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Capítulo 4. NUESTRA NUEVA RELACIÓN A TRAVÉS DEL VELO.
Advertencia para oídos delicados. Antes de nada, si tiene oidos sensibleros, tenga en cuenta que quien habla es el espíritu canalizado de un muchacho bastante desinhibido, con habla directa y sin tapujos, y se transcribe lo que dice sin censura ni componenda. Así que no espere delicados circunloquios en lo que a lo escatológico se refiere. Advertido queda el lector u oyente.
Capítulo 4.1. Erik describe su muerte.
Elisa: Erik, ¿puedes describir la muerte y lo que sucede inmediatamente después, con el mayor detalle que puedas, al menos en términos generales? Sé que la muerte es diferente para cada uno, pero dime lo que sea general para todos.
Erik: Para explicar la muerte, en general, creo que es una injusticia, mamá. Por lo tanto, recuerda a todos los lectores que la muerte se adapta al sistema de creencias que vivm e cada persona. Sea lo que sea en lo que crea activamente, bien en nada, en Dios, que enfrente a sus demonios antes de tener lo gozoso, que se convierta en un fantasma, sea lo que sea, eso es lo que se presentará.
Elisa: Está bien, entonces hablemos de tu muerte. Estás muerto, así que hablemos de eso. ¿Cuáles fueron tus creencias? Yo nunca realmente…
Erik: habla de Dios, que no eres grosera
Elisa: Vale, lo siento, pero hablemos de ...
Erik: Deja eso aparte, porque la gente se va a preguntar, "¿Por qué lo que se experimenta al morir se basa en tus sistemas de creencias individuales?" Y debe hacérseles saber que ellos son la herramienta de esa experiencia. El cuerpo físico es el equipaje. Contiene el espíritu. Cuando el cuerpo muere se convierte en alma. Deja el cuerpo, y esa alma queda entonces contenida en la conciencia. Ese personaje que construiste, todos esos intangibles, lo que te hizo reír ...
Jamie (a Erik): Sí, tu personalidad. Entendido.
Erik: Pues bien, para moverse a través de estas dimensiones para llegar al Hogar, al Cielo, o como sea que quieras llamarlo, tienes que hacerlo a través de ese elemento consciente que construyes, ese sistema de creencias que estableces. Se te dirá que vayas allí. Esa es la base. Ahora, me preguntas que en qué creía. Realmente no lo sé. ¡Definitivamente no era en todo esto! Aprendí mucho más sobre la estructura de la otra vida estando aquí.
Elisa: Bueno, cuando apretaste el gatillo del arma, ¿pensaste que iba a haber nada, o acaso pensaste otra cosa ...
Erik: Lo estaba esperando. Quiero decir, de verdad, estaba tan desesperado por salir de mi piel que solo esperaba poder hacerlo. Era algo así como cuando una persona tiene un niño o una mascota que le roba el sueño y solo quiere descansar teniendo un buen sueño, pasar una buena noche. Solo quería una buena y duradera paz.
Elisa: Entonces, ¿esperabas que hubiera algo, o ni siquiera pensaste en eso?
Erik: Ni siquiera pensé en eso.
Elisa: ¿Alguna vez pensaste, en tu vida, si podría existir algo después de la muerte?
Erik: ¡Sí! Porque escuchas esas historias de fantasmas. Para mí, no se trataba de Dios ni de milagros. Con lo que me conecté más, lo que pensé que era mucho más jodidamente creíble eran los fantasmas.
Elisa: si.
Erik: Porque no es como si Dios descendiera ...
Erik: ¡No es como si Dios viniera a tu casa y joder tu basura y tirar las cosas! No, se trata del tipo muerto. Entonces, sabes que puede haber vida después de la que estás viviendo, pero mierda, no tiene por qué estar basada en un sistema de creencias religiosas. Tenía la sospecha de que habría una vida después de la muerte, pero no tenía ni puta idea de lo que contendría.
Elisa: De acuerdo. Cuando apretaste el gatillo, ¿qué pasó justo después? En primer lugar, ¿te dolió?
Erik: No, no recuerdo ningún dolor. Recuerdo el sonido, pero no recuerdo que nada me tocara. Solo el sonido. Pensé preguntándome, y así te lo digo: ¿cómo te sacan de tu cuerpo?
Elisa: ¿sentiste una sensación de tirón?
Erik: No. Fue extraño. Fue como si las luces se apagaran. Tenía los ojos cerrados. Recuerdo apretar el gatillo. Recuerdo que fui rápido al respecto. No lo dudé. Sabía que iba a hacer esto. Este era el momento. Eso fue todo. No tenía ninguna duda sobre lo que estaba haciendo. No estaba en conflicto. ¿Sería como tener esa disposición mental?
Jamie (a Erik): ¿Qué quieres decir con, "disposición mental"?
Erik: Como esa predisposición mental que tienes cuando corres una carrera muy larga y ves la línea de meta.
Elisa: Ah, sí.
Erik: No te das cuenta de lo exhausto que estás, o de las emociones que sientes. Solo tienes el ojo puesto en la meta, y lo lograrás. En mi caso, tenía la mirada puesta en el objetivo. Tenía que salir. Recuerdo la sensación de la pistola, apretar el gatillo, escuchar el sonido. Hubo oscuridad, y luego estaba mirando a mi cuerpo.
Elisa: Hmm. Eso debe haber sido extraño.
Erik: Sí. No tenía ni idea. No sabía que podría verme a mí mismo. Eso ni siquiera se me pasó por la cabeza. Realmente tuve el tipo de pensamiento de que iría a la nada. Quería que todo se desmoronara. Que se fuera. Que se apagara.
Elisa: ¿Qué emociones tuviste cuando viste tu cuerpo? ¿Qué sentiste?
[Pausa]
Jamie: Erik se quedó en blanco, con la boca colgando ligeramente abierta. Dijo que eso es lo que sentía.
Elisa: ¿Su mandíbula cayó? Como diciendo algo así como un, "¿Qué carajo pasa"?
Erik: ¡No, mamá! Fue algo salvaje. No sabía qué diablos hacer. Fue más como un, “Oh Oh." No quería quedarme allí. No quería verlo todo, pero no podía irme. Fue como ver un mal accidente automovilístico.
Elisa: Oh, sí.
Erik: Pero no estaba ligado al suceso, en absoluto. Fue extraño.
Elisa: ¿Te refieres a estar atado emocionalmente?
Erik: Sí.
Elisa: ¿Qué más sentiste?
Erik: Supongo que fue un shock, más que nada.
Elisa: ¿Sentiste euforia en ese momento?
Erik: Silencio. Estaba todo tranquilo. No tuve dolor. No tenía preocupación alguna, y eso era inquietante, porque no había sentido eso en mucho tiempo. Era como si todo estuviera en su lugar correcto.
Elisa: Vaya.
Erik: Creo que fue mucho más inquietante, que festivo.
Elisa: ¿Pensaste que era genial dar una vuelta volando? ¿Sentiste ese amor incondicional del que mucha gente habla?
Erik: No.
Elisa: ¿O lo sentiste cuando cruzaste?
Erik: Sí. Cuando crucé.
Elisa: Está bien. Entonces, mientras mirabas a [tu cuerpo], un tanto asombrado y tal vezconmocionado, ¿Te sentiste un poco como, “Oh, mierda? ¿Qué van a pensar cuando me encuentren?".
Jamie: Está muy callado. Puedo decir que lo está pasando.
Jamie: Le digo que se tome su tiempo.
Erik: Sabes, no me detengo para pensar demasiado en mi muerte.
Erik: Para mí, fue una salida. Tiene mucho dolor asociado.
Elisa: (llorando): Ya.
Erik: No es solo mi dolor, sino el dolor de mi familia, y el dolor de mis amigos.
Elisa: Sí.
Elisa: (sintiendo su malestar y deseando evitarle más dolor): Bueno, no nos detengamos en eso. Vayamos a lo que sucedió, y cómo te sentiste cuando comenzaste a salir de la habitación. Cuéntame sobre eso.
Erik: Recuerdo haber visto mi cuerpo, irse.
Elisa: ¿Qué tu cuerpo se fue? ¿No será que viste cuando se lo llevaron?
Erik: Sí. Metido en la bolsa.
Elisa: De acuerdo. Correcto.
Erik: Entonces recuerdo que pensé que necesitaba despedirme.
Elisa: si.
