MI HIJO Y LA POSVIDA. Sobre las Almas. Primera parte.

 


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Capítulo 9. Sobre las almas

En este capítulo, Erik amplía los aspectos del alma misma. Algunas de las preguntas que responde incluyen los siguientes tópicos, que dividiré en 2 audios:


1. La Reencarnación.
2. El ciclo de vida de las almas.
3. Cómo evolucionan tras la muerte.
4. Cómo se comunican.
5. Las Almas de los niños.
6. Almas no humanas.
7. Experiencias cercanas a la muerte

No obstante, la información que se canaliza puede resutar contradictoria en algunos puntos cuando se compara con la que proporcionan los sujetos que pasan por las sesiones de hipnosis regresiva en el proceso conocido como “de vidas entre vidas” siguiendo el método de Michael Newton y su escuela. Mucha información de Erik es congruente con lo relatado por Michael Newton pero hay tópicos que resultan extraños ya que los casos contados por Newton y sus terapeutas entran en aparente contradicción con lo relatado por Erik. Cuando ocurra esto, lo comentaremos como nota en el relato. Además, en cada uno de los tópicos en los que sea posible, se pondrá un enlace al blog en el que Michael Newton habla de lo mismo para, así, obtener una visión de conjunto más completa.

 En esta primera abordaremos los tres primeros tópicos de los que hablamos al principio. A saber, Reencarnación, Ciclo de vida, y evolución del alma tras la muerte.

Capítulo 9. Sobre las almas.  Primera parte:

1.       1 -Sobre la Reencarnación.

Elisa: ¿Cuándo entran las almas al cuerpo: en la concepción, en el nacimiento, o en cualquier momento de lo anteriormente dicho?

Jamie; (riendo): Erik dijo: "la opción D, es decir, en cualquier momento de lo anteriormente dicho!"

Erik: Es una lección para los espíritus comenzar desde el principio a hacer la transición al desarrollo celular de un feto, por eso, el proceso comienza mucho antes de la concepción.

Elisa: ¡Asombroso!

Erik: Sí, [las almas hacen esto] porque tienen que trabajar en descenso, es decir, trabajar su vibración en disminución hasta alcanzar una vibración humana, una vibración celular. Es muy puro, muy limpio, pero es un logro difícil. La mayoría de los espíritus que he visto lo hacen como yendo a caballo con silla de montar lateral, la que usan las mujeres que llevan falda.

Jamie: Erik me da una imagen muy divertida. Dice que montan al estilo de ir en silla lateral, sobre el vientre de la madre, mientras el bebé no está completamente desarrollado, aunque sí en su mayor parte, y de esa forma se facilita que el espíritu pueda fusionarse.

Erik: Hay raras ocasiones en las que nace el bebé y el espíritu no está completamente unido; eso puede pasar. Pero sobre todo, un ...

[Hay una pausa larga. Supongo que en este punto, Erik ha decidido no terminar su oración. ¡es como un espíritu con desorden hiperactivo y déficit de atención]

Elisa: Supongo que puede suceder en cualquier momento durante ese proceso. Cuando son bebés, ¿pueden entrar y salir del cuerpo a voluntad?

Erik: Sí, como bebés, cuando nenes. Lo que llamamos "estado de sueño", en el que puedes cambiar tu enfoque y simplemente proyectar tu imaginación, tu intención, es una experiencia extracorporal para un niño. Pueden entrar y salir del cuerpo mucho más fácilmente que un adolescente o un adulto. Luego, cuando la gente está muy mayor, muy avanzada en la edad, muchas veces pueden hacer lo mismo y mucho más fácilmente que antes.

Elisa: Es como si se estuvieran preparando para volver a casa.

Erik: Sí, algo así.

