Título original: Adventures Beyond The Body . Edición original: 1996
Edición en español: 2001. Editorial Sirio. ISNB: 8478083561
A mi esposa, Susan y nuestros hijos, Alex y Eric con
todo mi amor.
Prefacio
Hace quinientos
años, un puñado de valerosos exploradores atravesó el océano en busca de un
nuevo continente, una tierra misteriosa, oculta por un mar sin explorar del que
no existía mapa alguno. Muchos consideraron estos viajes como una pérdida de
tiempo y de recursos. De hecho, la civilización moderna se había desarrollado
durante siglos sin este tipo de exploración.
Contra todo pronóstico, este grupo de exploradores
se arriesgó a proseguir, impulsados hacia lo desconocido por un ardiente deseo
de descubrimiento. Abandonaron la comodidad de sus hogares para embarcarse en
un viaje allende los horizontes conocidos. Afrontando sus temores y sus dudas,
así como los de la sociedad, se mantuvieron firmes en su propósito, hasta que
finalmente lograron su meta, su descubrimiento.
En la actualidad estamos ante el mismo tipo de
exploración: tenemos un océano de energía sin explorar en espera de ser
conquistado por quienes posean la visión y el valor suficientes para ir más
allá de los límites de sus horizontes físicos. Como en el pasado, la visión del
explorador debe traspasar la frontera física. Igual que en el pasado, el
explorador debe poseer el impulso y la decisión de viajar allende los límites
conocidos por la sociedad y por la ciencia. Debe viajar solo, lejos de las
masas que se aferran a la firme seguridad de la tierra firme.
Igual que en el pasado, una sola razón impulsa a
los exploradores: la necesidad de descubrir por sí mismos, porque aceptar algo
que no sea un conocimiento de primera mano sería rendirse a las ideas y a las
suposiciones de quienes sólo conocen la tierra sólida.
En este momento, cada uno de nosotros tiene la
oportunidad de ir más allá de las fronteras de lo físico y de convertirse en
explorador.
Todos podemos compartir esta fantástica aventura.
PRIMERA PARTE: LA EXPLORACIÓN DE LO MISTERIOSO
Capítulo
1. Los primeros viajes
La experiencia más hermosa que podemos tener es lo
misterioso. Es la emoción fundamental de la que nace todo arte y ciencia
verdaderos. Quien no la conozca y ya no pueda sorprenderse ni maravillarse, es
como si estuviera muerto y sus ojos estuvieran cerrados.
Estas palabras, escritas por Albert Einstein hace
ya mucho tiempo, se grabaron para siempre en mi mente.
Hace veinte años creía firmemente que el mundo
físico que vemos y experimentamos era la única realidad existente. Creía lo que
me contaban mis ojos: que la vida no tenía misterios ocultos, sólo incontables
formas de materia que vivía y moría. Los hechos estaban claros, no existían
evidencias ni pruebas de mundos no físicos ni de que nuestra existencia
continuara después de la muerte. Ponía en duda la inteligencia de los débiles
mentales que aceptaban conceptos ilógicos como el Cielo, Dios y la
inmortalidad. Los consideraba cuentos de hadas creados para consolar a los
débiles y manipular a las masas. Según yo, la vida era fácil de comprender: el
mundo consistía en formas y materia sólidas, y la vida después de la muerte y
el Cielo no eran sino pobres intentos humanos por crear una esperanza donde
realmente no existía nada.
Poseía el conocimiento arrogante de quien juzga al
mundo sólo con sus sentidos físicos y apoyaba mis conclusiones en las
abrumadoras observaciones aportadas por la ciencia y la tecnología. Después de
todo, si existía algo misterioso, con toda seguridad la ciencia lo tendría en
cuenta.
Mis firmes convicciones sobre la realidad y la
vida continuaron hasta junio de 1972. Durante una conversación con un vecino,
mencionamos las posibilidades de que existiera vida después de la muerte.
Procedí a presentar con vigor mis agnósticos puntos de vista. Para mi sorpresa,
mi vecino no rebatió mis conclusiones; en lugar de ello, me contó una
experiencia que había tenido varias semanas antes. Una noche, justo antes
dormirse, le impresionó descubrirse flotando encima de su cuerpo. Completamente
despierto y consciente, se asustó mucho y al instante volvió a su cuerpo
físico. Inquieto, me dijo que no fue sueño ni imaginación, sino una experiencia
completamente consciente.
Su experiencia despertó mi curiosidad y decidí
investigar por mí mismo este extraño fenómeno. Después de varios días de
búsqueda, descubrí numerosas referencias históricas sobre las vivencias
extracorporales. Con cierto esfuerzo, descubrí un libro sobre el tema que
describía cómo se inducen las experiencias fuera del cuerpo. Todo el asunto me
parecía muy extraño y consideré que aquel libro era producto de una imaginación
desbocada.
Por curiosidad, decidí probar una de aquellas
técnicas antes de dormirme. Después de repetidos intentos durante varios días,
comencé a sentirme un poco ridículo. En tres semanas, lo único singular que
había experimentado era que recordaba mejor mis sueños. Cada día me convencía
más de que todo aquel asunto era simplemente un sueño intenso o vívido,
estimulado por aquellas técnicas que supuestamente ayudaban a salirse del
cuerpo.
Una noche, aproximadamente a las once, me dormí
mientras estaba realizando una de dichas técnicas y empecé a soñar que estaba
sentado frente a una mesa redonda con varias personas. Todos parecían
formularme preguntas relacionadas con mi desarrollo y mi estado de consciencia.
En ese momento del sueño, comencé a sentirme muy mareado y una extraña
somnolencia, como la que produce la novocaína, comenzó a extenderse por todo mi
cuerpo. Incapaz de mantener la cabeza erguida, perdí el conocimiento, golpeando
la mesa con la cabeza. Desperté al instante, completamente consciente, acostado
en la cama de cara a la pared. Escuchaba un extraño zumbido y de algún modo me
sentía diferente. Con el brazo extendido, intenté tocar la pared que estaba
frente a mí. Entonces observé sorprendido que mi mano penetraba en el muro;
podía sentir su energía vibratoria como si tocara su estructura molecular
íntima. En ese momento comprendí la abrumadora realidad, ¡Dios mío, no estoy
en mi cuerpo!
Impresionado, mi única idea fue ¡es real, Dios
mío, es real! Acostado en la cama, observé mi mano con incredulidad. Cuando
intenté apretar el puño, sentí la presión de mis dedos; sentía mi mano
completamente sólida, pero la pared física frente a mí parecía y se sentía como
un material denso y brumoso.
Decidido a ponerme en pie, comencé a moverme sin
esfuerzo hacia los pies de la cama, con mi mente desbocada por la realidad que
percibía. De pie, palpé con rapidez mis brazos y mis piernas, para comprobar si
eran sólidos y, para mi sorpresa, me sentí completamente sólido, completamente
real. Pero a mi alrededor, los objetos físicos de la habitación ya no parecían
tan reales ni sólidos; en lugar de ello, ahora parecían espejismos
tridimensionales. Al mirar hacia abajo, percibí un bulto grande sobre mi cama.
Sorprendido, vi que era la forma durmiente de mi cuerpo físico de cara al muro
y en silencio.
Cuando concentré mi atención en el lado
opuesto de la habitación, la pared pareció desaparecer de mi vista. Frente a
mí, pude ver un campo amplio y verde que se extendía mucho más allá de mi
habitación. Entonces vi una figura que me observaba en silencio a una distancia
de aproximadamente diez metros. Era un hombre alto, de cabello oscuro, con
barba y una túnica morada. Sobresaltado por su presencia, me asusté y al
instante “volví” a mi cuerpo físico. Con una sacudida penetré en mi cuerpo y
sentí una extraña sensación de adormecimiento y hormigueo que se desvaneció
cuando abrí los ojos. Muy excitado, me senté, con la mente a punto de estallar
al comprender lo que había ocurrido. Sabía que aquello era absolutamente real,
no un sueño ni tampoco cosa de mi imaginación. La totalidad de mi consciencia
personal había estado presente en ello.
De repente, todo lo que sabía de mi existencia y
del mundo que me rodeaba tenía que ser reevaluado. Siempre había expresado
serias dudas de que existiera algo más allá del mundo físico. En ese momento mi
punto de vista cambió totalmente. Supe con certeza que existen otros mundos y
que las personas como yo vivimos también en ellos. Y lo más importante, supe
que mi cuerpo físico era sólo un vehículo temporal para el yo verdadero que
está en su interior y que con la práctica podría separarme del cuerpo a
voluntad.
Emocionado con mi descubrimiento, tomé un
bolígrafo y papel y anoté exactamente lo que había ocurrido. Numerosas
preguntas llenaban mi mente. ¿Por qué la inmensa mayoría de la raza humana
desconoce este fenómeno? ¿Por qué las diferentes ciencias y religiones no lo
investigan? ¿Es posible que este mundo invisible sea el “Cielo” mencionado en los
textos religiosos? ¿Por qué los gobiernos no exploran este mundo de energía
paralelo? ¿Es posible que nuestra abrumadora dependencia de las percepciones
físicas nos haya conducido a pasar por alto una increíble vía de exploración y
descubrimiento?
A medida que desaparecía la conmoción inicial de
mi primera experiencia, comprendí que mi vida ya nunca sería igual. Cuanto más
analizaba el significado de mi experiencia, más profunda la sentía. Todas mis
ideas agnósticas habían desaparecido en una sola noche. Supe que tenía que
revalorar todo lo que había aprendido desde la niñez, todo lo que había
considerado verdadero. Era obvio que mis cómodas conclusiones acerca de la
ciencia, la psicología, la religión y mi existencia habían estado basadas en
una información incompleta. Me sentía emocionado, pero inquieto, pues mis
anteriores conceptos acerca de la realidad no parecían ya válidos. Sentí un
vacío cada vez mayor. En varias ocasiones, al comentar con amigos lo que había
experimentado, lo encontraron demasiado extraño para tomarlo en serio. En 1972
el término experiencia extracorporal no se había acuñado todavía; en ese
entonces la descripción más común era proyección astral y si uno les
contaba a los demás que había abandonado su cuerpo, pensaban inmediatamente que
estaría bajo el influjo de las drogas o que había enloquecido. Rápidamente
descubrí que tenía que guardarme mis experiencias para mí o afrontar cierto
grado de incredulidad e incluso burlas.
Después de mi primera experiencia fuera del
cuerpo, mi mente desbordaba con innumerables posibilidades y preguntas.
Desesperado por obtener información y guía, pasé varias semanas en bibliotecas
y librerías en busca de conocimientos sobre el tema. Pronto descubrí que había
muy poco; sólo se habían escrito unos cuantos libros sobre este tema, y algunos
de ellos eran muy viejos y habían ya dejado de editarse. A finales de julio de
1972 me sentí solo.
Decidí concentrarme en la técnica que me había
funcionado. Consistía en visualizar, mientras me dormía, un lugar físico que
conociese bien. Igual que había hecho antes, imaginé el salón de la casa de mi
madre con el máximo detalle posible. Al principio pareció difícil, pero después
de algunas semanas, podía dibujar los detalles de la habitación cada vez con
mayor claridad; comenzaron a definirse en mi mente los muebles, los diseños de
las telas, las texturas e incluso las pequeñas imperfecciones de la madera y la
pintura. Me di cuenta de que cuanto más me imaginaba a mí mismo interactuando
con los objetos físicos, más detalladas se volvían mis visualizaciones. Con la
práctica aprendí a caminar físicamente por la habitación y a memorizar los
elementos que contenía. También aprendí la importancia de “sentir” el ambiente
con mi mente: la sensación de la alfombra bajo mis pies; la sensación al
sentarme en una silla, caminar, encender una lámpara o incluso abrir la puerta.
Cuantos más detalles incluía en mi visualización, más eficaces eran los
resultados. Aunque al principio fue un reto, después de un tiempo fue divertido
que mis visualizaciones cobraran vida en mi mente. En ese momento decidí llevar
un diario para registrar mis experiencias extracorporales.
Anotación del 6 de agosto de 1972
Me desperté a las 4 de la mañana, después de tres
horas y media de sueño y comencé a leer un libro de experiencias fuera del
cuerpo. Tras quince minutos de lectura, sentí sueño y decidí visualizar el
salón de mi madre. Lo elegí porque lo conocía muy bien. Contenía varios
artículos que yo había hecho en la escuela: un cenicero de metal, un tope de
madera para la puerta y una acuarela marina. Mientras imaginaba la habitación,
lentamente desplacé mi atención hacia los artículos que yo había elaborado. Lo
más vívidamente que pude, me imaginé caminando por la sala, observando los
muebles y las cosas hechas por mí. A medida que me concentraba en estos objetos
comencé a ver la habitación con gran claridad. Trasladé mi atención de un
objeto a otro y me imaginé tocando cada uno de ellos. Mientras me sumergía en
las sensaciones y las vistas del salón, me quedé dormido. En unos segundos, me
despertaron intensas vibraciones y un sonido estrepitoso en todo mi cuerpo. Me
sentía como si estuviera dentro del reactor de un avión y mi cuerpo y mi mente
estaban a punto de separarse por las vibraciones. Me impresionó y me asustó la
intensidad de las vibraciones y los sonidos, por lo que volví a mi cuerpo.
Cuando abrí los ojos estaba completamente aturdido y una extraña sensación
hormigueante se extendía por todo el cuerpo. Durante los minutos siguientes,
volvieron lentamente mis sensaciones físicas normales. Apenas podía creer la
intensidad de aquellas vibraciones. Me quedé acostado y me pregunté qué eran
aquellas vibraciones y aquellos sonidos y qué los provocaba. Sabía que no eran
sensaciones físicas. Sólo pude suponer que de algún modo, tenían que ver con mi
forma no física, tal vez eran el reconocimiento de la transferencia de mi
consciencia desde mi cuerpo físico al no físico. O tal vez simplemente fui
consciente de una transición o de un cambio vibratorio, necesario para tener la
experiencia extracorporal. Fuese lo que fuese, el hecho es que me asusté
muchísimo. Sin embargo, estaba decidido a encontrar lo que había detrás de esas
extrañas vibraciones. Debían tener una explicación lógica.
La semana siguiente no ocurrió nada. Comencé a
dudar de mí mismo y de mi capacidad para lograr la experiencia. Pero una noche,
aproximadamente a las once, dormitaba mientras visualizaba el salón de mi
madre. En pocos minutos me desperté, sorprendido por un zumbido penetrante y
sintiendo vibraciones por todo mi cuerpo. Al abrir los ojos comprendí que la
mitad de mí estaba fuera del cuerpo. Mi primera reacción fue de temor. Un
pánico abrumador inundó mi mente y al instante volví a mi cuerpo. Al abrir los
ojos físicos, descubrí que mi cuerpo físico estaba adormilado y hormigueaba;
igual que antes, la sensación desapareció lentamente y volvieron mis
sensaciones físicas normales. Me senté en la cama, impresionado por la
intensidad de las vibraciones y los sonidos. Recuerdo claramente que dije en
voz alta, “¿qué diablos ha sido eso?”
Al repasar la experiencia comprendí que carecía
totalmente de preparación. Ante los primeros indicios de separación, un temor
instintivo parecía inundarme.
Durante dos noches no ocurrió nada singular. La
tercera noche me despertó una vibración y un adormecimiento extraños, que se
extendían desde la nuca hasta el resto de mi cuerpo. Hice mi mejor esfuerzo por
mantener la calma y controlar mi temor, pero no pude. Me sentía completamente
fuera de control y muy vulnerable. Espontáneamente pensé en mi cuerpo físico y
vi con sorpresa que las vibraciones desaparecieron lentamente. Cuando volvieron
mis sensaciones físicas, me sentí decepcionado por haber perdido una gran
oportunidad de exploración. En un esfuerzo por aprovechar el momento, me
tranquilicé, dirigí mis ideas lejos del cuerpo físico y comencé a estimular la
vuelta de las vibraciones. (Lo conseguí concentrándome en las sensaciones
vibratorias que había experimentado en la nuca.)
Quince minutos después, ya tranquilizado y otra
vez entre el sueño y la vigilia, las vibraciones volvieron. Comenzaron en la
nuca y se extendieron por el cuerpo lentamente, haciéndome vibrar en lo que
parecía un nivel superior de frecuencia o de energía. En esta ocasión conservé
la calma y mi nivel de ansiedad disminuyó al darme cuenta de que podía
disfrutar aquellas sensaciones vibratorias si estaba preparado para ellas. Un
zumbido de tono alto parecía resonar en mi cuerpo y me sentía lleno de energía
y ligero como una pluma. Cuando pensé en flotar percibí que me movía hacia
arriba. Sentí que no pesaba nada y por primera vez las sensaciones eran
absolutamente maravillosas.
Floté hasta el techo y lo toqué con mi mano.
Sorprendido, comprendí que tocaba la sustancia energética del techo. Al presionar
mi mano en la brumosa estructura molecular, sentí la hormigueante energía
vibratoria del techo. Cuando retire mi mano del techo, observé que mi brazo
brillaba con miles de luminosas chispas, blancas y azules. Por curiosidad,
estiré mi otra mano y toqué mi brazo y, para mi sorpresa, parecía sólido. Al
fijar la mirada en mi brazo, me hipnotizó la profundidad y la belleza de
aquellos puntos luminosos. Comprendí que mi brazo era como un universo de
estrellas. Es difícil de describir, pero me sentía atraído hacia el universo
que era yo. En ese instante volví a mi cuerpo y las sensaciones de
adormecimiento y hormigueo se retiraron rápidamente cuando abrí los ojos,
todavía con algo de miedo.
4 de octubre de 1972
Estuve repitiendo en silencio la afirmación “estoy
fuera del cuerpo”, durante diez o quince minutos mientras me vencía el sueño.
Intensifiqué mi afirmación todo lo posible al tiempo que me quedaba dormido.
Casi al instante me despertaron intensas vibraciones y un zumbido eléctrico que
me recorría todo el cuerpo. Me sobresalté y me inundó una intensa ola de temor.
Entonces me tranquilicé repitiendo “la luz me protege”. Lentamente se disipó el
temor inicial mientras me veía rodeado por una esfera de luz protectora. Pensé
en flotar y sentí que me levantaba de mi cuerpo físico. Me sentía ligero como
una pluma, flotando lentamente hacia arriba. Mientras me alejaba de mi cuerpo
me di cuenta de que las vibraciones y el zumbido habían disminuido a una tenue
sensación arrulladora. Sintiéndome más seguro, abrí los ojos y vi el techo
frente a mí a una distancia de medio metro. Me sorprendió que hubiera flotado
tan alto e instintivamente pensé en mi cuerpo sobre la cama. Al instante
regresé a mi cuerpo físico y percibí una extraña vibración cuando volvieron
rápidamente mis sensaciones físicas. Acostado en la cama y repasando la
experiencia, comprendí que las ideas dirigidas a mi cuerpo físico me volvieron
él. Supe que era posible observar mi cuerpo físico, porque durante mi primera
experiencia extracorporal, lo había percibido con claridad. Sospeché que la
clave para observar el cuerpo físico era mantener la mente separada de lo
emocional pero, lo más importante, debíamos mantener nuestras ideas lejos de
nuestros cuerpos físicos; el más ligero pensamiento dirigido al cuerpo nos
volvía a él inmediatamente. Debí haber pensado en dar la vuelta mientras
flotaba; y luego debí haber observado mi cuerpo físico sin pensar en él.
2 de octubre de 1972
Desperté a las 3:15 tras dormir tres horas y media
(dos períodos REM) y me fui al sofá del salón. Después de leer alrededor de
cuarenta minutos, me dio sueño y comencé a aplicar una visualización diferente.
Me imaginé como un brillante globo anaranjado lleno de helio. A medida que se
expandía el globo me sentía cada vez más ligero. Intensifiqué mi visualización
y la mantuve todo lo que pude. Mientras me quedaba dormido me desperté al
sentir intensas vibraciones y un zumbido por todo el cuerpo. Reconocí que
estaba preparado para separarme y pensé en flotar. Las vibraciones y los sonidos
disminuyeron rápidamente mientras me separaba y flotaba hacia el techo. Por
instinto, estiré los brazos para tocarlo pero, en lugar de ello, mis manos
penetraron lentamente en la hormigueante sustancia vibratoria del techo. Sentí
una ligera resistencia mientras las manos y los brazos atravesaban el techo. Al
moverme lentamente hacia arriba, mi cuerpo penetró y atravesó el aislamiento,
las vigas y el ático. Me invadió una intensa emoción cuando atravesé el tejado
y floté sobre la casa. Pensé en ponerme en pie y al instante estaba erguido,
parado en la parte más alta de la casa. Al mirar alrededor, distinguí
claramente la antena de la televisión y la chimenea. Aunque era medianoche, el
cielo y todo lo que me rodeaba estaba parcialmente iluminado por un brillo
plateado. De pie encima de la casa, sentí una súbita necesidad de volar.
Extendí los brazos, me deslicé hacia abajo por el tejado y volé sobre el patio.
Lentamente descendí hasta llegar a un metro del suelo. Por alguna razón me
sentía cada vez más pesado y seguí descendiendo hasta que estuve a sólo unos
centímetros del césped. Pensé en “mantener el control” pero era demasiado
tarde. Caí de bruces sobre la hierba. En ese preciso instante regresé a mi
cuerpo físico. Volvieron mis sensaciones físicas y me pregunté por qué había
perdido el control. ¿Por qué me volví tan pesado?
2 de noviembre de 1972
Me despertó el sonido y la sensación de un zumbido
intenso. Sentía como si mi cuerpo y mi mente se separaran con las vibraciones.
Al principio me sorprendió la intensidad de las vibraciones, pero lentamente me
tranquilicé y concentré toda mi atención en flotar lejos de mi cuerpo físico.
En segundos lo hice y me alejé algunos metros de él. Noté que el sonido y las
vibraciones se retiraban después de la separación completa. En su lugar quedó
una serena sensación de calma. Sentía que no pesaba nada y flotaba como una
nube. Pensé en acercarme a la puerta y pareció que automáticamente flotaba en
esa dirección. Tenía una abrumadora sensación de libertad que hasta entonces no
había sentido. Espontáneamente decidí volar y pensé en volar desde el tejado.
Al instante me acerqué al techo, lo atravesé y llegué al tejado como un cohete.
Me emocionó ver la rapidez de la respuesta y comencé a entender que mis ideas
son la energía de mi propulsión personal. Extendí los brazos y me elevé cientos
de metros en el aire. Debajo de mí vi los edificios y las calles de mi
vecindario. Percibí una leve sensación tirante mientras me elevaba cada vez más
sobre la ciudad de Baltimore. La sensación tirante aumentó y entonces pensé en
mi cuerpo. Al instante regresé a él. Mi cuerpo físico estaba adormecido y
hormigueante cuando abrí los ojos.
A medida que continuaron mis experiencias fuera
del cuerpo, me fascinaron las estructuras de energía no física que observaba.
Con cada experiencia me surgían más preguntas, hasta que fue para mí una
obsesión comprender la naturaleza de las formas no físicas que encontraba. En
un intento por comprender la relación entre los ambientes físico y no físico,
desarrollé una serie de experimentos básicos. Por ejemplo, todos los días
equilibraba un lápiz en el borde de mi mesita de noche. Quería ver si, de algún
modo, podía mover el objeto físico con mi cuerpo no físico. Rápidamente
descubrí que este simple experimento era más difícil de lo que parecía. Mi
mayor obstáculo era intentar concentrarme en el experimento. En el momento de
la separación mi mente volaba con posibilidades ilimitadas, y mi experimento
parecía insignificante en comparación con las muchas maravillas que existían a
mi disposición.
Con cada experimento comprendía mejor que mi
estado de consciencia no física era muy sensible y respondía al más ligero
pensamiento. Las ideas conscientes y subconscientes me impulsaban al instante
en una dirección específica. Aprendí rápidamente que mi mente subconsciente
ejercía mucho más control e influencia sobre mis acciones de lo que jamás había
imaginado. A menudo, una idea completamente espontánea creaba una reacción
inmediata. Por ejemplo, si pensaba en volar, lo cual ocurría a menudo, volaba
sobre mi vecindario inmediatamente, atravesando el techo o los muros.
En forma gradual, comprendí que era absolutamente
esencial conseguir un control consciente y absoluto durante los primeros
segundos de la separación. Para lograrlo, probé diferentes formas. Al principio
intenté concentrar toda mi atención en mi mano o en mi brazo inmediatamente
después de la separación. Con esto esperaba concentrarme en una sola idea y
lograr el control que buscaba. Esto provocó una extraña sensación de sumergirme
en mí mismo. Aunque era estimulante, el resultado final no fue de control sino
una sensación de estar hipnotizado y después atraído a un universo
resplandeciente con brillantes estrellas azules.
Insatisfecho con los resultados, decidí tomar mi
brazo no físico y concentrarme en las sensaciones del contacto. Me sorprendía
descubrir una sensación de solidez en mi brazo no físico. Mi cuerpo no físico
poseía una cualidad vibratoria inherente; se sentía completamente sólido, pero
percibía la energía vibratoria de la sustancia de mi brazo. Rápidamente
descubrí que mi cuerpo de energía era “real” en todos los sentidos, y parecía
ser un duplicado exacto de mi cuerpo físico. También encontré que, cuando mis
ideas se concentraban en mi cuerpo no físico, sentía una atracción hacia
adentro, como si un profundo vacío en mi interior tirase de mí.
Durante varios meses repetí este procedimiento de
autoexamen y, así, probando y equivocándome, aprendí acerca de mi cuerpo no
físico. Después de numerosas observaciones, comprendí que mi forma física era
como un molde de energía, de hecho, de energía consciente que asumía una forma
temporal. El cuerpo que experimentaba cuando estaba fuera de mi cuerpo físico
parecía el resultado de las expectativas de mi mente y de mis propios
conceptos. Además, reconocí que concentrándome en mi cuerpo no físico creaba
una fuerte tendencia de atracción interna hacia áreas que todavía no comenzaba
a entender. Llegué a la conclusión de que necesitaba otro método para conseguir
el control consciente.
Después de casi un año, frustrado por los
numerosos intentos fallidos de conseguir un control completo, comprendí que
estaba haciendo el proceso más complicado de lo que debía ser. Durante una
experiencia extracorporal, espontáneamente grité: “¡Quiero control!”
Inmediatamente sentí que mi mente analítica mejoraba. Estaba en pie, a los pies
de la cama y mi visión funcionaba, pero permanecía ligeramente desenfocada, por
lo que grité “¡claridad!” Automáticamente mi visión se enfocó y sentí que subía
un torrente de energía y de consciencia por mi cuerpo y mi mente. Me quedé
fascinado. Por primera vez sentí un control completo: estaba presente toda mi
consciencia interna y me sentía mejor que en mi estado de consciencia físico
normal. Mis pensamientos eran claros y muy vivos.
De repente comprendí que la clave para lograr el
control era simplemente pedir un control de consciencia completo justo después
de la separación. También empecé a entender la importancia de concentrar mis
pensamientos y la necesidad de ser muy concreto cuando pedía algo. En una
ocasión, inmediatamente después de la separación, dije en voz alta “quiero
consciencia completa al despertar” y al instante volví a mi cuerpo físico.
Descubrí que esa parte de mi mente tomaba mis pensamientos al pie de la letra.
Al elegir torpemente la palabra despertar, la interpretó como el despertar
físico. Después de varios meses de experimentar con distintas frases, me di
cuenta de que inadvertidamente me había programado para pensar “control” durante
cada experiencia extracorporal. Pronto descubrí que lo hacía automáticamente en
el momento en que flotaba y me alejaba de mi cuerpo. Después de un año de
pruebas y equivocaciones, supe que finalmente estaba en el camino correcto.
En este periodo proseguí con mis experimentos del
lápiz. Durante varias experiencias extracorporales, intenté mover el lápiz que
permanecía en equilibrio sobre la mesita de noche y me sorprendió descubrir que
la frecuencia (la densidad) vibratoria de mi cuerpo no físico parecía
determinar si el lápiz, o incluso la habitación, eran visibles para mí o no.
Lentamente comprendí que el ambiente que observaba no era el mundo físico, como
había supuesto. Comprendí que las estructuras que normalmente observaba cuando
estaba fuera del cuerpo eran estructuras no físicas. En forma gradual, todo
empezó a integrarse en un concepto total. Comprendí por qué había ligeras
diferencias entre los muebles físicos y los no físicos, al igual que entre los
demás objetos. Por ejemplo, a menudo los muros no físicos tenían un color
diferente, y también eran distintas las formas y los estilos de los muebles y
de las alfombras. Estas diferencias solían ser mínimas, pero perceptibles.
Para que yo pudiera ver mi entorno físico normal,
mi frecuencia vibratoria interna debía ser relativamente densa o lenta. También
observé que el simple acto de pedir consciencia y claridad parecía aumentar
automáticamente la frecuencia de mi cuerpo no físico.
En un esfuerzo por hacer más realistas mis
experimentos, puse lápices en tres zonas distintas que normalmente atravesaba
al dejar mi cuerpo. Esperaba ver los lápices a un lado o al pie de la cama
cuando pasara a través de ellos. Recuerdo que en una ocasión mi madre me
preguntó “¿por qué dejaste ahí esos lápices?” Imagine lo difícil que es
explicar esto a alguien sin parecer loco.
Tras varias semanas, después de la separación
finalmente me concentré en uno de los lápices. Al ir hacia el lado de la cama,
me concentré en el lápiz que estaba en la orilla de la cómoda. Al principio, mi
visión parecía borrosa, como desincronizada, por lo que exclamé en voz alta
“¡claridad!” Al instante mi visión se enfocó. Pude ver claramente el
lápiz frente a mí; sin embargo, parecía una forma tridimensional brumosa con
sustancia. Me acerqué, lo toqué con la mano y capté una ligera sensación
vibratoria mientras mis dedos atravesaban la sustancia del lápiz. Frustrado, lo
intenté de nuevo pero con los mismos resultados. Concentrando mi atención,
comprendí que mi cuerpo no físico era obviamente menos denso que el lápiz y
espontáneamente dije “necesito más densidad”. Con un sobresalto, volví a mi
cuerpo físico. Cuando recuperé mis sensaciones físicas, no pude evitar reírme:
se había cumplido mi petición. Recordé que las peticiones que yo hacía estando fuera
del cuerpo eran tomadas literalmente. Parecía que había poco espacio para
interpretaciones o matices. Debía recordar que necesitaba ser muy específico en
cada petición. Tal vez algo como “quiero mover este lápiz” hubiera sido más
eficaz.
Algunos años después, practicando la autohipnosis
con una vela encendida, tuve una experiencia que tiene que ver con esto.
Después de la separación me puse en pie junto a la vela y decidí apagarla de un
soplido. Para mi sorpresa, se apagó inmediatamente. Al volver a mi cuerpo
físico, abrí los ojos y descubrí que la vela física todavía estaba ardiendo.
Después de analizar lo ocurrido comprendí que debí haber apagado una vela en
una dimensión paralela muy cercana a la física. Esta dimensión es un duplicado
del mundo físico, formado con energía relativamente densa.
Este experimento es importante porque nos da la
evidencia de que los ambientes y los objetos que se encuentran durante los
viajes fuera del cuerpo existen de un modo independiente del universo físico.
Al parecer no estamos observando el mundo físico desde una perspectiva
diferente, como muchos creen, sino interactuando en una dimensión paralela,
pero separada.
21 de junio de 1973
Me desperté a las 5:00 de la mañana y me pasé al
sofá. Después de leer unos quince minutos, me dio sueño y decidí probar algo
nuevo. Tomé una hoja de papel y comencé a escribir afirmaciones
extracorporales. “Ahora estoy fuera de mi cuerpo”. Mientras las escribía, las
repetía verbalmente. Después de escribir aproximadamente cincuenta, apenas
podía mantener los ojos abiertos. Mientras me quedaba dormido, repetí las
afirmaciones mentalmente.
Me despertó un extraño adormecimiento y
vibraciones en todo el cuerpo. Permanecí lo más tranquilo posible y me
concentré en la sensación de flotar hacia arriba. Después de varios segundos,
sentí que me elevaba y salía del cuerpo. Me quedé en pie junto a mi cuerpo y
caminé hacia la ventana. Mi visión estaba desenfocada y pedí claridad. Sólo
mejoró un poco, por lo que repetí la petición, esta vez en forma más resuelta:
“¡necesito claridad ya!” Al instante, mi consciencia se aclaró. Sentí mi cuerpo
más ligero y con más energía. Estaba vibrantemente despierto y consciente y
decidí volar. Estiré los brazos, di un pequeño salto y atravesé volando el
techo, hasta llegar a cientos de metros sobre mi vecindario. Giré mis brazos
ligeramente y me equilibré. Era muy estimulante. Me sentía completamente libre
y volé sobre la ciudad de Catonsville. Aunque era de noche, el paisaje estaba
iluminado con un brillo plateado. Debajo de mí, las casas y las calles parecían
un jardín de Navidad. De repente, percibí una sensación tirante en la espalda y
espontáneamente pensé en mi cuerpo. Esto me hizo regresar, con un sobresalto.
Desperté con un ligero adormecimiento y un hormigueo en todo el cuerpo.
3 de julio de 1973
Desperté con el sonido y la sensación de un
zumbido intenso. Sentía como si mi cuerpo y mi mente estuvieran dentro de un
motor. Al principio, me sorprendió la intensidad de las vibraciones, pero
lentamente me tranquilicé y dirigí toda mi atención a la idea de flotar lejos
de mi cuerpo. Me separé y floté hacia el techo. Después de la separación
observé que había desaparecido el atronador sonido. Mientras flotaba a un metro
y medio por encima de mi cuerpo, las vibraciones fueron sustituidas por una
sensación de calma. Parecía que no pesaba nada y flotaba como una nube. Ante la
simple idea de avanzar hacia la puerta, me vi impulsado automáticamente en esa
dirección. Concentrando mis ideas, pensé en el salón y floté directamente allí.
No podía creer que fuera tan fácil y natural. Pensé en ponerme en pie y ya
estaba en pie en el salón examinando lo que me rodeaba. Todo me parecía
familiar, excepto que los muros tenían un color amarillo claro en lugar de
blanco y algunos de los muebles eran ligeramente distintos de sus contrapartes
físicas. Por ejemplo, una antigua mecedora con una cabeza de león se veía
igual, pero la mesa del café era diferente. La mesa física era de estilo
moderno, mientras que su contraparte no física parecía del siglo XVIII.
Mientras miraba en derredor comprendí que veía a
través del contorno brumoso de los muros físicos. Cuando me concentré en el
muro del salón, parecieron desvanecerse su forma y su sustancia hasta llegar a
desaparecer. Tenía ante mí un ambiente completamente nuevo, una pradera
irregular que se extendía hasta donde me alcanzaba la vista. Avancé varios
pasos y entré al nuevo terreno. Mientras observaba la pradera, me di cuenta de
que había un hombre a unos veinte metros de distancia. Me observaba atentamente
pero no se acercaba. Durante varios minutos, miré en dirección a él. Tenía el
cabello oscuro, una barba bien afeitada y una túnica morada que le llegaba
hasta las rodillas. Reconoció mi mirada asintiendo con la cabeza y esbozando
una breve sonrisa. La situación era abrumadora. Me sentía inquieto y no sabía
qué hacer. ¿Debía acercarme y hablar con este extraño o evitarlo? Mi dilema se
resolvió rápidamente pues antes de darme cuenta estaba de vuelta en mi cuerpo
físico. Acostado en mi cama me asaltó la idea de que este hombre podía ser la
misma persona que vi durante mi primera experiencia fuera del cuerpo. Cuanto
más revisaba su aspecto, más me convencía de que este hombre no era un
residente no físico “ocasional”; más bien parecía observar todos mis
movimientos. También era evidente que no tenía intención de acercarse o
comunicarse conmigo. Supuse que sabía que un movimiento de su parte hacia mí
probablemente me hubiera asustado; el simple hecho de ver a alguien fue ya
bastante inquietante. Durante varios días, la curiosidad en relación con este
hombre ocupó mi mente. ¿Qué intentaba y qué se proponía? Me preguntaba si sería
algún tipo de guía que observaba mi progreso. Además, me preguntaba si todos
los que se aventuran fuera del cuerpo tienen alguien que los observe. Era
evidente que él no deseaba interferir; de hecho, cuando lo vi pareció casi
sorprendido. Sólo pude especular que probablemente observaba mis experiencias
extracorporales desde un nivel vibratorio ligeramente diferente para que yo no
lo viera. Cuando concentré mi atención, debí elevar mi frecuencia vibratoria y
entonces pude ver más allá de mi ambiente normal. Al comparar esta experiencia
con la primera, comprendí que fueron similares en muchos aspectos. La principal
diferencia estribó en que está vez mi control y mi visión habían sido mejores.
Cuanto más analizaba mis experiencias, más
comprendía que debía volver a valorar todo lo que creía cierto o consideraba
verdadero. Por ejemplo, el “hecho” largo tiempo aceptado de que nuestra
consciencia es el resultado de una actividad electroquímica dentro del cerebro
resultaba una conclusión risible obtenida partiendo de información obviamente
incompleta. Ahora sabía que el cerebro tenía otras funciones, posiblemente como
un elemento de transferencia biológica entre la mente no física y el cuerpo
físico. Me quedó claro que el cerebro físico es similar al disco duro de un
ordenador, que almacena la información y los recuerdos necesarios para apoyar y
hacer funcionar nuestro vehículo biológico temporal.
Conforme continuaron mis experiencias
extracorporales, esta observación se confirmó una y otra vez. Una cosa era
cierta, yo podía pensar sin mi cerebro físico; podía crear, analizar y recordar
ideas. También reconocía que existían diferencias definidas. Por ejemplo,
cuando estaba fuera del cuerpo, era más espontáneo y sincero que en mi cuerpo
físico. Me sentía motivado a hacer cosas que ni siquiera se me hubieran
ocurrido mientras estaba en mi cuerpo. Por ejemplo, a menudo pensaba en volar e
instantáneamente salía de la habitación y planeaba sobre el vecindario o me
encontraba volando sobre extraños paisajes que ni siquiera identificaba. A
veces sospechaba que estaba siendo dirigido por una parte mía desconocida y más
expansiva. Con frecuencia mis ideas espontáneas me conducían a situaciones y
experiencias que me permitían discernir áreas o sucesos relacionados con mi
pasado o mi presente. En numerosas ocasiones, no comprendí la razón de estas
experiencias hasta semanas o incluso años después.
La experiencia siguiente me produjo un efecto
profundo. Por primera vez, comprendí en realidad el potencial ilimitado de las
exploraciones no físicas.
9 de julio de 1973
Alrededor del mediodía decidí dormir una siesta.
Visualicé el salón de mi madre mientras me quedaba dormido. Una sensación de
adormecimiento y hormigueo se extendió por mi cuerpo. Disfrutaba dicha
sensación y salí con facilidad de mi cuerpo. La emoción me embargaba mientras
me dirigía hacia los pies de la cama. Al mirar a mi alrededor, sentí la súbita
necesidad de ver a una joven que vivía en el apartamento que estaba arriba del
mío. Al instante, subía flotando y sentí que mi cabeza atravesaba el techo.
Durante un momento me atoré en el techo y me empezó a dar miedo. Dije en voz
alta “abajo” y al instante me encontré en el suelo. Con una sensación de alivio
me tranquilicé y me concentré. Me dirigí a la puerta de mi habitación y entré.
Mientras cruzaba la puerta sentí una leve sensación hormigueante, pero no tuve
ningún problema; de cerca, la puerta tenía un aspecto brumoso. Entré en el
salón caminando normalmente, me dirigí hacia la puerta principal cuando de
repente, a mi derecha, escuché claramente una voz de hombre llamándome por mi
nombre.
—¡Willie!
Sobresaltado, busqué a mi alrededor y vi que había
un hombre sentado en el sofá. Parecía tener casi treinta años y, de algún modo,
sentía que lo conocía.
—Willie, me alegro de verte.
Reconocí su voz y supe inmediatamente que era mi
tío Hilton. Impresionado por su presencia, sólo lo miré mientras él me hablaba.
—Apuesto a que te sorprende verme.
Se rió y continuó.
—Tuve algunos problemas con el techo.
Me acerqué y le dije:
—Tío Hilton, ¿en verdad eres tú?
Volvió a sonreír.
—Sí, soy yo.
Lo observé atentamente. Parecía veinte años más
joven y mucho más delgado que cuando murió.
Parecía que le divertía mi mirada y dijo:
—Vaya, estoy tan sorprendido como tú de que hayas
venido a verme.
Su tono se hizo más serio.
—Willie, ¿cómo has aprendido a hacer esto?
Su pregunta me sorprendió y contesté.
—Simplemente lo intenté y funcionó.
—Pocas personas pueden hacer lo que hiciste. Todos
estamos muy sorprendidos.
Me observaba, esperando mi respuesta.
Mientras lo miraba, la realidad de la situación
resultaba abrumadora. Por alguna razón, sentí una súbita necesidad interna de
volar.
—Tío Hilton, debo irme.
Sonrió y asintió mientras yo caminaba hacia la
puerta.
Salí por la puerta principal y vi un extenso campo
verde. (Mi entorno físico era un complejo de apartamentos.) Salí y extendí los
brazos. Mis ganas de volar parecían impulsarme en el aire como un cohete.
Extendí los brazos, me equilibré e intenté controlar el vuelo. Cuando miré
hacia abajo, distinguí con claridad la carretera 40. Decidí seguirla y volar
hacia el oeste a cientos de metros sobre el suelo. Una emoción y una libertad
intensas surgían de todas las partes de mi ser. Al dirigir mi vista hacia
abajo, vi con claridad la carretera, las casas y urbanizaciones enteras.
Mientras pasaba por Ellicot City, sentí una sensación tirante en el centro de
mi espalda y pensé en mi cuerpo. En un segundo regresé a mi cuerpo físico y
sentí un hormigueo y un adormecimiento ligeros que se disiparon con rapidez.
Tan pronto como volvieron mis sentidos físicos,
busqué los viejos álbumes fotográficos de mi madre y en ellos una fotografía de
mi tío fallecido. Pasando las páginas deprisa, finalmente encontré una foto
suya en la que era un joven de veinte años. Sin duda la fotografía es la imagen
exacta del hombre que vi.
Mientras repasaba esta experiencia, quedaron
claras dos cosas. Primero, era evidente que continuábamos después de la muerte.
Aunque supe esto desde mi primera experiencia extracorporal, se volvía más
evidente cuando uno veía y hablaba con una persona fallecida a quien se había
conocido. En esto no parecía haber error; el hombre con quien había conversado
era definitivamente mi tío. Segundo, me asombró que mi tío parecía estar en el
apogeo de la vida —le calculé unos treinta años. De hecho, estaba tan joven que
no lo reconocí en el acto (al menos visualmente). Su voz inconfundible y el que
me llamara “Willie” me aclararon su identidad. Mi tío era la única persona que
alguna vez de llamó Willie; los demás me decían William o Bill.
Al morir mi tío, tenía cuarenta y cuatro años y
exceso de peso; sin embargo, cuando lo vi, parecía joven, delgado y con buena
salud. Me parece probable que después que abandonamos nuestro cuerpo físico al
morir, asumimos la forma de energía moldeada o influenciada por nuestro
concepto de nosotros mismos. Desde que aprendí que las energías no físicas
responden naturalmente a las ideas, me parece razonable que nuestras ideas y la
imagen de nosotros mismos influyan en nuestra energía personal. Me parece
probable que asumamos la forma no física que se adapte mejor al concepto que
tenemos de nosotros mismos. En este caso, no puedo evitar preguntarme qué
aspecto tendré cuando deje mi cuerpo. ¿Igual que mi cuerpo físico? También me
pregunto si mi forma cambiará si altero intencionalmente la imagen que tengo de
mí mismo. Suena un poco extraño, pero me parece posible que nuestra forma no
física también sea un vehículo temporal, igual que el cuerpo físico. Me
pregunto qué sucedería si (cuando estoy fuera de mi cuerpo) me concentrara en
cambiar la forma de mi cuerpo no físico.
Durante varias semanas, el encuentro con mi tío
ocupó mi mente. Estaba seguro de que sintió sorpresa y curiosidad acerca de mi
capacidad para abandonar el cuerpo, sin embargo, también parecía esperarme,
parecía saber que yo entraría en el salón. Tal vez esa fue la razón de que no
pudiera atravesar el techo cuando lo intenté. Es posible que, de alguna manera,
fuese dirigido hacia el salón. Además, tuve la extraña sensación de que había
alguien sentado junto a él. Es difícil de explicar, pero sentí a alguien más
allí y estaba seguro de que durante un momento percibí el sutil contorno de una
mujer.
Seguí el modelo que antes me había funcionado. Me
despertaba a las siete en punto y me preparaba para una clase que tenía en la
universidad a las nueve. Después de mi clase volvía al apartamento de mi madre
y leía hasta que me entraba el sueño. Generalmente al mediodía comenzaba a
aplicar mi técnica para salirme del cuerpo. Seguí experimentando con diversos
métodos pero encontré que el más sencillo funcionaba mejor. Iba a mi
habitación, me acostaba y me veía caminando por el salón, examinando todos sus
pequeños detalles. A menudo tomaba tres o cuatro objetos de la habitación y me
esforzaba por imaginarlos con claridad en mi mente. No comprendía y ni siquiera
pensaba en la mecánica de lo que hacía; sólo sabía que funcionaba.
Aproximadamente un 30 por ciento de las veces,
después de adormecerme me encontraba sentado, flotando o rodando fuera de mi
cuerpo. Las sensaciones durante la separación normalmente eran similares: un
zumbido acompañado por una sensación vibratoria interna o de intensa energía,
que se extendía por mi cuerpo. En el apogeo de las vibraciones, mentalmente me
indicaba a mí mismo que saliera del cuerpo levantándome o girando. Prefería
levantarme porque cuando giraba me sentía desorientado. Descubrí que la forma
más fácil era simplemente levantarme y alejarme caminando de mi cuerpo. Parecía
que de esta manera mantenía un control más consciente sobre mi cuerpo de
energía. Es posible que los movimientos que parecían físicos y que se asociaban
con caminar tuvieran un efecto estabilizador.
14 de septiembre de 1973
Mientras me daba sueño, repetí mentalmente mi
afirmación normal “estoy fuera de mi cuerpo”. Al mismo tiempo, visualizaba
objetos del salón de mi madre. Unos quince minutos después me salí.
De repente, me despertó el sonido de un disparo
cerca de mi cabeza. Mi cuerpo estaba completamente adormecido y un abrumador
flujo de energía me recorría. Sentí temor e instintivamente pensé en mi cuerpo
físico. Con un sobresalto, volví a mi cuerpo y busqué por la habitación el
origen del sonido. Después que recuperé mis sensaciones físicas, comprendí que
no había sabido manejar la experiencia. Supuse que el disparo fue un sonido
interno, provocado tal vez por el hecho de separarme de mi cuerpo físico y por
haber interrumpido un punto de conexión en algún lugar de mi cabeza. Hay la
teoría de que todos nosotros estamos conectados a nuestros cuerpos físicos en
siete puntos de energía y que un sonido de estallido fuerte puede indicar que
ocurre una separación en la glándula pineal o cerca de ella. Hasta este
momento, no tengo ninguna evidencia que apoye esta teoría, pero debo admitir
que mi experiencia es muy similar a los sonidos descritos por Sylvan Muldoon y
Paul Twitchell.
Son escasas las investigaciones acerca de las
sensaciones y sonidos asociados con las experiencias extracorporales.
Espero que en un futuro cercano esto cambie. Si
consideramos su enorme potencial, resulta lógico que deban realizarse más
investigaciones. Creo firmemente que las investigaciones futuras revelarán
nuevos datos sobre la naturaleza y en el origen de la consciencia.
25 de octubre de 1973
Me estaba adormeciendo cada vez más, mientras
repetía la afirmación: “ahora estoy fuera de mi cuerpo”. A continuación percibí
que estaba sentado en la cama completamente consciente y observando la
habitación. Las vibraciones fluían mientras me levantaba y me separaba de mi
cuerpo, atravesé el muro de la habitación y entré a un nuevo ambiente. Recorrí
un camino o sendero, alrededor del cual había un amplio espacio plano. En la
distancia hay una torre transmisora de radio. Sentí un fuerte impulso de llegar
a ella y me dije “debo llegar a la torre”. Al instante estuve más cerca de
ella. Directamente frente a mí había docenas de viejos cubos metálicos de
basura que me bloqueaban el paso. Comencé a hacerlos a un lado y pregunté en
voz alta “¿qué representan estas cosas?” En ese instante, una serie de imágenes
vívidas apareció en mi mente; no pude identificar si se originaban dentro o
fuera de mí. “Muy bien, comienzas a comprender. Estás en una región vibratoria
superior, en un entorno que responde a las ideas. Tu mente crea lo que percibes
a tu alrededor. Tu mente interpreta el entorno de acuerdo con las formas y los
puntos de referencia con los que puede relacionarlo”.
Mi mente estaba colmada de emoción. Por primera
vez, comprendía lo evidente. El sendero era mi camino, la dirección de mi vida.
Los botes de basura eran desperdicios que frenaban mi avance: mis temores, mis
limitaciones y mis vínculos. Debía retirar de mi sendero todas aquellas cosas
para avanzar y alcanzar mis metas espirituales.
Durante un momento, observé los bidones de basura;
parecían viejos y maltratados. Con una sensación de intensa alegría y
satisfacción, los quité de mi camino. Una descarga de energía me recorrió
mientras limpiaba mi camino de obstáculos. Me sentí lleno de energía mientras
me dirigía a la torre de radio y descubría que estaba directamente junto a
ella. Mientras la rodeaba, percibí una súbita e intenta sensación de tirantez.
Supe que tenía que volver a mi cuerpo.
Ante la idea de mi cuerpo físico al instante
estuve dentro de él. Abrí los ojos y comprendí que mi vejiga estaba llena. Me
molesté conmigo mismo por no planear mejor. Sentía mucha curiosidad por la
torre de radio y por lo que representaba exactamente. ¿Por qué no podía
encontrar la puerta? Tenía una idea, pero necesitaba confirmarla. También me
preguntaba acerca de la comunicación que recibí. Era difícil de explicar, pero
estuvo muy clara en mi mente; parecían más imágenes que palabras. Y algo muy
importante, comprendí que esa experiencia era diferente de las anteriores.
Había entrado ¡en un entorno completamente distinto, en un mundo no físico que
parecía separado del ambiente tipo físico que normalmente experimentaba.
Además, lo que me rodeaba parecía responder con facilidad a mis pensamientos.
De algún modo me sentí diferente, más ligero, con más energía. No lo comprendí
realmente, pero supuse que aquello era importante.
12 de noviembre de 1973
Sentí una ligera liberación y la sensación de
movimiento rápido. De repente estaba en una catedral, en pie ante un púlpito
elevado. Me sentía muy cómodo y subí hacia el púlpito. Estaba preparado para
dirigirme a la multitud, pero cuando miré comprendí que no había nadie. Confuso
e inseguro de lo que debía hacer, volví a mi cuerpo y me encontré sentado en la
cama completamente despierto y consciente. Sorprendido, pensé: “Es extraño;
nunca había tenido una experiencia fuera del cuerpo mientras estaba sentado”.
En ese momento me di cuenta: no estaba en mi cuerpo físico. Miré a mi alrededor
y vi a mi cuerpo en la cama, profundamente dormido. Una ola de emoción me
inundó cuando comprendí que la experiencia de la catedral me ocurrió en un
cuerpo de energía completamente diferente. Por primera vez lo comprendí: la
“sensación” de los dos cuerpos no físicos era notablemente distinta. El cuerpo
de energía en el que estaba ahora era mucho más denso, casi físico, en
comparación con la ligereza del segundo cuerpo de energía.
Con esa experiencia, comprendí que el primer
cuerpo no físico (denso) es en realidad un duplicado del físico, mientras que
el segundo posee una frecuencia vibratoria más fina, como la energía pura,
dispuesto para responder al más ligero de mis pensamientos. Cuanto más pensaba
en lo que acababa de comprender, más emocionado me sentía. Sabía que había
hecho un descubrimiento importante porque entonces entendí cuán limitado está
en realidad el primer cuerpo de energía. Esto también explicaba por qué varían
tanto mi capacidad y mis percepciones cuando estoy fuera del cuerpo. En teoría,
debía ser capaz de moverme en forma consciente de una forma de energía a otra.
En cierto sentido, debía ser capaz de desechar el primer cuerpo y cambiar al
segundo a voluntad. Estaba ansioso por mi siguiente experiencia para probar mi
teoría.
Durante una semana lo intenté sin éxito;
finalmente sucedió. Después de dormir cinco horas, me desperté a las 6:00 de la
mañana y me pasé al sofá. Tras leer durante 15 minutos, me dio sueño y repetí
mi afirmación favorita “estoy fuera de mi cuerpo” unas cuarenta o cincuenta
veces, mientras me quedaba dormido.
Reconocí inmediatamente el estado vibratorio, me
levanté de mi cuerpo físico y di varios pasos hacia la puerta. En lugar de
atravesarla como lo hacía normalmente, solicité claridad y pedí con firmeza
experimentar mi segunda forma de energía: “ahora paso a mi cuerpo superior”.
Sentí una descarga de energía y al instante estaba en un ambiente completamente
nuevo. Me encantó; había funcionado.
Me sentía lleno de energía y ligero como una
pluma; mi mente cobró vida ante aquellas posibilidades. Por costumbre, solicité
claridad y mi mente se despejó. Por primera vez comprendí en realidad lo que
significaba ser consciente. Mis ideas se hicieron más rápidas, más vibrantes y
más vivas que nunca antes. Es difícil de describir, pero me sentía
increíblemente efusivo, sin temores ni límites. Comprendí que nuestro estado
físico de consciencia es una percepción débil, como un sueño brumoso. Además,
me di cuenta de que el primer cuerpo no físico es muy parecido al físico.
Al analizar esta experiencia, recuerdo que se dio
un cambio gradual en mi cuerpo no físico. Se hizo evidente que conforme
aumentaba mi frecuencia energética personal, automáticamente me interiorizaba
hacia regiones no físicas del universo. Este descubrimiento es importante. A
medida que exploramos hacia adentro, no sólo cambia nuestra frecuencia y
nuestra densidad, sino también nuestra forma no física. Después de experimentar
este cambio en varias ocasiones, no pude ya ignorar la importancia del
descubrimiento. La frecuencia energética de nuestros cuerpos se relaciona
directamente con la frecuencia de nuestro entorno inmediato. Como resultado,
cuando alteramos nuestra frecuencia personal, automáticamente vamos hacia el
nivel de energía no física del universo que corresponde a nuestra propia
frecuencia interna. Una vez que conseguí cierto grado de autocontrol sobre mis
exploraciones no físicas, comencé a experimentar conscientemente la alteración
de mi frecuencia.
Descubrí que, cuando se está fuera del cuerpo,
esto se consigue sencillamente pidiendo un cambio de energía.
Durante dos años había creído que me movía en
forma lateral de un área a otra dentro de la misma dimensión, pero ahora la sorprendente
verdad se hizo evidente. No me había movido en forma lateral, sino hacia dentro
del universo, pasando de un entorno energético a otro. El movimiento lateral
era diferente; sus sensaciones generalmente eran más físicas. Después de
experimentar muchas veces, llegué a una serie de observaciones. Primero, cuando
pedimos un cambio, nuestro cuerpo de energía no físico responde inmediatamente
a nuestra petición. Segundo, cuando hacemos la petición de elevar nuestra
frecuencia vibratoria o interiorizarnos, nuestra consciencia automáticamente
nos impulsa a un área del universo con una frecuencia más alta. Y tercero,
nuestra frecuencia interna siempre se corresponde con la de la nueva dimensión
o entorno que experimentamos.
Con la práctica es posible alterar y controlar en
forma consciente la frecuencia vibratoria de nuestros cuerpos no físicos. Este
proceso es la clave para lograr un verdadero control y una libertad ilimitada
mientras estamos fuera del cuerpo. Con este conocimiento, es posible moverse de
una dimensión energética a otra con un absoluto control consciente y, lo más
importante, se nos ofrece la posibilidad de explorar todo el universo
multidimensional. Este movimiento interior, cuando está controlado, nos permite
convertirnos en seres interdimensionales completamente conscientes. El
siguiente es un ejemplo.
12 de marzo de 1974
Al mediodía repetí mis afirmaciones usuales:
“estoy fuera de mi cuerpo” y lentamente me adormecí. En segundos sentí el
estado vibratorio, me desprendí de mi cuerpo físico dormido y me acerqué a los
pies de la cama. Inmediatamente pedí “¡claridad!” y mi visión mejoró.