Erik: Pues bien, para moverse a través de estas dimensiones para llegar al Hogar, al Cielo, o como sea que quieras llamarlo, tienes que hacerlo a través de ese elemento consciente que construyes, ese sistema de creencias que estableces. Se te dirá que vayas allí. Esa es la base. Ahora, me preguntas que en qué creía. Realmente no lo sé. ¡Definitivamente no era en todo esto! Aprendí mucho más sobre la estructura de la otra vida estando aquí.
Elisa: Bueno, cuando apretaste el gatillo del arma, ¿pensaste que iba a haber nada, o acaso pensaste otra cosa ...
Erik: Lo estaba esperando. Quiero decir, de verdad, estaba tan desesperado por salir de mi piel que solo esperaba poder hacerlo. Era algo así como cuando una persona tiene un niño o una mascota que le roba el sueño y solo quiere descansar teniendo un buen sueño, pasar una buena noche. Solo quería una buena y duradera paz.
Elisa: Entonces, ¿esperabas que hubiera algo, o ni siquiera pensaste en eso?
Erik: Ni siquiera pensé en eso.
Elisa: ¿Alguna vez pensaste, en tu vida, si podría existir algo después de la muerte?
Erik: ¡Sí! Porque escuchas esas historias de fantasmas. Para mí, no se trataba de Dios ni de milagros. Con lo que me conecté más, lo que pensé que era mucho más jodidamente creíble eran los fantasmas.
Elisa: si.
Erik: Porque no es como si Dios descendiera ...
Erik: ¡No es como si Dios viniera a tu casa y joder tu basura y tirar las cosas! No, se trata del tipo muerto. Entonces, sabes que puede haber vida después de la que estás viviendo, pero mierda, no tiene por qué estar basada en un sistema de creencias religiosas. Tenía la sospecha de que habría una vida después de la muerte, pero no tenía ni puta idea de lo que contendría.
Elisa: De acuerdo. Cuando apretaste el gatillo, ¿qué pasó justo después? En primer lugar, ¿te dolió?
Erik: No, no recuerdo ningún dolor. Recuerdo el sonido, pero no recuerdo que nada me tocara. Solo el sonido. Pensé preguntándome, y así te lo digo: ¿cómo te sacan de tu cuerpo?
Elisa: ¿sentiste una sensación de tirón?
Erik: No. Fue extraño. Fue como si las luces se apagaran. Tenía los ojos cerrados. Recuerdo apretar el gatillo. Recuerdo que fui rápido al respecto. No lo dudé. Sabía que iba a hacer esto. Este era el momento. Eso fue todo. No tenía ninguna duda sobre lo que estaba haciendo. No estaba en conflicto. ¿Sería como tener esa disposición mental?
Jamie (a Erik): ¿Qué quieres decir con, "disposición mental"?
Erik: Como esa predisposición mental que tienes cuando corres una carrera muy larga y ves la línea de meta.
Elisa: Ah, sí.
Erik: No te das cuenta de lo exhausto que estás, o de las emociones que sientes. Solo tienes el ojo puesto en la meta, y lo lograrás. En mi caso, tenía la mirada puesta en el objetivo. Tenía que salir. Recuerdo la sensación de la pistola, apretar el gatillo, escuchar el sonido. Hubo oscuridad, y luego estaba mirando a mi cuerpo.
Elisa: Hmm. Eso debe haber sido extraño.
Erik: Sí. No tenía ni idea. No sabía que podría verme a mí mismo. Eso ni siquiera se me pasó por la cabeza. Realmente tuve el tipo de pensamiento de que iría a la nada. Quería que todo se desmoronara. Que se fuera. Que se apagara.
Elisa: ¿Qué emociones tuviste cuando viste tu cuerpo? ¿Qué sentiste?
[Pausa]
Jamie: Erik se quedó en blanco, con la boca colgando ligeramente abierta. Dijo que eso es lo que sentía.
Elisa: ¿Su mandíbula cayó? Como diciendo algo así como un, "¿Qué carajo pasa"?
Erik: ¡No, mamá! Fue algo salvaje. No sabía qué diablos hacer. Fue más como un, “Oh Oh." No quería quedarme allí. No quería verlo todo, pero no podía irme. Fue como ver un mal accidente automovilístico.
Elisa: Oh, sí.
Erik: Pero no estaba ligado al suceso, en absoluto. Fue extraño.
Elisa: ¿Te refieres a estar atado emocionalmente?
Erik: Sí.
Elisa: ¿Qué más sentiste?
Erik: Supongo que fue un shock, más que nada.
Elisa: ¿Sentiste euforia en ese momento?
Erik: Silencio. Estaba todo tranquilo. No tuve dolor. No tenía preocupación alguna, y eso era inquietante, porque no había sentido eso en mucho tiempo. Era como si todo estuviera en su lugar correcto.
Elisa: Vaya.
Erik: Creo que fue mucho más inquietante, que festivo.
Elisa: ¿Pensaste que era genial dar una vuelta volando? ¿Sentiste ese amor incondicional del que mucha gente habla?
Erik: No.
Elisa: ¿O lo sentiste cuando cruzaste?
Erik: Sí. Cuando crucé.
Elisa: Está bien. Entonces, mientras mirabas a [tu cuerpo], un tanto asombrado y tal vezconmocionado, ¿Te sentiste un poco como, “Oh, mierda? ¿Qué van a pensar cuando me encuentren?".
Jamie: Está muy callado. Puedo decir que lo está pasando.
Jamie: Le digo que se tome su tiempo.
Erik: Sabes, no me detengo para pensar demasiado en mi muerte.
Erik: Para mí, fue una salida. Tiene mucho dolor asociado.
Elisa: (llorando): Ya.
Erik: No es solo mi dolor, sino el dolor de mi familia, y el dolor de mis amigos.
Elisa: Sí.
Elisa: (sintiendo su malestar y deseando evitarle más dolor): Bueno, no nos detengamos en eso. Vayamos a lo que sucedió, y cómo te sentiste cuando comenzaste a salir de la habitación. Cuéntame sobre eso.
Erik: Recuerdo haber visto mi cuerpo, irse.
Elisa: ¿Qué tu cuerpo se fue? ¿No será que viste cuando se lo llevaron?
Erik: Sí. Metido en la bolsa.
Elisa: De acuerdo. Correcto.
Erik: Entonces recuerdo que pensé que necesitaba despedirme.
Elisa: si.
Erik: Y si recuerdo bien, fue entonces cuando comencé a hablar con los miembros de la familia.
Elisa: Eso debe haber sido doloroso, porque no éramos felices.
Jamie: Tiene los codos sobre las rodillas; tiene las manos entrelazadas frente a él. Muy informal, pero solemne. Más solemne.
Erik: Recuerdo haber encontrado ...
[Pausa larga]
Jamie: Erik está llorando.
Elisa: Eso debe haber sido doloroso, porque no éramos felices.
Jamie: Tiene los codos sobre las rodillas; tiene las manos entrelazadas frente a él. Muy informal, pero solemne. Más solemne.
Erik: Recuerdo haber encontrado ...
[Pausa larga]
Jamie: Erik está llorando.
Elisa: Oh. No tenemos que hacer esto, cariño.
Erik: Cállate, mamá.
Jamie: Llorando, pero no tengo miedo de decirte que te calles.
Erik: Cuando disminuyes la velocidad, para repasar tus recuerdos, ves más. Te pierdes mucho cuando estás en el momento, es como si tus ojos no fueran lo suficientemente grandes para captar todo. Sé que te lo he dicho antes. Lo siento mucho por ti. Lo siento mucho por Papá y por todos los demás de la familia.
Elisa: Sí.
Erik: Pero también sé que no puedo disculparme por mi felicidad.
Elisa: Lo sé. Estoy feliz por ti. No lo diría de otra manera. Si tuviera que elegir entre que estuvieras aquí, de forma infelíz o miserable, por supuesto. . .
Erik: ¿Cuán jodido estaba mamá, para que esa fuera mi única opción?
Elisa: Sí. No habría querido que eso sucediera.
Erik: Lo que parece que no puedo entender, cuando vuelvo a recordar todo esto, es: ¿por qué duele tanto cuando el resultado obtenido es, exactamente, el que yo buscaba?
Elisa: Y eres feliz. Quiero decir, ¿cómo podría doler cuando estás feliz? Solo miro el momento. El momento es triste, pero el resultado fue feliz. Por tanto pasaremos de ese momento. Háblame de tu cruce al otro lado. Recuerdo que dijiste que sentías como si te tiraran de los hombros. No lo recuerdo exactamente.