Elisa: ¿Qué siente uno al reencarnarse de nuevo en un cuerpo? ¿Es como si te fueras a dormir? ¿Cómo se siente? Apuesto a que se siento lo mismo que siento yo cuando intento entrar en mis ajustados vaqueros tras las vacaciones. Tengo que tirar de las trabillas del cinturón y saltar una y otra vez para enfundarlo

Erik: Esa es una pregunta difícil de responder, porque depende de la persona y la experiencia es diferente para todas. Pero, en general, se siente como un sueño. No sé cómo describirlo, excepto que es como un momento de simplificación. Además, depende de cómo te estés reencarnando. ¿Entras en el momento de la concepción, o lo haces a los cuatro, a los seis, a los ocho o en el instante de nacer? Eso marca una gran diferencia en la forma en que debe ajustarse tu espíritu para adaptarse al recipiente.

 Elisa: Sobre el tema de la reencarnación, ¿los animales regresan como animales, las plantas regresan como plantas y los humanos regresan como humanos, o…

Erik: Los animales tienen un alma muy parecida a la de una persona, así que cuando uno se siente atraído por ciertos animales, hay un significado ahí. Todo es enérgico; todo es energía. Pueden regresar como animales o pueden regresar como personas. Si te sientes atraído particularmente por un animal, casi entendiendo a ese animal como sería el caso de un susurrador de caballos, probablemente fuiste, en algún momento, de esa especie.

 NOTA: En este punto sobre la reencarnación y las almas animales, la investigación de Michael Newton mediante la hipnosis regresiva en sus sesiones de Vida entre Vidas, difiere notablemente. En el punto 6 sobre almas no humanas, pongo la información que Michael Newton refleja en el caso 50 de su libro “Destino de las Almas” junto con el enlace al audio  

https://destinodelasalmas.blogspot.com/2012/10/capitulo-7-3-las-almas-de-los-animales.html

 Sigamos con el punto segundo.

 2.       El Ciclo de vida de las almas.

 Como humanos, nacemos, vivimos y morimos. Todo sigue una secuencia predecible. Debido a esto, es fácil asumir que todos los demás seres vivos, independientemente de la dimensión en la que se encuentren, también tienen un ciclo de vida secuencial. Pero dado que las suposiciones siempre me han metido en muchos problemas, decidí preguntarle a Erik sobre el nacimiento y la muerte de las almas y si alguno de ellos ocurrió en primer lugar.

Elisa: ¿El espíritu ha nacido siempre de la Fuente, o siempre ha existido? ¿Qué tan atrás en el tiempo puede recordar el espíritu?

Erik: El espíritu humano nunca nace. Es solo una parte del todo.

Elisa: correcto.

Erik: (sonando un poco frustrado por falta de palabras para describir esto): [Es como un] holograma. Puedes romperlo y recoger todos los pedazos, y mirar cada pieza individual y todavía tienes una imagen de todo el conjunto. En este sentido, hablar de la Fuente Primaria, la Fuente Divina, la Fuerza Vital, sea como sea que quieras llamarlo, somos pequeñas partículas de ese todo. Aunque nos identificamos en la forma humana como separados, no lo estamos. Somos parte del todo; estamos conectados en capas de energía sutiles que no vemos. Muchos de nosotros podemos sentirlas, pero la mayoría de nosotros no podemos verlas. No nacemos realmente, porque toda la Fuente Primaria, o lo que sea, siempre ha existido. ¿Desde cuándo puedes recordar? Eso depende de ti. Si-

Jamie: (riendo): ¿Conoces el juego de la raqueta que tiene una la bola de goma atada con cuerda elástica?

Elisa: Oh, sí.

Jamie: Tiene esa cuerda elástica y la pelota de goma al final, que intentas golpear cuando regresa tras haber sido previamente alejada por un golpe de la raqueta.

Erik: Ya conoces la versión de esa raqueta para niños, la que tiene una cuerda elástica corta y es mucho más fácil golpear la pelota. Pero también tienes la de adultos, o la barata, en la que el elástico mide casi un metro de largo, y ni siquiera puedes orientar la pelota porque el elástico es muy largo.

Elisa: Yo ni siquiera puedo usar la de niño.

Erik: Bien, entonces tenemos que la pelota sería el espíritu humano y la paleta la Fuerza de la Vida, la Fuente de Dios.

Erik: Y la cuerda, el elástico, es la energía sutil que nos mantiene a todos íntegros y conectados. A veces, cuando te alejas de la Fuente de Dios, tu elástico es muy corto y todavía tienes una conexión y recuerdos intensos. Y esos recuerdos pueden ir muy atrás.