Sintiéndome equilibrado, dije en voz alta “ahora
paso a mi interior”. Percibí entonces una sensación de movimiento interno
rápido, como si fuera atraído hacia un profundo vacío dentro de mí. La
sensación de vacío era tan intensa que grité “falto!” Al instante aquel
movimiento cesó y comprendí que estaba en un nuevo ambiente. Estaba en el
exterior en un hermoso lugar parecido a un parque. Mi visión era brumosa, por
lo que repetí mi petición “¡claridad!” Mi visión y mis ideas parecieron caer en
su lugar. Mi cuerpo se sentía más ligero y energético. Intenté permanecer
tranquilo mientras las ideas se me desbocaban. Miré hacia abajo y sentí mi
cuerpo. Tenía una forma reconocible, muy parecida a mi cuerpo no físico normal;
sin embargo, esta forma se sentía más ligera y energética que mi primer cuerpo
de energía. Emocionado con mi éxito, dije en voz alta “ahora paso al siguiente
nivel”. Al instante fui atraído hacia adentro a una velocidad increíble. Apenas
pude soportarlo y empezaron a crecer mis temores. En pocos segundos, el
movimiento interno se detuvo abruptamente y me hallé flotando en otro extraño
ambiente. Esta vez se veían pocos objetos, pero sentía una intensa energía a mi
alrededor. Al observar el lugar, comprendí que no necesitaba volver la cabeza;
parecía que veía el lugar donde dirigiera mis pensamientos y podía ver en todas
las direcciones al mismo tiempo. Miré mi cuerpo pero no aprecié nada que
pudiera describir; era como un punto de vista de 360 grados sin forma ni
solidez. Una estimulante sensación de energía y conocimiento me recorrió. Todo
mi ser se sumergió en un mar de energía pura y de amor incondicional. Durante
lo que me parecieron horas, disfruté las sensaciones de flotar en este océano
de pura luz viva. Sin deseos de volver a mi cuerpo físico, concentré mi
atención todo lo que pude. Finalmente, volví a mi cuerpo y miré el reloj. Me
sorprendí, había estado fuera menos de cuarenta minutos.
Al repasar mis experiencias intenté lograr
una comprensión más clara de mi existencia no física. Ahora eran evidentes
ciertas similitudes y diferencias entre mis cuerpos físico y no físico.
Por ejemplo, comprendí que mi visión cuando estaba
fuera del cuerpo era muy similar a la física. La única diferencia notable era
su claridad. Después de la separación, a menudo mi visión era borrosa y
desincronizada. Sin embargo, podía mejorarla rápidamente exigiendo “claridad”.
Comprendí que era esencial hacer esto durante cada experiencia extracorporal y
con frecuencia repetía varias veces mi petición de claridad durante una misma
experiencia fuera del cuerpo.
Observé que me basaba principalmente en el sentido
de la vista. En comparación, los otros sentidos parecían casi sin importancia.
Al mirar atrás, comprendo que esto pudo deberse a mi dependencia de la visión.
Cada uno de nosotros es diferente; algunos nos concentramos más en el oído o en
el tacto que en la vista. Sospecho que es probable que cada uno de nosotros se
apoye más en un sentido que en los demás. Por ejemplo, un músico profesional se
concentra en el oído y una bailarina tiende a concentrarse en el tacto.
También reconocí que ya no era necesario respirar
y que las sensaciones de temperatura parecían no existir. Aunque no experimenté
sensación alguna de temperatura, mi tacto funcionaba y podía sentir los objetos
e incluso el contacto entre mis manos. Además, mientras mi sentido del oído
parecía igual, el sentido del gusto parecía ausente. Más adelante descubriría que
los cinco sentidos siguen a nuestra disposición, si nos concentramos en ellos.
Con la experiencia llegué a comprender que nuestra
mente crea y controla todos nuestros sentidos no físicos. Me pregunto si
nuestros cuerpos no físicos tienen la capacidad natural o inherente de
percibir. Nuestros pensamientos moldean el cuerpo no físico de acuerdo con
nuestra propia imagen. Llegué a comprender que mi cuerpo físico era sólo un
vehículo temporal. Con el tiempo, entendí que esto también se aplicaba a
nuestros cuerpos no físicos.
Reconozco que mi forma no física era en muchos
aspectos un duplicado energético de mi cuerpo físico. Mi tamaño y forma
generales no variaban; sin embargo, las sustancias energéticas que me formaban
eran muy diferentes. En lugar de moléculas, mi cuerpo no físico parecía hecho
de incontables diminutos puntos de luz conectados entre sí. En dos ocasiones,
intenté verme en un espejo (un espejo físico) cuando estaba fuera del cuerpo,
pero no vi nada.
Mi curiosidad acerca del aspecto, la construcción
y la solidez de mi cuerpo no físico aumentaba con cada aventura extracorporal.
Aunque cuando estaba fuera del cuerpo podía fácilmente observar mis manos y mis
brazos, resultó todo un desafío apreciar mi cuerpo completo. Por fin, después
de diez años de experiencias fuera del cuerpo, ocurrió lo siguiente.
2 de octubre de 1982
Escuché el zumbido, los sonidos como de motor y me
concentré en salir de mi cuerpo. Me puse en pie en la puerta de la habitación y
automáticamente pedí “¡claridad!” Mi visión mejoró y pasé por la puerta hacia
el salón. Sintiéndome todavía un poco desincronizado, expresé verbalmente mi
petición con más énfasis: “¡más claridad!” Sentí que mi consciencia y mi visión
caían en su lugar. Mis ideas eran claras y exclamé “¡necesito ver la forma que
tengo ahora!” Al instante, sentí intensamente que era atraído hacia dentro de
mí mismo. De repente, me sentí diferente, ingrávido como si flotara en el
espacio. Mientras avanzaba, observé una forma resplandeciente de color blanco
azulado. Por alguna razón, parecía saber que miraba mi cuerpo no físico desde
una perspectiva diferente. Veía sorprendido la forma que brillaba frente a mí,
por la que fluía energía y luz. Parecía un molde de energía creado a partir de
un millón de diminutos puntos de luz; expedía un brillo azulado, pero parecía
tener una estructura exterior definida. El cuerpo de luz que tenía frente a mí
estaba desnudo y era idéntico a mi forma física. Aunque parecía firme, había un
notorio desplazamiento y radiación de energía. Podía ver lo que parecía un
océano de estrellas azules por todo mi cuerpo. Es difícil de describir porque
las estrellas eran estables y no obstante se movían al mismo tiempo; la luz y
la energía de mi cuerpo parecían cambiar y fluir casi como las olas de un
océano.
Mientras miraba el cuerpo de luz, comprendí que yo
debía estar en otro cuerpo. Sin embargo, no podía percibir ninguna forma o
solidez; era como un punto de vista en el espacio sin forma de algún tipo.
Mientras me reflejaba en mi nuevo estado del ser, capté una sensación de
movimiento rápido y volví inmediatamente a mi cuerpo físico. Al tranquilizarme
y repasar la experiencia, llegué a una conclusión inevitable: debía poseer
múltiples cuerpos energía. La forma que acababa de experimentar era incluso
notoriamente más ligera (o menos densa) que mi segundo cuerpo no físico.
Comprendí que la visión tradicional de que poseemos dos cuerpos —un cuerpo
físico y un cuerpo espiritual— es demasiado simplista; somos mucho más
complejos que eso. Igual que hay múltiples dimensiones no físicas de energía en
el universo, cada uno de nosotros debe estar formado por múltiples cuerpos de
energía o vehículos de expresión. Ahora me pregunto cuántos cuerpos o formas no
físicas deben ser. Sospecho que debe haber uno en cada dimensión del universo y
que todos ellos están relacionados y conectados entre sí, igual que el cuerpo
físico está conectado con su primer cuerpo no físico.
17 de octubre de 1983
Sentí una vibración y un hormigueo en todo el
cuerpo. Pensando que debía estar en el estado vibratorio, concentré mi atención
en la sensación de flotar fuera del cuerpo físico. En segundos estaba flotando
y me alejaba de mi cuerpo. Lentamente me deslicé con los pies por delante hacia
la puerta de la habitación. Con una sensación de sorpresa absoluta atravesé sin
esfuerzo y con los ojos abiertos la estructura de la puerta y sentí su energía
vibratoria. La puerta parecía una nube de energía dentro de un molde etéreo.
Después de flotar a través de la puerta, pensé en
ponerme de pie y al instante estaba en el salón, en pie junto al sofá y mirando
la habitación. Entonces observé que parecía seguirme una extraña forma pequeña.
Al fijar la vista reconocí a nuestro perro sabueso McGregor. Me sorprendí porque
nunca había visto un animal estando fuera del cuerpo. Parecía sorprendentemente
natural y sólido, movía la cola y me miraba. Sus ojos eran brillantes, entonces
observé algo más: había un filamento delgado como una telaraña que surgía de su
cuerpo y se extendía hacia la habitación. Por curiosidad, me incliné y toqué el
delgado hilo plateado. Al instante, el perro desapareció. Rápidamente volví a
mi cuerpo físico.
A medida que desaparecía el adormecimiento, sentí
físicamente que el perro saltaba a la cama. Me quedé quieto y repasé la
experiencia, intentando ponerla en perspectiva. Más que nunca comprendí lo poco
que sabemos de nosotros mismos y de nuestro mundo. Me sentía como un niño
inocente que veía por primera vez el mundo real. Caí en la cuenta de lo
arrogantes que somos al suponer que lo sabemos todo. Nosotros, que no sabemos
lo que somos, por qué estamos aquí y ni siquiera a dónde vamos, nos
consideramos los seres dominantes e inteligentes del mundo. Es verdaderamente
irónico que vivamos tan engañados.
Todavía es más risible el hecho de que mantengamos
tantas firmes convicciones y conclusiones en relación con cosas que no vemos mi
comprendemos. Más que nunca, estoy convencido de que la exploración
extracorporal puede ofrecernos una respuesta a numerosos misterios de nuestra
existencia.
Capítulo 2. Encuentros fuera del cuerpo
Cualquier tecnología suficientemente avanzada no
se distinguirá de la magia. ARTHUR C. CLARKE
Anotación en mi diario del 21 de febrero de 1985
Entré en el estado vibratorio y sentí que oleadas
de energía fluían por mi cuerpo. Era una sensación tranquilizadora que
irradiaba de lo más profundo de mi ser. Mientras me concentraba en los cambios
vibratorios, sentí que me recorrían impulsos de energía y una singular
sensación, como si unas manos estuvieran acariciando mi cuerpo. Al principio me
sorprendí, pero la sensación era agradable, una vez que me hube acostumbrado a
ella. Las oleadas de energía parecían aumentar y disminuir en una secuencia
rítmica, y sentí cómo me volvía cada vez más ligero hasta que me separé por
completo de mi cuerpo. Sentí el sutil roce de las manos que me recorrían desde
las plantas de los pies y ascendían por todo mi cuerpo. Cada contacto creaba
oleadas de energía que resonaban en mí.
Sentía que mi frecuencia vibratoria interna se
ajustaba a un nivel nuevo y capté que la(s) persona(s) que estaba(n) junto a mí
efectuaba(n) una especie de “trabajo energético” sobre mí. Durante más de
veinte minutos las corrientes de energía se desplazaron y fluyeron en forma sistemática
por mi cuerpo no físico. Mi cuerpo y mi mente parecían resonar con aquellas
oleadas de energía y una abrumadora sensación de paz y unidad inundaba todo mi
ser. Luego, las oleadas de energía se disiparon lentamente y volvieron mis
sensaciones físicas.
Las preguntas se desbocaban en mi mente: ¿qué era
aquello? ¿Qué finalidad tenía? ¿Qué entidad o entidades me habían tocado? Una
cosa era cierta, después me sentí notablemente ligero y etéreo durante varias
horas. Sentía que mi cuerpo vibraba a una frecuencia más elevada o más
delicada. Tenía la fuerte sospecha de que mi ser no físico acababa de
experimentar un ajuste vibratorio o de frecuencia. Sólo alcancé a imaginar que
tal vez necesitaba ese ajuste para ampliar o mejorar mis exploraciones no
físicas.
Aunque nadie se comunicó conmigo, supe que el
proceso era un ajuste energético importante, necesario para mi desarrollo
personal. También comprendí que las sensaciones energéticas eran completamente
diferentes de lo que experimenté durante la fase vibratoria antes de la
separación. A medida que las manos me tocaban, percibí un intensa sensación de
dirección y propósito. Sospeché que una entidad, o tal vez dos, trabajaban
sobre mí. Como quiroprácticos invisibles, parecían saber exactamente lo que
hacían; cada contacto alteraba mi frecuencia vibratoria interna en un punto
específico dentro de mi cuerpo no físico y creaba oleadas de energía que
resonaban en lo más profundo de mi ser. Aunque al principio me sorprendió, fue
una experiencia absolutamente disfrutable que estuve seguro de que ocurriría de
nuevo.
5 de diciembre de 1986
Me acosté en mi cama visualizando el salón y
repitiendo en silencio “ahora estoy fuera de mi cuerpo” durante unos quince
minutos. Después que me venció el sueño, sentí las vibraciones y espontáneamente
giré fuera de mi cuerpo. Llegué al suelo y abrí los ojos. Lo veía todo borroso
y me sentía muy pesado y desincronizado. Me arrastré unos metros y dije en voz
alta: “Soy ligero como una pluma”. Recibí una súbita descarga de energía y al
instante me sentí más ligero y pude ponerme en pie. Mientras me alejaba de la
cama mi visión seguía siendo débil, por lo que pedí “claridad”. Mi visión se
enfocó e inmediatamente atravesé caminando la pared de la habitación y llegué a
un brillante ambiente verde. Al mirar en derredor, comprendí que estaba en una
pradera. Me intrigó el súbito cambio de ambiente y espontáneamente dije en voz
alta: “¿Por qué estoy aquí?” De pronto, sentí la presencia de alguien a poca
distancia y una serie de vívidas imágenes colmaron mi mente. “Has aumentado tu
frecuencia vibratoria al pedir ligereza y de nuevo cuando solicitaste claridad.
Has entrado a un entorno de frecuencia más alta, que está muy cercano al
físico”. Me asombró la claridad de las imágenes que se plasmaron en mi mente.
Es difícil de describir, pero eran representaciones visuales de ideas, no
palabras. La comunicación era mucho más directa y precisa que las palabras.
Comprendí su significado y busqué su origen. Sentía la radiación energética de
alguien que estaba directamente frente a mí, pero no veía nada. Otro flujo de
imágenes llegó a mi mente. “Soy un viejo amigo que observa tu progreso”. Las
imágenes despedían sentimientos de calidez y amistad. Me sentía tranquilo y
pedí con firmeza: “Quiero verte”. Observé absorto mientras aparecía el brumoso
contorno de una imagen. El transparente holograma de un hombre se solidificaba
frente a mí. Tenía cabello oscuro, una barba recortada y usaba una larga túnica
morada. Medía aproximadamente un metro ochenta y de su rostro irradiaba una
amplia sonrisa. Al principio, me asombró la realidad de su rápida
materialización, pero pareció captar mi incomodidad y una serie de imágenes
tranquilizadoras aparecieron en mi mente: “No debes temer. Tú y yo somos viejos
amigos”. Percibí su amistad y me tranquilicé. Mientras lo observaba, parecía
que se alegraba de verme. Conocía mis pensamientos y respondía a las preguntas
que llenaban mi mente. “Soy como tú; la única diferencia es que no tengo un
vehículo físico”. “Somos amigos desde hace mucho tiempo y hemos trabajado
juntos en numerosos proyectos internos... Tú y yo hemos explorado mucho más
allá de la segunda membrana. Ahora estás explorando la región densa de nuevo...
Tienes una extraña fascinación por lo físico, cosa que no comparto”. Hizo una
breve pausa mientras se ordenaban mis preguntas.
“Actúo como uno de tus guías. Varios seres
distintos te apoyan en diferentes aspectos de tu vida. En cierta forma, cada
uno de ellos es un especialista en un área específica de la existencia. A ti y a
mí nos encanta la exploración interna y estoy aquí para ayudarte en esa parte
de tu vida... Tu conclusión es correcta: un guía nunca debe interferir en el
desarrollo personal del individuo. Sabemos que no debemos dejarnos ver, a menos
que nos soliciten apoyo. Incluso entonces, debemos valorar la situación y sus
consecuencias antes de actuar”. Mi mente desbordaba con preguntas. El ser que
estaba frente a mí parecía comprender y prever mis pensamientos. Sus
tranquilizadoras ideas-imágenes explicaban preguntas concretas mientras
continuaba: “Cada persona que se enfrenta a una experiencia extracorporal o
cercana a la muerte tiene un guía presente durante ella. La ayuda siempre está
disponible, pero debe solicitarse... No hay nada que temer, pero muchos todavía
no saben que sus ideas forman su realidad. Como ya sabes, esto sucede al
instante. El resultado puede ser sorprendente para el explorador novicio. Casi
todos tienen poco control sobre sus pensamientos”. Después de una breve pausa,
continuó. “Tal como estás aprendiendo, el control y la concentración en las
ideas son absolutamente esenciales. Sobre todo cuando exploras más
profundamente el interior del universo. Tu control ha mejorado, pero todavía
tienes temores que superar... Sentiste temor cuando me hice visible; supe que
tu campo de energía tembló y estuviste a punto de volver a tu cuerpo...
Recuerda esto siempre: cuando conquistamos nuestros temores, obtenemos nuestra
liberación... Muy pronto, confrontarás tus temores en otras maneras, tanto en
el cuerpo denso como en tus cuerpos de frecuencia más alta. Cada experiencia
servirá para un propósito; cada obstáculo es un bendición oculta”. En ese
instante regresé a mi cuerpo físico y abrí los ojos. Sentía que me preparaba
para algo, pero no tenía ni idea de qué pudiera ser. Sentí una curiosa amistad
con este hombre. Capté sus intenciones positivas y, de algún modo, me sentí
mejor preparado para afrontar lo desconocido. Sus últimas imágenes reaparecían
en mi mente: “Cada obstáculo es una bendición oculta”. No pude evitar
preguntarme si se refería a mi pasado o me preparaba para el futuro.
Mientras repasaba esta experiencia, no pude menos
que observar ciertas semejanzas entre mi amigo no físico y el guía descrito en
los libros de Paul Twitchell. Aunque parecidos, no me parece probable que
fueran la misma persona. Con el tiempo, he conocido varios exploradores
extracorporales que me han descrito un guía no físico de aspecto similar.
Desconozco la razón de esto, pero me pregunto si el concepto que tenemos de un
guía o ser no físico puede influir en lo que experimentamos cuando salimos del
cuerpo.
3 de enero de 1987
Sentí las vibraciones y me elevé. Estaba de pie en
mi habitación. Al mirar lo que me rodeaba, vi que los objetos eran similares,
pero no idénticos. Los paneles de madera y las paredes eran diferentes a los de
mi hogar físico. Me acerqué a la puerta y la atravesé. Al instante estuve en un
ambiente nuevo. Una mujer que me pareció conocida se acercó a mí. Era alta,
tenía largos cabellos castaños y una mirada chispeante.
Se acercó sonriente y me dijo: “Te extrañé”.
En forma espontánea le respondí: “Yo también”.
Me besó y tomó mis manos cariñosamente. De
repente, estábamos en otro lugar. La esplendorosa escena de un parque se hizo
nítida. Estábamos en pie a la orilla de un estanque cristalino de color azul
verdoso. Todo lo que nos rodeaba —los árboles, el césped, el estanque— estaba
vibrantemente vivo. Cuando miré a la mujer, una intensa sensación de amor se
inflamó en mí.
Fijó su mirada en mí y tomó mis manos. “Viajas
mucho. Te necesito aquí”.
La acerque a mí. “Ahora estoy aquí”.
Su rostro y su cuerpo parecían brillar como diez
mil puntos de luz. Nos besamos y una descarga de energía inundó mi mente.
Nuestros cuerpos y nuestras mentes se acercaron en una intensa explosión de
energía pura y de alegría. Nuestras ideas se fundieron y se tocaron en mil
maneras sutiles. Me hundí en su mente y nos volvimos un solo ser. El éxtasis
que experimenté está más allá de las palabras. Por primera vez, me sentí
completo y pleno.
Pensé, Dios mío, no quiero que esto termine.
Con un sobresalto, volví a mi cuerpo. Todo mi ser
parecía vibrar en un nivel más ligero y fino que jamás había conocido. Incluso
mi cuerpo físico se sentía distinto, más brillante, más ligero y con más
energía de la que yo alcanzaba a concebir. Me acosté en la cama y disfruté las
oleadas de energía que fluían por mi mente y por mi cuerpo. Aquellas
sensaciones duraron varios minutos. Me quedé quieto y disfruté cada momento.
Durante muchas semanas estuve analizando el
significado de esta experiencia. ¿Así era el sexo en el mundo interior o era
aquello una unificación de mi mente consciente con un aspecto más elevado de mí
mismo? Sentía que debía conocer la respuesta, pero no pude lograrla.
15 de octubre de 1988
Repetí las afirmaciones usuales, “estoy fuera de
mi cuerpo”, mientras me quedaba dormido. A los pocos segundos estaba flotando
encima de mi cuerpo y me dirigí al pie de la cama. Por costumbre dije en voz
alta: “claridad”. Al instante mi consciencia se aclaró y espontáneamente pensé
en explorar. Percibía movimientos rápidos mientras estaba de pie en un patio
magnífico que prácticamente era un parque. Cuando enfoqué la vista, observé una
docena de personas paseando en bicicleta y patinando. El patio tenía el tamaño
de un campo deportivo, varios árboles grandes y un muro de piedra de dos metros
y medio de altura. Observé que una mujer empujaba un carrito de bebé y dos
niños se lanzaban una pelota. Todo el ambiente era tranquilo y relajado. Me
interesó en especial el carrito —nunca había visto un infante estando fuera del
cuerpo. Para mi sorpresa, una sonriente niña pelirroja de unos doce años se
acercó patinando y me preguntó: “¿Eres nuevo aquí, verdad?”
Le respondí: “Me parece que sí”.
Súbitamente comenzó a llover y todos en el patio
buscaron abrigo a la carrera. Me asombró. En quince años, nunca había
presenciado cambios climatológicos estando fuera del cuerpo.
La niña se me quedó mirando y me señaló un refugio
bajo un árbol. “Ven. Vamos allí”.
No podía creer lo real que parecía la lluvia.
Aunque disfrutaba sentirla escurriendo por mi cara, me pregunté si todos habían
elegido este ambiente. Por curiosidad, concentré mi atención en detener la
lluvia. La niña me miró como si estuviera loco.
“¿Qué haces?”
“Detengo la lluvia”.
Al instante la lluvia cesó. La niña seguía
mirándome y me preguntó: “¿Eres viajero?”
Sentí un ligero tirón en el centro de mi espalda y
supe que tenía que regresar.
“Debo irme”.
La niña parecía muy decepcionada y me dijo
“¿Volverás?”
Mientras la miraba, volví a mi cuerpo físico. La
sensación hormigueante se desvaneció mientras volvían mis sentidos físicos.
Al abrir los ojos, apareció en mi mente el rostro
de la niña con gran claridad. Por alguna razón desconocida, la extrañaba.
Sentía que la conocía, pero no recordaba cómo ni de dónde. Fue muy frustrante
porque yo sabía que había una conexión entre nosotros. Durante algún tiempo,
comprendí que las coincidencias no existen. También me intrigaba su pregunta:
“¿Eres viajero?”
16 de septiembre de 1989
Mientras me quedaba dormido, repetí mi
acostumbrada afirmación “estoy fuera de mi cuerpo” treinta o cuarenta veces.
Con toda mi voluntad, me concentré y sostuve la afirmación como mi último
pensamiento consciente antes de dormirme. Me desperté
con una ligera vibración y una sensación de rápido movimiento. En pocos
segundos, estaba en pie en un estacionamiento de varios niveles. En la
distancia, alcanzaba a ver rampas que subían y bajaban. Al mirar alrededor, una
visión singular atrajo mi atención: un resplandeciente automóvil nuevo, medio
enterrado en un montón de basura. Aquello era tan extraño que me intrigó. Me
pregunté: ¿Quién haría esto con este precioso coche? Por alguna razón,
sentí la abrumadora necesidad de mirar en su interior y comencé a retirar
basura de las ventanas y las puertas. Mientras trabajaba, comprendí que me
enfrentaba a una labor titánica. No obstante, continué retirando puñados de
basura de las ventanas. Por fin, una ventana quedó limpia y yo atisbé hacia el
interior del coche. En lugar de un interior normal, veo una radiante luz
blanca. Una luz que parecía llena de energía y de vida. Sentí una intensa
conexión con aquella luz y una irresistible necesidad de abrir la puerta del
coche. Con gran determinación, mis manos seguían apartando basura y lentamente
otra ventana quedó limpia. Sin darme cuenta, un automóvil conducido por un
joven se detuvo junto a mí. Inmediatamente percibí que nos conocíamos bastante
bien, pero no recordaba de dónde ni de cuándo. Me sonrió y me habló.
“Tienes mucho trabajo por delante”.
Sorprendido por su presencia, asentí y me acerqué
a su vehículo.
“¿Podrías ayudarme?”
Pareció que le divertía mi petición y contestó:
“Cada uno de nosotros debe liberarse a sí mismo”.
Sus palabras resonaron en mi mente y, al instante,
regresé a mi cuerpo físico. Mis sentidos físicos retornaron mientras valoraba
la experiencia.
Más que nunca, comprendí que mi mente interpretaba
mis experiencias fuera del cuerpo con base en mis conceptos, símbolos e
imágenes físicas actuales. Era evidente que una parte superior de mí mismo
organizaba mis experiencias de una manera adecuada para mi comprensión actual.
Reconocí y comprendí la imagen de esta experiencia, pero me preguntaba si era
necesaria. En mi mente, la experiencia estaba clara. Yo luchaba por liberar a
mi yo-energía interno, a mi alma. La basura representaba todo lo negativo que
había hecho y aceptado durante años: fijaciones, temores, límites, todos los
atributos y sentimientos negativos que pretendía eliminar. Mi basura personal limitaba,
bloqueaba y restringía a mi alma y no la dejaba brillar. No pude evitar
preguntarme qué habría sucedido si yo hubiera pedido ver el origen de la
energía representada por la forma. Por primera vez, comprendí que muchas de las
formas que había observado fuera del cuerpo fueron creadas para mi beneficio.
Se manifestaron para mi comprensión. Era obvio que nuestras mentes están
condicionadas para reaccionar ante las formas, no ante la energía pura. Cada
vez se hacía más evidente que mi mente o mi alma creaba las formas externas que
yo percibía para enseñarme lo que necesitaba saber.
Entonces me sentí preparado para ver la realidad
existente tras las formas. La siguiente ocasión, iba a pedir ver la energía
pura y real, existente tras todas las formas que percibía.
24 de enero de 1990
Sentí las vibraciones y me alejé de mi cuerpo
físico. En pocos segundos estaba en pie en la puerta de mi habitación. La
fuerza de la costumbre me hizo pedir claridad y guía. De repente, sentí un
intenso movimiento interno y en segundos me encontré a la entrada de un enorme
edificio de piedra. El tamaño y la forma del edificio no se parecían a nada de
lo que yo conocía; la estructura se extendía hasta el horizonte y parecía muy
antigua. Frente a mí había un conjunto de puertas de madera y latón de unos
cuatro metros de altura. Al entrar, observé una sala abierta que conducía a una
interminable serie de corredores. Atravesé el área abierta y entré al corredor
más cercano. Me rodeaban enormes salones repletos con formas que parecían todas
iguales. Aunque al examinarlas con detenimiento, me di cuenta que los objetos
eran ligeramente diferentes; parecían una progresión, o una evolución, del
mismo objeto. En otra sala había cientos de juguetes, cada uno con una forma y
una estructura ligeramente diferente.
No me interesaban los objetos y avancé por un
extenso pasillo. Comprendí que estaba en un área vacía y en desuso. Frente a mí
había maderos que bloqueaban una puerta doble. Usando toda mi fuerza, hice a un
lado los maderos y abrí la puerta. Tras la puerta había una especie de sala de
motores o con máquinas eléctricas de algún tipo. Directamente enfrente había un
motor inmenso, con una altura como de tres pisos y el tamaño de un campo de
fútbol. Un tanto confuso, dije en voz alta: “¿Qué representa esto?” Una
corriente de vivas imágenes apareció en mi mente. “Esta es la fuente de energía
de las formas que ves. Tu mente intenta relacionarse con los conceptos que
puede comprender. La energía verdadera no tiene forma”. El motor desapareció de
mi vista y una vigorizante sensación de energía pura irradió frente a mí. Al
enfocar la vista, observé ondas de luz que emanaban de un solo origen.
Mientras la miraba, la luz se volvió cegadora. Una
parte de mí quería alejarse, pero no lo hice. Sentí como si un incendio
estuviera consumiendo las capas externas de mi ser —mis viejos conceptos,
creencias, suposiciones y conclusiones eran incinerados por la intensidad de la
luz. No aguanté más y grité “¿Qué es esto?” Al instante, me sentí atraído hacia
la luz. Mi mente rebosaba al comprender que me fundía con una parte más grande
de mí mismo. Súbitamente comprendí que yo era el motor de mi vida, que era la
fuerza creativa existente en mi interior. Me di cuenta de que me había separado
de mí mismo. Durante varios minutos, la luz y yo fuimos uno. Sentí una inmensa
paz y una conexión que nunca antes había conocido. Por primera vez comprendí
que podía crear todo cuanto quisiera: mi poder creativo estaba más allá de mi
comprensión. Entonces supe que yo mismo me limitaba con las ideas y nociones
que había aceptado, y reconocí que debía liberar todos mis límites, temores y
expectativas. Una profunda fuerza interior me recorrió mientras gritaba dentro
de mí: Recordaré esto.
Al momento, volví a mi cuerpo físico. Mientas
recuperaba mis sentidos físicos, repasé la experiencia y comprendí que podía
recordar todo con detalle, pero sentía una intensa separación. Extrañaba la
sensación de unidad, de unión. Acostado en mi cama supe que había experimentado
una parte más extensa de mí mismo. No importa que lo llamemos nuestro yo
superior, nuestra mente creativa o nuestra alma. Pero tuve la absoluta
seguridad de que esa parte de mí tenía un total acceso a todas las respuestas.
Por alguna razón sabía que el enorme edificio era como un museo, tal vez era un
registro viviente de todas las formas, o incluso de todas las cosas que
llegarían a hacerse. Comprendí que mi mente interpretaba las formas que
presencié en relación con mi entorno físico actual. Tardé bastante en
comprenderlo, pero por fin aprendí que lo importante no son las formas que
vemos, sino lo que representan. Esto me pareció un avance importante. Por
extraño que parezca, tuve la fuerte sospecha de que lo mismo ocurría con el
mundo físico que nos rodea.
6 de febrero de 1990
Me quedé dormido sin aplicar mis técnicas, pero
desperté a la una de la mañana en la etapa vibratoria. Me senté rápidamente en
mi cuerpo físico y miré a mi alrededor. Me sorprendió ver a un hombre junto a
mi cama examinando mi diario. Al verme sentado, dio un paso atrás. Me enfureció
su presencia y le grité: “¿Quién eres?”
Se alejó de mi cama, confuso y atemorizado por mi
presencia. Era un hombre obeso, de mediana edad, con el cabello corto y sin
afeitar, como de un metro setenta de estatura. Siguió alejándose de mí mientras
aumentaba mi furia, “¿quién diablos eres?” Una combinación de furia y temor
explotó en mí, mientras gritaba: “¡Lárgate de aquí, fuera de aquí!” Se dio la
vuelta y salió corriendo de mi habitación y al instante regresé a mi cuerpo. Seguí
gritando en mi cuerpo físico mientras regresaba y mis gritos despertaron a mi
esposa. Impresionado, me senté y miré a mi alrededor. Me tranquilicé poco a
poco y repasé la experiencia.
Comprendí que mi reacción fue exagerada, pero la
visión de este extraño en mi habitación provocó una respuesta autodefensiva. No
puede dormir el resto de la noche, preguntándome quién era aquel hombre. Por
más que lo intentaba, no podía identificar su rostro. Parecía tener mucho
interés en lo que había escrito; sospeché que me espiaba. Es probable que lo
haya atemorizado más que él a mí. Después de pensarlo un poco, concluí que muy
probablemente era uno de los millones de habitantes de la primera dimensión de
energía. Era posible que sintiera curiosidad sobre mis experiencias
extracorporales y simplemente estaba revisando.
No pude evitar preguntarme con cuánta frecuencia
nos visitan habitantes de otras dimensiones. Además, me puse a analizar
seriamente nuestros conceptos de privacidad. Sospechaba que esta experiencia
contenía algo más de lo que yo alcanzaba a comprender.
14 de marzo de 1991
Sentí las vibraciones y me dirigí a la puerta.
Pedí “¡claridad!” Mi consciencia era muy buena e instintivamente expresé en voz
alta: “Avanzo hacia el interior”. Durante varios segundos, sentí un intenso
movimiento interno que luego cesó abruptamente.
Todo mi ser estaba inmerso en una maravillosa luz
líquida. Me sentía completamente tranquilo y a gusto. Me rodeaba una cálida
sensación de amor total.
Cuando me concentré, todas mis preguntas se
aclararon al instante. Una simple petición colmaba mi consciencia, “necesito
ver mi vida”. Inmediatamente aparecieron ante mí imágenes muy nítidas. Una
serie de imágenes tridimensionales se plegaba y se desplegaba; cientos, miles y
después cientos de miles de imágenes entraron en mi visión. Supe
instintivamente que todas las imágenes eran mías. Me concentré en una y la
imagen cobró vida. Yo era un niño que usaba una túnica y sandalias; los suelos
y los muros eran de piedra y mármol. Era yo hace dos mil años. No estaba
sorprendido ni impresionado, simplemente parecía saberlo. Igual que un recuerdo
olvidado durante mucho tiempo, este momento en el tiempo pasó brevemente ante
mí. Dirigí mi atención a las otras incontables imágenes que cobraban vida.
Todas eran mi vida: algunas en la tierra, otras ocurrieron en áreas no físicas
del universo.
Mientras observaba estos sucesos, parecían cobrar
sentido: cada suceso, cada vida, fue un paso necesario; cada uno consiguió un
propósito específico. Como las piezas de un rompecabezas, cada imagen cayó en
su lugar, cada una contribuyó al total. Cada imagen, cada experiencia, era
necesaria para alcanzar la suma de lo que soy en la actualidad.
De repente, me abrumó la magnificencia y la
sabiduría de todo lo que observaba. Lo bueno y lo malo, los triunfos y las
derrotas. Las numerosas debilidades y fallos, así como las ocasionales
virtudes. Fui consciente de que presenciaba mi evolución a través de miles de
años de vida. Cada vida individual era un paso, una experiencia de crecimiento;
cada vida se apoyaba en la anterior.
Una sensación de alegría me inundó cuando
comprendí que las dificultades y la adversidad eran necesarias. Cada desafío
era una importante situación de aprendizaje, un ambiente creado especialmente
para mi desarrollo. Capté la sabiduría de todo eso. Yo era el alumno y el
maestro; el escritor, el productor y el actor de mi vida. Una comprensión
interna me inundó: la única forma de conocer y comprender algo era
experimentarlo uno mismo. Lo demás es sólo teoría y especulación. La
sorprendente verdad se hizo evidente, la vida física era una escuela
interactiva, un territorio implacable para aprender a desarrollar nuestras
almas.
Fascinado, tenía mi vida ante mí. Incontables años
y experiencias contribuyeron a lo que ahora soy. El tiempo necesario para
crecer no es lo importante. Me di cuenta de que soy inmortal y que el tiempo no
cuenta. Como alma, como consciencia pura, necesito un elemento artificial como
el tiempo para registrar el cambio. Como alma, no envejezco ni me deterioro;
sólo aumentan mis conocimientos y mi experiencia. Cada exploración en la
materia aumenta mi conocimiento. Cada viaje físico hace que vea y aprecie mejor
la vida. Cada experiencia física es una oportunidad para desarrollarme y
crecer, la oportunidad de expresar mis cualidades internas de amor, humildad,
paciencia y fortaleza.
Me tranquiliza la sencillez de todo. Es
perfectamente comprensible: la experiencia genera sabiduría. El tiempo no
cuenta. En lo más profundo conservamos un registro permanente de cada
experiencia. Cada suceso, cada momento, se registra en nuestra mente
subconsciente.
Mientras veía las imágenes de mi vida, comprendí
que los sucesos físicos sólo eran una pequeña parte del total. Vivo en
incontables formas distintas, en mundos infinitos. Una sensación de compasión
me recorrió mientras reconocí el propósito de todo. Todo el universo, físico y
no físico, era una escuela para que se desarrollaran las almas. Vi claramente
escuelas dentro de escuelas, dimensiones dentro de dimensiones, todas
funcionando como un ambiente adecuado para el aprendizaje interactivo. Cada
nivel de energía del universo tiene un propósito específico. Cada uno
representa diferentes desafíos y oportunidades para el crecimiento, para la
evolución.
La sensación de propósito y orden se aclaró:
presencié la evolución de la consciencia, de mí mismo, durante eones de tiempo.
Mi consciencia desbordaba amor y gratitud. Por primera vez en mi vida, todo lo
que me rodeaba tenía sentido. En ese instante regresé a mi cuerpo con una
cálida sensación de amor y conocimiento procedente de todas las células de mi
ser. Por primera vez, comprendí mi propósito y mi razón de ser.
En cada experiencia extracorporal, continué
examinando las formas no físicas que encontraba. Al principio, parecían
imágenes holográficas con sustancia. Al revisarlas con atención, descubrí que
eran tan reales y sólidas como la materia física. Estos objetos no físicos
parecían hechos de una matriz de energía luminosa en lugar de energía
molecular.
Durante años, no capté las implicaciones, pero a
medida que continuaron mis experiencias, comencé a comprender que toda la vida,
física y no física, estaba interconectada. Además, descubrí que todos los
objetos físicos que nos rodean existen en múltiples frecuencias. Todo lo que
nos rodea existe además en una dimensión paralela, no física, del universo.
Aunque nuestros ojos sólo perciben el resultado molecular denso de la energía,
la materia prosigue en una continuidad de energía no física más allá de nuestra
vista. Cada forma es independiente de lo físico, aunque está conectada con lo
físico por su frecuencia interna, igual que las partículas y las ondas de luz
se interconectan como una sola unidad de energía.
La materia existe como una continuidad de energía
que se extiende mucho más allá de los pobres límites de nuestra visión física.
Es importante comprender esto porque explica la existencia íntima de todas las
formas y sustancias, observadas a través del interior no físico del universo.
También explica la naturaleza multidimensional de todo lo que observamos cuando
estamos fuera del cuerpo. Por ejemplo, cuando observamos la luz física, sólo
percibimos una pequeña parte de todo el espectro electromagnético. No obstante,
cada uno de nosotros está inmerso en un mar de frecuencias de radiación: rayos
X, rayos infrarrojos, ondas de radio y microondas. Igual que la luz visible
sólo representa una pequeña fracción del espectro de las ondas
electromagnéticas, así la materia visible sólo es una pequeña parte de todo el
universo de energía, que tiene múltiples dimensiones (frecuencias). La inmensa
mayoría del universo no está basada en las partículas, como supone la ciencia
actualmente, sino en las frecuencias. Las partículas físicas de la materia son
simplemente el resultado denso de algunas frecuencias (ondas) de energía no
física. Igual que la luz visible no es sólo una partícula de energía, sino una
onda que exhibe temporalmente un comportamiento de partícula, del mismo modo
nuestro universo físico no es simplemente energía molecular, sino una
continuidad de frecuencias energéticas que se extienden hasta lo más profundo
del universo multidimensional. Resumiendo, todos los objetos y todas las formas
de vida tienen una naturaleza multidimensional. Todo cuanto nos rodea es multidimensional
y existe simultáneamente en diferentes frecuencias de energía. Todas estas
dimensiones energéticas coexisten en el mismo espacio y tiempo, como las ondas
de radio, las microondas, los rayos X y la luz visible existen juntos a nuestro
alrededor, cada uno dentro de su propia banda de frecuencia.
12 de abril de 1991
Me introduje en el estado vibratorio y me dirigí
hacia la puerta de la habitación. Como no enfocaba bien dije “¡claridad!” y mi
visión mejoró inmediatamente. Al salir de la habitación me detuve y decidí
explorar hacia adentro, en lugar de recorrer mi casa. Espontáneamente expresé:
“Avanzo hacia adentro”. Al momento, sentí un intenso movimiento interior que
duró varios segundos, como si me atrajera un vacío en el espacio. La sensación de
movimiento se detuvo abruptamente y me encontré en pie delante de una casa
frente al mar. Ésta se elevaba a unos tres metros del suelo, sostenida por
pilares de madera de treinta centímetros de grueso.
Mi visión era todavía borrosa, así que volví a
pedir claridad. Al enfocar la vista con más claridad, pensé entrar en la casa.
Casi al instante estuve dentro. En ella todo me parecía familiar. Me sentía muy
a gusto y, por alguna razón, estaba absolutamente seguro de que ese era mi
hogar no físico.
La pared que daba al océano era de vidrio. Cuando
me acerqué, noté que las esquinas estaban curvadas como plástico. Parecía un
hogar del futuro, lleno de cosas del pasado; todos los muebles, los cuadros y
las alfombras parecían antiguos. Cuando la busqué, vi mi mecedora con una
cabeza de león tallada orientada hacia el mar. Me di cuenta de que ese podía
ser mi hogar en el futuro. No supe si sería mi futuro físico o un futuro
posible después de mi muerte, pero en ese momento estuve seguro de su realidad.
Me sentía tan a gusto que me acerque a la pared de
vidrio y me asomé al océano. Su sonido era magnífico. En lugar de rompientes
estruendosas había una intensa armonía rítmica, como una canción. Escuché con
atención, intentando reconocer la melodía. Instintivamente, abrí la puerta y me
quedé en pie en una enorme terraza con una vista magnífica hacia el mar. La
música de las olas tenía una belleza casi hipnótica. El sonido parecía
atravesarme; resonaba en lo profundo de mi cuerpo y de mi mente. Cuesta
describirlo, pero el mar parecía irradiar amor. Mientras la música me recorría,
sentía las vibraciones de la canción como caricias.
Al mirar el océano, me sorprendían los cambiantes
colores de las olas, como nunca antes las había visto. Matices tornasolados se
combinaban para formar interminables ondas de vívidos colores imposibles de
describir: millones de tonos cambiando y combinándose para formar una
exhibición de luces de indescriptible belleza.
Mi mente se perdió en las vibraciones y la canción
del océano. Me sentí completamente en paz, todo mi ser resonaba con la música
de la canción. Necesitaba fundirme con el océano, pero en mi interior tenía
miedo de ahogarme. De pronto fue evidente mi indecisión y me di cuenta de mi
temor; pensaba que había superado mis temores, pero entonces resultó obvio que
tenía bastante trabajo por delante. Cuando me puse a analizar esto, volví a mi
cuerpo. Las sensaciones de adormecimiento y hormigueo se desvanecieron
rápidamente mientras recordaba la experiencia.
Comprendí que era la segunda vez que estaba en esa
casa. En la primera asistí a una reunión con varias personas. Sentía que la
casa era mía y me pregunté si era allí donde había vivido antes de nacer
físicamente. Me puse a pensar en el mar de color y música. Sospechaba que era
el modo como mi mente interpretaba algo que estaba más allá de mi comprensión.
Sólo presentía que era el mar de la consciencia o una representación de Dios.
Tal vez las dos cosas eran lo mismo. Todavía no lo sabía, pero estaba seguro
que me acercaba a la respuesta.
24 de octubre de 1992
Repetí en voz alta: “estoy fuera de mi cuerpo”
durante cinco o diez minutos. Mientras me quedaba dormido, intensifiqué la
afirmación en mi mente. Desperté con la sensación de fuertes vibraciones que
recorrían todo mi cuerpo. Inmediatamente concentré toda mi atención en la idea
de flotar hasta la puerta de mi dormitorio. En pocos segundos sentí que me
elevaba y flotaba hacia la puerta. Después, con una sensación de regocijo, pasé
al salón. Mientras echaba una mirada alrededor, comprendí que estaba en mi
primer cuerpo de energía (el más denso) y que sentía una irresistible necesidad
de explorar. Casi gritando, expresé una firme petición: “Quiero ver más”. Al
momento, una sensación de movimiento rápido me atrajo hacia mi interior. Sentí
como si me atrajera el vacío y en segundos estuve en un nuevo entorno. Me
deslumbró y me cegó la intensidad de la luz ambiental. Cuando por instinto
intenté protegerme de la radiación, comprendí que mi cuerpo no tenía forma:
nada de brazos ni piernas, sólo energía. Intenté comprender que no tenía forma
en absoluto. Parecía una luz sin una forma externa identificable. Mi visión era
infinita.
Por todas partes emanaba energía pura; no había
formas, sólo rayos de luz. Me atrajo lo que parecía una columna de luz blanca
pura. Cuando me acerqué, me impactó la intensa potencia de su radiación. Me
detuve e intenté ajustarme. La energía era tan intensa que sentía que mi
exterior se quemaba. La luz incineraba toda mi parte externa, mis ideas,
temores y conceptos. Al principio, intenté protegerme. Me rodeé con ideas, sólo
para comprender que también se quemaban por la intensidad de la luz. En ese
momento, la luz penetró en mí como un líquido cálido que inundase mi cuerpo y
mi mente. Todo mi ser estaba lleno de luz, y cada parte de mí resonaba en una
nueva frecuencia. Me tranquilicé y disfruté la sensación de energía pura que me
atravesaba.
En lo más íntimo, comprendí que estaba ante algo
de extrema importancia. Había algo más dentro de la columna de luz. Ya sin
temor, tuve un abrumador deseo de conocer y entender la luz. Me acerqué e
intenté atisbar en el interior. La energía y la fuerza puras estaban más allá
de las palabras; sentía que estaba junto a un sol resplandeciente que irradiaba
ondas de luz. Sabía que estaba seguro y lentamente avancé y toqué la luz. Una
intensa descarga de energía recorrió todo mi cuerpo. Sentí que me sumergía en
un océano de conocimiento puro. Me inundaban los recuerdos de lo que había
sido, de lo que había hecho. Todo ocurría en ese momento. Me maravillaba la
absoluta simplicidad de todo. Por primera vez, todo estaba claro. Todo lo que
somos y necesitamos está ya aquí. Por primera vez, reconocí que nos hemos
separado de nuestro origen. Qué insensatos hemos sido. Nos concentramos en
descomponer las formas moleculares cuando la realidad siempre ha estado ahí,
esperando pacientemente a que abramos los ojos y veamos. Una vigorizante
sensación de amor, un profundo sentimiento de compasión por todo lo que existe,
llenó mi ser. Comprendí que todos estamos interconectados en un océano de luz
de vida. La separación que sentimos es simplemente la densa ilusión de la forma
molecular. Mi consciencia cobró vida al comprender que mi mente y su capacidad
no son sino otro vehículo temporal de expresión. Existimos más allá de las
ideas, más allá del tiempo, más allá de las causas y efectos lineales.
Las interminables oleadas de conocimiento puro me
colmaban. Mi mente se desbordaba y comprendí que esto era más de lo que jamás
esperé recordar. Grité: “Recordaré esto”. Al instante volví a mi cuerpo e
intenté abrir los ojos.
No pude moverme y me reconocí bajo un estado
cataléptico. Lentamente, sentí un adormecimiento y un hormigueo extendiéndose
por mi cuerpo físico. Después de un minuto, pude mover los dedos de las manos y
de los pies. Me quedé acostado y repasé la experiencia con una sensación de
asombro. Estaba seguro de que la columna de luz era realmente yo, no sólo otra
parte de mí, sino el yo puro, la esencia de todo lo que soy. ¿Era posible que
fuéramos tan increíbles? Me sentí separado y solo; no obstante, al mismo tiempo
me sentía conectado a algo más grande de lo que jamás imaginé. Mi mente se
aceleraba captando cosas, más de lo que yo alcanzaba a comprender. Me di cuenta
de que como seres humanos tenemos una tendencia natural a etiquetar todo lo que
experimentamos y a filtrarlo según nuestros conceptos y conocimientos físicos.
Me pregunté si todas las formas sirven para representar en nuestras mentes algo
más, algo que existe más allá de toda forma y sustancia; algo tan puro y etéreo
que está más allá de la capacidad de nuestras mentes para clasificarlo e
interpretarlo. Posiblemente el hecho de reconocer esto fuera un paso importante
en sí mismo. Tal vez las constantes disputas entre las diferentes religiones,
fes y sectas terminarían si reconociéramos que todas las creencias religiosas
son interpretaciones físicas.
Comprendí claramente que a Dios no le importa
nuestra teología personal. Nuestras creencias físicas estaban arraigadas en
formas y sustancias temporales; no son sino momentos que transcurren en el
tiempo. Lo que realmente importa es la experiencia, la experiencia espiritual.
Me pareció que el propósito de todo el universo era esa experiencia: inmediata,
intensa y personal. Nada puede sustituirla. Ahora está claro que la experiencia
personal es el camino que todos compartimos hacia la sabiduría.
Mientras ampliaba mi exploración más allá de la
primera dimensión interna, comencé a observar cosas inusuales. En algunas
áreas, las nubes de energía dominaban el ambiente. Resultaba muy impresionante
ver algunas de estas nubes adoptando formas específicas. Vi lo que parecían
automóviles, casas, incluso barcos parcialmente creados. Después de años de
experiencia, comprendí que estos elementos eran el resultado directo del
pensamiento humano. Los ambientes de las dimensiones no físicas estaban hechos
de energía que respondía a las ideas. Las ideas tenían la capacidad innata de
reordenar las energías sutiles que forman las dimensiones que no vemos con
nuestros ojos físicos.
Encontré que la sustancia-energía natural de las
dimensiones internas eran formas de energía parecidas a nubes. En cierto
sentido, esa energía es una radiación de luz que se manipula con facilidad.
Parece que los bloques de construcción de esas dimensiones no son las
partículas (los átomos y los quarks) sino ondas o frecuencias de energía y de
luz. Cuando examiné las nubes de energía, fue evidente que existían como
racimos de energía básica, sin forma, en modo muy similar a los hologramas que
lentamente crecen y cambian de forma y de densidad.
12 de abril de 1991
Sentí las vibraciones y me dirigí al pie de la
cama. Mi visión era brumosa y desenfocada, por lo que pedí claridad completa.
Al instante, mi mente consciente se sincronizó; mis ideas se aclararon. Mi
mente cobró vida y se llenó de emoción mientras me decía “Esto es mejor que mi
cerebro físico”.
De repente, sentí una intensa necesidad interior
de descubrir mi vida pasada. Espontáneamente dije en voz alta: “Quiero conocer
mi vida pasada”.
Inmediatamente, sentí un movimiento interno y me
encontré en un entorno completamente nuevo. Me rodeaba una increíble escena de
destrucción. Estaba en una amplia calle de una ciudad, y sólo veía edificios
demolidos. Comprendí que la parte superior de mi cuerpo se asomaba por la
torreta de un tanque. Después se me ocurrió que veía a través de los ojos de
otro hombre: un soldado. Yo era ese hombre; sentía sus ideas y sus emociones.
Me sentía muy arrogante, seguro y singularmente
poderoso mientras miraba los edificios ardiendo y los escombros. Estaba
orgulloso de lo que había hecho. Yo era el comandante de un tanque Panzer
alemán. De algún modo, supe que la ciudad era Varsovia, y que mis soldados y yo
acabábamos de conquistarla.
Mi tanque se detuvo chirriando en el centro de la
que fue una importante intersección de la ciudad. Varios tanques a mi alrededor
disparaban y bloques de edificios completos se derrumbaban ante mí. Me sentía
satisfecho conmigo mismo. Con un aparato, le espetaba órdenes a un tanque que estaba
a mi derecha. Al estirar mi brazo, observé que mi uniforme era negro y estaba
cubierto de polvo gris.
Súbitamente, una intensa sensación de movimiento,
como un vacío, me devolvió a mi cuerpo físico. Abrí los ojos y sentí
adormecimiento y hormigueo mientras me integraba con lo físico.
Me sorprendió la intensidad de la experiencia. No
fui un simple testigo, sino un participante activo. Durante varios minutos
sentí lo mismo que ese hombre: yo era él. Me sentí decepcionado conmigo mismo;
me había imaginado como algo más que un arrogante oficial alemán. Tal vez esto
explicaba mis sentimientos antibélicos y mi fascinación por los documentales de
la Segunda Guerra Mundial. Si este comandante alemán fue realmente mi última
vida física, me preguntaba cuánto de él influía en mí en ese momento. Comprendí
que podría afectarme más de lo que me gustaría admitir. Mientras trataba de
analizarme en la forma más objetiva posible, surgieron nuevas visiones. Me
pregunté seriamente cuán arrogante, exigente y distante soy ahora. ¿Todavía
ladro órdenes y espero obediencia instantánea?
Me pregunté cuánto de mí estaba influenciado y
determinado por mi pasado. ¿Cuán fuerte era esa influencia? Me pareció que
tenemos a nuestro alcance una cantidad ilimitada de autoconocimiento, si estamos
dispuestos a buscarlo. No podía controlar mi curiosidad. ¿Cuántas vidas
anteriores había experimentado? ¿Cuán profundamente influían en mí? ¿Cuánto
podría aprender si supiera las respuestas?
7 de diciembre de 1992
Me introduje en el estado vibratorio y floté medio
metro encima de mi cuerpo. Decidido a experimentar mi cuerpo vibratorio más
fino, dije en voz alta: “Experimento mi cuerpo superior.” Después de una breve
sensación de movimiento, me hallé flotando en una forma diferente. Me sentía
tranquilo y energizado y percibía una energía interna más uniforme. En lo
íntimo, supe que había cambiado a mi cuerpo de energía interno. Pero me sentía
desincronizado y mi visión era brumosa, por lo que exigí una claridad de
consciencia completa: “¡Claridad!”
Inmediatamente, mis ideas se aclararon. Me sentía
muy ligero y desbordante de energía. En ese momento, mi propósito destelló en
mi mente: “Quiero visitar otro sistema”. Al instante, estaba avanzando por un
vacío oscuro a una velocidad increíble. Al principio, me impresionó la
velocidad, pero me tranquilicé y me adapté a las nuevas sensaciones. En pocos
segundos, flotaba en el espacio. Dirigí mi mirada hacia mí, pero había poco qué
ver: mi forma no tenía brazos ni piernas; era una forma esférica de energía consciente.
Por alguna razón, no me sorprendió, me parecía completamente natural que no
necesitara brazos y piernas en el estado en que estaba. Giré con lentitud y me
concentré en los espectaculares paisajes que me rodeaban. Con asombro, observé
cosas que nunca antes había imaginado. Había grupos de luces por todas partes,
miles de ellos, como luces de Navidad colgadas en el cielo. Sentí que flotaba
en un océano de luces.
Atrajo mi atención algo que nunca antes había
visto: una forma brumosa como niebla. Se extendía hasta donde alcanzaba mi
vista. Parecía una inmensa cortina de niebla densa, excepto por su estabilidad,
estaba fija, colgada en el espacio. Pedí claridad y me encontré flotando en una
posición ventajosa diferente, a varios kilómetros de la forma brumosa. Entonces
la vi con mayor claridad. Era más grande de lo que podía abarcar mi mente,
atravesaba el cielo como una frontera interminable.
Súbitamente, sentí la energía vibratoria de
alguien cercano, una radiación intensa sin forma ni sustancia. Al instante fui
consciente de una comunicación, como una serie de imágenes nítidas que
aparecieron en mi mente. Lo que aparece a continuación es un poco inconexo,
pero es todo lo que puedo hacer para explicar con palabras el significado de
las imágenes internas.
—¿Es hermoso, verdad?
Giré para ver quién era. La intensidad de la luz
cegó mi consciencia. Comencé a retroceder y a protegerme de su aplastante
energía. La entidad siguió comunicándose con mi mente.
—Me voy a ajustar.
La radiación disminuyó inmediatamente. No percibía
forma alguna, sólo luz.
—Como bien comprendes, no tengo forma. Es
innecesaria. Pocos de vosotros se atreven a llegar aquí.
No pude responder, mi mente estaba abrumada y no
sabía por dónde comenzar. El ser de energía debió percibir mi dilema y empezó a
responder.
—Tienes ante ti una de las muchas maravillas del
universo. La infinidad de niebla que observas es una de las numerosas membranas
internas que dividen las distintas frecuencias del universo. Estás contemplando
la estructura interna del universo. Las estrellas y galaxias que ves a
distancia son sólo la cubierta exterior. La clave para la verdadera exploración
es el movimiento a través de las membranas de energía. A medida que avanzas
hacia adentro, hacia el origen, debe modificarse tu frecuencia energética. Sólo
puedes atravesar las barreras de energía que concuerdan con tu luz interior.
Tienes ante ti la clave de la estabilidad y de la estructura de todo el
universo.
Era asombrosa la claridad de las imágenes que
entraban en mi mente. Parecía que este ser conocía automáticamente mis
pensamientos.