Erik: Sí. Sentí que me estaban apartando. Supongo que realmente no estaba prestando atención. Suena a mi, de todos modos. Es como si estuviera mirando algo a lo que se suponía que no debería mirar.
Elisa: ¿Estabas mirando algo que se suponía que no debías estar mirando?
Jamie: Erik habla en general.
Elisa: Oh, está bien.
Erik: Probablemente por eso no vi esta gran luz blanca y hermosa o, ya sabes, ¡no escuché cantar a los ángeles!
Jamie: Está riendo.
Erik: No, probablemente estaba haciendo algo mal. Probablemente me dieron una sacudida.
Elisa: Oh, ya veo.
Erik: Sí. Ese sentimiento fue indescriptible. Eso es como tomar un cuerpo y pasarlo por un colador y que todas las piezas salgan por el otro extremo, pero diferentes. Limpias. Supongo que sería como la sensación que [la gente tenía] en los viejos tiempos cuando pensaba que, si eran bautizados por Jesús, todo desaparecería y ya solo serían buenos. Eso es lo que, realmente, es la muerte.
Elisa: Vaya.
Erik: Tú, como alma, eres realmente bueno. No te faltan otras partes. Todavía están contigo, pero ellas no tocan gran parte de la canción. No pierdes nada de ti mismo, pero lo que surge es esta abrumadora sensación de perfección, la de estar en el lugar correcto, ser amado y ser capaz de sentirlo. Por ejemplo, no hay ni la más mínima duda sobre lo que se avecina en tu camino, o si hay algo pendiente, o simplemente están tratando de engañarte y realmente es el Infierno. (Erik se ríe). Nada de eso. Es demasiado, ni siquiera lloras por eso. Ahí es cuando aparecen tu familia y tus amigos. Cuando te das cuenta de que no estás solo.
Elisa: ¿Quién fue el primero en recibirte?
Erik: Bueno, diablos, ni siquiera puedo recordarlo.
Elisa: ¿No sería Denise, [mi hermana]? La Tía Denise. Creo que ella estaba ahí para saludarte, ¿verdad?
Erik: Sí. Recuerdo haber visto un montón de caras. Ahora es diferente. Mirando hacia atrás, puedo sentir la sensación mucho más claramente, en lugar de confiar en lo que vi o dije.
Elisa: Sí, porque, en espíritu, se trata más de sentimientos que de recordar detalles mentales basados en el cerebro. Creo que es por eso por lo que la gente se decepciona cuando van a un medium y hacen preguntas de validación del estilo de, "¿Qué pusimos en tu bolsillo cuando te enterramos?" Tu no recuerdas cosas así. No es importante después de cruzar. Todo se trata de sentimientos.
Erik: Tienes razón. Y créeme, tampoco revisamos los malditos bolsillos.
Elisa: Exactamente, muy bien. Pasemos a la revisión de la vida. ¿Cómo es la revisión? Quiero decir, tal vez todas sean diferentes, pero dame una idea general de lo que implica la revisión de la vida.
Erik: Bueno, a veces sientes que entras en esta sala, que es como un cine IMAX, y es casi una vista de 360 [grados], pero puedes sentir las emociones e impresiones que otras personas percibieron de ti. La revisión es pasar por tu vida pudiendo ver por ti mismo lo que has hecho, y verte a través de otras personas.
Elisa: Por tanto eres como [otra] persona. ¿Ves a través de sus ojos, y sientes lo que sintieron?
Erik: Sí.
Elisa: Chico, eso no es divertido. Si en la Tierra, resolviste los problemas, si hiciste las paces con esa persona, ¿todavía tienes que pasar por eso con esa persona?
Erik: ¡No, no.
Elisa: Está bien.
Erik: Si está realmente resuelto, ya no está en tu plato esa comida.
Elisa: ¡Oh, voy a andar disculpándome con mucha gente!
Erik: La revisión de la vida no es como si alguien entrara y dijera: “Disculpe. Es hora de revisar tu vida. Son las 2 y media. Por favor, entre en esta habitación, y tome asiento ".
Erik: Es algo que, simplemente, te sobrepasa, y es extraño. Sucede realmente rápido, pero sentirás que has estado ahí desde siempre.
Elisa: Bueno, ¿qué causa la revisión de vida? No entiendo. ¿Cuáles son sus orígenes? ¿Quién decide eso? ¿Quién crea esto?
Erik: La mayoría de las veces es, en realidad, la conciencia, la experiencia humana, la necesidad del ser humano de hacer una lista de verificación. Energética, y espiritualmente, no es realmente necesario. No necesitas pasar por esos puntos de control porque, si entraste conectado espiritual y energéticamente, ya sabes cuáles son esos puntos de control. Ya sabes, esto es prácticamente para todas las personas vivas, ya que funcionamos más desde nuestro cerebro que desde cualquier otra parte.
Elisa: Ajá.
Erik: Entonces, es casi como si el cerebro se descomprimiera pasando a través de todo, pero en sentido inverso, al revés. Llegas a entender, por ti mismo cómo te perciben otras personas. Y tus respuestas te son dadas. Algo así como, "¡Oh! ¡Es por eso por lo que sucedió eso de essa manera!". Con la revisión, pones las cosas en su sitio de una manera muy rápida.
Elisa: Entonces, ¿es doloroso emocionalmente?
Erik: No. Definitivamente es algo jodido, pero no es doloroso. No naufragas como en el Titanic, ¿de acuerdo, mamá?
[Jamie y yo nos reímos]
Elisa: Y dime, ¿tu revisión fue larga? ¿Tuviste que pasar por mucho?
Erik: No, no fue mucho. La mía eran principalmente las voces en mi cabeza. Ya sabes, mi jodida basura.
Elisa: ¿Qué quieres decir con eso?
Erik: Que tuve que tener bastante conversaciones conmigo mismo, ya sabes, para convencerme de la mierda y tratar de entenderme. Eso es principalmente lo que encontré.
Elisa: ¿Con quién tuviste que tratar más, en lo que respecta a la revisión de tu vida?
Erik: Sobre todo con mi familia
Elisa: Sí, por supuesto. Bueno. ¿Algo más sobre la revisión de la vida?
Erik: No. Probablemente sea eso todo.
Elisa: ¿Alguna vez has tenido que pasar por revisiones de vidas pasadas al mismo tiempo, o es solo para esta vida actual?
Erik: Ya es bastante descomprimir la vida de la que has salido.
Elisa: De acuerdo. Ahora, hablemos de ese túnel blanco. Esa luz blanca de la que escuchaste. Por supuesto, algunas personas la experimentan; y otras no. ¿Por qué unos lo experimentan y otros no, y qué diablos es?
Erik: Bromeando, solo los buenos pueden bajar por el túnel. No, realmente no. Eso es una mierda.
Elisa: Me recuerda a ese antiguo programa de televisión norteamericano que se llamaba “los límites exteriores”, [The Outer Limits], en el que los actores saltaban a un gran círculo de remolinos.
[Jamie se ríe]
Erik: No, realmente se basa en un sistema de creencias.
Elisa: ¿Qué es ese túnel? ¿Acaso existe?
Erik: ¿Te refieres al túnel de luz blanca?
Elisa: Sí.
Erik: Esta es mi humilde opinión al respecto. Que cuando mueras, si eso es en lo que crees, verás la luz blanca brillante y demás chorradas, pues eso es lo que obtendrás.
Elisa: De acuerdo.
Erik: Pero también, que la muerte real del cerebro, la falta de oxígeno y todo lo demás, crea una visión de túnel. ¿Es esa la luz a la que entras cuando cruzas a la muerte? No. Ese es tu cerebro muriendo.
Elisa: Bueno, el sistema de creencias tenía que empezar en algún lugar.
Erik: Comenzó por personas que tuvieron experiencias cercanas a la muerte, o lo que sea, y sus cerebros se morían. Y cuando se levantaron hablaron sobre eso, que vieron a Dios y ángeles, y todo esto. Conscientemente…
Jamie: Gracias por decir eso. Esto tiene sentido.
Erik: Conscientemente, tratas de mirar a través de los ojos de tu cabeza, y cuando el cerebro está muriendo, eso es lo que ves. Intuitivamente, si miraras con el tercer ojo, no tendrías por qué ver un túnel de luz blanca para cruzar al Más Allá.