Jamie: (riendo), Erik está maldiciendo. La palabra que quiere usar es "comienzo", pero se niega a decirla porque no es precisa.

Erik: Pero en nuestro mundo lineal, así es como lo llamaríamos: "Comenzando."

Jamie: Erik grita: "¡Esa no es la palabra correcta!", y le digo: "Lo sé, pero no se te ocurre otra palabra, ¿verdad?"!

Erik: ¡Sí! El idioma es un punto delicado para mí. Es estúpido. Ojalá pudiera, ya sabes, cerrar los ojos y si lo sintieras, lo entenderías.

Elisa: Puedo sentirlo, pero no puedo escribir eso. Pero puedo sentir de lo que estás hablando.

Erik: No es lineal, ¿pero cómo llamarías regresar al principio? Debido a que eres parte de la Fuente de Dios, tienes todas las experiencias y recuerdos que tiene Dios.

Elisa: Es casi un lugar, en vez de una línea de tiempo, ¿verdad?

Erik: Sí. Y algunos de nosotros tenemos ese cordón elástico realmente largo, y solo queríamos alejarnos lo más posible por el mero hecho de que podíamos hacerlo. Y nadie nos juzgó por ello. Simplemente lo hicimos y, a veces, es difícil que vuelva la pelota a la paleta.

Elisa: Bien. ¿Puedes recordar el momento en que te separaste de la Fuente?

Erik: ¡Demonios, sí!

Elisa: ¡vaya! ¿Y cómo se siente?

Erik: Evidentemente solo puedo hablar de mí en este caso. Es como cuando la gota de lluvia deja la nube. Eso es lo que se siente.

Elisa: Espera, ¿cómo dices que se siente eso? No soy gota de lluvia, y tampoco una nube.

Erik: Quizás deberías serlo, mamá. Bueno, en serio, realmente no tiene sentimiento. No es emocionante, ni aterrador ni nada. No es como dar a luz, o doloroso, o ...

Elisa: ¿Es como un aliento?

Erik: Sí, como cuando exhalas, ya sabes, el aire que sale de tu cuerpo tan fácilmente como entra. Odio decepcionarte, pero no hay fuegos artificiales.

Elisa: Bueno, yo no lo llamaría decepcionante porque podrías herir los sentimientos de la Fuente.

Erik: (riendo): ¡No, no lo hago! ¡La Fuente no juzga!

Elisa: Es broma, tonto. Y dime: ¿cómo se crean las nuevas almas, si es que se crean? Supongo que podrían haber existido siempre, sin tener un punto de partida.

Erik: No sé la respuesta a esta pregunta, así que déjame preguntar a tus guías.

[Pausa]

Erik: Está bien. Esto es lo que obtuve de ellos: dicen que las nuevas almas son creadas por la entidad todopoderosa que vosotros, a veces, llamáis "Dios", Fuente, o Luz. Me están mostrando que donde existe un alma, esta puede dividirse y dividirse en más y más almas, que son la descendencia de esa alma única. Dios, o la Fuente, facilitan este proceso.

Elisa: De acuerdo. ¿Y quién decide cuándo se llevará a cabo?

Erik: La Fuente todopoderosa.

Elisa: ¿Este ser todopoderoso sigue creando nuevas almas?

Erik: Sí.

Elisa: ¿Habrá un momento en que el ser todopoderoso, sea Él o Ella, deje de crear almas?

Erik: Bueno, esa es una cuestión de tiempo, pero la respuesta corta es no, que yo sepa.

Elisa: ¿Entonces es casi como la ramificación de zarcillos o de tentáculos? Eso es lo que veo.

Erik: Se ve exactamente así. Si puedes, trata de imaginarte un rayo de luz como un huevo recién fertilizado; se rompe en dos partes, luego tres, luego cuatro. Es la Fuente desprendiendo un alma. Cuando es el momento adecuado lo hace en otra alma, otras dos almas, y así sucesivamente.

Elisa: ¿Esa alma original tiene algo que ver con nuestras vidas paralelas?

Erik: No, cada alma adquiere una personalidad diferente, y un nivel diferente de iluminación.