—Toda energía consciente (las almas) vive dentro
de la frecuencia energética que está en fase con su frecuencia vibratoria
personal. La membrana que tienes frente a ti separa una longitud de onda de
otra.
Mientras miraba, no podía pensar en una respuesta
adecuada. No me sentía preparado, como un niño que tomara una clase de cálculo
avanzado. De nuevo, el ser de energía contestó a mis ideas.
—Estás preparado, de lo contrario no estarías
aquí. Todos estamos donde debemos estar. Alguna vez fui como tú y tú serás como
yo; todos estamos en un viaje infinito. Tu percepción de mí es inexacta. Soy un
niño en comparación con otros que habitan en el universo. La posible evolución
de la consciencia es ilimitada. Mi identidad no es importante y no se necesitan
las definiciones. Recuerda bien lo que ves, porque el reconocimiento y la
exploración de las membranas de energía afectará significativamente la
evolución de tu especie.
De algún modo, me confundía la velocidad de la
información que entraba en mi mente y pedí una aclaración. —No comprendo. ¿Cuál
es el propósito de las membranas de energía?
—Simplemente separan entre sí las diferentes
frecuencias energéticas. Estás observando el punto de convergencia de dos
dimensiones diferentes. Cada membrana suministra la infraestructura necesaria
para que exista cada dimensión. Son las paredes celulares internas del universo
viviente.
—Dios mío, es increíble.
—Hay mucho que ver. Tu aventura apenas comienza.
—¿Qué quieres decir?
—Pronto verás lo suficiente.
—Todavía no comprendo.
—Lo harás, amigo mío, lo conseguirás.
Con un sobresalto, volví a mi cuerpo físico. Al
principio estaba desincronizado y no podía moverme.
Después de unos veinte segundos, sentí que regresaban
mis sensaciones físicas.
Tras veinte años de experiencias extracorporales,
descubrí que la tendencia natural es que nuestros cuerpos no físicos se vuelvan
cada vez menos densos a medida que continúa la experiencia. Parece que nuestra
frecuencia personal vuelve lentamente a su estado vibratorio “normal” o
natural. Nuestro cuerpo no físico se ajusta a la frecuencia vibratoria
(densidad interna) que es nuestro estado natural del ser. Varios exploradores
extracorporales han hablado de este proceso de ajuste interno. Robert Monroe
hace mención a este cambio cuando describe que su forma no física adquiere una
forma cada vez “menos humanoide” conforme se extiende la duración de su
experiencia fuera del cuerpo.
Esta tendencia a volver a nuestra frecuencia interna
natural tiene otra implicación importante. En incontables ocasiones he
observado que cuando estoy fuera del cuerpo durante más de algunos minutos, el
ambiente observado se desvanece con lentitud y otro se hace visible. Durante
años pensé que mi visión simplemente ajustaba su capacidad ampliada de
percepción. Pero luego comprendí que esto sólo era una parte. Cuando estamos
fuera del cuerpo nuestra forma física no es estática, como parece al principio,
sino que en realidad es un sistema de energía expansiva que fluctúa en su
frecuencia energética interna. Esto se observa claramente a medida que
controlamos y ampliamos nuestras experiencias no físicas. En otras palabras, el
cuerpo no físico no es cuerpo en absoluto, sino un sistema energético muy
sofisticado que responde a nuestras ideas. Cuando prolongamos nuestras
experiencias no físicas, nuestra consciencia tiende naturalmente a volver a su
verdadero estado no físico. Aunque suene extraño, estoy seguro de que todos
nuestros conceptos relacionados con la forma y la sustancia son circunstancias
temporales. Me parece que, como almas, no tenemos forma. Nuestro verdadero yo
no es humanoide como nos consideramos en la actualidad. El alma o consciencia
pura no tiene forma y, de hecho, usa varias formas de energía para su
propósito.
En noviembre de 1993 se me desarrolló una neumonía
aguda que me mantuvo en cama diez días. Durante mi enfermedad me puse muy
débil, no comía y dormía doce horas diarias. Al tercer día, observé un
significativo aumento en mis experiencias extracorporales. Cada vez que me
quedaba dormido, me encontraba flotando arriba o cerca de mi cuerpo físico. El
avance de mi enfermedad coincidió con un incremento de experiencias espontáneas
fuera del cuerpo. Parecía como si la conexión entre mi cuerpo físico y no
físico se debilitara con el progreso de la enfermedad. En los días más graves,
sentí una libertad que nunca había conocido. Espontáneamente salía de mi cuerpo
cuando dormitaba. En ocasiones sentí como si no estuviera conectado en absoluto
con mi cuerpo físico. Comencé a usarlo como un punto de referencia o un área de
presentación para descansar entre exploraciones no físicas. Durante una semana
me separé tanto que consideré a mi cuerpo físico como un obstáculo necesario
que debía mantener.
Durante este periodo experimenté un espectacular
incremento en las experiencias extracorporales en serie: generalmente en
secuencias de entre dos y cinco experiencias. Cada experiencia era bastante
breve, duraba desde treinta segundos hasta varios minutos. En pocas ocasiones
observé que la secuencia de sucesos abordase un tema relacionado. Por ejemplo,
una noche dormitaba mientras leía un libro sobre regresiones a vidas
anteriores. Casi inmediatamente sentí las vibraciones y me hallé flotando sobre
mi cuerpo. Mientras flotaba cómodamente, mis ideas volvieron a la posibilidad
de vidas pasadas e inmediatamente sentí un movimiento.
29 de noviembre de 1993
Estaba en pie ante las murallas de un castillo
mientras salía humo desde abajo. Durante varios días había participado en una
batalla y estaba exhausto y asqueado de pelear. Comprendí que era un soldado de
la época medieval. Habíamos estado sitiados durante dos meses y por primera vez
me preguntaba por qué peleábamos. Parecía una locura. Había peleado y matado durante
cinco años y estaba harto. Sólo me mantenía en pie mi orgullo y mi sentido del
deber. Después de veinte años de servir con lealtad a mi rey, sólo poseía una
espada y la armadura que me cubría. Al fijar mi atención, me sorprendió lo real
que era. Yo era más que un simple espectador: de algún modo sentía y pensaba
como este hombre, captaba su dolor y su decepción. Me sentía como él, aunque
sabía que no era él. Sentí mucha tristeza y disgusto, una vida llena con
victorias vacías. Comprendí que el deber y el honor no eran suficientes por sí
mismos. Sabía que la vida era algo más, pero sólo conocía las armas y el arte
de la guerra. Con un estremecimiento, sentí un intenso dolor y un golpe en la
espalda y comencé a perder el conocimiento. En ese momento, percibí la conocida
sensación de hormigueo y me di cuenta de que estaba de vuelta en mi cuerpo
físico. Pensé en volar e inmediatamente me elevé sobre mi cuerpo. La claridad
de mis ideas era sorprendente y analicé el significado de la experiencia del
soldado. Sentí un cambio en mi consciencia y un rápido movimiento interno. En
segundos, estaba en un entorno completamente nuevo.
Estaba sentado sobre un suelo de piedra. Por todas
partes había docenas de monjes calvos, sentados en meditación ceremonial. Supe
que era un monje budista. Olía el incienso almizclero que ardía y escuchaba
campanas y cantos rítmicos. Tres docenas de nosotros estábamos sentados en
círculo, alrededor de un altar. Una delgada columna de humo blanco se elevaba
del centro del altar mientras un niño calvo, de unos doce años, daba vueltas,
canturreaba y balanceaba un incensario ornamental de gran tamaño. Parecía estar
en trance. Yo me mecía hacia delante y hacia atrás y canturreaba suavemente una
frase que parecía formar parte de mí. Todos usábamos túnicas anaranjadas y al
mirar mis manos comprendí que era muy viejo, mis manos y mis muñecas eran
delgadas y frágiles. Estaba contento con mi vida, completamente libre de
necesidades y de deseos. Mi mente estaba en paz. Pronto moriría. Con una ligera
sensación de movimiento, regresé a mi cama. Aunque estaba en mi cuerpo, me
sentía completamente desfasado en él, como si flotara en su interior. Mi mente
todavía analizaba el significado de la experiencia del monje cuando sentí un
movimiento hacia adentro.
De pronto sentí un frío descomunal. Mi cuerpo y mi
mente estaban adormecidos. Estaba más allá de mi capacidad de resistencia. Me
rodeaban los cadáveres congelados de mis amigos y compañeros soldados, El
terreno estaba demasiado congelado para enterrarlos, por eso estaban donde
cayeron. Mi tanque se había convertido en una tumba helada.
Mi mente y mi cuerpo eran como una concha hueca y
rota de mi yo anterior. Había desaparecido mi voluntad de vivir. A unos treinta
metros observé a dos soldados andrajosos que arrancaban las botas de un hombre
muerto. Junto a mí, una caricatura de hombre que era un amigo mío, casi sin
vida, murmuraba algo. No le entendí, por lo que me acerqué.
“Por Dios, mátame”.
No podía hacerlo. Me faltaba el valor y la fuerza
para moverme. Volvía a nevar y yo sabía que pronto moriría. Se escuchó un
sonido atronador en la distancia; los rusos pronto estarían allí. No sentía
temor, ni odio, no sentía nada en absoluto. Cerré los ojos y me hundí en la
inconsciencia.
No podía comprobar que estas tres experiencias
fueran vidas anteriores o que no lo fueran. Sin embargo, fueron tan reales y
vívidas como cualquier experiencia física que haya tenido.
Creo que cuando exploramos nuevas dimensiones de
energía es una decisión inteligente no emitir juicios. Nuestras preconcepciones
de la realidad física tienden naturalmente a influir en nuestras mentes. La
clave de la comprensión es tratar de mantener una mentalidad lo más abierta
posible.
Durante el tiempo que estuve enfermo, también
comencé a entender con qué facilidad se pueden controlar las experiencias
extracorporales con tal que recordemos pedir claridad de vez en cuando. En
nuestro estado de consciencia fuera del cuerpo, una simple y firme petición de
claridad de ideas y de visión tiene un efecto tremendo. Al repetir la técnica
de la claridad, encontré que es posible prolongar las experiencias
extracorporales durante varias horas.
Mientras estuve enfermo, en ocasiones me divertía
yendo y viniendo entre mi cuerpo físico y mi cuerpo no físico flotante. Descubrí
un singular estado de consciencia al que denominé consciencia doble. Encontré
que en ocasiones podía llevar un porcentaje de consciencia entre mis cuerpos
físico y no físico. Era posible percibir ambas formas simultáneamente y ajustar
el porcentaje de consciencia en ambos cuerpos. En otras palabras, durante
breves periodos podemos experimentar el mundo físico y el entorno no físico,
con diversos grados de eficacia. También vi que era posible controlar el
movimiento de la consciencia entre el primer y el segundo cuerpo de energía.
Mediante la voluntad, podemos controlar este cambio de consciencia; la clave es
permanecer concentrado y pedir mentalmente la segunda forma. También debemos
recordar que una vez separados de una forma específica —ya sea de materia o de
energía estamos en libertad para movernos más allá de ella.
Con la cantidad de experiencias extracorporales
que tuve, aumentó mi interés en la física. Cuando estaba fuera del cuerpo,
observaba con atención las estructuras energéticas que me rodeaban. Me
fascinaban las formas y las sustancias no físicas que encontraba. Me di cuenta
de que cada entorno y cada dimensión en el interior del universo tiene
semejanzas y diferencias específicas.
La diferencia más significativa parecía ser la
capacidad de respuesta a las ideas que un entorno no físico determinado tenía.
Algunos entornos no físicos se moldeaban fácilmente con el pensamiento,
mientras que otros eran muy resistentes. Creo que toda la energía no física
responde a las ideas; sin embargo, cuando un grupo de personas mantiene las
mismas creencias, el grupo crea, moldea y conserva una realidad consensuada. En
efecto, la energía-ideas de un grupo forma, estabiliza y solidifica la energía
no física. Cuanto más grande sea el grupo (que puede ser de millones), más
estable se vuelve el ambiente energético inmediato. Este es un descubrimiento
importante porque explica las vastas diferencias que se encuentran al explorar
las dimensiones no físicas. Por ejemplo, la primera dimensión no física es un
mundo energético paralelo casi idéntico al universo físico. Esta dimensión de
energía existe cerca de lo físico y está moldeada por los pensamientos
consensuados de los seis mil millones de habitantes que hay en el mundo físico.
La causa implícita de este fenómeno es notable: la
consciencia crea la realidad. El pensamiento forma y moldea toda realidad,
incluyendo la materia. La creación es el resultado de las ideas-energía
conscientes que influyen, ordenan y manifiestan las formas y las sustancias tal
como las conocemos. Incontables exploraciones no físicas al interior del
universo confirman esta observación. Sólo la densidad de la materia oscurece
esta verdad a nuestros sentidos físicos. En el mundo físico, la consciencia
utiliza para su expresión vehículos biológicos. Nuestros cuerpos físicos son
las herramientas directas de nuestra consciencia; nuestras ideas dirigen
nuestros cuerpos para construir la realidad que experimentamos todos los días
de nuestras vidas. Este proceso de la consciencia que crea la realidad es más
importante de lo que las palabras pueden expresar. El reconocimiento de esta
realidad es el primer paso hacia el conocimiento verdadero de nosotros mismos y
de lo que nos rodea. Cada uno de nosotros posee la capacidad y la fuerza
creativa para formar y moldear su entorno físico, emocional e intelectual
ideal. No obstante, de nosotros depende reconocer y ejercitar esa capacidad
creativa.
Este reconocimiento de la fuerza creativa de la
consciencia afectará en forma significativa nuestro futuro inmediato y la
evolución de nuestra especie. Mientras no comprendamos y no controlemos
conscientemente las energías no observables que fluyen por nosotros, estaremos
limitados a las formas moleculares densas que nos rodean. Nuestra evolución, de
una criatura física a un ser multidimensional no físico, está directamente
relacionada con el reconocimiento y el control consciente de nuestras
ideas-energía. Una vez que comprendamos verdaderamente nuestra capacidad para
formar y moldear la energía que nos rodea, podremos tener la completa
responsabilidad de nuestros pensamientos. Con cada idea y cada acción tomaremos
consciencia de que somos los creadores de nuestras vidas.
La verdad de esto se hace evidente durante las
experiencias extracorporales. Cuando estamos fuera del cuerpo experimentamos y
exploramos una realidad de una frecuencia más alta, mucho menos densa que la
materia física. Cada idea concentrada puede y debe crear un resultado
inmediato: si pensamos en volar, volaremos; si pensamos en atravesar una pared,
lo haremos. Nuestras ideas ejercen un completo control sobre nuestra
experiencia. Por primera vez, se hace evidente el verdadero poder creativo del
pensamiento. Esta comprensión es un paso importante en nuestra evolución
personal, pues aceptamos que debemos tomar la responsabilidad de nuestras ideas
y de nuestra vida.
El concepto de que la consciencia crea o moldea la
realidad no es tan inalcanzable como algunos creen. Muchas de las mentes más
finas de la física moderna consideran esta teoría como la base lógica de toda
la realidad. Numerosos físicos, como el eminente David Bohm, Eugene Wigner de
Princeton, Henry Pierce Stapp y los legendarios Walter Heitler, Fritz London y
John Van Neumann apoyan la teoría cuántica de que “la consciencia crea la
realidad”. Cada vez más, físicos y matemáticos de todo el mundo llegan a la
misma conclusión: los objetos físicos no tendrían atributos si no los
contemplara un observador consciente. Eugene Wigner, ganador del Premio Nobel,
resumió esta observación cuando declaró: “No es posible formular las leyes de
la mecánica cuántica en una forma completamente consistente sin hacer
referencia a la consciencia... En cualquier forma que se desarrollen nuestros
conceptos futuros, seguirá destacando que el estudio del mundo externo conduce
a la conclusión de que el contenido de la consciencia es la realidad máxima”.
A medida que continuaron mis exploraciones no
físicas, llegué a comprender que observaba e interactuaba en una dimensión
energética paralela. Mis conceptos de espacio, tiempo y distancia ya no
parecían válidos. Comencé a reconocer que la dimensión que exploraba cuando
estaba fuera del cuerpo era muy parecida a la física; de hecho, no estaba
separada por el espacio o la distancia, sino más bien por una frecuencia o
densidad energética. Aunque suene extraño, las otras dimensiones (posiblemente
una cantidad infinita de ellas) existen en nosotros ahora, en este momento.
Además, observé que todos los objetos físicos poseían una contraparte o
duplicado energético no físico que parecía similar a un molde de energía. Por
ejemplo, la dimensión no física más cercana y sus estructuras energéticas
coexisten con las dimensiones y funciones físicas como una subestructura
energética de la propia materia. Sin embargo, las mismas subestructuras no
físicas también existen completamente independientes del universo físico.
Los entornos no físicos inmediatos que encontré
parecían representaciones físicas de la materia. Estos objetos no físicos,
aunque con una estructura estable y muy parecidos a la materia, a menudo no
eran un duplicado exacto de mi ambiente físico. Al principio esto resultaba
confuso, pero lentamente aprendí que con frecuencia necesitaba revalorar mis
expectativas de la realidad.
Hice varias observaciones sorprendentes. En primer
lugar, suponemos que nuestro ambiente físico es la base firme y estable de la
realidad. Consideramos la densidad y la forma como la prueba definitiva de lo
“real”. Pero, ¿qué pasaría si nuestras suposiciones fueran erróneas? ¿Qué
sucedería si la realidad dependiera totalmente de la frecuencia vibratoria del
observador? ¿Qué ocurriría si hubiera numerosas, o incluso infinitas
realidades, infinitas dimensiones de energía?
Segundo, después de explorar detenidamente el
ambiente físico inmediato, comencé a cuestionar si el mundo físico es un
duplicado del no físico o viceversa. Esta observación era importante porque
apuntaba a la estructura fundamental de toda la energía, de la materia y de la
realidad tal como las conocemos. Al principio supuse que la dimensión no física
paralela era el resultado de la materia. Pero con la experiencia tuve que
reconocer que no era así. El universo paralelo era en realidad un universo de
energía separado que funcionaba como una subestructura invisible de todas las
formas y sustancias de la energía física. Lo no físico y lo físico eran
elementos inseparables de lo mismo. Tercero, en forma gradual comencé a
entender que en realidad observaba una continuidad de energía. Todos los
objetos físicos que observamos a nuestro alrededor existen en múltiples
dimensiones del universo. Aunque parezca increíble, el resultado final estaba
claro: todos los objetos físicos, incluyendo todas las formas de vida, tienen
una naturaleza multidimensional. Todo lo que nos rodea existe como una continuidad
de energía.
La materia no es el centro de la realidad. En
lugar de ello, parece ser el resultado de una serie de interacciones
energéticas que ocurren en las dimensiones invisibles. Con cada experiencia
extracorporal comprendía más claramente que la materia es sólo una parte
diminuta de los entornos energéticos que existen. En muchos aspectos, la
materia es el resultado externo y denso de una extraordinaria cadena de sucesos
que ocurren más allá de nuestra visión física.
Me parece que nuestra percepción de la materia,
del universo visible y del lugar que ocupamos en el universo es totalmente
imprecisa. El universo que vemos no es el centro de la realidad; es sólo la
cubierta externa, la delgada capa epidérmica del universo invisible. Con el
tiempo, me convencí cada vez más de que todo lo que consideramos sólido y real
es sólo un vehículo temporal de la consciencia. Esta realidad sólida que nos
rodea, sólo nos parece real porque nos concentramos en nuestros sentidos
físicos. Una vez que nos separamos de nuestro cuerpo biológico, el mundo
material parece un mundo de fantasmas, de formas brumosas y etéreas.
Con cada experiencia extracorporal, observé que
los objetos físicos sólidos que nos rodean parecían formas vaporosas. En varios
casos, los objetos físicos como los muros y los muebles parecían imágenes
holográficas que poseían una sustancia definida pero vaporosa. Si intentaba
tocar estos objetos, mi mano los atravesaba. A menudo, sentía un hormigueo
cuando mi mano o mi cuerpo atravesaban los objetos físicos, pero estos ya no
parecían reales en relación con mi nueva frecuencia vibratoria. Además, observé
que cuanto más tiempo permanecía separado de mi cuerpo, más parecía desaparecer
de mi vista el ambiente físico inmediato. Se hizo evidente que la única realidad
para mí eran los objetos o los seres que vibraban en frecuencias cercanas a mi
nueva frecuencia personal. En otras palabras, la realidad depende de la
densidad vibratoria del observador.
A primera vista, esta observación parecía extraña;
no obstante, la física moderna ha aportado ciertas evidencias que ayudan a
explicarla. Por ejemplo, los científicos han demostrado que la luz visible
existe simultáneamente como partícula y como onda.
En la actualidad, la naturaleza doble de la luz es
un hecho reconocido por la ciencia. Creo que la naturaleza partícula-onda de la
luz ofrece evidencias sustanciales de que toda la energía es una continuidad de
frecuencias (dimensiones) múltiples que se extiende mucho más allá de las
partículas densas de la materia que observamos a nuestro alrededor. Igual que
la luz posee una naturaleza doble, es tanto partícula como onda, todos los
objetos físicos y todas las formas de vida están formados tanto por partículas
físicas como por componentes energéticos no físicos. Esta es la continuidad
interconectada de energía que crea y sostiene todo el universo
multidimensional. Todos los objetos físicos que nos rodean son en realidad el
resultado externo y denso de esa continuidad de energía. Igual que la luz
existe como partícula y como onda en el mismo instante en el tiempo, todos los
objetos físicos existen simultáneamente como formas moleculares densas y como
formas espirituales no físicas. Comprender esto abre la puerta a una nueva y
atractiva frontera para la exploración y la investigación.
SEGUNDA PARTE. LA SOLUCIÓN A NUESTROS MÁS GRANDES MISTERIOS
Capítulo 3. La nueva frontera
Actualmente, la comunidad científica mundial está
de acuerdo en que debe existir una estructura energética invisible.
DAVID SECKEL
Cosmólogo, Universidad de California
En pocas décadas, la ciencia ha adquirido
consciencia de las limitaciones de la percepción visual humana. El ojo humano
capta únicamente una estrecha banda de radiación. Sólo vemos las longitudes de
onda entre 0,00007 cm. y 0,00004 cm.; el resto del espectro de ondas
electromagnéticas permanece invisible para nosotros. De hecho, sólo unas
cienmilésimas de centímetro son la diferencia entre la visibilidad y la
invisibilidad. Sin embargo, todos nosotros nadamos literalmente en un mar de
energía, inmersos en un océano de ondas electromagnéticas: rayos gamma, rayos
X, rayos ultravioleta, infrarrojos, microondas, ondas de radio, ondas cortas,
por mencionar algunos.
Por ejemplo, cuando sentimos el calor del sol,
captamos el resultado de rayos infrarrojos invisibles; su longitud de onda va
de 0,00008 cm. a 0,032 cm., por lo que es demasiado larga para que la detecte
nuestra retina, aunque nuestra piel perciba esos rayos como calor.
Nuestra percepción del universo está basada sólo en una muy diminuta fracción de la energía que nos rodea. Resulta todavía más impresionante reconocer que nuestra tecnología científica actual sólo detecta una parte de todo el espectro de energía. Casi todos los científicos creen que el espectro de ondas electromagnéticas continúa mucho más allá de nuestra visión tecnológica y, posiblemente, hasta el infinito.
Si ponemos esto en perspectiva, nos daremos cuenta
de que cada uno de nosotros es visualmente consciente de sólo tres
cienmilésimas (0,00003) de centímetro de la radiación energética que nos rodea.
Y viendo tan poco del universo, nos apresuramos a emitir conclusiones y juicios
con base en los estrechos límites de nuestra visión. Nuestra perspectiva del
universo, y la realidad misma, están severamente limitadas por lo estrecho de
nuestros sentidos físicos.
Si miramos a nuestro alrededor, vemos un mundo de
objetos sólidos. Superficialmente, la realidad parece estar hecha de formas
sólidas y tridimensionales. No obstante, a medida que la ciencia profundiza en
el núcleo invisible de la materia, se efectúan notables descubrimientos. La
famosa ecuación de Einstein, E = MC2 indica que la materia no es más que otra
forma de energía —en cierto sentido, energía almacenada que se moldea
temporalmente para construir los objetos físicos que nos rodean.
Una vez que reconocemos que toda la materia es en
realidad energía, podemos comenzar a formarnos una nueva visión de nosotros
mismos y del mundo circundante. Entonces comenzamos a comprender que lo que nos
rodea no es lo que parece.
Esta nueva visión se amplía aún más cuando
examinamos los descubrimientos más recientes de la física cuántica. Los
teóricos del quantum ya no consideran que la energía esté formada por
partículas. Las partículas subatómicas ya no se consideran elementos estáticos,
sino entidades tetradimensionales en el espacio-tiempo. De hecho, las
partículas elementales de nuestra realidad (los quarks y demás), ya no se
considera que tengan solidez. Cuando los físicos observan las partículas
elementales, las describen como modelos dinámicos, que se mueven y cambian
constantemente de una a otra. La mecánica cuántica ha demostrado que las partes
elementales de nuestra realidad no son sino modelos de energía interconectados
para formar una red cósmica indivisible.
La física cuántica ha demostrado que nuestros
conceptos físicos elementales de forma y solidez son obsoletos; no sólo la
materia es energía, sino que toda energía tiene esencialmente una naturaleza no
física. El físico Werner Heisenberg precisó este nuevo punto de vista científico
cuando declaró que “los átomos no son cosas”.
Tras décadas de notables descubrimientos, la
física moderna parece ahora encontrarse en un callejón sin salida. El
movimiento de las partículas subatómicas apenas parece tener un orden lógico o
no tenerlo en absoluto. Las partículas elementales cambian su posición y su
trayectoria, aparecen y desaparecen, y sus movimientos son impredecibles. Y
todavía es más sorprendente comprender que pueden ser influidas por las ideas
de los científicos que las observan.
Comienza un nuevo siglo, pero los grandes
misterios de la ciencia siguen sin resolverse. ¿Qué son la materia y la
energía? Cada vez más físicos y más astrónomos de todo el mundo reconocen que
debe existir un inmenso sistema de energía invisible más allá de nuestra visión
tecnológica. Hace años, algunos astrónomos observaron que existían áreas
específicas en el espacio con una masa tan escasa que no se explicaban su
movimiento. En los años ochenta, a esta misteriosa circunstancia se la denominó
“materia negra”. El descubrimiento de la materia negra vio la luz debido a las
intensas investigaciones de la astrónoma Vera Rubin. En The astronomers
(Los astrónomos), Donald Goldsmith resume el trabajo de esta científica y su
importancia.
Al analizar los movimientos de las estrellas
remotas, las observaciones de Rubin revelaron enormes cantidades de materia
invisible en galaxias espirales como nuestra Vía Láctea. Algunos estudios de
los movimientos de las galaxias, efectuados por otros astrónomos (y por la misma
Rubin), demostraron que los grupos de galaxias contienen asimismo tremendas
cantidades de materia invisible. En realidad, incluso antes del trabajo de
Rubin, los astrónomos habían descubierto que casi todos los grupos de galaxias
parecían contener mucha más masa de la que podía explicarse por las estrellas
que brillaban en sus galaxias. Pero fueron necesarios los estudios detallados
de Rubin sobre el movimiento de las estrellas dentro de nuestra propia galaxia
y en otras más, para convencer a los astrónomos de que casi todas las galaxias,
y no sólo las que eran parte de grupos grandes de galaxias, tienen mucha más
masa invisible que las estrellas. En resumen, la obra de Rubin estableció la
existencia de un componente del cosmos no confirmado antes, un componente que
no era un simple agregado a lo que ya conocemos sino que es el universo mismo.
Todo lo que vemos —las estrellas, los grupos de estrellas, las regiones donde
se forman estrellas, y las nubes de gas consumidas por las estrellas nuevas—
aparentemente representa no más allá del 10 por ciento de la masa total de una
galaxia grande como nuestra Vía Láctea. Por tanto, la investigación de Rubin
implica que toda la materia visible del universo representa sólo la costra del
pastel, el cual está formado básicamente por materia invisible.
El descubrimiento de la materia negra (masa
invisible) aporta evidencias de la subestructura invisible del universo. En las
últimas dos décadas, físicos y astrónomos de todo el mundo han llegado a la
misma conclusión: algo invisible interactúa con la materia. En 1981, el
eminente físico teórico David Bohm propuso que la subestructura de lo
subatómico sólo tiene sentido si suponemos la existencia de dimensiones
adicionales más complejas y que están más allá de nuestra visión. Este concepto
es cada vez más aceptado. Muchas de las máximas mentes científicas del siglo
veinte han aceptado que más allá de nuestra visión tecnológica ocurre algo
misterioso. Einstein, Heisenberg, Planck, Pauli, Schrödinger, Jeans, Eddington,
Bohr y de Broglie han expresado la idea de que lo físico y lo místico, de algún
modo están relacionados. Sir James Jeans resumió esto cuando declaró que
“estamos comenzando a ver el universo más como una idea enorme que como una
máquina enorme”.
LA ESTRUCTURA MULTIDIMENSIONAL DEL UNIVERSO
Si examinamos la evolución de la ciencia durante
las últimas décadas, vemos un cuerpo de evidencias cada vez más grande, que
confirman la subestructura multidimensional de la materia y del universo. Los
descubrimientos más recientes de la física cuántica nos ofrecen numerosos
ejemplos. También es notable la cada vez mayor cantidad de físicos,
astrofísicos y astrónomos que creen en la existencia de universos paralelos. El
conocido físico Fred Alan Wolf resume esta opinión al declarar: “en la física
cuántica, encontramos sólidas y sorprendentes evidencias de la existencia de
universos paralelos desde el comienzo del tiempo”.
EL CONCEPTO DE LOS UNIVERSOS PARALELOS
La idea de los universos paralelos o de las
dimensiones paralelas no es nueva. La teoría de la relatividad de Einstein
predijo primero la existencia del espacio-tiempo tetradimensional y de los
agujeros negros. Sin embargo, no fue sino hasta 1935 que Einstein y su colega
en la universidad de Princeton, Nathan Rosen, presentaron su nueva teoría
relacionada con el funcionamiento de los agujeros negros. Propusieron que, en
lugar de un simple agujero o grieta en el espacio-tiempo, como se creía al
principio, el agujero negro era en realidad un puente que conectaba un universo
a otro universo posible. Einstein y Rosen plantearon que los agujeros negros
eran “puentes” hacia cualquier parte y en cualquier época. En la época actual
este concepto se conoce como el Puente de Einstein-Rosen.
El Puente de Einstein-Rosen fue la primera teoría
científica ampliamente aceptada acerca de la posible existencia de universos o
dimensiones paralelas. La obra de Einstein y Rosen preparó la escena para que
las siguientes generaciones de físicos estudiaran seriamente el concepto de los
universos paralelos. Por ejemplo, influyó decisivamente en el trabajo de la
“interpretación de muchos mundos” presentada en 1951 por el físico Hugh Everett
III. La teoría de Everett plantea que con el nuestro, coexisten muchos mundos o
universos; sin embargo, se dividen continuamente en dimensiones separadas y
diferentes que son mutuamente inaccesibles. Según Everett, cada mundo o
dimensión contiene una versión diferente de las mismas personas efectuando
diversas acciones en el mismo momento en el tiempo. Esta teoría, aunque discutida,
es muy conocida en la física moderna y algunas personas consideran que aporta
una explicación posible de la realidad cuántica.
Durante los sesenta años anteriores, varios físicos reconocidos plantearon el concepto de universos-energía paralelos y sus puentes de interconexión, entre ellos Arthur Eddindgton, Christian Fronsdal, David Finkelstein, John Wheeler, G. Szertes y Charles Misner. Pero fue otro físico, Martin Kruskal, de Princeton, el primero que desarrolló este concepto por escrito. En 1961, Kruskal presentó su mapa de un agujero negro, el cual mostraba una interconexión entre nuestro universo físico y otro, invisible.
En 1963, el físico y matemático australiano Roy P. Kerr desarrolló ecuaciones precisas en relación con la rotación de los agujeros negros. Las ecuaciones de Kerr indicaban la existencia de un número infinito de universos paralelos, todos conectados directamente a los agujeros negros. Propuso que una serie o mosaico de universos se extendía hacia el pasado y hacia el futuro simultáneamente. Aunque el concepto parezca extraño, los físicos de todo el mundo lo calificaron favorablemente. Muchos consideran que sus ecuaciones son uno de los descubrimientos más importantes de la astrofísica teórica de mediados del siglo veinte.
Además, H. Reissner en Alemania y G. Nordstrom en
Dinamarca formularon una representación de agujeros negros conectados a otros
universos. Por este trabajo, los agujeros negros con carga eléctrica se
denominan “agujero negro de Reissner-Nordstrom.”
Creo que la existencia de los agujeros negros, el
Puente de Einstein-Rosen, y las ecuaciones, mapas y teorías de Everett,
Kruskal, Kerr, Reissner y Nordstrom, son todos evidencias de la naturaleza y de
la estructura multidimensional del universo. Esta recopilación cada vez mayor
de evidencias acumuladas por físicos y astrónomos de todo' el mundo apunta
hacia el descubrimiento más importante del siglo XX: nuestro universo es un
continuo multidimensional de energía interconectada.
EVIDENCIA HISTÓRICA QUE APOYA EL UNIVERSO MULTIDIMENSIONAL
Cuando analizamos la historia, apreciamos que la
idea del Cielo o de un universo no físico es una de las creencias más antiguas
y extendidas de la humanidad. El concepto de Cielo aparece en todas las
culturas y religiones.
Las religiones judía y cristiana enseñan la existencia de tres universos o dimensiones: el mundo físico, el Cielo y el Infierno. El catolicismo agregó una cuarta con el concepto del Purgatorio. En el Corán, Mahoma habla de siete cielos o universos. En épocas más recientes, la visión teosófica desarrollada por Madame Blavatsky describió siete dimensiones. Este concepto de las siete dimensiones también se incorporó a varias filosofías de la Nueva Era. Si examinamos las religiones y las culturas de todo el mundo, el concepto de cielos o universos invisibles es sin duda la creencia más universal de la humanidad. En la actualidad, prácticamente todas las religiones y culturas han incorporado este concepto. Aunque es probable que esta sea la teoría mas difundida en la historia de la humanidad, todavía no se encuentran evidencias comprobables relacionadas con esos cielos invisibles. Como usted llegará a descubrir, la exploración extracorporal aporta una poderosa verificación de que los “cielos” religiosos descritos en las escrituras de su religión existen en realidad. Las exploraciones directas han demostrado que los cielos bíblicos son en realidad los magníficos entornos energéticos invisibles que forman el universo multidimensional.
LOS TÚNELES DE ENERGÍA
En la literatura y en las obras artísticas de
diversas culturas se han desplegado durante los últimos dos mil años evidencias
adicionales de la creencia en los universos no físicos y los túneles
energéticos que los conectan. Por ejemplo, durante siglos los pintores han
representado túneles de energía que conducen a un nuevo entorno o cielo
radiante.
El pintor holandés Hieronymus Bosch (1460-1516),
en su conocida obra El ascenso al Empíreo, ilustra con claridad a un ser
individual que está siendo escoltado por un túnel de energía. Al final del
túnel hay una luz brillante que indica el cielo (una dimensión de frecuencia
más alta).
Dos siglos después, el poeta, místico y pintor
inglés William Blake (1757-1827) creó su obra maestra titulada La escalera
de Jacob. En su impresionante acuarela representa seres humanos y ángeles
que ascienden y descienden hacia un círculo brillante o túnel de luz.
Más avanzado el siglo diecinueve, Gustavo Doré (1832-1883) creó su famoso grabado de Dante y Beatriz mientras experimentaban su beatífica visión. Con gran detalle gráfico, representa un túnel no físico que conduce hacia una luz.
Me parece evidente que los conductos de energía
representados por Bosch, Blake, Doré, Einstein y Rosen, al igual que los
conductos de energía que se describen en este libro, son túneles de energía que
conectan la dimensión física con su contraparte no física.
Los millones de experiencias cercanas a la muerte
de las que se ha tenido conocimiento en los últimos veinte años en todo el
mundo, representan una evidencia adicional de esta creencia. Uno de los
aspectos más significativos de las situaciones cercanas a la muerte es que
describen vívidamente un túnel de luz que conduce a una luz brillante o a un
nuevo entorno. En los extensos estudios efectuados por Raymond Moody, Melvin
Morse, Kenneth Ring y otros médicos, se habla de que esta descripción de un
túnel de luz que conduce a una luz brillante aparece en todas las culturas y
países del mundo. Nótese la semejanza entre el puente de Einstein-Rosen y las
observaciones hechas por las numerosas personas que han tenido una experiencia
cercana a la muerte.
Las observaciones obtenidas durante exploraciones extracorporales controladas sugieren que el túnel de luz es la abertura de la membrana de energía no física que separa la dimensión física de su vecina no física paralela. El túnel de energía comúnmente observado durante una experiencia cercana a la muerte es en realidad una abertura o grieta temporal muy organizada en la membrana de energía no física y parece que se abre automáticamente para que pasen las formas de vida. Después que una forma de vida pasa al interior de una dimensión de energía de frecuencia superior, la abertura del túnel vuelve a su forma original.
La experiencia del túnel es mucho más
significativa de lo que generalmente se reconoce. No sólo aporta evidencias
importantes de un método lógico de transición para la consciencia después de la
muerte física, sino que coincide con las teorías de la física moderna
referentes a los universos paralelos y los agujeros de energía, al igual que
con mis observaciones acerca del universo multidimensional. Ha llegado el
momento de que la ciencia moderna investigue esta realidad. Los millones de
experiencias cercanas a la muerte y extracorporales que ocurren en todas las
culturas y sociedades del mundo no pueden ser una coincidencia. Además, ya no
pueden pasarse por alto los incontables informes de túneles de energía
procedentes incluso de quinientos años atrás. La investigación científica de
las dimensiones paralelas de energía no físicas y de las aberturas de sus
túneles será un avance importante en la ciencia moderna, porque conducirá a una
verdadera comprensión de nuestro universo multidimensional.
Aunque los científicos siguen concentrándose en la
materia externa, otro grupo de personas intrépidas ha explorado el núcleo
íntimo del universo. Evitando los métodos científicos tradicionales, se han
aventurado mucho más allá de los límites de nuestra evolución tecnológica
actual y han ampliado las exploraciones humanas a áreas no descubiertas. Y esto
lo han logrado con una forma revolucionaria de investigación: las exploraciones
no físicas controladas por uno mismo dentro de la subestructura invisible del
universo. Los descubrimientos logrados durante estas exploraciones no físicas
han aportado conocimientos revolucionarios acerca de la estructura invisible
del universo, de nuestra existencia y de nuestra continuidad después de la
muerte.
Según lo observado en los viajes fuera del cuerpo, todas las dimensiones de energía existen aquí y ahora. El universo visible e invisible es una continuidad de frecuencias de energía. Cada dimensión existe en forma independiente, de acuerdo con su frecuencia individual, aunque todas están vinculadas por el flujo de energía no física. Cada dimensión de energía está interconectada con sus vecinas formando un sistema completo: el universo multidimensional. El físico David Bohm tuvo toda la razón al observar que “la realidad es un todo indivisible”. Todo el universo multidimensional (de frecuencias) es un todo indivisible; no existe una separación entre espacio y tiempo. Bohm se adelantó décadas a su tiempo cuando dijo: “Nos dirigimos hacia una nueva noción de totalidad que desmiente el análisis clásico del mundo en partes separadas e independientes... La interconectividad cuántica del universo es una realidad fundamental”.
Olvide todos sus conceptos espaciales de arriba y
abajo, cerca y lejos. El universo multidimensional completo está aquí y ahora.
El concepto físico que más se acerca a describir la estructura del universo es
el grado de densidad. Cada dimensión que encontramos después de dejar atrás el
cuerpo físico, tiene una solidez cada vez menos densa. Es posible comparar al
universo con un espectro de ondas energéticas de inmensa profundidad y belleza.
Experimentamos y observamos cada frecuencia del espectro de energía como una
dimensión separada y distinta; no obstante, todas están interconectadas para
formar un universo magnífico que se extiende más allá del espacio, de la forma
y de la solidez tal como las percibimos.
Las exploraciones fuera de cuerpo aportan
sorprendentes evidencias nuevas en el sentido de que el universo es una
continuidad de energía que emana de un origen no físico; las galaxias físicas
que observamos a nuestro alrededor son sólo la cubierta molecular densa del
universo total. Es difícil aceptar la existencia de este universo
multidimensional porque nuestras percepciones actuales de espacio-tiempo y
realidad nos dan puntos de referencia que no son exactos.
Todas las dimensiones de energía existen
simultáneamente dentro de la misma continuidad espacio-tiempo. Por ejemplo,
cuando estoy fuera del cuerpo ocupo el mismo espacio que una pared o un techo
físico. No es la distancia lo que me separa de la pared física, sino mi
frecuencia energética. Si reconocemos esto, llegamos a una aventura nueva y
emocionante.
CLASIFICACIÓN DEL UNIVERSO INVISIBLE
Mientras la ciencia tradicional sigue
concentrándose en la capa epidérmica y densa del universo, la exploración y la
clasificación de las dimensiones invisibles ha comenzado sin aspavientos. A
través del intenso proceso de probar y equivocarse, algunas personas han dado
un paso más allá de la materia y de los límites de nuestra tecnología física
actual. Las observaciones efectuadas durante estas exploraciones no físicas
arrojan luz sobre un universo multidimensional de enorme profundidad y belleza.
Si queremos comprender la estructura de las
dimensiones invisibles, debemos tener en cuenta la capacidad natural de
respuesta que los sutiles entornos energéticos no físicos tienen ante el
pensamiento. Más allá de la dimensión no física paralela (la primera), estamos
explorando un universo de energía interactivo que responde al pensamiento. Sin
embargo, una vez que reconocemos esta interacción entre el pensamiento y la
energía no física, podemos concentrarnos en las semejanzas energéticas
específicas de un nivel o área vibratoria concreta. Esto se consigue
clasificando el modo en que un entorno no físico específico responde a la
energía del pensamiento. Este tipo de clasificación con base en la respuesta de
la energía es mucho más práctica que el concentrarse en el aspecto y las diferencias
visuales de las distintas dimensiones. Dos dimensiones vibratorias diferentes y
separadas pueden parecer sorprendentemente iguales, aunque sus frecuencias
vibratorias sean completamente distintas. Por ello, para juzgar los entornos no
físicos, no son adecuados los conceptos físicos tradicionales. Para clasificar
con eficacia el universo invisible, debemos partir de una referencia o de un
método de comparación nuevo. El método más práctico es clasificar la capacidad
de respuesta de un área no física determinada ante el pensamiento.
La gran mayoría de las realidades no físicas
tienen una gran capacidad de respuesta al pensamiento. En otras palabras,
cuando nos separamos de nuestros cuerpos y entramos a una dimensión no física,
nuestros pensamientos, tanto conscientes como inconscientes, inmediatamente
comienzan a interactuar con la energía sutil que nos rodea y comienzan a
reestructurarla. La capacidad de respuesta de las dimensiones internas ante el
pensamiento explica por qué los exploradores extracorporales describen con
tanta diversidad los entornos que presencian. Esta situación se complica con la
presencia de los incontables entornos y realidades que existen dentro de cada
dimensión individual del universo.
Aunque en el universo hay una variedad ilimitada
de entornos o ambientes posibles, todos los entornos y las dimensiones no
físicas parecen tener ciertas semejanzas y diferencias. Cada dimensión o
entorno está formado por frecuencias o longitudes de onda específicas de
energía. Además, cada dimensión y cada entorno parece ser el resultado directo
del pensamiento. La capacidad natural de respuesta al pensamiento de las
dimensiones interiores ha creado gran parte de la confusión y el misterio que
rodea a los entornos internos. Tenemos una tendencia natural a relacionar
directamente las experiencias no físicas con puntos de referencia físicos; todo
lo comparamos con los objetos físicos que conocemos. Sin embargo, las formas
moleculares que nos rodean no son una referencia válida. Los objetos y los sucesos
físicos no son el centro del universo, como muchos suponen, sino el resultado
final de una cadena de reacciones energéticas que ocurren en el interior
invisible del universo multidimensional.
Para comprender la naturaleza del universo,
debemos revalorar nuestros conceptos actuales de solidez, energía y tiempo.
Debemos mantener nuestra mente abierta a un nuevo punto de vista de la
realidad. A fin de comprender verdaderamente la estructura de nuestro universo,
debemos investigar la causa invisible de la forma y de la solidez. Me parece
que la exploración extracorporal nos permite hacer exactamente eso.
La información relacionada con las dimensiones no
físicas es más valiosa de lo que la mayoría de nosotros reconocemos. No sólo
nos ayuda a adaptarnos y a ajustarnos a nuestros entornos no físicos, sino que
también afecta notablemente nuestra existencia física actual.
Hasta ahora, la gran mayoría de la humanidad ha
muerto sin conocer con anticipación su destino. La muerte se ha mantenido como
un vacío oscuro; esperamos cosas buenas y oramos por ellas, pero casi todos nos
acercamos a la transición de la muerte desconociendo absolutamente cuál es
nuestro destino. Hasta ahora la humanidad no ha tenido información comprobable
y directa del misterio de la vida después de la muerte ni de las realidades no
físicas que entonces se experimentan.
Las experiencias extracorporales controladas
cambian todo esto. En la exploración no física, experimentamos los posibles
entornos que serán nuestro hogar futuro. En un sentido muy real, podemos
examinar con anticipación y familiarizarnos con nuestra morada futura.
LOS TIPOS DE ENTORNOS ENERGÉTICOS
Una sola dimensión no física puede contener (y a
veces ocurre así) tres tipos principales de entornos energéticos: de consenso,
no consensuado y natural.
Un ambiente de consenso es creado y conservado por
los pensamientos de un grupo de personas. Por ejemplo, los cielos de cada grupo
religioso son creados por los pensamientos y las creencias de sus respectivos
integrantes. Igual que todas las realidades, la consciencia del grupo moldea
los entornos de consenso. Muchos de los entornos de consenso son extremadamente
viejos y resistentes al cambio. Aunque parezca extraño, las ciudades y las
comunidades físicas son ejemplos de entornos energéticos de consenso. Todas las
ciudades y pueblos se desarrollan de acuerdo con los pensamientos de sus
habitantes. En esencia, la energía del pensamiento humano usa vehículos
biológicos para manipular y moldear las moléculas físicas que nos rodean. El resultado
son las estructuras físicas temporales que observamos.
Durante una experiencia extracorporal o cercana a
la muerte, transferimos nuestra noción de consciencia desde nuestro cuerpo
físico a nuestro cuerpo no físico de frecuencia superior. A esto lo denomino
“moverse hacia adentro”. Uso el término movimiento porque esta transición de
energía a menudo se experimenta como una sensación de movimiento interior.
Cualquier referencia a un movimiento o exploración interior se relaciona con el
reconocimiento consciente de un área de energía superior.
A medida que exploramos hacia adentro y nos
alejamos de la materia, descubrimos que la primera dimensión no física es
paralela al universo físico y también es una realidad de consenso. Este
ambiente de energía tiene un aspecto tan físico que muchas personas piensan que
están contemplando el mundo físico. En realidad, observan la primera dimensión
energética interna del universo. Debido a que esta dimensión tiene la
frecuencia más cercana a la materia, se observa y se experimenta a menudo
durante las exploraciones extracorporales. Esta dimensión es un ejemplo clásico
de una realidad de consenso: su estructura es sólida y estable dentro de su
propia frecuencia vibratoria. En este ambiente nuestros pensamientos, sin importar
cuánto nos concentremos, afectan muy ligeramente las estructuras de energía.
Sin embargo, sí ejercen un inmenso efecto en nuestro cuerpo de energía. Cuando
pensamos en volar o en caminar, podemos hacerlo. Esta diferenciación entre los
cambios de energía externos e internos (personales) es fundamental para
comprender la estructura inherente a una dimensión o entorno no físico. En un
entorno de consenso, nuestros pensamientos influyen en nuestra energía
personal, pero no en la que nos rodea. Los diversos cielos de los que habla San
Juan en la Revelación y Mahoma en el Corán son ejemplos clásicos de entornos de
consenso. Esas ciudades y estructuras no físicas existen dentro de la segunda y
tercera dimensiones de energía y la consciencia grupal de millones de
habitantes no físicos las moldean y las conservan. Cuando entramos a esos
entornos, nuestros pensamientos no cambian las estructuras que se encuentran.
Un ambiente no consensuado es aquél no moldeado
firmemente por un grupo. He encontrado que este tipo de entorno es el que más
abunda. El aspecto puede ser cualquier cosa que imaginemos: un bosque, un
parque, una ciudad, un mar, incluso un planeta entero. Los entornos no
consensuados se detectan fácilmente porque, aunque a menudo tienen un aspecto
similar al físico, son muy sensibles a los pensamientos concentrados y cambian
y se reestructuran con rapidez de acuerdo con los pensamientos conscientes y
subconscientes que están presentes en el área inmediata.
Si se encuentra en un ambiente que cambia con frecuencia
o parece inestable, es probable que sea una realidad no consensuada. En este
caso, es importante que sepa que sus pensamientos, tanto conscientes como
inconscientes, probablemente han influido en la realidad que experimenta. A
menudo la mente subconsciente moldea las áreas no conscientes para nuestro
beneficio. Por ejemplo, si usted experimenta un problema o bloqueo recurrente
en su desarrollo personal, su mente subconsciente o su yo superior moldeará un
ambiente y una situación que le permitirá afrontar ese bloqueo de una forma muy
personal.
Esta confrontación personal puede adoptar
cualquier forma que nos ayude con eficacia a experimentar y superar nuestros
límites, nuestras barreras o temores. Muchas personas informan que se ven
proyectadas a una situación que las prueba o las templa en un modo muy personal
—a menudo confrontando sus grandes temores o limitaciones. Por ejemplo, si
usted siente un inmenso temor a las alturas, puede verse escalando una montaña
o atravesando un puente estrecho. Un buen ejemplo de esto lo detalla Robert
Monroe en Journeys out-of-the-body (Viajes fuera del cuerpo) describiendo
sucesivos intentos de aterrizar un pequeño avión en la punta de un edificio
mientras está fuera del cuerpo.
Con frecuencia los entornos no consensuados
aparecen semejantes a nuestro mundo físico normal o incluso suelen presentar un
aspecto idílico; normalmente se informa de parques, jardines y plácidas
praderas verdes. Me parece probable que esos espacios hayan sido creados por
los pensamientos de otras formas de vida no física que en el pasado habitaron o
exploraron esas zonas. A diferencia del mundo físico, una vez formado un
ambiente energético, puede durar siglos. Allí la descomposición celular o
molecular no es problema. Un solo pensamiento creativo, firmemente sostenido,
puede moldear un ambiente capaz de durar casi indefinidamente; sin embargo, un
pensamiento más fuerte (más concentrado) puede alterar todo ese entorno en
segundos. Recuerde que todos los entornos son una forma de energía y que toda
energía en cierto grado responde al pensamiento.
Los entornos energéticos naturales (en bruto) son
áreas del universo que aparecen sin una forma específica de ningún tipo. Estas
áreas se observan como vacíos brumosos, espacio vacío o sin elementos, áreas
abiertas formadas por nubes de energía blancas, plateadas o doradas.
Los entornos energéticos naturales son muy
sensibles a los pensamientos. Cualquier idea enfocada moldea al instante el
ambiente. Por ello es importante conseguir cierto grado de control sobre
nuestros pensamientos. Nuestra evolución personal depende en gran medida del
modo en que concentramos, controlamos y dirigimos nuestra energía-pensamiento.
No importa la dimensión que habitemos, nuestra responsabilidad personal sobre
nuestros pensamientos y nuestras acciones es absoluta. Todos los pensamientos
son creativos, tanto los positivos como los negativos y reestructuran el
ambiente no físico inmediato. Por ello los líderes espirituales han insistido
siempre en temas como “dar a los demás” y “amar al prójimo”. Una vez que usted
reconozca la fuerza de sus pensamientos, nunca más generará o mantendrá una
imagen negativa o destructiva en su mente. Los pensamientos negativos y
limitantes son el verdadero enemigo que debemos enfrentar. En las dimensiones
internas del universo, nuestros pensamientos, buenos y malos, influyen
poderosamente sobre nuestro entorno inmediato. Esto se observa y se experimenta
durante la experiencia extracorporal.
Además de los tres tipos de entornos que más
prevalecen fuera del cuerpo, existen otros dos. El primero, aunque rara vez se
observa, parece estar formado por dimensiones y entornos que existen más allá
de la energía-pensamiento. En la actualidad, pocos exploradores se han
aventurado conscientemente lo bastante lejos para darnos una descripción o un
modelo preciso de estas dimensiones. Debido a que no poseen forma o estructura,
se postula que estas áreas del universo existen más allá del espacio, del
tiempo y de la energía tal como los concebimos. Es posible que estas
dimensiones y sus habitantes no puedan ser descritas mediante nuestros
conceptos lineales. No obstante, estoy seguro de que en las profundidades del
universo interno existen entornos sin pensamientos y sin formas.
El otro entorno observado es un área que parece un
duplicado de un espacio vacío. Es un ambiente de energía extremadamente baja.
Algunos creen que este espacio no físico es un ambiente de consenso. Yo dudo
seriamente de esta teoría porque no se emiten radiaciones o vibraciones
energéticas perceptibles desde el espacio vacío mismo. Todas las emanaciones
energéticas perceptibles parecen ubicarse cerca de lugares habitados. Me parece
más probable que ese espacio “vacío” carezca de la suficiente energía local
para que lo afecten los pensamientos; como resultado, conserva un estado
relativamente constante.
También debe señalarse que el espacio no físico
vacío parece prevalecer cada vez más, a medida que profundizamos y nos alejamos
de la dimensión física hacia el origen de toda la energía. Se desconoce la
razón de esto. Serán necesarias las observaciones de numerosos exploradores no
físicos antes de que lleguemos a una conclusión.
El universo multidimensional no es sólo otra
teoría; es un hecho observable. Cuando ponga en práctica las técnicas extracorporales
que explico en este libro, usted mismo podrá verificar este descubrimiento. Las
experiencias que uno mismo inicia y controla nos dan una notable oportunidad de
explorar en lo profundo del universo invisible. La atención científica actual
sobre la actividad molecular densa cambiará lentamente a una forma de
investigación basada en la frecuencia. En el siglo veintiuno, la ciencia
comenzará a reconocer que las formas densas que nos rodean son los vehículos
externos de la energía y que todo el universo físico es sólo una parte diminuta
del esplendoroso universo multidimensional.
LA SOLUCIÓN DE NUESTROS MÁS GRANDES MISTERIOS
La exploración no física en la subestructura
invisible del universo aporta nuevas explicaciones a los numerosos misterios de
la ciencia y la religión. Los siguientes son algunos ejemplos.
Los fenómenos psíquicos
La naturaleza multidimensional del universo
explica lógicamente muchos de los misterios actuales, como la percepción
extrasensorial, la telepatía, la precognición, la psicoquinesis, las
apariciones y la curación por la fe. De hecho, todos los fenómenos síquicos y
espirituales son un resultado directo de sutiles interacciones energéticas que
se dan entre la dimensión física y su contraparte energética.
Por ejemplo, las apariciones y la actividad poltergeist
son simplemente el resultado natural de un habitante no físico que disminuye su
frecuencia (densidad) vibratoria personal para ser observado o interactuar en
forma temporal dentro la dimensión física más densa. Estos y todos los sucesos
“paranormales” son bastante comunes y no deben extrañar en un universo
multidimensional.
La curvatura del espacio-tiempo
De acuerdo con la teoría de la relatividad de
Einstein, la curvatura del espacio está directamente relacionada con la materia.
El espacio se curva alrededor de los grandes objetos celestiales, como las
estrellas. Para comprender esto, piense en una esfera de plomo colocada sobre
una sábana muy estirada. La sábana (el espacio) forma una curva para alojar la
esfera. Después de décadas de intenso escrutinio, algunas de las mentes más
brillantes de la física moderna han validado matemáticamente la teoría de
Einstein. No obstante, la curvatura del espacio sigue siendo un misterio
deslumbrante.
Me parece que ese misterio puede resolverse si
exploramos lo más profundo del núcleo invisible del universo. Según numerosos
exploradores extracorporales, la subestructura energética del universo físico
es una dimensión paralela de sutil energía no física. La dimensión física
exterior que observamos a nuestro alrededor está separada de esa dimensión
vecina de energía por una membrana energética invisible. Esa membrana se
observa a menudo durante las experiencias cercanas a la muerte y se cree que
forma una abertura temporal tipo túnel que permite a la persona entrar en la
siguiente dimensión energética.