Elisa: Perfecto.
Erik: En este sentido, si miraras con tu tercer ojo, el ojo intuitivo, lo más probable es que pasar al otro lado sea como ir a otra habitación.
Elisa: Sí, mucha gente lo describe de esa manera, como ir a otra habitación. Cuando te empujaron hacia atrás por los hombros, ¿dónde terminaste?
Erik: ¡En otra habitación!
Elisa: Está bien, ¿y qué mas?.
Erik: Es algo loco. La habitación a mi alrededor simplemente desapareció. Allí mismo me disolví. Creo que es la única forma en que sé cómo decirlo. Se apagan las luces. Se encienden las luces y estás en un espacio diferente. No tiene nada de rápido. No fue como un tirón rápido ni nada parecido. Se trataba más de cómo cuando sientes que tu cuerpo se va a dormir. Es más así.
Elisa: Recuerdo que cuando estabas haciendo el repaso de tu vida, hablaste de cómo te sentabas en una larga mesa y tenías la cabeza entre las manos.
Erik: Ajá.
Elisa: Está bien. Retrocedamos a ese momento. ¿Cuáles fueron algunos de los ajustes que tuviste que hacer cuando cruzaste? ¿Cuáles fueron algunos de los más, no diré "difíciles" sino más interesantes, o más intensos?
Erik: el cómo moverse.
Elisa: ¡Cómo moverse! ¿Quieres decir un "¡No puedo sentir las piernas!" como en la película Mayor Payne.
Erik: Después de reirse con la ocurrencia de su madre sigue diciendo: Ya sabes, se trata de saber cómo ir de aquí para allá. Y es extraño, porque sigues moviéndote y viajando, pero no puedes explicarte cómo lo haces. Es como, "¿Qué está pasando? ¡Oh, mierda, está sucediendo! " No sabes el cómo.
Elisa: ¿Fue aterrador?
Erik: No. No tuve miedo pero, definitivamente, no obtuve pronto todas las respuestas que necesitaba, así que eso fue extraño.
Elisa: ¿Hubo algún tipo de guía o presencia que estuviera ahí durante tu muerte, la revisión de la vida o lo que vino después? ¿No había nadie para ayudarte?
Erik: Riendo dice: Sí lo había. Ese idiota debió estar escondido detrás de una cortina, ¡porque no vi a nadie!
Elisa: ¡Oh, Dios mío! Eso es horrible. ¿Cómo? ¿Fue porque no pediste ayuda?
Erik: Oh, no pedí ayuda.
Erik: Y pienso que es que yo quería estar solo.
Elisa: ¿Crees que si hubieras pedido ayuda alguien habría acudido?
Erik: Oh, sí, con las campanas sonando.
Elisa: ¿Por qué querías estar solo?
Erik: Porque quería descansar.
Elisa: ¿Fue parte de la vergüenza de hacer lo que hiciste? ¿Pensaste que te meterías en problemas por suicidarte?
Erik: Vaya. Eso es interesante.
Elisa: ¿Sería como decirse algo así como un, “vaya, me pillaron, ¡no me llevéis al infierno!"?
Erik: No.
Elisa: De acuerdo. Eso es bueno.
Erik: Erik, asombrado, contesta: ¡No, nunca me sentí así! ¿No es genial eso?
Elisa: Eso es genial. Entonces, dices que no podías moverte. Cuéntame toda la experiencia de aprender a moverte.
Erik: Bueno, es como si conscientemente no pudieras obligarte a ir a un sitio, pero si piensas en estar en algún lugar, terminas allí. Siguió sucediendo eso, pero no pude entender, exactamente, cómo sucedía.
Elisa: ¿Podías ver tus brazos y piernas, o solo eras una conciencia? ¿Podías ver tu cuerpo espiritual?
Erik: Sí. Eso es principalmente lo que ves. No te ves como si fueras un ser humano.
Elisa: Entonces, ¿no era como si solo vieras tu entorno, como si solo fueras una conciencia de ti mismo, sin un cuerpo?
Erik: Sí, sin cuerpo humano. Tenía una forma enérgica, ya sabes, como la luz, y me sentía como yo mismo. Sabía dónde estaba. Sabía lo que había pasado. No es como si me hubieran arrojado a un mundo extraño sin un mapa. Sentí que pertenecía a aquel lugar, y estaba a salvo. Nunca tuve miedo, pero eran las cosas más pequeñas, como esa, las que te joden un poco en la cabeza.
Elisa: ¿Pero cuando mirabas hacia abajo, podías ver piernas, pies y todo eso? No eras un cuerpo humano, pero tampoco como una bola de luz, ¿verdad?
Erik: Cállate, mamá.
Jamie: Llorando, pero no tengo miedo de decirte que te calles.
Erik: Cuando disminuyes la velocidad, para repasar tus recuerdos, ves más. Te pierdes mucho cuando estás en el momento, es como si tus ojos no fueran lo suficientemente grandes para captar todo. Sé que te lo he dicho antes. Lo siento mucho por ti. Lo siento mucho por Papá y por todos los demás de la familia.
Elisa: Sí.
Erik: Pero también sé que no puedo disculparme por mi felicidad.
Elisa: Lo sé. Estoy feliz por ti. No lo diría de otra manera. Si tuviera que elegir entre que estuvieras aquí, de forma infelíz o miserable, por supuesto. . .
Erik: ¿Cuán jodido estaba mamá, para que esa fuera mi única opción?
Elisa: Sí. No habría querido que eso sucediera.
Erik: Lo que parece que no puedo entender, cuando vuelvo a recordar todo esto, es: ¿por qué duele tanto cuando el resultado obtenido es, exactamente, el que yo buscaba?
Elisa: Y eres feliz. Quiero decir, ¿cómo podría doler cuando estás feliz? Solo miro el momento. El momento es triste, pero el resultado fue feliz. Por tanto pasaremos de ese momento. Háblame de tu cruce al otro lado. Recuerdo que dijiste que sentías como si te tiraran de los hombros. No lo recuerdo exactamente.
Erik: Sí. Sentí que me estaban apartando. Supongo que realmente no estaba prestando atención. Suena a mi, de todos modos. Es como si estuviera mirando algo a lo que se suponía que no debería mirar.
Elisa: ¿Estabas mirando algo que se suponía que no debías estar mirando?
Jamie: Erik habla en general.
Elisa: Oh, está bien.
Erik: Probablemente por eso no vi esta gran luz blanca y hermosa o, ya sabes, ¡no escuché cantar a los ángeles!
Jamie: Está riendo.
Erik: No, probablemente estaba haciendo algo mal. Probablemente me dieron una sacudida.
Elisa: Oh, ya veo.
Erik: Sí. Ese sentimiento fue indescriptible. Eso es como tomar un cuerpo y pasarlo por un colador y que todas las piezas salgan por el otro extremo, pero diferentes. Limpias. Supongo que sería como la sensación que [la gente tenía] en los viejos tiempos cuando pensaba que, si eran bautizados por Jesús, todo desaparecería y ya solo serían buenos. Eso es lo que, realmente, es la muerte.
Elisa: Vaya.
Erik: Tú, como alma, eres realmente bueno. No te faltan otras partes. Todavía están contigo, pero ellas no tocan gran parte de la canción. No pierdes nada de ti mismo, pero lo que surge es esta abrumadora sensación de perfección, la de estar en el lugar correcto, ser amado y ser capaz de sentirlo. Por ejemplo, no hay ni la más mínima duda sobre lo que se avecina en tu camino, o si hay algo pendiente, o simplemente están tratando de engañarte y realmente es el Infierno. (Erik se ríe). Nada de eso. Es demasiado, ni siquiera lloras por eso. Ahí es cuando aparecen tu familia y tus amigos. Cuando te das cuenta de que no estás solo.
Elisa: ¿Quién fue el primero en recibirte?
Erik: Bueno, diablos, ni siquiera puedo recordarlo.
Elisa: ¿No sería Denise, [mi hermana]? La Tía Denise. Creo que ella estaba ahí para saludarte, ¿verdad?
Erik: Sí. Recuerdo haber visto un montón de caras. Ahora es diferente. Mirando hacia atrás, puedo sentir la sensación mucho más claramente, en lugar de confiar en lo que vi o dije.