Elisa: ¡Ah! Entonces, ¿cada alma no comienza en el nivel de iluminación del alma de donde proviene?

Erik: No. Es como cuando los humanos dan a luz. ¿Son [los niños] exactamente como los padres? ¡Diablos, no!

Elisa: interesante es saberlo.

Erik: Y cada [alma] está sola. Además, nuevas almas vendrán de cada [una de estas] almas a medida que maduren.

Elisa: Cuando Estados Unidos lanzó las bombas sobre Hiroshima y Nagasaki, muchas personas murieron en esas explosiones. ¿Cómo es posible que un alma sobreviva a tal suceso cuando todo lo que la rodea se evapora?

Erik: Haces que parezca como si compararas el alma con el cuerpo, como si fuera un trozo de vidrio que se pudiera romper. El alma no se puede romper.

Elisa: De acuerdo. Entonces, ¿el alma nunca puede ser destruida?

Erik: No. Lo único que puede hacer el alma es rendirse y ser absorbida por la Fuente principal. Esa sería la última desaparición.

Elisa: De acuerdo.

Erik: Pero eso no se exige, y no es lo mismo que la iluminación, es decir, el fusionarse con la Fuente a través de la iluminación final. Eso es diferente.

Elisa: ¿Pierdes tu conciencia individual cuando sucede eso?

Erik: Sí.

Elisa: Oh, chico, eso no es bueno. No quiero perder nunca el sentido de mí misma, y ciertamente no quiero perderte ni a ti ni a tu “Erikidad”.

Erik: Pero mamá, en la fusión con la Fuente todavía sabes quién eres, además de que ganas toda la conciencia de las masas. Simplemente no estás tan separado. Es difícil de explicar, porque no me ha pasado. Solo te cuento lo que escuché.

Elisa: Tengo esa cosa de perder el sentido de uno mismo. Sería como morir.

Erik: Mamá, por lo que tengo entendido, no es así. Es tan difícil de explicar en términos de lenguaje humano. Y volviendo a tu pregunta sobre si el alma se vaporiza, la energía de un alma puede, bueno, ser desgarrada por ciertos traumas. No sé cómo explicarlo mejor que eso, pero como sabes, aquí tenemos sanadores que reparan la energía y la vuelven completa.

Elisa: ¿Tuviste que reparar tu alma porque tu muerte fue tan traumática y violenta al suicidarte de un tiro en la cabeza?

Erik: Realmente no. Dejé mi cuerpo incluso antes de que la bala entrara en el cráneo. Tuve que pasar por un poco de terapia para orientarme, para ayudarme a comprender completamente, y conectar mis vidas pasadas con los problemas emocionales que tuve en mi última vida.

Elisa: Bien. ¿Hay algún momento en el que podamos perder nuestra personalidad cuando estemos completamente evolucionados y succionemos todos esos zarcillos de nuestros diversos yoes, hacia la Fuente? ¿Erik se habrá ido para siempre cuando eso suceda?

Erik: Mira, mamá, cuando eliges volver a la Fuente, si ahí es donde quieres estar, entonces ganas la conciencia del todo, como dije. Todavía tendrás los recuerdos de ti misma, como yo todavía tendría los recuerdos de Erik, pero estarás completamente en la presencia de Dios en ...

Elisa: Quieres decir que, entonces, obtienes lo mejor de ambos mundos, ¿es eso lo que dices? ¿O cuando regresas a la Fuente tienes que sacrificar algo de ti mismo?

Erik: Bueno, sacrificas algo porque no hay una acción independiente que puedas realizar cuando vuelves a la Fuente, porque tú eres la Fuente. Pero realmente no pierdes tu identidad. No hay pérdida; solo ganancia. Si deseas caminar de regreso a la Fuente divina, renuncias a tu derecho a ser un alma que reencarna. Eres parte de la Fuente.

Elisa: Algo así como la piscina colectiva.

Erik: Sí. Es como la comparación de estar solo, frente a estar con muchos en una escuela. Sigues con tu personalidad pero también eres parte del grupo de compañeros de clase de toda la escuela.

