distinta, pues ya no está condicionada por la estructura emocional y mental anterior. El cambio se produce de modo espontáneo y la persona reacciona diferente, es decir, responde de otra manera ante los mismos estímulos que antes la perturbaban. Libre ya de las huellas del pasado, puede vivir con mayor plenitud el aquí y el ahora, pues el karma ha sido liberado.
Por lo general, durante las dos primeras sesiones aparecen vidas en las que se puede identificar con toda claridad el patrón del paciente. Después de liberar las emociones, creencias y pactos que éste hizo con las almas con quienes interactúa en su vida actual y que aparecen en la regresión (además de la lección que recibe de su Ser Superior), se le lleva en la tercera sesión a la vida en donde se originó ese patrón; es decir, lo opuesto. Por ejemplo: al pedirle a alguien que padece el abuso constante de otros, que vaya a la vida en donde se originó ese patrón, verá una historia en la que él jugó el rol de abusador.
Si surgieron vidas de víctima con un patrón emocional de autodevaluación, culpa, resentimiento y necesidad de castigo, que dan lugar a las creencias: "no merezco", "no valgo", "pobre de mí", etc., es indispensable, para lograr una sanación profunda, que el paciente sea llevado al origen de ese patrón kármico y experimente al victimario. Es allí donde se da la comprensión, se asume la responsabilidad de los propios actos y se deja de culpar a otros. Al liberar emociones como la soberbia, la crueldad, el egoísmo y la culpa, que provocaron una vida así, el alma recupera su poder y deja de necesitar el autocastigo, tan característico de la víctima. En la cuarta sesión se lleva al paciente a una vida de luz y armonía, en realidad considerada como vida de descanso o de servicio, con la cual se cierra el proceso de sanación.
Este mismo proceso se lleva a cabo para lograr el equilibrio en cualquiera de los patrones que se identifiquen. Cuando el paciente entra a escena en la regresión, inmediatamente empieza a experimentar las emociones. Es necesario, entonces, llevarlo a los acontecimientos importantes de esa vida, desde la infancia hasta la muerte.
En ocasiones, durante la muerte, por la intensidad emocional que se da en esos momentos y por los pensamientos que se producen, surgen creencias que, al quedar impresas tanto en el cuerpo emocional como en el mental inferior, determinan encarnaciones futuras, por ejemplo: "soy malo y merezco castigo" o "soy un fracasado".
Cuando se ha vivido una experiencia inarmónica, se necesitará vivir lo opuesto para equilibrar la balanza. Cualquier discordancia es falta de amor; por lo tanto, el karma se libera por medio del dolor o del amor, ya que el amor es la lección que siempre venimos a aprender.
Con el objeto de que el lector entienda la secuencia y evolución de esta sanación, se exponen enseguida, de manera detallada, las cuatro sesiones de un paciente.
ANTONIO
Lo que impulsa a Antonio, un médico cirujano muy reconocido, a acudir a la T.V.P. es la necesidad de conocerse más para encontrar explicación a algunos de sus comportamientos.
Primera sesión
“ Soy un hombre joven, salgo de una hacienda en una diligencia acompañado de otros hombres. Vamos conversando mientras atravesamos el campo lleno de flores. De pronto nos detienen, es un asalto, hay disparos, me dan un balazo en el pecho. Siento mucha rabia y frustración por no poderme defender. Sé que es una herida mortal, la camisa y el chaleco están llenos de sangre. Mientras muero pienso que mi esposa y mis hijos van a quedar desprotegidos.”
-¿Por qué parte de tu cuerpo te desprendes?- pregunta Ana.
- Por el pecho
Recordemos que durante la muerte surgen pensamientos y emociones sumamente intensos, que pueden dar lugar a un karma, por lo que es importante limpiarlos. En consecuencia, se le solicita al paciente que pregunte a su Ser Superior en qué lugar del cuerpo está grabada esa memoria y el color que necesita para su liberación. En este caso, Antonio respondió: el color rojo a la cabeza y al pecho.
Los colores, como las emociones, son energía. Sin embargo, el color cuenta con una vibración elevada; mientras que las emociones negativas, por su densidad, vibran a una frecuencia baja. Por eso, el primero representa una extraordinaria herramienta para la sanación, pues al visualizarlo y dirigirlo a la zona del cuerpo en donde se encuentra esa huella, su vibración la disolverá. Los cuerpos sutiles interactúan entre sí, incluyendo el cuerpo físico; por lo que las impresiones pasadas, grabadas en los cuerpos inferiores, están también alojadas a nivel celular.
Acto seguido, se le solicitó ir a su infancia.
“ Soy un niño blanco, de ojos verdes. Estamos a principios del siglo XX, en México. Veo a un hombre enfermo y gente llorando a su alrededor. Siento deseos de ayudarlo e impotencia por no poderlo curar, pues yo ya sé que voy a ser médico.”
“Sus padres mueren y él se va a vivir con un tío a otra ciudad. Se siente muy solo y se refugia en el estudio y en la curación de los pobres.”
“ Esa gente me comparte su comida, me quieren pues les llevo dinero y les doy confianza y amor, los hago sentir personas, juego con sus niños.”
“ Más tarde se recibe de médico y viaja a Inglaterra para continuar sus estudios.”
“ Estamos disecando cadáveres en un sótano, nos escondemos de la policía. Tal vez los robamos del hospital, hay muchos cuerpos desnudos. Llega la policía y escapamos por un túnel entre agua y ratas. El director nos apoya y busca la manera de contar con el permiso para estudiar los cadáveres. Nos enseñan a atender partos, nos lavamos las manos y nos ponemos una substancia, no usamos guantes. Me veo operando mucho abdomen, el anestesiólogo es muy inexperto, usa algo que ni siquiera se puede llamar mascarilla. Somos muy hábiles para operar, no obstante, mucha gente se muere.”
“Decido proseguir mi carrera en Paris y después de algún tiempo regreso a México. A mi llegada me entrevisto con el Presidente, quien me asigna al Hospital General, en donde me establezco como cirujano y me recomienda entre diplomáticos, políticos y hacendados. También doy clases en la Escuela de Medicina.”
“ Veo campo y haciendas. Viajo mucho para ver enfermos, pero a mí no me gusta, pues me saca del hospital y de mis clases. Gano mucho dinero, pero eso no me interesa, a mí me gusta estar operando. Tengo esposa y dos niños y les dedico muy poco tiempo pues no son lo más importante en mi vida. Después de mi muerte, veo mi féretro desde arriba y a mi esposa que llora durante una emotiva ceremonia en mi honor, en la Escuela de Medicina. Siento tristeza pues dejé trunco todo y no acabé con mi misión.”
Cuando sobreviene la muerte, el alma se desprende del cuerpo físico y puede ver la escena desde arriba. Es común que durante la regresión el sujeto reviva esa experiencia.
En el momento en que el paciente concluye con la visión de su vida pasada, se le indica que solicite a su Ser Superior que le muestre los sucesos y emociones que hay que sanar, así como los lugares del cuerpo en donde se encuentran esas huellas y los colores que ayudarán a liberarlas. Posteriormente, se le pide que reconozca a los personajes de esa vida que aparecen en la actual.
Cuando aparece un vínculo conflictivo con alguno de los personajes de la vida pasada, es muy probable que ese conflicto siga presente en la actualidad, por lo que es importante indagar cual es el patrón kármico que existe entre las dos almas, para liberarlo. Por ejemplo, la mutua traición, el abandono, el sometimiento, el abuso, entre otros. El hecho de romper conscientemente el patrón negativo, libera a ambas almas de seguir repitiéndolo. Aunque sólo uno de los involucrados lleve a cabo esta liberación, al encontrarse en un estado expandido de conciencia y poner su intención en ello, la sanación del vínculo es factible, debido a que la comunicación con el otro es a nivel de almas.
Al final se recibe la lección del Ser Superior, que en este caso fue:
“ Aprender el equilibrio. Por estar demasiado enamorado de mi vida profesional, nunca dí amor a mi familia. Se me hacía inútil atender a los ricos, pues pensaba que debían sufrir por algo; pero el servir a unos y a otros es lo mismo.”
-¿Cómo aplicas esa lección en esta vida?
“ Me doy cuenta de que en esta vida hago lo mismo. Tengo que darle más amor a mi familia, dedicarle más tiempo. Hay días que me paso pensando en lo que sucede en el hospital y hasta en la noche me acuerdo de ellos. A veces me aterra darme cuenta que no les doy suficiente tiempo a mis hijos.”
Da las gracias a tu Ser Superior y pídele luz blanca que selle esta sanación en todas las células de tu cuerpo.
SEGUNDA SESIÓN
En esta sesión, Antonio entra a una vida en la que es un veterinario en Estados Unidos. Nunca se casa pues lo único que le importa es su profesión. Es interesante observar cómo ya en esta sesión se manifiesta claramente el mismo patrón, no sólo en relación con la inclinación hacia la práctica médica; también con el desinterés por su vida afectiva.
Nace en una familia acomodada del campo, rodeado de animales. Desde pequeño participa en los nacimientos de becerros y potrillos. Después de estudiar la carrera de veterinario, su vida se desarrolla entre la práctica de su profesión, la prestación de servicios a las granjas de la región y la vida nocturna. Se ve frecuentemente de visita en prostíbulos, nunca se decide a establecer un compromiso amoroso con ninguna mujer, por lo que jamás funda una familia. Su única fuente de afecto son sus sobrinos, a quienes llena de regalos. Menciona que le gustan los niños, pero no los compromisos. Sus últimos pensamientos durante la muerte son:
“ Le doy gracias a Dios por haber vivido, aunque viví en una gran soledad. Me duele no haber trascendido, quizás estuve muy enfocado en la autoalabanza y por eso nunca pensé en casarme. Pensaba que las mujeres eran muy fáciles, que no eran reto y que por eso no valía la pena casarse. Nunca hice nada por conocer a una mujer buena. Siento el vacío de la soledad.”
La lección del Ser Superior fue:
“ Aprender a no ser egoísta, a compartir, a comprometerme con los otros. A no ser ególatra y egocéntrico. Compartir, compartir, compartir.”
“ Nunca quise estar comprometido, por eso adoraba a mis sobrinos, pues los veía poco.”
-¿Cómo aplicas esta lección en tu vida actual?
“ Compartiendo y comprometiéndome con mi familia, dándoles más amor y tiempo; haciéndome responsable de mi esposa y de mis hijos; tomando el compromiso que nunca quise tomar antes. Logrando el equilibrio.”
TERCERA SESIÓN
En la tercera sesión se busca el origen del patrón, que por lo general viene de una vida en la que se ha tenido la actitud opuesta. La culpa es la emoción que lleva al alma a la necesidad de compensar sus actos de desamor y puede elegir regresar como víctima o equilibrar con servicio a los demás.
Veamos de donde surge en Antonio su inclinación a la práctica médica y su rechazo al compromiso afectivo.
“ Veo a un árabe en un caballo blanco, con un sable en la cintura, atravesando un mercado. Es un hombre de unos treinta y cinco años, ojos negros profundos y feroces... Soy yo... siento un gran desprecio por esa gente que me ve con odio y miedo, les voy a cobrar algo y los agredo con el caballo; nadie se atreve a levantarse...me entregan dinero. “
“ Ahora veo una escena en un castillo medieval, en Europa. Somos los invasores y recibo órdenes de cobrarles dinero. Estamos en la costa del Mediterráneo, en España.”
-Ve a la infancia.
“ Soy un niño moreno, de pelo rizado. Estoy con otros niños en un lugar de castigo, interrogan a la gente y la torturan mientras yo, escondido, observo. Siento temor y a la vez cierto placer, pues los torturadores son superiores racialmente y yo pertenezco a su grupo.”
“ Nos enseñan a lastimar en sus partes vitales a los que tienen amarrados. Aprendemos a usar sables y cuchillos, pero sobre todo el amor al dominio y a la victoria. Nos inculcan la superioridad de nuestra raza, nos festejan y apoyan y se nos transforma la cara con odio y gozo.”
“ Estamos cubiertos con la sangre de los torturados y nos bañamos en un río. Nos enseñan a tirar con arco, a montar a caballo, a manejar sables. Nos entrenan para ser guerreros y luchar cuerpo a cuerpo. Veo a un niño tirado en el suelo, sangrando. Lo pateó un caballo y nadie lo auxilia hasta que muere. No nos permiten acercarnos a él pues nuestros maestros consideran que no era apto para pelear. Siento mucha tristeza, pero la reprimo, pues me enseñan que tengo que despreciar las emociones para tener una mente limpia y alerta. Hay un poste giratorio del que cuelgan diferentes armas, como mazos, que tenemos que esquivar. Están llenas de la sangre de los niños que se han descuidado. Nos dicen que así es el enemigo, que nunca descansa, que siempre ataca, por lo que siempre se tiene que estar alerta. No nos permiten acercarnos a la familia. Sé que mi padre es vendedor de telas y que le va muy bien. Mi madre y mis tres hermanas se dedican a tejer y los tres hombres nos entrenamos para la guerra.”
“ Vamos en enormes barcos de vela, llevamos caballos en las bodegas; nos van motivando y nos dan a inhalar un polvo oscuro, creo que es droga. Llegamos a un puerto, podría ser Niza o Barcelona. La playa tiene piedras. Bajamos los caballos, tenemos miedo, pero, por otro lado, queremos sentir la sangre, queremos pelear. Nos sentimos muy orgullosos, estamos muy bien entrenados. Entramos a la ciudad, quemamos y arrasamos con todo, matamos todo lo que se mueve y nos llevamos a las mujeres.”
“En una batalla me hieren con un hacha en la espalda. Siento mucho dolor… hay mucha sangre… quisiera estar en mi casa… tengo angustia, pero sé que no debería sentirla. Me están curando… queman mi herida con fierros candentes y me ponen ungüentos. Me enamoro de una mujer de ese lugar que es noble y a la cual cuidan unas mujeres. La obligo a estar conmigo… estamos en un cuarto. Sus padres acceden a la relación por temor.”
“ Está embarazada... alguien la mata, no sé si un hermano o alguien que la quería. Siento que me desgarro. Por esa razón, destruimos todo el pueblo. Mato a más de cien personas... quemamos todo. Nadie me reprime, al contrario, me festejan.”
“Ahora me veo como un hombre mayor, estoy muy amargado. Siento orgullo por ser un excelente guerrero, pero mi corazón está vacío. Mi cara está arrugada y mi mirada es más fiera que nunca. Pienso que así es mi vida y que nunca tendré felicidad de otro tipo.
“Me veo ya viejo, de regreso en un barco, vestido con una túnica blanca y azul. Me recibe gente que no conozco; dicen ser mi familia, pero no tengo ningún sentimiento hacia ellos. Tengo mucho prestigio, pero mi corazón es como un hielo, no hay nada de amor en él, sólo espero la muerte... estoy aburrido. Me encuentro solo en una cama, el lugar es bonito y muy agradable. Siento un vacío total...no hay sentimientos, al morir, pienso que voy con el Creador y le pido que me permita llegar a El.”
Después de efectuar la sanación de esta vida, su Ser Superior le dio la siguiente lección:
“ Debí aprender el valor del amor. Nunca tuve amor. Viví en la soberbia, en el orgullo, en la crueldad y en el egoísmo, que no dejan nada al espíritu.”
He aquí el probable origen de la culpa que provocó en Antonio la necesidad de regresar a vidas de servicio en las cuales se dedica a curar, aunque repite el descuido de los otros aspectos de su vida. Cuando se tiene acceso, en una regresión, a una vida de "victimario" y se liberan emociones como el odio, la soberbia, el egoísmo, el orgullo, y sobretodo, la culpa que queda en el alma después de una vivencia así, al llegar al perdón de sí mismo, el sujeto logra integrar finalmente esa parte de su sombra. Como consecuencia, vivirá en una mayor armonía, tanto interna como externamente.
Es posible que el bloqueo emocional que le impide a Antonio comprometerse en el terreno afectivo y que se observa en las diferentes vidas, sea originado por el profundo dolor que le provocó la pérdida del único amor que conoció durante su vida como árabe.
Es importante señalar que cuando un alma ha alcanzado un cierto nivel de conciencia, elige compensar sus vidas de oscuridad con vivencias de servicio a los demás, en lugar de regresar a sufrir el papel de la "víctima". Esto se debe, a que el alma está cerca de comprender que lo único que venimos a aprender es el amor.
CUARTA SESIÓN
Al solicitarle a Antonio que fuera a una vida de luz, equilibrio y armonía, se vio como un niño griego, miembro de una familia armoniosa en la que el padre, un senador prominente, era un hombre justo y amoroso.
“Tengo dieciséis años y me estoy despidiendo pues me voy a estudiar a otro lugar. Me veo rodeado de otros jóvenes, en una biblioteca, estudiando láminas del cuerpo humano. Me admiro al ver que esas láminas fueron hechas siglos antes, sus colores ya están deteriorados. En un cuarto hay un cadáver sobre una losa y varios jóvenes lo estudian. En un salón blanco hay camillas al ras del piso con enfermos, son ancianos...yo me encargo de uno que tiene un absceso en la pierna, le lavo su herida, la dreno y la cubro. Un maestro supervisa nuestro trabajo.”
“Más tarde, me caso y vivo en una isla con mi familia en gran armonía. Aunque me dedico a mi profesión de médico, atiendo partos y visito enfermos, no abandono a mi familia; dándoles esta vez, atención y amor. Después de algunos años, regreso a mi ciudad natal como profesor; allí me integro como miembro del Consejo Médico. Muero de viejo, lleno de gratitud, rodeado de mi familia y con la gran satisfacción de haber llevado una vida plena.”
Al finalizar la sesión, Antonio recibe la siguiente lección de su Ser Superior:
“ En esa vida experimenté el equilibrio entre la mente y el corazón, por eso podía disfrutar de todo, inclusive de mi muerte. Con la misma alegría con que se recibe un nacimiento, aceptaba la muerte. Fue una vida de dar y recibir amor.”
Por lo general, en una vida de luz y armonía como ésta, no hay nada que limpiar. Recibimos el siguiente mensaje de los maestros sobre este tema.
Se repite la inclinación a una cierta profesión porque no está agotada esa experiencia; en este caso, como médico. Necesitaba esta alma venir a servir para limpiar sus vidas de oscuridad, pero no ha encontrado todavía el equilibrio, pues debido a la herida sentimental que tuvo en su vida como árabe, cierra su corazón a compartir el amor. Al comprender esto, tendrá que equilibrar su vida actual entre el servicio y el amor a su familia. Ya lo hizo una vez, pero tiene que reafirmar ese comportamiento.
Antonio reconoció a varios miembros de su familia en los personajes de sus diferentes vidas.
El beneficio que obtuvo de esta terapia, según expresó, consistió en hacerse consciente del desequilibrio que existía entre su relación familiar y su profesión. Al modificar esta situación, logra una mayor paz y armonía en su vida.
CAPITULO II
LA NUEVA CONCIENCIA
Las almas, al caer de un estado elevado,
trabajan para recuperar ese estado y
gloria, reencarnando repetidas veces.
Orígenes
Es evidente que en la actualidad se está viviendo un cambio drástico en todos los ámbitos. Día a día la crisis afecta, tanto a los sistemas financieros, políticos y sociales como a las instituciones religiosas. Esto se debe a que la humanidad se está abriendo a una nueva conciencia y los antiguos patrones de pensamiento ya son obsoletos.
En los últimos tiempos se escucha con frecuencia el término "Nueva Era", del inglés New Age. ¿Qué significa?, para algunos es una corriente de pensamiento profundamente influída por las religiones orientales; para otros, es una nueva espiritualidad nacida en un mundo altamente materialista que busca facilitarlo todo, aun la religión, y para muchos más es sólo un término de moda que corresponde quizás al advenimiento del tercer milenio y que se aplica a varios conceptos, entre ellos, a la música.
El verdadero sentido de lo que ocurre en la Nueva Era, es el paso a una nueva frecuencia vibratoria del planeta Tierra y también de su humanidad, es la apertura a una nueva conciencia, a conceptos más amplios y profundos que nos llevarán a comprender mejor el sentido de la existencia.
Nuestro devenir en la experiencia de la vida está inmerso en un proceso evolutivo, ya que el Universo con todo lo que en él existe, se originó en el Creador y después de todo un trayecto de evolución será reabsorbido en El. Su creación es eterno movimiento, crea y absorbe en su esencia cuanto existe y es su manifestación; podría decirse que es como su respiración, espira y aspira sin cesar. El universo que actualmente conocemos, incluyendo a la Tierra y a su humanidad, están en el camino de regreso a su origen; se aceleran las vibraciones de lo que se acerca a su Creador, dinámica que ya fue en sentido inverso durante la creación.
Todo es energía que vibra de diferentes maneras y frecuencias que dan lugar a las diversas manifestaciones de materia y planos de Conciencia. Esta energía se origina en la Fuente de Toda Vida que llamamos Dios, Creador, Conciencia Universal, etc. El proceso de creación comporta cambios continuos: primero baja la frecuencia vibratoria, densifica la energía hasta materializarla y después actúa en sentido inverso: sutiliza la materia hasta convertirla finalmente en la Luz de la cual se originó.
En el Cosmos rigen leyes y el proceso de evolución está sometido a ellas. Cada era cósmica comprende un periodo en el que se cumple una etapa evolutiva. Todo lo que sale del Creador regresa a El y tanto los planetas como las estrellas y los seres con conciencia de sí, van a fundirse de nuevo en su esencia. Así funciona su creación, de manera expansiva y después regresiva, reabsorbiéndose en su origen. Ahora bien, tanto la Tierra como su humanidad se encuentran en ese mismo proceso y lo que se está viviendo actualmente es el final de un ciclo cósmico.
Los antiguos esquemas institucionales ya dieron sus frutos y ahora deben cambiar por conceptos más universales de unión, igualdad y amor entre los seres humanos. La globalización se expande cada día más y todo lo que ahora nos separa desaparecerá.
0 paulatinamente para dar lugar a fórmulas más equitativas entre nosotros. Es así como la nueva conciencia de la humanidad está despertando.
Nuestros Maestros nos hablan de esto en los siguientes términos:
Cambio de era significa cambio de frecuencia vibratoria para el planeta Tierra y sus habitantes. Para que esto suceda se tiene primero que limpiar la negatividad que la envuelve, porque su densidad le impide elevar su frecuencia vibratoria. La meditación y la oración, así como los desastres ecológicos actuales son algunas maneras de llevar a cabo esta limpieza. Cambios climatológicos drásticos sacuden la Tierra; el cielo parece desplomarse con la cantidad de agua que cae y provoca terribles inundaciones. Previamente el sol quemó sin clemencia el suelo y causó sequías e incendios por todo el orbe. Furiosos huracanes azotan las ciudades y dejan tras de sí desolación y ruina; las erupciones de volcanes se intensifican, así como los temblores que cada vez son más frecuentes y dan la impresión de que es el fin del mundo. No hay tal, es sólo el fin de una era cósmica y el comienzo de una nueva forma de vida; por lo tanto, no se trata de castigo, sólo de limpieza.
En la actualidad la energía de la Tierra está elevándose a una velocidad inusitada y los comportamientos humanos intensificándose en el sentido que cada uno elige, ya sea en la búsqueda de la luz o en el egoísmo y la sombra. Cada día se ven más excesos y transgresiones al amor, porque al elevarse la frecuencia del planeta se estimula la vibración de los seres humanos en el sentido en que estén actuando; cuando es contra el amor, sus actos son más intensamente oscuros, de la misma manera que los que están dirigidos hacia la luz. Nuestro Ser tiene prisa por manifestarse y ha escogido este tiempo para elevar su nivel de conciencia. Esto provoca también que el velo que separa el plano terrenal del espiritual se diluya y se facilite la comunicación entre ambos.
Se preguntan por qué los desastres golpean a los más desprotegidos y marginados; ellos han elegido vivir estas circunstancias para acabar de una vez por todas con su karma. No es crueldad del destino, sino condiciones aceptadas de antemano. No se pueden imaginar lo que estos seres están limpiando con ello, varias vidas necesitarían para alcanzar lo que logran ahora en esta única experiencia. Valorar las pruebas que está pasando la humanidad actual, es comprender que éstas son las que la ayudarán a dar el salto a la cuarta dimensión. Vean en esto una verdadera bendición, ya que conlleva el avance real hacia la auténtica liberación.
La conciencia de la humanidad tiene que despertar a verdades más profundas y entender que lo más importante en la vida es actuar con amor, erradicando el egoísmo y la manipulación a los demás. Al ser todos uno y lo mismo, lo que se le hace al otro, en bien o en mal, redunda en beneficio o perjuicio de nosotros mismos.
La mayoría de los científicos actuales están de acuerdo en que el universo conocido se originó en el denominado Big-Bang, explosión cósmica de gran magnitud que dio lugar a la creación de la materia y del espacio-tiempo. Según esta teoría todos los cuerpos celestes partieron de un punto central y se alejan de él en forma radial; es decir, el Universo está en expansión y se enfría cada vez más al alejarse sus partes. Aunque no todos los científicos coinciden en lo que se refiere al final del mismo, algunos piensan que se contraerá, siguiendo el fenómeno opuesto al Big-Bang llamado Big-Crunch, gran crujido, es decir, que se reabsorberá hasta llegar al punto en el que se originó.
Aquí encontramos analogía con el concepto de que todo sale de un Principio Unico para regresar a El, lo que se encuentra expresado en diversas religiones y filosofías. Esto es lo que se entiende por Alfa y Omega; la respiración de Brahma, en el hinduísmo; en la Biblia el hombre deberá volver al Paraíso para unirse con el Padre creador del Universo; y en el conocimiento hermético, es la idea de emanación y absorción en el Todo durante el proceso de creación.
Los científicos y filósofos del siglo XIX, inmersos en un exceso de pragmatismo, negaron la existencia de Dios. Con Einstein, la ciencia se abre al concepto de que todo es energía y poco a poco está llegando a la conclusión de que, aun en los estados más primitivos de materia, existe un nivel de conciencia y que la conformación y el orden del Universo están regidos por una Inteligencia Superior. Queda claro que a partir de estos hallazgos se produce un parteaguas en el pensamiento científico, por lo que podríamos decir que los hombres de ciencia, a partir del siglo XX están redescubriendo al Creador.
No es casualidad que dicho proceso tenga lugar en estos momentos de cambio de era, en que se está expandiendo la conciencia de la humanidad. La ciencia todavía no logra la comprensión completa de la relación entre lo físico, lo mental y lo espiritual; y hasta que este último ingrediente se integre al conocimiento científico no se llegará a la verdadera ciencia universal.
Actualmente los científicos quieren encontrar el origen de la creación del universo que habitan. Se acercan a ese principio, pero no logran entender qué hay detrás. Con el raciocinio humano, que es limitado, no lo encontrarán jamás. ¿Cómo se puede comprender lo ilimitado con un instrumento limitado, como es la mente humana encarnada?. Al vestirse el alma de materia física pierde el contacto con el mundo ilimitado del espíritu y no puede acceder a esos conocimientos a menos que deje manifestar a su Ser interno que es divino.
El verdadero conocimiento se obtiene mediante la intuición apoyado por el raciocinio. Este se encuentra dentro de cada uno, cubierto con múltiples capas de diferentes elementos, como emociones y pensamientos egocéntricos. Cuando el ser humano logre deshacerse de todos esos impedimentos tendrá acceso a verdades más profundas. Mientras la ciencia no incluya al mundo espiritual en su búsqueda estará estancada sin recurso.
Cuando el investigador entra en contacto con su Ser interno, la inspiración le llega más fácilmente, ya que desde aquí se le tratan de comunicar las posibles soluciones. Las verdades espirituales no se pueden comprobar con las herramientas de la ciencia actual, pues ésta es una disciplina que hasta ahora está regida por la mente racional y, como tal, limitada.
Cuanto más se abran a la espiritualidad los científicos, más atinadas serán las soluciones que encuentren. Para esto se tendrá que modificar la actitud de los investigadores que no quieren ver más que el aspecto material sin considerar que todo, absolutamente todo lo que existe, cuenta con su contraparte espiritual, con sus propias leyes, las cuales hay que descubrir.
Al estar en contacto con otros planos de conciencia, se accede a conocimientos acerca de cómo actúa el cosmos. La imaginación no alcanza a comprender la inmensidad de esto que se llama cosmos, ya que éste no sólo abarca el universo físico, sino muchos otros universos, igualmente ilimitados, que pertenecen a otras dimensiones.
Nuestra tarea consiste en abrir las conciencias de los que se encuentran en cuerpo físico y tratar de que cada día obtengan más conocimiento de las leyes; no únicamente físicas, sino las pertenecientes a otros planos dimensionales.
DIMENSIONES
Nos dice la ciencia que todo es energía: la materia, la electricidad, la luz, el calor, el pensamiento, son energía que vibra de diferentes maneras y direcciones, a distintas frecuencias. Todo el Universo es energía y la realidad del mundo físico, la que conocemos por medio de nuestros cinco sentidos, no es la única. "Hay muchas moradas en la casa de mi Padre", dijo Jesús, refiriéndose quizás a los diferentes niveles de conciencia o dimensiones que van desde el mundo físico hasta el Creador.
Las distintas dimensiones no se deben entender como lugares, sino como planos vibratorios o estados de conciencia que se alcanzan mientras más alto se vibre y conforme la conciencia se expanda; son etapas que hay que franquear hasta llegar a la fusión completa con Dios. En cada una se adelanta o se crece en las cualidades divinas latentes en nuestro Ser. Se dice que son siete porque es un número místico, pero cada una representa innumerables etapas y grados vibratorios, por lo que su numeración es meramente ilustrativa.
Somos seres multidimensionales, pero por ahora nuestra atención está puesta sólo en la tercera dimensión. No obstante, nuestro Ser pertenece a las siete. Únicamente tendremos que elevar nuestra frecuencia vibratoria para salir de la limitación de la tercera.
El Astral es el mundo espiritual que corresponde a la tercera dimensión. Consta de tres planos principales, cada uno subdividido en varios niveles, según la frecuencia vibratoria que los rige. En los diferentes planos astrales se encuentran las almas en tránsito que esperan volver a encarnar o seguir evolucionando, hasta obtener la frecuencia vibratoria necesaria para acceder a la cuarta dimensión.
El Bajo Astral es donde se encuentran los desencarnados cuya vibración es muy baja, ya que siguen fuertemente apegados al plano terrenal. Los que allí se estacionan, y según su estado de conciencia, se hallan en lo que se considera el "purgatorio" o el "infierno". Ambos estados son voluntarios y no eternos.
Sigue el Astral Medio. En sus diferentes esferas se encuentran la mayoría de las almas humanas, dado el estado evolutivo actual de la humanidad. En el Alto Astral se encuentran los seres más evolucionados y de ahí se pasa a la quinta dimensión o se decide bajar al plano terrenal para ayudar a los que están más atrasados.
Abrir la conciencia significa salir de nuestra voluntaria ignorancia y así elevarnos al siguiente plano o dimensión. En ella comienza el trabajo de servicio al plan divino de la creación. En ese estadío se tiene ya plena conciencia de nuestra divinidad y el nuevo camino se abre a servir a los que vienen atrás. Después nos seguimos elevando y siempre al servicio del Universo, se comprenden a la perfección las leyes universales, lo que facilita aún más el trabajo de ayudar al orden cósmico. Al acceder a la siguiente dimensión, el trabajo consiste en crear mundos en los que habrá vida evolutiva, dando así gloria al Creador. La última dimensión es la fusión con la Fuente en la que nos originamos y en la que el Universo entero se absorberá.
El universo que conoce la Tierra, es uno entre millones que se encuentran en el plano físico y en otros planos dimensionales. La creación es infinita y esa infinitud siempre ha sido y siempre será. El hecho de que se expanda y se contraiga es algo imposible de entender para las mentes encarnadas y aun para las de los planos superiores, pero así es. Este movimiento es continuo: mientras un universo se contrae el otro se expande, y cuando llegamos a la fusión con Dios comprendemos y participamos plenamente de todo el movimiento creativo. Es algo inimaginable que nos proporciona felicidad, plenitud y sentido de haber sido creados. Somos seres individuales y a la vez partícipes del infinito.
LA CREACION
El Inmanifestado es la esencia generadora de toda vida, es conciencia infinita, es inteligencia ilimitada, es amor, misericordia, paz y felicidad sin límites. Esa esencia es lo que llamamos Dios, Creador, Altísimo, Absoluto, Fuente de Toda Vida, Conciencia Universal, etc. Al Ser no manifestado se le considera MADRE-PADRE de todo lo que existe y la creación su manifestación.
El Altísimo se contempló a sí mismo y sabiendo ser Todo lo que Es quiso experimentarse, pues conocía su magnificencia conceptualmente, pero no experimentalmente. Decidió separarse en multitud de partículas que se manifestarían por sí solas dentro de numerosas formas y diferentes misiones y propósitos. Les dio a éstas el libre albedrío y el mismo poder de crear que El tiene. Al ser partículas de su esencia, tienen todas sus facultades. Así comenzó la creación: esas chispas de su Conciencia crearon diferentes planos dimensionales, utilizando la materia prima proveniente del Creador, la energía universal. Su deseo de experimentarse a Sí mismo y poner en práctica todo su poderío, materializando los conceptos que contenía en su esencia, originó este proceso.
En seguimiento de las leyes que El mismo instauró para el perfecto funcionamiento de la creación, empezó la densificación de su energía, vibrando a cada vez más baja frecuencia, hasta llegar a la forma más densa que es la materia física. El mundo físico serviría de habitat a los seres que estarían dispuestos a entrar en el No-Ser, ya que para experimentar nuestro verdadero Ser se necesita pasar por la ilusión de lo que No-Es.
Aclaremos, el Ser es amor que significa dar, aceptar, entregar, equilibrio, armonía y felicidad. Eso es lo que en realidad somos, pero no podríamos saber todo ello sin pasar por lo opuesto, que es el temor o el miedo; lo cual significa aprisionar, atesorar, controlar, negar, dudar, incomprensión, intolerancia, desasosiego, infelicidad y desarmonía.
De esta manera comenzó el mundo dual, donde todo tiene su par de opuestos y a los seres que decidieron experimentar plenamente lo que en realidad son, se les dio la oportunidad de vivir toda la gama de experiencias que los llevaría a recordar y comprender la maravilla que es el Absoluto.
Esa es la razón de la creación: Dios, en su deseo de compartir su amor y poderío consigo mismo, se manifiesta en miríadas de hijos espirituales que funcionan cada uno de diferente manera, para lograr el extraordinario plan divino que es PERFECCION Y AMOR en toda la extensión de la palabra.
Nuestro Creador, el principio de todo lo creado, desea manifestarse y proyecta su energía con la intención de que se convierta en los distintos elementos que conforman la creación. Empieza por crear a los seres que son emanaciones directas de su esencia que se encargan de asistirlo en su idea de diferentes realidades y universos. Estas entidades de altísimo poder e inteligencia son los responsables de la creación de mundos y de seres vivos, que servirán de habitación los unos y de vehículos los otros, a las chispas de Conciencia divina que se convertirán en seres evolutivos. Son esos seres los llamados geólogos, físicos, químicos y biólogos siderales. Cada uno de ellos tiene como función crear los diferentes elementos que acabarán constituyendo lo que conocemos como Universo. Todos ellos actúan en perfecto acuerdo con la voluntad divina.
Al densificarse la esencia del Creador y ser cada vez más compacta, las entidades iban siendo más individuales; se necesitaba de este proceso para tejer el maravilloso tapiz de la creación. El grado de densidad de cada entidad produjo las diferentes jerarquías; no por ocupar un lugar más elevado se tiene más poder, la diferencia estriba en el trabajo que cada una escogió y aceptó.
Los altos seres no han experimentado las vivencias eternamente gratificantes de los más densos, que eligieron pasar por la oscuridad, para merecer la maravilla sin parangón del descubrimiento de la Luz al final de su recorrido por el mundo de la ilusión.
Por lo anterior, se puede entender que existe toda una jerarquía angélica encargada del buen funcionamiento de estas creaciones y de la dirección de los diferentes planetas y galaxias, con todas las criaturas que los habitan en las distintas dimensiones del concierto de la creación. También hay espíritus "dévicos" o de la naturaleza que cuidan del reino vegetal y animal.
Algunos de los seres creados han escogido servir sin pasar por la experiencia humana, mientras que otros elegimos el camino de la evolución.
La organización cósmica es, a una escala mucho más elevada, como la de las empresas humanas. "Como es arriba es abajo", dice la ley universal, y así es, aunque arriba no priva el deseo de poder; sino el de servir a la armonía del Todo. No obstante, aun en los altos estratos de conciencia siempre se está sujeto a la tentación de la soberbia. En el ejercicio del libre albedrío ésta representa la posibilidad de estar y actuar en desacuerdo con el orden divino. Hay elevados seres que se han dejado llevar por ella, ya sea entre los emanados directamente del Creador o entre los evolutivos, los cuales han decidido rebelarse al orden cósmico. Pero esta situación no puede ser eterna y en un momento dado llegará a su fin.
La creación no tiene principio ni fin, es constante, es eterna, es movimiento continuo y el Creador se manifiesta en ella. Su energía se transforma en mil maneras, nosotros, los seres humanos, representamos una de ellas y hemos ofrecido nuestra voluntad para convertirnos en seres evolutivos. El verdadero sentido de lo anterior es que mediante la evolución contribuiremos a su idea de creación en la cual cada cosa tiene su objetivo, cada planta o animal que existe en la Tierra tiene su función, nada se ha hecho al azar.
Toda materia física necesita de una substancia espiritual que la anime para existir. A esta substancia espiritual se le llama mónada o alma grupal. Al comenzar el proceso evolutivo se densifica la mónada para habitar, en un principio, en el reino mineral, dando energía y vida a los átomos que lo conforman en forma grupal, es decir, una misma mónada o alma grupal anima a un gran número de minerales. Al ser su vibración muy lenta sólo necesita vibrar al unísono con los átomos que conforman los minerales. Después de tomar experiencias en ese reino, sus vibraciones se sutilizan y pasa a animar al reino vegetal, en el que ya existe lo que se llama vida y en el cual ya se encuentra cierta forma de sensibilidad. Va animando cada vez menos unidades de vida y por lo tanto, se va individualizando.
Al acabar su experiencia en el mundo vegetal se integra al reino animal llevando consigo sus vivencias del mundo mineral y vegetal; vibra cada vez de manera más sutil y al mismo tiempo anima cada vez a menos sujetos. Es decir, cuanto más elevada es la forma de vida, la mónada o alma va siendo más individualizada y cuanto mayor sea su individualidad mayor será su nivel de conciencia.
Una vez que el alma ha completado el proceso de individualización y ha tomado elementos espirituales de los tres reinos, está lista para ser vehículo de la chispa divina y tomar un cuerpo humano. Se convierte entonces en un ser consciente de sí, poseedor de libre albedrío. A partir de este momento se inicia la evolución de la conciencia del ser humano para que mediante múltiples vivencias en este plano redescubra su verdadero Ser.
Nuestro devenir en la experiencia del mundo físico tiene como objetivo redescubrir lo que realmente somos. Al habernos originado en la Luz divina, eso mismo somos y no conocíamos otra cosa. Para conocer la magnificencia, sabiduría y grandeza de Dios necesitábamos separarnos y entrar en lo que No-Es: la ilusión del mundo dual, lo que da como resultado la separación en dos conceptos: el bien y el mal.
Aunque lo único que tiene existencia real es el Absoluto, se necesitaba, para conocerlo, inventar algo que fuera en cierta forma su opuesto: El no amor o egoísmo, la crueldad, el miedo...y vivir todas esas experiencias con sus efectos inarmónicos, para llegar a lo que somos: amor, fe, armonía. Al haber experimentado la ilusión y sus resultados insatisfactorios, llegamos poco a poco a entender lo que Es en contraposición con lo que No-Es.
¿Cómo podríamos comprender plenamente lo que es la Luz sin conocer antes la oscuridad?
Nuestro verdadero Ser, que es una partícula de la Conciencia infinita de Dios, ha escogido descender a este plano físico, regido por el espacio-tiempo, que se entiende por tercera dimensión. Esto, para experimentar el proceso de evolución de la conciencia, que queda dormida e inconsciente de su origen al sumergirse en la densidad de este plano. Todo un plan se preparó con el objeto de podernos manifestar en cuerpos materiales y vivir la experiencia de la dualidad, en donde voluntariamente nos olvidamos de nuestra propia y verdadera divinidad. Esto es lo que se entiende por "salida del Paraíso" que provoca la ilusión de estar separados del Todo. Así nace el miedo que da lugar al ego, el cual nos acompaña durante todo el recorrido por este plano hasta que, después de múltiples esfuerzos y experiencias, la conciencia se abre al entendimiento de su verdadero Ser. El final de este camino es de una felicidad que los que no lo han experimentado no conocen.
Nuestra individualidad necesita ser diferente de otras para cumplir con su propósito y misión en el plan divino. Esto es lo que se entiende por ego sano. Pero al entrar en el mundo dual confundimos la individualidad con autonomía y nos consideramos, no sólo diferentes sino separados de nuestros congéneres. Las distintas personalidades son necesarias para formar el tapiz multicolor de la creación, pero no están separadas, todas juntas conforman la idea de manifestación de la Fuente de Toda Vida. De ese modo, el ego que debería limitarse a tener una diferente personalidad, se distorsiona y lucha por ser no sólo distinto, sino superior.
Esta distorsión se permite porque es lo que corresponde al entrar en la oscuridad y es parte de la lección. Si no fuera así, el alma no se separaría de la Fuente, y entiéndase esto como ilusión, pero dentro de esa ilusión está todo el aprendizaje del ser evolutivo que accede a ser instrumento del Creador en su movimiento y expansión continuos.