Elisa: Sí, porque, en espíritu, se trata más de sentimientos que de recordar detalles mentales basados en el cerebro. Creo que es por eso por lo que la gente se decepciona cuando van a un medium y hacen preguntas de validación del estilo de, "¿Qué pusimos en tu bolsillo cuando te enterramos?" Tu no recuerdas cosas así. No es importante después de cruzar. Todo se trata de sentimientos.
Erik: Tienes razón. Y créeme, tampoco revisamos los malditos bolsillos.
Elisa: Exactamente, muy bien. Pasemos a la revisión de la vida. ¿Cómo es la revisión? Quiero decir, tal vez todas sean diferentes, pero dame una idea general de lo que implica la revisión de la vida.
Erik: Bueno, a veces sientes que entras en esta sala, que es como un cine IMAX, y es casi una vista de 360 [grados], pero puedes sentir las emociones e impresiones que otras personas percibieron de ti. La revisión es pasar por tu vida pudiendo ver por ti mismo lo que has hecho, y verte a través de otras personas.
Elisa: Por tanto eres como [otra] persona. ¿Ves a través de sus ojos, y sientes lo que sintieron?
Erik: Sí.
Elisa: Chico, eso no es divertido. Si en la Tierra, resolviste los problemas, si hiciste las paces con esa persona, ¿todavía tienes que pasar por eso con esa persona?
Erik: ¡No, no.
Elisa: Está bien.
Erik: Si está realmente resuelto, ya no está en tu plato esa comida.
Elisa: ¡Oh, voy a andar disculpándome con mucha gente!
Erik: La revisión de la vida no es como si alguien entrara y dijera: “Disculpe. Es hora de revisar tu vida. Son las 2 y media. Por favor, entre en esta habitación, y tome asiento ".
Erik: Es algo que, simplemente, te sobrepasa, y es extraño. Sucede realmente rápido, pero sentirás que has estado ahí desde siempre.
Elisa: Bueno, ¿qué causa la revisión de vida? No entiendo. ¿Cuáles son sus orígenes? ¿Quién decide eso? ¿Quién crea esto?
Erik: La mayoría de las veces es, en realidad, la conciencia, la experiencia humana, la necesidad del ser humano de hacer una lista de verificación. Energética, y espiritualmente, no es realmente necesario. No necesitas pasar por esos puntos de control porque, si entraste conectado espiritual y energéticamente, ya sabes cuáles son esos puntos de control. Ya sabes, esto es prácticamente para todas las personas vivas, ya que funcionamos más desde nuestro cerebro que desde cualquier otra parte.
Elisa: Ajá.
Erik: Entonces, es casi como si el cerebro se descomprimiera pasando a través de todo, pero en sentido inverso, al revés. Llegas a entender, por ti mismo cómo te perciben otras personas. Y tus respuestas te son dadas. Algo así como, "¡Oh! ¡Es por eso por lo que sucedió eso de essa manera!". Con la revisión, pones las cosas en su sitio de una manera muy rápida.
Elisa: Entonces, ¿es doloroso emocionalmente?
Erik: No. Definitivamente es algo jodido, pero no es doloroso. No naufragas como en el Titanic, ¿de acuerdo, mamá?
[Jamie y yo nos reímos]
Elisa: Y dime, ¿tu revisión fue larga? ¿Tuviste que pasar por mucho?
Erik: No, no fue mucho. La mía eran principalmente las voces en mi cabeza. Ya sabes, mi jodida basura.
Elisa: ¿Qué quieres decir con eso?
Erik: Que tuve que tener bastante conversaciones conmigo mismo, ya sabes, para convencerme de la mierda y tratar de entenderme. Eso es principalmente lo que encontré.
Elisa: ¿Con quién tuviste que tratar más, en lo que respecta a la revisión de tu vida?
Erik: Sobre todo con mi familia
Elisa: Sí, por supuesto. Bueno. ¿Algo más sobre la revisión de la vida?
Erik: No. Probablemente sea eso todo.
Elisa: ¿Alguna vez has tenido que pasar por revisiones de vidas pasadas al mismo tiempo, o es solo para esta vida actual?
Erik: Ya es bastante descomprimir la vida de la que has salido.
Elisa: De acuerdo. Ahora, hablemos de ese túnel blanco. Esa luz blanca de la que escuchaste. Por supuesto, algunas personas la experimentan; y otras no. ¿Por qué unos lo experimentan y otros no, y qué diablos es?
Erik: Bromeando, solo los buenos pueden bajar por el túnel. No, realmente no. Eso es una mierda.
Elisa: Me recuerda a ese antiguo programa de televisión norteamericano que se llamaba “los límites exteriores”, [The Outer Limits], en el que los actores saltaban a un gran círculo de remolinos.
[Jamie se ríe]
Erik: No, realmente se basa en un sistema de creencias.
Elisa: ¿Qué es ese túnel? ¿Acaso existe?
Erik: ¿Te refieres al túnel de luz blanca?
Elisa: Sí.
Erik: Esta es mi humilde opinión al respecto. Que cuando mueras, si eso es en lo que crees, verás la luz blanca brillante y demás chorradas, pues eso es lo que obtendrás.
Elisa: De acuerdo.
Erik: Pero también, que la muerte real del cerebro, la falta de oxígeno y todo lo demás, crea una visión de túnel. ¿Es esa la luz a la que entras cuando cruzas a la muerte? No. Ese es tu cerebro muriendo.
Elisa: Bueno, el sistema de creencias tenía que empezar en algún lugar.
Erik: Comenzó por personas que tuvieron experiencias cercanas a la muerte, o lo que sea, y sus cerebros se morían. Y cuando se levantaron hablaron sobre eso, que vieron a Dios y ángeles, y todo esto. Conscientemente…
Jamie: Gracias por decir eso. Esto tiene sentido.
Erik: Conscientemente, tratas de mirar a través de los ojos de tu cabeza, y cuando el cerebro está muriendo, eso es lo que ves. Intuitivamente, si miraras con el tercer ojo, no tendrías por qué ver un túnel de luz blanca para cruzar al Más Allá.
Elisa: Perfecto.
Erik: En este sentido, si miraras con tu tercer ojo, el ojo intuitivo, lo más probable es que pasar al otro lado sea como ir a otra habitación.
Elisa: Sí, mucha gente lo describe de esa manera, como ir a otra habitación. Cuando te empujaron hacia atrás por los hombros, ¿dónde terminaste?
Erik: ¡En otra habitación!
Elisa: Está bien, ¿y qué mas?.
Erik: Es algo loco. La habitación a mi alrededor simplemente desapareció. Allí mismo me disolví. Creo que es la única forma en que sé cómo decirlo. Se apagan las luces. Se encienden las luces y estás en un espacio diferente. No tiene nada de rápido. No fue como un tirón rápido ni nada parecido. Se trataba más de cómo cuando sientes que tu cuerpo se va a dormir. Es más así.
Elisa: Recuerdo que cuando estabas haciendo el repaso de tu vida, hablaste de cómo te sentabas en una larga mesa y tenías la cabeza entre las manos.
Erik: Ajá.
Elisa: Está bien. Retrocedamos a ese momento. ¿Cuáles fueron algunos de los ajustes que tuviste que hacer cuando cruzaste? ¿Cuáles fueron algunos de los más, no diré "difíciles" sino más interesantes, o más intensos?
Erik: el cómo moverse.
Elisa: ¡Cómo moverse! ¿Quieres decir un "¡No puedo sentir las piernas!" como en la película Mayor Payne.
Erik: Después de reirse con la ocurrencia de su madre sigue diciendo: Ya sabes, se trata de saber cómo ir de aquí para allá. Y es extraño, porque sigues moviéndote y viajando, pero no puedes explicarte cómo lo haces. Es como, "¿Qué está pasando? ¡Oh, mierda, está sucediendo! " No sabes el cómo.
Elisa: ¿Fue aterrador?
Erik: No. No tuve miedo pero, definitivamente, no obtuve pronto todas las respuestas que necesitaba, así que eso fue extraño.
Elisa: ¿Hubo algún tipo de guía o presencia que estuviera ahí durante tu muerte, la revisión de la vida o lo que vino después? ¿No había nadie para ayudarte?
Erik: Riendo dice: Sí lo había. Ese idiota debió estar escondido detrás de una cortina, ¡porque no vi a nadie!
Elisa: ¡Oh, Dios mío! Eso es horrible. ¿Cómo? ¿Fue porque no pediste ayuda?
Erik: Oh, no pedí ayuda.