Elisa: ¿Podrías cambiar de opinión y dejar ese grupo colectivo, algo así como cuando se hacen novillos en la escuela?

Erik: Claro, aquí nada es permanente. El libre albedrío reina en todo momento.

Elisa: Entonces, si definitivamente puedes salir, ¿cómo, te separas de la Fuente?

Erik: Bueno, todo es posible pero, por lo general, cuando valoras regresar ves que estar en la Fuente ese es el mejor lugar en el que querrías estar.

Elisa: De acuerdo, sería como divertirse en un parque de atracciones cubierto mientras afuera hay una tormenta. ¿Por qué alguien querría salir del parque para quedarse bajo la lluvia?

Erik: Exactamente. Pero para aclarar, un alma nunca pierde su personalidad; todos contribuimos al todo. Mamá, somos las partes y el todo, como un holograma.

Elisa: Oh, está bien. ¡Si!

Erik: No se trata de que todo se convierta en Uno; se trata de muchas almas diferentes que evolucionan al mismo nivel, a su propio ritmo. Pero cada una tiene su personalidad, y experiencias, únicas. Por lo tanto, las almas pueden convertirse en un todo que es un todo mucho más iluminado de lo que sería si todas fueran copias al carbón, unas de otras. La singularidad de las partes es muy, muy importante para la iluminación de las otras partes, y del todo. El todo es mucho más grande que la suma de sus partes.

Elisa: ¡Vaya!

Erik: Y las almas nunca se desgastan ni envejecen. Maduran, pero no se erosionan ni declinan.

Elisa: Bien ¿Entonces dices que no envejecen a menos que quieran?

Erik: Sí. Ahora, obtenemos conocimiento e información, pero no envejecemos. Ni envejecemos ni nos debilitamos.

Elisa: Pero puedes elegir la edad que quieres aparentar, obviamente. Probablemente tú te veas como si tuvieras veinte años, pero sabes que podrías parecer fácilmente como de ochenta o de diez.

Erik: Sí.

Elisa: Para poder tener hijos; puedes casarte, por así decirlo, y tenerlos aunque no basados ​​en la reproducción biológica, por supuesto. Cuéntame sobre eso. ¿En qué se diferencia eso frente a la Fuente separándose en almas?

Erik: Por lo que sé sobre eso, si un alma decide que quiere experimentar un embarazo aquí, puede hacerlo.

Elisa: He tenido seis embarazos, y todo lo que puedo decir es: "Dios, ¿quién querría pasar por eso?"

Erik: Lo que harán muchas almas es simplemente manifestarse en un bebé o un niño pequeño.

Elisa: Vaya, ¿Y en ese caso ese alma es realmente un alma de verdad?

Erik: ¡Sí! Es otra alma en el más allá.

Elisa: Pero si la Fuente divina es la responsable de crear nuevas almas, ¿cómo funciona eso? ¿Cómo podemos manifestarnos como un bebé?

Erik: Oh, siempre hay almas deambulando que quieren ser madre o padre. A muchas de ellas les gusta ser alimentadas en la otra vida, y en el plano terrenal.

Elisa: ¡En ese caso pueden ser como alma ya existente, no como alma nueva!

Erik: Sí, eso es correcto.

Elisa: Pero supongo que es posible tener un alma nueva, como hijo, si la Fuente se desprende de una y luego ésta se manifiesta en forma infantil en el proceso, ¿verdad?

Erik: Correcto.

Elisa: Muy interesante.

Erik: Hablemos más sobre la idea de una nueva alma. Francamente, no somos nuevos en absoluto, porque todos venimos de la Fuente divina, y Dios no es nuevo.

Elisa: ¿Estás diciendo que Dios es más bien mayorcito?

[Erik y Jamie se ríen.]

Erik: Si lo que preguntas es en términos de si el alma vendrá a la Tierra por primera vez, o no ...

Elisa: O tal vez solo [el alma es nueva] cuando se individualiza o separa de la Fuente. ¡Demonios, realmente no sé lo que pregunto! ¡Ayúdame aquí, y dime lo que te pregunto!

Erik: Bueno, piénsalo, mamá. Todos tenemos memoria colectiva consciente.

