MI HIJO Y LA POSVIDA. Sobre Dios

 

En el verano del año 2010 la médium norteamericana Jamie Butler se prestó a empezar a canalizar información de un muchacho fallecido por suicidio a ruegos de la madre de éste, Elisa Medhus. Con el material de las sesiones Elisa publicó el libro  “Mi hijo y la posvida”, que también se podría traducir como, “Mi hijo y el más alla”). En el capítulo 14 su hijo, Erik, habla sobre la naturaleza de los podees superiores, sobre Dios en una palabra. Veamos y oigamos esta información.

 

Capítulo 14. LA NATURALEZA DE LOS PODERES SUPERIORES

 La creencia en una deidad, o deidades en plural, es un aspecto integral de la mayoría de las religiones del mundo. Hace tiempo, le pregunté a Erik si había conocido a un ser así, y me dijo que tan pronto como hizo la transición a la otra vida mantuvo un perfil bajo, pues no quería hacerse notar porque tenía miedo a ser castigado por haberse suicidado. Una vez que se dio cuenta de que no hay juicio ni castigo en el otro lado, me prometió que averiguaría más sobre lo que le pregunté. Debido a que la existencia de Dios (a quien nos referiremos como "Dios", para los propósitos de esta conversación, ya que "Dios" es solo uno de los muchos nombres para el concepto de un poder superior) es una parte tan importante de muchas vidas, quería ver si Erik cumplía la tarea tal y como había prometido. Dicho esto, Dios estaba en la parte superior de mi lista de preguntas de esta conversación. Jamie y yo quedamos sorprendidas por los descubrimientos de Erik.

 

Sesión sobre Dios

 Elisa: Entonces, dime, Erik, ¿has tenido la oportunidad de encontrarte con Dios?

 La médium Jamie contesta: Me está mostrando esto en mi mente. Erik las llamó "asambleas", un lugar en el que los seres espirituales pueden asistir a charlas o conferencias dadas por Dios. Nunca había visto eso antes y es interesante.

 Elisa: Supongo que sería un orador fabuloso, ¿verdad?

 Jamie: Es fascinante.

 [Erik se ríe.]

 Jamie: No me estás tomando el pelo, ¿verdad, Erik?

 Erik contesta, enfáticamente: ¡NO! ¡NO! Esto realmente sucede. ¡No estoy bromeando!

 Elisa: Entonces, ¿cómo ves a Dios, Erik? ¿Ves a Dios como una luz? ¿Acaso como un ser que tiene energía masculina, o femenina?

 Erik: Como una luz. Una luz brillante, blanca y plateada.

 Elisa: ¿Cómo sabes que es Dios? Para hacer la pregunta más interesante, ¿qué te hace estar tan seguro de que ese es Dios?

 Erik: Porque cuando estás en espíritu hay cosas que sientes y sabes. No cuestionas todo como lo haces en el plano terrenal, con tu cerebro.

 Elisa: ¡Oh, está bien!

 Erik: Sentimos, y conocemos la verdad.

 Elisa: Por tanto,  ¿tú ya tienes este conocimiento?

 Erik: Sí. Todavía no he recibido ninguna audiencia personal, pero he estado ante Dios, no solo ante la energía del Cielo. También he recibido los mensajes que Dios comparte y que están destinados a todos nosotros como un todo. Creo que los espíritus que  encuentran más perspicaces son los que se están preparando para regresar al plano terrenal nuevamente.

 Elisa: Interesante. ¿Es algo así como que él envía mensajes a través de un botón de "llamada a todos" de un intercomunicador?

 Erik: (riendo) Sí, exactamente.

 Elisa: Vale. Y dime, ¿Dios tiene una energía masculina o femenina?

 Erik: Es Andrógino. Es tanto hombre como mujer, pero no lo llamaría ni uno ni otra.

 [En una sesión posterior].

 Elisa: Entonces, Erik, ¿ya conociste a Dios personalmente, o has conocido la verdadera representación de Dios?

 Erik: Bueno, todos somos una verdadera representación de Dios. ¿Lo que preguntas es si he conocido la Fuente pura de esto?

 Elisa: Ajá.

 Erik: Absolutamente. ¿No querrías conocerlo tú, también?

 Elisa: ¡Oh, sí!

 Erik: Quiero decir que no todo el mundo quiere eso; no lo entienden. Pero sí, yo quería sentarme ante él. Quería respuestas.

 Elisa, (riéndose): ¿Se sienta Dios en un trono, y tiene larga barba blanca?