Erik: Y pienso que es que yo quería estar solo.
Elisa: ¿Crees que si hubieras pedido ayuda alguien habría acudido?
Erik: Oh, sí, con las campanas sonando.
Elisa: ¿Por qué querías estar solo?
Erik: Porque quería descansar.
Elisa: ¿Fue parte de la vergüenza de hacer lo que hiciste? ¿Pensaste que te meterías en problemas por suicidarte?
Erik: Vaya. Eso es interesante.
Elisa: ¿Sería como decirse algo así como un, “vaya, me pillaron, ¡no me llevéis al infierno!"?
Erik: No.
Elisa: De acuerdo. Eso es bueno.
Erik: Erik, asombrado, contesta: ¡No, nunca me sentí así! ¿No es genial eso?
Elisa: Eso es genial. Entonces, dices que no podías moverte. Cuéntame toda la experiencia de aprender a moverte.
Erik: Bueno, es como si conscientemente no pudieras obligarte a ir a un sitio, pero si piensas en estar en algún lugar, terminas allí. Siguió sucediendo eso, pero no pude entender, exactamente, cómo sucedía.
Elisa: ¿Podías ver tus brazos y piernas, o solo eras una conciencia? ¿Podías ver tu cuerpo espiritual?
Erik: Sí. Eso es principalmente lo que ves. No te ves como si fueras un ser humano.
Elisa: Entonces, ¿no era como si solo vieras tu entorno, como si solo fueras una conciencia de ti mismo, sin un cuerpo?
Erik: Sí, sin cuerpo humano. Tenía una forma enérgica, ya sabes, como la luz, y me sentía como yo mismo. Sabía dónde estaba. Sabía lo que había pasado. No es como si me hubieran arrojado a un mundo extraño sin un mapa. Sentí que pertenecía a aquel lugar, y estaba a salvo. Nunca tuve miedo, pero eran las cosas más pequeñas, como esa, las que te joden un poco en la cabeza.
Elisa: ¿Pero cuando mirabas hacia abajo, podías ver piernas, pies y todo eso? No eras un cuerpo humano, pero tampoco como una bola de luz, ¿verdad?
Erik: Correcto. Sí, claro. Tenía una forma enérgica como mi cuerpo humano.
Elisa: ¿Y podías moverte? ¿Podías mirar tu mano y cerrar el puño, mover las piernas y cosas así?
Erik: ¡Oh, sí!
Elisa: Entonces, en realidad se trató más bien como mudarse de un lugar a otro.
Erik: Sí.
Elisa: Por lo que dices, ¿aprendiste a pensar en un lugar y a aparecer allí?
Erik: Sí.
Elisa: ¿Qué otros ajustes tuviste que hacer cuando cruzaste?
Erik: Bueno, estaba acostumbrado a discutir conmigo mismo, en mi cabeza, o tener pensamientos y emociones contradictorios, pero esa mierda, simplemente, aquí no sucede. Eso fue raro.
Elisa: Hmm. ¿Qué ocurre en vez de eso que cuentas?
Erik: Erik dice, un poco frustrado: Realmente no sé cómo explicarlo. Simplemente no los tienes. No puedes estar enojado y feliz a la vez.
Elisa: Eso significa tener más paz. No más conflictos en tu cabeza.
Erik: Sí.
Elisa: ¿Qué edad tenías cuando no tenías conflictos en tu cabeza?
Erik: Tuve momentos de esos, pero nunca de manera consistente.
Elisa: Bueno, no creo que nadie los tenga consistentemente.
Erik: ¿De verdad?
Elisa: ¿Dónde están aquellos que siempre, siempre, pero siempre, están en paz, sin conflicto en su cabeza? Por supuesto, no hay nadie así.
Erik: Vamos. Tiene que haber gente. ¿No es eso lo que es ser feliz?
Elisa: ¿El cien por ciento del tiempo? Veamos. ¿Qué pasa si alguien está muy estreñido y está sentado en el inodoro sin poder cagar? ¡Esa no es una situación feliz!
Erik: se ríe y dice: Sí, pero eso es un conflicto físico.
Elisa: No importa. Va a crear un conflicto emocional. Nadie está totalmente en paz todo el tiempo, a menos que seas el Dalai Lama.
Erik: Debes tener un problema con la mierda, mamá.
Elisa: ¡Mírate a ti, y a tu humor escatológico! ¡No hablaría así! Bueno, en fin. Vayámonos. ¿Qué otros ajustes tuviste que hacer?
Erik: Esos dos fueron los principales. Me refiero al moverse, y a la quietud de mente.
Elisa: ¿En qué momento pediste ayuda? ¿Cuándo fue cuando, finalmente dijiste, "necesito ayuda"?
Erik: Cuando quise volver con mi familia, y no sabía cómo.
Elisa: Ah. ¿Nos extrañaste?
Erik: ¡Sí!
Elisa: ¿Y quién apareció?
Jamie: Se manifestó una guía femenina. No fue su tía. Era alguien que le estaba diciendo cómo cruzar dimensiones, y cómo comunicarse.
Erik: Por esa época, fue cuando estabas haciendo la investigación y tratando de encontrar médiums, ya sabes, yo trataba de aprender cómo hablar a través de ellos y adentrarme en ese mundillo. Para entonces yo ya no tenía ningún conflicto con mis emociones. Estaba perfectamente bien y sabía cómo viajar e, inmediatamente, comencé a aprender a comunicarme con los humanos. Comunicación dimensional transversal.
Elisa: ¿Cómo lo pediste? ¿Pensaste, simplemente, "¡Necesito ayuda!"?
Erik: Sí.
Elisa: ¿O te subiste al altavoz y gritaste: "¡Un poco de ayuda!"
Erik: No. Yo lo pensé. Necesitaría que alguien viniera a enseñarme, y eso es todo lo que haces. Solo piensas en eso.
Elisa: ¿Tuviste que pasar por algún tipo de terapia? Dicen que algunas personas tienen que pasar por terapia para recuperarse energéticamente, y así sucesivamente. ¿Pasaste por ese proceso también?
Erik: Hice algo de eso, sí.
Elisa: Un médium me dijo que tenías que pasar por mucha menos terapia que la mayoría de los suicidas.
Erik: Sí.
Elisa: ¿Por qué es así?
Erik: Debido a que mi suicidio era parte del contrato espiritual que firmé para esa vida: era el final de mi línea. Por el contrario, en la mayoría de casos de personas que se quitan la vida, ese suicidio no es el final natural de su línea de vida, solo lo hacen por venganza, o porque vuscan una salida, o un escape.
Elisa: De acuerdo. No es un punto de salida pactado con anterioridad, para ellos.
Erik: Sí.
Elisa: Está bien. Ahora te pregunto, ¿qué es lo que la mayoría de los espíritus extrañan del plano terrestre? Sé que tienes a todos tus amigos allí, y ellos dicen: "Dios mío, realmente extraño la tortilla de patata española, o la paella, o el sancocho, o los tamales". Sea lo que sea ¿qué es lo que la mayoría, si fueras a hacer una encuesta, extrañaría del plano terrenal?
Erik: La comida, es lo primero. El sexo, es lo segundo.
Elisa: Pero pensé que el sexo era mejor allá.
Erik: Lo es, pero no es así de físico. Es diferente. Tan diferente.
Elisa: ¿Y por qué extrañas la comida? ¿No puedes evocar el sabor y la textura, o es diferente?
Erik: Es totalmente diferente.
Elisa: ¿Pero no puedes crear ese sabor, la textura y la plenitud en el vientre?
Erik: Es todo masticarlo, olerlo, esperar a que se haga. Quiero decir, realmente no tenemos ese tipo de proceso. No lo necesitamos.
Elisa: Sí, pero ¿no puedes crear todos los aspectos tal y como los describes?
Erik: No es lo mismo, mamá.
Elisa: No es lo mismo.
Erik: Es como si el sabor artificial no fuera lo mismo que el sabor real.
Elisa: ya veo. Y el sexo no es del todo, ya sabes. No tienes el físico, el cuerpo físico quiero decir.
[Jamie se echa a reír.]
Elisa: ¿Y podías moverte? ¿Podías mirar tu mano y cerrar el puño, mover las piernas y cosas así?
Erik: ¡Oh, sí!
Elisa: Entonces, en realidad se trató más bien como mudarse de un lugar a otro.
Erik: Sí.