Elisa: De acuerdo.

Erik: Bueno, tal vez lo llamemos memoria colectiva subconsciente. Por tanto, la definición de, "nuevo", no encaja realmente.

Elisa: ¿Qué tal si pensamos en un zarcillo, digamos una ramita, que se desprende de la Fuente divina? Todavía es parte de lo viejo, pero es nuevo desde el punto de vista de ser una ramita, ¿cierto?

Erik: Sí. Porque incluso si un alma está teniendo su primera experiencia, no es nueva. En estos términos, tal vez podríamos preguntarnos si todavía hay espíritus que están teniendo experiencias por primera vez en la Tierra.

Elisa: De acuerdo.

Erik: Podemos decir que sí, que las hay. La población está creciendo. Pero, al mismo tiempo, piensa en la tasa de tala de árboles. Todas estas son almas que regresan a la Fuente. Y, por supuesto, hay almas que quieren entrar [en la Tierra]. Estas almas pueden tomar la forma de hombre, o de otro animal; realmente nos superamos a nosotros mismos.

Elisa: Vaya, volveré a preguntar esto: ¿los animales siempre regresan como animales, la planta como planta, y la roca como roca?

Erik: No, eso sería como decir que una persona negra solo puede regresar como negro. No estamos confinados a la raza, o estirpe.

Jamie: Entonces, Erik, ¿estás poniendo a insectos, animales en general, árboles y humanos al mismo nivel, y los consideras, casi, como razas diferentes?

Erik: ¡Sí!

Elisa: De acuerdo. Entonces, ¿estos nuevos zarcillos de la Fuente, esas ramitas, se proyectan, [vienen], a la Tierra porque de alguna manera eso acelera la experiencia de Dios sobre sí mismo?

Erik: Sí.

Elisa: Porque tenemos más cuerpos para ...

Erik: Para llenar.

Elisa: Supongamos que toda una familia muere en un accidente de automóvil. ¿Pueden los padres vivir con sus hijos y criarlos en la otra vida?

Erik: Sí, mamá. Sé lo que quieres decir, y sí. Puedes mantener esa unidad familiar y puedes vivir la vida como lo hiciste en la Tierra.

Elisa: De acuerdo.

Erik: El único momento de debilidad en el que puedo pensar es cuando una persona muere en la Tierra, (ya sea infante, niño, adolescente, adulto, anciano, o lo que sea), y  a cualquier edad existe ese punto débil cuando llegan, y luego se van. ¿Sabes?, te dices: “Puede que sepa dónde estoy pero, ¿cómo funciona esto? ¿Qué estoy haciendo?"

Elisa: Sí.

Erik: Y ahí es cuando nos unimos y decimos: "Déjame mostrarte; déjame caminar contigo; déjame abrir tu mente".

Elisa: Ya veo.

Erik: Pero solo podemos hacer aquello que estén dispuestos a aceptar, o incluso escuchar. Y cuando la información les sobrepasa, se detiene ahí mismo.

Elisa: Me recuerda cómo los niños tienen que resolver las cosas por sí mismos, (cometiendo los mismos errores que nosotros cometimos a su edad), porque no quieren escuchar los consejos que provienen de nuestra propia experiencia. Reinventando la rueda.

 3.       Cómo evolucionan las almas tras la muerte.

 Como humanos, la influencia de nuestras experiencias, y de otras personas, es crucial en el cómo evolucionamos. Pero, ¿evolucionan también los espíritus de en la otra vida? Si es así, ¿qué implica esa evolución? Erik comparte su visión.

 

Elisa: ¿Se necesita algún período de tiempo para que el fallecido se acostumbre a cambiar del tiempo terrenal a la atemporalidad, de las emociones humanas a las que tienen las almas libres?

Erik: Sí.

Elisa: Debe ser extraño. ¿Qué se siente al cambiar del tiempo terrenal al atemporal?