El Altísimo siente en su Ser cada experiencia de sus criaturas, desde la más pequeña a la más elevada, puesto que se manifiesta a través de ellas. Estamos en un proceso de evolución que se realiza mediante muchas y muy diversas experiencias en el mundo físico. El alma desea experimentar toda clase de vivencias que este mundo le ofrece para entender lo que en realidad es. Experimenta la maldad, el dolor, el poder, la sumisión, la gloria humana y el abandono. Todas estas experiencias la llevan a agotar lo que ofrece este mundo, en el cual aceptó incursionar, y a la vez, le brindan la posibilidad de descubrir su verdadero Ser, su esencia divina.
Aceptamos entrar en el olvido total y cubrirnos de ignorancia para entender mejor y así apreciar lo que significa la Luz que nos dio origen. Conocernos experimentalmente es el objetivo durante el recorrido evolutivo en el que creamos cada una de nuestras experiencias, primero los obstáculos y después la manera de resolverlos; es como un juego en el que ponemos a prueba el poder creativo que nos ha sido otorgado por Dios. De esto se trata la experiencia del mundo dual, de desarrollar nuestra creatividad de mil maneras hasta encontrar la salida del laberinto y retomar la conciencia de nuestra divinidad.
El alma joven busca intensidad en su expresión, mientras que el alma vieja, que no necesita de esa intensidad por ya haberla experimentado, responde con mayor equilibrio. El alma joven es la que, en el ejercicio de su libre albedrío, ha decidido no tener demasiadas experiencias en el mundo físico; mientras que el alma vieja es la que ha experimentado las vivencias necesarias para el desarrollo de su conciencia a lo largo de cientos de vidas. La diferencia estriba en el grado de conocimiento que cada una ha adquirido. Aunque un alma vieja cuente con gran conocimiento, puede usarlo mal; será hasta que alcance un elevado nivel de conciencia cuando logre adquirir la sabiduría, que consiste en la correcta aplicación del conocimiento.
El momento actual es muy favorable para acelerar el desarrollo de la conciencia, porque al estar elevándose la frecuencia vibratoria del planeta, las almas se elevan también. Muchas almas atrasadas han elegido encarnar y aprovechar estos momentos para limpiar karma y dar el salto dimensional; gran número de éstas son las que están siendo afectadas directamente por los desastres y privaciones que se están dando mundialmente.
El amor es una energía unificadora, es la energía que cohesiona nuestro ser, ya que sin ella los átomos no se compactarían para conformar la materia. Esa energía de atracción une al Creador con sus criaturas y a ellas entre sí. Es por esto que podemos decir que nuestra esencia es amor. Amor es pues, unión de todo lo que existe y su contrario es todo lo que separa.
El miedo de sentirnos separados provoca la soberbia. Cuando nos separamos del Todo en conciencia, mas no en realidad, surge el sentimiento de estar separados del Universo y al sentir temor deseamos ser superiores y controlar a los otros. Esa es la soberbia, sentirse aparte de los demás y de esa raíz nacen todos los patrones del karma.
Es cierto que esto es necesario para experimentar la aventura del mundo físico, es lo que se entiende por entrar en la sombra, ya que el miedo es lo contrario del amor. El juego es envolverse en el miedo para después reencontrar la Luz.
Ahora bien, hay quien experimenta la soberbia estando en la Luz, ya que cuando se tiene mucho poder se puede caer en ella al sentirse todopoderoso. Quien tiene libre albedrío está expuesto a la soberbia, a no reconocer otra voluntad que no sea la propia. Esto es el gran peligro para quienes se nos ha otorgado la libre decisión de actuar; peligro o prueba, como se quiera ver.
La soberbia de los seres humanos es la gran prueba por la que tienen que pasar al aceptar sumergirse en la oscuridad, ya que tienen que experimentarla y sacudírsela después. Es el gran peligro, no poder salir de ella, es la gran lucha hasta alcanzar finalmente la Luz.
En la trayectoria evolutiva del alma, la desolación es un estado común debido a la ilusión de separación. Al sentirse el ser humano separado del Todo aparece el miedo. Aunque no de manera consciente, el alma siempre busca a Dios, aun en la maldad, que no es otra cosa que inconciencia y el no encontrarle sentido a la vida.
LOS CUERPOS SUTILES
El ser humano está constituido por varios cuerpos de distinta frecuencia vibratoria que interactuan y se interpenetran. El físico es el único que podemos percibir con nuestros cinco sentidos. Son diferentes aspectos del ser y se consideran como capas energéticas.
El espíritu o conciencia pura se desdobla, densificándose en varios cuerpos: la tríada superior está compuesta por el cuerpo espiritual o chispa divina; el cuerpo causal, en el cual se graban las experiencias recibidas durante todo el proceso de manifestación y evolución; y el cuerpo mental superior que procesa los pensamientos provenientes del espíritu. Y los cuatro cuerpos inferiores que son: el mental inferior, que recibe los pensamientos egocéntricos, como los juicios y toda clase de pensamientos negativos; el cuerpo emocional o astral, donde se generan las emociones necesarias para vivir en el mundo tridimensional; y el doble etérico que almacena la energía universal o prana, el cual da vitalidad al último cuerpo, el físico. Estos dos últimos son la parte mortal del ser humano.
En el cuerpo emocional están depositadas todas las emociones, los deseos, las pasiones y los sentimientos. Es el molde energético que da lugar al cuerpo físico. Tiene la misma forma que éste, pero está formado de materia más sutil. En este cuerpo se generan las enfermedades que se manifestarán después en el cuerpo físico. Su vida dura mientras perdure el recorrido del alma por la tercera dimensión. Está formado por ondas mentales y se contrae al entrar en el cuerpo de la futura madre, quien al recibirlo, va dándole forma con los nuevos genes, como resultado de las condiciones que la esencia divina o Ser Superior decide para su nueva experiencia en el mundo físico.
Nuestras emociones, que nos han acompañado durante la vida, quedan impresas en el cuerpo emocional y se registran en el causal. Antes de volver a encarnar, el cuerpo causal y el mental superior, deciden cómo será la nueva experiencia que servirá para contrarrestar la impresión dejada en el cuerpo emocional.
Cuanto menos se reaccione a las emociones, más se eleva la frecuencia vibratoria del cuerpo emocional. Este se disuelve al desaparecer el ego separatista, y es entonces cuando se termina, para el alma, la necesidad de expresarse en la tercera dimensión.
El cuerpo causal es el que guarda todas las experiencias que el Ser ha tenido durante el largo proceso de su evolución. Es la parte del espíritu que se individualiza y en la cual se inscriben las causas que darán lugar a los efectos. Desde allí se eligen las circunstancias de la nueva experiencia, dirigida a contrarrestar la discordancia provocada en una determinada vida, siguiendo de esta manera la ley del karma.
El cuerpo espiritual es el más elevado de todos y el que da origen a los demás. Para llegar a tener conciencia de él, se tiene que trabajar en la elevación de la frecuencia vibratoria y la purificación de los cuerpos inferiores.
La tríada superior, compuesta por el cuerpo espiritual, el causal y el mental superior, representa en realidad diferentes aspectos de lo mismo y eso es lo que se entiende por el Ser Superior. Es la trinidad en cada uno de nosotros, la parte divina que venimos a descubrir.
LOS CHAKRAS Y LA KUNDALINI
Chakra significa rueda, en sánscrito. Los chakras son vórtices de energía que giran constantemente, por los cuales se absorbe la energía universal o prana, que se distribuye en los diferentes cuerpos del ser humano. Son puntos multidimensionales de enlace entre el cuerpo físico y los cuerpos sutiles; conforme la conciencia se expande, los chakras se abren y su frecuencia vibratoria se eleva. Siete son los principales, pero muchos otros se encuentran repartidos en todo el cuerpo.
Los siete principales son:
El primero o chakra raíz, situado en la base de la columna vertebral. Su energia es de color rojo. Tiene que ver con la sobrevivencia y con el instinto de conservación.
El segundo o chakra sexual, se localiza aproximadamente cuatro centímetros abajo del ombligo y su energía es de color anaranjado. Alimenta los órganos reproductores y asegura la conservación de la especie.
El tercero o chakra del plexo solar, del que emana una energía de color amarillo, alimenta el sistema digestivo. Es el chakra de las emociones.
El cuarto o chakra del corazón es de color verde. Es el chakra del amor y la compasión.
El quinto o chakra de la garganta, de color azul, alimenta la glándula tiroides y es el chakra de la comunicación.
El sexto chakra o tercer ojo, se ubica en el entrecejo, la energía que emana es de color azul índigo, alimenta la glándula pituitaria y tiene que ver con el conocimiento intuitivo.
El séptimo o chakra coronario alimenta la glándula pineal y su energía es de color violeta. Es el que nos conecta con la divinidad.
Los tres primeros chakras están relacionados con la vida en el mundo físico; mientras que los tres superiores ayudan a la trascendencia del ser humano. Se puede decir que el chakra del corazón es el punto de enlace entre los dos grupos.
La energía kundalini, depositada en la base de la columna vertebral, es la modalidad de la energía universal que emana del Creador y sirve para el desarrollo espiritual. Al despertar nuestra conciencia mediante el trabajo espiritual, esta reserva se destapa y durante su ascenso en espiral por el tubo pránico a lo largo de la columna, baña cada chakra, abriéndolo más y acelerando su funcionamiento. Este proceso favorecerá la sutilización de la vibración de los cuerpos y, por ende, la evolución.
En los casos de regresión a otras vidas, que más adelante relataremos, se ve cómo el alma busca expresarse yendo de un extremo a otro hasta lograr el equilibrio y la sabiduría.
Cuando en una encarnación se vive un suceso que provoca una emoción muy intensa, queda en el cuerpo emocional una huella que el ser buscará borrar en una próxima vida. Hay ocasiones en que esta huella se graba con tal fuerza que el alma, en lugar de borrarla con la actitud contraria, la repite una y otra vez hasta que es tan profunda que ya no le es posible resistirla. En ese caso, al reencarnar, escoge una experiencia de tal intensidad, que le dará la oportunidad de trascender la huella de una vez por todas.
En el caso que sigue, se puede ver con claridad parte del recorrido de un alma que, buscando el equilibrio, vive los extremos. Su necesidad de reconocimiento y aceptación, producto del miedo al abandono, la lleva a desarrollar conductas compulsivas de control. Antes de su ingreso a esta vida planeó experimentar una situación de completo desarraigo que la llevaría a una profunda desolación; al tocar fondo, comprendería al fin, que la plenitud no se encuentra en el exterior y así daría inicio su búsqueda espiritual.
BARBARA
Bárbara nace en España y a los dos años sus padres huyen de la guerra civil hacia Francia. Allí radica con su madre y sus hermanos, mientras su padre va a Nueva York a buscar trabajo. Después de vivir en varias ciudades de Estados Unidos, lo destinan a México adonde emigra con toda la familia.
Además del exilio, vivió en dos continentes, en seis ciudades y asistió a seis escuelas ditintas, en algunas de ellas de interna; tan pronto se acostumbraba a un lugar tenía que dejarlo. Por otro lado, viene a esta vida con una madre alcohólica que nunca le dio el afecto necesario. Durante los años más importantes de su desarrollo no tuvo ni a quién ni a qué aferrarse. Por todo eso, se intensificó su necesidad de pertenencia, de sentirse parte de algo o de alguien para aliviar su desolación. El fracaso de su matrimonio, después de cinco años, la llevó a la búsqueda espiritual y como parte de ese proceso llegó a la T.V.P. con Ana.
En una de las sesiones apareció lo siguiente:
Soy un guerrero que va a caballo...estoy dirigiendo una armada... tengo un escudo y una armadura roja, mi caballo es blanco. Soy un jefe muy duro y fiero... tengo mucho coraje, quiero acabar con algo. Todos hacen lo que yo digo, pero me aprovecho.
Ahora me veo en una cama, ya soy viejo, mi cama y mi cuarto son muy elegantes...hay una señora que me cuida, pero me siento muy solo, nadie viene a verme... ya no tengo fuerzas. Estoy vencido y solo, siento que todos son unos ingratos... únicamente está allí esa señora porque le pagan... estoy lleno de amargura y tristeza.
Fui muy duro y despiadado, tenía mucha fuerza de carácter, pero nunca fui amable, sólo quise que me obedecieran...murieron muchos por mi soberbia, sentía que sabía más que los demás, no los supe entender. Al morir me siento muy culpable.
-Ahora ve a la infancia de esa vida- le dice Ana.
Soy un niño travieso que vivo en un palacio; soy un principito...nunca veo a mis padres...estoy mucho tiempo con mi institutriz y me siento muy solo. Mi padre está muy ocupado con los asuntos de Estado, le tengo miedo, y mi madre es muy débil de carácter. Soy cruel con los animales, siempre molesto al gato, soy rebelde, autoritario y malcriado con los sirvientes, pero todos me rinden honores por ser el heredero. Me siento muy solo y trato de llamar la atención de mi padre, pero no lo logro y sufro. Mis padres me pegan, siento mucha rabia y estoy asustado. Mi padre me regala un arco y una flecha y me lleva de cacería con él; mato una liebre y está muy orgulloso, pero como no logro matar otra me retira su aprobación...después ejerzo venganza en los sirvientes.
Mi padre muere en una batalla y siento que nunca logré su reconocimiento...tengo mucho coraje...voy cerrando mi corazón poco a poco. Cada día con más odio y ganas de matar, dirijo a todo el ejército a pelear. Me caso, pero no amo a mi mujer, soy cruel con ella ... siento mucho resentimiento y frustración.
Reconozco en mis padres de entonces a los mismos de ahora.
Lección del Ser Superior
Tenía que vivir el rechazo para aprender la humildad, pero no la aprendí. Saber que no estamos hechos para ser el centro de atracción. No supe gobernar con amor, fui déspota. Hay que saber dirigir, poniéndose en los zapatos del otro y ejercer el poder con compasión hacia los demás. Es necesario comprender que las personas no son nuestros esclavos, sino que simplemente están jugando diferentes roles en la vida. Se puede ser jefe, sin temer a ser amoroso y que se aprovechen de nosotros.
-Tengo la creencia de que se aprovechan de mí si soy buena- comenta Bárbara después de recibir esta lección.
Aquí aparece claramente una creencia que da origen a un patrón kármico. Cuando un pensamiento se acompaña de una emoción intensa, se convierte en "creencia" y queda impresa tanto en el cuerpo mental inferior como en el emocional. Dicha creencia puede pasar de una vida a otra y, para deshacerse de ella, se necesitará llegar a la comprensión de su irrealidad.
-Pide a tu Ser Superior que te lleve a la vida en donde se origina esta creencia - sugiere Ana.
Soy campesino, trabajo la tierra y tengo un buey... vivo con mi familia en una cabaña. Hago mi trabajo bien pero mi patrón es muy malo, duro y exigente, aunque le doy lo mejor de mí mismo. Entre más le doy, más quiere. Se aprovecha de mi bondad y de mi deseo de servir. Lo acepto porque tengo que mantener a mi familia, pero me convenzo cada vez más de que cuanto más bondadoso se es, más abusan de uno...Mi Ser Superior me dice que no tengo ya más que ver de esta vida, que lo importante es que me libere de esa creencia.
Después de solicitar a su Ser Superior las enseñanzas de estas experiencias, Bárbara habló de la siguiente manera:
He elegido vivir el rechazo en varias vidas, tanto de mí hacia otros como de otros hacia mí, para entender cómo me he rechazado a mí misma. Escogí al padre y al marido que no me aceptaron y que fueron muy duros conmigo, para acabar de entender que la felicidad no radica en que me acepten o no. En el momento en que deje de buscar la aceptación de los demás, me aceptaré incondicionalmente tal como soy y así comprenderé lo que es el amor de Dios en la Tierra.
La lección principal de mi vida actual es el desapego, dejar de aferrarme a algo para sentirme segura. Por eso escogí vivir el exilio, el no tener raíces en ningún lugar y no pertenecer a ningún grupo específico. Todo esto para comprender que la felicidad se encuentra dentro de nosotros mismos.
La vida actual de Bárbara está concentrada en una profunda búsqueda espiritual. Al comprender las causas de su patrón de control y necesidad de pertenencia, éste perdió intensidad y ella tiene ahora mayor equilibrio en su vida. Así mismo dedica gran parte de su tiempo al servicio, impartiendo cursos y ayudando a bien morir a enfermos terminales.
En las dos vidas de Bárbara y en las de Regina, que veremos a continuación, podemos observar con claridad cómo el alma trata de compensar sus acciones inarmónicas experimentando los opuestos.
REGINA
Regina trabaja en el área de ventas de una institución financiera. Acude a la T.V.P. con la expectativa de encontrar respuestas a las situaciones que vive en la actualidad, en virtud de que su intuición siempre le dijo que había vivido otras vidas.
Estoy en Inglaterra...es el siglo XVI... soy mujer y estoy en un barrio cerca de los muelles. Superviso la descarga de mercancía de unas barcas...soy robusta, de pelo largo, rizado. Me visto como los marineros y uso su lenguaje. Soy muy ruda, estamos recibiendo contrabando de armas y de mujeres asiáticas e hindúes. Todos me tienen miedo pues tengo el control sobre ellos y los desprecio. Aunque soy mujer me siento muy poderosa, pues las mujeres en esta época a lo más que pueden llegar es a ser las queridas de los marineros.
Comercio con lo que traen los piratas. Como crecí en este ambiente, logro que me acepten en esta red de tráfico.
- Ve a tu infancia - le pide Ana
Soy hija de una prostituta y no sé quién es mi padre. Siempre tengo que trabajar, pago mi comida con trabajo. Hay un hombre que controla a mi madre, tiene a las mujeres en una taberna donde yo como, lavo los vasos, limpio el piso y a veces lavo ropa; pero como soy muy pequeña no alcanzo el lavadero. Hace mucho frío y el agua está helada.
Algunos marineros me dan una moneda porque les caigo en gracia. Los escucho hablar de sus viajes y les pregunto qué es lo que ven. Me cuentan que más allá del mar hay otros reinos. Uno dice que hablan francés, español y otros idiomas. Cuentan que cada quien tiene sus reyes, como nosotros. Les digo que me quiero ir con ellos para conocer lo que ellos ven, que me den trabajo limpiando los barcos. Tengo trece años y ya convencí a uno de que me suba a su barco.
Me llamo Macaria Agnes Jones, me pusieron ese apellido aunque no saben quien es mi padre. Llevo el apellido del doctor porque mi mamá dice que soy más hija del doctor que me ayudó a nacer que de cualquier marinero que se pudo haber tragado el mar. A mi madre no le importa, pues dice que somos como una masa humana sin identidad.
Me voy sin permiso de mi madre, pero sé que a ella no le interesa, siempre dijo que yo iba a acabar igual que ella, que algún día me iría con un marinero y que regresaría con hijos de diferentes padres. Pero yo no voy a ser así... lo que quiero es conocer otros mundos.
El hombre que me lleva en su barco me disfraza de varón para que no tenga problemas. Como soy delgada parezco niño. Poco a poco he ido aprendiendo a defenderme... he tenido que pelear con todos pues además de que me golpean, siempre me dan los trabajos más pesados. Les da mucha rabia que el capitán me haya subido al barco, como mozo.
En las noches todos se van a cubierta para atacar los barcos con los que nos cruzamos. Matan a los marineros y saquean todo su cargamento. Dicen que trabajan al servicio de Su Majestad. Me enseñan a disparar para que intervenga en el próximo asalto. Tengo mucho miedo, pero sé que tengo que hacerlo pues ése es el negocio. Allí está el barco que vamos a asaltar, es español. Dicen que trae un tesoro de otras tierras, que contiene oro y plata además de gente. Mataremos a la tripulación y a la gente que traen, pues no sirven como los negros, son muy enfermizos. Durante el ataque un marinero del otro barco me hiere con la punta de su espada y le disparo. Fue muy fácil matarlo y de ahora en adelante mataré a quien pueda. En las bodegas de ese barco hay un olor muy desagradable. Hay gente amontonada en la oscuridad con mucho miedo. Como sé que no sirven, los mato con mi espada. No me importa matarlos, pues no representan dinero.
Cada vez soy más ágil para luchar y matar, pero hay un hombre que me observa continuamente desde que subí al barco. Como mi cuerpo está cambiando, ya se dio cuenta que soy mujer. Los marineros tienen la superstición de que es de mala suerte tener mujeres en el barco. El capitán no quiere que su tripulación tenga miedo, por lo que me tendrán que bajar, pero yo no quiero.
Durante otro ataque hay muchos heridos y el marinero que me observa les dice a todos que soy yo quien les ha traído la mala suerte. Me voy a tener que bajar, me ofrecen dejarme en el puerto que yo elija. No quiero perder el negocio pues ya sé cómo funciona. Convenzo al capitán de que me permita comerciar con lo que ellos traen y acepta, pues sabe que puede confiar en mí.
Tengo que liarme a golpes con gente en el muelle para lograr que me respeten. Ahora cinco hombres trabajan para mí. Me visto y trato de ser como hombre. Anoche maté a los que intentaron tenderme una emboscada. He aprendido que hay otras tierras, de las que los españoles y portugueses traen barcos cargados. He descubierto que los hombres y las mujeres de esas tierras, aunque no son fuertes, son buenos sirvientes y jardineros, además de que cuidan bien de las caballerizas. Son cuidadosos y obedientes, por lo que los puedo vender bien.
Me he vuelto muy cruel, sólo sé que todo tiene un precio; soy muy poderosa y he logrado que todos me respeten. Le tengo que dar parte de mis ganancias al comandante del puerto para que proteja mi mercancía. Ahora también les compro a los que asaltan los caminos; me traen una bolsa de joyas llenas de sangre y peleo el precio ya que tendré que limpiarlas. Tuve que matar a uno de mis mozos porque me quiso robar, lo lamento porque era el mejor, pero si no lo hacía, los otros también me robarían. Siempre lucho por tener las mejores mercancías, pero hay que separar una parte para la reina.
Analizo un mapa de Inglaterra para elegir adónde mudarme con mi negocio, pues ahora está en Londres y siempre tengo que viajar al puerto al que llega el cargamento. Mientras cuento mi dinero, pienso convencida de que en la vida todo es dinero y que todos tenemos un precio. Ya tengo treinta años y me veo viajando de Liverpool a Londres, nos pusieron un tronco en el camino, nos van a atacar. Tengo que matar, ya me cansé de hacerlo y de luchar contra los que se quieren apoderar de mi negocio porque soy mujer.
Tendré que aliarme con alguien más fuerte. Decido ir a ver a la reina, pero un contacto me dice que hay un duque que controla toda la región y que me tomaría a su servicio. También seré correo de un obispo que junto con su grupo quiere más poder. Estoy convencida de que la gente es para usarla y después tirarla cuando ya no te sirve, además hay que eliminar a los que se insubordinan.
Me veo acuchillando con mucho odio a alguien, le clavo un puñal muchas veces. Ya tengo la cara toda salpicada de sangre...es el duque que me ayudó...descubrí que no me amaba como yo creía, sino que me iba a entregar, pues yo tenía todos los contactos con los piratas. Pensaba que él me protegía...en realidad estoy confundida pues algo me hace pensar que me equivoqué...no tengo certeza de nada.
Es de noche, estoy sola tomando alcohol en un muelle. Me veo muy descuidada, envuelta en una capa. Estoy emocionalmente deshecha, me siento perdida...me equivoqué...él no me iba a traicionar y lo maté. Era la única persona a la que quería. Fui ambiciosa y violenta, acabé con alguien que me quiso y ayudó.
Saco mi cuchillo y me corto las venas...pienso que es lo mejor que puedo hacer, ahora que me doy cuenta de que ni siquiera sé quien me quiere y quien no. Este es un buen lugar para morir pues mi sangre se va a ir al mar y al fin iré a esos lugares que imaginé. No quiero que nadie me moleste mientras me voy. Estoy muy triste por haberme dejado llevar por una impresión y matar a quien me quiso. Conseguí mucho poder, pero de nada me sirvió...lo único que me tranquiliza es que mi sangre sí va a poder llegar a esas tierras lejanas.
Es muy interesante ver cómo, cuando un sujeto muere con un deseo, el alma regresa para satisfacerlo en una siguiente experiencia. En virtud de que durante la muerte los pensamientos y las emociones se intensifican, dejan una huella muy profunda en el cuerpo emocional y crean un karma que el alma puede tardar varias vidas en disolver.
Durante la siguiente sesión, Regina entra a una vida que tiene lugar en la época de la Colonia en México. Con esa vida quizás cumplió su último deseo de la experiencia como pirata y traficante inglesa, que consistió en llegar a tierras lejanas. Al vivir lo opuesto, seguramente también se trata de la compensación de dicha experiencia.
Me veo en un patio con diligencias, hay mucho movimiento. Soy un mozo y estoy preocupado porque algo no está listo. Es en una gran hacienda del Bajío, en México, durante el siglo XVII.
No llegó el señor de la casa, por lo que las mujeres lloran...yo lo había ido a buscar. Alguien dijo que murió en un barranco, pero nunca se encontró el cadáver. Estoy preocupado pues él era el que me protegía. Tengo dieciséis años, soy su hijo bastardo y ahora que él no está no sé qué voy a hacer, pues nunca he sabido quién es mi madre.
Hay un gran baile en la casa, todo el mundo está vestido de gala y yo estoy bailando como si fuera uno de los invitados. Mi padre sí murió y como soy el único descendiente varón, me dejó la casa. Su esposa e hijas me toleran porque tienen miedo de que me case y las deje desprotegidas pues heredé todos los negocios. A las dos hijas les dejó una dote, pero yo tengo el control de todo.
Estoy trabajando con los mozos y me quiero acercar a una de las sirvientas, que es muy bonita, pero ella tiene miedo pues están acostumbradas a que los señores sólo se acerquen para abusar de ellas. Sólo que yo no quiero eso, sino únicamente conversar con ella. Una de mis hermanas se da cuenta y le va a contar a su madre. Como yo era mozo, ahora no entiendo la diferencia entre las clases sociales. Ellas están muy preocupadas, aunque yo ni siquiera pienso en casarme, sólo que es muy bonita.
Mis hermanas y mi madrastra la mandan matar. Se la llevan a un bosque y la esconden. La busco con desesperación, después de un tiempo unos perros encuentran el cadáver. Con tristeza me doy cuenta que estoy solo de nuevo y que la mataron porque a mí me importaba. No puedo hablar con ellas de su muerte pues pensarían que las estoy acusando. Sé que cualquiera que se acerque a mí está en peligro.
He multiplicado las tierras y el dinero que dejó mi padre. Mis hermanas y mi madrastra me siguen viendo como el mozo y me desprecian abiertamente. No sé cómo lograr que no se metan conmigo, tengo miedo de que vuelvan a dañar a alguien. No sé por qué si tienen una dote no se han casado. Quiero irme a vivir a otra casa, pero mi madrastra amenaza con que se va a suicidar si lo hago pues alega que ya no tendría quien la proteja. Sé que mientras ellas estén conmigo nunca podré tener una familia.
Empiezo a viajar para comercializar mis productos y evitar así el estar con ellas. Decido irme a vivir a la capital y únicamente viajo a mi finca para supervisar que todo marche bien y me envíen lo que necesito. En un viaje me percato de que el capataz se ha enredado con una de mis hermanas y que planean quedarse con la hacienda. Lo que yo quiero es que se olviden de mí aunque se queden con todo. Sospecho que traman mi muerte pues también quieren apoderarse de lo que tengo en la capital.
Estoy solo en mi tienda de la ciudad de México, haciendo cuentas para ver con qué me puedo quedar. Oigo un ruido, es el capataz que dice que me trae un mensaje, pero no le creo pues es muy noche y presiento que me va a matar...me clava un puñal varias veces... me siento profundamente triste pues todo fue dinero, no pude tener una familia ni nada, sólo dinero. Pienso que hay personas que nunca tendrán amor pues únicamente les interesa el dinero. Me da tristeza que, a pesar de que las cuidé, nunca me lo agradecieron. Mi padre fue la única persona que me quiso un poco...estoy seguro que ellas también tuvieron que ver con la muerte de mi padre, pero no sabían que existía un testamento. Muero lleno de tristeza.
Este caso es un claro ejemplo de cómo esta alma, después de vivir una vida de abuso y desamor, elige, a manera de compensación, experimentar "la víctima". La creencia de que el dinero es el único valor se repite en ambas vidas, aunque en la última, experimenta sus consecuencias desde la otra cara de la moneda.
CAPÍTULO III
REENCARNACION Y KARMA
Como creo en la teoría del renacimiento,
vivo con la esperanza de que, si no en
esta vida, en alguna otra, podré abrazar
con amor a toda la humanidad.
Mohandas K. Gandhi
La doctrina de la reencarnación establece que el ser humano nace una y otra vez en el mundo físico hasta tomar conciencia de su verdadero Ser, que es divino. De la mano de lo anterior va la Ley del Karma, que es el principio de equilibrio entre la causa y el efecto.
No es posible entender la evolución sin el concepto de reencarnación. Si partimos del principio de que estamos en un proceso de regreso hacia nuestro origen, se entiende que esto se lleva a cabo mediante múltiples vivencias; primero en el plano físico y, al terminar esa experiencia, en una progresión ascendente hacia los diferentes planos dimensionales, hasta llegar a la fusión con el Creador.
Al estar inmersos en la tercera dimensión no nos es posible comprender en su totalidad este proceso que implica las siete. Sin embargo, podemos concebir que nuestro verdadero Ser se viste de diferentes vehículos o cuerpos que le permiten vivir diversas experiencias, todas ellas diseñadas para abrir la conciencia que se encuentra dormida, debido a nuestra incursión en la realidad física.
Esta teoría es muy antigua y la sustentan algunas religiones orientales, como el Hinduismo y el Budismo así como en Occidente los antiguos habitantes del norte de Europa y los druidas entre otros. Platón, en Grecia, sostenía que "el conocimiento fácilmente adquirido es aquel que se ha obtenido en una vida anterior, por eso fluye con facilidad". Si bien, el cristianismo ortodoxo, el judaísmo y el islamismo niegan la reencarnación, hubo grupos de iniciados en cada una de esas religiones que decididamente la aceptaron; por ejemplo, en la Cábala, escritura sagrada de la religión judía, se encuentran muchas referencias a la reencarnación. Esta es una doctrina que a lo largo del tiempo se ha mantenido en forma secreta, pero que en nuestros días se está abriendo cada vez más al público.
La reencarnación fue aceptada durante los inicios de la era cristiana por muchos de sus seguidores, como Orígenes, pero cuando Constantino en el siglo IV institucionalizó el cristianismo como religión oficial del Imperio Romano, surgió la oposición a la idea del renacimiento y se suprimieron del Nuevo Testamento referencias a la reencarnación. En el año 553 D.C., bajo el gobierno del emperador Justiniano, esta teoría fue erradicada definitivamente de la teología cristiana en el Concilio de Constantinopla, donde se la declaró por primera vez herejía. Esto probablemente se debió a que se la consideró una doctrina peligrosa, en el sentido de que si ofrecía infinidad de oportunidades, los seres humanos no se verían impulsados a luchar por su superación durante su vida inmediata. Así que se optó por la enseñanza de que se contaba con una sola experiencia, que decidiría el destino por toda una eternidad. Por otra parte, quizás debido a la nueva alianza entre la Iglesia y el Estado, se pensó que sería más fácil manipular a las masas bajo la amenaza del castigo eterno si no cumplían con las normas establecidas.
Para el estado de conciencia de la humanidad de entonces, es muy probable que ese pensamiento fuera válido; pero es cierto que ahora ya no funciona. En virtud de que las conciencias se están abriendo cada día más, ya no se aceptan los dogmas tan fácilmente sin cuestionarlos.
Incluso entonces y a pesar de la prohibición, quedaron grupos que continuaron creyendo en la reencarnación. Fueron perseguidos sistemáticamente, hasta que la Iglesia logró erradicar en Occidente,, de manera definitiva, la idea de la reencarnación,. Sin embargo, permanecieron grupos místicos secretos como los rosacruces, los herméticos, los alquimistas, los gnósticos, que mantuvieron vigente este conocimiento hasta nuestros días y por ello han sufrido un gran desprestigio.
Además de los prejuicios religiosos, es todavía difícil para muchos creer en el renacimiento. En gran medida, esto se debe a la influencia de la rigidez intelectual y científica imperante, desde el siglo XIX hasta nuestros días, entre importantes pensadores y científicos que han negado la existencia del mundo espiritual.
El proceso de reencarnación tiene que ver con la evolución. Cuando las chispas de conciencia divina se deciden por el camino de la evolución, se revisten de un alma y después habitan en un cuerpo humano. Necesitan expresarse en el mundo físico, donde pierden el contacto con la realidad de su Ser para entrar en el mundo ilusorio de la dualidad.
Al entrar en la aventura del mundo físico, el Ser de Luz que es cada uno de los seres humanos, se reviste de un cuerpo, vehículo de muy densa vibración que lo aísla por completo del mundo espiritual. Esto es necesario, ya que sin ello no se podría experimentar la sombra, que más tarde le hará apreciar en toda su infinitud la Luz de donde salió.
Estas experiencias son creadas por el Ser mismo y se llevan a cabo en diferentes momentos históricos que suceden simultáneamente, aunque esto último no se pueda entender con la conciencia de tercera dimensión, regida por el Espacio-Tiempo. Es difícil para la mente humana actual entender este concepto, por lo que se dirá que se viven en secuencia.
Necesario es comprender que somos creadores y que al entrar en el mundo físico creamos nuestra realidad, según lo que deseamos experimentar. Aquellos que creemos en desventaja, no lo están realmente ya que así lo han escogido para experimentar lo que los llevará a expandir su conciencia. Si a veces no comprendemos que alguien pudo haber escogido vivir con limitaciones físicas o condiciones extremas de pobreza o enfermedad, es porque lo juzgamos desde el plano físico y no metafísico.
Sin conciencia de espiritualidad no se eleva la vibración cuando se está inmerso en los satisfactores materiales. Esto no quiere decir que para expandir la conciencia se tiene que sufrir. Vivir en la abundancia y la felicidad es lo que se espera de nosotros, pero sin perder por ello la conciencia de nuestro espíritu. Lo que sucede a veces es que, al tener una experiencia de abundancia y poder, nos olvidamos del espíritu y entonces, al volver a encarnar, el Ser elige el otro extremo para desapegarse de lo que le produjo apego. Esa es la razón de que se escojan extremos y lo que algunos ven como castigo, no es tal, sólo búsqueda de equilibrio y expansión de conciencia.
Nuestro Ser decide pasar por la experiencia de la evolución a través del plano físico y expresarse de diferentes maneras mediante varias personalidades que son él mismo, viviendo las diversas experiencias que ofrece ese mundo. Sus distintas personalidades van expresándose en otros tantos papeles pues, al ser creador, necesita experimentar su creatividad de múltiples maneras. Todas esas experiencias son movimiento y lo que se absorbe como aprendizaje en una experiencia es compensado por otra personalidad. El Ser sigue creando experiencias hasta agotarlas, para después elevarse al siguiente plano de conciencia.
"La maldad", provocada por el sentimiento de separación, es lo primero que el alma tiene que experimentar, ya que sólo así comprenderá lo que significa la luz que mora en su interno. El alma va al mundo del olvido y de la inconsciencia para después redescubrir la Luz de su Ser Divino; enriquecida con todas las experiencias que requirió para pasar, de la total ignorancia que la sumergió en la oscuridad, al descubrimiento de su propia divinidad. Al inicio la vibración del ser humano, al ser sumamente densa, lo incita a ser violento, lujurioso, ladrón, asesino. Sin embargo, se necesita que pase por esos extremos para después expresarse en el otro polo y finalmente lograr el equilibrio.
Si se trata de experimentar el poder, por ejemplo, lo hará de manera abusiva, violenta, manipuladora, dictatorial o con crueldad mental. Se abrirán ante su poder creativo todas estas opciones; él elegirá alguna y la expresará. No obstante, con la desarmonía que provoque producirá un efecto que lo llevará al otro extremo, es decir, a ser el manipulado, el explotado, el vituperado, el humillado...hasta llegar a ejercer el poder con sabiduría y justicia.
Si se trata de experimentar el sexo, el alma escogerá ser, entre otros, compulsivo sexual, violador o promiscuo, y cuando haya agotado todos los excesos sexuales, necesitará experimentar lo opuesto; es decir, el celibato total, la víctima de abuso sexual, el sexo amoroso... para finalmente alcanzar el sexo sagrado.
Cuando se trate de violencia, posiblemente elegirá ser el guerrero que se baña en sangre, matando por el placer de hacerlo; el verdugo que corta cabezas sin piedad o el violento que golpea a la pareja y a los hijos; para después vivir la experiencia de ser víctima de quien tiene esos mismos comportamientos y, por último, lograr la comprensión del amor incondicional.
En todo este recorrido el alma empieza por vivir la "maldad". No obstante, se va dando cuenta de que con ese proceder no encuentra felicidad ni paz, sino una enorme desolación y, aunque busca seguir encarnando en la sombra, los resultados inarmónicos de su actuación van despertando su anhelo por la Luz.
EL YO TOTAL O SUPERALMA Y LA INEXISTENCIA DEL ESPACIO-TIEMPO
El Ser individualizado o chispa divina, se desdobla en diversas personalidades que son él mismo. Las proyecta a la realidad del mundo físico, donde el tiempo se percibe como lineal, para vivir diferentes experiencias en forma simultánea. A esto se le llama el Yo total o Superalma, pues comporta la totalidad de las personalidades en las que se diversifica. Es como si el espacio-tiempo estuviera contenido en una esfera donde no se puede definir el inicio y el final de un suceso. Todo es movimiento y acontece en el eterno presente.
Cuando una de estas personalidades está desarmonizando el orden cósmico, otra trata de compensarlo. Así, una compensa a la otra y al ver una "vida pasada", lo que vemos en realidad está sucediendo al mismo tiempo a través de otra personalidad de nuestro Yo total.
Este proceso es muy difícil de captar en todas sus implicaciones; sin embargo es una realidad, en el sentido de que cada ser evolutivo necesita pasar por innumerables experiencias, para primero internarse en la realidad física y después desapegarse de ella.
Se preguntan, ¿cómo es que si su personalidad actual es una de las múltiples personalidades del Yo total y si todo se está experimentando simultáneamente, de qué manera se trasciende la tercera dimensión?
El necesario trabajo para salir del mundo de la ilusión se hace mediante la suma de experiencias del Yo total; es decir, que si en nuestra actual personalidad se trabaja para abrir la conciencia, todas las demás seguirán el impulso ascendente y el Yo total o Superalma se verá liberado de la tercera dimensión. Aunque parezca que en este proceso está presente el elemento tiempo, o sea el antes y el después, en realidad todo se desarrolla en el eterno presente; pero mientras se está en la limitación del mundo físico es imposible comprenderlo.
Para quienes están en el mundo tridimensional, donde el espacio y el tiempo son ilusorios, el proceso de reencarnación sólo les resulta comprensible como una secuencia cronológica de vidas. Pero en las dimensiones superiores no se puede hablar de tiempo, sino de eternidad, que es un continuo presente y el no espacio se reduce al sentido de unidad. La distancia separa una cosa de la otra en el plano tridimensional, pero en los niveles superiores, al haber unidad, no hay separación. El movimiento que requiere la creación es lo que se entiende por sucesión de acontecimientos, pero según se ha dicho, no es como se concibe en el mundo físico.
Por lo anterior, podríamos decir que la reencarnación existe en términos del mundo físico, pero no existe en términos del no-tiempo. El yo que está actuando en la realidad física no es más que una de las personalidades del Yo Total, que se expande y crece con todas las experiencias que recoge en las diversas vidas.
En el actual estado de conciencia de la humanidad, no se alcanza a comprender la inexistencia del tiempo y la simultaneidad. Cuando se habla de reencarnación, en la que una misma entidad ha vivido diversas experiencias, se quiere decir que su Yo Total está experimentando simultáneamente esas experiencias por medio de sus diferentes personalidades en los distintos momentos históricos.
Se entiende la simultaneidad como movimiento y éste en la eternidad es un continuo presente, porque el pasado sigue existiendo de la misma manera que el futuro está esbozado como probabilidad. Nuestro actuar es el que va a determinar que las circunstancias se inclinen hacia un lado u otro. Es decir, si ante cierto evento se toma una decisión, ésta producirá el efecto que ya existe como probabilidad; al igual que si se opta por la decisión contraria, producirá otro efecto que también está ya determinado como posibilidad. Quien ve el futuro está viendo el efecto potencial que ya existe en ese eterno presente, según el estado de conciencia en que esté el individuo o la humanidad en ese preciso momento. No obstante, según las opciones que se escojan, será o no será. Es así como nosotros mismos, en el ejercicio de nuestro libre albedrío, somos los creadores de nuestra vida actual y de nuestro futuro.
SASHA
Sasha vive actualmente una vida armoniosa, comprometida con la búsqueda espiritual. Vino a la T.V.P. porque después de asistir a varios cursos en los que se abordaba el tema de la reencarnación, decidió profundizar más acerca de ella. Esperaba que las regresiones le permitieran comprender mejor sus vínculos afectivos, tanto los conflictivos como los armoniosos.
A primera vista nos parecería imposible que Sasha hubiese tenido las vidas de oscuridad que a continuación se exponen, sin estar compensándolas en ésta con un sufrimiento similar al que ocasionó a otros. Sin embargo, desde el punto de vista cronológico, se pensaría que son las inmediatas anteriores, pero quizás por la manera en que se nos presentan, este caso se refiera a la simultaneidad de las diferentes encarnaciones.