Elisa: Por lo que dices, ¿aprendiste a pensar en un lugar y a aparecer allí?
Erik: Sí.
Elisa: ¿Qué otros ajustes tuviste que hacer cuando cruzaste?
Erik: Bueno, estaba acostumbrado a discutir conmigo mismo, en mi cabeza, o tener pensamientos y emociones contradictorios, pero esa mierda, simplemente, aquí no sucede. Eso fue raro.
Elisa: Hmm. ¿Qué ocurre en vez de eso que cuentas?
Erik: Erik dice, un poco frustrado: Realmente no sé cómo explicarlo. Simplemente no los tienes. No puedes estar enojado y feliz a la vez.
Elisa: Eso significa tener más paz. No más conflictos en tu cabeza.
Erik: Sí.
Elisa: ¿Qué edad tenías cuando no tenías conflictos en tu cabeza?
Erik: Tuve momentos de esos, pero nunca de manera consistente.
Elisa: Bueno, no creo que nadie los tenga consistentemente.
Erik: ¿De verdad?
Elisa: ¿Dónde están aquellos que siempre, siempre, pero siempre, están en paz, sin conflicto en su cabeza? Por supuesto, no hay nadie así.
Erik: Vamos. Tiene que haber gente. ¿No es eso lo que es ser feliz?
Elisa: ¿El cien por ciento del tiempo? Veamos. ¿Qué pasa si alguien está muy estreñido y está sentado en el inodoro sin poder cagar? ¡Esa no es una situación feliz!
Erik: se ríe y dice: Sí, pero eso es un conflicto físico.
Elisa: No importa. Va a crear un conflicto emocional. Nadie está totalmente en paz todo el tiempo, a menos que seas el Dalai Lama.
Erik: Debes tener un problema con la mierda, mamá.
Elisa: ¡Mírate a ti, y a tu humor escatológico! ¡No hablaría así! Bueno, en fin. Vayámonos. ¿Qué otros ajustes tuviste que hacer?
Erik: Esos dos fueron los principales. Me refiero al moverse, y a la quietud de mente.
Elisa: ¿En qué momento pediste ayuda? ¿Cuándo fue cuando, finalmente dijiste, "necesito ayuda"?
Erik: Cuando quise volver con mi familia, y no sabía cómo.
Elisa: Ah. ¿Nos extrañaste?
Erik: ¡Sí!
Elisa: ¿Y quién apareció?
Jamie: Se manifestó una guía femenina. No fue su tía. Era alguien que le estaba diciendo cómo cruzar dimensiones, y cómo comunicarse.
Erik: Por esa época, fue cuando estabas haciendo la investigación y tratando de encontrar médiums, ya sabes, yo trataba de aprender cómo hablar a través de ellos y adentrarme en ese mundillo. Para entonces yo ya no tenía ningún conflicto con mis emociones. Estaba perfectamente bien y sabía cómo viajar e, inmediatamente, comencé a aprender a comunicarme con los humanos. Comunicación dimensional transversal.
Elisa: ¿Cómo lo pediste? ¿Pensaste, simplemente, "¡Necesito ayuda!"?
Erik: Sí.
Elisa: ¿O te subiste al altavoz y gritaste: "¡Un poco de ayuda!"
Erik: No. Yo lo pensé. Necesitaría que alguien viniera a enseñarme, y eso es todo lo que haces. Solo piensas en eso.
Elisa: ¿Tuviste que pasar por algún tipo de terapia? Dicen que algunas personas tienen que pasar por terapia para recuperarse energéticamente, y así sucesivamente. ¿Pasaste por ese proceso también?
Erik: Hice algo de eso, sí.
Elisa: Un médium me dijo que tenías que pasar por mucha menos terapia que la mayoría de los suicidas.
Erik: Sí.
Elisa: ¿Por qué es así?
Erik: Debido a que mi suicidio era parte del contrato espiritual que firmé para esa vida: era el final de mi línea. Por el contrario, en la mayoría de casos de personas que se quitan la vida, ese suicidio no es el final natural de su línea de vida, solo lo hacen por venganza, o porque vuscan una salida, o un escape.
Elisa: De acuerdo. No es un punto de salida pactado con anterioridad, para ellos.
Erik: Sí.
Elisa: Está bien. Ahora te pregunto, ¿qué es lo que la mayoría de los espíritus extrañan del plano terrestre? Sé que tienes a todos tus amigos allí, y ellos dicen: "Dios mío, realmente extraño la tortilla de patata española, o la paella, o el sancocho, o los tamales". Sea lo que sea ¿qué es lo que la mayoría, si fueras a hacer una encuesta, extrañaría del plano terrenal?
Erik: La comida, es lo primero. El sexo, es lo segundo.
Elisa: Pero pensé que el sexo era mejor allá.
Erik: Lo es, pero no es así de físico. Es diferente. Tan diferente.
Elisa: ¿Y por qué extrañas la comida? ¿No puedes evocar el sabor y la textura, o es diferente?
Erik: Es totalmente diferente.
Elisa: ¿Pero no puedes crear ese sabor, la textura y la plenitud en el vientre?
Erik: Es todo masticarlo, olerlo, esperar a que se haga. Quiero decir, realmente no tenemos ese tipo de proceso. No lo necesitamos.
Elisa: Sí, pero ¿no puedes crear todos los aspectos tal y como los describes?
Erik: No es lo mismo, mamá.
Elisa: No es lo mismo.
Erik: Es como si el sabor artificial no fuera lo mismo que el sabor real.
Elisa: ya veo. Y el sexo no es del todo, ya sabes. No tienes el físico, el cuerpo físico quiero decir.
[Jamie se echa a reír.]
Jamie: Ajá. Erik está hablando del "bang bang".
Elisa: Oh, Dios, Erik. Bueno, no tenías mucho sexo cuando estuviste aquí, pobre chico. Supongo que tendrás que volver a reencarnarte como prostituta.
[Jamie se ríe mucho.]
Elisa: O, ¿cómo lo llamas? Un gigoló. Vuelve como prostituto.
Erik: Si regreso, definitivamente regresaré con una polla.
Elisa: Entonces, vuelve como gigoló, y luego podrás conseguir algo, de forma adecuada.
[Jamie todavía no ha dejado de reír.]
Erik: Erik dice: Jamie acaba de morirse, y [Todos no podemos evitar reírnos de eso].
Elisa: De acuerdo. Hablemos de esto: cuando los espíritus vuelven a cruzar [para reencarnar], ¿qué extrañan del cielo?
Erik: ¿Eh?
Elisa: Digo, que cuando regresan al cielo y dicen: "Estoy muy contento de estar de regreso porque me perdí", ¿Qué es lo que extrañan del cielo?
Erik: La mierda.
Elisa: ¿Extrañas alejarte de la mierda?.
Erik: Sí. Me refiero al conflicto emocional. Es por eso por lo que a muchos espíritus les gusta venir a la Tierra, para sentir las emociones de vibración más baja. La privación. El conflicto.
Elisa: Pero me dices que cuando regresan al cielo, dicen: "Uf, extraño esos conflictos emocionales".
Jamie: ¿Eso tiene sentido? Porque la forma en que lo está explicando Erik es que las almas se sienten atraídos por esos conflictos, y que por ellos por lo que reencarnan. Ahí, con esos conflictos, es donde se aprenden algunas de las lecciones más profundas.
Elisa: Ya veo.
Elisa: Oh, Dios, Erik. Bueno, no tenías mucho sexo cuando estuviste aquí, pobre chico. Supongo que tendrás que volver a reencarnarte como prostituta.
[Jamie se ríe mucho.]
Elisa: O, ¿cómo lo llamas? Un gigoló. Vuelve como prostituto.
Erik: Si regreso, definitivamente regresaré con una polla.
Elisa: Entonces, vuelve como gigoló, y luego podrás conseguir algo, de forma adecuada.
[Jamie todavía no ha dejado de reír.]
Erik: Erik dice: Jamie acaba de morirse, y [Todos no podemos evitar reírnos de eso].
Elisa: De acuerdo. Hablemos de esto: cuando los espíritus vuelven a cruzar [para reencarnar], ¿qué extrañan del cielo?
Erik: ¿Eh?
Elisa: Digo, que cuando regresan al cielo y dicen: "Estoy muy contento de estar de regreso porque me perdí", ¿Qué es lo que extrañan del cielo?
Erik: La mierda.
Elisa: ¿Extrañas alejarte de la mierda?.
