MASCOTAS DEL MAS ALLA. Regalos del otro lado. PRIMERA PARTE

 

En esta entrega vamos a tratar de los animales y la otra vida. Y lo haremos de la mano de un libro de Kristy Robinett, medium norteamericana que ha escrito una decena de libros sobre la posvida. Uno de ellos, para mi bastante sugerente, trata de las mascotas en relación con la otra vida. El título en español sería algo así como, "Colas desde la Posvida", historias de señales, mensajes e inspiración de tus animales de compañía. De ese libro traduzco el capítulo 10 titulado, REGALOS DEL OTRO LADO,, que contiene 2 casos interesantes. Veamos el primero, el referido a un lorito hablador.

CAPÍTULO 10. REGALOS DEL OTRO LADO

>> El loro que pronunció: “Annie” <<

Nathan siempre estaba de viaje.  Era  parte de su trabajo y su esposa lo sabía incluso antes de casarse. Sin embargo, eso no significaba que le gustara. No era que Andrea no confiara en Nathan, sino que siempre tenía esa sensación de hundimiento en el estómago cada vez que él se iba de viaje largo.

"Estás siendo tonta", le decía Nathan dándole siempre un beso en la frente y otro en los labios. “Sabes que siempre vuelvo. ¡Esto no es un adiós!".

Por mucho que Nathan tratara de tranquilizar a su esposa, ella no podía evitar la ansiedad e iba a su médico para que le recetara ansiolíticos. Y aunque los tomaba, todavía se sentía inquieta.

Era el mes de junio de 2015 cuando su intuición se convirtió en realidad y recibió la llamada telefónica de que su esposo, viajando por la autopista camino de su trabajo, se vio envuelto en un accidente con la explosión de la llanta de un camión que circulaba por el otro lado de la autopista. Explotó la rueda y el camión voló sobre la mediana de la autopista, entrando en el tráfico que venía de frente. Nathan trató de evitar los escombros, pero no  pudo hacer nada atrapado entre el remolque del tractor por un lado, y la pared dela mediana, por el otro. Los primeros auxilios constataron su muerte.

El funeral parecía irreal cuando Andrea se sentó con sus cuatro hijos adolescentes en la primera fila de la iglesia. Era la iglesia a la que solían asistir todos los domingos y festivos, la iglesia en la que se casaron y en la que sus hijos fueron bautizados y confirmados. La familia y los amigos de Nathan simplemente estaban anestesiados por el hecho de saber que él ya no entraría por la puerta con su torcida sonrisa y risa contagiosa.

Andrea había concertado una cita conmigo, específicamente para hablar con su madre, sin imaginar que su cita sería el día después del funeral de Nathan. Les digo a los clientes que para concertar cita esperen cerca de un año tras del fallecimiento. No solo por el necesario período de ajuste para los que quedan aquí sino porque también lo es para los del Otro Lado. Necesitan encontrar su voz, por así decirlo. Cuando Andrea se sentó, estaba rodeada de seres queridos, y al frente y al centro estaba un hombre guapo, que me mostró su anillo de bodas, señal para mí de que él era su esposo.

"Hay un hombre aquí, que dice que te ama mucho, y que tenías razón: debería haber escuchado. Lo siente."

Andrea comenzó a llorar.

"Aunque desea estar aquí, quiere que sepas que no es un adiós".

Andrea me miró y me pidió que lo repitiera.

"Dice que esto no es un adiós, que es un tipo de saludo diferente".

Eso era lo que él decía después de cada conversación por teléfono, y cada vez que salía por la puerta en sus viajes, me confirmó Andrea. Incluso en la otra vida, él le estaba haciendo saber que estaría cerca.

La sesión terminó, y acompañé a Andrea hasta la puerta, pero sentí que la energía de Nathan me empujaba, así que me di la vuelta y lo vi parado allí, con una sorpresa. "También tiene un gran pájaro gris con él", agregué.

Andrea carraspeó. "¿Dices un pájaro? ¿Acaso un loro?".

"Nathan dice que quería que supieras que lo encontró".

Andrea se llevó la mano al corazón. "Ese es Benny", sonrió. “Era un loro gris africano, y lo tuve durante veintiún años. Un día, me desperté y había fallecido. Irónicamente, esa noche tuve una cita a ciegas y quise cancelarla porque estaba muy perturbada".

"Y esa cita a ciegas no habría sido Nathan, ¿verdad?" Me incliné hacia adelante con interés.

"Fue Nathan", confirmó. “Siempre quise otro pájaro, y Nathan me decía que consiguiera uno, pero Benny era especial. Luego tuve hijos y simplemente ya no tenía tiempo suficiente para pasar con una mascota".