Primera Sesión
Estoy en una calle angosta y empedrada. Hay una placita y carruajes. Es un pueblito europeo de principios del siglo XX, creo que es en Inglaterra. Hay mucha gente, mucho movimiento, entro a una librería y pido un libro. Mientras lo buscan, veo otros. Tengo prisa y estoy ansiosa.
La librería es pequeña, pero tiene muchos libros. Sobre el mostrador hay una taza de té. Traen el libro, que es grande y pesado, ya envuelto. Salgo de allí caminando con prisa y al cerrar la puerta suenan unas campanitas.
Ahora voy en un carruaje por un camino que me lleva a una casa muy grande. A nuestro paso se abren las rejas y entramos. Subo una escalinata y me recibe el mayordomo, que se llama Charles. Algo pasa con ese libro, no lo debería tener o no debería saber lo que dice. Voy a enseñárselo a otras personas. Soy mujer y me apellido Abbott.
En la parte de atrás del jardín hay un pabellón en donde están cuatro jóvenes. Veo ese libro sobre una mesa, lo estamos leyendo a la luz de la vela. Hay algo por lo cual no deberíamos estarlo viendo. Creo que es de anatomía, medicina o magia. En esa habitación hay otros libros que también estudiamos.
Ahora me encuentro en el comedor de la casa y uno de los jóvenes que estaba viendo el libro está también allí, creo que es mi hermano. Hay un señor en la cabecera, es mi padre; nos regaña porque estamos viendo libros que no debemos ver. Hay niños más chicos en esa mesa.
En un cuarto, mi hermano mata a un hombre con un cuchillo. Siento mucho miedo, pero tengo que ayudarle a sacarlo de allí. Lo arrastramos, pero pesa mucho. Alguien más, de los que vemos los libros, está allí y entre los tres lo sacamos. Ya estamos en el campo y lo tiramos al río. Yo estoy muy asustada llorando mientras ellos hablan. Regresamos a la casa cuando ya es casi de noche. A mi padre le gusta cenar siempre a las siete en punto, pero a esa hora todavía no habíamos llegado.
Estamos entrando a la casa por la puerta de servicio. Yo me cambio. Mi hermano también está muy nervioso y tiene miedo. El dirige todo sobre los libros y me entiendo muy bien con él. En realidad, somos amantes y muy perversos. Me dice que los tres tenemos que callarnos, ya que estamos todos igualmente involucrados.
El mayordomo nos comenta que mi padre está muy enojado porque no llegamos a tiempo para la cena. Siento que tengo que proteger a mi hermano y eso me provoca angustia. Me veo discutiendo con el otro amigo, no está entendiendo las cosas y ya se quiere separar de nosotros, lo que me desespera. Mi hermano, que se llama James, se enoja muchísimo. Sospechamos que mi padre ya sabe algo de lo que hacemos.
Los libros son de brujería y matamos animales. James decide que debemos matar a mi padre. Ya sólo estamos él y yo. Sin ningún remordimiento le preparo algo de beber que le damos durante la cena. Nunca recibimos amor de su parte ni nos entendió, Charles fue más un padre para nosotros que él.
Se queda adormilado, pero todavía no está muerto. Lo llevamos a un lugar donde hay velas y lo amarramos. James lo abre con un cuchillo. Cada vez es peor, ya no quiero hacerle tanto caso. También matamos a nuestro amigo de una pedrada en la cabeza porque ya no quiso seguirnos y tiramos de la escalera a mi madre, que se rompió la cabeza y murió.
Llegan por nosotros policías pero yo ya no siento nada; me preocupa James más que yo. Nos llevan. Charles se queda muy triste.
Estoy encerrada en un lugar muy sucio, nos van a matar. Necesito hablar con James, pero no me dejan verlo. El siempre ha tenido una respuesta para todo. Estoy muy dura por dentro, no siento fluir las emociones, el único sentimiento de culpa que tengo es por haber matado a nuestro amigo. Tengo miedo y enojo pues todo se fue complicando cada vez más. Quiero salir corriendo.
Dejan entrar a Charles, está muy triste y llora. Me acaricia el pelo. Siempre me quiso mucho y me cuidó. Me llama Miss Abbott. Nunca volví a ver a James.
Finalmente me ahorcan en un patio de la cárcel. Salgo de mi cuerpo por un costado, pero me cuesta trabajo pues mi energía es muy densa y opaca.
Segunda Sesión
Veo un salón blanco, muy grande, con columnas, todo de mármol. Es como un templo y estoy saliendo hacia una plaza con mucha gente donde hay un gran obelisco.
Me veo caminando por unos pasillos hacia un salón donde hay una junta...No es un templo, la construcción parece, pero no es...Soy hombre, traigo botas y un uniforme. En esa junta hay muchas personas sentadas...Son soldados nazis pues veo en una esquina una bandera roja con una suástica negra. Nos están explicando una estrategia, hay planos, nos dan instrucciones. El plan consiste en detectar judíos y sacarlos de la ciudad, y se aplicará en una zona determinada.
Saco un plano y explico en donde se localizan las zonas. Me viene la palabra "deutsch" (alemán). Yo tengo una oficina en ese edificio y a veces salgo en misión para realizar el plan.
Me veo en una casa donde se encuentran una señora grande y una niña, me parece que son abuela y nieta, están vestidas con ropas muy viejas. Las estamos sacando de su casa.
Estoy en mi casa cenando con mi esposa y mis dos hijos de catorce y quince años. Nadie puede hablar mientras comemos pues así debe ser. Mi esposa es de pelo negro lacio y mis hijos son rubios con el pelo muy corto. Tocan la puerta y mi esposa va a abrir; me levanto molesto porque no me gusta que interrumpan. Es un general de mi trabajo, entra y nos vamos a un cuartito a hablar. Me dice que tenemos que seguir con el plan para deshacernos de los judíos. Menciona algo de Polonia y que al día siguiente, muy temprano, habrá una reunión a la que debo asistir. Se va.
Estoy discutiendo con otros oficiales el concepto de los campos de concentración, que antes no había. Otra vez estoy en el salón de juntas. Sacamos los planos de los lugares adonde hay que llevar a los detenidos, pero todavía no están hechas las construcciones. Creo que estamos inventando los campos de concentración; esto es muy secreto y tenemos que decidir qué haremos con ellos cuando se les lleve allá.
Cada uno de los que estamos allí tiene una responsabilidad diferente. El proyecto consiste en empezar con quince campos por lo que se necesitan quince cabezas. Sin embargo, ellos no pueden conocer los pormenores del plan, les mandaremos las instrucciones poco a poco.
Por lo general yo no voy a las casas, pero en el caso de esa mujer y la niña sí lo hago...La niña es hija mía, la madre se fue y se la dejó a la abuela. Yo no puedo decir que es mi hija porque es judía...Les mandaba dinero, pero ahora las tengo que sacar de allí. Sacamos a los judíos y los subimos a camioncitos. A la abuela le digo que se vayan lejos, que es su única oportunidad...No siento amor, sólo compromiso...La niña tiene una mirada muy particular, creo que sí sabe que soy su padre.
Me regreso a la entrada del edificio, allí están mis soldados. Estoy preocupado pues no sé si alguien se dio cuenta de lo que hice. Hay seis camiones en la calle y les doy la orden de que se vayan. Todos los detenidos van a ir a un cuartel desde donde se separarán; la idea es que entre ellos no se conozcan tanto. Esta es la primera vez que ésto se hace y hay que ver cómo funciona. Hay un lugar únicamente para hombres y otro para mujeres y niños; hay muchísimos niños.
Es de noche, voy en un automóvil con un chofer. Soy más grande ahora. Llego a una granja, que en realidad es un campo de concentración, pero yo les digo granjas. Está rodeado de malla y hay soldados en la entrada. Hay mucho lodo; eso me molesta pues me gusta que mis botas estén impecables. Voy a ver a los que se encargan del manejo del lugar. Les digo que no puede haber listas, a pesar de que ellos insisten. Les contesto que soy su superior y uno de los organizadores, por lo que sé cómo manejar las granjas y que a partir de ahora, todo tiene que ser más estricto. Me llevan papeles, pero yo saco una orden para quitárselos.
El lugar es muy rústico. El encargado me da un expediente y mete el resto de los documentos en una caja que llevan al coche. Durante el regreso voy preocupado pues tendría que haber revisado esos papeles, pero estoy muy cansado y me duermo.
Ahora me veo en una oficina mucho más grande. Regaño a la secretaria porque no bajaron los documentos del coche y los tenemos que destruir. Uno de los expedientes que fui a recoger contiene la lista de los que están en ese campo; la persona que me dio la caja no sabía que los tenía que matar y le doy la orden de que los desaparezca pues pronto llegarán otros. Se tardan más o menos tres días en matarlos.
Fui muy descuidado con esos papeles, el nombre de mi hija estaba allí y ya la mataron. Yo pude haberla salvado y me siento muy mal por eso. Si yo hubiera visto las listas, lo hubiera podido evitar. Cuando la dejé escapar con su abuela, tenía alrededor de diez años y ahora ya tenía quince. Me siento mal porque mataron a mi hija, en el fondo me hubiera gustado tener una hija mujer. Sufrió mucho durante su vida. Pudo haber dicho que era hija mía, pero yo lo habría negado.
Ahora soy viejo, estoy sentado en el porche de una casa... En Uruguay. Pienso en mi hija... me hubiera gustado mucho tenerla...pienso en lo mucho que ha cambiado todo. No estoy nada arrepentido, era mi trabajo , era lo que tenía que hacer, así son las guerras. Fui del equipo que inventó cómo eliminar, como matar. De lo único que me arrepiento es de no haber visto esas listas y haber salvado a mi hija.
Tengo otra esposa, era mi secretaria. A mi primera esposa nunca la quise y no sé nada de ella. Veo una escena del pasado...todos corren, yo tomo mi maletín...algo pasó, llegan los aliados. Mi secretaria se llama Helga y yo le digo que se vaya conmigo. Aunque yo ya sabía que esto iba a pasar y teníamos todo listo, nos costó mucho trabajo salir. Dejé a mi esposa y a mis hijos.
Hay alguien muy importante para mí, es mi jefe, es mayor que yo. El me ha ayudado mucho y planeamos todo esto juntos. No sé si pudo salir o no. Yo me tuve que ir, nunca lo volví a ver y me dolió mucho. Yo fui lo que fui por él, me enseñó todo lo que sabía.
Estoy enfermo, Helga me cuida, es muy buena mujer. Muero dormido... en paz.
-Ve a tu infancia- indica Ana
Me veo de niño con mis hermanos y mis padres, ellos me quieren. Ahora tengo quince años, estoy en la escuela, una casa muy grande y vieja. Hay un anuncio en la pared en el que se nos invita a unirnos a las juventudes nazis. Ese es mi primer contacto, quiero ser parte de ellos.
Estoy en un cabaret con una bailarina muy bonita, es judía, tengo una relación intrascendente con ella...es la madre de mi hija. Discutimos porque me dice que está embarazada y le pego... Ella tampoco quiere tener al bebé porque le arruina sus planes y, por eso, cuando nace la niña, la abandona dejándola con su madre.
Lección del Ser Superior
Como nunca hubo cuestionamiento de mi parte, me forjé un carácter muy duro, estricto y absurdo, con mucha dureza de alma e insensibilidad. Es importante saber que ningún objetivo justifica el provocar sufrimiento y dolor a los demás y que con matar no se soluciona nada. Debí aprender la compasión y la humildad.
Después de estas experiencias, Sasha comprende más claramente la dualidad en la que vivimos. Nos dice que uno de los mayores beneficios que le trajo la terapia es que, al revivir el dolor y la desolación del "malo", ya no juzga los actos de los demás por "malvados" que parezcan. Ahora entiende que eso es lo que les toca vivir; comprender esto le ha abierto el corazón a la compasión hacia ella misma y hacia los otros.
Reconoce a su hermana menor de esta vida, a quien siempre ha sobreprotegido, como la hija abandonada por el nazi. Hace un tiempo Sasha transitó por una etapa sumamente difícil, durante la cual solicitó el apoyo y la solidaridad de su hermana, quien no sólo se lo negó, sino que además tuvo una actitud abiertamente hostil hacia ella. El darse cuenta de lo que le hizo a su hermana en otra vida le ha permitido entender su actitud negativa y perdonarla, restableciéndose así la armonía entre ellas. Reconoce igualmente que su marido actual, con quien tiene una relación muy amorosa, era su hermano James y el jefe nazi. Agrega que la comprensión del funcionamiento de los vínculos kármicos ha sido un regalo que le ha procurado una gran paz interior.
El caso de Miss Abbott es típico del alma que todavía no tiene conciencia de su esencia divina y está inmersa en las profundidades de la sombra. Cuando el alma se siente sola y separada del Todo es enorme su desolación, misma que trata de compensar provocando dolor a otros, ya que al verlos sufrir más de lo que ella sufre, encuentra un cierto consuelo. Este es el principio de la crueldad y es un escalón por el que se pasa al inicio de la evolución. Esta vida se explica como la necesidad del alma de experimentar la oscuridad, el polo opuesto al amor, para después entenderlo mejor.
En la experiencia del nazi todavía su conciencia está dormida, ya que únicamente ve la faceta de cumplir con el deber, aunque éste vaya contra la armonía universal. Quien no tiene todavía el discernimiento para entender que cualquier acto contra el amor lo aleja de su verdadero Ser, aún no sale de la oscuridad. Sin embargo, el desear cumplir con su deber ya denota otro estado de conciencia.
Debido a la simultaneidad, estas vidas están siendo compensadas en otros momentos históricos, aunque para quien vive en el sistema espaciotemporal le sea difícil entenderlo. Si ahora vive una vida de armonía, es porque en esta experiencia decide abrir su conciencia hacia la Luz. Se trata de las diferentes ramas del árbol que se juntan en el tronco, al cual compararemos con el Yo Total, y cada rama recoge las diferentes experiencias que alimentan al tronco.
EL KARMA
Si al ser humano se le ha dotado de libre albedrío, también se ha establecido una ley que condicione sus acciones. El Creador ha instaurado leyes que rigen en el Cosmos para que todo sea orden. Nos encontramos ante una ley infalible de causalidad, que niega la existencia de la casualidad. Karma quiere decir en sánscrito, acción. Por karma se entiende el resultado de la ley causa - efecto. A toda acción corresponde una reacción, a toda causa un efecto; todo hecho o suceso es el resultado de otro anterior y a su vez será la causa del que le sucederá, en la cadena infinita de acontecimientos, en el devenir de las criaturas hacia su Creador.
La ley del karma es universal y no tiene que ver con la moralidad pues ésta es una creación humana y el Universo no juzga. Sin embargo, éste hará que las acciones que rompan su equilibrio sean compensadas mediante dicha ley, diseñada con el objeto de que el ser encuentre la armonía y el equilibrio que ha alterado durante su aventura evolutiva. Existe karma individual, familiar, racial, de país y planetario.
Erróneamente se toma el karma como castigo; en realidad se trata de una ley de compensación sumamente compleja, concebida para sacar al ser evolutivo de la sombra y ayudarlo a encontrar la Luz. Es importante hacer hincapié en que todo concepto que parezca tomar la postura de premio o castigo es incorrecto, así como la de "deuda kármica"; quizás el término más adecuado sea "enseñanza". Se comprende que al hablar de causa y efecto, aludimos a la consecuencia, que puede ser dolorosa o grata, dependiendo desde luego de la la causa que la originó. Por lo tanto, karma es la oportunidad que se le da a las almas para aprender a actuar con amor y lograr así su evolución espiritual. Lo que el alma busca en cada encarnación es elevarse, aunque no siempre lo logre.
Si un ser humano rompe la armonía del Cosmos, que es amor y unión, con su actuar egoísta, tendrá que experimentar una reacción en el sentido opuesto para restablecer el equilibrio perdido. Es decir, que para que el hombre comprenda que la libertad de acción que se le ha otorgado es para unirse a la creación y no para separarse de ella, necesitará de ciertas experiencias que se lo hagan comprender.
La voluntad de crear impele al ser a diseñar un conjunto de circunstancias que le permitirán vivir lo que se ha propuesto. El actuar en contra de la armonía universal, que es amor, le provoca una herida en el cuerpo emocional: por ejemplo, la culpa, cuyo impacto deberá contrarrestar con una acción armoniosa.
El karma se genera por medio de pensamientos, emociones, intenciones, deseos, acciones y omisiones. Los pensamientos, positivos o negativos, son energía creadora que se manifiesta creando la realidad. De la misma manera, los deseos producen una energía que tiende a materializarlos y, si en una vida se ha tenido un deseo sumamente fuerte, el universo lo concede, ya sea en esa misma o en otra encarnación.
Las emociones como el miedo, la culpa, el odio, la vergüenza, la ira, el deseo de venganza, la tristeza y el rencor, entre otras, son cargas energéticas que se imprimen en nuestro cuerpo emocional con diferentes intensidades. Estas se borrarán en nuevas experiencias que contrarresten las acciones que provocaron dichas emociones.
Cada vez que la vida nos presenta una prueba en la que logramos responder más desde el amor y menos desde el ego herido, avanzamos en la trascendencia y purificación de las emociones negativas impresas en el cuerpo emocional, lo que favorece la elevación de la conciencia.
Las acciones, sean positivas o negativas, crean una energía suficientemente poderosa como para que los efectos correspondientes se experimenten en la misma o en una próxima vida.
Aunque es común la creencia de que vivir una vida amable, sin hacerle daño a nadie cumple con nuestra obligación en la presente vida, es importante señalar que no hacer daño no basta para quien ya cuenta con un cierto adelanto espiritual. Si se tiene el privilegio de gozar de una vida libre de adversidades, se adquiere la responsabilidad y la obligación de ayudar a quienes lo requieran y se encuentren todavía en niveles inferiores de conciencia. Tenemos la obligación de servir y el desaprovechamiento de esta oportunidad constituye lo que se conoce como karma de omisión.
Es deber de todos ayudar a los que vienen atrás, de la misma manera que nosotros somos auxiliados y guiados por los que nos han precedido. El que está arriba ayuda al que sigue y éste, a su vez, al que viene más abajo. Esta ayuda existe entre todos los seres conscientes que evolucionamos hacia el Creador.
Hay seres altísimos llamados "Señores del Karma", cuya misión es ayudar a los que desencarnan a examinar los errores, aciertos y omisiones de la experiencia que acaba de terminar. Amorosamente los asisten en la procura de las mejores condiciones para el aprendizaje de nuevas virtudes y la corrección de errores pasados, tomando en cuenta siempre el libre albedrío, ya que a nadie se le impone una vida que no acepte. Se elige, pues, voluntariamente la vida, el entorno, los seres con quienes se va a convivir y las pruebas a pasar para superarse y evolucionar. Trascender estas pruebas y limitaciones tienen por objeto ascender en la escala evolutiva.
El siguiente caso ilustra claramente, cómo un alma elige vivir una encarnación en la oscuridad, en donde todas las circunstancias la orillarán a sumergirse en esa experiencia sin otra alternativa para despúes vivir lo opuesto.
CLAUDIA
Claudia es una mujer de cuarenta y cinco años, que ha sufrido la pérdida de varios miembros de su familia, a los que asistió durante la etapa previa a su muerte. Está casada y no tiene hijos, pero siente que el servicio amoroso que otorgó a sus seres queridos ha compensado su maternidad frustrada.
La búsqueda espiritual en la que se encuentra la motivó a recurrir a la T.V.P para encontrar una explicación más profunda de los sucesos dolorosos que ha vivido.
He aquí lo que surgió en dos de sus sesiones.
Soy un hombre solitario que vive de modo muy rudimentario en el bosque, apartado de todos. Me llaman sólo para que ejecute, soy un verdugo que corta cabezas. Es una tarea de mercenario que nadie haría. Lo hago mecánicamente pero cada vez que doy un golpe, me duele el pecho.
Siento compasión por ese personaje, no tiene otra opción y no le causa culpa. Es la Edad Media, todo el mundo está enardecido pidiéndole cabezas y él hace lo suyo sin que nada le importe. Se encarga de todo, incluso de retirar el cuerpo sin cabeza. Cumple con las tareas más sucias, las que nadie haría. No tiene familia, está completamente solo. Igual le prende fuego a la hoguera para quemar gente. Huele a estiércol y a sudor... nunca hay gozo, para él todo es igual.
Algo le pasa en la pierna... una herida se le infecta y se le gangrena. Antes de morir piensa que es un pobre hombre, que no hizo nada más que matar, que no sintió nunca nada, ni amor ni piedad por el otro, como si fuera de piedra, un autómata. Se va con la sensación de que su vida fue inútil, como si hubiera sido una máquina.
Salgo por el pecho, mi energía es gris muy densa... Voy en un túnel viajando rapidísimo hacia la Luz... me fundo con ella... siento descanso y alegría. Pasé de la densidad a lo ligero. Siento que un ser así de anodino, con una vida sin sentido, regresa a la Luz y ésta no lo juzga.
Lección del Ser Superior
Hay que vivir una vida sin sentido y pasar por la densidad, para comprender que ésta es también parte del Todo y del equilibrio dentro de El. Me dice que a mí, desde aquí, me parece muy reprobable y repugnante, pero que también fui eso y que tenía que vivirlo y aprenderlo. Tengo que aceptar esa parte oscura y densa de mí e integrarla con amor.
Después de esta vida, Claudia vio en otra sesión una experiencia por completo opuesta, con la que probablemente trató de compensar la densidad de la precedente.
Soy una monja muy feliz de estar en el convento. Soy joven, blanca, delgada y divertida. Estoy en perfecta armonía con lo que escogí: vivir para Dios.
No hay competencia entre nosotras y todo lo que hago, como bordar e ir al huerto, es con una inmensa alegría. Vivo en un continuo gozo, siento un puente entre mi Ser Superior, que lo veo en Cristo, y yo. Siempre estoy en perfecta armonía con la naturaleza y con todo mi quehacer. Entro en éxtasis cuando rezo y me siento bañada en luz; sin embargo, no me creo alguien especial.
Cuido a las monjas viejas y enfermas. Hay una aceptación total de vivir en ese cuerpo. Siento un inmenso gozo cuando le doy de comer a los pájaros, cuando barro, al cantar en el coro, al estar en el huerto. ¡Todo es tan sencillo!
Me veo viejita en mi cama, muriendo con una enorme paz; me desprendo por todo el cuerpo y mi energía es blanca. Veo la luz que me atrae y a mi guía que me acompaña en el recorrido, hasta fundirme con ella.
Lección del Ser Superior
En la simpleza está la alegría, como en sor Ana María. Debo aprender de esa vida, pues yo suelo complicarme mucho. Así como en un principio fui un fotón, junto con otros miles de millones, tenemos todos que pasar por todo y esto vale la pena para vivir otra vez la armonía perfecta. Para volver a la Luz hay que recorrer todo el camino. Así como saliste, así regresarás.
Después de experimentar tan vívidamente algunas de sus vidas pasadas, Claudia tiene ahora la certeza de que la actual no es la única. Por lo tanto, comprende que las pérdidas que sufrió no fueron en vano, sino que son parte de la suma de lecciones que tiene que vivir para lograr la verdadera liberación. Con el entendimiento de que siempre tenemos la oportunidad de compensar nuestras acciones, obtuvo la aceptación de su destino y esto la llevó a la armonía interna.
Si se vive una vida de total oscuridad, ésta se compensa con una vivencia en la luz, pero quizás falte por vivir una experiencia intermedia. Todas las vidas son movimiento y se van compensando unas con otras, pero hasta que el promedio de todas eleva la vibración del ser, se llega al equilibrio y la armonía. Es entonces cuando éste se desapega del mundo físico y asciende a la siguiente dimensión. Les es difícil entender esto si todo es simultáneo; sin embargo, al haber evolución sí existe una secuencia, pero no como se concibe en el mundo físico.
Al morir e ingresar en el mundo espiritual, se entra en contacto con el Ser Superior, quien decide la experiencia que habrá de vivir su nueva personalidad.
El verdugo es la personalidad que experimentó una vivencia en extremo oscura, que el Ser Superior escoge compensar con una vida en la luz. Pero esto no quiere decir que allí acabó la experiencia tridimensional; se deberá pasar por vidas intermedias, para llegar, al fin, al equilibrio.
Al hablar de equilibrio, estamos diciendo que el ser, después de haber vivido toda clase de experiencias y entendido el funcionamiento de la tercera dimensión, ya no se siente atraído hacia ninguna más, por estar ya su cuerpo emocional completamente purificado. Aunque se haya vivido una experiencia en la luz, no necesariamente el ser se ha liberado de las emociones, que son las que nos mantienen en el plano tridimensional. Si el alma desea todavía experimentar más vivencias es porque aún no ha logrado el equilibrio. Este se obtiene cuando han desaparecido los deseos y las emociones, lo cual significa que se vive en armonía con el Universo, sin desear otra cosa que lo que acontece día a día, descubriendo a cada paso el amor infinito de Dios. Este estado es el que nos sacará de la tercera dimensión y es lo que se entiende por "iluminación".
A partir de las diversas experiencias recabadas en las regresiones y apoyándonos en las comunicaciones recibidas de los Maestros, llegamos a las siguientes conclusiones:
Cuando nos creemos separados, vemos a nuestros hermanos como enemigos de nuestra voluntad. Antes de estar inmersos en la vida física, nos encontramos en el Bardo o mundo espiritual con diferentes almas, con las cuales ya hemos tenido varias experiencias y acordamos con ellas que nos enseñen, en el curso de la vida física, las diferentes virtudes que necesitamos aprender. Es el caso de las personas que a veces nos hacen daño y nos es difícil perdonar, o el de las que amamos entrañablemente.
Acordar con otra alma significa decidir volver a vivir juntas una experiencia para eliminar el odio, el rencor o cualquier emoción negativa que las vincule; para, finalmente, trasmutarla en amor. Lo que sucede es que, al volverse a encontrar, algunas veces se despierta el recuerdo a nivel inconsciente de lo que se vivió y activa esas mismas emociones; y surge así el deseo de venganza. También se hacen tratos para volver a vivir una experiencia de amor y armonía, apoyándose uno al otro en su desarrollo evolutivo.
En ciertas ocasiones tenemos encuentros fugaces con seres que nos parece conocer desde siempre. Quizás ese sea el caso y ya hemos compartido experiencias pasadas con ellos. Aunque el encuentro sea breve y carezca aparentemente de importancia, nos ayuda a comprender que muchas almas que nos rodean han tenido un fuerte significado en nuestras otras vidas.
Cuando el ser evolutivo acepta la experiencia del mundo dual, se hunde en la oscuridad y se envuelve en el completo olvido de su verdadero Ser, lo cual es necesario para vivir la lección que se ha propuesto. En un principio es tal la densidad de su frecuencia vibratoria que se ve atraído por las vivencias más oscuras; es decir, de completo separatismo, provocando daño a los demás en provecho propio. No obstante, cuando sale del cuerpo físico y regresa a la luz del mundo espiritual se da cuenta de su equivocación. Sin embargo, cuando el alma se encuentra en una vibración muy densa, no logra llegar a la luz debido a que su mente está únicamente enfocada en el plano físico, adonde desea regresar. Entonces reencarna desde el Bajo Astral, el plano espiritual de mayor densidad, y el más cercano a la vibración del mundo físico. Las privaciones y las penas le ayudarán a elevar su frecuencia vibratoria, aunque en ocasiones por ser ésta sumamente densa, no puede evitar seguir en la oscuridad, no porque se lo proponga de antemano, sino porque su misma densidad se lo provoca.
Las almas, antes de regresar al mundo físico, se proponen ayudarse a vivir lo que necesitan experimentar. Por ejemplo, si un alma cree necesitar ser víctima para contrarrestar sus abusos anteriores, escogerá vivir junto a otra que todavía se encuentre en tal densidad que, muy probablemente, la hará vivir esa experiencia.
Antes de entrar al mundo físico, el alma que trae en su cuerpo emocional una determinada huella, sea de miedo, rencor, culpa, violencia, entre otras, se dará cuenta de la necesidad de erradicar dicha huella para continuar su evolución. Por lo tanto, programará las circunstancias que le permitan experimentar las consecuencias de sus anteriores inarmonías.
Cada experiencia que se vive en el mundo físico está diseñada para sacar al ser evolutivo de la sombra y no para hundirlo más en ella. Pero es claro que no siempre se logran superar ciertos patrones, ya que, una vez encarnada, en muchas ocasiones el alma se obsesiona con la huella que trae, profundizándola aún más. Necesitará entonces de un estímulo verdaderamente fuerte que la saque de ese patrón. Por ejemplo, cuando un alma tiene un patrón de violencia, puede elegir regresar, en una próxima encarnación, a una infancia de maltrato y abuso. La reacción al dolor que provoca este estímulo, puede llevarla ya sea, a abrir su corazón y dedicar su vida al servicio a aquellos que han sufrido lo mismo o llenarse de rencor y deseo de venganza, ahondando más el patrón de violencia.
Hay casos en que el acuerdo consiste en hacer sufrir al otro para compensar una antigua actitud; es decir, que si en una ocasión uno hizo sufrir al otro profundamente, en ésta le pedirá a la víctima que le haga lo mismo, lo cual, si se da el perdón, hará que se equilibre y se anule el karma entre los dos. El que acuerda convertirse en victimario está experimentando el efecto de lo que le hicieron y con esa acción, que podría parecer venganza, sólo está contrarrestando el desequilibrio causado por el que ahora será la víctima. Estos acuerdos sirven para limpiar los extremos; después las dos almas irán teniendo experiencias intermedias hasta llegar al perfecto equilibrio, la iluminación.
El vivir estos extremos no sería necesario si el alma comprendiera que, la mejor manera de compensar sus anteriores inarmonías es mediante el amor, que es lo que se transgredió; pero cuando todavía no se ha llegado a esta comprensión, el alma busca el autocastigo.
A continuación se presenta una lección de los Maestros sobre el proceso evolutivo de las almas.
Hay vidas de mucha oscuridad y también de luz. El ser evolutivo experimenta la "maldad" suprema como parte de su aprendizaje. Este se entiende como movimiento, como creación del alma que desea experimentar todo.
Cuando se retira el alma del mundo material y llega al espiritual se da cuenta de que su creación fue errónea; entendiéndose por esto que la alejó de la Luz a la que desea volver. Entonces se va a otra experiencia que compense la creación oscura que acaba de crear. Al vivir la siguiente experiencia, rectifica la anterior o sigue en el patrón de "maldad" que se ha inscrito en su cuerpo emocional.
No siempre se rectifica en la vida física, también en el mundo espiritual se puede trabajar para la luz, dedicándose en forma total al servicio y esto hace las veces de compensador de las actitudes erróneas de las vidas materiales. Lo que sucede es que la mejor escuela es la Tierra y lo que se vive allí, ya sea de servicio, de dolor o de enfermedad, sirve para trasmutar lo negativo con mucha más potencia.
El verdadero catalizador de los desequilibrios que creamos es el amor, dondequiera que éste se practique. Aquí hay quienes llegan y sólo descansan, sin proponerse borrar sus errores hasta vivir una próxima experiencia en el plano material. Nuevamente nos encontramos con el ejercicio del libre albedrío.
Las vidas de luz que se han presentado durante las regresiones, son vidas de descanso en las que el alma escoge vivir en paz, sin grandes compensaciones y le sirven como respiro después de atravesar por experiencias intensamente polarizadas.
Cuando el alma ha agotado todas las experiencias que ofrece el mundo físico, se decide a elevar su frecuencia vibratoria, dando así el paso a la siguiente dimensión.
CAPÍTULO IV
ABANDONO
¿No he vivido yo, pues, en otro cuerpo antes de entrar en el útero de mi madre? - San Agustín
Abandono es igual a separación y eso es lo que sentimos al separarnos de nuestro origen; aunque no en realidad sí en pensamiento. Al sentirnos separados, el miedo a la soledad se apodera de nuestra alma, el cual tratamos de superar con apegos, con el deseo de sobresalir, dominar y ser aceptados incondicionalmente por los demás. Todas éstas, manifestaciones del ego.
Todos tenemos esa herida profunda, que es el miedo primordial que da origen a todos los demás. Al bajar al mundo dual perdemos la noción del Todo, y eso es sumamente doloroso; pero hemos donado nuestra voluntad para entrar en el difícil proceso de la evolución. La huella de abandono queda marcada en el alma humana desde entonces y cuando, en el transcurso de sus diferentes vidas, tiene lugar un abandono humano, esa huella se profundiza más. La razón de ello es que al sentir el desamparo en la vida, se recuerda en el fondo del alma la separación de nuestro Creador. Cada nacimiento en el mundo físico emula el nacimiento en el mundo de la sombra; en el primero nos sentimos abandonados por la madre, pero en realidad es por el Todo.
Surge entonces el miedo a la soledad provocado por esa huella, que nos acompañará durante todo nuestro recorrido evolutivo en el mundo dual. Es esa huella la que despertará el anhelo de regreso al origen. Dado que cada alma tiene personalidad propia y libre albedrío, buscará cada una, de diferente manera, cómo sanar esa herida hasta llegar a la conciencia de unificación.
Con anterioridad se sabe lo difícil e intrincado que será ese camino; pero se acepta para así dar gloria al Creador y recoger el grandioso premio del reencuentro con Él.
El Universo entero alaba a aquellos que han tenido el valor de seguir este camino, ya que gracias a los seres evolutivos se desarrolla la creación como el Altísimo la concibe.
La prueba más importante a la que nos enfrentamos durante el recorrido en el mundo tridimensional, es el miedo en sus múltiples facetas. Y la trascendencia del mismo es la principal lección que hemos de aprender, ya que el miedo es lo opuesto al amor.
Cuando un alma ha vivido un abandono con gran dolor, la huella que éste le deja, le provocará miedo a volver a vivir una experiencia similar, por lo que desarrollará una tendencia al apego con cada uno de sus vínculos. El miedo al abandono atrae nuevos abandonos y si no es trascendido, se repite el mismo suceso una y otra vez. Esto es lo que se entiende por patrón kármico.
Hasta que el alma comprende que no es posible encontrar en otro la plenitud que anhela, inicia la búsqueda espiritual, volcándose hacia su interno, lo cual la lleva a la conciencia de unidad. Es entonces cuando se libera del karma de abandono.
En nuestro recorrido, todos hemos tenido que experimentar el abandono en un momento dado. Si no se trasciende con aceptación y desapego, se queda como una huella profunda en el alma y aparece una y otra vez el miedo irracional a ser abandonado.
El que pasa por esta prueba es porque necesita compensar actos de desamor cometidos en el pasado; como haber dejado en el desamparo a otros, haber abusado del poder, etc. No necesariamente se vive lo opuesto de la experiencia inarmónica, sino algo que, por su intensidad la compense.
A continuación relatamos un caso que ilustra con gran claridad las características de este patrón.
NOEMI
Noemí llega a la T.V.P a los treinta y un años, con la intención de entender el porqué de su incapacidad para ponerle fin a una relación de pareja profundamente destructiva, que le provocaba gran sufrimiento.
Veamos el contenido de la primera sesión, en la que aparece con toda claridad el origen de su apego.
Veo una mujer embarazada que siente miedo e incertidumbre. Está en la sala de operaciones y con mucha angustia repite ¡No! ¡No! ¡No!, porque sabe que le van a quitar a su bebé y nunca lo volverá a ver. Yo soy ese bebé y me pasan de un doctor a otro. Ahora veo a mis padres actuales jugando conmigo. ¡Creo que estoy viendo esta vida!
-¿Eres adoptada?-interroga Ana.
Sí...Aparece otra escena...tengo cinco años y estoy en una fiesta, dando vueltas en un carrusel. Mi mirada es triste, tengo miedo de que mi madre no regrese por mí.
-Ve a la escena donde se origina el miedo a que tu madre te abandone.
No veo nada, sólo me llega la palabra "nacimiento".
-Regresa a tu nacimiento.
Mi mamá, con mucha angustia, repite: "¡No se la lleven!, ¡no se la lleven!". Hay un hombre a su lado que la sostiene, pero no la apoya. No sé quién es. Ella sabe que se la van a quitar, que no la puede tener.
-Llama a tu madre y dile, de alma a alma, lo que sientes en relación a ese abandono.
Siento enojo. ¿Por qué no luchaste para no darme en adopción? (llora) ¿Por qué, si me amabas, me diste? Todo lo que siento ahora es por tu culpa, porque durante el embarazo grabaste en mí patrones negativos de miedo, incertidumbre, soledad. Por eso me siento rechazada por todo el mundo.
-Pídele que te conteste.
Acto seguido recibe la siguiente respuesta:
Me embaracé siendo muy joven y no te podía tener. Me sentía confundida, no tenía dinero y mis padres se negaron a apoyarme. No era mi intención hacerte daño, sufrí mucho y nunca te he podido olvidar.
-Pregúntale cuál es la lección que, como almas, vinieron a aprender con esa experiencia.
El desapego.
Este diálogo con la madre se efectúa entre las dos almas, lo cual es posible porque el paciente se encuentra, como ya se señaló anteriormente, en un estado expandido de conciencia, que le permite acceder a otras dimensiones. Los Maestros aclaran como es posible esto.
Al comunicarse de alma a alma se actúa a otro nivel de conciencia, en otra dimensión. Aunque a nivel consciente no se enteren los sujetos de lo que se da, las almas sí lo saben, y el perdón, el amor y también el odio se perciben a nivel subconsciente, lo que trae resultados positivos o negativos según sea el caso. Por esta razón se sana el alma, pues es ella la que interviene en el proceso. No importa que una de las almas se encuentre en el mundo espiritual, siempre hay interacción entre todas las almas, por eso también se puede dar la liberación de un lazo negativo con quien ya no tiene cuerpo físico. El amor no tiene barreras y todo lo sana.
-Pregúntale a tu madre qué símbolo necesita para sanar el vínculo contigo.
Una paloma blanca que simboliza mi amor y mi perdón.
-En qué parte de su cuerpo se integra.
En su plexo solar
-Pídele que te dé el símbolo que necesitas para sanar.
Unas alas que simbolizan liberación y se integran a mi pecho.
Los símbolos van dirigidos al alma, que los decodifica al entender de qué se trata. En el momento en que los recibe se logra la sanación, pues el símbolo contiene en sí mismo la energía correspondiente que sana el vacío. Por ejemplo, la paloma que entra en el plexo solar de la madre llena el vacío emocional que dejó la separación de la hija; y las alas que se integran al corazón de la hija son el símbolo del amor que le faltó.
-Pídele a tu Ser Superior, que te lleve a la vida que te permita entender por qué elegiste vivir el abandono en ésta.
Veo aviones de combate. Alguien se ahoga, hay marinos. Soy hombre, con zapatos negros y pantalón blanco y tengo un rango importante. Siento mucha prepotencia, tengo la sensación de cumplir con mi deber y no me importa lo demás... No hice nada cuando ese hombre se ahogó, me fue indiferente. El era parte de mi equipo de marinos. Me veo siempre dando órdenes sin ninguna compasión.
-Ve tu infancia.
Veo a un niñito que se baja de un coche... Soy yo. Siento gusto de ver a mi padre, lo abrazo, pero él no responde. Es un señor muy rígido, tiene un rango en la marina. Hay hombres marchando. La relación con mi madre era buena, pero mi padre nos abandonaba mucho.
Estoy en un puente en Londres, en una bicicleta. Es el fin de una guerra. Vine a ver si mi padre regresaba, pero no lo encontré; murió en combate. No veo quién me avisa, pero siento mucha angustia.
Me convierto en marino, veo guerra, bombardeos, pero no sé donde es. Estoy encima de alguien apuntándole con una pistola. Siento mucho enojo, poder y sed de venganza.
Veo una ciudad que fue atacada, hay un niño y una niña harapientos; cuando me ven se esconden atrás de un muro. Camino por la calle en actitud prepotente. Me encuentro con una mujer... abuso de ella, veo su angustia y no me importa, disfruto con su dolor. Me voy, la abandono y veo a los niños asustados, pues oyen los gritos.
Muero muy solo...siento arrepentimiento...tengo miedo de morir. Pido perdón pero no sé a quién.
Al preguntar a su Ser Superior la relación entre su patrón de abandono y la vida que acababa de ver, Noemí recibió lo siguiente:
Si no se tiene amor dentro de sí, no se le puede dar a los demás y el maltrato que les des, te lo das a ti mismo. No hay que juzgar al otro sino comprenderlo y perdonarlo.
Al establecer contacto con Noemí tiempo después, aseguró que al perdonar a su madre biológica logra, por primera vez, hablar sin dolor de su condición de hija adoptiva. Después de esto, tomó conciencia de la necesidad de sanar el vínculo con su padre biológico para lograr una mayor calidad en su relación con el hombre. Esto la lleva a experimentar diversas técnicas de sanación.
Ahora Noemí está felizmente casada y tiene una bebé. Este es un claro ejemplo de alguien, que con gran perseverancia, logra romper el patrón de codependencia producto de su huella de abandono.
Este caso ilustra cómo el alma elige compensar una vida de desamor con un abandono. Es importante entender que venimos a experimentar toda clase de vivencias, ya que hemos escogido este camino para agotar todas sus posibilidades. Al elegir el abandono estamos intensificando el miedo que todos tenemos al sumergirnos en el mundo físico, con el objeto de exacerbarlo aún más y buscar así la salida de éste. Esa es la intención al decidirnos por una experiencia así.