Con base en extensas observaciones no físicas,
sostengo que la curvatura del espacio es el resultado directo de la curvatura
de las membranas y de las dimensiones energéticas no físicas que sostienen el
universo visible. La dimensión física exterior (el universo visible) en
realidad se apega a la forma de la membrana energética invisible. Esta membrana
energética no física funciona como una pared celular interna, que aporta el
soporte y la subestructura necesarios para la existencia de un universo
(dimensión) físico exterior. Dado que la membrana energética interior tiene una
forma notablemente estable y flexible, es probable que esa membrana energética
proporcione el soporte que necesitan los cuerpos celestes físicos.
Las membranas de energía
La subestructura y el soporte del universo visible
los proporciona una serie de membranas energéticas no físicas. La membrana
energética más externa (la más densa) es paralela al universo físico.
Las membranas energéticas están en los puntos de
convergencia entre las dimensiones y funcionan como fronteras de energía.
Funcionan como las paredes celulares biológicas, separan las diferentes
frecuencias energéticas una de otra. Por ejemplo, la primera membrana energética
interior separa la dimensión física exterior de su vecina energética paralela
pero invisible.
Todas las membranas energéticas están
estructuradas, aunque tienen una forma y una solidez muy flexibles. Cuando se
perforan o se entra en ellas, normalmente adoptan la forma de una abertura o
túnel lo bastante grande para alojar el objeto que entra. Este efecto de túnel es un fenómeno temporal.
Las membranas vuelven rápidamente a su forma normal después que un objeto o forma de vida las traspasa. Los millones de personas que han tenido experiencias cercanas a la muerte han visto e informado de este efecto temporal de túnel.
Cada membrana energética proporciona el soporte,
la estabilidad y la subestructura para su vecino energético. Por ejemplo, la
primera membrana aporta el sistema de soporte energético para el universo
físico. Es la pared celular interna invisible que sostiene el universo físico.
Esta membrana energética invisible y la energía que la delimita constituyen la
“materia oscura” de las teorías de los astrónomos y los físicos.
Cada membrana proporciona un sistema muy
organizado, estructurado para la transferencia energética entre una dimensión
de frecuencia superior (menos densa) y sus contrapartes más densas. En cierto
sentido, cada membrana funciona como un filtro energético. La energía puede
fluir desde las áreas interiores del universo hacia las exteriores; sin
embargo, las formas atómicas y moleculares más densas no pueden penetrar hacia
el interior sin un cambio notable en su frecuencia (muerte).
Las membranas energéticas proporcionan el soporte
interior e invisible de todo el universo multidimensional. El universo exterior
y sus galaxias simplemente no podrían existir sin este soporte energético.
El universo en expansión
En 1929, Edwin Hubble impresionó a la comunidad
científica mundial con el descubrimiento más importante de la astronomía
moderna. Aportó evidencias concluyentes de que el universo, hasta entonces
considerado un ambiente estático y estable, en realidad aumentaba de tamaño.
Hubble no sólo demostró que el universo se expande, sino que las galaxias
distantes se alejan de nosotros a velocidades aún mayores que las cercanas.
Los descubrimientos de Hubble continúan asombrando
a los científicos. Durante las últimas décadas se han presentado muchas teorías
para explicar la increíble expansión del universo. En la actualidad, los
astrónomos, los astrofísicos y los físicos teóricos han aceptado en gran medida
el big bang como la explicación lógica de esta expansión. De acuerdo con
la teoría del big bang, el universo comenzó como una explosión inmensa hace
unos quince mil millones de años. Esta explosión creó la expansión del espacio
que se observa ahora. Una idea útil para aclarar la idea de un universo en
expansión es considerar las galaxias como puntos dibujados sobre un globo. A
medida que se infla el globo, se alejan unas de otras en todas direcciones.
Pero las galaxias en sí mismas no vuelan en el espacio, es el espacio el que se
expande.
En nuestros días, casi todos los científicos
suponen que el big bang es la causa de la expansión actual de nuestro universo
visible. Con base en los datos científicos disponibles, esta parece una
conclusión lógica. Sin embargo, cuando profundizamos en el interior del
universo, descubrimos un sistema energético mucho más complejo del que
reconocen nuestras ciencias físicas modernas.
Una cosa es cierta. Décadas de exploraciones no
físicas y millones de experiencias cercanas a la muerte apuntan de manera
insistente hacia una conclusión única: la subestructura del universo físico es
una forma sutil de energía que nuestra tecnología física actual no puede
detectar. Esta energía invisible está muy bien organizada y estructurada y
sirve de apoyo al universo físico exterior. La increíble cantidad de
interdependencias que existen entre las dimensiones no físicas invisibles y la
corteza física exterior apunta hacia un sistema energético mucho más complejo
del que la tecnología y la ciencia modernas son capaces de observar.
Aunque la causa implícita de la expansión del
universo multidimensional sigue siendo un misterio, es evidente que reacciones
invisibles, no físicas, influyen en la expansión física que observamos en la
actualidad. La teoría del big bang es una conclusión superficial basada en
observaciones físicas incompletas. En realidad, muchas de nuestras teorías
científicas basadas en aspectos físicos acerca del cosmos, la evolución y la
estructura de la materia carecen de visión. Esto ocurre porque los teoremas
científicos actuales se basan totalmente en las observaciones físicas y en la
especulación física. Un ejemplo clásico de esta falta de visión es la
suposición científica sostenida desde hace mucho tiempo en el sentido de que la
consciencia es el resultado directo de las reacciones químicas y eléctricas que
ocurren en el cerebro.
Cuando reconocemos la estructura multidimensional
del universo, comprendemos que las observaciones físicas por sí solas no son
adecuadas. Las galaxias que nos rodean no son la totalidad del universo, como
suponemos, sino sólo la capa molecular o la dimensión externa y densa del
mismo. El volumen del universo visible abarca menos de una milésima parte del
universo multidimensional. Está claro que cualquier conclusión o teoría
científica basada sólo en la observación de la materia se desarrolla partiendo
de datos incompletos. Cada nueva exploración no física hacia el interior del
universo apoya esta observación. Preguntemos a los millones de personas que han
tenido experiencias extracorporales o cercanas a la muerte y todos coincidirán:
el universo es mucho más amplio y complicado de lo que la ciencia física actual
puede asimilar o explicar. A medida que más personas tengan experiencias
extracorporales o cercanas a la muerte, la realidad del universo
multidimensional y sus reacciones energéticas se reconocerá como un hecho
observable.
Los agujeros negros
Un agujero negro es una zona del espacio supuestamente
tan densa que su gravedad atrae toda la materia circundante, incluyendo la luz.
Hay varias teorías relacionadas con los agujeros negros. Algunos científicos
creen que son “puentes” u “orificios” hacia otros universos. Otros sugieren que
los agujeros negros pueden ser caminos hacia el pasado o el futuro, mientras
que otros más consideran que conducen a la nada.
En años recientes, una impresionante cantidad de
físicos, matemáticos y astrónomos han expresado la idea de que los agujeros
negros son túneles entre las dimensiones que conducen a otro universo de
energía. Kruskal, Szekers, Kerr, Reissner, y Nordstrom han desarrollado mapas
conceptuales que vinculan los agujeros negros con universos paralelos
invisibles. Estas teorías de los agujeros negros no son especulaciones
desenfrenadas, sino conceptos que los astrónomos y los físicos modernos toman
muy en serio.
Con base en las observaciones extracorporales
considero que los agujeros negros funcionan como conductos de energía entre el
universo físico y las dimensiones internas. Estos conductos de energía son
necesarios para equilibrar la energía generada entre las dimensiones internas y
el universo físico exterior.
En el futuro, la ciencia podrá comprobar que los agujeros negros no son sucesos aleatorios de la naturaleza, sino un sistema de conversión de energía bien organizado y estructurado. La ciencia validará esta teoría cuando descubra que los agujeros negros están ubicados estratégicamente en el centro de cada galaxia. A medida que el universo sigue expandiéndose, cada vez es más necesario que se desahoguen y se equilibren las fuerzas multidimensionales exteriores. Creo que los agujeros negros se crean por medio de una abertura descomunal en la membrana energética de la dimensión interior. Esta abertura o grieta en la membrana energética crea una abertura en el universo visible exterior. En el siglo XXI descubriremos que los agujeros negros son una parte integral del sistema universal de transferencia de energía. No sólo atrapan todas las partículas (incluyendo la luz) de su campo gravitatorio, sino que también emiten enormes cantidades de energía indetectable por la tecnología actual. La energía invisible que fluye por tales conductos es esencial para el mantenimiento, la estructura y la estabilidad general de las galaxias físicas.
El efecto túnel
Hace años los físicos descubrieron que las
partículas elementales, por ejemplo los electrones, pueden atravesar barreras
que se consideraban infranqueables, volviéndose a materializar luego al otro
lado de dicha barrera. Con base en el conocimiento científico tradicional de la
realidad subatómica, esto es imposible. El físico Heinze Pagels de la
universidad Rockefeller denomina a esta extraña rematerialización “atravesar la
pared”. Este desplazamiento sin explicación de las partículas subatómicas se
conoce actualmente como el efecto túnel.
Me parece posible que el efecto túnel sea el
resultado de que las partículas elementales se muevan en el universo
multidimensional y vuelvan después a surgir en un área diferente del universo
físico. Dado que cada partícula de materia (subatómica o molecular) ya existe
como una unidad multidimensional de energía, este proceso de desaparición no
debería extrañar, y no sólo en la física, sino en el reino de la consciencia humana.
En un sentido muy real, las experiencias extracorporales y cercanas a la muerte
son el resultado del efecto túnel sobre la consciencia, yendo ésta a niveles
energéticos invisibles del universo multidimensional y volviendo después a su
forma física.
Existe una conexión inequívoca entre el efecto
túnel, los universos paralelos, la materia negra, los agujeros negros y la
curvatura del espacio-tiempo. Todos estos temas son el resultado directo de las
interacciones invisibles de energía que tienen lugar en el universo
multidimensional. De hecho, todos los fenómenos subatómicos y celestes son el
resultado de ondas energéticas no físicas que salen del interior invisible del
universo. En esencia, todo el universo físico no es 125 sino la frágil cubierta
molecular exterior de una monumental continuidad de energía creada y sostenida
por ondas energéticas no físicas. La teoría cuántica, la existencia de los
agujeros negros, el Puente de Einstein-Rosen y la naturaleza de las ondas o
partículas de la luz confirman esta observación.
LA FÍSICA CUÁNTICA Y EL MISTICISMO
Entre la física cuántica y el misticismo hay una
innegable relación. A medida que la física evolucione reconociendo la
naturaleza del universo, la conexión se hará cada vez más evidente. Es lógico
que los científicos investiguen y analicen la información presentada en los
libros más recientes sobre la nueva física, así como las experiencias
extracorporales y cercanas a la muerte. A medida que asimilemos y nos
acostumbremos a este amplio conjunto de conocimientos, comenzaremos a ampliar
nuestra consciencia más allá de las percepciones físicas actuales.
El paso de la curiosidad intelectual a la
experiencia directa es el siguiente movimiento que habremos de efectuar. Si
queremos llegar a conocer alguna vez las respuestas, debemos seguir los pasos
de los místicos, pero conservando la curiosidad intelectual de los físicos.
La conexión entre la nueva física y el misticismo
fue expuesta con gran habilidad en El Tao de la Física de Fritjof Capra,
La danza de los maestros Wu Li y El misticismo y Física Moderna de
Michael Talbot. Yo me propongo llevar esta exploración un poco más allá. Las
observaciones y las comparaciones intelectuales son sólo el paso preliminar
para comprender el verdadero significado de los nuevos conceptos de física y
misticismo. Los libros mencionados han preparado el escenario para el siguiente
salto evolutivo importante de la consciencia humana: el traslado de la
consciencia desde los densos vehículos moleculares de la materia a la
exploración consciente de las dimensiones paralelas no físicas del universo.
Sin duda este es el paso evolutivo que todos seguimos. El nacimiento, la muerte
y nuestra existencia física actual son elementos integrales de nuestro viaje
evolutivo. Cada día estamos más cerca de dejar nuestro vehículo biológico y de
entrar a un nuevo reino de energía y luz de frecuencias superiores. Realizando
las técnicas y asimilando la información presentada en los capítulos
siguientes, cada uno de nosotros tiene la oportunidad de ir más allá del
análisis intelectual y experimentar por sí mismo la verdad de todo esto.
La exploración extracorporal controlada no sólo
amplía nuestra visión del universo; también nos permite comprender nuevas
áreas:
1. La realidad es relativa. La realidad que experimentamos
está directamente relacionada con la frecuencia energética del observador.
Experimentamos las frecuencias energéticas más cercanas a nuestra densidad o
frecuencia vibratoria personal.
2. La consciencia es una forma de energía no
física que extiende su influencia sobre la materia utilizando para ello
vehículos biológicos.
3. Todas las formas biológicas de vida (incluyendo
las plantas y los animales) son vehículos celulares temporales que la energía
consciente (la consciencia) utiliza para expresarse en un ambiente denso.
4. Nuestra percepción actual de que la consciencia
está dentro del cuerpo físico es incorrecta. La consciencia existe en una
frecuencia o longitud de onda mucho más elevada que la materia y debe
interactuar con las formas biológicas mediante el uso de conductos energéticos
o vehículos de forma. Estos vehículos energéticos invisibles transfieren y
asientan la frecuencia de la consciencia a un cuerpo físico relativamente
denso.
5. El cerebro biológico no es el origen de la
consciencia. En lugar de ello, funciona como un dispositivo temporal de
transferencia y almacenamiento de la consciencia.
6. La consciencia es una continuidad de energía no
física que se extiende por numerosas frecuencias (dimensiones) del universo.
EVOLUCIÓN DE LA CIENCIA
La evolución de nuestras ciencias refleja la
evolución de la consciencia humana. Si examinamos el avance experimentado por
la física en el siglo XX, apreciaremos con claridad su desarrollo desde los
conceptos y las teorías de las partículas hasta las observaciones y los
descubrimientos no físicos (basados en las frecuencias). La progresión es muy
evidente si nos damos cuenta de que las partículas subatómicas más
recientemente descubiertas (los quarks) se comportan como frecuencias. El
reconocimiento cada vez más amplio de la naturaleza frecuencial de las
partículas elementales es un paso necesario en la ruta evolutiva hacia el
descubrimiento científico culminante: la estructura multidimensional de la
materia y del propio universo. La siguiente tabla muestra un breve panorama de
esta evolución.
Evolución de la física desde las partículas
(físicas) hasta las ondas de frecuencia (no físicas)
1897 Descubrimiento del electrón
1900 Hipótesis cuántica (Max Planck)
1905 Teoría de los fotones (Einstein)
1905 Teoría especial de la relatividad
(Einstein)
1908 El espacio-tiempo (Hermann Minkowski)
1911 Descubrimiento del núcleo
1913 Modelo de órbitas especiales del átomo
(Niels Bohr)
1915 Teoría general de la relatividad
(Einstein)
1924 Ondas de la materia (Louis de Broglie)
1924 Primer concepto de las ondas de
probabilidad (Nils Bohr, H. A. Kramers, John Slater)
1925 Principio de exclusión (Wolfgang Pauli)
1925 Mecánica de matrices (Werner
Heisenberg)
1926 Interpretación de las probabilidades de
la función de ondas (Max Born)
1926 Ecuación de las ondas de Schrödinger
(Erwin Schrödinger)
1926 Integración de la mecánica de matrices
con la mecánica de ondas (Schrödinger)
1927 Interpretación de Copenhague de la
mecánica, cuántica: no hay una realidad profunda: la observación afecta la
realidad
1927 Principio de incertidumbre (Werner
Heisenberg)
1927 Experimento de Davisson-Germer (Clinton
Davisson, Lester Hermer)
1928 La antimateria (Paul Dirac)
1932 Descubrimiento del neutrón
1932 Descubrimiento del positrón
1932 La lógica cuántica (John von Neumann)
1935 Documento del Puente de Einstein-Rosen
(Albert Einstein, Boris Podolski, Nathan Rosen)
1935 Predicción del mesón (Hideki Yukawa)
1947 Descubrimiento del mesón
1949 Diagramas de Feynman (Richard Feynman)
1947-1954 Descubrimiento de dieciséis nuevas
partículas semejantes a ondas
1957 Interpretación de los múltiples mundos
de la mecánica cuántica (Hugh Everett)
1958 Hipótesis de la membrana en un solo
sentido (David Finkelstein)
1961 Mapa de un agujero negro hacia un
universo paralelo (Martín Kruskal)
1962 Descubrimiento de los quasares
1963 Un agujero negro giratorio conecta a
una serie infinita de universos paralelos (Roy P. Kerr)
1964 Hipótesis de los quarks
1964 Teorema de Bell (J. S. Bell)
1970 Orden entrelazado (David Bohm)
1971 Conexiones no locales (Teorema de Bell)
(Henry Stapp)
1972 Experimento de Freedman-Clauser (Stuart Freedman, John
Clauser)
1974-1977 Descubrimiento de doce nuevas
partículas semejantes a ondas
1982 Experimento de Aspect (Alan Aspect)
1993 Las ondas gravitacionales (Huise y
Taylor)
En el siglo XXI, la ciencia reconocerá que la
subestructura del universo es realmente una continuidad no física de energía.
Este reconocimiento iniciará un renacimiento de descubrimientos científicos
relacionados con la estructura invisible de la materia y del propio universo.
La exploración científica no física abrirá las
puertas a un nuevo mundo de oportunidades y conocimientos. Desde la Astrofísica
hasta la Filosofía, las observaciones y las conclusiones científicas
establecidas volverán a examinarse y valorarse. El nuevo conocimiento obtenido
de la exploración extracorporal científica vitalizará todas las ciencias para
ver más allá de las formas moleculares densas y atisbar en lo más íntimo de la
materia.
Nuestros datos científicos actuales son en gran
parte resultado de observaciones de moléculas. Las sutiles estructuras
subyacentes siguen ocultas. El método científico tradicional y su dependencia
de la tecnología física terminarán por evolucionar y por generar una fusión de
las técnicas de investigación físicas y no físicas. En el siglo XXI, el estudio
de la interacción de la tecnología física y la consciencia humana será una
ciencia en sí misma.
Imagine lo que podría obtenerse si se capacitara a
un equipo de reconocidos científicos para hacer exploraciones extracorporales.
Los físicos podrían observar personalmente los elementos básicos de la materia
jamás analizados hasta ahora. Los investigadores médicos podrían explorar las
fuerzas energéticas invisibles que provocan los cánceres, el SIDA, la
degeneración y los trastornos celulares. Los químicos podrían documentar la
energía invisible que determina y controla los cambios celulares. Los biólogos
podrían estudiar la esencia misma de la vida física, y los psicólogos
explorarían los reinos invisibles de la mente.
En la actualidad existen miles de investigadores
brillantes y ansiosos por explorar la estructura invisible de la materia.
Muchos de ellos sienten una gran curiosidad por observar más allá de los
límites actuales de la tecnología y buscan una oportunidad para ampliar su
visión más allá del laberinto de las teorías cuánticas. Sólo la consciencia
puede observar y registrar las numerosas complejidades del espacio-tiempo y las
realidades creadas por la mente. Ahora se ha abierto una puerta para quienes
tengan el valor de alejarse de sus preconcepciones físicas y explorar los
reinos cuánticos de la energía.
El reconocido físico Fred Alan Wolf concluye su
libro Parallel Universes (Universos paralelos) con este planteamiento:
La mente humana es el laboratorio de la nueva
física. Se ha sincronizado con el pasado y el futuro, convirtiendo las
realidades probables en certezas existenciales. Es un sueño observarse a sí mismo.
Presenciar cuando uno despierta en este mundo. Observar la acción de observar.
Si logramos el valor suficiente para adentrarnos en este mundo con la
consciencia como aliada nuestra, a través de los sueños y los estados alterados
de consciencia, podremos modificar el holograma aportando más “luz” consciente
a los mundos que coexisten con el nuestro.
Es el momento de acelerar el proceso de iluminar
el holograma, de introducir el poderoso láser de la consciencia. Es el momento
de conocer este universo por primera vez.
UNA CONTINUIDAD DE CONCIENCIA
Un misterioso estremecimiento embarga a quienes no
son matemáticos cuando oyen hablar de cosas “tetradimensionales” y no es
probable que este sentimiento lo despierten sus ideas sobre lo oculto. Sin
embargo, es perfectamente válido declarar que el mundo en que vivimos es una
continuidad tetradimensional.
ALBERT EINSTEIN
La consciencia es una continuidad que se extiende
desde el despertar físico, pasando por estados progresivos de consciencia hasta
áreas no físicas del universo, más allá de nuestra visión científica actual.
Esta continuidad de la consciencia es tan grande y diversa como el propio
universo; cada vez que “nos quedamos” dormidos llevamos nuestra consciencia
hacia el interior de esa continuidad. Cada sueño, cada meditación y cada sesión
de hipnosis es un atisbo parcial en nuestra continuidad personal de
consciencia. El hecho de reconocer esto es un avance importante en nuestra
evolución. Es natural que primero debamos explorar los diferentes estados de
consciencia experimentados durante el sueño, la meditación y los ensueños antes
de que comencemos a reconocer que dichos estados están vinculados por un flujo de
consciencia común.
Todos los estados de consciencia están conectados;
incluso la muerte es el movimiento de la consciencia de un área de la
continuidad a otra. La continuidad de la consciencia no es sólo otra teoría,
sino un hecho que cada uno de nosotros puede observar y comprobar por sí mismo.
Las experiencias extracorporales controladas nos brindan una oportunidad única
de explorar directamente esa continuidad de energía. En cierto modo, nuestra
consciencia es como una luz que tiene la capacidad natural de iluminar
cualquier parte del universo. Cuando concentramos nuestra luz en una zona, esa
área del universo se vuelve consciente y real para nosotros.
Todo el movimiento de la consciencia es hacia el
interior del universo. Los estados de consciencia que experimentamos son sólo
una fracción del total. La continuidad se extiende mucho más allá de nuestra
comprensión actual.
Los estados de consciencia mencionados en el
esquema no son la continuidad misma, sino nuestros modos o métodos de percibir
esa continuidad de consciencia. Es obvio que los diferentes estados de
consciencia, como la meditación, la hipnogosis y la hipnosis, se combinan y
existen en forma distinta para cada persona. Por ejemplo, los estados
meditativos pueden existir en todo el espectro de la continuidad de la
consciencia, pero casi todas las personas experimentan sólo un plácido estado
de relajación que ocurre en el intervalo de la luz alfa. La gran mayoría de
quienes practican la meditación no son expertos, capaces de controlar y ampliar
su consciencia a voluntad.
Es importante reconocer que nuestros estados de
consciencia individuales existen como percepciones o segmentos de un total.
Este reconocimiento es el primer paso importante para comprender la esencia y
el funcionamiento de la consciencia. Tal comprensión es de vital importancia
porque todos los misterios de nuestra existencia y el universo mismo están
relacionados con la consciencia. Esta herencia se confirmará en el futuro
cercano cuando se descubra que nuestra consciencia individual es un microcosmos
del propio universo. Los sueños y las experiencias extracorporales y cercanas a
la muerte son una forma de reconocer nuestra conciencia, dejando atrás el punto
de vista físico y explorando la continuidad de consciencia no física. Este
concepto de una consciencia humana que se desplaza por un universo invisible
tiene cada vez más partidarios. El físico y escritor Fred Alan Wolf plantea que
los sueños lúcidos son en realidad visitas a universos paralelos. Ha insistido
en que la frase “consciencia de un universo paralelo” sería una mejor forma de
designar a los sueños lúcidos.
Me parece que los estados de consciencia que
tenemos en la actualidad son una fracción mínima de la continuidad que
experimentaremos después de que desechemos en forma permanente nuestros cuerpos
físicos. Cada año, millones de experiencias extracorporales y cercanas a la
muerte aportan evidencias convincentes de que esto es cierto. Las observaciones
extracorporales obtenidas demuestran que nuestros conceptos actuales de
consciencia son muy limitados. Los estados de consciencia basados en lo físico
son relativamente burdos, cuando se comparan con los estados no físicos. Una
vez que trascendemos nuestros vehículos biológicos, tenemos libertad para
experimentar la esencia ilimitada de nuestra consciencia. La continuidad de la
consciencia se extiende hacia el interior de lo más íntimo del universo; más
allá de los límites densos de nuestra visión existen niveles y frecuencias de
vida y realidades no físicas interminables. Cada uno de nosotros tiene mucho
que explorar: nos esperan mundos de luz y belleza increíbles. Para
experimentarlos, simplemente debemos ampliar nuestra consciencia más allá de
nuestro cuerpo físico y explorar nuestra continuidad de consciencia individual.
LA EVOLUCIÓN DE LA CONCIENCIA
Nuestro actual concepto de evolución se deriva de
la teoría darwiniana, según la cual los organismos biológicos se adaptan y
cambian en respuesta a las circunstancias físicas del ambiente que los rodea.
Esta teoría, que se basa totalmente en los cambios observados en los organismos
biológicos, ha persistido como base científica de la evolución durante más de
cien años.
Los millones de experiencias extracorporales
identificadas aportan evidencias convincentes de que nuestra evolución es mucho
más compleja que los cambios biológicos que observamos a nuestro alrededor. De
hecho, han traído una visión completamente nueva de la evolución, más completa
que cualquier teoría anterior existente en toda la historia de la humanidad. Con
base en las exploraciones no físicas, podemos afirmar que la evolución es el
desarrollo progresivo de la energía consciente (el alma) mediante el uso de
vehículos de expresión biológicos y temporales. El nacimiento y la muerte
biológicos son sólo la entrada y la salida de la consciencia a esta densa
dimensión externa de energía. Los cambios observados en los organismos
biológicos son sólo un efecto secundario, creado por el desarrollo invisible de
la consciencia.
En la actualidad, quienes defienden la teoría de
la evolución observan y registran sólo los cambios físicos externos de lo que
ocurre a nuestro alrededor, mientras que las modificaciones verdaderamente
importantes siguen siendo invisibles. Cada día encontramos nuevas situaciones
que nos moldean psicológicamente. Cada problema físico es una nueva oportunidad
para crecer; cada apuro nos ayuda a desarrollar nuestras cualidades interiores
de valor, amor y compasión; cada nuevo desafío es una oportunidad para
aprender. En cierta forma, todos usamos la materia como herramienta de
transformación. Nuestros cuerpos biológicos son vehículos temporales para
expresar y experimentar este denso reino de la materia. El solo acto de asumir
una forma física y ser humanos es un elemento integral de nuestro desarrollo.
Cada uno de nosotros experimenta en la actualidad el más eficaz sistema de
crecimiento jamás diseñado: la evolución mediante la experiencia personal
directa, por el simple hecho de ser.
Cada uno de nosotros dejará a un lado en forma
temporal su vehículo biológico y seguirá evolucionando. Todos participamos
activamente en un sistema evolutivo que se extiende más allá de los estrechos
límites de nuestra visión física. Tanto el nacimiento como la muerte son
elementos esenciales de nuestro progreso: son una entrada y una salida de la
consciencia al campo de juego molecular de la evolución.
Durante los últimos veinte años han surgido nuevas
explicaciones en relación con nuestra existencia espiritual. Hace dos décadas,
temas como las experiencias cercanas a la muerte y los viajes fuera del cuerpo,
los universos paralelos, las múltiples dimensiones y los túneles de energía
entre dos universos resultaban ajenos a la gran mayoría de las personas. En la
actualidad, se habla de estos temas en los hogares de todo el mundo. En una
sola generación, nuestro concepto de la realidad ha sufrido un cambio notable.
Esta alteración proseguirá a medida que abramos nuestras mentes a una nueva
visión de nosotros mismos y de nuestra existencia.
En la historia de la humanidad, muchas personas
moldearon la evolución de la consciencia humana. A continuación cito a algunas
personas que en las últimas décadas han influido en la evolución de la
consciencia grupal de nuestra especie. El proceso de la evolución humana se
acelerará en el próximo milenio a medida que ampliemos nuestra búsqueda de
respuestas más allá de los densos límites de la materia.
En 1975, el libro Life afier life (Vida
después de la vida) del Dr. Raymond Moody despertó el interés internacional en
el tema de la vida después de la muerte y las posibles realidades no físicas.
La obra pionera de Moody sobre los estados de percepción cercanos a la muerte y
alterados sigue estimulando a millones de personas en todo el mundo. Desde
1975, la abrumadora aceptación de sus numerosos libros ha abierto un campo
completamente nuevo de estudio e investigación. La obra de Moody ha afectado
sobre todo a la comunidad médica y ha preparado el escenario para cientos de
investigadores médicos —entre ellos los Drs. Melvin Morse y Brian Weiss— animándolos
a ahondar en los numerosos misterios de las experiencias no físicas. En gran
medida, su obra legitimizó todo el tema de la investigación no física y la
exploración del universo invisible.
Las investigaciones de Moody han servido para
iniciar un cambio significativo de las ideas, tanto conscientes como
inconscientes.
Kenneth Ring, Stuart Twemlow, Bruce Greyson y
otros médicos visionarios estimularon la evolución de la especie humana al
investigar los informes de experiencias cercanas a la muerte y extracorporales
procedentes de todo el mundo. Sus investigaciones y explicaciones han ayudado a
legitimizar el tema de las experiencias no físicas, con lo cual han preparado
el escenario para nuevas experiencias.
Brian Weiss ha contribuido a que la terapia de
regresión a vidas anteriores sea aceptada mundialmente como un valioso recurso
terapéutico. Cada vez más psicólogos y psiquiatras incorporan técnicas de
regresión en sus prácticas diarias. La obra de Weiss es un avance importante
para reconocer la relación entre los estados de consciencia no físicos y
nuestra existencia física actual. Además, sus libros insisten en la importancia
de obtener conocimientos sobre nosotros mismos.
John Stuart Bell, el físico irlandés que
desarrolló el teorema de la interconexión, demostró que todas las partículas de
la materia están conectadas por una fuerza invisible (no local). Sus trabajos
influyeron notablemente en la dirección que tomó la física moderna. Muchos
físicos creen que el teorema de la interconexión es uno de los descubrimientos
más importantes del siglo XX.
Hugh Everett, Roy Kerr, Martín Kruskal y otros
físicos y matemáticos han desarrollado teorías y mapas conceptuales que suponen
la existencia de incontables universos paralelos tan reales como el nuestro. Esta
idea de los mundos de energía paralelos ha influido en quienes desarrollan
teorías cuánticas, astrofísicos y astrónomos de todo el mundo.
Cineastas como Steven Spielberg, a través de
películas como E. T y Encuentros en la tercera fase, reducen nuestros temores
a lo desconocido y nos abren nuevas posibilidades más allá de nuestras
percepciones físicas.
Las claras explicaciones de Gary Zukav acerca de
la relación entre la Física y la consciencia, así como su búsqueda de un
sentido y propósito para la vida han influido en millones de personas.
El mensaje definido de Shakti Gawain sobre la
importancia de la visualización creativa ha afectado a millones de personas en
todo el mundo.
El físico y escritor Fred Alan Wolf ha presentado
y aclarado los conceptos de los universos paralelos y la realidad generada por
la consciencia a la comunidad científica y a la población en general.
Los doctores Wayne Dyer, Bernie Siegel, Deepak
Chopra y muchos otros nos han demostrado con sus ideas y sus obras la
importancia de la conexión entre el cuerpo, la mente y el espíritu.
Más de quinientos millones de personas han
contemplado las vívidas y estimulantes formas en que Bruce Joel Rubin
representa la vida, la muerte y las dimensiones energéticas invisibles (La
escalera de Jacob, Fantasma, Mi vida).
El vigorizante mensaje de Norman Vincent Peale
acerca del pensamiento positivo y su efecto sobre la materia y la vida nos ha
afectado a todos.
Albert Einstein llevó el pensamiento y las teorías
científicas más allá de la física newtoniana hacia los vastos reinos del
espacio-tiempo curvo y los puentes energéticos hacia otros universos. Al
hacerlo, preparó el escenario para el surgimiento de la física cuántica
moderna, el concepto de los universos paralelos y la interpretación de los mundos
ilimitados.
David Bohm, otro físico visionario, ha originado
numerosas ideas relacionadas con la realidad generada por la consciencia y las
subestructuras energéticas invisibles. Los conceptos que ha aportado a la
física moderna son un paso intelectual importante hacia el reconocimiento de la
naturaleza multidimensional del universo. Su agudo intelecto ha inspirado a
toda una generación de físicos animándolos a buscar las respuestas a la
realidad más allá de las partículas de la materia.
Cuatro excelentes escritores, Nick Herbert,
Michael Talbot, Heinze Pagels y Fritjof Capra, han influido en la evolución de
la consciencia humana describiendo con claridad la conexión entre la nueva
física, la metafísica, la religión y la consciencia.
Robert Monroe ha contribuido a presentar el tema
de la exploración extracorporal a millones de personas en todo el mundo. Sus
libros y su organización, el Monroe Institute, ofrecen actualmente
capacitación, información, apoyo y clases sobre la ampliación de la consciencia
y la exploración no física.
Paul Twitchell es el fundador de ECKANKAR. Sus
numerosos libros (más de treinta) presentan y detallan la influencia histórica
que la exploración extracorporal tiene para la evolución de la raza humana.
Considerado como uno de los maestros modernos de los viajes extracorporales, ha
contribuido a presentar el tema de las exploraciones no físicas a gentes de
todo el mundo.
Productores cinematográficos como George Lucas y
Gene Rodenberry han contribuido a ampliar la imaginación humana más allá de la
visión de la realidad limitada a la Tierra. Sus imágenes del futuro nos
estimulan a todos a ver más allá de los densos límites que ahora
experimentamos.
Los escritores de ciencia ficción, como grupo, son
algunos de los visionarios de más talento. Quienes pretendan ponerlo en duda,
deben recordar los inverosímiles relatos de julio Veme; sus submarinos, sus
naves espaciales y sus exploraciones lunares que en su momento fueron
consideradas ideas desquiciadas.
Betty Eadie, la autora de Embraced by the light
(Abrazada por la luz), y otros que se han atrevido a compartir sus experiencias
cercanas a la muerte seguirán moviendo la consciencia colectiva de la
humanidad. Sus conmovedoras narraciones de viajes en las esplendorosas
dimensiones invisibles del universo han provocado debates e interés sobre los
conceptos de las realidades no físicas y sobre el lugar que ocupamos en el
universo. Estos relatos de exploraciones no físicas en las dimensiones interiores
del universo representan algo más que una reconfortante evidencia de nuestra
inmortalidad. Millones de personas cobran consciencia de que las respuestas a
los misterios de nuestra existencia están a nuestro alcance. Surge una pregunta
importante: si algunos de nosotros podemos experimentar y explorar los reinos
no físicos de universo, ¿por qué no podemos hacerlo todos? Comprender esto es
un paso fundamental en el desarrollo de la raza humana. Este proceso de cambio
es inevitable, debido a que en algún momento todos abandonaremos nuestros
vehículos biológicos y penetraremos en las dimensiones no físicas del universo.
Lo importante de estas exploraciones no físicas hacia el interior del universo
no son los propios relatos, sino el hecho de comprender que tales exploraciones
son posibles y asequibles para todos nosotros.
A medida que la consciencia siga evolucionando,
más personas llegarán a dar nuevas y osadas explicaciones de la naturaleza de
la realidad y del propósito de nuestra existencia. Incontables personas con
distintos estilos de vida influirán en nuestra evolución: escritores, músicos,
inventores, sanadores, productores y directores de cine. A menudo no tendrán
consciencia del impacto que tienen en la sociedad. Sus ideas e imágenes salen
al mundo como rizos en la superficie de un estanque, creando un ligero
movimiento de ideas y de consciencia para millones de personas. Por ejemplo, a
primera vista, las películas E. T, Cocoon y Ghost parecen despreocupadas
aventuras fantásticas; sin embargo, casi dos mil millones de personas las han
visto y han entrado en contacto con un nuevo punto de vista sobre áreas de la
vida desconocidas y sin explorar por la ciencia moderna. Muchos de ellos
sustituyeron su temor a lo desconocido por una sensación de asombro y
expectación positiva. Las ideas comunicadas por estas y otras cintas han
influido en el inconsciente colectivo de toda nuestra especie. Sus imágenes
positivas y estimulantes redujeron ligeramente nuestro temor a lo desconocido,
tanto consciente como inconsciente.
En el siglo XXI, nuevas formas de entretenimiento
y creación de imágenes nos conducirán al interior de los niveles no físicos del
universo. Esta será una evolución gradual desde las películas tradicionales
hasta aventuras cada vez más interactivas que incluyan tecnología de realidad
virtual. En el siglo XXI, la programación de realidad virtual se convertirá en
un popular trampolín para exploraciones extracorporales controladas hacia el
interior del universo. A medida que avancemos, se hará evidente que la
evolución de la tecnología y de la consciencia humana se relacionan en modos
mucho más complejos de lo que nuestra actual comprensión puede abarcar. Llegará
un momento en que cada uno de nosotros evolucione más allá de la crisálida de
la materia y explore el interior de las dimensiones no físicas del universo.
LA EVOLUCIÓN FUTURA
En los recientes años de mis exploraciones no
físicas, he llegado a comprender que cuanto más experimentamos y más nos
familiarizamos con las dimensiones no físicas del universo, más amplias son
nuestras opciones después de nuestra muerte física. Las opciones no físicas
(espirituales) que tenemos aumentan en forma exponencial con nuestra capacidad
para explorar el origen de toda la energía y la vida. Esto es más importante que
todo lo que yo pueda expresar. La inmensa mayoría de las personas muere
ignorando totalmente su existencia espiritual. Aunque muchos tienen firmes
creencias religiosas, carecen de un conocimiento práctico de su identidad
espiritual y de que su existencia continúa después de la muerte. En el momento
de morir, transfieren su consciencia del cuerpo físico a su forma no física de
frecuencia superior e inmediatamente se encuentran con sus seres queridos y
amigos fallecidos. Evidentemente les encanta descubrir que siguen existiendo y
les regocija reunirse con sus seres queridos. En los siguientes días y semanas
se integran a una nueva realidad vibratoria y comienzan a adaptarse y a
ajustarse a sus respectivos grupos sociales. Esta sensación colectiva de integración
reúne y mantiene unidos a millones de personas en espléndidos entornos no
físicos de consenso.
Los distintos grupos de personas tienen diferentes
conceptos del Cielo. Por ejemplo, la perspectiva islámica es diferente del
punto de vista cristiano. Recuerde que los entornos no físicos responden a los
pensamientos; cada religión y grupo social importante ha creado su propio
concepto de Cielo, de acuerdo con las convicciones y creencias del grupo.
Muchos de estos entornos energéticos son muy antiguos y están muy bien
establecidos por la consciencia colectiva de sus integrantes. En forma muy
parecida al mundo físico, a casi todas las personas les complace adaptarse a la
realidad de consenso habitada por sus amigos y seres queridos. ¿Por qué no
habría de ser así? Es increíblemente agradable cuando se compara con la
materia. Existen magníficos paisajes por descubrir y explorar. Se pueden
apreciar los paisajes y entornos más atractivos de la Tierra, además de muchos
otros. Todos los árboles y prados reflejan un vibrante espectro de color que
está más allá de nuestra imaginación. Todo —las plantas, los animales, la vida
misma— está hecho de luz. Una matriz de energía que responde a los pensamientos
manifiesta todo lo que piensan sus habitantes. Es obvio que sus habitantes
piensen que esta es la realidad final: el Cielo.
Debido a que se supone que estos magníficos
entornos no físicos son el Cielo, y a que se comparan con la existencia física,
estos entornos de consenso son el Cielo —en ellos no hay muerte, enfermedad,
deterioro, crimen ni cosas semejantes. Sólo hay un problema: la inmensa mayoría
de sus habitantes no físicos, miles de millones de ellos, no saben que existen
otras dimensiones energéticas, todavía más esplendorosas, más allá de los
límites de su percepción no física. Estas espectaculares dimensiones
energéticas están formadas por interminables frecuencias de luz y energía pura,
cada una más radiante que la anterior, una progresión de luz viva que existe
mucho más allá de nuestros frágiles conceptos de forma y solidez y que continúa
hasta el corazón mismo del universo multidimensional.
Esta información es importante porque el primer
paso para ampliar nuestra consciencia es reconocer los diversos límites que nos
fijamos, tanto físicos como espirituales. Este conocimiento destaca la
necesidad de que todos ampliemos nuestra percepción y nuestra experiencia más
allá de los límites densos que nos rodean. Una vez que desarrollemos la
capacidad de explorar más allá de los límites de nuestros cuerpos, podremos aplicar
esa misma capacidad en nuestra existencia futura, en nuestro hogar no físico.
El desarrollo de nuestra capacidad para explorar
más allá del cuerpo tiene profundas implicaciones para todos nosotros. Nuestra
capacidad de experimentar los diversos niveles de frecuencia no físicos depende
de nuestra capacidad personal para trascender nuestros límites energéticos
actuales. En efecto, una vez que aprendemos a trascender nuestros límites
físicos, podremos usar la misma capacidad después de la muerte para experimentar
regiones todavía más grandes del universo.
En la actualidad, hay personas que pueden aumentar
su frecuencia vibratoria personal y explorar diversas dimensiones del universo.
Estas personas singulares no se limitan a una sola dimensión o entorno. La
capacidad para explorar más allá de nuestros límites físicos actuales es un
elemento esencial para que evolucionemos y pasemos de ser criaturas inmersas en
lo físico a seres espirituales sin límites. Sólo cuando lleguemos a trascender
nuestros límites densos tendremos la esperanza de expresarnos por todo el
universo multidimensional. Nuestro destino es evolucionar a un punto donde
todos tengamos la capacidad de ampliar nuestra consciencia y crecer, a todo lo
largo y lo ancho del universo.
Todos somos seres interdimensionales, aunque en la
actualidad centremos nuestra atención en una sola dimensión de materia-energía.
Las experiencias extracorporales y cercanas a la muerte, los sueños, los
estados alterados de consciencia e incluso la muerte misma son evidencias de
nuestra naturaleza multidimensional. Reconocer en forma consciente y
experimentar en forma personal nuestra naturaleza no física es un paso
importante en nuestra evolución personal. En algún momento, todos
evolucionaremos a un punto donde podamos experimentar y explorar de manera
consciente el universo. Esto ocurrirá cuando nuestra especie se desarrolle y
reconozca que nosotros y el universo somos iguales: multidimensionales.
Tras veinte años de exploración extracorporal,
estoy seguro de que evolucionamos a través de la materia. Utilizamos las formas
de vida biológica como instrumentos de expresión. Nuestros cuerpos físicos son
las herramientas que usamos para experimentar y crecer. Cada nacimiento
(exploración) en la materia nos hace avanzar y aumenta nuestra experiencia.
Cada forma de vida física usa y controla un vehículo biológico temporal para su
evolución.
Igual que la proverbial mariposa, cada organismo
viviente desecha su vehículo biológico temporal para continuar su viaje por los
refinados niveles de energía del universo multidimensional.
La evolución es mucho más de lo que podemos
contemplar con los ojos. Es el movimiento y el cambio de la consciencia de las
formas de vida biológicas más simples a formas de vida no físicas cada vez más
complejas y organizadas. Cada forma de vida prosigue su viaje evolutivo dentro
del universo multidimensional. Cada una crece y cambia, aprende y se adapta con
lentitud a sus nuevos desafíos y aventuras, a sus nuevas formas de expresión.
Para comprender verdaderamente la evolución, debemos explorar y observar la
subestructura del universo: las estructuras y los sistemas energéticos no
moleculares que provocan los cambios físicos que percibimos a nuestro
alrededor.
EL SUEÑO DE EINSTEIN
El sueño de Einstein y de cualquier otro físico ha
sido comprender y explicar la estructura del universo. Durante muchas décadas,
los físicos han esperado descubrir una teoría única que explique y reúna todos
los conceptos de energía, espacio y tiempo. Esta teoría unificada se conoce
como la gran unificación.
Ahora, casi todos los físicos creen que ocurren
reacciones energéticas no descubiertas y que están más allá de nuestra visión
tecnológica actual. Cuando la ciencia moderna exploró el núcleo de la materia,
realizó un increíble descubrimiento: las partículas físicas elementales no
poseen atributos o propiedades materiales inherentes. Los principales bloques
de construcción de la materia se perciben cada vez más como frecuencias. Este
descubrimiento tiene implicaciones de gran trascendencia.
Cuando reconocemos que las partículas físicas
tienen naturaleza de frecuencias, los conceptos de varias dimensiones
energéticas no resultan tan lejanos como parecían al principio. Por ejemplo, el
clásico experimento de Newton con un prisma mostró que la luz visible contiene
diferentes frecuencias que aparecen como colores. Las diversas frecuencias de
luz existen juntas dentro del mismo espacio-tiempo que observamos, sin embargo,
cada frecuencia de la luz existe totalmente separada de las demás.
El espectro de ondas electromagnéticas incluye una
increíble variedad de radiación, desde los rayos gamma hasta las ondas de radio
de onda larga. Debido a que coexisten diferentes frecuencias de energía dentro
del mismo espacio-tiempo que ocupamos, ¿por qué no podrían coexistir entornos
energéticos completos (e incluso mundos) dentro de nuestro universo físico
visible? Los físicos de todo el mundo se toman muy en serio esta pregunta. En
la actualidad, los físicos están convencidos de que algo de tamaño sustancial
existe más allá de nuestra visión tecnológica. Se considera que esa energía
invisible e inexplorada es la clave para comprender la estructura de la materia
y del universo.
Confío en que pueda hacerse realidad el último
sueño de Einstein: la gran unificación, al desarrollarse nuevos métodos para
verificar y explorar la realidad del universo multidimensional. El
reconocimiento científico del universo multidimensional y de la continuidad de
consciencia son los elementos importantes que faltan para que comprendamos la
naturaleza y la estructura de la energía del universo. La gran unificación será
una realidad si los físicos modernos están dispuestos a reorientar su atención
desde las partículas elementales a las funciones de ondas no físicas. Esto no es
un sueño, sino una realidad, que espera pacientemente que nuestras percepciones
científicas evolucionen más allá de su obsesión actual por las partículas
físicas.
LA NUEVA FRONTERA DE LA CIENCIA
En el siglo XXI, la ciencia reconocerá que las
respuestas a los elusivos misterios físicos de nuestra existencia —la
cosmología del universo, la naturaleza y la estructura invisible de la materia,
la evolución de nuestras especies e incluso la existencia de la vida después de
la muerte— sólo podrán encontrarse al explorar la subestructura invisible del
universo. Cuando lo reconozca, la ciencia dará un paso evolutivo importante, y
esto representará un punto determinante en la evolución humana. Con lentitud
avanzaremos de ser una especie biológica que se concentra en lo externo a una
especie con cada vez más dimensiones. Este proceso de cambio ya ha comenzado.
Los astrofísicos, los físicos cuánticos y quienes analizan las partículas
conducen hoy extensos experimentos que se basan en el concepto de un universo
multidimensional. Esta tendencia continuará durante todo el siglo XXI.
Una vez que comencemos a explorar el interior del
universo, surgirá una nueva era en la investigación y en los descubrimientos
científicos. La ciencia moderna ampliará sus observaciones actuales de la
materia y la realidad mucho más allá de todos los conceptos actuales. La
ciencia comenzará a explorar el origen invisible de la energía y de la materia
física.
A medida que evolucionemos, comenzaremos a definir
el universo invisible del mismo modo en que los astrónomos trazan hoy el
universo visible. La exploración del interior del universo es una tarea
monumental que nos llevará mucho más allá de nuestros conceptos intelectuales
actuales de tiempo, espacio y energía. La exploración de las dimensiones
invisibles es una tarea que todos terminaremos por efectuar, porque es nuestro
derecho de nacimiento y nuestro destino explorar más allá de nuestros vehículos
biológicos primitivos y experimentar el esplendor de nuestro verdadero hogar,
el universo multidimensional.
Capítulo 4. Cualidades trasformadoras
El conocimiento es el antídoto del temor. RALPH WALDO EMERSON
Los beneficios de la exploración extracorporal
trascienden los límites de nuestros sentidos físicos y de nuestro intelecto.
Tras una experiencia fuera del cuerpo, muchas personas experimentan un
despertar de su identidad espiritual, una transformación del concepto de sí
mismos. Se ven a sí mismos como algo más que materia, más conscientes y más
vivos y expresan una profunda sabiduría interior basada en su experiencia
espiritual.
Muchos dicen sentirse conectados a algo más grande
que ellos, enlazados al origen mismo de la vida. Describen un poderoso
sentimiento de haber atravesado una densa barrera de ignorancia, temor y
limitación.
En mis talleres, a menudo escucho informes de un
aumento del conocimiento y de una conexión interna con el espíritu. Muchos
describen una notable expansión de su capacidad de percepción, una nueva
capacidad que se extiende mucho más allá de sus límites físicos; una abrumadora
sensación de conocimiento basada en la experiencia personal directa. Tal vez el
beneficio más importante de las experiencias extracorporales es que reconocemos
nuestra capacidad para descubrir cosas por nosotros mismos.
Cuando me preguntan “¿por qué hace exploración
extracorporal?”, mi respuesta es simple: quiero conocer las respuestas por mí
mismo. Me desalientan las creencias, sobre todo porque son el producto más
abundante que existe en la actualidad. Toda sociedad, toda cultura desborda de
creencias. Cada una con su versión de la verdad, pero que no son sino un
conjunto de firmes convicciones establecidas por el hombre. Estas creencias
cambian con el tiempo, evolucionan y se debilitan, mientras que la verdad de
nuestra existencia sigue igual, oculta bajo una montaña cada vez más grande de
doctrinas, dogmas, suposiciones y conclusiones.
Pienso que el propósito de la vida es la
experiencia. Debemos experimentar y explorar por nosotros mismos. Debemos
descubrir y saber o bien ser esclavos de las opiniones de los demás. A medida
que se acerca el siglo XXI, llega el momento de reconocer nuestro verdadero
potencial y de explorar más allá de las creencias y de las convicciones. Ha
llegado el momento de descubrir y ver la verdad por nosotros mismos.
Hoy tenemos esta oportunidad. Las experiencias
fuera del cuerpo controladas abren la puerta a una increíble nueva frontera del
descubrimiento humano. Nos permiten explorar más allá de los estrechos límites
de nuestros sentidos físicos y descubrir las respuestas a los más antiguos
misterios de nuestra existencia.
CUALIDADES TRANSFORMADORAS DE LAS EXPERIENCIAS
EXTRACORPORALES
Según investigaciones y estudios realizados por
numerosos médicos —entre ellos Raymond Moody, Melvin Morse, Ken Ring, Bruce
Greyson y Stuart Twemlow— las cualidades transformadoras de las experiencias
extracorporales son infinitas. Cada año, nuevos estudios señalan beneficios
psicológicos y físicos adicionales. A continuación resumo los numerosos
beneficios de los que se tiene noticia, procedentes de estudios realizados en
todo el mundo durante los últimos veinte años.
1. Mayor consciencia de la realidad.De acuerdo con un estudio efectuado por los
doctores Stuart Twemlow, Glen Cabbard y Fowler Jones, y presentado en la
reunión de 1980 de la American Psychiatric Association, el 86 por ciento de los
339 individuos que tuvieron experiencias extracorporales informó de una mayor
consciencia de la realidad. En la misma encuesta, el 78 por ciento opinó que el
beneficio era duradero.
2. Comprobación personal de nuestra inmortalidad.Sin duda, las experiencias extracorporales ofrecen
una evidencia directa y comprobable de nuestra capacidad para existir en forma
independiente de nuestros cuerpos físicos. Este es un suceso importante que
altera el modo de vida de millones de personas cada año.
3. Desarrollo personal acelerado.El hecho de reconocer que somos algo más que seres
físicos abre niveles completamente nuevos de desarrollo personal. Tengo la
firme creencia de que las experiencias extracorporales controladas e iniciadas
por uno mismo aceleran el desarrollo personal. Una vez que entramos y
controlamos en forma consciente nuestro yo no físico, liberamos el saber
ilimitado de nuestro subconsciente y aprovechamos nuestra capacidad para
explorar el universo. Todo el potencial humano se amplía en forma significativa
más allá de los conceptos y de la comprensión actual.
4. Disminución del temor a la muerte.Cuando nosotros mismos experimentamos en forma
consciente separados de nuestros cuerpos físicos e independientes de ellos, se
reduce notablemente el temor a la muerte. El temor a la muerte es el temor a lo
desconocido. Una vez que se separa de su cuerpo, sabe con certeza que usted
continuará. Cuantas más experiencias extracorporales tenemos, menos temor y
ansiedad nos produce la muerte.
5. Mayor capacidad psíquica.La precognición, la telepatía, las premoniciones,
la profecía, la capacidad de observar el aura, y muchas otras capacidades
psíquicas a menudo aumentan con las experiencias extracorporales. Se desconoce
la razón de esto, pero muchos creen que es el resultado natural de captar mejor
nuestros sistemas energéticos internos.
6. Mayor necesidad de respuestas.Cuando se dan cuenta de que las respuestas están a
su disposición, muchas personas comienzan una búsqueda espiritual personal a
fin de resolver los misterios que ponderan desde la niñez.
7. Comprensión de la muerte.Las experiencias extracorporales ofrecen
evidencias de que el proceso de morir tal vez no sea una experiencia dolorosa
ni atemorizante sino, más bien, una maravillosa aventura espiritual.
8. Aceleración de la evolución humana.La verdadera evolución de nuestra especie no es el
cambio biológico que nos rodea, sino el incremento de la consciencia.
A medida que nuestro mundo se vuelve cada vez más
complejo, surge una necesidad interior de descubrir las razones invisibles que
están tras los rápidos cambios físicos que percibimos. Esta necesidad de
conocer las respuestas a los muchos misterios que nos rodean, llevará a nuestra
especie al siguiente nivel de evolución.
Si analizamos la evolución humana, observaremos
una transición desde las sociedades basadas en el trabajo físico (agricultura)
a las sociedades que cada vez se orientan más a las actividades intelectuales
(tecnología). Algún día nuestra especie estará preparada para el siguiente paso
importante en la evolución: reconocer y experimentar nuestro yo no físico y
explorar las dimensiones no físicas.
9. Curación espontánea.Existen numerosos informes de personas que se
curan a sí mismas y a los demás cuando están fuera del cuerpo. A menudo esta
curación se inicia mediante un pensamiento dirigido a un área específica del
cuerpo.
10. Concepto más amplio del yo.En lugar de considerarnos como seres físicos que
poseen almas, muchos se reconocen a sí mismos como almas (consciencias) en
posesión temporal de cuerpos biológicos.
11. Mayor espiritualidad.De acuerdo con el estudio ya mencionado que
realizó el Dr. Stuart Twemlow, el 55por ciento de los participantes
consideraron sus experiencias extracorporales como una experiencia espiritual.
Muchas personas hablan de una conexión más profunda con su esencia espiritual,
de explicaciones profundas de su naturaleza espiritual, o de una sensación
definida de estar enlazados con algo mucho más grande que ellos mismos. Ya sea
que lo llamemos el espíritu de la mente universal o Dios, los informes
coinciden en esta poderosa conexión interna.
12. Se reconocen y se experimentan influencias de
vidas anteriores.La obra de Brian Weiss y otros médicos e
hipnoterapeutas respetados ha proporcionado evidencias convincentes de que la
influencia de las vidas anteriores es un elemento importante de nuestra
estructura psicológica actual. Con las experiencias extracorporales es posible
penetrar y explorar estos recuerdos subconscientes en forma eficaz.
13. Cambios psicológicos más rápidos.Las experiencias extracorporales nos ayudan a
liberarnos de las rutinas y de los hábitos mentales anteriores. En muchas
ocasiones, los participantes cuentan que la impresión de sentirse
independientes de sus cuerpos físicos les da una perspectiva más clara de su
existencia actual. Esta visión más amplia de sí mismos ha servido para
despertar nuevos niveles de desarrollo y comprensión.
14. Obtención de respuestas personales.Cada uno de nosotros tiene preguntas relacionadas
con su existencia. ¿Qué soy? ¿Cuál es mi propósito? ¿Voy a continuar? ¿Qué
significa la vida? Estas preguntas y muchas más sólo pueden ser contestadas por
la experiencia personal. La exploración extracorporal nos da un poderoso método
para que todos obtengamos las respuestas que buscamos. ¿Por qué aceptar las
creencias de otros cuando la información de primera mano está a nuestra
disposición?
15. Encuentro con un ser de luz, un ángel u otro
residente no físico.Muchas personas informan de encuentros cara a cara
con alguna forma de habitante no físico. Del grupo del estudio de Twemlow el 37
por ciento de los participantes captaron la presencia de un ser no físico,
mientras que el 30 por ciento informó de la presencia de guías o protectores.
16. Mayor respeto por la vida.Parece surgir una marcada aversión a la violencia
y al asesinato. Por ejemplo, la idea de cazar o matar un animal se vuelve
repugnante. Creo que este cambio se debe al conocimiento que obtenemos en
relación con nuestra interconectividad espiritual.