 [La vidente y Elisa se ríen]

 Erik: No, no hay trono. Y, de nuevo, no hay hombre ni mujer con Dios.

 Elisa: De acuerdo.

 Erik: Pero es como ese sentimiento en el que tienes todas las preguntas y quieres que las cosas se resuelvan. Ya sabes, entré allí con todas estas cosas, estas curiosidades. Luego, tan pronto como me encontré con Dios, cara a cara, frente a lo que era una luz, una luz expansiva. En fin, no hay muchas formas que puedan describir a Dios, es como la forma de un corazón, o de una persona. Sin embargo, me di cuenta de que era mucho más alto que yo.

 Elisa: De acuerdo.

 Erik: Y tan pronto como llegué a presencia de Dios quise acercarme más y más. Todas mis emociones se volvieron del revés, y lo agradecí. No quería ocultar nada; no quería protegerme. Solo quería acercarme más a Eso, y luego mi lista de preguntas, y todo lo que quería saber, parecía tan infantil. Parecía tan irrelevante, porque cuanto más te acercas a la Fuente, [más] sabes que Eso, Dios, es [lo que importa]. Y, sin embargo, cuando te alejas de Eso, cuando te separas un poco, tus preguntas vuelven. En mi caso así ocurrió.

 Elisa: ¡Qué interesante!

 Erik: Y ahí es cuando te dices, “vaya, ¿por qué no pregunté?” Pero luego te dices a ti mismo: “en realidad no necesitaba saber eso porque cuando estuve allí, todo estaba en perfecta armonía, que la vida se desarrolla como vida, y existe una red de seguridad de la que la gente no quiere hablar, incluso de todas estas cosas negativas que están sucediendo. Todo está bien. Todo va a estar bien.

 Elisa: Sí, supongo que todos tendremos finales felices después de que todo esté dicho y hecho. Entonces, ¿es eso lo que todos anhelamos hacer: volver a la Fuente? ¿Eso es lo último que se desea?

 Erik: Sí, hablamos de esto antes, y puedes hacerlo. Puedes rendirte, por completo, y fusionarte, pero eso solo lo puedes hacer por tu libre volutad. Si ese es tu objetivo de iluminación, entonces eso es lo que alcanzarás.

 Elisa: ¿Pero podrías separarte de nuevo? Quiero decir, una vez que entras allí, una vez que ...

 Erik: Dios te liberará de nuevo. Lo hizo una vez antes. Dios no controla.

 Elisa: Entonces, Dios no es un fanático del control, ¿verdad?

 La médium Jamie dice: Erik se está riendo.

 Elisa: ¿De qué está hecho Dios, y qué es Dios, en realidad?

 Erik: Realmente no puedo responder a eso excepto para decir que es como mirar al sol, es solo luz. Ni siquiera puedes mirar sin sentir un amor total, total, como si nada más de lo que suceda te afectara en absoluto. Ésta es la única explicación que puedo dar para que lo entiendas.

 Elisa: ¡Sí, por favor, simplifícamelo! Pero Dios tiene alguna conciencia sensible, ¿verdad? ¿Puede la Fuente que llamamos Dios comunicarse contigo, y tú con ella?

 Erik: Oh, diablos, sí, y está muy, muy claro, mamá. La información llega como un maravilloso pulso de increíble energía que tiene conciencia. Simplemente te atrae y cuanto más te acercas, más amor sientes. No puedo expresarlo con otras palabras. Dios es energía. La energía es una fuente viva y floreciente que se ha dividido y propagado como algo contagioso.

 La médium Jamie, (fingiendo frustración,) dice: ¿Utilizas la palabra enfermedad?

 Elisa: ¡Oh! Mejor ten cuidado, Erik, no sea que Dios te castigue, sea lo que sea que eso signifique.

 Erik: Estás juzgando una palabra, mamá. Estás pensando que la enfermedad es negativa.

 Elisa: ¡Sí, es cierto!

 Erik: ¡La enfermedad puede ser extremadamente positiva! Sirve como un gran catalizador para mucha gente. Pero solo usé la palabra “contagioso”, porque esa energía se esparce por todas partes. Sin su existencia, no habríamos sido creados. No nos hubiéramos creado a nosotros mismos. Digo eso porque Dios está en todos nosotros.

 Elisa: Sí, exactamente.

 Erik: Existe tal estigma en la palabra "Dios", está tan deformada que realmente desearía que pudiéramos borrar eso, y pensar en algo más.

 Elisa: Sí, supongo que implica que es una cosa separada, y no lo es.