Otra posibilidad de que un alma cree un patrón de abandono, es que las circunstancias la obliguen a "abandonar" a otros y se genere en ella la culpa ante la creencia de que pudo haberlo evitado. Es probable, que dicha creencia promueva en el alma la decisión de vivir posteriormente un abandono, para compensar su supuesto error. Lo que provoca la culpa en este caso es, en realidad, la soberbia de creerse todopoderoso e indispensable.
A continuación ofrecemos un caso que ejemplifica esta situación.
LORENA
Lorena es una mujer casada de treinta y trés años, que buscó en la T.V.P. lograr trascender sus miedos, en especial al abandono, que manifestaba con celos obsesivos hacia su marido. Esta actitud se había agravado, a partir de la muerte de su padre que no lograba superar.
Veo mucha gente que corre: niños, hombres, ancianos...traen túnicas cortas y gritan asustados. Hay lava...las casas se están cayendo. Estoy en una barca vieja, soy hombre de pies grandes, manos fuertes, pelo largo y barba. Tengo alrededor de cuarenta años. Estoy muy angustiado esperando a alguien.
Muchos se avientan al agua, se empujan unos a otros. A quien espero no llega, estoy gritando y me jalonean la ropa pues quieren que ya suelte la barca. Hay mucho fuego y las embarcaciones se alejan. Estoy sentado muy triste, llorando. Ya es de noche, todos duermen y yo veo la luna. Ya no se oyen gritos, todo está tranquilo.
Seguimos en las barcas y la gente está hambrienta y enferma de peste. Les doy agua pues hace mucho calor, el sol es inclemente.
Usé la vela del bote para taparlos. Ya murieron muchos y los tiran al agua. Hay un viejito junto a mí que está muy enfermo, tiene fiebre muy alta, me dice que tengo que ser fuerte.
Otra vez es de noche y estoy dormido, pero tengo mucho frío. Ya todos murieron, menos el viejito que ya no puede hablar. Tocamos tierra y dos hombres nos suben a una carreta; entramos a un pueblo, pasamos por un mercado donde hay gente que grita mucho. Finalmente llegamos a una casa mediterránea y nos acuestan en unos camastros. Yo ya estoy enfermo y el viejito ya murió. Siento angustia y le pido a Dios que me ayude, pues me siento culpable al morir por haber abandonado a mi familia.
Después de pedirle que viera su infancia, dijo:
Soy un niño gordito, de dos años, muy alegre. El piso es de piedras largas y las casas son estilo mediterráneo. Juego con niños y perros y voy con mi padre, que es pescador, a ayudarlo a echar las redes. No tengo hermanos, mi padre es muy bueno y juega conmigo frecuentemente. Mi madre es también muy cariñosa. Vivimos en un pueblo donde no hay escuela.
Ahora me veo adulto, soy pescador. Estoy en mi casa con mis padres y empieza a temblar. Hay derrumbes de piedras grandes y algunas caen sobre mi madre. Las piedras nos golpean, mi padre me pide que me adelante, me dice que ellos me van a alcanzar... Todo el mundo grita y corre y me veo subir a la barca...
La lección de su Ser Superior fue:
Humildad y esperanza.
Lorena manifestó que sus miedos y otras emociones como la ira, el rencor, los celos y el deseo de venganza, disminuyeron notablemente después de esta sanación. Comentó además, que al entender que la muerte es sólo un paso a otra dimensión, su miedo a la muerte desapareció, lo cual le ayudó a concluir el duelo por la muerte de su padre.
Durante nuestro caminar por este plano, en repetidas ocasiones, tendremos que enfrentarnos a nuestras limitaciones como seres humanos y así reconocer la existencia de un poder superior. El ser víctima de catástrofes naturales, inevitablemente nos enfrenta a nuestra impotencia, lo que nos deja la lección de humildad, aceptación, desapego y esperanza. Sentir que somos capaces de controlar el destino que una situación así provoca, no es más que soberbia y la culpa es su consecuencia.
Hay otro caso en el cual un sujeto regresa a una vida en la que, por seguir su intuición, que lo llevaría a realizar su misión, se vio en la necesidad de separarse de su familia, hecho que experimentó como un acto de abandono, causándole culpa. Se trataba de un vikingo que tenía la empresa de organizar una expedición a ultramar, posiblemente a América, durante la cual murió ahogado.
Después de la regresión, el paciente comentó que al fin pudo comprender el porqué de su dificultad para desplazarse en esta vida.
Es interesante la lección que su Ser Superior le da en relación con esa experiencia:
Hay que tener confianza en la propia intuición. No importa que no hayas llegado. Tu labor no era llegar, sino emprender y la renuncia era inevitable. No puedes seguir tu camino sin renunciar, y esto no es abandono. Mientras se es fiel a la misión, no hay abandono, siempre y cuando la búsqueda sea del ideal y no del ego. El Universo cuidará de los que se queden, ellos no vendrán pues no es su camino.
El siguiente mensaje de los Maestros aclara que el miedo provocado por la ilusión de la separación del Todo, es contrarrestado de diferentes maneras por cada ser humano.
El dolor primordial de la humanidad se manifiesta en los seres humanos de muy distintas maneras. Este es provocado por la ilusión de estar separados del Todo, que es en extremo dolorosa. Nos sentimos desolados, lo que trae como consecuencia el miedo que experimentamos. Este miedo nos acompaña durante todo el recorrido evolutivo hasta encontrar de nueva cuenta nuestro verdadero Ser divino y recobrar la conciencia de unidad. Entonces nos damos cuenta de que no estamos solos ni nunca lo hemos estado, que formamos parte del Todo, igual que todo lo que nos rodea. El miedo desaparece, lo mismo que el ego soberbio, pues al tomar conciencia de nuestra unidad con el Universo nos llenamos de una gran humildad.
Así pues, ya no es necesario tratar de ser superior a los demás puesto que todos somos lo mismo: sólo diferentes manifestaciones de la divinidad con distintos propósitos, pero exactamente iguales. Ya no hay lugar para controlar a los demás o nuestras vidas, entendemos que todo pertenece al plan divino de evolución. Todo ello genera una gran aceptación.
Pero antes de llegar a la conciencia de unidad, el dolor infinito al que el humano se enfrenta se manifiesta de distintas maneras. Hay quienes escapan de él, enajenándose con poder, placeres, drogas, sexo, alcohol. Siempre detrás de esos abusos hay gran desolación y dolor.
Los hay que se refugian en el trabajo buscando el éxito mundano, lo que les impide estar cerca de su dolor evadiéndolo de esta manera. Otros sólo viven por vivir, sin cuestionarse nada, pero ante cualquier obstáculo vuelve a surgir el dolor que corresponde al dolor original, aunque se lo atribuyan a la contrariedad que lo provocó.
Así el ser humano vive sin darse cuenta de qué provoca realmente su infelicidad, hasta el día en que busca a Dios y comienza a comprender que ésa es la razón de su desequilibrio y que el encuentro con el Creador es lo único que apagará su sed.
Al entrar en contacto con nuestro dolor primordial, vamos poco a poco sanando sus consecuencias y entrando en la conciencia de unión con el Todo.
EL APEGO Y LOS CELOS
Los celos son una emoción provocada por el miedo al abandono, en primer término, ya que el miedo se halla en la base de cualquier comportamiento del ego. Se manifiesta de dos maneras, una, por el deseo de no estar solo y otra por el deseo de tener control absoluto sobre la otra persona que, en casos extremos, llega a la necesidad de poseerla en todos los aspectos de su personalidad. Cuando ese rasgo de dominio no se sana, se puede convertir en una verdadera patología, que pasa de una vida a otra.
Nuevamente, como en los siguientes casos, encontramos que el alma elige vivir situaciones extremas para que su dolor sea tal, que busque romper al fin con ese patrón.
ISABEL
Isabel y su marido son artistas plásticos y están casados hace veintiún años. Desde el inicio de su matrimonio, ella ha padecido la constante infidelidad de su pareja, lo cual ha provocado que viva bajo el tormento de los celos. El profundo miedo a enfrentarse a la vida sola, la obligó a descartar la separación. Acude a la T.V.P. con la esperanza de comprender el origen de esta situación y así sanar. En la siguiente regresión aparece con claridad el origen de su patrón de celos, así como el vínculo kármico con su marido.
Estoy en un lugar muy oscuro y sólo veo a un señor caminando de espaldas. Está con una niña de siete años que acaricia una muñeca. Es médico, entra a la cocina y dos personas lo atacan, lo golpean. Yo soy esa niñita, tiro la muñeca y corro a la cocina, tengo mucho miedo, estoy muy asustada porque es mi papá y se lo van a llevar. Me quedo totalmente sola, muerta de miedo, con mi muñeca.
Reconozco en mi padre de entonces a mi actual marido.
Ahora veo a una joven que baila con unos velos, alrededor de una mesa; es la amante de mi padre, que ha vuelto. Yo la observo desde la cocina, atormentada por los celos. Voy en un coche tirado por caballos con mi padre, que siempre me hace esperarlo varias horas en una calle oscura, mientras va a ver a esa joven. Veo cómo se saludan y despiden.
Estoy observando a mi padre mientras ausculta a una paciente. Los celos y la rabia me ciegan y cuando sale a despedirla, disimuladamente lo empujo por las escaleras. Está en el suelo, no se puede mover y la paciente me ayuda a subirlo a su cama. Ahora lo veo viejo, en una silla de ruedas, le cortaron las piernas como consecuencia de la caída. Yo siempre estoy con él y me gusta que dependa de mí.
Hay un niño que es su hijo, se llama Malcolm. No lo quiero porque le tengo muchos celos, no me gusta que lo toque ni que se le acerque. Siempre tiene lo mejor, su madre le da todo. A ella tampoco la quiero. Sólo me entiendo con mi padre, soy la única que realmente lo atiende, siempre estoy con él. Cuando llega el niño, me dice que me tengo que salir, lo que me enoja mucho. Pienso: "¿cómo es posible que los quiera tanto si ellos no están con él y sólo van para ver qué le sacan?". Cuando mi padre muere ellos me echan de la casa y se burlan de mí. Me voy llena de odio y rencor.
Huyo en un barco a un país extranjero, donde muero, con una gran nostalgia, sentada en una mecedora, pensando que nunca hice nada de mi vida por estar siempre con mi padre.
Isabel afirma que, cuando comprendió que su situación actual es en cierta manera una puesta en escena planeada por ellos, a nivel espiritual para aprender el desapego, pudo por primera vez moverse del lugar de la "víctima". También ha disminuído notablemente el dolor que le provocaban sus celos obsesivos. Al tener mayor paz interior, se ha incrementado su creatividad.
GABRIEL
Gabriel es un terapeuta que ha luchado a lo largo de su vida con el dolor que le provoca el apego a sus seres queridos. Está consciente de que este patrón tiene que ver con el miedo al abandono. Por ello ha buscado su sanación mediante diversas técnicas. Uno de sus apegos más fuertes es a su esposa, a la que siempre teme perder. En la vida que relatamos a continuación, ella aparece como la mujer de la cual se enamoró y perdió.
Estoy en un edificio griego, vamos vestidos con túnicas y sandalias. Pertenecemos a una Escuela de Conocimiento, donde hay hombres y mujeres. La enseñanza es muy completa: hay educación física, danza, escultura, pintura, matemáticas, oratoria, entre otros cursos, además de períodos de recogimiento. Meditamos e integramos todas esas disciplinas a nuestro ser. Tengo un sentimiento de tristeza, soy hombre y presiento la separación de una mujer con la que me siento muy bien. La enseñanza nos atrae fuertemente, pero la veo un poco distraída, diría que su corazón no está tan comprometido, en lo que estamos haciendo, como el mío.
Hay otro estudiante que se dedica más a la pintura, a él le gusta mi compañera, y siento muchos celos. Veo cómo poco a poco se va alejando de mí, pues para ella la felicidad está más centrada en hacer cosas divertidas y el conocimiento no es su prioridad, como para mí que tengo sed de él. Me siento dividido pues la escuela me atrae más, pero mi corazón sufre. Los maestros me ofrecen la posibilidad de estudiar más profundamente los misterios y voy a sesiones especiales, a las que sólo vamos los escogidos. Ella no va, cada vez que regreso la veo con él y me rompe el corazón, me duele profundamente. Un día se acerca para explicarme algo, pero el dolor me consume y ya no puedo escucharla, por lo que decido abandonar la enseñanza y huyo de la escuela a la montaña.
Me veo como ermitaño en el bosque, no puedo decir que vivo en paz porque el corazón me duele todavía. Estudio la naturaleza, obtengo información de ella como si se comunicara conmigo y así descubro remedios a base de plantas y flores. Experimento y preparo, soy curandero y muchas personas me buscan, pues dicen que les devuelvo la salud. Uso la tierra y minerales para preparar cataplasmas. Me doy cuenta de que el aprendizaje que obtuve en la escuela fue la base para integrar este conocimiento intuitivo.
Ya soy viejo con pelo largo y barba, sigo viviendo en una cabaña de madera en el bosque, he aprendido a amar a los demás, pues al principio era muy distante. Pero después de todos estos años, sus sufrimientos y enfermedades ya no me son ajenos. Me dediqué a servir y a dar todo lo que el bosque me daba, y en eso encontré paz; aunque no puedo decir que tuve alegría profunda, ya que siempre estuvo esa espina en mi corazón y no permitió que me sintiera pleno; ella siempre me hizo falta.
Estoy sentado sobre unos troncos y veo el bosque. Me invade una vibración luminosa que sube desde mis pies por todo el cuerpo y me saca de él. Pienso: "ya se acabó". Mi último pensamiento es ella. Con gran tristeza me doy cuenta de que viví incompleto.
-Ve a tu infancia.
Me veo en una casa de mármol con muchos lujos y sirvientes que nos atienden. Mi padre es político, mi madre se dedica a la casa y a la pintura. Ella es la que me inculca el interés por el arte. Soy un niño muy sensible y perceptivo, al que fácilmente se le hiere. Cualquier actitud que yo interprete como desinterés o rechazo provoca que tome distancia y me cierre. Mi madre con frecuencia me lee obras literarias; le interesa que sea culto. Mi padre es un político muy prominente y está poco en la casa.
Me duele profundamente separarme de mi madre cuando me voy a estudiar. Tengo gran apego a ella, más que a mi padre. Soy muy dependiente de las muestras externas de afecto y me aferro a los que me lo demuestran.
Lección del Ser Superior
Aprender que el apego sólo trae dolor y es un impedimento para la plenitud. El miedo al abandono provocó el apego, después el aislamiento y, por lo tanto la infelicidad.
Para Gabriel esta terapia, y en especial esta sesión, ha sido una pieza clave para la sanación de las heridas que lo han llevado a conductas posesivas con sus seres queridos.
DIEGO
Diego es un médico ginecólogo de cuarenta y siete años, que poco tiempo después de su divorcio, inicia una apasionada relación con Inés. Llega a la T.V.P. con el afán de entender cuál es el origen del fuerte apego sexual que existe entre los dos, pues debido a esto, ambos presentan conductas posesivas y de control mutuo, por miedo a perderse.
En la vida que relatamos a continuación, Diego reconoce a Inés en el herrero, con quien tiene un fuerte apego sexual.
Estoy en un gran salón, sentado frente a una mesa, leyendo un libro grueso a la luz de una vela. Visto un traje café con cuello de olanes, entra una doncella con una jarra y una taza de cobre. Me siento muy cansado, tomo la vela y me levanto, atravieso un amplio vestíbulo y me dirijo a mi habitación. En ella hay una cama con baldaquín; me pongo un camisón blanco y un gorrito de noche.
Al amanecer me asomo por la ventana, desde donde se puede apreciar un jardín y una terraza de mármol. Pienso que es demasiado lujo para mí solo. Entra una mujer con una palangana y me lava los pies con agua tibia ante mi total indiferencia. Llega un hombre delgado, vestido muy elegantemente, me prepara un traje de terciopelo negro, botas y un sombrero de tres picos con una pluma blanca. Cuando estoy vestido me da una espada.
Me subo a un carruaje, tirado por caballos blancos, que va por una vereda entre pasto y girasoles. Tengo hambre, no tomé ningún alimento; estoy triste, preocupado y con disgusto. Llegamos a una pequeña ciudad, entro a una casa y ahora me veo en una habitación en donde se encuentran dos hombres, uno de los cuales hace trazos en un mapa. El ambiente es muy tenso. Estoy sentado con la chaqueta abierta, sudoroso y despeinado. Siento mucha desesperación, creo que estoy viviendo una gran pérdida material. Estoy abatido pues parece que ya no hay nada que hacer. Llega otro hombre, cargando unos libros gruesos con un escudo dorado en las pastas. Lee algo que parece ser un edicto que confirma mi tristeza.
Durante el regreso pienso en matarme. Al llegar a mi castillo, lo veo solitario, con hojas secas sobre las escaleras de mármol, sin barrer. Estoy en una bodega, con una cuerda en el cuello y subido en unas cajas de madera que aviento con los pies. Me estoy arrepintiendo de suicidarme, siento una tristeza muy profunda, pero no puedo regresar el tiempo, tengo los brazos totalmente sueltos, pienso: "¿por qué lo hice?". Percibo una energía gris, muy densa, que se desprende de ese cuerpo flácido.
-Ve a tu infancia.
Me veo como de siete u ocho años, con el pelo castaño claro peinado de bucles, medias blancas, zapatos de charol y traje negro. Estoy en el mismo castillo, pero se ve muy bonito, lleno de luz y flores. Creo que es en Francia. Hay varios carruajes con caballos. Estoy con una niña rubia, vestida de blanco, creo que es mi hermana. Bajan mis padres muy elegantemente vestidos, con peluca blanca. Se suben a una carroza y se van; nos dejan con la niñera. Es habitual que esto suceda, sólo nos llevaron a despedirlos. Nos suben a una habitación, en donde se encuentra un maestro flaco y serio. Nos sentamos con él a escribir con una pluma de tintero. No estamos muy interesados, él se percata y suspende la clase.
Atravesamos el jardín y en el fondo hay un lago muy grande con cisnes. No quiero ver el lago... se está ahogando la niña...estoy paralizado, saca las manos, se sumerge y vuelve a salir. No tengo el valor o no sé cómo salvarla. Estamos solos, no hay quien nos ayude. Me siento confundido, impotente y lleno de miedo. Pienso que hubiera sido mejor quedarnos en clase.
Ahora veo la escena de lo que en realidad sucedió. Ella se acercó a darle un pedazo de pan a un cisne y yo, en broma, la empujo. No pensé que eso fuera a suceder. No sé qué hacer... maquino lo que voy a decir para no confesar mi culpa... siento que las piernas se me doblan; me estoy quedando dormido, tirado en el pasto. Quiero huir de la realidad.
Ya es tarde, hay poca luz, empiezo a despertarme y veo a mis padres corriendo hacia mí. Les digo que se ahogó, me hacen a un lado y van hacia el lago. Mi padre sale de él con mi hermana, flácida, en brazos. Camina titubeante, con la mirada perdida mientras mi madre llora desconsolada a la orilla del lago. Siento una gran presión en el corazón.
Mi madre está encerrada sin querer salir; mi padre la invita a dar un paseo, pero ella se niega. Estoy triste y a la vez quiero justificarme, pues yo no quería matarla. Mi padre está tomando vino en el comedor, se está emborrachando. Todo se acabó en esa casa, no hay nada que hacer. Me veo como vagando, tengo ganas de irme de allí. Acabé por negar todo, como si no hubiese pasado nada.
Ya soy un adolescente muy elegante y espigado...me siento raro pues experimento cambios dentro de mí; estoy muy enfocado en mi cuerpo, me gusto, me siento excitado, pero no pienso en las mujeres. Rondo por las caballerizas: hay un hombre, un herrero con mandil de cuero, con los brazos descubiertos...me siento profundamente atraído hacia él...él se da cuenta. Tengo dieciséis años y nos volvemos grandes amigos. Un día hacemos el amor en una caballeriza y a partir de entonces enloquezco por él.
Estoy conversando con mi padre en un salón, me veo muy afeminado. El me habla de mujeres y en ese momento le confieso que no me interesan, que me gustan los hombres y que tengo un amante. El no parece sorprenderse, aunque me dice que debo pensar en casarme.
Tengo veintitrés años, estoy en el sepelio de mi padre y no me siento triste, pues pienso que ahora ya soy dueño de todo. Pasa el tiempo, me veo como de treinta y ocho años, solo; mi madre también murió , estoy sentado en un salón, recordando mi pasado. Recuerdo a mis amantes, muchos jovencitos, pero ninguno como el herrero. Regreso a una escena en donde me hace chantaje, me dice que si quiero que siga siendo mi amante debo permitirle que administre mis propiedades, entre las cuales hay minas de oro y plata. Me ha hecho esta petición muchas veces, pero siempre me he negado, aunque nunca había amenazado con dejarme. Siento mucha angustia, pues tengo un gran apego sexual hacia él. Finalmente me veo firmando un poder. Después de conseguirlo se aleja de mí y finjo no darle importancia, pero sigo obsesionado con él.
Pienso sin cesar en cómo recuperar mi fortuna, aunque lo haya perdido como pareja. Acudo a varios abogados que no están muy preparados, pues no tengo suficiente dinero para pagar mejores.
Vuelvo a ver la primera escena: estoy con los abogados que me informan que la sentencia es irrevocable y que no podré recuperar nada.
Después de limpiar los sucesos y emociones negativas que surgieron en esta vivencia, se llevó a cabo el reconocimiento de los personajes que están interactuando con Diego, en la vida actual, con el fin de sanar el vínculo. Reconoce a Inés como el herrero con quien tenía un fuerte apego sexual y al preguntarle cuál es el pacto que tienen como almas, responde: estar juntos para toda la eternidad. Es conveniente romper con los pactos para que surja entre ambos otra calidad de amor.
Lección del Ser Superior
El verdadero amor es sin apego. El sexo es bellísimo, pero siempre como complemento del amor. No vale la pena quitarse la vida nunca, ni por el dinero ni por cualquier otra cosa. Todo se puede mientras se tenga vida; en el momento que cesa, se acaban las oportunidades.
Los Maestros nos hablan sobre el suicidio,
El suicidio no es más que la decisión del individuo de no seguir adelante con la experiencia terrenal. No implica este acto ningún castigo, como ningún acto humano lo hace, sólo el remordimiento de no haber tenido el valor de seguir adelante y la sorpresa de que la vida sigue, aunque en otro plano, cuando se creía acabar con ella.
Lo que no se acabó de aprender o de cerrar en esa vida, habiéndoselo propuesto con anterioridad, sólo se pospone para una nueva experiencia.
No hay castigo, por así decir, pero sí hay efectos; al quedar trunca una experiencia habrá que repetir en otra vida el estímulo que se evadió, y éste algunas veces puede ser más enérgico.
Hay almas que aunque deciden ir a la Tierra, una vez en ella, les falta el valor para enfrentar todos los obstáculos que esto conlleva y viven con el continuo deseo de acabar con ello.
En algunas ocasiones, las almas que optan por el suicidio, muy a menudo lo repiten en otras de sus experiencias, pues guardan este recuerdo en su cuerpo emocional como una manera de evadirse de la realidad del mundo físico.
En la siguiente sesión, aparece una vida que se desarrolla en el extremo opuesto, con la que posiblemente Diego intentó compensar la que se acaba de narrar.
Estoy a la orilla de una formación de piedras en un bosque. Soy monje franciscano y visto un hábito café. Reflexiono... me cuestiono una serie de cosas y me siento confundido.
Nos encontramos tres monjes más y yo tomando alimentos en el monasterio; yo estoy en la cabecera pues soy el superior y en silencio comemos lentejas con pan.
-Ve a tu infancia.
Tengo nueve años, soy alegre y desparpajado, estoy jugando en un patio alrededor de una fuente. Sale una mujer muy dulce que me llama a comer... Ahora me veo como un adolescente en oración frente a un crucifijo en una capilla, y me pregunto si debo seguir la vida religiosa. No tengo apego a mi familia, pero siento algo de miedo. Decido entrar al monasterio, estoy muy en paz y con total desapego de las cosas del mundo.
Un día llega mi hermana al monasterio con la noticia de que mi madre se está muriendo. Le pido que le explique que estoy enclaustrado y que, por lo tanto, no puedo salir; pero que mis oraciones estarán con ella. Me cuestiono si hago bien en no acudir a ver a mi madre, pero me siento en paz con la decisión que tomé.
Ahora tengo cuarenta años. Llevo la cabeza tonsurada y junto con tres monjes más, hablamos sobre nuestro desacuerdo con la jerarquía eclesiástica; sentimos que en el monasterio vivimos más de acuerdo con la mística de Jesús. Sin embargo, no criticamos al Papa. Por otro lado, estamos conscientes de que es más cómodo no tener que luchar contra las tentaciones del mundo. El lugar es muy bello y hacemos mucha oración. Me siento muy pleno, satisfecho y con una gran paz.
El superior se está muriendo y me pasa el cargo con un báculo, rematado por un crucifijo que coloca sobre mi frente. Mi actitud es de gran humildad, a pesar de que era algo esperado.
Veo de nuevo la escena del principio y me sorprende que sólo haya tres lugares ocupados. Pienso que ha habido deserción en el monasterio.
Estoy frente a Su Santidad. Siento una gran emoción, pero hay un gran contraste entre mi vestimenta y su lujo. Le rindo cuentas y él me reclama por no haber recibido aportaciones de nuestra parte. Le comento que vivimos con lo mínimo, sin lujos; me contesta que es muy cómodo estar allí sin atender escuelas ni hospitales. Le respondo que ésa no es nuestra mística, ya que únicamente nos dedicamos a la oración y a nuestro crecimiento espiritual. Me echa de su presencia, pero no me afecta.
Al regresar, hablo con mi director espiritual y le notifico mi decisión de abandonar el monasterio, pues me es imposible aceptar la incongruencia del Papa.
Ahora estoy escribiendo en una pequeña habitación... me siento muy en paz, no extraño el monasterio... me siento pleno y comprendo que no es necesario vivir allí para estar conmigo mismo y con Dios.
Estoy a la orilla de un río, a la edad de setenta y cinco años. Llega un niño por el que siento una gran ternura. Charlamos y le enseño un libro que parece un diccionario. Le muestro la letra E, en excomulgar. Le explico que estoy excomulgado, pero que eso es algo que no tiene importancia para mí, porque estoy en completa armonía. Regreso a mi cabaña y espero la muerte con los brazos cruzados sobre la mesa, mientras pienso que tuve una vida llena de grandes regalos. Mi respiración empieza a ser lenta... disfruto mi muerte. Un gran resplandor inunda el lugar, y desde arriba, veo mi cuerpo recargado sobre la mesa, estoy envuelto en un brillo maravilloso y experimento un gozo muy especial. Veo seres que vienen a recibirme y me guían por el túnel hacia una luz indescriptible.
Después de la T.V.P. Diego considera que el mayor beneficio que obtuvo con esta terapia fue, que el miedo a la muerte y al abandono desaparecieron por completo. El constatar que las almas nunca nos perdemos unas a otras pues siempre regresamos juntas, le permitió establecer con Inés, quien ahora es su esposa, un vínculo más sano.
Cuando se da un apego sexual con un alma determinada, es porque ya se tuvo una experiencia previa con la misma. El caso del apego sexual sucede cuando la vibración del sujeto está en el chakra sexual y, por lo tanto, su nivel de conciencia corresponde a esa baja frecuencia. En el caso que nos ocupa, nuevamente se encuentran ambos sujetos en esta vida, con un apego similar, pero ya con otro estado de conciencia, por lo que seguramente resolverán ese vínculo de otro modo.
Cuando el alma decide compensar su extravío sexual, elige una experiencia opuesta que, en este caso, es la vida de un monje célibe y con voto de pobreza. Si se carga mucho la balanza de un lado, se tiene que accionar en el polo opuesto con la misma intensidad, para lograr el equilibrio. Conforme se suceden las experiencias, el sujeto va elevando su conciencia hasta liberarse por completo de los apegos que se han manifestado en varias vidas.
El apego es, como ya se dijo, miedo al abondono y a la soledad; y también necesidad de control, que nace del mismo origen. Pero cuanto más se abra la conciencia a la unión con el Universo, más se llegará al amor universal.
El apego significa vivir a expensas de la compañía de una determinada persona y no lograr la felicidad sin ella. Pero, no se da cuenta, el que lo sufre, que la verdadera felicidad no depende de nada ni de nadie. Ésta se encuentra en nuestro interior y sólo se necesita abrirse a la propia luz, aceptando la vida tal como viene, amando a todos y a todo.
CAPÍTULO V
VICTIMA - VICTIMARIO
Cada alma recibe un cuerpo de
acuerdo con sus merecimientos
y sus previas acciones.
Orígenes
Cuando un alma comete actos de desamor en cualquiera de sus manifestaciones y abusa de otros, se convierte en lo que llamamos "victimario". Estas actitudes le provocan culpa, aunque no siempre a nivel consciente, durante la misma experiencia vital. La culpa, cuya huella queda impresa en el cuerpo emocional, genera la necesidad de autocastigo. Al querer compensar esa desarmonía, probablemente elija, en una próxima encarnación, volver como "víctima"; rol que podrá experimentar de muy diversas maneras, como padecer el mismo dolor que provocó a otros, sufrir abandonos, venir con una malformación congénita o una enfermedad que lo hará sufrir toda la vida, entre otras. Este proceso da lugar al patrón de "víctima-victimario". Es importante aclarar que en dicho patrón aparecen muchas variantes con diferentes matices.
Algunas de las emociones características de la víctima son: el rencor, el deseo de venganza, la culpa y el menosprecio a sí mismo; la lección a aprender será el amor y el perdón. Las emociones predominantes en el victimario son: la soberbia, el enojo, el desprecio y el odio, que con frecuencia le generan culpa y la lección a aprender es el amor y el perdón a sí mismo.
La culpa es el llamado de atención del Ser Superior, quien señala que las actitudes del alma han roto la armonía universal. Si esta emoción se libera, compensándola con amor, no se origina una creencia; pero si se acompaña de pensamientos negativos de autodevaluación y rechazo de la propia imperfección, se generan las creencias de "no me merezco", "soy malo y merezco castigo", lo cual conforma el patrón de víctima. Este patrón se liberará cuando se entienda que no hay nada que expiar, sólo comprender y actuar con amor, ya que es esto lo que se transgredió.
Si la toma de conciencia de una acción negativa, que nos provoca culpa, va aunada al rechazo de nuestra imperfección, se convierte en soberbia. El remordimiento en sí no es negativo, siempre y cuando, nos lleve al perdón de nuestros errores, y se entienda con humildad, que son producto de la inconsciencia. El obsesionarse con la culpa provoca el patrón culpígeno, que tanto daño hace, pues se convierte en depredador del alma, ya que la persona entra en un círculo vicioso de falta de amor a sí misma y, por ende, a los demás.
El verdadero perdón a quienes nos ofenden, no se da desde la clemencia, sino desde la comprensión de que lo que han hecho es porque todavía no han salido de la oscuridad en la que los seres evolutivos hemos entrado. Si esto se entiende, no hay nada que perdonar y sólo queda la compasión hacia esas almas que no han comprendido aún, quienes realmente son.
Se necesita entender que la decisión de tomar el camino de la evolución comienza con la inmersión en la "maldad", en lo que NO-ES; y que poco a poco iremos descubriendo el verdadero camino que nos regresará al origen mediante los efectos negativos causados por actuar en contra del amor.
Si se obtiene un efecto discordante producido por una causa de la misma índole, podemos entender que erramos el camino de la paz y la armonía. A veces, el ser humano no entiende que él mismo ha provocado todas las desgracias que le acontecen y las recibe con rechazo y rebeldía, aunque su Ser Superior sabe perfectamente lo que sucede y lucha por cambiar de rumbo.
Si comprendemos que el daño moral o material que alguien nos inflige, es una experiencia que nuestra alma busca para su crecimiento y aprendizaje, el perdón se da de manera natural. Por el contrario, si alimentamos rencores hacia los demás o hacia nosotros mismos, que no son más que manifestaciones de la culpa, éstos se convertirán en el cáncer del alma, el cual probablemente algún día se manifieste en el cuerpo físico.
El acto de perdonar es el más poderoso para liberar karma y sanar memorias dolorosas que nos impiden aprender de las experiencias que la vida nos presenta. Si entendemos que siempre que un ser humano comete un acto negativo es porque detrás de ello existe dolor, miedo o desolación, podremos entonces abrir nuestro corazón a la compasión, en lugar de al juicio y al rencor.
Hay la creencia de que el que perdona pierde; pero en realidad, el que perdona se libera y obtiene la paz interior. Así es como se da un paso más hacia la gran lección: el AMOR.
Esta lección de los Maestros nos aclara qué es la culpa y nos ayuda a liberarnos de ella:
¡Qué gran liberación de culpa es cuando se entiende, que el pasar por la oscuridad, es parte del plan divino y que los seres evolutivos que componen la humanidad de la Tierra y de muchos otros planetas son los seres más valientes del Universo! ¿En dónde cabe la culpa, cuando se va al mundo del olvido y de la inconsciencia por voluntad propia para experimentar lo que NO-ES, donde la llamada "maldad" no es más que el primer paso de una extraordinaria experiencia de verificación de lo único que tiene existencia real, el Absoluto?
Al aceptar sumergirse en la oscuridad, no todos los seres reaccionan de la misma manera; hay algunos que se sumergen en verdad de manera profunda en el negativismo y experimentan durante varias vidas, ya sea, la maldad extrema o la víctima, lo cual va formando una costra en su alma que les será muy difícil desbaratar.
No todos llegan a esos extremos. Hay quienes experimentan la oscuridad, sí, pero no necesariamente todas las opciones ni todo el abanico de perversidad. Hay, como en la vida que nos rodea, diferentes reacciones ante las mismas situaciones. Algunos comprenden más rápido que otros cómo salir de la oscuridad; y algunos más se engolosinan con determinadas actitudes negativas que provocan el endurecimiento del alma, lo que impide el contacto con la luz interna. Es cuando se necesita de un fuerte catalizador para abrir ese duro caparazón.
En general se experimenta de todo, pero cada quien lo hace en dosis diferentes y con reacciones distintas debido a la libre voluntad que ejerce cada uno. Por ello no existe ninguna regla específica que dictamine las experiencias a vivir.
Cuando se llega al Bardo, el ser se da cuenta de sus errores y se decide a abrir su conciencia en una próxima encarnación; pero, al llegar al mundo físico, debido a la densidad de su vibración, es muy probable que vuelva a caer en la oscuridad, hasta que poco a poco y mediante los estímulos dolorosos, logre salir de ese encierro.
El dolor, al ir en contra del bienestar, ya sea físico o moral, nos empuja a desapegarnos del mundo material; esto ayuda a elevar la frecuencia vibratoria y buscar a Dios. Como ya se ha dicho, el sufrimiento es una herramienta que lleva al amor, aunque no en todos los casos.
No siempre el sufrimiento que el alma elige para enmendar un acto inarmónico cumple con su propósito. Algunas veces, en lugar de abrir el corazón del sujeto hacia el amor y la compasión, que es el verdadero objetivo, puede caer en el odio y la venganza, lo cual provoca que se identifique con su victimario y reincida en esa misma conducta. Esto puede repetirse durante varias vidas, ahondando aún más en el mismo patrón, hasta que se convierte en un círculo vicioso. En tal caso, el ser necesitará escoger situaciones cada vez más extremas hasta que, mediante el perdón a sí mismo y a otros, comprenda y abra su corazón al amor.
Si el alma reacciona de modo positivo ante los estímulos dolorosos, ha comprendido la lección; con ello rompe ese patrón y libera finalmente su karma.
GABRIELA
Gabriela es una mujer casada de sesenta años con un hijo adoptivo. A nivel inconsciente siempre ha buscado ser castigada por sentirse sucia y mala. Ha vivido sometida, primero al dominio y rigidez de su madre y después al de su marido, sin poder nunca poner límites a esta situación por miedo a ser rechazada.
Días antes de casarse, se sometió a un tratamiento de limpieza facial que le provocó una enfermedad dermatológica llamada rosacea, justo en el momento que deseaba estar lo más bella posible. A lo largo de las sesiones, apareció con claridad el origen del patrón de víctima de Gabriela, así como su karma con la cara.
Primera sesión
Me encuentro en el rincón de una mazmorra oscura, rodeada de suciedad y hace mucho frío. Soy mujer con el pelo entrecano vestida con harapos. Me siento sucia y pienso en lo bien que estuve antes. Siento mucho dolor pues he sido muy mala, he hecho mucho daño. Tengo la cara quemada, deformada.
- Ve a tu infancia.
Estoy en un jardín muy bello, vestida suntuosamente con un traje verde pistache. Juego con otros niños y quiero hacerle daño a uno de ellos pues le tengo envidia. Lo empujo, se cae y se lastima la cara, empieza a llorar, me burlo y me río de él. Los niños prometen no volver a jugar conmigo; me enojo y de ahí en adelante, decido hacerle daño a la gente porque me han dejado sola.
Digo mentiras, soy falsa y provoco mucho daño con mis intrigas.
Vivo rodeada de mucha servidumbre, pero me siento sola. Le echo la culpa a todos por lo que sufro. Siento que necesito ser mala para que me tomen en cuenta y así sentirme viva.
Poco a poco voy envejeciendo pero quiero sentirme mujer y ser madre. Sigo sola, sólo reprendo, pues todo me parece mal; soy muy infeliz. No tengo conciencia para saber cómo puedo cambiar mi vida.
Con el objeto de embarazarme, mando traer a un joven para tener relaciones sexuales con él. No acepta y, en mi furia, con un hacha lo descuartizo. Llega una mujer y me echa un ácido que me quema la cara. Grito desesperadamente, pero me llevan a una mazmorra. Estoy muy triste por todo el mal que he hecho. Siempre me sentí sola porque nadie me dio cariño y por eso tenía tanta envidia. Me dan muy poca comida que me pasan a través de una pequeña reja, sin poder siquiera ver al carcelero. Hay ratas y mucha suciedad, me siento parte de esa suciedad.
Pienso que lo tuve todo: belleza y riqueza; pero me doy cuenta de que hubo mucha maldad, por lo cual decido terminar con mi vida. Creo que todo va a cambiar con mi muerte, estoy arrepentida y pido perdón; aunque sé que voy a pagar por ello.
Estoy desangrándome, tirada en el suelo, me corté las venas con un guijarro.
-¿Reconoces a alguien?
El niño al que empujo es mi actual marido y al que mato no lo reconozco.
Lección del Ser Superior
Aprender a amarme y a aceptarme tal como soy. Cuando hay amor y aceptación, no hay envidia.
Al terminar la sesión, la paciente comenta que ahora entiende por qué se siente sucia y el posible origen de la afección que sufrió en la cara. Esto confirma el poder de una creencia que aparece en varias vidas, hasta que se comprende lo erróneo de ese pensamiento y se libera la emoción que la produjo, en este caso, la culpa.
En la siguiente sesión aparece una vida en la que trata de compensar al "victimario" con una experiencia de abandono. Pero, como se verá, el dolor, en lugar de abrirla al amor, la llena de amargura y repite actitudes de crueldad y rigidez que la aíslan, nuevamente, del amor de los que la rodean.
Segunda sesión
Veo muchos niños y niñas con batas de cuadritos azules que juegan en un patio... Es un orfanato...hay mucha disciplina, castigo, dolor e injusticia. Soy una mujer gorda...creo que soy la directora, actúo con mucha dureza y rigidez. Veo cómo juegan, pero estoy pendiente de lo que hacen y con cualquier pretexto, los castigo. Quiero que sean perfectos, pues yo me considero perfecta, capaz e intachable.
Me causa mucho dolor ser así, de nuevo estoy sola; me respetan pero no me aman. Sólo doy órdenes. Estoy rodeada de niños, pero ninguno me pertenece y mi anhelo más grande es ser madre. Un niño se cayó, voy a verlo y está sangrando. Me causa mucha angustia. Lo llevo a curar. Es el hijo de un hombre que yo amé y siento un especial cariño por él; sin embargo, él no me quiere, me tiene miedo.
Pienso que todos son inútiles y que no sirven para nada. Yo me siento Doña Perfecta y así me dicen. Es una vida muy monótona, donde no hay ningún aliciente ni para los niños ni para mí. Quisiera ser dulce, tierna y amorosa, pero no puedo pues yo también crecí en este orfanatorio y nadie me enseñó a serlo.
-Ve a la infancia.
Mis padres no tienen dinero para alimentarme, se tienen que ir de ese pueblo y no me llevan con ellos. Me dejan en la puerta de una casa. Crezco allí, con un matrimonio durante unos años; él me acoge bien, pero ella no. Cuando tengo siete años, él muere y la mujer me manda al orfanato. Yo vivo contenta en esa casa, pero ella no me quiere, dice que me porto mal, que no sirvo y que quiere que me vaya. Yo le suplico, llorando, que me deje quedarme, pero me contesta que ni siquiera es mi madre y que me mandará adonde siempre debí haber estado.
Me siento muy amenazada por el director del orfanato, porque me toca, me hace cosas sucias y me viola. Hay un niño que quiero mucho, pero a él lo adoptan y se lo llevan. Es el padre del único niño que quiero cuando ya soy directora. Crezco y me quedo allí para siempre. Me voy volviendo muy dura, en el fondo no soy mala, lo único que quiero es amor y comprensión, pero nadie me los da nunca.
Ya estoy grande, tengo el pelo blanco y sigo allí...como siempre. Me da un dolor muy fuerte en una pierna, por lo que me tienen que llevar al hospital. Tengo gangrena fulminante y me cortan la pierna. Estoy angustiada, desesperada. ¿Qué va a ser de mí? Mi otra pierna también tiene lo mismo, estoy completamente invadida. Me siento muy triste, pienso en mis padres, qué distinta hubiera sido la vida si me hubiera quedado con ellos, con hambre, pero con ellos. Sé que ya todo terminó y que pronto voy a dejar este mundo pero pienso que no fue en balde todo lo que pasé.