17. Mayor respeto y responsabilidad hacia sí
mismo, así como mayor confianza interna.Muchas personas reconocen por primera vez que son
el centro creativo de su existencia física. A menudo experimentan el vasto
potencial y la fuerza de su yo interior no físico y liberan su esencia
creativa. Muchos refieren que comprenden más que nunca que son completamente
responsables de todas sus acciones, tanto en las ideas como en las obras.
18. Menor hostilidad, violencia y crimen.Quienes se perciben a sí mismos como algo más que
simples cuerpos comprenden que robando o dañando a otra persona se destruyen a
sí mismos. Debido a que reconocen que continúan después de la muerte,
comprenden que también prosigue su responsabilidad personal.
19. Mayor conocimiento y sabiduría.Sólo la experiencia crea la sabiduría, y las
experiencias extracorporales tienen la capacidad de ofrecer conocimiento y
sabiduría mucho más allá de los límites de nuestras percepciones físicas.
20. Profunda sensación de conocimiento en lugar de
simple creencia.El conocimiento personal es poderoso y cambia
nuestras vidas, sobre todo cuando se compara con las creencias. Las
experiencias extracorporales proporcionan un conocimiento directo y comprobable
de nuestra inmortalidad y de nuestra identidad espiritual. Este conocimiento no
puede explicarse; debe experimentarse.
21. Calma interior.Al saber que somos inmortales, en lugar de esperar
serlo, surge una gran sensación de paz.
22. Mayor gusto por vivir.La emoción relacionada con la exploración
extracorporal es un poco difícil de describir: es un regocijo que llega a lo
más profundo de nuestro ser. Cuando nos separamos de nuestro cuerpo físico y
exploramos activamente lo que los rodea, comprendemos que somos mucho más
grandes que nuestra personalidad física. La vida misma se convierte en una
aventura, un emocionante viaje de descubrimiento. La emoción interior que
sentimos es inconfundible.
23. Mayor inteligencia y más memoria; imaginación
más activa.Muchos informan que sus experiencias
extracorporales han mejorado de algún modo su consciencia y su inteligencia.
Algunos creen que las experiencias extracorporales estimulan áreas del cerebro
que no se aprovechan durante la vida física normal. Desde un punto de vista
biológico, podría ser una estimulación del lóbulo temporal derecho o de la
glándula pineal. Se desconocen los fundamentos médicos del resultado expresado,
pero de acuerdo con las extensas investigaciones efectuadas por el
neurocirujano canadiense Wilder Penfield, cuando se estimula el lóbulo temporal
derecho mediante una tenue descarga eléctrica, los pacientes mencionan una y
otra vez experiencias extracorporales. Además, existen evidencias sustanciales
de que el lóbulo temporal derecho se activa misteriosamente durante las
experiencias de muerte y cercanas a la muerte. También existen investigaciones
que apoyan la existencia de una conexión entre el cerebro biológico y nuestro
sistema energético no físico. Si así fuera, existirían interacciones eléctricas
y químicas que todavía desconocemos. Todo este tema requiere de investigaciones
adicionales.
24. Sensación de aventura.Cada momento del día y de la noche es una
oportunidad para experimentar una nueva aventura. El autor Tom Robbins lo
define muy bien al decir que “nuestra mayor aventura humana es la evolución de
la consciencia. Estamos en esta vida para desarrollar el alma y aclarar el
cerebro”.
Las cualidades transformadoras de las experiencias
extracorporales son una realidad que todos podemos experimentar. Sólo
necesitamos una mente abierta y una guía adecuada para liberar nuestro
ilimitado potencial personal. Ya tenemos la capacidad para explorar las áreas
invisibles del universo, pero depende de nosotros pasar de observadores
curiosos a exploradores activos.
Creo que este paso es un punto crucial en nuestras
vidas y en nuestra evolución personal. La exploración más allá de los límites
de nuestros cuerpos físicos puede ser un modo eficaz de obtener las respuestas
y las explicaciones que tanto buscamos. Este viaje de la consciencia desde lo
físico a lo no físico es una realidad que no podemos evitar; sólo debemos
decidir cuándo comenzar.
LOS DISCAPACITADOS FÍSICOS
La exploración extracorporal ofrece inmensos
beneficios para los millones de personas discapacitadas que hay en todo el
mundo. A quienes soportan una vida de limitación física, la exploración
extracorporal les ofrece un increíble renacimiento de la esperanza, la alegría
y la percepción: una oportunidad de sentirse temporalmente libres de su dolor
físico, de su enfermedad o su discapacidad.
Imaginemos una niña lisiada que nunca podrá
caminar pero puede moverse sin esfuerzo más allá de los confines de su cuerpo
físico o al ciego que nunca verá su rostro pero puede percibir más allá de los
límites de la vista física. El potencial es extraordinario.
Los beneficios de la exploración extracorporal
trascienden nuestra comprensión médica y científica actual. La profesión médica
se concentra principalmente en los aspectos físicos de las enfermedades y las
discapacidades. Debido a este énfasis en lo físico, no existe en nuestra
sociedad salida alguna para nuestros discapacitados, fuera del ámbito físico.
Nuestra capacidad natural para trascender nuestros
cuerpos físicos nos permite alejarnos temporalmente de cualquier limitación
física que experimentemos. Con la guía, la preparación y las técnicas
adecuadas, casi todos podemos experimentar la exploración extracorporal y
sentir la increíble alegría de una libertad sin límites.
Para comprender y apreciar la sorprendente
realidad de esta singular forma de exploración, es necesario experimentarla. El
razonamiento y el análisis intelectual no nos proporcionan esa percepción:
nosotros mismos debemos experimentar su verdad. Confío en que llegaremos a
abrir nuestros corazones y nuestras mentes a este nuevo potencial de
crecimiento y desarrollo. Sólo podemos perder una cosa: la ignorancia.
Cuando prueban la exploración extracorporal, los
discapacitados tienen una ventaja importante sobre la población en general. Su
ardiente deseo de escapar a sus limitaciones físicas a menudo representa un
poderoso incentivo para el cambio, pues el deseo y la motivación son los
aspectos más importantes de la exploración extracorporal.
El siguiente es un informe de una experiencia
extracorporal realizada por un hombre que durante los últimos veinte años ha
estado paralizado de la cintura para abajo.
Sentado en mi silla de ruedas, leí un informe
acerca de las experiencias extracorporales. Tengo sesenta y tres años, mi vida
es tradicional y dudo seriamente de que esto sea verdad. Suena demasiado
extraño para ser cierto. En el libro había un ejercicio de visualización que
parecía muy sencillo. Decidí probarlo. Comencé a formar en mi mente la casa de
mi hija. Imaginé que estaba en su casa y que abría la puerta principal. Caminé
mentalmente hacia el salón y comencé a dibujar los muebles, la alfombra, las
ventanas, los cuadros e incluso las plantas. Me sorprendió lo fácil y divertido
que resultó hacerlo. Decidí caminar hasta la mesa y traté de sentirla. Me senté
en una silla e intenté sentir la textura de la tapicería. Lo siguiente que
recuerdo es un sueño en el que volaba sobre una hermosa pradera. Después sentí
que me recorría una extraña vibración. El ruido se hizo más fuerte hasta que
comprendí que estaba flotando encima de mi silla de ruedas. Al principio me
sorprendí, pero me sentía completamente despierto y consciente. La sensación de
flotar era maravillosa. Pensé en acercarme a la puerta y al instante floté
hacia allá. Me inundó una sensación de alegría mientras atravesaba la puerta y
rodeaba mi casa. Parecía poder ir donde yo quisiera. Reuniendo todo mi valor,
decidí hacer el intento de volar. Mientras lo pensaba mi cuerpo giró en el
aire. Extendí los brazos y me imaginé volando como un pájaro. Al instante
flotaba como un águila en el cielo. Volé sobre mi vecindario y vi las casas
debajo de mí. Por primera vez en mi vida sentí lo que era la libertad. Pensé en
mi cuerpo físico y de repente estaba de vuelta en mi silla de ruedas. Mi
corazón late con emoción mientras escribo esto. El regocijo de esta experiencia
está más allá de las palabras. Sólo quisiera haber aprendido a hacer esto
veinte años antes.
BENEFICIOS DE LA EXPLORACIÓN EXTRACORPORAL
Descubrir y conocer las respuestas a los misterios
más antiguos de la humanidad: ¿seguimos después de la muerte? ¿Qué significa la
vida?
Contestar las preguntas básicas de su existencia:
¿qué soy? ¿Por qué estoy aquí? ¿Cuál es mi propósito?
Resolver el misterio del destino final: ¿dónde voy
al morir? ¿Existe el Cielo? ¿Cómo es?
Observar ysolucionar los problemas físicos
actuales desde una “perspectiva más amplia”.
Obtener una mayor comprensión de los desafíos y
las lecciones de la experiencia cotidiana.
Observar y comprender el poder increíble e
invisible de la energía del pensamiento.
Salir del laberinto de las creencias y descubrir
usted mismo la verdad.
Acelerar su evolución personal más allá de los
límites densos de la materia.
Afrontar y eliminar sus temores personales.
Comprender con mayor claridad su vida, sus
relaciones y su mundo.
Observar y sentir la magnífica belleza de nuestro
universo multidimensional.
Comprender su potencial personal y su fuerza
ilimitada.
Reconocer y comprender las razones invisibles de
los sucesos pasados y actuales de su vida.
Disfrutar de una absoluta libertad de movimiento,
sin ningún límite.
Comprender mejor las religiones modernas.
Descubrir y experimentar una comprobación absoluta
y directa de su inmortalidad personal.
Observar y comprender las sutiles corrientes de
energía que moldean su vida y su mundo.
Recibir el conocimiento de la sabiduría que sólo
llega con la experiencia.
Reconocer y liberarse de opiniones, conclusiones y
sistemas de creencias imprecisos.
Tener una visión más clara del plan universal.
Observar y comprender el proceso natural del
nacimiento y de la muerte.
Ver, experimentar y explorar el “Cielo” bíblico.
ALEGRÍAS DE LA EXPLORACIÓN EXTRACORPORAL
La emoción de una nueva aventura.
La absoluta alegría de comprobar su inmortalidad.
El regocijo de experiencias y exploraciones más
allá que lo ordinario.
La arrolladora sensación de los logros personales.
La alegría pura de explorar un territorio sin
analizar y sin descubrir.
La emoción de ser un pionero en un campo nuevo de
exploración.
El gozo de descubrir la verdad de su existencia
más allá de todas las creencias y suposiciones.
La intensa satisfacción personal de conocer
directamente el propósito y el significado de su existencia.
Sensaciones de conocimiento indescriptibles, en
lugar de esperanzas.
La alegría de descubrir nuevos niveles de
crecimiento y desarrollo personal.
La intensa sensación de una evolución personal
acelerada.
La inmensa alegría interior de resolver misterios
ancestrales y descubrir usted mismo las respuestas.
Le esperan estos beneficios y muchos otros; sin
embargo, depende de usted explorar y experimentar la realidad de todo esto. La
exploración fuera del cuerpo le ofrece la oportunidad de saber y de ver, en
lugar de esperar y confiar. Esta oportunidad es suya. Ahora.
Capítulo 5. Cómo desarrollar su capacidad natural
Siéntase como un niño pequeño y prepárese para
abandonar toda idea preconcebida, avance con humildad hacia cualquier abismo de
cualquier tipo al cual lo conduzca la naturaleza, de lo contrario no aprenderá
nada. T.H. HUXLEY
En todo momento mantenga su mente abierta al
cambio. Acéptelo. Provóquelo. Sólo avanzará después de examinar y volver a
examinar sus opiniones y sus ideas. DALE
CARNEGIE
REVALORAR NUESTROS CONCEPTOS SOBRE LA REALIDAD
Varias cuestiones psicológicas influyen en nuestra
capacidad para lograr una experiencia extracorporal. Nuestro concepto del yo
tiene una gran influencia en los resultados obtenidos. Es muy común que los
límites, los temores y las creencias personales inhiban nuestra capacidad para
experimentar y disfrutar todo nuestro potencial. Y esto se aprecia con claridad
cuando nos embarcamos en una nueva forma de exploración.
La autoevaluación de la tabla siguiente repasa brevemente
los temas y las cuestiones que influyen en su capacidad para lograr una
experiencia extracorporal. Sus respuestas mostrarán sus creencias, sus
suposiciones y sus conclusiones personales relacionadas con esta singular forma
de exploración.
Examine en la forma más objetiva posible sus
respuestas intelectuales y emocionales a cada pregunta. Si descubre una zona en
la que hay una limitación o un conflicto potencial, dedique un tiempo a
analizarlo en profundidad; busque la razón implícita de sus creencias actuales.
Reevaluar nuestras creencias es uno de los
aspectos más importantes de la preparación para los viajes fuera del cuerpo.
Los temores, los límites y los conceptos erróneos son los obstáculos más
comunes a los que nos enfrentamos en la exploración extracorporal. El
reconocimiento de nuestros límites y de nuestros temores es un paso importante
para reducir o eliminar cualquier posible bloqueo. Dedique a este cuestionario
todo el tiempo que sea necesario y amplíe cualquier tema que considere relevante.
Le recomiendo que escriba sus respuestas, con el mayor detalle posible.
Autoevaluación
1. Concepto del yo
¿Qué cree que es usted? ¿Cómo se considera a sí
mismo? Describa con detalle su concepto del yo.
2. Puntos de vista personales
¿Cuáles son sus percepciones acerca de las
experiencias extracorporales? ¿Las considera una aventura?
3. Motivación
¿Es su motivación lograr respuestas? ¿Resolver un
misterio? ¿Curiosidad? ¿Algún tipo de verificación personal? Especifique.
4. Seguridad
¿Siente que las experiencias extracorporales están
exentas de riesgos? ¿Tiene alguna preocupación, por ejemplo, perderse o morir?
Especifique.
5. Capacidad o talento especial
¿Siente que se necesita algún tipo de capacidad o
talento especial para tener una experiencia extracorporal?
6. Importancia
¿Cree que esta exploración es importante para su
desarrollo personal? En una escala del 1 al 10, ¿qué importante es?
7. Deseo
¿Posee el deseo y el empuje para llegar
hasta el final? ¿Qué beneficios o qué información busca con esta experiencia?
¿Cómo de fuerte es su deseo?
8. Compromiso
¿Está dispuesto a dedicar el tiempo y el esfuerzo
necesarios para alcanzar su propósito? ¿Está dispuesto a invertir treinta
minutos al día durante un mes?
9. Temores
¿Siente ansiedad o temor acerca de este tipo de
exploración? ¿Siente temor ante lo desconocido, la oscuridad o los nuevos
desafíos? ¿Son lógicos sus temores, o son el resultado de falta de información?
10. Creencias religiosas
¿Cómo encaja la exploración extracorporal en sus
creencias y conceptos religiosos? ¿Considera que ésta es una experiencia
espiritual?
11. Grado de dificultad
¿Considera que esta experiencia es natural y
fácil, o difícil de lograr? ¿Por qué siente esto?
12. Confianza
¿Siente confianza en alcanzar las metas que se
propone?
13. Expectativas
¿Espera resultados positivos? ¿Cuáles son sus
expectativas?
14. Problemas o límites personales
¿Es consciente de problemas personales que
pudieran limitar su capacidad para lograr una experiencia corporal? De ser así,
anótelos.
15. Propósitos
¿Se ha convertido esta exploración en un firme
propósito personal? ¿Lo ha puesto por escrito? ¿Es un propósito importante? ¿Es
una prioridad?
Muchos de los temas de esta autoevaluación no
requieren explicación, aunque tal vez sea necesario extenderse en algunos de
ellos.
Compromiso y metas
Para su éxito, es esencial que usted tenga una
actitud positiva hacia la exploración extracorporal y que se comprometa con
ella. Si persigue esta exploración con un interés débil, los resultados serán
un reflejo de su deseo. Por otra parte, si usted aporta pasión, determinación y
compromiso, el éxito estará prácticamente asegurado.
Es importante que la exploración extracorporal sea
una prioridad personal durante un tiempo. En mis talleres, recomiendo un
compromiso total durante un mínimo de treinta días. Indico a todos los
estudiantes que reserven el tiempo necesario para aplicar al menos una técnica
extracorporal al día. Durante treinta días, concentre toda la energía mental y
emocional que pueda reunir en la meta de lograr una experiencia extracorporal
consciente. A muchos, el hecho de escribir la meta todos los días les ayuda a
darle forma en su mente y a destacar su importancia. Por ejemplo, antes de
acostarse escriba veinte veces “tengo una experiencia extracorporal”, “tengo un
experiencia extracorporal totalmente consciente”, o “estoy fuera de mi cuerpo”.
Al convertir esta exploración en una prioridad
personal e incorporar metas escritas, amplía usted la intensidad de su
compromiso. De hecho, comienza una cadena de sucesos casi mística: su
compromiso y su deseo interior comienzan a moldear su mente subconsciente.
Recordará mejor sus sueños y éstos se volverán cada vez más lúcidos. Muchas
personas hablan de sueños relacionados con el movimiento, por ejemplo, volar.
Estos sueños son un indicio de que su mente subconsciente responde a su
compromiso de lograr una experiencia extracorporal. Estos sueños y las señales
internas asociadas con ellos son un trampolín eficaz para lograr una
experiencia completamente consciente.
Escriba sus metas y establezca un firme compromiso
de llegar hasta el final.
Metas escritas
En una clase que di hace poco, una mujer me
preguntó cuál era el suceso o la experiencia que más había influido en mi
capacidad para tener experiencias extracorporales. Después de pensarlo un poco,
comprendí que, más que cualquier otra cosa, mi decisión de hacer una lista
escrita de mis metas espirituales había tenido un efecto definitivo. Por
ejemplo, “me separo con facilidad de mi cuerpo físico” y “siento mi yo
superior”.
Aunque parezca extraño, el hecho de consignar mis
metas en un papel tuvo un poderoso efecto sobre los resultados que obtuve.
Durante todas mis experiencias extracorporales, mis metas personales parecían
destellar en mi mente en el momento correcto en que debía actuar. A medida que
avancé, mis metas evolucionaron. A menudo, después de volver de una aventura
extracorporal, escribía mis experiencias y entonces surgían nuevas metas y
nuevas preguntas. Es como si cada experiencia se moldeara a sí misma. El poder
de las metas escritas es evidente, pues concentran nuestras ideas, tanto
conscientes como subconscientes. Todas las cosas físicas y no físicas comienzan
como pensamientos, y cuanto más específicos sean estos, mayor es la
probabilidad de que se manifiesten.
Durante los primeros segundos de una experiencia
extracorporal, nuestros pensamientos tienen una importancia fundamental. Es muy
común que nuestro primer pensamiento concentrado nos lleve a un ambiente o a
una situación directamente relacionada con tal pensamiento.
Las metas escritas crean una fuerte señal en la
mente subconsciente y es más probable que nuestro estado de consciencia no
físico las ponga en práctica. Si se usan en forma adecuada, es posible
programar nuestras aventuras extracorporales hacia un propósito o una meta
específicos. No debe pasarse por alto la importancia de esto: es el primer paso
para un control consciente y eficaz del estado extracorporal. Por esta razón
son tan eficaces las afirmaciones y la visualización.
Temores y limitaciones
Los temores y las limitaciones ejercen un
sorprendente control sobre nuestras vidas. Las creencias, los límites y los
temores personales crean muros invisibles de ansiedad a nuestro alrededor.
Estos sentimientos de ansiedad se manifiestan como los límites que
experimentamos en nuestras vidas cotidianas.
El temor, la ansiedad y las limitaciones
resultantes son el principal obstáculo que debemos afrontar para lograr el
éxito. Cada día nos enfrentamos a decisiones y elecciones. Estas decisiones
determinan el curso de nuestras vidas y los resultados que conseguimos.
Si analiza las vidas de las personas que tienen
éxito, observará que comparten una cualidad. Todas ellas se enfrentan a sus
temores y a sus limitaciones y los superan a fin de alcanzar sus metas. Un buen
ejemplo son los actores, los músicos y los oradores introvertidos que dominan
su intenso pánico escénico; los pilotos que alguna vez temieron a las alturas e
incluso los niños que temían a la oscuridad.
Cada temor y cada ansiedad es un obstáculo que
debemos superar, una barrera que nos separa de las metas que buscamos. La vida
misma puede considerarse como una serie de desafíos y obstáculos que en algún
momento debemos enfrentar y superar. El modo en que reaccionamos ante cada
desafío determinará los logros que obtenemos durante nuestras vidas.
Los temores y los límites existentes en nuestra
vida física también afectan a nuestras exploraciones extracorporales. De hecho,
nuestros temores se manifiestan como paredes y barreras no físicas que limitan
nuestra libertad y nuestra movilidad.
Por ejemplo, durante el tercer año de mis
exploraciones extracorporales, sentí que un objeto grande y pesado me empujaba
hacia abajo después de la separación. Percibía que el objeto era un espejo
adornado con hojas doradas; era enorme y yo me sentía atrapado bajo su peso.
Comencé a empujarlo con todas mis fuerzas, intentando una y otra vez hacerlo a
un lado. Sentía una enorme desesperación a medida que el peso del espejo seguía
aplastándome. En cierto momento, concentré toda mi atención y toda mi energía
en mover el peso y grité “tengo la fuerza”. Al instante, sentí una descarga de
energía y levanté e hice a un lado el espejo.
En ese momento, me inundó una nueva y poderosa
sensación de libertad y de movilidad. Me sentía ligero como una pluma y capaz
de ir donde quisiera. Por primera vez en mi vida, sentí una libertad y un
control absolutos. Era capaz de moverme, percibir y comprender todo a una
velocidad increíble. Supe que había abierto la puerta a nuevos niveles de posibilidades
y de crecimiento personal.
Cada temor y cada límite que experimentamos es una
oportunidad para aprender y evolucionar. Reconocer esto nos ayuda a afrontar
cada nuevo desafío.
Creencias
Aunque parezca increíble, no necesita creer en las
experiencias extracorporales. Innumerables personas de todo el mundo informan
de experiencias extracorporales espontáneas. Muchas de estas personas no tenían
un conocimiento previo de los viajes extracorporales ni creían en ellos.
Cuando hace más de veinte años oí hablar por
primera vez de este extraño fenómeno, no creí que las experiencias
extracorporales existieran en realidad. Pensaba que lo que llamaban viaje
astral era un engaño singular, una experiencia inducida por las drogas o algún
tipo de sueño lúcido. Un poco por curiosidad, decidí investigar estos extraños
informes. No fue necesario creer. Más bien, la curiosidad fue mi mejor recurso
al investigar esta singular forma de exploración.
Condicionamiento y adoctrinamiento
Desde que nacemos, cada uno de nosotros recibe un
poderoso condicionamiento por parte de nuestra sociedad y nuestra cultura. Nos
han enseñado a aceptar que somos criaturas físicas: mamíferos con mente.
Este adoctrinamiento físico es, en gran parte, el
resultado de una conclusión no rebatida que se transmite de una generación a
otra: dado que nos sentimos y nos vemos como seres físicos, es natural que
pensemos que somos nuestros cuerpos. Con base en las percepciones físicas, esta
parece una conclusión racional. ¿Qué otra cosa podríamos ser?
A medida que crecemos, escuchamos una y otra vez
que somos criaturas físicas. La familia, los amigos, los medios de comunicación
y la sociedad en general refuerzan esta conclusión todos los días de nuestra
vida. Luego, nos enseñan algunos conceptos no físicos, generalmente creencias
religiosas. Recibimos estos conceptos no físicos en forma muy ambigua. Casi
todas las religiones nos enseñan que poseemos un alma o espíritu: una forma de
energía invisible e indescriptible. Nos indican que debemos creer en este concepto
misterioso sin preguntas, pero no nos dan nada como evidencia: ningún hecho,
ninguna lógica. Nos piden que tengamos fe, pero las respuestas están en las
manos de Dios. Los líderes religiosos quieren que aceptemos que no tenemos
elementos para obtener por nosotros mismos las respuestas a los misterios de
nuestra existencia y de la vida en general.
El resultado final es un adoctrinamiento masivo
por partida doble. Primero nos enseñan que somos mamíferos con mente; después
nos enseñan que somos criaturas de Dios sin capacidad para obtener respuesta
alguna por nosotros mismos.
El problema de estas conclusiones es que están
totalmente basadas en la limitada capacidad de nuestros sentidos físicos. Como
cualquier físico podría explicar, sólo vemos una pequeña fracción de la energía
que nos rodea. Si basamos todo nuestro concepto de la realidad en las
percepciones físicas, llegaremos a conclusiones incompletas, no sólo de
nosotros mismos, sino de todo lo que nos rodea. Un ejemplo clásico es la
antigua percepción de que la Tierra era el centro del universo. Durante miles
de años, para todos era evidente que el Sol giraba alrededor de la Tierra. En
épocas más recientes, nos enseñaron que el átomo estaba formado por pequeñas
partículas que giraban en armonía alrededor de un núcleo sólido y estable. En
la actualidad, según la mecánica cuántica, esta imagen limpia y ordenada de la
realidad subatómica es imprecisa e incompleta.
Una de las conclusiones que actualmente se enseñan
en las escuelas de todo el mundo es la suposición de que el cerebro biológico
es el origen de la consciencia. La ciencia médica concluyó hace mucho tiempo
que el cerebro es el origen obvio de la consciencia. ¿Qué otra cosa podría
serlo? Sin embargo, actualmente millones de experiencias cercanas a la muerte y
extracorporales ofrecen una clara evidencia de que nuestro estado de
consciencia continúa incluso cuando nos separamos de nuestro cuerpo físico. El
primer paso para liberarnos de un condicionamiento es reconocer su existencia.
De ahora en adelante, comience a poner atención a las numerosas suposiciones y
conclusiones que forman su vida. Por ejemplo, escuche todos los planteamientos
relacionados con usted y con lo que hay a su alrededor como elementos físicos:
mi cabello, tu piel, sus brazos, sus piernas. Esto tal vez parezca trivial,
pero todos los días escuchamos estas palabras muchas veces. Todas ellas
contribuyen a condicionarnos en este concepto del yo. En hipnosis esto se
denomina sugestión. Está comprobado que las sugestiones que se repiten todos
los días durante un cierto tiempo generan un condicionamiento muy eficaz en
nuestras mentes.
Cada año, millones de personas son condicionadas
mediante sugerencias hipnóticas a fin de alterar sus hábitos o sus patrones de
conducta diarios, a veces en tan sólo una o dos sesiones. Durante décadas, la
sugestión se ha empleado con éxito para dejar de fumar o modificar los hábitos
alimenticios. Si la mente humana puede condicionarse en una hora para cambiar
una costumbre de toda la vida, como fumar o comer en exceso, imagine lo
poderoso que puede ser el condicionamiento social.
De hecho, la referencia constante a nosotros como
criaturas físicas moldea la imagen que tenemos de nosotros mismos hasta que
llegamos a aceptar esa suposición como una realidad. Y más todavía cuando los
científicos y los médicos refuerzan una y otra vez la misma suposición. El
resultado es claro: aceptamos la imagen de que en realidad somos criaturas
físicas. Sin lugar a dudas, esta es la falsedad más grande que domina a nuestra
especie. El cuerpo físico es sólo un vehículo biológico temporal que utilizamos
para expresarnos en un ambiente denso. Esta es la razón principal de que los
millones de personas que han tenido experiencias cercanas a la muerte y
extracorporales hayan cambiado tanto con tales experiencias. Por primera vez,
descubren (no creen ni esperan) que son seres espirituales que habitan un
vehículo físico temporal. Es difícil comunicar sólo con palabras una idea tan
poderosa, que puede cambiar nuestra vida. Piense por un momento en que su
concepto del yo cambia en forma radical e instantánea para siempre. Muchas
personas no mencionan estas experiencias simplemente porque van mucho más allá
de los conceptos físicos actualmente aceptados.
Estoy convencido de que el propósito implícito de
las experiencias cercanas a la muerte o extracorporales es proporcionarnos una
visión de nuestra naturaleza espiritual.
Sólo experimentando nuestro yo no físico superamos
totalmente la restrictiva influencia de nuestro adoctrinamiento físico y social.
Sólo saliendo de nuestros límites densos y físicos podemos conocer la verdad de
nosotros mismos y de nuestro universo.
ANATOMÍA DE UNA EXPERIENCIA EXTRACORPORAL
A menudo, las experiencias extracorporales
presentan elementos únicos, pero al mismo tiempo hay varias etapas que son
comunes para todos. Las siguientes son las que se mencionan con más frecuencia.
1. Etapa vibratoria.En esta etapa, fluyen vibraciones energéticas por
todo el cuerpo. A menudo están acompañadas por zumbidos, murmullos o sonidos
atronadores y, en ocasiones, aturdimiento y catalepsia (incapacidad para
moverse). Es enorme la variación y la intensidad de las vibraciones que se
mencionan; van desde tenues y tranquilizadoras hasta muy intensas. Durante la
etapa vibratoria, la consciencia pasa a nuestro cuerpo energético no físico.
Las vibraciones y los sonidos (las señales internas) no son sucesos físicos,
como algunos creen, sino el reconocimiento consciente de nuestro cuerpo de
frecuencia superior al separarse (desfasarse) de nuestro cuerpo físico.
2. Etapa de separación.El cuerpo energético sutil se separa del cuerpo
físico, generalmente se percibe una sensación singular de elevarse, flotar o
desprenderse de lo físico. Después de completar la separación, disminuyen
inmediatamente las vibraciones y los sonidos.
3. Etapa de exploración.Una vez que nos alejamos del cuerpo físico y somos
conscientes independientemente de él, podemos comenzar a explorar el ambiente
no físico. A menudo, el cuerpo energético se experimenta como un duplicado del
cuerpo físico, pero con una frecuencia de energía superior. Debido a su
estructura sutil, el cuerpo energético es muy sensible a los pensamientos. Los
métodos de desplazamiento que podemos usar son ilimitados; podemos caminar,
correr, volar o flotar. Para explorar, debemos concentrar nuestra atención en
el ambiente y en el nuevo cuerpo energético que experimentamos.
4. Etapa de reingreso.El reingreso, la reintegración del cuerpo
energético sutil y el cuerpo físico, ocurre en forma automática con sólo pensar
en el cuerpo físico. A veces, la reintegración de los dos cuerpos está
acompañada por vibraciones temporales, aturdimiento y catalepsia. Estas
sensaciones desaparecen con rapidez, a medida que nos reunimos y nos
sincronizamos con nuestro cuerpo físico.
CUATRO PASOS HACIA EL ÉXITO
El primer paso para lograr una exitosa experiencia
extracorporal controlada por usted mismo, es mantener la tranquilidad mental y
emocional cuando comience a advertir cualquier movimiento o cambio en su
consciencia. Su capacidad de mantener la calma es fundamental para obtener y
conservar el control durante la experiencia extracorporal. Las sensaciones iniciales
resultan sorprendentes para los principiantes. Sobre todo, cuando no están
preparados para la experiencia. Muchas veces, las intensas sensaciones y
sonidos que pueden ocurrir antes y durante la separación provocan una fuerte
emoción. Algunas personas se emocionan o se sorprenden tanto con estas
sensaciones y estos sonidos internos, que piensan inmediatamente en su cuerpo
físico. Esto provoca un “reingreso” instantáneo. La clave es aceptar de buen
grado las vibraciones y los sonidos extraños, y mantenerse lo más tranquilo
posible.
El segundo paso es acostumbrarse a un control
automático. Cuando perciba sensaciones y sonidos asociados con la exploración
extracorporal, comience a estimularlos para que se extiendan por todo su ser.
Por ejemplo, si percibe un zumbido o una vibración singular, concéntrese para
que esa percepción se extienda. Concentre toda su atención en disfrutar la
nueva frecuencia vibratoria superior. Después, estimule mentalmente las
sensaciones vibratorias o los sonidos hasta sumergir todo su ser en ellos.
El tercer paso es alejarse de su cuerpo físico.
Esto se consigue con facilidad mediante un diálogo interno mental o verbal que
lo dirija y lo mantenga alejado de su cuerpo físico. Por ejemplo, diga “me
elevo flotando...” o “me siento cada vez más ligero...” o “voy al salón (al
patio, a la puerta o a cualquier lugar lejos de su cuerpo)”. Cualquier frase
que lo dirija y lo separe de su cuerpo físico servirá. Recuerde que no debe
pensar ni mencionar su cuerpo físico de ningún modo. Incluso los pensamientos
aleatorios dirigidos a su cuerpo físico pueden provocar un regreso abrupto.
El cuarto paso es mantener su atención
completamente alejada de su cuerpo físico. El modo más fácil que conseguirlo es
olvidar temporalmente su cuerpo e integrarse por completo al nuevo ambiente que
experimenta. El éxito y la duración de su experiencia extracorporal dependerán
absolutamente de su concentración. Los pensamientos y las sensaciones
relacionadas con su cuerpo físico lo devolverán a él inmediatamente.
Recuerde que somos seres no físicos, que habitamos
temporalmente un vehículo de carne y huesos. La capacidad de controlar nuestras
experiencias extracorporales es una parte natural de nuestro desarrollo
personal. Cada experiencia es una emocionante aventura de descubrimiento. De
hecho, exploramos y volvemos a descubrir nuestra identidad y nuestro verdadero
hogar.
RECONOCIMIENTO Y RESPUESTA AL ESTADO VIBRATORIO
Las vibraciones y los sonidos internos indican que
se acerca una experiencia no física. Estas vibraciones comienzan en la nuca y
se extienden con rapidez por todo el cuerpo. A menudo se percibe también una
especie de aturdimiento y un zumbido o murmullo.
De acuerdo con un amplio estudio extracorporal
efectuado en Estados Unidos por el Dr. Stuart Twemlow en 1979, el 55 por ciento
de los 339 participantes mencionó percibir una “sensación de energía”. Además,
el 50 por ciento declaró haber sentido vibraciones en su cuerpo y el 38 por
ciento dijo que había escuchado ruidos en las etapas iniciales de su experiencia.
Los ruidos mencionados con mayor frecuencia fueron zumbidos (29 por ciento),
trueno (19 por ciento) y música o cantos (16 por ciento).
Al principio, es útil percibir cualquier señal
interna que experimente durante el sueño o despierto. Ponga mucha atención a
las sensaciones o sonidos vibratorios extraños, incluso si son muy sutiles.
Muchas personas experimentan las sensaciones y los sonidos, pero los descartan
como un fenómeno físico relacionado con el sueño.
El modo en que usted reconozca y responda a esas
sensaciones y sonidos determinará, en muchas ocasiones, cómo va a resultar su
proceso de separación. Algunas personas se impresionan tanto con las
sensaciones y los sonidos que piensan en su cuerpo físico. Esto hace que
vuelvan a él inmediatamente. Reaccionar en forma positiva a las sensaciones y
sonidos iniciales le ayudará a aprovechar todas las oportunidades de separarse
de su cuerpo físico. Cuando más enterado y preparado se encuentre, más probable
será su éxito. Reconocer y responder al estado vibratorio es un paso importante
de su preparación. La lista siguiente le será de utilidad para identificar las
señales internas relacionadas con las fases iniciales de la experiencia
extracorporal.
Zumbidos, murmullos o sonidos atronadores.
Hormigueo o sensaciones energéticas extrañas.
Voces, risas o escuchar su nombre en voz alta.
Pesadez o aprensión.
Aturdimiento o parálisis en alguna parte del
cuerpo.
Ingravidez o ligereza.
Vibraciones internas fuera de lo normal.
Sensaciones energéticas similares a una corriente
eléctrica.
Pasos u otros sonidos indicadores de la presencia
de otra persona.
Sensación interna de mecerse, girar o realizar
algún otro movimiento.
Elevación debrazos o piernas mientras duerme.
Descargasenergéticas en el cuerpo.
Ruidos fuera delo normal: viento, un motor,
música, campanas, etc.
En la actualidad, son varias las teorías sobre la
causa y la naturaleza de las vibraciones asociadas con las experiencias
extracorporales. Con base en mi propia experiencia, creo que las vibraciones
son el resultado directo de que el cuerpo no físico de frecuencia superior se
separe del cuerpo físico. He llegado a esta conclusión porque la intensidad de
las vibraciones disminuye inmediatamente después de obtener una separación
completa y a menudo, el modo en que respondamos a estas vibraciones iniciales
determinará la eficacia con que nos separemos del cuerpo físico. A continuación
doy algunos lineamientos básicos para responder al estado vibratorio.
1. Mantenga la calma. Las vibraciones, los
sonidos, el adormecimiento y la catalepsia son una experiencia normal.
2. Permita y estimule la dispersión de las
vibraciones por todo su cuerpo. Recuerde que no debe moverse ni pensar en su
cuerpo físico; cualquier movimiento físico terminará con el proceso vibratorio.
3. Mientras permite que se extiendan las
vibraciones, imagínese a sí mismo alejándose de su cuerpo físico hacia otra
área de su casa. Esta visualización mejora si se instruye con un pensamiento
repetitivo: “ahora voy hacia la puerta (o cualquier otro lugar lejos de su
cuerpo)”.
4. Después de la separación completa, las
vibraciones disminuyen inmediatamente. En este punto, es importante concentrar
y mantener toda su atención lejos del cuerpo físico.
Una de las claves para controlar la exploración
extracorporal es el conocimiento sobre el estado vibratorio, a fin de
reconocerlo y responder a él en forma positiva. Durante el primer año de mis
experiencias extracorporales, me impresionaba y me atemorizaba la intensidad
del estado vibratorio. En los años setenta, existía poca información sobre el
tema, y los libros que había, apenas mencionaban la cuestión de las vibraciones
y los sonidos.
Después de experimentar una y otra vez las
vibraciones y los zumbidos mientras dormía, mientras soñaba y al aplicar las
técnicas extracorporales, comencé a comprender que esas vibraciones eran el
preludio natural de una experiencia extracorporal. Estas singulares vibraciones
eran los mejores indicios de que estaba preparado para separarme de mi cuerpo.
Después de varias experiencias, comencé a disfrutar las vibraciones e incluso
las esperaba. Ahora comprendo que mi actitud hacia el estado vibratorio
afectaba en forma significativa mi capacidad para iniciar y controlar mis
experiencias extracorporales. Cuando mi ansiedad acerca de las vibraciones se
convirtió en anticipación, mi capacidad aumentó en forma notable. Por fin,
llegué a un punto donde el estado vibratorio era un amigo apreciado que
señalaba el comienzo de una emocionante aventura.
Después de más de un año de lucha, al fin me sentí
cómodo con todo el proceso. A partir de ese momento, cada vez que sentía o
escuchaba sonidos, vibraciones, voces internas o cualquier otra sensación
energética fuera de lo normal, me concentraba en extender las vibraciones o los
sonidos. Luego, me imaginaba alejándome de mi cuerpo físico hacia la puerta de
la habitación.
Esta combinación tuvo un éxito notable. Comencé a
reconocer las vibraciones y los sonidos mientras dormía, soñaba y meditaba. La
intensidad de las vibraciones variaba; en ocasiones eran sutiles, otras veces
eran atronadoras. Si experimentaba vibraciones leves, podía concentrarme en
ellas para ampliarlas y extenderlas por todo mi cuerpo. Por ejemplo, en una
ocasión desperté a medianoche con una ligera vibración en la nuca. Cerré los
ojos, completamente relajado, y me concentré en la vibración, estimulando la
sensación para que se extendiera por todo mi cuerpo. Poco a poco, las
sensaciones recorrieron mi espina dorsal y se dispersaron por mi tronco y mis
extremidades. Después de varios minutos, las vibraciones alcanzaron su máximo
nivel y yo me dispuse a participar en la experiencia extracorporal imaginando
que me acercaba a la puerta. En segundos, estaba en pie junto a la puerta,
preparado para explorar.
Este proceso es completamente natural y se
disfruta mucho cuando uno se acostumbra a él. Además, cuando se controla y se
comprende el estado vibratorio, aumenta nuestra capacidad para aprovechar todas
las oportunidades de realizar una exploración extracorporal.
EL ESTADO HIPNAGÓGICO
Todos los días experimentamos un estado de
consciencia similar a un crepúsculo entre el sueño y la vigilia. Ese estado de
transición es lo que se conoce como estado hipnagógico. Normalmente
experimentamos este estado poco antes de que el sueño nos venza.
Similar a la hipnosis, el estado hipnagógico es un
estado de consciencia muy creativo en el que nuestra imaginación es muy clara,
como una película que se proyectase en nuestra mente. Mientras estamos en él,
tenemos la capacidad de ejercer cierto grado de control consciente y podemos
usar nuestra imaginación para propósitos específicos. Para muchas personas,
este estado es un excelente trampolín hacia las experiencias extracorporales.
Los artistas y los inventores han utilizado desde
siempre el estado hipnagógico para estimular su trabajo. Por ejemplo, las
siestas diarias de Thomas Edison son muy conocidas, incluso desarrolló una
técnica para mantener su estado hipnagógico mientras trabajaba en sus numerosos
inventos. Sentado en su silla favorita, utilizaba una forma de meditación y
relajación para entrar en el estado hipnagógico. A fin de controlar este
delicado estado entre el sueño y la vigilia, Edison sostenía algunas bolas de
cojinete en su mano cerrada, hacia abajo, con su brazo apoyado en el sillón. Debajo
de su mano colocaba un tazón de metal. Si se quedaba dormido, se le abría mano
y las bolas de acero caían en el tazón metálico y lo despertaban. Al parecer
repetía esta técnica hasta obtener la inspiración o la información que buscaba.
Dado que el estado hipnagógico es muy similar a la
hipnosis profunda, se puede usar eficazmente a fin de programarnos para una
experiencia extracorporal inmediata o futura. A partir de ahora, mientras se
duerme o se despierta, comience a observar el estado de transición por el que
pasa cada noche. Para muchas personas, esto se hace muy evidente en los últimos
minutos de consciencia, cuando están a punto de dormirse. La técnica siguiente
puede usarse en el momento de dormirse o al despertar.
Comience por reconocer en forma consciente el
estado hipnagógico justo antes de quedarse dormido. Para aumentar su
consciencia en este estado, es útil formular una petición o meta en forma
verbal o por escrito: “me mantengo consciente mientras me quedo dormido”.
Mientras lo vence el sueño, concentre toda su
atención en las imágenes mentales que perciba.
Comience a ordenar y controlar en forma consciente
las cambiantes imágenes y escenas mentales que aparezcan. Imagínese que entra y
sale flotando de su cuerpo. Puede visualizar un globo, un avión o un ascensor
que sube o verse a sí mismo como una nube flotante. Cualquier cosa que pueda
imaginar con facilidad funcionará. Déjese llevar por las sensaciones y las
imágenes de su mente; diviértase con la visualización y deje volar su
imaginación.
Mientras se concentra en la imagen interna, repita
para sí: “estoy fuera del cuerpo”.
El resultado de esta técnica es idéntico a otros
métodos extracorporales. Puede quedarse dormido, consciente del estado
vibratorio o despertar flotando sobre su cuerpo. Lo importante es conservar la
calma y el control, al igual que mantener la atención lejos de su cuerpo
físico.
A primera vista, esta técnica puede parecer
difícil, pero en la práctica, sólo es cuestión de mantener la consciencia
mientras nos quedamos dormidos. Lo único que limita nuestra capacidad natural
para reconocer y dirigir nuestra consciencia son las ideas preconcebidas.
Muchos de nosotros nunca hemos intentado ampliar nuestra consciencia más allá
de lo que conocemos; cuando se acerca el sueño, simplemente nos entregamos a
sus sensaciones y perdemos la consciencia lentamente. Espero que, de ahora en
adelante, mientras lo vence el sueño, considere el proceso de “quedarse
dormido” de otro modo. A medida que experimente el estado hipnagógico,
comprenderá que es preferible que dirija su atención, en lugar de dejar que su
mente caiga en la inconsciencia. Además, cuando usted comience a fijarse en las
imágenes que percibe, comprenderá cosas interesantes de sí mismo: sus
motivaciones, sus pasiones, sus temores y sus habilidades. Cuando se reconoce y
se utiliza en forma adecuada, el estado hipnagógico es un elemento poderoso y
creativo que nos permite ampliar nuestras percepciones más allá de los límites
físicos. Del mismo modo que Edison utilizó este estado de consciencia con el
fin de obtener inspiración para sus numerosos inventos, nosotros podemos usarlo
para ampliar nuestra consciencia más allá de lo físico.
La visualización siguiente es eficaz en forma
individual o en grupo. En mis clases, la utilizo a menudo como relajación y
preparación antes de una técnica extracorporal.
Técnica preparatoria
Respire profundamente varias veces y relájese.
Cierre los ojos y comience a imaginar que un haz de energía líquida, blanca y
brillante penetra por la parte alta de su cabeza, que se ha abierto. El líquido
se siente cálido y sedante mientras penetra en su cabeza y recorre su frente,
sus ojos y su boca. Relájese por completo y sienta cómo todas sus tensiones se
liberan en el cálido líquido resplandeciente. Sienta que el líquido absorbe sus
tensiones y sus temores. Concéntrese en sentir el líquido mientras baja por su
garganta. Capte el calor de esta energía mientras fluye por su corazón, por su
espalda y se extiende por todo su cuerpo. Sienta cómo absorbe su tensión, sus
temores, su dolor y sus límites a medida que llega a cada parte de su cuerpo,
de sus brazos y de sus piernas. Sienta todo su cuerpo llenarse con esta
maravillosa energía blanca y líquida. Perciba cómo todas las células, todos los
tejidos y todos los órganos se sumergen en este cálido líquido.
Ahora sienta cómo la energía se vuelve más cálida.
Perciba sus vibraciones y sienta cómo se convierte en una esponja líquida.
Sienta cómo comienza a atraer y a absorber sus vibraciones negativas. Capte
cómo absorbe sus sentimientos de temor y enfado; cómo absorbe todo aquello que
limita a su cuerpo. Sienta cómo todos sus temores, ansiedades, límites y enojos
se sumergen en esta cálida energía líquida y vibrante. Sienta cómo atrae las
vibraciones negativas de su cuerpo, de sus emociones y de su mente. Percíbala
en todos los niveles de su ser.
Observe y sienta cómo el cálido líquido brillante
comienza a oscurecerse cuando absorbe todas sus vibraciones negativas. Sienta
todas las células, los tejidos y los sistemas energéticos de su cuerpo liberar
sus impurezas, sus elementos negativos, sus límites y sus temores. Presencie
cómo desaparecen todas sus vibraciones negativas en este cálido líquido blanco
que fluye por usted. Sienta cómo ocurre esto en todos los niveles de su ser.
Vea cómo caen sus murallas emocionales. Perciba cómo los lazos que lo unen con
su ego y su cuerpo comienzan a liberarse en esta cálida energía líquida.
Observe cómo el líquido se vuelve cada vez más
oscuro mientras las energías negativas se disuelven en él. Sienta cómo atrae
las impurezas de su cuerpo, de sus emociones y de su mente. Presencie cómo
todas ellas se desvanecen en el líquido.
Ahora visualice válvulas en sus talones y en las
palmas de sus manos. Ábralas lentamente y deje que el líquido oscuro salga de
su cuerpo. Sienta cómo abandonan su cuerpo todas las emociones negativas: sus
temores y sus límites. Perciba con intensidad cómo las emociones y las
vibraciones se escurren de su cuerpo.
Sienta cómo a medida que se eliminan las energías
y los pensamientos negativos se limpian todas las partes de su ser interior, de
su yo. Vea y capte con la mayor claridad posible cómo los temores, los límites
y las energías negativas salen de su cuerpo físico, emocional e intelectual,
fluyendo por sus talones y sus manos.
Vea con claridad cómo se van de su cuerpo todas
sus ansiedades, límites y vínculos. Sienta qué bueno es purificarse de sus
energías negativas. Nunca antes había experimentado una limpieza interior y se
siente totalmente fresco y puro. Se siente ligero como una pluma, libre de los
límites y de las ideas negativas que lo atan a la materia.
Reconozca internamente que su cuerpo físico,
emocional e intelectual está limpio para siempre de toda energía negativa.
Sienta la fuerza pura de esta limpieza mientras su cuerpo y su mente se vuelven
a llenar de energía y se purifican de los elementos negativos, los límites y
los temores. Disfrute la certeza de que la energía negativa ha desaparecido
para siempre.
En lo profundo de su ser sienta cómo aumenta su
frecuencia vibratoria, disfrute lo ligero y volátil que es usted. Deje que lo
inunde la alegría de su nueva vibración superior, de un yo mejor. Relájese y
disfrute de sus vibraciones más finas mientras se siente cada vez más ligero.
Perciba cómo flota, sin esfuerzo, tan ligero como una nube, mientras se aleja
de su cuerpo.
SEPARACIÓN
Gran parte de la literatura actual sobre las
experiencias extracorporales indica que flotamos o nos elevamos de nuestros
cuerpos de una forma más bien mágica. Con base en mi experiencia y la
información procedente de más de doscientas personas, considero que esta
percepción es inadecuada. Es bastante común entrar al estado vibratorio sin
separarse del cuerpo. Esto llega a sucederles incluso a los exploradores
extracorporales más experimentados. Se desconoce por qué, durante la fase
vibratoria, en ocasiones no nos separamos del cuerpo físico. Pueden mencionarse
diversas razones: vínculos energéticos o psicológicos con lo físico; temores;
desequilibrio vibratorio; o simplemente falta de información sobre el modo de
reaccionar ante dicha experiencia. Me parece que esta última es la razón más
común.
Para resolver esta situación puede hacer varias
cosas. Primero, concentre y mantenga sus ideas y su imaginación en la sensación
de alejarse de su cuerpo.. Segundo, si es necesario, pida desprenderse por
completo de lo físico; por ejemplo diga: “voy hacia la puerta”. Tercero, si
fracasa lo anterior, simplemente diga: “pido ayuda para abandonar mi cuerpo”.
Cuando solicite ayuda, es importante que esté totalmente dispuesto a recibir lo
que solicita.
La separación y el estado vibratorio son
fundamentales y merecen más énfasis que el que en la actualidad les conceden
los parapsicólogos y escritores de estos temas. Por su importancia, no deben pasarse
por alto.
MÉTODOS DE SEPARACIÓN
1. Flotar y alejarse.Dado que, físicamente hablando, el cuerpo
energético interior no tiene peso, es bastante fácil flotar y alejarse del
cuerpo físico. Este método de separación es el que se usa con más frecuencia. La
clave es concentrarse en la sensación de flotar para soltarse y alejarse del
cuerpo.
2. Sentarse y alejarse.Este método es similar a la técnica de flotar,
excepto en que sencillamente nos sentamos y nos alejamos de nuestro cuerpo
físico. Es el método que generalmente utilicé durante mis primeros diez años de
experiencias extracorporales. Debido a las condiciones casi físicas de este
método, por lo general es más fácil de controlar que el método de flotar o el
directo. A menudo, un estado vibratorio anuncia este tipo de separación. Me
parece que el alejamiento relativamente lento del cuerpo físico que se
experimenta con este método es lo que crea las intensas vibraciones y los
sonidos mencionados.
3. Rodar y salir.Este método es muy eficaz. Después de reconocer el
estado vibratorio, usted simplemente rueda hacia un lado. Aunque parezca
extraño, es divertido. Varias personas me han contado que se alejan rodando de
la cama y caen al suelo desternillándose de risa. Muchas personas emplean este
método con eficacia; el autor Robert Monroe declara en su libro Far Journeys
que usa a menudo esta técnica cuando se separa de su primer cuerpo energético y
pasa a la segunda forma.
4. Pedir la separación.Cuando usted entra en el estado vibratorio,
simplemente pide separarse: “ahora me separo” o “avanzo hacia la habitación
contigua”. Cualquier petición firme para alejarse de su cuerpo físico
funcionará. Cómo sucede con todas las solicitudes no físicas, exprese su
demanda con firmeza a fin de conseguir una acción inmediata. Recuerde siempre
que debe mantener toda su atención lejos de su cuerpo físico; cualquier
pensamiento o palabra relacionados con su cuerpo lo devolverán a él
inmediatamente.
5. Tirar de sí mismo hacia fuera. Esto se consigue estirando su brazo no físico y tomando
cualquier objeto grande, para después tirar el resto de su yo energético
sacándolo de su cuerpo físico. Lo interesante de este método es que usted
identifica con rapidez que su cuerpo energético interior no comparte los
límites de su cuerpo físico. En otras palabras, nuestro cuerpo energético tiene
la capacidad de apegarse a nuestros pensamientos. Descubrí esto por accidente
hace diez años cuando entré en el estado vibratorio mientras dormía en una cama
con dosel. Al estirar mi brazo frente a mi, de repente decidí estirarme para
tomar la parte superior de la cama. Para mi sorpresa, mi brazo se estiro más de
un metro y medio y tocó el dosel. En ese punto, tiré de mi cuerpo no físico
sacándolo de mi cuerpo físico. Al ponerme de pie, contemplé mi mano; había
recuperado su tamaño normal. Sorprendido, comprendí que la forma de mi brazo no
físico dependía totalmente de mis ideas. Es importante comprender esto, porque
nos permite ampliar nuestra capacidad en varias formas creativas.
6. Método directo.Esta técnica, denominada proyección directa o
instantánea, es más avanzada que las otras: usted se encuentra con plena
consciencia en un ambiente completamente nuevo. Si no está preparado, la
transición repentina de estar acostado en una cama y aparecer de pie o flotando
en un lugar diferente es impresionante. En general, la sensación de movimiento
no existe o es mínima. Usted se despierta en un lugar o un ambiente nuevo por
completo. Este tipo de separación es el método preferido por muchos
exploradores extracorporales experimentados.
7. Petición de ayuda.En ocasiones, por razones desconocidas, la
separación se vuelve difícil. Hace varios años, encontré una manera simple de
resolver la dificultad que tenía para separarme. Entré en el estado vibratorio
y estaba preparado para elevarme, pero por alguna razón mi cuerpo energético se
sentía atrapado y pesado. En mi desesperación, levanté el brazo y pedí ayuda en
voz alta. A los pocos segundos, sentí que una mano me tomaba y me sacaba de mi
cuerpo. La mano era sorprendentemente sólida y real. Cuando abandoné mi cuerpo
físico, miré inmediatamente a mi alrededor, pero no vi a nadie.
En mis talleres, varias personas me han contado
casos similares. Por esto y por otras evidencias, creo que probablemente cada
vez que tenemos una experiencia extracorporal completamente consciente, alguien
cercano a nosotros observa nuestro avance. Este observador, ya sea un guía, un
amigo o un ser querido, está listo para ayudar en caso de necesidad. Estoy
seguro de que contamos con ayuda en todo momento, pero debemos pedirla. Sin
dicha petición, el amigo o guía espiritual no va a interferir. También creo que
los guías permanecen invisibles porque saben que su presencia visible alteraría
nuestro progreso natural. Ahora, mirando hacia atrás, quisiera haber pedido
ayuda con más frecuencia. Probablemente habría avanzado más rápido, y lo que es
más importante, hubiera agradecido el hecho de saber que no estamos solos
durante nuestras exploraciones. Cuando uno sabe que cuenta con ayuda cuando la
solicita surge una inconfundible sensación de comodidad y seguridad. Este
conocimiento nos ayuda a afrontar el temor o la ansiedad que podríamos
experimentar al explorar un nuevo ambiente energético.
LA ACCIÓN
Si observa su vida, ¿alguna vez lo ha acercado a
una meta el dejar las cosas para después? ¿La falta de acción le ha hecho
lograr más éxito, más satisfacciones o más desarrollo personal?
Todos somos criaturas de hábitos. Repetimos las
ideas y las acciones conocidas porque nos resultan familiares, confiables y
seguras. Simplemente seguimos la ruta de menor resistencia. Para muchos de
nosotros, la tendencia a seguir igual que somos se ha convertido en el elemento
central de nuestras costumbres y de nuestra vida.
Muchos consideramos el cambio —cualquier cambio
como una experiencia negativa. Sospechamos de los cambios y los vemos como una
amenaza para nuestras creencias y nuestros esquemas establecidos. El resultado
es que continuamos con nuestros hábitos de falta de acción.
En algún momento, debemos preguntarnos si estamos
completamente satisfechos viviendo todo el tiempo con las mismas ideas y
acciones acostumbradas. ¿Le complace aceptar ciegamente, sin ninguna
comprobación, las ideas y las convicciones que prevalecen en su sociedad? ¿En
verdad está satisfecho aceptando las creencias, la esperanza y la fe, en lugar
de la experiencia y el conocimiento personal?
Formúlese esta pregunta: ¿en qué creería usted si
hubiera nacido en Irán o en Irak? ¿Qué convicciones y qué conclusiones sociales
y religiosas tendría? ¿Por qué creencias moriría?
Si usted quiere respuestas a los misterios de su
vida, el momento de actuar es ahora. La exploración extracorporal le puede
ofrecer las respuestas que busca.
Capítulo 6. Técnicas de exploración
La genialidad es la facultad de percibir las cosas
de una forma no usual. WILLIAM JAMES
En la actualidad, millones de personas están
descubriendo las técnicas que se utilizan para conseguir la exploración
extracorporal. Es asombrosa la diversidad de métodos disponibles.