Erik: En realidad es cosa fácil, porque no es algo en lo que realmente pienses de inmediato. Están sucediendo muchas cosas. Es como ir a un parque de atracciones, estás muy entretenido, festero y ocupado, no hay relojes en parte alguna y luego te das cuenta de que tienes hambre [y te preguntas]: "¿Qué hora es?" Existe una necesidad interna de saberlo y, de todos modos, lo chequeas. Y cuando falleces, no tienes ese hambre que te saca del marco de tiempo. Estás trabajando en tu vida y en lo que sucedió, está tu funeral, y las personas en tu vida, y tú estás aprendiendo y expandiéndote, y luego te das cuenta y te dices, "¡Oh, así es [el tiempo]!" Y entonces eso es un poco más fácil.

Erik: Lo que te jode, realmente, es cómo te trata la gente y que, constantemente, te sientes bien. Eso realmente te saca de tus casillas porque estás esperando que pase algo malo. Es como decirte:"¿Cuándo se va a estrellar esto? ¿Cuándo terminará? "¡Y no es así! Luego aprendes a permitirte sentirte cómodo con eso, y más tarde te sorprenderás de cómo quieres reaccionar ante las cosas de otros espíritus.

Erik: Y entonces, otra alma entra, y tienen sus cosas en marcha, pero te acercas a ellos, y normalmente, como humano, harías ...

Jamie: (riendo): ¿Qué harías?

Erik: Pues mimarlos y toda esa parafernalia.

Jamie: ¿"Algo así como nutrirlos"?

Erik: Sí. Nutrirlos. Y de repente te das cuenta de que no tienes necesidad de hacerlo. Es porque sabes, absolutamente, que están bien. No hay ninguna atracción interna para reaccionar como un "buen humano", ya sabes, porque la compasión siempre está ahí. No tienes que activarte para que ocurra. Es genial. Todavía me sorprende algo, las cosas que hago.

[Jamie y yo nos reímos.]

Elisa: Entonces, ¿qué más hay sobre el cambio de las emociones humanas a las emociones que tienen las almas? Dime más.

Erik: Cuando contemplas a tus seres queridos en la Tierra y se ponen tristes, cuando estabas vivo o bien te sentías culpable o querías ir a ayudarles, como queriendo hacer algo. Pero ahora que están al otro lado, cuando se ponen tristes, entiendes el porqué. Claramente sabes que no se trata de algo que hayas hecho tú. Instantáneamente sabes que necesitan reaccionar de esta manera para entender qué lección les viene. Y eso es muy bueno. Pero luego empiezas a ver que los humanos son en realidad seres emocionales lo que, verdaderamente, es el núcleo del tipo de criatura que somos. Y cuando apareces espiritualmente junto a tu familia humana, y ellos reaccionan emocionalmente contigo, eso es muy bueno; porque cuando estabas viviendo en la Tierra y ellos entraban en una habitación, por ejemplo se daban la vuelta y te veían y te decían cosas como: "Oye, ¿qué estás haciendo? ¿A dónde vas?". Querían buscar información en lugar de entender cómo te sentías. Eso es muy bueno, y diferente. Por eso, a veces es duro cuando, ya sabes, nos acercamos a nuestra familia humana y ellos lloran al sentirnos, porque les recuerda que nos hemos ido.

Elisa: Sí.

Erik: A veces eso es más difícil de manejar que cualquier otra cosa. Realmente queremos que nuestros seres queridos reaccionen sonriendo y diciendo: "¡Ah, recuerdo el día aquel en el que era un idiota, y lo extraño tanto!"

Elisa: ¿Entonces puedes ponerte triste?

Erik: Sí. Puedes ponerte triste, pero es muy diferente. No es que te guste sentarte con un grupo de almas tristes y conversar al respecto. Es solo una experiencia interior y no se alimenta a sí misma. Como he dicho antes, es muy difícil mantener esas vibraciones más bajas. Es como mantener vivo un fuego bajo la lluvia. Tienes que esforzarte mucho para que siga funcionando. Tan pronto como tú, ya sabes, dejas de lado ese esfuerzo, se habrá ido. La tristeza se fue. La felicidad es verdaderamente lo normal aquí.

Elisa: Dices que los humanos son seres emocionales y los espíritus no son humanos, pero siguen siendo seres emocionales, ¿verdad?

Erik: Absolutamente.


FJIN DE LA PRIMERA PARTE

 


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