Lección del Ser Superior:
Aprender que la rigidez es un extremo y los extremos no son buenos. Hay que llegar al equilibrio.
Tercera sesión
Soy una niña rubia que corre muy contenta en un campo en donde hay muchas flores de colores, me gusta mucho estar allí. Ahora me veo en una casa de madera a la hora de la comida. Mi padre es leñador y mi madre cuida de la casa. Hay animalitos y tengo un hermano menor.
Mis padres están discutiendo... él me da un bofetón. Así molesta a mi mamá pues prefiere que la lastimen a ella y no a nosotros. El es alto y fuerte. Me voy a llorar a un rincón y él sale de la casa. Mi mamá va a consolarme y me dice que eso no volverá a pasar... decide que nos vamos los tres.
El nos alcanza, golpea a mi madre y la mata. Siento horrible... estamos a su merced y es muy violento. Regresamos a la casa y él comienza a beber. A partir de ahora siempre está borracho y nos maltrata. Nos prepara de comer, pero al irse nos deja encerrados.
Un día se quema la casa y mi hermanito muere en el incendio. Estábamos solos, no pudimos salir porque siempre nos encerraba, yo me quemé pero no morí. Siento mucho dolor, angustia y soledad.
Llega mi papá, me saca y me lleva a curar. Reconstruye la casa y nos quedamos a vivir allí. Toda mi vida estoy junto a él y así va a ser. Le doy de comer, lo atiendo, pero no habla y yo tampoco. Siempre estamos muy tristes, no hay ningún aliciente, nunca vemos a nadie.
Parte de la cara se me quemó, igual que el brazo y la pierna izquierdos. Dejo de ser alegre, ya no juego. Coso, tejo, arreglo la casa, pero no salgo. Todo me lo trae mi padre. Quedé marcada para toda la vida. El me quiere y se ve arrepentido, sufre al verme. Se muere y antes de morir me pide perdón. Yo soy como un animalito insensible. Nada más estoy allí, endurecida por todo lo que pasó.
Me quedo sola, salgo de la casa únicamente por lo indispensable. Por mi físico, todos me temen y yo prefiero que no se me acerquen para que no me vean. Por lo tanto, me retraigo. Un día, estoy sentada junto al fuego cuando llegan unos hombres, son unos ladrones que creen que tengo dinero. Me dan un golpe en la cabeza con un garrote y me piden que les de todo lo que tengo, pero no me creen cuando les digo que no tengo nada.
Siento mucho miedo y angustia, pero a la vez siento paz porque sé que ya va a terminar esta vida de sufrimiento.
Lección del Ser Superior
Aprender a dejar de ser y sentirme víctima.
Cuando se provoca una herida en alguna parte del cuerpo físico y se acompaña ese hecho por emociones de gran intensidad, quedará una huella o impresión en el cuerpo emocional. Al decidir vivir una experiencia que compense una anterior inarmonía, queda el recuerdo en el alma de aquel dolor y esa memoria puede reactivarse en un momento dado, en el nuevo cuerpo físico. Esto sucede con el objeto de evidenciar todavía más la huella y así acabar por neutralizarla.
En la primera sesión de Gabriela, aparece la vida en donde nace la creencia de que la belleza la llevó a la maldad y a no ser amada, lo cual provocó que le desfiguraran la cara, como castigo. La carga emocional con la que vivió ese acontecimiento, le dejó una impresión que se plasmó en sucesivas vidas.
Creencia: si soy bella, soy mala y nadie me ama; el castigo que merezco es tener la cara desfigurada.
En la tercera sesión aparece una vida en donde ella elige venir como víctima con el deseo de compensar experiencias pasadas. Al persistir el deseo de ser amada y no lograrlo, además de la creencia de ser mala y sucia, y de que para ser buena es preciso no ser bella, atrae la deformación de la cara mediante el incendio. Busca castigarse para expiar la culpa, de la misma manera que la castigaron en la experiencia anterior, ya que el recuerdo del primer castigo ha quedado impreso en el cuerpo emocional. Cuando éste necesita vivir una experiencia para eliminar una determinada huella, atrae las circunstancias idóneas para que dicha experiencia se dé (en este caso el incendio); en virtud de que nuestra mente es creadora, creamos todas las circunstancias de nuestra vida. Por otro lado, el hecho de haberse quemado la cara quizás tuvo como objetivo, además de lo anterior, comprender que lo importante es la belleza espiritual y no la física, así como superar ese obstáculo con amor. Sin embargo, no lo logró tampoco, ya que en lugar de dar amor se volvió a retraer del mundo.
Lo que le faltó entender con esas experiencias es que para recibir amor hay que darlo.
En la vida presente, su patrón sigue siendo de víctima; pero ya con otra conciencia, pues busca dar amor sin esperar retribución al adoptar un hijo. Sin embargo, todavía subsiste la antigua creencia: la belleza lleva a la maldad y a no ser amada; por eso, en el momento en que deseaba estar lo más bella posible (el día de su boda), esa creencia provocó el mismo autocastigo, materializándose, una vez más, el problema de la cara.
Después de esta experiencia terapéutica, se hizo evidente para Gabriela la necesidad de perdonarse a sí misma, para dejar de repetir el patrón de atraer siempre situaciones en las que es víctima del dominio y control de otros. Asegura que, debido a que ha logrado un mayor grado de amor y aceptación a sí misma, el miedo al rechazo ha desaparecido.
ABUSADO Y ABUSADOR SEXUAL
Los desequilibrios sexuales tienen lugar durante un cierto periodo del desarrollo de la conciencia. Esto se debe a que la energía sexual, durante esa etapa, todavía no está bien encausada y se encuentra estancada en el chakra sexual. Cuando se está allí la fuerza de esa energía, que no logra subir a los chakras superiores, provoca los actos de abuso y desequilibrio sexual que aparecen en algunas regresiones y que el ser buscará compensar de alguna manera para proseguir su evolución. Un acto así puede o no ser compensado con otro de la misma naturaleza. Es decir, una violación sexual no necesariamente se compensa con el hecho de ser violado; aunque en muchas ocasiones el alma desea vivir el mismo daño que causó a otros para liberarse de la culpa que arrastra.
Estas acciones pueden ser equilibradas con amor y comprensión del mal que se causó y el resultado será el mismo: la liberación del karma.
El siguiente ejemplo muestra el caso de un alma que elige compensar un abuso sexual viviendo el lado opuesto de la misma experiencia.
SOFIA
Sofía es una joven de dieciocho años que desde pequeña ha mostrado interés por los temas espirituales. Cree en la reencarnación y ello la lleva a la T.V.P. por considerarla una valiosa herramienta de autoconocimiento, pues piensa que esta experiencia puede representarle una vida adulta más gratificante.
Veamos estas dos sesiones, en donde aparece con todo detalle la experiencia de Sofía, como la víctima y como el victimario.
Soy una gitana que camina por un campo seco. Es en España...me siento muy sola y no hay nadie alrededor...me duele el vientre..
-Ve al origen de ese dolor.
-Estoy embarazada y completamente sola. Siento cólicos fuertes, estoy dando a luz y nadie me ayuda...lloro ... es un bebé hombre, lo abrazo y lo limpio con un chal blanco que traigo en la cabeza y le digo que lo quiero.
Estoy en una cabaña muy pobre. Entra un hombre gordo que yo no amo, siento que sólo abusa de mí, me utiliza. El no es mi marido, creo que es alguien de mi familia, quizás mi tío, y por esa razón me siento presionada por él y hace lo que quiere conmigo. No tengo carácter, soy sumisa y no me puedo negar. Siempre estoy sola con mi hijo.
Ahora me veo caminando hacia el río con mi hijo, que tiene cinco años. Llega un soldado, me abofetea y me sacude violentamente, lanzándome al suelo con la intención de violarme. Siento mucha angustia porque el niño está viendo todo. Saca un cuchillo, se desabrocha los pantalones y a pesar de mi resistencia, me viola.
Se va dejándome tirada, sufriendo mucho.
Días después, ese hombre llega a mi cabaña y comienza a maltratarme. Es de noche y estoy cocinando, me avienta al fogón y me quemo las piernas y la espalda. Después de pegarme con un cinto de cuero, me viola y me deja inconsciente, sangrando en el piso.
Ahora me veo en una taberna, rodeada de hombres, bebiendo. Soy prostituta. Acabo vieja y enferma en una cama. Estoy descontenta conmigo misma, amargada y con ganas de morir.
Lección del Ser Superior
Debo amarme y valorarme a mí misma. Apreciar mis dones y descubrir mi propia luz.
Durante la segunda sesión aparece la vida en donde Sofía, siendo un soldado abusa sexualmente de otros y da origen al karma de víctima sexual que se presenta en la vida que acabamos de relatar.
Veo una guerra... atacan la aldea feudal donde vivo. Soy un niño de siete años, matan a mis padres y una mujer con un bebé en brazos me esconde en un sótano. Cuando acaba la guerra, esa mujer me abandona y me encuentro muy triste y sucio, sin saber adonde ir. Camino por poblados durante muchos días, me duelen mucho los pies... un hombre me ofrece que trabaje para él en un puesto de joyas. Hay una señora que me da unas monedas a cambio de unos collares de piedras... me escapo porque me las robé...estoy corriendo muy asustado por unas calles muy angostas, me van persiguiendo en una carreta.
Al final unos soldados con armadura lo toman preso. Se lo llevan a una cueva donde lo azotan y patean. Pasa el tiempo y los soldados le dan una espada para convertirlo en uno de ellos. Acepta, pues siente que no tiene otra alternativa y se incorpora a un gran ejército que pelea en pueblos lejanos. Durante uno de los ataques le corta la cabeza a una mujer...Se siente mal, pero cree que ese es su deber. Ahora veo una escena en la que pasa una mujer, la abofetea muy violentamente y después la viola. Siente que esto es normal, pues está acostumbrado a la violencia. La deja tirada y sin remordimiento alguno, se pone la espada y se va con los soldados.
Lleno de rencor y con gran violencia corta cabezas, tortura, ahorca y viola, sin experimentar ningún sentimiento mientras lo hace. En consecuencia es encarcelado y golpeado por otros soldados y eso le produce mucha rabia. Lo liberan, pero está muy lastimado y con las manos atadas camina sin rumbo, hambriento, hasta desmayarse.
Sus compañeros creen que está muerto y lo avientan a un barranco, donde alguien lo encuentra delirando. Lo monta en una carreta y lo abandona en una cueva de leprosos. Muere muy intranquilo, con mucho enojo, porque piensa que se le ha cometido una injusticia.
Lección del Ser Superior
Aprender a amarme, a valorarme y a perdonarme, a pesar de la violencia, el rencor y la culpa. Si aprendo el desapego, lograré trascender el miedo y el dolor provocado por el abandono.
Sofía manifiesta sentir una gran liberación después de perdonar y perdonarse a sí misma durante esta sanación. Además de que la dependencia y apego a sus seres queridos disminuyeron en gran medida.
En este ejemplo queda claro cómo el alma elige, en una próxima experiencia, liberar su karma exactamente de la misma manera en que lo generó. Se observa cómo, se repiten en ambas vidas, las mismas circunstancias en las que se da el abuso sexual, en la primera como víctima y en la segunda como victimario.
ALMAS OBSTINADAS EN REINCIDIR EN LA OSCURIDAD
Es muy importante que quede claro que todos los seres humanos, por malvados que hayan sido, van a la Luz si ése es su deseo, y allí ven con claridad su actuación errónea, lo que los lleva a desear corregirla. Esto, claro está, en el caso de elevarse voluntariamente hacia el mundo espiritual. Los que se quedan apegados a la vibración del plano físico son quienes no les es posible ver la luz debido a su apego. Todos ellos necesitan ayuda para salir de ese estado y poco a poco lo logran. No obstante, hay algunos que se niegan a moverse y entonces van perdiendo el contacto con su luz interna.
Actuar negativamente significa alejarse de la propia esencia. Algunas veces los seres humanos se encandilan con la fuerza del poder personal y encuentran un placer, que al ser egoísta, no es duradero. Pero al agotarse ese placer, buscan otro que va en el mismo sentido, en lugar de comprender que tendrían que ir a lo opuesto, o sea, a buscar la felicidad en la unión, en el amor. El comportamiento negativo, en algunos casos se repite durante muchas vidas y entonces es cuando el alma, al empecinarse en esa conducta, se va endureciendo, lo que impide que su luz interna se manifieste.
Los Maestros nos explican que ya es momento de que se cambie el concepto de castigo eterno en el infierno, pero a su vez, se necesita saber cual es el destino de las almas excesivamente soberbias que se niegan reiteradamente a salir de su obstinación.
El que se aparta de la luz no encuentra paz y su desasosiego lo empuja a buscar satisfacciones en diferentes cosas, como posesiones materiales, dinero, poder. Como cada vez se siente menos satisfecho, al no encontrar la plenitud deseada en nada de eso, su infelicidad es cada vez más profunda. Entonces llega a la crueldad y al deseo de ver sufrir a los demás, ya que contemplar el sufrimiento de otros lo consuela del suyo propio.
Cuando el alma vive en la oscuridad profunda, haciendo daño a sus hermanos por varias vidas, se va formando en ella una costra dura que le impide el contacto con su Ser divino. A esas almas no se les puede ayudar como a otras que están menos oscuras y entonces el Universo las "congela" por un tiempo indefinido, durante el cual no se pueden expresar en el plano físico, sino que solamente les es posible repasar sus vidas, una y otra vez. En un principio siguen gozando con el recuerdo de sus maldades, pero poco a poco van entendiendo que no es esa la verdadera felicidad y va surgiendo en su alma el anhelo de Dios, lo que provoca la disolución progresiva de esa costra.
Cuando el recurso de la "congelación" no surte efecto, no queda otro remedio que la desintegración de los vehículos que la partícula de conciencia divina ha construido en eones. Este proceso es lo que se llama “segunda muerte”.
Cuando un ser humano presenta el perfil de psicópata, es decir que no alberga ningún sentimiento, sólo el deseo de poder y crueldad en grado sumo, es porque su alma perdió contacto con su luz interna y entonces es para él imposible sentir amor, ya que nuestra verdadera esencia, nuestra luz interna no es otra cosa que amor.
Estas pobres almas serán desintegradas, pues al no recibir ya la luz divina que les da la vida, no pueden seguir existiendo. Para el Ser, la pérdida de la individualidad es sumamente dolorosa, ya que anteriormente conocía la dicha de tener alma, lo que le permitía manifestarse en el mundo físico. La partícula divina tendrá que volver a empezar todo el proceso de construcción de un alma humana para comenzar de nuevo su evolución. Este proceso es muy lento, comienza con las almas grupales que animan los minerales, después los vegetales y al último los animales, hasta lograr la completa individualización del alma, lo que le permitirá a ésta albergar a la chispa divina. De este modo puede esta última regresar finalmente a su origen, pues nada de lo que se origina en el Creador puede quedar fuera de Él.
Es necesario entender que el amor infinito de Dios está presente aun en este proceso y que la atracción hacia su seno es más fuerte que cualquier soberbia. Si se nos otorgó el libre albedrío y aceptamos incursionar en la oscuridad, se tenía que establecer un sistema que sacara de ella al más rebelde. No se trata de ningún castigo, sino de un instrumento para reestablecer el equilibrio. Ya llegó el momento de entender que Dios no castiga y que con su infinita misericordia ha instaurado leyes que contrarresten nuestro extravío.
CAPÍTULO VI
DESORDENES ACTUALES ORIGINADOS EN VIDAS PASADAS
No es más sorprendente haber nacido dos veces que una sola: en la naturaleza todo es resurrección.
Voltaire
Hay que recordar que los síntomas que una persona padece en la actualidad, no son la causa sino el efecto de un acontecimiento del pasado; ya sea de ésta o de otra vida y que se originaron por la intensidad emocional con la que se vivió dicho suceso. Es así como el personaje de una vida anterior puede influir en la presente, abarcando todo el campo de la conciencia del sujeto e imponiendo sus creencias, angustias y miedos. Cuando el individuo, durante una regresión, entra en contacto con esa personalidad, descarga sus emociones y despeja su influencia, puede ya responder de una manera diferente a los mismos estímulos.
Si bien es factible detectar el origen de ciertas pautas de conducta en esta vida, es muy común encontrarlo en alguna vida anterior y comprobar con frecuencia su repetición en vidas posteriores.
FOBIAS
Mediante la T.V.P. se ha podido verificar a menudo que el paciente víctima de una fobia, después de volver a experimentar la intensidad emocional con la que vivió el suceso que la generó, se ve liberado de ella. El éxito de la sanación, depende de la capacidad del paciente de revivir esos hechos con toda la carga emocional con que los experimentó originalmente y de la comprensión de las actitudes erróneas que la provocaron.
El pánico que alguien siente durante un acontecimiento del pasado que acabó con la muerte, no siempre provoca una fobia en una vida futura. La fobia es el resultado del rechazo a morir y por lo tanto, esto trae como consecuencia una carga emotiva muy intensa. Sin embargo, no todas las muertes precedidas de pánico generan una fobia, sólo aquellas en las que el sujeto no la acepta y se resiste a morir; lo cual le provoca el deseo de volver a vivir en el mundo físico.
Cuando el individuo en la vida actual, se encuentra ante una situación que tiene alguna similitud con la que originó la fobia, experimenta el despertar de ese particular recuerdo que quedó impreso en el cuerpo emocional. Esto es lo que se entiende por suceso desencadenante o detonador. Esta huella, activada, se convierte en un miedo irracional, ya que la persona no tiene un recuerdo
consciente de ese suceso. Estas situaciones son las que dan lugar a las diferentes fobias, como la claustrofobia o miedo a espacios cerrados, la agorafobia o miedo a los espacios abiertos, la hidrofobia o miedo al agua...a la oscuridad, a los aviones, etcétera.
Este tipo de fobias son muy intensas, pero existen otras que lo son menos y provienen de alguna vivencia generadora de emociones como miedo o asco, a lo largo de una vida anterior. En la vida actual se pueden manifestar mediante un rasgo compulsivo, que servirá como mecanismo de defensa contra esas emociones.
Se viene a esta vida para limpiar también las fobias, pues se tiene que liberar el alma de cualquier cosa que la ate al plano físico. Estas provocan karma, es decir, necesidad de volver a encarnar para aprender la aceptación, el desapego y acabar con el miedo. El miedo es falta de fe y de amor, pues si somos parte del Todo, no hay nada que temer. Sólo necesitamos darnos cuenta de la irrealidad de la vida en el mundo físico y su fantasía.
YOLANDA
Yolanda acudió a regresión para buscar el origen de su fobia a la oscuridad. La atormentaba hasta el grado de repartir, por toda la casa, velas y encendedores con el objeto de que estuvieran a la mano cada vez que hubiese un corte de luz.
Al pedirle que fuera al suceso donde se originó su fobia a la oscuridad, se vio en una cueva alrededor de una fogata, donde una tribu acostumbraba resguardarse durante las lluvias. Era un niño con figuras dibujadas en la cara y una cinta en la frente, que siempre se sentía sobrecogido en ese lugar, pues disfrutaba con correr al aire libre. La tribu se escondía allí cuando llegaban los diferentes grupos de invasores.
Un día ve un rayito de luz por un hueco de la cueva y se mete para ver hasta dónde llega, se falsea el tobillo y queda atrapado en un lugar húmedo y oscuro. Grita, pero sólo oye el eco de su voz, sin que nadie lo escuche, no se puede mover y lo invade el pánico. Su respiración es atropellada, se siente aterrorizado. Sufre alucinaciones de seres que lo atacan en la oscuridad, siente que se asfixia, finalmente ve una mano que se acerca a él para rescatarlo, pero no se deja pues cree que lo van a atacar. Lo sacan desmayado. A partir de entonces nunca se atreve a pasar más allá de la entrada de la cueva, nunca lo supera. Durante su muerte siente un miedo intenso, no quiere cerrar los ojos, las hechiceras de la tribu cantan alrededor de él y se los cierran, pero los vuelve a abrir. Por último, lleno de miedo, se entrega.
En un encuentro entre Ana y Yolanda, tiempo después, ésta comentó que a partir de la regresión su fobia a la oscuridad había desaparecido por completo.
En este ejemplo, vemos cómo un suceso traumático, aunque no terminó con la muerte, da lugar a una fobia que se desarrolla en la misma vida. Al no ser trascendido el miedo que la provocó, pasa de una vida a otra hasta ser liberada.
ROSALINA
Rosalina, una joven de treinta y un años, adoptada, siempre tuvo una vida conflictiva con sus padres adoptivos. A raíz de la terminación de una significativa relación amorosa, empieza a presentar una serie de síntomas, como insomnio y miedos que, en algunos casos, se convierten en fobias. Durante el primer viaje en avión que realiza sin su pareja, le sobreviene de pronto un miedo intenso, acompañado de sudoración, dificultad para respirar y baja de presión. A partir de ese momento se le manifiesta la fobia a los aviones. Esta es una de las razones por las que acude a la T.V.P., ya que por su trabajo se ve obligada a viajar con frecuencia.
Durante la sesión, en la que se le da la consigna de ir adonde esa fobia se origina, lo primero que experimenta, antes de que aparezca cualquier imagen, es un frío intenso. Luego se visualiza a sí misma como un piloto inglés, con chamarra, bufanda, gorro y lentes; en un avión gris, de hélices, con el símbolo de un círculo azul y rojo. Narra que no tiene visibilidad pues hay una niebla intensa, está perdido y únicamente ve la cima de las montañas. Sabe que está en la India. Tiene un fuerte dolor de cabeza, mareo y asfixia por falta de oxígeno. Experimenta mucha angustia e incluso pánico, pues perdió el rumbo y no tiene en donde aterrizar. En medio de su angustia se estrella con el pico de una montaña. Está atrapado, con todo el lado derecho de su cuerpo herido y en una profunda soledad. Siente mucho miedo al pensar que va a morir solo y que nunca nadie lo va a encontrar. Muere congelado, desesperado y con el deseo de que al menos alguien lo hubiese acompañado en esos momentos.
Después de esta terapia, Rosalina pudo volver a viajar en avión, sin que aparecieran el miedo y los síntomas físicos que solían acompañarla antes. Sin embargo, siguió sufriendo de una aprehensión a viajar sola. Esto seguramente provenía de la creencia "voy a morir solo y nadie me va a encontrar", que se imprimió durante la muerte del piloto. Gracias a una terapia de esencias florales que tomó como complemento a la T.V.P., logró eliminar los residuos de esta huella.
RASGOS COMPULSIVOS DE CONDUCTA
ANA
Ana es una mujer judía de cincuenta y dos años, que goza de muy buena posición social. Con el fin de conocerse más profundamente acude a la T.V.P, ya que lleva varios años comprometida con su crecimiento espiritual.
Durante la primera sesión, aparece una vida en la que se identifica como una mujer en extremo delgada, vestida muy pobremente, que sirve mesas en una taberna en Francia, en donde los comensales la maltratan y humillan, al igual que el dueño, que nunca le da de comer. Pasa años en esas condiciones, en espera de que algún día uno de los hombres que acuden a ese lugar le ofrezca irse con él, pero eso nunca sucede. Va y viene con los platos llenos de comida, hambrienta, sin nunca probar bocado. Al no encontrar salida a su angustia y frustración, decide suicidarse y se arroja a un río.
Al finalizar la sesión, comenta con asombro que ahora entiende el por qué de su compulsión por la comida. Desde muy joven, cuando su madre le pedía que le ayudara a servir a los invitados, era presa de una angustia que la impulsaba a comer compulsivamente, antes de hacerlo; esa pauta de conducta persistía hasta ese momento.
Tiempo después, confirmó que no sentía más esa necesidad compulsiva y que su relación con la comida se había modificado notablemente.
FABIAN
Fabián acudió a la terapia de regresión para tratar de sanar su obsesión por la limpieza. Uno de sus rasgos más característicos, consistía en no tolerar que personas ajenas tocaran ciertos objetos de su casa y, después de que se iban, lavaba minuciosa y compulsivamente cuanto había pasado por las manos de los invitados.
Al pedirle que fuera al origen de esa obsesión, apareció una vida de una niña japonesa, a la cual obligaban a seguir ritos muy específicos de modales y limpieza. La golpeaban violentamente cada vez que se orinaba, lo que le provocaba mucha vergüenza e impotencia, pues no lo podía evitar. Por ello, cuando le sucedía, la invadía el miedo. De allí surgió la creencia: "si no soy limpia, me pegan". En su vida adulta, un hombre quiso tener sexo con ella, lo cual le produjo una gran repugnancia y, aunque no pasó nada, por el solo hecho de que él la tocó, sintió asco y se lavó compulsivamente. Nunca se casó ni tuvo hijos y cada vez soportaba menos que alguien hiciera algo sucio. Hacía sufrir a los aprendices de cocina que no cumplían con la norma de excelencia. Ella creía que su obsesión por la limpieza compensaría sus deficiencias y le permitiría obtener la aceptación de los demás. Al no lograrlo, cada vez estaba más sola y deprimida, sin poder salir del enjambre de rituales sin sentido que la tenían atrapada. Su muerte en la soledad y amargura la llevó a cuestionarse su vida.
Fabián le comunicó a Ana que su compulsión por la limpieza había disminuido considerablemente y que aunque de vez en cuando surgía alguna manifestación de esa manía, lograba identificarla y controlarla.
TRASTORNOS FISICOS
OBESIDAD
Es común encontrar el origen de la obesidad en una vivencia dolorosa del pasado, ya sea de la vida presente o de una anterior, de donde surge la creencia inconsciente de que ésta sirve como una protección.
Después de una experiencia de dolor, abuso sexual, hambre o violencia puede aparecer la obesidad como escudo ante la supuesta hostilidad del mundo exterior o por la necesidad insatisfecha de ser amado, por lo cual el sujeto busca gratificarse con el placer de la comida. En otras ocasiones, puede tratarse de una decisión del alma de pasar por esa experiencia para sufrir con la deformidad y aprender la humildad, la paciencia y la autoaceptación. Se necesita comprender que todas estas decisiones son a nivel espiritual y que con las regresiones a vidas pasadas se puede entrar en contacto con la profundidad del alma, por lo que es posible anular esas decisiones.
Cuando el paciente comprende cuál es la fuente de su trastorno, libera la emoción y desecha el pensamiento equivocado. Entonces puede cancelar el mandato que le ha provocado el trastorno físico y sanar, simultáneamente, tanto lo interno como lo externo.
SARA
Sara es una mujer de treinta años que además de sufrir de obesidad, padece diabetes. A pesar de que a lo largo de su vida se había sometido a diversos tratamientos dietéticos, nunca había logrado pesar menos de ochenta y dos kilos, en virtud de que cuando llegaba a ese peso, la invadía un miedo irracional que le impedía continuar.
Aparentemente, en su caso los dos trastornos se originaron en la misma vida. Al solicitarle que fuera al origen de su karma con la obesidad, relató la siguiente vivencia.
Estoy en Irlanda, soy un niño muy gordito y todos alaban a mi madre porque estoy bien cuidado. Me sobreprotege y me da muchos dulces, a lo cual mi padre se opone pues piensa que me convertiré en un hombre débil y sin carácter. En la escuela se burlan de mí y mi mamá siempre me consuela con dulces y comida. Sé que está mal, pero no tengo la fuerza para oponerme a ella.
Más tarde, estudio ingeniería y bajo de peso porque hago mucho ejercicio, pero mi madre me regaña pues piensa que estoy muy delgado y que nadie me va a querer. Me dice que a las mujeres de Irlanda les gustan los hombres fuertes.
Cuando comienza la guerra, me enrolo en el ejército, en donde me dedico a la elaboración de planos. No sé trabajar en equipo, ya que no tolero que me contradigan. En una ocasión, me burlo de un compañero gordo, lo cual provoca que el resto de ellos me rechace. No me avisan que se acerca una invasión al cuartel, huyen y me abandonan. Se llevan la comida, estoy hambriento y con mucho miedo. El enemigo me hace prisionero, pero logro escapar.
He pasado muchos días vagando, sin comer ni beber, y pienso que no me hubieran atrapado si hubiese aprendido a trabajar en equipo. Estoy descalzo, muy delgado, con mucho frío, quiero algo dulce. Tengo mucha sed, pero el río está lleno de muertos y me da mucho asco beber. Me llamo Paul, tengo treinta y dos años, estamos en 1943. Le pido a Dios que permita que me maten, pues pasan las horas y no sé qué va a ser de mí. Vivo escondiéndome hasta que un soldado me ve, corre hacia mí y con una balloneta me atraviesa el estómago. Me duele más el hambre que la herida hecha por la bayoneta. Estoy sorprendido, pensé que estaba oculto y protegido. Me estoy desangrando...sólo veo pasar botas de soldados...siento pánico de morir abandonado. Mientras muero, juro que siempre me voy a proteger... estoy flotando, hay más seres, ya no me siento solo.
Después de ver esta vida, Sara entiende al fin el origen de su diabetes y su obesidad; comprende que ésta última tiene que ver con su tendencia a no querer correr riesgos por darle prioridad a su necesidad de protección. En cuanto a la primera, al haber sido el dulce lo que utilizó la madre para protegerlo de la supuesta hostilidad que recibía del mundo, probablemente su alma eligió esa enfermedad en esta vida para verse obligada a suprimir el azúcar y romper así con la creencia: "dulce es igual a amor y protección". A partir de la terapia, Sara ha logrado bajar quince kilos. Su peso actual es de setenta y siete y su meta es llegar a setenta.
SANACION DEL NIÑO INTERIOR DURANTE LA PRIMERA SESION
FELIPE
Cuando Felipe, a sus quince años acude a la T.V.P., padece un problema de sobrepeso de 25 kilos. Es hijo de padre portugués y madre mexicana, que se divorciaron cuando él tenía tres años. Su padre decidió regresar a su país y nunca más lo vuelve a ver. Tiempo después, su madre se vuelve a casar y a pesar de que su nuevo marido acoge a Felipe como su propio hijo, nunca puede superar el dolor y el enojo por el abandono de su padre, que "resuelve" comiendo compulsivamente.
Veamos como en la sanación del "niño interior", Felipe entiende el origen de su sobrepeso.
Soy chiquito, tengo cuatro años. Siento un poco de desconfianza hacia todos porque intuyo que me van a hacer daño, que me van a rechazar. Tengo pena, dolor y vergüenza porque me hace falta alguien. Es mi papá, quiero que esté conmigo, estoy triste y lo extraño. Me da vergüenza que me vean porque mi papá se fue.
Me siento nervioso y desesperado. Juego para olvidarme de las emociones, pero siempre vuelven una y otra vez; eso me pone malhumorado y enojón. No me gusta nada, no quiero hacer nada, siempre estoy enfadado y me desquito con todos. Ellos se enojan conmigo y me siento rechazado. Entonces tengo que guardar mi enojo en la panza, me duele y siento hambre, por lo que como todo lo que me encuentro. Así se me quitan los nervios, la tristeza y el enojo, y después me siento mejor.
A lo largo de las regresiones, Felipe identificó a su padre biológico con diversos personajes en varias vidas, en las cuales siempre tuvieron un vínculo de gran apego.
Cuando Ana le pidió que fuera al momento antes de la presente encarnación en el que acordó con su padre este abandono, dice:
Planeamos separarnos en esta vida para vivir el desapego y así aprender a amarnos aunque estemos separados.
Después de tomar conciencia de este acuerdo espiritual, junto con la sanación de su niño interior, Felipe logró perder 20 kilos al entender que, en realidad, no fue abandonado; por lo que ya no necesita gratificarse con la comida, ni utilizar el sobrepeso como protección.
ESTERILIDAD
JULIO
Es muy probable que la razón de la esterilidad de Julio, quien ya tiene una hija gracias a la inseminación artificial, haya sido provocada por el decreto formulado por él mismo en el momento de su muerte, en una experiencia precedente. A continuación transcribimos la vida a la que regresa cuando se le da la consigna de ir al origen de su trastorno físico.
Soy una niña negra que trabaja para unos amos muy ricos. Veo a la niña de la casa... es rubia, de la misma edad que yo, de unos siete años. La ayudo a bañarse y vestirse. No siempre me permiten jugar con ella pues, por lo general, tengo que limpiar la cocina. A los dieciseis años voy al pueblo de compras y varios hombres me agreden, me llevan a un establo, me golpean y me violan. Siento impotencia, tristeza y mucho odio. A partir de entonces ya no puedo ser feliz, me invade una gran amargura y desolación. Mi vida se vuelve mecánica. Más tarde me caso, pero soy frígida, me siento sucia y eso me impide gozar del sexo. Complazco a mi marido, pero yo no lo disfruto. Tengo dos hijos que trabajan con él en el campo.
Yo trabajo en la misma casa, lavando ropa. Acepto la vida que me tocó vivir, pero quiero una mejor para mis hijos. Siento angustia pues el racismo en Estado Unidos es cada vez más fuerte y temo por la vida de mis seres queridos. En el campo no hay seguridad y suele haber mucha violencia contra los negros.
Un día llegan hombres a caballo y agreden a los trabajadores negros; matan a mis hijos y a mi marido. Me quiero morir, me tiro en el campo llorando, sin entender porqué les pasó eso si nunca han hecho nada malo. Después de muchos años, muero sola y triste, sin encontrarle sentido a mi vida, pues me voy sin dejar a nadie ni nada. Muero pensando que no vale la pena traer hijos al mundo para que sufran así.
Es probable que el último pensamiento antes de morir, aunado al intenso dolor por la muerte de sus hijos, haya dado lugar a la creencia "no vale la pena traer hijos al mundo para que sufran"; lo cual se transforma en un mandato que posiblemente haya contribuido a la esterilidad de Julio en esta vida.
La confirmación por parte de su Ser Superior, al final de la sesión, de que su esterilidad es irreversible, permitió a Julio aceptar esta situación y soltar las expectativas de tener un hijo propio.
ELISA
Elisa padecía de una hernia hiatal que, entre muchas otras molestias, le provocaba una constante sensación de ahogo. Ella no acude a la T.V.P. por esa razón, sino porque el miedo siempre le impedía emprender algo nuevo. Por otro lado, deseaba modificar la tendencia a conformarse y someterse a los deseos de otros, sin luchar por lo que quería. A lo largo de las sesiones aparecieron vidas en las que moría por asfixia, sin hacer ningún esfuerzo por sobrevivir.
En la primera sesión se ve como una mujer que, sin poder salir de una profunda depresión por soledad, llena de tristeza, decide no luchar más y suicidarse, arrojándose a un estanque, en donde muere ahogada. En la segunda ocasión se ve como una adolescente que, junto con dos amigos, es sorprendida en un edificio por un terremoto. Ellos salen huyendo, pero ella, paralizada por el miedo, se resigna sin hacer nada por salir y muere de asfixia, bajo los escombros. Finalmente, al entrar en regresión, la tercera vez, se ve como un niño campesino. Varias personas lo rodean angustiadas, tratando sin éxito, de sacarle un hueso que se le atoró en la garganta. Muere asfixiado.
En la tercera sesión Elisa comenta que padece de hernia hiatal y que, sorprendentemente, los síntomas han mejorado de manera considerable.
Parece ser que, cuando el alma no trasciende una situación que le ha dejado una impresión o marca, atrae una y otra vez sucesos similares al que dio origen a ésta. Y no será sino hasta que formule una respuesta emocional diferente, cuando pueda disolverla y liberarse al fin de esa repetición kármica. Es probable que la hernia de Elisa, se desarrolle en esta vida como consecuencia de la profunda huella que dejó la sucesión de muertes por asfixia, con su respectiva carga emocional.
Al entrar en contacto con Elisa tiempo después, aseguró que
únicamente en circunstancias de extremo estrés, se agudizan los síntomas de su hernia. En la actualidad está en búsqueda de un tratamiento de medicina alternativa, que evite la necesidad de una intervención quirúrgica.
CREENCIAS
Cuando se tiene un pensamiento que provoca una emoción, se convierte en una "creencia", que al inscribirse en el cuerpo emocional y en el mental inferior, da lugar a la programación inconsciente que corresponde. Las creencias son distintos modelos de creaciones, según sean positivas o negativas, y determinan en gran medida la vida de quien las sustenta. Debido a su poder creador, atraen las circunstancias que las confirman. Lo que creemos, creamos.
En el caso de las creencias negativas, para deshacerse de ellas, el sujeto necesitará pasar por un suceso que contrarreste la huella emocional, y además comprender su irrealidad. En ocasiones estas creencias pasan de una vida a otra y son las que originan los patrones de conducta.
Citaremos algunos ejemplos:
- Soy malo y merezco ser castigado.
- Siempre me abandonan.
- Si me muestro como soy, me rechazan.
- Haga lo que haga, nadie me va a querer.
- Todos se aprovechan de mí.
- No merezco ser feliz.
- El dinero es sucio y corrompe.
- Soy un fracasado.
Para desactivar una programación, es necesario ir al suceso en el que se originó, que por lo general fue traumático. Al revivirlo, se libera la emoción y se toma conciencia de que la creencia se produjo en el pasado, y con ello pierde su vigencia en el presente.
LAILA
Laila es una terapeuta que tiene una hija de cuatro años pero no ha logrado volver a embarazarse, a pesar de haberse sometido a diversos tratamientos. Su marido tiene varias hijas de su primer matrimonio y espera con ansiedad el hijo varón. Ella siente que el alma que espera venir como su segundo hijo, en efecto vendría con el sexo masculino.
A lo largo de las sesiones, Laila se ve en distintas encarnaciones en las que las circunstancias le confirman la creencia: "Los hijos varones siempre mueren". Veamos por qué.
En la primera sesión se ve como una niña que, llena de tristeza, se deja caer en un lago y se ahoga, después de que su hermano muere atropellado por un tren. (En la vida actual ese mismo ser viene como su hermano y también muere). El era su único afecto, pues su padre los abandonó cuando eran muy pequeños y su madre (a la que reconoce como a su madre actual), siempre tuvo una actitud distante y desinteresada hacia ellos.
En la segunda sesión se ve como una niñita que sube una montaña con hielo, junto con su hermanito y su madre ( madre y hermano actuales). El niño tropieza, ella trata de detenerlo, pero se le resbala de las manos y cae al precipicio y muere. La madre ni siquiera se da cuenta, pues va mucho más adelante riendo con sus amigas. Después, Laila se ve dictando con desesperación, el siguiente mandato: "Nunca tendré hijos varones, para que no mueran".
Acto seguido, ve la imagen de un feto de sexo masculino en el útero materno, al que se aborta. Al ver esto, con llanto exclama: Siento horrible, me están cortando en pedazos. ¿Ves lo que les pasa a los hijos hombres?
Durante la tercera sesión, Laila ve una vida en la que es una niña que sufre del maltrato de su abuela con la que vive, mientras su madre trabaja en un burdel. Cuando crece, huye y se casa con un hombre al que no ama del que tiene una hija (su madre actual), a quien maltrata para desquitarse de lo que ella sufrió. Tiene un segundo hijo varón (hermano que muere en la vida actual) que enferma y muere, lo que le provoca más odio hacia su hija, pues hubiera deseado que ella muriera en lugar del hermano.
Después de este trabajo de sanación, Laila comprendió como la creencia de que los hijos varones siempre mueren estuvo siempre apoyada por la culpa que le provocaban las prematuras y repetidas muertes de su hermano, pues se sentía responsable de su protección. Al agregar lo anterior, al hecho de que ella siente que su próximo hijo podría ser varón y que su marido tiene la misma expectativa por tener únicamente hijas, le permitió un acercamiento más profundo a las posibles causas que le impiden embarazarse.
Al establecer contacto con ella tiempo después, Laila manifestó que si bien no se ha embarazado, este trabajo le representó la apertura de un proceso para la liberación del destino entre su hermano y ella.
Una vez más podemos observar cómo dos almas deciden vivir los opuestos, ya que si en una vida la madre actúa con desamor e indiferencia, en otra vendrá como la hija a experimentar lo mismo.
Este vínculo kármico únicamente se disuelve cuando se llega al perdón y al amor.
En el caso que nos ocupa, en efecto la creencia provoca un mandato que creará esa realidad en sus vidas. El que muere se presta a hacerlo porque necesita de esa experiencia por diferentes razones. Antes de encarnar se aceptan los dos papeles con el objeto de vivir la misma experiencia hasta trascenderla y deshacerse, al fin, de esa creencia. Cuando se está en el Bardo, no se tiene la creencia en forma activa; sin embargo, se sabe que al encarnar va a aparecer de nuevo. Esta es la explicación de cómo se conforman los patrones que aparecen vida tras vida.
LIMPIEZA DEL DINERO
Si un individuo, durante una encarnación, hizo mal uso del dinero, pudo haber grabado algunas de las creencias: "El dinero es sucio", "No merezco la abundancia", "Si tengo dinero, soy corrupto", "Soy incapaz de generar dinero", etcétera. Es muy probable que durante su vida actual, éste manifieste situaciones conflictivas con el dinero, como: estrechez económica, apego excesivo, miedo a perderlo y culpa por tenerlo y gastarlo, entre otras. Será necesario, entonces, llevar a cabo una sanación del vínculo de esa persona con el dinero.
Después de ver, en la primera sesión, una vida en la que se hizo mal uso del dinero, y liberar la culpa o la avaricia, así como las creencias que se generaron durante esa experiencia, se lleva al paciente a una vida en donde hizo buen uso del mismo. Esto con el fin de lograr el equilibrio.