Históricamente, prácticamente todos los grupos religiosos y las órdenes
místicas han desarrollado un sistema o un método para explorar más allá de los
límites de la materia. Muchas de estas perlas de sabiduría han permanecido
envueltas en el misterio durante miles de años, cubiertas por las trampas de
los rituales religiosos. Por ejemplo, el Libro Tibetano de los Muertos
proporciona enseñanzas y guía sobre un antiguo método extracorporal, pero
debido a que la técnica se trasmitía en extensas ceremonias religiosas que
duraban varios días, al igual que muchas otras técnicas antiguas, ha
permanecido oculta durante siglos.
Para simplificar este confuso y a veces
malinterpretado cuerpo de información, he dividido las técnicas extracorporales
en cinco categorías: visualización, conversión de los sueños, afirmaciones,
hipnosis y sonido. Los métodos que se analizan aquí han demostrado ser muy
eficaces y fáciles de aprender.
Presento primero las técnicas de visualización por
su facilidad y su popularidad. Muchas personas han descubierto que las técnicas
de visualización son un medio natural para iniciar su primera experiencia
extracorporal. Después que seleccione una técnica, repítala a diario al menos
durante treinta días. El compromiso, el deseo y el esfuerzo que usted aporte
será lo que determine el resultado de su experiencia.
Recuerde siempre que la mejor manera de abordar
una exploración extracorporal es mantener una actitud festiva. Diviértase con
estas técnicas y disfrute el resultado.
LA ELECCIÓN DE UNA TÉCNICA
Una de las decisiones más importantes es la
elección de la técnica en la que nos vamos a concentrar. En general, si usted
visualiza bien, concéntrese en las técnicas de visualización. Seleccione la
técnica que le resulte más cómoda y apéguese a ella.
Si le cuesta trabajo visualizar, intente
concentrarse en las técnicas de afirmación. Aunque debe recordar que la técnica
dirigida (una forma de visualización) ha comprobado su eficacia con muchas
personas que dudaban de su capacidad para la visualización. Me parece que su
eficiencia se debe a los “repasos” físicos que se repiten hasta que comienza a
aparecer la imagen interna. A muchas personas les resulta más fácil visualizar
un objeto o un lugar de su casa que cualquier otra cosa.
No subestime su capacidad; cuando uno abre su
mente suceden experiencias y percepciones nuevas. En muchas ocasiones durante
mis talleres, alguien me dice que no puede visualizar en absoluto. Cuando dicha
persona pide verbalmente esa capacidad y comienza a practicar con una
mentalidad abierta, su capacidad natural para visualizar mejora rápidamente. Al
elegir una técnica, recuerde que debe ser flexible y paciente.
LA VISUALIZACIÓN
Uno de los métodos más fáciles y eficaces para
acceder a la exploración extracorporal es la visualización creativa. Todos
poseemos la capacidad natural de imaginar en nuestra mente un objeto o un
lugar. Lo hacemos todos los días en miles de formas diferentes. A casi nadie le
cuesta imaginar un lugar para ir de vacaciones, un coche, una casa o una
persona. Utilizar nuestra capacidad de visualización es fácil y natural.
Para ver lo fácil que es visualizar, pruebe lo
siguiente.
Cierre los ojos y comience a imaginar su lugar
favorito para ir de vacaciones. Elija un lugar que conozca bien. Relájese y
comience a visualizar dicha zona con la mayor claridad posible. Comience por
los árboles, los edificios, las personas —todos los pequeños detalles
relacionados con sus vacaciones. Participe en ese escenario todo lo que pueda.
Trate de sentir y de escuchar todas las sensaciones asociadas con su lugar
favorito. Puede incluir personas, colores y sonidos.
Ahora lleve esta escena un poco más lejos e
imagínese a sí mismo disfrutando de este paraíso. Vea y sienta con toda
claridad un lugar físico concreto. Imagine todos los colores, los sonidos y las
sensaciones asociados con esa ubicación. Comience a interactuar con las
personas y el ambiente que contempla. Trate de usar todos sus sentidos;
sumérjase en los sonidos, en el paisaje y en las sensaciones. Tómese el tiempo
necesario para disfrutar de esta experiencia.
Las técnicas de visualización son fáciles y
agradables si usted está tranquilo y elige concentrarse en lugares, personas u
objetos que le agradan. Cualquier cosa que seleccione para concentrar su atención
debe ser un objeto un lugar que exista en realidad. La clave de todos los
métodos de visualización extracorporal es sumergirse mentalmente en un ambiente
físico real. Cuanto más concentre su atención, más éxito tendrá.
La imaginación
La imaginación es ver anticipadamente las cosas
bellas que llegarán a nuestra vida.
ALBERT EINSTEIN
Uno de los recursos más poderosos que tenemos en
la exploración extracorporal es nuestra capacidad natural para usar la
imaginación. Cuando se usa en forma creativa, la imaginación nos ayuda a
alcanzar cualquier meta o deseo en el que nos concentremos. Esto se aprecia con
claridad en todo lo que nos rodea. En relación con nuestras posesiones físicas,
podemos descubrir algo sorprendente: alguna vez imaginamos en nuestra mente
todo lo que poseemos —un automóvil, muebles, una casa, un estéreo, un televisor
o incluso nuestras relaciones. Por ejemplo, cuando vea que se construye una
casa, piense en las numerosas imaginaciones que participaron para crear la
estructura. Primero, algunas personas comenzaron a imaginar un nuevo hogar;
después compartieron sus ideas conotras personas. A continuación, un arquitecto
vertió en un dibujo las ideas imaginadas. Después, un constructor hace realidad
la casa. Con lentitud, la colaboración de varias imaginaciones y pensamientos
integró una idea, un plano, una estructura y, finalmente, un hogar físico. Por
supuesto, esto lo damos por hecho, y sólo vemos los resultados físicos de los
pensamientos que nos rodean.
Sin embargo, cuando exploramos el interior no
físico del universo, ocurre algo sorprendente: comenzamos a reconocer que
nuestra imaginación y nuestros pensamientos afectan con intensidad las sutiles
frecuencias energéticas de las dimensiones interiores. Comenzamos a comprender
que nuestra imaginación es una poderosa fuerza creativa que moldea la energía
invisible que nos rodea. Cuando estamos fuera del cuerpo, nuestros pensamientos
y nuestra imaginación forman nuestro ambiente energético inmediato con una
velocidad y una precisión increíbles. En un sentido muy real, nuestros
pensamientos construyen la subestructura energética invisible de nuestra
existencia física exterior.
Mientras vivimos en el mundo físico, sólo vemos
una pequeña fracción de la realidad. Sólo observamos el resultado denso de
nuestros pensamientos y acciones. A menudo, mientras nos concentramos en la
supervivencia diaria y en la adquisición de objetos físicos no reconocemos la
fuerza pura de nuestra imaginación y de nuestros pensamientos. Para muchas
personas, el intervalo de tiempo entre la idea imaginada y el resultado
físico es un camino largo y difícil. Rara vez observan o comprenden que ellos
mismos han formado los sutiles moldes energéticos y las estructuras que
terminarán por manifestarse en su ambiente físico.
Lo comprendamos o no, nuestra imaginación moldea
la sutil energía que nos rodea. Con cada pensamiento, construimos nuestro
futuro. Por ello la visualización creativa y el pensamiento positivo funcionan
con tanta eficacia. Cuanto más concentremos nuestra imaginación, más rápido
experimentaremos los resultados.
Este proceso creativo es de vital importancia para
nuestra existencia. No es una teoría ni una creencia hipotética, sino una
reacción energética observable y absoluta que ocurre sin cesar a nuestro
alrededor. Practicando las técnicas que se explican en este libro podemos
verificar esto personalmente. Esta reacción energética creativa trabaja en
forma constante para moldear la energía sutil que nos rodea. Por ejemplo, el
vidente que predice el futuro con exactitud es sólo un ser que percibe las
energías invisibles que rodean a otra persona. Este proceso no es un suceso
extraño o místico, como creen algunos, sino un simple reconocimiento de las
formas energéticas sutiles. De hecho, todo el fenómeno de la percepción
extrasensorial es en realidad el proceso natural de percibir la energía del
pensamiento y las formas no físicas.
A medida que evolucionamos, reconocer esta
reacción energética es cada vez más importante. Nuestra capacidad innata para
estructurar nuestro ambiente energético y nuestra vida nos lleva más allá de
los instintos animales, hacia nuevos reinos de creatividad y responsabilidad.
El resultado final es que cada uno de nosotros se convierte en el artista
creativo de su vida. Cada pensamiento y cada imagen mental concentrada se
convierte en el molde creativo de nuestra realidad personal. En este punto,
podemos comenzar a construir de manera consciente la realidad que pretendemos
experimentar, mediante las formas de pensamiento que visualizamos y mantenemos
en nuestra mente. En lugar de ser un débil resultado de nuestro entorno,
comenzaremos a tomar el control de nuestra vida y nuestro destino. Finalmente
reconoceremos que nuestra capacidad imaginativa es el único límite de nuestra
habilidad creadora.
Una de las ventajas del método de visualización es
la diversidad de posibilidades que genera. No hay límites, por lo que debe
sentirse en libertad de desarrollar y usar sus propias técnicas. En general,
todo lo que mantenga su interés y su atención alejados de su cuerpo físico es
eficaz. Para muchos, visualizar a un amigo, a un ser querido o a su lugar
favorito, produce resultados impresionantes. Por ejemplo, conozco un pintor de
casas que induce sus experiencias extracorporales visualizándose trepando por una
escalera y pintando su casa. Según él, la clave es imaginarse en un lugar
físico específico mientras se queda dormido. Siente con el mayor detalle
posible cómo asciende por la escalera hasta el tejado. Percibe con sus manos la
textura de la escalera e incluso siente cómo se bambolea ligeramente a cada
paso. Después se imagina pintando la casa con el mayor detalle posible. Igual
que en todas las visualizaciones, su técnica es más eficaz cuando lo rodean las
sensaciones y los sonidos asociados con la actividad que imagina.
Visualización simplificada
La clave de la exploración extracorporal es
concentrarse y mantener toda la atención fuera del cuerpo físico, mientras se
queda dormido. Una de las formas más fáciles de conseguir esto es concentrar
toda su atención en una persona, un lugar o un objeto lejanos. Puede ser un ser
amado, su lugar preferido para ir de vacaciones o un regalo con un significado
especial para usted. Cualquier cosa que elija, debe ser un objeto real que
conozca, no un lugar o una persona imaginarios. Seleccione el objeto o el lugar
que sea más fácil visualizar y que signifique mucho para usted.
A muchas personas les sirve visualizar a un ser
querido. Sólo imagine con el mayor detalle posible a la persona con quien
quiere estar. Es útil involucrarse emocionalmente, por lo que debe elegir a una
persona que aprecie. Escoja a alguien que conozca, no una relación fantástica.
Concéntrese en la presencia de esa persona y siéntase junto a ella. Si lo
prefiere, desarrolle algunas acciones en las que participe activamente.
Mantenga su visualización de esta persona el mayor
tiempo posible, hasta que su cuerpo físico se relaje y se quede dormido. A
medida que lo vence el sueño, es importante conservar una imagen detallada de
la persona y el modo en que interactúa con usted. Mientras dormita, intente
reforzar lo más posible su conexión emocional y visual con dicha persona.
Este método es una excelente visualización para el
momento de acostarse. Recuerde, cuanto más se involucre emocionalmente, más
eficaz será esta técnica. Diviértase y deje volar su imaginación.
Técnica dirigida
Su capacidad para concentrarse y mantener su
consciencia lejos del cuerpo físico mejora si dirige toda su atención a un
objeto o a un lugar específico. La técnica dirigida es un excelente ejercicio
para que desarrolle esta habilidad.
Seleccione tres objetivos en su casa. Todos deben
ser objetos físicos que pueda visualizar con relativa facilidad y no deben
estar en la habitación que emplea normalmente para sus técnicas extracorporales.
Por ejemplo, puede seleccionar su silla favorita
como primer objetivo. Después, un regalo que tenga un significado especial para
usted. Por último, seleccione el objeto más estimulante en lo visual, como una
pintura, una escultura o un objeto de cristal. Los tres objetivos deben estar
en la misma habitación.
Después de seleccionar los objetivos, camine hasta
cada uno de ellos y examínelos con detalle. Estudie cada uno desde diferentes
perspectivas, percibiendo sus imperfecciones o irregularidades. Dedique tiempo
a cada objeto, memorizando su aspecto y su textura. Tome consciencia de todos
sus sentidos mientras camina, sobre todo de la vista y del tacto. Repita varias
veces la observación hasta que recuerde con facilidad los mínimos detalles de
cada objeto. Fíjese en todo: los colores, el peso, la densidad, los reflejos de
la luz, la frialdad o la calidez. También sienta y memorice las sensaciones
percibidas mientras va de un objetivo a otro. En otras palabras, sumérjase
en la acción. Disfrute todo lo que perciba.
Esta técnica le ayuda a concentrar y mantener la
atención lejos de su cuerpo físico mientras se queda dormido. Si es constante,
los resultados serán notables. Para mejorar este ejercicio, dedíquele su tiempo
y repítalo diariamente durante treinta días. Muestre interés y dedicación hacia
cada objetivo. Esta técnica es magnífica para aumentar su concentración y su
capacidad de visualización y sólo precisa unos veinte minutos.
Es importante elegir objetivos fáciles de
visualizar. Muchas personas seleccionan artículos personales que poseen un
atractivo sentimental. Una vez que elija algo, no cambie de opinión; la
repetición de su visualización aumenta en forma notable su eficacia.
He preferido esta técnica desde que me topé con
ella cuando comenzaba a visualizar objetos de la casa de mi madre. Estoy
convencido de que funcionará en cualquier persona dispuesta a invertir tiempo y
esfuerzo. La clave es seleccionar objetivos fáciles de visualizar y lo bastante
interesantes para mantener su atención. Los artículos que se elaboran, como las
pinturas, las esculturas, un arreglo de flores de seda o incluso un juego de
cortinas, son objetivos muy eficaces. Conforme avance con esta técnica, puede
aumentar la cantidad y la variedad de los objetivos que elija. Una vez que se
sienta cómodo con pocos objetos, puede ampliar su visualización hasta incluir
toda una habitación. Esta técnica es muy eficaz, pero depende de usted seguir
los pasos. El tiempo que invierta le será ampliamente recompensado.
Además de los objetivos mencionados, puede
considerar algunos de los objetos siguientes para concentrarse durante sus
visualizaciones.
Sentido de la vista.
Una silla, un sofá u otro mueble.
Cualquier objeto que usted visualice bien.
Un regalo o artículo personal que tenga un significado
especial.
Un objeto o trabajo artesanal que usted mismo haya
creado.
Una pintura, dibujo o retrato especial.
Sentido del tacto
Una tela con algún tipo de textura.
Un objeto o un mueble.
Una puerta, una alfombra, un interruptor de luz,
una escultura o un pasamanos de madera.
Una joya, un cenicero, un candelero.
Cualquier objeto que tenga una forma o una textura
singular.
Sentido del olfato
Un aromatizante de ambiente.
Flores frescas.
Jabones o lociones.
El perfume o la colonia de su preferencia.
Un cofre o un armario de cedro.
Incienso.
Técnica del espejo
La técnica del espejo es una forma eficaz de
mejorar sus habilidades para la visualización y de prepararse para la
exploración extracorporal.
Primero, debe colocar un espejo de buen tamaño en
la habitación que ha elegido para la exploración extracorporal. Debe ponerlo de
modo que vea con facilidad el reflejo de toda su figura sin tener que moverse.
Mientras observa el espejo, comience a estudiar y
memorizar su imagen. Trate de ser lo más objetivo posible: considere su reflejo
como un objeto que está a punto de dibujar en su mente. Ponga mucha atención a
los detalles de su cuerpo y de su ropa. Tómese su tiempo, memorice todo lo que vea.
Cierre los ojos y comience a visualizarse con el
mayor detalle posible. Repita este procedimiento hasta que pueda visualizarse
con claridad en el otro lado de la habitación.
Con los ojos cerrados, visualícese de pie en el
lado opuesto de la habitación. Después comience a dibujar su yo imaginario.
Hágalo con calma, mueva lentamente los dedos y las manos de su imagen y después
comience a mover sus brazos. Visualice su reflejo moviendo sus pies y sus
piernas. Involúcrese lo más posible en las cuestiones mentales y emocionales de
su reflejo. Comience a percibir las sensaciones de movimiento que experimente.
Sienta la alegría del movimiento sin un cuerpo físico. Sumérjase por completo
en los movimientos.
A medida que se identifique más con los
movimientos de su imagen, sienta cómo se pone en pie y cómo comienza a caminar
por la habitación. Mientras camina, capte todas las sensaciones asociadas con
su movimiento.
Comience a sentir y a dibujar sus ojos imaginarios
mientras se abren. Sienta cómo su imagen observa la habitación. Al principio,
es como si pretendiera ver la habitación desde una nueva perspectiva. Eso está
bien; deje que fluyan todas las sensaciones visuales que perciba. Con un poco
de práctica, comenzará a notar que mejora su capacidad para ver más allá de los
límites de su cuerpo.
Tómese su tiempo y disfrute las diversas partes de
esta técnica. Si se le dificulta transferir su sentido de la vista, concéntrese
lo más posible en otro sentido, por ejemplo, el tacto. Conforme transfiera la
mayoría de sus percepciones a su yo imaginario, olvide por completo su cuerpo
físico concentrando toda su atención en las nuevas sensaciones y visiones.
Relájese totalmente y permita que se duerma su cuerpo físico. Mientras esto
sucede, experimentará una transición o un cambio de consciencia desde su cuerpo
físico a su cuerpo no físico. Cuando esto ocurra, recuerde mantener la calma y
disfrutar su nueva capacidad de percepción.
Esta técnica es excelente para mejorar su
capacidad de visualización. A muchas personas les sorprende que puedan
visualizar con facilidad después de un breve periodo de práctica. Hágalo con
calma y disfrute los resultados.
CONVERSIÓN DE LOS SUEÑOS
Los sueños son una entrada eficaz a la exploración
extracorporal. Para muchas personas, soñar es un medio natural de separar su
consciencia de lo físico y comenzar a reconocer y experimentar otros estados de
consciencia.
Desde el nacimiento de la civilización, las
sociedades y las culturas de todo el mundo han considerado a los sueños como la
entrada a un mundo distinto. La importancia de los sueños se manifiesta en los
escritos más antiguos de la humanidad, entre ellos los Upanishads, la Biblia,
el Libro de los muertos egipcio y el Corán. Desde los templos del sueño de la
antigua Grecia a las técnicas de terapia del sueño de los psicólogos y
psiquiatras modernos, los sueños siguen aportando valiosas explicaciones a
nuestra mente subconsciente.
Si se usan en forma adecuada, los sueños funcionan
como un catalizador eficaz para la exploración extracorporal. Una de las
mejores maneras de iniciar una experiencia extracorporal es volverse consciente
o lúcido dentro de un sueño. Esto se consigue cambiando nuestras actitudes
hacia los sueños.
Primero, es necesario reconocer la importancia que
los sueños tienen en nuestra vida diaria. Trate a sus sueños como referencias
importantes y como valiosos mensajes procedentes de su mente subconsciente. De
hecho, debe considerarlos como una forma de comunicación real, tanto como sus
experiencias físicas.
Segundo, lleve un registro diario de sus sueños.
Anote lo más que pueda de ellos, incluso los fragmentos. Debe hacer esto al
despertar, escribiéndolos o registrándolos en una cinta. Ponga mucha atención
en los sentimientos, las emociones y las sensaciones que experimenta durante
los sueños.
Tercero, exprese con firmeza su deseo de tener
mayor claridad y más consciencia en sus sueños. Mientras lo vence el sueño,
pida que toda su consciencia esté presente en sus sueños. A medida que se quede
dormido, establezca con usted mismo el firme compromiso verbal de reconocer,
recordar y experimentar en forma consciente todos sus sueños.
Cuarto, repítase una afirmación mientras se queda
dormido cada noche. Por ejemplo, “permanezco consciente mientras me duermo”,
“soy completamente consciente de mi experiencia extracorporal” o “recupero la
consciencia durante mis sueños”
Cuando repita sus afirmaciones, hágalo con firmeza
y seguridad, con plena confianza de que su petición será aceptada. Igual que en
todas las afirmaciones extracorporales, concentre toda su energía emocional e
intelectual en cada una de ellas. Es importante concentrar y mantener sus
afirmaciones para que sean los últimos pensamientos conscientes mientras lo
vence el sueño.
La transferencia de su consciencia puede ocurrir
con rapidez, por lo que es esencial mantener la calma y disfrutar los cambios
en la perspectiva personal, el ambiente, la energía o el lugar.
Hace algunos años experimenté la siguiente
conversión del sueño: en mi sueño me encontraba en una tienda de animales. Mientras
examinaba el lugar, observé en el suelo, junto a mis pies un pequeño cangrejo.
Cuando lo miré, saltó un metro y medio hacia arriba. Me sorprendió y retrocedí,
pero cuando me fijé, comprendí que el cangrejo intentaba llamar mi atención.
Volvió a saltar y comprendí que estaba soñando. En ese momento dije en voz alta
“debo estar soñando”. De inmediato, sentí un hormigueo en el cuerpo y comprendí
que había entrado al estado vibratorio mientras dormía. Por costumbre,
concentré toda mi atención en la idea de flotar y salir de mi cuerpo físico. En
segundos sentí que me elevaba de mi cuerpo y me dirigía al salón.
Este tipo de conversión de un sueño es fácil de
lograr si estamos dispuestos a reconocer y a aceptar todo el proceso. El
elemento más importante es el modo en que respondemos en el momento de cobrar
consciencia dentro del sueño.
Los sueños vívidos o lúcidos no son necesariamente
experiencias extracorporales inconscientes; pueden ser manifestaciones
psicológicas similares a las proyecciones internas. Los sucesos singulares o
extravagantes de nuestros sueños son creaciones de nuestra mente subconsciente
diseñados específicamente para captar nuestra atención. Una vez que nos
comprometemos con seriedad en la exploración extracorporal, este tipo de sueño lúcido
se convierte en un suceso usual. De hecho, nuestra mente subconsciente se
esfuerza por ayudarnos a alcanzar nuestro propósito de lograr una experiencia
extracorporal consciente. Esto es lo que hace tan importante poner las metas
por escrito. Cuanto más nos concentremos en nuestras metas, más dispuesta a
ayudarnos estará nuestra mente subconsciente.
Este tipo de sueño lúcido puede ser cualquier cosa
fuera de lo común: un ambiente o una persona extraña; colores o formas
extravagantes; edificios o animales singulares. Los sueños lúcidos a menudo se
manifiestan como un suceso extraño, dentro de un sueño relativamente normal:
una persona, lugar o cosa extraña, ilógica o inadecuada que parece fuera de lo
normal. Por ejemplo, el vehículo familiar común puede convertirse en un
automóvil deportivo de color rojo brillante. Una casa normal puede convertirse
en un castillo. Un perro puede volverse un león o un águila.
Un solo objeto o suceso del sueño puede volverse
extravagante y singular: un cangrejo que salta, un gato que habla, un perro que
vuela. Lo que sea, es algo tan extravagante, que captura y mantiene toda
nuestra atención.
La clave para tener éxito en la conversión de un
sueño, es reconocerlo en forma consciente y responder con inteligencia a las
ocurrencias de nuestro sueño lúcido. Una vez que reconozca un suceso, situación
u objeto extraño o ilógico dentro de su sueño, concentre su atención lo más
posible en el suceso singular. Destaque en forma verbal el suceso ilógico: “no
puedo volar”, “no vivo en un castillo” o “es extraño, mi coche no es rojo”.
Cuando tenga más consciencia (lucidez) dentro del
sueño, reconozca en forma verbal que está soñando. Diga en voz alta algo que su
consciencia reconozca: “sé que estoy soñando”, “he despertado dentro del sueño”
o “ahora soy consciente”.
El paso siguiente es prepararse para la transición
o el paso de su consciencia del estado de sueño a su cuerpo no físico.
Prepárese para un rápido cambio de consciencia. Es posible que despierte en el
estado vibratorio mientras todavía está en su cuerpo físico o que sienta que no
está sincronizado con su cuerpo físico. Mantenga la calma y dirija a su yo
interior, a su consciencia, lejos de su cuerpo físico.
Permita que se desarrollen las sensaciones
internas mientras mantiene su atención lejos de su cuerpo físico. Concentre
todos sus pensamientos en la idea de ir a otra zona de su casa. Es esencial
mantener su consciencia lejos de su cuerpo físico; el hecho de pensar en su
cuerpo lo llevará de vuelta a él.
Solicite claridad cuando su consciencia o su
visión no sean óptimas. Diga “ahora necesito claridad absoluta” o “quiero
claridad”. Para conseguir una respuesta inmediata, haga una petición firme y
concreta.
Todo el proceso es muy natural. Ahora, más que
nunca, me parece que los sueños se crean y tienen lugar para ayudarnos en
nuestra evolución personal. Podemos optar por reconocerlos y usarlos, o bien,
podemos ignorarlos. Cualquier cosa que decidamos, nuestra mente subconsciente
seguirá enviando sus mensajes a nuestra mente consciente. Tal vez ha llegado el
momento de que escuchemos y aprendamos de las imágenes que recibimos cada noche
en nuestros sueños.
Señales en los sueños
Sentirse o verse en un vehículo de algún tipo o
cerca de él: por ejemplo, un automóvil, una embarcación, un avión. Asimismo,
cualquier experiencia onírica que incluya un vehículo, como un vuelo espacial o
una aventura en un barco.
Reconocer un cambio en su ambiente diario, como el
que su casa se convierta en un castillo, un palacio o una cabaña de troncos.
Asimismo, cualquier cambio en la ubicación, la construcción o el color delos
edificios cercanos.
Tener sensaciones o experiencias como somnolencia,
parálisis, descargas de energía o sonidos anormales.
Reconocer cualquier suceso, situación o capacidad
fuera de lo normal, como poder volar, flotar o desplazarse en una forma no
convencional.
Sentir que cae o se hunde. También subir y bajar
escaleras o en un ascensor.
Tener experiencias donde usted y su yo
extracorporal estánjuntos.
Estar en un ambiente que cambia con rapidez (las
cosas aparecen o desaparecen de un momento a otro).
Encontrarse en un ambiente que puede manipular o
controlar con facilidad. Explorar un ambiente nuevo, por ejemplo, un desierto,
un bosque o un paisaje con nieve.
Reconocer un problema o conflicto: por ejemplo,
conducir un automóvil hacia abajo por una montaña y los frenos no funcionan.
Reconocer un puente, un túnel o una abertura de
algún tipo. En sus sueños, está abertura le permite superar un obstáculo o una
barrera, por ejemplo, un muro o un río.
Que un ser que parezca actuar como guía le enseñe
o lo conduzca de algún modo. A menudo este compañero está junto a usted, pero
permanece fuera de su vista.
Reunirse con grupos pequeños de personas en un
ambiente de salón de clase o de sala de conferencias.
Encontrar muchos niveles o pisos: aparcamientos,
edificios, barcos, etc.
Leer un libro o un programa de ordenador que
contenga información singular o avanzada.
El siguiente es un ejemplo de una conversión de un
sueño consciente que experimentó uno de los estudiantes que asisten a mis
talleres. Ocurrió al día siguiente de un taller de seis horas.
Estaba en la cama pensando si comenzaría mi
jornada ya o me quedaría a relajarme un poco más. Transcurrió muy poco tiempo
antes de que me quedara dormido. Me encontré soñando que estaba en un salón de
clase sentado en el pupitre. Había otros estudiantes. Una maestra caminaba por
la parte frontal del salón. Era rubia y parecía muy agradable. Estuve muy poco
tiempo allí, después me encontré en la casa de mis padres. En este punto, el
sueño se hizo lúcido.
Estaba acostado en el sofá del salón de mis padres
pensando en las experiencias extracorporales y me propuse tener una. Al
principio, sentí un hormigueo y después un poco de movimiento. Me dejé llevar
por la situación. De repente, percibí que la mitad superior de mi cuerpo estaba
sentada, lejos de la parte que todavía estaba acostada. De la cintura para
abajo, todavía estaba dentro de mi cuerpo. Pedí ayuda para completar la
experiencia; a continuación, el resto de mí salió de mi cuerpo y se quedó en el
suelo. Me sentía muy pesado y no podía levantarme. Todo a mi alrededor parecía
nublado y borroso. Recordé lo que Bill dijo en la clase y pedí que retornara
toda mi energía. Tan pronto lo hice, me sentí ligero y pude levantarme y
moverme. Sentí mucha emoción. Recuerdo que dije: “¡Lo conseguí! ¡No puedo
creerlo! ¡Esto es grandioso!”. Quería contárselo a alguien que me entendiera.
Mi hermano estaba en la habitación, recostado en el otro sofá. Me dirigí a la
habitación de mis padres para contarle a mi mamá lo que había hecho y vi a mi
papá caminando hacia fuera de su habitación. Pareció verme, pero no dijo nada.
Entré y me detuve junto a la cama de mi madre. Quería contarle, pero todavía
estaba dormida. Pensaba despertarla, cuando alguien apareció junto a ella en la
cama y me dijo que no la despertara. Estuve de acuerdo. Cuando abrí los ojos,
estaba de vuelta en mi cuerpo y el reloj marcaba las 9 y 20.
AFIRMACIONES
Durante los últimos veinte años las afirmaciones
han demostrado sobradamente su eficacia. En la actualidad, son parte
fundamental de los cursos de superación personal que se dan en todo el mundo.
Una afirmación es esencialmente una declaración intensa y positiva acerca de
uno mismo, planteada en tiempo presente. La raíz de la palabra afirmar
significa “dar firmeza”; es un método para solidificar un pensamiento o una
idea en nosotros. Las afirmaciones siempre deben formarse como una declaración
positiva; por ejemplo, “soy una persona positiva”, “merezco amor” o “mejoro a
cada minuto, todos los días”, estas son afirmaciones de uso común.
En cada momento de nuestras vidas, fluyen sin
cesar pensamientos por nuestras mentes. Los pensamientos influyen en forma
continua sobre nuestra realidad física y no física. Nuestro estado de
consciencia intelectual, emocional y físico es el resultado directo de nuestros
pensamientos.
Las afirmaciones nos permiten concentrar nuestros
pensamientos y contrarrestar algunas de las ideas negativas que hemos aceptado.
Nos permiten sustituir los pensamientos negativos o restrictivos por ideas
frescas y nuevas. Es un poderoso método con el que nos programamos para el
cambio positivo y para el éxito personal.
Las afirmaciones pueden repetirse en silencio, en
voz alta o por escrito; incluso pueden expresarse como una canción o una rima.
Generalmente, en la exploración extracorporal se repiten en silencio, tratando
de darles más énfasis en el momento en que el sueño está a punto de vencemos.
El propósito es que, mientras se queda dormido, se concentre totalmente en su
deseo de lograr una experiencia extracorporal inmediata.
Para lograr la máxima eficacia, cuando utilice
afirmaciones durante una técnica extracorporal, es importante que haga cuatro
cosas. Primero, que aumente cada vez más la intensidad emocional e intelectual
de sus afirmaciones mientras se queda dormido. Segundo, que repita
continuamente las afirmaciones hasta que lo venza el sueño, y haga que sus
pensamientos finales antes de dormirse se concentren en sus afirmaciones
extracorporales. Tercero, considere las afirmaciones como firmes compromisos
personales que espera experimentar, ¡en ese momento! Y cuarto, dispóngase a
recibir los resultados inmediatos de sus afirmaciones.
La cantidad y la variedad de las posibles
afirmaciones es infinita; a continuación doy algunos ejemplos.
¡Estoy fuera de mi cuerpo!
Experimento conscientemente un viaje
extracorporal.
Disfruto la consciencia extracorporal.
Permanezco consciente mientras mi cuerpo se
duerme.
Conservo la consciencia mientras el sueño entra en
mi cuerpo.
Me separo conscientemente de mi cuerpo físico
después que se duerme.
Mientras mi cuerpo se queda dormido, soy
completamente consciente de mi experiencia extracorporal.
En este momentopaso por una experiencia
extracorporal.
Ahora me separode mi cuerpo.
Las afirmaciones pueden usarse para:
Confirmar suclaridad de percepción cuando está
fuera de su cuerpo. La técnicade claridad es básicamente una afirmación intensa
para mejorar la percepción.
Declarar su intención inmediata de experimentar un
viaje extracorporal.
Reducir el temor y aumentar el control.
Mejorar el proceso de conversión de un sueño y el
recordar.
Mejorar y reforzar cualquier otra técnica extracorporal.
Controlar los pensamientos, antes y durante una
experiencia extracorporal.
Ayudar a eliminar las creencias ylos conceptos
negativos o limitativos en relación con la exploración extracorporal.
Volver a programar su subconsciente para el éxito.
Ayudarle a ampliar su concepto del yo más allá del
cuerpo físico.
Mejorar su capacidad para alejarse de su cuerpo
físico durante los segundos iniciales de la separación: “me desplazo a otra
habitación” o “floto y me alejo”.
Visualización con afirmaciones
Las afirmaciones pueden combinarse con otras
técnicas. Este es un ejemplo.
Acuéstese y póngase lo más cómodo posible. Cierre
los ojos, relájese completamente y respire en forma profunda, lenta y natural.
Mientras se relaja, repita una afirmación: “estoy fuera del cuerpo” o “ahora me
separo de mi cuerpo con toda mi consciencia”. Repita esta afirmación hasta que
comience a adormecerse.
Mientras repite mentalmente esta afirmación,
comience a visualizar un lugar conocido: una habitación de su casa u otro lugar
que conozca bien y que pueda imaginar con absoluta claridad. Comience a dibujar
la habitación en su mente. Observe sus detalles con la mayor viveza posible:
sienta la alfombra bajo sus pies, la tela de las cortinas y los muebles. Mire
los diseños del papel tapiz y perciba la textura del mobiliario. Observe y
explore las pinturas, los libros, todos los pequeños detalles. Concéntrese en
lo más mínimo. Sienta cómo camina por la habitación. Capte la sensación, lo
cómodo que es. Use todos sus sentidos, lo más que pueda.
Seleccione un objeto de la habitación. Tómelo y
sienta su textura, su peso. Véalo y siéntalo con la mayor claridad posible.
Vierta toda su concentración en él. Prosiga con sus observaciones mientras se
queda dormido.
La clave de este ejercicio es mantener su interés
fuera de su cuerpo hasta que se quede dormido. La combinación de afirmaciones
con esta visualización es muy eficaz.
Técnica para la mañana temprano
Uno de los mejores momentos para inducir una
experiencia extracorporal es por la mañana temprano, después que hayan pasado
dos o tres periodos REM (de tres a cinco horas).
Durante el sueño, cada noventa o cien minutos
comenzamos un periodo llamado sueño con movimientos rápidos del ojo (en inglés,
rapid eye movement, REM). El movimiento de los ojos mientras dormimos es
una evidencia física de que se comienza a soñar o, en algunos casos, de que se
pasa a un estado alterado de consciencia. Todavía no se ha determinado la
correlación científica entre los periodos REM y las experiencias
extracorporales; sin embargo, son frecuentes los informes que los relacionan.
La siguiente técnica es muy eficaz, pero requiere
cierto grado de disciplina. Muchas personas consideran que vale la pena este
esfuerzo adicional.
Prepare su despertador para unas tres o cuatro
horas de sueño. Cuando despierte, vaya a otra zona de su casa: una mecedora o
un sofá, por ejemplo.
Mientras se pone cómodo en su nueva posición,
seleccione su técnica extracorporal favorita. Relájese por completo y comience
a expresar sus afirmaciones, solas o junto con su técnica de visualización.
Repita las afirmaciones, primero en forma oral y después para sí mismo.
Concentre toda su atención en las afirmaciones y
lejos de su cuerpo físico. Mientras se queda dormido, intente reforzar lo más
posible el impacto emocional e intelectual de sus afirmaciones. Cada vez con
mayor intensidad, convierta sus últimas afirmaciones antes de dormirse en un
firme compromiso personal para lograr una experiencia extracorporal inmediata.
Es importante que sus últimos pensamientos antes que lo venza el sueño sean sus
afirmaciones extracorporales. Mientras hace esto, dispóngase a recibir lo que
pide.
No olvide concentrar todos sus pensamientos y sus
emociones en las afirmaciones. Su intensidad y su compromiso personal son de la
mayor importancia.
Con esta técnica, muchas personas logran salirse
de su cuerpo inmediatamente después que éste se queda dormido. Si tiene tiempo,
puede repetir esta técnica varias veces antes de que amanezca. Durante los
primeros intentos, es posible que se quede dormido; sin embargo, con la
práctica, la técnica produce resultados notables.
Si se le dificulta desarrollar su capacidad de
visualización, le recomiendo esta técnica como su mejor alternativa. Es uno de
los métodos más poderosos que existen y no requiere visualización.
Me parece que la eficacia de esta técnica no se
relaciona con el momento del día. Lo más importante es su estado mental:
después de tres o cuatro horas de sueño su cuerpo y su mente están parcialmente
frescos y muy relajados. Este estado de consciencia con la mente despierta y el
cuerpo relajado es el punto inicial ideal para cualquier técnica que se use en
la exploración extracorporal.
Descubrí esta técnica por accidente hace varios
años. Una noche, después de dormir unas cuatro horas, desperté de súbito y
decidí levantarme y leer. Por impulso, comencé a escribir algunas afirmaciones
extracorporales. Después de escribir quince minutos, comencé a sentirme muy
cansado. Elegí dos afirmaciones, seguí repitiéndolas en silencio mientras me
relajaba en el sofá. Repetí las afirmaciones hasta que me venció el sueño: “Me
salgo de mi cuerpo conscientemente. Ahora estoy fuera de mi cuerpo”. Concentré
toda mi energía en cada afirmación, esforzándome porque fueran mis últimos
pensamientos conscientes mientras me quedaba dormido. La experiencia siguiente
ocurrió a las 3:15 de la mañana, inmediatamente después que se adormeció mi
cuerpo físico.
Anotación en mi diario del día 7 de marzo de 1984
Sentí que me recorrían intensas ondas de energía.
Luego comenzó una sensación de movimiento: un desplazamiento extremo y
reconfortante. Al instante, me encontré en una casa frente al mar. Alcanzaba a
escuchar cómo rompían las olas. Todo lo que había en la enorme casa parecía blancuzco
y borroso, por lo que dije en voz alta: “¡Claridad!” Al mirar alrededor, pude
enfocar las formas. Estaba de pie frente a una mesa grande y alargada, que
medía unos seis metros. La habitación estaba llena de personas que brillaban.
Parecían irradiar luz desde todos los poros de sus cuerpos.
Siete hombres y una mujer se dirigieron a
saludarme. Al acercarse la mujer pude ver su sonrisa. Cuando me miraba,
comenzaban a aparecer en mi mente vívidas imágenes. El significado de cada
imagen se comprendía al instante. “Me alegra verte de nuevo. Has estado
ocupado”. Sentía claramente la cordialidad de sus pensamientos.
El grupo rodeó la mesa y supe que era el momento
de sentarse. Al mirar la habitación, parecía ampliarse con mi visión. Todavía
escuchaba como rompían las olas y me dieron ganas de ver el mar. Apareció una
imagen clara en mi mente, “muy pronto experimentarás el mar. Ahora comencemos”.
Respondí sin pensar, “el mar suena hermoso hoy”.
Pronto apareció otro pensamiento en mi mente, “sí, el mar es maravilloso.
Normalmente nuestros visitantes no tienen consciencia de ello”. Hubo una breve
pausa y después continuaron los pensamientos-energía desde el otro extremo de
la habitación: “una gran cantidad de energía se dirige a las regiones densas.
Quienes viven en los cuerpos sólidos comienzan a responder. Falta mucho por
hacer. Quienes despiertan de sus sueños buscan respuestas, buscan en el
exterior. Por eso hay tanta confusión. Sabemos que los cuerpos sólidos son
tenaces; ya hemos pasado por eso. La última prueba es reconocer la verdad
mientras te rodean ilusiones sólidas”. Respondí en forma espontánea con un
pensamiento, “Se espera mucho de ellos y se les da poca guía. ¿Por qué debe ser
tan difícil?”
Apareció otra imagen en mi mente. De algún modo,
supe que era una mujer. “La escuela es firme, pero justa. Cada uno crea las
lecciones que necesita”. La miré y mis pensamientos parecieron fluir. “Pero,
¿por qué tanta ignorancia y tanto dolor?”
Otra voz entró en mi mente, “la escuela es
dolorosa para algunos, esclarecedora para otros. Sólo la experiencia crea
sabiduría. El resultado final siempre es eficaz”. Yo respondí, “aún así, la
guía es insuficiente. Cinco mil millones de personas y todas esperando y orando
para que lo que creen sea cierto. No me parece una escuela eficaz: todas esas
personas viven en la oscuridad”. Apareció otra voz, “amigo, no ves la imagen
total. El tiempo es una ilusión. No hay prisa. Todos sois inmortales. El simple
hecho de ser es experiencia, y la experiencia crea sabiduría. El tiempo no es
el problema” Mientras miraba la habitación, me abrumó la realidad de la
experiencia. Sentía la mesa y veía la habitación con absoluta claridad. Al
distraerme con el sonido de las olas, percibí un fuerte tirón. Comencé a
regresar. En segundos estaba dentro de mi cuerpo físico. Cuando abrí los ojos,
la sensación de adormecimiento, hormigueo y desorientación se desvaneció con
rapidez.
LA HIPNOSIS
La hipnosis es un recurso cada vez más popular. Se
utiliza regularmente en las terapias de modificación de conducta para cosas
como el control de peso, el mejoramiento en los deportes, el alivio de la
tensión, la optimización de la memoria y el tratamiento de temores y fobias.
Hace poco surgieron nuevos usos para la hipnosis. Uno de los más celebrados y
populares es la regresión a vidas anteriores. Cuando un paciente regresa a una
vida física anterior, puede descubrir, experimentar y resolver un problema, un
temor o una fobia actual, yendo al origen del dilema. Se han publicado muchos
informes sobre regresiones hipnóticas que contienen información comprobable de
los siglos pasados, incluyendo nombres, fechas, lugares y sucesos.
Durante varias de las regresiones a vidas
anteriores que he conducido, he observado una tendencia en algunos de mis
clientes a experimentar un breve estado de consciencia extracorporal, por lo
general durante la transición entre las vidas físicas. Una investigación
adicional aclaró que la hipnosis podría usarse para inducir una aventura
extracorporal controlada. Con algunas modificaciones mínimas, la técnica de
inducción que se emplea normalmente en la regresión hacia vidas pasadas, en
general es eficaz en la exploración extracorporal. La inducción hipnótica
básica no cambia, sólo se modifican las instrucciones después de la inducción.
La hipnosis ha aportado notables beneficios a
millones de personas en la década pasada. Ahora puede usarse para iniciar una
experiencia extracorporal controlada por uno mismo. Sus beneficios son muy
evidentes en cuatro áreas principales. Primero, la hipnosis induce con eficacia
el estado mental ideal para la exploración extracorporal (mente alerta y cuerpo
relajado). Segundo, ayuda a controlar, reducir y eliminar los bloqueos, los
temores y los límites conscientes y subconscientes. Tercero, puede usarse con
el fin de mejorar la capacidad para visualizar, concentrarse y meditar. Y, por
último, las sugestiones hipnóticas son eficaces para activar una experiencia
extracorporal completamente consciente. Por ejemplo, las sugestiones hipnóticas
“soy completamente consciente durante mis sueños” y “mis sueños me permiten
salir conscientemente del cuerpo” son de gran ayuda en el proceso de conversión
de un sueño. Las sugestiones como “después que me vence el sueño, reconozco y
experimento una aventura extracorporal completamente consciente” y “el sueño
activa mis experiencias extracorporales” se usan para reforzar y mejorar la
capacidad de una persona con el fin de que responda en forma positiva a sus
técnicas extracorporales.
Al seleccionar un hipnoterapeuta es bueno
comprobar su historial. En muchos lugares, se requiere un certificado o una
licencia. Después, investigue las áreas que conoce. (Muchos hipnoterapeutas se
especializan en áreas como el control del peso y losdesórdenes alimenticios.)
Lo ideal es encontrar a alguien con amplios antecedentes en regresión y cierto
conocimiento de metafísica y exploración extracorporal. Tales personas por lo
general están más familiarizadas con los ambientes no físicos (que responden a
los pensamientos) que se encuentran fuera del cuerpo. También tienen mejor
disposición para analizar las singulares percepciones y experiencias de la
exploración extracorporal. A menudo, sus nociones sobre metafísica les permiten
comprender mejor las motivaciones y los propósitos de las personas que persiguen
aventuras extracorporales.
La autohipnosis
La autohipnosis es otro recurso nuevo y poderoso.
A menudo, nuestros límites y temores se programan de manera subconsciente
dentro de nosotros. En nuestro interior, aceptamos un concepto rígido de
nosotros mismos y ponemos límites a nuestra capacidad. Estos límites
subconscientes son muros que nos alejan de nuestro ilimitado potencial. En
cierto sentido, nosotros mismos nos encerramos.
Uno de los medios más eficaces para eliminar los
límites y los temores impuestos por nosotros mismos es afrontarlos
directamente. La hipnosis nos proporciona la capacidad de entrar a nuestra
mente subconsciente y resolver nuestros límites y temores. Además, podemos
volver a programar la mente subconsciente para que triunfe en cualquier tarea,
incluyendo la exploración no física.
A continuación doy un guión de autohipnosis que
usted puede grabar y usar en su casa. Al grabar este guión, hágalo con calma y
hable en un tono relajado. En cada pausa entre frases, deténgase unos dos
segundos. Trate de mantener el ritmo durante toda la grabación. Muchas personas
tienden a acelerarse a medida que graban, así que evite ese error. Se señalan
las pausas que duran más de dos segundos.
Para lograr mejores resultados, use una grabadora
autoreversible y una cinta de alta calidad y larga duración (noventa minutos o
más).
Al utilizar esta técnica de autohipnosis,
colóquese lo más cómodo posible en el lugar que haya elegido para realizar la
exploración extracorporal. Si es posible, use una mecedora o un sofá cómodo.
Elija una hora y un lugar que le permitan noventa minutos de soledad. Si es
necesario, desconecte el teléfono. ¡Nunca escuche cintas de hipnosis mientras
conduce!
Guión de autohipnosis extracorporal
Respire profundamente varias veces, cierre los
ojos y relájese totalmente. Deje que su cuerpo y su mente se tranquilicen...
Mientras siente cómo se acomoda y se sosiega... ábrase a un tipo especial de
experiencia... Abandónese y relájese... Respire profundamente... y relájese por
completo, por completo... Ahora, relájese todavía más... Respire profundamente
otra vez, con lentitud... dejando salir toda la tensión... toda opresión... Con
cada respiración sienta que lo abandona la tensión... Simplemente relájese...
completamente...
Visualice, imagine o sienta su cabeza sumergida en
una suave luz que le devuelve el bienestar... una luz que tranquiliza todos sus
pensamientos... una luz que calma todas las preocupaciones... Su mente está en
paz... Esta suave luz libera del trabajo a sus sentidos físicos... Simplemente
sienta su cabeza y sus sentidos envueltos por esa luz... Ahora, deje que la luz
crezca ligeramente... sienta cómo baja por su cuello y sus hombros... Cada
músculo y cada célula que toca se relajan... cada vez más... con más armonía...
Ningún otro sonido lo perturbará... Sólo harán que usted profundice más... y
más... Siente más paz y tranquilidad... Mientras esta suave, tranquila y
benéfica luz envuelve su cuello y sus hombros... cada célula nerviosa... cada
músculo se relaja totalmente... Cada célula y cada tejido de su cuerpo se
relaja... Ahora, permita que esta luz fluya todavía más... Sienta cómo baja por
los brazos... las manos... los dedos... y lo relaja todavía más... Sienta que
la luz envuelve su pecho y la parte superior de su espalda... sus costillas...
sus órganos internos... sus pulmones... su corazón... Cualquier tensión...
cualquier esfuerzo que sea parte de su cuerpo se libera conforme lo inunda esta
suave luz benéfica... Ahora deje que la luz se expanda todavía más, hasta que
llene su estómago y la parte inferior de su espalda... Sienta cómo se relaja y
se libera cada músculo y cada célula... La cálida y tranquilizante luz rodea y
envuelve sus caderas... sus piernas... Mientras usted se relaja por completo,
no lo perturban los sonidos... Cualquier sonido hará que usted profundice
más... cada vez más profundo... baje... baje... hacia un estado del ser más
tranquilo y relajado... Está completamente relajado... completamente en paz...
Se siente completamente seguro... completamente protegido... Puede sentir que
la fuerza de la relajación fluye por sus pies... Ahora todos los músculos de su
cuerpo están completamente relajados... Están tan relajados, que no puede
moverlos... Todos están tan absolutamente relajados... usted se hunde... en lo
profundo... cada vez más... baje... profundamente relajado...
Ahora puede sentir la suave fuerza tranquilizante
de la luz brillando sobre usted... La cálida sensación de la luz irradiando por
todo su cuerpo... Puede sentir su calor... sentir su protección... Lo rodea la
cálida y tranquilizante energía de la luz... Mientras todo su cuerpo se relaja
y se regocija... puede ralentizarse un poco más... Permítase ralentizarse un
poco más, y luego otro poco más... Voy a contar hacia atrás del diez al uno; con
cada número descendente relájese... y cuando llegue a número uno, usted entrará
a su propio nivel de relajación profunda, intensa... Diez... baje, baje,
nueve... más profundo, más profundo, baje, ocho... baje, baje, más profundo,
más profundo, siete... baje, seis... baje, cinco... más profundo, cuatro... más
profundo, tres... más profundo, baje, dos... más profundo, baje, y... uno.
Ahora está en un nivel muy profundo de relajación natural... Recuerde... tiene
el control absoluto y es completamente consciente de todos los niveles de su
mente. Este viaje es algo que usted quiere, porque está ansioso por explorar,
ansioso por aprender... En un momento comenzaremos una serie de ejercicios
sobre su percepción, su capacidad para ver, sentir y estar completamente libre
de su cuerpo físico... de su vehículo físico temporal.
Ahora, sienta la parte de usted que anhela algo
más... Hay una parte de usted que quiere ver más... que espera movimiento. A
medida que crece este anhelo dentro de usted... sienta cómo se convierte en un
deseo... en una pasión por conocer su verdadero yo... por conocerse y
experimentarse a sí mismo completamente, independiente de su cuerpo físico...
por conocer y experimentar su yo espiritual... Sienta este deseo... Quiero que
mire al horizonte e imagine una luz suave... una puerta de luz... Usted siente
y sabe que esa luz es buena... Esa luz está llena de amor y protección... Ahora
comience a avanzar hacia esa puerta de luz... Siéntase a sí mismo avanzar hacia
la puerta de luz... Mientras ve que esa puerta se acerca cada vez más... se
siente a sí mismo completamente envuelto por la luz... completamente envuelto y
protegido por la luz... siente el calor y la protección de la luz... La luz lo
rodea y fluye por su cuerpo... por todo su ser...
Ahora visualícese, imagínese o siéntase avanzando
por la puerta... Y mientras pasa por la puerta de luz, quiero que sepa que se
aleja de su envoltura física... Mientras camina por esa puerta de luz...
observará su cuerpo objetivamente... sabiendo en todo momento que siempre está
rodeado por la blanca luz protectora...; Como alma, usted elige traspasar los
límites de la materia... Por ello quiero que observe todos los detalles...
Ahora sienta cómo se vuelve más ligero... Es tan ligero como una pluma... tan
ligero como un globo que se eleva y flota hacia arriba, suba, suba... Ahora
puede sentirse flotando en libertad...
Mientras asciende, disfrute la cálida sensación de
flotar libremente... flotar completamente libre de su cuerpo físico... flotar
por encima de su cuerpo... Mientras disfruta la sensación de flotar, puede
sentir que aumenta su consciencia... Es más consciente... más consciente de su
nuevo cuerpo-energía más ligero... más consciente de su yo-energía más
ligero... de su yo-energía flotante... Toda su consciencia está en su
yo-energía ligero... Con alegría, puede sentirse a sí mismo flotando libre,
flotando completamente libre de todos los límites... de todos los límites
densos... Ahora es completamente consciente en su yo ligero... Puede ver y
sentir con toda su consciencia... toda su consciencia está en su yo-energía
ligero... Puede sentir la alegría de estar libre de su cuerpo físico,
completamente libre de todos los límites...
Ahora, ¿qué ve?... ¿qué observa?... [pausa de
quince segundos.]
Puede sentir y ver un aumento de su nueva
percepción... Su visión mejora por momentos... es cada vez más clara... Su
visión es cada vez más aguda, más clara de lo que nunca antes fue... Su yo
tiene ahora una visión perfecta... su yo sutil posee una visión nítida... percepciones
perfectas... Puede sentir toda su consciencia... Toda suconsciencia está en su
yo-energía sutil... Usted concentra toda su energía en su yo-energía sutil...
¿qué ve?... ¿cómo se siente?... ¿puede ver su cuerpo?... Describa en detalle
todo lo que ve... Disfrute todas las sensaciones... Tómese todo el tiempo que
necesite... [pausa de tres minutos.]
Ahora, vuelva lentamente a su cuerpo físico...
Tómese el tiempo necesario y vuelva lentamente... Mientras regresa, sabe con
certeza que puede separarse de su cuerpo físico con facilidad... Con absoluta
confianza, puede salirse de su cuerpo físico cuando lo desee... Ahora sabe que
su cuerpo físico es sólo un vehículo para su consciencia... sólo un vehículo de
los muchos que posee... Es agradable poder ir más allá de su cuerpo y ver y
saber por sí mismo... De ahora en adelante, puede y debe dejar su cuerpo físico
con toda facilidad... con toda seguridad, cuando lo desee.
Ahora, respire profundamente, relájese y
tranquilícese... En unos momentos, voy a contar del uno al tres, de modo que
cuando diga tres, usted pueda abrir los ojos y sentirse completamente
despierto... Recordará todo lo que ha experimentado... Llegará a explicaciones
más profundas... Se sentirá vigorizado y revitalizado... Rejuvenecido y descansado...
como si hubiera disfrutado de una tranquila siesta... Se sentirá en completa
armonía... Se sentirá más dispuesto... mejor... y mantendrá una conexión
consciente con su yo interior... Debido a que se ha relajado de manera tan
profunda y firme, su mente estará perspicaz y alerta... Podrá pensar con mayor
claridad y creatividad... Comencemos... Uno... Ahora se siente muy
descansado... Todo su cuerpo está en paz... Se ha relajado de manera profunda y
firme y ello le ha permitido trascender su cuerpo físico... En el futuro verá
que cada sesión será todavía más relajante y reconfortante... Dos... Ahora
comienza a sentir que la energía y la vida fluyen por todas y cada una de las
partes de su cuerpo... Se siente lleno de energía y de vigor... Recuerda todo lo
que ha experimentado... y todo se explicará todavía más en los días
siguientes... Se siente alerta y despierto... Tiene una profunda sensación de
bienestar y conocimiento... Se siente bien... más saludable... listo para
afrontar lo que aparezca en su camino... Se siente fresco y descansado, como si
despertara de una larga siesta... Tres... Todo su cuerpo, su mente y su alma
están revitalizados... Ahora abra los ojos sintiéndose completamente fresco y
lleno de energía y de alegría.
EL SONIDO
El uso del sonido para inducir experiencias
extracorporales data de miles de años atrás. Los monjes tibetanos son famosos
por el uso de cánticos, carillones y campanas a fin de mejorar sus estados
meditativos. En las dos últimas décadas, los cánticos y los mantras se han convertido
en algo usual en occidente. La repetición de ciertos sonidos es una práctica
antigua conocida y aceptada en la actualidad como un método eficaz para mejorar
la concentración.
Técnicas con frecuencias
Los científicos no han estudiado a fondo el uso de
las frecuencias sonoras para inducir las experiencias extracorporales. En la
actualidad, el Monroe Institute of Applied Sciences, ubicado en Nelson County,
Virginia, conduce la investigación más extensa. Durante más de veinte años, el
fundador y director ejecutivo del instituto, Robert Monroe, ha experimentado
con estados alterados de consciencia inducidos mediante sonidos. En años
recientes, el instituto ha desarrollado algunos métodos prácticos para acelerar
el aprendizaje mediante estados de consciencia alterados. Estos métodos
incorporan un sistema de pulsos de audio que crean una respuesta determinada en
el cerebro humano. El resultado es una sincronización de los hemisferios
izquierdo y derecho del cerebro.