 Erik: ¡Tienes razón, no lo es! En ese sentido, la pregunta bien pudo haber sido: "¿De qué estoy hecho?, en vez de preguntar de qué está hecho Dios."

 Elisa: Sí. Bien, Erik, me hablaste de cuando conversaste con Dios. ¿Hay algo más sobre ello?

 Erik: Sí.

 Elisa: Está bien, ¿qué más hay? ¿Hay más gente reunida, hay algún tipo de ceremonia?

 Erik (riendo): No, no. Todos nos sentamos en un sofá de terciopelo rojo y fumamos puros. Éso es lo que hacemos.

 [Jamie y yo nos reímos]

 Erik: Sí, Jesús, Dios, Krishna, todos nosotros.

 Elisa: ¡Vaya, esa es una fiesta increíble!

 Erik: Quizás nos pongamos a jugar al póquer. Pero en serio, las conversaciones que tienes con Dios no son como una llamada telefónica, donde sabes lo que estás marcando y sabes la voz que vas a escuchar al otro lado. Cuando te conectas a la Fuente pura de energía, esta se comunica contigo de una manera que entiendes. Puede cambiar y transformarse en cualquier cosa que él necesite para ponerte en una zona de comodidad en la que puedas sentirte en paz con él. En ese sentido, cuando te conectas con Dios y tienes conversaciones con él es posible que un día necesites a ese Dios fuerte, el que simplemente te dice "sí", o "no". Y luego, otros días, necesitas al Dios que solo quiere cantarte, abrazarte, y no sé qué más, tal vez solo estar contigo.

 Elisa: ¿Eso tiene algo que ver con hacer coincidir las frecuencias vibratorias? ¿Hay física detrás de cómo cambia Dios? Quiero decir, si tienes uno de esos días en los que crees que necesitas que te empujen para ir por el camino correcto, ¿tu energía vibratoria tiene algo que ver con cómo percibes a Dios?

 Erik: Sí. Cuando cambias tu estado emocional, eso cambia tus pensamientos, tu energía vibratoria.

 Elisa: Ajá.

 Erik: Y cuando te sintonizas con la Fuente pura, si estás, pero antes de nada hay que recordar que la Energía Pura, o Dios, no juzga, así que no importa con lo que vengas ante él, esa Fuente no te mirará y dirá: "No, no vas a entender lo que voy a decir, porque estás enojado, o tienes una vibración más baja, o no lo estás viendo como yo lo veo". Eso nunca existe. Simplemente elimina ese marco de prejuicio. Sea lo que sea con lo que vengas, [con cualquier nivel de] disposición para conectarse con la Fuente Pura, con Dios, Dios se adaptará a la circunstancia en la que te encuentres, pero no disminuirá la información.

 Elisa: Eso está bien, y es fabuloso.

 Erik: De todos modos, volvamos a mis conversaciones con Dios. Después de aparecer aquí, una vez que me armé de valor, hablé con Dios. Se me dijo que ahora podía elegir ser un regalo para la Tierra y que podía ayudar a muchos. De hecho, estaba asombrado. Se me informó de que siempre tuve libre albedrío, y cuánto era amado. Ese sentimiento no se parecía a nada que cualquiera pueda experimentar en la Tierra. Se me mostró lo genial que soy, pero en eso no hay arrogancia ni ego. Simplemente es así. Al mismo tiempo, me sentí humilde.

 Elisa: ¿Puedes contarme más sobre cómo Dios se manifiesta, allí, a las personas?

 Erik: Por lo general, no es como un mensaje genérico para las masas, algo así como el mensaje de los grandes almacenes anunciando que hay una oferta especial de lámparas, en el pasillo tres". La comunicación está [diseñada para] cada ser individualizado. Eso es lo que tiene de increíble.

 Elisa: ¡Vaya, Dios es una especie de trabajador multitarea!

 Erik (riendo): ¡Sí!

 Elisa: Entonces, ¿qué papel juega Dios en nuestras vidas como seres humanos?

 Erik: Cuando reconoces lo que te digo, y crees en la conciencia de Dios, entonces tu vida cambia. Dios vigila el mundo, vigila la conciencia del mundo entero, y puede destruirlo o mantenerlo íntegro con un chasquido de dedos. El mismo mundo tiene conciencia de ello. Es alto, alto, y la gente acepta eso.