Los pájaros pueden ser compañeros increíbles, pero requieren mucho tiempo, energía y paciencia. Aunque nunca he tenido un pájaro como mascota, una amiga mía tiene un par de loros y dice que es como tener un niño pequeño durante décadas.

“Nathan encontró a Benny, o Benny encontró a Nathan. Eso es lindo ", Andrea se rió y me dio un abrazo cuando se fue.

Unos meses después de nuestra sesión, recibí un mensaje de voz con timbre de pánico, pidiéndome que llamara a Andrea de inmediato. Inmediatamente, para mí, no siempre puede ser inmediatamente, pero una vez que mis sesiones se completaron, marqué su número y esperé a que contestara. Sin siquiera un saludo, al otro lado del teléfono Andrea comenzó a balbucear, sin aliento, cosas sobre un pájaro y Nathan, y sin saber qué hacer pensó que era un fantasma. Traté de conectar los puntos, pero estaba un poco confundida y tuve que pedirle que bajara un poco la velocidad y comenzara de nuevo.

"Llegué a casa después de llevar a las niñas a la escuela y sentado en la la terraza había un pájaro", comentó tras respirar tranquilamente.

"Eso es bueno, dije." Y me pregunté por qué un pájaro en el exterior, en la terraza, era algo tan inusual.

"Es que se parece a Benny, mi loro gris africano".

Al decir eso tenía sentido el por qué estaba asustada. Continuó diciéndome que metió al pájaro en casa y llamó al refugio de animales  par el caso de que alguien lo hubiera perdido.

"Y, además, también habla".

"¡Eso es increíble!"

“No, es simplemente espeluznante. Él dijo, “Annie”, y así es como me llamaba Nathan".

"Probablemente sea el nombre de su dueño", razoné con ella, aunque sabía que el mundo espiritual no siempre era tan previsible.

"¿Crees que es Nathan? ¿O que es Benny? ¿O ambos? ¿Pueden reencarnarse así? ¿Cómo puedo mantener a Nathan en una jaula? Dios mío. ¿Qué les voy a decir a los niños?”

No pude evitar reírme, a carcajadas, de su pánico al representarme la imagen de ella explicando a sus hijos que su padre había vuelto a la vida en forma de pájaro.

Cuando mi madre falleció, tuve la oportunidad de rescatar a una gatita siamesa de capa mezclada, atigrada, con un hermoso pelaje blanco, una mancha gris y ojos azules brillantes. Mi esposo contuvo el aliento cuando la vio para decir:

"Es tu madre, es el color de su cabello. Es su color de ojos. Es ella."

"No es mi madre", le aseguré, acurrucando a la gatita en mis brazos. "Me la acaba de enviar mi madre".

Hay muchas teorías sobre la reencarnación, especialmente en lo que respecta al tránsito de animal a humano, y viceversa. Tu tío Paco no volvió como la pulga de tu perro, aunque puedas pensar que esa era su personalidad. Nuestros seres queridos del Otro Lado quieren que seamos felices, por lo que a menudo nos envían mascotas para traer más alegría a nuestra vida. Ellos pueden canalizar a través del animal, pero no son el animal, ni se convierten en el animal. Las mascotas pueden tener rasgos de tu pasada mascota o de tu pasado humano, y esto se debe a que fueron elegidos por tus seres queridos en el Otro Lado.

Andrea se calmó un poco después de explicarle que  si ponía el pájaro en una jaula no estaba enjaulando a su ex marido. Después de esperar una semana sin recibir noticias de los refugios, recibió una llamada telefónica informándole que el ave sí tenía dueño, pero que ya no lo querían y podía quedárselo si lo deseaba.

“¿Cómo puedes tener una mascota durante años y para, luego, deshacerte de ella? Simplemente no lo entiendo ", gruñó disgustada.

“Lo que para unos sobra, a otros acomoda, ¿verdad? Y nada en la vida es coincidencia. Aunque es triste, también fue una señal asombrosa".

Resultó que el pájaro se llamaba Annie y Andrea se quedó con él. El año pasado, Annie falleció y aunque afligida, Andrea agradeció el tiempo que pudo pasar con él, brindándole un hogar feliz. También sabía que Nathan y Benny le dieron la bienvenida a su familia en el Otro Lado, al igual que ella y sus hijos lo hicieron durante el poco tiempo que la tuvieron juntos.

Asumir la responsabilidad de una mascota debe ser para siempre. Una mascota debe ser amada y tratada como un miembro de la familia. No dejarla sola, en el patio trasero, encadenada, o ser reemplazado por otra mascota más joven, ni debe ser abandonada a un lado de la carretera. No se debe descuidar ni abusar de ella. Te ofrecen amor y alegría incondicional, y si no puedes hacer lo mismo, hay alguien que podría, y lo hará.