Erik: Sí. Me refiero al conflicto emocional. Es por eso por lo que a muchos espíritus les gusta venir a la Tierra, para sentir las emociones de vibración más baja. La privación. El conflicto.
Elisa: Pero me dices que cuando regresan al cielo, dicen: "Uf, extraño esos conflictos emocionales".
Jamie: ¿Eso tiene sentido? Porque la forma en que lo está explicando Erik es que las almas se sienten atraídos por esos conflictos, y que por ellos por lo que reencarnan. Ahí, con esos conflictos, es donde se aprenden algunas de las lecciones más profundas.
Elisa: Ya veo.
Erik: Se crece a través del conflicto. No hay conflicto en el cielo ni en el hogar. Cuando el humano muere y se vuelve espíritu nuevamente, la facilidad de la vida es a veces impactante y es difícil adaptarse.
Elisa: si.
Erik: Porque pasaron todo ese tiempo adaptándose al conflicto.
Elisa: si.
Erik: Porque pasaron todo ese tiempo adaptándose al conflicto.
Jamie: Oh. Entonces lo que dice Erik no es que eso sea lo que más estrañan sino que es lo más difícil para adaptarse.
Elisa: ¿Es difícil adaptarse para no tener más conflictos? Te gusta la dimensión libre de conflictos, pero es difícil adaptarse a ella. Mas, yo quiero saber qué extrañan del cielo cuando regresan a la Tierra. Quiero saber cómo acabaría la frase, "Oh, Dios mío, estoy muy contento de estar de regreso, porque hecho de menos …"
Jamie: Una aclaración Lo que preguntas es, ¿me alegro de estar de regreso en la Tierra, o de estar de regreso en el cielo?
Elisa: ¿Es difícil adaptarse para no tener más conflictos? Te gusta la dimensión libre de conflictos, pero es difícil adaptarse a ella. Mas, yo quiero saber qué extrañan del cielo cuando regresan a la Tierra. Quiero saber cómo acabaría la frase, "Oh, Dios mío, estoy muy contento de estar de regreso, porque hecho de menos …"
Jamie: Una aclaración Lo que preguntas es, ¿me alegro de estar de regreso en la Tierra, o de estar de regreso en el cielo?
Elisa: En el cielo
[¿Por qué esto es tan difícil?]
[¿Por qué esto es tan difícil?]
Erik: Oh, la simplicidad de la vida. Paz. Amor. El amor incondicional.
Elisa: Está bien. [¡finalmente!] ¿Cuáles son las nuevas habilidades más geniales que obtuviste y que no tenías en la Tierra?
Jamie: Nuevas habilidades geniales.
Elisa: Está bien. [¡finalmente!] ¿Cuáles son las nuevas habilidades más geniales que obtuviste y que no tenías en la Tierra?
Jamie: Nuevas habilidades geniales.
Elisa: si.
Jamie (a Erik): ¡Eso no es obsceno!
Elisa: ¡De veras!
[Jamie se ríe.]
Elisa: No esperaba que pudiéramos ir allí sobre esta cuestión, pero déjelo en manos de Erik.
Jamie (a Erik): ¡Eso no es obsceno!
Elisa: ¡De veras!
[Jamie se ríe.]
Elisa: No esperaba que pudiéramos ir allí sobre esta cuestión, pero déjelo en manos de Erik.
Erik: Ente las habilidades está la Telepatía. Me encanta. Es un procedimiento exacto. Es mejor que los mensajes instantáneos. Mejor que los mensajes de texto telefónicos. Mejor que el correo electrónico.
[¿Sin fax?]
Elisa: De acuerdo. ¿Qué más?
Erik: No estar atrapado en el planeta Tierra. Puedes ir a donde jodidamente quieras ir.
Elisa: ¿Qué más? Nombra un par de esas cosas geniales que no tienes en la Tierra.
Erik: Un par más. Por ejemplo, trascender el espacio y el tiempo. Viaje en el tiempo. Volver a tus vidas pasadas. Oh, ¿Y qué hay de ir a la maldita biblioteca?
Elisa: ¿Te refieres a los Registros Akáshicos?
Erik: Sí. Esa mierda te deja boquiabierto.
Elisa: Cuéntame sobre eso.
Erik: Ni siquiera puedo planear cómo llegar a la tienda y comprar todo lo que necesito, y entro [en la biblioteca] y todas mis vidas pasadas, mis vidas futuras, mis vidas ahora, mis vidas después de la muerte están muy bien sintonizado. ¿Cómo diablos pasa eso?
Elisa: ¿Entras en una biblioteca y abres un libro? Quiero decir, ¿cómo es?
Erik: No, no es realmente como un libro. Es más como una página sin fin. No es como un libro de "chuparte el dedo, y pasar página".
Erik: Es como una especie de pergamino, en cierto modo, como una página sin fin que no tienes que ir desenrollando manualmente. La información, simplemente, te llega.
Elisa: ¿Sería como una pantalla holográfica?
Erik: Algo así. Si, si, si. Es tecnológicamente avanzado.
Elisa: ¿Simplemente tomas el pulgar y lo recorres como se hace sobre la pantalla de uno de esos “listófonos”, ya sabes, teléfonos móviles inteligentes? ¿O acaso piensas en ir a la próxima vida, o a lo que sea?
Erik: Sí. Te muestra lo que quieres que te muestre.
Elisa: Interesante. ¿Tiene colores atractivos? ¿Brillantes? ¿A lo mejor, vívidos?
Erik: Sí. Yo lo veo en una especie de color azul brillante.
Elisa: Hmm. Casi lo puedo ver. Probablemente ya lo haya visto.
Después de esta sesión con Jamie, sentí que ella y Erik tenían una conexión definida. En esta y futuras sesiones, disfrutan de una bromas contagiosas y cariñosas. Erik ha dicho que le gusta la forma en que Jamie se comunica porque ella no "se lo toma tan a pecho". Los dos, a menudo, se comportan como hermanos, molestos y cariñosos a partes iguales.
[¿Sin fax?]
Elisa: De acuerdo. ¿Qué más?
Erik: No estar atrapado en el planeta Tierra. Puedes ir a donde jodidamente quieras ir.
Elisa: ¿Qué más? Nombra un par de esas cosas geniales que no tienes en la Tierra.
Erik: Un par más. Por ejemplo, trascender el espacio y el tiempo. Viaje en el tiempo. Volver a tus vidas pasadas. Oh, ¿Y qué hay de ir a la maldita biblioteca?
Elisa: ¿Te refieres a los Registros Akáshicos?
Erik: Sí. Esa mierda te deja boquiabierto.
Elisa: Cuéntame sobre eso.
Erik: Ni siquiera puedo planear cómo llegar a la tienda y comprar todo lo que necesito, y entro [en la biblioteca] y todas mis vidas pasadas, mis vidas futuras, mis vidas ahora, mis vidas después de la muerte están muy bien sintonizado. ¿Cómo diablos pasa eso?
Elisa: ¿Entras en una biblioteca y abres un libro? Quiero decir, ¿cómo es?
Erik: No, no es realmente como un libro. Es más como una página sin fin. No es como un libro de "chuparte el dedo, y pasar página".
Erik: Es como una especie de pergamino, en cierto modo, como una página sin fin que no tienes que ir desenrollando manualmente. La información, simplemente, te llega.
Elisa: ¿Sería como una pantalla holográfica?
Erik: Algo así. Si, si, si. Es tecnológicamente avanzado.
Elisa: ¿Simplemente tomas el pulgar y lo recorres como se hace sobre la pantalla de uno de esos “listófonos”, ya sabes, teléfonos móviles inteligentes? ¿O acaso piensas en ir a la próxima vida, o a lo que sea?
Erik: Sí. Te muestra lo que quieres que te muestre.
Elisa: Interesante. ¿Tiene colores atractivos? ¿Brillantes? ¿A lo mejor, vívidos?
Erik: Sí. Yo lo veo en una especie de color azul brillante.
Elisa: Hmm. Casi lo puedo ver. Probablemente ya lo haya visto.
Después de esta sesión con Jamie, sentí que ella y Erik tenían una conexión definida. En esta y futuras sesiones, disfrutan de una bromas contagiosas y cariñosas. Erik ha dicho que le gusta la forma en que Jamie se comunica porque ella no "se lo toma tan a pecho". Los dos, a menudo, se comportan como hermanos, molestos y cariñosos a partes iguales.
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