 Elisa: Aquí hay unas preguntas de uno de los miembros del blog en el que cuento tu historia. Dice así: “Estaba leyendo el blog donde Erik habla de otro tipo de energía, además de la de Dios. ¿Puedes hacer que Erik hable más sobre eso? Pensé que Dios era la única energía. Estos seres oscuros de los que habla Erik, ¿de dónde son? ¿Son de un nivel diferente? ¿Puede Erik hablar más sobre esta otra fuente de energía que no es la Fuente de Dios? ¿Esos seres necesitan que se les muestre la Luz de Dios? ¿Necesitamos evitar esos seres a toda costa? "

 Erik: Bueno, discúlpate con él, porque no quise hacer que parezca que las energías más oscuras están separadas o lejos de Dios.

 Elisa: De acuerdo.

 Erik: Lo que quise expresar es que son los más alejados de Dios. No significa que estén separados de Dios.

 Elisa: ¡Ah! ¡Bueno! Entonces, ¿solo es parte del espectro de energía divina?

 Erik: Sí. Todo es energía de la Fuente de Dios. No puedes separarte de eso.

 Elisa: Entonces, si Dios siempre se equipara con ser amor y ser “el todo”, ¿cómo puede ser mala una parte de esa fuente de energía? ¿Es esa parte realmente malvada? ¿La llamarías malvada de veras, o. . .

 Erik: Verás, el problema es que, cuando examinas la definición de "maldad" hecha por los humanos, [piensas] que está tan completamente separada de Dios, que tiene una identidad propia.

 Elisa: ¡Ah! Bueno.

 Erik (emocionado): Está bien, mira. Digamos que Dios es la habitación, ya sea que la luz esté apagada o encendida. Cuando la luz está apagada, ¿acaso la habitación no sigue ahí?

 Elisa: Sí. Lo entiendo.

 Erik: Dios es la habitación. Son solo diferentes variaciones desde la luz a la oscuridad. Díselo a la gente de esta manera, mamá. Creo que así lo entenderán.

 Elisa: ¡Eso es muy interesante, Erik! ¡Es una gran analogía! Explica las cosas muy bien.

 Erik: A la mayoría de la gente le gusta estar en la habitación con las luces encendidas. A algunas personas les encanta vivir en la oscuridad total, pero aún así están dentro de la habitación.

 Elisa: Sí, pero además de ahorrarse la factura de la luz, deambular en la oscuridad puede significar golpearse con los muebles.

 Erik (riendo): ¡Sí, claro! Ven menos de la habitación, por eso piensan que Dios no está allí.

 Jamie (a Erik): ¡Oh! Es tan buen ejemplo. ¡Choca esos cinco, Erik!

 Elisa: De acuerdo. Ahora, tengo curiosidad por Jesús.

 Erik: Jesús fue todo un tipo.

 Elisa: Bueno, supongo que sí. Dime, Erik,  ¿cuál fue su propósito?

 Erik: Imagínetelo. Bien, usaremos la palabra “Dios”, a falta de término mejor.

 Elisa: De acuerdo.

 Erik: Ya sabes, Dios toma pellizcos de [Su] energía, y algunos de estos trocitos van a las plantas [e] insectos; va a alimentar a la Tierra, va al alma de la Tierra; y parte de su energía divina se aplica a las personas a medida que nacemos, nos reencarnamos de nuevo en un cuerpo. Y algunos se quedan atrás; es decir,no vienen a la Tierra. Son aquellos a los que llamamos seres angelicales o, ya sabes, santos o puros porque no manchan su energía al elegir vivir muchas diferentes vidas en la Tierra

 Elisa: Entonces, ¿esos son los seres angelicales, seres celestiales, que se suelen citar?

 Erik: Sí. Y luego tenemos trozos de la energía divina que tienen la pasión, o el compromiso, de hablar sobre la Fuente, el Dios, la Energía Pura. Jesús fue uno de los muchos seres, de los muchos trocitos de energía con esa pasión o contrato.

 Elisa: Vaya, nunca pensé que escucharía a Jesús ser llamado un trocito, o pedazo.

 Erik (riéndose): Sí. Y tenemos a Buda, Gandhi, el Dalai Lama, Sai Baba. Hay muchos de estos espíritus, y creo que es por eso por lo que obtenemos diferentes religiones, porque encontramos a alguien tan adecuado y omnisciente que queremos construir una estructura a su alrededor para comprenderlo más.

 Elisa: ¡Ah, sí!

 Erik: Eso es lo que hacemos los humanos: construimos estructuras. Tratamos de medir, comparar, contrastar y etiquetar, y por eso también lo hicimos en torno a Jesús. Lo mismo ocurre con Krishna, Buda y varios otros. El caso es que vienen a la Tierra, pero no recorren un ciclo de vida tras vida, tras vida. Y tampoco lo hacen una sola vez. Jesús ha vuelto. Jesús ha estado aquí antes. Piénsalo: ¡Jesús no es el tipo de persona que juzga y solo toma a los que creen en él, maldiciendo al resto!