PABLO
El hecho de haber perdido toda su fortuna, después de gozar de una muy buena situación económica, llevó a Pablo a considerar la posibilidad de que esto fuera el efecto de alguna causa originada en una vivencia del pasado. Intuía, que quizás la lección a aprender, era el desapego al dinero; para averiguarlo, acude a la T.V.P. y esto es lo que surge:
Estoy en una cantina, soy una mujer morena, guapa y esbelta. Soy la dueña de ese lugar y desde allí se ve el mar...es en un puerto y hace calor, creo que es en Grecia.
Un hombre me abraza y lo rechazo. Le digo que me quite las manos de encima, que es un don nadie, que me deje trabajar...se enoja y se va. Llega un hombre gordo, mayor... se ve que es rico. Lo trato con galanteo pero al mismo tiempo con algo de rechazo.
De pronto llega un hombre joven, guapo, moreno...lo quiero y él a mí. No dice nada mientras el hombre mayor me toma por la cintura, me da vergüenza pero ese es mi trabajo y el lugar es mío gracias a él.
-Ve a la infancia de esa vida.
Estoy con mi madre que es una campesina que cultiva olivos. Mi padre era pescador, pero un día se fue al mar y no regresó. Somos pobres, tengo un hermanito de dos años.
Tengo diecisiete años, me llamo Tina, soy bonita y zalamera. Canto y bailo en una taberna, gusto a los hombres y me dan dinero, con el que mantengo a mi madre que ya está vieja y muy fatigada. Recibo propuestas de los hombres, pero les digo que ninguno es lo bastante rico para que le haga el favor. Hasta que un día llega el hombre gordo y me compra. El me quiere, pero yo no, sin embargo, es cómodo, pues hay dinero y me hace la dueña del lugar.
Mi madre muere en paz, de una enfermedad pulmonar...después de eso, mi hermano se va de marinero. Me enamoré de ese hombre joven y me le entregué...vivo una pasión a escondidas, pues tengo un compromiso con el hombre mayor. Gano buen dinero con mi negocio...derrocho en ropa pues me gusta cautivar a los hombres y provoco que se peleen por mí. Tengo lindos senos y uso ropa atrevida y escotada.
Un día, el hombre mayor nos sorprende...forcejeamos, me golpea y me quita mi dinero. Me enfurezco, pues ese dinero es el fruto de mi trabajo; lo golpeo en la cabeza con una caja y lo mato. Al ver esto, el hombre joven se asusta y huye... el muy cobarde. Como el hombre mayor no tiene a nadie, lo entierro y digo que se cayó y golpeó en la cabeza.
Me quedo con su dinero, que junto con el mío, hacen una fortuna para ese lugar; pero me siento llena de amargura porque maté a ese hombre y porque el que amo se fue y en ese pueblo no hay a quien amar. Me quedo llena de dinero, pero sola...me quiero ir, pero no sé adónde. Amplío mis negocios, compro barcos cargueros... muchísima gente trabaja para mí, pero estoy muy sola, nunca ningún hombre se acercó a mí; nunca más tuve un amor. Jamás hice nada por nadie, nunca brindé ayuda, nada me interesa; sólo mi dinero, que gané con mi trabajo y con mi cuerpo. Me dedico a mirar el mar y a atender mis negocios, si me conviene invierto y si no, no. Soy dura y exigente con mis empleados.
Nunca me pregunto a quién dejaré mi dinero cuando muera, únicamente me interesa acumularlo. En realidad, ni siquiera lo gasto en mí...nunca me doy ningún lujo. Vivo una vida de austeridad, siempre siguiendo la misma rutina; sin gastos, sólo con la seguridad de que jamás me faltará nada.
Un día decido enterrar el dinero... hay mucho oro... pienso que, si me costó toda una vida de esfuerzo y trabajo ganarlo y acumularlo, nadie tiene derecho a disfrutarlo, pues si quieren dinero, que trabajen.
Me veo de noventa años, con la misma ropa de hace diez y los mismos objetos de hace cincuenta. Estoy enferma de los pulmones... fumo mucho. Me caigo... tengo mucha tos...me sofoco...mi dinero es mi único pensamiento...me duele mucho dejarlo, porque es mío y de nadie más...no quiero irme...me lo quiero llevar.
Lección del Ser Superior.
La felicidad no está en los bienes, sino en el amor.
Después de que Ana le pide a Pablo, que vaya a la vida en la que hizo buen uso del dinero, aparece lo siguiente:
Soy un niño rico, muy amado por mis padres; alegre y muy noble. Viajo mucho con ellos, soy hijo único y me llamo Alan Goldberg. Vivimos en Nueva York.
Me veo como estudiante en la Universidad de Yale, soy el presidente de la sociedad de alumnos y estudio derecho. Soy muy generoso, siempre estoy sirviendo a los demás. Mi padre posee una gran fortuna, proveniente de industrias acereras, que me hereda en vida. Me encargo de repartir parte del dinero a fundaciones de asistencia, hospitales, asociaciones contra el crimen, asilos y otras.
Viene la primera guerra mundial y me voy a Francia como voluntario de la Cruz Roja. Ayudo a transportar heridos, dono dinero para medicinas y hospitales. Cuando termina la guerra, regreso a Nueva York y me dedico tiempo completo a patrocinar investigaciones científicas para encontrar la cura a diversas enfermedades. Patrocino expediciones al Amazonas y a África para ayudar a erradicar enfermedades que padecen los nativos de varias tribus. Viajo mucho para hacer servicio voluntario en distintos países, por lo que no tengo una casa, vivo en hoteles.
Además de donar mucho dinero a instituciones filantrópicas, dedico gran parte de mi tiempo a visitar a los minusválidos, huérfanos y ancianos. Por ahora no me interesa el matrimonio, mi anhelo es compartir y servir; eso me hace profundamente feliz.
Estoy de viaje en la selva del Congo Belga...tengo mucha fiebre y me atiende un médico australiano...es malaria. Aunque no quiero morir, pues apenas tengo treinta años, estoy en paz. Siento que mi vida valió la pena, experimenté mucho amor por parte de la gente que ayudé. Dejo todo mi dinero a instituciones. Al morir me desprendo...veo la luz...siento una gran paz y amor.
Lección del Ser Superior
Ser útil a los demás es ser útil a uno mismo y a Dios. Servir es amor. Dar es recibir todo.
Cuando Pablo vio la vida de la mujer griega, entendió el origen de su apego al dinero, lo cual le dio la posibilidad de empezar a soltarlo. Por otro lado, la vida del judío neoyorquino le permitió experimentar el gozo de compartir su dinero con los demás. Concluye que en esta vida busca encontrar el equilibrio, el punto medio entre las dos actitudes.
CAPÍTULO VII
LAZOS KARMICOS
Elegimos nuestras alegrías y penas mucho antes de experimentarlas. - Kahlil Gibran
Por lazo kármico se entiende el rompimiento del equilibrio debido a acciones negativas contra una o varias almas y la compensación necesaria para equilibrarlas.
Se sirven las almas de la compañía de unas con otras en las experiencias terrenales para aprender alguna lección. Hay que entender que, en realidad, aprender es recordar. Van las almas en grupos para ayudarse mutuamente en sus propósitos. Si en una vida dos almas se lastiman, vendrán en otras hasta que aprendan a amarse.
No sólo es para reparar actos de desamor por lo que las almas regresan en grupo, sino para trabajar juntas en alguna misión. A lo largo de la historia de la humanidad, las mismas almas se encuentran una y otra vez, sobre todo las que ya están en sus últimas experiencias tridimensionales. El trabajo conjunto se realiza en muchas vidas y los encuentros en diferentes experiencias tienen siempre un propósito.
Lo anterior se puede observar en los casos de regresión, en donde aparece claramente el lazo kármico entre dos almas. Durante la T.V.P., es posible lograr el reconocimiento de un alma que nos ha acompañado durante nuestro recorrido, jugando diferentes roles. Al tomar conciencia del contrato o acuerdo espiritual que se estableció antes de encarnar y al liberar las emociones negativas que las vincularon, se llega naturalmente al perdón, y se da paso al amor y la compasión, lo que trae como consecuencia la disolución del karma. En ocasiones, las almas pueden necesitar varias vidas para reconocer que en realidad lo que las une, es el amor.
Mientras se está en el mundo físico, entender que nuestros familiares y personas más allegadas pertenecen al grupo de almas con el que tenemos el vínculo kármico más profundo, no es fácil. Generalmente, los conflictos que se generan entre éstos se atribuyen a circunstancias de la vida actual. Sin embargo, en casi todos los casos, parecen ser resultado de antiguas desavenencias y, si en esta vida pertenecen al mismo núcleo familiar, es para trascenderlas. También sucede que dos o más miembros de una familia conviven en absoluta armonía, lo que significa que acordaron venir unidos por el amor para brindarse apoyo en su evolución.
Por otro lado, cuando el paciente toma conciencia de que regresa con el mismo grupo de almas, desaparece el miedo a la pérdida de sus seres queridos, pues sabe que siempre hay un reencuentro.
LAURA
Una de las razones por las que Laura llega a la terapia, es con el objeto de entender el vínculo que la une a Alejandro, su marido. La convivencia con él le es difícil pues no comprende muchas de sus actitudes; pero a la vez, nunca ha considerado la posibilidad de separarse.
Esto es lo que aparece en una de las sesiones:
Veo la cocina de una casa a la que entra un muchacho a tomar un refresco, creo que soy yo. Siento mucha energía y muchas ganas de vivir. Beso a mi madre y salgo de la casa para reunirme con unos amigos. Nos subimos a un coche viejo y vamos recogiendo a otros. Se sube uno, es Alejandro, es como ahora, tímido, el más serio de todos. Llevamos cervezas y nos dirigimos hacia un muelle donde nos sentamos a beber y a contemplar los barcos. Ya hemos bebido mucho y emborrachamos a Alejandro, que está dormido. Yo también estoy borracho.
A alguien se le ocurre subir a Alejandro a una lanchita y soltarla; otro propone hacer la broma más grande y echarle gasolina al bote. Yo le pido que no lo haga, pero argumenta que no le pasará nada, pues cuando sienta calor se despertará y echará al agua. Yo acepto. Los demás no saben nada, sólo él y yo estamos en esto. Enciende el cerillo e inmediatamente la lancha empieza a arder, moviéndose con rapidez. Alejandro se despierta y empieza a llorar pues no sabe nadar. Yo nado muy bien, pero no sé por qué tardo en decidirme a ir en su ayuda. Empiezo a nadar, mientras él me grita que confió en mí, que no quería venir, que vino porque yo se lo pedí, que lo ayude pues no sabe nadar. Su ropa se empieza a incendiar y le grito que se tire al agua...me responde angustiosamente que le da mucho miedo. Finalmente, se avienta...se hunde...estoy del otro lado del bote, cruzo por debajo pero ya no lo encuentro.
Lo busco con gran angustia durante mucho tiempo, sin encontrarlo. Pienso que lo defraudé tres veces: lo invité a beber y él no quería, acepté que le prendieran fuego al bote y lo convencí de que se echara al agua con la promesa de que lo salvaría.
Me quedo con un gran sentimiento de culpa y me recrimino constantemente. Estamos en el funeral y allí le pido que me permita restaurar la confianza perdida, y le digo: "Ojalá tenga la oportunidad de no volverte a defraudar."
Mi vida sigue, termino la universidad, ya soy médico. Me caso... mi esposa está embarazada y tenemos un hijo que nace con una insuficiencia respiratoria. Reconozco a ese niño, es Alejandro, lo veo de tres años, con muchos problemas. Me siento muy mal, con gran impotencia, pues aunque soy médico no puedo hacer nada por mi hijo.
Paso muchas noches en vela, estudiando para lograr ayudarlo. Le hago la promesa de que lo voy a salvar y va a dejar de sufrir, pero él sigue sufriendo mucho.
Mi hijo ahora tiene cinco años. Estoy en su habitación, es de noche y me dice: " Ya no quiero sufrir más, me quiero morir. Tú me prometiste que no me dejarías sufrir y no estás cumpliendo tu palabra." Yo no puedo ayudarlo a morir y tiene una larga y dolorosa agonía, durante la cual me mira como diciendo: "No cumpliste tu promesa, me estas dejando sufrir". Siento mucha culpa por haberlo dejado sufrir, me pidió que lo liberara y no pude hacerlo.
Durante el resto de mi vida me atormentan los remordimientos y la culpa. Vivo siempre con el sentimiento de estar en deuda. Veo mi muerte en una gran soledad y vacío, mi esposa me abandonó por no estar de acuerdo con mis decisiones, creo que sólo un amigo está conmigo.
-Pídele a tu Ser Superior que te permita ver el momento en el que acordaste con Alejandro venir juntos a esta vida.
Estoy con él en el mundo espiritual y nos comunicamos con mucho humor. El acuerdo no es que voy a pagar, sino que lo voy a amar. Me advierte que me va a costar trabajo, pues va a ser difícil. Que yo le voy a dar amor y que no lo voy a abandonar ni a defraudar.
Como él tiene problemas con su crecimiento espiritual, le prometo ayudarle a crecer. Me responde que él también me va a apoyar para que venza obstáculos, como mi irritabilidad. Dice que tengo una gran capacidad de dar amor, pero que la tengo bloqueada pues únicamente quiero a los que me quieren y que él me ayudará a desbloquearla para que logre amar a todos. Hablamos de todo lo que tendremos que superar, entre otras cosas, mi intolerancia.
Laura comenta que después de tener conciencia de la trayectoria que han recorrido juntos, ahora siente más amor por Alejandro y comprende mejor su alma. Sabe que su marido siempre ha sido diferente a los demás, y por ello, debe tener mayor respeto y tolerancia hacia él.
Hay casos, en que el deseo de un alma para desagraviar lo que le hizo a otra, es imperioso. Entonces se le da la oportunidad de hacerlo en la misma vida. El niño viene con un problema respiratorio, por un lado, debido a la huella que se imprimió en su cuerpo emocional durante la muerte en su anterior encarnación, y por el otro, para que con el sufrimiento que eso le produce al padre, se libere su karma. Muere también para dar una lección de desapego y al mismo tiempo para equilibrar el karma, esta vez, mediante el dolor.
MARINA
Marina ha sufrido desde pequeña el dominio de su padre y aunque el control que ejerce sobre ella es sumamente opresivo y la ha llevado a una profunda depresión, nunca ha sido capaz de enfrentársele para liberarse. Por su búsqueda espiritual, entra en contacto con el concepto de reencarnación, lo cual la lleva a preguntarse el porqué de este vínculo. Al llegar a la T.V.P., descubre con claridad las características kármicas del mutuo apego que los une.
Para sanar un vínculo kármico son necesarias dos sesiones. En la primera, el paciente deberá ir a la vida donde aparezca el pendiente kármico que tiene con el otro; mientras que en la segunda, se le llevará a la experiencia que le aclare el karma que el otro tiene con él.
Estas sesiones le permitieron a Marina comprender que ha compartido con el alma que ahora es su padre, un buen tramo de su recorrido evolutivo y que, si bien, era necesario liberar lo negativo del vínculo para sanarlo, lo que los une en realidad, es el amor.
Veamos el contenido de esas sesiones.
Estoy en mi casa, descansando y pensando que pronto dejaré a mi familia y no sé si voy a regresar. Tengo un hermano gemelo...es mi padre de esta vida...somos muy jóvenes, tenemos veinte años y hay muy buena comunicación entre nosotros. Los dos somos soldados romanos y vamos juntos a un fuerte para enrolarnos. Nos enseñan un mapa, creo que es de Egipto; nos iremos en un barco, los rangos inferiores llevan la carga y hay mujeres que nos despiden.
Llegamos a un lugar muy caliente, los cascos nos queman. Mi hermano y yo no podremos estar juntos, ya que pertenecemos a diferentes batallones. Intercambiamos nuestros medallones de oro; uno es un rombo con letras que no entiendo y el otro es redondo. Nos despedimos, tocándonos la mejilla. Siento mucho miedo a la muerte pero nos prometemos regresar con vida.
Estoy en una batalla...es horrible...hay sangre por todos lados, veo cómo le cortan la cabeza a alguien y temo que en cualquier momento me vayan a matar. Estamos avanzando hacia otra ciudad y atacamos a su ejército para poder entrar. Hay cuatro batallones que atacan por diferentes puntos. Se ven muchas cabezas tiradas, casas en llamas, niños que lloran y gente mutilada...huele a sangre. Tenemos que entrar en la ciudad amurallada... unos escalan los muros y otros tratan de subir por una gran puerta de metal.
Al llegar a la fortaleza, me encuentro con mi hermano...tratamos de escalar un muro... a él lo hieren con una piedra. Está tirado en el piso, tiene lastimada la columna y no se puede mover. Pido ayuda en medio de una gran confusión, pero un capitán de rango superior me obliga a dejarlo allí mientras él me implora que no lo abandone, pues tiene mucho dolor. Yo no quiero dejarlo, pero me obligan a irme y escalar otra vez el muro. Tenemos que matar a la gente, me veo perforándole el estómago a alguien. Si logramos abrir la puerta, tendremos el control. Capturamos al jefe del ejército enemigo y lo llevamos prisionero.
Estoy muy preocupado por mi hermano; voy a buscarlo, pero no lo encuentro. Temo que esté muerto, pero algo me dice que está vivo pues tenemos comunicación telepática. Lo encuentro en una especie de hospital, donde le tuvieron que amputar una pierna debido al tiempo que estuvo sin atención.
Regresamos a Roma, pero mi hermano tiene que estar en una cama de madera que le sostenga la columna. Sufre mucho y eso me hace sentir culpable por estar bien y él no. Debido a que vivo en una fortaleza, sólo lo visito durante mi tiempo libre. El se ve mal, muy delgado y pálido; está postrado y no se puede mover. Ya no quiere vivir, siente que su vida no tiene sentido. Busca la manera de suicidarse, pero sólo puede mover los brazos y no tiene una pierna.
Todos sufrimos al verlo así. Nuestro padre ya murió, sólo tenemos a nuestra madre. Llorando me implora que lo mate, pero yo no puedo hacerlo; por el contrario, trato de buscarle alicientes para vivir pero los rechaza. Está enojado con la vida y con todos, está muy amargado. Me tiene coraje porque sobreviví y llevo una vida normal, como antes. Está muy mal, tiene ataques de histeria y evita comer para morir.
Mi madre y yo vamos a un templo en busca de una vidente. Tiene un recipiente con agua y velas, pronuncia palabras extrañas. Pide permiso para comunicarse con el espíritu de mi padre para pedirle que ayude a mi hermano a dejar esta vida con una buena muerte. Invoca a un poder superior, habla de ciclos de la luna y nos dice que cuando no haya luna, mi hermano se irá.
Acordamos no decirle nada, esperamos ese día con sentimientos encontrados: por un lado, no queremos que se muera, pero está sufriendo mucho. Llega el día y no pasa nada. Nos vamos a dormir y a las cuatro de la mañana oigo un ruido. Voy a verlo, tiene la boca abierta, no respira... está muerto. Le aviso a mi madre y lloramos juntos, estoy muy triste, éramos muy unidos.
Me voy a vivir a África. Estoy enamorado de una mujer morena, parece de Marruecos, y me caso con ella. Tengo la sensación constante de vacío, de que algo me falta. Vamos a tener un hijo, si es hombre le pondremos Sirius, como mi hermano.
Debo regresar a mi país. Veo gente acarreando baúles que tenemos que llevar a ese lugar. Ahora tengo un rango superior, poseo monedas con símbolos y el medallón que me regaló mi hermano. Subo a un barco y hago un inventario. Quiero ver a mi familia.
Mi madre hace conservas y las vende. Le doy monedas de oro y un vestido de estilo turco. Nació mi hijo y se va a llamar Sirius.
Debo volver a otra batalla en una isla...nos esperan, sabían que íbamos a llegar y están más preparados que nosotros...nos atacan. Hay explosiones, se derrumban unas rocas y me cae una encima que cubre la mitad de mi cuerpo. Trato de gritar, pero no me sale la voz, me fracturé la nariz. Siento un dolor muy fuerte, nadie viene en mi ayuda. Me estoy muriendo... estoy desesperado...nadie me escucha. No me quiero morir... mucha gente me necesita. Respiro con gran dificultad...siento gran angustia, terror, no me sale la voz, me siento impotente porque no puedo moverme. Pienso en mi hermano... debió haber sentido la misma impotencia, sólo pido no quedar como él, prefiero morir. Todo pasa muy rápido, no puedo creer que nadie me ayude ni me busque. Hay un hombre que se acerca, es un enemigo, se ríe burlonamente y me encaja una espada que me atraviesa el corazón Veo desde fuera de mi cuerpo reír a ese hombre.
Cuando dos almas deciden ir como gemelos de un mismo óvulo, es porque desean estar muy unidos para poder trabajar juntos. Se trata de un gran apego, pero en este caso no negativo, pues generalmente hay mucho amor entre ambos y pueden, por medio de ese amor, crecer hacia lo espiritual. Es una forma de aprender que no estamos separados. Por haber salido de la misma célula, los gemelos se sienten iguales y en gran unión uno con el otro. Esto es un aprendizaje que, en ocasiones, sirve para entender el concepto de unión.
Por otro lado, se escoge el cuerpo que se necesita para vivir la siguiente experiencia con la ayuda de altos seres llamados Señores del Karma. Cuando se acepta el acuerdo de venir con determinada madre, el alma se le acerca desde antes de la concepción y la rodea de amor para preparar su alojamiento. Una vez consumada la concepción, el alma se introduce, aunque no siempre definitivamente, sino que entra y sale para irse acostumbrando a su nueva condición en el mundo tridimensional. No hay regla para esto; de nuevo el libre albedrío se ejerce y cada alma escoge el momento de introducirse. Aunque podemos decir que está presente durante todo el embarazo.
Cuando se provoca un aborto, debemos entender que sólo se está impidiendo la realización de un alma que desea encarnar.
Segunda sesión
Estoy en un lugar donde soy espíritu y me siento muy bien. Puedo ver el sitio, en la Tierra, donde voy a nacer. Por un rayo de luz bajo hacia el vientre de la que será mi madre. Siento mucha paz y calor, estoy en una casa en donde veo gente que camina, pero yo no he nacido. Veo a una mujer en trabajo de parto y a un doctor que la ayuda. Entro en mi cuerpo durante el parto. Esa mamá es mi hermana de esta vida.
Ahora me veo de siete años y mi madre tiene a otro bebé en brazos, me lo enseña y me deja cargarlo. También está mi padre. Vivimos en Francia, alrededor de 1800, me llamo Madelaine y mi papá me dice Madie.
Soy más grande, mi familia me obliga a casarme con un señor que no amo, mucho mayor que yo. Es mi padre en esta vida. Vamos en un carruaje... huímos de un hombre joven que nos persigue. El está enamorado de mí y yo de él y no se resigna a que me haya casado; al mismo tiempo, mi marido no me permite verlo. El joven tiene mucha determinación y no acepta eso. Durante la persecución sufre un accidente al golpearse con una rama. Estoy muy angustiada, pero mi marido no me permite hacer nada, quiere que se muera allí mismo. Yo lo amo pero mi marido me amenaza diciendo que me matará si lo vuelvo a ver. Lloro.
Viajamos hacia el mar, parece que vamos a embarcarnos rumbo a Inglaterra. Mi marido es español. Vivimos en una casa muy hermosa en el campo. Comemos en el jardín y él me comenta que estaremos allí una temporada. Me dice que soy muy joven y que con el tiempo aprenderé a quererlo, que todo eso será mío, pero yo me porto muy fría con él. Llega un hombre que es el abogado y mi esposo le firma unos papeles. Parece que mi marido exporta comida en cajas.
El me lleva a todos lados, no se quiere separar de mí. Me siento atrapada...me da rabia ser tan sumisa y me siento impotente...nunca lo voy a querer. Toda la ternura y alegría que sentía cuando era niña ya desaparecieron, me volví fría, ésa es mi defensa para seguir viviendo. Tengo mucho miedo de estar en la intimidad con él, pero me dice que eso se dará con el tiempo. Pienso mucho en el joven. Finalmente me resigno y tengo tres hijos, dos niñas y un varón.
Envejecí pronto. El se ve contento, pero yo no. Ahora me veo con mis hijos, que ya son jóvenes. Estoy enferma, me duele un costado del vientre y aunque no soy tan grande, me siento vieja y cansada. Me veo tendida en una cama...muero antes que mi esposo, que es mucho mayor que yo...le pido que cuide mucho a nuestros hijos.
Vemos cómo Marina, en la vida del soldado romano, muere con culpa por no haber podido evitar el accidente ni auxiliado a su hermano gemelo, así como por haber sobrevivido sano; mientras que el otro vivía en condiciones extremas de sufrimiento. Aunque, en realidad, nunca estuvo en sus manos evitar el destino de su gemelo. Es, en ese momento, cuando nace la creencia de estar en deuda con su hermano y, seguramente, al acompañarla del resentimiento con el que muere este último, se crea el patrón kármico vigente hasta esta vida de posesión y dominio entre los dos, que aparece en la experiencia de la segunda sesión.
Recordemos que la creencia funciona en la mente del sujeto como si fuera real y mientras no rectifique ese pensamiento equivocado, seguirá creando su realidad vida tras vida, como resultado de esa creencia.
Esta terapia significó para Marina, un cambio importante en la relación con su padre. Dijo que, a lo largo de las sesiones, sintió como si un velo se descorriera, lo cual le proporcionó una visión panorámica del lazo que los une. A partir de entonces, Marina abrió su corazón al amor y a la compasión y decidió dedicarse a sanar la relación con su padre. Asegura que ahora se siente más segura para marcar sus límites y, por consiguiente, ha logrado que él la respete más.
UNA MISMA VIDA VISTA POR DOS SUJETOS
ANTONIETA Y ALEJANDRA
Hay casos en los que dos miembros del mismo grupo kármico ven, en regresión, la misma vida en la que interactuaron. Antonieta y Alejandra, madre e hija, acudieron a la T.V.P., cada una por su lado y con un intervalo de diez meses, sin comunicarse mutuamente el contenido de su experiencia. Veamos lo que descubrieron.
Alejandra nació con parálisis cerebral infantil y su madre, Antonieta, vivió esta situación como un reto y, con absoluta disciplina, siempre siguió las instrucciones del médico. Con el afán de sacar a su hija adelante para que llegara a ser independiente, no se dio cuenta de que la parte afectiva había quedado relegada. Cuando toma conciencia de esta situación, acude a la T.V.P. con la intención de resolver el vínculo con su hija. He aquí lo que vio:
Veo un calabozo en donde hay muchos hombres. Entre ellos, creo que reconozco a Alejandra...como un afeminado. Yo soy un guardia gordo y estoy a cargo de su custodia. Estoy vestido con una tela muy pesada, con los brazos descubiertos y sandalias. Soy muy feo, chimuelo, con un grano en la nariz y los ojos abotagados. Llevo una vela en la mano. A él le molesta mi presencia y a mí me desagrada la suya, pues de todo se queja y llora. Está muy necio y repite sin cesar que quiere morir. Me da asco.
-Ve a tu infancia.
Soy un niño gordo que cuido a los puercos, mientras mi madre atiende los caballos. Tengo frío. También ayudo en la taberna, limpiando los pisos. Somos cuatro hermanos, y yo soy el mayor.
Ahora tengo veinte años. Dos de mis hermanos murieron y yo me voy a la ciudad, a trabajar. Hay una pelea entre dos hombres, uno queda mal herido, es un soldado, y lo llevo al lugar donde trabaja. Allí me dan labores de limpieza, es el cuartel de los soldados que sirven al rey de Castilla.
Algunos se van a la guerra y no regresan, por lo que ascendiendo a mejores puestos. Me gusta mucho el vino; es más, vivo para el vino. Me molesta mucho el afeminado, chilla como los cerdos,
lo trajeron de otro lado, no sé qué hizo, pero tiene que pudrirse allí y no le permiten hablar con nadie. Me dicen que no me acerque a él porque tiene una enfermedad contagiosa. No lo soporto, las borracheras me dan mucho dolor de cabeza y éste chilla y chilla sin cesar.
Todos queremos saber qué enfermedad tiene y mi amigo apuesta a que tiene tifo, pero a mí no me parece. Mi amigo, que también es guardia, es muy simpático y siempre me trae vino y comida. Se orina donde le viene en gana.
¿Por qué será tan melindroso éste? Ahora sí me da lástima porque está solo como perro y no quiere comer. Se va a morir y me da igual, pero van a creer que yo no le dí de comer. Ojalá y no tarde el padre Mariano, es el único que lo convence. Avienta la comida y chilla todo el tiempo y no me deja oír lo que me dice mi amigo. Quisiera pegarle para que se calle.
Me duele un brazo.
-Ve a la escena donde se origina ese dolor.
Me caí del caballo, iba borracho a buscar al padre Mariano. Lo encontré desnudo, flagelándose. Está igual de loco que el otro.
Ya se murió, se suicidó con un fierro. Me va a costar el puesto. Tengo que huir antes de que lo descubran porque si no lo hago, me van a encarcelar.
Me agarran y me están azotando por culpa de ese estúpido que nunca entendí. ¿Por qué se mató? Muero por la golpiza que me dan... estoy borracho.
Reconozco a mi marido en el padre Mariano y mi amigo, el otro guardia, es mi hijo.
Por su parte, Alejandra había acudido previamente a la T.V.P. en busca de una explicación a su karma actual y, sin haberle comunicado su experiencia a su madre, curiosamente, las dos vieron la misma vida, aunque cada una desde su propia experiencia.
Estoy en un cuarto de un palacio... hay un libro muy grande sobre una mesa. Soy un escribano y tengo mucha responsabilidad, pero estoy muy enojado pues pienso que la vida es injusta conmigo, ya que nadie tiene una palabra de aliento para mí, sólo me exigen.
Debo registrar cerca de cinco mil libros de una enorme biblioteca. Estoy cansado, mi cuerpo ya no responde como antes y eso me molesta mucho. He decidido hacer otra cosa. Cuando nadie me ve, consulto los libros prohibidos, quiero ser importante, tener poder y que me respeten. En un lugar escondido estudio todos esos libros que me interesan. Quiero hacer magia para que el rey me tome en cuenta.
Preparo unas pócimas y pienso en lo decepcionado que estoy porque no tengo amor, ni siquiera por mí mismo. Estudio los libros durante mucho tiempo, siento rabia porque las cosas no salen como yo quiero. Tengo la sensación de que ningún hombre vale la pena y, por lo tanto, no debo comprar la estima de nadie. Me gusta desafiar a lo más poderoso. Mis deseos de encontrar amor se han convertido en rencor, pues no me siento querido por nadie.
Voy a envenenar al rey, eso es lo que se merece. Hay muchos que lo quieren traicionar. Me siento feliz, pues me voy a vengar de quien ha abusado de mí. Me encanta manipular a la gente. Habrá una fiesta y están preparando todo. Esa noche es perfecta para llevar a cabo mi plan pero alguien me descubre y me denuncia ante el rey. Trato de esconderme y, cuando me creo seguro, llegan a apresarme. Me llevan a un calabozo, siento mucho enojo y tristeza. No quiero morir aquí, no quiero estar en este lugar. Estoy encadenado, hay ratas, el lugar es horrible y no tengo ni agua. Me siento decepcionado... siempre fui leal y responsable y nunca nadie lo valoró.
He decidido dejarme morir. Estoy acostado y tengo miedo, pánico, pero a la vez siento mucho orgullo y pienso que nada me podrá dañar.
Viene un sacerdote a verme, lo reconozco, en mi vida actual es mi papá. Ha venido a decirme que debo arrepentirme, que debo estar en la luz, es el único que me ha dado cariño. Estoy meditando sus palabras, pero como he actuado incorrectamente con Dios, le tengo miedo. Estoy rezando para que, según yo, mi alma sea perdonada.
Estoy enfermo y aunque no he comido hace mucho tiempo, no me muero. Me doy cuenta que no tuvo caso guardar tanto rencor. He decidido quitarme la vida, mi estómago ya no soporta nada, sólo pan.
Tengo un plan: voy a comer para tener fuerza y poder suicidarme. Busco algo filoso, me siento desesperado, necesito paz y no la encuentro. He intentado matarme comiendo algo podrido; pero solamente he causado deterioro a mi salud. Al fin puedo sentarme... encuentro un alambre. Han venido tres guardias y me preguntan qué estoy haciendo. Les contesto que quiero morir y que me voy a matar con esto. Se ríen, se burlan de mí y apuestan a si lo lograré o no. Dos de ellos son mi madre y mi hermano en esta vida.
Ellos quieren que muera. Los tres se quedan y me vigilan, han apostado a si me quitaré la vida por la mañana o por la noche. Los odio porque no me entienden, no sienten ni la más leve compasión por mí.
Ahora tengo ya más fuerzas porque he comido y empiezo a afilar el alambre. Cuento con un amuleto que llevo siempre conmigo. El tercer guardia se muestra más amable y considerado, me ayuda a levantarme y me hace el rato más agradable. Le doy el amuleto y las gracias. Los otros dos se siguen burlando de mí, entran y me golpean, me llaman basura y otros insultos que me hieren.
Ahora el alambre está más filoso y ya puede cortar; estoy feliz pues ya voy a terminar con esto. Lo tomo con la mano izquierda y me lo encajo en la yugular. Me siento lleno de odio y rencor, y mientras muero pienso que ojalá sufran y se mueran los guardias.
Al entrar en regresión durante otra sesión, Alejandra se ve en el útero de su madre actual y manifiesta su resistencia a ver esta vida. Después de hacerle ver la importancia de limpiar las huellas emocionales, grabadas durante esa etapa, y completar la sanación del vínculo con su madre, acepta. A continuación exponemos su experiencia.
Estoy en el útero de mi madre, a los cuatro meses de gestación y es difícil estar aquí porque el cuerpo de mi madre no lo permite mucho. No hay un funcionamiento correcto. Puedo percibir que ella siente temor y confusión; pero a la vez, alegría y amor. Me siento incómoda, ya no quiero estar aquí y estoy impaciente por salir.
No me siento parte de la familia a la que voy a ingresar, los siento extraños, ajenos. Rechazo a mi madre... siento que ella me ha hecho daño. Más bien, es desconfianza... o algo que me impide unirme a ella. Creo que no está muy convencida de que yo esté aquí. No sé exactamente qué quería, pero sé que no se está cuidando del modo correcto e inconscientemente me hace todo más difícil.
Algo pasa... me veo naciendo a los seis meses. Me siento ansiosa por vivir experiencias nuevas. Estoy contenta, aunque hay una atmósfera rara... muchas emociones. No puedo respirar bien, mi cuerpo no reacciona de manera normal, hay preocupación, sé que los médicos creen que voy a morir, pero yo no quiero morir, pues a pesar de todas las dificultades, decido seguir adelante y lo voy a hacer. Siento y veo la luz dorada de mi Ser Superior fluyendo a través de mí con mucha fuerza. Siento pura felicidad, Él está conmigo y me transmite la certeza de que siempre estará ayudándome a salir con bien de esta vida. Me siento su herramienta, no tengo miedo, no siento nada, sólo su amor y que Él y yo somos uno.
Estoy en una incubadora, los médicos ya saben que puedo vivir y se lo comunican a mis padres. Ellos le agradecen a Dios con mucha emoción. Después les dan la noticia de que no voy a ser normal físicamente. Percibo su confusión y decepción, y aunque primero le agradecen a Dios, después siento su rechazo. Me hacen sentir que el que yo viniera no fue lo correcto, pero yo sé que sí lo fue. El médico les pregunta si desean que se luche por mi vida y ellos responden que sí, que aun así me quieren. Entonces descubro su amor por mí.
Ahora me veo de ocho años en mi escuela primaria. Siento mucho enojo con Dios pues pienso que ha sido muy injusto conmigo, pero al mismo tiempo siempre lo estoy buscando.
Antonieta asevera que esta experiencia le aclaró que la única razón por la que vino a esta vida, con Alejandra como hija, fue para practicar el amor. Ahora sabe que su relación viene del pasado y que ésta es la oportunidad que tienen ambas para trasmutar su vínculo.
Por su parte, Alejandra, quien antes de la regresión no se sentía aceptada ni amada por su madre y ajena al grupo familiar, comentó que, a partir de la terapia, afloraron sentimientos amorosos entre ellas. El comprobar que todos los miembros de su familia pertenecen al mismo grupo kármico, le permitió consolidar su sentimiento de pertenencia a él.
CAPÍTULO VIII
EXPERIENCIAS SOBRENATURALES QUE SE PRESENTAN DURANTE LA T.V.P.
El alma del hombre es como el agua.
Viene del cielo, se eleva hacia el
cielo y vuelve después a la tierra,
en un eterno ciclo.
Goethe
ALMAS QUE SE QUEDAN APEGADAS AL PLANO FISICO
Se quedan las almas estancadas en la vibración del mundo físico por diversas razones. Una de ellas es porque en una muerte repentina
no se dan cuenta de que han muerto o, también, no se elevan por estar apegadas y sentirse atraídas por lo que dejaron, sean pertenencias, afectos, poder, dinero, etcétera. Emociones como la culpa, el miedo, el rencor o el deseo de venganza son otras de las razones para no quererse mover de este plano al morir.
En estos casos es más difícil que el alma se vaya a la luz si no
recibe ayuda del mundo físico. De todas maneras, desde el mundo espiritual se le auxilia enviándole luz que, poco a poco, hará que se desapegue de la atracción de ese plano.
Nuestro trabajo es ése: sacar a las almas del "Purgatorio" y se buscan socios en el mundo físico que envíen luz y amor desde abajo,
para desapegarlos de ese chicle en el que se encuentran.
Cuando el alma permanece apegada a este plano por alguna de las razones antes expuestas, el individuo en regresión puede verse a sí mismo después de la muerte de la vida que acaba de ver, en la situación de encontrarse como ser desencarnado con el deseo de manifestarse todavía en el mundo físico. Sufre por la imposibilidad de comunicarse con los que dejó y por las emociones negativas, que por su densidad, le impiden elevarse a la luz.
Los siguientes casos describen, de manera gráfica, las vivencias de las almas que después de la muerte se encuentran desorientadas. (Ver libro Una puerta hacia la Luz de Carmen de Sayve y Jocelyn Arellano)
MANUEL
Al llegar a la T.V.P., Manuel manifestó que la curiosidad fue lo que lo impulsó a desear vivir esta experiencia. Es un fotógrafo de veintisiete años que se inicia haciendo tomas de modelos, aunque ahora se dedica a la fotografía publicitaria.
He aquí una de sus sesiones:
Soy delgado, alto y traigo unos zapatos color vino. Me llamo Jean y soy francés. Le tomo fotos a una mujer desnuda y me siento atraído por ella...después tenemos relaciones sexuales. Salgo del edificio, compro unas flores, me subo a mi coche y me dirijo a mi casa, llego y veo a mi esposa y a mis hijos gemelos.
Ahora veo otra escena en la que estoy acostado boca arriba en una cama...me da un ataque al corazón y me llevan en una ambulancia al hospital...me muero...veo una luz blanca muy brillante...y luego... resucito. Cuando vi la luz me sentí tranquilo y con asombro; pero, después me impactó lo que vi y sentí. Me levanto y camino rumbo a mi casa. Veo mi estudio, pero sigo de frente...llego a mi casa pero no me ven...no me reconocen, como si fuera un fantasma...siento mucha angustia de que no me vean. Voy a mi cuarto y me siento en mi cama. Suena el teléfono y mi esposa va a contestar. Le dan la noticia de que fallecí...cuelga y empieza a llorar. Les dice a los niños que se irán todos juntos al hospital. Yo trato de decirle que estoy aqui pero no me escucha, al ver eso me angustio... no sé qué hacer...estoy muy confundido y empiezo a caminar alrededor de mi habitación.
Ya me quiero ir al cielo, para luego regresar a la Tierra y renacer, pero no sé cómo... Después de esa vida reencarno en ésta, en la que también soy fotógrafo.
Ahora Manuel comprende el por qué de su marcado interés por la fotografía desde muy pequeño. Nos comentó que, al haber revivido la experiencia de la muerte en la que se quedó atrapado en esta dimensión, sin llegar de inmediato a la luz, lo hace comprender la importancia de estar consciente de lo que nos espera, en el momento de morir.
Con frecuencia se ve cómo de una vida a otra se repite la vocación o las aficiones. Esto puede ser debido a que el alma, al desencarnar, siente que no ha agotado la experiencia y, por lo tanto, no puede cerrar el ciclo con ese quehacer.
OSCAR
Oscar llega a la T.V.P. a los 17 años por sugerencia de su madre, quien ya la había experimentado y probado su poder sanador. Este jóven vivía obsesionado con la expectativa de poseer bienes materiales. El que su familia no contara con los recursos suficientes para proporcionárselos, le provocaba enojo y frustración.
Soy un señor de traje y sombrero de copa, en la época de la Colonia en México. Me subo a un carruaje, llego a mi casa, voy a mi habitación para recoger dinero y me dirijo a casa de unos amigos para jugar cartas. Estamos jugando y bebiendo, les estoy ganando.
Al día siguiente voy al banco a guardar el dinero que gané. En la noche volvemos a jugar y vuelvo a ganar. Al salir de allí me encuentro con un desconocido que me sigue hasta mi casa. Mientras duermo, él fuerza la puerta y me ataca con un cuchillo. Siento mucho miedo, odio y deseos de vengarme pero, al final muero. Me quedo flotando y desde allí veo cómo, al día siguiente, llega la policía para tenderle una trampa al asesino. Cuando éste llega por la noche a robar mis cosas de valor, lo aprehenden y veo cómo más tarde lo fusilan.