Una de las metas del instituto es ofrecer ayuda
práctica a las personas interesadas en explorar las dimensiones no físicas del
universo. Con este fin, ha creado cassettes llamados Hemi-sync. Estos cassettes
están diseñados para producir una señal con una frecuencia de 100 hertzios en
un oído y con una frecuencia de 104 hertzios en el otro; la diferencia de 4
hertzios es la frecuencia cerebral predominante en el momento de una
experiencia extracorporal.
Aunque las técnicas con frecuencias sonoras son
todavía relativamente nuevas, estoy seguro de que esta forma revolucionaria de
inducción extracorporal se divulgará mucho en un futuro cercano. Como
introducción para las técnicas con frecuencias sonoras, he incluido un antiguo
método utilizado por los monjes tibetanos. Esta es una de las técnicas extracorporales
más antiguas, que data de miles de años antes del nacimiento de Cristo.
Técnica del sonido
Respire profundamente varias veces y relájese
totalmente. Póngase cómodo en el lugar que haya elegido para sus experiencias
extracorporales. Cierre los ojos y concentre su atención en la coronilla de su
cabeza. Concentre toda su consciencia en su cabeza hasta que comiencen a
desaparecer las sensaciones corporales.
A medida que se desvanezcan sus sensaciones
físicas, entone suavemente el sonido OM siete veces. Deje que el sonido resuene
por la parte de arriba de su cabeza.
Repita en su mente siete veces el sonido OM.
Perciba con toda su consciencia el sonido que resuena en su mente. Deje que el
sonido se eleve por la parte superior de su cabeza.
Concentre toda su atención en el núcleo de la
resonancia, permita que el sonido ascienda lentamente hacia el techo. Sienta
cómo su consciencia se integra con el sonido. En lo posible, vuélvase uno con
el sonido que se eleva, al mismo tiempo que su cuerpo se relaja.
Sienta cómo aumenta su consciencia con el sonido.
Vuélvase uno con la resonancia del OM. Disfrute el sonido y fluya con él.
Sienta cómo se vuelve cada vez más ligero mientras flota con el sonido. Deje
que su cuerpo físico descanse y duerma mientras concentra toda su atención en
el sonido que asciende.
Esta técnica se usa en forma eficaz con una cinta
grabada para inducción extracorporal. Cuando use un sistema de sonido externo,
recuerde concentrarse en sus sonidos internos. El único propósito del sonido
externo es reforzar y mejorar su propia voz.
LA REPETICIÓN TÉCNICA DEL RITUAL
En ocasiones algunas personas me cuentan que han
creado un sistema o ritual repetitivo para su preparación extracorporal. En
esencia, desarrollan una serie personal de sucesos repetitivos que los conducen
a sus experiencias extracorporales. Por ejemplo, toman un baño de inmersión
prolongado, se ponen una bata blanca especial y colocan velas encendidas
alrededor de una mesa o un sofá mientras se preparan para relajarse y comenzar
su técnica extracorporal. Durante todo este proceso, se concentran en su deseo
de lograr una experiencia extracorporal inmediata. Algunas personas obtienen
resultados impresionantes con este tipo de técnica.
Me parece que el éxito de la técnica del ritual se
debe al especial énfasis que se da a la meta durante todo el proceso de
preparación. La mente registra el proceso repetitivo y extenso como algo
especial y aporta una atención subconsciente adicional. Además, el acto mismo
de repetir el mismo procedimiento durante semanas afecta a la mente
subconsciente. Dice un viejo proverbio que cualquier acto o pensamiento
repetido a diario durante veintiún días se convierte en un hábito. Esta idea se
basa en la premisa de que nuestra mente subconsciente toma nota de la repetición
diaria y la acepta como una nueva norma de conducta. Ese mismo principio
explica por qué son tan eficaces la repetición diaria y la técnica del ritual.
Mirando hacia atrás, me doy cuenta de que he
creado mi propio procedimiento o ritual. A principios de los años setenta,
durante un periodo de dos años, me despertaba a las 7 de la mañana, acudía a
una clase a las 8:30, volvía a las 11:30 y me relajaba. Todos los días al
mediodía me acostaba y aplicaba una técnica extracorporal. Este procedimiento era
muy eficaz. Después de varias semanas de repetición diaria, me había programado
para tener experiencias extracorporales. Tras varios meses, no necesitaba
técnica alguna; sólo tomaba una siesta al mediodía y automáticamente me elevaba
y me separaba de mi cuerpo físico. Ahora que lo pienso, me parece que era una
forma de condicionamiento. El éxito se basa en el éxito, y una vez que mi mente
consciente y subconsciente aceptó el proceso de las experiencias
extracorporales, se convirtieron en un estado muy natural de mi ser. Después de
haber tenido varias experiencias agradables, mi mente subconsciente comenzó a
cooperar totalmente con mis deseos.
Esto es importante porque señala el camino hacia
una comprensión más profunda de todo el proceso de la exploración
extracorporal. Para obtener el conocimiento y la sabiduría con que contamos en
las dimensiones no físicas del universo, debemos ir más allá de nuestros deseos
superficiales. Si queremos ser eficientes en la exploración no física, debemos
programarnos para el éxito. Los intentos mediocres producirán sólo resultados
mediocres. Para lograr el éxito y el control verdaderos, debemos estar dispuestos
a hacer un compromiso emocional e intelectual total. El modo más fácil es crear
una repetición diaria o un ritual. La clave es hacerlo a diario y, si es
posible, a la misma hora y en el mismo lugar. La combinación de la repetición y
la determinación crean un poderoso sistema que lleva al éxito, sistema que
puede usarse para cualquier cosa que quiera lograr de la vida.
RESULTADOS FRECUENTEMENTE COMENTADOS
Los resultados iniciales que se mencionan durante
las experiencias extracorporales varían de una persona a otra. Sin embargo,
durante los últimos veinte años he observado similitudes notables. El modo en
que reaccionamos a los cambios iniciales que experimentemos será lo que en
muchas ocasiones decida nuestro éxito.
Si no está preparado, la transferencia rápida de
su consciencia desde el cuerpo físico a su yo no físico puede ser un salto
impresionante. Tener una idea de lo que debe esperar le será de gran ayuda en
sus exploraciones iniciales. Cuanta más preparación tenga para la experiencia,
mayor control podrá ejercer sobre ella. Para tener éxito en una experiencia
controlada, es absolutamente esencial responder positivamente a cualquier
cambio repentino en su ubicación, su percepción y su punto de vista.
A medida que concentre toda su atención en la
técnica que haya elegido, su cuerpo físico se relajará cada vez más. En algún
momento, su cuerpo comenzará la transición al sueño. Mientras ocurre esta
transición, es posible que experimente un cambio notable en su ciclo normal de
sueño. Este cambio puede ocurrir inmediatamente después de que se duerma su
cuerpo o durante un periodo REM. Durante esta transición es cuando aparecen las
señales internas, por lo que debe poner atención a las sensaciones o los
sonidos internos extraños que pueda experimentar.
Los siguientes son los resultados mencionados más
a menudo.
1. Flotar, estar de pie o acostado fuera de su
cuerpo físico.
2. Experimentar su yo-energía acostado o sentado
dentro de su cuerpo físico. Esto puede ocurrir al mismo tiempo que una
vibración intensa circula por todo su cuerpo-energía. Puede sentirse
desincronizado con su cuerpo físico y preparado para simplemente “levantarse”
del cuerpo físico. Esto es muy natural; concentre su atención en su nueva
frecuencia vibratoria e instrúyase para alejarse de su vehículo físico.
3. Hallarse de pie o sentado en uno de sus lugares
objetivo, observando su nuevo entorno. Este cambio de consciencia es rápido,
por lo que debe permanecer tranquilo y disfrutar su nueva frecuencia
vibratoria.
4. Experimentar un sueño lúcido (un sueño donde se
vuelve consciente de su ambiente). Durante este sueño, puede experimentar una o
más señales internas. Concentre su atención en la vibración o el sonido y
dispóngase a alejarse de su cuerpo.
5. Experimentar un ambiente no físico diferente del
cotidiano. Mantenga la calma y disfrute su nuevo entorno.
UN PANORAMA DEL ESTADO MENTAL IDEAL
Comience con lamente en blanco. En lo posible,
libérese de las ideas preconcebidas, los límites, las creencias y las
convicciones. Imagínese comenzando su vida de nuevo, completamente libre de
límites y de concepciones acerca del yo.
Confíe en sí mismo y en su capacidad. Usted es un
ser espiritual que posee capacidad creativa y que puede separarse con facilidad
de su cuerpo físico temporal.
Prepárese para recibir. Ábrase totalmente a una
nueva percepción de sí mismo, una visión ampliada de usted mismo con capacidad
sin límite.
Dispóngase a reconocer y liberar las barreras, los
bloqueos o las percepciones personales que limiten su crecimiento y su
desarrollo.
Acepte que va a reconocer y a liberar el
adoctrinamiento y el acondicionamiento intenso que ha recibido.
Muéstrese abierto y receptivo a todo cambio en su
consciencia. Acepte un cambio completo en su consciencia, desde su vehículo
denso y sus límites hasta su yo energético superior.
Sienta con intensidad cómo su yo interior lo
impulsa a explorar y a experimentar más allá de su vehículo físico.
Concentre todasu energía, su atención y su deseo
en un compromiso personal deconocerse y experimentarse a sí mismo independientemente
de su vehículo físico.
Sienta con toda certeza que es un ser no físico
con gran energía. Siéntalo con cada célula, cada tejido y cada parte de su ser.
Por ser algo más que materia, se separa conscientemente de su vehículo físico
denso con facilidad.
Siéntase totalmente seguro y protegido al alejarse
de su vehículo físico.
Reconozca y acepte totalmente que el ambiente y el
momento ideal para su exploración extracorporal es hoy. ¡Ahora!
Libérese y sepárese de la tierra. Véase a sí mismo
soltándose de su cuerpo, liberándose de sus límites físicos.
Mientras practica su técnica extracorporal
favorita, repita la siguiente afirmación: “Soy algo más que un cuerpo físico.
Porque soy algo más que materia, ahora me separo de mi cuerpo físico con plena
consciencia”.
REPASO DE LAS TÉCNICAS
1. Manténgase tranquilo. Las vibraciones, los
sonidos y los movimientos internos son experiencias normales.
2. No sienta temor, usted está protegido y es
inmortal.
3. Pida claridad absoluta de consciencia, pida “¡claridad!”
las veces que sea necesario.
4. Concéntrese y mantenga sus pensamientos
alejados de su cuerpo físico en todo momento.
5. Concéntrese en un objetivo específico: una
persona, lugar o estado de consciencia que le gustaría experimentar
6. Prepárese para experimentar una sensación de
movimiento después de hacer alguna petición.
7. Disfrute sus nuevas exploraciones. El universo
invisible es su derecho de nacimiento y también su destino.
FUNDAMENTOS DE LA EXPLORACIÓN EXTRA CORPORAL
1. Somos seres espirituales (de energía no física)
que utilizamos de manera temporal cuerpos (vehículos) biológicos para obtener
experiencias y expresarnos.
2. Debido a que el cuerpo físico es un vehículo
temporal, es natural que podamos separarnos de él y experimentar nuestro
verdadero yo no físico.
3. En la actualidad experimentamos un vehículo
biológico para que podamos explorar, interactuar y aprender en la dimensión
física.
4. Las experiencias extracorporales son el cambio
o transferencia normal de consciencia desde nuestro vehículo físico a nuestro
cuerpo no físico de frecuencia superior.
5. Usamos y controlamos de manera simultánea
varios vehículos de energía (de frecuencia). Cada uno de estos vehículos
energéticos existe en una densidad y una frecuencia vibratoria diferente y
única. Lo ideal es que todos nuestros vehículos energéticos funcionen en
armonía para ayudarnos en nuestro desarrollo personal.
6. Cada vehículo de consciencia percibe el
universo en su propia frecuencia. Para percibir y experimentar la materia, debemos
tener un vehículo material. Para percibir y experimentar de manera consciente
las dimensiones vibratorias superiores (menos densas), debemos utilizar de
manera consciente el vehículo energético apropiado.
7. Somos el origen creativo de nuestra realidad y
nuestra experiencia. Producimos nuestra realidad individual con el modo en que
concentramos y administramos nuestra energía de pensamiento. Este principio se
aplica a todos los niveles de energía del universo. Nuestros pensamientos
conscientes y subconscientes han producido, ordenado y manifestado todo lo que
experimentamos.
Capítulo 7. Para dominar la experiencia
Todo hombre toma los límites de su propio campo de
visión como los límites del mundo.SCHOPENHAUER
Si queremos obtener el máximo beneficio de una
experiencia extracorporal, el control es absolutamente necesario. La clave de
una exploración no física eficaz es el control razonado de nuestro estado de
consciencia no físico. Una vez obtenido cierto grado de control, el potencial
de la exploración extracorporal se vuelve absolutamente ilimitado. De hecho,
nuestra imaginación no es apta para concebir todas las posibilidades que están
a nuestra disposición. La experiencia me ha enseñado que cuanto más preparados
estemos para nuestras exploraciones, con- más eficacia podremos
maniobrar en los ambientes no físicos y adaptarnos a ellos. Después de una
preparación adecuada, muchas personas informan de un alto grado de control,
incluso durante sus primeras experiencias.
Los conceptos físicos y las leyes de la energía
tienen escaso valor en las dimensiones no físicas del universo. Para ser
verdaderamente eficaces cuando estamos fuera del cuerpo, debemos aprender las
“señales de tráfico” no físicas. Como un medio de preparación y ayuda, he
recopilado un panorama de las situaciones, los sucesos y los desafíos que puede
encontrar en sus exploraciones extracorporales. Esta información es el
resultado de mi experiencia personal y de la información que he obtenido de
cientos de personas que han tenido experiencias extracorporales durante los
últimos veinte años. Una gran parte de la información publicada hasta este
momento es inadecuada; ya sea porque se limita a un punto de vista único o
porque se deforma con prejuicios, creencias o interpretaciones religiosas. Por
ello presento este panorama con la menor parcialidad cultural posible.
En este mundo lleno de creencias y teorías, hay
una tremenda necesidad de información práctica, obtenida a través de la
experiencia directa. Ahora comprendo que las respuestas a los misterios de
nuestra existencia no están ocultas; sino que esperan pacientemente que
ampliemos nuestra visión más allá de los límites densos de la materia. Las
claves de control nos ayudarán en esta búsqueda.
Claves para el control
Situación y Clave para controlarla:
.Vibraciones internas (en ocasiones intensas)
acompañadas por sonidos prolongados de zumbidos, murmullos o estruendos.
Está experimentando el estado vibratorio. Aleje
inmediatamente toda su atención de su cuerpo físico.
Catalepsia (incapacidad para mover su cuerpo
físico)
Este es un fenómeno temporal que puede ocurrir
inmediatamente antes o después de una experiencia extracorporal. Su cuerpo
energético de frecuencia superior se desincroniza del cuerpo físico.
Regreso impremeditado a su cuerpo físico.
Normalmente lo provocan pensamientos aleatorios
dirigidos a su cuerpo físico. Debe conservar toda su atención en el ambiente no
físico y el cuerpo energético que experimenta.
Visión borrosa; consciencia poco clara o similar a
un sueño.
Con firmeza pida claridad hasta que mejore su
visión o su consciencia: “¡claridad!” Después concéntrese en un objeto o una
zona específica del entorno que explora.
Sensación de temor o ansiedad; ataque de pánico.
Repítase que está seguro y a salvo. Rodéese con un
muro o un globo impenetrable de luz blanca protectora.
Experiencia de túnel.
Esto ocurre cuando se abre la membrana de energía
que divide dos niveles (dimensiones no físicas de energía) de frecuencia
importantes. El movimiento a través de un túnel a menudo se experimenta como un
movimiento intenso hacia el interior. Mantenga la calma; la sensación de
movimiento rápido normalmente cesa en segundos. El resultado será que usted
entrará a una dimensión o un ambiente energético diferente.
Sensación de movimiento interior rápido; sentirse
atraído hacia lo profundo, hacia áreas desconocidas de usted mismo.
Este movimiento suele ser intenso y puede provocar
alarma si usted no está preparado. Mantenga la calma; éste es un cambio normal
de consciencia desde su cuerpo energético más denso a su forma de frecuencia
superior.
Pesadez o incapacidad para moverse libremente
justo después de la separación.
Esto lo provoca una consciencia insuficiente de su
cuerpo no físico. Solicite con firmeza que esté presente toda su consciencia en
el cuerpo energético que experimenta. Pida “¡consciencia!” y exija claridad y
movilidad.
Falta de recuerdos vívidos después de una
experiencia.
Pida con firmeza recordar mejor su experiencia
extracorporal: “lo recuerdo todo”. Esto es muy eficaz al estar fuera del
cuerpo.
Sentirse un ser energético consciente sin forma.
Este es el reconocimiento normal de nuestro
verdadero yo no físico (el alma).
Percibir un estallido muy fuerte (como un disparo)
cerca de su cabeza, en el momento de la separación del cuerpo.
Es probable que este sorprendente sonido sea el
resultado de la desconexión repentina de un punto ubicado en alguna parte de la
cabeza (la glándula pineal, según algunos)
Sensación de mirar a través de sus párpados
físicos cerrados.
Esto ocurre cuando transfiere su consciencia a su
cuerpo energético, pero no se ha separado de su cuerpo físico. Simplemente
aléjese de su cuerpo físico: “voy hacia la puerta”.
Entrar en el estado vibratorio pero no ser capaz
de separarse de su cuerpo.
Concentre toda su atención en alejarse de su
cuerpo físico y dirigirse a otra área de su casa. Es sumamente importante que
mantenga su atención lejos de su cuerpo físico en todo momento.
Sonidos extraños o singulares durante el sueño
(voces, zumbidos, campanas, murmullos, música, pasos, cualquier sonido anormal
en su ambiente físico actual).
Los sonidos extraños indican que su consciencia ya
se ha transferido de su cuerpo físico a su cuerpo no físico. Considere estos
sonidos como señales internas.
Entrar a un ambiente no físico que contenga formas
de nubes (en ocasiones parecen imágenes holográficas con diversos grados de
densidad).
Está observando formas de pensamiento. Son el
resultado directo de un pensamiento concentrado sobre un entorno energético no
consensuado.
Su entorno inmediato parece ser un duplicado de su
mundo físico.
En ese momento está experimentando su cuerpo
energético no físico de frecuencia más lenta (más denso) y observa la dimensión
energética paralela más cercana al universo físico.
Sentir un contacto mientras está fuera del cuerpo
(ocurre en ocasiones justo antes o después de una separación).
Esto lo provocan al menos tres cosas: 1) el modo
en que su mente interpreta las corrientes energéticas no físicas; 2) un ajuste
energético de su cuerpo no físico; o 3) el contacto de un habitante o un ser
amado no físico. En general, esto lo propiciamos de manera subconsciente.
Imágenes o pensamientos vívidos que entran a su
mente.
Alguien se está comunicando con usted. El método
universal de comunicación no física es una transferencia directa de
pensamientos. También puede ser una forma de comunicación con un aspecto
superior de usted mismo.
Percibir o sentir que se aproxima una forma de
energía o luz.
Reconoce un ser energético cerca de usted. Es
posible que sea un ser de una frecuencia superior: un guía, un amigo, un ángel
u otro habitante interdimensional.
Perderse o desorientarse.
Detenga todo movimiento de avance y pida ayuda o
claridad. Seleccione un elemento de su entorno inmediato y concéntrese en él.
Entrar a una habitación y encontrar que todo el
entorno ha cambiado.
Es un suceso común. Las entradas, las puertas y
las ventanas representan el comienzo de un ambiente — energético diferente.
Encontrar un vehículo de cualquier tipo.
Es el modo en que su mente representa un cuerpo
energético o vehículo de consciencia no físico (sin forma). A menudo ésta es
una imagen de su propio cuerpo energético interior o de frecuencia superior.
Experimentar una barrera o un bloqueo (un muro, un
río o cualquier tipo de barrera).
Una barrera es una representación energética de
una posible limitación que usted mismo haya aceptado o creado; es una
oportunidad de confrontar un bloqueo energético personal y superarlo. Una
barrera también puede representar la frontera de un ambiente o una realidad de
consenso.
Observar o verse frente a una forma, criatura o
ser extraño o atemorizante.
En general, las formas atemorizantes son
representaciones energéticas de temores internos: oportunidades creadas de
manera subconsciente para afrontar y superar temores, bloqueos o limitaciones
personales. El modo más eficaz de eliminar un problema o temor es encararlo.
Mandar amor a los temores es uno de los mejores medios para disipar su energía.
Escenas o ambientes que cambian con rapidez.
Por lo general, esta situación refleja una falta
de total de concentración. Para controlarla, piense en un solo ambiente u
objeto. Las escenas cambiantes también indican que está en una realidad que no
es de consenso.
Sentir en el centro de la espalda que algo tira de
usted.
Normalmente es una señal interior para volver al
cuerpo físico.
Entrar a un ambiente muy brillante o muy
energético (puede manifestarse como una sensación aplastante de enorme energía
acompañada por luz intensa).
Ha entrado a un ambiente energético con una
frecuencia superior a la que está acostumbrado. Solicite con firmeza un ajuste
de su frecuencia vibratoria personal: “me —ajusto” “me adapto” o vuelva a su
cuerpo físico.
Incapacidad para moverse a través de estructuras
selectivas.
Esto podría representar una limitación personal o
bien la frontera de un ambiente de consenso. Es posible que su frecuencia
energética personal sea demasiado densa para penetrar la estructura.
Sensación repentina o gradual de pesadez al volar
o flotar.
El porcentaje de su consciencia que hay en su
cuerpo energético es inadecuado. Pida con firmeza aumentar su consciencia.
Perder el control consciente en la mitad de una
experiencia extracorporal.
Exija verbalmente que se haga presente toda su
consciencia: “soy completamente consciente” o “¡consciencia!” (Nunca mencione
ni piense en su cuerpo físico o volverá inmediatamente a él).
Enredarse con un objeto, una estructura o un
ambiente no físicos (las sábanas, por ejemplo).
Todos los objetos físicos tienen duplicados
energéticos de frecuencia más fina. Mantenga la calma y desenrédese usted mismo
o simplemente aléjese flotando del problema. Esto podría representar un lazo
con su ambiente físico.
Consciencia doble (consciencia simultánea en su
cuerpo físico y en su cuerpo energético no físico).
Esto ocurre en ocasiones. Debido a que la
consciencia tiene una naturaleza no física, posee la capacidad innata de
encontrarse en diversas áreas energéticas al mismo tiempo. Nuestra consciencia
puede compararse a una continuidad de energía que posee la capacidad para
desplazarse hacia el interior no físico del universo.
APROVECHAR LA ENERGÍA DEL PENSAMIENTO
El pensamiento tiene un efecto poderoso sobre
nuestra experiencia y nuestro entorno no físico, sobre todo el pensamiento
concentrado en forma de una firme petición. La energía concentrada de un
pensamiento reestructura y moldea inmediatamente la energía no física
circundante. Nuestros pensamientos, tanto conscientes como subconscientes,
crean un molde o un patrón de energía, interactúan con la energía sutil del
ambiente no físico y comienzan a reestructurarlo de acuerdo con el contenido de
nuestros modelos de pensamiento. Pronto descubrirá que sólo algunos tipos de
entorno responden inmediatamente a la energía del pensamiento; los ambientes
formados y establecidos de manera densa se resistirán al cambio.
El poder del pensamiento también puede
aprovecharse para el desplazamiento. Siéntase libre de experimentar con
diferentes métodos de movimiento cuando esté fuera del cuerpo. Puede desplazarse
con facilidad mediante el método que le resulte más natural y cómodo —volar,
caminar, flotar— sin más límites que los que se imponga a sí mismo. Una vez que
se adapte a su nueva capacidad, el viaje extracorporal se convertirá en una
aventura absolutamente estimulante.
Es importante que conozca los principios básicos
de la energía del pensamiento para que se adapte a su experiencia no física y
la controle. Las dudas que pueda tener sobre su validez desaparecerán
rápidamente tras sus primeras aventuras extracorporales.
Principios de la energía del pensamiento
1. El pensamiento es una forma de energía.
2. El pensamiento concentrado posee la capacidad
innata de afectar, reestructurar y moldear la energía.
3. Cuanto menos densa sea la estructura o el
ambiente energético, más rápido ocurrirá su reestructuración.
4. La intensidad del pensamiento y la densidad de
la energía sobre la que actúa determinan la eficacia y la velocidad con la que
la energía del pensamiento reestructura un entorno energético.
ADAPTACIÓN AL AMBIENTE NO FÍSICO
Para maniobrar con eficacia en los ambientes no
físicos que encontramos cuando estamos fuera del cuerpo, es esencial comprender
cada nuevo ambiente no físico y sus principios energéticos. Para interactuar
con éxito en las sutiles realidades que responden al pensamiento, necesitamos
reconocer el poder creativo de nuestros pensamientos y comprender que somos la
fuerza motriz de nuestra experiencia. Hay mucho por aprender acerca de las
dimensiones invisibles, pero por ahora, los principios siguientes servirán para
guiar nuestros pasos.
Mecánica básica de la energía
1. A medida que nos alejamos de la exploración de
la materia y nos acercamos al origen de la energía, la sustancia del universo
no físico se vuelve cada vez menos densa y el entorno responde cada vez más a
los pensamientos.
2. Como una forma de energía creativa, nuestros
pensamientos poseen la tendencia natural de interactuar con los ambientes no
físicos que encontramos y de moldearlos. En general, cuanto más lejos
exploremos el universo multidimensional, con más rapidez e intensidad
responderá el ambiente energético a los pensamientos.
3. Nuestros pensamientos, tanto conscientes como
subconscientes, afectarán la energía no física que observemos. El grado de
influencia estará en proporción directa a la intensidad de nuestros
pensamientos y a la densidad del ambiente.
4. La frecuencia energética (densidad) personal y
los pensamientos conscientes y subconscientes del observador determinan la
realidad que se percibe en un entorno (natural o que no es de consenso) que
responda al pensamiento.
Debido a que estos principios afectan de manera
notable a lo que observamos cuando estamos fuera del cuerpo, no deben
subestimarse. Lo que veamos y experimentemos estará influido por el modo en que
interpretemos el entorno no físico y por la manera como reaccionamos en él.
Los primeros exploradores extracorporales son un
ejemplo práctico de estos principios. En el Libro de las revelaciones,
San Juan describe encuentros con ciudades esplendorosas, ángeles y entidades a
caballo. Cinco siglos después, Mahoma se describe a sí mismo montando un
magnífico corcel blanco a través de lo que llama “los siete Cielos”. Es lógico
que las percepciones de la realidad de estos exploradores del siglo primero y
del siglo quinto afectaran lo que vieron cuando estaban fuera del cuerpo. En
otras palabras, el modo en que los primeros profetas percibieron e
interpretaron los ambientes no físicos que experimentaron afectó a nuestra
historia y a nuestras creencias religiosas.
Las ideas preconcebidas de su realidad física y
social influyeron en las observaciones iniciales de todos los místicos,
profetas y santos. En la actualidad, es probable que Mahoma se viera a sí mismo
viajando en un estupendo vehículo blanco a través de las dimensiones
energéticas del universo. Y San Juan, en el Libro de las revelaciones en
lugar de decir “estuve con el Espíritu”, es probable que dijera “estuve fuera
del cuerpo”.
Este conocimiento no disminuye los inspirados
escritos de nuestros primeros exploradores espirituales; sólo aporta
aplicaciones adicionales al significado invisible de estas exploraciones no
físicas. Muchos de los primeros líderes espirituales que influyeron y moldearon
nuestras principales religiones fueron exploradores extracorporales. Hablaron
de sus viajes no físicos de acuerdo con su percepción cultural de la realidad.
La Biblia está llena de frases como “estuve con el Espíritu”, “debes volver a
nacer para entrar al Reino de los Cielos”, “el Espíritu me condujo” y “buscad
primero el Reino de Dios”. Estas expresiones son claras referencias a las
exploraciones no físicas (espirituales) de sus autores. Es natural que los
primeros exploradores de las dimensiones no físicas llamaran Cielo a sus
descubrimientos; es un nombre adecuado para un universo que responde al
pensamiento y con desbordantes e infinitos niveles energéticos de belleza y
luz.
Cada uno de nosotros es diferente y lo que
experimentamos cuando estamos fuera del cuerpo varía de acuerdo con nuestro
adoctrinamiento social y con nuestras creencias. Los ambientes y los objetos
que encontramos cuando estamos fuera del cuerpo se perciben a través de los
filtros de nuestra mente. Es esencial recordar que, en cualquier momento de su
viaje fuera del cuerpo, puede pedir ver la verdadera forma de la energía, del
objeto o del ambiente que experimenta. Si se siente confundido o tiene
preguntas relacionadas con sus observaciones, puede pedir claridad.
Recuerde que todas las formas son energía; esto se
aplica a todos los entornos, ambientes, frecuencias y densidades del universo
(incluyendo el físico). La energía del pensamiento forma o moldea los objetos,
las situaciones y los ambientes que percibimos para un propósito específico.
Comprender este principio básico nos ayudará a interpretar y a reaccionar ante
las numerosas formas energéticas no físicas que encontremos al salir del
cuerpo.
LOS GUÍAS
Hay tres modos principales de dirigir y controlar
nuestras experiencias extracorporales. Uno es controlar nuestros pensamientos
conscientes (tarea bastante difícil); otro es pedir ayuda a una parte más
elevada de nosotros: nuestro yo superior o alma. El tercer modo es pedir la
ayuda de un guía o maestro en quien confiemos. Un guía puede ser cualquier ser
que respetemos: Jesús, Buda, San Pablo, un ángel guardián, un santo, etc.
Si solicitamos la ayuda de un guía, es posible que
la experiencia obtenida sea más favorable para nuestro desarrollo espiritual.
Los guías no físicos rara vez son visibles. Más bien, experimentamos una fuerte
impresión o sensación de su presencia. En su sabiduría, comprenden que su
aspecto visual sólo nos distraería de nuestro propósito personal. Cuando un
guía está presente, generalmente sentimos que nos rodea una cálida sensación de
amor y de seguridad.
En los mundos de frecuencias superiores, nuestras
necesidades son transparentes: nuestro estado de desarrollo espiritual,
nuestros bloqueos, limitaciones y temores internos se hacen evidentes. Un guía
no físico puede captar nuestras necesidades y puede ayudarnos con el fin de
lograr la situación más conveniente para nuestra evolución. Los mundos
interiores del universo son más grandes y más diversos dedo que nuestra mente
puede abarcar; es posible explorar realidades y niveles energéticos ilimitados.
En un ambiente que responde al pensamiento, sin un guía es fácil confundirse o
desorientarse. Una ayuda ilimitada está siempre a nuestra disposición, pero de
nosotros depende solicitarla. Normalmente, los guías no intervendrán sin una
solicitud específica.
CLARIDAD
Uno de los mejores modos de mejorar nuestra
consciencia cuando estamos fuera del cuerpo es concentrar nuestra atención en
una sola meta o idea y mantenerla ahí. Si su atención se dispersa o su visión
se vuelve borrosa, solicite con firmeza una claridad absoluta de consciencia.
El modo más eficaz de mantener y mejorar su consciencia es pedir claridad de
consciencia completa ante el primer signo de distracción mental.
Solicitar claridad de pensamiento es la clave para
tener una experiencia extracorporal prolongada. Con esta técnica es posible
mantener una experiencia extracorporal durante varias horas. Cada vez que su
mente divague, simplemente pida claridad en forma verbal o mental: “¡claridad!”
Con frecuencia es necesario exigir claridad inmediatamente después de la separación,
al pasar a una nueva ubicación no física o al viajar entre dimensiones o
ambientes energéticos distintos.
Al principio, el modo más fácil de controlar y
prolongar nuestras experiencias extracorporales es adquirir el hábito de pedir
claridad de consciencia cada pocos minutos. En algún momento, a medida que vaya
adquiriendo experiencia, la claridad de sus percepciones llegará en forma
automática.
Es importante reconocer que dirigimos nuestras
vidas, tanto físicas como no físicas, mediante el poder de nuestros
pensamientos. Si nuestras vidas se descontrolan, es porque hemos entregado
nuestro control interno a otras personas o nos hemos negado a aceptar nuestra
responsabilidad personal. Para muchos de nosotros, es más fácil señalar a los
demás con un dedo acusador que aceptar la responsabilidad de nuestros
pensamientos y de nuestras acciones individuales. Algunas de las lecciones más
difíciles que vamos a aprender tienen que ver directamente con el control del
pensamiento y con la responsabilidad personal. La capacidad de concentrar y
dirigir nuestros pensamientos es un elemento fundamental en nuestra evolución
personal. Los beneficios que recibiremos están más allá de nuestras
expectativas: nuestra vida es nuestra recompensa.
Técnica para obtener claridad
Hay un ejercicio muy sencillo y eficaz para evitar
la consciencia interrumpida o brumosa que algunas personas mencionan
inmediatamente después de la separación del cuerpo físico. Inmediatamente
después de la separación, exija la presencia de una claridad total:
“¡claridad!”, “¡necesito claridad total!” o “¡consciencia!” Cuando pida esto,
evite las frases que incluyan alguna referencia a su cuerpo o a su ambiente
físico. Por ejemplo, la declaración “pido consciencia total en mi cuerpo” lo
regresará inmediatamente a su cuerpo físico.
Recuerde siempre que, cuando está fuera del
cuerpo, experimenta una forma energética y un ambiente menos denso y de una
frecuencia superior. Su nuevo ambiente, incluyendo el cuerpo que en ese momento
habita, responde mucho más a la energía del pensamiento que el cuerpo físico.
Cuando pida algo, hágalo con firmeza y de manera concreta para que el resultado
sea inmediato y eficaz. Cuanto más intensa y más concentrada sea la petición,
más eficaz será el resultado. Esta técnica también puede usarse para hacer que
un sueño lúcido se convierta en una experiencia extracorporal completamente
consciente. La clave es repetir el procedimiento hasta que se desvanezca la
bruma y aparezca su consciencia completa.
La técnica para obtener claridad es un
procedimiento que aplico siempre después de una separación de mi cuerpo físico.
Además, la repito en el momento en que mi visión o mi consciencia no están en
un nivel óptimo. No sólo agudiza mis percepciones no físicas, sino también
mejora el control y la memoria.
EL CONTROL Y LA REDUCCIÓN DEL TEMOR
En la exploración extracorporal, el miedo puede
ser un obstáculo que nos dificulte o nos impida alcanzar el éxito. Nuestras
ansiedades personales, tanto conscientes como inconscientes, crean murallas invisibles
a nuestro alrededor, que nos encierran en una estrecha zona de seguridad y
evitan que logremos nuestro máximo potencial. Las decisiones que tomamos y la
manera en que vivimos son frecuentemente una consecuencia de la forma en que
manejamos nuestros temores personales.
De joven, tuve un amigo a quien se consideraba
como uno de los mejores jugadores de béisbol en Baltimore. Después de captar la
atención de los medios de comunicación, su entrenador consiguió que asistiera a
un campo de entrenamiento con un equipo profesional. Tras varias semanas de
escuchar palabras de aliento de su entrenador y de sus compañeros, me contó un
secreto: “Tengo miedo de fracasar, no soy tan bueno”. Finalmente no asistió a
la prueba; no pudo manejar su miedo al fracaso. El lugar de alcanzar su sueño,
se rindió ante el miedo.
Muchos creen que el simple hecho de separarnos de
nuestro cuerpo físico y explorar nuevos reinos del universo ayuda a reducir
nuestros temores y nuestros límites personales.
Tras una experiencia extracorporal, es común que
las personas hablen de sus logros personales. A veces lo identifican como
comprender o como enfrentarse a un aspecto interno de ellos mismos; en otras
ocasiones, reconocen que son mucho más que simples criaturas físicas. Varias
personas me han contado que, de algún modo, se conectaron con una parte más
amplia de sí mismas. No importa cómo la llamemos —espíritu, yo superior, Dios o
mente universal—: para el participante, esta conexión es absolutamente real.
Esta experiencia es difícil de explicar, porque se extiende más allá de
nuestros conceptos lineales de la realidad.
En todas nuestras vidas hay momentos determinantes
que cambian nuestro destino. Nuestro desafío es encarar estos momentos y
superar nuestros temores. El descubrimiento de la exploración extracorporal
puede ser uno de tales momentos. Su decisión de explorar más allá de sus
límites físicos puede cambiar su vida. Por mi parte, sólo puedo decir que ha
sido un punto fundamental en mi vida, y doy gracias a Dios por haber afrontado
mis temores y haberme arriesgado a avanzar. He aprendido quetodos los temores y
miedos son una ilusión. Cada uno de nosotros es un ser inmortal que posee un
potencial ilimitado. Nuestro verdadero yo interno no puede dañarse ni morir.
Ataques de pánico
Durante las etapas iniciales de una exploración
extracorporal, algunas personas mencionan una prisa o un temor intenso, similar
a un ataque de pánico. En general, esto lo provoca el temor a lo desconocido y
la sorpresa fisiológica inicial de la separación real de su cuerpo físico. A
menudo, las vibraciones y los sonidos singulares que acompañan el cambio de su
consciencia desde el cuerpo molecular denso a su contraparte de energía
superior activan los ataques de pánico. Cuando se experimentan por primera vez,
estas vibraciones y estos sonidos pueden resultar sorprendentes, por lo que es
importante recordar que sólo son una parte natural de la exploración
extracorporal. Muchas veces, basta que usted reconozca y comprenda estos
sonidos y vibraciones inusuales para eliminar o reducir la ansiedad que puedan
provocar.
Si los ataques de pánico son un problema
recurrente, puede ser útil una sencilla afirmación suave. Ante el primer
síntoma de ansiedad, repita en su mente: “estoy sano y salvo” o “estoy
protegido”. Siga repitiendo esta afirmación hasta que ceda el temor. Después
siga las instrucciones usuales para alejarse de su cuerpo físico —por ejemplo,
“avanzo hacia la puerta principal”. Una vez conseguida la separación completa
del cuerpo físico, la ansiedad inicial desaparece.
Recuerde quedas experiencias extracorporales son
una transferencia natural de consciencia, sencillamente no hay nada que temer.
Este hecho lo corroboran a diario miles de personas que tienen experiencias
extracorporales. En general, los ataques de pánico dejan de ser un problema
después de haber tenido una experiencia con éxito. En ese momento, usted mismo
comprueba que no hay nada que temer.
Técnica para la reducción del temor
Si el temor sigue siendo un problema recurrente,
será útil que aplique la siguiente técnica.
1. Identifique el temor.Intente identificar la naturaleza de su miedo. Por
ejemplo, ¿le teme a lo desconocido? ¿A los cambios rápidos? ¿A la posibilidad
de perderse? Reconocer su temor es un excelente indicador de su avance.
2. Aproveche el temor.El temor o miedo es una forma de energía. Aumenta
su respiración, su resistencia y su capacidad para concentrarse. Es un refuerzo
energético de la naturaleza, diseñado para que se enfrente mejor a los
obstáculos o retos potenciales. Cuando sienta temor, intente usarlo a su favor.
Utilice la energía generada por el miedo para aumentar su concentración y su
deseo de lograr su meta: la exploración extracorporal.
3. Rechace el temor.Respire profundamente. Mientras exhala, visualice
cómo su cuerpo, su mente y sus emociones expulsan el miedo. Repítase
mentalmente: “el miedo se aleja de mí”, “mi temor ha desaparecido”, “supero mis
temores” o “mis miedos se han desvanecido”. Con la mayor viveza posible,
imagine cómo lo abandona su miedo. Visualice cómo lo abandona para siempre.
4. Sustituya su miedo.Sustituya los sentimientos de temor por una
energía positiva y productiva, como regocijo, concentración, valor o la emoción
por la aventura. Use una afirmación adecuada, por ejemplo “estoy a salvo”, “disfruto
mi nueva aventura” o “la emoción me inunda”.
Visualización del globo de aire caliente
La siguiente técnica de visualización puede
ayudarle a superar el temor y otros obstáculos que pudieran aparecer en el
camino hacia la experiencia extracorporal.
Respire profundamente varias veces y relájese por
completo. Comience a visualizar un majestuoso globo de aire caliente de color
anaranjado brillante. A medida que se acerca al globo, observa que está listo
para despegar. Con una sonrisa, su guía le da la bienvenida a otra aventura más
allá de los límites de la materia. Mientras aborda la canastilla usted prevé
otro viaje emocionante.
Con alegría absoluta, usted suelta las amarras que
lo atan a la tierra. Con un tirón súbito su globo comienza a elevarse. Una intensa
sensación de regocijo lo inunda mientras se eleva cada vez más y lentamente se
desplaza sobre las copas de los árboles. Abajo, las casas y los automóviles
parecen juguetes: pequeños e insignificantes.
Asomándose por la borda de la canastilla, observa
varias bolsas grandes de lona. Las bolsas se ven llenas y pesadas. Al
examinarlas con más atención, se da cuenta de que dichas bolsas están llenas
con sus temores y sus limitaciones. Cada bolsa tiene un nombre muy visible:
miedo a lo desconocido, miedo al cambio, miedo al fracaso, temor a los nuevos
desafíos, miedo a la muerte. Cualquiera que sea el temor o el límite que
experimente en su vida, está marcado claramente en las bolsas. Dedique un
momento a reconocer sus temores y sus límites individuales y vea cómo cuelgan
en las bolsas de lona.
Mientras vuela sobre los árboles, se da cuenta de
que ha dejado de elevarse. El peso de las bolsas de los temores y las
limitaciones lo detiene y puede hacerlo caer. Al analizarlas, observa que cada
bolsa está firmemente atada a la canastilla. Con una alegría desbordante,
comienza a desatar las bolsas de los temores y los miedos y mira cómo cada una
de ellas va cayendo a la tierra. A medida que se suelta cada bolsa, usted
siente como asciende el globo, cada vez más alto. Con una emoción ingenua,
siente cómo va cayendo cada uno de sus miedos y temores. Sabe con certeza que
todos ellos se han ido ya para siempre, que todas las limitaciones son cosa del
pasado.
Algunas de las bolsas están tan firmemente atadas
que necesita cortarlas. Su guía le entrega una navaja y usted comienza a cortar
los resistentes hilos de las cuerdas que sostienen las bolsas restantes. A
medida que va cortando cada una de las cuerdas, siente que aumentan su claridad
y su libertad. Y siente que lo embarga la emoción de la liberación total.
Finalmente llega a nuevas alturas, sus temores y límites han desaparecido para
siempre.
UN PANORAMA DEL CONTROL
Usted posee la cantidad exacta de control que cree
tener, la cantidad exacta que acepta y aplica.
La clave para prolongar su experiencia
extracorporal es mantener su atención lejos de su cuerpo físico. El mejor modo
de lograr esto es involucrarse e interesarse por completo en el ambiente no
físico que explora. Como pronto descubrirá, en cuanto piense en su cuerpo
físico, volverá a él al instante.
Usted controla su experiencia, ya sea consciente o
subconscientemente. Usted es el escritor, el director y el actor de todas sus
experiencias, situaciones y encuentros. Esto se aplica a todos los niveles del
universo.
Su método de desplazamiento depende totalmente de
su decisión. Puede caminar, flotar, volar o navegar. Puede incluso cambiar el
método de desplazamiento seleccionado y elegir el que sea más conveniente para
la situación que encuentre.
Si su percepción no es clara o es borrosa, puede
aumentar la, claridad de su visión pidiendo con firmeza que su percepción
mejore inmediatamente: “¡claridad!”
Su forma energética no física tiene un tamaño, una
estructura y una capacidad muy flexibles. Es probable que experimente la forma
que sea más cómoda para usted. En general, es un duplicado de su cuerpo físico.
Sin embargo, más allá de la segunda membrana energética, tiene la posibilidad
de adoptar conscientemente la forma que prefiera. Esto lo consigue concentrándose
en cambiar su concepto del yo.
Al encontrarnos en una nueva situación o un nuevo
ambiente nosotros mismos generamos las sensaciones de temor, las cuales son el
resultado directo de una falta de información o de conocimiento. Recuerde
siempre que usted es un ser no físico poderoso; en esencia, usted es
consciencia pura. No debe temer nada, porque es inmortal.
En lo posible, intente mantener un estado mental
abierto y sin prejuicios. Las opiniones, las creencias y las conclusiones
firmemente arraigadas afectan lo que usted experimenta y percibe, y lo mismo
ocurre en el mundo físico.
Recuerde que durante los cambios o movimientos de
su consciencia debe mantenerse tranquilo y centrado.
Reconozca su capacidad para controlar su
movimiento y su experiencia. Sus pensamientos son su vehículo personal y su
fuerza creativa. Usted simplemente va donde lo conducen sus pensamientos.
Indique con firmeza lo que se propone explorar,
conseguir o percibir y sea lo más concreto posible.
Cuando pida algo, prepárese para experimentar
cambios rápidos o un movimiento interior.
Confíe absolutamente en el cumplimiento de sus
peticiones: dispóngase a recibir.
Si lo que observa o experimenta está borroso, pida
claridad. Por ejemplo, en un momento dado puede preguntar: “¿qué representa esa
forma energética?”
Ejercite su control. Simplemente aplíquelo, no hay
ninguna necesidad de dudar ni de pensarlo dos veces.
Su capacidad para desplazarse en un ambiente que
responde a los pensamientos depende en gran medida del control de sus pensamientos,
de sus conocimientos y de su capacidad personal para mantener la calma y
concentrarse. Como en todo, cuanto más preparado esté, más productiva será su
experiencia.
Recuerde que experimentará el grado de control que
usted pida. Apunte alto, no se quede en medias tintas.
Capítulo 8. Exploraciones avanzadas
Cuando la mente del hombre se estira para alcanzar
una nueva idea, ya nunca recupera su tamaño anterior. OLIVER WENDELL HOLMES
El potencial de la exploración extracorporal es
absolutamente ilimitado. Una vez que abandonamos nuestros límites físicos, la
frontera de la exploración y del potencial humano desaparece. Y los viejos
límites se desvanecen a medida que comprendemos nuestro verdadero potencial.
Cada uno de nosotros posee habilidades no desarrolladas
que la ciencia moderna apenas comienza a captar. Las experiencias
extracorporales controladas abren la puerta a una nueva era de desarrollo y
exploración; de nosotros depende explorar esta realidad o seguir prisioneros de
nuestros límites físicos.
Para que usted se haga una idea, he incluido una
lista de los potenciales experimentos que se pueden realizar. Pero usted deberá
también desarrollar los suyos propios. Cuando concluya cualquier forma de
exploración, recuerde siempre registrar los resultados lo más pronto posible.
Le recomiendo un aparato que se active por la voz.
Para comenzar, intente dos experimentos similares
a los efectuados en las instalaciones de parapsicología de la Universidad de
Stanford.
El primero de ellos es muy fácil de preparar:
antes de comenzar su técnica extracorporal, coloque un artículo pequeño, como
un lápiz o una moneda, en la orilla de una mesa. Durante su experiencia
extracorporal, intente conscientemente reducir su densidad (frecuencia)
personal y mover el objeto. Registre los resultados.
El segundo experimento es observar un objetivo
remoto cuando esté fuera del cuerpo. Como preparación, pida a un amigo que
seleccione y dibuje un número, una figura o un símbolo grande (de al menos 15
centímetros de diámetro) y que lo ubique en un punto donde no pueda verse
físicamente. Pídale que deje el objeto en un lugar conocido por usted, como la
casa de su amigo. Después de separarse de su cuerpo físico, concentre toda su
atención en la ubicación del objeto e intente observarlo con la mayor claridad
posible.
EXPLORACIÓN DEL UNIVERSO
Cuando explore más allá de su cuerpo físico, la
primera dimensión no física que observará es un mundo paralelo formado por
energía mucho menos densa que la materia. A primera vista, parece un duplicado
del mundo físico.
Después de observarlo con atención, descubrirá que
ese entorno energético es similar, pero no idéntico, a su medio físico. Los
objetos como las sillas, las puertas, las camas y las habitaciones se ven un
poco distintos a los del entorno físico.
La razón de estas diferencias es sencilla. Los
objetos y los entornos observados en el primer nivel energético interno del
universo no tienen sustancia física. Son similares a los moldes energéticos de
su entorno físico. Cada artículo no físico que observa existe completamente
independiente del universo físico.
Muchas personas han llegado a pensar que observan
su entorno físico desde un nuevo punto de vista. Esperan que cuanto los rodea
sea idéntico a su mundo físico y, si no se cumplen sus expectativas, se
confunden o se desorientan. Como resultado, algunos creen que toda su
experiencia extracorporal fue un sueño, porque el entorno observado no
coincidió con sus expectativas físicas. Estas equivocaciones ocurren porque
estamos condicionados para aceptar como válidas sólo las formas densas. Como
resultado, nuestras mentes tienden a concentrarse en la única realidad que
conocemos y aceptamos: la materia.
Debido a que vivimos en un entorno físico y
estamos inmersos en un mar de estímulos físicos, este adoctrinamiento es de
esperar. Nuestro condicionamiento físico es una parte natural del proceso de
socialización. La clave para superar este intenso adoctrinamiento es
reconocerlo. El mundo físico en el que nos concentramos es sólo una pequeña
fracción del universo. En realidad, las formas físicas que vemos a nuestro
alrededor son una simple capa exterior del universo: la piel de todo el
universo multidimensional.
Recuerde siempre que la realidad es relativa; el
entorno que percibimos como real lo determinan nuestra densidad y nuestra
frecuencia personal. Por ejemplo, cuando estamos fuera del cuerpo, es bastante
común que los objetos físicos se vean borrosos y fantasmales. Esto se debe a
que la materia, observada desde un punto de vista de frecuencia superior, ya no
es una realidad sólida para nosotros. Desde su nueva perspectiva, la única
realidad firme para usted es la frecuencia (densidad) energética que le
corresponde. El hecho de conocer este principio energético es fundamental
cuando explora un universo vibratorio diferente. Este conocimiento le ayudará a
controlar sus experiencias.
A medida que avance en sus exploraciones,
comenzará a reconocer una sorprendente verdad. Concentrando el pensamiento
usted posee poder para desplazarse por diferentes áreas energéticas del
universo. Puede elevar y reducir de manera consciente su frecuencia (densidad)
vibratoria; el resultado que observará es un cambio correspondiente en su
entorno. Este descubrimiento es significativo porque prácticamente elimina la
necesidad de movimientos externos (laterales). En esencia, puede explorar
cualquier frecuencia del universo sin moverse. Los conceptos físicos de
distancia, separación y movimiento se vuelven irrelevantes.
Una segunda ventaja de este método avanzado de
exploración es un mayor autocontrol. Cuando no se tienen que manejar cambios
externos e internos simultáneos es más fácil permanecer concentrado.. También
es más fácil conservar la estabilidad y la claridad.
Tercero, este método le permite explorar con más
eficacia los incontables niveles del universo. A menudo, el movimiento lateral
dentro de una dimensión energética determinada está limitado a una estrecha
banda de frecuencia dentro de esa dimensión.
Y, por último, amplía su capacidad para explorar,
percibir y comprender más allá de su situación actual. Alterar de manera
consciente su densidad (frecuencia vibratoria) le permitirá un acceso casi
ilimitado al interior no físico del universo.
Nuestros conceptos actuales de movimiento están
directamente relacionados con nuestro adoctrinamiento físico. Algún día, todos
y cada uno de nosotros evolucionaremos hasta el punto de poder “estar”
simplemente en la parte del universo que prefiramos. Esto no es una teoría,
sino un hecho comprobable mediante la experiencia personal.
Para controlar el movimiento interdimensional
1. Inmediatamente después de la separación,
aléjese de su cuerpo físico, tranquilícese y concéntrese. Si es necesario, pida
claridad o consciencia completas. “Claridad”.
2. Mientras está fuera del cuerpo, pida con
firmeza experimentar la siguiente dimensión energética interior. “Experimento
el siguiente nivel (dimensión) interior”. O mencione el área de otra dimensión
que preferiría explorar. El resultado inmediato será un intenso movimiento
hacia dentro que durará varios segundos. Permanezca lo más .tranquilo posible;
la sensación de movimiento interior puede ser intensa y desorientarlo si no
está preparado. La experiencia es similar a ser atraído hacia el centro de su
consciencia.
3. Después que termine el movimiento hacia el
interior, concéntrese inmediatamente solicitando toda su consciencia.
“¡Consciencia!” Prepárese; su entorno y su punto de vista serán completamente
diferentes.
PARA ELEVAR LA FRECUENCIA INTERNA
A medida que avance en su exploración por niveles
energéticos de frecuencia superior, tal vez comience a observar cambios en su
estado de consciencia. Se mencionan con regularidad sensaciones, visiones y
experiencias energéticas con la luz y también una mayor sensibilidad
energética.
Los entornos que encuentre en los niveles
energéticos de frecuencia superior se volverán cada vez más variables con la
luz. La sustancia misma de su entorno es una forma de energía superior. Por
ejemplo, cuando observa una simple flor o una brizna de hierba verá que irradia
un intenso espectro de luz y de colores. Una simple brizna de hierba parece
estar hecha de miles de puntos de luz. Cada punto resplandeciente de luz es una
consciencia pura y viva.
A medida que exploramos más hacia el interior del
universo, debemos elevar nuestra frecuencia vibratoria interna, aumentar
nuestra luz interior. A fin de explorar con eficacia los niveles superiores del
universo, nuestra frecuencia vibratoria debe ajustarse y coincidir con la
frecuencia vibratoria que experimentemos. Si nuestra frecuencia interior no es
igual al nuevo entorno que visitamos, experimentaremos una luz cegadora y una
sensación aplastante de intensa energía. Esta sensación es tan incómoda que
casi todos se retiran inmediatamente a sus cuerpos físicos.
Al explorar los reinos superiores del universo,
podemos aumentar nuestra frecuencia vibratoria interior mediante una petición
firme y sincera. En efecto, podemos pedir que se afine nuestra energía interior
para mejorar nuestro desarrollo espiritual. Esta afinación de nuestros sistemas
energéticos invisibles es un incesante proceso de desarrollo, que ocurre
normalmente cuando dormimos o soñamos. Casi nadie tiene consciencia de estos
cambios internos. Quienes tienen consciencia, suelen percibir estos cambios
como ondas energéticas que recorren su cuerpo. Este proceso puede durar
segundos o minutos, según sea el ajuste requerido. He descubierto que la
elevación de nuestra frecuencia vibratoria individual afecta en forma notable
nuestra capacidad no física. Si vamos a explorar los reinos superiores del
universo es esencial elevar nuestra frecuencia energética personal.
Si alguna vez esperamos escapar de la ilusión de
la materia, es responsabilidad nuestra aumentar nuestra luz personal. Recuerde
siempre que el cielo no se adaptará a nosotros; debemos adaptarnos nosotros a
él.
Los pensamientos negativos, la ira, el odio, los
vínculos y la ignorancia bloquean la radiación natural de nuestra luz interna.
Las emociones de los pensamientos destructivos son una forma energética de baja
frecuencia que se fija a nuestro cuerpo energético interior como una capa.
Cuando está fuera del cuerpo puede detectar inmediatamente estas vibraciones
negativas en el campo energético (aura) de cualquier persona a quien observe.
Las emociones negativas como el odio, el temor, el enfado y la avaricia se
vuelven parte de la persona que las crea. Esta energía negativa funciona como
un campo de fuerza energético, que evita que la luz interior del alma brille
con su intensidad normal. Durante la exploración extracorporal, la evolución de
las personas que observa se hace evidente por la intensidad de la luz que
emiten. Cuanto más brillante es la luz interna, más evolucionada es la persona.
La elevación de nuestra frecuencia vibratoria
comienza con la eliminación de los bloqueos energéticos internos. Por ello las
almas avanzadas, como Jesús y Buda, dedicaron tanto tiempo a trasmitir sus
conocimientos. “Ama a tus semejantes”, “no hagas a los demás...” Comprendieron
que cuantos más bloqueos energéticos eliminamos, más brillante es nuestra luz y
más se eleva nuestra frecuencia natural en el universo multidimensional.
Para evolucionar, es importante reconocer este
principio. Cuando muera su cuerpo físico, usted llegará automáticamente al
nivel (frecuencia) energético del universo que coincida con su frecuencia
vibratoria personal. Como descubrirá, éste es un proceso energético natural, es
el paso de la consciencia de una frecuencia a otra. Quienes hayan reconocido y
eliminado sus bloqueos energéticos y hayan elevado su frecuencia personal
experimentarán el esplendor y la luz absolutos del reino de los cielos.
PARA AMPLIAR EL ESTADO VIBRATORIO
El estado vibratorio se puede ampliar desde una
ligera liberación interna, hasta una total separación del cuerpo físico. Esto
se consigue estimulando mentalmente las vibraciones leves a fin de que se
acumulen, se amplíen y se extiendan por todo el cuerpo. Es común que algunos
despertemos durante las diversas etapas del sueño y experimentemos una ligera
vibración interna y un adormecimiento en la nuca o en las piernas y los brazos.