 Elisa: ¡Oh, no, claro que no! Entonces, ¿estás diciendo que Jesús se encarnó aquí antes, más de una vez?

 Erik: Sí.

 Elisa: Pero pensé que habías dicho que estas son las almas que no repiten encarnación una y otra vez.

 Erik: Correcto. Eligen momentos importantes, o potentes, para regresar a la Tierra y ser la persona [que ayuda] a la gente a crecer. No regresan cientos o miles de veces como hacen las almas normales.

 Elisa: Pero, ¿estos seres  recuerdan quiénes son?.¿ Recuerdan que son parte, y totalidad, de la Fuente de Dios, a diferencia de los otros humanos?.

 Erik: ¡Mi mamá lo está entendiendo! Jesús realmente era el hijo físico de Dios, o una parte de Dios.

 Elisa: ¿Pero, acaso, no lo somos todos?

 Erik: Sí, lo somos. Pero, nuevamente te digo, que fue enviado a la Tierra con la conciencia de que era el hijo de Dios. Los demás entramos sin esa conciencia. Lo aprendemos a medida que crecemos, al menos algunos de nosotros lo hacemos.

 Elisa: ¡Así que vino sabiendo lo que los demás no sabemos! ¡No es justo!

 Jamie (riendo): ¡Sí, lo hizo!

 Elisa: ¿Buda, Mahoma y otros como ellos tendrían aquí el mismo propósito que Jesús?

 Erik: Sería un poco como Jesús. Todos son Maestros. Maestros que vinieron a enseñar.

 Elisa: Erik, ¿has conocido a santos o gurús, y tienes lugares de culto allí como iglesias, templos, etc.?

 Erik: Sí, para responder a tu última pregunta sobre lugares de culto, sí. Sin embargo, no es realmente un lugar para ir a adorar. Es más bien un lugar para aprender y expandirse. Por lo tanto, no se trata tanto de: "Siéntate y déjame darte una conferencia sobre este libro".

 Elisa: ¿Vosotros, como espíritus, rezáis a algún dios o profeta?

 [Pausa larga]

 Erik: Bueno, supongo que podrías llamarlo oración, sí. Sí, tenemos momentos en los que podemos cantar y también repetir las mismas frases, pero es para todos. No es para el único Dios; es para todos nosotros.

 Elisa: Sí, eso tiene sentido, porque todos somos, de todos modos, un colectivo inseparable.

 Erik: Sí.

 Elisa: Si adoramos a otra entidad, realmente nos adoramos a nosotros mismos.

 Erik: Sí. Muy cierto, mamá.

 Eso fue todo lo que Erik pudo compartir sobre temas religiosos durante esta sesión que siguió inmediatamente a su muerte. Pero dado su reciente fallecimiento, me quedé, y dejó, impresionada con su intuición y cómo parece coincidir tan estrechamente con la perspectiva reciente de muchos físicos cuánticos. Algunos científicos creen que Dios es un campo masivo de conciencia y que somos parte, y totalidad, de ese campo. Erik describe nuestra relación con Dios como un holograma. Por ejemplo, digamos que una imagen de Erik representa su alma o conciencia. Dios sería una imagen masiva de Erik, (como lo es con todos nosotros), y cada píxel en esa “imagen de Dios” masiva de Erik es una pequeña imagen individual de Erik.

 Muchas religiones organizadas enseñan que una deidad nos creó a su imagen, por lo que esto tiene cierto sentido. Quizás Dios es la conciencia colectiva de todas nuestras almas, la Fuente de Energía Suprema, y ​​quizás no solo somos ese todo, sino también la parte de esa conciencia que se comportaría como un brazo, que se extiende para explorar y evolucionar. A medida que viajamos al plano terrenal, y nos encarnamos, usamos ese plano como laboratorio donde utilizar luchas, adversidades, emociones humanas y otros factores para evolucionar hacia algún objetivo final, tal vez para convertirnos en el amor mismo.

 Einstein trató de definir el amor en términos de ecuaciones matemáticas, por lo que quizás también entendió que el amor es una forma de energía hacia la cual evoluciona toda la conciencia. Encuentro esto reconfortante, porque no solo estamos conectados a una conciencia universal superior, estamos conectados entre nosotros, independientes del tiempo, independientes del espacio, independientes de la dimensión. Dicho esto, estoy más cerca de Erik ahora que antes.


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