Había heredado mucho dinero de mi padre, quien también jugaba, además del acumulado con mis ganancias en el juego. Por eso muchos me tenían envidia. Vivía solo en la casa que heredé de mis padres, preocupado únicamente por amasar más dinero. El que me mató fue contratado por uno de mis compañeros de juego, con el que tuve un pleito.
Por estar tan apegado a lo material, no sé cómo regresar adonde está Dios. Después, una familia compra mi casa, pero yo sigo allí con el deseo de poseer más cosas materiales.
Por último, logro desapegarme un poco y ya no depender de lo material. Empiezo a subir...veo el túnel...siento mucha alegría, pues ya no voy a estar allá abajo, y a la vez, un poco de tristeza por dejar atrás mis bienes. El ángel que me acompaña me dice que ya suelte eso para poder elevarnos.
Después de esa vida, me aconsejan los seres de luz que regrese al mundo físico con limitaciones de movimiento en mi mano derecha y con un problema visual, para seguir con mi evolución. Acepto y elijo a mis padres actuales.
Después de esta terapia, Oscar ha logrado aceptar su realidad y soltar su necesidad de poseer bienes materiales. Desde entonces se dedica a cultivar su creatividad tomando clases de pintura y de música.
POSESIONES
Morir al mundo físico no es siempre fácil. Cuando el individuo se encuentra demasiado apegado a la materia, al morir le es difícil elevarse al mundo espiritual y se queda en el Astral Bajo, de diferentes maneras. Unos sólo deambulan por el mundo físico en busca de ser escuchados o molestando a los encarnados; otros desean experimentar las sensaciones que tenían en cuerpo físico y entonces tratan de incorporarse a algún encarnado, para sentir a través de su cuerpo.
Se puede entrar en una persona cuando hay una hendidura en su aura debilitada, que pudo haber sido provocada por una mediumnidad no controlada, por alguna adicción, por una profunda depresión, así como por mantener una emoción negativa con gran intensidad, como la ira o el miedo. Es así como el desencarnado logra introducirse en el cuerpo del encarnado, haciéndolo a un lado para expresarse o para sustituirlo en sus vivencias; por ejemplo, en la ingestión de drogas y alcohol, o en la práctica de la infrasexualidad.
Se entiende por demonios a seres desencarnados de muy baja vibración, que se apoderan de la voluntad de un encarnado. Hay posesiones demoniacas temporales y permanentes. En ambos casos, se pueden presentar como algunas manifestaciones de esquizofrenia.
No hay posesiones, propiamente dichas, que lleven a cabo almas desorientadas, ya que éstas sólo se refugian en el aura de alguna persona para absorber su luz y protegerse del miedo que les causa deambular solas por al Astral. Al igual que los que se acercan a los encarnados para molestarlos, ya que no necesariamente entran ni en su aura ni en su cuerpo, sino que se pegan a aquella con el objeto de obsesionarlos y absorber su luz.
Las verdaderas posesiones son efectuadas por seres de muy baja frecuencia vibratoria, pues se trata de una trasgresión muy grave a la individualidad y al libre albedrío del otro. Son los llamados demonios, que se encuentran en la más profunda oscuridad e inconsciencia. Una de las razones por las que estos seres se introducen y permanecen en el poseído, es debido a que éste busca entidades que le den poder y lo hagan sentirse superior; lo cual en un principio logra, pero después, estos demonios se burlarán de él y lo harán sufrir cruelmente.
En ambos casos, la manera de liberarlos a la luz puede ser mediante la oración o la persuasión. En situaciones extremas se necesitará de un exorcismo que efectúe alguien competente para este trabajo.
A continuación relatamos un caso de posesión por apego a la persona.
MARCELA
Marcela acude a la T.V.P. después de estar en tratamiento psiquiátrico a causa de una depresión que duraba ya varios años, sin lograr ninguna mejoría. La muerte de su pareja, con el cual nunca pudo tener una relación estable, debido a que él era casado, fue el detonante de esta situación.
Al entrar en regresión, Marcela ve una serie de escenas distorsionadas de una vida de actriz. Cuando esto sucede y la interferencia se hace evidente, lo más seguro es que se deba a que un alma esta pegada o dentro del aura del paciente. Al detectarlo, Ana le solicita a Marcela que le pida, a la supuesta entidad que se identifique. Después de unos momentos, con gran sorpresa, reconoce la energía y algunos rasgos de la cara de su amante.
De inmediato se inicia un diálogo entre ambos, dirigido por Ana, en el que dicha entidad habla a través del paciente, con el fin de resolver los pendientes que dan lugar al apego. Por lo general, después de esto, el desencarnado está dispuesto a ir a la luz, pero en este caso no fue así. Si bien aseguró que se iría, la verdad resultó otra.
Ese mismo día, al llegar Ana a trabajar en esta obra, de pronto, Carmen percibió una presencia, por lo que se decidió a canalizar a ese ser, que en efecto, era la pareja de Marcela. Y éste, furioso, se dirigió a Ana con las siguientes palabras:
Me molesta muchísimo que te metas en lo que no te importa y quiero decirte, niña idiota, que no dejaré a Marcela. Ella me pertenece y quiero vivir a través de su cuerpo, que me gusta, y me siento muy bien en él. Te seguí porque me llamó la atención lo que dijiste de la luz, que no vi para nada. Ahora me encuentro con que ésta me escucha (refiriéndose a Carmen) y puedo al fin hablar a mis anchas. Me vas a decir ahora mismo de qué se trata todo esto.
-Si no ves la luz- contestó Carmen- es porque tus pensamientos, por estar únicamente enfocados en lo que dejaste en este plano, te lo impiden. Ya no te corresponde estar en esta realidad, pues ya no tienes cuerpo físico. Ahora te espera una vida maravillosa, llena de amor, felicidad y armonía, en el mundo espiritual. Todo lo que tienes que hacer es solicitar la luz de Dios y se abrirá para ti.
¿Abrir qué?, ¿cuál luz? Aquí no se encuentra más que oscuridad. Me “recachis“, me estás mintiendo. Necesitaría ser muy ingenuo para creer en las estupideces que dices y buscar una luz que no existe. Además, ¿cómo sabes qué pasa en estos lares, sin haber estado nunca aquí ?
-Como a ti, hemos ayudado a muchos otros confundidos y sabemos que la muerte no existe, que es sólo un paso a otra dimensión. Tu confusión se debe a que no aceptas tu nueva realidad y eso es lo que te mantiene en la oscuridad. La luz está allí y si la pides se acercarán seres de luz que te llevarán adonde te corresponde. Repite con nosotras desde el fondo de tu corazón: "Deseo ver la luz de Dios, deseo ir al mundo que me corresponde ahora y ver la luz que no he podido ver durante todo este tiempo".
Después de un momento este ser comentó:
Sí...es cierto...¡Cómo es posible que no la viera! mi obstinación de querer seguir vivo en este mundo me lo impedía... es una luz divina, es como el sol, pero no ciega ni quema; todo lo contrario, atrae con infinito amor... Es increíble que esto no se diga en la Tierra, ayudaría mucho a los que, como yo, nos entercamos en seguir en ella... Ahora sólo les digo que me siento feliz, como nunca lo fui en el mundo...Me voy...me voy al cielo porque esto no puede tratarse de otra cosa. Díganle a mi querida Marcela que esto vale lo que nunca vivimos y que aquí la espero con amor.
Este es un caso típico del apego de un alma a una persona, el cual le impide elevarse al mundo espiritual. Mediante el psiquismo de Carmen, que le permite escucharlas, en varias ocasiones se ha ayudado a liberar a muchas almas que se encuentran desorientadas y apegadas a este plano.
CRISTINA
Durante la regresión, Cristina se ve como un alma desencarnada que entra en el cuerpo de una mujer. Siendo una prostituta, muere mientras tiene relaciones sexuales con su pareja. Se queda apegada a las sensaciones sexuales, y por lo tanto, busca revivirlas a través del cuerpo de otra prostituta.
Camino por una calle empedrada... es de noche, soy mujer y voy sola. Hay un farol, no hay nadie más. Llego a una cantina en donde hay muchos hombres en las mesas...me veo flotar, creo que no tengo cuerpo físico. Soy como una sombra y busco algo, pero nadie me ve. Subo por unas escaleras, arriba hay cuartos... es un prostíbulo.
Entro a una habitación y veo a una mujer que tiene sexo con un hombre. Me puedo meter en ella por su costado, pues está muy relajada, gozando de ese momento. Yo siento frío, quiero tener un cuerpo para sentir. Ella es la dueña de ese lugar y lo administra. El lugar es limpio, las prostitutas están sanas y todas cuentan con un carnet de sanidad.
Llega una enfermera vestida de blanco, tiene mucha luz. "Yo" la quiero contratar, pero ella se niega, aunque gana muy poco como enfermera. Si trabajara "conmigo" ganaría mucho mejor, pero entiendo que lo que es bueno para mí no es necesariamente bueno para otros. Entonces "me" conformo con su ayuda, pues esa es la manera de tener su luz. Por último, me salgo del cuerpo de la mujer y sigo a la enfermera, pues lo único que quiero es su luz.
Este es un claro ejemplo de posesión por apego al sexo. Como éste, hay muchos casos de adicción al tabaco, a las drogas y al alcohol. Estos no son muy difíciles de liberar, aunque algunos se apegan más que otros a lo que los ata al mundo físico
BRUJERIA
En el Universo rigen leyes y energías que todavía no son conocidas por la mayor parte de la humanidad, pero que algunos saben utilizar en pro o en contra de la armonía universal. Dichas energías pueden ser dirigidas de manera positiva o negativa; por esta última se entiende el uso de ellas para obtener poder sobre los demás en beneficio propio y en contra del amor y la armonía. Esto es lo que se entiende por brujería y magia negra.
El poder de nuestra mente es insospechado, el pensamiento es energía creadora que tiende a dar forma a aquello en lo que se concentra. Cuando se mueven con el pensamiento ciertas energías, se pueden obtener fuerzas poderosas, así como crear elementales. Los elementales, entre otras definiciones, son emanaciones vibratorias
de nuestra voluntad creadora, que pueden actuar como entidades desencarnadas. Resulta así que nuestro pensamiento puede fabricar, consciente o inconscientemente, esas entidades que poseen una fuerza vibratoria acorde al nivel de conciencia de su creador y al que quedan vinculadas.
Los llamados "brujos negros" crean conscientemente elementales a su servicio y que, en conjunto con seres desencarnados de muy baja vibración, trabajan bajo las órdenes de aquéllos para destruir la armonía de alguna persona. Esto es lo que se entiende por "trabajo de brujería". Hay casos en los que el brujo, con su intención, carga de energía negativa algún objeto, del cual emana tal fuerza negativa que produce una gran desarmonía en quien se encuentra cerca de él. También puede, con su intención, transferir simbólicamente la personalidad de la víctima a un muñeco y gracias a su poder mental, produce el daño deseado.
Hay una variante poco común de estos procesos: consiste en cargar un objeto con una entidad desencarnada, en estado de evolución muy primitivo. El brujo le promete a ésta la inmortalidad y un gran poder para hacer el mal. Como su gozo consiste en eso, acepta y es encerrada en dicho objeto. Así éste poseerá una fuerza negativa de gran potencia, debido a que en él se encuentra un ser consciente. En caso de que el objeto deje de existir como tal, el ser se liberará. Se le puede liberar también, mediante métodos de hechicería que contrarresten los practicados por el brujo que efectuó el maleficio.
Todas estas fuerzas pueden utilizarse de manera positiva, que siempre tiene más poder que su contrario, es decir, para el bien común. Quienes utilizan estas fuerzas con este fin, tienen el poder de neutralizar y muchas veces materializar, la fuerza negativa recibida por la víctima. Esto es lo que se denomina magia blanca e incluye las "limpias" y la sanación física y psíquica, entre otras.
Presentamos a continuación un caso que sugiere la existencia de lo antes descrito.
MARIANA
Mariana es una exitosa diseñadora gráfica que acude a la T.V.P. para entender el porqué de su resistencia a ocupar puestos de poder o de liderazgo en las empresas donde ha trabajado. Este hecho ha sido un obstáculo para su desarrollo profesional. En la sesión que se relata a continuación, aparece una vida en donde su ambición por el poder la lleva a consecuencias nefastas.
Soy una mujer joven, rubia y muy bonita...me llamo Christine Relham y vivo en una casa con otras jóvenes como yo. Tenemos uniformes... parece un internado. Hay mucha alegría allí. Además de estudiar, pulimos la plata y limpiamos la vajilla. Dormimos en grupos de diez, en habitaciones grandes, y por las mañanas asistimos a misa. Estamos en 1792, en Chestertown, Inglaterra. Nos cuida una señorita mayor que no es tan alegre, se viste de oscuro, es infeliz, pero no es mala. Parece que está allí a la fuerza, como si no tuviera otra opción.
Voy por la calle con libros bajo el brazo, una mujer me pide limosna y se la doy, es muy pobre y fea, me impresiona mucho. La ayudo porque sé que es una virtud dar a los necesitados, pero me alejo corriendo. La biblioteca adonde llego es grande y fría, hay personas allí que me dan miedo, como un hombre que siempre me observa y, aunque me siento desprotegida, voy porque quiero aprender. Quiero ser importante y poder hablar como los hombres.
Conozco el lujo, mi familia es muy rica. Mis padres quieren que estudie, por eso me mandaron a esa escuela, en donde me enseñan buenos modales; pero más bien, a leer y a estudiar. Mi madre es culta y refinada y mi padre es un diplomático guapo y reconocido. Mucha gente nos visita, se hacen muchas fiestas. Tengo un novio alegre y bien parecido, pero mientras estoy en la escuela no lo puedo ver.
El hombre de la biblioteca se queda sorprendido de que me quede leyendo hasta tan tarde. El sabe mucho y quiere acercárseme, pero yo no se lo voy a permitir, pues además de que no lo conozco, no me gusta, es arrugado y tiene ojos chiquitos y brillantes. Salgo corriendo, leí novelas de hombres audaces y así me siento. Oigo caballos, doblo la calle y aparece ese hombre, me toma de los hombros y me asusto mucho. Me pregunta por qué estoy estudiando, sus manos son fuertes y nudosas ...me gustan, pero yo no quiero hablarle, me suelta y me voy. Sé que tiene un vínculo con la señorita y que está muy interesado en mi estudio. Es probable que le recuerdo a ella cuando era joven.
Llego corriendo a la casa, me están esperando. No todas van a la biblioteca; de hecho, yo no debía ir, pues una señorita no debe andar sola en la calle. Me van a castigar y mis amigas están preocupadas. La señorita está muy alterada por mi desacato, percibo también en ella resentimiento, pues quiso estudiar y no se lo permitieron. Mi padre me apoya, pero no sabe que regreso de noche de la biblioteca.
Ya no quiero estar en la escuela porque en el salón de estudios hay una quimera que me da miedo, es de caoba y tiene alas. Me parece como si estuviera observando todo lo que estudiamos. Un día siento que la quimera me habla; su boca no se mueve pero se comunica conmigo telepáticamente y me pide que estudie unos libros de brujería que están en la biblioteca. Me da miedo estudiar eso, pero de todas maneras los busco de acuerdo con sus instrucciones. Las portadas son muy bellas, tienen letras doradas, hundidas en piel y huelen a un perfume como de bosque. Abro un libro que habla de rituales, contiene recetas para encontrar personas y, como quiero saber quién es la quimera, apunto la receta en un papel. Tengo miedo, pero me gusta. Cierro el libro, lo guardo, el hombre de siempre me observa y también al libro. Le grito que se vaya... se esconde...él también tiene miedo...me tiene miedo.
Me quiero cortar el pelo pero mis amigas me dicen que es una locura y se niegan a hacerlo; entonces simulo un accidente, rompo un vaso y guardo un pedazo en mi delantal. Soy muy inteligente, engaño a cualquiera con mi apariencia de niña buena y las demás son muy ingenuas. Me corto un mechón de pelo según las instrucciones, y le pongo mi sangre. Aparece un nombre....Züel...no tengo miedo....me habla la quimera, aunque no se mueve, me habla y me va diciendo lo que tengo que hacer con el cristal, el pelo y la sangre. Pongo la mano sobre un libro que traje y me dice que no tenga miedo, que lo que estoy haciendo es bueno. Sé que no es bueno, como ir a misa, estar con mis padres o con mi novio, con el que estoy comprometida, pero esto me atrae como un imán.
Presiono el vidrio con mis manos y se me encaja...grito...veo un resplandor rojo y naranja a mi alrededor... se me eriza el pelo. Es una iniciación. Quiero gritar más, pero estoy paralizada de miedo... nadie viene... hago un esfuerzo supremo y suelto todo. Brinco hacia atrás, me sacudo, me golpeo y mancho el delantal. Parece como si la quimera se me acercara...corro, quiero quitar las cosas pero no me atrevo.
Hay luz en el cuarto de la señorita que nos cuida, corro a mi cama y trato de dormir. Me despiertan los gritos, todas mis compañeras corren de un lado a otro; una de ellas vio mi delantal ensangrentado y vienen a ver qué me ha pasado. Me preguntan qué hice. No sé bien qué tan grave sea todo todo esto, pero la encargada me grita que ya no puedo estar allí.
Hago un gesto con la mano que la proyecta con una gran fuerza hacia atrás y todas las niñas se abrazan llenas de miedo, llorando. La mujer, pegada contra la pared, me observa aterrorizada. Me doy cuenta que sellé un pacto con un ser desencarnado, malévolo que me dio poder a cambio. Tomo el libro, les lanzo una mirada amenazante y les ordeno que no se acerquen ni me vean.
Subo a otro cuarto y le ordeno a la señorita que se quite el abrigo y el sombrero negros. Me los pongo, me veo grande y majestuosa. Suena una campana... tomo mis libros, me pongo los zapatos y salgo a al puerta... es el hombre de la biblioteca... lo empujo y le digo que se aparte de mi camino. El ser desencarnado que liberé de la quimera, está atrás de mí, protegiéndome la espalda.
Ese hombre era el mayordomo de la familia que vivía en la casa que ahora es la escuela. Estaba enamorado de la actual encargada, que antes era el ama de llaves. Ambos sabían que un político muy poderoso, con la intención de vengarse del padre de familia, le había regalado esa quimera embrujada que provenía de Oriente. Desde la llegada de ese objeto, se sucedieron una serie de tragedias que culminaron con la muerte del hijo mayor, quien a causa de una enfermedad desconocida quedó como un esqueleto y con la piel toda ampollada. Después de lo cual la familia vendió la casa a los actuales dueños de la escuela. El mayordomo le pidió al ama de llaves que se casara con él y se fueran de allí pero ella se negó a dejar ese lugar; por encontrarse, seguramente, bajo la influencia negativa del ser atrapado en la quimera. En alguna ocasión, la señorita me contó que ellos dos se habían dedicado a investigar sobre esa figura y acerca de ese tipo de magia negra.
La comunicación entre ese ser y yo es ya muy fácil y fluida. Me dice que quiere que me convierta en una gran bruja, ya que tengo el dinero, la fuerza y la belleza para serlo. Siempre tuve una gran ambición de poder masculino, y para poseerlo en mi cuerpo de mujer, acepto hacer lo que me ordene. Me dice que me guiará hacia otras personas que tienen el mismo poder que yo. Al pasar por la iglesia, arrojo unas piedras con furia. El mayordomo va tras de mí, llamándome por mi nombre, me habla de valores, me dice que me llevará a un lugar seguro y que no obedezca a ese ser, pero le grito que me deje en paz. La gente que pasa por la calle escucha asombrada, sin entender de qué se trata.
De pronto, doy vuelta y lo empujo con violencia, estrellándolo contra un vitral. El hombre cubierto de cortadas y ensangrentado, se levanta y le exige a ese ser que me deje, que se aleje de mí. El ser, por medio de mi cuerpo lo proyecta con gran fuerza contra un muro y cae muerto. Yo, muy asustada, corro hacia él; pero el ser me ordena que me detenga. En esos momentos me doy cuenta del horror y de la gravedad de la situación en la que estoy metida y me arrepiento.
En este momento, Mariana rompe en llanto y comenta que tiene mucho miedo y un fuerte dolor en el pecho. Ana le pide que retome el contacto con su Ser Superior para que se armonice. Después de unos instantes, continúa.
Entonces le vocifero, con unas palabras que no entiendo, que se aleje de mí, que ya no quiero seguir atada a su poder y que rompo el pacto. Siento un profundo dolor en la espalda. Me dice muy enojado que me va a obligar a seguir con él, pues me necesita.
Estoy al costado de una iglesia y le pido a Dios que me libere de ese ser. Veo unos brazos largos de luz que levantan el alma del mayordomo y se la llevan. Lloro porque quiero irme con él, pero el ser no me suelta y el dolor en mi espalda es cada vez más insoportable, así como la presión en los hombros y la cabeza. Le digo que no me importa morir, pero que no lo voy a seguir. Me siento muy culpable por el daño que va a hacer al haberlo liberado. Todavía me tiene agarrada por la espalda, siento como si me desgarrara la columna y ya no siento las piernas. Le repito que no me importa morir, pero que no lo voy a obedecer. Caigo al piso...me suelta...me estoy muriendo, veo a una mujer y a unos niños que me observan por la ventana, me preocupa enormemente que ese ser esté libre, alguien debe encerrarlo.
Me desprendo de mi cuerpo y entro a la iglesia, acaricio la cara de la Virgen y busco esos brazos de luz para que me lleven. No encuentro la salida, pero al final se abre una puerta en la cúpula, hay seres de luz que me ayudan a subir. Dos me esperan, son el mayordomo y el niño que murió en la casa. La luz es muy blanca y tanto ellos como yo somos como de neblina blanca, muy vaporosos. Unos seres me dicen que tengo que ir a hablar de lo que pasó y me llevan ante un consejo de ancianos. Les digo que me preocupa mucho que ese ser se haya quedado suelto, pero me explican que muchos como él están libres, que me mató porque no accedí a ayudarlo y que a otros les ha sucedido lo mismo. Desde donde estoy, me muestran a ese ser y muchos otros que se ven como manchas negras sobre las ciudades.
Pregunto qué habría que hacer para acabar con esos seres oscuros, pero me dicen que no se puede, que son parte del funcionamiento de la realidad del mundo físico.
Desde allí entiendo mejor que mi ambición por el poder, me llevó a hacer ese pacto, dado que sentía que la desigualdad entre hombres y mujeres era muy injusta.
En Mariana, ha desaparecido el miedo a ejercer el poder, a la soledad y a la escasez, a partir de esta experiencia de sanación.
ALMAS QUE ACUDEN, DURANTE LA REGRESION, A RESOLVER PENDIENTES
Se presentan las almas que tienen pendientes con la persona, durante la regresión, porque ésta se encuentra en un estado expandido de conciencia que le es propicio para la comunicación con el mundo espiritual. El estado al que se accede durante la regresión es de una vibración más sutil que la de la conciencia del mundo físico. Se parece al estado onírico, durante el cual el alma "viaja" al plano donde se encuentra con los desencarnados. El alma del paciente se desprende del plano físico y, en ese estado, le es posible entrar en contacto con otras experiencias y con otras almas que no están en cuerpo físico.
El Universo funciona con base en leyes. Las almas se atraen ya sea por amor o por lazos energéticos, creados por pendientes anteriores que dan lugar al karma entre ellas. En el momento en que las circunstancias son propicias, se atraen como imanes y la conexión se efectúa. Todo esto, desde luego, es supervisado por los guías y las diferentes jerarquías que velan por el orden cósmico.
MARIA
María, hija de refugiados españoles, es maestra de Yoga y acude a esta terapia con la expectativa de resolver patrones de baja autoestima que, por no creerse merecedora, la llevan a padecer relaciones de abuso sin nunca poder establecer límites.
Soy hombre mirando hacia el mar. Me veo con un pantalón café y chaleco negro... detrás hay un pequeño pueblo... se me va la imagen...no puedo ver más.
-Pregunta a tu Ser Superior qué provoca este bloqueo.
Me llega la imagen de mi madre, que ya murió.
Por lo general, esto puede ser un indicador de la necesidad de un alma, que ya no se encuentra en el plano físico, de comunicarse con quien se encuentra en regresión.
-Dile a tu madre lo que tienes pendiente con ella.
Siento tristeza de no haber podido compartir mis hijos contigo y también por no haberte comprendido, me faltó madurar más...pero ya no estabas. Quisiera resolver problemas de autoestima que vienen de ti como linaje: el no sentirme merecedora, el no darme mi lugar en muchas ocasiones, el estar más dispuesta a dar que a recibir, ya que recibir siempre me incomoda, el mantenerme siempre ocupada y darme poco espacio para disfrutar, el hacer y hacer cosas sin parar. Quiero sanar esa herencia tuya y de mi abuela. Te quiero mucho por todo lo que me enseñaste.
-Ahora pídele que te conteste.
No te preocupes por mí pues estoy muy bien y sólo quiero decirte que me hubiera gustado saber quererme más a mí misma, pero la guerra fue muy dolorosa y me dejó marcada. Perdí muchas cosas, incluyendo a tu padre y como jamás me resigné a esa pérdida, me quedé aferrada a eso. Ahora sé que eso fue lo que más daño te ocasionó.
Nunca llegaban las cosas que esperaba porque nunca supe pedir. Quisiera que aprendas a pedir y no únicamente a esperar; que sepas y sientas que te lo mereces. No sólo esperes que te reconozcan, sino reconócete a ti misma...atrévete a disfrutar...gracias.
Tiempo después, María asegura que, sin tener la voluntad consciente de hacerlo, ha aprendido a valorarse más, como si algo se hubiera destapado dentro de ella. Así mismo, ha logrado replantear las reglas del juego de sus relaciones, lo que le ha permitido ubicarse en un lugar de igual, sin que ésto haya implicado el perderlas.
CAPÍTULO IX
ARQUETIPOS - LA ATLANTIDA - ANGELES REBELDES
Léeme, oh lector, si en mí encuentras
deleite, porque raras veces regresaré
de nuevo a este mundo.
Leonardo da Vinci
ARQUETIPOS
Parte del descrédito sufrido por la teoría de la reencarnación, está asociada a la idea de que varios individuos han manifestado haber sido, en sus vidas pasadas, personajes históricos famosos. Por ser un tema tan controvertido, nos parece importante dedicarle un espacio en esta obra, dado que algunos pacientes que han acudido a la T.V.P. se han visto a sí mismos como alguno de estos personajes. Lo que en realidad sucede, es que esos personajes son arquetipos.
Por arquetipo se entiende el modelo de los personajes sobresalientes de la humanidad, que representa características específicas de poder, maldad, crueldad, lujuria, bondad, justicia y heroísmo, entre otras.
Cuando un alma desea experimentar alguna de estas vivencias, "entra" en ese personaje, en la línea de tiempo en donde está sucediendo. Las líneas del tiempo se entrecruzan, como si estuvieran todas ellas contenidas simultáneamente en una misma esfera; es decir, todo es y está allí en el eterno presente. Es muy difícil que entendamos que un alma puede viajar por una determinada línea de tiempo y vivir la misma experiencia que otra, pero si nos remitimos al hecho de que todos somos Uno y de que el tiempo es una ilusión, esto es posible. ¿Cómo?, integrándonos a esa otra alma, eliminando las barreras que aparentemente nos separan, entrando en simbiosis con ella; volviendo a la unidad en lugar de permanecer en el separatismo.
Partamos del principio de que todos somos Uno y lo mismo, y a la vez somos seres individuales, cada uno con una misión y una decisión distintas. Al encarnar y decidir entrar en un cuerpo con entorno y circunstancias específicas, estamos viviendo ese breve experimento de una vida sobre la Tierra y aprendiendo, léase recordando, una específica enseñanza. Eso es lo que se ha dicho y entendido hasta ahora.
Pero resulta que deseamos vivir una experiencia relevante de la humanidad, por medio de un personaje famoso por su poder o sus hechos. Podemos hacerlo, ya que "él es yo y yo soy él". Pero, ¿cómo podemos entrar en la individualidad de otro ser? No entramos, simplemente nos unimos a su experiencia en una simbiosis permitida, ya que todos podemos experimentar lo que nos plazca.
Si por voluntad propia decidimos vivir la experiencia de otro, también vamos a experimentar las consecuencias, ya que de lo que se trata es de vivir determinada vivencia que traerá el efecto positivo o negativo que provoca. Se necesita entender que todo lo que se vive en el proceso evolutivo son experiencias que enriquecen, aun el karma "negativo", pues hemos decidido experimentar la sombra. El vivir la experiencia de un arquetipo de crueldad nos llevará necesariamente a experimentar sus consecuencias, pero esto se sabe y se acepta.
Esto también tiene que ver con las líneas del tiempo que se entrecruzan. Ahora está sucediendo la muerte de Jesús y, sin embargo, estamos concentrados en otra línea de tiempo que nos coloca en el principio del siglo XXI. Esto significa que, si al salir de nuestra envoltura física quisiéramos experimentar, para aprender algo, lo que vivió Napoleón, nos colocaríamos en esa línea de tiempo y entraríamos en simbiosis con él para tener sus vivencias.
Hay mucho más que decir sobre la experiencia del mundo tridimensional, difícil de captar para quienes se encuentran con la escafandra del cuerpo físico; pero como ahora se está elevando la frecuencia del planeta, aquellos que la sigan, se verán con la conciencia más abierta y la capacidad de comprender enseñanzas más profundas.
Al entender que todos somos Uno y que con el deseo de unión se pueden eliminar las barreras, es natural que sea posible experimentar lo que otro ser está viviendo, si esto es para el propio beneficio de superación.
¿Cuándo y cómo se permite esto? El libre albedrío está siempre presente y cuando un alma desea vivir la situación de un arquetipo humano de poder, bondad, crueldad, etcétera, se le permite entrar en esa línea de tiempo y ser uno con el personaje en cuestión. No es el que se incorpora al arquetipo el que toma las decisiones, sino que sólo experimenta las vivencias del verdadero personaje. Todos somos Uno y al final del camino vamos a compartir los procesos de los demás; es decir, que viviremos todas las experiencias del Universo. No es posible entenderlo ahora, pero así es. Entonces, ¿por qué sería imposible tener esa misma experiencia antes, cuando ésta va a ser útil para el propio despertar?
Hemos elegido entre las regresiones de arquetipos dos casos.
JUANA DE ARCO
Veo una hoguera...están quemando vivo a alguien. Siento mucho ardor, mucho calor, estoy resignada pues ya llegó el momento de partir y el fuego acaba por ser placentero. Después siento algo maravilloso...un desprendimiento hacia la luz con un sentimiento de liberación y de justicia.
-Ve a la infancia de esa vida.
Soldados ingleses violan a varias mujeres de mi familia y siento una gran desesperación. Tengo como siete u ocho años.
A los dieciseis años empiezo a tener revelaciones, escucho voces que me dicen que tengo una misión, pero no sé cuál es. Creo que estoy en Francia y me llamo Juana. Siento que tengo que liberar a mi pueblo. Tengo que hablar con el Delfín. Lo ayudo, pero después me traiciona. Lo único que quería era salvar al pueblo y ayudar al Delfín a ser Rey, pero de nada sirvió.
Después de ganar una batalla viene la traición. No me rescatan, me dejan en manos de los ingleses. Me encierran, se burlan de mí, me acusan de bruja y me mandan a la hoguera.
UN FARAON DE EGIPTO
Tengo tres años, soy moreno, mi madre me tiene abrazado, pero está triste, piensa en el hijo que perdió. Es una reina, tiene joyas y va vestida con una túnica blanca atada con lazos y con un cinturón de piedras preciosas. Sus facciones son afiladas, labios gruesos y pelo negro. El faraón le ordenó que no tuviera ese hijo y está triste porque piensa que su papel como reina se contrapone con su instinto de madre, pero el faraón sólo quiere tener un hijo y ése soy yo.
Desde muy pequeño comprendí que voy a ser el próximo faraón. Mi padre es muy duro y me educa para que sea muy fuerte y temible, pero mi madre me inculca otros valores, como la bondad y la justicia. Me separan de mi madre y me llevan a otra ciudad. Al despedirse, me pide llorando que recuerde siempre todo lo que me enseñó.
Crezco rodeado de diferentes maestros que me enseñan medicina, astronomía y otras disciplinas. Me dicen que debo ser firme para ser temido y obedecido, porque si soy bondadoso se aprovecharán de mí y no serviré como faraón. Disfruto del poder, castigo cuando me contradicen.
A los trece años, un día me caigo al río, pero no sé nadar; mi maestro de leyes y matemáticas me salva, por lo que le estoy muy agradecido. Sin embargo, me molesta estar en deuda con él, pues es un resentido por sólo servir al poder y no tenerlo.
A mi padre lo llamo faraón, no tengo acceso a su presencia más que cuando él lo desea; sin embargo, me gustaría estar más cerca de él. Como todavía es fuerte, comprendo que falta mucho para que yo llegue a ser el faraón, lo cual me provoca mucha rabia y rencor.
Cada vez soy más déspota, maltrato a maestros y sirvientes por igual. Un día, le pido a mi padre que me deje usar el tocado que le cubre la cabeza rapada y su cetro. Se ríe y me enseña complacido cómo empuñarlo.
Después de algunos años, el faraón empieza a llamarme para que asista a reuniones en donde se habla de impuestos y asuntos políticos. Me dice que ahora estaré en todas las reuniones para aprender. Hay una guerra contra los hititas, un pueblo situado al noreste de Egipto. El faraón me explica que nuestro reino se va a expandir.
El ejército sale bien armado, pero la gente del pueblo, que va también a luchar, está sucia y sólo va armada con piedras y palos; no están rapados y, como cascos, llevan cortezas de coco. Se ven patéticos. Miran hacia arriba, saludándome, pero me repugnan y volteo la cara.
El faraón no va a la guerra y yo cada vez me desespero más, pues quisiera ordenar qué estrategia seguir. El hijo de un noble, que es mi amigo, me dice que yo debería ser el faraón. Me enseña toda la extensión del reino, diciéndome cúan poderoso podría ser, lo que hace que mi ambición crezca. Sonrío y le prometo que será el amigo del faraón.
Cada vez siento más que el faraón me estorba. Quisiera que muriera, pero tiene cincuenta años y todavía está fuerte. Imagino las diferentes maneras como puede morir. Hay venenos, el maestro que me salvó de ahogarme y mi amigo saben y me van a ayudar. El maestro investiga, no quiero que sea evidente que alguien lo mató; sino que parezca que una cobra lo mordió, en obediencia al designio del dios Sol.
Estoy con el faraón, sirven vinos y comida. Me avisan que el veneno está en las frutas, para que no las coma. Estoy asustado, pero el deseo de ser faraón es más fuerte. Veo a los ojos del faraón, temo que perciba mi miedo, por lo que bebo y río para disimularlo. Me ofrece de sus platillos, pero le digo que no tengo hambre. Ríe y come. Sé que si supiera, me mataría. Seguramente son los designios del dios y por eso sucederá. Mi amigo me alienta con su mirada.
El faraón palidece...no me gusta verlo...se lleva las manos al cuello...sus ojos se ponen en blanco. Los sirvientes corren, buscan a la cobra y traen el antídoto contra ese veneno, pero no funciona. Mi padre me ve con compasión, piensa que soy muy joven para ver eso, me duele el estómago y grito aferrándome a los cojines. El faraón llora y sangra por la boca. Sé que si cedo al miedo no podré ser faraón, entonces respiro profundo para controlarlo. Mientras muere le pido al oído que me guíe desde el país de los muertos, pues esos han sido los designios del dios.
Los médicos se lo llevan a embalsamar. No puedo dejar mi postura ecuánime de faraón, así que no demuestro que me impresiona cuando lo abren, extraen sus órganos y los depositan en un recipiente. Este procedimiento se utiliza únicamente para la realeza, por eso tengo que verlo. Me acerco y veo su cara gris llena de sangre. No lo han limpiado, les ordeno a gritos que lo hagan. Lleno de rabia salgo y busco un lugar solitario donde pueda llorar sin que me vean. No entiendo los designios del dios.
Lo meten en un sarcófago y lo inhuman en una pirámide de cuatro lados que está cruzando el río. Se hacen rituales, se queman recinas, hay flores y antorchas, sus pertenencias se meten en cajas y vasijas. Separan una de ellas, destinada a mí, que contiene pulseras, brazaletes y otras joyas. Ordeno que se las lleven, pero mi madre me dice que tengo que usarlas. Siento una gran culpa, pues lo admiraba mucho.
Llegamos en una barca a la tumba, hay un fuerte aroma a recina que me gusta. Entramos y depositamos sobre su sarcófago mi diadema de oro y un collar que mi madre lleva puesto. Me duele el pecho, quisiera pedirle perdón, pero no puedo porque mi madre me observa y soy muy orgulloso. Salgo de la tumba muy enojado porque sé que cargaré con la culpa toda mi vida.
Es el día de mi coronación, decido nunca más pensar en el faraón y por lo tanto cerrar ese capítulo para siempre; finalmente fue el designio del dios. Me bañan, me llenan de ungüentos, pintan mi frente con puntos rojos. Me traen un brazalete que era de él, me resisto a usarlo, pero recuerdo que ya no existe y que ya tuvo su propia gloria. Al cerrarlo siento el poder, inhalo y sé que ahora el pueblo me reconocerá como el rey y el dios.
Escucho el alboroto del pueblo que espera mi aparición y bostezo fingiendo que lo que sucede no es de gran importancia. Leo en la mirada de mi madre su temor a que abuse del poder, pues conoce mi desmedida ambición. Salgo con el cetro y un gancho de oro con empuñadura de piedras preciosas con los símbolos de los dioses. Levanto las manos, la gente se calla y se inclina, soy dueño del mundo, todos ellos son míos. Levanto la cara al sol y le digo al dios Ra que soy el elegido, que soy un dios y grito: "Soy el Faraón de Egipto".
Convoco a un Consejo, necesito dinero para construir otro palacio y, aunque estamos en tiempo de secas y dependemos de la crecida del río para que haya riqueza y cosechas, no me importa. Mando a mi consejero, mi antiguo maestro, a recaudar más impuestos; deberá argumentar que los dioses los piden para tener asegurado su tránsito al país de los muertos. El me mira con temor, mi voz ya se oye como trueno, he dado una orden.
Soy un estratega, soy un hombre que sabe cómo utilizar los miedos de la gente. No quiero que haya tristeza, pues aletarga y no es bueno para lo que me propongo. Por eso, organizaré fiestas para el pueblo, para que haya alegría y den con más gusto. El pueblo me ama, muchos dan sus tesoros y joyas familiares para construir templos, mando construir uno majestuoso al sur, es el Templo de los Cocodrilos.
Ordeno que separen a los hombres jóvenes y fuertes para que construyan los templos. Por esta razón, muchas mujeres quedan desprotegidas en sus casas y los soldados de los ejércitos entran a robarles y a ultrajarlas. Sé de esos abusos, pero creo que están para servir al hombre que necesita desahogarse de su furia. Sin embargo, de vez en cuando envío patrullas para que aprendan a los abusadores y así se corra la voz de que soy justo.
Me aconsejan que tenga descendencia, pero las mujeres de la nobleza son muy astutas y no quiero compartir mi poder. Después de entrevistarme con varias jóvenes, conozco a una princesa de un reino lejano conquistado, traída como ofrenda al faraón, que acepta tranquila su destino. Es hermosa y sonríe con honestidad. Decido que es ella la que me dará hijos. Le digo que debe vestirse como reina y le mando traer joyas y vestidos tejidos por artesanos, pero me dice que no necesita de esos atuendos para verse grandiosa, pues la grandeza está en el corazón. Yo no entiendo, veo mi pecho y el de ella y no veo nada.
Pasan los años, ya se han construido muchos templos, la gente empieza a sospechar que no soy honesto. Mucho tiempo logré engañarlos y manipularlos para quitarles lo que tenían. Surgen líderes que en la calle denuncian esta situación; los mando desollar vivos para que entiendan que jamás se habla mal del faraón. Comienzo a percibir el odio, todos temen por su vida o ser torturados. A mi vez, temo por mi vida, no quiero comer porque tengo miedo de que me envenenen. Tengo muchos hijos que todavía son pequeños, pero el mayor sabe que puede ser el faraón y recuerdo lo que yo pensaba a su edad. Como no quiero morir a manos de otro, decido morir por mi propia mano; pido veneno que sólo tomaré en caso de necesitarlo. Ya no quiero ver a nadie, sé que me van a matar, tengo miedo y me vuelvo más cruel que nunca. Desaparece mucha gente, los mando matar, enterrar vivos. Mi maestro me dice que ya no me queda mucho tiempo y que tengo que dejar el lugar a otro. Me muerde una cobra en un pie y con desesperación pienso en llamar a los médicos para que me den un antídoto, pero sé que ése es mi destino.
Llamo a mi hijo de diez años, llora, le digo que los faraones no lloran y que ya es su turno; casi no puedo respirar, aprieto su mano, él grita muy asustado y llama a los médicos. Me ven las pupilas muy dilatadas y dicen que ya no pueden hacer nada. Lo abrazo mientras me acuerdo con terror cómo desollaban a la gente. Quiero que él tenga mis conocimientos, pero también los de su madre. Yo fui un hombre malo, espero que él no haga lo mismo que yo. Me arrepiento de haber matado a tanta gente, aunque pienso que ese fue el designio del dios.
Sé que voy a reencarnar, ya me tocará pagar.
LA ATLANTIDA
Durante la práctica terapéutica de Ana, han aparecido en diversos pacientes supuestas vidas en la Atlántida, que guardan entre sí características comunes. Por lo interesante de este material, decidimos compartir con el lector algunas de esas experiencias, sin que con esto se intente demostrar la veracidad de la existencia de esa civilización.