Esto se experimenta durante el sueño REM, durante los sueños lúcidos o durante
leves etapas de alfa, como el estado hipnagógico. Por supuesto, la clave de
esta técnica es reconocer las vibraciones y el adormecimiento iniciales cuando
ocurren. El mejor modo de hacerlo es poner atención a las sutiles fluctuaciones
energéticas que aparecen durante las etapas iniciales del sueño y la
relajación. Ser conscientes de nuestras sensaciones, de nuestras percepciones y
nuestros sentimientos internos es el primer paso para poder apreciar nuestras
vibraciones internas.
De ahora en adelante, inmediatamente después de
despertar o cuando se adormezca, manténgase físicamente quieto y relájese
totalmente. Observe los cambios energéticos, las vibraciones, el adormecimiento
u otras sensaciones singulares que se presenten. Cuando estas sensaciones
ocurran, estimúlelas mentalmente para que se extiendan por todo su cuerpo.
Fluya con ellas y permita que abarquen todo su cuerpo y su mente. Después que
las sensaciones vibratorias y el adormecimiento se hayan extendido por todo su
ser, aléjese de su cuerpo físico. Concentre toda su atención y sus pensamientos
lejos de su cuerpo físico y diríjase a otra parte de su casa.
Aunque parezca extraño, esto es muy natural. La
clave es simplemente darse cuenta y después estimular los sutiles cambios
físicos que ocurren en nuestro interior.
PARA MEJORAR LA MEMORIA
Cada vez que usted termine una exploración o un
experimento extracorporal, pida una transferencia de memoria completa hacia su
consciencia física. Su cerebro físico y su memoria funcionan como un ordenador:
la información no física obtenida debe transferirse y almacenarse con precisión
en su consciencia física. El modo más fácil de conseguirlo es pidiéndolo.
Muchos exploradores extracorporales desconocen
este principio. El resultado puede ser un recuerdo brumoso e inconexo de sus
experiencias no físicas. Igual que en la técnica de la claridad, el énfasis que
ponga en su petición de memoria determinará la eficacia de los resultados. Lo
mejor es una petición firme y directa: “lo recuerdo todo”.
Lo ideal es pedirlo cuando esté preparado para
volver a su forma física. Esta petición lo llevará inmediatamente a su cuerpo
físico.
EXPLORACIONES EN GRUPO Y CON UN COMPAÑERO
Un grupo o sociedad de exploración extracorporal
puede ofrecer bastantes beneficios a los participantes. Dado que en nuestra
sociedad, las experiencias extracorporales son una nueva forma de exploración,
un grupo de exploración no física puede aportar valiosas explicaciones obtenidas
de sus experiencias directas y también puede funcionar como un foro abierto
para nuevas perspectivas y técnicas.
Un grupo nos permite comparar notas y aprender de
las experiencias de los demás. A medida que afinamos nuestra capacidad natural,
pueden explorarse y desarrollarse áreas importantes como la reducción del
temor, la revaloración de la credulidad, la conversión de los sueños, las
señales internas y las técnicas de separación con base en resultados directos.
El grupo también puede analizar y destacar las limitaciones o los bloqueos
psicológicos que aparezcan.
Como un beneficio adicional, pueden conducirse
valiosos experimentos de comprobación. Por ejemplo, un grupo puede crear un
destino: un tiempo y un lugar físicos donde los integrantes se reúnan mientras
viajan fuera de sus cuerpos físicos.
Además de la exploración en grupo, me parece muy
recomendable un sistema de compañeros para las aventuras extracorporales. Es
importante seleccionar a alguien que esté seriamente interesado en estos
descubrimientos internos. Reunirse en forma consciente con un amigo o ser
querido mientras se está fuera del cuerpo es una experiencia increíble.
La técnica del compañero
La técnica del compañero es una variable de la
técnica Christos, desarrollada por el periodista australiano G. M. Glaskin. La
técnica Christos se diseñó originalmente como un método de regresión hacia
vidas anteriores, pero pronto muchas personas descubrieron que iniciaba
experiencias extracorporales.
La técnica siguiente es ideal para parejas, compañeros
y grupos. Como guía, usted dirigirá la meditación y en ocasiones se moverá
alrededor de su compañero, por lo que es importante que se mantenga lo más
tranquilo posible.
Su compañero se acuesta sobre la espalda, con los
ojos cerrados y la cabeza orientada hacia el norte. Para estar lo más cómodo y
relajado posible, debe quitarse los zapatos y acostarse en una superficie
suave, como una cama, una alfombra o almohadas.
Comience a aplicar un suave masaje en los tobillos
de su compañero en forma circular. El propósito es que se tranquilice lo más
posible.
Después de dos minutos de masaje en los tobillos,
póngase cerca de la cabeza de su compañero y coloque cuatro dedos en su frente,
sobre el puente de la nariz. Comience a frotar lentamente con un movimiento
circular hacia la parte inferior de la frente. Cada vez con más velocidad y
presión, siga frotando la frente de su compañero hasta que éste mencione un
fuerte zumbido o murmullo interior. Después que se escuche este sonido, puede
dejar de frotar. La mayoría de las personas suele escuchar este sonido a los
cinco minutos.
Ahora comience una meditación verbal dirigida.
Durante toda la visualización guiada, hable con un tono lento y tranquilo,
ayudando a su compañero a relajarse lo más posible. Hágalo con calma y
concéntrese en la relajación mientras conduce la siguiente visualización.
Respira profundo varias veces y relájate
totalmente... totalmente relajado... Relájate lenta y completamente... comienza
a sentir cómo fluye tu energía interior... Siente cómo tu energía interior se
desplaza lentamente de tu cabeza a tu cuello... Siente cómo baja con lentitud
por los hombros... Te sientes totalmente relajado a medida que la energía
inunda tu pecho... La energía te transmite una grata sensación mientras se
desplaza por tu estómago... tus caderas... tus muslos... Ahora sientes que la
energía llega a tus pantorrillas... Percibes como va más allá de tus
tobillos... Puedes ver y sentir la energía hasta la punta de tus pies...
Después de la parte de relajación de esta visualización,
comience a frotar suavemente las puntas de los pies de su compañero con la
punta de sus dedos mientras repite lo siguiente.
Visualiza la energía extendiéndose diez
centímetros más allá de las plantas de tus pies... Ahora ves y sientes que tus
pies se han extendido diez centímetros... Sientes que tus pies se estiran diez
centímetros más allá... Mantén esa extensión durante unos momentos. (Cuando su
compañero visualice esa extensión, puede indicárselo asintiendo con la cabeza.)
Una vez que su compañero haya visualizado el
estiramiento de diez centímetros, pídale que imagine la vista y las sensaciones
de sus pies al volver a su posición normal.. Ahora, repita este estiramiento al
menos tres veces, hasta que su compañero visualice con facilidad una extensión
de diez centímetros en sus pies. Hágalo con calma y paciencia. Este
estiramiento inicial es esencial para el éxito de esta técnica, así que debe
repetirlo las veces que sea necesario.
Después que su compañero le indique que puede
visualizar la extensión de sus pies, colóquese cerca de su cabeza y repita el
mismo ejercicio de estiramiento con el tórax y la cabeza. (La visualización
guiada avanza sin interrupción mientras usted toca ligeramente la punta del
cabello y los hombros de su compañero.)
Ahora, siente que tu energía fluye desde arriba de
tu cabeza... Siente que la parte superior de tu cabeza comienza a extenderse y
a crecer... Ve y siente cómo la parte superior de tu cabeza y de tu tórax crece
diez centímetros... Ve y siente tu cabeza y tus hombros aumentando diez
centímetros más allá de lo normal... Siente el estiramiento del tórax hacia
afuera... diez centímetros más allá de sus límites físicos...
Igual que antes, repita este proceso al menos tres
veces hasta que su compañero imagine con facilidad la extensión.
Lleve otra vez la atención de su compañero a sus
pies y guíelo para que extienda treinta centímetros la parte inferior de su
cuerpo. Repita las veces que sea necesario.
Acérquese a la cabeza de su compañero y guíelo
para que extienda treinta centímetros toda la parte superior de su cuerpo y que
después vuelva a su tamaño normal.
Ahora, vuelva a los pies y guíe a su compañero
para lograr una extensión de sesenta centímetros. Sin embargo, esta vez
indíquele que mantenga la visualización y que no vuelva a la posición normal.
Después de completar la extensión de los pies, haga que su compañero estire al
mismo tiempo la parte superior de su cuerpo sesenta centímetros. Repita este
procedimiento hasta que su compañero vea y sienta con claridad el estiramiento
total de su cuerpo.
Mientras mantiene este estiramiento completo de
sesenta centímetros, dirija a su compañero para que extienda todo su cuerpo
como un globo lleno de aire. Por ejemplo:
Ahora todo tu cuerpo aumenta de tamaño... Puedes
sentir que tu yo interior se amplía hacia todas partes, igual que un globo
lleno de aire... Todo tu cuerpo se amplía... Todo tu cuerpo se amplía sesenta
centímetros... Mientras tu cuerpo se amplía, sientes cómo te vuelves cada vez
más ligero... Igual que un globo, sientes que te elevas, que te elevas...
Su compañero ha alcanzado el estado ideal para
lograr una experiencia extracorporal completamente consciente. En este punto
puede comenzar inmediatamente su técnica extracorporal favorita. Por ejemplo:
Mientras flotas, sientes cómo te vuelves cada vez
más ligero y flotas cada vez más alto sobre tu cuerpo... mientras lo haces,
repítete: “estoy flotando. Soy consciente de que floto. Me elevo con toda
libertad”.
Si se aplica en forma correcta, esta técnica
ofrece una poderosa preparación para cualquier visualización o afirmación
extracorporal.
Hágalo con calma y permita que su compañero
disfrute todas las sensaciones relacionadas con esta técnica. Siéntase libre de
mejorar o alargar la meditación guiada con el propósito de desarrollar la
capacidad de visualización de su compañero. Lo ideal es que dedique al menos
media hora a la visualización guiada. Después de la parte verbal de esta
técnica, proporcione a su compañero por lo menos veinte minutos de silencio
para que realice sus afirmaciones y sus visualizaciones personales.
Aunque sólo he incluido una técnica diseñada
específicamente para compañeros, cualquier otra técnica de visualización se
puede adaptar con facilidad a una situación de compañeros o de grupo, designando
a una persona para que conduzca la visualización verbal.
PARA ACELERAR EL CAMBIO PSICOLÓGICO
En algún punto de nuestras vidas todos buscamos
una forma de superación personal o de cambio psicológico. En las tres últimas
décadas han aparecido incontables técnicas, libros, cintas y cursos: el
pensamiento positivo, la programación neurolingüística, la atención al niño
interior, las charlas con uno mismo, el rebirthing, los Doce Pasos, la
retroalimentación y muchos otros.
En general, nuestro concepto de una mejora
psicológica está relacionado todavía con las conclusiones logradas hace varias
décadas por los fundadores de la psicología moderna. Freud, el creador del
psicoanálisis, y Jung, el fundador de la psicología analítica, creían que el
cambio psicológico era un proceso lento y deliberado. En la actualidad, los
psicólogos y psiquiatras de todo el mundo aceptan esta conclusión. Muchos
consideran que el mejoramiento psicológico es el proceso lento de retirar las
capas exteriores del ego para que los pacientes vean y comprendan las causas
implícitas de sus problemas o bloqueos actuales.
Cada año, millones de personas dedican mucho
tiempo y mucho dinero a lograr algún tipo de cambio psicológico. Se les ha
hecho creer que el cambio psicológico positivo es un proceso extenso y arduo.
Muchos psiquiatras y psicólogos esperan que los mejoramientos notables
requieran varios meses o varios años. Hace algún tiempo, hablando con un
psicólogo, me dijo abruptamente: “El cambio psicológico es una tarea monumental
que dura toda una vida”. Mi primer pensamiento fue Me alegro de no ser su
paciente. Varios estudios han demostrado que las actitudes y las
expectativas del profesional médico tienen un enorme efecto sobre los
resultados logrados; a menudo las expectativas, o la falta de ellas, se
transfieren al paciente. Si un psicólogo espera que el cambio psicológico
positivo sea una tarea que dure toda la vida, seguramente así será.
Con el paso de los años, he descubierto que el
millonario negocio de la psicología tiene muchas carencias. Creo que ha llegado
el momento de que nos planteemos algunas preguntas serias. ¿Cómo podemos
mejorar nosotros mismos de manera eficaz si no sabemos qué somos, por qué
estamos aquí y dónde vamos? ¿Cómo podemos mejorar algo que no comprendemos? El
mejoramiento y el cambio psicológico positivo ¿necesitan años de introspección
agotadora? Estoy convencido de que podemos evitar el interminable laberinto del
autoanálisis y llegar al centro del yo de un modo mucho más fácil. Esta opinión
la comparten cada vez más personas y más grupos de todo el mundo.
Imagine por un momento lo que podría conseguirse
si hubiera un medio más directo y eficaz de lograr el cambio psicológico
positivo y la superación personal. Por ejemplo, considere la experiencia de
Michael Crichton, el internacionalmente conocido autor de Jurassic Park
quien describe una experiencia extracorporal en su autobiografía Travels.
Inició esta experiencia extracorporal con la ayuda de su guía y amigo Gary.
En realidad, la idea del viaje astral no parecía
tan inquietante y lo intenté con Gary. Después de todo, es sólo otro tipo de
meditación guiada en un estado alterado de consciencia. En la visualización,
mis chakras brillaban deslumbrantes, girando como espirales blancas. Después me
vi a mí mismo saliendo por mi tercer chakra, ascendiendo al plano astral, que
me parecía lleno de una bruma amarilla.
Hasta entonces, todo iba bien. Comencé a
comprender por qué la gente se imagina el cielo como brumoso o nublado. Este
plano astral brumoso era agradable. Se sentía paz en él. Allí, en pie en su
bruma amarilla, me sentía bien.
—¿Ves a alguien? —preguntó Gary.
Miré alrededor. No vi a nadie.
—No.
—Quédate ahí un minuto, a ver si viene alguien.
En ese momento vi a mi abuela, que murió cuando yo
estaba en la Escuela de Medicina. Me hizo una señal de reconocimiento, que yo
devolví. No me sorprendió verla, tampoco sentí necesidad de hablar con ella.
Simplemente me quedé esperando. Este plano astral tenía muy pocas
características. No había palmeras, sillas, ni lugares donde sentarse. Era sólo
un lugar. Un lugar con bruma amarilla.
—¿Ves a alguien más? —dijo Gary.
No veía a nadie, pero entonces:
—Sí. A mi padre.
Sentí preocupación. Nunca me había llevado bien
con mi padre. Ahora aparecía él, en un momento en que yo me sentía vulnerable,
en un estado alterado de consciencia. Me pregunté que haría él, qué sucedería.
Se acercó a mí. Parecía igual, pero transparente y brumoso, como todo lo que
había en ese lugar. No quería tener una larga conversación con él. Estaba
bastante nervioso.
De repente, me abrazó.
Durante ese abrazo, vi y sentí toda mi relación
con mi padre, todos sus sentimientos y por qué había sido difícil comunicarnos,
vi todos mis sentimientos y por qué lo había malinterpretado, vi todo el amor
que había entre nosotros y toda la confusión y la falta de comprensión que lo
había afectado. Vi todas las cosas que él había hecho por mí y todas las
maneras en que me había ayudado. En un momento observé todos los aspectos de
nuestra relación, como si fuera algo muy pequeño que pudiera sostener en mi
mano. Fue un instante de aceptación compasiva y de amor.
Comencé a llorar.
—¿Qué sucede ahora?
—Me está abrazando.
—¿Qué sientes?
—Se... acabó —contesté.
Me refería a que esta experiencia increíble y
poderosa ya había ocurrido, completa y total, en una fracción de segundo.
Cuando Gary me preguntó, cuando rompí a llorar, ya había terminado. Mi padre se
había ido. No cruzamos palabras. No fue necesario. El asunto había concluido.
—Ya terminé —dije y abrí los ojos. Había vuelto
del estado de trance.
No pude explicárselo a Gary —en realidad no podía
explicarlo a nadie— pero una parte de mi sorpresa por la experiencia fue la
velocidad a la que ocurrió. Igual que casi todas las personas que se han
sometido a alguna terapia, esperaba otro ritmo de comprensión psicológica.
Tienes que luchar. Las cosas ocurren con lentitud.
Pueden pasar muchos años antes de lograr un cambio. Te preguntas si realmente
se está dando alguna diferencia. Te preguntas si debes renunciar o continuar.
Te esfuerzas, luchas y avanzas un poco. Pero, ¿qué era esto? En menos tiempo
del que necesité para abrir la boca, me ocurrió algo extraordinario y profundo.
Y supe que duraría para siempre. La relación con mi padre se había resuelto en
un instante. Ni siquiera tuve tiempo de llorar y parecía fuera de lugar dar
paso a las lágrimas cuando ya todo había terminado. No quería llorar. La
experiencia ya había finalizado. Esto me hizo preguntarme si podrían ser
incorrectas mis ideas acerca de la velocidad normal del cambio psicológico. Tal
vez podemos conseguir cambios importantes en segundos, si tan sólo supiéramos
cómo efectuarlos. Tal vez los cambios tardan tanto porque los hacemos del modo
incorrecto. O tal vez porque esperamos que así sea.
La siguiente es una confrontación personal que
experimenté con mis propios temores.
Anotación en mi diario del 14 de septiembre de
1992
Repetí verbalmente la afirmación “estoy fuera del
cuerpo”, entre treinta y cuarenta veces mientras mi cuerpo se quedaba dormido.
Desperté flotando encima de mi cuerpo. Tenía la
noción de una conexión en la base de mi espalda y de algún modo visualicé este
vínculo como un insecto enorme que me retenía. Al instante volví a mi cuerpo e
interrumpí esta singular conexión. Inmediatamente floté hacia arriba. Sentí que
me tocaban muchas personas, que me llevaban de un lado a otro. Escuché la voz
de mi madre pronunciando mi nombre. Supe que estaba fuera del cuerpo, pero mis
percepciones parecían un sueño. Dije en voz alta “claridad”. Entonces sentí una
descarga de energía y una intensa sensación de ligereza y la percepción mejoró.
De repente estaba en un entorno nuevo. En pie en un laberinto de habitaciones
completamente diferentes a mi hogar físico. De nuevo solicité claridad y
percibí un mejoramiento instantáneo en mi visión. Frente a mí había dos tramos
de escalera: uno subía a una habitación de color dorado; el otro conducía a un
sótano oscuro. Mientras atisbaba en la oscuridad, observé una forma grande que
se movía con lentitud. Parecía dirigirse hacia mí. Mientras se acercaba,
observé el contorno de una enorme criatura peluda, un perezoso gigante, de unos
tres metros; tenía cabeza de oso y cara de perro. Todo mi ser se paralizó con
temor. En mi desesperación quería correr, pero me quedé quieto. Lentamente, la
criatura trepó por las escaleras y envolvió con sus enormes y peludos brazos mi
cuello y mi cuerpo. Sólo alcancé a pensar: Esta cosa puede arrancarme el
cuello en un segundo.
De repente, la criatura me dio un cálido abrazo y
lamió mi cara como un perro. Todos mis temores se disiparon cuando comprendí
que esta fea criatura no pretendía dañarme. Una intensa sensación de fuerza y
de alegría me recorrió entonces; me sentí completamente libre de mis temores y
de mis límites. La criatura me miró a los ojos, sonrió y desapareció. Una
descarga de energía me inundó al reconocer una nueva forma de libertad: estar
totalmente libre de temores.
Volví a mi cuerpo físico con una nueva visión de
mí mismo. Comprendí que había confrontado una representación interna de mis
temores más oscuros y profundos y los había vencido mostrándome firme. Sentí una
enorme vitalidad y supe con certeza que podría lograr lo que me propusiera.
Comprendí que había superado a mi mayor enemigo: mis propios miedos y temores.
Las experiencias extracorporales controladas nos
dan la oportunidad de confrontar y resolver la causa energética implícita en
cualquier problema psicológico que tengamos. La experiencia del espejo narrada
en el capítulo 5 es otro ejemplo de este proceso. Debe señalarse que éste es un
método avanzado de superación personal, que produce una intensa experiencia de
confrontación. No es recomendable para personas psicológicamente inestables.
CURACIÓN AVANZADA
La ciencia ha demostrado que muchos problemas
médicos que prevalecen en nuestra sociedad son el resultado directo de nuestras
emociones y de nuestros pensamientos. Influimos en nuestros cuerpos físicos por
el modo en que usamos, movemos y conservamos la energía en nuestro interior.
Por ejemplo, nuestros modelos emocionales y racionales a menudo nos provocan
úlceras estomacales, enfermedades de la piel, adicciones físicas y depresión.
La exploración extracorporal controlada nos
permite experimentar de manera consciente las frecuencias y los modelos
energéticos invisibles que afectan a nuestro cuerpo físico. Cuando estamos
fuera del cuerpo, experimentamos directamente nuestra subestructura energética
personal, nuestro sutil sistema energético no físico. Esto representa una
enorme oportunidad de hacer ajustes energéticos en el núcleo de nuestro ser.
Una reestructuración efectuada en el cuerpo energético no físico termina por
manifestar cambios en el cuerpo físico exterior.
La siguiente es una técnica muy avanzada que va
directamente a la causa energética implícita de un padecimiento físico.
Mediante esta técnica curativa, es posible modificar y equilibrar las energías
invisibles que fluyen en usted (o en otra persona).
Comience aplicando su técnica extracorporal
favorita. Inmediatamente después de separarse de su cuerpo físico, pida una
claridad de consciencia absoluta: “claridad”. Repita esta petición hasta que su
consciencia sea lo más clara posible.
Cuando toda su consciencia se centre en su cuerpo
no físico, comience a solicitar en forma mental y verbal que entre en usted la
luz y la energía curativa de Dios (o del universo). Pida y sienta cómo lo
atraviesan las energías curativas positivas del universo. Con toda honestidad
pida que la luz curativa del universo penetre en todos los niveles de su cuerpo
energético. Sumérjase totalmente en la intensa luz curativa.
Si lo prefiere, pida que la luz curativa se dirija
a una persona o a una parte específica de su cuerpo físico: “pido que la
energía pura del universo ayude y cure a___ “. O bien, “el poder curativo del
universo recorre todo mi cuerpo y mi mente”. Cuando dirija sus pensamientos a
su cuerpo físico, es probable que vuelva a él.
Después de volver a su cuerpo, quédese quieto y
sienta cómo la energía y la luz fluyen por todas las células y los sistemas de
su cuerpo. Hágalo con calma y acepte el flujo de energía que recorre todo su
cuerpo. Sienta cómo se realizan los ajustes vibratorios necesarios para que
usted logre una salud óptima.
Dispóngase a recibir. Dispóngase a recibir un
ajuste completo de la frecuencia vibratoria de su cuerpo. Es importante que se
disponga a recibir lo que pidió: muchas veces uno pide cosas sin estar
preparado para recibirlas. “Estoy dispuesto a recibir en mí la energía
curativa”. Esta es una petición poderosa en cualquier nivel del universo.
Agradezca su experiencia. Ha recibido un don
especial de consciencia, ajuste y curación energéticos. Use este don para
ayudar a los demás a reconocer y despertar la energía curativa interior que
fluye en todos nosotros.
Durante las fases iniciales de esta técnica,
manténgase lo más alejado posible de su cuerpo físico. Cualquier pensamiento
dirigido a su forma física lo regresará inmediatamente a su cuerpo.
No subestime la fuerza de esta técnica. Esta forma
de ajuste energético no físico es la verdadera causa de todos los milagros
físicos que han ocurrido en toda la historia. La persona que aplica esta
técnica funciona como un canal abierto para la fuerza de Dios. En ese estado de
consciencia, todo es posible.
ACELERACIÓN DE NUESTRO CRECIMIENTO ESPIRITUAL
Para cientos de millones de personas en todo en
mundo, los propósitos culminantes del desarrollo espiritual son la comprensión
de sí mismas y de Dios. Estas metas espirituales reciben diversos nombres en
las diferentes culturas: consciencia crística, iluminación, unión espiritual y
comunión con Dios. Desde el comienzo de los tiempos, los buscadores
espirituales, los monjes, los profetas y los santos han dedicado sus vidas a
intentar experimentar estas metas. Desafortunadamente, nuestras religiones
modernas se han extraviado de su rica herencia espiritual. La tragedia es que
muchas religiones e iglesias modernas se han convertido en un pobre reflejo de
las experiencias y enseñanzas espirituales originales en las que se basaron. El
concepto de la experiencia espiritual personal se ha convertido en un fenómeno
inexplorado y misterioso que desconocen muchos líderes religiosos y sus
iglesias. Como resultado, millones de personas han aceptado creencias e
interpretaciones hechas por el hombre.
En la actualidad, ya no necesitamos depender de
las interpretaciones y creencias de los demás. Mediante la exploración
extracorporal, podemos obtener y comprobar nosotros mismos las respuestas
espirituales que buscamos.
Como usted mismo descubrirá, uno de los modos más
rápidos y directos de experimentar su esencia espiritual y obtener un
conocimiento directo del Paraíso es participar en la exploración extracorporal.
Las experiencias extracorporales controladas nos proporcionan la singular
capacidad de alcanzar cualquier meta espiritual en la que nos concentremos. La
fuerza espiritual de esto es absolutamente comprobable, pero su aplicación
depende de usted; es decisión suya ir más allá de los límites de su cuerpo
físico.
En el mundo físico es fácil perderse en las
ilusiones e ignorancias densas que nos rodean. Es fácil sumergirse en el mar de
creencias, doctrinas y tradiciones producidas por el hombre; es fácil quedar
atrapado en el laberinto físico. Quienes buscan el crecimiento y la sabiduría
espiritual verdadera, pronto descubren que esto no se encuentra en el mundo
exterior. El crecimiento espiritual es un viaje al interior de la consciencia,
un viaje a lo más profundo de nosotros mismos, a la esencia de nuestro ser. El
crecimiento espiritual es experimentar y conocer personalmente nuestro yo
verdadero, nuestra alma.
Recomiendo la técnica siguiente a quienes busquen
el desarrollo y el conocimiento espiritual y sus respuestas.
Técnica espiritual avanzada
Comience con su técnica extracorporal favorita.
Inmediatamente después de la separación de su cuerpo físico, pida claridad de
manera firme: “claridad”. Cuando esté completamente consciente y centrado en su
cuerpo no físico, pida experimentar su alma (su yo superior). Exija esto con
firmeza para obtener una reacción inmediata: “ahora experimento mi alma (mi yo
superior)”.
Al instante, será lanzado dentro de sí mismo a una
velocidad tremenda. La sensación es de un movimiento interior extremo, como ser
atraído hacia un poderoso vacío en lo profundo de uno mismo. Su consciencia
hace destellar innumerables capas de luz y color mientras es atraído hacia el
interior. (Algunas personas mencionan una sensación de ser lanzadas al
espacio.) Después de varios segundos intensos, este movimiento llega a un alto
abrupto.
Prepárese. Cuando se experimenta por primera vez,
este rápido movimiento interior resulta sorprendente: resista, tenga fe y
manténgase lo más tranquilo posible. Al parecer la experiencia de movimiento
hacia arriba o hacia el interior es la transferencia de nuestra consciencia desde
nuestro cuerpo no físico relativamente denso hasta la existencia de frecuencia
superior de consciencia pura (alma).
El resultado de esta técnica rebasa todas las
expectativas. Experimentará y conocerá su yo verdadero, independiente de toda
forma y sustancia. Los límites se desvanecen mientras una dimensión espiritual
increíble de luz y conocimiento puro se abre dentro de usted.
Experimentar su yo superior (su alma) es la parte
central del desarrollo espiritual; en ese momento tiene la inmensa oportunidad
de descubrir las respuestas a los más antiguos misterios de su existencia.
Puede obtener una respuesta o una solución a cualquier desafío o limitación
física que experimente. En este estado de consciencia, pueden ocurrir milagros.
Su capacidad para comprender y afectar los niveles más densos del universo
aumenta más allá de toda comprensión humana.
No subestime el poder de esta técnica; la
experiencia consciente de ser su yo verdadero es un despertar que cambiará su
vida. Mientras se encuentra en este estado de consciencia, su capacidad para
obtener respuestas no tiene límites; experimenta su esencia espiritual más allá
de todos los conceptos físicos de tiempo, espacio y forma. Conoce finalmente el
mayor misterio de su existencia: lo que usted es en realidad.
EXPERIMENTOS Y EXPLORACIONES EXTRACORPORALES
Observe, investigue y explore la subestructura
energética invisible del universo.
Investigue su nuevo entorno: su forma, sustancia,
solidez y estabilidad.
Efectúe experimentos usando la energía del
pensamiento; observe con atención los cambios que ocurren en su entorno.
Viaje a la casa de un amigo o un familiar y
observe el entorno y las actividades. Registre la hora y el lugar para una
comprobación posterior.
Conduzca experimentos con la densidad no
molecular. Intente aumentar o disminuir la densidad de su cuerpo. Aplique
presión a su brazo. ¿Puede sentirlo?
Toque un objeto en su nuevo entorno. ¿Lo siente?
¿Tiene densidad o lo atraviesa con lamano?
Pida visitar y comunicarse con un ser querido
“desaparecido”.
Observe con atención la estructura energética de
su “nuevo cuerpo”.
Efectúe experimentos con la energía no molecular.
Observe las causas y los efectos, la gravedad, la inercia y las singulares
fuerzas energéticas que existen en el nuevo entorno.
Mientras está fuera del cuerpo, tome nota de sus
pensamientos más frecuentes. ¿Afectan de algún modo el entorno que lo rodea?
Ahora, concéntrese en un solo pensamiento. ¿Cómo afecta al entorno su
concentración? Pida una cualidad específica, por ejemplo, mayor comprensión o
mayor visión. Observe los cambios que ocurren en su capacidad de percepción.
Examine el horizonte. ¿Cuán lejos puede ver?
¿Cambia el entorno mientras ustedobserva?
Pida que aparezca ante usted una forma específica,
por ejemplo, una silla. ¿Aparece? De ser así, ¿posee ese objeto densidad
tridimensional? Ahora, pida que desaparezca el objeto. ¿Ocurre así?
Investigue las posibilidades de realizar una
exploración espacial sin los límites de una nave espacial convencional.
Desplácese a su lugar físico favorito y
observe y registre el entorno y los sucesos.
Vea la posibilidad de explorar sus vidas
anteriores.
Conozca y comuníquese con un guía o un residente
no físico.
Explore la existencia del sexo en un estado
vibratorio diferente.
Pida experimentar su yo superior, su alma (esto es
muy recomendable).
Observe su vida el pasado, —el presente y el
futuro probable— desde un punto de vista más amplio.
Pida comprender y resolver un problema físico que
le cause dificultades.
Observe y explore el origen de la materia tal como
la conocemos.
Pida explicaciones o aclaraciones para alguna
pregunta difícil.
Pida observar el origen y el propósito de su
realidad actual.
Pida ver y comunicarse con un ángel bíblico.
Explore y experimente el “Paraíso” o los niveles vibratorios
no físicos del universo.
Intente trasmitir energía curativa a un amigo o
compañero físicamente enfermo. Observe y registre los resultados.
Observe con atención la conexión entre su cuerpo
energético y su cuerpo físico. ¿Existe alguna conexión visible?
Pida con firmeza ver la verdadera esencia de las
formas energéticas que lo rodean. Observe los cambios que ocurren en su
entorno.
Pida observar un pensamiento: su forma, su
funcionamiento y sus características.
Formule cualquier pregunta y prepárese para
“experimentar” las respuestas. Observe su cuerpo físico desde una perspectiva
más amplia.
Experimente, explore y comience a trazar el
universo multidimensional.
Manipule la energía (la forma) mediante la
concentración consciente de sus pensamientos.
Explore con un compañero (una experiencia de
comprobación muy recomendable).
Pida observar el nacimiento de un niño desde una
perspectiva no física.
Explore la posibilidad de viajar en el tiempo y
las posibilidades del tiempo y la existencia secuenciales.
PREGUNTAS ACERCA DE NUESTRA EXISTENCIA
Históricamente, todas las exploraciones y los
descubrimientos importantes comenzaron con una pregunta. ¿Qué hay al otro lado
del océano? ¿Qué hay al otro lado de nuestro sistema solar? Ahora, cada vez con
más intensidad, nos formulamos preguntas cada vez más profundas. ¿Qué hay al
otro lado de la materia? ¿Qué tipos de energía y de vida existen más allá de
nuestra visión tecnológica actual?
La exploración extracorporal hace surgir muchas
preguntas —tantas que la lista alcanzaría para llenar un cuaderno. La siguiente
es una breve muestra de preguntas que confío en que respondan los exploradores
extracorporales si están dispuestos a dedicarles la energía y el tiempo
necesarios. Estas preguntas son excelentes áreas de investigación para la
exploración con un compañero o en grupos.
¿Cómo son los entornos no físicos?
¿Cuál es su estructura?
¿Por que sólo algunos entornos responden a los
pensamientos?
¿Existe un tipo de gobierno universal no físico?
¿Hay leyes o reglas?
¿Existen castigos por no cumplir las reglas?
¿Existe una fuerza policíaca universal?
¿Qué son los ángeles?
¿Existe una jerarquía no física o espiritual?
¿Dios se comunica o interactúa con los seres no
físicos?
¿Cómo viven los seres no físicos?
¿Cómo es su día normal?
¿Hay algo que se parezca a la existencia física?
¿Existen ciudades, pueblos, comunidades o
naciones?
¿Siguen existiendo culturas, grupos étnicos o
razas?
¿Cómo afectan o influyen los centros energéticos
(chakras) de nuestro cuerpo en nuestra vida diaria?
¿Cómo funcionan nuestros centros energéticos y
cuerpos no físicos en cuanto a sistema energético?
¿Cuál es la relación entre los centros energéticos
y nuestra capacidad para lograr experiencias extracorporales?
¿Puede nuestro cuerpo energético asumir cualquier
forma?
¿Las enfermedades y los padecimientos físicos son
el resultado molecular de perturbaciones energéticas no físicas?
¿Durante qué momento del embarazo entra la
consciencia (el alma) al feto?
¿Varía esto de una persona a otra o es universal?
¿Pueden curarse o controlarse las enfermedades
físicas mediante ajustes energéticos realizados en la subestructura no física
de una persona?
¿Puede prevenirse o cambiarse un suceso o desastre
futuro afectando y ajustando la subestructura energética invisible del
universo?
¿Es posible analizar, interpretar y predecir los
sucesos físicos futuros observando las interacciones energéticas que existen en
el interior del universo?
¿Podemos viajar en el tiempo cuando estamos fuera
del cuerpo?
¿Es posible que los sucesos que ocurren en el
tiempo sean en realidad simultáneos?
¿La reencarnación es una realidad?
¿Es un sistema evolutivo?
¿Cómo funciona?
¿Existen realmente los ángeles?
De ser así, ¿cómo son?
¿Cuál es su función?
¿Son una especie no humana?
¿Existen los Paraísos Bíblicos?
¿Cómo es en realidad el Paraíso?
¿Cuántos Paraísos hay?
¿En que difiere uno de otro?
¿El Paraíso Bíblico son las dimensiones interiores
del universo?
¿Dios interactúa con la evolución humana o es un
sistema automático de desarrollo?
¿Cuál es nuestra verdadera forma o esencia, en
caso de que exista?
¿Por qué usamos estos cuerpos biológicos
temporales?
¿Qué esperamos aprender o ganar?
¿Cómo es el interior del universo?
¿De qué está hecho?
¿Es una serie de dimensiones energéticas?
¿Hay una frontera perceptible entre las diferentes
dimensiones energéticas?
De ser así, ¿cuál es esa frontera?
¿Cómo funciona?
¿Cuál es su propósito?
¿Qué son los milagros?
¿Son la alteración y la reestructuración de la
subestructura energética no física del universo?
¿Cómo son las personas cuando duermen o sueñan?
¿Flotan ligeramente encima de sus cuerpos?
¿Los sueños son creaciones internas o nuestra
interpretación inconsciente de los sucesos no físicos?
¿Quienes sueñan normalmente se separan de sus
cuerpos físicos?
¿Cómo se relaciona la evolución de nuestra especie
con las experiencias extracorporales?
¿Las experiencias extracorporales son un paso
evolutivo de nuestra especie?
¿La evolución es en realidad el traslado de la
consciencia desde simples organismos físicos hasta estados del ser no físicos
cada vez más complejos?
¿Qué ocurre en realidad en la muerte física?
¿A dónde vamos?
¿Es la muerte una parte natural de nuestra
evolución?
¿Por qué estamos aquí?
¿Tenemos una meta o un plan específico
(inconsciente) en el que estemos trabajando?
¿Seleccionamos a nuestros padres?
De ser así, ¿por qué y cómo se hace eso?
¿Existen alimentos no físicos?
¿Son necesarios para la supervivencia?
¿Continúan después de la muerte las familias y las
relaciones similares a lo físico?
¿Existe el sexo semejante al físico?
¿Se conciben bebés no físicos?
Las preguntas que se pueden hacer son
interminables. Las respuestas a todas ellas simplemente están en espera de que
ampliemos nuestra visión más allá de la capa molecular densa del universo. Esto
no es una teoría, sino un hecho' evolutivo de nuestra existencia. Para muchos
de nosotros, ha llegado el momento de avanzar más allá de los límites físicos
que nos rodean. Este paso es la transición y la evolución lógica que
experimentaremos en un futuro cercano.
PREGUNTAS Y COMENTARIOS
¿Pueden comprobarse las experiencias
extracorporales?
Sólo el participante puede comprobar las
experiencias extracorporales. Las férreas conclusiones que mantienen muchos
investigadores resultan completamente arcaicas y sin sentido a la luz de una
sola experiencia personal. Muchas personas intentan con desesperación adaptar
este singular estado de consciencia a su modelo aceptado de la realidad. Por
ejemplo, varios eruditos han concluido que las experiencias extracorporales son
en realidad sueños lúcidos; estas conclusiones se adaptan de manera conveniente
a sus conceptos tradicionales.
¿Qué se siente al separarse del cuerpo físico ?
Muchas personas mencionan una sensación vibratoria
muy energética y un adormecimiento físico temporal durante la separación; a
menudo perciben también zumbidos, murmullos o sonidos atronadores. Estos
sonidos y sensaciones normalmente desaparecen después de una separación
completa.
¿Cómo es el entorno extracorporal?
El entorno percibido depende de la frecuencia
(densidad) vibratoria del participante. Muchas personas informan de un entorno
similar al físico. Este entorno no se corresponde necesariamente con el entorno
físico inmediato.
¿Cuánto tiempo se requiere para tener una
experiencia extracorporal?
Cada persona es diferente; sin embargo, un gran
porcentaje de quienes practican técnicas a diario mencionan lograr una
experiencia en menos de treinta días.
¿Por qué debo invertir mi tiempo y mis esfuerzos
en la exploración extracorporal?
El único modo de conocer algo totalmente es
experimentarlo uno mismo; lo demás es teoría, especulación y creencia. La
exploración extracorporal nos ofrece la oportunidad única de experimentar y
explorar más allá de los límites de nuestros sentidos físicos. Nos brinda la
capacidad de obtener un conocimiento directo de nuestra existencia.
¿Cómo será mi “nuevo” cuerpo?
Casi todas las personas mencionan un duplicado de
su cuerpo físico de energía superior. La forma que experimentamos es el
resultado directo de nuestras expectativas y nuestras creencias. En general,
casi todas las personas se ven a sí mismas como aparecen en el mundo físico.
¿Podré ver, escuchar y sentir como ahora?
En sus primeras exploraciones extracorporales, lo
más probable es que experimente su entorno con una percepción similar a la
física. Nuestra capacidad de percepción está relacionada con nuestras
expectativas; cuanto más dispuestos estemos a ampliar las percepciones más allá
de nuestros sentidos físicos, más capacidad estará a nuestro alcance. Por
ejemplo, hay personas que refieren una visión de 360 grados, la agudización del
sentido del oído y la capacidad de leer los pensamientos.
Durante mis experiencias extracorporales en
ocasiones me siento desincronizado y tengo dificultad para ver o moverme. ¿Cómo
puedo superar esta limitación?
Esto sucede a menudo. Para aumentar su claridad y
movilidad, simplemente pida (en forma verbal o mental) consciencia completa:
“ahora, consciencia absoluta” o “claridad”. La capacidad o percepción personal
que necesita para mejorar su experiencia extracorporal la obtendrá mediante una
petición firme. Repita su petición las veces que sea necesario y recuerde
expresarla con firmeza para obtener resultados inmediatos.
¿Una experiencia extracorporal cambiará mis
creencias religiosas?
De acuerdo con un estudio extenso realizado con
350 participantes y publicado en 1992 por el Dr. Melvin Morse, “las
experiencias extracorporales no parecen alterar los valores que profesa cada
persona”. Muchos mencionan incluso que confirmaron y fortalecieron sus
creencias religiosas mediante sus experiencias extracorporales.
¿Qué es esta luz radiante mencionada a menudo
durante una experiencia cercana a la muerte?
Es la luz (de frecuencia superior) de las
dimensiones internas, observada por alguien que no está acostumbrado a su
brillo. Normalmente se ve que la luz emana de la entrada a un túnel.
Qué es el aura humana?
Es el campo energético que emana de todas las
formas de vida.
Qué es el efecto túnel que se menciona a menudo en
las experiencias cercanas a la muerte?
Es la abertura de la primera membrana energética
interior. Ocurre de manera automática cuando muere una persona y se desplaza al
interior del universo multidimensional. El túnel se cierra inmediatamente
después que la persona pasa a la siguiente dimensión.
¿Existe el cordón de plata bíblico?
El concepto bíblico del cordón de plata es exacto.
De acuerdo con mis observaciones, no es realmente un cordón, sino una sustancia
fibrosa y delgada con un aspecto similar a una telaraña. El cordón de plata
parece funcionar como una conexión entre el cuerpo físico y el primer cuerpo
energético interior. Aunque se desconoce su funcionamiento completo, es lógico
que sirva como un conducto energético interior. Una cosa es cierta, cuando se
rompe el cordón, la vida biológica termina,
¿Los animales tienen alma?
Claro que sí. Ninguna criatura viviente puede
existir sin alma (energía consciente). Para ser más precisos, el alma posee y
usa un vehículo biológico, y no a la inversa.
¿Cuál es el propósito de la existencia física?
La existencia física nos permite aprender
partiendo de la experiencia. En cierto modo, la dimensión física es un entorno
molecular lento, conveniente para aprender a desarrollar la consciencia. Los
desafíos personales que encontramos en nuestra vida biológica son las lecciones
que necesitamos para nuestro desarrollo personal. Aprendemos siendo y haciendo,
a través de la experiencia directa.
¿Cómo puedo saber la dimensión o el nivel
energético que exploro?
En general, cuanto más parecido sea el entorno
inmediato a su entorno físico, más cerca se encuentra de la dimensión física. A
medida que eleva su frecuencia vibratoria, automáticamente penetrará en las
dimensiones no físicas. Los entornos que se perciben se vuelven cada vez menos
densos y responden cada vez más al pensamiento a medida que usted se aleja de
la materia.
¿Pueden resultar dañinas las experiencias
extracorporales?
No. Son una experiencia natural mencionada en
todas las culturas y sociedades del mundo. Durante veinte años de investigación
personal, no he sabido de nadie que haya sido dañado o lastimado de algún modo.
¿Pueden usarse drogas para inducir una experiencia
extracorporal?
La clave para lograr una experiencia extracorporal
válida y productiva es la concentración y el control mental absoluto. Sin un
control completo, las realidades interdimensionales que se experimentan durante
las exploraciones extracorporales no pueden distinguirse con precisión de las
alucinaciones o imágenes internas creadas por la persona. El control es la
clave para lograr una experiencia productiva y significativa y es lo primero
que se pierde cuando se usa cualquier tipo de sustancia que altera la mente.
Creo que los exploradores no físicos no deben usar drogas. ¿Por qué contaminar
su vehículo biológico cuando pueden obtenerse resultados eficaces en forma
natural?
¿Es posible que no pueda regresar a mi cuerpo
físico?
No. En miles de experiencias registradas no hay
una evidencia de que ocurra tal cosa. Regresamos inmediatamente ante el más
mínimo pensamiento acerca de nuestro cuerpo físico.
¿Puede alguien poseer mi cuerpo o mi mente cuando
salgo de ellos?
No. Siempre hay una conexión energética interactiva
entre su cuerpo físico y sus cuerpos energéticos interiores.
¿Cuál es el punto de vista oficial de la iglesia
acerca de las experiencias extracorporales?
La Iglesia cristiana no tiene un punto de vista
oficial o unificado en relación con la exploración extracorporal. He encontrado
una amplia variedad de opiniones sobre este tema. Muchos teólogos consideran
las experiencias extracorporales como una bendición espiritual única, una
confirmación personal de la fe y las creencias religiosas. Otros se asombran y
dudan de la posición de tales experiencias en su sistema de creencias. Algunos
temen cualquier fenómeno que no comprenden y automáticamente clasifican las
experiencias extracorporales como algo que se debe evitar. En la actualidad,
cada vez más teólogos consideran que las exploraciones extracorporales son una
profunda experiencia espiritual y una firme comprobación personal de la
inmortalidad.
Cada vez que siento que voy a separarme de mi
cuerpo, me abruma una ola de temor intenso. ¿Cómo puedo superar esto?
Esta ola de temor es una respuesta común e
instintiva frente a una nueva experiencia. Uno de los mejores modos de
superarla es repetir una afirmación como “estoy sano y salvo”, “estoy
protegido” o “estoy seguro y tranquilo”. Será de utilidad cualquier declaración
breve y positiva que lo tranquilice y le dé seguridad. Cuando la repita, aleje
su atención de su cuerpo. Esto lo consigue fácilmente pensando en otra zona de
su casa o diciéndose “me alejo flotando de mi cuerpo”. Después de un par de
experiencias, su temor disminuirá y terminará por desaparecer.
¿Es segura para todos la exploración
extracorporal?
Sí, sin excepción. Pero quienes tengan problemas
psicológicos agudos deben evitar esta forma de exploración. En general, las
personas que tienen dificultades para abordar su realidad física sólo
complicarán la situación introduciendo otras realidades en sus vidas.
¿Cuál es el paso más importante para conseguir un
control completo y consciente en una experiencia extracorporal?
La clave es repetir la técnica de la claridad cada
vez que su consciencia esté brumosa o desincronizada. Pida “¡claridad!”
¿Cuál es la diferencia entre los sueños y las
experiencias extracorporales?
Para el participante, la diferencia es muy
notoria. Durante una experiencia extracorporal, el participante es tan
consciente como usted lo es en este momento. Por otra parte, los sueños se
experimentan como una película de cambios rápidos proyectada dentro de su
consciencia. En una experiencia extracorporal normalmente están presentes al
menos tres factores que no se encuentran en un sueño: la consciencia de su ego,
el control consciente de sus movimientos y el hecho de poder comprobar de
manera consciente su experiencia.
Conclusión
El
enorme potencial de la exploración extracorporal controlada bien puede ser el
descubrimiento más importante del siglo XX. Sólo mediante la exploración más
allá de nuestros límites físicos tenemos la esperanza de llegar a comprender
algún día la esencia de nosotros mismos y de nuestro universo. En algún momento,
nuestra especie evolucionará hasta no depender de los vehículos físicos y de la
tecnología. Hasta entonces, los exploradores que se aventuren fuera de lo
físico serán los únicos que irán más allá de los límites de la ciencia, de la
religión y de sus percepciones físicas.
Una insaciable sed de conocimientos impulsa a un
selecto grupo de exploradores a alejarse de la seguridad de su mundo físico.
Estos ingeniosos aventureros exploran e identifican el universo más allá de la
capa exterior y densa de la materia. Esta exploración y esta identificación de
nuestro universo energético invisible es de importancia mundial. Sólo la
exploración no física puede perforar la capa exterior densa de la materia y
exponer la estructura subyacente invisible de nuestro universo. Es el momento
de reconocer que las formas moleculares que se deterioran a nuestro alrededor
no son la única realidad del universo. Es el momento de conocer la verdad
existente tras la fachada molecular de la vida.
Más allá del alcance de nuestra visión existen
vastos reinos de energía y de vida en espera de ser descubiertos. El siglo XXI
será testigo de la exploración y el descubrimiento de la verdad de nuestra
existencia: poder liberamos de las conclusiones y suposiciones de los demás
para ver y saber por nosotros mismos.
Cada uno de nosotros se enfrenta a una decisión
importante. Podemos adoptar una actitud complaciente, esperando y elevando
plegarias para que nuestras creencias sean las correctas, o podemos decidirnos
a explorar y descubrir por nosotros mismos. Formúlese esta pregunta, ¿qué puede
perder ampliando su visión y su comprensión más allá de los límites de la
materia?
Si decide explorar, moldeará su futuro, su
evolución y su vida más allá de todas sus expectativas. Todos poseemos la capacidad
otorgada por Dios para explorar y descubrir las cosas y las respuestas por
nosotros mismos. Las respuestas no están ocultas, pero esperan pacientemente
que las reconozcamos y las descubramos. La búsqueda interior de las respuestas
relacionadas con nuestra existencia es la esencia misma del desarrollo y de la
evolución humana. Nadie puede damos esto en mano ni citarlo de un libro.
Ante usted se encuentra una emocionante nueva
frontera de exploración: incontables niveles de energía en espera de ser descubiertos.
Tiene la rara oportunidad de ser uno de los pioneros, la oportunidad de
explorar más allá de la capa exterior y densa del universo y ver la verdad por
sí mismo. La aventura final lo espera y lo único que usted puede perder en ella
son sus limitaciones.
Glosario
Afirmaciones:Declaraciones positivas repetidas en forma oral,
mental o por escrito, en tiempo presente. Por ejemplo, “ahora estoy fuera del
cuerpo”.
Agujeros negros:Conductos energéticos interactivos que hay entre
las dimensiones física y no física.
Alma:La
consciencia pura que existe independiente de todas las formas o cuerpos
energéticos; la esencia pura de todas las formas de vida. Las almas existen más
allá de toda forma y sustancia que conocemos, pero usan las formas de energía
para expresarse en las regiones (dimensiones) más densas del universo. Nuestro
cuerpo físico actual es uno de estos cuerpos energéticos temporales utilizados
por el alma para experimentar, explorar y percibir en esta dimensión exterior y
densa del universo.
Ambiente energético:Es un término general que se emplea para describir
un área no física específica dentro de una dimensión. Pueden existir
incontables ambientes o entornos energéticos dentro de una sola dimensión.
Ambiente no de consenso:Las áreas no físicas del universo que parecen
formadas y desarrolladas pero que en la actualidad ninguna energía consciente
las sostiene ni las apoya. Responden con rapidez a los pensamientos
concentrados de las personas.
Ambientes de consenso:Áreas del universo creadas y mantenidas por la
consciencia grupal de numerosos habitantes no físicos. Estos ambientes se
resisten a la energía del pensamiento individual.
Ambientes energéticos naturales:Áreas energéticas no formadas que actualmente no
se ven afectadas por los pensamientos. La energía del pensamiento consciente y
subconsciente las manipula con facilidad.
Apariciones:Habitantes no físicos que han reducido la
frecuencia personal de sus cuerpos energéticos y son temporalmente visibles en
el mundo físico.
Aura:El
campo energético que emana de todas las formas de vida.
Catalepsia:La experiencia de no poder mover el cuerpo físico.
Esto ocurre en ocasiones durante la separación del cuerpo físico y el regreso a
él. Es una situación temporal que se produce cuando nuestro cuerpo energético
está desfasado con nuestro cuerpo físico. Por lo general, las sensaciones
físicas se reestablecen en un minuto o menos.
Continuidad de consciencia:La consciencia que se extiende desde un origen no
físico a través de numerosas frecuencias energéticas hasta expresarse en la
dimensión física exterior.
Cordón de plata: Eltérmino bíblico tradicional para la conexión no
física entre el primer cuerpo energético interior y el cuerpo biológico. En
muchos aspectos, es similar a un cordón umbilical energético capaz de estirarse
distancias enormes. Aunque no se ve como un cordón, sino como delgados
filamentos fibrosos que conectan al cuerpo biológico con su contraparte no
física más densa.
Cuerpo energético:Término general para designar la forma no física o
espiritual que experimentamos al estar fuera del cuerpo. Los cuerpos
energéticos son necesarios para que funcione la consciencia (el alma) dentro de
las diversas frecuencias no físicas del universo.
Dimensiones energéticas:Frecuencias o sistemas energéticos del universo
separados y estables; universos energéticos separados que existen en
determinadas frecuencias. Las dimensiones energéticas se separan entre sí por
sus frecuencias vibratorias individuales y únicas. Por ejemplo, el universo
físico es una dimensión energética.
Estado hipnagógico:El estado sutil de consciencia que se experimenta
entre el sueño y la vigilia. Cada vez que nos dormimos pasamos por este estado
creativo, en el que las imágenes mentales son especialmente vívidas.
Estado vibratorio:Las vibraciones y los sonidos internos mencionados
durante las etapas preliminares de una experiencia extracorporal. Los zumbidos
y los murmullos pueden ir acompañados de vibraciones, adormecimiento y
catalepsia.
Experiencia cercana a la muerte:Un tipo de experiencia mencionado por millones de
personas que habían sido declaradas clínicamente muertas y después resucitaron.
A menudo experimentan una separación de su cuerpo físico, un desplazamiento por
un túnel que conduce a una luz brillante, y un ambiente nuevo.
Experiencia del túnel:La abertura temporal de una membrana energética.
Esta abertura energética se menciona a menudo durante las experiencias cercanas
a la muerte.
Experiencia extracorporal (EE):Cuando la consciencia se separa de su vehículo
biológico temporal. También se denomina proyección astral, etérea o mental.
Experiencias en serie:Numerosas experiencias extracorporales que ocurren
una tras otra. Son experiencias normales y se asemejan a entrar y salir del
cuerpo. Las experiencias en serie se mencionan a menudo durante las
enfermedades físicas y cuando se acerca la muerte física.
Formas de pensamientoEnergía no física formada por los pensamientos.
Estas formas, que pueden parecerse a cualquier cosa que alcancemos a imaginar,
responden a la energía concentrada de los pensamientos. La densidad y la
duración de estas formas de pensamiento varían notablemente; sin un refuerzo
continuo del pensamiento, se descomponen con lentitud y se convierten en nubes
naturales de energía no física.
Formas de vida físicas:Vehículos celulares temporales (vida biológica)
que utiliza la consciencia (el alma) para expresarse en la dimensión exterior y
densa del universo. Se requieren vehículos físicos para experimentar, explorar
e interactuar en la dimensión física, igual que se requieren vehículos no
físicos para experimentar y explorar en las dimensiones no físicas.
Habitantes no físicos:Cualquier ser viviente que exista en las
dimensiones no físicas, sin un cuerpo físico actual.
Membrana energética:Es el punto de convergencia de dos sistemas
energéticos (frecuencias energéticas) diferentes; la barrera o límite
energético que separa dos dimensiones o sistemas energéticos.
Primer cuerpo energético:La forma no física que se experimenta a menudo al
estar fuera del cuerpo. Esta forma energética, aunque invisible para la
tecnología actual, tiene una densidad y una frecuencia muy cercanas al cuerpo
físico. En la literatura metafísica tradicional se le denomina cuerpo astral o
etéreo.
Radiación humana:Una singular sensación de energía que emana de un
ser humano cuando está fuera del cuerpo.
Radiación no humana:Emanaciones energéticas únicas e inconfundibles
que surgen de seres no físicos que nunca han tenido una experiencia humana
física.
Segundo cuerpo energético:Una segunda forma energética, menos densa que el
primer cuerpo energético, que existe en una frecuencia superior (más fina) que
el primer cuerpo no físico. Su frecuencia interna corresponde a la segunda
dimensión energética interior.
Sueño lúcido:Un sueño en el que está presente un cierto grado o
porcentaje de consciencia.
Transferencia del pensamiento:El método universal de comunicación que se utiliza
en las dimensiones no físicas. Normalmente esta comunicación se experimenta
reconociendo una progresión de imágenes vívidas que entran en la mente. Estas
imágenes comunican emociones y pensamientos al mismo tiempo.
Universo físico (dimensión física):El universo visible; la capa exterior densa del
universo multidimensional completo. La dimensión física sólo representa una
mínima fracción de todo el universo (menos del 1 por ciento).
Universo multidimensional:Todo el universo, visible e invisible; una
continuidad de energía formada por una cantidad desconocida de frecuencias o
niveles energéticos. A medida que exploramos hacia el interior y nos alejamos
de la materia, las dimensiones energéticas interiores no físicas se vuelven
cada vez menos densas y responden más a los pensamientos. El universo físico
visible es la capa molecular exterior y densa de todo el universo.
Visualización:El proceso de crear imágenes mentales para un
propósito específico.
Fin del libro.
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