Viajo por el espacio con otra alma. Nos dirigimos a un planeta que no parece ser éste pues tiene extensiones de tierra más grandes...Sí, es la Tierra pero el mapa es diferente.
Ahora me veo con mi madre, de niña, me llamo Sefenia. Estoy actuando en un teatro, durante un festival de danza. La otra alma ahora se llama Aldania y está bailando conmigo. En la escuela no se nos permite hablar, se nos enseña la comunicación telepática. Nuestros maestros nos envían mensajes, formando una C con la mano en el entrecejo y les contestamos de la misma manera. Se nos explica qué es la energía y pasamos mucho tiempo de nuestra vida aprendiendo. Estamos en Atlantis.
Cuando terminamos la escuela nos dan unos medallones que tienen un cristal enmedio. Son de diferentes colores y nos colocan otro cristal en el entrecejo. Ahora me veo en un lugar en donde nos van a enseñar a curar. Debemos estar bajo una luz que desciende del techo y con el cristal del entrecejo somos capaces de detectar la disfunción del paciente. Hay supervisores que anotan todo lo que se hace, mediante un alfabeto que consiste en líneas punteadas en diagonal y horizontal.
Soy bailarina, estoy en un festival de arte y mientras bailamos podemos quedarnos suspendidas en el aire por unos segundos, ya que dominamos la gravedad.
Hay un templo de cuarzo semicircular con columnas de cristal. No hay familias, pues sabemos que todos somos uno. Nos unimos a los otros por afinidad de vibración, lo cual se intuye desde el primer momento. Mi pareja se llama Edenías.
Hay un volcán activo que nos produce temor, pues las profesías hablan de exterminio, por lo que muchos planean emigrar a otros lugares. La Atlantis es el centro del planeta y por eso fluye tan bien la energía; por eso somos lo que somos.
Dos volcanes hacen erupción, sabemos que vamos a morir; aunque sabemos también que con la muerte nuestra energía sólo se transformará y que es un simple paso a otra vida. Creemos en la reencarnación. Caemos en un precipicio donde nos cubren grandes cantidades de agua y tierra. Vemos cómo nuestros espíritus se elevan hacia otro lugar.
En este momento un ser de luz que me dice que recuerde esto, pues hay muchos de nosotros viviendo aquí y ahora...que tendremos que desarrollar de nuevo todo ese potencial y enseñarlo a otros.
En otra de las regresiones, un paciente también dice encontrarse en la Atlántida. En ella aparecen ciertas similitudes con la anterior.
Soy un joven que pertenece a un linaje de jerarcas, por lo que puedo asistir a reuniones de la cúpula en el poder. Siento que tengo una posición muy cómoda, pues aunque estoy presente en todas las reuniones, no tomo decisiones y así no cargo con ninguna responsabilidad, únicamente gozo con conocer el tejemaneje del poder.
Es la última etapa de la Atlántida. El poder político corrompe a los sacerdotes, la ambición y la soberbia los lleva a crear una cofradía. Ya había habido cierta perversión en el poder antes, pero aislada; sin embargo, cuando se funden los dos poderes ésta lo invade todo.
La cúpula, que concentra el conocimiento y la tecnología más avanzados, tiene la misión espiritual de ayudar a evolucionar a razas inferiores. Los sacerdotes son seres muy evolucionados que manejan el poder y el conocimiento que les llega de planos superiores. Esto siempre se había desarrollado en completa armonía, hasta la fusión de los dos poderes.
Nos encontramos reunidos en un templo de cristal, en lo alto de una colina. Veo unos cuarzos inmensos, en forma de prismas, colocados en círculo. Los sacerdotes envían energía desde su entrecejo al centro, para después dirigirla a una rueda de cuarzo pulverizado formada por gajos de varios colores. Cada color corresponde a una de las razas. Deciden experimentar con el cambio de colores; por ejemplo, a la que le corresponde el rayo amarillo, le envían el azul y así sucesivamente. Alteran los códigos genéticos, el DNA. Mientras tanto, unos embajadores transmiten telépaticamente, desde los sitios afectados, los resultados a la cúpula.
Veo cómo cada vez se sobreexcitan más con los resultados. No les interesa esclavizar físicamente a las personas; sólo quieren apropiarse de su voluntad y manejarlos a su antojo. Siempre encuentran un reto mayor y mientras más crece su soberbia, más aumenta su necesidad de probar hasta dónde llega su poder, que ya parece ilimitado. Soy un cobarde, tengo una posición muy cómoda... siento que al no ser de los hacedores, no cargo con ninguna responsabilidad y a la vez puedo estar en el centro del poder. Sólo observo y absorbo.
Hay quienes profetizan el hundimiento de nuestra tierra, pero ellos tienen la certeza de que lo pueden evitar y lo piensan hasta el último momento. Es tal su soberbia que se creen dioses.
A continuación una tercera experiencia en la Atlántida.
Soy mujer, me llamo Sula; vivo en el campo y cuido animales. Vivo con mi madre y hermano; mi padre nos abandonó para irse a vivir a la ciudad. Mientras cocino con mi madre tengo una visión: Habrá una gran inundación y muchísima gente va a morir. Debo enseñarle a mi familia que el dolor físico que vamos a sentir no importa, que sólo tenemos que concentrarnos en la luz, pues hay una diferencia entre morir y trascender.
Decido ir a la ciudad para prevenir a mi padre de lo que sucederá. Voy a caballo con el cual me puedo comunicar telepáticamente. Llego a una ciudad muy rica, las puertas son tan altas que me lastimo el cuello al verlas. Cuando encuentro a mi padre, le advierto de la inundación y me dice que estoy loca. Sólo le pido que cuando suceda la tragedia, cierre los ojos y se concentre en la luz. Me contesta que cómo se me ocurre que esos muros se puedan derrumbar y que es imposible que la tierra se hunda. Le aseguro que es verdad, que yo puedo ver cosas que otros no ven. El se ríe y me despide con un beso en la frente... yo ya cumplí con advertirle.
De pronto, un día la tierra empieza a crujir, el agua poco a poco cubre todo, la tierra se hunde, se oyen muchos gritos y lamentos. Dios quiso guardarnos en el agua para que no hiciéramos más daño. Nosotros estamos concentrados en la luz, y por eso no sufrimos. A distancia, percibo cómo mi padre me agradece lo que le dije y en sus últimos momentos busca la luz.
Por último, ofrecemos una visión seguida por un mensaje del Ser Superior, de una paciente que vio lo que sigue:
Veo una explosión en el universo...estalla un planeta desde adentro...esto sucede por hacer mal uso del conocimiento. Ahora veo unas ruinas bajo el mar. Me dice mi Ser Superior que me muestra esas escenas para que entienda que un buen número de los seres de esas civilizaciones alcanzaron un altísimo nivel de conocimiento, pero que no lo aplicaron con amor. Que no lo compartieron con el resto de sus hermanos y que por eso fue un trabajo estéril.
Y a continuación dice:
Es necesario que quienes trabajan al servicio de la Luz, entiendan esto para que no cometan el mismo error, tienen que evitar los errores del pasado. No deben vanagloriarse de su conocimiento pues viene de EL, EL se los dio. Tienen que compartirlo con los demás seres del planeta para que llegue a los corazones de todos los hombres y no sólo al propio. Hay que difundir el camino de la luz y retroalimentarse con los demás seres, incluyendo a los animales, para que así la vibración del planeta se eleve equitativamente.
Por lo anterior, podríamos suponer que si existió la civilización que habitó la Atlántida, ésta llegó a un alto grado de conocimiento y tecnología, pero al dejarse llevar por la soberbia del poder, el efecto kármico que esto provocó fue su desaparición.
ANGELES REBELDES
Como es arriba es abajo, dice la ley, y lo que parece haber sucedido en la Atlántida es réplica de lo que nos dicen que aconteció en niveles superiores con los ángeles rebeldes. Según lo que se ha recibido por medio de sucesivos dictados, que ofrecemos a continuación, los seres angélicos, al verse con gran poder, se dejaron llevar por la soberbia y decidieron no acatar el orden divino de unión con el cosmos.
La creación emana directamente del Padre y da existencia a entidades nacidas de su propia esencia. Conforme dicha esencia disminuye su frecuencia vibratoria, surgen las diferentes jerarquías. Entre más sutil es su vibración, más cerca se está del Paraíso Central. Pero al alejarse de éste, disminuye la frecuencia vibratoria de la energía universal, materia prima de cuanto existe. De ese modo, se les asignan a los altos seres, tareas cada vez más complejas de creación, gobierno y mantenimiento de los universos y de los seres vivos que los habitan.
Los ángeles que se rebelaron eran creadores y gobernadores de mundos, entre los cuales se encuentra la Tierra. Al concederles el gobierno de esta parte del universo, sintieron que su poder era inmenso y llenos de soberbia, decidieron actuar de manera autónoma. Proclamaron que su ser maravilloso había existido siempre y que no le debían a nadie su existencia. Declararon la guerra a las legiones de la Luz que intentaban hacerlos entrar en razón para que obedecieran el orden del Universo. En ese enfrentamiento algunos se sumaron al bando de los rebeldes. Es necesario entender que todo esto ha sido permitido por el Creador, quien respeta el libre albedrío de todas sus criaturas.
Cambiaron la estructura genética de los seres que aceptaron entrar en el camino de la evolución, para dificultar su apertura de conciencia y sumirlos en la ignorancia, con el fin de impedir que salieran de la oscuridad y así tenerlos de súbditos para siempre. A pesar de su nefasta influencia, no han podido sojuzgar por completo al género humano, ya que la luz de nuestro Creador es más poderosa que la soberbia de ellos, pero sí han logrado retardar nuestra evolución. Se daban cuenta de que ésta lleva al ser evolutivo a las altas dimensiones que los sobrepasan, lo cual no estaban dispuestos a aceptar. Esto ha sido muy difícil para los que escogieron la Tierra como escuela, pero quienes vienen a ella, saben de antemano que el reto es mucho mayor, pero la satisfacción también.
No obstante, nada dura eternamente y su reinado toca a su fin. Si no reflexionan y siguen empecinados en su actitud contraria al amor y a la unidad, su individualidad será cancelada y su vehículo desintegrado, lo cual es lo más doloroso que se pueda siquiera imaginar. El poder de Dios es infinito y su voluntad, de una inmensa misericordia; pero el que se desprende voluntariamente de su luz, no puede seguir existiendo pues es ésta la que le da la vida. Aunque ya han presenciado ese destino en almas de seres humanos y, a pesar de que ya han sido advertidos, no creen que esto les pueda suceder por el poder que tienen. Si no recapacitan y se alinean eso tendrá que sucederles, ya que así es la ley universal. No se sabe si esto se llevará a cabo, pues depende de su propia voluntad; pero lo que sí es seguro es que ya no se les permitirá la entrada a este planeta. Eso es lo que ayudará al gran salto a la cuarta dimensión.
El momento actual es de suma importancia, ya que estamos en el cambio de vibración del planeta y, al haber comprendido las almas humanas con su propio esfuerzo y a pesar de la manipulación de estos seres, que el único camino es el del amor, trascenderá esta humanidad la tercera dimensión.
LA HUMILDAD EN CONTRAPOSICION CON LA SOBERBIA
La humildad, en contrposición con la soberbia, es saberse parte del Todo, es entender que somos todos diferentes manifestaciones de lo mismo, es decir, de la esencia divina que se manifiesta de mil maneras. Por lo tanto, cada uno tiene una función y un papel diferente en el plan infinitamente sabio del Creador. En este entendimiento, ya no es necesario sobresalir ni buscar el reconocimiento o el control, es únicamente SER en unión con el Universo, con todo lo que existe.
Cuando se toma conciencia de que todo lo que nos sucede está bien, de que cada acontecimiento de nuestra vida tiene una razón de ser y que todo es un aprendizaje para crecer espiritualmente, logramos la aceptación total de nuestras circunstancias, que nos lleva a la perfecta humildad.
CAPÍTULO X
VIVENCIAS EN EL BARDO - VIDAS DE LUZ Y DE DESCANSO
LECCIONES DEL SER SUPERIOR
La vida entre la muerte y el nuevo
nacimiento es tan rica y variada,
como la vida entre el nacimiento y
la muerte.
Rudolf Steiner
VIVENCIAS EN EL BARDO
Bardo es una palabra tibetana que designa el intervalo entre la conclusión de una situación y el comienzo de la siguiente. La acepción más conocida de este termino en Occidente, se refiere al mundo espiritual donde las almas viven las vidas intermedias entre cada encarnación. Es el período de descanso entre ellas.
A continuación transcribimos la cátedra enviada por un alma de muy alta evolución:
No pueden siquiera imaginar la belleza de este plano donde nos encontramos. Se necesitan conceptos terrenales para describirlo; pero faltan palabras que se ajusten a esta realidad. Sólo les puedo decir que aquí nuestro sentimiento de amor se sublima y se agudiza nuestra comprensión de las leyes cósmicas.
Al desencarnar, se comienza por el desprendimiento de los cuerpos mortales. Enseguida, cuando no se sigue obsesionado con lo que se dejó, sino que el alma se dirige a la luz que ilumina el mundo espiritual, se ve con mucha claridad la vida que acabamos de experimentar. Aparecen los remordimientos y el juicio a nosotros mismos; siempre asistidos por altísimos seres que con inmenso amor nos ayudan a revisar y a hacer el balance de esa vida.
Después se nos deja en un estado de sueño reparador, para equilibrar nuestras desarmonías. Mientras estamos en esta dimensión, en un principio se nos otorga la posibilidad de crear el entorno que fue nuestro ideal en la Tierra, con el objeto de descansar de las vicisitudes de la vida que acaba de terminar.
Como el deseo de avanzar sigue latente, el alma se estaciona más o menos tiempo en ese mundo ilusorio y después despierta a la realidad del mundo espiritual. Entonces empieza el verdadero trabajo en este plano, que es maravilloso. Hay quienes se dedican a conocer y a estudiar más a fondo las verdades cósmicas, hasta donde su estado de conciencia se los permite. Estos conocimientos, generalmente, se conservan y sirven en la siguiente encarnación. Otros trabajan en recibir y ayudar a los recién llegados a este plano a integrarse a su nueva vida. Otros más se dedican a guiar a los encarnados desde aquí, mediante comunicación telepática.
Se decide también cómo será nuestra participación en el plan de ayuda a los que se encuentran todavía en la densidad del mundo físico. Se presentan los planes de trabajo, donde se establecen las circunstancias necesarias para que se logren las condiciones óptimas en el despertar de la conciencia. Nuestra labor consiste en organizar, lo mejor posible, el funcionamiento del plano material para corregir las desviaciones de las actitudes humanas, proporcionando estímulos y circunstancias que lleven a los seres humanos a su despertar.
Es un trabajo minucioso y no siempre sencillo, ya que no se logra facilmente que los individuos respondan en el sentido que se espera y cuando no sucede así, se necesita organizar otro acontecimiento que los haga reaccionar. Por eso, a veces, lo que pasa nos parece una coincidencia y lo tomamos como simple golpe de suerte o crueldad del destino. Hay que entender que no es ni una cosa ni otra, sólo efectos de nuestras propias causas.
Al ser creadora nuestra mente, se crean las circunstancias de nuestra vida, ya sea desde le cuerpo causal, es decir, desde nuestro Ser Superior, que pugna por manifestarse, o desde nuestro cuerpo mental inferior, que se conecta con el emocional y sigue las emociones provocadas por éste. Cuando es este el caso y nuestros deseos van en el sentido opuestos al despertar de la conciencia, se provoca el efecto desarmónico que se plasmará en nuestra vida como dolor. En ambos casos, se trata del poder de nuestra mente, pero a diferentes niveles. El pensamiento perteneciente a los cuerpos inferiores se genera en ellos; es decir, el cuerpo físico con sus exigencias materiales y el cuerpo emocional con sus emociones egocéntricas, producen la energía que provoca los pensamientos egoístas que conforman el ego. Es un círculo que se alimenta de los deseos, necesidades y emociones de los cuerpos inferiores. Sólo se romperá cuando se llegue a la comprensión de unidad y se deje fluir hacia el cuerpo mental la energía proveniente de los cuerpos superiores.
Lo que nosotros hacemos, es seguir la corriente energética del pensamiento de los humanos, disponiendo las circunstancias necesarias para que se cumplan sus deseo creativos, sean en el sentido que sea. Después ayudamos a que se cumplan los efectos de esos deseos, que ayudarán al despertar de la conciencia, es decir, a la manifestación de la energía proveniente del cuerpo causal.
La ayuda de nuestro plano al suyo es continua. Si somos todos UNO, es comprensible que exista una conección desde los niveles más altos hasta los más bajos. Conforme se va abriendo la conciencia, se va actuando en mayor armonía con la voluntad del Altísimo, pero mientras la conciencia está dormida se actúa muy frecuentemente en desarmonía. Los hermanos mayores estamos al pendiente de los que aun se encuentran dormidos para ayudarlos a despertar, organizando circunstancias que les ayuden a abrir su conciencia. Si no se puede ir contra el libre albedrío de nadie, al estar su poder de crear siempre presente, lo que hacemos desde los planos superiores es tratar de contrarrestar las creaciones desarmónicas con estímulos que les hagan comprender su error.
El poder de la mente es inmenso y emite energía creativa que entra en contacto con nuestra mente en este plano espiritual y provoca que trabajemos en la realización de lo que esa mente esté creando. Esto pone en claro cómo estamos todos interconectados, puesto que somos todos manifestaciones de una sola y misma esencia. Si logramos entender y después aceptar que todo lo que nos acontece se nos da con el fin de recordar quien realmente somos, crecer y despertar, cada día se equilibrará más nuestra vida y será más armónica.
En este mundo no existe ni el dolor ni el sufrimiento. Las almas se reúnen por afinidad vibratoria y trabajan en grupos, ayudándose unas a otras. Se preguntan qué pasa con esas almas que han estado llenas de lo que se llama maldad y egoísmo, ¿cómo de pronto se convierten en seres pacíficos y fraternales? Al estar sin la densidad del cuerpo y envueltos en esta luz maravillosa, su conciencia se abre a ella y no les es posible actuar desarmónicamente. Esto sucede cuando ya se salió del Bajo Astral y se está en cualquier nivel del Astral Medio o Alto.
Como todavía no se dominan las diferentes virtudes y se tiene que experimentar las diferentes vivencias del mundo tridimensional, además de sentir su atracción mientras se sigue vibrando en esa frecuencia, se regresa para acabar de experimentar todo lo que ese mundo ofrece, antes de continuar su evolución en el siguiente plano de conciencia.
Hay almas que del Bajo Astral vuelven a encarnar, en virtud de que la atracción por el mundo de la materia les es irresistible. Estas almas son las que nacen en medios muy alejados de la luz, pero por medio de experiencias, muchas veces difíciles y dolorosas, empiezan a desapegarse de esa baja vibración y comienzan a abrir su conciencia. Les repetimos, que los momentos actuales son de purificación y que a todos esos seres que no conocen la luz, se les está dando la oportunidad de expresarse en la materia para que puedan aprovechar la elevación de la frecuencia vibratoria del planeta y logren así, ascender al siguiente plano de conciencia.
Estamos viviendo el cambio de era que llevará a la humanidad del planeta Tierra a abrirse a la conciencia de la cuarta dimensión, donde ya no habrá maldad ni egoísmo y la vida allí será completamente nueva.
Recordemos que el Astral es el mundo espiritual que corresponde a la tercera dimensión, y según la frecuencia vibratoria que los rige, se divide en tres planos principales: el Bajo Astral, el Astral Medio y el Alto Astral, cada uno subdividido en varios niveles.
Al llegar al Astral, el ser puede sentirse desorientado porque no sabe lo que le acontece. Pero si antes, durante o después de la muerte se entrega a Dios, lo cual es muy común, la luz se hará de inmediato.
Al morir, el alma va al nivel del mundo espiritual que corresponde a su frecuencia vibratoria o estado de conciencia. Allí puede avanzar o elevarse de nivel, pero no evolucionará de la misma manera que cuando baja al mundo físico. Ante todo, es necesario erradicar los rasgos negativos adquiridos durante el tránsito por la oscuridad y eliminar el karma que se ha provocado, lo cual es mucho más difícil en el mundo espiritual. Sin embargo, en las últimas etapas del paso por la tercera dimensión, es posible ascender a la cuarta, trabajando en el Astral. Es importante aclarar, que para eliminar las emociones negativas grabadas en el cuerpo emocional, se requiere reencarnar en la materia física. Cuando ya se han eliminado casi todas éstas, se puede purificar el alma con servicio en el mundo espiritual.
Cuando el alma está lista, planea su siguiente encarnación según sus requerimientos kármicos, con la ayuda de altos seres. Cuando se está en el Bardo se comprende a la perfección que las desarmonías provocan los efectos que les corresponden. Mientras se está allí, se sabe con mucha claridad cuáles son los estímulos necesarios para corregir un cierto patrón o compensar un error de vida; y entonces se escogen y, por lo tanto, se aceptan las circunstancias que permitirán el equilibrio.
Esto no quiere decir que se necesite tener culpa después de la "muerte" para corregir los desvíos. Se tienen remordimientos, es decir, tristeza por haber desaprovechado las oportunidades para avanzar y son éstos los que ayudan a no repetir las acciones equivocadas. Sin embargo, no siempre se aprende en una sola vez, hay ocasiones en que se mantiene un mismo patrón durante varias experiencias y entonces el alma habrá de requerir un estímulo verdaderamente fuerte para salir de esa rueda.
Somos seres de luz teniendo una experiencia humana, la cual es dura y difícil. Necesitamos darnos cuenta de que dentro de nosotros mora el Creador y cuando lo descubramos obtendremos la paz y la armonía, tan buscadas donde no están.
Nuestro libre albedrío está mucho más presente en el Bardo que en el mundo físico. Antes de encarnar decidimos, junto con las almas con las que tenemos pendientes kármicos, las circunstancias y los roles que cada quien jugará, así como el medio socioeconómico, el país, los obstáculos a superar y las alegrías que se han de experimentar, con el objeto de evolucionar por medio de todo ello. El aprovechar o no todas estas oportunidades, dependerá de nuestra libre decisión de actuar en el plano físico.
Son muchas las maneras de ver lo que pasa en las distintas encarnaciones de un ser evolutivo. Es cierto que todo es al mismo tiempo y, sin embargo, hay una secuencia en los acontecimientos, como en la exhalación e inhalación del Creador, todo sale de El y vuelve a El, en nuestro proceso evolutivo en el que bajamos al mundo tridimensional, para salir de él después de múltiples experiencias. De ahí que, hay antes y después, pero vemos todo eso acontecer como si estuviésemos en lo alto de una montaña, desde donde se puede apreciar todo el panoroma. Es imposible comprender esto, ya lo hemos dicho, mientras se está en la tercera dimensión y por ello no traten de comprenderlo, pero es cierto que el alma descansa entre una y otra experiencia.
Después del sueño reparador, nos dicen que hay un plano en donde, según su estado de conciencia, se estaciona el alma más o menos tiempo, según su deseo. Allí crea lo que deseó y no tuvo en la Tierra, para después ascender a planos más elevados. Es cierto que los rasgos negativos de la precedente experiencia se diluyen al vivir en un estado de amor y gozo, pero no desaparecen totalmente, por lo que, para erradicarlos será necesaria una nueva vivencia en la materia física. En el plano espiritual se puede trabajar también, pero el mundo terrenal, con sus condiciones adversas a la práctica del amor, es más efectivo.
Si el alma no se abre con humildad a lo desconocido, se queda atada a su errónea manera de pensar, aun al llegar al Bardo. Si se envuelve en amor y en anhelo de llegar a Dios, su conciencia se irá aclarando y entonces comprenderá todo de inmediato y, al revisar su vida, entenderá que es sólo una de tantas experiencias por las que ha pasado. Pero si llega con cerrazón mental y rechaza todo lo que no coincide con lo que esperaba, tendrá que disolver su orgullo para ver con claridad las verdades que se van ofreciendo a su percepción. En ese mundo, entre más amor y humildad se practique, más se adelanta; pero si la soberbia la invade, no podrá el alma acceder a conocimientos más profundos.
A continuación se transcribe el mensaje de un alma que le cuesta continuar su ascensión, debido al orgullo:
Me permiten hablarte desde mi difícil situación, pues debo seguir adelante y no quiero moverme de este remanso de paz y amor. Aquí se está en una felicidad maravillosa y se puede crear al antojo lo que se deseó y no se tuvo en la Tierra; sin embargo, sé que esto no es el verdadero cielo. Hay una fuerza que me impele a continuar la ascensión pero, aunque quisiera, no tengo la energía para hacerlo. Hay que aprender muchas cosas, dejar atrás las antiguas creencias y eso me cuesta. Me doy cuenta de que todavía me envuelve la soberbia; aunque en este mundo todas esas actitudes erróneas se diluyen, allí están y quizás por eso hay que regresar al mundo físico para erradicarlas. Me cuesta aceptar esto, fui tan opuesto a esas creencias que me duele haberme equivocado.
Este lugar se parece a un jardín con flores maravillosas, hay un mar de un azul nunca visto y todos los que nos encontramos aquí vivimos en armonía. El recuerdo de lo que vivimos en la Tierra persiste, pero no en forma negativa, sino como una experiencia que nos sirvió para encontrar a Dios, aun mediante los errores. Ves a cada uno creando la situación que le hubiera gustado vivir, es muy interesante ver cómo los deseos de cada quien se cristalizan. Sin embargo, una vez obtenido lo que deseabas, carece de interés y entonces deseas algo más. Ese algo es, como todos sabemos aquí, Dios, pero para ello hay que seguir ascendiendo hasta adonde se abre la conciencia y se aprenden las verdades cósmicas más profundamente.
Me cuesta aceptar que me equivoqué, que las cosas no son como las imaginé, pero nunca me atreví a cuestionar lo que me enseñaron. Hay seres que bajan de los planos más elevados para ayudarnos a dar el paso, pero me cuesta trabajo, sigo con mi terquedad que no es otra cosa que orgullo. Pero quizás en poco tiempo, con humildad, cambie mi manera de pensar y me eleve de este lugar hacia otros planos de conocimientos más profundos.
Hay muchos testimonios de personas que han tenido la experiencia de haber sido declaradas clínicamente muertas y vuelto a la vida. Esto es lo que se entiende por experiencias cercanas a la muerte. Al volver, todas coinciden en haber sido atraídas por una luz al fondo de un túnel, de la cual emana un amor y paz indescriptibles. Esto mismo les sucede a algunas personas durante la regresión, quienes después de ver la muerte de una vida pasada, describen ser llevados por un túnel con la misma sensación de estar envueltos por esa maravillosa luz de donde nace un infinito amor. Aparentemente, el túnel es una puerta dimensional entre el plano físico y el espiritual.
He aquí uno de estos casos:
Me veo subir por un túnel, estoy flotando, hay gente a mi alrededor que sube también. Siento que asciendo en espiral, al fondo hay una luz intensísima...siento mucho amor. Llego a un lugar como un jardín, hay seres que parecen flamitas. Veo también unos niños que tocan la flauta...todos me saludan. Me llevan a una sala donde hay ancianos sentados, parece que es un consejo, en donde junto con ellos revisaré mi vida anterior. Uno me llama, me la enseña como en una película y evaluamos los aciertos y los errores, todo ello visto con absoluta objetividad.
Veamos el caso de un alma que después de una vida en la oscuridad, llega al Bardo desde donde se prepara para regresar al mundo físico.
Estoy como en una estación en donde hay otros seres...me veo voltear hacia la Tierra para decidir adonde ir. Estoy en paz pues sé que eso no es el final. Alcanzo a ver un plano con diferentes escenas: una, de la época de Cristo; otra, de unas guerras; es como un reportaje histórico.
Ahora me veo, con toda claridad, de niño en esta vida con mi padre; después casado, con mi mujer y mis hijos. Estoy recorriendo esta vida y trato de ir al futuro, pero no puedo. Me dice mi Ser Superior que la idea no era irme a la vida actual, sino entender que puedo elegir en donde reencarnar para resarcir lo que hice.
ACUERDOS ENTRE LAS ALMAS
Los planes para encontrarse en una próxima vida, se efectúan entre varias almas mientras se está en el Bardo. Estas deciden experimentar juntas para equilibrar los errores de otras vidas en el plano físico. Sus guías intervienen dando consejos acerca de las óptimas circunstancias para liberar los lazos kármicos. Como anteriormente se dijo, por lazo kármico se entiende el vínculo que establece un alma al romper el equilibrio, debido a acciones negativas contra una o varias almas y la necesaria compensación para restaurarlo.
Son varios los planes que se ofrecen: ya sea vivir lo opuesto a la experiencia de la vida anterior y así experimentar en carne propia el daño que se hizo al otro, para lograr una visión completa de la situación o regresar para dar amor incondicional, que todo lo cura y equilibra.
OLIVIA
Olivia espera encontrar en la T.V.P. una solución a la crisis que vive en su relación de pareja y con su hijo adoptivo. La culpa, la frustración y el dolor la obligan a buscar ayuda.
Después de ver una de sus vidas en la que le queda claro el karma que la une a su hijo, Ana le pide ir al Bardo, al momento de llevar a cabo el acuerdo entre ella y su familia para esta encarnación.
Me veo en un lugar blanco con columnas en donde Oscar, Jorge y yo hacemos planes. Aunque estamos relajados, sabemos que hacemos algo muy serio. Un guía nos ayuda, nos observa negando o asintiendo con la cabeza; pero somos nosotros los que finalmente definimos el plan de la vida que vamos a experimentar.
Jorge ya tiene que regresar. El ha estado frecuentemente en posiciones económicas favorables pues no le provoca culpa la abundancia. Me dice que, como para él ese tema ya está resuelto, ofrece retribuirme para que disfrute y pueda unir la vida interior con la exterior, a partir de mi desarrollo espiritual. No percibo cuándo acordamos ser pareja, dejamos libres los sentimientos, no se estipuló algo en concreto...se dejó abierto.
El me va a ayudar a aprender a manejar la abundancia. Desde este plano se percibe toda la gama del amor como un abanico; el amor en sus diferentes modalidades que yo iría a descubrir, a reconocer. Como Jorge siempre ha estado ocupado en generar abundancia, no se había dado tiempo para conocerse y amarse a sí mismo, por lo que acordamos trabajar juntos en el descubrimiento del amor.
Decidimos que Oscar vendría como hijo adoptivo, para que de esa manera yo manifestara el amor incondicional hacia él, como compensación por un abandono anterior.
Tanto el que adopta como el adoptado tienen un karma en común. Por un lado, generalmente se trata de experimentar la imposibilidad de tener descendencia propia y al mismo tiempo efectuar un acto de generosidad.
Por el otro, se debe al deseo del alma del adoptado de vivir un abandono para compensar algún acto similar efectuado anteriormente.
Olivia piensa que el haber tomado conciencia de este acuerdo, la abrió a un proceso de aceptación de su realidad familiar y de revaloración personal. A partir de entonces puede decir lo que siente y poner límites cuando se necesitan.
VIDAS DE DESCANSO Y DE LUZ
Necesita el alma tener vidas de descanso, en las que se vive en armonía para proseguir con su evolución, ya que las vidas de mucha oscuridad o de gran sufrimiento quedan grabadas en el cuerpo emocional y es necesario equilibrarlo. Estas vidas pueden ser de mucha luz o de gran bienestar y también se avanza en ellas, si es esa la decisión del alma.
Al necesitar el alma un descanso, se adormecen sus huellas emocionales y vive una especie de sueño en la Tierra. Aunque sus huellas están en el cuerpo emocional, antes de encarnar y con la ayuda de altos seres, éstas quedan como anestesiadas para poder vivir una vida en armonía. Esto no quiere decir que aquellas disfunciones estén disueltas en su totalidad, sino que volverán a aparecer cuando el alma decida regresar para erradicarlas.
Las vidas de luz que se ven en las regresiones son debidas a que el alma decide compensar la oscuridad de alguna de sus experiencias con vidas de misticismo o de servicio, aunque todavía no ha llegado a la iluminación. Son vidas compensatorias, pues ya sabemos que el proceso de evolución se desarrolla logrando el contrapeso de las diferentes experiencias, yendo de un extremo al otro hasta que se equilibra la balanza.
Se tiene que tomar en cuenta que el tiempo no es lineal y, por lo tanto, las vidas no siguen una cronología lógica para la percepción de la conciencia tridimensional.
UNA VIDA DE DESCANSO
Después de ver dos vidas opuestas de víctima y victimario, Sofía vió lo que sigue:
Estoy en un coche muy antiguo con mi papá. Soy una niña de seis años, vestida de azul, y llegamos a nuestra casa en el campo...es muy lujosa. Soy hija única, me siento muy feliz y muy querida. Estamos en Alemania, a principios del siglo XX.
Ahora me veo más grande, trabajando con libros. Soy científica, investigo la naturaleza y trabajo en un laboratorio, me especializo en herbolaria medicinal. Me caso muy enamorada y nos vamos a Medio Oriente para hacer labor social como médicos. Con gran amor, curo con plantas a mis pacientes. Mi esposo y yo siempre estamos juntos, tenemos los mismos intereses y nos apoyamos mutuamente. Nuestro primer hijo nace en ese lugar, después regresamos a Alemania, en donde nace nuestra hija. En esta nueva etapa publico todos los conocimientos adquiridos sobre herbolaria. Vivo en perfecta armonía y felicidad con mi familia.
Mi esposo está muy grave, nos despedimos diciéndonos lo mucho que nos amamos y le digo que se vaya en paz. Tiempo después me veo muy vieja en una mecedora, donde muero repentinamente con una gran tranquilidad y paz. Me desprendo con mucha suavidad y siento como me absorbe una luz.
VIDAS DE LUZ
Una paciente vió lo que sigue:
Soy un hombre vestido con túnica, estoy sentado en una piedra. Soy ciego, pero siento mucho amor. La gente se acerca para pedirme consejos y yo les digo palabras de amor y esperanza, y así entienden cómo deben cambiar su vida. Lo hago con mucha dulzura, sin juzgar y la gente acude a mí muy frecuentemente.
Nací ciego, mis padres me enseñaron con mucha paciencia lo que es el amor y a valerme por mí mismo. También a darle gracias a Dios por todo. Nunca me fue necesaria la vista pues veo con los ojos del alma. Soy joven y llevo un palo largo para guiarme, voy rodeado de niños y nos dirigimos hacia un templo a dar la palabra. Empiezo a hablar del amor y la misericordia de Dios; y de la gratitud que debemos tener siempre hacia El. Soy feliz y vivo en paz, no siento carencia alguna, vivo con mis padres y él es carpintero.
Me veo anciano, la gente continúa escuchándome. Muero en completa paz y armonía, pensando en el Padre.
El siguiente caso ilustra otra vida de luz, en donde son evidentes el amor y la compasión hacia el victimario.
Soy un niño tibetano y mi madre me entrega a un monasterio. Esto es para nosotros un gran privilegio y honor. Estudio las escrituras con maestros ancianos.
Ahora veo a unos monjes en posición de loto, meditan y hacen oración...hay un caos...nos están atacando...es la invasión china al Tibet...no nos defendemos, creemos en la no violencia y pedimos a Dios que los perdone, pues no saben lo que hacen. Yo estoy de pie, llorando, mientras un maestro me dice que tenga paciencia, que la misión es difícil, que el camino de Dios requiere entrega y sufrimiento. Yo no entiendo por qué permitimos que acaben con nuestra gente, pero él me dice que no puedo negar la realidad, que la acepte, que así es.
Cuando me matan, yo ya me había salido de mi cuerpo y desde arriba veo a un chino con un gorro de piel y orejeras, con cara de diversión, que me tira un balazo en la espalda...(llanto)...siento amor y compasión, es un perdón instantáneo...me veo envolviéndolo con ese amor y después paso por una puerta dimensional hacia la luz dorada...hacia la conciencia infinita.
LECCIONES DEL SER SUPERIOR
Las lecciones del Ser Superior son traducidas por los guías y Maestros, que hacen de intermediarios entre la alta vibración crística, o sea nuestra parte divina, y la conciencia tridimensional, que todavía no está suficientemente elevada para comprenderlas. Son, por así decirlo, los intérpretes de nuestra propia sabiduría.
Cuando durante la regresión se convoca al Ser Superior del paciente, se abre una compuerta que ayuda a que las altas vibraciones de éste, lleguen al subconsciente del individuo. Como se dijo anteriormente, dicho proceso es siempre asistido por los guías que traducen la sabiduría inherente al ser, pero todavía inalcanzable en su totalidad por el velo y la densidad del mundo físico.
Hemos hecho una selección de algunas lecciones recibidas por pacientes durante la T.V.P.
La siguiente fue dada a una persona que liberó la culpa por una vida de soberbia y abuso de poder divino.
En todas las dimensiones hay un trabajo que hacer; conforme se va ascendiendo en la escala evolutiva se va teniendo más poder pero se estará expuesto a la soberbia hasta la fusión con el Creador.
A continuación una lección sobre la compasión, recibida después de ver una vida de luz.
La compasión en ningún momento tiene un tinte de lástima. La verdadera compasión se da desde la comprensión profunda de verte en tu hermano, sea lo que sea, con una gran humildad y sencillez.
La compasión habla del amor sublime entre iguales, porque todos somos iguales y lo mismo.
La siguiente lección fue recibida por un individuo que tenía la creencia, como patrón durante varias encarnaciones, de nunca lograr cumplir con su misión.
El esfuerzo que el alma invierte para cumplir su misión debe ser suficiente para lograr la satisfacción de haber cumplido.
Los obstáculos son parte del aprendizaje y harán al ser más grande y más justo. Lo importante es siempre luchar por lograr el objetivo, sin importar las veces que uno caiga; siempre hay que levantarse y seguir adelante, escuchando los dictados del corazón, con la vista fija en la Luz y en el amor universal.
Y por último, esta profunda lección sobre nuestra esencia divina.
Dios está dentro de cada uno, dejen de buscarlo afuera, como algo físico, pues es mucho más que eso. Es infinito, hasta la partícula más pequeña que existe es El. Los hombres todavía se resisten a aceptar que Dios es la armonía de todo lo que es, y será hasta que lo entiendan, cuando podrán fundirse en lo infinito del Dios absoluto.
EPILOGO
Al profundizar en la investigación de la T.V.P., nos encontramos con piezas de rompecabezas que caen en su sitio y nos explican el porqué de las circustancias de nuestra vida actual. Advertimos cómo las almas, antes de encarnar, aceptan y organizan las condiciones de su próxima vida. Estas condiciones serán las necesarias para lograr el despertar de la conciencia y el equilibrio de las actuaciones desarmónicas, llevadas a cabo a lo largo de las variadas experiencias en el mundo físico.
Caemos en la cuenta de que esta vida no es más que una breve etapa en el acontecer del recorrido evolutivo; podríamos compararla con una obra de teatro en la que de antemano se eligen el drama y los personajes que van a actuar. El objetivo es experimentar nuestra creatividad y sobre todo, reencontrar nuestro verdadero Ser mediante los estímulos, a menudo dolorosos, que escogemos con este propósito.
Nos internamos en el mundo dual con el objeto de crear una realidad ilusoria que nos llevará a descubrir, una vez recorrido y agotado el camino, la verdadera naturaleza de Dios. Quienes hemos escogido el camino de la evolución, somos copartícipes de la creatividad divina. Recorremos el camino de lo que no tiene existencia real, al sumergirnos en el olvido de nuestra verdadera esencia, para descubrirla luego de manera magnífica. Somos seres divinos que hemos decidido olvidar todo, para tener la gloria de descubrirlo y así comprenderlo en toda su magnitud.
Al revivir las vidas pasadas, vemos desarrollarse ante nuestra "visión", sucesos en los que no siempre hemos actuado amorosamente, sino muchas veces de una manera totalmente negativa, por ignorancia. Esto nos ayuda a aceptar e integrar esa parte oscura en la conciencia, mediante el perdón a nosotros mismos y a comprender mejor la conducta negativa de quienes nos rodean, perdonándolos también.
Al manifestarse la divinidad, de múltiples formas, está creando el entorno necesario para la pieza de teatro que es la vida en la tercera dimensión. ¿Cómo podríamos aprender la tolerancia si no hubiera personas que piensan completamente diferente a nosotros? ¿Cómo podríamos aprender el amor si no hubiera personas que nos parecen detestables? Cada ser viviente cumple una función, aun los que llamamos malvados; ellos están experimentando lo que no-son. Su desolación los hace actuar de manera muy cruel, pues creen apaciguar su dolor, provocando un dolor mayor al que ellos sufren.
Uno de los grandes beneficios de la T.V.P. es la desaparición, en gran medida, del miedo a la muerte, al tomar conciencia de que ésta no existe, ya que somos eternos. El temor a la pérdida de seres queridos, disminuye al saber que las almas no nos perdemos unas a otras, siempre hemos estado y estaremos juntas.
Cuando entendamos quien realmente somos y el objetivo de nuestra existencia, comprenderemos que todo lo que vivimos está bien y nos reconciliaremos entonces con nuestra experiencia humana.
Si esta obra logra dar al lector, una pequeña luz en su búsqueda para descubrir quien realmente es, de dónde viene y adonde va, habrá cumplido con su objetivo.
SOBRE LA AUTORA
Ha escrito varios libros basados en las enseñanzas que recibe de maestros de otros planos dimensionales gracias a su mediumnidad. Mediante sus facultades, proporciona ayuda a los que al morir no aciertan a ir al plano que les corresponde, dando consuelo al mismo tiempo a sus allegados. También imparte cursos y conferencias sobre estos temas.
FIN DEL LIBRO
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